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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DR. JOSÉ MARÍA LUIS MORA “Sí a la vida, no a la minería”: la oposición de Capulálpam de Méndez a las actividades mineras en la Sierra Juárez de Oaxaca, 2005-2013 T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN SOCIOLOGÍA POLÍTICA P R E S E N T A ERIKA MARTÍNEZ MACEDO Director: Dr. Juan Carlos Domínguez Virgen Ciudad de México Septiembre de 2018. Esta Investigación fue realizada gracias al apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DR. JOSÉ MARÍA LUIS MORA

“Sí a la vida, no a la minería”: la oposición de Capulálpam de Méndez a las actividades mineras en la Sierra Juárez de Oaxaca,

2005-2013

T E S I S

QUE PARA OBTENER EL GRADO DE

MAESTRA EN SOCIOLOGÍA POLÍTICA

P R E S E N T A

ERIKA MARTÍNEZ MACEDO

Director: Dr. Juan Carlos Domínguez Virgen

Ciudad de México Septiembre de 2018.

Esta Investigación fue realizada gracias al apoyo del

Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

II

A David y Nayibe, por mostrarme

el camino de lo esencial.

A los activistas y todas aquellas personas

que hacen de la lucha por la vida

una de las maneras más dignas de vivir.

III

AGRADECIMIENTOS

La presente investigación es producto de un esfuerzo colectivo en el que participaron

mi familia como soporte principal, amigos muy queridos y, sobre todo, personas que se

sumaron aunque de manera circunstancial no menos determinante para que este trabajo

culminara de manera satisfactoria en el aspecto académico y, sobre todo, en la

experiencia personal. En este sentido, quiero reconocer el apoyo de cada una esas

personas que hicieron posible la materialización de esta tesis.

En primer lugar agradezco a mi familia la paciencia que ha tenido y toda la

solidaridad que me ha demostrado en los momentos más difíciles y de mayor

frustración en los altibajos propios de la investigación. A mi madre por estar y creer en

mí, a mi padre por haberme legado una herencia rica en diversidad cultural, a mis

hermanos: Alfredo, por los retos y las mayores pruebas que me ha puesto en el camino,

y a Juanita por el amor infinito, las conversaciones interminables, y hacer del tiempo

compartido una hermosa aventura. A los hijos que la vida me ha dado, David y Nayibe,

quienes me permiten crecer y enriquecerme a su lado. Gracias a todos por el amor

incondicional.

En segundo lugar, agradezco a las amistades de los viejos y los nuevos caminos.

Gracias a Chris y Mac por compartir las experiencias que han marcado nuestras vidas

de manera trascendental. A los amigos de la maestría: a Xanat por los proyectos que

afianzaron la amistad y todas las enseñanzas, a Mario por compartir los momentos de

menor creatividad y mayor presión en la biblioteca, a Ale por las conversaciones

motivacionales, a Pablo por aderezar nuestro paso por el Mora con sus bromas, a Isra y

Gerardo por la solidaridad en los momentos en que se requería. A Darío y María por el

entusiasmo y apoyo colectivos.

A Elio por las sonrisas y el cariño compartidos, por su paciencia y palabras de

aliento. Gracias por el recorrido juntos.

Por otra parte, durante la estancia en Oaxaca en la que realicé el trabajo de campo

fue esencial el apoyo y solidaridad de mi prima Emma y su familia, por su cálido

IV

recibimiento y preocupación constante por hacerme sentir parte de su hogar. A Danivia

y su mamá les agradezco la confianza para permitirme quedarme en su casa de

Capulálpam y ofrecerme todas las facilidades para construir la materia prima de esta

investigación. A Francisco por su compromiso y apoyo, al señor Javier por su interés en

la realización de este trabajo, a ambos por convertirse en mis guías en el

desconocimiento que representa arribar a un lugar nuevo, por hacer menos violenta la

irrupción de una persona ajena a su comunidad y por la solidaridad hacia esta

investigación.

A Víctor y el ex presidente municipal (sin el prefijo cuando me mostró su apoyo),

Marco Antonio Cosmes, por preocuparse por mi bienestar desde el primer día de mi

llegada a Capulálpam, a cada uno de los miembros de su cabildo por la afabilidad hacia

mi trabajo y mi persona. Al profesor Netzar, Comisariado de Bienes Comunales, por su

apoyo y apertura a la realización de mi trabajo de campo en la comunidad que habita.

Por último, en el aspecto académico, agradezco al Dr. Juan Carlos Martínez,

investigador del CIESAS Pacífico Sur, el haber aceptado fungir como mi asesor externo.

En este mismo sentido, estoy especialmente agradecida con mi director, el Dr.

Juan Carlos Domínguez por las conversaciones y sus atentas lecturas que, sin duda,

guiaron, enriquecieron y ampliaron la perspectiva de esta tesis. A mis lectoras, las Dras.

Kristina Pirker y Berenice Ortega por sus agudos comentarios y observaciones que

apuntalaron los objetivos y el alcance del presente trabajo. A la Dra. Cristina Tamariz

sin cuyo acompañamiento en el proceso de escritura y lectura que hizo de las versiones

preliminares el camino habría sido mucho más difícil.

En el ámbito administrativo agradezco al personal de la biblioteca por su

amabilidad y apoyo en búsquedas bibliográficas, y a las integrantes del departamento

de Servicios Escolares por hacer de los trámites la menor de nuestras preocupaciones en

el proceso de la obtención del grado. Especialmente agradezco al CONACyT por la beca

que me otorgó durante estos dos años para que pudiera dedicarme exclusivamente a la

V

realización de esta tesis, y al Instituto Mora por abrirme las puertas y por todo lo

aprendido durante la maestría.

A la Dra. Leticia Merino le agradezco el apoyo que me otorgó al presentarme con

las autoridades comunales de Capulálpam, ya que facilitó mi entrada al poblado. A

Paco, por acompañarme y preocuparse desde los primeros momentos por la realización

de este trabajo, por ser parte seminal de él. A los integrantes de Codep doy las gracias

por su solidaridad y hospitalidad, especialmente a Cástulo por permitirme revisar su

archivo sobre las actividades mineras en los Valles Centrales de Oaxaca.

Para finalizar quiero expresar mi sincero agradecimiento a cada una de las

personas que compartió conmigo la experiencia de su participación en el movimiento

antiminero que se desarrolló en Capulálpam de Méndez, agradezco la confianza y el

haberme concedido acercarme a su perspectiva, a sus historias y objetivos. Sin su

testimonio este trabajo carecería de base y sustento. Por último, mi encarecido

agradecimiento a Neftali de EDUCA y los compañeros de UNOSJO por las

conversaciones, las enseñanzas y la reafirmación constante de la consigna ¡Sí a la vida,

no a la minería!

Oaxaca de Juárez, agosto de 2018.

VI

[…] Encantado Midas de un poder tan extraordinario, se entregaba a todos los

excesos de la alegría, cuando le avisaron que la mesa estaba puesta y grandemente

surtida de viandas. Luego que se sentó a la mesa y tomó el pan, don precioso de Ceres,

lo halló convertido en oro. Si llevaba a la boca cualquier manjar para satisfacer su

apetito, cuando lo iba a comer lo hallaba convertido en oro resplandeciente. Cuando le

dieron a beber vino mezclado con agua, no tragó sino oro líquido. Atónito con el

descubrimiento de un mal tan extraordinario, rico y pobre a un mismo tiempo, aborrece

una opulencia que tan cara le costaba y se arrepiente de haberla deseado. En medio de

la abundancia, no puede satisfacer su hambre ni apagar la sed que le abrasa la garganta

y, con justa razón, le atormenta el oro que ya aborrece. Entonces, levantando las manos

al cielo, dijo: “Oh padre Leneo, perdóname; confieso haber delinquido; por vida tuya

que tengas misericordia de mí te pido y que me libres de este precioso metal que me

aflige.”

Ovidio, Metamorfosis, Libro XI: El rey Midas.

VII

ÍNDICE

Lista de siglas........................................................................................................................X

Resumen .............................................................................................................................XII

Preámbulo. De lo subjetivo y los móviles de la investigación ....................................... 1

Introducción .......................................................................................................................... 2

El camino recorrido. Capulálpam de Méndez en la literatura .......................................... 4

De la metodología ................................................................................................................. 7

Sobre el contenido de la tesis ............................................................................................... 9

Capítulo I. Marco teórico................................................................................................... 12

I.1. ¿Movimiento social? Apuntes para una definición .................................................... 12

I.1.1. El estudio de movimientos indígenas y ambientalistas. Elementos para una discusión

.............................................................................................................................................. 17

I.2. El arsenal teórico. Pautas para la investigación .......................................................... 20

I.2.1. Movilización de recursos ............................................................................................. 20

I.2.2. La estructura de oportunidades políticas .................................................................... 25

I.2.3. Marcos de acción colectiva o proceso de enmarcamiento ........................................... 28

Capítulo II. De lo global a lo local y viceversa: Capulálpam de Méndez y la minería

en un contexto internacional............................................................................................. 35

II.1. En el umbral del siglo XXI: minería en un contexto internacional .......................... 36

II.1.1. Impactos locales: movimientos en contra de la minería ............................................ 39

II. 1.2. Actividades mineras y su legislación en México ....................................................... 43

II. 2. El caso: Capulálpam de Méndez ............................................................................... 50

II.2.1. De la minería como cotidianidad a su rechazo .......................................................... 50

II.2.2. La experiencia previa de organización ....................................................................... 58

II. 3. La influencia regional: la Sierra Juárez ..................................................................... 63

II.3.1. El arribo de las actividades ecoturísticas.................................................................... 64

II.3.2. El ambiente de la comunalidad .................................................................................. 67

Capítulo III. Las oportunidades políticas del escenario de movilización: el ambiente

político oaxaqueño de la primera década del siglo XXI ................................................ 72

III. 1. El acceso al poder desde lo comunitario. Algunos aspectos de largo aliento ...... 78

III.1.1. La distribución del poder y los partidos políticos en Oaxaca: la importancia del

reconocimiento de los usos y costumbres ............................................................................ 79

III.1.2. La estructura organizativa: “Esta es la máxima autoridad, la Asamblea. No hay

partidos acá” ......................................................................................................................... 84

VIII

III.2. La dimensión volátil. La política económica de las administraciones de Ruiz y Cué

y la articulación de la protesta social appista ................................................................... 88

III.2.2. ¿Una apuesta por la minería? Las administraciones de Ulises Ruiz (2004-2010) y

Gabino Cué (2010-2016) ........................................................................................................ 88

III.2.3. La coyuntura ineludible: los actores del 2006 oaxaqueño......................................... 99

III.3. El significado de la APPO para la oposición de Capulálpam ............................... 106

III.3.1. Un aliado en el momento adecuado........................................................................ 107

III.3.2. El contacto con las organizaciones no gubernamentales ........................................ 111

Capítulo IV. “Sí a la vida, no a la minería”: estrategias de enmarcado de la oposición

minera capulalpense (2005-2013) .................................................................................... 116

IV.1. El cuidado del ambiente .......................................................................................... 119

IV.1.1. La conformación del Comité Pro defensa de los recursos naturales ...................... 120

IV.1.2. “Aquí lo que hemos tratado de hacer es irnos por la vía jurídica, por la vía legal”124

IV.2. La identidad indígena .............................................................................................. 128

IV.2.1. Alianzas: Colectivos y Organizaciones no Gubernamentales ................................ 130

IV.2.2. Los Acuerdos y Declaraciones internacionales ....................................................... 139

IV.3. “«Pueblo mágico» amenazado por minera.” La difusión de la lucha capulalpense

............................................................................................................................................ 145

IV.3.1. Los medios............................................................................................................... 148

Conclusiones..................................................................................................................... 155

Anexos ............................................................................................................................... 159

I. Anexo metodológico ...................................................................................................... 159

II. Anexo-compilación de las tesis sobre Capulálpam ................................................... 164

III. Anexo fotográfico ........................................................................................................ 166

Referencias y fuentes ....................................................................................................... 170

Referencias bibliográficas ................................................................................................. 170

Documentos gubernamentales y leyes ............................................................................ 180

Referencias hemerográficas .............................................................................................. 182

Material audiovisual ......................................................................................................... 187

IX

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Gráfico de conflictos por minería en América Latina ...................................... 40

Figura 2. Ubicación del municipio de Capulálpam de Méndez ...................................... 51

Figura 3. La minería en territorio de Capulálpam ............................................................ 53

Figura 4. Fechas de inicio de los centros ecoturísticos de la Sierra Norte ...................... 66

Figura 5. Concesiones en el estado de Oaxaca .................................................................. 92

Figura 6. Concesiones y proyectos mineros en el estado de Oaxaca .............................. 93

Figura 7. Concesiones mineras en el Distrito de Ixtlán y alrededores ............................ 94

Figura 8. Gráfico de empresas mineras con capital extranjero operando en Oaxaca .... 95

Figura 9. Actividades de oposición a la minería en Capulálpam .................................. 132

Figura 10. Organización y resistencias nacional e internacional en contra de

megaproyectos................................................................................................................... 133

Figura 11. Foros Mesoamericanos.................................................................................... 133

Figura 12. Gráfico de los principales temas en los que se difundió en la prensa el caso de

Capulálpam ....................................................................................................................... 150

Figura 13. Grafitis en las calles del centro de la ciudad de Oaxaca............................... 166

Figura 14. Minera Natividad ............................................................................................ 166

Figura 15. Protesta de habitantes de Capulálpam en el Monumento (octubre de 2007)

............................................................................................................................................ 167

Figura 16. Foro: Encuentro de pueblos de Mesoamérica “Sí a la vida, no a la minería”

............................................................................................................................................ 168

Figura 17. Carteles de difusión de las actividades culturales y de organización con

comunidades en contra de la minería celebradas en Capulálpam de Méndez ............ 169

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Ejemplos de las noticias que ilustran la tipología propuesta de los temas de la

difusión del caso de Capulálpam..................................................................................... 152

X

LISTA DE SIGLAS

AEPO Asamblea Estatal de los Pueblos de Oaxaca

APPO Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca

ASAM Asamblea de Autoridades Mixes

ASARCO American Smelting and Refining Co.

CCMSS Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible

CENAMI Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas

CESEM Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara A. C.

CIPO Consejo Indígena Popular Oaxaqueño

Codep Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo

CODREMI Comité Coordinador para la Defensa de los Recursos Naturales, Humanos

y Culturales de la Región Mixe

CPLI Consulta Previa, Libre e Informada

CPUVO Coordinadora de Pueblos Unidos del Valle de Ocotlán

EJATLAS Environmental Justice Atlas

ENAH Escuela Nacional de Antropología e Historia

EZLN Ejército Zapatista de Liberación Nacional

FAPATUX Fábricas de Papel Tuxtepec

FPR Frente Popular Revolucionario

FSC Forest Stewardship Council

INIREB Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos

LGEEPA Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente

MULT Movimiento de Unificación y Lucha Triqui

M4 Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero

Nioax Nueva Izquierda de Oaxaca

OCMAL Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina

ODRENASJI Organización para la Defensa de los Recursos Naturales de la Sierra Juárez

OIDHO Organizaciones Indias por los Derechos Humanos de Oaxaca

OIT Organización Internacional del Trabajo

ONGs Organizaciones no gubernamentales

ONU Organización de las Naciones Unidas

PAN Partido Acción Nacional

PPP Plan Puebla Panamá

PRD Partido de la Revolución Democrática

PRI Partido Revolucionario Institucional

PROCEDE Programa de Certificación y Derechos Ejidales

XI

ProDESC Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales A. C.

PROFEPA Procuraduría Federal de Protección al Ambiente

REMA Red Mexicana de Afectados por la Minería

SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social

SEMARNAT Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales

SURCO Servicios Universitarios y Redes de Conocimiento de Oaxaca

TLCAN Tratado de Libre Comercio de América del Norte

UAM Universidad Autónoma Metropolitana

UNAM Universidad Nacional Autónoma de México

UNOSJO Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez

UZACHI Unión Zapoteca-Chinanteca

XII

RESUMEN

¿Qué lleva a una comunidad eminentemente minera a organizarse en contra de la

práctica de esta actividad, sobre todo en un contexto de auge y apoyo internacional a

dicha actividad económica? Más aún, ¿de qué manera logró hacer escuchar y ver

cumplidas sus demandas? Estas interrogantes se encuentran en el centro de la presente

tesis, la cual estudia la experiencia de oposición en contra de la minería que se organizó

en Capulálpam de Méndez, un municipio ubicado en la Sierra Norte del estado de

Oaxaca. El análisis se llevó a cabo bajo los enfoques teóricos de la movilización de

recursos, la estructura de oportunidades políticas y los marcos de acción.

Se resalta el contexto nacional y estatal en el cual tuvo lugar la oposición de esta

comunidad, pues su movimiento es parte del ciclo de protesta antiminero en particular,

y anti megaproyectos, en general, que se inauguró como consecuencia del modelo

neoliberal que se implementó a finales del siglo pasado en América Latina. Por otra

parte, también se incluye un breve análisis de la legislación minera en México que pone

en perspectiva de qué manera en nuestro país se adoptó una política en concordancia

con el clima de apertura económica de la región.

Por último, se analiza la oposición que Capulálpam llevó a acabo, en la cual

participaron distintos actores, desde los internos, hasta profesionistas y consultores

externos, pasando por ONGs y los medios de comunicación. En síntesis, se explica

cuáles fueron los aportes de cada uno y la manera cómo se concatenaron los esfuerzos

para que la experiencia capulalpense sea, hasta la fecha, una de las más exitosas en el

plano nacional.

PREÁMBULO

1

PREÁMBULO. DE LO SUBJETIVO Y LOS MÓVILES DE LA INVESTIGACIÓN

La presente tesis es resultado del interés y curiosidad que un caso como el de

Capulálpam puede despertar en todo aquél que se encuentre un poco vinculado con la

realidad socioeconómica de Oaxaca. Las características de este municipio maravillan a

sus visitantes, a quienes escriben sobre el poblado y, sobre todo, a todos aquellos que

han analizado alguna arista de la historia de este lugar. Así es como llegué yo a

Capulálpam de Méndez: atraída por las palabras de un compañero del Instituto de

Investigaciones Sociales de la UNAM, quien había vivido en el pueblo y estudiado el

desarrollo de sus empresas comunitarias. Sus palabras hicieron un eco en mí, sobre todo

al contrastar lo que escuchaba sobre los logros de este municipio con la propia imagen

que yo tenía de un estado como Oaxaca, las historias con las cuales crecí, la migración

de mi padre a la ciudad por falta de empleo en su pueblo, uno ubicado en los Valles

Centrales del mismo estado donde un poblado como Capulálpam había desarrollado

distintas estrategias para tener ingresos económicos, crear empleos y, sobre todo,

detener a la empresa minera que acecha su territorio.

De tal manera, la presente tesis es un estudio que trata de poner en perspectiva

las distintas estrategias que se han desarrollado en la Sierra Norte oaxaqueña, en

particular, y en el estado, en general, para hacer frente a la exclusión de la que,

históricamente, han sido objeto muchas comunidades en Oaxaca y otros estados del país

con altos índices de pobreza y marginación, como Chiapas, Guerrero, Puebla. Es decir,

este trabajo no es una historia más sobre la opresión de los pueblos, sino un

acercamiento a sus protagonistas; aquellos que han buscado y construido estrategias de

acción con la finalidad de que sean respetados sus territorios, estilo de vida y las

decisiones que ellos toman sobre éstos. De qué manera articuló esas estrategias y cómo

llegó a ellas un poblado oaxaqueño ubicado en la Sierra Norte que se opuso a la práctica

de minería en su territorio es el tema de esta investigación.

***

INTRODUCCIÓN

2

INTRODUCCIÓN

Capulálpam de Méndez es una comunidad y municipio del distrito de Ixtlán, ubicado

en la Sierra Juárez, una de las zonas que conforman la región de la Sierra Norte en el

estado de Oaxaca. De acuerdo con datos de la Unidad de Microrregiones de la Secretaría

de Desarrollo Social (SEDESOL), hacia el año 2010 tenía una población de 1467

habitantes,1 cuyo rezago se considera bajo y sus pobladores cuentan con un nivel de

estudios por encima de la media estatal.2 Desde la década de los años 80, en este poblado

se vivió un proceso de lucha por el manejo comunitario de sus bosques al lograr que la

empresa paraestatal Fábricas de Papel Tuxtepec (FAPATUX) saliera del lugar. A partir

de entonces la comunidad comenzó a hacerse cargo de la administración de sus propios

recursos forestales.3

Durante la primera década de este siglo, Capulálpam emprendió un nuevo

proceso de defensa de sus recursos naturales. Esta vez en contra de la minería en la zona.

En junio de 2005 Javier Cosmes Pérez, el comisariado de Bienes Comunales de aquel

momento, interpuso una demanda que ratificó en octubre de ese mismo año en contra

de las actividades de la empresa minera La Natividad y Anexas por los daños que ésta

había causado al agua y los recursos naturales de la región desde que inició con sus

operaciones a finales del siglo XIX.

1 “Unidad de Microrregiones. Cédulas de Información Municipal (SCIM)”. En línea: http://www.microrregiones.gob.mx/zap/datGenerales.aspx?entra=nacion&ent=20&mun=247 [Consultada el 9 de marzo de 2017]. 2 “Indicadores de Marginación”, en el Catálogo de localidades. En línea: http://www.microrregiones.gob.mx/catloc/indiMarginacLoc.aspx?refnac=202470001 [Consultado el 9 de marzo de 2017]. 3 Algunos autores atribuyen el cambio de perspectiva a la educación a la cual los jóvenes tuvieron oportunidad de acceder décadas anteriores a que los habitantes lograran gestionar sus recursos forestales: “El asunto de si los bosques eran propiedad de las comunidades o del gobierno seguía latente. Lo que era una sospecha de los comuneros, se convirtió en certidumbre cuando los primeros jóvenes de la comunidad salieron a estudiar a las universidades, y regresaron conociendo de leyes, economía y sociología. A fines de la década de los sesenta, 14 comunidades realizaron un paro de cortadores de madera. La lucha estaba claramente influida por el referente más inmediato que tenían los jóvenes de las comunidades que iban a las universidades y escuelas normales: la emergencia de los movimientos sindicales en las ciudades. Por lo tanto, las demandas de entonces eran de tipo laboral” (Chapela, 1999, p. 107).

INTRODUCCIÓN

3

Después de dos años de hacer explícito su desacuerdo con la práctica de minería

en su territorio, en octubre del 2007, el municipio de Capulálpam de Méndez realizó la

única protesta pública que llevaría a cabo como parte de su movimiento en contra de la

minería. Dicha manifestación consistió en el bloqueo del crucero de las carreteras

Internacional Cristóbal Colón y Ciudad Alemán-Puerto Ángel, la cual fue disuelta hasta

que lograron que miembros de la Secretaría de Economía del estado entraran en diálogo

con algunos de los participantes de la protesta. La decisión de realizar esta

manifestación fue tomada luego de que los puntos de acuerdo que habían conseguido

tres meses antes no se cumplieran y la Natividad, una de las minas más antiguas en el

estado de Oaxaca ubicada dentro del territorio de este municipio, no cesara de mantener

actividades, tal como fuera indicado en la suspensión temporal que había ordenado la

PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) en julio de ese año.

Excepto por esta protesta, la oposición a la minería que ha sostenido Capulálpam

desde el 2005 y hasta la actualidad se ha basado principalmente en presentar recursos

jurídicos, además de apelar y echar mano del ámbito político, realización de foros

informativos en su territorio y, en los últimos años, de prácticas simbólicas y culturales

para refrendar el “no a la minería” que se ha difundido en la Sierra Norte y otras

regiones de Oaxaca,4 ante las concesiones que se han otorgado a distintas empresas

mineras, en su mayoría de capital extranjero, en asociación con mineras mexicanas. Un

proceso que inició abiertamente en 2002 y cesó el ritmo con el que se otorgaban las

concesiones, aproximadamente, en 2012, al mismo que activó, como respuesta, un ciclo

de protesta social en contra de la minería, en especial de aquella realizada a cielo abierto.

No obstante, en la literatura sobre el tema, la atención se ha centrado en el

carácter comunitario de este poblado atribuyendo los logros a esta característica.

Entonces, a diferencia de otros estudios que se han realizado sobre la oposición a las

4 Para Marín (2009, p. 184), la importancia de este tipo de prácticas más simbólicas que pragmáticas, recae en que “van construyendo su propia narrativa en disputa asimétrica con el dispositivo hegemónico en torno al «desarrollo sustentable»”.

INTRODUCCIÓN

4

actividades mineras en este municipio, el presente trabajo permite visualizar la

dimensión política y la colaboración con ONGS para conformar el movimiento de

Capulálpam, el ambiente del ciclo de protesta antiminero en México y América Latina,

así como los componentes internos y las estrategias de las que echó mano la oposición

capulalpense para que, hasta la fecha, haya visto cumplida su principal demanda.

El camino recorrido. Capulálpam de Méndez en la literatura

Debido a que la experiencia de este municipio oaxaqueño tuvo una gran difusión, sobre

todo por el manejo forestal que implementó desde finales de la década de los ochenta,

la producción académica en torno a él es amplia y se inscribe en distintas disciplinas,

que van desde textos de biología, economía, hasta la sociología y la ciencia política.5 No

obstante, la mayoría de los trabajos que han estudiado el caso de Capulálpam de

Méndez y su oposición a la minería se han realizado bajo el enfoque que plantea al

capital social y los bienes comunes como los ejes principales de la acción colectiva que

ha emprendido esta comunidad, en un primer momento cuando se enfrentaron a

FAPATUX por el control de sus bosques y, actualmente, contra la empresa minera La

Natividad y Anexas en asociación con mineras extranjeras (Continuum Resources y

Sundance).

Los trabajos que proponen como el eje explicativo a la organización social de

Capulálpam y los logros obtenidos en su lucha contra la minería son los de Mraz (2011;

2014) y Salazar y Rodríguez (2015). El primero se basa en los marcos de estudio sobre la

gestión de los bienes comunes, desarrollados por Elinor Ostrom (2014): el de análisis y

desarrollo institucional y el manejo de los sistemas socioecológicos. Ambos marcos

parten de la premisa de que los sujetos tienen capacidad de agencia y son capaces de

organizarse para hacer un buen uso de los sistemas ecológicos en que se encuentran

inmersos, en el proceso intervendrán las instituciones locales (reglas), las características

5 Véase en el segundo anexo una compilación de las tesis que se han encon trado que versan sobre Capulálpam de Méndez.

INTRODUCCIÓN

5

de las comunidades y las condiciones físicas y materiales. Mientras que el segundo se

trata de una investigación financiada por la Fundación Heinrich Böll que describe,

desde la perspectiva de la participación de las mujeres, la lucha antiminera de

Capulálpam.

Por su parte, influenciados por los textos que estudian el manejo de los bosques

que instrumentó esta comunidad, Fuente y Barkin (2013), desde los enfoques de la

ecología política y la economía ecológica, apelan al caso de Capulálpam como ejemplo

de las distintas valoraciones que hay sobre un mismo territorio apuntando hacia que no

se priorice sólo la económica. Para estos autores la importancia debe recaer en la

valoración de otras perspectivas, tales como aquellas que se han desarrollado en algunas

comunidades, en las cuales lo más importante es la conservación de los recursos

naturales como garantía de la reproducción de la vida de quienes dependen de éstos.

Por otro lado, el estudio de Méndez (2016), a partir de un marco teórico-

conceptual basado en la obra de Walter Benjamin, centra su atención en los procesos de

memoria colectiva y la importancia que tiene el rescate de la memoria para con-vivir en

un espacio de disputa. En dicho trabajo el enfoque es eminentemente histórico y lo que

busca su autora es analizar la tensión entre el recordar y olvidar de la gente en lucha en

contra de la minería, en Capulálpam de Méndez y la de Natividad, que desean la

reapertura de la empresa minera que les dio origen. En este trabajo se menciona, de

manera general, el devenir de la lucha de Capulálpam y la formación de una

cotidianidad en torno a la minería en el poblado de Natividad, el supuesto principal es

que la forma en que se vive y la manera de narrar esa experiencia la dota de una

significación y resignificación, en las cuales hay una relación dialéctica entre recordar y

olvidar: recordar algo es ya olvidar otros muchos elementos de una experiencia, lo cual

tendrá un impacto en cómo hay un apropiamiento del territorio y pueden generarse

tensiones si los intereses son diametralmente distintos, incluso opuestos.

Desde un enfoque antropológico e histórico, se encuentra el estudio de Lugo

(2016), en el cual hay una revisión de la lucha anti minera de Capulálpam como

INTRODUCCIÓN

6

referencia obligada en la perspectiva que adopta de producciones sociales relacionales

y retrospectivas del espacio en un mismo territorio. Es decir, a partir de los postulados

teóricos de Henri Lefebvre, analiza la configuración del espacio y su interrelación con el

poder, lo cual deviene en la interpretación del espacio como una producción social no

neutral, sino política. En el caso de Capulálpam el autor analiza distintos momentos de

la historia de la comunidad establecidos a partir de las diferentes actividades

económicas que se han desarrollado en el poblado: la minería, el aprovechamiento

forestal y las actividades turísticas.

Por su parte, uno de los trabajos más interesantes entre los autores que han

estudiado el caso de Capulálpam, debido a que ha sido el principal asesor de la

comunidad en su oposición a la minería, es Aquino (2003; 2009; 2011). Su obra está

enfocada en el tema de la identidad y en la manera cómo los pobladores de este lugar

han recurrido a la memoria histórica para cuestionar el modelo económico actual, a

partir de su experiencia como comunidad minera. Si bien ha evidenciado que esta

comunidad serrana apeló a la vía política, uno de los principales ejes de investigación

de la presente tesis, este autor se refiere a ello como el cuestionamiento que autoridades

del municipio realizaron ante “la presunta neutralidad de las leyes, así como la presunta

neutralidad de las instituciones que presumiblemente se encargan de su aplicación”

(Aquino, 2011, p. 2).

Por último, se encuentra el texto de Peláez (2017) que analiza el caso, entre otras

trece experiencias de movilización antiminera, desde un marco teórico muy similar al

que guía esta investigación. No obstante, los esfuerzos de este autor están encaminados

a la sistematización de distintos casos de oposición a la minería para evidenciar la forma

en que el repertorio de los derechos humanos ha ofrecido nuevas oportunidades que le

ha permitido a la movilización social obtener resultados positivos en la solución de sus

demandas, la mayoría de las veces encaminadas a detener y cancelar las concesiones

mineras. Mientras que en el presente trabajo se profundizará en el caso de Capulálpam

colocando el ámbito de lo político como un elemento al que se recurrió y a partir del

INTRODUCCIÓN

7

cual se construyeron las estrategias para que sus demandas se vieran cumplidas, por lo

que se pondrá especial atención en los escenarios estatal y nacional en los cuales se

movilizó la oposición a la minería y los recursos (externos) que ofreció al movimiento.

Por otra parte, la atención también se centra en el apoyo que le brindaron a la

comunidad algunas organizaciones no gubernamentales dentro de un contexto estatal

muy específico.

De la metodología

El enfoque de la presente tesis es el de los movimientos sociales y la acción colectiva, y

dentro de las distintas corrientes se sitúa en aquellas que centran su atención en la

movilización de recursos, la estructura de oportunidades políticas y los marcos

interpretativos de acción. Cada una de estas perspectivas aporta elementos de análisis

que no habían sido considerados en estudios previos sobre la oposición capulalpense.

En especial, da cuenta de cómo se echó mano del contexto estatal, las alianzas con

organizaciones no gubernamentales, los medios de comunicación y la reivindicación de

la identidad indígena como recursos de oposición apelando al ámbito jurídico-

institucional y a distintos aliados entre la sociedad civil. No obstante, por las

características del caso, se echará mano de otros conceptos que ayudan a estudiar la

complejidad de la experiencia de Capulálpam: una comunidad que se ha movilizado en

un marco más amplio de oposición a la minería y ha nutrido su movilización de

elementos desarrollados en el estado y, dentro de éste, de la región en que se encuentra.

En este sentido, el concepto de “multiescalaridad”, retomado de Saskia Sassen (2007),

permite entender dichas dinámicas de interacción del municipio estudiado con

dinámicas globales que se reflejan en pequeñas escalas, un aspecto que desde las otras

teorías propuestas no se operacionaliza tan fácilmente.

Por su parte, la pregunta que da origen y sobre la cual gira la presente

investigación es la siguiente: ¿cuáles fueron (son) los factores que permitieron que una

INTRODUCCIÓN

8

pequeña comunidad de alrededor de 1, 400 habitantes lograra que se suspendieran las

actividades de una minera con capital canadiense y ésta, actualmente, siga sin operar?

En tal sentido, la hipótesis propuesta en este trabajo es que fue el ambiente de

movilización en contra de la minería existente en el plano nacional como en el

internacional y las consecuencias derivadas de él (distintas organizaciones sociales ya

consolidadas prestando su apoyo y asesoría a la comunidad) lo que ayudó a que

cumplieran su principal demanda del cierre de la mina Natividad y Anexas, a la par de

que se echó mano de los propios recursos de movilización (experiencias de los

comuneros, capital cultural conformado fuera de la comunidad —en el ámbito laboral,

principalmente—) del poblado, los cuales se derivan de la historia de movilización que

han tenido Capulálpam y la Sierra Norte, aunado al fuerte ambiente de protesta que

prevalecía en el Estado.

Inicialmente, esta investigación otorgaba un menor peso a la dimensión del

ámbito de lo político, no obstante, durante el trabajo en campo se notó la alta politización

de la comunidad manifestada en la relación entre miembros de ésta y actores políticos

para obtener apoyo en obras de infraestructura que se estaban implementando. Lo que

llevó a preguntarnos si algo similar había sucedido durante la movilización en contra

de la minería. De esta forma, y conforme se avanzaba en la investigación, observamos

que había un vacío en la literatura en torno al caso en lo que se refiere a la relación entre

lo político y lo comunitario o, mejor dicho, cómo se visualiza y vive desde lo

comunitario el ámbito político, pensando sobre todo en que, generalmente, se recurre a

estrategias ya conocidas.

De tal manera, se definió como principal objetivo de esta tesis analizar la

dinámica de este movimiento en relación con el ámbito político e identificar cuáles

fueron los recursos y la concatenación de éstos en la implementación de estrategias de

acción (discursos, uso de los medios de comunicación) para que su demanda se viera

cumplida. Derivados de éste, y siguiendo la hipótesis, el objetivo particular está

encaminado a estudiar de qué manera los expertos y aliados (ONGs) contribuyeron a la

INTRODUCCIÓN

9

construcción de los discursos de defensa del territorio en Capulálpam y cómo éstos

pudieron haber influido, incrementando la eficacia de su oposición.

En cuanto a la metodología se refiere, este trabajo es de corte cualitativo basado,

eminentemente, en entrevistas semiestructuradas, trabajo etnográfico de observación

participante, revisión bibliográfica y hemerográfica, manifiestos emitidos por la

comunidad, y algunos documentos de acceso abierto como los puntos de acuerdo

presentados en la Cámara de Diputados. En cuanto a las entrevistas, éstas fueron

realizadas a pobladores con mayor participación en el movimiento de oposición, en su

mayoría se trata de personajes que desempeñaron o están ostentado cargos en el espacio

municipal o comunal.6 De hecho, debido a que las personas entrevistadas habían

ejercido los mismos cargos en diferentes momentos, sólo se consignan en los datos de

los entrevistados las iniciales de los nombres con el fin de guardar confidencialidad

sobre su identidad.

Por otra parte, una de las entrevistas fue realizada a un miembro de una

organización que ha asesorado a la comunidad y trabaja en distintos poblados

oaxaqueños informando sobre las consecuencias de los megaproyectos, también se

sostuvieron conversaciones informales con integrantes de organizaciones sociales que

trabajan en la Sierra Norte. Por último, aunque se intentó, no se logró contactar a

personal de la empresa minera que vive en Capulálpam de Méndez, así como tampoco

pudimos entrevistarnos con el principal asesor de la comunidad.

Sobre el contenido de la tesis

La estructura de este trabajo está conformada por cuatro capítulos. En el primero se

desarrolla el marco teórico en el cual se basa la elaboración de la tesis, la elección de la

teoría se justifica marcando los aportes que realiza al caso aquí estudiado. Así, se ha

6 Capulálpam de Méndez es uno de los 418 municipios oaxaqueños que se rige por usos y costumbres, lo cual significa que cada habitante varón al cumplir con la mayoría de edad debe empezar a realizar cargos públicos en su comunidad de manera indistinta en los ámbitos civil (municipio o comisariado de bienes comunales) y religioso.

INTRODUCCIÓN

10

propuesto estudiar el caso mediante las herramientas analíticas que ofrecen la teoría de

movilización de recursos, la estructura de oportunidades políticas y los marcos de

acción. En este primer capítulo se describen y desarrollan los elementos concretos de

dichas corrientes teóricas que se utilizaron para el estudio de este caso. Asimismo, se

explica de qué manera fueron retomados y aplicados al análisis de la oposición de

Capulálpam.

En el segundo capítulo, titulado De lo global a lo local y viceversa: Capulálpa m de

Méndez y la minería en un contexto internacional , se describen las características del caso a

partir del uso del concepto de multiescalaridad porque permite tratar aspectos

relacionados con la oposición a la minería al interior de la comunidad, y el entorno

inmediato en el cual este municipio está situado geográfica y culturalmente. Asimismo,

dicho concepto permite mostrar que la experiencia de Capulálpam es una expresión,

como en otras latitudes también se han tenido, de los ciclos de protesta que se iniciaron

ante las políticas económicas neoliberales puestas en marcha desde principios de los

años noventa del siglo XX en América Latina con repercusiones en la apertura de las

actividades mineras, entre otras más, a la inversión privada extranjera.

De tal manera, bajo la organización del capítulo subyace dicho concepto de

multiescalaridad, yendo del contexto regional latinoamericano (resaltando otros

conflictos en latitudes distintas, así como la legislación mexicana que rige las actividades

mineras configurada por el contexto neoliberal y de apertura a capitales extranjeros que

se vivió durante la última década del siglo pasado), llegando a las características de la

comunidad y cerrando con la importancia de la Sierra Juárez como la región de la cual

se han obtenido algunas estrategias de oposición, tales como el concepto de la

comunalidad.

Por su parte, en el tercer capítulo, Las oportunidades políticas del escenario de

movilización: el ambiente político oaxaqueño de la primera década del siglo XXI , se estudia el

contexto estatal como un elemento que sirvió de referencia al movimiento de

Capulálpam al diferenciarse de la violencia desatada durante una de las manifestaciones

INTRODUCCIÓN

11

sociales más amplias de los últimos años en Oaxaca: la emergencia y conformación de

la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO). Es decir, se analiza este contexto

de efervescencia como una oportunidad política para acceder a instituciones de carácter

federal y presentar en la Cámara de Diputados su demanda, así como a redes de

organizaciones no gubernamentales que apoyan las movilizaciones en contra de la

minería y que, en el caso oaxaqueño, habían pasado por cambios derivados de la

experiencia de la APPO.

En el último capítulo, “Sí a la vida, no a la minería”: estrategias de enmarcado de la

oposición minera capulalpense (2005-2013), se analizan los principales argumentos que la

oposición de Capulálpam construyó y aquellos que retomó de otras movilizaciones para

su propia defensa y cumplimiento de sus demandas. Este apartado está estructurado a

partir del desarrollo de los principales ejes que se definieron durante el transcurso de la

investigación como aquellos que fueron utilizados de manera constante y también como

los que tuvieron mayor impacto positivo en el cumplimiento de sus demandas: el

cuidado del ambiente, la identidad indígena y la categoría de “Pueblo mágico”. Se

estudia en qué momento de la oposición fue esgrimido cada uno de ellos, y se busca dar

una explicación, a partir de considerar el contexto y elementos externos, del por qué se

decidió echar mano de uno u otro en determinado momento.

MARCO TEÓRICO

12

CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO

En este capítulo se presentarán los ejes teóricos que guiarán la investigación. Su

construcción está orientada a discutir y justificar la elección de la teoría propuesta y los

elementos de análisis dentro de ésta, encaminando tal discusión hacia los aportes que

tendría el observar la oposición de Capulálpam de Méndez desde el marco de la

movilización de recursos, estructura de oportunidades políticas y marcos de acción, un

esquema teórico al que pocas veces se ha recurrido en el estudio de esta comunidad.

En este sentido, en la primera parte se busca poner en perspectiva algunas de las

corrientes teóricas desde las cuales se han llevado a cabo los estudios sobre movimientos

sociales en las últimas décadas para justificar por qué las teorías elegidas son

conducentes para abordar el caso de estudio, mientras que la siguiente parte está

dedicada al desarrollo de los conceptos y categorías analíticas que fungen como el

soporte teórico de la tesis.

I.1. ¿Movimiento social? Apuntes para una definición

¿Cómo definir un movimiento social? Dentro de los primeros intentos por sistematizar

y cuestionar la conceptualización que se había realizado a partir del estudio del

movimiento obrero (el arquetipo, hasta cerca de la mitad del siglo pasado, de

movimiento social) y ante el movimiento nacional socialista, se encuentra el trabajo de

Joachim Raschke (1994), en el cual define un movimiento social “como un actor colectivo

movilizador que, con cierta continuidad y sobre las bases de una alta integración

simbólica y una escasa especificación de su papel, persigue una meta consistente en

llevar a cabo, evitar o anular formas organizativas y de acción variables” (Raschke, 1994,

p. 122). Es decir, en esta definición se da mayor peso a la continuidad, a los elementos

que cohesionan y a las metas de los actores colectivos, aunque se deja un poco de lado

o no se pregunta por la manera en que éstos surgen.

MARCO TEÓRICO

13

Desde la tradición culturalista,7 ubicada en el plano macrosocial, un movimiento

social “es un sistema de acción que conecta orientaciones y propósitos plurales”

(Melucci, 1999, p. 38). En un texto anterior, el mismo autor lo define como “un sistema

integrado de acción en el que convergen, de manera más o menos estable, muy

diferentes significados, fines, formas de solidaridad y organización”, y su propuesta

gira en torno a tres dimensiones:

Antes que todo, la acción colectiva debe contener solidaridad, es decir, la

capacidad de los actores de reconocerse a sí mismos y de ser reconocidos como

parte de una unidad social. La segunda característica es la presencia de conflicto,

es decir, una situación en la cual dos adversarios se encuentran en oposición

sobre un objeto en común, en un campo disputado por ambos. […] La tercera

dimensión es la ruptura de los límites de compatibilidad de un sistema al que

los actores involucrados se refieren (Melucci, 1991, pp. 361-362).

Por otra parte, cuando se ha buscado definir un movimiento social dentro del

ámbito de la política, en particular desde la representación de intereses, se les ha visto

como grupos de interés, es decir, como un conglomerado de personas con ciertos

objetivos que busca la movilización de sus integrantes, con el fin de cumplir sus metas

mediante su incidencia en la política (Ramos, 1997, p. 254). Las críticas que se han

elaborado a las perspectivas que miran los movimientos sociales desde la política o, más

preciso, los enfoques que consideran “la dimensión política de los movimientos

sociales”8 se han realizado a definiciones como ésta, en la cual se ve a los movimientos

7 Jaspers (2012), hace una sistematización de los distintos enfoques y autores que se inscriben en ellos, lo seguimos a él cuando se menciona tradición culturalista, en la cual engloba en el ámbito macro social a autores como Melucci, Touraine, Castells, McDonald, Pleyers; y desde el plano microsocial a Cefaï, Emirbayer, Jasper, Kirinsky y Barker, Taylor, Polletta. Puede consultarse su trabajo al respecto. 8 Básicamente se trata de tres aspectos: “el efecto que tiene la estructura de oportunidad política en el surgimiento y desarrollo de los movimientos sociales; la susceptibilidad de los mismos para representar demandas sociales; y su capacidad para influir en las decisiones políticas” (Ramos, 1997, p. 253). Sin embargo, habría que cuestionar los intentos tajantes de separar las dimensiones social y política de los movimientos, y más bien posicionarse desde los desafíos y nuevos planteamientos que acarrea el considerar la relación entre movimientos sociales y la esfera política. Esfuerzo que realizó Melucci cuando enunció: “El análisis de las relaciones entre movimientos, partidos y sistema político es un problema teórico central que pu ede ser tomado como clave para leer de modo transversal la realidad social contemporánea, mediante un enfoque sociológico.

MARCO TEÓRICO

14

sociales sólo en función de ciertos intereses, ligados a su contexto en función de ellos,

sin embargo, es necesario aclarar que cuando se asume a un movimiento social como un

grupo de interés, el concepto queda reducido a una categorización demasiado estrecha,

pues un movimiento social es más amplio que la organización que actúa dentro de él

(Raschke, 1994, p. 126).

Sin embargo, la mayor crítica que se hace desde la perspectiva culturalista, más

en el ámbito microsociológico, es aquella que plantea que los movimientos sociales son

el resultado de un “proceso de (re) construcción de una identidad colectiva, fuera del

ámbito de la política institucional, que dota de sentido (certidumbre) a la acción

individual y colectiva en la articulación de un proyecto de orden social” (Revilla, 1996, p. 15),

es decir, parte de una clara separación entre la esfera social y la política. En este sentido,

ambas posturas se encuentran en caminos diametralmente distintos y opuestos.

