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SUPLEMENTO ESPECIAL 37 ANIVERSARIO Tribunas Asociaciones

L a economía española ha supe-rado la más dura crisis de su

reciente historia, no sin grandessacrificios de una gran parte de losciudadanos y de una abultada fac-tura de desempleados y empresasdesaparecidas.

Todavía quedan secuelas, espe-cialmente en términos de desem-pleo que, aunque en constantedescenso, alcanza niveles de losque no podemos estar en absolu-to satisfechos.

La reducción del paro debe serel objetivo principal de la políticaeconómica y para ello es necesa-rio que nuestras empresas seanmás competitivas, que se interna-cionalicen y que ganen tamañopara así aumentar la demanda deprofesionales. A la vez, la forma-ción tiene que orientarse a lasnecesidades de las empresas que,en esta era digital, precisan de per-files cada vez más especializados.

Todo ello, además, en un con-texto normativo que facilite elemprendimiento y simplifique elejercicio de la actividad cotidianade las empresas, y con un sectorpúblico más eficiente y menosendeudado.

La sociedad española demanda

a los partidos políticos un esfuerzoresponsable para alcanzar acuer-dos en materias clave para conso-lidar la recuperación y avanzar enel progreso económico y social desus ciudadanos y empresas.

En este contexto, la Cámara deComercio de España defiende lanecesidad de entablar un procesode diálogo y reflexión para alcan-zar sólidos pactos de Estado encuatro ámbitos:

—La competitividad e interna-cionalización de la economía espa-ñola

—La formación y el empleo—La unidad de mercado—La energía y las infraestructu-

rasLa internacionalización y la mejo-

ra de la capacidad competitiva sonfactores estratégicos, que mere-cen un Pacto de Estado. Graciasa ellos, la empresa española cre-cerá y creará riqueza y empleo demodo estable, al permitirle ser efi-ciente y lograr mejoras permanen-tes de la productividad del conjun-to de la economía. Por tanto, sedeben consensuar medidas en elámbito de la fiscalidad, el merca-do laboral, la legislación mercan-til, la financiación, la innovación y

la sociedad de la información o elsector exterior.

Entre las actuaciones más urgen-tes cabría citar incrementar y con-solidar la base de empresas expor-tadoras y los promedios intercam-biados; favorecer la creación deempresas y el crecimiento de ladimensión empresarial; reducir loscostes de la contratación laboral;impulsar la innovación y la socie-dad de la información entre laspymes, o fortalecer los instrumen-tos de apoyo a la financiaciónempresarial.

También es urgente un Pacto deEstado por la Formación y elEmpleo, con medidas orientadasde modo principal a la disminucióndel desempleo y a la estabilidad ymejora del sistema educativo. Eneste ámbito, el Pacto debe velarpor aumentar la calidad de la ense-ñanza primaria, a la vez que sereduzca de forma sustancial el fra-

caso escolar, se potencie la forma-ción profesional y se consiga unsistema universitario de excelen-cia académica con una mayor inter-acción con el mundo empresarial.Es imprescindible adaptar los pla-nes de estudio al mundo de laempresa y profundizar en el dise-ño de un modelo de FormaciónProfesional Dual que combine laformación teórica y la práctica.Además, fomentar la vocaciónemprendedora y poner en marchamedidas administrativas, fiscalesy laborales para incentivar el tra-bajo autónomo.

Todo ello, además, completadocon acciones de sensibilización einformación para aumentar la capa-citación técnica de los alumnos, eldesarrollo de sus habilidades pro-fesionales, y resaltar la contribu-ción de las empresas para el bien-estar colectivo.

Otra cuestión prioritaria, que

merece un amplio acuerdo político,es la unidad de mercado. La Leyaprobada en la pasada legislaturasupuso un notable avance perodebemos seguir profundizando yfortaleciendo la unidad de merca-do, evitando de otro modo quesuponga un lastre sobre la compe-titividad del tejido empresarial yreduzca el atractivo inversor. A ellodebe unirse la necesaria disposi-ción de un contexto regulatorio efi-ciente, que vele por la reducción delas cargas administrativas soporta-das por las empresas y estimule lacoordinación interadministrativa yla Administración electrónica.

Necesitamos también un nuevomodelo energético que garanticela seguridad y calidad de suminis-tro y la eficiencia económica, y ala vez respete el medio ambiente.Para ello sería necesario acordarun nuevo Plan Energético Nacio-nal que impulse la mejora de la efi-ciencia energética y refuerce ymejore el mix energético actual.Además de las dotaciones energé-ticas, también debe prestarseespecial atención a la planificacióny mantenimiento de las infraestruc-turas de transporte que Españanecesita, elementos estrechamen-te vinculados a la competitividad einternacionalización de las empre-sas. En todo caso, la cohesión eco-nómica y social de los diversosterritorios de nuestro país pasanecesariamente por una actuaciónconsensuada en el ámbito de lasinfraestructuras.

Estoy convencido de que si losprincipales partidos políticos fue-ran capaces de alcanzar acuer-dos en estas materias, realizarí-an una aportación de valor incal-culable al bienestar social y sepodría reconducir la desafeccióncon la que gran parte de la ciuda-danía contempla actualmente laacción política.

