Lu30: Hech14,5-18;Sal113,1-4.15-16;Jn14,21-26. San Pío V, Pa. (ML)

Ma 1: Hech14,19-28;Sal144,10-13.21;Jn14,27-31. Obien(LS):Gn1,26—2,3.(obien:Col3,14-15.17.23-24); Sal89,2-4.12-14.16;Mt13,54-58. San José, Obrero (ML)

Mi 2: Hech15,1-6;Sal121,1-5;Jn15,1-8.Obien(LS):1Jn5,1-5; Sal36,3-6.30-31;Mt10,22-25. San Atanasio, o. y d. (MO)

Ju 3: Núm21,4-9(obien:Flp2,6-11);Sal77,1-2.34-38; Jn3,13-17. EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ (F)

Vi 4: 1Cor15,1-8;Sal18,2-5;Jn14,6-14. SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, Aps. (F)

Sá 5: Hech16,1-10;Sal99,1-3.5;Jn15,18-21. (Sta.Irene/Sta.Judit)

Do 6: 6º de Pascua Hech10,25-26.34-38.43-48;Sal97,1-4;1Jn4,7-10; Jn15,9-17. (S.Eleodoro)

DIOS NOS HABLA CADA DÍA

podar, conoce en plenitud de cada uno y, si somos humildes, irá lentamente podando aquello que no nos hace bien para nuestra vida de fe.

Permanecer en Cristo es un desafío, requiere docilidad y valentía. Hoy se nos invita a tener coraje y vivir la vida en plenitud, dando frutos de bien.

Comisión naCional de liturgia

El que permanece en mí da fruto abundante nos dice Jesús en el evangelio de este domingo. Permanecer fieles al Señor es el desafío cotidiano que cada cristiano recibe el día de su bautismo. Injertados en él, estamos llamados a seguirlo y cumplir su voluntad. Cuan-do esta coincide con la nuestra es relativamente simple; sin embargo, los planes del Señor no siempre son los nuestros y cuestan aún más cuando su voluntad pasa por la cruz.

Este domingo del tiempo pascual se nos recuerda, con la imagen de la vid, que lo fundamental para nuestra existencia es estar unidos a Cristo. Las obras de fe a las que nos llama el apóstol Juan en su carta y el mandamiento del amor mutuo que se nos recuerda solo son posibles estando con Cristo. El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto dice el Señor. Es la savia (Espíritu) de Jesús la que irriga los sarmientos que permanecen en él. No hemos sido creados para ser “ramas secas”, sino para dar abundante fruto; ser cristiano en plenitud, significa dejar pasar el Espíritu del Señor por nuestra vida como savia que engendra frutos de amor.

Ser sarmientos de la Vid (Jesucristo) es abandonarse por completo al noble trabajo de viñador de Dios Padre, quien por nuestro propio bien y el de toda la creación cuida, riega y poda de su Vid y sus sarmientos. Él sabe dónde y cómo

ELDOMINGOMARZO-ABRIL2018

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Vocación de servicio

Es verdad que entre algunos jóvenes hay violencia, consumo de drogas, robos, asal-tos y una sexualidad exacerbada. Pero sería falso e injusto hacer de estos únicos rasgos el perfil de la juventud actual. La vocación de servicio a los más pobres es un valor de los jóvenes que palpamos a diario en diversos apostolados y voluntariados, no solo en las circunstancias de tragedias y emergencias. A los jóvenes les indigna la injusticia. Para ellos, un país justo no es utopía, sino un proyecto común realizable. Cuánto bien nos haría a los adultos aprender de la honestidad y transparencia de tantos jóvenes que se expresan con sencillez, autenticidad y llaman a cada cosa por su nombre.

Carta Pastoral “Chile, un hogar para todos” nº 29

www.iglesia.cl/cartapastoral2017

Confiar en la poda del Padre

frutos. Te damos gracias y te pedimos que hagas de Chile un hogar para todos. R.

4.- Padre misericordioso, te alabamos y agradecemos por esta, nuestra comunidad eclesial; en ella somos sarmientos de tu viña, en ella permanecemos unidos a Cristo. Poda nuestras debilidades y defectos para ser fieles al mandamiento de tu amor. R.

M. Movidos, Dios nuestro, por ese mismo Espíritu, queremos dirigirte la oración que tu Hijo Jesucristo nos enseñó: Padre nuestro…

Sugerencias de cantosCristo ha resucitado/ Juntos nos acercamos/ Yo soy la vid verdadera/ María, mírame.

AñoXLIII,Nº2.263Domingo5ºdePascua.29deabrilde2018

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Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. Du-rante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: Yo soy la verdade-ra vid y mi Padre es el viñador. Él

corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más to-davía. Ustedes ya están limpios por la palabra que Yo les anuncié. Permanezcan en mí, como Yo permanezco en ustedes. Así como el sar-miento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y Yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se re-coge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes per-manecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

ReflexiónLa pregunta ¿qué haría Cristo en mi lugar? de san Alberto Hurtado nos puede ayudar a vivir el evangelio proclamando. La vida de fe fortalecida en cada celebración litúrgica tiene siempre como finalidad vivir la caridad de Cristo. Antes las distintas situaciones de la vida es fundamental preguntar al Señor ¿cuál es su voluntad? Permanecer en Cristo nos asegura recibir la savia de su Espíritu y el cuidado de Dios Padre para con certeza hacer su voluntad.