Por otra parte, siguiendo la línea que diferencia entre movimientos sociales y

acción colectiva, Mario Diani ha propuesto que un movimiento social es un proceso con

características específicas, pues no se tratan simplemente de la suma de eventos de

protesta en ciertos temas, o incluso de campañas específicas, sino que ellos deben tener

los siguientes elementos (Della Porta y Diani, 2006, p. 20-21):9

1. Estar involucrado en una relación de conflicto, en la cual hay oponentes claramente

identificados: el conflicto contrapone significados distintos que se materializan en

demandas y pueden afectar los intereses de algunos de los actores involucrados, lo que

da pauta a la identificación de los oponentes. No obstante, aquello que da la pauta para

hablar de movimiento social es la identificación de objetivos para los esfuerzos

colectivos, específicamente articulados en términos sociales o políticos.

2. Estar conectados en una red informal densa: se parte de la premisa de que ningún

actor organizado, por poderoso que sea, articula en sí mismo un movimiento social.

De hecho, aun considerando la dimensión política de las relaciones sociales, es importante no olvidar que los fenómenos políticos expresan aquello que se forma en el tejido profundo de la sociedad” (Melucci, 1995, p. 2). 9 Traducción libre.

MARCO TEÓRICO

15

Puede verse como tal, en tanto los actores individuales como los organizados,

manteniendo su autonomía e independencia, participan en intercambios sostenidos de

recursos en la búsqueda de objetivos comunes. La coordinación de iniciativas

específicas, la regulación de la conducta de los actores individuales y la definición de

estrategias dependen de negociaciones permanentes entre los individuos y las

organizaciones involucradas en la acción colectiva.

3. Compartir una identidad colectiva que los distingue: Se trata de un sentido de

propósito común y un compromiso compartido con una causa, que permite a los actores

involucrados considerarse vinculados a otros actores, no necesariamente idénticos, pero

seguramente compatibles, en una movilización colectiva más amplia. Esta operación

requiere del reconocimiento mutuo entre los actores y de definir quiénes quedan fuera,

quiénes son los otros que no forman parte de la red y no tienen los mismos objetivos.

La conceptualización de Diani está realizada con base en los componentes del

movimiento social, en sus características intrínsecas, lo cual ayuda a perfilar a los

movimientos sociales desde una lógica más relacional (las redes como el punto que

consolida a un movimiento), sin dejar de lado el ámbito en que se inserta, ni los

elementos que dan pauta a su origen: las demandas, el conflicto.

No obstante, para fines del presente trabajo se retoma el concepto de Gamson y

Meyer (1999) cuando mencionan que un movimiento social no es una entidad unitaria,

sino que se trataría de un “campo en el que se mueven los actores” (p. 401). Asimismo,

anotan que “un movimiento social está compuesto por toda una serie de actores

(organizaciones y redes de partidarios) que mantienen un desafío continuo frente a las

autoridades o a ciertos códigos culturales y que, en ocasiones, recurren a influencias

extrainstitucionales” (Gamson y Meyer, 1999, p. 401).

Visualizar desde esta perspectiva a los movimientos sociales da pauta a que se

consideren tanto aspectos internos a éstos (estructura organizacional, por ejemplo),

como el contexto en el cual se conforman y del cual pueden retomar elementos de lucha,

así como la actividad contenciosa que desarrollan y los aliados que podrían tener en el

MARCO TEÓRICO

16

camino, al concepto dado por estos autores podríamos agregar que un movimiento

social también puede recurrir a influencias institucionales. En este mismo sentido,

Charles Tilly ya había notado que los movimientos sociales:

[No son] un grupo, un casi grupo o compuesto parecido a un grupo, sino

semejante a una compleja forma de acción. Tampoco es una entidad que

experimente una historia natural en el mismo sentido que los individuos, las

organizaciones e incluso las creencias, que tienen historias naturales

autorreproductivas a través de las cuales florecen, cambian y desaparecen (Tilly,

1995, p. 1).

Y respecto a la relación entre movimientos sociales y el ámbito de lo político, este

mismo autor apunta que, desde un plano general, un movimiento social:

[C]onsiste en un reto ininterrumpido, librado contra los que detentan el poder a

nombre de una población desfavorecida que vive bajo la jurisdicción de aquellas

personas que detentan el poder. Un movimiento social personifica la interacción

contenciosa; implica el poder. Por otra parte, la formulación de reclamaciones

frecuentemente involucra a terceros: a otras personas que detentan el poder:

fuerzas represivas, rivales, aliados, ciudadanos en general. (Tilly, 1995, p. 4)

[U]n movimiento social, en su forma particular, consiste en un reto

ininterrumpido contra los que detentan el poder estatal establecido, a nombre de

una población desfavorecida que vive bajo la jurisdicción de personas que

detentan el poder, mediante exhibiciones públicas repetidas de la magnitud,

determinación, unidad y mérito de esa población. (Tilly, 1995, p. 5)

La última parte es especialmente interesante para este trabajo porque abona en

la reflexión de las características de una población en particular y, podríamos agregar,

en la manera cómo moviliza los recursos con los que cuenta para lograr sus objetivos.

Es de utilidad tal definición porque al no caracterizar una población en específico puede

ser retomado para el análisis de movimientos sociales de distintas latitudes y

temporalidades.

MARCO TEÓRICO

17

En el caso que aquí se estudia, tal como se le ha caracterizado en otros trabajos,

como una comunidad indígena y con demandas ambientalistas, parecería que el

enfoque de los NMS iría mejor para su estudio, no obstante, dados los objetivos que esta

tesis se propone, se prioriza el uso de teorías que analizan la interacción de los actores

sociales con el Estado y, en un plano microsociológico, la conformación de discursos de

identidad como elementos para la acción y no como condición previa para ésta. En este

sentido, en el siguiente apartado se pretende apuntar hacia la justificación del arsenal

teórico propuesto, desde el cual la categoría de movimiento socioambiental que en

ocasiones reivindica la identidad indígena se convierte en elemento de movilización en

la experiencia de Capulálpam.

I.1.1. El estudio de movimientos indígenas y ambientalistas. Elementos para una discusión

Como ya ha sido señalado (Wickham-Crowley y Eckstein, 2017), desde la década de los

años noventa se ha afirmado que “los enfoques de los eventos latinoamericanos basados

en los viejos movimientos sociales eran poco adecuados para explicar las formas y

fundamentos de los movimientos contemporáneos en la región” (p. 47). Así, se adoptó

el enfoque de los nuevos movimientos sociales por considerar que “brindaban un marco

de referencia más fructífero” (Wickham-Crowley y Eckstein, 2017, p. 47). No obstante,

también se ha anotado que aquella fórmula referida por Tilly (1995) aplica aquí también:

“depende”, pues cada una de estas tradiciones puede ser utilizada de acuerdo con los

objetivos propios de la investigación.

Sin embargo, para el caso de los movimientos sociales en América Latina y, sobre

todo, para aquellos que se han catalogado como movimientos indígenas, se aplica el

marco de los nuevos movimientos sociales de manera casi generalizada, aunque para

algunos autores esto se ha realizado de manera poco crítica, dado el carácter de los

movimientos indígenas o etnopolíticos, como algunos autores lo nombran (Bartolomé,

2005 citado en Hernández, 2012, p. 186), de construir una crítica a “«la civilización

dominante» no desde su interior, sino desde la posición que las caracteriza el ser

MARCO TEÓRICO

18

sociedades que pertenecen a diferentes tradiciones civilizatorias, articuladas

históricamente a la dominante, pero siempre situadas en un ámbito de exterioridad

respecto a ella” (Hernández, 2012, p. 186).

Estamos de acuerdo con esta perspectiva, aunque con los necesarios matices que

observan que en ocasiones comunidades que se reivindican como indígenas han sufrido

procesos que han propiciado que este elemento se encuentre diluido o sea parte de su

cotidianidad que no es resaltado en las experiencias en el día a día.10 No obstante, se

comparte la crítica que se ha realizado a los estudios que consideran a los movimientos

indígenas como parte de los NMS, debido a que “muchas ONGs con orientación

ambientalista perciben a los pueblos indígenas de una manera romántica, «como más

cercana a la naturaleza»” (Hernández, 2012, p. 187).

Por su parte, se ha apuntado que el uso del encasillamiento como NMS obedece

a los objetivos de las investigaciones, pues los estudios que se ubican dentro de esta

perspectiva suelen preocuparse por la formación de “la identidad colectiva y la batalla

cultural, más allá del Estado como objetivo” (Wickham-Crowley y Eckstein, 2017, p. 48).

Por el contrario, el uso de otros enfoques que se interesan por factores externos y

procesos histórico-políticos abonan en la comprensión de “cómo los contextos más

amplios en los que se despliega la vida de las personas –que incluyen al Estado y otros

acuerdos políticos institucionales, el macro-mercado y otras condiciones económicas,

las normas, las tradiciones y las prácticas culturales– pueden [incidir] en las iniciativas

colectivas para el cambio, y con qué efectos” (Wickham-Crowley y Eckstein, 2017, p. 49).

Por lo que al acudir a enfoques del ámbito de la sociología política se trata de mirar las

características de los propios movimientos que incluyen en su formación, tácticas y

eficacia, tales como el liderazgo grupal, recursos, estrategias y grupo de alianzas.

En cuanto al tratamiento de movimientos ambientalistas, muchas veces

asociados con los movimientos realizados por comunidades indígenas o que se

10 Algunas implicaciones problemáticas al pensar a las comunidades indígenas como completamente fuera del orden hegemónico se encuentran en Dougherty (2011).

MARCO TEÓRICO

19

reivindican como tal, ya se ha tratado algunos problemas que acarrea el “universalismo

ambientalista” (Martínez, 2009), pues pasa por alto elementos de análisis como la

formación de los movimientos sociales, los desacuerdos en el proceso y las estrategias a

las que se recurre de acuerdo con la lectura de la situación (Dougherty, 2011).

Así, desde la propia ecología política, por ejemplo, se han conformado categorías

que abonan en las propias movilizaciones, mismas que están basadas en el estudio de

distintas experiencias, pero las cuales están, al mismo tiempo, influenciadas por los

estudios e investigaciones. De tal manera que, más allá de ser estudios descriptivos, se

trata de trabajos con incidencia en la estructura de los procesos estudiados. Por lo que

en la corriente de los estudios socioambientales se ha omitido la importancia de los

agentes externos (expertos académicos y aliados) en la eficacia de los movimientos

sociales con demandas que atañen al cuidado del ambiente. 11 De hecho, ha también

obviado la incidencia que los propios expertos desde la organización civil han

consolidado.

La literatura que ha estudiado el movimiento antiminero suele caracterizar las

experiencias que lo componen como socioambientales, sin embargo, en el presente

trabajo, más que descalificar o contrariar el concepto, se plantea que el propio

movimiento en contra de los megaproyectos se ha nutrido de los trabajos académicos

que han acuñado y abonado en la categoría de movimientos socioambientales. Por su

parte, lo que se busca en esta investigación es poner en perspectiva la importancia de la

11 En otros trabajos de síntesis sobre las movilizaciones con demandas ambientales, éstas han sido caracterizadas a partir del esquema que siguen en el planteamiento de éstas y el camino que toman para su resolución: 1) El movimiento ambiental debe contar con la validación de una autoridad científica que respalde sus reclamos; 2) la participación u opinión de uno o más científicos reconocidos que puedan interpretar los datos disponibles y presentarlos de forma atractiva para el público en general; 3) que el problema se presente como algo real e importante. El movimiento requiere aportar pruebas o argumentos que demuestren cuáles serán las consecuencias que sufrirían las personas o la naturaleza de continuar el mismo estado de cosas; 4) el problema ambiental debe ser dramatizado en términos visuales y simbólicos […] 5) el quinto elemento es que debe haber incentivos económicos visibles para tomar acción en un problema ambiental (Velázquez, 2010, p. 286). No obstante, no se profundizará más en esta categoría, por lo que se remite a algunos de los textos (de la vastísima literatura que existe al respecto) que han estudiado experiencias de movilización en contra de la minería desde dicha perspectiva: Bebbington (2007), Ibarra y Talledos (2016), y sobre todo Lamberti (2010), en cuyo trabajo se encuentra una síntesis de las principales características de los movimientos socioambientales, y los autores que escriben desde tal enfoque.

MARCO TEÓRICO

20

colaboración de expertos profesionistas (desde distintas disciplinas) en la conformación

de las estrategias que ha aprovechado el movimiento antiminero en el cumplimiento de

sus objetivos y alcance de satisfacción de sus demandas.

I.2. El arsenal teórico. Pautas para la investigación

En el presente apartado se desarrollan los conceptos de los cuales esta investigación

echa mano para realizar el análisis. Está construido en tres partes, cada una responde a

las teorías propuestas. La primera refiere a la movilización de recursos, la cual se

considera un elemento necesario, cuyos conceptos retomados subyacen en cada capítulo

de la tesis, aunque también se considera sujeta a ser complementada por los otros dos

enfoques propuestos. El segundo componente teórico es la estructura de oportunidades

políticas como uno de los principales enfoques para comprender la interacción entre los

actores y el ámbito de lo político. Por último, nos referiremos al proceso de

enmarcamiento como el ingrediente esencial para dar paso a la acción, problematizando

escenarios cotidianos que ahora requieren de la acción colectiva, contribuyendo a

publicitar identidades, quejas y demandas.

I.2.1. Movilización de recursos

Del modelo teórico que plantea como principal móvil de la acción el factor

“racionalidad”, matizando el énfasis explicativo de éste que permea el modelo teórico

del rational choice, cuyo mayor exponente es Mancur Olson con su obra La lógica de la

acción colectiva , publicada en 1965 en la que desarrolló los principales postulados de la

teoría de la elección racional, se desprende la teoría de la movilización de recursos

(TMR), misma que surgió en contrapartida de los trabajos que afirmaban que las causas

de la movilización social se encuentran en los “incrementos repentinos de los agravios

a corto plazo, motivados por tensiones estructurales propias de un rápido cambio

social”, por lo que los agravios son un factor secundario (Jenkins, 1994, p. 10).

En términos de la TMR, “el elemento que define a un movimiento social sería la

acción de grupos sociales que se movilizan para adquirir recursos” (Ramos, 1997, p.

MARCO TEÓRICO

21

250), emplearlos, organizarlos y encaminarlos a echar mano de ellos para lograr sus

fines. Las principales críticas de esta teoría se encuentran en dos direcciones: 1) se le

compara con el comportamiento del mercado, en el cual los actores toman decisiones en

función de lo que hay en él para satisfacer sus necesidades (Lapeyronie, 1988); 2) la

excesiva carga hacia los usos estratégicos de la influencia, es decir “se centra en la

expansión de la “sociedad política” para incluir nuevos actores o aumentar el poder de

los antiguos” (Arato y Cohen, 2000, p. 571) y no mira la influencia de la sociedad civil

en la esfera política.

Teniendo en cuenta estas críticas, para fines del presente trabajo, se considera

que un recurso no se refiere únicamente a cuestiones materiales, sino también a

elementos simbólicos e intelectuales. La solidaridad, la identidad, estilos de vida cuando

son usados como bandera y/o argumentos, discursos, experiencia12 y formas de

organización (Tarrow, 2004, p. 375) son ejemplos de los recursos que constituyen un

movimiento. A continuación, se presentan las definiciones de algunos de los conceptos

mencionados, los cuales son clave para esta investigación:

-Estructura de movilización

Se tratan de los canales colectivos tanto formales como informales, a través de los cuales

la gente puede movilizarse e involucrarse en la acción colectiva (McAdam et al., 1999, p.

24), las estructuras de movilización vinculan a los líderes con la organización de la

acción colectiva, lo que permite la coordinación del movimiento y, por ende, su duración

(Tarrow, 1997, p. 236). No obstante, la movilización puede darse “previa y

autónomamente al liderazgo del movimiento y, en algunos casos, operar a través de

otras organizaciones o en el seno de las instituciones” (Tarrow, 1997, p. 237).

12 A reserva de que el siguiente apartado aborde las estructuras de oportunidad política, es necesario hacer énfasis en la importancia que Tarrow otorga a la experiencia como recurso: “la decisión de adoptar acciones colectivas suele producirse en las redes sociales como respuesta a las oportunidades políticas, creando incentivos y oportunidades para otros. Tanto el desafío como la respuesta anidan en un complejo sistema social y político en el que entran en juego los intereses y acciones de otros participantes, y las tradiciones y experiencia respecto a los conflictos se convierten en recursos de los que disponen tanto los insurgentes como sus oponentes” (Tarrow, 1997, p. 61).

MARCO TEÓRICO

22

-Discursos

Una manera compartida de aprehender el mundo. Incorpora un lenguaje y posibilita a

aquellos que los suscriben a interpretar trozos de información y ponerlos juntos en

historias o explicaciones coherentes. Los discursos construyen significados y relaciones,

juicios y disputas que proveen los términos básicos para los análisis, debates, acuerdos

y desacuerdos (Dryzek, 2005, p. 9).13

-Identidad

Siguiendo la definición de Giménez, se entenderá a la identidad como el:

[C]onjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones, valores,

símbolos…) relativamente estables, a través de los cuales los actores sociales

(individuales o colectivos) se reconocen entre sí, demarcan sus fronteras y se

distinguen de los demás actores en una situación determinada, todo ello dentro

de un espacio históricamente específico y socialmente estructurado (Giménez,

2009, p. 135).

Este mismo autor plantea un concepto muy útil para explicar de qué manera la

identidad es un recurso para los movimientos sociales: la “estrategia identitaria”, la cual

se desprende de la plasticidad y maleabilidad características de la identidad. Es

resultado del margen de maniobra del que disponen los actores sociales y de la

apreciación de la situación; se refiere a la manera estratégica en que los actores utilizan

sus recursos identitarios. No obstante, los límites para su uso están condicionados por

el marco estructural, la situación social, la correlación de fuerzas entre los grupos, las

maniobras de los demás y la propia identificación de los individuos (Giménez, 2009, p.

139; Snow y Benford, 2006).

-Aliados

Individuos en el poder que podrían apoyar la movilización. Se trata de personajes que

ocupan puestos estratégicos en las estructuras del poder político institucional o líderes

13 La cita y traducción provienen de Caudillo (2014, p. 71).

MARCO TEÓRICO

23

de opinión, quienes simpatizan con las demandas y la movilización y las apoyan

echando mano de su posición.

-Expertos

Debido a la estrecha relación y participación de organizaciones sociales y profesionistas

que laboran en ellas o en instituciones de investigación, y/o difusión con habitantes de

Capulálpam, se hace patente incluir a estos actores externos, la mayoría de las veces,

como parte de los recursos que contribuyeron en la oposición de este municipio

oaxaqueño a la minería. En una definición muy práctica, se caracteriza a los expertos

como individuos que se mueven en relaciones políticas y sociales; son más que simples

expertos técnicos, es decir, son personas con un amplio liderazgo político, autorizados

en alguna rama de conocimiento (Caudillo, 2016, p. 137). Sin embargo, en otros trabajos

con mayor especialización y, por consiguiente, profundidad sobre el tema se abordan

otras dimensiones que atañen a la figura de los expertos.

En este sentido, la definición que ofrece Steven Brint, quien ha estudiado qué

papel desempeñan los expertos en el ámbito de las políticas públicas, está más

preocupada por indagar en la injerencia que éstos tienen en el quehacer de lo público,

no obstante, puede ser retomada para este trabajo, en la medida en que permite

conceptualizar la aplicación del conocimiento en espacios más amplios que el

meramente académico. Para este autor cuando se habla de expertos, se hace referencia

al personal profesional altamente capacitado que trabaja en dominios institucionales

centrales, ya sea a nivel salarial o contractual, incluye también profesionales y gerentes

altamente capacitados en los ámbitos institucionales de investigación científica,

servicios culturales y de información, servicio social, organizaciones médicas, legales y

educativas (Brint, 1990, p. 364).14

Además, este autor también se preguntó por los escenarios fuera de la política,

aunque delimitados por ella, en que los expertos tienen un margen de influencia

14 Traducción libre.

MARCO TEÓRICO

24

independiente: (1) donde los profesionales actúan en nombre de las asociaciones

profesionales,15 (2) donde actúan como "empresarios" de políticas independientes en

relación explícita con algún componente de los existentes, o (3) donde actúan en calidad

de representantes de la "opinión profesional responsable" (Brint, 1990, p. 365).

Por último, otro elemento que se retomará de Brint por su utilidad y aplicación

en el caso de estudio, y que igualmente se refiere a la influencia de los expertos, es la

afirmación o defensa exitosa de un valor cultural central en ausencia de un discurso

fuerte en contra como canal para posicionar su conocimiento técnico para legitimar o

refutar valores de otros profesionales (Brint, 1990, p. 375). En este sentido, un concepto

interesante que sirve para dilucidar la participación de los expertos en los movimientos

sociales es el de “movilización en las sombras”, el cual brinda el soporte sobre cómo

puede un experto involucrarse en quehaceres que van más allá de su quehacer ceñido a

la investigación científica. En términos teóricos, se trata de un sub conjunto de

estructuras y prácticas informales que les ofrece a los expertos las formas de actuar en

política (políticamente) en campos profesionales que estigmatizan la acción política

(Frickel et. al., 2015).16

En suma, la TMR es útil en el marco de la movilización de Capulálpam en la

medida en que permite explicar la conformación de la oposición a la minería hasta hace

algunos años, mientras que la realización de actividades extractivas lleva desde, por lo

menos, hace dos siglos en el lugar. No obstante, el surgimiento de los movimientos

sociales no responde únicamente a los recursos, éstos son necesarios, pero no suficientes:

en la articulación de un movimiento social es de suma importancia el entorno político,

15 El quehacer de asociaciones profesionales es interesante en tanto han cob rado gran auge como un puente entre sectores excluidos y la participación política, desde finales del siglo pasado, en su forma de Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Dichas organizaciones echan mano del conocimiento técnico y especializado sobre terrenos distintos, desde el conocimiento sobre políticas públicas hasta, por ejemplo, el acceso a medios de comunicación. Puede verse un ejemplo de la actuación de una ONG conformada por expertos en distintos temas en el texto de Kristina Pirker (2012). 16 Traducción libre.

MARCO TEÓRICO

25

para entender éste y caracterizarlo se recurrirá al concepto de estructura de las

oportunidades políticas, mismo que se abordará a continuación.

I.2.2. La estructura de oportunidades políticas

Este concepto se refiere a los elementos externos de los movimientos sociales. Si bien,

ha sido cuestionado incluso por parte de quienes han echado mano de sus elementos de

análisis, es en este proceso de crítica y replanteamiento dentro del cual las

oportunidades políticas han sido revitalizadas, acotadas y encaminadas a que sean más

explicativas y no sólo funjan como conceptos esponja.17

Un esfuerzo por acotar las variables que conformarían la estructura de

oportunidades políticas, la realizó McAdam (1998) en un texto en el cual llevó a cabo un

recorrido de los principales autores que han echado mano de este concepto. De tal

manera, este autor entenderá como oportunidad política el contexto en el que se

encuentren presentes las siguientes variables:

1) la apertura o cierre del sistema político institucionalizado;

2) la estabilidad o inestabilidad de ese grupo amplio de alineamientos de la elite

que típicamente subyacen a la política;

3) la presencia o ausencia de elites aliadas;

4) la capacidad y la propensión del Estado a la represión (McAdam, 1998, p. 94).

Es decir, para McAdam, una oportunidad política no es sólo el contexto en el cual

se encuentra inmerso un movimiento social o del cual surge, en todo caso se estaría

hablando de la coyuntura, en la que se interseccionan los cuatro elementos ya

mencionados. El objetivo de considerar las oportunidades políticas en el estudio de los

movimientos sociales es justamente intentar explicar estos dos elementos: el interno (el

movimiento social como tal, por qué surgen movimientos que defienden ciertos temas

17 Así lo expresan Gamson y Meyer (1999, p. 389) cuando escriben sobre el concepto de oportunidad política que: “[e]stamos corriendo el peligro de que se convierta en una especie de esponja, capaz de absorber cualquier aspecto relacionado con el entorno de los movimientos sociales, institucionales y cultura política, crisis de diversos tipos, alianzas y variaciones en las políticas”.

MARCO TEÓRICO

26

—y no otros—, en determinado momento) y el externo (la coyuntura en la cual surgen),

su relación, concatenación, de qué manera se influencian, la relación con la política

institucionalizada y el grado de influencia que los movimientos sociales ejercen sobre

los procesos políticos (Gamson y Meyer, 1999, p. 392).

Por otra parte, en el plano de los grupos movilizados se ha definido a las

oportunidades como “la probabilidad percibida de que las acciones de protesta social

conduzcan al éxito en la consecución de un resultado deseado” (Tarrow, 2004 , p. 279),

es decir, las oportunidades tienen que ser vistas como tal por quienes están realizando

acciones colectivas de oposición o apoyo. Posteriormente, en términos más explícitos,

una oportunidad es definida como el mínimo cambio que “altere el equilibrio de los

recursos políticos y económicos entre un Estado y quienes lo desafían, que debilite la

capacidad del Estado para recompensar a sus seguidores o castigar a sus oponentes,

para seguir una política coherente, o que retire el apoyo interno o externo al régimen”

(Tarrow, 2004, pp. 279-280).

Asimismo, en la percepción de las oportunidades políticas se encuentran los

factores estructurales externos (los cambios en sí ya mencionados, por ejemplo), pero al

mismo tiempo se requiere que las oportunidades políticas se asimilen como tal mediante

el proceso de creación de marcos interpretativos, en los cuales se decidirán las

estrategias a seguir (Gamson, 1999, p. 391), se trata de una especie de valoración que

realizan quienes se encuentran movilizados acerca de las circunstancias, de sus

fortalezas, de los recursos con que cuentan e, incluso, de las oportunidades creadas por

movimientos previos. Es preciso mencionar que las oportunidades pueden ser “objeto

de interpretación y, a menudo, objeto de controversia” (Gamson y Meyer, 1999, p. 391),

en este ámbito es en el que los marcos de acción colectiva tienen lugar. A reserva de que

se aborde este concepto con mayor detalle, en este apartado es necesario mencionar que

las oportunidades son interpretadas en el marco de la cultura, incluso serían

[E]l resultado de un proceso de rupturas culturales que hacen aflorar a la

superficie contradicciones que habían estado allí, latentes, desde hacía tiempo.

MARCO TEÓRICO

27

Estas contradicciones permiten reestructurar quejas e injusticias, así como las

posibilidades de actuación. A veces las rupturas adoptan la forma de conductas

a través de las cuales se reformulan o cuestionan las definiciones estándar de la

situación, de modo que se altera la percepción existente respecto de los costes y

beneficios aportados por las políticas y los programas, así como la percepción de

la injusticia y lo que es el statu quo (Zald, 1999, p. 379).18

Es decir, las oportunidades políticas tienen dos dimensiones: una formal

compuesta, entre otras variables, por las que aquí ya se mencionaron y refieren el

sistema político y a la organización de las élites; y el otro interpretado, en el cual el papel

de la cultura es fundamental para poder percibir a una oportunidad como tal, o para

crear las oportunidades en momentos de contradicciones.19

En el caso de la oposición a la minería que llevó a cabo Capulálpam de Méndez,

es importante notar que, aunque se realizó desde una comunidad, en ella se manifiestan

relaciones económicas de escala internacional. Por lo que para entender un caso como

el aquí estudiado y comprender los factores que ayudaron a que las demandas de

Capulálpam se vieran cumplidas, es necesario apuntar a escalas más amplias, tanto por

la puesta en práctica de minería a nivel regional de Latinoamérica, como por las

manifestaciones de rechazo y movilizaciones en contra de esta actividad que se han

realizado en este proceso.

18 En este mismo sentido Ann Swidler planteó el papel de la cultura como una causa de la acción y no sólo como mera proveedora de los valores que la orientarían: “la cultura influye en la acción, no mediante la provisión de los valores últimos hacia los que está se orienta, sino mediante la configuración de un repertorio o «juego de herramientas» («tool kit») de hábitos, habilidades y estilo a partir de los cuales la gente construye «estrategias de acción»” (1996, p. 127). 19 La misma autora diferencia entre dos tipos de momentos en los cuales la cultura tiene un peso diferente en la configuración de las estrategias de acción: 1) el modelo de las culturas asentadas (tradiciones y sentido común), en el cual la cultura proporciona recursos para construir estrategias de acción, aunque en el corto plazo hay un débil control directo sobre la acción; 2) el modelo de las culturas asentadas (ideología), en el que la cultura crea nuevas estrategias de acción, pero la influencia a largo plazo depende de las oportunidades estructurales para la supervivencia de las ideologías (Swidler, 1996, p. 151). Así también lo mencionan McAdam, McCarthy y Zald (1999, p. 30): “el impulso a la acción se halla ciertamente vinculado a la vulnerabilidad estructural, pero es, básicamente, un fenómeno cultural”.

MARCO TEÓRICO

28

En este sentido, McAdam llama a considerar “el impacto de los procesos políticos

y económicos globales en la estructuración de las posibilidades domésticas para el éxito

de la acción colectiva” (McAdam, 1998, p. 101), este es un punto importante pues

permite realizar un puente entre lo local y lo global y deja ver que un movimiento social

se nutre de su medio y época, y como tal debemos entender tanto el ámbito regional,

como uno más amplio: conocer la dinámica internacional en la cual surge determinado

movimiento social.

I.2.3. Marcos de acción colectiva o proceso de enmarcamiento

Los componentes que cohesionan a los movimientos sociales y permiten su articulación

son los marcos de acción colectiva, pues, aunque se tengan los recursos y/o las

oportunidades políticas, éstos no son condición suficiente para la acción si éstos no son

interpretados como tales. En este sentido, el modelo de los marcos de acción se presenta

como un complemento a la TMR y como un recurso de interpretación de las

oportunidades políticas.20

La propuesta de los marcos de acción colectiva o, de manera más específica,

proceso de enmarcamiento (framing),21 busca introducir el componente cultural e

identitario en los estudios de los movimientos sociales,22 particularmente, dentro de

20 La advertencia de McAdam (1998, p. 92) es en este sentido: “Los tipos de cambios estructurales y cambios de poder que de manera más clara son concebidos como oportunidades políticas no debieran confundirse con los procesos colectivos por medio de los cuales son estos cambios interpretados y enmarcados”. 21 Se habla de framing para referir el proceso de producción de significados que realizan los movimientos sociales. En este punto se encuentra la principal crítica a la TMR y a la perspectiva de los nuevos movimientos sociales por parte de quienes se posicionan dentro del enfoque de los marcos de acción: “ambas tienden a considerar los significados e ideas, como evidentes, como si existiera una relación isomorfa entre la naturaleza de cierta clase de condiciones o acontecimientos y el significado que se les atribuye. Puesto que los significados se originan en el curso de la interacción con otros individuos y con otros objetos relevantes, consideremos arriesgado dar por sentado el significado u otros elementos ideológicos o considerarlos de una manera puramente descriptiva en cualquier ecuación que intente explicar la participación en los movimientos. Sin duda, los movimientos desempeñan el papel de portadores y transmisores de ideas y creencias motivadoras; pero también participan activamente en la producción de significados dirigidos a los partic ipantes, a los antagonistas y a espectadores. Este trabajo de producción posiblemente influye en la redefinición y la estructuración de los

significados ya existentes” (Snow y Benford, 2006, p. 85. Las cursivas son nuestras). 22 Desde la sociología francesa y otras tradiciones centradas en el análisis discursivo de los movimientos sociales, esta es una de las principales críticas que se le ha hecho a la perspectiva de los marcos de acción. Se ha argumentado que los teóricos de los marcos dan un sentido utilitario a este concepto, alejándolo del enfoque cognitivo-interpretativo de Goffman. Sobre estas críticas a este modelo de los marcos de acción aplicados en el estudio de movimientos sociales, véase el texto de Acevedo (2013).

MARCO TEÓRICO

29

aquellos que se cobijan bajo la TMR. El framing ha sido utilizado en distintas disciplinas

y, de igual manera, en su proceso de construcción participó más de un teórico desde su

propia trinchera.23 Sin embargo, por la manera en que fue retomado por la sociología de

los movimientos sociales, el trabajo de Goffman (1974) se considera la piedra angular

para esta teoría.24 El concepto de “marco” (frame) fue definido por este sociólogo

norteamericano como:

[E]squemas de interpretación que permiten a los individuos ubicar, percibir,

identificar y clasificar los acontecimientos que tienen lugar dentro de su espacio

vital y en el mundo en general. Al asignar de sentido o al dotar de un sentido a

los acontecimientos o eventos, los marcos sirven para organizar la experiencia y

orientar la acción, tanto la individual como la colectiva (Snow y Benford, 2006,

p. 83).

La perspectiva de los marcos se articula a partir de lo que Goffman llama “marcos

de comprensión” (frameworks of understanding), los cuales orientan la interpretación de

acciones y la realización de actividades sociales. Existen marcos denominados primarios

(primary frameworks), mismos que sirven a los individuos para reconocer un evento y

darle sentido a aquello que, de primaria instancia, podría no tenerlo (Chihu, 2006, p. 15).

Los marcos primarios se dividen en dos: marcos naturales, que ayudan a identificar

situaciones del mundo exterior como eventos, y en marcos sociales que permiten

identificar situaciones exteriores como acciones. Por su parte, los marcos secundarios se

subdividen en modulaciones y fabricaciones. En las primeras una actividad es retomada

para realizar otra similar, pero diferente, mientras que las fabricaciones hacen referencia

a situaciones en las que algunos individuos quieren inducir en otros una creencia falsa

acerca de alguna actividad.

23 En particular el término fue desarrollado en el campo de la psicología social, aunque ha sido aplicado por la sociología, antropología, lingüística, entre otras disciplinas. Para más información sobre el carácter interdisciplinario de los marcos, puede verse el artículo de Chihu Amparán (2012). 24 Se trata de Frame Analysis: An Essay on the Organization of Experience.

MARCO TEÓRICO

30

El “salto” de lo individual a lo colectivo se da a partir del alineamiento de marcos,

proceso que se refiere a la relación que se entabla entre el individuo y las Organizaciones

de Movimientos Sociales, la cual requiere que las actividades, metas e ideologías de

éstas sean congruentes y complementarias con los intereses, valores y creencias de los

individuos (Chihu, 2006, p. 18). Los cuatro procesos que conforman el alineamiento de

marcos, y que son empleados por los movimientos sociales con el propósito de

movilizar a sus participantes, son los siguientes:

1) Puente entre marcos (frame bridging): Se trata de la articulación entre dos o más

marcos, ideológicamente congruentes pero estructuralmente desconectados, que

se refieren a un problema en particular.

2) Amplificación de marcos (frame amplification): Consiste en la clarificación y el

fortalecimiento de un marco interpretativo referido a un asunto, a un problema

o a un conjunto de eventos particulares.

3) Marcos de extensión (frame extension): Es la expansión de los límites del

esquema de interpretación primaria del movimiento a fin de abarcar intereses o

puntos de vista que son accesorios en relación con sus objetivos principales, pero

que tienen una considerable importancia para los simpatizantes potenciales.

4) Marcos de transformación (frame transformation): La redefinición de las

actividades, los eventos y las biografías, que ya poseían un significado preciso

desde el punto de vista de algún marco primario, en términos de algún marco

alternativo, de manera que ahora los participantes los consideran como algo

completamente distinto (Snow y Benford, 2006, pp. 85-86).

Por otra parte, el proceso mediante el cual los movilizadores otorgan significado

y crean sus propios discursos y la ruta a seguir se compone de tres momentos: los

marcos de diagnóstico, pronóstico y motivación.25 El primero se refiere a la

25 Se refiere a “los esfuerzos estratégicos conscientes realizados por grupos de personas en orden a forjar formas compartidas de considerar el mundo y a sí mismas que legitimen y muevan a la acción colectiva” (McAdam et

al., 1999, p. 27).

MARCO TEÓRICO

31

identificación de un problema y la atribución de la responsabilidad (Snow y Benford,

2006, p. 88). Mientras que el de pronóstico establece qué hacer y quién tendría que

hacerlo, los objetivos, tácticas y estrategias a seguir (Hunt et al., 1994: 228).

Sin embargo, estos dos procesos son necesarios, pero no suficientes para llegar a

la acción, pues se requiere un tercero: el marco generador de motivación, es decir,

establecer la justificación en favor de una causa. Este marco “implica un proceso de

construcción social y el reconocimiento de los motivos e identidades de los

protagonistas. Estas identidades y motivaciones compartidas a su vez sirven de impulso

para la acción colectiva” (Hunt et al., 1994, p. 229).

Este proceso de enmarcado es útil para estudiar la conformación de los

movimientos sociales a través del tiempo, los cambios en su gestación y la construcción

de los discursos que abanderan sus causas, así como los aliados con que cuentan y el

cambio en las relaciones con ellos, en diferentes niveles y no sólo vistos como grupos

homogeneizados. Por otra parte, una dimensión más del proceso de enmarcamiento es

la creación de los campos de identidad.

La identidad, concepto que ya se ha referido antes, no sólo ayuda a los

movimientos sociales a construir y presentar las características del nosotros, sino que

también permite delinear quiénes son los otros, los que están fuera del movimiento, los

antagonistas y los interlocutores. Dentro del modelo de los marcos de acción, se han

definido tres campos de identidad:26

-Los protagonistas

Caracterizados a partir de una serie de significados atribuidos a la identidad de los

individuos y grupos destinados a convertirse en los defensores de la causa del

movimiento (Hunt et al., 1994, p. 231).

26 Los campos de identidad se forman en la intersección de los marcos de referencia y “las definiciones intersubjetivas de la “realidad” que formulan los actores de los movimientos” (Hun t et al., 2006, p. 166).

MARCO TEÓRICO

32

-Los antagonistas:

Se trata de las atribuciones de identidad a individuos y grupos que se oponen al

movimiento. Esas atribuciones incluyen las declaraciones sobre los contramovimientos,

las organizaciones antimovimientos, instituciones hostiles, el sector del público con el

que no se puede contar y algunos agentes de control social (Hunt et al., 1994, p. 237).

-Las audiencias

Es el concepto que se aplica a los conjuntos de atribuciones de identidad a individuos y

grupos a los que se supone imparciales o bien observadores no comprometidos, y que

pueden reaccionar antes las actividades del movimiento, o informar sobre ellas a otros.

Ese campo está integrado por las organizaciones afines al movimiento, lo medios de

comunicación, las élites de poder, los seguidores marginales, los simpatizantes y la

gente de la calle (Hunt et al., 1994, p. 240).

Una última consideración respecto a la definición de los campos de identidad y

de los procesos de enmarcado, se refiere a los marcos delimitadores. Es decir, los límites

en la construcción de las etapas del enmarcado y la definición de los actores (internos y

externos), “que están condicionados y constreñidos por las interpretaciones que hacen

los actores de los movimientos sobre los asuntos internacionales, o por aquellas que se

refieren a su movimiento y a otras organizaciones sociales” (Hunt et al., 1994, p. 234).

En suma, los marcos de acción colectiva son útiles en el análisis de los

movimientos sociales, en la medida en que permiten entender su gestación y devenir,

permiten explicar la manera en que se configuran y moldean discursos, y el proceso por

el cual los mismos movimientos sociales ayudan a transformar significados sobre una

situación concreta de la realidad.27

27 “[L]a definición y presentación de los fines que les son comunes a los movilizados no necesariamente antecede a las protestas. Más aún: no siempre se trata de una alternativa o una propuesta articulada para revertir lo hasta entonces incuestionado o lo normativamente válido. No pocas veces los movimientos construyen y modifican sus objetivos durante el transcurso de las movilizaciones; y, la mayoría de las veces, tal proceso les confiere sus principales rasgos a los movimientos” (Guerra, 2007, p. 77).

MARCO TEÓRICO

33

Mirar movimientos sociales echando mano de la teoría de los marcos de acción

colectiva ayuda a visualizar éstos en momentos distintos,28 es decir, dependiendo de los

intereses propios del investigador, permiten realizar estudios sincrónicos y diacrónicos

de los movimientos sociales. Por último, los marcos de acción colectiva son el puente

entre el orden macrosocial y el microsocial, analizándolos en conjunto y como

complemento a las estructuras de oportunidades políticas, una comunidad movilizada

puede dar cuenta de que lo ocurre a su interior es una manifestación de un orden mayor,

del cual su propia movilización se nutre, inserta y transforma. Así, en el caso de

Capulálpam donde se observa que en el proceso de oposición a la minería que ha

llevado a cabo, ha echado mano de discursos regionales de la Sierra Norte de los cuales

ha nutrido su movilización, así como también del ámbito estatal. Además, del marco

más amplio de movilizaciones en contra de la minería no sólo en México, sino también

en América Latina.

Por otro lado, el concepto de multiescalaridad del que se echará mano en esta

investigación es de vital importancia debido a la naturaleza de los casos de protesta

antiminería, ya que en ellos se reproducen prácticas y mecanismos que operan más allá

de las fronteras de las comunidades, tales como el dinamismo de la economía

internacional, la puesta en práctica de proyectos ejecutados por empresas

transnacionales y, en ocasiones, el alineamiento de las políticas públicas con los intereses

económicos globales, aristas que, desde la teoría propuesta no son operacionalizables

por la teoría propuesta.

Dicho concepto fue retomado de Sassen (2007), en cuya obra se llama a repensar

los procesos que reconocemos como globales, cuyos efectos y causas podrían originarse

y/o sentirse en niveles regionales y locales:

[E]s posible afirmar que el estudio de lo global no se limita a aquellos fenómenos

que se dan de manera explícita en escala global. También es necesario un análisis

28 “La bandera de los movilizados, sus símbolos y razones para manifestarse se encuentran en un proceso de incesante construcción y redefinición a lo largo del tiempo y en espacios distintos” (Guerra, 2007, p. 87).

MARCO TEÓRICO

34

de las prácticas y de las condiciones locales que se articulan con la dinámica

global, así como un examen de la multiplicación de conexiones transfronterizas

entre localidades donde se dan ciertas condiciones recurrentes como la violación

de los derechos humanos, los problemas ambientales, la movilización

comunitaria en torno de ciertas causas, etc. Asimismo, este estudio implica

reconocer que, en realidad, en gran medida los fenómenos de escala global —

como el mercado de capitales— se encuentran insertos parcialmente en espacios

subnacionales y funcionan entre prácticas y formas organizativas pertenecientes

a varias escalas (2007, pp. 29-30).

Aplicado al contexto de conflictos por actividades extractivas, la dinámica entre

“lo global” y “lo local” se presenta como un proceso en el que se cristalizan, por un lado,

alianzas entre empresas transnacionales y Estados (en sus diferentes niveles), que

promueven un determinado modelo de desarrollo; y, por otro, resistencias provenientes

de las comunidades locales, que cuestionan tal modelo, y reclaman su derecho a decidir

en función de otras valoraciones (Svampa, 2012, p. 20; Svampa et. al., 2009, p. 33). Para

términos de la presente investigación se echa mano de dicho concepto para señalar que

algunas políticas que tienen efectos en la cotidianidad, a nivel local, se han gestado en

un ámbito más internacional, no sólo a nivel de los estados nacionales, sino en la relación

de éstos entre sí y con otros intereses, como capitales privados.

Para finalizar este apartado es necesario hacer explícito que la propuesta teórica

trípode (TMR-oportunidades políticas-marcos de acción) que aquí se plantea apunta

hacia un análisis integral del movimiento social en contra de la minería del que esta

investigación se ocupa. Dichos elementos permitirán ofrecer una lectura distinta a la que

se encuentra en la mayor parte de los trabajos que han estudiado a Capulálpam, pues el

análisis que aquí se propone busca re-significar el proceso de oposición, los actores, las

organizaciones que apoyaron sus demandas y los aliados, a la luz de procesos más

globales, intentando tender puentes entre el ambiente internacional y el local.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

35

CAPÍTULO II. DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA: CAPULÁLPAM DE MÉNDEZ Y LA

MINERÍA EN UN CONTEXTO INTERNACIONAL

¿Dónde estaríamos los pobres hombres si no existiera la Tierra fiel?

¿Qué tendríamos si no tuviéramos esta belleza y bondad?

¿Dónde estaría yo si no pudiera estar aquí?

Aquí lo tengo todo, y en otra parte no tendría nada.

Robert Walser, El paseo.

En el presente capítulo, con el objetivo de dotar de mayores elementos explicativos al

caso, se elabora un panorama del desarrollo de la minería en América Latina. Se parte

de la premisa de que la oposición a la minería en Capulálpam de Méndez es

manifestación de un proceso económico-político más amplio con manifestaciones

locales, tal como la experiencia de esta comunidad oaxaqueña. Posteriormente, como

parte de este mismo proceso y con el objetivo de dimensionar de qué manera el Estado

mexicano dio apertura a la minería en el país, se estudia el marco normativo y la política

económica que adoptó México en el contexto de un auge minero regional

latinoamericano.

En cuanto a la presentación del caso se refiere, el presente capítulo describe de

manera muy general el proceso de oposición que llevó a cabo este poblado serrano

oaxaqueño. Es decir, el énfasis se centra en los recursos de los que echaron mano los

habitantes del lugar: bloqueos, demandas ante instancias federales, denuncias en

medios de comunicación, organización de foros, enlace con otras comunidades que

también se oponían a la práctica de minería en su territorio, apelación a actores políticos.