Con un avance superior al 3%en los últimos tres años, Espa-

ña es uno de los países que máscrece de la Unión Europea. Noobstante, este crecimiento econó-mico no ha llegado a todos los sec-tores de igual forma, algunossiguen sufriendo los efectos de lacrisis. Además, deben corregirsetres importantes desequilibrios queaún existen: el déficit, la deudapública y el desempleo.

El empleo ha de ser la punta delanza que marque la agenda polí-tica porque cerca de tres millonesde españoles siguen buscandouna oportunidad laboral, y lasempresas necesitan de mecanis-mos que las permitan ser máscompetitivas. Es fundamental favo-recer que surjan más empresas yeliminar los obstáculos que impi-den el crecimiento de nuestroactual tejido productivo.

Al mismo tiempo, no podemosperder de vista que la educaciónes la llave del progreso tanto per-sonal como profesional. Educación,competencias, empleabilidad yadaptabilidad son conceptos estre-chamente ligados e imprescindi-bles para que España pueda pro-gresar y competir con el resto depaíses de su entorno.

Habiendo transcurrido casi añoy medio de la actual legislatura,parece un momento más que opor-tuno para hacer una reflexión acer-ca de los retos que, a nivel econó-mico y social, debe afrontar Espa-ña para situarse entre los paíseslíderes del mundo.

Para ello, es fundamental que lasAdministraciones Públicas, los par-tidos políticos, las organizacionesempresariales y los sindicatosalcancemos grandes pactos deEstado, con vocación de perma-nencia en el tiempo, que aportenestabilidad, seguridad jurídica yconfianza.

Como apuntaba anteriormente,el empleo tiene que ser una priori-dad de todos. El Pacto por elEmpleo debe ser capaz de dar res-puestas a importantes problemasque tenemos encima de la mesa:la sostenibilidad de las pensiones,reordenando las prestaciones; fle-xibilizar la contratación; rediseñarel modelo de negociación colecti-va; el reto demográfico y el antiso-cial absentismo laboral.

En materia de financiación auto-nómica, el pacto debe garantizarque las Comunidades Autónomas,de forma justa y equilibrada, ten-gan los recursos suficientes para

prestar los servicios públicos desu competencia pero, en ningúncaso, debe convertirse en un ins-trumento que suponga la prolife-ración de impuestos y tasas auto-nómicas que lo único que gene-ran es menor recaudación porquelimitan la actividad. En este sen-tido, Madrid sigue siendo un ejem-plo de que la baja presión fiscales un factor que favorece la gene-

ración de riqueza y empleo, y esose traduce en una mayor recau-dación posterior.

El pacto por la industria tiene quepermitir acercarnos al objetivo mar-cado por la Unión Europea de queel sector aumente su peso en elPIB hasta el 20%, desde el 14%actual, y mejorar su competitivi-dad, dado su carácter estratégicoy el efecto de arrastre que provo-

ca sobre otras actividades econó-micas, así como su potencial paracrear empleo estable.

En innovación y digitalización,hay que impulsar la inversión públi-ca y privada en la I+D+i, facilitar latransferencia de tecnología y deconocimiento a las empresas yafrontar el reto de la transforma-ción digital. Este pacto debe ase-gurar un marco adecuado para eldesarrollo de la digitalización, unproceso con el que las empresaspuedan ampliar sus posibilidadesde crecer y de ser más competiti-vas multiplicando sus puestos detrabajo.

El pacto por la energía y por lasostenibilidad debe permitir lograrun sistema energético estable, pre-decible y sostenible en el tiempo,que asegure el suministro, redu-ciendo en la medida de lo posible,la elevada dependencia energéti-ca de nuestro país, con unos pre-cios y un mercado energético máscompetitivos. Asimismo, en mate-ria medioambiental, los poderespúblicos deben propiciar un mar-co que posibilite conciliar el des-arrollo económico con el respetopor el medio ambiente.

Por último, y no por ello menosimportante, es necesario formali-zar un pacto sobre Educación ensu conjunto y en todos los niveles.No podemos obviar lo que cadavez más estudios ponen de mani-fiesto: los países con sistemas edu-cativos y de formación profesionalpara el empleo más extendidos, esdecir, con un mayor porcentaje depoblación participante son los queregistran menores tasas de des-empleo juvenil y los que tienen unmayor índice de competitividadglobal. Por lo general, los paísescon mayor nivel educativo experi-mentan un crecimiento económi-co más rápido y disfrutan de mejorbienestar.

