sustancias toxicas

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Page 1: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

SUSTANCIAS TOXICAS

Introducción

Comenzaremos con un breve comentario sobre «Toxicología de los alimentos»: no se

refiere a los alimentos per se sino al estudio de las sustancias tóxicas (particularmente a

las que lo son naturalmente) asociadas a los alimentos. Algunos alimentos no

convencionales (los que no se encuentran corrientemente en los supermercados, como el

pez globo y el helecho Pteridiuni aquilinum) contienen concentraciones de toxinas

naturales demasiado grandes. Los alimentos tradicionales (los que se encuentran

corrientemente en los supermercados), en alguna rara ocasión están contaminados con

concentraciones altas de toxinas naturales, pero esto no ocurre corrientemente. De aquí

que los toxicólogos de los alimentos no se preocupen de los alimentos como tales sino

de las sustancias tóxicas que pueden encontrarse a veces en ellos. En la Tabla 1 se

describen los dos tipos generales de tóxicos: los inherentes o propios y los

contaminantes.

Señalado lo anterior, distinguiremos entre «sustancia tóxica» y «efecto tóxico». Casi es

innecesario señalar que la sustancia tóxica induce un efecto tóxico. Lo que no se señala

tan a menudo es que la sustancia tóxica sólo provocará su efecto tóxico si su

concentración es suficientemente grande. De aquí que sustancia tóxica (tóxico) y efecto

tóxico no sean lo mismo.

Esta distinción arranca del principio en el que se fundamenta la ciencia toxicológica que

se enunció por primera vez así: «Todo es veneno. No hay nada que no lo sea. Solamente

la dosis hace a una cosa que no sea venenosa. Así cualquier alimento y cualquier bebida

que se tome en cantidad mayor que dicha dosis es un veneno».

Por sí sola esta observación merece todo crédito, pero quizá lo más llamativo sea que su

autor, un alquimista llamado Paracelso, la escribió en 1564.

Todo lo que hemos aprendido sobre toxicología en los 450 años transcurridos desde

entonces ha servido para reforzarla extraordinaria capacidad observadora de Paracelso.

Hoy sabemos que todos los productos químicos son potencialmente tóxicos y que sólo

la dosis determina que tenga lugar o no el efecto tóxico. De hecho, tóxico (o toxina) se

ha definido recientemente como una «sustancia que se ha comprobado que presenta

algún posible riesgo significativo cuando la consumen en cantidad suficiente las

personas o los animales». Solamente nos distinguimos de Paracelso en que reservamos

el término «veneno» para las sustancias más potentes (las que inducen los efectos

adversos a niveles de exposición de unos pocos miligramos por kilogramo de peso

corporal).

Corrientemente se espera que las drogas y los productos químicos domésticos presenten

cierta toxicidad; por ello se tratan con el respeto debido. No obstante, ni los más

insensatos aceptarían que las sustancias potencialmente tóxicas se encontrasen en los

alimentos corrientes.

Sin embargo hoy se sabe que algunos nutrientes necesarios, como las vitaminas A y D,

producen efectos tóxicos si se ingieren a niveles mucho mayores que los necesarios para

una salud óptima. El margen de seguridad de estas y muchas otras sustancias dietéticas

naturales es mucho menor que el factor de seguridad de 100 veces que se aplica

corrientemente a los aditivos sintéticos alimentarios.

El objeto de este capítulo es revisar la toxicología en relación con los alimentos. Se

espera que el lector concluya de su lectura que aunque todos los productos químicos de

los alimentos (tanto naturales como sintéticos) son potencialmente tóxicos, de hecho es

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TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

raro encontrar un efecto tóxico inducido como consecuencia del consumo de alimentos

convencionales.

TABLA 1 Tipos de tóxicos de los alimentos

Tóxicos inherentes

*Metabolitos producidos mediante biosíntesis por los organismos de los alimentos en

condiciones de crecimiento normales

*Metabolitos producidos mediante biosíntesis por la fuerza de los organismos

Contaminantes

*Tóxicos que contaminan directamente los alimentos

*Tóxicos absorbidos del ambiente por los organismos productores de alimentos.

2. Toxicología de los alimentos y legislación

Es imposible comprender totalmente la relación entre seguridad de los alimentos y

toxicología si antes no se entiende porqué se investiga; se hace por dos razones básicas:

alcanzar nuevos conocimientos y evaluar la seguridad. Mientras la primera es un objeto

verdaderamente científico, la segunda constituye un híbrido de ciencia, política y

legislación.

Las sustancias que se adicionan intencionadamente a los alimentos tienen que ser

seguras por ley bajo las condiciones en que se intenta utilizarlas.

Los métodos y procedimientos de evaluación de la seguridad son cuestiones científicas;

sin embargo, otras consideraciones adicionales, además de las científicas, influyen en la

decisión última. Por ejemplo, las sustancias pueden clasificarse como GRAS (generally

regarded as safe= generalmente reconocidas como seguras). La decisión sobre si una

sustancia es GRAS se deja a la comunidad científica, especialmente a las personas

consideradas expertas por su preparación y experiencia. Sin embargo, la Food and Drug

Administration (FDA) se reserva el derecho de recusar o aceptar la calificación de

GRAS.

En la U.S. Food, Drug and Cosmetics Act (FD&C Act = Ley de Alimentos

Medicamentos y Cosméticos de los EE UU) reciben una especial consideración los

colorantes, los residuos de plaguicidas, los ingredientes previamente autorizados (los

que se empleaban antes de 1958, año en el que se enmendó por última vez la ley

FD&C) y las sustancias para las que la FDA ha dictado regulaciones específicas como

los aditivos alimentarios. También hay qué tener en cuenta la «política de los

constituyentes» que regula los contaminantes inevitables.