Se trata de apuntar hacia aspectos que en otros trabajos que han estudiado el mismo

caso sólo han sido enunciados, sin darle mayor significación a los elementos de los que

echó mano Capulálpam para lograr en 2007 el cierre temporal de la mina y la suspensión

definitiva de ella diez años después.

Por su parte, el último apartado de este capítulo, siguiendo la premisa principal

que lo rige, está orientado a visibilizar la influencia e importancia de la región en que

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

36

esta comunidad se encuentra localizada: la Sierra Norte, en específico la Sierra Juárez,

de Oaxaca. En él se delinean algunos elementos clave de explicación que permiten

visualizar la importancia de la cultura desarrollada en torno a la defensa y cuidado de

los recursos naturales, la diversificación de las actividades económicas basadas en el

mantenimiento del entorno y la valoración de la cotidianidad y organización que se

practica en la mayoría de los municipios oaxaqueños, aunque en el caso de la Sierra

Juárez se han retomado como recursos de lucha y oposición a proyectos económicos

externos.

II.1. En el umbral del siglo XXI: minería en un contexto internacional

Estudiar un caso de oposición a la minería de manera aislada, sin aludir al contexto en

el cual se inscribe, no permitiría entender cómo se originó el conflicto ni aquellos

elementos que derivaron en la oposición a la minería de una comunidad en su territorio,

ni mucho menos de qué forma se llevó a cabo dicho proceso. De hecho, como afirman

algunos autores (Svampa, 2012; Machado, 2011) y en consonancia con ellos, se parte del

supuesto de que la resistencia y oposición a las actividades extractivas tienen un carácter

multiescalar y sólo bajo esta característica es posible comprender la gestación de

conflictos que contraponen a comunidades locales y empresas, la mayoría de las veces,

transnacionales.

En este sentido, es necesario realizar una aproximación a la economía

internacional, específicamente en materia de minería. Si bien para el caso de América

Latina los estudios que se han elaborado desde el enfoque de la ecología política trazan

una genealogía del impacto minero desde el siglo XVI, con la dinámica instalada a partir

del arribo de los españoles al territorio que se llamaría América hasta la actualidad, en

la presente investigación se colocara el énfasis en los cambios que se gestaron en la

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

37

década de los noventa del siglo XX, pues fue durante esa época cuando se inició el orden

económico que delinea al actual.29

A reserva de que en el siguiente apartado se estudie con mayor detenimiento la

legislación minera mexicana, es preciso señalar que desde los años noventa se han

modificado diferentes leyes, reglamentos y códigos en distintos países de América

Latina, entre ellos México, Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú (Berríos, 1997, p. VIII), con

la finalidad de “atraer inversiones extranjeras hacia la gran minería” (Saade, 2013, p. 9).

Dichos cambios se alinearon con la tendencia generalizada de una mayor apertura de

mercado, mayor influencia de capital privado, y una menor participación “empresarial

del Estado, así como una flexibilización de las condiciones de tratamiento al capital

extranjero en la explotación de los recursos naturales, en el marco de una revalorización

de las ventajas comparativas de la minería regional a raíz de los cambios tecnológicos

que se produjeron en los últimos decenios” (Berríos, 1997).

Es decir, la apertura en el ámbito minero a inversiones extranjeras, fue sólo un

efecto de una tendencia más general de la economía latinoamericana que se abrió en

otros rubros: agricultura de monocultivo y agroindustria son ejemplo de ello (Machado,

2011, p. 163). Para algunos autores, el modelo que adoptaron los países latinoamericanos

obedeció a la búsqueda de soluciones ante el descrédito del sector público durante los

años ochenta,30 en la cual el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI)

tuvieron un papel protagónico en la definición de políticas económicas encaminadas a

29 Aunque para algunos autores el origen del auge minero se ubica en “la crisis y recomposición del esquema de dominación y acumulación global ocurrido hacia los setenta; crisis que, precisamente, tiene por epicentro —y que, en lo sucesivo, pone como eje clave de las disputas geopolíticas— el dominio y control sobre los recursos naturales” (Machado, 2011, p. 151). Aunque, a diferencia de los noventa, durante aquella década las grandes inversiones en el sector minero fueron realizadas por empresas estatales (Sánchez et. al., 1999). Asimismo, fue en la década de los setenta, como resultado de haber notado la aceleración en el uso de recursos naturales como materias primas, cuando comenzaron a realizarse distintos foros internacionales con el objetivo de concientizar sobre los riesgos de la degradación ambiental y plantear estrategias diversas encaminadas hacia su cuidado (Gasca et. al., 2010). 30 Durante la década de 1980 la inversión de capitales en América Latina se posicionó en un saldo negativo de 176, 100 millones de dólares, mientras que de 1991 a 1998 se observó un saldo positivo de 132, 870 millones de dólares (Sánchez et. al., 1999, p. 8).

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

38

remediar dicha crisis, lo que buscaron fue “ofrecer al capital extranjero un entorno de

estabilidad económica a través de políticas de rigor fiscal y de estabilidad monetaria y

cambiaria y un marco legal favorable a la entrada de capitales” (Sánchez et. al., 1999, p.

8; Svampa, 2012), es lo que se conoce como el consenso de Washington.31

Este esquema de medidas neoliberales sentó “las bases normativas y jurídicas

que permitieron la actual expansión del modelo extractivista, garantizando ‘seguridad

jurídica’ para los capitales y una alta rentabilidad empresarial, que en líneas generales

serían confirmadas —con sus variaciones específicas— durante la etapa de los

commodities” (Svampa, 2012, p. 18). Por lo que, en el panorama que se articuló en torno

al consenso de éstos, se instituyeron “reglas que suponen la aceptación de nuevas

asimetrías y desigualdades ambientales y políticas por parte de los países

latinoamericanos en el nuevo orden geopolítico” (Svampa, 2012, p. 18).

Es decir, luego de la implementación de las medidas económicas que se llevaron

a cabo como consecuencia del neoliberalismo, durante los siguientes años se fue

constituyendo un modelo económico en el que América Latina cumple hasta la fecha,

entre otros papeles en la economía mundial, un rol primordial como proveedor de

materias primas, el cual lleva a la explotación de recursos naturales no renovables, sobre

todo en territorios antes considerados como improductivos, lo que “contribuye a

agravar aún más el patrón de distribución desigual de los conflictos sociales y ecológicos

entre, por un lado, los países del centro y las potencias emergentes y, por otro lado, los

países periféricos” (Lamberti, 2014, p. 99).

En este contexto es posible explicar el alza posterior de los metales como

“sostenido por el boom de los precios internacionales de las materias primas y los bienes

31 El término fue acuñado por el economista británico John Williamson en un texto publicado en 1989, en el cual se hacía referencia a las políticas económicas delineadas por organizaciones con sede en Washington (Banco Mundial, FMI, el gobierno y reserva de Estados Unidos). Dichas políticas se centraron en “la lucha contra el déficit público por la vía de reducción del gasto, las reformas para reducir la progresividad impositiva, la privatización de empresas públicas, la liberalización del comercio y de los mercados de capitales a nivel internacional, la minimización de las condiciones a la entrada de inversión extranjera directa y la desregu lación de los mercados laborales internos, entre otras” (Bidaurratzaga, 2013).

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

39

de consumo, demandados cada vez más por los países centrales y las potencias

emergentes” (Svampa, 2012, p. 16), de las cuales, China se ha colocado como el mayor

receptor de materias primas latinoamericanas de exportación (Saade, 2013, p. 53). En

este sentido, Svampa (2012, p. 17) menciona que

hacia 1990 China representaba tan sólo un 0.6% del comercio exterior total de

América Latina, en 2009, ya alcanzaba el 9.7%. Este crecimiento fue en

detrimento de Estados Unidos, los países de UE [Unión Europea] y Japón.

Actualmente, China es el segundo socio comercial de región […] Así, para el año

2009 las exportaciones de cobre, hierro y soja representaban el 55.7% de las

exportaciones totales de la región al país oriental.

En este sentido, y además del cambio de la normatividad que ha buscado otorgar

mayor protagonismo a la inversión privada extranjera descuidando otros rubros, tales

como el ambiental y la posesión del territorio, se ha generado un escenario de múltiples

conflictos en Latinoamérica entre comunidades, empresas y gobierno. En el siguiente

apartado se caracterizará, de manera general, el patrón de choques entre la práctica de

minería y las comunidades que no están de acuerdo con ella.

II.1.1. Impactos locales: movimientos en contra de la minería

Desde los primeros años del siglo XXI se manifestaron distintos problemas alrededor de

la práctica de actividades extractivas. Algunas de las causas más comunes por las que

se inician conflictos son el impacto ambiental, la violación de los derechos humanos, los

problemas territoriales relacionados con no consultar a las comunidades y el

incumplimiento de las políticas de responsabilidad corporativa social (Saade, 2013, p.

35).

De acuerdo con datos del Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina

(OCMAL), los países que registran mayor número de problemas y reclamos, de acuerdo

con las denuncias que en él se realizan, hacia las actividades extractivas son: México con

43 conflictos, seguido de Chile con 42, Perú con 39, Argentina con 29, Brasil con 26,

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

40

Colombia con 14 y Bolivia con 9. En la Figura 1 se pueden observar las cifras de otras

latitudes latinoamericanas con conflictos por minería en su territorio:32

Figura 1. Gráfico de conflictos por minería en América Latina

Fuente: Elaboración propia con base en OCMAL (2018)

Sin embargo, cabe señalar que los datos anteriores sólo son una aproximación,

pues se trata de información que responde únicamente a los casos documentados y,

dentro de éstos, no dejan ver la dimensión ni implicaciones de cada conflicto. En este

sentido, podrían haber más que no estén registrados en la base de datos del OCMAL. A

pesar de esto, dichas cifras permiten contar con un panorama sobre la situación de

América Latina en torno a la minería y los desacuerdos de las comunidades frente a esta

actividad, además de que, debido al funcionamiento de construcción del mapa de

32 No obstante, hasta el año 2013 Perú y Chile se habían posicionado con el mayor número de conflictos registrados en su territorio, es decir se contabilizaron 33; mientras que en México 26 y en Colombia 12 (Saade, 2013, p. 33).

1 1 1 1 2 2 3 3 5 7 7 7 9 1014

2926

3942 43

05

101520253035404550

MER

OD

EC

ON

FLIC

TOS

PAÍS

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

41

conflictos —mediante denuncias—,33 éste se convierte también en un indicador de la

organización y sensibilización en torno a la oposición minera en distintas latitudes.34

Uno de los casos más documentados y que cobró gran significado en

Latinoamérica es la experiencia de la comunidad de Esquel, ubicada en la provincia de

Chubut, en Argentina. De hecho, para Marín (2009), la marcha que se realizó en esta

comunidad en 2002, se trató del momento fundacional de una “red de redes, que fue

conformada en el territorio pero también en el espacio cibernético un neomapa de la

Argentina contra o antiminera” (Marín, 2009, p. 184), construyendo uno de los blogs con

mayor contenido de denuncias de comunidades contra la minería, ya no sólo de

Argentina, sino de varios países más de América Latina.35

La importancia del caso de Esquel recae en que logró articular distintas

comunidades afectadas por proyectos de extracción minera mediante una red que se

construyó en dos planos: el virtual y el físico, los cuales promovieron una difusión del

caso, pero también un afianzamiento del no a la mina dentro del propio territorio de

Esquel. Así, a decir de algunos autores, “[a] raíz de su situación red, un asamb leísta

esquelense puede establecer relaciones de mayor proximidad con un campesino

peruano de Tambogrande en su lucha contra la minería, que con un vecino de su misma

ciudad que haya optado por el sí [a la minería]” (Weinstock, 2006, p. 16). Además, la

33 El mapeo de los conflictos por minería se construye a partir de las denuncias que se realizan en la misma página de internet del OCMAL. Si bien no se explica como tal su metodología, al visitar su sitio web se ofrece la posibilidad de reportar algún conflicto. Los datos que se solicitan, además de información personal de quien realiza la denuncia, son el país del conflicto, el nombre del proyecto minero, la empresa involucrada y una descripción general de la situación. 34 Sobre los esfuerzos que algunos académicos están realizando en torno al mapeo de conflictos y la importancia que le otorgan, puede revisarse la entrevista realizada a Joan Martínez Alier (Gorostiza, 2014). 35 Se trata de la página llamada “No a la mina Esquel” en la cual se consigna información sobre movilizaciones, organización ciudadana y oposición a la minería de Argentina y otros países latinoamericanos. Este tipo de sitios denotan una colaboración que va más allá de las fronteras y se concentra en los problemas en común de distintas comunidades y se alinea con lo que Hopenhayn (2001) llama la sociedad de la información: “un mundo cada vez más descentrado y que se basa en redes, en el cual las demandas depende menos del sistema político que las procesa y más de los actos comunicativos que logran fluir por las redes múltiples el ejercicio de la ciudadanía […]. Se puede reclamar y agitar las banderas en microgrupos conectados a una audiencia mundial por Internet, teléfonos, correo electrónico o cualquier otro medio que vaya de lo local a lo global a la velocidad de la luz y sin censura”.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

42

experiencia de Esquel se posicionó como una referencia para comunidades posteriores

que se movilizaron en contra de la práctica de minería en su territorio.

Por su parte, en México se han registrado conflictos por minería desde la década

de 1990, tales como el caso de ejidatarios de Mexicali, Baja California, denunciando la

apropiación de sus tierras y contaminación de ellas por parte de la minera Real de los

Ángeles (OCMAL, 2018), o en 1999, los casos de los municipios de Molango, Lolotla,

Xochicoatlán en contra de la contaminación de la minera Autlán en Hidalgo y Santa

María de Zaniza en la Sierra Sur de Oaxaca (OCMAL, 2018). No obstante, un caso

emblemático por sus características y difusión fue el de la oposición a la Minera San

Xavier, en San Luis Potosí, el cual logró articular una movilización conformada por

organizaciones sociales locales, nacionales e internacionales.36 De hecho, la oposición a

la minería en México se evidenció desde finales de la década de los noventa con el caso

del Cerro de San Pedro y la minera San Xavier, en San Luis Potosí, y se logró articular

una mayor organización cristalizada en 2008 con la constitución de la Red Mexicana de

Afectados por la Minería (REMA).

Podríamos citar distintas experiencias de oposición a la minería a nivel regional

en Latinoamérica, sin embargo, para fines del presente trabajo, sólo se enunciará el

camino que, de manera general, con el paso del tiempo y a través de distintas

experiencias se ha ido construyendo para hacer frente a las actividades extractivas en

distintas latitudes, de tal forma que “las acciones presentan un carácter defensivo,

iniciándose con reclamos puntuales. […] [E]n la misma dinámica de lucha de esos

movimientos tienden a ampliar temas, como el cuestionamiento al modelo de desarrollo

predominante y la exigencia de la desmercantilización de aquellos bienes considerados

comunes” (Svampa et. al., 2009: 45).

Es decir, se puede decir que en las experiencias de oposición a la minería, se ha

configurado un patrón que se adapta a las características de cada lugar, aunque de

36 Puede encontrarse mayor información sobre este caso en Lamberti (2014).

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

43

manera general se trata de una defensa por el cuidado de los recursos naturales como el

agua, el suelo, los bosques y por la salud de los pobladores que viven cerca de donde se

ha instalado alguna minera y de los trabajadores de ellas, estando en contra de los

impactos negativos sociales y en el ambiente e, incluso, exigiendo otra forma de vivir

que no sea aquel regido por el económico y político neoliberal.37 Otra característica

importante de los movimientos en contra de la minería en América Latina es el apoyo

que se ha ido constituyendo más allá de las fronteras de los países, estableciendo

contacto entre distintas comunidades (nivel local) de la región.

II. 1.2. Actividades mineras y su legislación en México

Como ya se mencionó, en 1992 se llevó a cabo una serie de reformas y publicación de

leyes encaminadas a la apertura económica hacia capitales privados y, particularmente,

extranjeros. De tal forma, el 26 de junio de ese año se promulgó la Ley Minera que sigue,

aunque con algunas modificaciones posteriores, rigiendo esta actividad económica

(FUNDAR, 2017, p. 17). De la misma manera, la reforma realizada también en ese año

al artículo 27 constitucional es un parteaguas en la regulación para disponer del

territorio, la cual, le quitó al régimen ejidal su carácter inalienable, imprescriptible e

inembargable, es decir, por primera vez en la historia del país desde el reconocimiento

de dicho régimen de propiedad, se permitía que tierras ejidales pudieran ser vendidas,

37 Por ejemplo, la “Declaratoria del Encuentro de Pueblos de Mesoamérica: Sí a la Vida, No a la Minería”, publicada el 21 de enero de 2013, en la que se lee: “Actualmente vivimos bajo un modelo económico y político basado en el despojo y la extracción acelerada de nuestros bienes comunes como los minerales, agua, bosques, petróleo, aire, gas, carbón, conocimientos, a través del despojo y mercantilización de nuestros territorios ancestrales./ Bajo la imposición de este modelo extractivista, los pueblos herederos de Mesoamérica luchamos contra un proceso hegemónico trasnacional de destrucción de nuestras propias estructuras sociales, económicas, políticas y culturales […]. Por la defensa de la vida, nuestros espacios sagrados, nuestros bosques, ríos, montes, manantiales y nuestros hijos e hijas, EXIGIMOS: -Cambiar el modelo económico y político actual que permite la depredación de los territorios. Así como un cambio en la política autoritaria, colonial, militar y patriarcal ejercida por los gobiernos. El respeto a las decisiones de los pueblos deberá ser parte fundamental en una nueva relación con los estados-gobiernos. Esto significa el ejercicio del derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas, campesinos y rurales. -La cancelación de todos aquellos proyectos mineros donde las comunidades están en desacuerdo con el modelo extractivista en la región mesoamericana.” Puede leerse el documento completo en el siguiente enlace: http://endefensadelosterritorios.org/2013/01/21/declaratoria-encuentro-de-pueblos-de-mesoamerica-si-a-la-vida-no-a-la-mineria/ [Consultado el 12 de diciembre de 2016]

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

44

arrendadas o hipotecadas, lo que promovió que se facilitara la posesión de territorios

que anteriormente no podían ser comprados o concesionados por o a empresas de

capital privado. En otras palabras, con la reforma al artículo 27 se buscó “limitar las

formas de propiedad colectivo-ejidales con el objetivo de incorporar ese volumen de

tierra a las leyes del libre mercado” (FUNDAR, 2017, p. 17).

Por otra parte, uno de los artículos clave de la Ley Minera de 1992 es el 6°, pues

otorga a la minería prioridad respecto a otras actividades:

la exploración y explotación y beneficio de los minerales o sustancias a que se

refiere esta Ley son de utilidad pública, serán preferentes sobre cualquier otro

uso o aprovechamiento del terreno, con sujeción a las condiciones que establece

la misma, y únicamente por ley de carácter federal podrán establecerse

contribuciones que graven estas actividades (Ley Minera, 1992).

Es decir, la ley no provee a las comunidades que habitan territorios susceptibles

de exploración y explotación minera del derecho a participar en el proceso de toma de

decisiones sobre el uso del espacio, mismo que la legislación prioriza para la

reproducción del capital y no para la reproducción social. Las implicaciones de lo

anterior no son menores, pues sobre ellas subyacen los conflictos que surgen ante la

oposición de los habitantes de territorios concesionados a actividades mineras, los

cuales tienen de trasfondo la falta de información sobre los proyectos que se realizarán

en sus territorios, los pocos canales que las comunidades tienen para hacer escuchar sus

desacuerdos y, básicamente, el despojo de las formas de vida y sustento que conocen o

han desarrollado como alternativas a la minería.

Por otro lado, los artículos 10° y 11° regulan el régimen de concesiones mineras.

En 1992, en ambos se leía que se otorgarían concesiones a personas físicas de

nacionalidad mexicana o con domicilio legal en el país, en el caso de tratarse de alguna

sociedad, y se tendrían que tramitar en dos procesos diferentes los permisos para

explorar y explotar:

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

45

Artículo 10°. La exploración y explotación de los minerales o sustancias materia

de esta Ley sólo podrá realizarse por personas físicas de nacionalidad mexicana,

ejidos y comunidades agrarias y sociedades constituidas conforme a las leyes

mexicanas, mediante concesiones mineras otorgadas por la Secretaría. Las

concesiones mineras serán de exploración y explotación.

Artículo 11. Se consideran legalmente capacitadas para ser titulares de

concesiones mineras las sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas:

I. Cuyo objeto social se refiera a la exploración o explotación de los minerales o

sustancias sujetos a la aplicación de la presente Ley;

II. Que tengan su domicilio legal en la República Mexicana, y

III. En las que la participación de inversionistas extranjeros, en su caso se ajuste

a las disposiciones de la ley de la materia (Ley Minera, 1992).

No obstante, en 1996 el artículo 11° fue reformado, suprimiendo el segundo

párrafo, lo que permitió abiertamente la inversión de empresas mineras extranjeras en

el país sin tener que contar con un domicilio físico en México. Con esta reforma también

se daba paso a la regulación de los minerales por parte del libre mercado (Lamberti,

2011, p. 312): “las concesiones se otorgarán a quien acredite el cumplimiento de los

requisitos que se prevean en las bases y presente la mejor propuesta económica, para lo

que se tomará en consideración, exclusivamente, la contraprestación económica y prima

por descubrimiento ofrecidas”. Por otra parte, en 2005 se reformó el artículo 10°, con los

cambios se otorgaba una sola concesión que permite explorar y explotar (FUNDAR,

2017, p. 18).

Aunado a este esquema de cambios en la legislación minera nacional o, más bien,

en consonancia con el ambiente de la época, la entrada en vigor del Tratado de Libre

Comercio de América del Norte (TLCAN) y, con él, la Ley de Inversión Extranjera dio

una mayor apertura de la industria minera del país a capital extranjero, convirtiendo a

México, además de por su gran riqueza mineral, en uno de “los nuevos destinos en

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

46

América Latina atractivos para las compañías mineras extranjeras” (Saade, 2013, p. 11).

De tal suerte que antes de la firma del TLCAN, la minería representaba para la economía

mexicana el 0.72% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que para el 2016 el sector

minero subió a un 4% del PIB (FUNDAR, 2017, p. 17).

En este sentido, en una fuente distinta se señala que de 1990 al 2010, la minería

representó un ingreso del 0.15% al 0.39% del PIB (Saade, 2013, p. 13). No obstante,

durante la crisis de 2008-2009 hubo un decremento de las tasas de crecimiento de la

minería, teniendo en 2008 un 6,3 % (en 2005, desde la década de los noventa, se alcanzó

8.9%), mientras que para el 2011 y 2012 se registró un crecimiento del 9.5% (Saade, 2013,

p. 15). Aunque los datos puedan diferir en cierto grado, en ambas fuentes se pone en

evidencia el auge de la minería en el país y, de alguna manera, también manifiestan la

importancia de los cambios en la legislación y sus repercusiones en el ámbito

económico.38

Ahora bien, es necesario señalar que el sector minero no está regulado

únicamente por la Ley Minera, sino que está sujeto a otras leyes como la Ley General

del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), la Ley General de

Bienes Nacionales, la Ley Agraria, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral

de los Residuos, la Ley de Aguas Nacionales y la Ley Federal de Derechos (López y

Eslava, 2011, p. 5). En materia ambiental, es la LGEEPA el documento que se encarga de

regular que se realice la remediación y/o reparación de las zonas contaminadas, en este

caso, por actividades derivadas de la minería, sin embargo, en la práctica lejos se está

de que se cumpla al 100% lo que plantea la ley.39

38 En lo que se refiere a las concesiones de territorio a la minería, hacia el 2010 el 28.58 % del total del territorio mexicano se otorgó a empresas mineras, “la mayoría de capital transnacional, y en gran número canadienses, pero también australianas, norteamericanas, peruanas, rusas, sudafricanas, brasileñas, chinas y chilenas” (López, B., 2017). 39 Por ejemplo, el caso más reciente y uno de los más graves de contaminación por minería de los últimos años es el del río Sonora, en el cual, en agosto de 2014, la empresa Buenavista del Cobre derramó más de 40 mil metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre a su afluente, el río Bacanuchi. Sin embargo, hasta la fecha este desastre ambiental no ha sido completamente reparado ni en remediación, ni en el pago de las multas correspondientes (FUNDAR, 2017, p. 19).

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

47

Por lo que se refiere en materia de agua, el panorama no es muy distinto, pues la

mayoría de las concesiones que se han otorgado durante las últimas décadas en buena

parte de los estados del país se encuentran sobre mantos acuíferos (FUNDAR, 2017, p.

20).40 Ahora bien, la regulación en este sentido también favorece la minería respecto a

otras actividades:

[l]a fracción VI del Artículo 19 de la Ley Minera establece que las concesiones

mineras confieren el derecho a aprovechar las aguas provenientes del laboreo de

las minas para la exploración o explotación y beneficio de los minerales o

sustancias que se obtengan. En concordancia, el artículo 124 del reglamento de

la LAN [Ley de Aguas Nacionales] define que se entiende por aguas

provenientes del laboreo de las minas aquéllas del subsuelo que necesariamente

deban extraerse para permitir la realización de obras y trabajos de exploración y

explotación. Por su parte, el artículo 224 de la Ley Federal de Derechos (LFD)

define que no se pagarán por las aguas que “pasen, broten o aparezcan en el

laboreo de las minas” (FUNDAR, 2017, p. 20).

Por otra parte, en cuanto al impulso en materia de minería durante los años de

mayor efervescencia y movilización en el caso de Capulálpam se refiere, en los planes

de desarrollo que presentaron los presidentes Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón

(2006-2012) poco se observa una apuesta a la industria minera como estrategia para

modificar el desempeño deficiente de la economía mexicana (Plan Nacional de

Desarrollo, 2001-2006). Recordemos que las administraciones que el caso abarca fueron

resultado de una alternancia en el gobierno de 70 años del partido hegemónico, el

Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el Partido Acción Nacional (PAN), lo que

promovió un cambio sustancial respecto a las administraciones pasadas.

40 Chiapas, Colima, Oaxaca, Jalisco Durango, Zacatecas, Sinaloa, San Luis Potosí y Sonora están en dicha situación.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

48

En el caso del Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 sólo se hace una mención a

la minería, priorizando las pequeñas empresas aunque sin detallar las estrategias a

seguir:

En el sector minero se fomentará un mejor aprovechamiento de los recursos,

mediante el perfeccionamiento del marco normativo y la aplicación de

programas de apoyo técnico y financiero para facilitar la identificación de

nuevos yacimientos minerales, para diversificar la producción y para

incrementar la competitividad de las empresas mineras, principalmente las de

menor tamaño (Plan Nacional de Desarrollo, 2001-2006)

Mientras que en el Plan presentado por Felipe Calderón no hay alusión alguna a

las actividades mineras. Por el contrario, llama la atención la manera en que prioriza el

medio ambiente, su cuidado y promoción de un uso sustentable de los recursos

naturales para el desarrollo de sectores hasta entonces marginados y no tenidos en

cuenta. De hecho, en él se contraponen las actividades extractivas, entre otras, con los

beneficios que el cuidado del ambiente ofrece, por lo que busca promover una

administración más coordinada entre distintas dependencias que atienden temas

diversos en los diferentes niveles:

El cambio de uso de suelo para la expansión de la superficie agropecuaria, así

como para actividades extractivas e infraestructura, a expensas de la vegetación

natural, son variables importantes en el proceso de deforestación. Por este

motivo, es fundamental la coordinación intersectorial para la formulación de

políticas sustentables de desarrollo que disminuyan la degradación de los

ecosistemas forestales y, por tanto, los bienes y servicios que proporcionan (Plan

Nacional de Desarrollo, 2007-2012)

La propuesta de Calderón seguía la línea que colocaba a los recursos naturales

como elemento central en el desarrollo económico del país que venía desde el gobierno

de Fox:

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

49

Sin embargo, la enorme riqueza natural de México ha sido utilizada en forma

irracional al seguir un modelo de crecimiento económico basado en una continua

extracción de los recursos naturales por considerarlos infinitos y por suponer

que el entorno natural tiene la capacidad de asimilar cualquier tipo y cantidad

de contaminación. Esta actitud ha resultado en una severa pérdida y

degradación de nuestros recursos y del entorno natural, porque la estrategia de

desarrollo económico no ha sido sustentable. De no revertirse esta tendencia en

el corto plazo, estará en peligro el capital natural del país, que es la base de

nuestro proyecto de desarrollo (Plan Nacional de Desarrollo, 2001-2006).

No obstante, fue durante los gobiernos panistas en los cuales se realizaron la

mayor cantidad de concesiones mineras vigentes. Aunque las cifras varían,41 pues hay

investigaciones que indican que durante ambas administraciones se concesionaron 51

millones 994 mil 312.7 hectáreas del territorio del país para la realización de actividades

mineras,42 mientras que en otros trabajos se indica que la cantidad de concesiones hasta

2016 asciende a poco más de 22 millones de hectáreas (FUNDAR, 2017), es interesante

notar que fue durante los gobiernos panistas cuando se otorgó la mayor cantidad de

territorio para llevar a cabo actividades mineras. En el caso de Oaxaca este proceso

comenzó claramente desde el 2002 sin ofrecer información a los poblados cuyo territorio

se había concesionado. Actualmente, el 5.2% del territorio oaxaqueño está concesionado

a proyectos mineros (FUNDAR, 2017), aunque en otras fuentes se indica que se trata del

7.78% del territorio del estado.43

En suma, después de este breve recorrido por la legislación que rige las

actividades mineras en México es posible debatir la afirmación de Vargas (2016, p. 137):

41 Debido a que las instancias gubernamentales que se encargan de registrar esta información (Secretaría de Economía, mediante el Sistema Integral de Administración Minera, y el INEGI) consignan datos distintos, los datos cambiarán dependiendo de dónde fueron tomadas las cifras. 42 “Un cuarto del país en poder de mineras extranjeras”, Érika Ramírez, Contralínea, 22 de enero de 2012. 43 “Dio economía 344 concesiones mineras en Oaxaca en 9 años”, de Octavio Asencio Vélez, en La Jornada, 16 de febrero de 2013.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

50

“[c]on un bajo costo se construye el paraíso minero, gracias a la negligencia y omisión

del Estado”, pues aseveraciones en ese sentido no permiten mirar el proceso de cómo el

propio Estado ha promovido, alineándose a una lógica regional, que las actividades

extractivas sean una de las principales actividades económicas para el país. Es decir, se

trata de lo contrario: de una promoción gestionada y regulada por el propio Estado, en

la cual, incluso la negligencia que ha cometido en casos de grave contaminación por

minería, se explica por este principio. Tampoco se trata de omisión, pues durante las

últimas décadas se han impulsado reformas a la legislación minera y de actividades

extractivas encaminadas a que México sea considerado como un buen destino para

recibir capitales extranjeros que inviertan en proyectos de extracción de metales.

II. 2. El caso: Capulálpam de Méndez

La experiencia de esta comunidad serrana se ubica como una consecuencia del proceso

de apertura del sector minero a la inversión extranjera que ha sido descrito en la sección

anterior. Si bien Capulálpam de Méndez había sido un poblado cuya historia estuvo

ligada a la minería como una manera de subsistencia (véase la Figura 3, en la que se

esquematiza la presencia de minería en territorio capulalpense), es a partir de los

primeros años de este siglo cuando en la comunidad comenzó a gestarse un profundo

sentido de oposición a la minería en su territorio, en aras del cuidado de su agua,

bosques y las actividades económicas que comenzaron a desarrollar y dependen de la

preservación de éstos. En el presente apartado se describirá a la comunidad de

Capulálpam de Méndez a partir de la relación que ha mantenido con la minería y,

posteriormente, de la organización que logró articular alrededor de la gestión de sus

bosques.

II.2.1. De la minería como cotidianidad a su rechazo

Hacia el último tercio del siglo XVIII la minería se instaló en terrenos de Capulálpam

como una de las principales actividades económicas, en torno a la cual se desarrolló la

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

51

vida cotidiana de sus pobladores. Desde la fundación de la primera mina, llamada la

Castresana, hasta finales del siglo XX la minería ha estado muy presente en la historia

del lugar (Figura 3). Actualmente también, pero la dinámica es otra: ya no se trata de la

principal actividad económica del pueblo, sino que se ha conformado una fuerte

oposición a la minería, aspecto que ha delineado la historia de esta comunidad en los

últimos años.

Precisamente, fue en territorio capulalpense (Figura 2) donde tuvo lugar la mina

más productiva de toda la región sur del país: la Natividad, la cual, “en su época de

mayor auge ocupó aproximadamente a 450 trabajadores. El promedio de éstos por mina

en el estado era de 50, y muchas minas empleaban aún menos”, sobre todo considerando

que se trata de una industria que no es intensiva en mano de obra (Sigüenza, 1996, p.

35). El impacto que tuvieron las actividades de esta mina es que configuró la economía

de la región, por ejemplo, en el caso de Capulálpam ésta se encargó de proveer la

madera y parte de la mano de obra a La Natividad (Sigüenza, 1996, p. 52).

Figura 2. Ubicación del municipio de Capulálpam de Méndez

Fuente: Retomado de Universidad de la Sierra Juárez (2014)

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52

Debido al auge económico de esta mina, en 1939 se nombró como municipio libre

a la Natividad, un poblado que se constituyó completamente alrededor de la minería,

conformado por habitantes mineros de otras zonas del país, principalmente de Pachuca

y Zacatecas. No obstante, para Capulálpam este municipio no tiene legitimidad, pues

se encuentra sobre su territorio y, de hecho, en algunos momentos los pobladores de

ambos municipios han tenido un par de conflictos por tener perspectivas distintas en

torno a la práctica de minería en la zona.44

La Natividad pertenece a una de las zonas mineras más importantes oaxaqueñas,

la Sierra Norte, (la otra es la región de los Valles Centrales), está ubicada en yacimientos

de oro, plata, plomo y zinc. Si bien es en Capulálpam donde se encuentran la entrada a

la mina y la planta de procesamiento, sus trabajos de excavación y aprovechamiento

comprenden también al municipio de Santiago Xiacuí (Salazar y Rodríguez, 2015, p.

140). Hacia 1990 la mina se declaró en quiebra y en 1993 terminó con los contratos

colectivos que se habían conformado desde la primera mitad del siglo XX en las

secciones del Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, y Similares

de la República Mexicana (SITMMSRM) (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 142; Sigüenza,

1996, p. 125).

44 Natividad logró ser reconocido como municipio en 1939, comprende sólo 28.5 hectáreas, las cuales pertenecen o solían hacerlo a Capulálpam. Sobre el tema de la coexistencia de estos dos municipios en el mismo territorio, puede consultarse el trabajo de Méndez (2016).

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53

Figura 3. La minería en territorio de Capulálpam

Fuente: Elaboración propia con base en Salazar y Rodríguez (2015); Pérez (1996); Sigüenza (1996) y Cosmes (2003)

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54

No obstante, se tiene conocimiento de que durante 1993 y 1994, la Natividad

inició trabajos de exploración al norte de Capulálpam en colaboración con dos

compañías extranjeras, ASARCO (American Smelting and Refining Co.) y Santa Regina.

Esta exploración, así como trabajos de explotación de baja intensidad, continuó hasta el

2002 (Fuente y Barkin, 2013, pp. 136-137).

En ese mismo año, le fueron otorgadas en concesión a la minera canadiense

Continuum Resources Ltd., de capital canadiense, 54,653 hectáreas de la Sierra Norte

(Fuente y Barkin, 2013, p. 137). De 2002 a 2004, esta compañía minera extranjera, basada

en los trabajos de exploración realizados al norte de los terrenos de Capulálpam, insistió

en comenzar con la explotación en la zona. Sin embargo, no fue hasta el 2005, justo el

mismo año en que se reformó la Ley Minera, cuando se reiniciaron de manera intensa y

abierta las actividades en la Natividad en conjunto con la Continuum Resources.

Ante este proceso de creciente apertura a la inversión extranjera, la comunidad

reaccionó, también influenciada por el ambiente de lucha en otras latitudes,45

interponiendo una demanda ante PROFEPA a la Natividad por los daños ecológicos

causados durante los últimos cien años en el agua y recursos naturales de Capulálpam.

De tal manera que este lugar pasó de ser un pueblo que vivió de la minería a ser uno de

los cuatro casos registrados por el OCMAL y uno de los 13 documentados por el

EJATLAS con conflictos por actividades extractivas en Oaxaca.46

45 “[L]a generación de espacios de cruces y la articulación progresiva de una ‘red de territorios’ reflejan otro aspecto de la dinámica multiescalar, que va abarcando desde lo local y lo nacional, hasta lo subcontinental. El resultado de ello es la generación de un diagnóstico común y la expansión de una nueva gramática colectiva, que sitúan el actual proceso de ambientalización de las luchas en la continuidad con el internacionalismo que América Latina conoce, al menos como tendencia, desde el año 2000, con el inicio de un nuevo ciclo de acción colectiva a nivel regional y la realización de los foros sociales” (Svampa, 2012, p. 21). Es decir, para la autora la lucha de resistencia de distintas localidades se nutre del ciclo de protesta antiminero que se inició en contra de las medidas neoliberales a finales del siglo pasado. En este mismo sentido, aunque desde un ángulo distinto, es interesante notar cómo se enmarca una nueva perspectiva a la misma actividad: “Los movimientos sociales existen en el seno de un contexto social más amplio. Recurren al stock cultural en busca de imágenes que les permitan definir lo que es una injusticia, lo que supone una violación del «deber ser» ” (Zald, 1999, p. 377) 46 Environmental Justice Atlas. Se trata de una base de datos en la cual se encuentran registrados distintos casos de conflictos por minería a nivel mundial, el sitio se describe como “un recurso de enseñanza, redes y defensa”. Su dirección web es: https://ejatlas.org/ Los criterios que sigue para incluir casos en su plataforma son los siguientes: “1) actividad económica o legislación con impactos sociales y ambientales negativos, actuales o

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55

Ante la práctica de minería en sus terrenos, cuando la comunidad ya había hecho

explícito su desacuerdo con ella, se llevaron a cabo diferentes acciones que llevaron a

que en el 2007 la mina fuera cancelada temporalmente.47 La cronología de estas acciones

es la siguiente:48

-1990: Conformación de un comité de voluntarios en defensa de los recursos

naturales.

-2005: Demanda del Comisariado de Bienes Comunales a la Natividad y Anexas

por los daños ecológicos.

-2006: El Comité Pro-defensa de los Recursos Naturales, mediante asesoría

externa, documentó los daños ambientales, lo que logró que la PROFEPA

realizara una revisión a la Natividad y se planteara la suspensión de sus

actividades (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 180).

-2007: En mayo, después de la suspensión temporal de la mina y debido a que

las actividades de ésta continuaron, emitieron un Manifiesto, en el cual exigían el

cese de actividades mineras en la zona. En julio entraron en diálogo con algunos

representantes del gobierno municipal, estatal y federal, de la PROFEPA, las

mineras involucradas y autoridades de Capulálpam. En octubre, ante el

incumplimiento de los acuerdos por parte de las autoridades, los habitantes

bloquearon el crucero conocido como Monumento a Juárez, un punto estratégico

para la movilidad, pues en él se intersectan las carreteras Internacional Cristóbal

Colón y la Ciudad Alemán-Puerto Ángel, liberando el lugar hasta que acordaron

dialogar con el secretario de Economía, el sub-secretario de gobierno y un

representante de la PROFEPA.

potenciales; 2) reclamo y movilización por parte de un organización social de justicia ambiental de que dicho daño ocurrió o tiene probabilidad de ocurrir; y 3) cobertura mediática del conflicto” (FUNDAR, 2017, p. 185). 47 Aunque continúa con actividades de mantenimiento. 48 La reconstrucción cronológica de las acciones del movimiento de oposición está realizada con base en una revisión bibliográfica y hemerográfica sobre el caso y las entrevistas levantadas en campo.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

56

Es decir, durante el 2007 se vivió con mayor efervescencia la oposición por parte

de la comunidad a las actividades mineras en su territorio. Fue durante esta época en la

que también se logró atraer la atención de medios nacionales y de políticos serranos que

llegaron a ocupar cargos a nivel federal. Un caso documentado por la prensa y referido

en las entrevistas fue la participación que tuvo el diputado federal perredista Carlos

Roberto Martínez Martínez (+),49 para apoyar las demandas de Capulálpam de Méndez

presentadas ante un Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa y la otra ante un

Tribunal Agrario “por el delito de despojo, en virtud de que la compañía minera carecía

del permiso de la asamblea comunal para el usufructo de sus tierras”.50 En este sentido,

cabe señalar que dicho aspecto que sólo ha sido descrito en otros trabajos que han

estudiado el caso (Salazar y Rodríguez, 2015; Mraz, 2014) se presenta como un elemento

de análisis desde la teoría propuesta, el cual se referirá en los siguientes capítulos, pues

se trata del enlace con el ámbito político federal del que echaron mano para presionar el

cierre temporal de La Natividad.

-2011. Celebración del tercer foro “Tejiendo la resistencia por la defensa de nuestros

territorios” el 20 y 21 de mayo.

-2013. Del 17 al 20 de enero se realizó el “Encuentro de pueblos de Mesoamérica: sí a la

vida, no a la minería”.

49 Este aspecto será tratado con mayor profundidad en el capítulo siguiente. Por ahora, sólo se presentará una breve trayectoria de la vida de este diputado. Carlos Roberto Martínez Martínez antes de desempeñar el cargo de diputado federal por el PRD en la LX legislatura (2006-2009), tuvo varios cargos en su natal Guelatao hasta llegar a ser el presidente municipal (2005-2006), también fungió como profesor en el Colegio Nacional de Educación Profesional de Chiapas, y participó en diferentes organizaciones culturales y de difusión: fue responsable del área de comunicación de la Fundación Comunalidad A. C., productor de series de televisión como Tele primaria y Revista de la Sierra, socio fundador de Trova Serrana, A. C., productor de radio y de vídeo en la radiodifusora XEGLO “La voz de la Sierra”, asistente de cámara y camarógrafo en el Instituto Oaxaqueño de Radio y Televisión, socio fundador de canal 12 “Nuestra Visión”. Como diputado federal perteneció a las comisiones de Asuntos Indígenas, Especial a Pueblos que viven en el Bosque, Medio Ambiente y Recursos Naturales y la de Reforma Agraria. La información fue obtenida del Sistema de Información Legislativa, del sitio: http://sil.gobernacion.gob.mx/Librerias/pp_PerfilLegislador.php?SID=&Referencia=2300759 [consultado el 11 de abril de 2018] 50 “Operación minera en Oaxaca acaba con manantiales de la zona”, de Angeles Cruz Martínez, en La Jornada, 7 de octubre de 2007.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

57

-2012-2018. Se ha llevado a cabo el “Festival de Tierra Caliente”, celebrado en mayo, y

que tiene por objetivo enlazar a comunidades serranas que dependen del Río Grande,

como Santa Catarina Lachatao, San Juan Chicomezuchitl, Santa María Yahuiche y San

Pablo Guelatao para refrendar su “No a la minería”.

-2017. El 12 de enero la PROFEPA llevó a cabo la clausura total de la mina, aunque ésta

mantiene actividades de mantenimiento. Esta cancelación está sujeta a los resultados de

la Manifestación de Impacto Ambiental que debe realizar La Natividad.

Después de esta breve cronología sobre la manera en que se realizó el proceso de

oposición a la minería en Capulálpam es posible apuntar, tal como ya ha sido afirmado

por otros autores (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 144; Fuente y Barkin, 2013), que “la

visión comunitaria del medio ambiente” y los antecedentes de luchas por los recursos,

tema del siguiente apartado, han desempeñado un papel importante en la defensa del

territorio, no sólo frente al extractivismo minero, como afirman los trabajos ya

mencionados, sino también en contra de la minería a baja escala que ya no representaba

para los habitantes del pueblo un ingreso para sus familias.

Es decir, en Capulálpam el rechazo comenzó a expresarse en contra de la minería

subterránea al responsabilizar a las detonaciones de roca y la construcción de túneles de

la pérdida de trece manantiales de la comunidad, en la cual al notar que las excavaciones

se dirigían a su principal fuente de abastecimiento de agua, comenzó la organización

comunitaria. Después de algunos años, ya al saber que su territorio estaba concesionado

y en consonancia con la lucha antiminera en otras latitudes, su rechazo incluyó,

propiamente, al extractivismo minero, es decir, la minería a cielo abierto. Esto significa

que el proceso de enmarcamiento en Capulálpam, en el cual la minería comenzó a ser

considerada como una actividad injusta, atribuyéndole características negativas, fue

alimentándose de algunos elementos promovidos desde el exterior, tal como los

discursos, generalizados a nivel internacional, acerca de la importancia del cuidado del

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

58

ambiente y las repercusiones que el abuso de la tala inmoderada, las actividades

industriales, entre otros temas, tenían en él.51

Por su parte, el propio deterioro de la minería en la comunidad hacia 1990 llevó

a que las fuentes de ingreso económico dejaran de estar subordinadas a ella,

desarrollando otras actividades, tal como la promoción del ecoturismo en la región. Es

así que “[l]a disminución de la minería y el cierre definitivo de la actividad no impactó

de manera significativa a la población de Capulálpam pues a pesar de su origen como

pueblo minero, la diversificación de su economía inició antes del cierre de las

actividades mineras” (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 166), lo que llevó a que,

económicamente, ya no se dependiera más de esta actividad.

