talavera y cisneros

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Fray Hernando de Talavera y Ximenez de Cisneros

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  • Port. De la tierra 20/6/13 09:00 Pgina 1

    Composicin

    C M Y CM MY CY CMY K

    h

  • Coordinador

    Eliseo Serrano Martn

    De la tierra al cielo.Lneas recientes de investigacin en Historia Moderna

    [PONENCIAS]

    INSTITUCIN FERNANDO EL CATLICO (C.S.I.C.)Excma. Diputacin de Zaragoza

    ZARAGOZA, 2013

    I ENCUENTRO DE JVENES INVESTIGADORESEN HISTORIA MODERNA

  • Publicacin nmero 3.239de la Institucin Fernando el Catlico, Organismo autnomo de la Excma. Diputacin de ZaragozaPlaza de Espaa, 2 50071 Zaragoza (Espaa)Tels. [34] 976 28 88 78/79 Fax [34] 976 28 88 [email protected] www. ifc.dpz.es

    Los autores De la presente edicin, Institucin Fernando el Catlico y Universidad de Zaragoza

    ISBN: 978-84-9911-234-3DEPSITO LEGAL: Z 1060-2013PREIMPRESIN: Ebro Composicin, S.L. ZaragozaIMPRESIN: Ebro Composicin, S.L. Zaragoza

    IMPRESO EN ESPAA. UNIN EUROPEA.

  • DE TALAVERA A RAMREZ DE HARO: ACTORES Y REPRESENTACIONES DE LA EVANGELIZACIN

    DE LOS MUDJARES Y MORISCOS EN GRANADA, ZARAGOZA Y VALENCIA (1492-1545)

    BERNARD DUCHARME | CANDIDATO AL DOCTORADO EN HISTORIA, UNIVERSIT DE MONTRAL, CANDIDATO AL DOCTORADO EN TUDES ROMANES, UNIVERSIT PAUL-VALRY-MONTPELLIER III.

    Siglas utilizadas: Archivo de la Corona de Aragn (Barcelona): ACAArchivo de la Catedral de Valencia (Valencia): ACVArchivo Histrico Nacional (Madrid): AHNBiblioteca Nacional de Espaa (Madrid): BNEBiblioteca del Palacio Real (Madrid): BPRReal Academia de Historia (Madrid): RAH

    El estudio de los mtodos y los discursos sobre la evangelizacin de los musul-manes en la Espaa moderna padece en la historiografa actual de dos obstculosque nos proponemos evitar aqu.

    El primero es la permanencia siempre denunciada, mucho menos abando-nada de un anlisis centrado en un concepto anacrnico de la tolerancia. Segneste tipo de anlisis, algunos autores hablan de dos visiones de la evangelizacin,una tolerante, desde Ramn Llull hasta Ignacio de las Casas, incluyendo a Her-nando de Talavera, la otra intolerante, representada sobre todo por Cisneros y Juande Ribera. Veremos a continuacin que esta visin tiene que ser matizada. Paracorregir esto, no vamos aqu a discutir el concepto de tolerancia, sino esforzarnospor presentar en la conclusin una seleccin de criterios concretos. El segundoproblema es la dispersin de estudios sobre focos reducidos. De esta dispersinresulta una incoherencia en el anlisis, incoherencia que solo aparece cuando seintenta un retrato ms amplio de la situacin.

    Quiero mostrar aqu que, con un estudio de largo plazo, unos sesenta aos,aparece un retrato de la evangelizacin que no se divide en dos grandes corrientesopuestas, sino diferentes modelos que influyen recprocamente uno en otro.

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  • PRIMERA PARTE: TALAVERA Y CISNEROS EN GRANADA

    Nuestro estudio empieza con la cada de Granada. Las capitulaciones de Gra-nada permitan a los vencidos conservar su religin, pero, como lo demostraronlos ltimos trabajos de Isabelle Poutrin, las garantas de las cuales gozaban eran,desde el punto de vista jurdico y teolgico, eran bastante reducidas. Ms reducidasde lo que crean los propios moros, y ms reducidas de lo que dicen frecuente-mente los historiadores1.

    Los estudios de las actuaciones del nuevo arzobispo de Granada, Hernando deTalavera y del arzobispo de Toledo, Francisco Jimnez de Cisneros, en la conver-sin de los moriscos nos presentan generalmente primero la evangelizacin tala-veriana hasta el ao 1499, luego la campaa de Cisneros en los aos 1499 y 1500,y pasan rpidamente sobre los aos posteriores, a menudo para decir que Talaveraestaba cansado, marginado en el papel de la evangelizacin y polticamente2. Sinembargo, una lectura atenta de los relatos escritos por testigos directos3 permite,gracias a unas pocas indicaciones cronolgicas, aportar unos matices a este retrato.En efecto, la mayor parte de los esfuerzos de Talavera por la evangelizacin delos musulmanes que describen estos relatos estn situados despus de la conver-sin general, y no antes.