Quizá la disposición mejor conocida de la Ley FD&C sea la «enmienda Delaney», así

llamada por el senador que presidió el subcomité del Congreso que la incorporó a la ley

citada. La enmienda Delaney, que prohibe el empleo de aditivos químicos que se haya

demostrado que producen cáncer en las personas o en los animales, aparece de hecho

tres veces en la ley FD&C, concretamente en las Secciones 409 (Aditivos alimentarios),

706 (Aditivos colorantes) y 612 (Piensos y medicamentos animales).

Los residuos de plaguicidas de los productos agrarios crudos no están sometidos a la

enmienda Delaney. Sin embargo, los residuos concentrados que permanecen después de

procesar un alimento sí que están sujetos a esta legislación. En otras palabras, es legal

la venta de una manzana que contenga vestigios de un plaguicida cancerígeno, aprobado

por la Environniental Protection Agency (EPA = Agencia de Protección Ambiental),

pero no lo es la venta de salsa de manzana elaborada con dicha manzana. Ni siquiera se

necesita demostrar que la salsa de manzanas contiene realmente restos de plaguicida. De

acuerdo con la ley puede prohibirse un alimento procesado que contuviera,

teóricamente, un residuo de plaguicida concentrado.

Por el contrario, la enmienda Delaney no se aplica a los contaminantes inevitables de

los alimentos, o de los aditivos alimentarios, aunque tales contaminantes sean

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TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

cancerígenos. Sirvan de ejemplo las trazas de aflatoxinas en los cacahuetes y algunas

impurezas mínimas que se encuentran en ciertos colorantes químicos sintéticos. Para

estos contaminantes los magistrados han sostenido que la FDA puede emplear las

metodologías de establecimiento de riesgo, junto con el concepto legal llamado «de

minimis». (De minimis significa que la ley no trata de naderías).

El resultado de todo esto es que un aditivo, por ejemplo la sacarina, que en

ciertos experimentos animales se comporta como muy débilmente cancerígena pero

cuya carcinogenicidad en la especie humana nunca ha sido demostrada, debería

prohibirse (de hecho la única razón por la que no se prohibió fue por una excepción

especial del Congreso). Al mismo tiempo cancerígenos naturales y sintéticos,

teóricamente «más peligrosos», que contaminan inevitablemente los alimentos o los

aditivos inocuos, están exentos de la enmienda Delaney. Para ellos la FDA ha

establecido límites de tolerancia (cantidad de contaminante que puede tolerarse).

Virtualmente todos los alimentos contienen vestigios de sustancias cancerígenas,

principalmente de fuentes naturales. Como ejemplos citaremos el uretano de las bebidas

fermentadas y ciertos componentes naturales de las especias, como el safrol (el

aromatizante natural de la cerveza de raíces, prohibido como aditivo internacional en la

década de 1960) que se encuentran en el sasafrás, la albahaca y la canela. De aquí que

sea una consecuencia práctica de la ley federal de los EE UU que los alimentos puedan

venderse legalmente en dicho país incluso cuando alguno de sus componentes no pueda

adicionarse intencionadamente a otros alimentos.

3. Terminología toxicológica alimentaria

Como todas las disciplinas científicas, la toxicología tiene su propio vocabulario. Entre

los términos utilizados por los toxicólogos alimentarios se incluyen: toxicidad aguda,

toxicidad crónica, prueba de alimentación suberónica, MTD, NOAEL y ADI.

La toxicidad aguda se refiere a una respuesta tóxica, corrientemente inmediata, inducida

por una sola exposición. La dosis letal de ácido cianhídrico (50-60 mg) induce la

muerte en unos pocos minutos; la cicutoxina, tóxico principal de la cicuta europea, mata

tan rápidamente al ganado vacuno que consume esta hierba que, a menudo, los animales

mueren antes de que el forraje implicado haya pasado el tubo esofágico. Éstos son

ejemplos amargos de toxicidad aguda. La toxicidad aguda de una sustancia se expresa

como LD50, la dosis de la sustancia en cuestión que mata el 50% de un grupo de

animales expuestos a la misma.

La toxicidad crónica alude al efecto que necesita cierto tiempo para desarrollarse, por

ejemplo, el cáncer. La comprobación de la toxicidad crónica implica el suministro

continuo de la sustancia experimental a los roedores durante 20-24 meses. Por analogía

con la LD50, la cantidad de cancerígeno necesaria para provocar cáncer en el 50% de

los animales expuestos se conoce como TD 50 (dosis tumoral 50).

La prueba de alimentación subcrónica es un «estudio toxicológico de noventa días en

una especie animal apropiada». Se utiliza a menudo para definir la MTD y, en el caso de

sustancias no cancerígenas, el NOAEL.

MTD es el acrónimo inglés de maxinnun tolerarsd dose (= dosis máxima tolerada). Es la

concentración máxima de una sustancia que puede suministrarse a un animal sin

provocarle síntomas obvios de toxicidad. En los experimentos de toxicidad crónica, la

sustancia ensayada se suministra por vía oral a su MTD y tal vez a una o dos dosis

menores. El concepto de MTD se ha criticado porque se basa solamente en medidas

poco precisas de la toxicidad, por ejemplo, en la pérdida de peso.

Los indicadores bioquímicos más delicados de la toxicidad celular que pueden

presentarse a dosis menores, no se tienen en cuenta.

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TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

NOAEL es el acrónimo del inglés no observable adverse effect leve/ (= nivel sin efecto

adverso observable). El NOAEL se emplea en pruebas de alimentación crónicas con las

sustancias que inducen respuestas tóxicas (distintas del cáncer) para establecer la

ingesta o aporte diario aceptable (ADI).

