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AÑO: II NÚMERO: 14 PERÍODO: SEPTIEMBRE de 2018 Sumario: I.- Artículos y publicaciones I ARTÍCULOS Y PUBLICACIONES Págs. - “De Herrera a Benavente (Señores de Arroyo del Puerco)” Francisco Javier García Carrero 1 - “La Memoria Histórica” Santos Benítez Floriano 6 - “Palacio de la Generala” Santos Benítez Floriano 8 - “Santa María de Tudía en las Cantigas de Alfonso X el Sabio” Manuel López Fernández 9 - “La Revista Fiestas en Honor de Ntra. Sra. de la Salud de Fregenal de la Sierra. Notas para su estudio” Rafael Caso Amador 41 - “Viaje a Fregenal de la Sierra” José Manuel Jerez Linde 45 - “Fragmento de inscripción romana en la barbacana del castillo de Trujillo, Cáceres. (Conventus Emeritensis)” José A. Ramos Rubio y Julio Esteban Ortega 47 - “El Campo Oliva, origen de los enfrentamientos entre la villa de Oliva y el ducado de Feria” Antonio Vellarino Álvaro 52 - “La investigación sobre el pasado romano en la provincia de Badajoz. 1867-2017” José Mª Álvarez Martínez 60 - “Alberto Pirrongelli pintará la plaza de abastos en el teatro Nuevo Calderón” Manuel García Cienfuegos 77 - “Barrio El Cotorrillo” Manuel García Cienfuegos 81

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AÑO: II NÚMERO: 14 PERÍODO: SEPTIEMBRE de 2018

Sumario:

I.- Artículos y publicaciones

I ARTÍCULOS Y PUBLICACIONES Págs.

- “De Herrera a Benavente (Señores de Arroyo del Puerco)”

Francisco Javier García Carrero1

- “La Memoria Histórica”

Santos Benítez Floriano6

- “Palacio de la Generala”

Santos Benítez Floriano8

- “Santa María de Tudía en las Cantigas de Alfonso X el Sabio”

Manuel López Fernández9

- “La Revista Fiestas en Honor de Ntra. Sra. de la Salud de Fregenal de

la Sierra. Notas para su estudio”

Rafael Caso Amador

41

- “Viaje a Fregenal de la Sierra”

José Manuel Jerez Linde45

- “Fragmento de inscripción romana en la barbacana del castillo de

Trujillo, Cáceres. (Conventus Emeritensis)”

José A. Ramos Rubio y Julio Esteban Ortega

47

- “El Campo Oliva, origen de los enfrentamientos entre la villa de Oliva y

el ducado de Feria”

Antonio Vellarino Álvaro

52

- “La investigación sobre el pasado romano en la provincia de Badajoz.

1867-2017”

José Mª Álvarez Martínez

60

- “Alberto Pirrongelli pintará la plaza de abastos en el teatro Nuevo

Calderón”

Manuel García Cienfuegos

77

- “Barrio El Cotorrillo”

Manuel García Cienfuegos81

-“La Avellaneda: núcleo matriz de Castañar de Ibor”

Domingo Quijada González87

- “La Campana y Concejo de la Mata”

Domingo Quijada González89

- “La Charca Mayen y el Tejar de Navalmoral”

Domingo Quijada González92

- “Otro verano loco que se fue, y cada día más desanimado…”

Domingo Quijada González94

- “Orígenes y evolución del PP en Navalmoral”

Domingo Quijada González96

- “Por Aldeas Históricas portuguesas: Belmonte y Piódão (I)”

Fernando Cortés Cortés98

- “Zalamea, 1925: Pedro Crespo (II)”

Fernando Cortés Cortés101

- “Ofreciendo la sanación”

Fernando Cortés Cortés104

- “Nuestros problemas ferroviarios…de 1864” 105Fernando Cortés Cortés

- “Paseantes por San Juan” 106 Fernando Cortés Cortés- “La pasión Viviente de Oliva de la Frontera” 107 Antonio Vellarino Álvaro

II.- Anuncios

II ANUNCIOS Págs.

- José A. Ramos Rubio presenta el libro “Villamesías y su entorno

arqueológico. El paso del tiempo”108

- Nuevo libro de Francisco L. Bobadilla Guzmán “Zahínos, 90 años en

la vida de un pueblo (1927-2017)”114

- Nuevo libro de Feliciano Correa Gamero “Jaime de Jaraíz. La

humanidad de un pintor”117

- III Jornadas de Historia en Jerez de los Caballeros “Las fronteras

con Portugal a lo largo de la Historia”118

- XLVII Coloquios Históricos de Extremadura 121

- Congreso Internacional “Hernán Cortés en el siglo XXI. V Centenario

de la llegada de Cortés a Méjico”128

- Exposición “Cuando el tomate era un cultivo social. De Felipe

Corchero a INVECOSA”131

- Homenaje en la tertulia extremeña El Rato a Francisco Rivero 133

- Los Coloquios Histórico-Culturales del Campo Arañuelo cumplen 25años

135

- Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes. Sesión deapertura del curso académico 2018-2019

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EL CRONISTA: "DE HERRERA A BENAVENTE

(Señores de Arroyo del Puerco)"

Por Francisco Javier García Carrero

Cronista Oficial de Arroyo de la Luz

Escudo de los Benavente en Arroyo de la Luz

En diciembre de 2017 en el blog de la

Asociación Paisajes y Fiestas publicamos un

artículo que estuvo centrado en la familia

Herrera, señores feudales de Arroyo del

Puerco, una publicación que aconsejo releer

para poder enlazar con el artículo que

presentamos este mes de septiembre de 2018.

En aquella crónica hacíamos referencia,

probablemente fue la parte que más me

interesó de aquel estudio, a la construcción de

su castillo como edificación de casa fuerte, una

arquitectura que nunca fue Almohade (ni de manera aproximada). Nuestro castillo no

tiene otra fecha real de edificación, como demostramos fehacientemente en aquel

trabajo, que los años de mediados del siglo XV. Concretamente se construyó durante el

mandato de García de Herrera, tercer señor de la villa, y de su esposa María Niño. Una

cronología, por consiguiente, en la que el pueblo Almohade ya llevaba más de dos

siglos fuera de la península Ibérica.

Este artículo, en cambio, lo centraremos en analizar el paso de una familia a otra

como señores de Arroyo del Puerco (Herrera-Benavente). Efectivamente, ya

comentamos en aquel trabajo que el epílogo del señorío de los Herrera en nuestra

localidad viene dado por el matrimonio de Blanca de Herrera con Bernardino Fernández

de Velasco en el año 1472. Blanca, hija de García de Herrera y de María Niño, fue una

mujer débil y enfermiza que creyó que por esta causa nunca iba a poder tener

descendencia, por lo que convencida de ello entregó a su esposo todo el gobierno de su

herencia paterna, y que era mucha. Por supuesto, en este gran lote se incluyeron todas

las propiedades y el señorío de Arroyo del Puerco.

1

Bernardino Fernández de Velasco, señor de Arroyo del Puerco.

(Geneal.net)

De esta forma, en 1484, Blanca, reservándose una pequeña renta para misas y

oraciones por su alma y la de sus antepasados para cuando ella muriese, entregó para su

administración su caudal hereditario a su esposo Bernardino. La donación viene

argumentada en un documento clave de la historia de esta familia, y por ende, para

nuestra población: “seyendo yo de algunos días más que mi marido”(siendo mayor que

él); “e algunas veces no bien dispuesta de mi persona y él sanno” ( estando enferma y él

sano, probablemente moriría antes que su marido); “y esperando él heredar uno de los

mayores e más sanos patrimonios destos reinos e porque le ha tratado con verdadero,

grande y entrañable amor, no acostumbrada en los maridos cuyas mugeres no tienen

mucha salud” (y, además, porque era un señor feudal rico, que le había querido y

tratado bien, no siendo muy habitual en aquella época con las personas enfermas).

No obstante, a pesar de esta donación, y cuando ya nadie lo esperaba, la

enfermiza Blanca tuvo con Bernardino una hija, Ana de Velasco y Herrera, cuyo

nacimiento vino a complicar el destino futuro del caudal hereditario de la familia

Herrera. Paralelamente y de cualquier forma, las previsiones de Blanca sobre su futuro

de escasa salud no tardaron en cumplirse. En noviembre del año 1499 Blanca Herrera

falleció, dejando al todopoderoso Bernardino viudo durante tres años y con una hija,

que según el testamento último de Blanca también obtendría el holgado patrimonio de

su madre, situación que generó, a la postre, un conflicto hereditario entre padre e hija.

El problema se encontraba en que Bernardino no estaba dispuesto a que su hija

heredase el patrimonio de los Velasco, ya que al ser mujer le imposibilitaba disponer

personalmente de esta herencia; no obstante, vio con mejores ojos, al fin y al cabo

también era su hija, que alcanzara parte de la herencia de los Herrera, un usufructo de

los que él venía disfrutando hasta entonces, y gracias al poder entregado por Blanca

2

años atrás, el documento del que hablamos anteriormente. Con seguridad, la lectura del

testamento de Blanca de Herrera es tan interesante que quizás merezca en el futuro un

artículo propio.

Fallecida su esposa, y antes de que él contrajera nuevo matrimonio, Bernardino

se dispuso a encontrar entre la nobleza española el mejor “partido” que pudiese para su

hija Ana y para el gobierno de las tierras que ella iba a heredar, al igual que había hecho

García de Herrera años atrás cuando también buscó un novio para su hija Blanca, y

encontrándolo precisamente a él. Dos fueron los pretendientes que se mostraron

dispuestos a entroncar con la familia Velasco Herrera. Por un lado, se expresó solícito

García de Toledo, que era nada menos que el primogénito del duque de Alba; y por otra

parte también apareció un segundo aspirante, Alonso de Pimentel, que era el duque de

Benavente.