    Antes de la conversin general, las predicaciones de Talavera a los moros eranocasionales, y el nmero de conversiones, modesto. Jorge de Torres y Alonso Fer-nndez de Madrid hablan de un centenar de conversiones. Este nmero reducidoaparece en estas dos hagiogrficas como la demostracin de tres rasgos importan-tes para definir un buen apstol4:

    1. Primero, su paciencia, convirtiendo poco a poco a los moros.

    2. Segundo, su rigor, mostrando que los catequizaba con cuidado cuando seconvertan. Tambin se esforzaba por atraer a los convertidos dentro de la comu-nidad cristiana vieja, y convencerles de dejar el contacto con los musulmanes. Alo-jaba, por ejemplo, a ciertos convertidos a su propio coste.

    3. El escaso nmero de conversiones era tambin una garanta de la sinceridadde stas. As podemos sentir la irona bajo de las palabras de Alonso de Madrid,cuando se refiere a la conversin general que se hizo casi en un da.

    BERNARD DUCHARME

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    1 POUTRIN. 19 (Alicante, 2008-2010): 1134.2 RESINES, 1993, 3144. IANNUZZI, 2009, 419449. AZCONA, 1993, 695696.3 FERNNDEZ DE MADRID, 1992. El texto de Jorge de Torres en AZCONA, 11/ 21 (Madrid, 1958):

    4244. Francisco Nuez Muley en GALLEGO BURN y GMIR SANDOVAL, 1996, XXXIIILII. Tambin Ge-rnimo de Madrid en su Breve suma, RAH 9/5535, ff.139r-164v.

    4 AZCONA, 11/ 21 (Madrid, 1958): 43. FERNNDEZ DE MADRID, 1992, 53.

  • Un poco antes de la venida de Cisneros a Granada, Talavera escribi una Letraa los moradores del Albaicn5. Aun si el titulo del documento es muy general, elcontenido hace claro que se dirige a unos grupos de gente que estaban convertidosya desde haca algn tiempo. La carta se divida en dos partes. La primera era unalista de recomendaciones destinadas a mejorar la catequizacin de los convertidos,y recordarles sus obligaciones religiosas. Las recomendaciones de la segunda parteeran de naturaleza diferente, con el objetivo de asegurarse de que los cristianosviejos no sospecharan a que nuevos convertidos conservaran su antigua ley.

    La Letra a los moradores del Albaicn testifica que Talavera estimaba deseableque los convertidos se hicieran invisibles dentro de la comunidad cristiana. Lacarta operaba una distincin clara entre las obligaciones religiosas de los cristia-nos, y recomendaciones que no eran de esencia religiosa sino ms bien suscep-tibles de asegurar la concordia entre los nuevos convertidos y los cristianos vie-jos, y hacer que los primeros no fueran acusados de haber permanecido fieles asu antigua ley.

    En el ao 1499, vino a Granada el arzobispo de Toledo, Francisco Jimnez deCisneros, que se dedic a la conversin de todos los moros de la ciudad. Su cam-paa era sostenida, financiera y espiritualmente, por el cabildo de Toledo. Destacandos aspectos en la actuacin de Cisneros6

    1. La disputa con lderes de la comunidad mudjar de Granada

    2. La empresa inquisitorial de reconciliacin de los elches (as se llamaba a losconvertidos al islam desde el cristianismo) con la Iglesia catlica.

    Las dos actividades tenan un potencial explosivo. La disputa, acompaada depromesas de prestigio social y de regalos suntuosos, suscit algunas conversionesdentro de la elite. La consecuencia fue que ciertos convertidos, para demostrar lasinceridad de su conversin, cerraron varias mezquitas, haciendo ms difcil laprctica del culto islmico7. En el tema de los elches, estos ltimos podan ser pren-didos por los alguaciles para obligarles a la reconciliacin con la Iglesia. Hubo ca-sos en los cuales fueron los mismos elches, esposas o esclavos de moros, los que

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    DE TALAVERA A RAMREZ DE HARO: ACTORES Y REPRESENTACIONES DE LA EVANGELIZACIN DE LOS MUDJARES Y MORISCOS

    5 El texto en GALLEGO BURN y GMIR SANDOVAL, 1996, 161163.6 Jos GARCA ORO, 1992, vol.2: 510512. IANNUZZI, 2007, 437439.7 Entre muchos alfaquies e las mas principales personas de todo este reyno que se han convertido

    se han tornado christianos dos almuedanos que llamavan a los moros a su oracion, o maldicion, e nos hantraydo los aafiles con que taian, las quales mandamos guardar para que se pongan en esa nuestra santayglesia en algun lugar. Desde el dia de Nuestra Seora aca no han llamado ni se ha oydo cosa del mundoen la mezquita mayor de la ciudad de Granada, ni en la mezquita mayor del Albaycin, e en avernos tradolas trompetas e aafiles con que llamavan a la zala y ser convertidos los que llamavan, recebimos aquellosaafiles como si nos entregaran las llaves []. Carta de Cisneros al cabildo de Toledo, 23 diciembre 1499.En LADERO QUESADA, 1969: 230.

  • pedan secretamente ser detenidos de manera a llevar a cabo su conversin lejosde las presiones contrarias de su entorno8.