ADI es el acrónimo de aceptable dady intake (= ingesta o aporte diario aceptable). Por

convención se ha establecido para las sustancias no cancerígenas en 1/100 del NOAEL.

Los aditivos alimentarios potenciales que se ha visto que inducen cáncer están sujetos,

por ejemplo, a la enmienda Delaney. El resultado práctico es que se asume legalmente

que tales sustancias no tienen NOAEL. De aquí que no pueda añadirse a los alimentos

ninguna cantidad de los mismos. El que esto sea científicamente razonable es objeto de

controversia.

4. Valoración de la seguridad: procedimiento tradicional

Las pruebas subcrónicas y crónicas de alimentación de los roedores constituyen la base

de las evaluaciones tradicionales de la seguridad de los nuevos ingredientes

alimentarios. Estas pruebas se desarrollaron para valorar los compuestos químicos

simples que podían ingerirse en cantidades mucho mayores (100 veces o más) que las

propuestas para el consumo humano. Se pensaba que había que suministrar grandes

dosis para compensar el número relativamente pequeño de animales de experimentación

que podían utilizarse por razones prácticas, (pequeño en relación con el número total de

personas potencialmente expuestas) por ejemplo, la población de EE UU es de unos 250

millones de personas y, sin embargo, difícilmente podría realizarse un estudio con más

de unos pocos centenares de ratas. De aquí que cada rata corresponda a un número muy

grande de personas potencialmente expuestas.

El problema de alimentar un número de animales relativamente pequeño en relación con

las grandes cantidades de sustancias a examinar obliga a plantearse esta pregunta: ¿Qué

dosis de sustancias a ensayar deben emplearse y cuánto ha de durar la exposición a las

mismas? Así surgió la MTD, cantidad máxima de una sustancia que puede recibir una

rata o un ratón sin que presente síntomas manifiestos de intoxicación. Estos síntomas se

definieron mediante una serie de determinaciones groseras como, por ejemplo, la

pérdida de peso en el 90%, al menos, de los animales de experimentación respecto de

los controles.

El procedimiento tradicional consiste en establecer la MTD de la sustancia problema y

suministrársela oralmente durante 2 años a los roedores. Si el grupo experimental

desarrolla cáncer en mayor proporción que los animales control, la sustancia en cuestión

se considera cancerígena y de acuerdo con la enmienda Delaney se prohibe su empleo

como aditivo.

Si la sustancia no induce cáncer (o lo provoca mediante mecanismos secundarios si

importancia en la experiencia humana), se determina el NOAEL. La sustancia puede

permitirse entonces como aditivo alimentario a una concentración lo suficientemente

baja para que las personas no consuman más de 1/100 del NOAEL de los roedores.

5. Valoración de la seguridad: procedimientos nuevos

Los procedimientos estudiados se diseñaron para evaluar la seguridad de las sustancias,

principalmente productos químicos simples y en ocasiones mezclas sencillas, que se

pretende utilizar en los alimentos a niveles o dosis relativamente bajos. La calificación

de «niveles relativamente bajos» es crítica en el sentido de que la sustancia se

suministra a los animales de experimentación en cantidades múltiplos y mucho mayores

que las establecidas para las personas, generalmente 100 veces mayores o más. Esto

explica que, por definición, la exposición propuesta para el hombre no supere el 1% de

la dieta ya que a esta concentración los animales que reciban un múltlipo 100 veces

mayor que la dosis Humana, consumirán únicamente el compuesto puro y nada más. En

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TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

la práctica la exposición humana diaria establecida debe considerarse que es menor del

1 % ya que la alimentación de los animales con una sustancia a más de un pequeño

porcentaje de su dieta de riesgos podría originar un desequilibrio nutritivo. Se necesitan,

obviamente nuevos procedimientos para evaluar los alimentos nuevos y los

"macronutrientes" que hayan de suponer el 1 % o más de las dietas de, cuando menos,

algunas personas (por ej., tomates producidos por ingeniería genética y nuevos aceites

comestibles).

Para evaluar dichos productos se necesitan sustitutos fiables de las pruebas de

alimentación estándar con dosis altas, llevadas a cabo con animales. Una de ellas se

basa en evaluar la seguridad de los enzimas empleados en el procesado de alimentos.

Los enzimas de "calidad alimenticia" son de hecho mezclas complejas, no entidades

sencillas. Realmente su purificación es escasa por lo que virtualmente todo lo que

origina cl microorganismo productor puede encontrarse en la preparación enzimática

comercial. Ante esto uno puede preguntarse razonablemente cómo puede realizarse la

evaluación de la seguridad. ¿Debe uno limitarse al enzima activo o a todos los

componentes que constituyen el preparado comercial? ¿Se necesitan tener en cuenta

todos los posibles efectos adversos, o puede simplificarse la tarea concentrándose en los

posibles efectos adversos que pueden ocurrir razonablemente como consecuencia del

empleo del microorganismo productor específico?

Afortunadamente se dispone de una serie bastante grande de datos de toxinas

microbianas que puede servir de base de un sistema de evaluación. Por tanto se puede

valorar cualquier preparación enzimática microbiana por su capacidad de producir los

efectos adversos que podrían anticiparse dado el microorganismo productor.

Un sistema de evaluación de la seguridad, basado en estas consideraciones, comienza

con una revisión profunda de la bibliografía para determinar los efectos adversos (si los

hay) que se han asociado al organismo productor y a otros próximos de la misma

especie o género. Debe ponerse especial atención en encontrar informes de las toxinas

activas por vía oral (enterotoxinas y algunas neurotoxinas). Si se encuentran tales

informes debe asegurarse entonces que la preparación enzimática esté libre de material

indeseable.