Alonso Pimentel Herrera, V duque de Benavente.

El Greco (Museo Bonnat)

Con ambos pretendientes encima de la mesa, Bernardino eligió al segundo; es

decir, el duque de Benavente. De esta forma, y previa bula de dispensa papal otorgada

por el pontífice español Alejandro VI un 13 de mayo de 1500, ya que los novios eran

parientes, en enero de 1501 se firmaron las capitulaciones matrimoniales entre los dos

contrayentes. Este documento, además de contener la información sobre los esponsales

de boda, es sobre todo un reparto hereditario muy completo y perfectamente

especificado entre padre, Bernardino de Velasco, e hija, Ana de Velasco Herrera. Por lo

que respecta a nuestra localidad, el acuerdo de boda señalaba para los nuevos

3

contrayentes la entrega de la villa de Arroyo del Puerco con su fortaleza; es decir, con

su castillo o casa fuerte, además de varias dehesas y otras tierras. De la misma forma,

Ana de Herrera recibió de su padre como dote para su futuro esposo la cantidad de un

millón de maravedíes, una cantidad que le donó en ajuar y en plata.

El acuerdo de Bernardino con el duque de Benavente y su esposa significó en la

práctica, el punto y final del otrora linaje del mariscal García González de Herrera, ya

que todos aquellos dominios pasaron a dirigirse por dos personajes sin ligazón de sangre

con la familia Herrera (Bernardino de Velasco que obtenía una gran parte de aquellas

tierras, las situadas más al norte, y el duque de Benavente que se quedaba con las

ubicadas más al sur, concretamente con la que tenía que ver con nuestra localidad). El

acuerdo entre ambos nobles se selló de manera definitiva en el año 1502,

específicamente cuando se celebró la boda entre Alonso de Pimentel y Ana de Velasco.

Poco después, y como era obligatorio, este pacto fue aprobado y confirmado por los

propios Reyes Católicos, una documentación que se encuentra en el Archivo Ducal de

Frías (castillo de Montemayor en Córdoba).

Palacio del Conde-Duque de Benavente en Valladolid

(pucelarte.wordpress.com)

La llegada de los Benavente a Arroyo del Puerco, como II duque de esta familia,

confirmó el señorío de esta nueva nobleza en nuestra localidad. Un señorío que

abarcaría toda la Edad Moderna y con la que el pueblo tuvo una estrecha ligazón hasta

el inicio de la contemporaneidad ya en el siglo XIX. Alonso Pimentel y Pacheco sería,

por consiguiente, el primer señor feudal de esta familia en Arroyo del Puerco, y por

ende al frente de la casa Benavente hasta 1534 en que falleció. Su sucesor sería el III

duque, Alonso Pimentel y Herrera de Velasco, como hijo varón del matrimonio entre

Alonso y Ana, un nuevo Benavente que gobernó la localidad hasta su muerte en el año

4

1575. El III duque fue también amigo personal del emperador Carlos I, no en vano llegó

a ser el padrino de su hijo, el futuro rey Felipe II. A su muerte le sucedió el IV duque,

Luis Alonso Pimentel Herrera y Enríquez de Velasco que falleció muy pronto y sin

herederos, por lo que no tuvo mayor efecto para el pueblo, y a continuación el V duque,

Juan Alonso Pimentel Herrera y Enríquez de Velasco ya con mucha más trascendencia

para la villa, ya que la gobernó entre 1576 y 1621, o lo que es lo mismo, los años

centrales de la edificación principal de nuestro convento.

Por último señalar que Bernardino, aunque se apartó en el control de nuestra

población, siguió muy ligado a la monarquía de Isabel y Fernando. Especialmente su

amistad la mantenía con el rey católico que nunca olvidó la ayuda que le prestó la

familia Velasco a su causa durante la guerra civil que sostuvo contra la pretendiente

Juana “La Beltraneja”. De hecho, y en atención a ello, el rey Fernando conocedor de su

viudedad le entregó en matrimonio a una de sus hijas, Juana de Aragón. Bien es cierto

que era una hija bastarda, pero hija al fin y al cabo del rey Fernando El Católico. Todo

un honor, y la mayor aspiración de cualquier noble de la Edad Media y Moderna, poder

entroncar con la familia real. De cualquier forma, Bernardino, que falleció en 1512,

tampoco pudo engendrar un varón de este segundo matrimonio. Con su esposa Juana de

Aragón únicamente tuvo otra hija, Juliana Ángela de Velasco. Los hijos varones del

Condestable Bernardino Fernández de Velasco únicamente los logró fuera de sus dos

matrimonios. De hecho, llegó a tener cuatro hijos ilegítimos con tres mujeres distintas,

hijos bastardos que posteriormente fueron legitimados oficialmente por la reina Juana I

de Castilla, aunque sus nombres y las mujeres con las que los tuvo conformarían otra e

interesante historia. En otra ocasión.

https://arroyodelaluzpaisajesyfiestas.blogspot.com/2018/09/el-cronista-de-herrera-benavente.html

domingo, 2 de septiembre de 2018

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LA MEMORIA HISTÓRICA

Santos Benítez Floriano

Cronista Oficial de la Ciudad de Cáceres

"Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se

empieza por el olvido y se termina en la indiferencia" (José Saramago).

El concepto de memoria histórica tal y como lo conocemos hoy es moderno, de

1984, cuando el historiador francés Pierre Nora dirigiendo a una decena de

especialistas publica la obra: Les lieux de mémoire (Los lugares de la memoria)

acerca de la Revolución Francesa.

Este pensamiento ideológico e histórico lo podríamos definir como el trabajo

consciente de los seres humanos por descubrir su pasado, darle la valoración que

merece y dotarle en el presente del más digno respeto. En este sentido hay que

recordar las palabras del presidente Abraham Lincoln que dijo: "Pueblo que ignora

su historia, pueblo que está condenado a repetirla".

Es importante que sepamos diferenciar la historia de la memoria, aunque algunos

autores digan que la historia es la ciencia de la memoria. La historia está

continuamente escribiéndose a medida que aparecen más fuentes, en cambio "la

memoria, como dijo el historiador británico Tony Judt, se asocia a unos propósitos

públicos, no intelectuales.....no puede sustituir a la historia".

Hace pocos años las asociaciones y movimientos de recuperación de la memoria

histórica están de actualidad y se han convertido en un instrumento de movilización

intelectual y social en todo el mundo, intentando estudiar y organizar recuerdos y

representaciones del pasado de modo que puedan ser asumidos por los individuos

como propias en el tiempo presente.

Y dentro de este contexto de memoria histórica acerca de la Guerra Civil

Española hay que recordar a tantas y tantas personas víctimas de la barbarie y de la

represión para evitar que caigan en el olvido. Nadie debería sufrir y morir por sus

ideas.

El médico forense Francisco Etxeberría que ha realizado centenas de

exhumaciones de fusilados en la Guerra Civil Española dice: "No puede ser que

todavía haya personas en España que cuando hablen de la Guerra Civil y de la

represión lo hagan con miedo. A esa gente hay que decirle que aquello fue injusto,

que les comprendemos y que les apoyamos. No puede seguir existiendo miedo".

6

Ojalá teniendo siempre presentes en la memoria a tantos seres humanos que fueron

represaliados y murieron por sus ideas en todo el mundo, sepamos recordarlos y

valorar la situación actual que tenemos en España donde todos disfrutamos de una

democracia en libertad que costó muchos años conseguir.

Sirva este modesto artículo como homenaje a todos los que lucharon en España

por conseguir las libertades que ahora tenemos y por las que tendremos que seguir

trabajando día a día.

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PALACIO DE LA GENERALA

Santos Benítez Floriano

Cronista Oficial de la Ciudad de Cáceres

En la subida del Adarve desde el Arco de la Estrella a la izquierda, dentro del recinto

monumental de Cáceres en la Plaza de los Caldereros, antiguamente llamada de los Sumideros,

encontramos el Palacio de la Generala.

El nombre proviene de D. Vicente Francisco de Ovando y Rol, I Marqués de Camarena la Real,

Alférez Mayor y Regidor Perpetuo de la Villa, que se integró en la Guardia de Corps y luchó en las

campañas de Orán, Nápoles, etc. En 1753 se casó con Dª María Cayetana Vicenta de Ovando

Calderón, V Vizcondesa de Peñaparda de Flores, viviendo en esta casa que el pueblo empezó a

llamar de "La Generala" por la alta graduación militar de su marido que fue Teniente General,

Brigadier de los Ejércitos Reales, Comandante General de Extremadura, etc., al que sobrevivió

veintiún años.

Se trata de una casa fuerte que en su momento fue la casa solariega de la familia Monroy.

Fernando de Monroy y su mujer, Marina Fernández de Carvajal, se la vendieron en el año 1526 a D.

Vicente Francisco de Ovando, Señor de la Argüijuela de Abajo.

Fue residencia del Alférez Mayor y sede del Ayuntamiento entre 1860 y 1869, año en el que

se inauguró el actual edificio. Después de un penoso abandono lo adquirió el Obispado de la

Diócesis de Coria-Cáceres, lo reformó para ubicar los sindicatos católicos (Acción Católica) y en el

año 1923 se instaló el periódico "Extremadura". Las últimas transformaciones de esta casa-fuerte,

con una profunda reforma en su interior, han sido para adaptarla a Facultad de Derecho de la

Universidad de Extremadura, hasta 1995 en que esta se marchó al Campus Universitario y en la

actualidad acoge algunos servicios del Rectorado de la Universidad de Extremadura.