    Fuera cual fuera el aspecto que ms suscit la ira popular, los moros de la ciu-dad y de la regin se alborotaron. Aunque Fernando el Catlico desaprobaba losmtodos de Cisneros, no quiso manifestar una desaprobacin pblica del entoncesconfesor de su esposa la reina. Al final, hubo que apoyarle en los hechos. La pa-cificacin de la ciudad, despus de otras insurrecciones que tambin ocurrieronpor entonces, se acompa de un perdn acordado a los que pedan el bautismo.Para Cisneros, adepto de la tesis escotista sobre la conversin forzada, la represinde revueltas era una manera aceptable de suscitar conversiones. Adems, los mr-tires que hubo durante las rebeliones eran una seal divina que demostraba laaprobacin de Dios ante los hechos9.

    Las conversiones masivas crearon una situacin de cohabitacin entre cristia-nos y musulmanes que pronto apareci como un inconveniente considerable alos ojos de las autoridades, tanto eclesisticas como seglares. El propio Hernandode Talavera se quej de la situacin en una carta dirigida a los reyes10. Aunqueel arzobispo de Granada nunca se expres explcitamente acerca de la cuestinde la expulsin de los moros, este tipo de consideraciones fueron las que lleva-ron al radical decreto de bautismo o expulsin de 1501. A partir de esta fecha,no quedaban oficialmente musulmanes en la Corona de Castilla, sino solo nuevosconvertidos de moros.

    La conversin general, lejos de significar el fin del apostolado de Talavera enGranada, fue como un nuevo principio. Se deban establecer nuevas parroquias einstruir los nuevos convertidos en su nueva fe. Los relatos de sus hagigrafos quese refieren a las visitas que hizo el arzobispo por las Alpujarras se refieren a estapoca, luego que se convirtieron.

    Careca de todo, tanto de personal apropiado para el negocio, como de materialpara asegurar el culto. Para paliar a la falta de personal para la catequizacin, sellam a clrigos de toda Espaa, buscando especialmente sacerdotes conocedoresdel rabe. Tambin se publicaron libros para la refutacin del Corn la Reproba-

    BERNARD DUCHARME

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    8 Aunque el arobispo de Toledo dize que algunos moros le enviaban a decir que queran ser chris-tianos y no osaban yr a fazerlo de verguena de los otros, y que los enviase a prender, no queremos queeste ni otro ademan de fuera se haga, sino que se reciban los que vinieren de su voluntad. Fernando elCatlico a D. Enrique Enriquez, 3 de enero 1500. Ibid., 234.

    9 Y para mostrar Nuestro Seor que esta conversion ha sido de su mano, ha mostrado la prueba deello, que algunos de estos nuevamente convertidos han sido tomados por los moros, y diciendo que losmataran si no negasen la fe, han recibido diversos martirios confesando la fe, y, llamando a Jesu Christo ya Nuestra Seora, murieron. Cisneros al cabildo de Toledo, 11 marzo 1500, de Sevilla. Ibid., 250.

    10 Talavera a los Reyes catlicos, 30 marzo 1500, de Granada. Ibid., 255.

  • cin del Alcorn, del dominico Riccoldo de Monte Croce, reeditada en castellanoen 1501 en Sevilla11, para la catequizacin de los moriscos, y para la enseanzade un rabe bsico para los predicadores de moriscos12.

    Las visitas a las Alpujarras a las cuales se refieren los hagigrafos de Talaverase deben de situar en este periodo. Gernimo de Madrid se hace testigo de unmtodo con acentos paternalistas, que mezclaba el uso de las limosnas, los ser-mones, el carisma de la santidad, la captacin de las elites y el acostumbramientoa los usos cristianos:

    Enseaba a los nuevamente convertidos con tanta caridad tanto hervor y perse-ceraa como que en lo hazia por solo dios amavalos como verdadero pastor, animavalos para creer y tener la santa fe catlica enseavasela por exquisitas maneras hon-ravalos y favorecialos dndoles limosnas i partiendo con ellos como con verdaderoshijos. No consenta que fuesen deshonrados ni mal tratados ni cohechados ni que esfuesen impuestos nuevas imposiciones ni servicios. Dezia que avian de ser ensenadoscomo nios y que se les avia de dar como dize el santo apostol leche y no manteni-miento duro. Atraya los principales dellos a que toviesen e creyesen los misterios dela sancta fe catlica porque estando estos en ella forme atraeran a los otros a losquales ensenava para que pedricasen y enseasen a los otros amavanle todos comoa verdadero padre y enseasen a los otros amavanle todos como a verdadero padrey asy holgaban con el i se deleytavan con sus cosas como si fuera su hechunra y asylo llaman santo. E ansy andando el visitando las Alpuxaras uno dellos, onbre principaly de mucha hedad, afirmava que en su lugar estando predicando en la iglesia, vioencima de su cabea una llama de fuego que le sala por la boca y le subia fasta en-cima de la cabea la qual mirase apto del fasta que acabo de pedricar e por eso diziaque devia de ser santo. Luego que se convirtieron conbidava a los principales paraque aprendiesen la manera de los xpianos en el comer, en las vidas en todo lo al.Vistio muchos de abitos de cristianos dando les capuzes y sayos y a ellas manos esayas dioles mesas e manteles para que comiesen porque no comiesen en el suelo[]13. Tambin durante estas visitas de las Alpujarras encontramos el conocido usode los instrumentos musicales tradicionales de los moros, para acompaar las proce-siones, atraer los nuevos convertidos a las iglesias y reemplazar a los rganos dentrodel ceremonial de la misa. Tal vez ante el gran nmero de convertidos, Talavera cam-biara su estrategia cultural, y renunciara a una asimilacin completa de los nuevosconvertidos. Tambin, otra hiptesis podra ser que procedi as por falta de rganosy otros instrumentos tradicionales castellanos. Se debe notar que conocemos esteepisodio nicamente por el testimonio de un morisco, Francisco Nez Muley, y queno aparece en relatos escritos por cristianos viejos o conversos del judasmo.