Por último, además de esta perspectiva comunitaria, el régimen bajo el que se

gobiernan de usos y costumbres, la valoración del medio ambiente y la práctica del

ecoturismo son aspectos que no se entenderían sin la influencia de la zona donde

Capulálpam se encuentra ubicada. Antes de pasar a este aspecto, se tratará brevemente

la importancia de la experiencia del manejo de sus bosques en el último tercio del siglo

XX, como materia prima clave para la oposición minera que esta comunidad emprendió

a inicios del siglo XXI.

II.2.2. La experiencia previa de organización

Desde 1954 y hasta los primeros años de la década de los años 80, buena parte de los

bosques de la Sierra Norte estuvieron concesionados a una empresa paraestatal llamada

FAPATUX (Fábricas de Papel Tuxtepec) (Merino y Barton, 2004).52 Sin embargo, en esa

década se inició un proceso de oposición a la renovación de las concesiones por parte

de distintos poblados serranos, entre ellos Capulálpam de Méndez. En este sentido, esta

comunidad es muestra de un proceso más amplio casi generalizado en la Sierra Norte:

51 Algunos ejemplos de las redes de organización en torno al cuidado del medio ambiente pueden encontrarse en Keck y Sikkink (2010). 52 Esta empresa fue originalmente de capital canadiense y por varios años la única fábrica de papel periódico del país. Hacia 1965 el estado la rescató de la crisis financiera convirtiéndola en una empresa paraestatal (Alatorre, 2000, p. 56).

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59

[E]n el caso de nuestro país se observa la definición de una racionalidad

socioambiental vinculada al manejo colectivo de bienes territoriales por parte de

comunidades que surgieron a raíz de la culminación de varias de las concesiones

sobre la utilización de recursos forestales que el gobierno federal otorgó a

empresas privadas y paraestatales desde mediados del siglo XX (Gasca et. al,

2010, p. 33).

Al término de las concesiones, en 1983, el proceso iniciado en contra de la

renovación de las concesiones derivó en la gestión comunitaria de los bosques (Gasca

et. al., 2010, p. 64). Lo que se convirtió en el punto de inicio de un camino de organización

recorrido en esta región del país. Para los pobladores de Capulálpam es recurrente la

historia de cómo sus padres y/o abuelos decidieron defender sus recursos forestales,

narrándola como referencia o antecedente inmediato de la oposición actual en contra de

la minería. La importancia de esta experiencia es que denota que en las comunidades

que se opusieron a que el bosque siguiera siendo explotado por FAPATUX se conformó

una valoración distinta hacia el medio ambiente.

El proceso por el cual se construyó dicha oposición comenzó porque la empresa

no respetó los acuerdos contraídos en la creación de la IXACACIT, una organización

comunitaria conformada, hacia los años setenta, por Ixtlán, Capulálpam de Méndez y

la Trinidad que compraba la madera que no era prioritaria para FAPATUX (Merino y

Barton. 2004, p. 158), y la cual iría consolidándose hasta llegar a operar por sí misma sin

la injerencia de FAPATUX.53 No obstante, no fue sino hasta 1982 que se conformó la

Organización para la Defensa de los Recursos Naturales de la Sierra Juárez

(ODRENASJI) como un mecanismo que daba mayor fortaleza a la lucha de las

53 La formación del aserradero de la IXACACIT fue promovida por la propia FAPATUX, la que era propietaria del 51% de las acciones. Aunque el acuerdo fue que, después de 5 años , esta asociación pasaría a ser controlada y administrada por las propias comunidades, lo cual no se cumplió, por lo que se generó un abierto descontento hacia la paraestatal (Alatorre, 2000, p. 62).

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

60

comunidades que la integraron, de hecho, la intervención de la ODRENASJI fue

decisiva para que ya no se renovaran las concesiones a la FAPATUX:

A inicios de la década de los 80 la concesión estaba llegando a su fin, en este

contexto se creó la Organización para la Defensa de los Recursos Naturales de la

Sierra Juárez (ODRENASIJ) como un movimiento que buscaba frenar la

renovación de la concesión y recuperar el control comunitario de los bosques; en

1982 las comunidades a través de la ODRENASIJ se ampararon contra la

resolución que daba continuidad a la concesión (Salazar y Rodríguez, 2015, p.

174).

Desde esta época se empieza a notar la importancia de aliados profesionistas

egresados de universidades públicas —ya sea personas que salieron de su comunidad

para estudiar y regresaron a ellas o de otros más que llegaron de latitudes distintas—,

en el proceso de defensa de los recursos ambientales en esta zona de la Sierra:

En poco tiempo, fue evidente que enfrentar a la concesión del gobierno federal y

hacer un buen uso de los recursos naturales requeriría de apoyo profesional

complementario al que estaban dando los miembros de la comunidad que

habían regresado de las universidades, tanto en el área jurídica como en

comunicación y por supuesto, en silvicultura y planeación del uso del suelo. Así,

la ODRENASJI nombró comisiones que salieron a las universidades a pedir

apoyo. Su petición algo inusual de asesoría técnica, no tuvo respuesta en muchos

casos, pero en otros, hubo profesores y estudiantes que respondieron

afirmativamente. En los años siguientes, la Sierra de Juárez empezó a recibir

brigadas de pasantes recién egresados de universidades tales como Chapingo, la

Nacional Autónoma de México (UNAM), la Autónoma Metropolitana (UAM),

el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos (INIREB) y la

Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Esto agregó un tercer

elemento al espectro de organizaciones sociales en la Sierra: los cooperantes de

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

61

las universidades. El impacto de la colaboración entre la ODRENASJI y los

cooperantes universitarios, tuvo un efecto sinérgico muy importante. En dos

años de movilización, se produjo un periódico, se realizaron intercambios con

otras organizaciones sociales de Oaxaca y otros estados, al estilo de lo que ahora

se llama “de campesino a campesino”. Se presentaron a los gobiernos federal y

estatal proyectos de desarrollo para la Sierra que incluían salud, educación,

resolución de conflictos agrarios, industrias forestales y caminos rurales, entre

otras cosas (Chapela, 1999, p. 107).

Con la experiencia de defensa de los bosques para que éstos fueran aprovechados

por las propias comunidades, en Capulálpam se articuló una organización para el uso

y manejo forestal, en consonancia con el aprovechamiento sustentable que comenzó a

ponerse en boga durante la época. Para Merino y Barton (2004), este episodio puso a

prueba el sentido de lo común entre los habitantes capulalpenses, quienes rechazaron

el Programa de Certificación y Derechos Ejidales (PROCEDE), “que puede certificar

derechos particulares sobre parcelas, pues se percibe como una política que promueve

la parcelación y privatización de las tierras comunales” (Merino y Barton, 2004, p. 159).

En este sentido, Capulálpam de Méndez es considerado uno de los casos exitosos

de la Sierra Norte en cuanto a consolidación de empresas comunitarias se refiere (Gasca

et. al., 2010, p. 48), es una de las comunidades que conforma la UZACHI (Unión

Zapoteca-Chinanteca),54 la cual ha promovido, entre otros beneficios, la definición de

un Programa de Ordenamiento Territorial, con el que se decide de qué manera se

dispondrá (uso habitacional, reforestación, tala, lugar de las empresas, etc.) cada una de

las partes que conforman el territorio (Gasca et. al., 2010, p. 49). Este proceso se logró

debido a la disposición y condiciones de las propias comunidades, pero también por el

54 Conformada por Santiago Comaltepec, Capulálpam de Méndez, la Trinidad y Santiago Xiacuí.

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62

apoyo que recibieron de organizaciones no gubernamentales y asociaciones civiles

interesadas en el mantenimiento de uno de los bosques con mayor diversidad del país:55

La apropiación de la actividad forestal por parte de comunidades campesinas,

implicó la incorporación hacia una rama productiva desconocida y de una

complejidad organizativa mucho mayor a la que requieren las actividades

convencionales que habían desarrollado esas poblaciones rurales en años

posteriores. Por ello la proliferación de diversas empresas forestales

comunitarias en Oaxaca ocurrió gracias a la asesoría técnica brindada por

diversas instancias gubernamentales y ONG que influyeron en el mejoramiento

de los sistemas silvícolas y del desarrollo de capacidades de industrialización y

comercialización (Gasca et. al., 2010, p. 60).

De toda esta experiencia se desprende que Capulálpam es un poblado que ha

consolidado un nivel de vida considerado con rezago social bajo,56 en buena parte

debido al cuidado que ha promovido de sus bosques y recursos naturales, lo cual ha

llevado a la comunidad a insertarse en la tendencia del ecoturismo que llegó a la región

serrana del norte a finales del siglo XX. En este sentido, de acuerdo con la literatura

sobre movimientos sociales en contra de actividades extractivas, en particular, la

minería, en Capulálpam se presentan dos características que han contribuido a frenar la

práctica de minería en los territorios: la presencia de actividades económicas distintas a

ésta y su localización en una región con un medio ambiente amable, con lluvias y agua

constante, diversidad de flora y fauna, etc. Así, a decir de Svampa et.al. (2009a, p. 138):

[E]n primer lugar, podría afirmarse que en aquellas regiones donde existe una

matriz social más abierta, una pequeña o mediana burguesía arraigada al

55 “Los recursos forestales que se obtienen en Capulálpam cuentan con la certificación internacional del Forest Stewardship Council (FSC) desde 1996. Esta calificación fue otorgada por el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) en colaboración con el programa Smart Wood de la organización estadounidense Rainforest Alliance” (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 194). 56 Por ejemplo, para el año 2015 se reportaba sólo 2% de analfabetismo en el poblado (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 144).

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63

territorio y a la producción local es medianamente competitiva y diversificada,

la resistencia al gran capital internacional extractivista resulta ser más efectiva

que en regiones muy sumergidas, o ya colonizadas o devastadas social y

ambientalmente. En segundo lugar, y para matizar lo anterior, la existencia de

espacios regionales con características sociodemográficas particulares (sea por el

carácter aluvional de su población, sea por su configuración regional dada por

el asentamiento sobre un valle o por la pertenencia a una misma cuenca hídrica)

también deviene un factor relevante en el proceso de articulación de las

resistencias, lo cual puede llegar a constituirse en una pieza clave en la apertura

de los escenarios políticos o su redefinición.

Un elemento más que comenzó a afianzarse con la experiencia de defensa del

bosque, ha sido el del sentido de vivir en comunidad, el cual se ha ido consolidando no

sólo en Capulálpam de Méndez, sino que este poblado se ha nutrido del ambiente

regional que permea en ciertos lugares de la Sierra Norte, por lo que se hace patente

incursionar en aquellos aspectos regionales de los cuales Capulálpam ha echado mano

para consolidar una fuerte oposición a la minería en su territorio.

II. 3. La influencia regional: la Sierra Juárez

Actualmente, el estado de Oaxaca se compone, políticamente, de 30 distritos

constituidos por 570 municipios, de los cuales 152 se rigen por el sistema de partidos

políticos y 418 por usos y costumbres. Los 570 municipios se encuentran agrupados en

ocho regiones económicas, cada una con “una gran diversidad geográfica, ecológica y

económica” (Ordoñez, 2000, p. 79). En el caso concreto de la Sierra Norte, ésta surgió en

1970, cuando la Comisión Promotora del Desarrollo Económico de Oaxaca dividió la

región de la Sierra en Sierra Norte y Sierra Sur (Ordoñez, 2000, p. 79). 57 No obstante,

culturalmente la Sierra Norte se subdivide en Sierra Juárez (conformada por poblados

57 En 1932 se decretaron siete regiones: Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Papaloapan, Valles Centrales y la Sierra.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

64

cercanos a Guelatao y que mantienen muy en cuenta que el presidente decimonónico,

Benito Juárez, nació ahí, abarcando poblados de los distritos de Ixtlán y Villa Alta), Villa

Alta y Sierra Mixe.

A diferencia de la región de los Valles Centrales, otra de las zonas mineras más

importantes del estado, en la Sierra Juárez existe un sentido muy arraigado de lo que

significa vivir comunitariamente cohesionado por el ámbito ambiental y la relación

entre el cuidado de éste y el ámbito económico que se ha beneficiado de ello, sobre todo

a partir del impulso a las actividades ecoturísticas en la región. En este apartado, en

concreto, se trata al distrito de Ixtlán, pues Capulálpam es uno de los 26 municipios que

lo conforman y es la zona donde mayoritariamente se ha impulsado el ecoturismo y

donde el concepto de la comunalidad, que se estudiará más adelante en el apartado II.3.2,

ha encontrado un suelo fértil para afianzar su construcción.

II.3.1. El arribo de las actividades ecoturísticas

El ecoturismo llegó a la Sierra Norte a finales de los años noventa del siglo XX y con

mayor promoción y experiencia se desarrolló intensamente durante la primera década

del siglo XXI. La incursión en este tipo de actividades fue casi una consecuencia del

manejo forestal por parte de las propias comunidades, combinado con otros aspectos

como el apoyo gubernamental que comenzó a operar en la región y la tendencia a nivel

mundial de promover destinos turísticos naturales,58 lo que devino en “la creación de

917 empresas sociales o comunitarias [serranas] que ofrecen sus servicios en los

mercados nacional e internacional” (Gasca et. al., 2010, p. 78).

De tal manera, hacia 1994 la comunidad llamada Benito Juárez, que es parte de

los Pueblos Mancomunados (una organización intercomunitaria conformada por Santa

Catarina Lachatao, Santa María Yavesía, San Miguel Amatlán, Benito Juárez, Latuvi,

Cuajimoloyas, Llano Grande y la Nevería) comenzó a ofrecer distintos servicios de

58 Los primeros centros de ecoturismo aprovecharon los recursos económicos en pro de la conservación que les otorgó el Fondo Canadá y la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (Rosas y Correa, 2016, p. 573).

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

65

turismo que echaban mano de las características naturales del territorio en el que se

encuentra: cabañas, comedores comunitarios, observación de aves, recorridos por el

bosque a pie o en bicicleta, etc. Este proyecto se echó a andar luego de la llegada de

Martín Ruiz Camino como secretario de Turismo del gobierno de Diódoro Carrasco,

(1992-1998), pues él conocía el proyecto de desarrollo ecoturístico planteado por los

Mancomunados desde un par de años antes y luego de “una serie de reuniones con los

comuneros, dan inicio a las gestiones para el arranque de los proyectos de ecoturismo”

(Rosas y Correa, 2016, p. 572).

A partir de esta primera experiencia, la promoción e impulso al ecoturismo por

parte de otros poblados, de los mismos Mancomunados, del propio Ixtlán y, por

supuesto, en Capulálpam de Méndez, se fue extendiendo hasta llegar a conformar una

de las principales actividades económicas de la región. Por lo que se refiere a la práctica

de ecoturismo en Capulálpam, cabe destacar que se propuso hacia finales del 2003,

instrumentándose hacia el 2004; lo que se observa es que la inclinación a este tipo de

actividades económicas se inició poco antes de que los pobladores del lugar se enteraran

del proyecto de minería: las concesiones a empresas extranjeras y su intención de

explotar una zona en la que se sabe se encuentran metales como oro y plata, lo que

deviene en un conflicto por la distinta valoración que hacen del territorio.

En la Figura 4 se muestra la cronología de la creación de los diferentes centros

ecoturísticos de la Sierra:

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

66

Figura 4. Fechas de inicio de los centros ecoturísticos de la Sierra Norte

Fuente: Retomado de Rosas y Correa (2016).

Lo que vemos aquí es una tendencia de las comunidades serranas a la práctica

de ecoturismo, y la importancia de ésta recae en que permitió diversificar las actividades

económicas de las comunidades de la zona. Un aspecto importante de destacar es que,

si bien se ha recibido apoyo externo —estatal y de organizaciones no gubernamentales—

, son las propias comunidades quienes han implementado este tipo de actividades, lo

que ha generado que parte de la población haya desarrollado habilidades encaminadas

a enriquecer el ecoturismo y se ve una profesionalización en este mismo sentido.59

Asimismo, respecto a la media estatal, se nota un menor rezago social en las

comunidades de la Sierra Norte que ofrecen este tipo de actividades (Rosas y Correa,

2016).

Por último, es necesario enfatizar en que la fuerte oposición en contra de la

minería en Capulálpam se desató no sólo por el desarrollo de actividades distintas a la

minería que, de igual manera, dependen de los recursos de la zona, sino que se

59 Por ejemplo, durante el trabajo de campo se notó que hay personas que se profesionalizan para dar recorridos turísticos por el bosque, lo que implica que deben aprender sobre algunos aspectos de la naturaleza. De igual forma, quienes procuran el avistamiento de aves se preparan para poder realizar este tipo de actividad informándose sobre las especies y características de aquellas que habitan en su territorio.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

67

conjuntaron los elementos necesarios para la acción, pues recordemos que desde finales

de 1990 comenzó a conformarse una incipiente organización en contra de las actividades

de La Natividad y no fue hasta después de diez años que se consolidó la oposición:

cuando se aprovecharon las oportunidades para la acción y movilizaron los recursos

que tenían al alcance (alianzas políticas, experiencias personales, difusión del caso, etc).

II.3.2. El ambiente de la comunalidad

Además de la práctica de ecoturismo en la región o, más bien, un aspecto que se ha ido

construyendo a la par de la valoración del resguardo, conservación y manejo de la

naturaleza, ha sido el concepto de la comunalidad, el cual ha pasado de ser un

acercamiento teórico sobre la cotidianidad de algunas comunidades oaxaqueñas a un

elemento discursivo de lucha, defensa y legitimación en el contexto de oposición a la

minería y otros proyectos económico-políticos planteados desde el exterior de las

comunidades. Es en este sentido en que se requiere al menos una breve aproximación a

dicho concepto para denotar la importancia de la región en la construcción del “no a la

minería” en Capulálpam de Méndez.

La comunalidad es el resultado de la teorización por parte de un par de

antropólogos serranos: uno de Guelatao, Jaime Martínez Luna, y el otro de la zona mixe,

Floriberto Díaz Gómez; ambos de la Sierra Norte. Desde sus inicios, dicho concepto, o

teoría analítica-nativa —como también le han nombrado—, ayudó a hacer contrapeso a

aquellos intentos por parte de agentes externos (en particular, gobierno y empresas

privadas) de hacer uso del territorio y los recursos naturales de las comunidades de

estos pensadores. En el caso de Martínez Luna ya se mencionó lo acaecido con

FAPATUX y la concesión de los bosques, mientras que la experiencia mixe se trató de

un intento de despojar a los pobladores de Jayaxcatepec de su territorio para que la

Constructora Nacional pudiera hacer trabajos de explotación de metales (oro, plata y

bronce).

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

68

Es decir, ambos antropólogos desarrollaron el concepto de la comunalidad en

respuesta a la amenaza a su forma de vida, por lo que en el centro de su teoría se

encuentra justo eso: una exaltación a la cotidianidad de las comunidades, la cual está

encaminada a reconocer la diferencia y a la búsqueda de su respeto. Como tal, la

comunalidad se constituye de cinco elementos: la tierra como madre y como territorio,

el consenso en Asamblea para la toma de decisiones, el servicio gratuito como ejercicio

de la autoridad (tequio), el trabajo colectivo como un acto de recreación y los ritos y

ceremonias como expresión del don comunal (Díaz, 2004).

En palabras del antropólogo mixe, “la comunalidad define la inmanencia de la

comunidad. En la medida que comunalidad define otros conceptos fundamentales para

entender una realidad indígena, la que habrá de entenderse no como algo opuesto sino

como diferente de la sociedad occidental” (Díaz, 2004). Por su parte, Martínez Luna lo

define como:

[U]n concepto vivencial que permite la comprensión integral, total, natural y

común de hacer la vida; es un razonamiento lógico natural que se funda en la

interdependencia de sus elementos, temporales y espaciales; es la capacidad de

los seres vivos que lo conforman; es el ejercicio de la vida; es la forma orgánica

que refleja la diversidad contenida en la naturaleza, en una interdependencia

integral de los elementos que la componen. Por todo ello es una conducta fincada

en el respeto a la diversidad, que genera un conocimiento específico, medio de

comunicación necesario, y hace de su ser un modo de vida fundado en principios

de respeto, reciprocidad y una labor que permite la sobrevivencia del mundo de

forma total, como el de cada una de sus instancias y elementos, que consigue

bienestar y goce (Martínez, 2003).

La comunalidad es una forma de vida, es la descripción y valoración de la

cotidianidad de algunas comunidades cargada de un sentido de defensa de lo propio.

Su importancia recae en que ha construido un discurso que permite justificar la defensa

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

69

del territorio y los recursos naturales de las comunidades en distintos momentos, al

mismo tiempo que la propia teoría se iba conformando.

Ahora bien, no es gratuito que sus dos principales promotores y difusores hayan

desempeñado papeles clave en contra de los intentos de distintas empresas (privadas o

paraestatales) de aprovechar los recursos del territorio de sus comunidades. Tampoco

lo es el que ambos personajes hayan fundado y promovido asociaciones que buscaron

no sólo resguardar la integridad de los terrenos que comprenden sus comunidades, sino

también encaminadas a fortalecer la educación de sus pobladores. Por lo que respecta a

Martínez Luna, él fundó la ODRENASJI —cuyo papel clave en el manejo comunitario

de los bosques se delineó un par de apartados anteriores—y también la asociación civil

llamada Comunalidad A. C., la cual ha promovido distintos trabajos de índole cultural

y de difusión en la Sierra Norte (Martínez, 2003, p. 11). Esta asociación ha incluso

impulsado la educación de jóvenes de la región ayudando a que hayan cursado sus

estudios en el extranjero.

Por lo que se refiere al caso de Floriberto Díaz es necesario señalar que se asumía

como marxista y se formó en medio de un clima de fuerte efervescencia política: el 68

acababa de pasar cuando él arribó a la Ciudad de México para licenciarse como

antropólogo en la ENAH. En su comunidad desempeñó un importante papel como

defensor de los recursos naturales y también se le reconoce como uno de los principales

promotores de las propuestas de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los

Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada por la ONU en 2007.

En sus comunidades sus figuras son asumidas como los promotores del respeto

a su forma de vivir, a la par que ésta se convierte en una herramienta de lucha. No

obstante, la comunalidad, como teoría, no es referenciada por cada uno de los

pobladores, sino por ciertas personas con claros perfiles de militancia en el Magisterio

oaxaqueño. Es decir, para aquellos habitantes muy activos en la vida política y

organización de su comunidad, el concepto de comunalidad es una referencia cercana

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

70

que les sirve como argumento para contraponer con la lógica de intereses privados, en

este caso el de empresas mineras y las concesiones que les fueron otorgadas por el

gobierno estatal. Para ellos, la cuestión de la comunalidad es un aspecto de gran valía

que les ha permitido entender su quehacer cotidiano como algo casi imprescindible en

el mantenimiento de la organización que la comunidad ha alcanzado en los últimos

años.

De hecho, durante un par de entrevistas a informantes pertenecientes a la Sección

XXII del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), pudimos notar

que hablaban con orgullo de la manera en que el movimiento del Ejército Zapatista de

Liberación Nacional (EZLN) había contado con asesores oaxaqueños y que mientras

para ellos algunos postulados que, desde Chiapas, fueron proyectados como algo digno

de rescatar y respetar y visibilizados en el ámbito internacional, en Oaxaca era algo que

se practicaba y valoraba desde mucho antes:

Yo creo que esa…la experiencia que tuvimos en Chiapas fue muy enriquecedora

en ese sentido porque hay cosas que ellos lo sabían, pero pues no querían ver tal

cual. Y muchas de las experiencias que replicaron en los caracoles y todo ese

proceso del EZ, pues se lo llevaron gente de acá, gente que les platicaba

cuestiones del tequio, de la Asamblea, del gobierno, lo que decían del mandar

obedeciendo, eso nosotros ya lo sabemos desde cuando.

[…] Nosotros siempre dijimos “no te vengo a enseñar nada de lo que tú ya sabes,

que no lo querías ver o que no lo quieres retomar, pues está bien, está chingón”.

Pero, este, pues no es nada nuevo la cuestión de la comunalidad, ¿no?, es nuestra

forma de vida.60

Es decir, la comunalidad, con su propia conformación e historia, se ha presentado

a quienes se oponen a la imposición de actividades económicas exógenas como un

elemento de lucha de lo propio, un argumento que apunta hacia el respeto de la

60 Entrevista a FG, realizada el 20 de junio de 2017.

DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA

71

diferencia y que ha sido retomado por distintas experiencias a las cuales ha ayudado a

dotar de elementos de defensa. En específico, durante el proceso de oposición a la

minería en Capulálpam de Méndez, este aspecto de la comunalidad ha desempeñado

un papel primordial como eje de defensa de lo propio: los recursos naturales y la

decisión de cómo aprovecharlos, pues se ha ido constituyendo como una bandera de

lucha que les permite significar aspectos de su cotidianidad que antes simplemente no

habían valorado como tal.

Como se ha buscado resaltar en este capítulo, la experiencia de oposición a la

minería en Capulálpam de Méndez se entiende inmersa en un contexto en el cual,

debido a la política económica predominante en América Latina en las últimas tres

décadas, la cual permitió una amplia apertura a la inversión extranjera en materia de

minería, múltiples fueron las comunidades que pasaron y pasan por una experiencia de

defensa de su territorio y oposición a las actividades extractivas. No obstante, el caso

también presenta sus particularidades, en concreto las herramientas que la región de la

Sierra Norte le permitió presentar como argumentos en el proceso de la oposición a la

minería. Lo estudiado hasta aquí se encaminó a dotar de elementos de explicación para

denotar desde dónde se nutrió la experiencia calpulapense. Sin embargo, hace falta

explicar el contexto subnacional en el que se llevó a cabo su proceso de oposición a la

minería y el cual fungió como el escenario donde la comunidad pudo tejer algunas de

sus principales estrategias y alianzas.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

72

CAPÍTULO III. LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS DEL ESCENARIO DE MOVILIZACIÓN: EL

AMBIENTE POLÍTICO OAXAQUEÑO DE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI

«Derribada, mas no vencida», la Comuna renace hoy.

No se trata sólo de un sueño de vencidos que acarician en su imaginación

un bello espejismo de esperanza; ¡no! “la Comuna” se convierte hoy

en el objetivo preciso y visible de la revolución que crece ya junto a nosotros.

La idea penetra las masas, les da una bandera y contamos firmemente

con la presente generación para realizar la revolución social en la Comuna,

para poner fin a la innoble explotación burguesa,

liberar a los pueblos de la tutela del estado,

inaugurar en la evolución de la especie humana

una nueva era de libertad, de igualdad, de solidaridad.

Piotr Kropotkin, La Comuna de París.

Como ya se mencionó en apartados anteriores, el caso de Capulálpam de Méndez ha

sido estudiado en diversos trabajos que colocan su atención en el proceso productivo

comunitario que este municipio oaxaqueño ha ido consolidando desde la década de los

80 con el manejo de los bosques por parte de la comunidad. Ejemplo de ello son los

trabajos de Chapela (1999) y Merino y Barton (2004), en cuyas obras la atención se centra

en el proceso de conformación de un capital social y profesional en torno al cuidado de

los bosques. Derivados de la perspectiva de estos trabajos, se han escrito otros que han

estudiado las consecuencias del manejo comunitario de los recursos forestales en las

comunidades serranas y, en específico, en Capulálpam; tales son los casos de Gasca

(2014) y Gasca et. al. (2010).

Por lo que se refiere a la oposición en contra de la minería del caso aquí

estudiado, es necesario mencionar que la literatura sobre el manejo forestal en

Capulálpam de Méndez ha tenido una gran influencia en dicho tema. Así, distintos

textos que han descrito y estudiado la experiencia calpulalpense de oposición a

actividades extractivas en su territorio se han basado en aquellos que atribuyen los

logros comunitarios justo a esa característica de organización social tan afianzada en el

caso de este poblado. Ejemplo de ello es el texto de Salazar y Rodríguez (2015), en cuya

conclusión se apunta que: “es posible transitar a un desarrollo local que mejora

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

73

efectivamente la calidad de vida de la población, basado en el uso sustentable de los

recursos naturales y el fortalecimiento de la organización y vida comunitaria bajo el

sistema de usos y costumbres” (p. 207).

Por su parte, Mraz (2011; 2014) afirma que fue la fuerte organización social el

elemento crucial para que la comunidad lograra la suspensión temporal de la mina en

2007. Asimismo, en el trabajo de Fuente y Barkin (2013) el énfasis se orienta a la

realización de un análisis ético desde la economía ecológica y la ecología política, en el

cual los autores siguen dando un gran peso a la organización comunitaria e introducen

el conflicto que subyace debajo de la distinta valoración del ambiente (la naturaleza) por

parte de los pobladores y de agentes externos (gobierno y empresas privadas). De tal

manera, en dicho texto ya hay una referencia a los elementos políticos (en concreto el

gobierno estatal y federal) como los interlocutores de las demandas de la comunidad y

en términos dicotómicos como una relación de pleno antagonismo entre ésta y el

gobierno, aunque el interés principal es demostrar la importancia de reconocer la

distinta valoración del mismo territorio para evitar priorizar la visión puramente

económica.

Sin embargo, cada uno de los textos que han estudiado el tema están orientados

a dar una valoración sobre cómo la organización comunitaria efectiva permite

consolidar un estilo de vida que armoniza la sobrevivencia de los seres humanos con la

de la naturaleza. En consecuencia, pocos se han preguntado en torno a cómo se logró

esa organización comunitaria y, más aún, de qué manera se llevó a cabo el movimiento

de oposición en contra de la minería que consiguió posicionar sus demandas en los

planos jurídico y político y visibilizar el caso en medios de comunicación nacionales. Es

decir, se ha descuidado la relación entre la comunidad y el ámbito político o, en otros

términos, de qué manera la comunidad echó mano del ambiente político que imperaba

durante los años en que articularon su movilización.

Ante este escenario, en el presente capítulo, con el objetivo de dar respuesta a la

pregunta general que guía a la tesis, se busca apuntar hacia la importancia que el

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

74

contexto o el ambiente político, sobre todo estatal, tuvo para que se gestara y

desarrollara el sentido de agravio entre los pobladores de Capulálpam, aunque sin dejar

de lado y reconociendo como un elemento de gran relevancia las características

intrínsecas —la organización comunitaria— de este poblado, pero colocando énfasis en

que en el proceso de configuración del aspecto comunitario también éste ha sido

politizado y esgrimido para colocar las demandas de una manera más efectiva.

Asimismo, de qué forma el contexto tuvo injerencia en cómo los habitantes de este lugar

construyeron la oposición a la minería en su territorio. La teoría que guía este trabajo,

por permitir visualizar la interacción entre los movimientos sociales y el sistema

político, pero también la relación de distintos movimientos sociales entre sí y con el

sistema, es la estructura de oportunidades políticas.

Si bien, como ya ha sido enunciado por algunos de sus teóricos (McAdam, 1999;

Gamson y Meyer, 1998; Tarrow, 1999), este concepto resulta muy general y muy extenso,

siendo tan pretencioso para explicar todo, que podría no explicar nada, también han

sido ellos mismos quienes se dieron a la tarea de refinar y acotar aquellas variables que

constituirían el concepto de oportunidades políticas. De tal manera, en el presente

capítulo, por introducir el elemento de lo cultural que otros autores habían dejado de

lado y que matizan los principales aspectos de la estructura de oportunidades que han

sido criticados,61 se retomará el esquema de Gamson y Meyer (1999), siguiendo las

advertencias de McAdam (1999),62 y centrándonos en los aspectos que constituyen las

dimensiones estable o estructural y volátil del ámbito institucional.63

61 Sobre todo, la gran influencia que algunos teóricos de las oportunidades políticas mantenían de la teoría de movilización de recursos, viendo a ésta como una camisa de fuerza que constriñe a los movimientos sociales sólo a una dimensión instrumental-organizativa. El trabajo de Rodríguez (2010) es un recorrido de los principales autores que desarrollaron sus análisis a partir del enfoque de las oportunidades políticas, sus límites y aportes. 62 Cuando menciona que hay que definir las variables a analizar con el fin de evitar que la estructura de oportunidades políticas quede como un concepto esponja, el cual puede absorberlo todo y no explicar nada. 63 Aunque la cultura es entendida por la mayoría de los autores de los textos seminales de la teoría de marcos en los movimientos sociales que realizaron sus estudios bajo la óptica de la oportunidad política y para complementar el enfoque de la movilización de recursos como “el conjunto compartido de creencias y formas de ver el mundo, todo ello mediado y constituido por los símbolos y el lenguaje, propios de un grupo o sociedad” (Zald, 1999, p. 371), en este trabajo se retomará la definición de Ann Swidler cuando entiende la cultura como

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

75

Para estos autores, la importancia de estudiar el contexto recae en que, a

diferencia de trabajos anteriores realizados solamente desde el enfoque de la teoría de

movilización de recursos, en los cuales el interés se colocó en los logros de los activistas,

los defectos de la sociedad o el Estado son causa de protesta (Gamson y Meyer, 1999, p.

392). Por lo que es necesario estudiar la relación entre el contexto y los procesos internos

de los movimientos sociales. En particular, desde esta perspectiva es posible relacionar

la influencia de otros movimientos en la creación de oportunidades políticas y la

interpretación de éstas como un proceso propio en cada movimiento social, el cual no

es lineal y en él puede haber lugar a distintas posturas, valoraciones y desacuerdos.64

En su esquema retoman distintas variables que otros autores ubican como parte

de la estructura de oportunidades políticas. Para el caso de Capulálpam se retomarán

algunas que aplican en su estudio. En cuanto a la dimensión estable se refiere, se

considerarán:

I) la fuerza y número de los partidos políticos, ya que la configuración de éstos

experimentó un cambio sustancial durante los años en que se realizó la oposición

calpulalpense, así que resulta de interés estudiar si esta situación tuvo alguna injerencia

en el movimiento de este poblado;

II) centralización de las instituciones políticas, es decir, la distribución y

administración del poder que para el caso oaxaqueño el reconocimiento de los usos y

un “«juego de herramientas» de símbolos, relatos, rituales y visiones del mundo que la gente puede utilizar con diversas configuraciones para resolver distintos tipos de problemas”, ya que permite operacionalizarla en la acción, pues parte de que el papel de la cultura no es definir los fines de ésta, sino proporcionar los componentes culturales utilizados para construir estrategias de acción (1996, p. 129). De hecho, ya se ha planteado que mirar a la cultura como herramientas, más que como creencias, abonaría en el enriquecimiento de la teoría de marcos. Al respecto, véase el trabajo de Acevedo (2013). 64 “[L]as oportunidades dejan vía abierta a la acción política, pero los movimientos mismos también crean oportunidades […], [las cuales] no se presentan como deudoras de ningún movimiento en concreto, no obstante, hay que decir que los movimientos despliegan una gran actividad a la hora de estructurar o incluso crear oportunidades políticas. Es frecuente que se beneficien de oportunidades creadas por sus predeces ores o por otros movimientos contemporáneos. También hay que tener en cuenta que las oportunidades son objeto de interpretación y, a menudo, objeto de controversia. Las oportunidades políticas deben asimilarse a través de un proceso de creación de marcos interpretativos lo que, a menudo, desencadena desacuerdos internos sobre las estrategias a seguir” (Gamson y Meyer, 1999, pp. 390-391).

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

76

costumbres a nivel municipal desempeñó un papel primordial de politización de las

comunidades;

III) modelo de vinculación entre grupos de interés y el gobierno, ya que en el

estado hay múltiples organizaciones que se han posicionado como intermediarias entre

el gobierno estatal y municipal y los pobladores de distintas comunidades, esta variable

es interesante por la ruptura de pactos informales durante las administraciones de José

Murat (1998-2004) y Ulises Ruiz (2004-2010), pues ocasionó un ambiente de descontento

que se sumó a la conformación de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO),

y;

IV) capacidad y propensión del Estado para la represión, pues si bien este

esquema está pensado desde la cultura política-institucional de países con una

institucionalidad y régimen político estables (de acuerdo con principios del pluralismo

democrático), analizar de qué manera un gobierno estatal centralizado y con un sistema

autoritario como el que ha caracterizado a Oaxaca durante buena parte de su vida

política tiene repercusiones en la movilización y protesta social en momentos

coyunturales, ayudaría a entender cómo son escuchadas (si es que lo son) las demandas

de una comunidad y de qué manera los movimientos sociales reaccionan ante la

represión del Estado o la tolerancia de sus manifestaciones.

Por otra parte, para el estudio del caso concreto de Capulálpam de Méndez, la

dimensión volátil es útil porque permite vincular la relación entre el surgimiento de una

de las manifestaciones de protesta social más amplias en el estado:65 la conformación de

la APPO y la valoración que los pobladores del lugar hicieron de las políticas

económicas implementadas durante las dos administraciones en que articularon su

movilización en contra de la minería.

65 Es decir aquellos que “cambian de acuerdo con los eventos, las políticas y los actores políticos. Estos aspectos de la oportunidad política son temas controvertidos sobre los que también opinan los movimientos, aunque, en ocasiones, guarden poca o ninguna relación con los cambios que puedan tener lugar” (Gamson y Meyer, 1999, p. 391).

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

77

Aunado a estos aspectos que se encuentran más en el ámbito de la interpretación,

el esquema de los aspectos volátiles que se retoman para este caso de estudio es el

siguiente:

I) cambios en las alianzas políticas, pues como se señaló anteriormente el partido

hegemónico dejó de serlo,66 identificar de qué manera fue aprovechada esta situación

por los capulalpenses es uno de los objetivos del capítulo;

II) fuerza de las organizaciones autóctonas, como se vio en capítulos anteriores,

la Sierra Juárez tiene una amplia historia de movilización. En el presente apartado se

estudiará de qué manera ésta fue canalizada para el tema de la oposición minera, y;

III) estrategias predominantes para la resolución de conflictos, las cuales se

enmarcan en un panorama de movilización anti-minera y anti-extractivista más amplia,

cuyo patrón se mencionó en el capítulo 2.

De tal manera, la estructura de este capítulo gira en torno a responder ¿qué

elementos del ambiente político pudieron favorecer la movilización de Capulálpam de

Méndez y de qué manera desde lo comunitario se visualiza el ámbito de lo político?

En la primera parte se elabora una revisión del contexto político que permitió el

reconocimiento de la Asamblea de comuneros y/o ciudadanos como uno de los

elementos que se erigió con gran peso en la oposición a la minería y, en general, en toda

muestra de organización social comunitaria. Esta sección está dedicada a estudiar la

importancia de los cambios gestados desde la década de los setenta para la

conformación de las organizaciones civiles que se crearon en la Sierra Norte, resaltando

su importancia para lograr que veinte años después se diera el reconocimiento de los

usos y costumbres como forma de gobierno política y socialmente aceptada en la

entidad, lo cual ha permitido a las comunidades contar con un punto de acceso al poder

municipal de una manera mucho más centrada en las necesidades comunitarias.

66 “Un partido fuerte y monolítico es menos propenso a absorber las demandas de nuevos actores sociales, mientras que en un sistema de partidos más débil y descentralizado penetran más fácilmente los intereses de los grupos activos” (Tarrow, 1997, p. 166)

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

78

Por su parte, el siguiente apartado está dedicado al estudio de los últimos dos

periodos de gobierno en la entidad, el de Ulises Ruiz (2004-2010), el primero, y en el cual

se inició formalmente la oposición a la minería en Capulálpam y alcanzó sus niveles más

álgidos, y el segundo que estuvo dirigido por el candidato de la oposición Gabino Cué

(2010-2016) y en cuyo periodo las actividades en Capulálpam tomaron un tinte distinto,

pues ya se había logrado la cancelación temporal de las actividades mineras en la zona

y los esfuerzos se dirigieron a construir una oposición regional basada en información

académica y experiencias de otras comunidades de México y Latinoamérica.

Es decir, se estudia el contexto de efervescencia social y política que imperó

durante la administración del gobernador Ulises Ruiz, el cual configuró un ambiente

propicio para la protesta social con manifestaciones de gran envergadura como la

APPO. Precisamente esa es la materia del último apartado, en el cual se analiza la

importancia de la protesta social appista como un movimiento que desempeñó un rol

esencial como el lugar donde se tejieron contactos y alianzas que dotaron al movimiento

de Capulálpam de una expertise técnica que promovió una lucha en distintos frentes:

desde el jurídico, hasta el de apoyo intercomunitario en la misma Sierra Norte, como en

el plano nacional e internacional.

III. 1. El acceso al poder desde lo comunitario. Algunos aspectos de largo aliento

En el presente apartado se busca poner en perspectiva la importancia del proceso

político que configuró las condiciones en que la comunidad de Capulálpam de Méndez

se movilizó en contra de la minería. Esto incluye, entre otros elementos, la presencia de

la Asamblea, reconocida no sólo por el sistema institucional oaxaqueño, sino también

por los propios habitantes de la comunidad. La sección se ha estructurado en torno a

dos temas: el sistema institucional y los partidos políticos en la entidad, revisados a

partir del reconocimiento de los usos y costumbres en la mayor parte de los municipios

oaxaqueños como el punto de inflexión que pone en evidencia, en un nivel más

cotidiano, a la Asamblea de comuneros y/o ciudadanos (producto de dicho

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

79

reconocimiento con las reformas de 1995) como una práctica electoral y el espacio de

participación donde se toman las decisiones que la comunidad acata en su gobierno.

III.1.1. La distribución del poder y los partidos políticos en Oaxaca: la importancia del

reconocimiento de los usos y costumbres

El contexto político oaxaqueño de los primeros años del siglo XXI se vio influido por las

modificaciones a las que fue sujeta la legislación sobre el sistema de gobierno en la

mayoría de los municipios del estado durante la década de los noventa. Algunos autores

(Anaya, 2006; Recondo, 2007) coinciden en que la legislación que se realizó en materia

de los usos y costumbres como forma de gobierno aceptada en Oaxaca fue fruto de una

modificación de fuerzas políticas, específicamente priístas, que vieron mermada su

capacidad de injerencia en el ámbito municipal y emprendieron las reformas al artículo

2 constitucional como un mecanismo de cambiar para no cambiar nada.67

El reconocimiento de los usos y costumbres como una forma legítima de

gobierno sin presencia de partidos políticos en el desempeño de los cargos sucedió en

el contexto de gran efervescencia de comunidades indígenas (el alzamiento en Chiapas

de los poblados zapatistas tan sólo un año antes de las reformas de reconocimiento), 68 y

67 Algunos autores (Castro, 2005, p. 201) consideran que los usos y costumbres engloban más que las prácticas electorales de las comunidades al nombrar a sus autoridades municipales y comunitarias, de hecho, dentro de ellos se encontrarían los siguientes componentes: 1) servicios comunitarios (sistema de cargos y tequio), 2) rituales y ceremonias (mayordomías, rituales de toma de posesión de los cargos), 3) impartición de justicia (derecho consuetudinario y costumbres jurídicas), 4) obligaciones (prestar los servicios comunitarios y las cooperaciones que se requieran) y derechos (territorio, solicitar una constancia de origen o de buena conducta, servicios como agua y energía eléctrica), 5) la administración municipal, 6) Asamblea comunitaria, 7) Territorio (el espacio productivo y también sagrado), 8) Economía comunitaria (generalmente de autoconsumo). Es decir, los usos y costumbres serían prácticas cotidianas culturales y políticas, no obstante en el presente trabajo serán referidas sobre todo a las prácticas electorales y nombramiento de autoridades, pues son estos elementos los que han sido reconocidos en la legislación mexicana. 68 Así, para Anaya (2006, p. 77), el reconocimiento de los usos y costumbres obedeció a una coyuntura nacional incentivada por la irrupción de las comunidades zapatistas en el orden nacional: “el alzamiento zapatista en Chiapas no solamente animó la movilización indígena, facilitó la creación de espacios para la acción y la discusión colectiva, e impulsó la ‘indianización’ de las organizaciones; también hizo posible la radicalización violenta de la lucha indígena, hasta entonces implementada dentro de márgenes civiles de la lucha política. La nueva dimensión que adquirió el movimiento indígena significó no sólo la formulación de un reto más fuerte y amplio al margen del PRI, sino también una seria amenaza a la preservación de la gobernabilidad del estado [de Oaxaca]”.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

80

la crisis del PRI en la entidad, que no ha dejado de perder votos desde 1980.69 De tal

manera, “[l]a legalización de las costumbres electorales refleja la convergencia de

intenciones y de estrategias contradictorias. En tanto que decisión política, corresponde

a una estrategia de legitimación puesta en marcha por el gobierno de Oaxaca para evitar

el contagio del conflicto chiapaneco y frenar el progreso de la oposición” (Recondo,

2007, p. 28).

Sin embargo, a la postre el reconocimiento de un sistema consuetudinario en 418

de los 572 municipios oaxaqueños consolidó un sistema más “autónomo” del partido

hegemónico en la entidad, lo cual ha configurado un régimen de representación en el

que tienen mayor presencia partidos distintos al PRI. Por ejemplo, el PRD en concreto

ha ganado espacios en los municipios reconocidos con un gobierno de usos y

costumbres. En un artículo de Recondo (2009), basado en el análisis de los comicios

federales desde 1992 al 2006, los resultados arrojan que en los municipios de usos y

costumbres:

[L]a oposición pasó de 13% de los sufragios en 1992 a 47% en 2004, mientras que

en los municipios de partidos políticos pasó de 27% de los sufragios en 1992 a

52% en 2004. En otras palabras, mientras que en los municipios de partidos

políticos la oposición apenas duplicó sus resultados, casi los cuadriplicó en los

municipios de usos y costumbres (Recondo, 2009, p. 256).