6. Oración UniversalM. Con confianza filial y sabiéndonos unidos a Cristo, nuestra Vid, presentamos al Padre nuestras intenciones.

1.- Padre bueno, te pedimos por la Iglesia universal viña de tu propiedad, danos la fidelidad de permanecer unidos a tu Hijo Jesucristo y así vivir con generosidad tu mandamiento de amor. Oremos.

R. Escúchanos, Señor, te rogamos.

2.- Padre todopoderoso, con confianza de hijos, te pedimos por nuestra patria, danos la gracia de cuidar de ella, nuestro hogar común, pensando y trabajando particularmente en favor de los más necesitados. Oremos. R.

3.- Padre santo, mira nuestros hogares y bendice nuestras familias, haz de cada una de ellas una Iglesia doméstica, una pequeña vid, donde todos puedan recoger frutos de amor. Oremos. R.

4.- Padre misericordioso, te pedimos por nuestra comunidad, poda en ella aquello que nos aleja de tu Hijo Jesús. Haz de esta, tu viña, un lugar de abundantes frutos para el bien de la sociedad. Oremos. R.

(Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad)

M. Padre todopoderoso, tú nos has revelado que Cristo muerto y resucitado es nuestra Vid, unidos a él y confiados en tu bondad, te presentamos estas nuestras intenciones. Te pedimos las acojas por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén.

ALABANZA Y PREPARACIÓN A LA COMUNIÓNPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la Comunión a los Enfermos.

M. Dios misericordioso, que nos alimentas con tu Palabra y con el Cuerpo de tu Hijo para permanecer unidos a ti, acoge nuestra alabanza y gratitud en este día.

1.- Padre, tú eres el viñador, te alabamos y te damos gracias porque en tu bondad nos has unido a Cristo tu Hijo mediante el Sacramento del Bautismo.

R. Bendito seas, Padre, por tu gran amor.

2.- Padre, Cristo tu Hijo, nos nutre con la savia de su Espíritu, te bendecimos por los frutos de tantos cristianos que unidos a Jesús sirven al bien de sus hermanos. R.

3.- Padre, en tu gran bondad has bendecido a Chile con abundantes riquezas, varones y mujeres que junto al mar, al campo, la cordillera y la ciudad producen abundantes

Todos los que duermen en el sepulcro se postrarán en su presencia; todos los que bajaron a la tierra doblarán la rodilla ante Él. R.

Mi alma vivirá para el Señor, y mis descendientes lo servirán. Hablarán del Señor a la generación futura, anunciarán su justicia a los que nacerán después, porque esta es la obra del Señor. R.

4. Segunda Lectura 1Jn 3, 18-24

San Juan, en su carta, nos interpela a creer en Cristo y permanecer en él amándonos unos a otros. Precisa-mente en eso se reconoce al cristiano, por el Espíritu de fe y amor que en él reside.

Lectura de la primera carta de san Juan. Hijitos míos, no amemos con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad, y

estaremos tranquilos delante de Dios aunque nuestra conciencia nos reproche algo, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas. Queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dios con plena confianza, y Él nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Su mandamiento es éste: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como Él nos ordenó. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Aleluia. Permanezcan en mí, como yo perma-nezco en ustedes. El que permanece en mí, da mucho fruto. Aleluia.

5. Evangelio Jn 15, 1-8

Ser hijos de Dios por el bautismo significa tomar conciencia de nuestra unión con Cristo, de él proviene la savia de vida plena; significa confiar en la “poda” del Padre, él sabe dónde cortar para que su viña dé mucho fruto.

Ciclo B - Color Blanco1. Ambientación

La Eucaristía dominical nos acoge una vez más, para renovar nuestra adhesión a Cristo, verdadera Vid a la que, como sarmientos, quere-mos vivir unidos. Celebremos con alegría esta santa liturgia.

2. Primera Lectura Hech 9, 26-31

El apóstol Pablo nos regala su valiente testimonio de libertad para evangelizar. No tiene miedo a compartir públicamente lo que el Señor ha hecho en su vida.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles. En aquellos días: Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de unirse a los discípulos, pero todos le tenían desconfianza

porque no creían que también él fuera un verdadero discípulo. Entonces Bernabé, hacién-dose cargo de él, lo llevó hasta donde se encontraban los Apóstoles, y les contó en qué forma Saulo había visto al Señor en el camino, cómo le había hablado, y con cuánta valentía había predicado en Damasco en el nombre de Jesús. Desde ese momento, empezó a convivir con los discípulos en Jerusalén y predicaba decididamente en el nombre del Señor. Hablaba también con los judíos de lengua griega y discutía con ellos, pero estos tramaban su muerte. Sus hermanos, al enterarse, lo condujeron a Cesarea y de allí lo enviaron a Tarso. La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba consolidando, vivía en el temor del Señor y crecía en número, asistida por el Espíritu Santo.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 21, 26-28. 30-32

R. Te alabaré, Señor, en la gran asamblea.

Cumpliré mis votos delante de los fieles: los pobres comerán hasta saciarse y los que buscan al Señor lo alabarán. ¡Que sus corazones vivan para siempre! R.

Todos los confines de la tierra se acordarán y volverán al Señor; todas las familias de los pueblos se postrarán en su presencia. R.

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