Pactos de Estadopara el bienestargeneral José Luis Bonet, Presidente de la Cámarade Comercio de España

Los seis grandes retosde 2018 Juan Pablo Lázaro, Presidente de CEIM

“El empleo ha de ser lapunta de lanza quemarque la agenda políticaporque cerca de tresmillones de españolessiguen buscando unaoportunidad laboral”

“Madrid sigue siendo unejemplo de que la bajapresión fiscal es unfactor que favorece lageneración de riqueza yempleo, y una mayorrecaudación posterior”

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S on varios los pactos urgentesy necesarios que necesita este

país para avanzar, pero, por delan-te de todos, está, en nuestra opi-nión, el de la Educación. Comoseñalamos en nuestro último Baró-metro de los Círculos, los elevadosniveles de fracaso escolar y parojuvenil, y los cambios en la con-cepción del empleo tradicional res-pecto a perfiles y habilidades pro-fesionales, exigen una reforma edu-cativa estable de largo plazo ymediante un Pacto de Estado con-sensuado. Nuestra educación debetener como pilares esenciales elespíritu emprendedor, la ética, elmérito, el esfuerzo, la creatividad,las dotes de comunicación y elconocimiento de idiomas.

El futuro de nuestro país es elfuturo de nuestros jóvenes y enestos momentos, ese futuro y laempleabilidad de nuestros jóvenesentre 15 y 24 años está seriamen-te comprometido como refleja elelevado desempleo juvenil enEspaña que se sitúa en un 37,5 porciento, muy por encima de la mediaeuropea que está en el 18,2. Espa-ña, además, lidera la tasa de aban-dono escolar temprano (jóvenesentre 18 y 24 años) con un 19 porciento, casi duplicando la mediade la Unión Europea que se sitúaen el 10,7 por ciento.

Si bien se ha logrado reducirúltimamente esta tasa de aban-dono escolar, nuestro sistemaeducativo continúa mostrándo-se ineficiente para alcanzar nive-les similares a los de nuestrossocios europeos, y en proporcio-nar los conocimientos, las capa-cidades, y las habilidades quedemanda una economía más glo-bal y digitalizada.

La transformación digital estámodificando y provocando la apa-rición de nuevos productos y nue-vas formas de diseño, producción,distribución y acceso al conoci-miento. Datos del World EconomicForum apuntan a que el 65 porciento de los niños que inicianactualmente sus estudios de edu-cación primaria ocuparán puestosde trabajo que hoy en día no exis-ten. Y los jóvenes que este añofinalizan sus estudios tendrán quereciclarse entre 10 y 14 veces ensu vida laboral, con la elevadacapacidad de aprendizaje que esoconlleva.

Nuestro modelo educativo debedar respuestas a estas nuevasnecesidades con mayores dosis deinnovación y creatividad. A nues-tros jóvenes debemos formarlespara que adquieran nuevas habili-dades y competencias como el tra-bajo colaborativo y en equipo, la

gestión del tiempo y la capacidadde buscar, filtrar y priorizar la infor-mación que les permitan adaptar-se a un mercado de trabajo encambio permanente.

Según la OCDE y hasta 2020,aproximadamente dos tercios delos puestos de trabajo que segenerarán en la Unión Europearequerirán una titulación de For-mación Profesional. La oferta edu-cativa española tiene que hacerfrente a este reto ya que en el caso

de la FP dual su penetración esmuy baja; de tan sólo un 3 porciento frente al 60 por ciento deAlemania.

Habría que ofrecer asignaturaspropias de la FP como optativas enla Educación Secundaria Obligato-ria para fomentar esta opción edu-cativa e impulsar la FP dual crean -do un sistema eficiente de becasy/o préstamos formativos con másrecursos, y una mayor integraciónde las empresas en el sistema edu-

cativo. Estas tienen que involucrar-se en la creación y adaptación delos contenidos educativos.

Tendríamos también que definirun marco regulatorio estándarcomún en todas las ComunidadesAutónomas para facilitar la pene-tración de la FP dual en las gran-des empresas, pero deberíamostener también en cuenta a laspequeñas y medianas, con medi-das de apoyo para aquellas quecarezcan de la infraestructura yrecursos necesarios para adoptar-la, creando, por ejemplo, centroscompartidos de formación.

Resulta imprescindible promo-ver en todos los niveles educati-vos el espíritu emprendedor, elvalor social del empresario, la res-ponsabilidad social, la asuncióndel fracaso como parte del apren-dizaje y una mayor formación eco-nómica y financiera. Tenemos tam-bién que fomentar la orientaciónprofesional a los jóvenes de mane-ra coordinada entre todos los acto-res implicados en su formación(centros, profesores, empresas yfamilias), e integrarla como asig-natura en el contenido educativoobligatorio, como ya se vienehaciendo en países como Alema-nia, Austria o Suiza.

Es importante, por otra parte,dignificar la labor de los profeso-res y reconocer la importancia desu función para mejorar la compe-titividad y el bienestar de la socie-dad, estableciendo una remunera-ción variable que premie su dedi-cación y la calidad de su docen-cia. Y hay que invertir en su forma-ción continua ante los nuevosrequerimientos tecnológicos y pro-fesionales del mercado.

Estas son, en nuestra opinión,algunas de las cuestiones esencialque debería contemplar un Pactopor la Educación que habría queabordar con carácter de urgencia.