Si bien, antes del reconocimiento oficial de los usos y costumbres en el estado,

los municipios realizaban la elección de sus autoridades comunitarias de una manera

muy parecida a como lo hacen actualmente, los candidatos a ejercer los cargos tenían

que ser registrados bajo un partido político, el cual usualmente solía ser el PRI (Castro,

2005, p. 193),70 lo que promovía una gran presencia priísta en casi todo el estado. Por el

69 Desde finales de la década de los setenta el régimen priísta encontraba serios descontentos entre la población, el ejemplo más claro es la destitución del gobernador Manuel Zárate Aquino en 1977 mediante un amplio movimiento popular. 70 Incluso en algunos municipios pertenecer al Comité Municipal del PRI se consideraba parte del escalafón en el sistema de cargos. Las funciones de este Comité se centraban en convocar a la asamblea de elección de autoridades municipales y en mantenerse en contacto con representantes del Partido (Castro, 2005, p. 193).

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

81

contrario, el reconocimiento de los usos y costumbres ha permitido que en la elección

de las autoridades comunitarias no haya injerencia partidista, lo que no inhibe la

presencia de militantes de distintos partidos entre los pobladores, ni que los partidos

intervengan de forma encubierta (Castro, 2005, p. 195).

En este sentido, la regulación de las instituciones es muy fuerte, pues determina

cuándo una elección es válida y cuándo no. La ausencia de conflictos es el principal

factor para considerar que una elección comunitaria es admitida y reconocida, no

obstante, a pesar del reconocimiento oficial de un gobierno consuetudinario los

conflictos no dejan de sentirse, lo que promueve que se nombren autoridades externas

a las comunitarias y, por lo tanto, un descontento entre la población.

Es decir, desde el punto de vista del funcionamiento del gobierno por usos y

costumbres, aún faltan pasos por recorrer en su completo reconocimiento en la práctica

y no sólo formal, sobre todo porque se encuentra inmerso dentro del sistema

institucional estatal y nacional que se rige bajo otros principios. Tal como ya se ha

señalado:

[L]os cambios constitucionales en materia de reconocimiento de la diversidad

cultural en el ámbito federal y en la mayoría de los estados no ha superado el

nivel declarativo. El Convenio 169 ha sido, en los hechos, “letra muerta”,

mientras que las reformas a la Constitución federal y a las distintas

constituciones estatales no se han traducido —con la excepción del ámbito

electoral en Oaxaca— en la definición de arreglos institucionales operativos que

acomoden de manera efectiva la ahora reconocida diversidad cultural. De esta

manera, la legalización de los usos y costumbres electorales en Oaxaca es, sin

duda, el elemento más relevante de “la política del reconocimiento” hasta estos

momentos implementada en el país (Anaya, 2006, p. 13).

Aunque, por otra parte, también ha promovido una apertura hacia la

representación partidista, esto es así porque la vida política de los municipios

oaxaqueños con su régimen consuetudinario tiene dos vertientes: la elección

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

82

comunitaria y su participación en los comicios federales cuando de elegir diputados,

senadores y presidente se refiere, pero también al nombrar gobernador, lo que ha

permitido que partidos distintos al hegemónico tengan mayor presencia en la vida

política del estado.

Ahora bien, la decisión política de reconocer de manera oficial los usos y

costumbres tuvo que ver con la presión de organizaciones sociales conformadas en un

proceso de politización derivado de un contexto nacional en problemas, del cual el

alzamiento en Chiapas sería sólo una manifestación local, aunque muy cerca del estado

de Oaxaca,71 pero que en un nivel más amplio se alimentó de “[l]a ruptura de 1968, la

crisis de la agricultura en los años setenta y la recesión económica que afecta al país

entero a partir de los ochenta” y que también tuvieron

repercusiones directas en la mayoría de las regiones de Oaxaca. Una nueva élite

se instala, escolarizada, bicultural, pero que toma su experiencia del “mundo

exterior” en un contexto de reflujo del modelo nacional-populista,72 justo al final

de un período de bonanza económica cuyo principal motor fue la exportación

del petróleo. De esta élite saldrán los dirigentes del movimiento comunitario que

se consolida en los años ochenta y tiene un eco sin precedentes en los noventa,

en un contexto de “neoliberalismo triunfal” (Recondo, 2007, p. 99).

Es así como se conforman distintas organizaciones que se convertirán en

intermediarias entre el nivel de gobierno municipal y el estatal en la resolución de

71 Aunque para Recondo (2007, p. 97) las políticas de reconocimiento de la diferencia son consecuencia del estado neoliberal “que le garantice al menor costo un control indirecto sobre las poblaciones y los territorios que no está en capacidad de administrar directamente”, es decir, se tratarían más de una estrategia del Estado que encuentra en el multiculturalismo la legitimación de sus nuevas formas de intervención, que el resultado de la presión de las organizaciones indígenas . 72 En otra parte de este mismo libro, Recondo (2007, p. 120) menciona que “[l]ejos de promover la asimilación de las poblaciones indígenas, las intervenciones del Estado posrevolucionario [con la formación de promotores culturales bilingües] propiciaron el surgimiento de una élite indígena escolarizada, bicultural y capaz de vivir en los dos mundos donde se mueve: el de las comunidades, donde nace y pasa los primeros años de vida, y el de la sociedad urbana y mestiza, donde realiza una parte de sus estudios. Sólo que su experiencia con la sociedad urbana coincide con la extinción de un modelo de desarrollo nacional-populista y la crisis de la economía nacional. Los jóvenes indígenas, parcialmente desubicados, vuelven a sus comunidades de origen a buscar los elementos de un modelo alternativo de desarrollo económico y de organización política”.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

83

conflictos, cumplimiento de ciertas demandas y son también quienes empiezan a poner

en el debate nacional la cuestión de los derechos y la autonomía indígena. Entre las

organizaciones más visibles, con mayor trayectoria en este tema y aún vigentes se

encuentran Ser-Mixe,73 la UNOSJO,74 ambas operando en la Sierra Norte, cuyo “trabajo

se ha coordinado y ha tenido un impacto directo en el discurso y la práctica política de

las autoridades municipales y comunales de la región que buscan el reconocimiento de

la diversidad cultural y los derechos de los pueblos indígenas en Oaxaca” (Anaya, 2006,

p. 64).

En suma, el reconocimiento de los usos y costumbres en Oaxaca obedeció al

contexto estatal en que el partido hegemónico se encontraba en crisis, cuestionado por

distintas organizaciones sociales surgidas de un proceso histórico de marginación de las

comunidades indígenas, y de una decadencia económica a nivel nacional, la cual

obedeció al agotamiento de la bonanza de los años cincuenta y sesenta y que hacia los

ochenta da paso al modelo neoliberal que acarrea cambios y descontentos entre la

población, a distintos niveles y con manifestaciones diversas. No obstante, pese a ser

implementado como una estrategia política de cambio para no cambiar, los usos y

costumbres permitieron que el sistema partidista experimentara alineaciones que

beneficiaron en los distintos comicios federales desde las reformas de 1995 al partido de

73 Ser-mixe es heredera de las experiencias organizativas de CODREMI (Comité Coordinador para la Defensa de los Recursos Naturales, Humanos y Culturales de la Región Mixe), creado en 1980 con el objetivo de que las comunidades tuvieran el control directo de sus recursos naturales. Dos años después, luego de que este Comité se disolviera, se constituyó la ASAM (Asamblea de Autoridades Mixes) con los mismos propósitos de mantener el control del territorio en manos de la comunidad. Por su parte, Ser-mixe actualmente se dedica “a apoyar jurídica, política e intelectualmente las luchas de las comunidades y los municipios mixes de la Sierra Juárez. Además de la promoción de la autonomía indígena en lo político, lo cultural y lo económico -productivo, la defensa jurídica de las comunidades y la formación de cuadros técnicos y directivos, SER-Mixe ha trabajado directa y cercanamente con las autoridades comunales y municipales de la región, buscando fortalecer el sentimiento de comunalidad, reivindicando la cultura indígena y demandando el reconocimiento de los derec hos colectivos de los pueblos” (Anaya, 2006, p. 64). 74 Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez, la cual surgió en 1990 en el marco del proceso organizativo facilitado por el establecimiento de los Fondos Regionales de Solidaridad (un programa encaminad o a impulsar el desarrollo rural, que otorgaba financiamiento a proyectos productivos y de comercialización en regiones indígenas del país). Con el tiempo, la UNOSJO “adquirió una dimensión mayor, proporcionando un espacio organizativo independiente para autoridades municipales y comunales de los distritos de Villa Alta e Ixtlán, en la Sierra Norte, mediante el cual pudieran atender sus problemas e intereses comunes fuera del tutelaje y el control de las estructuras priístas de control político” (Anaya, 2006, p. 64).

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

84

oposición en la entidad. Hasta aquí la revisión giró en torno al proceso histórico-político

del reconocimiento de los usos y costumbres, en el siguiente apartado se buscará

aproximarse a la valoración que los pobladores de Capulálpam otorgan a la Asamblea

como el centro de su organización y fuerza comunitaria.

III.1.2. La estructura organizativa : “Esta es la máxima autoridad, la Asamblea. No hay

partidos acá”75

Derivado del reconocimiento de los usos y costumbres, la Asamblea de comuneros

(cuando se reúnen quienes tienen derechos de propiedad —comunal— y decisión sobre

la tierra) y ciudadanos (cuando se trata de aquellas personas que pueden votar en la

elección de cargos estatales y federales) se ha erigido, por supuesto con sus propias

características en cada uno de los 418 municipios que se rigen bajo un gobierno

consuetudinario, como el órgano más importante de toma de decisiones; de manera

general, se trata del espacio de elección de autoridades municipales y comunitarias, de

exposición de desacuerdos, inquietudes y propuestas de solución a los diferentes

problemas que puedan estar afectando a la comunidad.

En el caso concreto de Capulálpam, poco se ha considerado como punto de

análisis la conformación de la Asamblea como el resultado de un proceso de mayor data

y que en sí mismo no es un órgano homogéneo de toma de decisiones, ni tampoco es

exclusivo de esta comunidad, sino que otros 417 municipios también han constituido y

se rigen mediante este órgano de gobierno consuetudinario. Si bien, ha sido

resignificada por los pobladores de Capulálpam y fungido como la base de la

movilización en contra de la puesta en práctica de proyectos exógenos a la comunidad

(la explotación de los bosques o la implementación de minería a cielo abierto), mirarla

como el ámbito donde se exponen desacuerdos y se materializan diferencias de orden

75 La frase fue mencionada en entrevista a JC, realizada el 18 de julio del 2017, ex comisariado de bienes comunales de Capulálpam y actual miembro del Consejo de Caracterizados , el cual se trata de un órgano de consulta de las autoridades locales (municipales y comunales) conformado por las personas que han cubierto el escalafón del sistema de cargos o que se han desempeñado en aquellos de mayor rango. El principio que rige su constitución es la experiencia con la que cuentan sus integrantes.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

85

político, podría aportar en la discusión hacia cómo en la estructura de movilización las

diferencias son trascendidas, solucionadas o minimizadas en aras de un objetivo en

común.

Bajo la teoría propuesta, la importancia de estudiar la Asamblea recae en que ésta

se visualiza por los propios pobladores como la estructura que les da cohesión en la

resolución de conflictos y que les ha permitido constituir con propuestas votadas en su

seno una efectiva oposición a la minería. De tal manera, la estructura organizativa, y se

asume que en este caso la Asamblea comunitaria funge como tal, es un elemento

necesario en el modelo de las oportunidades políticas, pues

[L]a mayoría de los movimientos políticos y revoluciones se catalizan debido a

cambios sociales que convierten al orden político establecido en algo más

vulnerable o más receptivo al cambio. Pero estas oportunidades políticas sólo son

uno de los requisitos necesarios. No es probable que se aprovechen si no existe

una infraestructura organizativa, formal o informal, capaz de canalizar los

procesos. Por último, junto a los requerimientos estructurales de oportunidad y

organización hay que mencionar la importancia de significados y definiciones —

marcos— por los partidarios del movimiento emergente (McAdam et. al., 1999,

p. 30).76

En estos términos se estudia en este apartado, pues se ha conformado como un

elemento estructural en las comunidades oaxaqueñas que se rigen por usos y

costumbres y, al menos en Capulálpam, respetada como el máximo espacio de toma de

decisiones, lo cual podría obedecer, una vez más, a la ubicación de esta comunidad

serrana que ha recibido el proceso de una intensa búsqueda del reconocimiento de la

diferencia indígena en la región de la Sierra Norte, “aquí la nueva élite [profesionista],

más que en otras partes, va a privilegiar las reivindicaciones de reconocimiento de una

76 Los marcos de acción desempeñan un papel crucial para que una oportunidad sea valorada como tal. Aunque parece categórica la afirmación de Gamson y Meyer (1999, p. 401), al enunciar que “cuando no se reconoce la oportunidad es como si no existiera”, lo que están haciendo es apuntar hacia la importancia del proceso cognitivo de valoración que la teoría de los marcos ha introducido en el estudio de los movimientos sociales.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

86

especificidad cultural y hacer girar sus estrategias políticas alrededor de una

organización comunitaria más o menos reinventada e idealizada” (Recondo, 2007, p.

102).

Entonces, a diferencia de otras experiencias en América Latina, donde se han

conformado asambleas de vecinos al momento de estar enfrentando el avance de

minería en su territorio, o cuando se tiene conocimiento de aprobación de proyectos

mineros cerca de donde habitan,77 en Capulálpam se aprovechó esta estructura de

organización tan cotidiana,78 cuyo funcionamiento resulta conocido a los pobladores del

lugar, para la exposición de propuestas de articulación de la oposición en contra de la

minería. Así, para los capulalpenses, la fuerza de esta comunidad se encuentra en la

unanimidad de la Asamblea:

Lamentablemente lo que pasa en otros lados es que están divididos ¿no? Dividen

al comisariado y dividen a la autoridad municipal. Automáticamente dividen a

las comunidades ¿no? Y es ahí a donde aprovechan para entrar y sacar acuerdos

no muy convincentes ¿no? Acá no, acá felizmente, como somos pocos, siempre

marcha de acuerdo como se debe [a] la autoridad. Y además en ese tema, la

asamblea dijo “no” y tenemos que respetarla.79

Sin embargo, Recondo (2007) llama a considerar que:

77 […] en la Argentina las movilizaciones socioambientales en contra del actual modelo minero (explotación a cielo abierto) se han venido organizando bajo la forma de “asambleas” de vecinos o de ciudadanos autoconvocados. Desde sus inicios, la composición de las mismas ha venido reflejando un carácter heterogéneo y multisectorial, con una presencia importante de las clases medias (de sectores profesionales, quienes suelen ser los encargados de proponer-elaborar un saber experto independiente), así como de organizaciones campesinas e indígenas (que cuentan con saberes propios por su particular relación con la tierra y el territorio). Son precisamente estos procesos de movilización asamblearia los que han ido conduciendo a la concepción de la territorialidad, opuesta a discurso ecoeficientista y a la visión desarrollista, propia de la narrativa dominante” (Svampa et. al., 2009, pp. 45-46) Si bien en Capulálpam también ha habido una participación heterogénea con otros sectores, las Asambleas suelen tener un carácter ceñido a la participación de los pobladores del lugar, a menos de que se presente una situación extraordinaria, sólo comuneros (los únicos que pueden serlo son los hombres) y/o ciudadanos pueden participar de y en ellas. 78 “El término forma organizacional implica la existencia, tanto de un modelo cognitivo por medio del cual se puedan estructurar identidades colectivas, como de las estructuras de relaciones propias de las instituciones sociales. Sólo así se pueden delimitar y articular las acciones, relacionándolas con el sistema de organización política existente y, en ocasiones, promover cambios institucionales” (Clemens, 1999, p. 291). 79 Entrevista a BH, realizada el 17 de julio de 2017.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

87

Es conveniente tomar distancia de las descripciones un tanto idealizantes de los

procedimientos electorales de las comunidades, donde las decisiones de las

asambleas se toman solamente en función de criterios sujetos a la jerarquía del

servicio comunitario. La comunidad es un espacio de conflictos y relaciones de

poder. A menudo la unanimidad es una fachada para el exterior por razones

elementales de protección frente a un entorno hostil y percibido como una

amenaza para la reproducción del grupo.

En el interior, los antagonismos entre facciones, entre familias e incluso entre

individuos son constantes. Con frecuencia se deben a conflictos acerca del

control de la tierra o sencillamente a las desigualdades sociales y a la

competencia por el prestigio y el poder que caracterizan a toda colectividad. La

designación de autoridades municipales forma parte de esos conflictos y refleja

el estado de las relaciones de fuerza en un momento dado. Las decisiones no las

toman los individuos yuxtapuestos en una asamblea, sino personas que forman

parte de un conjunto de lazos sociales y familiares de tipo ritual (compadrazgo,

matrimonio, etcétera) o consanguíneos (p. 56).

Es así que para el caso de Capulálpam de Méndez, la Asamblea contiene dos

componentes: uno histórico-estructural promovido desde la esfera institucional con el

reconocimiento de los usos y costumbres y otro valorado por los habitantes como la

principal fortaleza de la comunidad, en cuyo discurso se busca borrar las diferencias y

el proceso complejo de tomas de decisiones para llegar a acuerdos. Incluso se llega a

omitir que las autoridades en turno fueron electas en este órgano, resaltando que éstas

tienen que acatar los acuerdos llegados en ella: “Y como aquí en esta comunidad las

autoridades tienen que hacer lo que diga la asamblea, pues también estaban

convencidos ellos, pero ya con respaldo de la asamblea, ya el comisariado empieza a

trabajar.”80

80 Entrevista a BH, realizada el 18 de julio de 2017.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

88

No obstante, más allá de que la Asamblea sea un espacio unánime, la importancia

de este órgano es que es un espacio conocido para los pobladores del lugar y, por lo

mismo, manejable por quienes cuenten con los recursos (experiencia, apoyo, etc.) para

hacerlo, lo cual promueve que se hagan escuchar algunas propuestas en detrimento de

otras y que, con el paso del tiempo, se haya llegado a instaurar el mismo reconocimiento

de la importancia de la Asamblea en el proceso de oposición antiminera, lo cual

benefició el posicionamiento de las demandas en el plano nacional e internacional.

III.2. La dimensión volátil. La política económica de las administraciones de Ruiz y

Cué y la articulación de la protesta social appista

En el presente apartado se caracterizan los gobiernos de Ulises Ruiz y Gabino Cué, con

énfasis en el tratamiento que dieron a la minería y la apertura a capitales extranjeros en

ese ámbito. Se trata, principalmente, de comprender cuál fue el peso que otorgaron a

esta actividad económica. No obstante, por las implicaciones que conlleva realizar una

revisión de esta índole, se describe de manera general la percepción de autoritarismo e

ilegitimidad del gobierno de Ulises Ruiz, y el camino que Gabino Cué tomó durante su

mandato en el estado, particularmente después de lo ocurrido en 2006.

Este último tema es relevante en el marco del movimiento de Capulálpam porque

dentro de él se gestó un sentido de agravio entre la comunidad, además de que en el

contexto se abrieron canales de participación de la sociedad, a la par de grietas en el

soporte del partido hegemónico de la entidad, el PRI, lo que llevaría a que otros partidos

ganaran mayores espacios de representación que antes estaban ocupados por aquél.

III.2.2. ¿Una apuesta por la minería? Las administraciones de Ulises Ruiz (2004-2010) y Gabino

Cué (2010-2016)

En México, los principales estados con capital extranjero invertido en materia de minería

se encuentran en el norte del país: Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Sinaloa,

seguidos de entidades de otras latitudes: Guadalajara, Oaxaca, Guerrero, Baja

California, Chiapas, Nayarit, Coahuila y Guanajuato (Secretaría de Economía, 2007, p.

38). En este panorama, el estado de Oaxaca es de especial interés debido a la forma en

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

89

que se posicionó, durante los últimos quince años, dentro de los diez estados que

cuentan con mayor inversión extranjera en esta actividad.

Si bien la apertura del sector minero a capitales extranjeros fue un proceso

generalizado en el contexto regional latinoamericano, como se vio en el capítulo

anterior, rescatar de qué manera se asimiló dicha apertura en escalas subnacionales

resulta relevante para comprender dicho proceso en dos sentidos: los objetivos a

alcanzar en materia económica por parte de los gobiernos locales y de qué manera las

comunidades cuyo territorio fue concesionado a actividades extractivas, articularon su

oposición hacia éstas debido a la afectación que la práctica de minería les ocasionaría

y/o ha ocasionado.

En este sentido, tratar los últimos dos periodos de gobierno en Oaxaca, no sólo

porque en ellos el movimiento aquí estudiado materializó una fuerte oposición en

contra de la minería en su territorio, sino porque fue una época de gran efervescencia

política y económica tanto para el estado como para el país, permite estudiar de qué

manera se concatenaron las condiciones sociopolíticas y de qué forma éstas fueron

aprovechadas por los movimientos locales en su propia lucha. En concreto, cómo fue

significado por los pobladores de Capulálpam el ambiente de autoritarismo de Ulises

Ruiz, las concesiones que durante su administración se otorgaron sin dar aviso a la

comunidad y, en un ámbito más local, cómo aprovecharon el contacto que se dio con

organizaciones sociales durante las manifestaciones de la APPO son algunas de las

preguntas que guiarán este apartado.

Es decir, tenemos dos dimensiones del contexto político en el que tuvo lugar la

oposición comunitaria de Capulálpam: la política implementada en materia económica

desde el gobierno nacional y cómo fue asumida en el subnacional, las consecuencias que

le contrajo a la administración de Ruiz y, por otra parte, cómo leyeron los habitantes de

Capulálpam y organizaciones sociales el momento para posicionar su “no a la minería”

como una legítima demanda de defensa del territorio.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

90

En julio de 2004 el candidato del PRI, Ulises Ruiz, iniciaba su periodo

gubernamental triunfando en una de las elecciones con mayor abstencionismo en

Oaxaca (alrededor del 48%) con una diferencia de 3 puntos porcentuales por encima del

opositor más fuerte: Gabino Cué, candidato de la coalición “Todos somos Oaxaca”

(Labiano, 2012; Recondo, 2009), y en medio de un ambiente de repudio y percepción de

ilegitimidad. De esta manera se inauguraba uno de los gobiernos más cuestionados y

con mayor descontento en Oaxaca, situación que no se hizo esperar más de dos años,

pues en junio de 2006 estalló una de las movilizaciones más grandes de la historia del

estado: la conformación de la APPO, la cual se analizará más adelante.

El gobierno de Ruiz se basó o, al menos, así quedó estipulado de manera oficial

y en el camino de las metas, quizá movido por los temas que se posicionaron en boga

para las agendas públicas al iniciarse el siglo, en lo que se llamó “Plan Estatal de

Desarrollo Sustentable 2004-2010”. En este documento ya se planteaban los retos de la

globalización para una entidad tan heterogénea como lo es Oaxaca y su pertenencia a

un estado federado:

Tenemos que mirar en torno a nosotros y ver el mundo en el que nos movemos

para comprenderlo mejor, para utilizar sus ventajas y para contrarrestar las

amenazas que implica. Sin alarmismo, el entorno mundial es de alto riesgo para

el país y para Oaxaca. El inevitable, progresivo y acelerado proceso de

globalización, no puede ser ignorado. Ni en las oportunidades que ofrece, ni en

sus evidentes amenazas. Si lo pasamos por alto, corremos voluntariamente

graves riesgos como espectadores, renunciando al papel de actores y dejando

que otros decidan por nosotros. Hoy, las fuerzas que resuelven el futuro del

mundo ya no son sólo los países desarrollados, sino los poderes económicos, que

trascienden fronteras e imponen su hegemonía.

Así, y como parte de un estado Federal, tenemos que aceptar o acatar políticas

decididas y formuladas en el centro del país, con frecuencia opuestas a nuestras

legítimas aspiraciones. Hemos de admitir, sin embargo, que sería difícil transitar

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

91

solos, aislados por un mundo tan complicado. De ahí la importancia de la unidad

estatal, prenda fundamental para dar fuerza a las iniciativas que dependen de la

concertación con el Gobierno central. La cohesión de los oaxaqueños, como parte

de la unidad que los mexicanos debemos construir y preservar, es crucial para

procurar opciones propias ante las oportunidades o las amenazas de la

globalidad (Gobierno del Estado de Oaxaca, 2004, pp. 1-2).

Es decir, por la propia legislación que rige en materia de minería es probable que

las concesiones se hayan otorgado desde el ámbito federal durante el periodo de Ruiz,

el cual coincidió con las diversas reformas revisadas en el capítulo anterior. Sin

embargo, para los oaxaqueños el gobernador fue percibido como el principal promotor

de la aprobación de distintos proyectos de exploración y explotación minera en

territorio estatal. No obstante, la estrategia instrumentada por el gobierno de Ruiz en

materia económica sí contemplaba el desarrollo de la minería. De tal forma, como

objetivo en materia extractiva se trató de “impulsar la exploración y explotación minera

mediante proyectos sustentables ecológica, social y económicamente para la generación

de empleo e ingresos entre las comunidades poseedoras de los recursos” (Gobierno del

Estado de Oaxaca, 2004, p. 36), el cual se cumplió mínimamente, pues muchas de las

comunidades donde se implementaron proyectos de exploración o explotación no lo

percibieron de esta manera.

Como ya se mencionó, fue durante la administración de Ulises Ruiz en que se

otorgaron o, al menos, se difundió que se habían otorgado distintas concesiones a

mineras extranjeras: “[l]a mayoría de las más de 431 mil hectáreas concesionadas

pertenecen al sector privado. Dieciséis empresas concentran el 62.5% de estas

concesiones, donde se realizan fundamentalmente actividades de exploración” (Plan

Estatal de Desarrollo Sustentable, 2004, p. 35). Sin embargo, de acuerdo con información

obtenida durante el trabajo de campo, en el caso de la comunidad estudiada, las

primeras concesiones se aprobaron en 2002, mientras que la última en 2006 (UNOSJO,

2014). Es decir, comenzaron a otorgarse concesiones desde la administración de José

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

92

Murat y fue durante la de Ruiz que las comunidades se enteraron de ello y en la cual

también se otorgaron el mayor número de autorizaciones de exploración y explotación.

En el siguiente mapa se observa marcado en azul el territorio concesionado en Oaxaca: 81

Figura 5. Concesiones en el estado de Oaxaca

Fuente: Sistema Integral de Administración Minera (2018)

Lo que se observa en el mapa anterior, obtenido de una fuente gubernamental,

es que la mayoría de las concesiones se encuentran en las regiones de Valles Centrales,

Sierra Sur, Sierra Norte y la zona del Istmo, sin embargo, no hay mayores

especificaciones al respecto. Por su parte, organizaciones civiles se han dado a la tarea

de identificar a las comunidades, cuyo territorio se encuentra concesionado. El siguiente

mapa ubica a algunos de los poblados en concesión, la minera que hasta 2016 fue la

concesionaria y la etapa del proceso:

81 Los mapas obtenidos del Sistema de Administración Minera, se tomaron del siguiente enlace: http://www.cartografia.economia.gob.mx/cartografia/ [Consultado el 6 de febrero de 2018]

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

93

Figura 6. Concesiones y proyectos mineros en el estado de Oaxaca

Fuente: Observatorio de Derechos Territoriales, Educa A. C. (2016)

http://www.educaoaxaca.org/observatorio/wp-content/uploads/2015/11/concesiones-mineras-

web.png

En el mapa anterior se aprecian con mayor claridad las regiones oaxaqueñas con

más concesiones otorgadas. Por lo que se refiere a la zona de estudio (marcada en rojo),

en ella se ubican 9 de los 35 proyectos de exploración o extracción que se encuentran

documentados de manera oficial en el estado. En la Figura 7 se observa la zona con

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

94

mayor número de concesiones en la región serrana norte, en particular se observa que,

prácticamente, la totalidad del territorio de Capulálpam se encuentra concesionado:

Figura 7. Concesiones mineras en el Distrito de Ixtlán y alrededores

Fuente: Sistema Integral de Administración Minera (2018)

En suma, si bien algunas concesiones fueron otorgadas durante el gobierno de

José Murat, fue sobre todo bajo la de Ulises Ruiz en que se vivió una fuerte oposición a

la minería en el estado, en particular al conocerse que los permisos fueron concedidos

sin conocimiento de los habitantes de las comunidades involucradas. De hecho, éste fue

un aspecto más en la larga lista de agravios percibidos durante el periodo de Ruiz,

aunque la apuesta por posicionar a la minería como una actividad de gran relevancia

para el país no fue propia de Oaxaca, entre los oaxaqueños se percibió la apertura hacia

grandes capitales en el ámbito minero como una muestra más del autoritarismo de Ruiz

durante su mandato, un gobierno que comenzó cimentado en la duda de su legitimidad

y que terminó en medio de un descontento generalizado.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

95

No obstante, la percepción que los oaxaqueños tuvieron de la administración de

Ruiz como un gobierno con una clara inclinación a la apertura económica en materia de

minería tenía bases muy fuertes. En la siguiente gráfica (Figura 8), se observa el

incremento en el número de empresas con capital extranjero que operaban en Oaxaca,

mismo que tuvo lugar de manera exponencial durante casi toda la administración de

Ruiz, pues de dos empresas se pasó a 20 a inicios de dicho gobierno, aumentando a 32

hacia el 2010.

Figura 8. Gráfico de empresas mineras con capital extranjero operando en Oaxaca

Fuente: Elaboración propia con base en los Anuarios Estadísticos de la Minería Mexicana, de los años

2002 al 2016

Por su parte, durante el siguiente periodo continuó incrementándose el número

de empresas con capital extranjero, manteniéndose constante hacia los últimos años del

periodo de Cué, lo cual podría obedecer a las condiciones en que comenzó su gobierno

en el Estado, las expectativas que de su administración se tenían y el margen de respeto

que dio a las muestras de descontento de las comunidades. Así, la primera década del

siglo XXI se inició en Oaxaca con el entusiasmo propio de la llegada al poder de Gabino

Cué, el candidato de la coalición “Unidos por la Paz y el Progreso”, integrada por los

partidos políticos PRD, PAN, Convergencia, PT y apoyada por múltiples organizaciones

sociales del estado. La administración de este gobernador comenzó cargada con las

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

96

demandas de justicia pendientes durante la administración de Ulises Ruiz ante los

atropellos cometidos durante las movilizaciones de 2006 y con la exigencia de que las

cosas funcionaran de manera distinta en la política del estado de Oaxaca.

No obstante, las exigencias y expectativas sobrepasaron en distintos ámbitos las

promesas del gobernador. En primer lugar, ante la violencia ejercida durante las

protestas de 2006, Gabino Cué no pudo dar solución a las denuncias de violaciones

cometidas en contra de participantes de la APPO y a las víctimas de la violencia ejercida

por el Estado, por lo que, a decir de Berenice Ortega, desde una perspectiva de derechos

humanos, la administración de Cué no pudo hacer frente a la maquinaria heredada de

los gobiernos anteriores:

[E]l ambiente de impunidad persistió debido a que el nuevo gobierno fue

incapaz de tomar acciones concretas para investigar y sancionar, por un lado, las

denuncias por violaciones a los derechos humanos imputadas a funcionarios de

administraciones anteriores, y por el otro, los actos de intimidación y violencia

que continuaron en las comunidades (Ortega, 2016, p. 35).

Desde su inicio, el periodo de Cué tuvo algunas contradicciones que llevaron al

desencanto de la transición.82 Mientras que por un lado se otorgó espacio “en el gabinete

del Ejecutivo y de organismos autónomos a representantes de organizaciones de la

sociedad civil y movimientos sociales y a especialistas académicos” (Ortega, 2016, p. 23),

surgidos, en su mayoría, en la coyuntura de 2006; por otro, también se les excluyó de la

elaboración del plan de gobierno.

En cuanto al tema de megaproyectos se refiere, por un lado, desde lo oficial se

buscaba una mejor interlocución y solución de los conflictos ocasionados por el

descontento ante la práctica de minería y se proyectaba armonizar a las empresas

82 Uno de los grandes retos que la coalición que llevó a Cué al triunfo en los comicios del 2010 fue , precisamente, la pluralidad de posturas que la conformaban. En este sentido, el plan que esta alianza “ Unidos por la Paz y el Progreso” realizó, se basaba más en el objetivo de vencer al PRI que en propósitos concretos encaminados a resolver los diferentes problemas que azotan a Oaxaca, lo que devino en “un programa político difuso, sin la dirección central que antes ofrecía el PRI en el poder, lo cual entorpeció las acciones gubernamentales” (Ortega, 2016, p. 25).

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

97

mineras con las comunidades, mediante el “[e]stablecimiento de mecanismos de

atención a la problemática política, social y económica relacionada con la actividad

minera” (Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, p. 179), cuyo camino sería promover

“mecanismos de concertación establecidos con intervención de las autoridades

federales, estatales y municipales, las empresas mineras y las comunidades, que

garanticen la viabilidad de los proyectos, así como el trato justo y digno a los pueblos y

comunidades indígenas cuando los proyectos sean desarrollados en sus territorios”

(Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, p. 179).

Es decir, se seguía con la línea de intervención por parte de los gobiernos estatal

y nacional para establecer la prioridad o no de la práctica de minería, aunque también

se contemplaba considerar a las comunidades afectadas. Sin embargo, esto último no se

cumplió y siguieron sin realizarse las consultas necesarias a las localidades con territorio

concesionado a la minería. Ese fue uno de los principales problemas del periodo de Cué,

pues surgieron o continuaron conflictos ocasionados debido “al diseño y la

implementación de megaproyectos de desarrollo en el estado (plantas eólicas, corredor

transístmico, explotación minera) que no contienen una visión de política pública

incluyente y, por el contrario, se sostiene la misma actitud impositiva que durante

administraciones anteriores” (Ortega, 2016, p. 33), incluso pese a los canales de

interlocución con movimientos sociales que se echaron a andar durante su

administración, y en la cual no se recurrió a la violencia y represión como en periodos

pasados.

No obstante, la tenue diferencia de tener en cuenta a las comunidades —aunque

sin llegar a cumplirlo realmente—,83 se buscó dar un lugar prioritario a la práctica de

83 “[D]iversas empresas mineras han manifestado interés por operar en la entidad [oaxaqueña], pero han enfrentado diversas dificultades político-sociales al interior de las comunidades. En alguna medida, esto ha ocurrido porque en el pasado las concesiones para la explotación de recursos minerales en territorios indígenas normalmente han sido otorgadas sin el consentimiento de las comunidades involucradas, lo cual ha generado un movimiento de rechazo por las posibles afectaciones al medio ambiente, sociedad y cultura de dichos pueblos. Para garantizar la sostenibilidad de los proyectos de minería, es necesaria la realización de consultas con las comunidades y la generación de beneficios claros hacia las mismas” (Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, pp. 177-178).

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

98

minería, debido a la riqueza mineral del estado, pues esta actividad podría representar

un mayor ingreso al PIB de esta entidad:

En el estado de Oaxaca, el 80% de las empresas mineras son privadas y el resto

pertenece al sector social. Según datos del INEGI, la actividad solamente aporta

el 0.05% al PIB estatal, lo que contrasta con el gran potencial de recursos

minerales que tiene el estado. Actualmente, hay una superficie concesionada por

el Gobierno Federal equivalente a 779 mil hectáreas, que representa el 8.1% de la

superficie del estado (Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, p. 177).

Sin embargo, desde la perspectiva del gobierno, los principales obstáculos para

que la minería se desarrolle de manera óptima en el estado, son las propias

comunidades que se oponen a ella y la legislación que no da garantías a los inversores:

La actividad minera del estado está inmersa en un escenario político y social que

inhibe su justo desarrollo con referencia a su alto potencial de recursos. Las

diversas compañías nacionales e internacionales que han decidido invertir en la

exploración y explotación de minerales se han enfrentado a problemas de

ordenamiento territorial, un bajo nivel educativo entre los habitantes de las

comunidades, falta de infraestructura carretera, políticas públicas y legislación

obsoleta (Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, p. 177).

De esta manera, en materia de apertura económica a capitales extranjeros en el

ámbito de minería, el gobierno de Cué se vio inmerso en la misma dinámica que

administraciones anteriores, en las cuales se promovió, en sintonía con el gobierno

nacional, mayor exploración y explotación minera en la entidad, colocando el

descontento de las comunidades como un impedimento para el crecimiento económico

estatal, sin terminar de entender la complejidad de la situación, ni la perspectiva de los

poblados que no quieren minería en su territorio debido a los riesgos ambientales que

ésta conlleva.

En suma, durante el periodo de Gabino Cué tampoco se descartó el énfasis en la

minería como una actividad que podría promover el desarrollo económico para el

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

99

estado, pero, luego de las muestras de descontento por parte de distintos poblados, el

tratamiento era más sutil, buscando no generar mayores conflictos, aunque tampoco

hubo un proceso de consulta a las comunidades cuyo territorio fue concesionado a

empresas mineras.

Como ha quedado esbozado en las páginas precedentes, ambas

administraciones, la de Ulises Ruiz y la de Gabino Cué, conforman el escenario político

en que la oposición de Capulálpam se articuló y posicionó como una de las más visibles

en el estado de Oaxaca. Desde la perspectiva de la estructura de las oportunidades

políticas, estudiar los factores externos a los movimientos sociales es de suma

importancia para entender las decisiones que se toman en el interior de ellos de acuerdo

a cómo visualizan la situación. En este sentido, la percepción negativa hacia el gobierno

de Ruiz desempeñó un papel fundamental para articular la única protesta en público

que realizó la comunidad aquí estudiada, misma que llevó a cabo justo un año después

de lo ocurrido con la APPO.

Por su parte, durante la administración de Cué la comunidad realizó los foros

comunitarios con presencia nacional e internacional con la finalidad de informar a los

participantes de ellos sobre la situación de la práctica de minería en el país y en la región

latinoamericana. Las estrategias llevadas a cabo por la comunidad en cada uno de los

periodos gubernamentales en los que se articuló su oposición fueron distintas, las cuales

pudieron haber obedecido tanto a las condiciones externas, como a la lectura que los

pobladores de Capulálpam hicieron de ellas.

III.2.3. La coyuntura ineludible: los actores del 2006 oaxaqueño

Debido al momento en el cual Capulálpam de Méndez inició la oposición en contra de

la minería en su territorio se hace patente el análisis de la emergencia y conformación

de la APPO como la manifestación de protesta que se configuró a partir del entorno

político que se percibió como autoritario con el gobierno de Ulises Ruiz y, más

importante aún —más allá de la mera cronología—, el análisis de la APPO como parte

del estudio de la movilización de Capulálpam permite visualizar la relación entre dos

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

100

movimientos sociales o de cómo un movimiento genera oportunidades que son

aprovechadas por él mismo y por movimientos posteriores.

La revisión de este episodio que se elabora en el presente apartado no es

exhaustiva84 y está encaminada principalmente a resaltar la composición heterogénea

de la APPO, pues fue en el marco de la diversidad de integrantes en que se dio el

contacto entre organizaciones de distintos perfiles y objetivos y pobladores de

Capulálpam de Méndez, lo cual tuvo efectos en las estrategias que los capulalpenses

implementaron en la oposición minera en su territorio.

El 14 de junio de 2006 el centro de la ciudad de Oaxaca amanecía con una fuerte

represión por parte del gobierno de Ulises Ruiz en contra del plantón magisterial que

se había instalado desde el 22 de mayo en el Zócalo, luego de que las demandas de los

profesores no fueran escuchadas por el gobernador.85 Esta acción gubernamental desató

una de las manifestaciones sociales más grandes que se han visto en la entidad

oaxaqueña y uno de los movimientos sociales más visibles a nivel nacional: la

conformación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO. Sin embargo,

como ya ha sido escrito por algunos autores (Ortega, 2014; Bolos y Jiménez, 2013, p. 63),

la represión al magisterio sólo fue el elemento que detonó el clima de “movilización

permanente, primero contra la gubernatura de Ulises Ruiz, que fue señalada como

fraudulenta, y después contra su estilo de gobernar”. De tal manera, que durante el año

84 Algunos trabajos que estudian de manera profunda esta experiencia de organización son los siguientes: Marco Estrada Saavedra (2016), El pueblo ensaya la revolución . La APPO y el sistema de dominación oaxaqueño.

México: El Colegio de México. Artículos del mismo autor: “Vox Populi. La difusión mediática de la protesta de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca”, en el libro Tres estudios sobre movimientos sociales en

clave de la teoría de los sistemas sociales de Niklas Luhmann (2012), y “La anarquía organizada: las barricadas como el subsistema de seguridad de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca”. Estudios Sociológicos, vol. XXVIII (84), 2010. También pueden verse los textos de Berenice Ortega citados en este trabajo, además de su tesis doctoral: “Disputing the State: The Popular Assembly of the Peoples of Oaxaca (APPO) and Mexico’s Crisis of Legitimacy”, University of Essex, 2011. 85 Para Recondo (2009), la decisión del gobernador de reprimir el plantón magisterial se debió a una presión alineada con la coyuntura de las elecciones presidenciales, pues Roberto Madrazo le había encargado financiar su campaña presidencial, lo que dejó sin fondos a Ruiz para cumplir con los acuerdos a los que había llegado su antecesor, José Murat, con el magisterio.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

101

2006 se vivió “el momento más álgido de la crisis de legitimidad del sistema político

oaxaqueño que detonó con el gobierno de Ruiz” (Bolos y Jiménez, 2013, p. 63).

Como ya se señaló, la represión en contra de los profesores instalados en el

Zócalo suscitó amplias muestras de solidaridad entre la población oaxaqueña, lo que

llevó a que las fuerzas públicas se replegaran, permitiendo que la sociedad civil

recuperara la plaza. Hacia el 17 de junio el magisterio convocó la constitución de la

APPO contando con el respaldo de distintas organizaciones civiles y otras más con un

claro perfil político (Codep —Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo—, MULT

—Movimiento de Unificación y Lucha Triqui—, OIDHO —Organizaciones Indias por

los Derechos Humanos de Oaxaca—, Nioax —Nueva Izquierda de Oaxaca—, FPR —

Frente Popular Revolucionario—, CIPO —Consejo Indígena Popular Oaxaqueño—,

entre otras) (Recondo, 2009, p. 250; Ortega, 2014, p. 405), además del apoyo de población

no adherida a ningún tipo de ellas. Cuatro días después, el 21 de junio, la APPO sesionó

por primera vez y hacia el 10 de noviembre se organizó su congreso constitutivo, en el

que la APPO “se dotó a sí misma de «principios» y «estructura organizativa»” (Estrada,

2016, p. 37).86

La experiencia de organización de la APPO comprendió los meses que van de

junio a diciembre de 2006,87 en los cuales las calles de la ciudad de Oaxaca fueron el

86 La estructura de organización de la APPO se constituía de la Asamblea Estatal de los Pueblos de Oaxaca (AEPO), como la máxima autoridad, la cual, a su vez, se componía del Consejo Estatal (CE) y diversas comisiones internas del Consejo Popular de los Pueblos de Oaxaca. Entre las 23 comisiones se encontraban las siguientes: Organización y Planeación, Prensa y Propaganda, Educación, Cultura y Deporte, Salud Integral, Derechos Humanos, Asuntos Administrativos y Solución de Conflictos. Por su parte, la AEPO estaría integrada de “distintos representantes y delegados de todos los pueblos, sectores, regiones, organizaciones, sindicatos, comunidades, municipios, unión de autoridades, barrios, colonias y fraccionamientos. En cambio, el CE se integró por 10 concejales de cada región, de 3 a 5 sectores sociales y 40 de la Sección XXII” (Estrada, 2016, p. 38). 87 En algunos estudios (Ortega, 2009; Labiano, 2012) se ha divido en cuatro fases el proceso de conformación y emergencia de la APPO: 1) 1 de mayo al 13 de junio: Fase gremial y de acumulación de fuerzas. Se trata del momento en que el magisterio comienza a organizar la movilización que ha llevado a cabo durante cada año, previamente al 15 de mayo, día del maestro, fecha en que presentan distintas demandas de tinte laboral. El 1 de mayo, los p rofesores salieron en una marcha acompañados de otras organizaciones civiles, conformando el Foro Estatal contra la represión y desde el cual hicieron público su pliego petitorio. El 22 de mayo, ante la nula respuesta del gobernador, organizaron el plantón en el Zócalo. Por su parte, el 2 de junio se realizó lo que se conoció como la primera megamarcha para exigir que se diera una respuesta favorable a las demandas realizadas desde el mes

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

102

escenario de las distintas movilizaciones y manifestaciones de protesta que pedían la

renuncia del gobernador Ulises Ruiz.