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    DE TALAVERA A RAMREZ DE HARO: ACTORES Y REPRESENTACIONES DE LA EVANGELIZACIN DE LOS MUDJARES Y MORISCOS

    11 BNE, R/4037. BATAILLON, 1991: 62.12 ALCAL, Arte para ligeramente saber la lengua arbiga, 1505. BNE, R/2306. El manuscrito fue aca-

    bado en 1501. IANNUZZI, 2007: 428430. 13 MADRID, Gernimo de, Breve suma, RAH, 9/5535, ff.150v-151r.

  • SEGUNDA PARTE: MARTN GARCA PUYAZUELO Y JOAN ANDRS EN ZARAGOZA

    Dentro de los clrigos llamados a Granada para ayudar a la catequizacin, en-contramos a dos personajes por los cuales nos vamos a interesar ahora. Uno eraun prestigioso clrigo de Zaragoza, un caspolino llamado Martn Garca Puyazuelo.Diplomado de la universidad de Bolonia, protegido por el inquisidor Pedro Arbus,del cual sigui el ejemplo, sus sermones eran famosos y, sobre todo, era conocedordel rabe14. El otro era un nuevo convertido de Jtiva, ex-alfaqu, llamado JoanAndrs15.

    Poco sabemos acerca de sus predicaciones en Granada, solo que existieron.No se precisa en las fuentes si actuaron bajo la responsabilidad de Talavera, perolo podemos deducir de la cronologa de los eventos. Sabemos que Martn Garcay Joan Andrs se conocieron en Granada y fueron amigos, colaborando en la ca-tequizacin de los nuevos convertidos.

    Martn Garca se march de Granada primero, volviendo a Zaragoza, encargadopor el rey Fernando de realizar los llamados Sermones de la Fe, es a saber cuatrosermones cada ao, predicados en la Seo frente a un pblico de mudjares deAragn. En 1504, Joan Andrs fue encargado por la reina Isabel de asistir a MartnGarca, pero esto no se lleg a realizar por la muerte de la reina. Sin embargo,Martn Garca mand a Andrs una traduccin del Corn y otros libros islmicosque utilizaba para documentar sus sermones. En 1515, Joan Andrs tambin pu-blic un libro de polmica anti-islmica que sera uno de los que alcanzaran mayordifusin en el siglo.

    No parece que la predicacin de Martn Garca fuese ms all de los cuatrosermones anuales prescritos, pero las obras de los dos varones, Martn Garca yJoan Andrs, fue una fuente de inspiracin esencial para los predicadores demoriscos valencianos. Bernardo Prez de Chinchn se refiere a Martn Garcacomo a una autoridad en la polmica anti-musulmana. Adems, los libros de An-drs y de Prez de Chinchn conoceran una excelente difusin en Valencia antesde los aos 155016.

    BERNARD DUCHARME

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    14 Biografa en SNCHEZ LPEZ, 2009: XIC; parte de su actuacin inquisitorial en MOTIS DOLADER,1994).

    15 RUIZ GARCA, 2003: 983. La carta de los reyes enviando Martn Garca a Granada en ACA, Reg.3614,fol.107v. El relato autobiogrfico de Joan Andrs en ANDRS, 2003: 8793.

    16 Algunos indicios permiten afirmarlo. Los dos libros aparecen en el inventario de la biblioteca deJoan de Borja. Pero sobre todo, el inquisidor Gregorio de Miranda declar en 1551 haber confiscado ejem-plares de ambos libros a unos estudiantes que los utilizaban para la polmica contra los moriscos. La pro-hibicin de estos libros por el Santo Oficio no es un indicio de heterodoxia, sino de la prohibicin de escribirpolmica religiosa en romance, y la existencia en la Confutacin de Joan Andrs de citaciones arbigas delCorn. Carta de Gregorio de Miranda a la Suprema, 20 de noviembre 1551, AHN, Inq., Lib.911, f.17v. vesetambin: PASTOR ZAPATA, 61 (Roma, 1992): 290, 294. GARCA CARCEL, 1980: 237.