Es un edificio gótico, la traza general es del siglo XV y a mediados del siglo XVI se reformó

construyéndose la fachada que vemos en la actualidad.

Es un palacio grandioso, espectacular en sus dimensiones, aunque alterado por ventanas y

blasones, construidos de forma arbitraria, sin consideración para el estilo de la casa.

Lo más genuino es su fachada que tiene una portada de arco de medio punto con grandes

dovelas, sobre la cual se alzan dos escudos de las familias Ovando-Mogollón a los laterales de un

ventanal, del siglo XV. Por encima de ellos, un alfiz da paso a un matacán robusto semicircular con

aspilleras en forma de cruz, sujetado por tres ménsulas.

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Revista de Estudios Extremeños, 2018, Tomo LXXIV, N.º I I.S.S.N.: 0210-2854

Santa María de Tudía en lasCantigas de Alfonso X el Sabio

MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ

UNED. Centro Asociado de [email protected]

RESUMEN

El siglo XIII fue una centuria de exaltación mariana en muy variadosaspectos. Entre las distintas manifestaciones de tipo literario que vinieron aresaltar este fenómeno, destacaremos aquí las Cantigas de Santa María, elgrandioso cancionero mariano del rey Alfonso X el Sabio. En esta obra cumbrede nuestra literatura medieval, escrita en galaico-portugués, el rey incluyócinco cantigas dedicadas a Santa María de Tudía, cuya imagen se veneraba enuna humilde iglesia situada en lo más alto de Sierra Morena.

Considerando lo anterior, en el presente trabajo trataremos de analizarlas razones que pudo tener el rey de Castilla para preferir a este santuariomariano entre aquellos otros que pudieran existir por entonces en la actualExtremadura.

PALABRAS CLAVES: Alfonso X el Sabio. Cantigas de Santa María. Orden de Santia-go. Vicaría de Tudía. Sierra de Tudía.

ABSTRACT

The thirteenth century was a century of Marian exaltation in many differentaspects. Among the different manifestations of literary type that came to highlightthis phenomenon, we highlight here the Cantigas de Santa María, the greatMarian songbook of King Alfonso X the Wise. In this summit of our medievalliterature, written in Galician-Portuguese, the king included five cantigasdedicated to Santa Maria de Tudía, whose image was venerated in a humblechurch located in the highest part of Sierra Morena .

Considering the above, in the present work we will try to analyze thereasons that could have the king of Castile to highlight to this Marian sanctuarybetween those others that at that time could exist in the current Extremadura.

KEYWORD: Alfonso X the Wise. Cantigas de Santa María. Orden of Santiago.Vicarage of Tudía. Mountain of Tudía.

Revista de Estudios Extremeños, 2017, Tomo LXXIII, Número I, pp. 105-136

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Revista de Estudios Extremeños, 2018, Tomo LXXIV, N.º I I.S.S.N.: 0210-2854

MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ

1. ALFONSO X EL SABIO Y LAS CANTIGAS DE SANTA MARÍA

Al contrario que su padre, Fernando III, el rey Alfonso X es más conoci-do hoy por su producción intelectual que por su tarea reconquistadora ypragmatismo político; no sorprende, pues, que razonadamente se le conozcacon el sobrenombre de “el Sabio” y que el historiador que más ha escrito sobreeste rey, el profesor González Jiménez, lo considere el más universal de nues-tros reyes medievales1.

Don Alfonso se crió en Galicia bajo la tutela de García Fernández deVillamayor, mayordomo de la reina madre doña Berenguela. Desde su infancia elinfante heredero dio muestras de su curiosidad, agudeza de ingenio y buenamemoria, lo que sumado a la excelencia de los maestros que su padre le procurópara formarle como heredero del trono, permitió que el Infante adquiriera unelevado grado de erudición e independencia intelectual que llevó a sorprenderdesde muy pronto a cuantos le rodeaban2. En 1240 el heredero tuvo casa pro-pia, lo que le permitió ciertas libertades económicas; rodeado de la joven aristo-cracia del reino, no tardó el infante don Alfonso en tomar decisiones propiasalejadas algunas veces de las directrices de su padre3, como fue el caso de suintervención en la guerra civil de Portugal al atender la llamada del rey SanchoII, cuando el papa Inocencio IV nombró al infante portugués Alfonso de Boloñagobernador del vecino reino, en contra de los deseos del último rey citado.

La fallida intervención del infante castellano en los asuntos de Portugaltuvo unas repercusiones políticas largas de explicar, conocidas históricamentecomo “la cuestión del Algarve”, pues al morir el depuesto Sancho II dejó comoheredero de esta región al infante castellano en 1248, mientras el nuevo rey dePortugal, Alfonso III, rechazaba de plano tal disposición. Como nos podemosimaginar, la “cuestión del Algarve” afectaba de manera muy directa las relacio-nes de los reinos de Castilla y Portugal cuando Alfonso X subió al trono;aunque afortunadamente pudo superarse la situación política sin llegar a unaguerra abierta, los problemas derivados de la llamada cuestión del Algarve seprolongaron hasta 1267.

1 GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Manuel: Alfonso X 1252-1284. Editorial La Olmeda. Palencia,1993. Véase tal calificativo en la introducción a la obra.

2 Así en la obra citada en la nota anterior, p. 15. También en O’ CALLAGHAN, Joseph F.:El rey Sabio. El reinado de Alfonso X de Castilla. Publicaciones de la Universidad de Sevilla. Sevilla, 1996, p. 321.

3 GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Manuel: “Alfonso X y Portugal”. Alcanate. Revista de estudiosalfonsíes. Sevilla, p. 19-34.

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Revista de Estudios Extremeños, 2018, Tomo LXXIV, N.º I I.S.S.N.: 0210-2854

Alfonso X subió al trono el primer día de junio de 1252 y falleció el 4 de abril de 1284, cuando tenía 61 años. Juzgar su trayectoria como gobernante a lo largo de tanto tiempo resulta complejo. Desde luego, no marginaremos aquí que su trayectoria política resulta controvertida para muchos tratadistas; en esta línea, algunos lo consideran un mal gobernante y hasta le critican por estar alejado de la realidad que le rodeaba4. A título personal, Alfonso X nos parece en lo político y en lo cultural un rey adelantado a su tiempo, quien desde 1256 se involucró profundamente en un sueño difícil de alcanzar como era la conse-cución de la corona del Imperio Romano Germánico, objetivo político conocido en la cronística castellana como el “fecho del Imperio”. Este asunto quedaba muy distante de las preocupaciones de la mayoría de sus súbditos, incluso de sus familiares más cercanos y de la aristocracia de los reinos de Castilla y de León; por esta razón muchos de estos últimos se distanciaron del monarca y huyeron al reino de Granada en 1273.

A pesar de ello, Alfonso X no abandonó la consecución de aquel sueñopara el que necesitaba la ayuda de los eclesiásticos; pero he aquí que el reycastellano no se llevaba bien ni con los obispos ni con el Papado, por lo que nosorprende que el papa Gregorio X lo rechazara en beneficio del otro candidatoal trono imperial, en 1275. Por si aquella humillación no fuese suficiente, donAlfonso perdió en este año a su hijo Fernando, heredero del trono, y losbenimerines invadieron Castilla mientras él estaba en Francia entrevistándosecon el Papa. A partir de aquí, se le acumularon graves problemas; en 1279 sufrióun descalabro militar frente a Algeciras y en 1282, como consecuencia de losproblemas sucesorios surgidos después de la muerte del heredero, el infantedon Sancho se rebeló contra su padre provocando una guerra civil en el reino.Alfonso quedó prácticamente solo entonces; abandonado por la mayor partede la aristocracia y por los concejos de la mayoría de las ciudades del reino, nodudó en pedir ayuda a los norteafricanos para defender sus derechos5. Ni quedecir tiene que este desesperado hecho ha pesado gravemente en la balanza demuchos historiadores a la hora de juzgar la trayectoria política de Alfonso X.

4 O’ CALLAGHAN: El rey Sabio…, p. 322. El autor trae a colación la negativa opiniónque de Alfonso X tenía el historiador Juan de Mariana en su obra Historia de rebusHispaniae, en la que este último viene a decir que don Alfonso, “mientras contemplabael cielo y observaba las estrellas, perdió la tierra”.

5 Ibidem, 314. Para conseguir la ayuda económica del sultán de los benimerines, no dudódon Alfonso en entregar como prenda una de sus coronas, guardada largo tiempo enMarraquesh como una de las joyas de la dinastía norteafricana.

SANTA MARÍA DE TUDÍA EN

LAS CANTIGAS DE ALFONSO X EL SABIO

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Revista de Estudios Extremeños, 2018, Tomo LXXIV, N.º I I.S.S.N.: 0210-2854

Por el contrario, existe unanimidad general entre los tratadista a la hora de resaltar el patrocinio de Alfonso X en todas las ramas del saber y del arte, reconociendo su erudición y contribución personal en esta tarea6, encaminada especialmente a elevar el nivel cultural de la nobleza, cuyos miembros no esta-ban dispuestos a seguir las directrices de su rey ni a compartir sus sueños7. De todos modos, don Alfonso puso en marcha un programa didáctico con el fin de instruir y hacer progresar al reino, reuniendo en su corte equipos de los mejores especialistas en las diferentes actividades; en ellos se apoyó para elaborar un amplio y variado corpus de carácter histórico, científico, jurídico y literario, sin parangón en la Europa del siglo XIII8; esta obra influyó en las generaciones siguientes del propio reino, sin excluir que las de carácter científico atravesaran las fronteras del mismo y tuvieran validez hasta el siglo XVI9.