L a experiencia y yo diría quehasta el sentido común dictan

que, paradójicamente, cuanto másaritméticamente difíciles son lospactos de Estado, más necesariosson. Esto es así porque cuando lassociedades y los sistemas políti-cos atraviesan momentos en losque el acuerdo en el día a día sehace más complicado, la única for-ma de insuflar a esa misma socie-dad las cotas de seguridad jurídi-ca y estabilidad que necesita paraprogresar es que existan acuerdossobre elementos fundamentales.El mensaje que en este puntodeben recibir los ciudadanos esque, aunque la decoración del edi-ficio pueda cambiar, incluso cadapoco tiempo, ahí están los cimien-tos, que siempre son los mismos.

Los pactos de Estado que nece-sita España para los próximos 50años son varios; pero yo voy a cen-trarme en dos, porque son los máspropincuos a la actividad querepresento.

El primero es el pacto por la edu-cación. España, tal es mi convic-ción, debería tomarse su sistemaeducativo como lo que es: la cla-ve de bóveda de su competitividadfutura. Dado que hoy existensobradas herramientas que sirvenpara valorar la eficiencia del siste-ma (entorno PISA y otros), este reto

debiera contemplarse como un retode objetivos concretos, marcándo-se umbrales de mejora concretosen plazos concretos. La sociedaddel segundo tercio del siglo XXI, nodigamos ya la de la segunda mitad,va a ser una sociedad globalizaday digitalizada. Eso quiere decir quebuena parte de las capacidadescompetitivas va a pasar por el nivelde preparación que tengan susneoprofesionales, y la eficiencia delsistema la hora de reciclar a los yainsertos en el mercado laboral.

Esto es un principio general peroa mí, como representante del sec-tor asegurador, hay un aspecto queme interesa especialmente: la inclu-sión en la médula del pacto edu-cativo de objetivos en materia dehabilidad financiera.

Sé bien que hay teóricos y estu-diosos que consideran que la edu-cación financiera en la escuela noes sino un truco que nos busca-mos las entidades financieras paraeducar a futuros obedientes con-sumidores. Este punto de vista esradicalmente erróneo, y parademostrar el error no hay sino quepreguntarse si se podrían haberproducido escándalos financierospor todos conocidos si la natura-leza de los productos híbridos fue-se de general comprensión.

La educación financiera, lejos de

cincelar obedientes consumidores,lo que hace es dotar a las perso-nas de capacidad de decisión y dediscernimiento frente a una reali-dad, la de los productos financie-ros, con la que van a tener queinteractuar sí o sí. Porque hoy, enEspaña, hay personas que llevancorbata, y otras que no. Pero todasesas personas, grosso modo, tie-nen cuentas corrientes, tarjetas,

depósitos, créditos, seguros devida... El contacto con lo financie-ro no es opcional, y esto es algoque el sistema educativo no debe-ría olvidar. Lo que no es opcional,es obligatorio. Cometerá un errorquien considere que la educaciónfinanciera no hay que impartirla, oque basta con convertirla en unamaría.

Tan importante o más que este

primer pacto educativo es elsegundo: el pacto sobre las pen-siones. Hay que decir que éste esun territorio en el que hemos reco-rrido ya terreno porque sobre laspensiones, es lo cierto, España estáacostumbrada a pactar. Pero ten-drá que pactar más y, sobre todo,más profundamente.

Digo «más profundamente» por-que sobre las pensiones se hanacordado ajustes más o menosrelevantes; pero cada vez es menosla hora de los ajustes y más la horade, como piden muchos expertos,repensar el sistema.

Hay que repensar el sistemaporque lo queremos. Es importan-te entender esto: defender la inmo-vilidad del sistema de pensioneses la mejor forma de ponerlo enpeligro. Precisamente porque elsistema hay que conservarlo, pre-cisamente porque la aspiracióndebe ser conservar sus niveles deuniversalidad y de generosidad, espor lo que es necesario dirigirlohacia la evolución. Las reglas deljuego han cambiado; las socieda-des presentes, mucho más lasfuturas, no se parecen casi ennada a aquéllas en cuyo senonació la Seguridad Social; si hancambiado las reglas, habrá queadaptar el tablero. Esto pasa porgenerar un gran pacto por el aho-rro complementario; un pacto queevite que el ahorro sea asimétrico,porque el ahorro asimétrico nohace sino multiplicar la desigual-dad en los años de la jubilación.Extender el ahorro entre todos lostrabajadores tendrá la consecuen-cia de extender el bienestar entretodos los jubilados.

Dos pactos necesarios que, des-de luego, como siempre podemosobviar, y olvidar. Pero eso no evi-tará que el olvido tenga costes;costes que, en este caso, puedenser muy elevados.

La educaciónes lo más urgente Javier Vega de Seoane, Presidente del Círculode Empresarios

Dos pactospara el futuro Pilar González de Frutos, Presidenta de Unespa

“El contacto del ciudadanocon lo financiero no esopcional, y esto es algoque el sistema educativono debería olvidar. Lo queno es opcional, esobligatorio”

“Extender el ahorro entre todos lostrabajadores tendrá la consecuencia de extender el bienestarentre todos los jubilados”

“Los pilares de nuestraeducación deben ser elespíritu emprendedor, laética, el mérito, elesfuerzo, la creatividad,las dotes de comunicacióny los idiomas”

“Necesitaríamos unmarco regulatorio comúnen todas las CC AA parafacilitar la penetración dela FP dual en las grandesempresas, sin descuidara las pymes”

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H ay varias cuestiones básicasque deber ser abordadas con

urgencia y pactadas entre los gru-pos parlamentarios, o al menoscon la mayoría de ellos, y conorganizaciones empresariales ysindicales, y con el sector priva-do, y una de ellas es, sin duda, lareferida a la reforma del sistemade pensiones.