  • Se reemplaz a Martn Garca por el cannigo valenciano Joan Martn de Fi-guerola en una fecha situada entre los aos 1513 y 1515. Poco sabemos de esteoscuro clrigo17. Nicols Antonio pensaba que Figuerola haba participado en lascampaas de Granada. Sin embargo, los datos que hemos encontrado sobre sunacimiento nos permiten decir que era demasiado joven para ello18. Nuestro hom-bre tendra sus orgenes en las elites de la ciudad, y habra estudiado teologa enla universidad de Valencia. Figuerola estaba perfectamente preparado para la tareade predicar a los musulmanes. Conoca el rabe y los textos sagrados musulmanes,y haba estudiado a los polemistas anti-musulmanes los ms destacados que leeran accesibles, entre los cuales figura Joan Andrs. Estaba tambin vinculado almedio lulista de Valencia, y tuvo amistad con el famoso lulista Alonso de Proaza,y tal vez a travs de l pudo estar relacionado con el cardenal Cisneros19. Se ob-serva tambin que Figuerola se deca admirador del cardenal de Espaa, contandoque fue a recogerse ante su tumba.

    Vuelto muy celoso por sus inquietudes escatolgicas20, Figuerola innov en1517 con la decisin de ir a disputar directamente con los alfaqus. Justific sudecisin por la influencia que ejercan los alfaqus en sus pueblos, los cualescontradecan el contenido de sus sermones despus de cada predicacin. Figue-rola afirmaba que la disputa con los alfaqus tena por objetivo convencer a losms principales de los mudjares, teniendo por evidencia que, convertidos losprincipales, sera fcil convertir a los dems21. Esta estrategia era un tpico delos escritos misioneros. Sin embargo, ms all de las afirmaciones de Figuerola,la opinin que tena de los alfaqus y su actitud en las disputas permiten afirmarque segua una estrategia un poco diferente. Para Figuerola, los alfaqus enga-aban a los moros, escondiendo el contenido real de las escrituras islmicas, ylo que haba que hacer era mostrar a los dems la verdad, que tengan noticia yvehan quan perdidos y enganyados los alfaquis los an renado22. Iba directamentea las mezquitas, a veces acompaado por un pblico de cristianos. Intentabasiempre disputar delante del pblico ms amplio posible, eligiendo como tema

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    DE TALAVERA A RAMREZ DE HARO: ACTORES Y REPRESENTACIONES DE LA EVANGELIZACIN DE LOS MUDJARES Y MORISCOS

    17 XIMENO, 1747, vol. 1: 87. Vese tambin la Biblioteca Nova de Nicols Antonio, t.II, pp.738-739 ylas Especies Perdidas de Pahoner, volumen III, manuscrito conservado en el Archivo de la Catedral de Va-lencia.

    18 En un testimonio el 30 agosto 1544, declara tener 60 aos. Adems, mientras que a menudo recuerdasu experiencia en Zaragoza, nunca habla de cualquier predicacin en Granada. BPR II_555_E, f.104v-105v.El manuscrito del Lumbre escrito por Figuerola se encuentra en la Real Academia de Historia. Agradezco alprofesor Ladero Quesada de me haber permitido consultarlo.

    19 McPHEETERS, 1961: 2728, 159160.20 Deca, citando los Proverbios de Llull, que se retarda el dia del juhizio final porque ay tantos infieles

    en el mundo. FIGUEROLA, Lumbre, f.38v. 21 FIGUEROLA, Lumbre, f.253v. GUILLN ROBLES, 1888: LIX.22 FIGUEROLA, Lumbre. Dedicada (el folio, que est al principio del manuscrito, no tiene paginacin).

  • de disputa unos hechos muy precisos en orden de demostrar errores factualesen el Corn. Nos parece probable que, ms que convencerles, quera desacreditara los alfaqus ante los ojos del pblico.

    En estas condiciones, convencer a los alfaques que aceptaran disputar conl se haca cada vez ms difcil. Se ausentaban o utilizaban cualquier pretextopara evitar la confrontacin directa con l. Pero Figuerola usaba de mucha per-sistencia, volva siempre, ridiculizaba los pretextos utilizados y no vacilaba enusar la amenaza inquisitorial, diciendo que si no queran en esto consentir, quela Sancta Inquisicin y del papa se abra y muy presto una bulla y comisin deInquisicin sobre vosotros, paral que no dixesen la verdad de sus escrituras paraque sea punido [...]23.

    En este ao de transicin poltica, mientras se esperaba la venida del nuevorey a Espaa, tambin predic la necesidad de apremiar a los moros para conver-tirles al cristianismo.

    Los mtodos de Figuerola, por supuesto, escandalizaron a los mudjares, quese quejaron a sus seores y al virrey Alonso de Aragn, tambin arzobispo de Za-ragoza. Figuerola hubo que defender sus mtodos, y lo hizo durante un tiempocon algn xito, pero, al final, tuvo que renunciar, y decidi dejar Zaragoza y vol-ver a Valencia.

    All, escribi el relato de sus experiencias y un largo libro de polmica anti-musulmana llamado el Lumbre de la fe contra la secta mahometana y el alcorn,un texto en el cual expone no solo argumentos contra el islam y un mtodo aseguir en la disputa contra los moros, sino tambin una legitimacin de la con-versin forzada.

    TERCERA PARTE: ANTONIO RAMREZ DE HARO EN VALENCIA

    La historia de Figuerola ne se termin con Zaragoza o con la redaccin de sulibro. Est tambin vinculada a las predicaciones que se hicieron luego bajo la res-ponsabilidad del comisario apostlico Antonio Ramrez de Haro. La trayectoria deeste hombre es muy compleja, y solo vamos a exponer aqu que fue alumno deTalavera, sobrino de Diego Ramrez de Villaescusa, den de la catedral de Mlagay que estudi y fue lector en Alcal de Henares24. Tambin tena contactos en lacorte, por ser capelln mayor de la reina Leonor.