Sin embargo, lo más corriente es que cl microorganismo productor se haya seleccionado

entre aquellas especies cuyo previo empleo en la elaboración de alimentos o de

ingredientes de los mismos esté libre de problemas; en este caso lo más probable es que

no se hayan descrito efectos adversos debidos al microorganismo. No obstante, pueden

necesitarse un número limitado de experimentos con animales para asegurarse de que

la producción por el microorganismo propuesto no origina enterotoxinas desconocidas

ni otras sustancias indeseables activas por vía oral.

Con alguna ligera modificación este procedimiento puede acomodarse a los enzimas

producidos por microorganismos sometidos a ingeniería genética. Además, la propuesta

de concentrarse en las sustancias potencialmente dañinas que pueda originar el

microorganismo productor, en contraste con otro procedimiento más amplio y en gran

parte impracticable de investigación de cualquier efecto adverso, mediante pruebas de

alimentación animal con dosis grandes, también constituye la base de los sistemas de

evaluación de la seguridad de las cosechas obtenidas por ingeniería genética aprobadas

por el gobierno y la industria.

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TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

6. Toxicología comparada y tóxicos inherentes

Es importante recordar la trama histórica de la ciencia que apoya los procedimientos

"tradicionales" y "nuevos" de evaluación de la seguridad que acabamos de describir.

Los primeros se basan en conceptos desarrollados a mediados del siglo, algunos de los

cuales son ahora difíciles de justificar. Concretamente la aceptación básica del

procedimiento tradicional de que los cancerígenos dietéticos son raros y por lo santo

evitables, es totalmente insostenible.

Por el contrario, los procedimientos no tradicionales son intentos más recientes de unir

la evaluación de la seguridad con la realización emergente de que la búsqueda de la

seguridad absoluta no sólo es científicamente ingenua sino también contraria a la

necesidad de priorizar racionalmente los objetivos de la salud pública a la luz de las

restricciones presupuestarias.

El objetivo de los nuevos procedimientos propuestos por el Consejo Internacional

de Biotecnología de los Alimentos y la FIJA es la toxicología comparativa. Como tal se

entiende la comparación de la concentración de toxinas inherentes (por ej., las que hay

natural y endógenamente) de los alimentos nuevos con la de la toxinas inherentes de sus

equivalentes tradicionales. Éste es el cambio conceptual fundamental respecto del

procedimiento tradicional al recalcar la ausencia de toxicidad en un amplio margen de

seguridad (establecido arbitrariamente en 100 veces). El nuevo procedimiento permite

que haya tóxicos inherentes en los alimentos nuevos, si sus concentraciones no

sobrepasan las contenidas en sus equivalentes o duplicados tradicionales (el duplicado

tradicional es el alimento de uso corriente al que va a sustituir el nuevo). Los márgenes

de seguridad de los tóxicos inherentes corrientemente no preocupan si la ingestión del

duplicado tradicional se considera segura.

Por supuesto que la credibilidad de este procedimiento depende de la existencia

de bases de datos, fiables y comprensibles, de los tóxicos naturales que se encuentran en

los alimentos corrientes. Afortunadamente existen tales bases de datos gracias a la

investigación básica, realizada en gran parte para ampliar el conocimiento, sin

preocuparse por los aspectos legales ni normativos de la toxicología alimentaria. Por

ejemplo, se sabe que en los vegetales hay muchas clases de tóxicos inherentes (Tabla 2)

y también se sabe que algunas de estas sustancias son cancerígenas en experimentos con

animales (Tabla 3). No obstante, se conoce asimismo que solamente unos pocos de

estos tóxicos inherentes son realmente peligrosos para las personas que consumen las

dietas corrientes (Tabla 4).

Los tóxicos inherentes son por supuesto una subclase de los productos químicos

naturales, clase muy amplia que incluye todas las sustancia, salvo las que no son de

origen bioquímico y se han introducido natural o accidentalmente en los alimentos

debido a las actividades humanas. Según esta definición las micotoxinas son sustancias

naturales aunque se produzcan por el crecimiento fúngico, debido a la falta de cuidados,

en las semillas almacenadas, por los residuos de los plaguicidas sintéticos utilizados

para la destrucción de los insectos que albergan esporas de los hongos no son sustancias

naturales. El arsénico es una sustancia natural cuando se encuentra en los alimentos

marinos ( es un componente del agua del mar), pero no lo es cuando se encuentra en la

cosecha de un campo al que se añadió intencionadamente como plaguicida ( costumbre

que hasta no hace mucho se practicaba en EE UU ).

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TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

La mayoría de tos productos químicos del ambiente (incluidos, por supuesto, los

alimentos) son naturales dado que no son sustancias intencionales de

la química sintética. Son muy pocas las sustancias sintéticas que se sabe que no existen

en la naturaleza. De aquí que el número, variedad y concentración de los productos

químicos naturales de los alimentos sobrepasen muchísimo a las sustancias sintéticas.

Esto no sorprenderá a nadie que haya leído los otros capítulos de este texto.

En los alimentos hay muchos productos químicos naturales. Nadie sabe con exactitud

cuántas de estas sustancias ingiere un consumidor típico al día, pero posiblemente una

estimación de un millón de tales compuestos no sea en absoluto exagerada. El cocinado

no hay, duda de que amplía su número total, por lo tanto, cuanto más se cocina más

productos químicos presenta. Digamos otra vez que nada de esto sorprenderá a quien

esté familiarizado con el tema.

Antes se ha señalado que todos los productos químicos, tanto sintéticos como naturales,

exhiben toxicidad a partir de un cierto nivel de exposición. Incluso el agua pura mata si

se bebe en exceso ya que da lugar a un desequilibrio electrolítico; hay de hecho una

situación en los ancianos, la llamada «intoxicación por agua» que se debe en parte a la

disminución de la capacidad renal de excretar el agua. De aquí que los innumerables

productos químicos naturales de los alimentos sean todos potencialmente capaces de

provocar efectos tóxicos, pero muy pocos se encuentran ordinariamente en

concentración suficiente para producirlos.