En los países de la OCDE, laspensiones públicas cubren, demedia, el 42% del último salario, ylos sistemas de capitalización (obli-gatorios o voluntarios) cubren otro25% adicional, totalizando un 65%de la media del salario. Por el con-trario, en España, la tasa de susti-tución del sistema público (porcen-taje que supone la pensión sobreel último salario) es muy superior ala media de los países de la UniónEuropea (el 79% frente al 42%).Asimismo, la media de los activosde los Fondos de Pensiones de los

países de la OCDE representan el38% del PIB, cuatro veces más queen España.

Los datos publicados por laComisión Europea en su recienteInforme sobre el envejecimiento,establecen que esta tasa de sus-titución del sistema de pensionesespañol, actualmente en el 79%,irá reduciéndose progresivamentehasta el 60% en 2030 (20 puntosporcentuales en tan sólo 13 años);56% en 2040 ó 51% en 2050,como consecuencia de la entradaen vigor progresiva de las reformasya realizadas en nuestro sistemapúblico en 2011 y en 2013, lo queexigirá que los futuros pensionis-tas tengan que destinar una partede su ahorro presente a comple-mentar su pensión, si quieren man-tener su poder adquisitivo despuésde la jubilación.

El escaso peso del sector priva-do en las prestaciones de pensio-

nes (apenas un 5% de las pensio-nes percibidas hoy en día provie-nen de instrumentos privados) sedebe, no sólo a la mayor cobertu-ra del sector público, sino tambiéna los hábitos de ahorro de la pobla-ción española.

Por ello, al igual que ya hanhecho la gran mayoría de los paí-ses desarrollados, en España, ade-más de asegurar la sostenibilidaddel sistema público, hay que esti-mular los Planes de Pensiones conmedidas económicas, financierasy fiscales, para que el reto demo-gráfico no impida a los futuros jubi-lados recibir pensiones adecuadas(una del sistema de reparto y otradel sistema capitalización).

Para que este ahorro a largo pla-zo pueda ser una realidad para latotalidad de los trabajadores, y nosólo para aquellos que puedan /quieran ahorrar en Planes de Pen-siones para la jubilación, debería

implementarse una reforma en elsistema de pensiones similar a ladel Reino Unido, para que lasempresas tengan la obligación deofrecer Planes a sus trabajadores,si bien éstos puedan, si así lo dese-an, rechazar su inclusión en losmismos.

Sólo mediante esta fórmula deincorporación por defecto o auto-afiliación cuasi obligatoria, se pue-de aumentar la cobertura de ins-trumentos de capitalización quecomplementen adecuadamente alsistema de reparto. El ejemplo delReino Unido es significativo: másde 500.000 empresas y casi ochomillones de trabajadores se hanincorporado ya a Planes de Pen-siones de empleo, con aportacio-nes progresivas de la empresa del4% del salario y del 3% adicionalpor el trabajador, siendo muy redu-cido el porcentaje de trabajadoresque han manifestado su rechazo aser incluidos en el Plan (8%).

El desconocimiento generaliza-do de los ingresos que tendremosen el momento de la jubilación(nueve de cada diez encuestados,según la encuesta recientementerealizada por nuestra Asociación),supone que no se planifique la jubi-lación desde edades tempranas.

Es necesario definir un modelode pensiones integrado (reparto ycapitalización) que sea sostenibley al mismo tiempo otorgue pensio-nes adecuadas en el horizonte, yacercano, de 2030 y 2040.

Para ello, debe fijarse un Plan deAcción en el que el Gobierno, Par-lamento, representantes sindica-les y empresariales y el sector pri-vado puedan participar activamen-te y cuyos puntos principales debe-rían ser los siguientes:

1. Envío de la información sobrepensión estimada que, a pesar dela obligación que impuso la Ley27/2011, sigue sin ser remitido al

domicilio de los trabajadores. La puesta a disposición de esta

información en la página web de laSeguridad Social, en euros corrien-tes y sin descuento de inflación,genera una ilusión monetaria, quelejos de informar, confunde.

La puesta en marcha de estaobligación, es una herramienta fun-damental para mejorar la educa-ción financiera de las familias y aconcienciarles de la necesidad deplanificar los ahorros con un hori-zonte de largo plazo.

2. Establecimiento de un siste-ma de autoadhesión ofrecido obli-gatoriamente por las empresas alos trabajadores, en el que éstospueden rechazar su inclusión, si asílo desean.

3. Por último, incorporar lassiguientes medidas en Planes dePensiones:

— Exención de las plusvalías porventa de inmuebles (hasta 240.000euros) a los mayores de 65 años,siempre que se aporten a Planesde Pensiones y se reciba la pres-tación en forma de renta financie-ra a largo plazo. Los inmuebles queposeen las familias españolassuponen 4,4 billones de euros.