    BERNARD DUCHARME

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    23 GUILLN ROBLES, 1888: LXV.24 Se puede reconstituir buena parte de su trayectoria a partir de los documentos conservados en la

    Biblioteca del Palacio Real de Madrid, en el libro II_2241_B. Para su vinculacin con Talavera, vase FER-NNDEZ DE MADRID, 1992, 120.

  • Carlos Quinto le encarg la responsabilidad de organizar la instruccin de losmoriscos valencianos en 1534, con el ttulo de comisario apostlico para la refor-macin e instruccin de los moriscos. Don Antonio se encontr en Valencia enuna situacin similar a la de Talavera en Granada, despus de la conversin gene-ral: haba que establecer una red parroquial para los cristianos nuevos y mientrastanto, paliar las insuficiencias de las parroquias con predicaciones y visitas.

    Su primera tarea fue la predicacin de las bulas papales sobre las rectoras demoriscos. En esta predicacin participaron clrigos de experiencia, en particularFiguerola25. El ao siguiente de 1535, a las tareas de Ramrez de Haro se aadi laadministracin de unas rentas de 2 000 ducados del arzobispado de Valencia y 800del obispado de Tortosa, que deban ser utilizadas para la fundacin de un colegiopara nios moriscos y la ereccin de las rectoras de moriscos26. Unos aos mstarde, se quejaba de la insuficiencia de estas sumas27.

    A partir del ao 1539, se intent organizar una amplia visita de predicacin,con objetivo de suplir las lagunas de la red de rectoras. Al final, la predicacinprevista para 1539 no se concretiz. Las bases tericas y normativas se establecie-ron durante una junta de 154028. En otra junta, de 1542, se decidi limitar la inter-vencin inquisitorial en la campaa, reservando las confesiones de los moriscostan solo a los predicadores29. Se publicaron en 1540 unas ordinacions, un planque determinaba las responsabilidades de cada actor de la evangelizacin respectoa ella30. La visita se hizo al final en 1543.

    Los predicadores deban ser seis, repartindose a cada uno 20 de las 120rectoras de moriscos31. Podemos resaltar la participacin en estas campaasdel dominico Joan Mic, buen conocedor de la obra de Figuerola32, y de Ber-nardo Prez de Chinchn, admirador de Martn Garca33. Otros fueron el domi-

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    DE TALAVERA A RAMREZ DE HARO: ACTORES Y REPRESENTACIONES DE LA EVANGELIZACIN DE LOS MUDJARES Y MORISCOS

    25 El rey al duque de Calabria, de Toledo, a 30 de marzo de 1534. BPR II_2241_B, f. 106r.26 ACV, Lib.1626. Primeros folios. Sin paginacin. 27 Ramrez de Haro al Emperador, II_2241_B, f.137r. Sin fecha, pero por el contexto debe de ser de

    los primeros meses de 1543. 28 Documentos de la junta en BPR II_555_E, ff. 124v-153v. Participaban el arzobispo de Valencia, Jorge

    de Austria, el propio Antonio Ramrez de Haro, y un inquisidor de Valencia, Joan Gonzlez.29 Participaban Ramrez de Haro; Juan Siliceo, obispo de Cartagena; Pedro de Soto, confesor del rey;

    los miembros del consejo de la Inquisicin. Se trataba sobre todo de determinar el modo de confesar a losmoriscos y decidir si la inquisicin tendra el derecho de castigarles. BORONAT Y BARRACHINAT, 1901,vol. 1: 412413.

    30 BENTEZ SNCHEZ-BLANCO, 1983: 127157.31 BPR II_2241_B, f. 137r. 32 Mic fue uno de los consultados para asegurarse de la ortodoxia del libro Lumbre de la Fe escrito

    por Figuerola. Se encuentra la firma del dominico en el Secondus Sexternus, f. 25 del manuscrito. 33 En el prologo del Antialcorano, Bernardo Prez menciona haber ledo a Martn Garca, dentro de

    diferentes elementos que demuestran su competencia en polmica antimusulmana. PREZ DE CHINCHN,2000: 81.

  • nico Benito de Santa Mara y el carmelita Hieronimo Lorenzo34. Se buscaba enprioridad a conocedores del rabe, o auxiliares que supieran la lengua paraasistirlos35.

    Los predicadores deban bautizar a los nios y a los mozos no bautizados, pre-dicar a los moriscos y catequizarles. Deban tambin asegurarse de la calidad delclero encargado de los moriscos. Adems, en estos tiempos de guerra contra Argel,deban hacer la promocin de la lealtad hacia el emperador e informarse de la si-tuacin y de la disposicin de los moriscos36. Se recomend en la junta de 1540que los predicadores llevaran algn dinero para hacer limosnas a los pobres mo-riscos con el objetivo de que se viera hacer en ellos obra de charidad y no de maltractamiento37. Confluian los ideales de Talavera acerca de una predicacin evan-glica38 y un mtodo paternalista39, pero faltando el carisma de Talavera, se recurria la fuerza de los alguaciles para llevar a los moriscos a los sermones y a misa.