Según cierto criterio, una sustancia debe preocupar si su concentración en los alimentos

tiene un estrecho margen de seguridad, por ejemplo de 25 o menos (en otras palabras, si

la ingestión de no más de 25 veces la cantidad encontrada corrientemente en los

alimentos produce un efecto tóxico. De acuerdo con tal criterio sólo una mínima parte

de los componentes de los alimentos (se ha estimado que menos del 0,1% son

«tóxicos».

A pesar de ello la lista de tales tóxicos es desalentadora. I.a Tabla 2 constituye

una descripción parcial; recomendamos al lector una lista amplia de 209 compuestos de

alimentos vegetales, calificados de acuerdo con los criterios citados como tóxicos y/o

cancerígeno,,;. Muchos de ellos son tóxicos inherentes que forman la base de las

propuestas de evaluación de la seguridad en toxicología comparada.

Hall ha estudiado 21 tóxicos de origen vegetal que se sabe que son dañinos para las

personas que consumen dietas «ordinarias» (en contraposición con el consumo de

hierbas tóxicas o setas venenosas que no son compuestos dietéticos ordinarios); se

muestran en la Tabla 4. De estos 21 tóxicos sólo cinco son inherentes de los alimentos

corrientes de los países occidentales: solanina de las patatas (razonablemente la más

importante); cucurbitacina E de calabazas y pepinos, nitritos de las espinacas y otras

hortalizas de hojas verdes y linamarina y lotaustralina de la judía de Lima.

Tabla 2 Ejemplos de tóxicos inherentes de los vegetales.

TOXINAS NATURALEZA

QUÍMICA

PRINCIPAL

FUENTE

ALIMENTICIA

PRINCIPALES

SÍNTOMAS

Inhibidores de proteasa Proteínas(peso

molecular 4000-

24000)

Legumbres,

garbanzos,

guisantes,

patatas, cereales.

Alteración del

crecimiento y de la

utilización de

alimentos; hipertrofia

Page 8: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

pancreática.

Hemaglutininas Proteínas(peso

molecular 10000-

124000)

Legumbres,

lentejas,

guisantes

Alteración del

crecimiento y de la

utilización de alimentos,

aglutinación de los

hematíes in vitro,

actividad mitógena de

los cultivos celulares in

vitro.

Saponinas Glucósidos Soja,

remolachas,

cacahuetes,

espinacas,

espárragos.

Hemólisis de los

hematíes in vitro

Glucosinolatos Tioglucósidos Col y especies

semejantes,

nabos, colinabo,

rábano, colza,

mostaza.

Hipotiroidismo y

aumento del tamaño del

tiroides

Cianógenos Glucósidos

cianogenéticos

Guisantes y

judías,

legumbres,

semillas de lino,

de frutas con

hueso, mandioca

Intoxicación por HCN

Latirógenos B-

Aminopropionotrilo

y derivados

Garbanzos,

altramuces

Neurolatirismo(daño del

SNC)

Alergenos Proteínas ¿? Prácticamente

todos los

alimentos, en

especial cereales,

legumbres y

nueces.

Respuestas alérgicas en

los individuos sensibles.

Cicasina Metilazoximetanol Nueces del

género Cycas

Cáncer de hígado yt de

otros órganos

Favismo Vicina y convicina

(pirimidín B-

glucosídos)

Habas Anemis hemolítica

aguda

Fitoalexinas *Furanos simples

*Benzofuranos

*Furanos

acetilénicos

*Isoflavonoides

*Boniatos

*Apio, chirivía

*Haba caballar

*Guisantes, judía

común

*Edema pulmonar,

alteración del hígado y

riñón.

*Fotosensibilidad

dérmica.

*?¿

*Lisis celular in vitro.

Alcaloides de Dihidropirroles Familias Daño hepático y renal.

Page 9: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

pirrolicidina Compositae y

Boraginaceae,

infusiones de

hierbas

Safrol Benceno alil-

sustituido

Sasafrás,

pimienta negra

Cancerígenos

-Amantina Octapéptidos

bicíclicos

Amanita

phaloides

Salivación, vómitos,

convulsiones, muerte

Atractilósido Glucósido

esteroideo

Un

cardo(Atractylis

gumífera)

Agotamiento del

glucógeno

Tabla 3 Algunos cancerígenos naturales inherentes de los alimentos

CANCERÍGENO EN

ROEDORES

ALIMENTO VEGETAL CONCENTRACIÓN (ppm)

5-8- Metoxipsoraleno *Perejil

*Chirivías

*Apio

*14

*32

*0.8

p-hidrazinabenzoato

Glutamil

*Setas *11/42

p-hidrazinabenzoato

Sinigirina

*Col

*Berza rizada

*Coliflor

*Col de Bruselas

*Mostaza

*Rábano

*35/590

*250/788

*12/66

*110/1560

*16000/72000

*4500

Estragol *Albahaca

*Hinojo

+3800

*3000

Safrol *Nuez moscada

*Macis

+Pimienta negra

*3000

*10000

*100

Etilacrilato Piña americana 0.07

Sesamol Semillas de

sésamo(aceite calentado)

75

Alcohol a-metilbencñilico Cacao 1.3

Acetato de bencilo +Albahaca

*Jazmín(infusión)

*Miel

*82

*230

*15

Acido

clorogénico(ác.cafeico)

Café(granos tostados) 100

Acido neoclorogñenico(ác.