No disponemos de espacio, ni tampoco es nuestra intención extendernosaquí en la ingente producción del scritorium alfonsí10, pero sí diremos queentre las obras de carácter literario salidas del mismo destacan las Cantigas deSanta María como el más rico cancionero mariano de la Edad Media, ademásde estar considerado, por otra parte, como la obra más personal y querida deAlfonso X; tanto es así, que entre su amplia producción es la única mencionadaen el testamento del monarca, al ocuparse de lo que había de hacerse con elladespués de su muerte11. De lo mucho que tenían de personal las Cantigas para

6 Este reconocimiento lo tomamos de SABATINO LOPE, Roberto: “Entre el Medioevo yel Renacimiento”. Revista de Occidente, nº 43. Madrid, 1984, p.14.

7 GÓMEZ REDONDO, Fernando: Historia de la prosa medieval castellana. EdicionesCátedra. Madrid, 1998, tomo I, p. 436.

8 O’CALLAGHAN: El rey Sabio…, p. 169. El autor cita en este caso por BURT, Robert I.:Stupor Mundi. Alfonso of Castile, the Learned. La misma opinión nos transmite GONZÁLEZJIMÉNEZ: Alfonso X…, p. 256.

9 O’ CALLAGHAN: El rey Sabio…, p. 322. Este autor se refiere concretamente a la reper-cusión que tuvieron fuera de nuestras fronteras los estudios astronómicos realizados en lacorte de Alfonso X y, especialmente, las llamadas Tablas Alfonsíes, o tablas Astronómicas.Las citadas tablas se hicieron famosas por su precisión, de aquí que influyeran en científicosextranjeros de siglos posteriores.

10 Aquel lector interesado en conocer más a fondo la producción del scritorium alfonsípuede hacerlo en cualquiera de las obras que venimos citando. No obstante, por su exten-sión y profundidad remitimos a la de GÓMEZ REDONDO: Historia…, pp. 157-852.

11 FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, Laura: “Cantigas de Santa Maria. Fortuna de sus manus-critos”. Alcanate. Revista de Estudios alfonsíes nº VI. Sevilla, 2008-2009, p. 325.

MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ

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Revista de Estudios Extremeños, 2018, Tomo LXXIV, N.º I I.S.S.N.: 0210-2854

Alfonso X iremos hablando a lo largo del trabajo, pues ahora nos parece másacertado tratar de la amplitud e importancia de la obra que aquí nos interesa. Poreso comenzaremos diciendo que el número de canciones que contiene las Can-tigas de Santa María alcanza las 426, cantidad que supera ampliamente laproducción de otros autores del mismo género en aquella época12.

Aunque 66 de estas cantigas sean de carácter puramente lírico, como lasde alabanzas y fiestas de la Virgen, 356 son de carácter narrativo y en ellas serecrean otros tantos milagros de Santa María13. Por añadidura, cada una de lascantigas viene acompañada de melodía, y era intención del rey que el conteni-do de cada uno de aquellos cantares narrativos estuviera representado gráfica-mente en sus correspondientes miniaturas, objetivo que se alcanzó en buenamedida14. Si tenemos en cuenta estos detalles, no sorprenderá que MarcelinoMenéndez y Pelayo se refiriera a las Cantigas de Santa María como “Bibliaestética del siglo XIII”, ni que a dicha obra se le considere un monumentoliterario por su interés para la historia de la cultura, de las costumbres, de lamúsica y, por supuesto, para el estudio del antiguo galaico-portugués, lenguaen la que están escritas las cantigas.

Porque curiosamente, don Alfonso, que empleó el castellano para todasu prosa, utilizó el galaico-portugués como vehículo de expresión para su obrapoética. El hecho de que el rey escribiera las cantigas en la lengua que utilizócuando se criaba en Galicia, le imprime ya un cierto carácter personal a la obra,aspecto que se confirma a lo largo de la misma, y muy especialmente en susegunda mitad, cuando el rey viene a relatar determinadas vivencias y senti-mientos personales. No cabe duda alguna sobre el aprecio que el rey de Castillasentía hacia esta obra cuando se hacía acompañar de ella en sus viajes y, al

12 ALFONSO X EL SABIO: Cantigas de Santa María. Edición de Walter Mettmann.Clásicos Castalia. Madrid, 1986, tomo I. En la introducción a esta obra, p. 10, nos diceMettmann que el poeta castellano Gonzalo de Berceo compuso 26 cantigas a SantaMaría, el inglés William Adgar 38, y el francés Gautier de Coinci 59. Como esta publicaciónvamos a utilizarla en varias ocasiones, en lo sucesivo nos referiremos a ella como:METTMANN, Introducción, 10.

13 Más detalles al respecto en METTMANN: Introducción, 7. También en Cantigasde Santa María, versión de José Filgueira Valverde. Editorial Castalia. Madrid, 1985,p. XXXVII de la introducción a la obra.

14 Según leemos en METTMANN: Introducción, 7, el rey pensaba ilustrar dos códices conun total de 2.640 miniaturas, de las cuales se ejecutaron dos tercios aproximadamente.

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estar enfermo en Vitoria15, en trance de muerte según los médicos que le cuida-ban, exige que le pongan encima el manuscrito de las cantigas para que SantaMaría pudiera obrar el milagro de curarle, cosa que finalmente se produjo. Añosmás tarde, poco antes de morir, dispone en su testamento que los libros decantares a la Virgen quedaran depositados en la iglesia donde enterraran sucuerpo16, medida que no adoptó para el resto de su producción.

A pesar de lo anterior, queda ampliamente demostrado que esta obra noresponde en su totalidad a la autoría regia. Todos los especialistas vienen acoincidir en que el monarca contaba con un equipo de compositores, al igualque también coinciden los tratadistas en que la colección de cantigas guardaen su conjunto una homogeneidad estilística que no dudan en relacionar conlas directrices emanadas del titular de la corona de Castilla. Por tanto, se presu-me que estos colaboradores directos -no más de media docena y muchos deellos portugueses17- ayudaban al monarca en las tareas de búsqueda de fuen-tes históricas que le inspiraran, hacían las traducciones correspondientes yarreglaban su posterior versificación y musicalidad para adaptarlas a la poesía.Sin que lo anterior quiera decir que el rey estuviera totalmente al margen delasunto, pues queda demostrado que algunas de las canciones son de produc-ción real por los asuntos tan personales que tratan y porque el rey fue compo-sitor de cantigas de carácter profano desde su juventud18.

15 Esto se relata en la cantiga 209. La estancia de don Alfonso en Vitoria duró entre agostode 1276 y marzo de 1277.

16 GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Manuel: Diplomatario andaluz de Alfonso X. El Monte. Cajade Huelva y Sevilla. Sevilla, 1991, p. 560.

17 Así en METTMANN, Introducción, 18. De todas formas, para conocer la influencia dela poesía portuguesa en aquella época remitimos a FIDALGO, Elvira: La gestación de lasCantigas de Santa María en el contexto de la escuela poética gallego-portuguesa. Alcanate.Revista de Estudios Alfonsíes, nº VIII. Sevilla, 2012-2013, pp. 17-42. Según esta autora,fueron muchos los miembros de familias nobiliarias que vinieron de Portugal a Castilla,en tiempos de Fernando III, como consecuencias de las discrepancias de la nobleza conla corte en tiempos de Sancho II de Portugal. Estas circunstancias se repitieron luego,pero a la inversa, durante la guerra civil que se prolongó entre 1246 y 1248.

18 El asunto lo trata con más amplitud LAIN, Milagro: “La poesía profana de Alfonso X”.Revista de Occidente, nº 43. Madrid, 1984, pp. 145-165.

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Según los especialistas, esta última faceta la fue abandonando paulatina-mente y en la etapa final de su vida, impulsado por circunstancias personales19,dio un acentuado giro en la temática de su producción lírica al dedicarse exclu-sivamente a la composición de aquellas relacionadas con la devoción que sen-tía hacia Santa María. Algunos autores consideran que este giro se pudo pro-ducir sobre 126420, modificando la opinión de Walter Mettmann21, quien piensaal respecto que la reorientación de don Alfonso pudo darse alrededor de 1270.Aunque nos parece más razonable la primera fecha, seguimos a Mettmann en lorelativo a las diferentes fases creativas de la colección regia que tratamos. En

19 Más tarde ahondaremos en esos motivos personales. No obstante ya adelantamos algosobre los mismos unas páginas más arriba, al hablar de las tensiones políticas que fueronsurgiendo en el reino, acrecentadas en 1273 cuando don Alfonso vio que muchos de susallegados se desnaturalizaban del reino para irse a Granada.

20 FERREIRA, Manuel Pedro: “Alfonso X compositor. Alcanate”. Revista de EstudiosAfonsíes, nº V. Sevilla, pp. 117-137.

21 METTMANN, Introducción, 24.

Esta ilustración corresponde al llamado Códice de los Músicos. Es una representación decómo trabajaba el equipo compositor de las cantigas bajo las directrices del rey, al quesimbólicamente se sitúa en el centro. Próximos al monarca, y sentados, dos coros,hombres a su izquierda y mujeres a su derecha; los músicos aparecen de pie y un poco másalejados, los de las izquierda equipados con violas de arcos y los de la derecha con cítaras.