Por otra parte, uno de los elementos que se han resaltado en estudios posteriores

(Estrada, 2016; Ortega, 2014) es la composición de la APPO. Ya que, si bien la consigna

era la misma, la constitución de la Asamblea fue más bien heterogénea, por lo que la

anterior. Cinco días después se organizó la segunda megamarcha, en la cual se hizo un juicio político popular al gobernador, con el que se solicitaba la destitución de Ulises Ruiz como gobernador. 2) 14 de junio al 10 de agosto: Fase de ascenso del movimiento popular. Represión en contra del plantón ubicado en el Zócalo, no obstante, durante el transcurso del día, los profesores apoyados por vecinos y miembros de organizaciones sociales, como ya se ha señalado, lograron recuperar el espacio después de un duro enfrentamiento con la policía, dejando un saldo de alrededor de un centenar de personas heridas y otras más detenidas. Dos días después, el 16 de junio, se llevó a cabo la tercera megamarcha en la que se exigió la desaparición de los poderes del Estado, demanda que se refrendaría el 27 de junio cuando una comisión viajó a la Ciudad de México para realizar la solicitud formal del juicio político a Ulises Ruiz. Mientras tanto, el 17 de junio se convocó a la conformación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. El 28 de junio se anuncia que las elecciones presidenciales no serían boicoteadas, pero que se llamará a castigar al partido de Ruiz, lo cual tuvo un fuerte eco, pues la coalición “Por el bien de todos”, conformada por los partidos PRD, PT y Convergencia, ganó las elecciones presidenciales, cuyo candidato era Andrés Manuel López Obrador, además de dos senadurías y nueve de las once diputaciones federales de mayoría relativa. Aunque cabe aclarar que el triunfo de esta coalición fue más bien un voto de castigo al PRI que de adhesión a la misma (Recondo, 2009, p. 261). El 1 de agosto se llevó a cabo la “marcha de las cacerolas”, en la cual las mujeres tomaron las instalaciones del canal 9 de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión de Oaxaca (CORTV). Durante los siguientes días, también empezaría a recrudecerse la violencia en contra de la APPO, pues hubo distintos incidentes en los cuales murieron simpatizantes y miembros de la Asamblea. 3) 10 de agosto al 26 de octubre: Consolidación, confrontación y desgaste. El 16 y 17 de agosto se llevó a cabo el “Foro Nacional Construyendo la Democracia y la Gobernabilidad en Oaxaca”, cuyo principal objetivo se encaminó hacia la democratización del estado, y en el cual participaron más de 1500 personas entre académicos, defensores de derechos humanos, abogados y sociedad civil. No obstante, el elementó que mayormente caracterizó a la APPO en esta etapa fue la instalación de centenares de barricadas alrededor del centro de la ciudad y también en colonias populares. Se optó por ellas ante el ataque que un grupo armado perpe tró la madrugada del 21 de agosto en contra de las instalaciones de CORTV tomadas por el movimiento, y la implementación, por parte de la autoridad, de lo que se conoció como las “caravanas de la muerte”, las cuales fueron grupos paramilitares disparando mientras recorrían la ciudad. Por otra parte, en septiembre la APPO comunica que emitirá un manifiesto en el que declarará el cese del gobierno de Ruiz, mientras tanto, 5 días después, en la esfera política, 17 gobernadores priístas exigieron al presidente Vicente Fox, en la Conferencia Nacional de Gobernadores, que apoyara a Ulises Ruiz, si no quería que el siguiente en caer fuera Felipe Calderón, para ese entonces ya electo como presidente en medio de un ambiente de dudas sobre su triunfo. Por otra parte, durante los primeros días de octubre hubo dos incidentes de violencia en los que murieron dos simpatizantes de la APPO. Asimismo, el Senado resolvió que no procederá la desaparición de poderes en Oaxaca, lo cual se entendió como consecuencia de un acuerdo en PRI y PAN: a cambio de que Ulises Ruiz no fuera destituido, el PRI daría su respaldo a la toma de protesta de Felipe Calderón como presidente de México. 4) 27 de octubre al 25 de diciembre: Resistencia popular y ofensiva represiva. Se inició con una fu erte represión dirigida a finiquitar las barricadas, y en cuyos ataques fallecieron el periodista Bradley Roland Will, de “Indymedia Nueva York”, Esteban Zurita y el profesor Emilio Alonso Fabián. Ante estos hechos, se desplegaron fuerzas federales —militares, marinos y elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP)— en la ciudad de Oaxaca, mismos que ya no dejaron de intervenir en el conflicto. Por su parte, se llevaron a cabo distintas marchas que exigían la liberación de los presos políticos detenidos en el ambiente de violencia perpetrado por las fuerzas federales. No obstante, fue también durante esta etapa en la cual los profesores regresaron a dar clases.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

103

dinámica al interior de ella se dio de manera compleja, dominando las más de las veces

los sectores con una amplia experiencia de movilización y contacto con el ámbito

gubernamental, tales como los sindicatos y las organizaciones de tendencia radical.

Algunos estudiosos del tema (Bolos y Jiménez, 2013, pp. 66-67), dividen en cuatro

grupos a los participantes de la APPO:

1) Afiliados e interlocutores de la Sección 22 del SNTE.

2) Organizaciones surgidas de distintas luchas políticas a partir de los años 70.

3) El espacio civil, en el que confluyen actores con agendas distintas y con

objetivos muy específicos: organizaciones de promoción y defensa de los

derechos humanos, medios alternativos, de apoyo a comunidades indígenas, de

promoción de la multiculturalidad, agencias de desarrollo local.

4) Los sectores no militantes de una organización, […] actores emergentes a la

luz del activismo antiulisista. La APPO creó el entorno propicio para que

distintas expresiones de protesta social independientes y anteriores a ella, se

visibilizaran en el marco de sus movilizaciones.

Por su parte, Estrada (2016, p. 42) incluye un actor más: las comunidades

indígenas. La composición de la APPO se ha trabajado con especial interés, debido a

que pone en evidencia los retos que tuvo que enfrentar al incorporar demandas tan

diversas provenientes de sectores que se habían mantenido, históricamente, en la

exclusión en el estado de Oaxaca. La APPO significó el espacio que evidenció el

autoritarismo, pero más aún, el hartazgo social. Por lo que, a más de diez años de su

emergencia, se puede apuntar que:

[A]lrededor de la APPO confluyeron actores convocados por una coyuntura

específica (la crisis entre el magisterio y el gobierno estatal), pero también

motivados por el hartazgo de circunstancias estructurales consideradas como

agravios históricos perpetrados por el sistema político local. El repudio a Ulises

Ruiz se convirtió en la reivindicación unificadora de actores colectivos

fragmentados entre sí por sus matices ideológicos y programáticos, pero

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

104

coincidentes en la medida en que eran representantes de algún tipo de malestar

frente a la estructura política oaxaqueña (Bolos y Jiménez, 2013, p. 68).

La importancia de la APPO recae en que dotó de experiencia a los distintos

integrantes que la conformaron.88 En especial entre las organizaciones civiles y los

participantes sin ninguna experiencia previa de movilización y organización promovió

una valoración de la importancia de su injerencia en el espacio público-político:89

Intervenir el espacio es un acto político, yo creo que éste es uno de los grandes

aprendizajes del movimiento. Si le cambiamos la palabra intervenir por incidir

en el espacio público, me parece que ésta es una de las grandes enseñanzas de la

APPO. Muchos aprendimos a incidir en el espacio público, entendido no sólo

como la función pública o como el quehacer del gobierno, sino el rehacer la

sociedad a partir de los actores principales de la ciudadanía. Y creo que ahí las

mujeres se dieron cuenta de eso e hicieron su trabajo. Las ONG, probablemente,

andábamos en otro lado, pero aprendimos que incidir en lo público era lo

importante y así lo hicimos.90

Por otra parte, después de la represión y los abusos cometidos en contra de

manifestantes de la APPO e, incluso, de personas que no lo eran, se articuló un

movimiento conformado por distintas organizaciones, entre ellas el Comité de

Familiares y Amigos de Desaparecidos, Asesinados y Presos Políticos de Oaxaca

(Cofadappo), que ha buscado, mediante las denuncias de violación a los derechos

88 “Consideramos que el significado de la APPO y su legado en las relaciones políticas y la protesta social son relevantes, ya que se conformó por una diversidad de sectores populares que innovaron formas de organización y protesta más allá de las tradicionales, generando diferentes identidades, motivaciones y acciones como parte de una lucha más amplia por la democratización del estado” (Ortega, 2017, p. 92) 89 “[L]a APPO, en sus distintos espacios y actividades, significó por primera vez para mucho(a)s oaxaqueño(a)s la oportunidad de verse representado(a)s e incluso ser representante de demandas que históricamente habían sido excluidas de las instituciones y canales de representación política tradicionales (Ortega, 2011). En este sentido, las asambleas populares; barricadas y plantones instalados en colonias populares; toma de medios de comunicación; colectivos de mujeres, artistas callejeros y jóvenes; foros de discusión ciudadana; y redes espontáneas de apoyo al movimiento, fueron espacios de participación, empoderamiento y experiencias democráticas sin precedentes” (Ortega, 2014, p. 401). 90 Intervención de Marcos Leyva —EDUCA— en la mesa 2. “Aprendizajes y cambios de los diferentes sectores de la APPO a partir del movimiento del 2006” (pp. 186-215), del “Coloquio La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Balances y perspectivas”, consignada en Bolos y Jiménez, 2013, p. 209.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

105

humanos, un gobierno oaxaqueño menos autoritario y más justo. El Cofadappo ha

exigido la reparación integral de los daños ocasionados a las víctimas de la represión en

2006 en consonancia con el marco internacional de derechos humanos (ELLA-FUNDAR,

2014), además de que fue parte de las organizaciones y colectivos que promovieron la

conformación del Espacio Ciudadano por la Justicia y la Verdad en Oaxaca, el cual

buscaba la creación de una Comisión de la verdad con los objetivos de “luchar contra la

impunidad y garantizar el derecho inalienable a la verdad y a la justicia, particularmente

en procesos de transición de regímenes autoritarios a democráticos”, así como también

[G]arantizar la participación activa de los sobrevivientes de la represión, de

víctimas y familiares, de las organizaciones civiles y de la sociedad en su

conjunto; así como una investigación independiente que impulse la justicia, la

reconciliación, la recuperación de la memoria histórica y la reconstrucción del

tejido social; el análisis de las condiciones sociales, políticas y culturales que han

propiciado autoritarismo, violencia e impunidad en Oaxaca, especialmente a

partir de 1996.91

Asimismo, la APPO dejó en el estado de Oaxaca una huella indeleble hasta ahora,

pues entre algunas personas que participaron en este movimiento aún son evocados los

recuerdos de lo que lograron de la mano de amigos y de desconocidos que se unieron

por algunas afinidades, aunque no siempre por los mismos fines. En el mediano plazo

las secuelas de la APPO pueden rastrearse en las propuestas que logró el Espacio Civil,

que tuvo una gran participación en el ámbito político, al construir el plan de gobierno

del candidato de la coalición opositora al PRI, conformada por el PRD y PAN, Gabino

Cué Monteagudo. De igual manera, algunas de las demandas del movimiento appista

nutrieron reformas legislativas aprobadas en 2011, encaminadas a la búsqueda de la

protección de derechos humanos, apertura de mayores canales de expresión,

91 “Surge en Oaxaca ‘espacio ciudadano’ por la verdad y la justicia”, de José Gil Olmos y Pedro Matías, en Proceso, 30 de agosto de 2011.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

106

disminución de la discriminación por la condición étnica, entre otros temas.92 Aunque

en el largo plazo quedan promesas por cumplirse y consolidar una efectiva actuación

de las instancias surgidas a partir de la presión ejercida por organizaciones no

gubernamentales en materia de derechos humanos, las bases ya están sentadas.

En suma, la experiencia de la APPO es un parteaguas en la historia

contemporánea de Oaxaca, pues demostró la capacidad organizativa de la población,

en medio de un fuerte contexto de autoritarismo, al mismo tiempo que creó

oportunidades de acción para movimientos más locales (aunque de problemáticas

regionales) en distintos frentes: tanto institucionales, como fuera del sistema político,

pero buscando influir en él. Ésta es la materia del siguiente apartado, en el cual se

pretende evidenciar la relación entre la APPO y la manera cómo, en concreto, la

movilización de Capulálpam se benefició de dicha manifestación.

III.3. El significado de la APPO para la oposición de Capulálpam

En esta sección, a partir de dos ámbitos: el político-partidista y el de las organizaciones

no gubernamentales, se busca evidenciar la relevancia de la APPO en la generación de

oportunidades políticas en el ámbito institucional y la importancia que la participación

de las organizaciones sociales está cobrando en el espacio público en la resolución de

conflictos entre comunidades, el gobierno y capitales privados.

Entonces […], viene 2006 con el movimiento social en Oaxaca que eso también

de alguna manera, pues motivó a que los mismos inversionistas y la misma

empresa, le bajaran un poquito a todos sus movimientos que tenían porque

decían que no habían las condiciones, el mismo gobierno de Estados Unidos dijo

y de Canadá que a Oaxaca no vinieran, pero ni a visitarlo, ¿no? Por todo el

conflicto social que había en todo ese tiempo […] Y entonces, nosotros presentamos,

no nosotros, como que nos tomaron en cuenta como un movimiento de resistencia

92 Puede verse la lista de demandas de la APPO y las reformas legislativas basadas en ellas en Ortega (2016; 2017).

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

107

pacífica, este, en contra del proyecto minero y en defensa del territorio y eso nos visibilizó

muchísimo, pues, ¿no? Porque entonces ya Capulálpam, la lucha de Capulálpam,

ya figuraba en diferentes foros, ¿no? Y en ese tiempo, entonces, nosotros

empezamos a hacer foros aquí en la comunidad de información invitando a las

demás autoridades e íbamos a los pueblos, a las asambleas, a decirles qué es lo

que estaba pasando en Capulálpam.93

Aunque sí tuvieron manifestaciones de protesta, en el pasaje anterior lo que se

resalta es el carácter completamente pacífico de las movilizaciones en Capulálpam en

oposición a la violencia generada durante la emergencia y actuación de la APPO. Se

vuelve a colocar la generalización y homogeneización del movimiento de Capulálpam,

cuando quien está emitiendo este discurso tuvo una participación directa en las

barricadas appistas. Lo interesante es la connotación negativa que se le da a la

manifestación de la APPO, en contraste con el camino que recorrieron los habitantes de

Capulálpam, en buena parte debido al contexto que esta gran protesta configuró como

un antecedente que abrió los canales para que la siguiente administración no hiciera uso

de la represión y, al contrario, tuviera mayor apertura hacia las movilizaciones sociales.

III.3.1. Un aliado en el momento adecuado

La presencia de aliados en el ámbito institucional, generalmente, suele tener gran peso

en el devenir de la resolución de conflictos a favor de los movilizados. En el caso aquí

estudiado, durante el trabajo de campo se constató que tuvieron gran apoyo de un

conocido en el poblado vecino que llegó a ser diputado federal en el mismo año en que

se dio la emergencia y conformación de la APPO. Esto no es un detalle menor, ya que el

haber recurrido al apoyo de los contactos en el ámbito político-institucional es el clímax

de un proceso. En primer lugar, de la relación entre la esfera de poder político y los

expertos asesores. En el caso de Capulálpam se reconoce ésta, de hecho, para los

principales activistas es fundamental la presencia de los asesores con contactos en el

93 Entrevista a FG, realizada el 20 de junio de 2017.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

108

exterior: “[p]ero muchos de ellos [profesionistas] nos han apoyado bastante porque nos

han abierto puertas en el ramo político, podríamos decir, para poder llegar a la Cámara

de Diputados Federal o a la de Senadores. Entonces, esta gente sí ha sido valioso su

apoyo”.94 En segundo, porque denotan el actuar de la población en el marco de un

contexto político más amplio, en el cual la vía de la protesta, por ejemplo, se encuentra

criminalizada, lo que produjo que la oposición de la comunidad buscara vías de acción

más seguras y con mayor incidencia. Esto no es propio del caso aquí estudiado, sino que

ha ocurrido y ocurre en otros casos, con otras solicitudes, lo que es una constante es la

movilización social buscando las mejores alternativas de solución a sus demandas:

[L]as prácticas autoritarias de la burocracia estatal y federal persisten, lo cual se

expresa de manera dramática en la criminalización de la protesta social como

una estrategia político-judicial eficaz para ignorar las demandas de movimientos

y organizaciones sociales y desarticular por medio de la violencia estatal a

actores incómodos desde la perspectiva del poder. Esto significa que muchas de

las prácticas autoritarias, que caracterizan la burocracia estatal y federal, se

mantienen intactas, lo cual ha llevado a una coexistencia sumamente conflictiva

entre autoritarismos y ventanas de apertura democrática en algunas

instituciones públicas. Estas situaciones se reflejan también en la coexistencia, en

el espacio de la sociedad civil organizada, de distintas prácticas de participación

y estrategias de incidencia que van desde un creciente número de mítines y

protestas callejeras, el acceso a los medios de comunicación, hasta la búsqueda

discreta de interlocutores en el Poder Legislativo o Ejecutivo (Pirker, 2012, p.

164).

En el presente apartado se explora la importancia de la alianza del diputado

federal Carlos Martínez Martínez y el municipio de Capulálpam, la cual tuvo

repercusiones en la visibilización del caso y en la juridización de esta experiencia. El 28

94 Entrevista a HPC, realizada el 21 de junio de 2017.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

109

de agosto del 2006 tomaron protesta los diputados federales electos en los comicios del

2 de julio del mismo año, entre quienes hicieron su ingreso a la cámara baja se

encontraba Carlos Roberto Martínez Martínez. La relevancia de este diputado, que llegó

por mayoría relativa por parte del PRD, radica en que fue el principal portavoz del caso

de la oposición a la minería en Capulálpam de Méndez en el ámbito nacional, lo que

ayudó a visibilizar este caso en el plano legal y guió por la vía jurídica la resolución de

las demandas de la comunidad aquí estudiada. Lo que a la postre llevaría a que se

catalizara el conflicto, debido a que no se respetaron los acuerdos a los que se llegaron

en la sesión del 14 de julio de 2007, ni se solucionaron completamente las demandas de

la comunidad.95

95 Los acuerdos a los que se llegaron fueron los siguientes: Primero. Emplazar a la empresa a que suspenda de manera inmediata sus trabajos de exploración y explotación minera. Segundo. Exigir a las autoridades federales vigilar el cumplimiento de las normas oficiales mexicanas sobre límites máximos permisibles de contaminantes en agua suelo y aire que pudieran resultar aplicables a la empresa minera La Natividad y Anexas o Continuum Resources que realiza actividades en la comunidad de Capulálpam de Méndez, y que realicen los estudios y muestreos necesarios que permitan conocer los impactos ambientales que ha ocasionado la empresa minera con la finalidad de que ésta restaure los daños ocasionados. Tercero. Que una comisión de diputados federales y estatales integren un grupo de trabajo con la participación de autoridades municipales y comunales de Capulálpam de Méndez, así como con la participación de funcionarios de la administración pública federal para recavar la información que permita revisar la legalidad en la operación de la empresa minera La Natividad y Anexas o Continuum Resources para trabajar en la región . Cuarto. Que por intermediación de los diputados federales aquí presentes se abra ante la Secretaría de la Función Pública una investigación sobre posibles actos que resulten en responsabilidad de servidores públicos relacionados con el otorgamiento de distintas concesiones, autorizaciones y permisos relacionados con los trabajos de la minera La Natividad y Anexas o Continuum Resources en el territorio comunal de Capulálpam de Méndez y, en su caso, se dé parte a las autoridades competentes. Quinto. Que de manera urgente las dependencias competentes apliquen las medidas administrativas necesarias para clausurar de manera temporal la compañía minera La Natividad y Anexas o Continuum Resources, en tanto se realizan las investigaciones a que se refieren los acuerdos anteriores. Sexto. En caso de que la empresa minera no suspenda sus actividades de exploración y explotación minera, y las autoridades federales no cumplan su responsabilidad, nos reservamos el derecho de iniciar los procedimientos administrativos o judiciales a que haya lugar en contra de quien o quienes resulten responsables. “Acta de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, relativa a la Comisión Nacional de Trabajo que se llevó a cabo en el municipio de Capulálpam de Méndez, distrito de Ixtlán de Juárez, Oaxaca, el sábado 14 de julio de 2007”, participaron en dicha reunión “los ciudadanos Javier Cosmes Pérez, presidente del Comisariado de Bienes Comunales; Aarón Ramírez Bautista, presidente del Consejo de Vigilancia del Comisariado de Bienes Comunales; Eleazar Pérez Cosmes, presidente municipal; Hipólito García Peguero, síndico municipal; Reynaldo López García, presidente el Comité pro Defensa de los Recursos Naturales. Estuvieron presentes Edmundo Solís, superintendente de la compañía minera La Natividad y Anexas; y el ingeniero Juan López, geólogo de Continuum Resources. Como testigos de honor estuvieron los diputados federales Marcos Matías Alonso, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas; Diego Cobos Terrazas, presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Carlos Martínez Martínez, integrante de la Comisión de Asuntos Indígenas; Othón Cuevas Córdova, integrante de la Comisión de Asuntos Indígenas;

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

110

Del total de 1, 326,174 votos registrados en la entidad de Oaxaca en la elección de

2006, 554,235 fueron para la coalición del PRD, PT y Convergencia, llevándose la mayor

parte de los sufragios.96 Lo cual pone en perspectiva el descontento generalizado con el

gobierno del partido hegemónico y la eficacia del movimiento appista al llamar al voto

de castigo para el partido de Ulises Ruiz. Si bien, es probable que la llegada de Carlos

Roberto Martínez haya simplemente coincidido con el clima de protesta social de 2006

(no así que haya llegado un diputado perredista en el contexto antiulisista y antipriísta),

lo que sí es seguro es que en Capulálpam de Méndez aprovecharon que se trataba de

un “paisano” de Guelatao para solicitar su apoyo en el conflicto en contra de la

Natividad y Anexas y la nueva fase en la que había ingresado al asociarse con mineras

extranjeras. Esta ayuda se trató de un recurso extracomunitario que evidencia la alianza

que hicieron dentro del sistema institucional:

[N]os fuimos a México y…entonces estaba, de todos modos tienes que entrar por

lo político, en la cámara de diputados estaba un diputado que era por el PRD

pero que aquí en Oaxaca o aquí más que nada aquí no entraba el PRD muy

fácilmente, entraba el PRI que es el que siempre ha sido ¿no? El PAN no entra

como quiera en Oaxaca, no hay mucha presencia del PAN en Oaxaca, el PT sí,

poco, este…Alianza y todos esos sí están entrando ahorita, pero el PRD no había.

Pero había ganado una elección una gente de Guelatao, un muchacho, no era

ningún profesionista ni nada, pero ganó una diputación federal y lo conocíamos

¿no? Lo conocíamos y con él entramos a la cámara de diputados. Ese fue nuestro

enlace y…platicamos con él muy bien y lo tuvimos bien “sí, vamos a entrar” y

Aleida Alavez Ruiz, integrante de la Comisión de Asuntos Indígenas; así como los diputados locales Ana Luisa Zorrilla Moreno, presidenta de la Comisión de Ecología; Genaro Vásquez Colmenares, presidente de la Comisión de Cultura; Leodegario Melchor Ordaz, integrante de la Comisión Agropecuaria, Minera y Forestal; Heriberto Ambrosio Cipriano, diputado por el distrito Ixtlán-Villa Alta”. Gaceta Parlamentaria, año X, número 2301, 20 de julio de 2007. En línea: http://gaceta.diputados.gob.mx/Gaceta/60/2007/jul/20070720.html#Actas [Consultado el 9 de marzo de 2017] 96 “Elección de diputados federales por el principio de mayoría relativa. Estadística de las elecciones Federales de 2006” Obtenido del sitio: http://portalanterior.ine.mx/documentos/Estadisticas2006/diputadosmr/20_dtto.html [Consultado el 20 de abril de 2018].

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

111

entonces como por medio de él entramos a la cámara de diputados y ahí ya con

más calma buscamos a la fracción parlamentaria del PRD que llevaba lo de

minería […] y sí nos oyeron y nos fuimos, no nomás nosotros fuimos, sino que

iríamos como unos 15, o sea entre autoridades comunales: presidente, secretario,

tesorero; y luego también la autoridad municipal: presidente.97

Aunque la vía jurídica fue sólo una arista de la movilización, se confió

plenamente en ella para la resolución de su demanda que fue desde el inicio el cierre de

La Natividad, y no fue sino hasta que notaron que no se estaban cumpliendo los

acuerdos cuando salieron a protestar en la única movilización que realizaron durante

todo el movimiento de oposición a la minería, llevada a cabo en octubre del 2007, y con

la que lograron entrar en negociaciones con la Secretaría de Economía de Oaxaca.

Lo descrito anteriormente permite visualizar los canales de incidencia a los que

accedieron los habitantes de esta comunidad, a diferencia de las experiencias de otros

poblados que enfrentan la práctica de minería en su territorio y están en desacuerdo con

ella, pero no han encontrado aliados en las esferas del poder político institucional. Por

otra parte, también se evidencia la politización de los habitantes y la importancia de

encontrar apoyo en la esfera política de la que estuvieron muy conscientes desde los

primeros pasos de su oposición, mismo que no desaprovecharon en cuanto se les

presentó la oportunidad de tener.

III.3.2. El contacto con las organizaciones no gubernamentales

Como se ha venido argumentado a lo largo de la tesis, la asesoría que puedan brindar

los expertos y el apoyo que puedan dar los aliados a los movimientos sociales son

elementos fundamentales en el cumplimiento de las demandas. Así, aunque estamos de

acuerdo con Svampa con la descripción del esquema general que se ha ido consolidado

con el movimiento antiminero a nivel internacional, no lo estamos tanto con la

invisibilización que promueve de la incidencia de los expertos:

97 Entrevista a JC, realizada el 18 de junio de 2017.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

112

El escenario actual aparece marcado también por el surgimiento de nuevos

movimientos socioambientales, rurales y urbanos (en pequeñas y medianas

localidades), de carácter policlasista, caracterizados por un formato asambleario

y una importante demanda de autonomía. Asimismo, en este nuevo entramado

juegan un rol no menor ciertas organizaciones no gubernamentales

ambientalistas —sobre todo, pequeñas organizaciones, muchas de las cuales

combinan la política de lobby con una lógica de movimiento social— y diferentes

colectivos culturales, en los cuales abundan intelectuales y expertos, que no sólo

acompañan la acción de las organizaciones y los movimientos sociales, sino que

en muchas ocasiones forman parte de ellos. Esto quiere decir que dichos actores

deben ser considerados menos como “aliados externos” y mucho más como

actores con peso propio, al interior del nuevo entramado organizacional

(Svampa, 2012, p. 20).

Desde nuestro punto de vista, la participación de expertos no debería ser obviada

por distintas razones. En primer lugar, porque va en contradicción con el discurso de

las estructuras organizativas homogéneas, Asambleas conformadas sólo por comuneros

afectados por las concesiones mineras, en este caso, e invisibiliza la injerencia que han

tenido expertos o, de manera más precisa, activistas-expertos, sobre todo porque el

apoyo que brindan lo hacen desde el prestigio que puedan tener, su posición como

miembros de instituciones de investigación académica, por los contactos que tienen

como integrantes de ellas y, sobre todo, porque se diluyen los aportes de cada parte de

la organización social en las estrategias de oposición. En el presente apartado se hará la

revisión de algunas de las organizaciones que apoyaron a Capulálpam, sobre todo a

partir del marco de la experiencia de la APPO. No obstante en los apartados 2.1 y 2.2

del capítulo IV se reflexionará con mayor profundidad en torno a una de las

implicaciones de las alianzas que se han realizado con ONGs de corte ambientalista

nacionales e internacionales.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

113

Como se mencionó anteriormente, las organizaciones sociales oaxaqueñas, a

partir de su participación en la APPO, experimentaron cambios en torno a la propia

concepción de su injerencia en el espacio público. Así la experiencia de la APPO se

presentó como un movimiento que abrió canales no sólo para las comunidades

movilizadas, sino en la postura de las organizaciones civiles. Este proceso benefició el

movimiento de oposición de Capulálpam en la medida en que encontró contactos entre

distintas organizaciones civiles que contaban con la experiencia de difusión,

participación y fueron constituyendo su injerencia en el espacio público.

Dentro del primer aspecto, se encontraría Ojo de Agua Comunicación, la cual

desempeñó un papel muy importante en la difusión de la lucha de Capulálpam de

Méndez y fue también una participante activa en la protesta de 2006. Entre sus

miembros se encuentran algunos pobladores de la Sierra Norte, conocidos por parte de

un sector de los habitantes de Capulálpam. Por otra parte, dentro de los siguientes casos,

se cuentan Servicios Universitarios y Redes de Conocimientos en Oaxaca A.C. (SURCO)

y Servicios para una Educación Alternativa A.C. (EDUCA Oaxaca), los cuales apoyarían

en la organización de los dos foros (en 2011 y 2013) que se realizaron en contra de la

minería en esta comunidad y promovieron la visibilización de este caso en el ámbito de

las organizaciones civiles.

En EDUCA veníamos de un momento de participación muy fuerte de 2006, la

Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO, y la exigencia de un

cambio democrático en el Estado. En 2006, a la vez que existía la APPO y la

demanda de la APPO contra un gobierno autoritario priista, se daban las noticias

de una serie de proyectos extractivos en todo el territorio estatal, principalmente,

aquí en los Valles Centrales, en la Costa de Oaxaca y en la Sierra Norte. En los

Valles Centrales y en la Sierra Norte contra proyectos extractivos mineros, y en

la Costa contra proyectos extractivos para la generación de energía eléctrica, a

través de presas hidroeléctricas. Estábamos en esa reflexión, entre la reflexión

del 2006 y la reflexión del auge, digamos, de una política del gobierno federal

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

114

para impulsar proyectos extractivos. Entonces, hubo un acercamiento con la

comunidad de Capulálpam de Méndez porque nosotros conocimos de su trabajo

a partir de un bloqueo que tuvieron aquí en 2007, en octubre de 2007. Y ellos

conocieron de nuestro trabajo a partir de la participación de la Asamblea Popular

de los Pueblos Oaxaqueños, de la APPO. Ahí tuvimos un primer acercamiento,

compartieron su experiencia y, en ese momento, había una articulación de

organizaciones civiles y sociales en el Estado, así que definimos impulsar un

proceso de articulación, en el tema de la defensa de los territorios, junto con

Capulálpam de Méndez.98

Así, el contacto entre algunos pobladores de Capulálpam y miembros de ciertas

organizaciones sociales como EDUCA A. C. se dio de manera muy fuerte en el marco

de la conformación de la APPO, pero también en medio del ambiente de descontento

que imperaba en el estado durante esos años. No obstante, la experiencia de la APPO

ayudó a la comunidad de Capulálpam y a sus asesores a definir que lo mejor era la vía

pacífica y jurídica, a diferencia de lo que se pudiera pensar dado el ambiente de fuertes

protestas y represión estatal. O, más bien, debido a éste, ya que se percibía que poco se

había logrado por la vía de la protesta, obteniendo como respuesta gubernamental sólo

represión y un sinfín de violaciones a los derechos humanos.

Asimismo, entre los comuneros, se generó una perspectiva de ambivalencia

frente a la violencia generada en 2006, aunque se tuvo una perspectiva de lo que la

APPO significó para que las inversiones extranjeras mermaran en el estado, también se

hizo una distinción entre los métodos utilizados por protestas como la APPO y la de

Capulálpam, ya que la vía legal les permitió ganar adeptos y la atención de las

autoridades a las que apelaron. Por otra parte, con la experiencia de Capulálpam como

una de las primeras en contra de la minería a nivel estatal, la propia articulación de las

organizaciones no gubernamentales que apoyaron a este municipio, después de lo

98 Entrevista a NR, miembro de EDUCA A. C., realizada el 3 de julio de 2017.

LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS

115

aprendido con la experiencia appista y el espacio que fueron ganando, decidió que la

mejor vía era la pacífica, desde el espacio civil organizado.

En suma, la experiencia de la APPO generó de manera indirecta las

oportunidades que abrieron canales en el sistema institucional (al promover un

ambiente más favorable para los movimientos sociales) y extrainstitucional (al dotar de

una experiencia de articulación e injerencia a organizaciones que no cuentan con

amplias trayectorias de movilizaciones de grandes bases sociales, sino que su aportación

va por el camino de la asesoría y vinculación jurídica).99 Por su parte, la importancia de

esta coyuntura coincidió con la llegada a puestos estratégicos de personajes conocidos

de los pobladores de Capulálpam y que se convertirían en sus aliados, lo que repuntó

este caso en el plano nacional, beneficiando su oposición.

Para cerrar este capítulo, es necesario mencionar que lo que se buscó en él fue

resaltar la relación del ámbito político con el movimiento de Capulálpam en contra de

la minería. Los elementos que lo componen son aquellos visibilizados por el contexto

mismo y por la manera en que fueron significados por los principales participantes de

la oposición en Capulálpam. De hecho, éste es uno de los aspectos que rigen la

estructura del capítulo: los sucesos y la interpretación de ellos, lo que constituye el

escenario de movilización y dentro de éste las oportunidades políticas de las que la

oposición capulalpense echó mano para visibilizar su caso en el ámbito político. Por lo

que en el siguiente capítulo, se tratará propiamente al movimiento: sus elementos

internos y el proceso de articulación del “sí a la vida, no a la minería” como consigna.

Es decir, se estudiarán los actores, los aliados y los medios.

99 “[Las ONG] han hecho una labor muy importante, porque tienen un campo de trabajo más vinculado con la academia, mientras que muchos [de nosotros en las organizaciones populares] nos hemos dedicado más al trabajo de campo en las comunidades, a la lucha sin la reflexión, sin el análisis”. Entrevista a Zenén Bravo Jiménez, 2009. Retomada de Estrada, 2016, p. 189.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

116

CAPÍTULO IV. “SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”: ESTRATEGIAS DE ENMARCADO DE LA

OPOSICIÓN MINERA CAPULALPENSE (2005-2013)

En el ámbito de la memoria, todo es lo que es

y al mismo tiempo algo más.

Paul Auster, La invención de la soledad.

En los capítulos previos se han descrito las políticas económicas de apertura a la

inversión extranjera, en particular, aquellas relacionadas con las actividades mineras,

tanto en el contexto regional latinoamericano y la manera en que México participó de

dicho proceso, así como también de qué forma impactó en la escala estatal y, en

específico, en la Sierra Norte de Oaxaca. Por otra parte, en cuanto al movimiento de

oposición a la minería de Capulálpam se refiere, se han abordado varias de sus aristas

que, de la misma manera, se explican desde escalas extracomunitarias, en concreto se

ha puesto énfasis en el proceso por el cual el concepto de la comunalidad se difundió y

adoptó en la Sierra Juárez (como culturalmente se conoce a la zona de la que forma parte

la comunidad aquí estudiada). Además, también se ha resaltado la importancia que el

manejo de los bosques por parte de los propios pobladores, desde los años 80, y el

ecoturismo, de manera más reciente, ha tenido en las comunidades serranas para que se

afianzara una fuerte organización comunitaria en torno a las actividades económicas.

De la misma manera, se ha estudiado la importancia del ambiente político estatal

para que el caso de Capulálpam llegara a presentarse en la Cámara de Diputados

durante el 2007, asimismo el contacto con organizaciones sociales que tuvieron un papel

relevante en el marco de la APPO en la conformación de las propuestas encaminadas a

la democratización del estado, lo cual enriquecería la movilización de Capulálpam y

apoyaría en estrategias tanto de difusión como de articulación de sus demandas. Por su

parte, en el presente capítulo la atención se centra en el estudio de la dinámica interna

del movimiento de oposición de este municipio, de hecho, a este aspecto responde el

recorte temporal que se analiza en este apartado. Se propone 2005 como el punto de

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

117

inicio porque fue en ese año cuando el comisariado de bienes comunales interpuso la

demanda ante PROFEPA en contra de La Natividad y Anexas, aunque se hará referencia

a algunos antecedentes de organización, pues la movilización en torno al aspecto legal

indica una articulación de información, organización y decisión previa que tiene su

clímax en haber acudido a métodos jurídicos. Por su parte, la elección del año 2013

obedece a que en esa fecha se llevó a cabo el “Encuentro de pueblos de Mesoamérica: sí

a la vida, no a la minería”, el cual fue un foro internacional que condensó el trabajo de

distintas organizaciones sociales que acompañan y asesoran comunidades (de México y

América Latina) en cuyo territorio se practica minería. Dado que desde el 2012 y hasta

la fecha sólo se practica la celebración performativa del festival de “Tierra Caliente”,

cuyo objetivo es refrendar el “No a la minería” en la región, y aunque sabemos que se

está llevando a cabo una lucha por la vía legal, por no contar con mayor información al

respecto, se dejan de lado los últimos cinco años (2013-2018) en el análisis del presente

capítulo.

Debido a que se asume que los resultados del movimiento, hasta la actualidad,

denotan que se trata de una movilización que consiguió sus principales demandas

(cierre de la mina La Natividad y, por consiguiente, el cese de las actividades mineras

en el municipio) y se afianzó una organización comunitaria en torno al rechazo de la

minería, la pregunta que lo guiará se plantea en los siguientes términos: ¿cuál fue el

proceso de articulación de los principales argumentos a los que Capulálpam recurrió

para oponerse a la minería y lograr que sus demandas fueran atendidas?

Esta interrogante está encaminada a comprender de qué manera se leyó la

situación de la minería en Capulálpam y cómo se construyeron estrategias de acción,

movilización y argumentación; para darle una respuesta se recurrirá al enfoque de los

marcos de acción, ya que permite entender los cambios sufridos al interior de un

movimiento de manera diacrónica, además de que ayuda a explicar de qué forma se

configuran y moldean discursos y el proceso por el cual los mismos movimientos

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

118

sociales significan situaciones concretas de la realidad, en este caso, la práctica de

minería.

Como ya se ha mencionado anteriormente, la minería había sido una de las

principales actividades económicas para Capulálpam, de hecho, buena parte de la

cotidianidad de sus pobladores estaba articulada en torno a ella e involucraba a todos

los miembros de las familias de los trabajadores directos e indirectos de La Natividad.

En este sentido, para entender cómo se pasó de una “aceptación” de la minería a una

oposición explícita hacia ella, la teoría de los marcos de acción,100 en particular la

transformación de marcos interpretativos de dominio específico (uno de los elementos

que constituye el alineamiento), se refiere a cómo es enmarcado un aspecto particular

de la vida cotidiana, de tal manera que una situación que anteriormente se daba por

natural, ahora es nuevamente enmarcada como algo problemático y que necesita

solución (Snow et. al., 2006, p. 63).101

Por lo que se refiere propiamente a la articulación del movimiento de

Capulálpam, los conceptos del proceso de enmarcado son de especial utilidad para

entender cómo se leyó la situación de las concesiones mineras en su territorio y de qué

manera articularon las estrategias de movilización. Es decir, se acudirá al enmarcado de

diagnóstico, que se refiere a “la identificación de un problema y la atribución de la

responsabilidad o de la culpa” (Snow y Benford, 2006, p. 88), al enmarcado de

pronóstico, en cuyo proceso se construyen estrategias, tácticas y objetivos con el fin de

proyectar soluciones (Snow y Benford, 2006, p. 90) y al enmarcado de motivos, que se

trata de la dimensión que lleva a la acción y a la participación colectiva en el

100 “[L]os ‘marcos’ funcionan como un andamio conceptual sobre el cual se erige la ideo logía del movimiento social, dando a los activistas la posibilidad de atribuir un significado a los eventos y situaciones. Si el ‘marco’ es compartido por un conjunto de partidarios se hace posible la comunicación de esos significados” (Chihu, 2006, p. 21) 101 El enmarcado o framing se refiere al proceso de producción y asignación de significados mediante los cuales los movimientos sociales interpretan los acontecimientos importantes y las condiciones con la intención de movilizar a los simpatizantes y a los militantes potenciales (Snow y Benford, 2006, p. 85). Los procesos de enmarcamiento “constituyen los esfuerzos estratégicos realizados conscientemente por un grupo de individuos con el propósito de legitimar y motivar la acción colectiva” (Chihu, 2006, p. 21).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

119

movimiento. Por último, los campos de identidad que también forman parte de esta

teoría, ayudan a identificar a quiénes visualizan como los protagonistas, es decir, el

grupo que promueve y simpatiza con los valores, metas y prácticas de un movimiento

social; a quiénes caracterizan como los antagonistas, campo que refiere a aquellos que

se oponen a los esfuerzos de los protagonistas; y las audiencias, que son el grupo neutro

u observadores no comprometidos, aunque se apela a ellas buscando apoyo o simpatía

(Hunt et.al., 2006, p. 157).

De tal manera, el capítulo está construido a partir de las estrategias de acción y

discursivas que el movimiento de Capulálpam implementó para oponerse a la minería

en su territorio. En este sentido, se identificaron tres argumentos, en sintonía con lo que

Maristella Svampa llama “giro ecoterritorial”,102 el cual les ayudó a posicionar la

demanda de Capulálpam en el plano nacional: el primero refiere a la importancia del

cuidado del ambiente, el segundo a la reivindicación de la identidad indígena y, por

último, con el nombramiento del distintivo de “Pueblo mágico”, en el año 2007, se ha

recurrido a esta categoría para oponerla a la práctica de minería. Por su parte, también

se refiere el papel que los aliados, tales como las ONG y algunos profesionistas, tuvieron

en la implementación de las estrategias de acción.

IV.1. El cuidado del ambiente

Desde la década de los setentas del siglo XX han surgido distintas organizaciones y

movimientos cuya principal preocupación es el cuidado del ambiente (Keck y Sikkink,

2000). Si bien dentro de las diferentes organizaciones y grupos ambientalistas los

objetivos y los métodos pueden variar (Martínez, 2009), aunque se basen en realizar

críticas hacia la sociedad postindustrial y se enfoquen en los límites y contradicciones

102 En el cual “convergen la matriz indígena comunitaria, el lenguaje acerca de la territorialidad y el discurso ambientalista” (Svampa, 2012, p. 16), para esta autora el giro ecoterritorial “da cuenta de cómo las organizaciones y movimientos sociales involucrados van construyendo un conocimiento alternativo, el cual constituye una condición necesaria pero no suficiente para hablar de alternativas al modelo de desarrollo imperante” (Svampa, 2012: 26). Para términos del presente trabajo, este concepto se presenta más como un elemento de oposición, es decir, como un recurso al cual apelan las comunidades en su lucha contra la minería.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

120

del desarrollo, la directriz en ellos ha sido el cuidado y la protección del medio ambiente.

De hecho, los grupos ambientalistas, así como otro tipo de organizaciones de defensa

de los derechos humanos o defensa de derechos de las mujeres, se caracterizan porque

sus bases no se tratan de “un conjunto de principios aceptados universalmente [sino] de

un marco dentro del cual pueden volver a configurarse las relaciones entre una variedad

de reclamaciones sobre el uso de los recursos, la propiedad, los derechos y el poder”

(Keck y Sikkink, 2000, p. 170).103

Es decir, el ambientalismo no es una corriente homogénea, cuyos preceptos son

inamovibles. A esta característica se debe la perspectiva de Martínez (2009) cuando

prefiere referirse a ambientalismos, así en plural y diferentes entre sí. En el presente

trabajo se sigue la línea que propone al ambientalismo como marco dentro del cual se

configuran y reconfiguran las relaciones de poder, las estrategias, discursos y

prioridades, además de considerarlo como parte de una agenda que se interrelaciona

con otras luchas en el ámbito de los derechos humanos. El apartado está estructurado a

partir de la reconstrucción de cómo se dio el paso de enmarcar a la minería como algo

indeseable en el territorio de Capulálpam y, posteriormente, se referirá la importancia

que se otorgó a la vía jurídica en la oposición de este poblado, cuya principal estrategia

fue colocar el daño al ambiente en la zona y el no haber consultado a los habitantes del

lugar en el proceso de concesionar a mineras su territorio.

IV.1.1. La conformación del Comité Pro defensa de los recursos naturales

La oposición a la minería en Capulálpam de Méndez comenzó antes del 2005 (fecha en

que se interpusieron demandas ante PROFEPA y el caso cobró gran visibilidad), de

hecho este momento representa el clímax de un proceso de mayor data. Para algunos

autores (Aquino, 2009), las personas mayores que habían sido empleadas en la mina, la

103 Aunque estas autoras plantean que las ONG de defensa de derechos humanos han mantenido el mismo discurso y proceder ante distintas circunstancias. Para un tratamiento distinto que trata la defensa de derechos humanos cambiante, que se adapta y actúa en función del contexto (las vías institucionales o informales al alcance, la apertura del sistema político, el uso del derecho internacional, etc.), puede verse el texto de López J. (2017).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

121

mayoría de ellas, desempeñaron un papel esencial para comenzar con una visión

distinta de las actividades mineras. En el presente trabajo, se parte de que hubo un

proceso de alineamiento de marcos, en el cual lo que anteriormente se consideraba como

cotidiano, pasaba a ser intolerable y visto como una situación de injusticia, en cuyo

proceso participaron, directa o indirectamente, distintos actores, tales como

organizaciones no gubernamentales, expertos externos a la comunidad, profesionistas

de Capulálpam y ex trabajadores de la mina.

“[Q]ue desgraciadamente la mina ya dañó mucho al pueblo y nosotros armamos

el comité para ya pararla, pues, nosotros lo que hicimos fue formar el comité. Y luego

de ahí, firmar el acuerdo con el comisariado, que es la autoridad municipal, y de ahí ya

fuimos a ver todos los pueblos que han sido dañados con las jales”.104 En el caso de

Capulálpam, se creó un Comité en Defensa de los recursos naturales conformado por

voluntarios que decidieron demostrar que las actividades mineras estaban ocasionando

daños al medio ambiente, de tal manera llegó a la Asamblea argumentando que la

práctica de minería había generado la pérdida de trece veneros de agua, por lo que no

se podía seguir permitiendo más su realización.