Neocafeico)

*Manzanas, albaricoques,

brecolera,clo, cerezas, berza,

melocotones, peras,

cieruelas.

*Café (granos tostados)

*50/500

*11600

7. Contaminantes

Page 10: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

Los tóxicas inherentes no son los únicos componentes indeseables de los alimentos.

También preocupan los contaminantes que pueden ser sintéticos o naturales: en

sus normas la FDA bree pocas distinciones sobre estas componentes. Sin embargo, tos

expertos en general están de acuerdo en que los más importantes son los naturales, en

especial los producidos por microorganismos y no es por minimizar las

consecuencias potencia-les de la contaminaciónde los alunarnos con tóxicos sintéticos,

sino por poner de mani- fiesto que la contaminación con microorganismos patógenos o

sus toxinas ocurre mucho más frecuentemente

Hay dos clases de Toxina microbianas especialmente importantes: micotoxinas (toxinas

fúngicas) y toxinas bacterianas productoras de toxiinfecciones alimentarias.

Las micotoxinas son moléculas orgánicas de bajo peso molecular, casi todas son

menores de 500 D. En la Figura 1 se indican las estructuras químicos de cuatro

importantes micotoxinas En algunas casos el nombre común (por ej., palufna) se refiere

a una sola sustancia mientras que col otros (por ej., tricotecenos) se refiere a un tipo de

sustancias químicamente relacionadas

Las micotoxinas provocan abundantes efectos tóxicos agudos y crónicos en el hombre y

en los animales, dependiendo del tipo de compuesto, del nivel de exposición y de la

duración de ésta.

Figura 1: Estructuras químicas de cuatro micotoxinas importantes.

Entre los efectos que producen las distintas micotoxinas citaremos temblores y

hemorragias, supresión de la inmunidad, lesiones renales, toxicidad fetal y cáncer. Los

mohos toxigénicos llegan a los alimentos y piensos en diversas fases de su producción,

procesado, transporte y almacenamiento. Los principales factores ambientales que

influyen en cl crecimiento fúngico y en la producción de micotoxinas son el sustrato, la

humedad, el pH, la temperatura y el estrésde los cultivos. En EE UU las principales

cosechas afectadas por la contaminación con micotoxinas son el maíz, los cacahuetes y

las semillas de algodón.

Se ha señalado que son numerosas las especies de hongos pertenecientes a más de 50

géneros, que producen metabolitos tóxicos. Sin embargo la mayoría de estos

metabolitos tóxicos no se han relacionado con enfermedades humanas o animales. Las

especies de tres géneros producen las más importantes micotoxinas que se sabe que

originan enfermedades en el hombre y en los animales; estos géneros son: Aspergillus,

Fusarium y Penicillium.

Se ha identificado un gran número de micotoxinas sin embargo, no todas tienen la

misma importancia en cuanto a poder tóxico y posibilidad do exposición de personas y

Page 11: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

animales En la Tabla 5 se incluyen Pique presentan los mayores riesgos potenciales para

la salud del hombre y de los animales.

Tabla 5 Presencia de algunas micotoxinas corrientes

MICOTOXINAS1 PRINCIPALES

HONGOS

PRODUCTORES

SUSTRATOS

TÍPICOS

NATURALES

EFECTO

BIOLÓGICO2

*M. de

Alternaria(AM)

Alternaria alternata Granos se

cereales, tomate,

piensos animales

M, HR

*Aflatoxina (AF)

*B1 y otras

Aspergillus flavus,

A. parasiticus

Cacahuetes, maíz,

semillas de algodón,

cereales, higos,

frutos secos, leche,

sorgo, nueces

H, C, M, T

*Citrinina (CT) Penicillium cotrinum Cebada, maíz, arroz,

nueces

N, (C?), M

*Acido

coclopiazónico

(CPA)

A. flavus, P.

cyclopium

Cacahuetes, maíz,

queso

NR, CV

*Desoxinivalenol

(DON)

Fusarium

graminearum

Trigo, maíz NR

*Citoclorotina (CC) P. islandicum Arroz H, C

*Fumonisinas (FM) F. moniliforme Maíz, sorgo H, NR, (C¿), R

*Luteosquirina (LT) P. islandicum, P.

rugulosum

Maíz, sorgo H, C, M

*Moniliformina

(MN)

F. moniliforme Maíz NR, CV

*Ocratoxina A. ochraceus, P.

verrucosum

Cebada, judías,

cereales, café,

piensos, maíz, avena,

arroz, centeno, trigo

NR, (C?), D, T, NH,

T

*Patulina (PT) P. patulum, P.

Urticae, A. clavatus

Manzanas, zumo de

manzanas, judías,

trigo

NR, (C?), M

*Acido penicílico

(PA)

P. puberulum, A.

ochraceus

Cebada. Maíz NR

*Penitrem A (PNT) P. palitans Piensos, maíz H, T

*Roquefortina

(RQF)

P. roqueforti Queso H, C, M

*Rubratoxina B (RB) P. rubrum, P.

purpurogenum

Maíz, soja D, ATA, T

*Esterigmatocistina

(ST)

A. versicolor, A.

nidulans

Maíz, cereales, queso D, NR

*Toxina T-2 12-13

(TCTC)

F. sporotrichioides,

F. nivale

Maíz, piensos, heno,

cacahuetes, arroz

D, NR

Page 12: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

1. Las temperaturas óptimas para la producción de micotoxinas son generalmente las

comprendidas entre 24 y 28º C, salvo en el caso de toxina T-2 cuya producción

máxima acaece a 15º C.

2. ATA: aleucia alimentaria; C: cancerígeno; (C?): efecto cancerígeno cuestionable aún;

CV: lesión cardivascular; D: dermatotoxina; G: genitotoxina y efectos estrogénicos;

H: hepatotóxico; HR: hemorrágico; M: mutagénico; NH: nefrotoxina; NR:

neurotoxinas; R: respiratorio; T: terategénico.