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tal sentido nos dice este autor que el rey Sabio pudo fijarse como objetivo, en unprincipio, reunir un centenar de cantigas, meta que, al parecer, ya había logradoalrededor de 1274 apoyándose preferentemente en fuentes religiosas de origenextrapeninsular. Después pensó duplicar la colección de cantigas e ilustrar elcódice que las contenía, buscando colecciones de santuarios más cercanos,fase que pudo estar terminada para 1277. Por último, en los años finales de suvida, buscó ampliar la colección hasta alcanzar los 400 cantares dedicados aSanta María. Pues bien, a pesar de la extensión de las Cantigas de Santa María,no se puede decir que Alfonso X fuese muy generoso con las iglesias y santua-rios marianos de la actual Extremadura. Aunque hemos buscado afanosamentepor la citada obra, no hemos encontrado ninguna otra referencia del citado rey asantuarios marianos situados en tierras extremeñas. Es más, cuando el monarcahace referencia a determinados lugares de los situados hoy dentro de nuestrageografía, como puede ser el caso de Plasencia o de Capilla22, no lo hace paraindicar que sus vecinos se sienten vinculados espiritualmente a un santuariomariano específico. Caso ligeramente diferente es el de la gente de Badajoz,Burguillos y Jerez de los Caballeros, a las cuales se les relaciona directamentecon el santuario de Terena, situado en el Alentejo portugués23.

2. TUDÍA EN LOS ITINERARIOS DEL REY DON ALFONSO

Por tanto, dentro de la actual Extremadura24, el único santuario marianoque menciona el rey Sabio en la citada obra es el de Santa María de Tudía.Siendo así, hay que preguntarse ¿cómo es posible que el rey se interese poreste santuario de tan singular ubicación? ¿Qué circunstancias pudieron concu-rrir para que, en la obra más personal del monarca, dedique éste cinco cantigas

22 Plasencia aparece citada en la cantiga 144; en ésta, la Virgen hace el milagro de salvar aun clérigo, devoto de Santa María, que había sido corneado por un toro. Tambiénmenciona el rey a Capilla en la cantiga 256, pero aquí no se habla de ningún milagroocurrido en esta población, sino que la villa fue conquistada por el rey Fernando III.

23 De este santuario mariano nos habla PARKINSON, Stephen: Santuarios portugueses enlas Cantigas de Santa María. “Alcanate. Revista de Estudios Alfonsíes”, nº I. Sevilla,1998-1999, pp. 43-57. Conviene precisar que este santuario se le conoce actualmentecomo Nuestra Señora de la Boa Nova, y tal denominación está relacionada directamentecon la batalla del Salado, en Tarifa. Para más detalles véase SEGURA GONZÁLEZ,Wenceslao: La huella de la batalla del Salado en Portugal. “Al Qantir”, nº 12. Actas IJornadas de Historia de Tarifa. Tarifa, 2012, pp. 66-85.

24 Aunque en las Cantigas también se menciona “la Extremadura”, cuando lo hace así serefiere generalmente a la castellana.

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a la advocación mariana que allí se veneraba? No es fácil responder con preci-sión a las preguntas anteriores, pero contamos con indicios suficientes paracreer que el rey de Castilla conoció personalmente el santuario mariano y quese sintió atraído por los relatos que encerraba la colección local de milagros dela Virgen de Tudía.

Por lo que se refiere a esto último, no debe sorprendernos que en laiglesia de Santa María de Tudía existiera entonces una colección local de mila-gros, pues la costumbre de recoger en latín los milagros de los santos eraantigua y, por lo que a los mariales se refiere, ya está documentada en el occi-dente cristiano en el siglo XI. A la siguiente centuria, en lengua romance, estatradición se afianzó en Francia y más tarde pasó a España como manera deacrecentar la importancia de los diferentes santuarios. Esta función se comple-mentaba luego con la difusión de los favores recibidos de la imagen titular decada santuario, precisamente mediante el contrato de juglares25 . Y como res-puesta a la primera pregunta, la referida a la presencia del monarca en la citadaiglesia, tampoco sería algo extraño si tenemos en cuenta la especial situacióndel santuario que tratamos con respecto a los caminos que unían Sevilla conBadajoz y Mérida, así como los varios viajes que hizo Alfonso X entre estasciudades a lo largo de su reinado.

Porque la iglesia-santuario de Santa María de Tudía tiene una singularlocalización, pues se encuentra ubicada en lo alto de la cima más elevada queSierra Morena tiene en el tramo por el que esta cordillera discurre al sur de laactual provincia de Badajoz. La sierra de Tudía –hoy más conocida comoTentudía- resulta el monte más elevado del macizo montañoso del mismo nom-bre y se eleva hasta los 1.104 metros de altitud, dentro del término municipal deCalera de León. El macizo serrano de Tudía es más extenso y resulta un obstá-culo natural en las vías de comunicación que unen Sevilla con Extremadura;tanto es así que, marchando de Sur a Norte, los dos caminos reales que pasana sus pies divergían en la Edad Media a la altura del actual Almadén de la Plata.Después de este lugar, el que se dirigía hacia Badajoz por Jerez de los Caballe-ros rodeaba al citado macizo por su cara suroccidental y el que conducía a

25 De aquí que se llegaran a contratar juglares para que los difundieran. Así lo leemos enMETTMANN: Introducción, 11-12. También en la edición de Filgueira Valverde,pp. LI-LVI de la introducción.

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Mérida, actualmente denominado Vía de la Plata, lo hacía por la ladera nororientalde la sierra, pasando por Monesterio y Fuente de Cantos26.

Por tanto, desde la cumbre de Tudía se ejercía, y se ejerce todavía, uncontrol visual sobre estas vías de comunicación, así como un amplio dominioóptico sobre las poblaciones y tierras situadas en la penillanura extremeña, lasdel Alentejo portugués, y sobre las norteñas de las actuales provincias deSevilla27 y Huelva. La citada sierra, que da nombre a toda una comarca, tambiénes visualizada a su vez desde un extenso territorio y, por supuesto, desdemuchos tramos de estas importantes vías de comunicación. Respondiendo aesta singularidad geográfica, creemos nosotros que la sierra de Tudía fue pues-ta bajo la advocación de Santa María28 por la Orden de Santiago en 1248, alpoco de llegar estas tierras a sus manos, levantando una iglesia en lo alto de sucima con una doble función: mostrar a los musulmanes del reino de Niebla29

hasta dónde habían llegado los cristianos y, por otra parte, ejercer como focodifusor del más temprano marianismo en una zona de reciente conquista dondeno existían entonces otros auxiliadores espirituales.

26 El actual trazado de la Vía de la Plata por la provincia de Sevilla toma fuerza a finales delsiglo XVI y se confirma en el XVIII. Pero a comienzos del siglo XVI, según los itinerariosde Hernando Colón y Juan de Villuga, el camino real entre Sevilla y Mérida cruzaba SierraMorena pasando por Castilblanco de los Arroyos, Almadén de la Plata, Real de la Jara,Monesterio, Fuente de Cantos, y Zafra. Desde ésta continuaba hacia Mérida, perotambién se podía ir a Badajoz pasando por La Albuera. De todas formas, para llegar aBadajoz también había un ramal que, arrancando de Almadén de la Plata, pasaba porSanta Olalla, Cala, Arroyomolinos, Segura, Fregenal, Jerez, Barcarrota y La Albuera.

27 La visión sobre tierras sevillanas es más profunda que sobre las onubenses. Baste decir alrespecto que la capital andaluza, a unos 80 kilómetros en línea recta desde Tudía, esvisible desde ésta si las condiciones meteorológicas lo permiten. La ubicación de Sevillano se pierde por las noches; puede sorprender que en el verano de 1992 se visualizarandesde Tudía los fuegos artificiales que cada noche se hacían en la “Expo” sevillana.

28 Que la sierra de Tudía estaba bajo la advocación de Santa María lo sabemos por undocumento de marzo de 1274, por el que se le concede fuero a Segura de León y se leescinde de la encomienda de Montemolín. El texto podemos leerlo en OYOLA FABIÁN,Andrés: El fuero de población de Segura de León. Aplicación y vigencia. “Actas del Icongreso de la Memoria colectiva de Tentudía”. Zafra, 2001. pp. 307-320. La divisiónde los términos entre Segura y Montemolín discurrían, según el documento que hablamos,por el río Ardila arriba “hasta llegar a la sierra de Santa María”. No se dice en eldocumento que seguimos a qué Santa María se refiere, pero si tenemos en cuenta que elArdila nace en la hoy llamada Sierra de Tentudía y que el rey Sabio nos dejó cincocantigas dedicadas a la Virgen de Tudía, no hay que esforzarse mucho para entender dequé Santa María se nos habla el documento de 1274.

29 Niebla fue conquistada en el año 1262 por el rey Alfonso X.

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Sobre este mapa resaltamos con línea continua el trazado de los diferentes caminos entreSevilla y Badajoz-Mérida. Con un punto marcamos el emplazamiento de la Sierra deTudía.

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Tanto si nos apoyamos en el asunto legendario, como si lo hacemos en el más históricamente factible de la ofrenda votiva del maestre Pelay Pérez Correa a Santa María, por una victoria conseguida en el día que la Iglesia celebraba el nacimiento de la Virgen, el origen del santuario responde a un ofrecimiento espiritual. No de otra manera podemos explicar que los santiaguistas levanta-ran aquella iglesia en lo más alto de una sierra, abierta a todos los vientos, en una zona marginal de sus posesiones y muy alejada de las poblaciones del entorno. El milagro de la leyenda explica perfectamente las razones del maestre para levantar aquel templo, pero el milagro de “el sol parado” no se recoge en las Cantigas de Santa María a pesar de su grandiosidad, y por tal motivo los estudiosos del asunto se inclinaron por desplazar el origen de la leyenda de “Ten-Tudía”, nada más y nada menos, que un siglo más tarde de cuándo en realidad se dio el hecho de armas al que nos hemos referido.