—Mejora en la fiscalidad de lasprestaciones, separando a efectosfiscales los rendimientos genera-dos, que deberían tributar a la basemínima del impuesto sobre el aho-rro (actualmente en el 19%), de lasaportaciones, que deberían seguirtributando como rendimientos deltrabajo al tipo marginal del IRPF.

—Restablecimiento de los bene-ficios fiscales que tenían las empre-sas para la aportación a Planes dePensiones en favor de sus traba-jadores: deducción del 10% en lacuota del Impuesto de Sociedades(hasta 2006) y exclusión de lasaportaciones empresariales de labase de cotización a la SeguridadSocial (hasta 2012).

L a industria es la actividad conmayor productividad y valor

añadido de la economía, dinamizael conjunto del tejido empresarial,crea empleo estable y de calidady genera un alto volumen de rique-za y crecimiento económico. Hoy,en España, la industria supone el14% del producto interior bruto(PIB) de nuestro país.

Dentro de esta actividad indus-trial española destaca el sectorfabricante de vehículos. En estaactividad somos el segundo paísen Europa (primero en la construc-ción de vehículos comerciales) y eloctavo a nivel mundial. Otro datomás sobre nuestro sector: en el año2017 se vendieron 90 millones devehículos en todo el mundo y, deellos, el 3,3% se fabricó en Espa-ña. En muy pocas cosas alcanza-mos esas posiciones de liderazgoa nivel mundial.

Recientemente, en un debatemoderado por el exministro deIndustria, Miguel Sebastián, estese mostraba de acuerdo con laimportancia que tiene la industriade automoción en España. Recor-dó que, cuando era titular de la car-tera, el sector del automóvil fue unode los identificados como estraté-gicos para el país. Sebastián recal-

có la importancia de llevar a cabouna política de selección de sec-tores ganadores y con potencial decrecimiento.

Estoy convencido de que laindustria de automoción es uno deestos ganadores y tiene, desde lue-go, mucho recorrido. Tanto, quesoy de los que cree que sin indus-tria no hay futuro. No ya para Espa-ña, sino también para Europa.Debemos apostar por ella. En pri-mer lugar, concienciando de suimportancia. Y para ello debería-mos alcanzar un pacto de Estadopor la Industria que permita des-arrollar medidas sostenidas en eltiempo para lograr una adecuadapolítica sectorial.

Tenemos que ser conscientes dela importancia de la industria y, des-de luego de la de automoción. Elpasado verano me causó envidiaver que, en Alemania, la cancillerÁngela Merkel, mantuvo una reu-nión con las principales empresasautomovilísticas, varios ministrosy presidentes de Lander parahablar del presente, pero, sobretodo, del futuro de su industrial delautomóvil. Este es un magníficoejemplo de colaboración público-privada, de cómo trabajar todosjuntos mirando hacia adelante. Que

no nos importe copiar; y más cuan-do se trata de magníficas iniciati-vas como ésta.

Como he repetido en más de unaocasión, este tesoro industrial quetenemos, la industria fabricante devehículos, y del que pocos paísespueden presumir –somos el segun-do fabricante europeo de vehícu-los y el octavo mundial– debemos

cuidarlo. Tenemos por delante untiempo de profundos cambios enel modelo de movilidad. Todos jun-tos, las diferentes administracio-nes, los agentes sociales y la indus-tria, hemos de empujar en la mis-ma dirección para gestionar estatransición. Y saber manejarla deforma inteligente para que nos searentable: en empleo, en fábricas y

en medioambiente. Una transiciónque no puede ser natural, sino quetiene que estar influida por las ade-cuadas políticas industriales.

Desde ANFAC hemos hecho ennumerosos foros múltiples pro-puestas para potenciar la industria.Una política energética estable,medidas que mejoren las infraes-tructuras logísticas y de transpor-te para incrementar la competitivi-dad de nuestros productos –sobretodo en los mercados exteriores–,o una gestión de la I+D+i para undesarrollo tecnológico y digital quepotencie la actividad innovadorade las empresas, creo que sonbásicas. Estas son algunas de lasmedidas están recogidas en laAgenda Sectorial de la Industria dela Automoción, documento quepresentamos el pasado verano, yque marca la hoja de ruta de nues-tra industria.

Tampoco podemos descuidar eltalento que tenemos en nuestropaís. En mi opinión, debería poten-ciarse la formación, enfocada a losnuevos retos, con un mejor apro-vechamiento de los fondos ya dis-ponibles para ello. En este senti-do, la formación profesional dual,que combina la educación con lainserción en centros de trabajo,resulta vital para afrontar con éxi-to el futuro, no ya de la industriasino del conjunto del país.

Con el esfuerzo de todos con-seguiremos que el tejido industrialespañol mejore, optimice su com-petitividad, aporte más valor a laeconomía y, de paso, crezca suimportancia en el producto interiorbruto. Mirémonos en el espejo depaíses donde el peso de la indus-tria en su PIB es superior al espa-ñol: Alemania, Suecia… A ellos noles va mal. Soy un convencido deque con más industria tendremosuna mejor economía y un mejorpaís.