En EE UU y otros países con sistemas avanzados de producción de alimentos los casos

de enfermedad humana debidos a micotoxinas son muy raros y virtualmente nunca se

han atribuido a los alimentos procesados industrialmente. Ello se debe a que

los procesadores de alimentos han establecido normas estrictas sobre las cantidades de

micotoxinas aceptables en las semillas y otros ingredientes empleados en la elaboración

de alimentos. Tales normas se basan en parte en las tolerancias establecidas por las

agencias reguladoras, Los niveles aceptables de contaminación con micotoxinas se

determinan empleando análisis muy conservadores de valoración del riesgo; de aquí que

la salud pública esté protegida por márgenes de seguridad amplios.

Por el contrario, tarto en EE UU como en otros países desarrollados, se ha descrito la

posibilidad de contaminación de los piensos animales con concentraciones peligrosas de

micotoxinas. El estrés de los cultivos es un factor de importancia a este respecto por

ejemplo, el estrés inducido por la sequía aumenta la probabilidad de la contaminación

del maíz por aflatoxinas, mientras que el tiempo húmedo frío que retrasa la cosecha

puede llevar a la contaminación de los cereales con niveles peligrosos de tricitecenos.

Los cereales calificados de no aptos para el consumo humano pueden terminar como

piensos del ganado.

Preocupa que las micotoxinas de los piensos pasen a las personas que ingieren

alimentos de origen animal. Por ejemplo, en la leche de vacas alimentadas con piensos

contaminados con aflatoxinas se ha encontrado aflatoxina M. Se desconoce el peligro

potencial y real para el hombre de la aflatoxina M y de otros metabolitos análogos de

los tejidos comestibles animales.

Las toxinas de las bacterias productoras de toxiinfecciones alimentarias se diferencian

de las micotoxinas en tres aspectos fundamentales: salvo raras excepciones,

son proteínas y no moléculas orgánicas de bajo peso molecular. Segundo, se trata de

toxinas con efectos agudos; los síntomas se presentan a las pocas horas o días de ser

ingeridas. Entre las toxinas productoras de toxiinfecciones alimentarias no hay

duplicados que, por ejemplo, provoquen cán- cer hepático en las ratas por aflatoxina B1.

Por último aunque las toxinas de las bacterias productoras de toxiifecciones alimentarias

son una causa importante de enfermedad en las personas, rara vez se asocian a los

piensos animales. Sin embargo, los piensos pueden contener bacterias patógenas que

infectando al ganado pueden pasar a las personas. No cabe duda de que la ausencia de

toxinas bacterianas en los piensos se debe a su bajo contenido en humedad. Las

bacterias necesitan para su desarrollo y para la producción de toxinas más humedad que

los hongos.

En la tabla 6 se indican las toxinas bacterianas cuya ingestión produce toxiinfecciones

alimentarias.

Page 13: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

Tabla 6 Toxinas bacterianas productoras de enfermedades alimentarias

TOXINA CASOS ANUALES DE ENFERMEDAD

CALCULADOS EN EE UU

ENTEROTOXINAS

ESTAFILOCÓCICAS

1.155.000

ENTEROTOXINAS DE Bacilus cereus 84.000

NEUROTOXINAS BOTULÍNICAS 270

CAUSAS TOTALES DE

ENFERMEDADES ALIMENTARIAS

12.581.270

Staphylococcus aureus es la bacteria toxigénica más corriente de los alimentos. Su ha

calculado que en EE UU es la responsable aproximadamente de 1 trillón de casos

anuales de intoxicación alimentaria. Se ha estimado que Salmonella origina casi 3

millones de casos, pero de infecciones y no de intoxicaciones. Staphylococcus aureus es

también un importante agente infeccioso del hombre y de los animales, pero la

intoxicación estafilocócica alimentaria se origina por la ingestión de alimentos en los

que se encuentra preformada la enterotoxina.

La enterotoxina estafilocócica no es una sola entidad, sino un grupo de más de siete

proteínas de cadena sencilla de un peso molecular que oscila entre 26.000 y 29.000 D.

Las enterotoxinas son antígenos y se detectan mediante métodos serológicos. Las cepas

toxigénicas de S.aureus pueden producir más de una enterotoxina. Entre los síntomas de

la intoxicación figuran diarrea y vómitos intensos, además de dolor abdominal, cefalea,

contracturas musculares y sudoración. Se desconoce el mecanismo de acción de las

enterotoxinas.

La cantidad de enterotoxina estafilocócica necesaria para producir la enfermedad no se

conoce con exactitud pero probablemente son suficientes unos pocos cientos de

nanogramos. Corrientemente se necesitan un millón o más de estafilococos para

producir tal cantidad de toxina. Los alimentos más propensos para el crecimiento

estafilocócico y la producción de enterotoxina son los nutritivamente ricos y húmedos

que se han sometido a temperaturas relativamente altas, en particular bollería rellena de

natillas o crema, carnes curadas, como el jamón de tipo York y ensaladas con huevo,

pescado o carne.

La bacteria productora de la intoxicaciónn alimentaria más temida es Clostridium

botulinum, el agente del botulismo. Afortunadamente es muy poco frecuente,

estimándose en menos de 300 casos por año los que tienen lugar en EE UU.

La intoxicación alimentaria por Clostridium botulinum se debe a una serie de

neurotoxinas; entre sus síntomas destacan la parálisis y la muerte. Se han identificado 7

neurotoxinas butoínicas diferentes; se trata de proteínas de un peso molecular de

aproximadamente 150.000 que constan de. sulbunidades unidas por enlaces disulfuroo.