Originalmente nació [el Comité Pro Defensa de los recursos naturales] con gente

voluntaria que siempre ha estado pues pendiente del ambiente. Así nació el

primer Comité, fue de voluntarios. De ahí, esta gente llevó a la Asamblea y,

ciertamente, como pasa en todos los núcleos sociales que hay gente que se

inconforma o ve las cosas de manera distinta, ¿no? y pues es legítimo, pero tuvo

el suficiente razonamiento como para hacer entender a la Asamblea el perjuicio

que causaba o que causa la minería. Entonces, a partir de eso, la Asamblea acordó

formar un Comité, pero ya reconocido por el Ayuntamiento, por el pueblo, pues.

104 Entrevista a MS, realizada el 27 de junio de 2017. Un jal es la acumulación de los residuos que son desechados en el proceso de extracción y beneficio de los minerales de interés del material que los contiene. Los jales se consideran sumamente contaminantes y, en el caso, de México su disposición está regulada por la Norma Oficial Mexicana NOM-141-SEMARNAT-2003, la cual establece el tratamiento que se les debe dar dependiendo de su toxicidad y la zona destinada a contenerlos.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

122

Que ya tuviera reconocimiento oficial, que ya se le diera un nombramiento para

que pudiera hacer gestión, para que pudiera asistir o concurrir a las

dependencias estatales, federales, pues a dar conocer su inconformidad o la

inconformidad de la comunidad, porque para ese entonces la comunidad hizo

suya la causa. Entonces, así fue como nació, ya se nombró un Comité en la

Asamblea General de ciudadanos, ¿no? A partir de eso, pues ya con ese

compromiso que se hizo en la Asamblea, pues la responsabilidad que ya les dio,

pues se pusieron a trabajar, ¿no? Obviamente los que crearon, o los que iniciaron

ese movimiento pues siempre iban en acompañamiento. Y ese Comité tuvo que

hacer el recorrido que ya habían hecho los voluntarios para ir a demostrarles

cuál era el motivo de la inconformidad, ¿no? Así fue cómo se creó el primer

Comité y así se ha venido haciendo y ha estado encabezado por la autoridad

municipal y la autoridad comunal.105

Es así que lo que se ve con este primer Comité es el cambio de cómo se define

una situación y la atribución a ésta de que hay un responsable que está dañando su

espacio (Snow et. al., 2006, p. 61). Es decir, la minería, aunque se había llevado a cabo

desde hacía un par de siglos en el lugar, esta vez se le atribuía un valor diferente, sobre

todo frente al proceso de arribo de las actividades ecoturísticas en la Sierra. No obstante,

el cambio se encuentra inmerso en un proceso más allá de las fronteras del municipio

de Capulálpam, ya que se encontró acompañado de un ambiente regional, estatal y

nacional, respecto a la oposición a las actividades mineras.

Por un lado, el trabajo de organizaciones no gubernamentales que ya empezaban

a laborar en el estado realizando investigaciones respecto a las concesiones mineras

otorgadas en Oaxaca. Por ejemplo, el informe de FUNDAR (2002) en el que se

documentan de manera muy crítica, incluso con la poca información que se pudo

recolectar hasta ese momento, algunos casos de práctica de minería en el estado. Y, por

105 Entrevista a MC, realizada el 24 de junio de 2017.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

123

el otro, la fuerte y cercana influencia de otras experiencias de comunidades campesinas

e indígenas que tomaron la postura de ya no permitir más práctica de minería, ni de

megaproyectos en su territorio.106

En el caso de Capulálpam, la llegada de las compañías mineras ASARCO y Santa

Regina para realizar actividades de exploración en la zona, durante los primeros años

de la década de los 90, alertó a algunos pobladores que se pusieron a investigar más

sobre el tema, concluyendo que si se continuaba con la realización de minería se vería

afectado el abastecimiento del agua en la comunidad. Pocos años después se formó el

primer Comité en Defensa de los Recursos Naturales que se encargó de difundir los

efectos negativos de la minería hasta lograr ser reconocido, manteniéndose activo

durante los años más álgidos de la oposición, por la Asamblea de comuneros en el marco

de investigaciones y denuncias de ONG y de otras luchas, como ya se ha mencionado.

Por último, sobre este Comité es interesante notar que el nombre que decidieron

usar hace referencia a los objetivos del mismo, pero sobre todo deja ver que en el

poblado ya había una manera de entender el mundo configurada a partir de la

experiencia forestal, en la cual el medio ambiente es visto como proveedor de bienestar,

siempre y cuando haya un aprovechamiento equilibrado desde las propias

comunidades, lo cual se alinea con movimientos de resistencia más amplios como el que

inició en 2001 ante la noticia de llevar a cabo el PPP (Plan Puebla Panamá), aspecto que

se tratará con mayor profundidad más adelante. Por su parte, a la par de la difusión, los

integrantes del Comité en Defensa de los Recursos Naturales tuvieron que conseguir las

pruebas necesarias con la valía ante los miembros de la comunidad, pero también de las

instancias gubernamentales a las que acudieron, así fue como entraron en el mundo de

lo legal, con apoyo de expertos externos y también profesionistas del lugar, como se

106 Desde el 2002, con el amplio proceso de entrega de concesiones mineras, comenzaron a darse distintas movilizaciones en contra de la minería, pero desde poco antes, ante el anuncio del Plan Puebla Panamá (PPP) se había articulado un fuerte movimiento en contra de otros megaproyectos impulsados por los gobiernos mexicano, centroamericanos (costarricense, salvadoreño, guatemalteco, hondureño, nicaragüense, panameño), y otros latinoamericanos (Colombia y Belice) (Pirker, 2015).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

124

verá a continuación, como una forma de enfrentar las asimetrías del poder entrando a

la propia dinámica de éste (Aquino, 2011).

IV.1.2. “Aquí lo que hemos tratado de hacer es irnos por la vía jurídica, por la vía legal”

En el presente apartado se estudiará el proceso que siguió Capulálpam por la vía legal-

institucional, se trata de apuntar hacia las implicaciones de la elección de este camino.

Sin embargo, no se profundizará en el campo de las movilizaciones sociolegales,107 sino

que se abordará este tema como parte de las estrategias que los habitantes de la

comunidad esgrimieron durante su oposición de acuerdo con el contexto, los recursos

organizativos, los canales institucionales y los objetivos de los pobladores. En general,

en las movilizaciones antiminería se ha utilizado la vía jurídica, mediante la cual, la

mayoría de las veces más que buscar “la obtención de justicia o aprobación de alguna

ley”, lo que se quiere es llegar a resultados políticos que les permitan ver cumplidas sus

demandas (Peláez, 2017, p. 75).108

En Capulálpam se arribó a la vía jurídica desde el inicio de la oposición. De

hecho, fueron los integrantes del primer Comité en defensa de los recursos naturales

quienes, con apoyo de profesionistas externos a la comunidad, aprendieron a

dimensionar la importancia de realizar los estudios pertinentes para poder presentar

sus quejas ante la instancia adecuada para que su caso fuera tenido en cuenta:

Pues en ese tiempo, agarramos fuerza porque venía un ingeniero geólogo de

Sonora que su esposa es de aquí, se llama Jacob Prieto Cabrera. Y ese… hubo una

reunión de muertos, de todos santos, para festejar los muertos y para

reunirnos… nos reunimos ahí en casa de Reinaldo [de los pioneros voluntarios

que conformó el primer Comité en Defensa de los recursos], que nos echamos el

mezcalito, todo… y empieza a platicar y empezar a hablar del problema ¿no?

107 Un trabajo que aporta un marco analítico para el estudio de movilizaciones socio -legales orientadas sobre todo a la defensa de los derechos humanos puede encontrarse en Peláez (2015). 108 Aunque en la mayor parte de los casos se trata de la cancelación de las concesiones y los proyectos mineros, en algunas ocasiones también se ha buscado negociar con las empresas mineras para mejorar las condiciones en que éstas operarán. Al respecto véase la tipología de Peláez (2017).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

125

pero ahí estaba ese ingeniero y no decía nada, nomás estaba ahí, tras la puerta

estaba. Ya cuando le preguntaron su opinión ya se presentó: “señores —dice—

mi nombre es Jacob Prieto Cabrera y, este, y vengo de Sonora y quiero aquí a

Capulálpam como si fuera mi pueblo, porque de aquí es mi esposa. Por eso si me

dan la oportunidad yo quiero asesorarlos”. Pero iba a hacer un trabajo, pues la

mera verdad, sin paga, porque no teníamos dinero ¿no? “Pues no hay problema

—dice— todo lo que dijeron todos está bien dicho. Nada más que hay… que

necesitan un cabrón que les eche la mano porque perro no come perro.

Cualquiera los pendejea a ustedes porque no tienen un título. Y yo estoy

relacionado, conozco al señor de CONAGUA de Tierra Blanca, conozco a

Francisco de la PROFEPA”. Ya con eso empezamos a hacer los trabajos y hacer

los recorridos, los levantamientos y las entrevistas. Porque no fue un trabajo de

que dijera sí la PROFEPA […], hubo que justificarle todo lo que estaba en

nuestras quejas.109

Como puede leerse en la entrevista citada, los iniciadores de la oposición

contaron con apoyo de profesionistas externos que tenían algún vínculo en Capulálpam

y también sabían moverse en el ámbito institucional. La importancia de haber tenido

apoyo tan tempranamente (el proyecto de explotación por parte de la compañía minera

extranjera no había comenzado, ni lo ha hecho hasta la fecha), de profesionistas que

sabían cómo proceder en el ámbito institucional radica en que en la movilización pudo

posicionarse dentro de los principales argumentos esgrimidos en la lucha antiminera

que se estaba realizando a nivel nacional, lo cual ayudó a que el proyecto no llegara a la

fase de explotación.

El contacto con profesionistas tuvo repercusiones en el devenir de la lucha en el

ámbito jurídico-institucional, en esta situación también tuvieron incidencia otros

factores, tales como el propio contexto oaxaqueño, pero también las estrategias

109 Entrevista a VP, el 5 de julio de 2017.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

126

utilizadas en otras latitudes en su oposición a la minería.110 Así, aunque iniciaron

apelando a las instancias que regulan el medio ambiente (SEMARNAT, PROFEPA),

acudiendo principalmente al aspecto de la contaminación que La Natividad había

causado en el territorio, hacia el 2011 lograron un punto de acuerdo, mediante la

representación de la diputada por el PT, Laura Itzel Castillo Juárez, en el que se instaba

al titular de la Secretaría de Economía a que revisara el procedimiento a través del cual

se otorgaron concesiones mineras ubicadas en la Sierra Norte a empresas mineras

extranjeras, en este punto de acuerdo, a diferencia de las demandas interpuestas desde

2005, se apeló al derecho internacional mediante el Convenio 169 de la OIT, algunas

implicaciones del uso de esta estrategia se tratarán más adelante.

Es decir, la vía jurídica se llevó a cabo desde los inicios de la oposición, en sus

albores el argumento principal colocaba el énfasis en los efectos sobre el espacio

(contaminación de ríos, principalmente) y el acceso que la población tendría a ciertos

recursos (abastecimiento de agua, administración del bosques) de continuar con las

actividades mineras subterráneas. Sin embargo, conforme la lucha continuó se llegó al

uso de otras estrategias que se basaban en mayores conocimientos sobre la situación

(entrega de concesiones y los proyectos a cielo abierto), incorporando los elementos que

ya estaban en el repertorio de otras luchas con características similares, como el recurrir

a los acuerdos internacionales.

Por su parte, con el paso del tiempo el haber recurrido a la vía jurídica conformó

un sentido positivo entre los principales opositores a la minería, pues es vista como la

estrategia que legitima a su lucha de la manera más correcta, misma que se alinea con

los principales argumentos de temática socioambiental:

Bueno primero los que tenemos que estar convencidos de lo que estamos

haciendo somos nosotros, ¿no? Primero se ha procurado no hacer las cosas nada

110 En este sentido, son significativas las denuncias realizadas desde el 2001 en medios de comunicación respecto a las operaciones de algunas empresas mineras sin ninguna regulación por part e del gobierno oaxaqueño (FUNDAR, 2002, p. 30). Por otro lado, la movilización en contra de Minera San Xavier en Cerro de San Pedro, San Luis Potosí, ya llevaba algunos años, por lo que ya tenía difusión a nivel nacional.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

127

más por hacerlas, siempre nos hemos preocupado en asesorarnos en todos los

sentidos, ¿no?, con ambientalistas, con geólogos, con hidrólogos, con

especialistas en la cuestión jurídica para no dar malos dichos, por eso es que en

todo este movimiento una única vez nos hemos ido a manifestarnos en Oaxaca,

pues llevando gente, haciendo mítines y todo eso, porque es lo menos que

queremos: ir a complicarle la vida a terceros. Aquí lo que hemos tratado de hacer

es irnos por la vía jurídica, por la vía legal, pero con el apoyo de otras

organizaciones para hacer fuerza, pues porque si vamos solos, pues a lo mejor

no se tiene la respuesta que esperamos. Por eso se ha convocado a otras

organizaciones de otras comunidades que tienen el mismo problema de la

minería y de esa manera se ha trabajado.111

Recordemos que después de 2006 la protesta contenciosa se criminalizó en el

Estado, pero incluso entre la población se generalizó un sentido negativo hacia las

manifestaciones públicas priorizándose la vía jurídica-institucional.112 De esta manera,

referir la lucha de Capulálpam en términos de la vía legal construye entre los pobladores

un marco de difusión que les explica el que hayan conseguido detener las operaciones

de La Natividad, en el cual subyace, sobre todo, el tema ambiental y la negligencia de

las instituciones al no proceder conforme las demandas de las comunidades afectadas

por minería:

Lo que buscamos ha sido por el lado legal, siempre, y desgraciadamente ahorita

así como están las cosas: el gobierno, las instancias jurídicas como que minimizan

el asunto, lo ven más por el lado económico que por la parte de la vida, por

conservar el medio ambiente y todo eso. Y pues eso ha sido, es algo que nos ha

detenido porque sí se han metido demandas ante las diferentes dependencias

federales que tienen que ver con este asunto del ambiente, pero lamentablemente

se echan la pelotita unos a otros nada más y para nosotros está claro que lo que

111 Entrevista a MC. 112 Véase el apartado III.3 de este trabajo.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

128

está imperando es la cuestión económica que la misma vida […] pero así se han

tenido avances importantes, por lo menos lo tenemos detenido.113

En suma, el que los primeros opositores a la minería en el lugar hayan optado

por el camino jurídico fue una decisión acompañada del apoyo de profesionistas que

sabían moverse en las instituciones adecuadas en las que podrían encontrar que la

demanda de revisión de las actividades mineras y cierre de La Natividad tuviera eco y,

por ende, fueran atendidas, lo cual no demerita la organización colectiva del lugar, sino

que deja ver la disposición de ésta a los factores externos.114 Por otra parte, el proceso se

encuentra inmerso en un contexto social muy específico (en la Figura 9 se esquematizan

las principales actividades de oposición, se marcan en rojo aquellas de carácter jurídico),

por lo que, durante el proceso se dieron cambios en los argumentos y se recurrió a otros

elementos de acorde con la lucha antiminera a nivel nacional e, incluso, internacional.

Como se observa los años de mayor movilización legal, la que fue ampliamente

difundida, coincide con algunos momentos álgidos en la historia del estado y con el giro

que dio la lucha antiminera con las reformas constitucionales en materia de derechos

humanos, agenda que fue incorporada en los movimientos en contra de megaproyectos,

en especial de minería.

IV.2. La identidad indígena

Tal como se ha señalado, la identidad tiene entre sus características ser maleable y contar

con una especie de plasticidad que permite a los grupos en acción plantear una

estrategia identitaria, la cual se desprende del margen de maniobra del que disponen

los actores sociales y de la apreciación de la situación, es decir, cómo la enmarcan,

aunque los límites para su uso están condicionados por el marco estructural, la situación

social, la correlación de fuerzas entre los grupos, las maniobras de los demás y la propia

identificación de los individuos (Giménez, 2009, p. 139).

113 Entrevista a MC. 114 Un ejemplo es el apoyo que recibieron durante la década de los 80 para consolidar el proyecto de administración de sus propios bosques.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

129

En este sentido, la identidad es perfectamente un recurso de movilización.115 Para

el caso de Capulálpam se trata de una estrategia que se ha implementado, en

consonancia con otras luchas sociales antimineras en América Latina, a partir de los

últimos años, pues, a diferencia, de la experiencia que tuvieron durante los años 80 con

la cuestión forestal, en la lucha antiminera se ha reivindicado el elemento de lo

indígena,116 mediante el cual han apelado a instancias gubernamentales nacionales, han

esgrimido recursos de carácter internacional, tales como el Convenio 169 de la

Organización Internacional del Trabajo (OIT) y construido discursos de movilización

dirigidos a audiencias no involucradas directamente en su oposición, pero sí posibles

simpatizantes.

En el presente subapartado, se analizarán los principales recursos que se

desprenden del carácter indígena que han revindicado en su territorio, es decir se

estudiarán las alianzas que entablaron con organizaciones no gubernamentales

involucradas en la defensa de territorios, particularmente de aquellos considerados de

pueblos indígenas, frente al extractivismo minero y, en la segunda parte, se estudiará el

115 Tal como apunta Dubet (1989) en el texto en el que estudió las dist intas facetas, componentes y usos de la identidad. En específico en el segundo punto anota que: “la identidad social ya no se define por la internalización de reglas y normas, sino por la capacidad estratégica de lograr ciertos fines, lo cual le permite transformarse en un recurso para la acción”. Y más adelante se detiene en el aspecto de la identidad como recurso en la conformación de estrategias para la acción: “No son los actores en crisis los que se movilizan más fácilmente sino los que pueden utilizar los medios de su integración para promover una estrategia. La movilización no es una reacción expresiva frente a amenazas que pesan sobre la identidad sino, según los análisis de la movilización de recursos, la identidad es un medio para la acción”. Las cursivas son nuestras. 116 Ya que esta experiencia fue de corte rural-campesina y no se apeló a una cuestión étnica, sino hasta la década de los noventa en consonancia con el contexto estatal y nacional: “las organizaciones que son incluidas aquí [la de la Sierra Juárez es una de ellas] continuaban teniendo hacia finales de los ochenta y principios de los noventa una identidad rural-campesina: luchaban por el control de los recursos naturales, por mejores condiciones para la producción agrícola, por mejores términos para la comercialización de sus productos, por la tierra y por la democratización local. Sin embargo, tenían también una identidad étnica en la medida en que, de manera progresiva, empezaron a luchar por el reconocimiento, el respeto, la promoción y la protección de la cultura indígena, y a articular su agenda general dentro de un marco ideológico de autonomía y derechos colectivos” Anaya (2006, p. 60). Y más adelante menciona que “durante la mayor parte de los ochenta [las demandas sobre reconocimiento de la diversidad cultural] no fueron prioritarias dentro de las agendas. No fue sino hasta finales de dicha década y principios de la siguiente cuando las demandas propiamente indígenas comenzaron a articularse con mayor claridad y a adquirir mayor importancia dentro de la agenda política en el estado. Fue entre 1989 y 1994 —en el contexto del Quinto Centenario, de la adopción del Convenio 169 de la OIT, de las reformas a la Constitución Mexicana y a la Constitución de Oaxaca, y ultimadamente del levan tamiento zapatista— cuando el carácter propiamente indígena de las organizaciones oaxaqueñas maduró realmente” (Anaya, 2006, p. 70).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

130

Convenio 169 de la OIT en la medida en que lo convirtieron en un recurso para su acción,

en particular se analizarán algunas implicaciones de adoptar el recurso que ofrece la

Consulta Previa, Libre e Informada (CPLI) de tal acuerdo internacional.

IV.2.1. Alianzas: Colectivos y Organizaciones no Gubernamentales

[F]ue un trabajo muy duro, por qué, porque se tuvieron que convocar a todas las

comunidades que han estado siendo afectadas por la minería, ¿no?, no solamente

de aquí de la región, sino a nivel estado, incluso ha venido gente de otras

nacionalidades que también ha sido afectadas por la minería, entonces se han

hechos foros, pues para estar analizando el impacto que está causando la minería

y también para estar organizándose, viendo las estrategias para contrarrestar las

concesiones mineras, ¿no?117

En el presente apartado se estudiarán las principales alianzas que se hicieron con

organizaciones no gubernamentales, la pregunta que guía su construcción apunta hacia

dilucidar cuáles fueron las principales estrategias que se implementaron en el marco de

la colaboración con otras comunidades articuladas en torno al rechazo de la

implementación de distintos megaproyectos que comenzaron a desarrollarse desde los

primeros años del siglo XXI en el estado. Sin embargo, pensar la manera cómo se

construyen las estrategias de las ONGs sería muy difícil sin considerar el contexto en el

cual éstas se encuentran inmersas, por lo que es necesario incorporar el escenario estatal

e, incluso, nacional que funcione como la guía al que interpelan en todo momento.

Entablar alianzas con ONGs es una práctica que se generalizó en toda la región

durante las últimas décadas del siglo pasado, pues las organizaciones ganaron fuerza y

visibilidad en el contexto de las transiciones democráticas que se vivieron en América

Latina después de la década de 1980 (Keck y Sikkink, 2000, p. 181). En este panorama

algunos factores que favorecieron el desarrollo de ONGs fueron la crisis de

organizaciones tradicionalmente de izquierda (sindicatos), el apoyo económico de

117 Entrevista a MC.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

131

grandes organismos internacionales y la cooperación internacional de organizaciones

privadas (Keck y Sikkink, 2000; Pirker, 2012).

Con la visibilidad e importancia que fueron ganando las ONGs, desde este

periodo la manera cómo se enmarcaba los problemas sociales, y sobre todo sus

soluciones, respondía a la injerencia de la sociedad civil actuando desde el conocimiento

generado en ellas: “la reflexión científica sobre las distintas formas y espacios de

participación ha sido influenciada por los puntos de vista, las preocupaciones y las

estrategias de acción de profesionales que van cruzando las fronteras entre los ámbitos

de la incidencia política, la academia y la opinión pública” (Pirker, 2012, pp. 156 -157).

En el caso de las ONG con las que Capulálpam entabló alianzas de trabajo se

tratan de organizaciones que operan a nivel estatal como EDUCA A. C, pero también

encontraron gran apoyo en aquellas regionales como la UNOSJO. En cuanto al nivel

nacional entraron en contacto con la REMA y también formaron parte de una resistencia

más internacional: el M4 (Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo

Minero) que trabaja en el sureste de México y en Centroamérica, lo que han llamado la

zona mesoamericana. A diferencia de la vía jurídica, que marcó la movilización desde

sus inicios, el contacto con ONG y las estrategias construidas en colaboración con ellas

comenzaron aproximadamente en 2009, luego de la manifestación en la ciudad de

Oaxaca y en un contexto de mayor articulación de comunidades y ONGs a nivel estatal

en contra de grandes proyectos como la construcción de presas, hidroeléctricas y

práctica de minería.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

132

Figura 9. Actividades de oposición a la minería en Capulálpam

Fuente: Elaboración propia con base en Aquino (2003; 2011); Salazar y Rodríguez (2015); Ortega (2016); Comisión Permanente del Congreso de la

Unión, LXI Legislatura (2011); Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios (2014)

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

133

*Véase la Figura 11

Figura 10. Organización y resistencias nacional e internacional en contra de megaproyectos

Fuente: Elaboración propia con base en Pirker (2003; 2015); FUNDAR (2002); Peláez (2017)

Figura 11. Foros Mesoamericanos

Fuente: Elaboración propia con base en Pirker (2003; 2015)

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

134

En este sentido, el apoyo y colaboración con ONGs se cristalizó en los distintos

Foros que se llevaron a cabo en Capulálpam de Méndez. El primero, “Tercer Foro

Tejiendo la resistencia por la defensa de nuestros territorios”, se realizó los días 20 y 21

de mayo de 2011, y fue impulsado por el Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los

Territorios como parte de un proyecto más amplio que se enfocaba en manifestar el

descontento de las comunidades ante los distintos megaproyectos que empezaban a

implementarse en el estado.118 Este Colectivo está conformado por organizaciones que

trabajan sobre distintos temas y ejes, desde el ambiental hasta la autonomía comunitaria,

pasando por la agenda de los derechos humanos y que operan en diferentes niveles

(nacional, estatal y regional). Las organizaciones reunidas en este colectivo son el Centro

de Derechos Indígenas Flor y Canto A.C.; el Centro de Derechos Humanos Ñuu Ji

Kandii A.C.; el Centro Regional de Derechos Humanos Bartolomé Carrasco Briseño

BARCA A.C.; el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. (Centro

Prodh); EDUCA A.C.; Servicios del Pueblo Mixe, SERmixe A.C.; Tequio Jurídico A. C.;

el Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara A. C (CESEM) y la UNOSJO S.C.

Por su parte, el segundo foro que se realizó en el municipio de Capulálpam fue

en enero de 2013, esta vez se trató del “Encuentro de Pueblos de Mesoamérica: sí a la

vida, no a la minería”, organizado por el M4, la Coordinadora de Pueblos Unidos del

Valle de Ocotlán (CPUVO); el Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios;

SERmixe A.C.; la UNOSJO; el Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto A.C.; EDUCA

A.C.; el Centro Prodh; Servicios Universitarios y Redes de Conocimiento de Oaxaca

118 El primero de estos foros nacionales se llevó a cabo en el municipio de San Pedro Apóstol, Ocotlán, el 17 y 18 de abril de 2009, con el objetivo de apoyar a la comunidad de San José del Progreso en su lucha contra la minera Cuzcatlán. En él participaron organizaciones sociales de otros estados del país, tales como Michoacán, Veracruz, Chiapas, Ciudad de México y Guerrero, además de otros países como España, Francia, Estados Unidos, Suiza, Argentina, Guatemala, Perú, Honduras y Alemania. Asimismo, participaron instituciones académicas como el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (IISUABJO), la Universidad de York y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. En este primero foro se acordó la realización de un segundo en no más de cinco meses, el cual se realizó en San Juan Jaltepec de Candayoc, una comunidad mixe, los días 13 y 14 de noviembre de 2009, debido al decreto de expropiación que estaba enfrentando, pues se consideraba que violaba los derechos territoriales de esta comunidad (ProDESC, 2009).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

135

(SURCO) A.C.; Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas (CENAMI) A.C. y

la REMA.119

La organización de ambos foros en territorio de Capulálpam dotó a la oposición

minera de una gran visibilidad en medios de comunicación y entre la resistencia

generalizada a nivel estatal y nacional. En la temática de ambos se notan los principales

objetivos de cada momento. Mientras que en el primer foro, que era el tercero

organizado por el Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios, los ejes giraban

en torno a la violación de los derechos territoriales en contra de las distintas

comunidades que en él participaron y en el cual se plantearon estrategias de

movilización en el ámbito jurídico, por su parte, el segundo estuvo dirigido solamente

a la oposición de la minería. Además de los temas que en estos foros se trataron, es

interesante notar que para la oposición y construcción de resistencias no sólo de

Capulálpam, sino de distintas comunidades del estado y otras experiencias a nivel

nacional, su realización cristaliza el alcance de sus organizadores y la capacidad de

convocatoria articulando la organización que ya existe.

Así, el que se haya podido colaborar con ONGs de índole diversa apunta a que

hay una organización entre los poblados participantes, los cuales buscan el apoyo de

ONGs que se identifiquen con su causa:

Por lo general se han valorado, ¿no?, el entorno donde se desarrollan [las ONGs]

porque hay muchas veces que también ya traen su línea. En este caso, pues las

ONG que se han identificado con el problema de Capulálpam, pues han sido

también ONG que trabajan por el bien de los pueblos, de las comunidades,

principalmente por los pueblos indígenas. Entonces, eso fue lo que se estuvo

valorando y ya según eso se estuvo viendo [el apoyo].120

119 Mesoamérica dice sí a la vida, no a la minería: Capulálpam de Méndez, ejemplo de resistencia y de construcción de alternativas, de Luz Estrello y Mina Lorena Navarro, en SubVersiones. Agencia autónoma de

comunicación, 28 de enero de 2013 120 Entrevista a HPC.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

136

Mientras que, desde la perspectiva de las ONGs, éstas buscan los espacios donde

pueden desarrollar las estrategias que van construyendo, generalmente actúan en

espacios de disputa y oposición entre la visión del Estado y la sociedad civil organizada,

además de que “intervienen en la construcción de lo que significa participar en el

espacio público, por medio de la movilización de recursos como el acceso a los medios

de comunicación, el conocimiento técnico de problemas sociales específicos y una

autoridad moral basada en la defensa de intereses universables, en nombre de grupos

históricamente excluidos” (Pirker, 2012, p. 158).

Por lo que se refiere al “Encuentro de pueblos de Mesoamérica”, fue un evento

que se realizó en coordinación con el M4, cuya formación en el 2012 condensa una larga

historia de lucha ante los grandes proyectos anunciados a inicios de siglo en

Centroamérica y México, teniendo como antecedentes inmediatos “redes de

organización en contra de la minería en Guatemala” (Pirker, 2015, p. 329). En la Figura

10 se esquematiza algunas de las principales experiencias antiminería (sobre todo

aquellas que fueron referidas en entrevistas) y la conformación del movimiento en

contra de megaproyectos en la zona mesoamericana.

En este caso se trata de una amplia movilización que encontró como el rostro de

su opositor el Plan Puebla Panamá, pero que articuló distintas organizaciones rurales y

campesinas, en cuyos foros se condensaron propuestas que giraban en torno al cuidado

del medio ambiente desde modelos alternativos de desarrollado puestos en práctica por

las propias comunidades y una abierta oposición al proceso de globalización (Pirker,

2003; 2015). La recuperación del concepto de Mesoamérica, acuñado desde la

antropología e historia a mediados del siglo pasado por Paul Kirchoff, está encaminada

a la construcción de un frente común basado en las “raíces, historias y, finalmente,

agravios y amenazas actuales, determinados por los proyectos de reestructuración y

regionalización capitalista que las sociedades centroamericanas y la mexicana tienen en

común.” (Pirker, 2003, pp. 111-112).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

137

La realización de estos foros en territorio de Capulálpam, dejan ver que la

estrategia que se definió en la región y el estado para oponerse a la minería, en sintonía

con estrategias a nivel nacional, involucraba distintas agendas, principalmente aquellas

de corte ambientalista y de derechos humanos, pues se ha visto que construir estrategias

desde una sola perspectiva no es tan efectivo (Peláez, 2017). Así, las ONG de corte más

ambientalista, que, dependiendo del momento, suelen recurrir a temas de defensa de

derechos humanos y viceversa, se inscriben en “una tensión de constreñimiento y

oportunidad que cambia de acuerdo con contextos, motivaciones, estrategias de

conexión, movilización y reivindicación” (López, J., 2017).121

Como ya se ha señalado, en la estrategia de defensa del territorio y oposición a

la minería en Capulálpam de Méndez trabajaron no sólo ONGs de carácter

ambientalista, sino que se han buscado enfoques más integrales, de tal manera que

colaboraron diferentes ONG que trabajan temas diversos. Por ejemplo, en la

conformación del Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios participaron

distintas organizaciones estatales (Tequio Jurídico, A. C.; Centro de Derechos Indígenas

Flor y Canto, A.C.; EDUCA A. C.), locales (UNOSJO) y otras que operan a nivel nacional

(Centro Prodh).

En el caso de las organizaciones estatales, éstas tratan temas enfocados a los

derechos humanos resaltando el carácter indígena de la mayoría de las comunidades

donde han desarrollado proyectos y apoyado en su oposición. Las estrategias están

encaminadas a la resolución por la vía legal en el caso de Tequio jurídico y el Centro de

Derechos Indígenas Flor y Canto, A.C, y por lo que refiere a EDUCA A.C. es una

organización que:

[T]rabaja por construir una narrativa a partir de la propia experiencia de los

pueblos y de la lucha por la defensa de la tierra y el territorio, [tratando de

comunicar las demandas de las comunidades que resisten a los megaproyectos

121 Aunque texto versa sobre ONG de defensa de derechos humanos, la manera cómo estás operan y se movilizan es similar a ONG que tratan otros temas.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

138

y de visibilizar los métodos empleados en la organización comunitaria,

exaltando la forma creativa, pacífica y no violenta y sobre todo las alternativas

que proponen los pueblos, sus aportaciones, que tienen que ver con los esfuerzos

colectivos de vida comunitaria.122

En cuanto a las organizaciones regionales de la Sierra, en el apartado III.1.1 (notas

73 y 74) de este trabajo se ha explicado su surgimiento y trayectoria, por lo que se remite

a él para evitar duplicar información. Por su parte, entre las organizaciones de carácter

nacional se encuentra el Centro Prodh, éste ha sido catalogado como de activismo

histórico (López, J., 2017) debido a su participación en la defensa de derechos humanos

desde la década de 1990, aunque ha implementado distintos repertorios. Desde

mantener una postura de denuncia frente al Estado, hasta promover políticas

institucionales cuando el gobierno mostró, más no implementó, una mayor apertura al

respeto de los derechos humanos en el contexto de la alternancia (López, J., 2017). En el

caso de la oposición a la minería, el Centro Prodh ha apoyado en la lucha jurídica,

participado en la organización de foros regionales y también ha encaminado el apoyo

acudiendo al derecho internacional, tema que se tratará en la siguiente parte

En suma, el establecimiento de alianzas con ONGs dotó a la oposición de

Capulálpam de una visibilidad entre la propia resistencia a los megaproyectos, al mismo

tiempo que revitalizó su lucha antiminera retomando los elementos y estrategias que se

estaban implementando a nivel estatal y nacional e, incluso, internacional yendo más

allá de las fronteras de los estados-nación con su inclusión en la lucha iniciada en los

foros mesoamericanos que se condensó en la conformación del M4 (Pirker, 2015). Por

otra lado, el camino de las propias organizaciones no gubernamentales ha sido largo y

cambiante, pues se ha ido complejizando la manera de abordar los problemas

enmarcados como de orden ambiental, ya que se ha visto que no se trata sólo de la

pérdida de bosques o contaminación, sino de los problemas de territorio, personas que

122 “Defender la vida comunitaria es defender nuestra autonomía”, de Griselda Sánchez, en Ecoportal.net, 19 de septiembre de 2016.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

139

habitan y se sustentan de él, acceso a la información de manera oportuna, derechos

humanos, como a la salud, etc.,123 y recurriendo no sólo al marco legislativo nacional,

sino al ámbito internacional, sobre todo con la aprobación en 2007 de la Declaración de

las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos de los pueblos Indígenas y Tribales,124

así como la revaloración del Convenio 169 de la OIT.

IV.2.2. Los Acuerdos y Declaraciones internacionales

Como ya se ha señalado, el Convenio 169 de la OIT fue firmado en 1989 y entró en vigor

en 1991. Este documento, suscrito por la mayoría de países latinoamericanos y algunos

europeos, además de Fiji y Nepal,125 está encaminado a reconocer los derechos de una

parte de la población que ha vivido históricamente en marginación. No obstante, debido

a que se implementó a la par que el neoliberalismo en la región, las implicaciones de

recurrir a esta vía en las movilizaciones en contra de megaproyectos son bastante

complejas.

Para algunos autores (Recondo, 2007; Argüello, 2017; Rodríguez, 2012), se trata

de un esfuerzo por legitimar un nuevo modelo de intervención en las comunidades

indígenas y campesinas desde el estado neoliberal.126 Así, también para Yashar (2005),

123 “En especial los movimientos sociales del tercer mundo, cuya participación era defendida por los activistas, se concentraban de manera abrumadora en la dimensión humana del cambio ambiental” (Keck y Sikkink, 2000, p. 196). 124 Misma que se retomó en el 2° Foro Nacional “Tejiendo la resistencia por la defensa de nuestros territorios”, al respecto puede consultarse la memoria de este evento: https://www.educaoaxaca.org/images/2_foro_tejiendo_resistencia.pdf Esta Declaración es importante porque condensa las distintas propuestas que se habían venido dando durante más de 10 años de discusiones en materia de legislación de los derechos indígena. Por una parte, las comunidades pedían que se aprobara “el consentimiento” de los habitantes para que se pueda implementar algún megaproyecto o externos puedan desarrollar actividades en su territorio, mientras que por otro lado los gobiernos nacionales preferían que dentro de esta Declaración se incluyera una especie de proceso de consulta similar a la del Convenio 169. Sin embargo, la versión final “consistió en un híbrido que mantuvo el estándar general de la CPLI, pero avanzó más allá del Convenio 169 en la dirección de la propuesta indígena, al establecer que la consulta se debe hacer con el fin de ‘obtener el consentimiento´ de los pueblos (arts. 19 y 32) y exigir directamente el consentimiento como requisito para medidas que impliquen el desalojo de un pueblo de su territorio (art. 10)” (Rodríguez, 2012, p. 49). 125 Los primeros países en América Latina en firmar el Convenio fueron Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Venezuela, Chile en 2008 y Nicaragua en 2010. Por su parte, los países europeos que lo han signado son Dinamarca, España, Nepal, Noruega y Países Bajos. 126 Para otros autores (Hopenhayn, 2001) en el ámbito de las ciudadanías, la globalización y las dinámicas de está en distintos ámbitos (generación de políticas públicas, el plano económico y las manifestaciones culturales, por ejemplo) están ocasionando la redefinición y cambios en la afirmación de los sujetos como una nueva

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

140

el reconocimiento de los derechos indígenas está directamente relacionado con la puesta

en práctica del neoliberalismo, es decir, se trata de un proceso de “politización de las

divisiones étnicas y el motivo para organizarse resultaron del cambio en los regímenes de

ciudadanía y el desafío a la autonomía local que siguió” (p. 55).127

Es decir, para esta autora, la historia política de América Latina en materia de los

derechos a los pueblos indígenas puede dividirse en regímenes de ciudadanía que

transitaron de los corporativistas a los neoliberales, mismos que el propio Estado suscitó.

Mientras que los primeros “promovieron los derechos civiles y sociales (y en ocasiones los

derechos políticos) junto con las formas de intermediación de intereses basadas en la clase,

los regímenes de ciudadanía neoliberal avanzaron los derechos civiles y políticos junto con

las formas pluralistas de intermediación de intereses” (Yashar, 2005).

De esta manera tanto para Recondo (2007), como para Yashar (2005) hay una relación

entre las políticas que el Estado implementó en cuanto a la legislación y trato hacia los

pueblos indígenas. De tal forma, ambos regímenes de ciudadanía

[R]eformaron profunda e intencionalmente las instituciones y los recursos estatales,

así como los términos de acceso público a ellos. Sin embargo, debido al alcance

desigual del estado, tuvieron consecuencias imprevistas. Por lo tanto, al tratar de

reestructurar la sociedad en federaciones basadas en clases con derechos sociales,

los regímenes de ciudadanía corporativistas proporcionaron involuntariamente

espacios autónomos que podrían proteger a las comunidades indígenas rurales del

control estatal. Y, por su parte, los regímenes de ciudadanía neoliberal, dispuestos a

romper el modelo de clase del corporativismo y los derechos sociales y

reemplazarlos por un conjunto atomizado o individualizado de relaciones entre el

Estado y la sociedad, de hecho, desafiaron la autonomía local indígena que el

corporativismo había protegido involuntariamente (Yashar, 2005, p. 56).

ciudadanía caracterizada “por el descentramiento y la autoafirmación diferenciante de sujetos”, la cual “implica que la ciudadanía se cruza cada vez más con el tema de la afirmación de la diferencia y la promoción de la diversidad.” 127 Esta y las demás citas de Yashar son traducciones libres nuestras.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

141

Por lo tanto, al ser una consecuencia del estado neoliberal, para Argüello (2017)

hay una contradicción en el uso que las comunidades indígenas le dan a este Convenio

en el marco de su lucha en contra de los megaproyectos, pues éstos se consideran como

un producto del neoliberalismo.128 En este sentido, lo que hace el acudir a las

herramientas que provee el Convenio 169, en particular la Consulta Previa, Libre e

Informada (CPLI), es promover el control, desde una tecnología neoliberal, de la

“práctica disidente (acción colectiva) y despolitizar el conflicto a través de un proceso

de subjetivación ética y política del sujeto indígena como titular de derechos,

estructurando de esta forma sus vías de acción, lo que da como resultado un

empoderamiento ilusorio e infructuoso de estos grupos” (p. 241).

No obstante, de acuerdo con la propuesta de Rodríguez (2012) en cuanto a la

tipología de efectos del uso de la CPLI en conflictos sobre el mismo territorio donde hay

intereses distintos (de las comunidades y las empresas, por ejemplo) y las visiones

contrapuestas, mismos que son consecuencia del paradigma de la etnicidad visto desde

la gobernanza (del que el multiculturalismo es la mayor expresión) y el gran peso que

se le ha otorgado a los procesos judiciales, en particular al procedimiento de la CPLI, el

recurrir a ésta puede llegar a tener lo que el autor llama el efecto emancipatorio.129 Es

decir, que la consulta se convierta en:

[U]n medio para perpetuar y para desafiar las desigualdades profundas entre los

actores de los campos minados. A la vez que diluyen los reclamos políticos

128 Pues se trata de “la proyección del sujeto jurídico neoliberal al plano de los derechos colectivos. Se trata del sujeto jurídico colectivo al que se le reconocen dos derechos (neo)liberales primordiales: la libertad contractual y el debido proceso” (Rodríguez, 2012). 129 La tipología que propone el autor es producto de la intersección de dos elementos: “el predominio de la racionalidad procesal y las relaciones de poder entre las partes (supuestamente) iguales que participan en la consulta”. De tal manera, resultan cuatro posibles efectos: el de desplazamiento (en el cual los conflictos sustantivos se ven sustituidos, aplazados, por los interminables procesos jurídicos, formalismos de los plazos, certificaciones, etc.), el efecto de equivocación (en el que las visiones sobre un mismo espacio son tan disímiles y la comunicación tan complicada que se producen diversos malentendidos, incluso en aquellos puntos donde podría haber ya algún acuerdo), el efecto de dominación (que se refiere a cuando la consulta refuerza las relaciones asimétricas de poder entre el Estado, empresas y comunidades) y, por último, el emancipador (en el que las comunidades afectadas y sus aliados pueden llegar a hacer un uso contrahegemónico del derecho) (Rodríguez, 2012).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

142

indígenas, las reglas procesales crean espacios y herramientas preciosos –en

ocasiones, los únicos disponibles– para detener, o al menos aplazar, daños

culturales y ambientales irreversibles, y para fundar o refundar procesos de

movilización colectiva (Rodríguez, 2012, p. 71).

Si bien, es discutible si Capulálpam podría entrar en la categoría analítica que el

autor denomina como “campos minados”,130 es interesante considerar que la CPLI ha

sabido ser aprovechada por comunidades que enfrentan minería en sus territorios

movilizando sus recursos al alcance con apoyo de sus aliados, de tal manera que “han

explotado las oportunidades ofrecidas por interpretaciones exigentes de los requisitos

de la consulta en las cortes nacionales, y movilizan el apoyo de organismos

internacionales como la OIT y la Relatoría de la ONU sobre derechos indígenas”

(Rodríguez, 2012, p. 65). Aunque entre los resultados se incluye la larga lucha jurídica

en la que pueden enfrascarse, para algunos autores esta situación es tiempo ganado,

mientras las empresas mineras no puedan entrar a realizar sus actividades (Peláez,

2017).

Así, el uso del Convenio 169, y el apelar a la CPLI como el paso que el gobierno

mexicano no cumplió como parte esencial en la entrega de concesiones, se convirtió en

un argumento recurrente entre los pobladores de Capulálpam, aunque no desde el

comienzo de su oposición, sino a partir del 2011, con el punto de acuerdo promovido en

el Senado. En una entrevista dada por el principal asesor de la comunidad, Salvador

Aquino, menciona:

Es un documento importante para Capulálpam [el punto de acuerdo para

solicitar a la Secretaría de Economía un informe sobre las concesiones de la Sierra

Norte], pero también importante para toda la región de la Sierra por la

información que contiene y por la disposición, por lo menos de la tercera

130 Se refiere a territorios caracterizados por “relaciones de poder desiguales entre empresas y comunidades y por escasa presencia e intermediación del Estado” […], además de ser altamente riesgosos”, debido a la violencia de la que son objeto (Rodríguez, 2012, p. 14).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

143

comisión del Senado en la Comisión permanente, de hacer un comunicado y

tomar una posición respecto a lo que está ocurriendo en Capulálpam y en la

región de la Sierra, pero hay un punto clave aquí y que lo menciona el punto de

acuerdo: ya no es como en el pasado de asignar las concesiones mineras con base

en lo que dice el artículo 127 [sic] que el subsuelo pertenece originariamente a la

nación. Así lo establece el 27, ya hay una nueva legislación y, en este sentido,

tiene importancia el Convenio 169. El Convenio 169 en su artículo 14, 15, 16

establece claramente que el gobierno federal tiene la obligación de consultar a

las comunidades indígenas cuando se trata de poner en riesgo sus tierras, sus

tradiciones.131

Así, la estrategia que se siguió desde 2011 fue la vía jurídica institucional,

exigiéndole al gobierno nacional que cumpla con el derecho internacional. Aunque al

optar por este camino, el rumbo que tomó el movimiento es el de seguir en el ámbito de

lo legal, mucho menos mediatizado en los últimos años que cuando la oposición se

encontraba en su clímax, con la participación sólo de las autoridades comunitarias, los

activistas con mayor involucramiento en la oposición y sus asesores. Por lo que

Capulálpam se suma a los casos en los cuales la lucha jurídica se prioriza, lo que trae

como consecuencia que parte de los movilizados iniciales vayan siendo desplazados,

prevaleciendo la visión de los profesionistas que manejan el lenguaje jurídico.132

Por otra parte, en el contexto del activismo antiminero internacional, algunas de

las implicaciones de acudir al Convenio 169, apelando a la CPLI violada por los estados

nacionales en el proceso de otorgar concesiones sin proporcionar la información sobre

los proyectos mineros de manera oportuna a los habitantes de los territorios

concesionados, es que se han ido construyendo modelos de los sujetos a quienes el

131 Entrevista de Griselda Sánchez a Salvador Aquino Centeno [s/f]. 132 “[L]os efectos de la consulta sobre los pueblos indígenas son igualmente ambiguos. De un lado, la juridización de las reivindicaciones indígenas a través de la CPLI ha transformado al menos parte de la energía política del movimiento en discusiones legales que privilegian lo procedimental, y que transfieren parte de la iniciativa y el control de dichas reivindicaciones a los asesores jurídicos externos” (Rodríguez, 2012).