Necesidad deun plan de acciónpara reformarel sistemade pensiones Ángel Martínez-Aldama, Presidente de Inverco

A más industria,mejor futuro Mario Armero, Vicepresidente Ejecutivode la Asociación Española de Fabricantesde Automóviles y Camiones (ANFAC)

“En la industria destaca lafabricación de vehículos.Somos el segundo país enEuropa (primero en laconstrucción de vehículoscomerciales) y el octavomundial”

“La formación profesionaldual, que combina laeducación con lainserción en la empresa,resulta vital para afrontarcon éxito el futuro de laindustria y del país”

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U no de los retos fundamenta-les que debe afrontar nuestro

país es, sin duda, la reindustriali-zación y el impulso a la innovacióny transformación digital de todaslas empresas. Muchas institucio-nes olvidan que actualmente esta-mos inmersos en la cuarta revolu-ción industrial, un fenómeno delque todos –empresas, Administra-ciones Públicas, ciudadanos…–debemos tomar conciencia y for-mar parte activa de este apasio-nante reto si queremos beneficiar-nos de las enormes oportunidadesy sortear los riesgos que esta grantransformación supone.

Para ello, el primer paso es cono-cer y dimensionar su envergaduray transcendencia para la economíay las empresas. La transformacióndigital es transversal, ya que estápresente en todos los sectores, yes el pilar estratégico que marca-rá la viabilidad y el futuro demuchas organizaciones. En estesentido, las Administraciones –tan-to el Gobierno como las Comuni-dades Autónomas y EntidadesLocales– deben aplicar políticas

eficaces de fomento y apoyo a lainnovación y digitalización de lascompañías.

Si no está en losPresupuestos, no existeA pesar de los tímidos avances queen los últimos tiempos se estánrealizando para impulsar la econo-mía digital, la realidad en nuestropaís está muy lejos de lo deseable.Si la innovación y las nuevas tec-nologías no son pilares estratégi-cos y tienen una presencia desta-cada en los Presupuestos Genera-les del Estado, nuestro futuro esta-rá en riesgo.

Para revertir esta situación, des-de AMETIC –la patronal que repre-senta al sector de la industria tec-nológica digital en España– esta-mos realizando un considerableesfuerzo por transmitir estas inquie-tudes al Gobierno, así como a losdiferentes grupos parlamentarios,resaltando la importancia del sec-tor como uno de los motores de laeconomía y la necesidad de incluirla estrategia de la Agenda Digitalen los programas políticos de todos

los grupos y gobiernos, sean delcolor que sean.

Es fundamental recordar que laAdministración no puede (¡ni debe!)poner obstáculos en el camino dela digitalización. Los organismospúblicos deben convertirse enejemplo en materia de transforma-ción digital y administración elec-trónica, apostando por las nuevastecnologías e impulsando la inno-vación y el desarrollo. El sectorpúblico es el primer usuario denuestra tecnología y debería ser el“espejo” en el que las corporacio-nes y PYMES se miren para ade-cuar sus negocios a esta revolu-ción digital.

Sólo con el esfuerzo de todos

lograremos convertirnos en unactor proactivo y de futuro en elmercado internacional, definiendouna estrategia de país que favorez-ca el crecimiento y el nacimientode empresas digitales.

Interiorizar la cultura digitalTambién es necesario educar y for-mar a todos los ciudadanos en estanueva manera de trabajar y decomunicarnos. La digitalización nosólo implica la renovación de sis-temas y el equipamiento de infraes-tructuras mucho más modernas,rápidas y productivas, sino tam-bién la necesidad de facilitar elcambio de manera adecuada e ins-truir a los usuarios en los nuevos

procesos, mucho más ágiles.Es esencial recordar que la tec-

nología no sólo afecta a los pro-yectos y a las organizaciones, sino,sobre todo, a las personas. En estesentido, como patronal del sector,en AMETIC promovemos progra-mas de formación y capacitación,fomentando no sólo la asimilaciónde conocimientos técnicos, sinotambién la interiorización de unanueva cultura más comunicativa,interactiva y viva. No se trata sólode ser usuarios digitales, sino tam-bién de fomentar y desarrollar lashabilidades necesarias para apro-vechar las oportunidades creci-miento empresarial y superaciónprofesional que esta revoluciónofrece.

Empleo digital de calidadLa creación de empleo de calidadasociado a la nueva economíadigital es una de nuestras princi-pales preocupaciones. Es esen-cial retener talento digital españoly atraer a los mejores profesiona-les, desarrollando proyectos tec-nológicos punteros e innovadoresa nivel mundial. No debemos per-der la oportunidad de ser pione-ros en proyectos digitales que seexporten a otros países, consoli-dando la competitividad de nues-tra industria en un contexto glo-bal que avanza y evoluciona a unritmo trepidante.

