taller 3 siete sellos

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TALLER # 3 “LOS SIETE SELLOS” VISIÓN PROFÉTICA DE LA HISTORIA Después del mensaje de las siete cartas, Juan lleva a las Iglesias a contemplar el cielo. Desde lo alto van a mirar la tierra, van a presenciar “las cosas que deben suceder” (Apocalipsis 4,1). Los capítulos 4 y 5 relatan una visión de Dios, Señor de la Historia, llena de símbolos muchos de ellos recogidos del Antiguo Testamento. Es un celebración en el cielo, una fiesta de los santos, de los pobres que celebran con alegría y gritos de alabanza sus convicciones más profundas, sus esperanzas. Entrando al cielo, lo primero que se observa es el trono: “en el cielo había un trono colocado y en el trono Alguien estaba sentado” (Apocalipsis 4,2). Esta visión revela la grandeza de Dios. Invisible desde lo alto del trono, Dios dirige la última fase del su plan que tiene inicio ahora. Dios es tres veces santo, Señor, Dios todopoderoso. El Nombre de Dios es proclamado. “Era, es y viene” (Apocalipsis 4,8). Es el Nombre que viene del Éxodo: Yahveh, Dios con nosotros, Dios liberador (Éxodo 3, 14-15). Al iniciar la última fase de su plan de salvación Dios mantiene el mismo Nombre con que Él inició la primera fase, y Él va a mantener su nombre hasta el final (Apocalipsis 11, 17). Alrededor del trono de Dios están los 24 ancianos que simbolizan en sentido amplio todo el pueblo de Dios que ha hecho una opción por la vida y todo el cosmos representado en los cuatro vivientes que están tomados del profeta Ezequiel (Ezequiel 10,14):

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Page 1: Taller 3 Siete sellos

TALLER # 3

“LOS SIETE SELLOS”

VISIÓN PROFÉTICA DE LA HISTORIA

Después del mensaje de las siete cartas, Juan lleva a las Iglesias a contemplar el cielo. Desde lo alto van a mirar la tierra, van a presenciar “las cosas que deben suceder” (Apocalipsis 4,1).

Los capítulos 4 y 5 relatan una visión de Dios, Señor de la Historia, llena de símbolos muchos de ellos recogidos del Antiguo Testamento. Es un celebración en el cielo, una fiesta de los santos, de los pobres que celebran con alegría y gritos de alabanza sus convicciones más profundas, sus esperanzas.

Entrando al cielo, lo primero que se observa es el trono: “en el cielo había un trono colocado y en el trono Alguien estaba sentado” (Apocalipsis 4,2). Esta visión revela la grandeza de Dios. Invisible desde lo alto del trono, Dios dirige la última fase del su plan que tiene inicio ahora.

Dios es tres veces santo, Señor, Dios todopoderoso. El Nombre de Dios es proclamado. “Era, es y viene” (Apocalipsis 4,8). Es el Nombre que viene del Éxodo: Yahveh, Dios con nosotros, Dios liberador (Éxodo 3, 14-15). Al iniciar la última fase de su plan de salvación Dios mantiene el mismo Nombre con que Él inició la primera fase, y Él va a mantener su nombre hasta el final (Apocalipsis 11, 17).

Alrededor del trono de Dios están los 24 ancianos que simbolizan en sentido amplio todo el pueblo de Dios que ha hecho una opción por la vida y todo el cosmos representado en los cuatro vivientes que están tomados del profeta Ezequiel (Ezequiel 10,14):

El león, es la promesa realizada en la tribu de Judá; El toro, es el animal que se sacrifica para purificar el pueblo; El hombre, es el signo de la inteligencia y el discerniendo; Y el águila, es el juicio de Dios sobre la historia.

PARA ESTUDIAR EN GRUPOS

1. Leer varias veces el Apocalipsis del 4, 1-8,1.2. Identificar los siete sellos y describirlos brevemente.3. ¿Cómo describe el Apocalipsis la presencia de Dios?4. ¿Cómo aparece Jesús en estos capítulos?5. ¿Cómo se imagina la situación nueva de los que han sido salvados?6. ¿Cómo nos ilumina el texto del Apocalipsis para entender las apariciones, organizar la

resistencia y mantener la esperanza?

Page 2: Taller 3 Siete sellos

Proclamemos en grupo el siguiente himno de reconocimiento a Jesús, el Cordero degollado: Apocalipsis 5, 9-10.12-13b.

“Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, ya que tú fuiste degollado y por tu sangre compraste para Dios a hombres de toda raza, de toda lengua, pueblo y nación.

Los hiciste reino y sacerdotes para nuestro Dios y dominarán toda la tierra.

Digno es el Cordero, que ha sido degollado, de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, la honra, la gloria y la alabanza. Al que está sentado en el trono

y el Cordero, alabanza, honor, gloria y poder por los siglos de los siglos”