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

144

derecho internacional puede beneficiar con mayor eficacia que aquellos que no

coinciden completamente con el “conjunto universal de imágenes simbólicas” que, en

el caso del movimiento antiminero, ha recurrido a la indigeneidad como una herramienta

política de oposición a la minería (Dougherty, 2011) y, en general, del extractivismo y

megaproyectos.

En este sentido, si bien la CPLI se ha convertido en el principal recurso de

oposición a la minería, el contexto del cual es producto (y, por lo tanto, el contenido

político de los intereses que busca reivindicar) promueve que necesite de un estereotipo

de lo que se considera indígena y las características que se le atribuyen se tornen

estáticas. En el caso de Capulálpam se ha experimentado un proceso en el que los

habitantes han buscado apegarse al modelo de lo indígena,133 luego de que esta parte de

su identidad fue un tanto “abandonada” después de los esfuerzos estatales que se

implementaron en aras de la integración cultural.

Así se ha acudido a lo indígena como un recurso de oposición que se alinea con

el ambiente en contra del extractivismo que se ha desplegado en el ámbito internacional

en América Latina. Los efectos del uso de este elemento en Capulálpam van más allá de

la lucha en contra de la minería, pues en el camino de esta oposición se han encontrado

con otros recursos que no han buscado precisamente, pero que han sabido aprovechar,

tal como el distintivo de “Pueblo Mágico” que les fue otorgado en el año 2007 (tema del

siguiente apartado). De tal manera, el discurso de lo indígena se ha nutrido tanto de las

expectativas tanto del gobierno federal que específica ciertas características para que un

lugar pueda obtener tal nombramiento, como de las acciones de los activistas que van

nutriendo y construyendo una resignificación indigenista de ciertas prácticas culturales

que ya tienen las comunidades, potenciándolas alrededor de una imagen de lo que es

ser indígena. Por ejemplo, al presentar a los habitantes de territorios concesionados

viviendo en total armonía con la naturaleza, o cuando promueven una imagen de

133 Bástese ver los símbolos y elementos culturales que han rescatado y plasmado en los rituales que celebran en mayo durante el “Festival de Tierra Caliente”.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

145

acuerdos homogéneos al interior de las estructuras organizativas en torno a la postura

de rechazo de la minería.

En suma, el recurrir a la CPLI puede tener efectos distintos en cada uno de los

casos en los que se ha apelado a su respeto y seguimiento. Así, puede ayudar a postergar

e impugnar la implementación de proyectos extractivos que no son aceptados entre los

habitantes de las comunidades, hasta funcionar como mecanismo que las empresas

mineras utilizan para entrar a los territorios “minados” y convencer a parte de la

población para que acepte los proyectos para después orquestar las consultas con ese

sector. No obstante, es también el principal recurso de la oposición, aunque ésta tenga

que recurrir a la construcción de imágenes estereotipadas de lo que es ser indígena para

poder tener mayor eficacia en la resolución de sus demandas.

IV.3. “«Pueblo mágico» amenazado por minera.”134 La difusión de la lucha

capulalpense

Durante el 2007 Capulálpam de Méndez fue nombrado como “Pueblo Mágico”, el

primero en Oaxaca. Este programa federal, implementado durante la administración de

Vicente Fox, se pensó como parte de las principales estrategias en materia económica

que se efectuaría para mejorar los ingresos del país:

El sector turismo es una prioridad del Estado mexicano y éste se ha propuesto

asegurar su capacidad competitiva. Se buscará desarrollar y fortalecer la oferta

turística para consolidar los destinos turísticos tradicionales y diversificar el

producto turístico nacional, aprovechando el enorme potencial con que cuenta

México en materia de recursos naturales y culturales (Plan Nacional de

Desarrollo, 2001-2006).

En este sentido, el programa de “Pueblos Mágicos”, se consolidó como la

principal herramienta para promover el turismo en zonas rurales en consonancia con el

134 El título de este apartado retoma el encabezado de una de las notas que se escribieron sobre Capulálpam. Los datos del texto son los siguientes: “Pueblo mágico” amenazado por minera, de Érika Ramírez, en Contralínea, 18 de junio de 2013.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

146

giro que se estaba dando en este rubro de explotar a la naturaleza y la cultura como un

atractivo turístico (Lugo, 2016). Así, se pensó en el ecoturismo y el turismo cultural como

los principales caminos para lograr un desarrollo económico de poblados que no tenían

una tradición en este sentido, a la par que sería la vía para proteger el medio ambiente,

en concordancia con los objetivos y la filosofía que Calderón propuso como uno de los

ejes principales de su gobierno:

ESTRATEGIA 5.2 Fomentar el ecoturismo como herramienta para la

conservación de la riqueza natural y el desarrollo económico en las zonas rurales.

Se fomentará el ecoturismo a través de un esquema de trabajo intersectorial, que

sirva como herramienta para la conservación de la riqueza natural y el desarrollo

económico en las zonas rurales (Plan Nacional de Desarrollo, 2007-2012).

Los principales lugares en las que se instrumentaría este programa serían

aquellos en situación de marginación económica y social y comunidades indígenas,

“capacitando a las poblaciones anfitrionas e involucrándolas en la planificación y

desarrollo de los proyectos”, el objetivo sería lograr el desarrollo entre la población local

(Plan Nacional de Desarrollo, 2007-2012). Si bien, este programa fue la estrategia de los

gobiernos panistas, hay antecedentes del impulso al turismo desde el Estado que

podríamos ubicar hasta el porfiriato, no obstante, el más inmediato es el “Proyecto

Pueblos Indígenas, Ecologías y Producción para el Desarrollo Sustentable”, que se llevó

a cabo de 1989 al 1994, bajo la administración de Carlos Salinas de Gortari, el cual sentó

las bases de un turismo orientado al desarrollo rural, combinando el cuidado del

ambiente y la cultura de los pueblos indígenas (Bellota, 2017).

Por lo que refiere a la incorporación de Capulálpam de Méndez al programa de

Pueblos Mágicos, mismo que, hasta la fecha, ha registrado a 111 poblados de distintas

latitudes del país, ésta se llevó a cabo durante el mismo año en que su oposición a la

minería cobraba relevancia en el plano estatal, y un año después de la movilización y

conformación de la APPO, por lo que no es un asunto menor que este municipio haya

sido el primero de Oaxaca en obtener dicho nombramiento. Así, en un primer momento

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

147

se había pensado en que se había gestionado la obtención de este reconocimiento como

un recurso más de oposición, no obstante, durante el trabajo de campo se llegó a la

conclusión de que había sido un proceso distinto, aunque no desligado de la lucha en

contra de la minería.

En este sentido, pese a que se trata de dos procesos diferentes, la oposición

antiminera ha sabido aprovechar la categoría de “Pueblo Mágico” como un recurso que

ha movilizado desde los medios de comunicación, y es también un punto de interés para

quienes se han beneficiado mayormente del turismo en el poblado. Pues, aunque hay

algunos comités que se encargan de que los ingresos económicos sean distribuidos para

beneficio de todos los habitantes del pueblo, hay quienes han obtenido mayores

ganancias del turismo (por ejemplo los dueños de hoteles y cafeterías o locatarios del

mercado municipal) y son también algunos de los que han participado más activamente

en el movimiento de oposición.

Por otro lado, desde entonces y hasta la actualidad, el poblado de Capulálpam,

en sintonía con el programa, ha recibido apoyo gubernamental para la mejora de los

principales sitios de interés del pueblo (el centro, las fachadas aledañas a él, el templo

dedicado a San Mateo, la construcción de un mercado), lo que promueve una relación

muy cercana entre el gobierno estatal y el municipal. En este sentido, este programa

turístico se suma a la obtención de otros apoyos económicos para distintos rubros

(educación, salud), por lo que se va generando una experiencia de movilización en la

burocracia estatal que ha sido en ciertos momentos utilizada en favor de la oposición

minera. La diferencia radica en que se ha convertido en un elemento más de oposición

que, al mismo tiempo, acerca al poblado al apoyo y asesoría de distintas instancias

gubernamentales, pero también académicas.

Por último, se ha considerado importante retomar este aspecto no porque en sí

mismo haya sido concebido como un elemento de oposición, sino porque los activistas

de Capulálpam han sabido aprovecharlo y proyectarlo como un elemento central en su

rechazo a la práctica de minería en su territorio, enmarcándolo desde el cuidado de un

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

148

destino con un gran valor cultural que no debería ser destruido por la minería, sino más

bien procurado por las autoridades estatales y el gobierno nacional. En el siguiente

apartado se estudiarán los medios de comunicación, en concreto de la prensa a partir de

la consulta de algunas noticias de la web, el objetivo será colocar en perspectiva de qué

manera se construyó la difusión de la oposición a la minería en Capulálpam.

IV.3.1. Los medios

Como último elemento del análisis de este trabajo se encuentran los medios de

comunicación. En este caso se trata de prensa, eminentemente, aunque también se

consultaron distintos archivos audiovisuales generados por los mismos participantes de

la oposición, en su mayoría las ONGs que apoyaron esta experiencia. El estudio que se

incluye está orientado a visualizar de qué manera la oposición de Capulálpam contó

con una amplia difusión, por lo que se considera como un recurso, más que de

movilización, de visibilización y condensación de los principales argumentos sobre los

que construyeron su oposición, lo cual permite visualizar las principales estrategias de

enmarcamiento.

Es decir, se considera que la difusión que hicieron de su experiencia antiminería

refleja el soporte mismo de su oposición, y también la imagen que querían proyectar

para audiencias externas al poblado, muchas veces con el fin de ganar simpatizantes a

su causa. Asimismo, se está de acuerdo en que la “difusión pública puede contribuir

también a un proceso colectivo de aprendizaje, que va más allá de los sujetos

directamente involucrados en el conflicto, sobre lo que es socialmente deseable y

políticamente posible, una percepción que es modificable por la misma acción de los

sujetos” (Pirker, 2003, p. 115).

En este caso, se realizó una búsqueda en internet en diferentes momentos sobre

las noticias que abordaban el caso. Nos enfocamos en la web por el alcance que tiene, ya

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

149

que, con algunas reservas, su contenido puede llegar más allá de la prensa escrita.135

Además, lo que interesa destacar en esta tesis es la manera cómo los periódicos

posicionaron la demanda de Capulálpam y las audiencias a las que querían llegar: fuera

de las fronteras oaxaqueñas. Asimismo, este medio es significativo para los propios

opositores de Capulálpam, y le otorgaron importancia para su propia lucha:

Pues ahorita la ventaja que se tiene es el internet, ¿no? Todo este movimiento,

todo lo que se ha estado haciendo o la mayor parte de los trabajos se han estado

subiendo al internet, donde se entera realmente a la gente y ya empiezan a llegar

[Organizaciones no Gubernamentales], ¿no? ellos mismos quienes buscan la

manera de conectarse con la comunidad y pues por ese medio. Incluso ya cuando

hay los contactos se les hace la invitación formal […] y nos sentimos bien, pues,

porque de las pláticas que hemos tenido con esas organizaciones siempre nos

han dicho que nos han tomado como modelo lo que hemos hecho aquí para

reproducirlo en sus lugares. Yo creo que esa es otra cosa que hemos ganado, que

hemos logrado, pues que sirva de alguna otra cosa lo que aquí se inició.136

Es así que en la web se encuentran buena parte de sus consignas, comunicados,

vídeos de los foros que se realizaron en el municipio, información del caso nutriendo

los sitios web de las principales organizaciones que han apoyado la oposición de este

municipio. Es interesante destacar que el sentido que le otorgan al uso de los medios

por ellos mismos: de informar sobre lo que realmente se está haciendo en el poblado, sin

distorsionar la información, como podría suceder en caso de la difusión que pudieran

hacerse desde agentes externos (la empresa minera, el gobierno).

El trabajo de búsqueda o seguimiento de las noticias se realizó en distintos

momentos debido a que el contenido en internet suele ser muy cambiante. Así, se

135 Se consignan sólo notas periodísticas, aunque sabemos que, además de consignar noticias de terceros, en las páginas de internet de las principales organizaciones y colectivos que apoyaron a Capulálpam también generan su propio contenido informativo respecto a la situación de conflictos mineros, protestas, legislación de las actividades mineras, etc. 136 Entrevista a MC.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

150

analizaron 37 noticias publicadas en diferentes fechas: la nota más antigua es de 2007,

mientras que también se encontraron notas del año pasado e, incluso, del vigente. Del

total de noticias, cerca de un tercio (12) corresponden a La Jornada , sin contar aquellas

que puedan derivar su información de este diario. Quizá porque quienes se dedican al

tema del cuidado ambiental y se muestran preocupados por su deterioro consideran

que este periódico es el único que mantiene el tema como una constante entre sus

páginas, y no sólo cuando hay alguna coyuntura.137 Por su parte, Proceso y el portal de

Aristegui noticias también siguieron de cerca lo que sucedía con las actividades de

oposición a la minería en Capulálpam, de igual manera los medios locales oaxaqueños

hicieron cobertura del caso, sobre todo a partir de la información que se divulgaba en

los periódicos de alcance nacional. En cuanto a los temas que se abordan en las notas,

pueden agruparse de la siguiente manera:

Figura 12. Gráfico de los principales temas en los que se difundió en la prensa el

caso de Capulálpam

Fuente: Elaboración propia

137 Así lo considera, por ejemplo, Iván Restrepo en una entrevista. Véase la nota “Mayúsculos, los problemas de contaminación y agua: Restrepo”, de Angélica Enciso, en La Jornada, 4 de agosto de 2016. Vale la pena resaltar que el haber colocado al tema ambiental como un asunto de interés público ha sido muy impulsado por académicos, quienes han buscado incidir en el ámbito político desde distintos medios a través de sus propias investigaciones: de comunicación, denuncia, el activismo, trabajo con tomadores de decisiones, fundación de ONGs.

6

35

2 2

19

02468

101214161820

Minería en generalen el país

Minería en Oaxaca La Natividad y elconflicto conCapulálpam

Lo comunitario ysu importancia en

la oposiciónantiminera

La organización dela Sierra Juárez

Características deCapulálpam (lucha

antimineraenmarcada en lo

comunitario)

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

151

Ahora bien, sabemos que la muestra puede ser muy pequeña, respecto al total de

noticias publicadas sobre movilizaciones en contra de la minería, no obstante tratamos

de que el universo de noticias analizadas abarcara todos los años de oposición de

Capulálpam. Por otra parte, también partimos de que la muestra de notas es útil para

expresar de qué forma fue abordada la oposición capulalpense. Es decir, en gran parte

de las noticias se coloca el tema de lo comunitario como el elemento esencial del éxito

de Capulálpam en su lucha antiminera. En la Tabla 1 se han consignado algunos

fragmentos de las noticias analizadas con el propósito de ilustrar cada una de las

categorías en que hemos agrupado el contenido de las notas:

Por otro lado, el aspecto de los autores de las notas es uno de los elementos más

interesantes, pues la mayoría de las noticias fue escrita por académicos, expertos en el

tema de la minería y las protestas que se han realizado en contra de esta actividad,

biólogos especialistas en el cuidado y restauración ambiental. Así, es interesante

destacar que se trata de personajes que echan mano de sus conocimientos y lo difunden

para apoyar a las comunidades movilizadas en contra de la minería y megaproyectos,

aunque no estén directamente involucrados en la oposición, pero sí se identifican con

ella.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

152

Tabla 1. Ejemplos de las noticias que ilustran la tipología propuesta de los temas de la difusión del caso de Capulálpam

Tema Ejemplo(s) Fuente

Minería en

general en el

país

“La promesa de que el desarrollo y la abundancia vendrán de la mano de

proyectos mineros es un engaño: los municipios de Mazapil, Zacatecas; Ocampo,

Sonora; o Eduardo Neri, Guerrero, se dedican a la extracción de oro desde hace

décadas, y más de 20% de su población vive en la pobreza extrema.”

“Las mineras y el gobierno,

vampiros insaciables”, de Mathieu

Tourliere, en Proceso, 1 de julio de

2017.

“México está en oferta; para este año la Secretaría de Economía (SE) del gobierno

mexicano contempla la ejecución de 874 proyectos para la extracción de metales

preciosos e industriales, son permisos que en su mayoría fueron otor gados a

empresas extranjeras que cuentan con el aval para la explotación del subsuelo por

periodos de hasta 50 años.”

“México, paraíso minero”, de Jesús

Lemus, en Reporte Índigo, 16 de

junio de 2017.

Minería en

Oaxaca

“Las mineras canadienses han convertido a Oaxaca y a otros estados del país en

sus nuevos centros de explotación y exploración, se privilegia a la inversión

extranjera como política de desarrollo en los dos más recientes sexenios, pero

también debido a las leyes restrictivas en su propio país y en Europa, por las

afectaciones ocasionadas al medio ambiente.”

“Oaxaca: vigentes, 344 concesiones

mineras”, de Octavio Vélez, en NVI

Noticias, 15 de febrero de 2013.

La Natividad y

el conflicto con

Capulálpam

“En su época dorada, llegó a ocupar a cerca de mil 500 obreros de este municipio y

localidades vecinas, incluyendo Capulálpam de Méndez, agrupados en tres

sindicatos. Tuvo el primer hospital que dio servicio abierto al público en todo el

distrito de Ixtlán y allende la comunidad.

Generó riqueza y bienestar; hubo empleos y desarrollo en toda la zona; preparó

mineros incluso para enviar a otras entidades… Es la Compañía Minera de

Natividad, con más de dos siglos de historia y que fue ejemplo en el ámbito

latinoamericano.

Hoy, en toda la zona del rincón de la Sierra Juárez se añora el bienestar. Aquí y allá

la migración se impuso; el campo no rinde; empleos acaso hasta la ciudad de

Oaxaca, mal pagados y con gastos excesivos en pasaje y alimentación. Todos piden

que se reactive la mina. Todos intentan hacerla resurgir cual Ave Fénix.”

“Nostalgia por la mina La

Natividad”, de Ismael García, en

NVI Noticias, 10 de septiembre de

2015.

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

153

Tema Ejemplo(s) Fuente

Lo comunitario

y su

importancia en

la oposición

antiminera

“La abogada [Claudia Gómez de la REMA] sugiere que, ‘en los lugares donde ya

no existe ejido ni comunidad, hay que reconstruir las asambleas, desde la

perspectiva de la defensa de los derechos colectivos. Si el pueblo es indígena, se

puede reconstruir el tejido social a partir de la identidad indígena. Hay muchas

comunidades en todo el país que ya eran propiedad privada pero que rescataron

sus formas antiguas de organización política, económica y social. Al remontar a su

ser indígena anterior, se dan cuenta de que sí tienen sus autoridades tradicionales,

sus fiestas y sus ceremonias’.

Donde aún se hace uso de la asamblea y donde predomina la propiedad comunal

es más difícil que entren los proyectos extractivistas, ‘porque tendrían que pasar

por asamblea. Y si nomás no se acuerda que entren, pues nomás no entran. Al

menos que sea por la fuerza’, señala el campesino Zarate.”

“México: la mejor forma de

defender el territorio es ser

indígena y la propiedad comunal.”,

de Santiago Navarro, en Avispa

Midia. Reportaje y periodismo de

investigación, 10 de julio de 2018.

La organización

de la Sierra

Juárez

“Indígenas zapotecos rechazaron las concesiones mineras otorgadas de manera

‘clandestina’ en la Sierra Juárez, y denunciaron que personal de la Procuraduría

Agraria acosa a sus comunidades para que acepten la certificación individual de

parcelas y solares urbanos con el fin de privatizar su territorio.”

“Rechazan indígenas de Oaxaca

concesiones mineras en la Sierra

Juárez”, de Pedro Matías, en

Proceso, 28 de abril de 2016.

Características

de Capulálpam

(lucha

antiminera

enmarcada en lo

comunitario)

“El punto más importante de la comunalidad –al menos en este pueblo- es que su

núcleo de desenvolvimiento e integración es la Asamblea Comunitaria en la que

participan tanto los exponente políticos de la comunidad –la política participativa-,

las empresas comunitarias –la economía local- y la sociedad civil -, haciendo una

conjunción perfecta –como si de un poliedro de infinitas caras se tratase- en la que

todos sostienen a la comunidad.”

“Capulálpam, Oaxaca: la

comunalidad contra las empresas

del capital”, de Demián Revart, en

Ruptura Colectiva, 7 de junio de

2017.

Fuente: Elaboración propia con base en la hemerografía consultada

“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”

154

De tal manera, en las notas hay un esquema bajo el cual se difunde la experiencia

capulalpense, en el que los protagonistas son los habitantes de la comunidad quienes

tienen características deseables de toma de decisiones, han logrado vivir en armonía con

la naturaleza, son un pueblo mágico con historia y espacios naturales que hay que

preservar, por lo que la difusión está encaminada a ganar simpatizantes con la causa,

incluso con posibles visitantes. Por otra parte, los antagonistas son el gobierno estatal y

nacional al no haber proporcionado la información oportuna de los proyectos mineros

y haber otorgado las concesiones y, por supuesto, las empresas mineras, desde La

Natividad hasta las extranjeras (que han ido cambiando en el transcurso de la

oposición).

Es así que en la difusión que se ha hecho del caso se pueden rastrear los

principales argumentos y estrategias de enmarcado de los que se han echado mano en

la oposición de Capulálpam, también es posible saber quiénes han sido sus principales

aliados desde el ámbito académico y político, además de cuáles han sido las ONGs que

han fungido como asesoras y con las que han tejido una resistencia de organización a

nivel estatal, nacional e, incluso, internacional. En suma, el caso de Capulálpam refleja

la manera en que en ciertas publicaciones se hace difusión del descontento y los

conflictos en comunidades en contra de la minería. Aunque, en el caso aquí estudiado,

las estrategias se han construido con mayor solidez basadas en el aspecto de la identidad

indígena y el medio ambiente en el que se encuentra ubicado este poblado, no obstante,

en las noticias que abordan a la minería en el plano nacional los argumentos suelen ser

muy similares, resaltando los efectos nocivos de ella.

CONCLUSIONES

155

CONCLUSIONES

A lo largo de este trabajo se estudiaron distintos aspectos que consideramos

responderían a la pregunta inicial, debajo de la cual subyace como objetivo principal

comprender el proceso mediante el cual los habitantes de Capulálpam de Méndez

lograron que sus demandas fueran escuchadas y, hasta la fecha, cumplidas. El análisis

de las variables permite visualizar la importancia de cada una de ellas y lograr colocar

la mayor injerencia en las alianzas y las estrategias de enmarcado, como los elementos

clave para colocar de manera efectiva sus demandas.

Por otra parte, a diferencia de otros estudios sobre la misma comunidad, el marco

teórico aquí utilizado permitió comprender algunos elementos que en otros textos no

habían sido apreciados como elementos clave para la acción. Es decir, en lugar de

considerar una organización per se, se cuestionó el proceso histórico y político de

conformación de esa organización social. Para el caso de la identidad indígena en la

experiencia de Capulálpam, estudiarla como una herramienta de oposición permitió

entender cómo fue construida y utilizada como recurso de oposición: los elementos que

contribuyeron a su configuración, desde académicos y expertos trabajando en ONGs,

hasta otras experiencias similares, así como también el recurrir a recursos

internacionales, tales como el Convenio 169 de la OIT, que orienta cuáles son las

características del ser indígena.

Respecto al apoyo que las distintas ONGs dieron al caso estudiado es posible

apuntar que en la experiencia de Capulálpam se pone de manifiesto la importancia de

la participación de la sociedad civil organizada y articulada en distintas redes con

objetivos claros y temáticas de trabajo similares: la oposición de la minería

materializándola en argumentos como la defensa del territorio, el cuidado del medio

ambiente, mismo que en este caso es de vital importancia debido a la biodiversidad que

alberga y que le ha ganado el interés y apoyo tanto del ámbito internacional como de

CONCLUSIONES

156

organizaciones nacionales,138 las demandas de cancelación de las concesiones y la

declaración de territorios libres de minería como la principal estrategia.

Asimismo, al cuestionar la existencia de una organización homogénea que dio

paso a la articulación de la oposición se llegó a la conclusión de que hubo un

alineamiento en los marcos, cuyo proceso de convencimiento por parte de los primeros

opositores a la minería devino en un involucramiento del resto de la población, lo que

a su vez, dio como resultado un proceso de revalorización de las estructuras

organizativas y la toma de acuerdos en la comunidad, mismo que han esgrimido como

recurso de oposición y en la difusión de su experiencia.

Otro de los temas en los que abona el estudio de este caso desde la perspectiva

teórica propuesta es la relación que se entabló, en el propio proceso de oposición de

Capulálpam, entre su experiencia organizativa y la de otros movimientos, en especial la

de la APPO, la cual, a pesar de que no se había hecho explícita en ningún otro texto, se

denota en el proceso de organización y valoración del quehacer de las ONGs del estado,

la participación de la sociedad civil y el propio ambiente que desató la experiencia

appista: la incipiente apertura de canales institucionales en la estructura gubernamental,

el repudio a la violencia estatal, el cuestionamiento al proceder del Estado y, en otros

ámbitos que beneficiaron a Capulálpam se encuentra, la falta de turismo a Oaxaca, lo

que promovió que se aplicara en él el programa de Pueblos Mágicos.

Por otro lado, en esta tesis se visualiza a Capulálpam como un territorio fértil

ante los cambios del exterior. Es decir, un poblado abierto a recibir el apoyo externo,

delineado desde la participación de profesionistas de distintas instituciones en la

experiencia de los años ochenta con la administración que gestionaron mediante la

organización social en contra de FAPATUX; la llegada del ecoturismo, éste como una

138 En el segundo capítulo se mencionó el apoyo que Capulálpam recibió al proceso de manejo de sus bosques mediante acuerdos de cooperación internacional en el tema ambiental. En cuanto a organizaciones que han impulsado la conservación medio ambiental de este municipio se encuent ra el Consejo para la Silvicultura Sostenible que en algunas investigaciones ha apuntado la preocupante situación de que buena parte de las concesiones mineras se encuentren en áreas forestales.

CONCLUSIONES

157

actividad que se encontraba en sintonía con la dinámica gestada a partir de su

experiencia forestal, que configuró nuevas formas de vivir; y la adopción de los

discursos sobre la identidad indígena, más aún, las bases que les da a su oposición, lo

cual es un proceso que está alineado, a nivel internacional, con lo que Rodríguez (2012)

llama etnicidad.inc. En este sentido, quedan por analizarse las contradicciones

congruentes de la apertura económica y ambiental del neoliberalismo que se están

gestando en este municipio, tales como la venta de bonos de carbono.

Por otra parte, en el caso de Capulálpam les ha funcionado la construcción y el

aprovechamiento de una imagen que se encuentra en consonancia con el turismo actual

y las estrategias de lo que se ha nombrado como nuevas ciudadanías, en cuya base, en

este caso, se halla la revitalización de la identidad indígena y el aprovechamiento de la

cultura y el ecosistema donde se encuentra ubicado, no en todos los conflictos que tienen

como origen la oposición a proyectos de extractivismo minero se posee el acceso a este

tipo de recursos que les permitan construir estrategias (similares o no) que les funcione

para lograr detener la ejecución de los proyectos que benefician a las mineras. En

realidad, lo que se requiere es una adecuada legislación, en primera instancia, a nivel

nacional que priorice perspectivas distintas a las del gran capital y, en caso de los

proyectos ya existentes, la correcta implementación de sus actividades (en el ámbito

laboral, ambiental); en segundo, a nivel internacional, una regulación de la creación de

consorcios mineros y las condiciones de obtención de concesiones y, más aún, operación

de sus proyectos (no sólo en los territorios, sino también en el ámbito financiero para

evitar la especulación).

Para finalizar es necesario mencionar que, más que ofrecer una conclusión

cerrada, el presente trabajo abre interrogantes en distintas direcciones que quedaron

fuera del alcance de los objetivos iniciales y que surgieron en el proceso mismo de

investigación. En este sentido, algunas líneas que se dejan pendientes, aunque resultan

de este estudio, refieren el proceso de construcción de identidades en situaciones de

conflicto como estrategias de acción; la dinámica de las empresas mineras como actores

CONCLUSIONES

158

y objeto de los mecanismos del mercado internacional: la forma cómo operan y entran

en la economía de los países, mismo que quedó fuera quizá por la propia naturaleza de

la teoría propuesta que prioriza la relación entre el Estado y los movimientos sociales,

aunque también debido a las aristas que se decidió estudiar con mayor profundidad; un

tema más referiría los impactos del neoliberalismo en las interacciones cotidianas de los

espacios, y, por último, un tópico que sólo se mencionó de manera superficial en esta

investigación: el conflicto con el municipio de La Natividad, la manera en que en este

poblado se ha experimentado el proceso del cese de actividades mineras y la

movilización o desmovilización a la que asiste día a día.

En este sentido, se podría apuntar que el surgimiento del municipio de La

Natividad o, mejor dicho, el conflicto que se ha generado entre éste y Capulálpam a

causa de las visiones divergentes en torno a las actividades mineras absorbió las posibles

diferencias que en otros casos dividen a las comunidades en resistencia a la

implementación de proyectos mineros, trasladándolas a un ámbito fuera de las fronteras

de Capulálpam y cohesionando la organización de este poblado. Aunque por ahora esta

idea es una hipótesis que haría falta desarrollar y poner a prueba, podría explicar el

aspecto de no segmentación, ni autoridades alineadas con los intereses de las empresas

mineras que en el caso aquí estudiado no se presentaron.

ANEXOS

159

ANEXOS

I. Anexo metodológico

Con el objetivo de responder la pregunta de investigación planteada que dio pie a la

presente tesis, en primer lugar se realizó una búsqueda documental centrada en textos

de investigación sobre el caso, en particular, y sobre la minería en México y América

Latina, en general. Dicha búsqueda fue una constante durante la realización de este

trabajo. En segundo, se construyeron las categorías a indagar en el trabajo de campo, se

definió el tipo de investigación que se desarrollaría, optando por un corte cualitativo

basado en entrevistas semiestructuradas guiadas. En última instancia se realizó el

análisis de la información y la triangulación de datos con el objetivo de construir

conclusiones con base en más de una fuente. A continuación se desglosa por etapas el

diseño de investigación, aunque se presenta como un proceso, estamos conscientes de

que la investigación es un constante ir y venir entre la teoría, el campo, los objetivos, y

la información que arroja la actividad de investigar:

a) Búsqueda bibliográfica sobre los estudios en torno al caso : se llevó a cabo una

investigación de los principales trabajos que se han escrito sobre la comunidad de

Capulálpam de Méndez, se eligieron aquellos que se centraban en su organización social

y en la experiencia minera. Las preguntas que se definieron como guía de lectura de

dichos textos son: ¿qué dicen sobre el caso, cómo presentan a la comunidad?, ¿cuál es la

importancia que otorgan al tema de la organización comunitaria?, ¿a qué la atribuyen?,

¿quién escribe el texto y cuál es su postura analítica?

b) Búsqueda y análisis de fuentes primarias y hemerografía: se trata de una exploración

exhaustiva de noticias que se publicaron en medios nacionales y locales desde que

Capulálpam inició su defensa en contra de la minería en su territorio. Se colocó especial

atención en el tipo de lenguaje que se utiliza, la manera cómo se enuncia y la postura de

la publicación: ¿hay apoyo hacia la comunidad, o la minera?, ¿cuáles son los argumentos

que utiliza para respaldar lo que enuncia? y se consideró cuál es la corriente ideológico-

política a la que se adscriben las publicaciones. Por último, guiados por la teoría, las

ANEXOS

160

notas se agruparon en una tipología de temas que ilustran de qué manera la oposición

de este municipio y la cuestión de la minería en el país fueron difundidas en los medios

periodísticos.

En cuanto a las fuentes primarias escritas se refiere, se consideran como tales las

actas de Asambleas comunitarias y los documentos producidos en el ámbito legal, por

ejemplo. En nuestro caso sólo pudimos acceder a las segundas, es decir, a los puntos de

acuerdo consignados en la página del Congreso, pues no nos fue permitido revisar el

archivo comunitario con las actas de asambleas.

c) Rastreo y ubicación de actores clave internos: con base en la información que arrojó

la lectura y revisión de los puntos de acuerdo emanados de las denuncias interpuestas

por las autoridades comunales en turno de Capulálpam, se arribó a este poblado con

una lista de cinco comuneros cuyos nombres aparecen en la firma de los documentos

generados en 2007 y 2011. Dicho listado fue creciendo con base en lo que se conoce como

el método “bola de nieve”, pues las primeras personas ubicadas nos fueron refiriendo

otros participantes en la oposición.

d) Realización de entrevistas: durante el trabajo de campo se llevaron a cabo 20

entrevistas a pobladores de Capulálpam, los cuales fueron señalados por los mismos

habitantes de la comunidad como personas con una participación muy activa en el

movimiento antiminería de la comunidad. Además, se entrevistaron a los presidentes

municipales y comisariados que se encontraban en funciones durante el periodo aquí

estudiado (2005-2013). De este trabajo también se desprendieron las entrevistas y

conversaciones sostenidas con integrantes de algunas ONGs que apoyaron la lucha de

Capulálpam, ya que fueron los mismos entrevistados (sobre todo aquellos con una

relación más cercana a las organizaciones y los más informados respecto al trabajo de

éstas), quienes nos ofrecieron la pauta para acceder a activistas del estado y la Sierra

Norte.

ANEXOS

161

Entonces, las entrevistas se aplicaron a los miembros que se logró localizar y

acceder del primer Comité Pro defensa de los recursos naturales, a los participantes de

la oposición impulsada con mayor fuerza en 2005 y a activistas de ONGs.

*Guion de entrevista a los participantes pertenecientes a Capulálpam139

Presentación breve de la entrevistadora (nombre, objetivos de la investigación y la entrevista ,

acuerdo de confidencialidad)

-Historia personal del entrevistado(a)

¿Cuál es su formación escolar y laboral?, ¿ha tenido oportunidad de estudiar o trabajar

fuera de la comunidad?

¿Tiene alguna experiencia de militancia?, ¿cuál es la postura política?

-Experiencia en la vida comunitaria y su relación con la oposición a la minería

De manera breve, ¿cuáles han sido los cargos que ha desempeñado?

¿De qué manera vivió o cómo percibió la oposición de su pueblo a la minería?

¿Cuál es el proceso que lleva a Capulálpam a oponerse a la minería?, ¿cuáles fueron las

demandas iniciales?, ¿cómo las acordaron?, ¿podría referir la manera en que se toman

las decisiones en la comunidad?

Si tuvo un alto cargo durante el periodo de mayor movilización preguntar :

¿Cómo decidieron presentar las denuncias en contra de La Natividad?, ¿ante qué

instancias acudieron y como decidieron acudir ahí?, ¿de qué manera decidieron buscar

la manera de incluir la experiencia de Capulálpam en la relatoría de la OIT?

-Sobre el apoyo de agentes externos (ONGs y profesionistas)

¿Recuerda qué organizaciones apoyaron a Capulálpam en su lucha contra la minería?,

¿cómo fue el contacto con dichas organizaciones? En qué términos se dio el apoyo, ¿qué

los identificó con esas organizaciones?, es decir, ¿qué los lleva a aceptar su apoyo?

139 En la realización de entrevistas el orden de las preguntas obedeció a la propia conversación con el entrevistado, aunque sí se buscó la cobertura de todos los temas de nuestro interés.

ANEXOS

162

¿Podría referir algún otro apoyo que hayan recibido? Es decir, ¿algún tipo de asesoría

por parte de personas que no pertenecen a la comunidad?

-Sobre el nombramiento de Capulálpam como Pueblo Mágico

¿De qué manera Capulálpam decide postularse como Pueblo Mágico o cómo fue el

proceso que llevó a que obtuviera dicho nombramiento? (Preguntar sólo a autoridades

municipales o miembros del cabildo que estuvieron involucrados en el proceso).

Cuando les otorgaron el distintivo, ¿cuáles fueron los retos o dificultades que

enfrentaron?

¿Ha favorecido a Capulálpam este distintivo?, ¿de qué manera?, ¿cuál es su opinión al

respecto?

*Guion de entrevista a los activistas de ONGs

Presentación breve de la entrevistadora (nombre, objetivos de la investigación y la entrevista,

acuerdo de confidencialidad)

-Sobre la ONG

Podría referir los objetivos de (nombre de la organización), cómo surge y cuál es el

trabajo que realizan.

-Sobre el contacto con la comunidad

¿Cómo es que llegaron a Capulálpam?, ¿cuándo comenzó su relación con esta

comunidad y en qué términos se dio? Por lo que se refiere a asesoría, ¿hubo algún apoyo

de su parte hacia la comunidad?, ¿cuáles fueron los términos de éste?

Las entrevistas se realizaron durante un mes y medio a 17 pobladores de la comunidad,

16 fueron realizadas a hombres y sólo 1 a una mujer, pues la participación directa

femenina en este tipo de temas es casi nula. Po su parte, se aplicaron dos entrevistas a

miembros de ONGs, aunque se sostuvieron conversaciones informales con 5 activistas

más. Por lo que respecta a la observación que se llevó a cabo de la vida cotidiana y

política del lugar, en ella pudimos percatarnos de algunos desacuerdos en cuanto al

nombramiento de Capulálpam como pueblo mágico y la alta politización de la que es

ANEXOS

163

partícipe esta comunidad. Cabe señalar que algunas de las preguntas que se realizaron

se incluyeron debido a la observación realizada, las conversaciones informales

sostenidas con algunos habitantes, tanto partícipes del movimiento contra la minería

como algunos más que se mantuvieron al margen de este proceso.

Por último, en el cuerpo de texto de la tesis, debido a que la mayoría de los

entrevistados habían desempeñado los mismos cargos en distintos momentos de la

oposición, por ejemplo: 2 entrevistados diferentes habían fungido como presidente

municipal, uno en 2005 y el otro en 2006, y también habían sido parte de alguna otra

regiduría al año posterior. En este sentido, se consideró, para evitar repetir información,

consignar sólo las iniciales de los entrevistados y la fecha en que se realizó la entrevista.

e) Cotejo, análisis y construcción de conclusiones: se realizó la transcripción del total

de las entrevistas de manera literal, con base en ellas se logró construir el esquema de

los capítulos 3 y 4, mientras que la primera parte del 2 obedece a la búsqueda

documental y por lo que refiere al caso, sí se tuvo en cuenta buena parte de la

información obtenida en las entrevistas. Asimismo, se llevó a cabo una constante

confrontación de la teoría con los datos y, dentro de éstos, se buscó triangular distintas

fuentes: artículos de periódico, textos académicos, sitios web de organizaciones que

apoyan la lucha antiminera y antiextractivista (de donde se obtuvo buena parte de la

información sobre las numerosas ONGs que apoyaron a Capulálpam), vídeos sobre los

foros realizados en Capulálpam, y significar los testimonios de las entrevistas a la luz

del contexto social y de movilización del estado y de la región.

ANEXOS

164

II. Anexo-compilación de las tesis sobre Capulálpam140

El presente anexo tiene la finalidad de denotar la presencia de Capulálpam entre las

investigaciones académicas. En él se enumeran los trabajos que se lograron encontrar en las

principales bases de tesis que responden a las Universidades con mayor número de matrícula de

alumnos del país (UNAM, UAM, ENAH, por ejemplo), asimismo se realizó una búsqueda en la

Universidad de la Sierra Juárez debido a las carreras profesionales que en ella existen y su cercanía

con el municipio aquí estudiado.

Araujo, G. Z. (2008). Valoración de los servicios ecosistémicos: agua y carbono en la comunidad de

Capulálpam de Méndez, Oaxaca, México (tesis inédita de licenciatura). Facultad de Ciencias,

UNAM: México.

Bedillo, G. L. (2009). “La participación de la mujer en las empresas forestales comunitarias de la

Sierra Norte de Oaxaca (México)”, (tesis inédita de licenciatura). Universidad Politécnica de

Madrid: Madrid.

Bustamante, R. M. (2010). Cooperación internacional para el desarrollo y turismo rural

comunitario: lecciones aprendidas desde Capulálpam de Méndez, Oaxaca, Zapotitlán, Puebla y la

Red Indígena de Turismo, RITA (tesis inédita de maestría). Instituto de Investigaciones Dr. José

Luis Mora: México.

Cruz, J. G. (s/a). Análisis del sistema silvicultural y su efecto sobre los rendimientos maderables en

Capulálpam de Méndez, Oaxaca (tesis inédita de licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez:

Oaxaca.141

Figueroa, B. S., y Guzmán R. F. (2005). Listado florístico en el municipio de Capulálpam de

Méndez, Distrito de Ixtlán de Juárez, Oaxaca (tesis inédita de licenciatura). Facultad de Estudios

Superiores Iztacala, UNAM: Estado de México.

Hernández, M. R. (2008). El programa de Pago de Servicios Ambientales y su aplicación en un

núcleo agrario con manejo comunitario del bosque (tesis inédita de doctorado). Facultad de

Economía, UNAM: México.

Lemus, Y. F. (2014). Relaciones institucionales para la producción y la gobernanza en empresas

comunitarias: el caso de Capulálpam de Méndez, Oaxaca (tesis inédita de maestría). Facultad de

Ciencias Políticas y Sociales, UNAM: México.

140 Se consignan sólo aquellas que se han escrito sobre el municipio aquí estudiado que no están citadas en la bibliografía. 141 No se logró encontrar el año de realización de las tesis defendidas en la Universidad de la Sierra Juárez de Oaxaca.

ANEXOS

165

López, M. L. (s/a). Evaluación de la certificación del manejo forestal. El caso de la comunidad

agraria de Capulálpam de Méndez, Oaxaca (tesis inédita de maestría). Universidad de la Sierra

Juárez: Oaxaca.

Manzano, V. J. (s/a). Análisis socioambiental del agua en Capulálpam de Méndez, sierra Juárez,

Oaxaca (tesis inédita de licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.

Marcial, J. R. (s/a). Implicaciones del cambio de cobertura vegetal y uso de suelo en los servicios

ambientales hidrológicos de la comunidad de Capulálpam de Méndez (tesis inédita de

licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.

Pérez, B. N. (s/a). Análisis de las condiciones en el manejo de residuos sólidos urbanos y propuesta

de un plan de manejo integral para la localidad de Capulálpam de Méndez (tesis inédita de

licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.

Ríos, A. A. (s/a). Abundancia y distribución del género pinus en Capulálpam de Méndez, Oaxaca

(tesis inédita de licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.

Sánchez, V. M. (2015). Resiliencia del sistema socio-ambiental de Capulálpam de Méndez, Oaxaca,

ante una plaga por descortezador de pino (tesis inédita de maestría). Instituto de Ecología, UNAM:

México.

Santiago, B. G. (2014). Impacto territorial del turismo alternativo en la localidad de Capulálpam de

Méndez, Oaxaca (tesis inédita de licenciatura). Facultad de Filosofía y Letras, UNAM: México.

Santiago, L. Z. (s/a). Cadena de valor, estrategias genéricas, competitividad y márgenes de

comercialización de la madera en Capulálpam de Méndez, Oaxaca (tesis inédita de licenciatura).

Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.

ANEXOS

166

III. Anexo fotográfico

Figura 13. Grafitis en las calles del centro de la ciudad de Oaxaca

Fuente: Imágenes tomadas por la autora

Figura 14. Minera Natividad

Fuente: Imágenes tomadas por la autora

ANEXOS

167

Figura 15. Protesta de habitantes de Capulálpam en el Monumento (octubre de 2007)

Fuente: Ruptura Colectiva

ANEXOS

168

Figura 16. Foro: Encuentro de pueblos de Mesoamérica “Sí a la vida, no a la minería”

Fuente: Centro Prodh

ANEXOS

169

Fuente: UNOSJO

Fuente: Colectivo Oaxaqueño por la Defensa de los Territorios

Figura 17. Carteles de difusión de las actividades culturales y de organización con

comunidades en contra de la minería celebradas en Capulálpam de Méndez

REFERENCIAS Y FUENTES

170

REFERENCIAS Y FUENTES

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