    Podemos observar el lado oscuro de la predicacin de 1543 a travs de variosprocesos inquisitoriales incoados por Ramrez de Haro contra dos predicadores, Bar-tolom de los ngeles y Joan Nez de Avellaneda40. El proceso contra este ltimo

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    34 Testimonio de Hiernimo Lorenzo, 9 de septiembre de 1544, BPR II_555_E, ff.80v-81v. CALLADOESTELA, 27, (Alicante, 2009): 111.

    35 Pareceres de la junta, junio de 1540, BPR II_555_E, ff.131v, 134v-135r. Adems de buscar conocedoresdel rabe, Ramrez de Haro se haba procurado algunos ejemplares del Evangelio en aquel idioma, de conciertocon Bernardo Prez de Chinchn y el inquisidor Gonzlez. Conocimiento que hizo Adan Xubrque de cmorescibio de su seoria un libro de los 4 evangelistas escrito en arbigo, BPR II_2241_B, f.152r.

    36 Vanse las instrucciones de Ramrez de Haro a los predicadores, en JANER, 2006: 285-288. La derrotadel emperador delante de Argel y la alianza franco-turca parecen haber producido algn optimismo dentrode los moriscos. Bartolom de los ngeles declar que se ha movido a creer la armada [de Barbaroja] haberseydo causa desto [los excesos de los moriscos] porque despus d ela partida de la armada estn todos losconvertidos temerosos y que viven mejor y que los dichos convertidos escriben la doctrina christiana enarbigo y la deprendan / y dixo que los nuevos convertidos tuvieron por cierto que los turcos fueran seoresde este reyno y que dezian que bienaventurado seria el christiano que tuviese un amigo morisco [] Tes-timonio de Bartolom de los ngeles, 20 de julio de 1544, BPR, II_555_E, f.6r.

    37 Parecer de Jorge de Austria, junio de 1540, BPR, II_555_E, f.137v.38 Quanto a la forma desta instruction general el no sabra dar regla cierta y de quada general e uni-

    versal para la instruction destos [] pero siguiendo la doctrina de Sant Pablo y de Sanct Agustin le paresceque con los maliciosos y asudos pertinaces se ha de tractar de una manera con los que tienen habilidad etsint parati suspere fadem de otra con los ignorantes y rudos quite punt instructionem de otra con los queconfiessan que han recebido el sacramento del baptismo y por fuera no creyeron de otra applicando segnla diversidad de los justos diferentes remedios []. Parecer de Antonio Ramrez de Haro, junio de 1540,BPR II_555_E, f.131v.

    39 Dvese demostrar el predicador los nuevos convertidos manso, benigno, piadoso, representando las veces offizio de padre, de madre, de hermano, de maestro blando, y alguna vez indignado, todo conbuen tiento y templanza segund la ocurrencia de los negocios, tiempos y personas. Instruccin, JANER,2006: 286.

    40 Los dos se encuentran en la Biblioteca del Palacio Real en II_555_E, ff.1r-113v. En ambos casos, sesospecha que Ramrez de Haro utiliz sus poderes inquisitoriales para arreglar conflictos personales con los

  • nunca lleg hasta la acusacin, pero los nueve testigos hacen de l un retrato tanescandaloso que Avellaneda nunca obtuvo licencia para predicar a los moriscos. Setema que predica errores a los moriscos en razn de la insuficiencia, tal vez la he-terodoxia, de su doctrina. Dentro de los testimonios contra Avellaneda, es de notarel de Figuerola, en tanto que experto de la predicacin a los musulmanes41.

    El franciscano Bartolom de los ngeles, s predic a los moriscos. El vicariogeneral Joan de Gays le consideraba, junto con el dominico Joan Mic, como elpredicador principal de la campaa de 154342. Pero la predicacin del franciscanotena un carcter escandaloso que lo llev a ser procesado por Ramrez de Haro.Entre las acusaciones, encontramos la de haber predicado en lugares que no leeran asignados, la de haber vivido de alimentos dados por las aljamas sin pagarlos,la de haber murmurado [] contra personas de mucha calidad y la de haber le-vantado discordias y zizanas entre los predicadores [] como entre los rectoresde las iglesias de nuevos convertidos en grande escndalo de muchas personas43.

    Dentro de esta ltima acusacin, se debe incluir, entre otras cosas, el rigor desu modo de bautizar. Mientras Bartolom de los ngeles se mostraba orgullosodel gran nmero de bautismos que practicaba con sus compaeros44, algunos delos bautizados afirmaban haber sido ya bautizados en una ocasin anterior. Laprctica de estos bautismos, contra la sacralidad del sacramento y, sobre todo, he-chos en pblico, resultaba problemtica para los rectores encargados de instruir alos moriscos45.

