taibo, carlos - en defensa del decrecimiento [2009]
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7/24/2019 Taibo, Carlos - En Defensa Del Decrecimiento [2009]
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Carlos Taibo: En defensa del decrecimiento
En defensa del decrecimiento
Carlos Taibo. Profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid.Ha publicado, entre otros, los siuientes libros: La Unión Soviética de Gorbachov
!Madrid, "undamentos, #$%$&' La Unión Soviética (1917-1991) !Madrid, (íntesis,#$$$, )* ed.&' Crisis y cambio en la Ero!a del Este !Madrid, Alian+a, #$$&' Lastransiciones !ol"ticas en la Ero!a central y oriental !Madrid, -os -ibros de laCatarata, #$$%&' La e#!losión soviética !Madrid, Espasa, )&' La desinte$raciónde %$oslavia !Madrid, -os -ibros de la Catarata, )&' Cien !re$ntas sobre elnevo desorden !Madrid, Punto de -ectura, ))&' Gerra entre barbaries&'e$emon"a norteamericana terrorismo de Estado y resistencias !Madrid, Punto de-ectura, ))&, Estados Unidos contra ra* !Madrid, -a Esfera, )/&, +'acia dóndenos lleva Estados Unidos, !Madrid, Ediciones 0, )1& 2 sia en la era de .tin!-os -ibros de la Catarata, )3&. Escribe sobre política internacional en El .a"s, enlos periódicos del rupo 4ocento, en La /an$ardia 2 en El .eriódico de Catal0a, 2es comentarista 5abitual en la cadena (E6. Colabora con medios de informaciónalternativos, como 6ebelión.or.
Globalízate // 14-03-2009
Fente! lobali+ate.or7taibo#1/$.5tml
-a visión dominante en lassociedades opulentas suiere 8ueel crecimiento económico es lapanacea 8ue resuelve todos losmales. A su amparo 99se nos dice99la co5esión social se asienta, los
servicios pblicos se mantienen, 2el desempleo 2 la desiualdad noanan terreno. (obran las ra+onespara recelar, sin embaro, de todolo anterior. El crecimientoeconómico no enera 99o noenera necesariamente99 co5esiónsocial, provoca aresionesmedioambientales en muc5oscasos irreversibles, propicia elaotamiento de recursos escasos8ue no estar;n a disposición de las
eneraciones venideras 2, en <n,permite el triunfo de un modo devida esclavo 8ue invita a pensar8ue seremos m;s felices cuantasm;s 5oras traba=emos, m;s dineroanemos 2, sobre todo, m;sbienes acertemos a consumir.
"rente a ello son muc5as lasra+ones para contestar elproreso, m;s aparente 8ue real,8ue 5an protaoni+ado nuestras
sociedades durante decenios.Pi>nsese 8ue en EE.UU., donde la
renta per c;pita se 5a triplicadodesde el <nal de la seunda uerramundial, desde #$3 se reduce,sin embaro, el porcenta=e deciudadanos 8ue declaran sentirsesatisfec5os. En ) un 1$? de
los norteamericanos estimaba 8uela felicidad se 5allaba enretroceso, frente a un )3? 8ueconsideraba lo contrario. Muc5ose@pertos conclu2en, en suma, 8ueel incremento en la esperan+a devida al nacer reistrado en losltimos decenios bien puede estartocando a su <n en un escenariolastrado por la obesidad, el estr>s,la aparición de nuevasenfermedades 2 la contaminación.
Así las cosas, en los países ricos5a2 8ue reducir la producción 2 elconsumo por8ue vivimos porencima de nuestras posibilidades,por8ue es urente cortaremisiones 8ue daanpelirosamente el medio 2 por8ueempie+an a faltar materias primasvitales. Por detr;s de esosimperativos despunta un problemacentral: el de los límites
medioambientales 2 de recursosdel planeta. (i es evidente 8ue, en
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caso de 8ue un individuo e@traiade su capital, 2 no de sus inresos,la ma2oría de los recursos 8ueemplea, ello conducir; a la8uiebra, parece sorprendente 8ue
no se emplee el mismora+onamiento a la 5ora de sopesarlo 8ue las sociedades occidentalesest;n 5aciendo con los recursosnaturales. Para calibrar la 5onduradel problema, el me=or indicadores la 5uella ecolóica, 8ue mide lasuper<cie del planeta, terrestrecomo marítima, 8ue precisamospara mantener las actividadeseconómicas. (i en )1 esa 5uellalo era de #,) planetas Tierra,
sen muc5os pronósticosalcan+ar; dos Tierras 99si ello esimainable99 en ). -a 5uellaecolóica iualó la biocapacidaddel planeta en torno a #$%, 2 se5a triplicado entre #$3 2 )/.