Este hecho de armas se pudo dar en septiembre de 1248, cuando el reyFernando III cercaba Sevilla y ordenó al maestre Pelay Pérez Correa, que despe-jara de musulmanes los caminos que llegaban a Sevilla procedentes del reino deLeón; caminos por los que circulaban gran parte de las provisiones que recibíael ejército sitiador de la ciudad del Guadalquivir. El maestre y sus huestes sedesplazaron de Sevilla a Montemolín, villa que pertenecía al señorío santiaguistadesde el mes de mayo del citado año30, pero a la hora de ejecutar el mandatoregio se debió encontrar el maestre santiaguista con más dificultades de lasesperadas. En una situación comprometida no resulta extraño que el maestre seencomendara a Santa María el día de la natividad de María, y de aquí el Tu-díaoriginario que se recoge en las Cantigas; nombre que también llevó a lo largode su existencia la vicaría que tenía su iglesia cabecera en Tudía, y cuyo titularejerció la jurisdicción eclesiástica en aquella zona hasta el año 1873, al extin-guirse la Orden de Santiago.

Como resulta posible que para la construcción de la prístina iglesia deTudía se aprovecharan materiales de otras edificaciones existentes en lo alto de

30 Este asunto lo hemos tratado en profundidad en nuestra tesis doctoral. Véase LÓPEZFERNANDEZ, Manuel: La Orden de Santiago y el maestre Pelay Pérez Correa. Institutode Estudios Manchegos. Ciudad Real, 2007, pp. 272 y ss. También en: Pelay PérezCorrea. Historia y leyenda de un maestre santiaguista. Diputación de Badajoz. Badajoz,2010, pp. 292 y ss. De todas formas, precisaremos que la donación de Montemolín a laOrden fue en realidad un intercambio con Cantillana. Esta villa era santiaguista y el reyla permutó por Montemolín.

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la sierra31, es totalmente posible que estuviese terminada para noviembre de1252, cuando don Alfonso, ya rey de Castilla, se desplazó por primera vez deSevilla a Badajoz para entrevistarse con el rey Alfonso III de Portugal. La fina-lidad de esta entrevista era resolver las diferencias políticas que los distancia-ban a consecuencia de la “cuestión del Algarve”, agravada por la agresividadde los hospitalarios portugueses, quienes rompiendo una tregua anterior sehabía apoderado el año anterior de Aroche y Aracena, tierras cuya conquistapertenecía al reino de León32.

Por la documentación a nuestro alcance, sabemos que la salida de Sevillade don Alfonso se hubo de hacer en torno al día 25 de octubre y su llegada aBadajoz fue muy próxima al día 9 de noviembre33. Dos semanas de viaje le llevódesplazarse de una ciudad a otra en un trayecto que bien podía hacerse encuatro o cinco días34, por lo que el monarca hubo de detenerse en algún lugarmás de una jornada, o recorrer diariamente tramos muy cortos del camino. Sinexcluir que la escasa progresión en el itinerario del monarca se debiera a lapráctica de la caza en los muchos montes de Sierra Morena, en lo que realmentequeremos incidir aquí es en las condiciones climáticas que se dan en lo alto dela sierra de Tudía la mayor parte de los meses del año, especialmente en losmeses de otoño, invierno y primavera. En estas estaciones bajan tanto lastemperaturas en lo alto de la sierra que resultaría imposible residir en las insta-laciones aledañas a la iglesia sin encender fuego; y queremos hacer hincapié enesta circunstancia porque en la iglesia de Santa María de Tudía vivía gente queprestaba allí su servicio, según veremos más adelante. Apoyándonos en estoúltimo queremos resaltar que si la iglesia que nos incumbe podía llamar la

31 Ésta es una hipótesis sobre la que ahora trabajamos y no podemos desarrollar aquí.32 BRANDAO, frai Antonio: Crónica de D. Sancho II e D. Afonso III. Livraria Cvilizaçao.

Porto, 1946, pp. 181. La conquista de estas plazas fue obra de Afonso Peres Farinha,prior de la Orden del Hospital en Portugal. Así en HERCULANO, Alexandre: Historia dePortugal. Livraria Bertrand, tomo II, pp. 623 y ss.

33 Para seguir el itinerario del rey de Castilla en estos viajes nos apoyamos en GONZÁLEZJIMÉNEZ, Manuel y CARMONA RUIZ, María Antonia: Documentación e itinerario de Alfonso X el Sabio. Universidad de Sevilla. Sevilla, 2012, p. 16.

34 En una jornada normal de marcha podían hacerse 50 o 60 kilómetros. Seguimos aquí laopinión de MENÉNDEZ PIDAL, Gonzalo: Los caminos en la historia de España.Madrid, 1951, pp. 9-12. Aquí se toma como referencia una guía para peregrinos escritaen el siglo XII, donde se considera corta una jornada de 40 kilómetros. Para el autor queahora seguimos, lo normal es la jornada de 60 kilómetros, incluso en invierno.

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atención a los caminantes por su especial ubicación, el efecto de salir de lamisma una columna de humo debía hacerla más llamativa a los viajeros quetransitaran por los caminos antes citados.

Sin excluir que el rey pisara los cazaderos de la sierra de Tudía, ni quesubiera a la misma para visualizar las tierras que ya señoreaban los portugue-ses35, es muy probable que en este primer viaje de Sevilla a Badajoz tomaraconciencia el rey Alfonso X de la existencia de la iglesia de Santa María deTudía. Mucho más cuando suponemos que el maestre Pelay Pérez Correa debíaacompañar al monarca36 en su viaje a Badajoz; lo creemos así por cuanto afec-taba a su Orden cualquier decisión que se tomara en la real entrevista sobre lastierras del Algarve37. No podemos demostrar la presencia del maestre en elséquito de don Alfonso, pero debemos tener en cuenta que documentalmentetenemos localizado al maestre en Sevilla en el mes de agosto de 1252, y amediados de diciembre se hallaba en Aljustrel, en el Alentejo portugués, des-pués de separarse del rey de Castilla en Mérida. Porque don Alfonso pasó poresta última ciudad cuando terminó sus gestiones en Badajoz, entre los días 3 y6 de diciembre38, y no creemos que el maestre santiaguista dejara sólo al rey deCastilla en la primera visita que éste hizo a Mérida. Al contrario, nos inclinamosa pensar que los dos estuvieron juntos -en Badajoz y Mérida-, hasta una fechapróxima al día 6 de diciembre, de manera que el maestre ya pudo salir paraAljustrel39 y el rey castellano emprender el camino de vuelta a Sevilla40. Paraeste viaje de vuelta también es posible que el rey tomara otro itinerario distinto

35 Todo apunta a que los portugueses señorearon Aroche y Aracena hasta 1267, año en elque se firmó un tratado por el que se acordó que las fronteras entre los dos reinos siguierael curso del Guadiana.

36 El maestre Pelay Pérez Correa se ganó el aprecio del monarca desde los tiempos en queéste era Infante, más concretamente desde la primera campaña para la conquista delreino de Murcia, en 1243.

37 Para más detalles relacionados con el maestre santiaguista, véanse los trabajos citadosen la nota 30.

38 GONZÁLEZ JIMÉNEZ y CARMONA RUIZ: Documentación…, p. 16.39 Aquí estaba el maestre el día 17 de diciembre. Así lo hacemos constar en uno de los

apéndices de nuestros trabajos sobre el maestre, ya citados.40 GONZÁLEZ JIMÉNEZ y CARMONA RUIZ: Documentación…, p. 16. El día 27 de

diciembre emite la Cancillería un documento ya en Sevilla.

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al de la ida a Badajoz para no agobiar con cargas económicas a los pueblos pordonde pasaba41.

En coherencia con lo que hasta ahora hemos dicho, no parece que en 1252 don Alfonso de Castilla estuviese involucrado en su proyecto cancioneril en honor de Santa María; sin embargo, en 1267 ya había cambiado de modo de pensar y se encontraba inmerso en la composición de las cantigas dedicadas a la Virgen. Y nos fijamos en el año 1267 porque precisamente a comienzos del mismo hizo Alfonso X otro viaje de Sevilla a Badajoz con la finalidad de entre-vistarse nuevamente con el rey Alfonso III de Portugal. La intención de Alfon-so de Castilla era ceder entonces los derechos que tenía sobre el Algarve a su nieto Dinís42 y trazar una frontera estable entre los dos reinos a lo largo del curso del Guadiana. El llamado Tratado de Badajoz se firmó en el mes de febre-ro43, por lo que al desplazarse de Sevilla a la ciudad del Guadiana la comitiva real es muy probable que pasara de nuevo por las cercanías de Tudía, a la ida o a la vuelta cuando menos, en los tiempos más fríos del año. Dándose tales circuns-tancias, es posible que no sólo el penacho de humo que salía del santuario mariano llamara la atención del rey de Castilla, sino que también pudiera sentir-se interesado por las historias que la gente de la comarca contaban sobre los milagros de la Virgen que se veneraba en lo alto de la sierra.

Y por lo que se refiere a la presencia del maestre Pelay Pérez Correa en las entrevistas de Badajoz y en el posterior viaje a Sevilla tenemos pocas dudas. La presencia del maestre en los acuerdos que precedieron al tratado la considera-mos irrefutable por varias razones. La primera de ellas es que desde 1263 era el intermediario de los reyes de Castilla y Portugal en la cuestión del Algarve. La segunda es que la Orden de Santiago hubo de entregar en aquella ocasión –en el Tratado de Badajoz- al mayordomo del rey de Portugal, Joao de Aboym, la

41 Las villas por donde pasaba el rey estaban obligadas a soportar el impuesto del “yantar”,o mantenimiento de la comitiva real.

42 Este infante era hijo del rey portugués, Alfonso III, y de una hija del rey deCastilla llamada Beatriz. No queremos extendernos en estos asuntos, pero es necesarioprecisar que la cuestión política del Algarve se solucionó parcialmente gracias almatrimonio del rey de Portugal con la infanta castellana en mayo de 1253. Con elnacimiento del infante don Dinís las tensiones políticas disminuyeron entre los dosreinos y se dieron prácticamente por cerradas en 1267, con el Tratado de Badajoz.