Las neurotoxinas botulínicas son el tóxico agudo más patente que se conoce: su

potencia varia entre 107 y 108 unidades de LD50 para el ratón por miligramo de

proteína.

Clostridium botulinum es un esporulado anaerobio que sobrevive a tratamientos

térmicos moderados que destruyen las formas vegetativas. Como contraste las

neurotoxinas se. destruyen rápidamente por el calor. A principios de siglo la industria

conservera desarrolló procedimientos que aseguran la destrucción total de las esporas de

Page 14: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

C. botulinum. Esto era un prerrequisito para la obtención de alimentos

enlatados seguros. Actualmente en EE UU el botulismo se asocia casi siempre a una

mala manipulación en los establecimientos de restauración o en los hogares.

Bacillus cereus es un patógeno de los alimentos que origina dos enterotoxinas distintas.

Una produce diarrea y la otra provoca vómitos. Se desconoce el mecanismo de acción

de ambas toxinas.

Como indica su nombre B. Cereus es un microorganismo corriente del suelo que

contamina frecuentemente los productos de cereales. No es una de las principales causas

de intoxicación alimentaria en EE UU, siendo más corriente en Europa, particularmente

en Gran Bretaña.

Algunas formas menos corrientes de intoxicación alimentaria se asocian a metabolitos

bacterianos que no son proteínas. Sirvan de ejemplo la intixicación por histamina, la

debida a los nitritos y el bongkrek (originado por un ácido graso tóxico sintetizado por

Pseudomonas cocovenenans y Flavobacterium farinofermentans).

Hay también varias bacterias patógenas traídas por los alimentos que producen toxinas

asociadas a infecciones gastrointestinales. Entre ellas se encuantran ciertas cepas de E.

Coli y Clostridium perfrigens. En estos casos la toxina ya formada en los alimentos no

se asocia a la enfermedad que está provocada, total o parcialmente, por la toxina

sintetizada in situ después de ingerido el microorganismo patógeno.

8. Toxicología alimentaria y salud pública

Establecimiento De Prioridades.

Se ha calculado que en EE UU se producen cada año 12.5 millones de casos de

enfermedades traídas por los alimentos con un coste de 8.5 millardos de dólares. La

mayoría se deben a los agentes infecciososç. Bacterias patógenas, como

Salmonella; virus, como el de la hepatitis A y parásitos, comoToxoplasma gondii. Las

toxinas transmitidas por los alimentos se ha calculado que son los responsables de no

más de 1.5 millones de casos. De ellos más de un millón se deben a las enterotoxinas

estafilocócicas. De aquí que la toxicología alimentaria señale que aunque estemos

vigilantes para proteger los alimentos frente a su contamiación con toxinas naturales y

sintéticas, los riesgos toxicológicos alimentarios más corrientes en EE UU y otros países

avanzados son, con mucho, ciertas toxinas bacterianas. De otra parte, se dispone de

muchos datos científicos que ayudan a controlar la contaminación.

Dicho esto hay que referirse al problema que supone el que la población en general

piense, estimulada a menudo por los grupos activistas, que los riesgos toxicológicos de

nuestro aporte alimentario son mucho mayores que lo que nos indican las estimaciones

científicas citadas. Tal preocupación por los riesgos se refiere a los conatminantes

sintéticos, a los residuos de plaguicidas y a los aditivos alimentarios.

Se han hecho pocos intentos de tratar estas preocupaciones de forma sistemática y con

una base científica. Uno de ellos fue el desarrollo por Armes et al. Implica el ordenar los

riesgos carcinigenéticos de acuerdo con una relación conocida por el acrónimo HERP

(human exposure rodent potency = potencia en los roedores de la exposición humana).

Se pueden calcular la HERP de un carcerígeno si se conocen el nivel de exposición

humana y su potencia en un bioensayo con roedores. Para calcular la HERP, el nivle o

concentración de la exposición humana (mg/kg de peso corporal) se divide la TD50

(mg/kg de peso corporal) y el resultado se multiplica por 100.

En la tabla 7 se muestran algunos valores de HERP de las exposiciones corrientes a

distintos productos alimenticios. Como es evidente, los residuos de plaguicidas

Page 15: Sustancias toxicas

TOXICOLOGIA YOMARA MALDONADO 5TO “A”

sintéticos y los conatminantes representan un riesgo mucho menor que muchos de los

cancerígenos naturales. El riesgo es en gran parte función de la concentración. Calculan

que el 99.99% de la masa total de acncerígenos ingeridos son de origen natural.

Tabla 7 Priorización de las exposiciones a los cancerígenos más corrientes.

EXPOSICIÓN HUMANA DIARIA HERP (%)

PCBs ingesta dietética diaria 0.0002

EDBa ingesta dietética diaria 0.0004

Alara 1 manzana (230 gr) 0.0002

Agua de grifo 1 L(cloroformo) 0.001

Beicon cocinado 100 gr (nitrosaminas) 0.003

Peor agua de pozo (tricloroetileno) 0.004

Un vaso de vino (etanol) 4.7

EDB= plaguicida (etliendobromuro).

A= prohibido por problemas sanitarios.

Es importante interpretar correctamente las conclusiones. No debe inferirse en que el

nivel de exposición a los cancerígenos naturales de la dieta sea necesariamente

excesivo, especialmente en los países desarrollados. Más bien el nivel de exposición a

los residuos y contaminantes de plaguicidas sintéticos es corrientemente tan pequeño

que carece de significación para la salud.

Estas consideraciones son de gran interés para aplicar convenientemente los resultados

de la toxicología alimentaria a la disminución de los riesgos para la salud pública

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos14/sustancias-toxicas/sustancias-

toxicas.shtml#ixzz2neUJpt00