A buen seuro 8ue no essu<ciente, claro, con acometerreducciones en los niveles deproducción 2 de consumo. Espreciso reorani+ar nuestras
sociedades sobre la base de otrosvalores 8ue reclamen el triunfo dela vida social, del altruismo 2 de laredistribución de los recursosfrente a la propiedad 2 al consumoilimitado. Ha2 8ue reivindicar, enparalelo, el ocio frente al traba=oobsesivo, como 5a2 8ue postularel reparto del traba=o, una vie=apr;ctica sindical 8ue, pordesracia, fue ca2endo en elolvido. Btras e@iencias ineludibles
nos 5ablan de la necesidad dereducir las dimensiones de lasinfraestructuras productivas,administrativas 2 de transporte, 2de primar lo local frente a lo lobalen un escenario marcado, ensuma, por la sobriedad 2 lasimplicidad voluntaria.
Hablando en plata, lo primero 8uelas sociedades opulentas debentomar en consideración es la
conveniencia de cerrar 99o almenos de reducir sensiblemente la
actividad correspondiente99muc5os de los comple=os fabriles5o2 e@istentes. Estamospensando, cómo no, en la industriamilitar, en la automovilística, en la
de la aviación 2 en buena parte dela de la construcción. -os millonesde traba=adores 8ue, de resultas,perderían sus empleos deberíanencontrar acomodo a trav>s dedos randes cauces. (i el primerolo aportaría el desarrollo inentede actividades en los ;mbitosrelacionados con la satisfacción delas necesidades sociales 2medioambientales, el seundollearía de la mano del reparto del
traba=o en los sectores económicostradicionales 8ue sobrevivirían.mporta subra2ar 8ue en este casola reducción de la =ornada laboralbien podría llevar apare=ada, por8u> no, reducciones salariales,siempre 2 cuando >stas, claro, nolo fueran en provec5o de losbene<cios empresariales. Al <n 2al cabo, la anancia de nivel devida 8ue se derivaría de traba=armenos, 2 de disfrutar de me=oresservicios sociales 2 de un entornom;s limpio 2 menos aresivo, sesumaría a la derivada de laasunción plena de la convenienciade consumir, tambi>n, menos, conla consiuiente reducción denecesidades en lo 8ue a inresosse re<ere. Do es preciso arear99parece99 8ue las reduccionessalariales 8ue nos ocupan noafectarían, naturalmente, a
8uienes menos tienen.El decrecimiento no implicaría,para la ma2oría de los 5abitantes,un deterioro de sus condiciones devida. Antes bien, debe acarrearme=oras sustanciales como lasvinculadas con la redistribución delos recursos, la creación de nuevossectores, la preservación delmedio ambiente, el bienestar delas eneraciones futuras, la salud
de los ciudadanos, las condicionesdel traba=o asalariado o elcrecimiento relacional en
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sociedades en las 8ue el tiempo detraba=o se reducir; sensiblemente.Al maren de lo anterior, convienesubra2ar 8ue en el mundo rico se5acen valer elementos 99así, la
presencia de infraestructuras enmuc5os ;mbitos, la satisfacción denecesidades elementales o elpropio decrecimiento de lapoblación99 8ue facilitarían eltr;nsito a una sociedad distinta. es 8ue 5a2 8ue partir de la certe+ade 8ue, si no decrecemosvoluntaria 2 racionalmente,tendremos 8ue 5acerlo obliadosde resultas del 5undimiento, anteso despu>s, de la sinra+ón
económica 2 social 8uepadecemos.
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