43 No queriendo profundizar en este asunto político, remitimos una vez más a los quedeseen ampliarlo a los trabajos que venimos citando sobre Alfonso X, o sobre el maestrePelay Pérez Correa.

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tenencia temporal de todos sus castillos en la región del Algarve, mientras lossantiaguista recibían del rey portugués otras posesiones situadas al norte deesta región44, intercambio que consideramos irrealizable sin contar con la acep-tación del maestre. La tercera y última razón para defender la presencia delmaestre en Badajoz en febrero de 1267 es que lo encontramos documentado enel mes de enero de este año en Lisboa y en el verano en Sevilla, por lo que esmuy posible que el viaje de vuelta a esta ciudad lo hiciera Pelay Pérez Correacon el rey de Castilla, quien ya debió llegar a Sevilla a primeros de Marzo45.

Por lo que venimos viendo, puede que el trovador Alfonso de Castilla seinteresara ya en 1267 por los milagros de Santa María de Tudía. Pero si no fue enel año antes citado, debió hacerlo en 1280 cuando el rey ya estaba dispuesto aalcanzar la composición de cuatro centenas de cantigas en honor de la VirgenMaría, y don Alfonso y sus colaboradores buscaban fuentes de inspiración enlas colecciones de los santuarios locales de la Península. Nos fijamos concreta-mente en 1280 porque este año, otra vez en el mes de febrero, el rey de Castilla sedesplazó de Sevilla a Badajoz para entrevistarse con el nuevo rey de Portugal, sunieto don Dinís46. En esta ocasión el rey buscaba, en el seno de una reuniónfamiliar, la avenencia entre su hija Beatriz y su nieto cuando la relación del jovenmonarca con su madre no era la mejor47. Por lo que conocemos, don Alfonsollegó a Badajoz a primeros del mes de febrero, acompañado de sus hijos; envióa éstos a Elvas a entrevistarse con el rey de Portugal, llegando a estar juntosunos días tíos y sobrino, pero los infantes regresaron a Badajoz trayendo lapromesa de que el rey de Portugal iría a entrevistarse con su abuelo, aunque enrealidad nunca lo hizo porque se marchó a Lisboa sin cumplir lo prometido. El reyde Castilla esperó unos días más en Badajoz –parece que hasta el 2 de marzo– yluego volvió a Sevilla, donde ya estaba el día 20 de dicho mes48.

44 Este es un asunto que tratamos con más detalles en nuestros trabajos citados en la nota 30.45 GONZÁLEZ JIMÉNEZ y CARMONA RUIZ: Documentación…, p. 335.46 Alfonso III de Portugal había muerto en el mes de febrero de 1279.47 Así en Crónica de Alfonso X. Edición de Manuel González Jiménez. Real Academia

Alfonso X el Sabio. Murcia, 1999, pp. 205-20648 Estos datos están extraídos de GONZÁLEZ JIMÉNEZ y CARMONA RUIZ: Documen-

tación…., p. 548. En realidad, las fechas que aquí se dan para este viaje a Badajoz nocoinciden en absoluto con las que da el cronista. Si tenemos en cuenta que la Crónica seescribió bastantes años más tarde, podemos entender el desacierto del cronista.

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Por entonces, la situación vital de don Alfonso estaba gravemente afec-tada en lo familiar, en lo político y no menos en lo militar, ya que en el veranoanterior su ejército y su flota habían sufrido un serio descalabro frente a Algecirasa consecuencia de que el dinero recogido para la guerra había sido utilizado porel infante don Sancho para atraer a su bando a la reina doña Violante49. Despuésde estas vicisitudes familiares y del desastre militar de Algeciras sufrió AlfonsoX la desafección de su nieto, por lo que entendemos que en aquellos tiempos elrey de Castilla se sentía profundamente decepcionado con la respuesta de susfamiliares y partidarios más cercanos, situación que viene a reflejarse en el textode la cantiga 30050.

Pues bien, inmerso en estas circunstancias de índole personal hubo depasar el rey por las proximidades de Santa María de Tudía, situación que con-sideramos decisiva a la hora de evaluar la relación afectiva entre el monarca y laimagen que se veneraba en aquella iglesia situada en lo alto de nuestra aisladasierra. De todas maneras, no fue éste el último capítulo entre don Alfonso y elsantuario, porque en el mes de mayo de 1282 se declaró aquella guerra civil dela que hablamos páginas atrás, entre el rey de Castilla y su hijo Sancho, motivopor el que los vecinos de Montemolín fueron a Sevilla y solicitaron al monarcaque los acogiera dentro del realengo. El rey accedió a tal petición y quitó lastierras de Montemolín a la Orden de Santiago, adjudicándoselas al reino deSevilla “en cuyo termino son”. Así fue como el santuario de Santa María deTudía, situado dentro de la encomienda de Montemolín, pasó a tierras derealengo entre julio de 1282 y abril de 1284 porque, a la muerte de Alfonso X, elrey Sancho IV devolvió esta encomienda a la Orden de Santiago.

Con lo anterior damos por terminado el estudio de las relaciones entre elrey Sabio y la iglesia que nos incumbe. Aunque en el mismo no hayamos podi-do precisar la fecha exacta que la que el rey de Castilla decidió cantar a SantaMaría de Tudía, nos inclinamos a creer que hubo de ser con posterioridad a1280. Esto lo suponemos así por dos razones concretas: las veces en las que enestos cantares se dicen que Tudía pertenecía al reino de Sevilla, y la alta nume-ración de las cantigas dedicadas a esta advocación mariana dentro de la obra

49 La reina había huido a Aragón con los hijos del difunto infante don Fernando. El infantedon Sancho quiso atraerla a su bando pagando las deudas de la soberana.

50 En la última estrofa de esta cantiga dice así: E ar aja piedade / de como perdi meus días/ carreiras buscand’ e vías / por dar aver e herdade / u verdad’ e / lealdade / per rennunca puid’ achar, / mais maldad’ e / falssidade, / con que me cuidan matar / …

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que tratamos. Entiéndase lo anterior sin excluir que el rey pudiera conocer laiglesia con antelación.

3. LOS MANUSCRITOS DE LAS CANTIGAS. EL CÓDICE DE LOSMÚSICOS

Conocidos los vínculos entre el rey de Castilla y Santa María de Tudía,creemos que ha llegado el momento de proporcionar algunos datos relativos alos diferentes manuscritos en los que nos han llegado las Cantigas de SantaMaría y, de manera especial, al códice que contiene las cinco cantigas queespecialmente nos interesan, antes de adentrarnos en el análisis de la temáticade dichos cánticos en un apartado posterior.

En este orden de cosas, diremos de entrada que son cuatro los manuscri-tos en los que nos han llegado las Cantigas, volúmenes cuya elaboraciónresponde de alguna manera a las distintas fases por las que pasó el proyecto dematerialización de esta regia obra, utilizando este último calificativo en el másamplio de los sentidos. Porque viendo el contenido de los manuscritos, no hayduda de que Alfonso X quiso elaborar una obra “digna del destinatario y deloferente”51. Este propósito justifica sobradamente la calidad estética del conte-nido de los manuscritos de las Cantigas de Santa María, al igual que viene aexplicar el especial cariño que el rey le tenía al viajar con los manuscritos, o aldisponer en su codicilo que los libros de “los Cantares de Miraglos e de Loorde Sancta Maria sean todos en aquella iglesia ó el nuestro cuerpo fuereenterrado…”52. De acuerdo con tal disposición, los manuscritos quedaroninicialmente en la Catedral de Sevilla, pero con el transcurso del tiempo siguie-ron una suerte dispar hasta llegar a las bibliotecas del Real Monasterio delEscorial, Nacional de Madrid, o Nacional de Florencia, donde se guardan hoycomo luego veremos53.

Dijimos anteriormente que el proyecto alfonsino se inició con el objetivode reunir un centenar de cantigas, cantidad que debieron elaborarse entre losaños 1257 y 1265, o poco después. Terminada esta fase, parece que el rey pensó

51 BREA, Mercedes: “Tradiciones que confluyen en las Cantigas de Santa María”. Alcanate.Revista de Estudios Alfonsíes, nº IV. Sevilla, 2004-2005, p. 269.

52 GONZÁLEZ JIMÉNEZ: Diplomatario…, p. 560.53 Seguimos aquí a FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ: Cantigas….., pp. 323-348.

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en reunir dos centenares de cantigas al tiempo que ordenaba elaborar un códi-ce ilustrado54 del que posiblemente sea una copia, pero más elaborada, el ma-nuscrito iluminado que hoy se guarda en la Biblioteca Nacional de Madrid,conocido como Códice Toledano55. Por tanto, el original de este códice, hoyperdido, pudo ser el que el rey se llevó a Vitoria en 1276 y a cuyo auxilio recurriópara que sucediera lo que el monarca cuenta en la cantiga 20956.