Nuestro gran reto es ser no sólousuarios, sino actores de la nuevarevolución, y que la tecnología ylos sistemas que se utilicen en elmundo tengan patentes y/o com-ponentes diseñados en España; ysi son robots españoles, muchomejor. La inversión en I+D+i no esun gasto, es futuro. O nos subimosal carro de la era digital o lo perde-mos; y si lo perdemos, hipoteca-mos nuestro futuro, como país ycomo sociedad.

E n primer lugar, quisiera dar mienhorabuena a los profesiona-

les que forman parte del semana-rio económico El Nuevo Lunes, porsus 37 años desarrollando infor-mación de calidad sobre el mun-do de la empresa y de la economíaen general.

Precisamente sobre la calidadquisiera llamar la atención coneste artículo. Hace 30 años seimpulsó un consenso entre elmundo económico y la Adminis-tración, para aunar esfuerzos conel objetivo de que nuestro tejidoeconómico librase con decisión yde forma general la batalla de lacalidad. Por ejemplo, en 1995 elPresidente del Gobierno firmó ydifundió la “Declaración Institucio-nal del Gobierno en favor de laCalidad”; documento lanzadocuando estaba cerca la celebra-ción de la primera Semana Euro-pea de la Calidad. Previamente,se habían venido desarrollandosucesivos Programas y PlanesNacionales de Calidad.

La economía de nuestro país seha transformado sustancialmen-te, llegando a hitos que entoncesparecían inalcanzables; como porejemplo participar regularmenteen las reuniones del G-20. El fir-

me compromiso con la calidad detantas empresas españolas, hasido esencial para estos logros.

Ahora que por fin estamosdejando atrás la crisis económicamás dura vivida en democracia;es imperativo revisar las bases dela competitividad de España comoeconomía en un marco global. Sonmuchos los factores en los quedebemos incidir para que el teji-do productivo español consolidesu competitividad a largo plazo;como mayor peso industrial, trans-formación digital, Investigación,Desarrollo e Innovación (I+D+i),formación o especialización, entreotros.

La calidad es transversal a todosellos y al mismo tiempo la base fun-damental sin la que no es posibleun desarrollo sólido y de largo pla-zo de ninguno de esos factores.España ha dado un gran salto encalidad, pero todavía no hemos lle-gado al punto de que haya perme-ado a todo el tejido económico. Sinembargo, puede parecer quevemos a la calidad como una bata-lla ganada, lo cual es el primer pasopara perderla. La calidad requierela beligerancia permanente de lossectores en general y de las empre-sas en particular.

En la edición 2018 del prestigio-so Barómetro de Confianza deEdelman, España como marca paísestá en la franja de “neutrales”, con50 puntos sobre 100. Lejos de los62 de Alemania, los 65 de Sueciao los 68 de Canadá. De todos esconocido que la confianza que des-pierta un país en su conjunto, tie-ne una influencia capital en las

decisiones de compra tanto deconsumidores individuales comoB2B.

Un nuevo impulso común a laextensión de las políticas de cali-dad en las empresas; junto a unmayor esfuerzo para difundirlo glo-balmente, podría hacer que la cali-dad fuese uno de los atributos dela Marca España. Un atributo que,

a diferencia de otros muy arraiga-dos en el imaginario de la pobla-ción mundial, ayudaría a nuestrasempresas a abrirse camino en losmercados exteriores.

La buena noticia es que tenemosbases sólidas para hacer de la cali-dad un rasgo distintivo de nuestramarca. Ahí están tantas empresasespañolas que son referentes mun-diales en su sector.

Las normas técnicas tienen unagran aplicación no sólo entre lasempresas españolas sino entre lasde todo el mundo. Las normas,voluntarias, son la guía de lo queel mercado considera las buenasprácticas, estando al alcance detodos. Elaboradas por primerosexpertos, son una herramientaesencial a la hora de abordar unnuevo mercado o proceso, elimi-nando la incertidumbre empresa-rial. Las normas son el lenguaje quehablan los mercados internaciona-les, estando presentes en el 80%del comercio mundial, según laOCDE.

Para demostrar la elevada apli-cación de estos documentos enEspaña, es elocuente el número deempresas certificadas. Según elúltimo estudio de ISO, España esel séptimo país del mundo y elcuarto de Europa por número decertificados del Sistema de Ges-tión de la Calidad ISO 9001, con34.438 certificados. En GestiónAmbiental ISO 14001, las empre-sas españolas son las quintas delmundo y terceras de Europa, con13.717 reconocimientos.

Muchas organizaciones españo-las son conscientes del sólido apo-yo al despliegue de políticas decalidad que suponen las normastécnicas. Más de 12.000 expertosparticipan cada año en su elabo-ración, en alguno de los 215 Comi-tés Técnicos de la AsociaciónEspañola de Normalización, UNE.

El reto de liderar la cuartarevoluciónindustrial Pedro Mier, Presidente de AMETIC

Un pacto por la Calidad Carlos Esteban, Presidente de la AsociaciónEspañola de Normalización, UNE

“Es necesario volver a hacer de lacalidad un reto-país,creando un gran pactoentre todos, para queempape a másorganizaciones”

“La calidad requiere la beligeranciapermanente de los sectores en general y de las empresas enparticular”

26 de febrero al 4 de marzo de 2018 51