    Estos procesos inquisitoriales cerraron la campaa de predicaciones de 1543.Ramrez de Haro quiso retirarse de la evangelizacin de los moriscos, volver a suobispado de Segovia, y a la administracin del colegio de Cuenca fundado por suto. Dej su herencia al arzobispo Toms de Villanueva y al inquisidor Gregoriode Miranda, que tuvieron la responsabilidad de reflexionar sobre la evangelizacinsegn las nuevas realidades de las dcadas siguientes. Se crearon nuevos modelos,como los de los jesuitas. Por eso nos parece apropiado cerrar aqu nuestro estudioe introducir ahora algunas conclusiones.

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    acusados. Pero lo que nos interesa aqu es la integracin de estos procesos en la representacin que quieredar de su actuacin apostlica. VINCENT, 2006: 145154.

    41 BPR II_2241_B, ff.104v-105v.42 Dclaracin de Joan de Gays en presencia de Joan Alemany, 25 de junio 1544, BPR II_555_E, f.118r.43 Votos (marzo de 1545?) en BPR II_555_E, ff.87r-89r. 44 Bartolom de los ngeles a Antonio Ramrez de Haro, vigilia del spiritu sancto de 1544, BPR

    II_2241_B, f.165r-v45 Testimonios de Bernardino Vidal, 16 de diciembre de 1544; Nofre Martnez, 18 de diciembre de

    1544 y Joan Galiana, 2 de marzo de 1545. BPR, II_555_E, ff.93v-94r, 95r-v, 98r. Nofre Martnez es el que ex-pone con ms evidencia el carcter pblico de estos bautismos. En la junta de 1540, el inquisidor Joan Gon-zlez haba recomendado que la informacin sobre los bautismos y procurar de bautizar las personas queno lo eran deba hacerse secretamente. Parecer de Joan Gonzlez, junio de 1540, BPR II_555_E, f.135v-136r.

  • CONCLUSIONES

    1. El uso del rabe al servicio de la predicacin tiene en esta poca un carcterconsensual. Al contrario de lo que a veces se afirma, no existe en esta poca nin-guna corriente opuesta al uso del rabe con fines misioneras.

    2. Otro mito es el de asociar la herencia de Ramn Llull a esta poca con unasupuesta tendencia apostlica que correspondiera a nuestros criterios de toleran-cia. La tendencia lulista viene ms bien representada por Cisneros y Figuerola,que nos aparecen como los predicadores de moriscos menos tolerantes de lapoca. En realidad, el lulismo de nuestros predicadores tiene ms que ver con eluso de sus argumentos polmicos y su pensamiento escatolgico que con su acti-tud de tolerancia.

    3. La inquisicin poda ser utilizada por Cisneros para perseguir a musulmanesconsiderados como apostatas. Martn Garca tambin era inquisidor, pero su acti-vidad inquisitorial parece ms dirigida hacia el control de los judeoconversos quede los musulmanes, tal vez porque no haba una poblacin de convertidos de mo-ros tan importante en Zaragoza como en Granada. Figuerola no parece ir en contrala intervencin inquisitorial, pero en los hechos consta que solo amenazaba conuna intervencin inquisitorial para aplanar las dificultades puestas a su predicacin.Tampoco Antonio Ramrez de Haro emple el mtodo inquisitorial contra los cris-tianos nuevos, todo lo contrario: favoreci la inhibicin inquisitorial y la otorgacina los predicadores del poder de confesar a los moriscos in foro conscienti sin in-tervencin del Santo Oficio. Pero no por eso la inquisicin estaba alejada delasunto de la evangelizacin: colaboraba de manera estrecha en su organizacin.Adems, bajo Ramrez de Haro, la Inquisicin fue utilizada como un medio parael control de los predicadores.

    4. Cisneros y Figuerola presentaban rasgos comunes en de su visin de las re-laciones entre el poder secular y la religin. Ambos consideraban que el poder se-cular deba estar al servicio de los intereses religiosos, y no vacilaban en actuar deforma opuesta a la visin que tenan los reyes de la predicacin ideal. Por eso,consideraban los escndalos y los motines como eventos tiles para provocar lasconversiones. Ms disciplinados, Talavera y Ramrez de Haro ponan la predicacinal servicio de la poltica real y buscaban la pacificacin de las poblaciones moriscas.Por este motivo, era esencial evitar los mtodos de confrontacin, y ganar las vo-luntades de sus misionados con una actitud paternalista y el uso de limosnas.

    Estas conclusiones tienden a asentar que, aunque existieran fuertes afinidadesentre algunos predicadores de moriscos, como Talavera y Ramrez de Haro, poruna parte, o Cisneros y Figuerola por otra, no hubo reproducciones de modelosde manera idntica. Convencidos de que la clave de la conversin de los musul-manes se encontraba en el conocimiento del islam y de los argumentos contra elCorn, buscaban este conocimiento en un patrimonio comn, que cada uno inter-

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  • pretaba segn su espiritualidad propia, y adaptaba a las diferentes realidades pro-pias de las distintas regiones como Granada, Zaragoza o Valencia. En las predica-ciones de Valencia se juntaron predicadores y expertos (Figuerola, Prez de Chin-chn, Mic, ngeles, etc) que se inspiraban de todos los modelos a la vez. Loque hizo Ramrez de Haro, dictando normas y castigando a los predicadores quese alejaban demasiado de ellas, fue intentar una sntesis de estos modelos que seadaptara a la Valencia de los aos 1540.

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