Por otro lado, el proyecto de la consecución de las 200 cantigas se mate-rializa en una obra compuesta entre los años 1280 y 128457 por dos volúmenespreciosamente ilustrados: el Códice Rico del Escorial y el llamado Códice deFlorencia, los cuales se caracterizan por una extraordinaria factura de difícilcomparación, detalle que hace suponer a los tratadistas que fuese para deleitepersonal del monarca; no sorprende que fuese así cuando estos dos volúme-nes no sólo articulan poesía y música en sus páginas, sino que el contenido delas cantigas narrativas es iluminado con una amplia serie de miniaturas realiza-das con magistral perfección, en las que se reflejan los muy variados aspectosde la vida cotidiana de aquellos tiempos. El Códice Rico del Escorial permane-ció vinculado al patrimonio regio hasta que pasó a la Real Biblioteca del Mo-nasterio del Escorial como donación de Felipe II58. En este códice no existereferencia alguna a las cantigas de Santa María de Tudía; por el contrario, sí lashay de dos cantigas en el Códice de Florencia, según nos dice WalterMettmann59. Aunque las mismas no las conocemos de primera mano, nos resis-timos a terminar este apartado sin decir que el llamado Códice de Florenciasiguió una trayectoria más incierta por su condición de inacabado cuando seprodujo el fallecimiento de Alfonso X60; a pesar de tal circunstancia, continuó

54 METTMANN, Introducción, 22. Según este autor, el material acumulado hasta entoncessufrió una reordenación.

55 Se denomina así porque de Sevilla pasó a la Catedral de Toledo antes de llegar a laBiblioteca Nacional del Madrid como consecuencia de la desamortización. Ahora sesupone que fue elaborado entre 1270-1280.

56 Así en FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ: Cantigas…, p. 331.57 Ibidem, 334.58 Ibidem, p. 338.59 METTMANN, Introducción, 34. El autor nos habla de las cantigas 325 y 326.60 Así lo reconocen todos los tratadistas que seguimos. Este códice fue encontrado

casualmente por Menéndez Pelayo en Italia, antes de pasar a los fondos de la BibliotecaNacional de Florencia.

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este códice perteneciendo al patrimonio librario de la Corona hasta que la reinaIsabel I lo donó a su mayordomo, Andrés Cabrera, pasando así a manos departiculares y llegando a la Biblioteca Nacional de Florencia en 186161.

Intencionadamente traemos a colación las referencias correspondientesal Códice de los Músicos en último lugar, porque es el manuscrito que contienelas cinco cantigas dedicadas a Santa María de Tudía. Este códice también seconserva en la biblioteca del Real Monasterio del Escorial desde los tiempos deFelipe II y resulta el más completo y elaborado de todos los manuscritos, deaquí que se le considere como a la edición princeps de las Cantigas de SantaMaría. Su elaboración es también de los años finales del monarca, y parececomplementaria a la de los dos códices reseñados en el párrafo anterior; losespecialistas así lo justifican al creer que estos últimos eran para disfrute perso-nal del rey, mientras el Códice de los Músicos tenía por finalidad permanecer enla Capilla Real como pieza de uso litúrgico62.

Este último códice responde plenamente al proyecto de reunir los cuatrocentenares de cantares63. El texto de las canciones está escrito a dos columnascon una hermosa letra francesa del siglo XIII, las letras capitales de cada canti-ga son de color azul con dibujos encarnados al tiempo que las letras iniciales delas diferentes estrofas se van alternando entre los dos colores que acabamosde señalar. El repertorio iconográfico de este códice se limita al prólogo y a lascantigas decenales –cuarenta por tanto- en las que imágenes de músicos coninstrumental de la época anteceden a los textos del poema. La ejecución de estemanuscrito se puede calificar de exquisita, y por tanta perfección no faltanespecialistas que se inclinan a creer que se ha copiado de un borrador muyelaborado64. En este códice figuran las cinco cantigas a Santa María de Tudíacon los números 325, 326, 329, 344 y 347.

4. SANTA MARÍA DE TUDÍA EN LAS CANTIGAS ALFONSINAS

Como hemos anticipado, dedicaremos este apartado al estudio de la te-mática de las cantigas dedicadas a la Virgen de Tudía. Pero antes de profundizar

61 FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ: Cantigas…, p. 344. El códice en cuestión recorrió unlargo y curioso camino antes de finalizar en la Biblioteca Nacional de Florencia.

62 Ibidem, p. 348.63 METTMANN, Introducción, 28. Este códice contiene 401 cantigas.64 FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ: Cantigas…, p. 332.

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en la misma debemos preguntarnos de dónde pudieron extraerse las historiasque en ellas se cantan, con la pretensión de conocer si los asuntos tratados enlas cantigas a la Virgen de Tudía fueron recogidos de la colección local que seguardaba en aquel santuario, pertenecían a alguna tradición oral difundidaentre la gente de la comarca, o fueron creación directa del rey y de sus colabo-radores.

Resulta difícil dar una respuesta exacta a tal pregunta, pero ya que en laestructura compositiva de muchas de las cantigas alfonsinas se explica la pro-cedencia de aquellos cantares65, hay que ver si en el texto de las dedicadas a laadvocación venerada en la iglesia de Tudía se dice algo sobre tal circunstancia,adelantando ya en tal sentido que tres de los cinco cantares antes enumeradosproporcionan alguna información sobre este aspecto que buscamos.

Así, la cantiga 326 parece indicarnos que el asunto en ella tratado era unatradición oral difundida por la comarca ya que, cuando el autor trata de explicarlas relaciones que tiene con el santuario, nos dice primero que conocía a mu-chos de los que habían estado en el mismo –e daqueles que foron y o sei–, parainformarnos luego que el milagro lo había oído –com’ oý–. A juzgar por loanterior, el milagro relatado en esta cantiga pertenece a la tradición oral y noapunta hacia la necesaria presencia del rey en la iglesia; sin embargo, en lacantiga 329 se indica claramente que el autor supo en la misma iglesia de Tudíadel milagro que relata -Dest´un fremoso miragre / aveo, com’ aprendi, / enTudía, na eigreja / da Virgen, e foi assi-. Como no podía ser de otra manera, losúltimos versos llaman mucho la atención al informarnos de que el autor habíasabido de aquel milagro en la iglesia de Tudía, por lo que no sería descabelladodecir que el rey pudo estar en la iglesia que tratamos. Lo significativo de laanterior circunstancia es que tal situación viene a confirmarse en la cantiga 347,cuando en ésta se dice que en dicha iglesia había un gran libro lleno de mila-gros: Desto direi uu miragre / que en Tudia aveo / e porrey-o con outros, /ond’ un gran livro é cheo. De esto último no sólo se deduce que el texto delmilagro fue tomado de una fuente literaria existente en el santuario mariano66,

65 El asunto, por complejo, desbordaría el espacio aquí asignado. No obstante, para el temade las fuentes de las Cantigas remitimos a la edición de Filgueira Valverde, ya citada,pp. XLVIII-L VI.

66 Como hemos explicado páginas atrás, no resulta sorprendente que en la iglesia de Tudíase guardara en aquellos tiempos alguna colección de milagros, atribuidos a la imagen queallí se veneraba.

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sino que el rey lo pondrá con otros muchos que tenía aquel libro. Este últimodato, sumado a lo ya visto en el texto de la cantiga 329, y a lo explicitado en elapartado dedicado a los itinerarios del rey, nos conduce a pensar que donAlfonso estuvo en la iglesia de Tudía.

Y entrando ya en los asuntos tratados en las cantigas a Santa María deTudía diremos que la temática de la cantiga número 325, la primera de las canti-gas que nos encontramos en el llamado Códice de los Músicos, su título es:Como Santa María de Tudia sacou hua manceba de cativo, y viene encabe-zada por el musical estribillo:

Con dereit’ a Virgen santa / a nome Strela do DiaCa assi pelo mar grande / come pela terra guia.

Podíamos encasillar esta cantiga dentro del grupo de las que tratan de laredención de cautivos; aunque si hemos de ser precisos, en este caso concretose trata de una cautiva cristiana originaria de la comarca de Tudía que estabapresa en Tánger. En dicha cantiga se nos muestra a la portuguesa villa deSilves, en el Algarve, como poblada ya por cristianos, de lo que se deduce quela cantiga relata un milagro ocurrido con posterioridad a 125067, circunstanciacronológica que parece reiterarse en el estribillo de dicha cantiga si seguimos laopinión de algunos historiadores68, quienes entienden que el simbolismo de laestrella a la que se hace referencia en el estribillo de la misma corresponde a laque se materializa en el sello de la orden militar de Santa María de España,

67 La villa de Silves fue conquistada en tiempos de Alfonso III de Portugal en la campañamilitar de 1249-1250. Según la Cronica da conquista do Algarve fue conquistada por elmaestre Pelay Pérez Correa. De esta crónica existen varias versiones; aquí seguimos laque se inserta dentro de Crónica de cinco reis de Portugal. Ediçao diplomática e prólogode A. de Magaláhes Basto. Livraria Civiliçao. Porto, 1945, vol. I, pp. 211-212.

68 Parece ser que el primero en recoger la relación entre el estribillo de esta cantiga y laOrden de Santa María de España fue Juan Menéndez Pidal. Así lo recoge BALLESTEROSBERETTA, Antonio: Alfonso X el Sabio. Salvat Editores. Barcelona–Madrid, 1963, p.588. Se hace eco del simbolismo de la estrella y de su significación mística PÉREZ–EMBID, Florentino: La marina real castellana en el siglo XIII. “Anuario de EstudiosMedievales”, nº 6. Barcelona, 1969, p.178. También en el mismo sentido lo recogeTORRES FONTES, Juan: La Orden de Santa María de España. “Anuario de EstudiosMedievales”, nº 11. Barcelona, 1981, p. 802.

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también llamada de la Estrella, fundada precisamente por Alfonso X en unafecha próxima a 127269.

Después del estribillo se relata en la cantiga que una mora de Tángertenía en prisión a dos cautivas cristianas, a las que daba un terrible trato yescasa alimentación. La mujer musulmana, estando en trance de muerte llamó alas dos cautivas y les propuso que dejaran su religión y se convirtieran al islam,prometiéndoles a cambio la libertad, una buena herencia y el matrimonio conmoros bien posicionados socialmente. De no hacer lo que les pedía, las amena-zó con castigos durísimos y hasta con cortarles la cabeza. Una de las cautivasaceptó asustada, pero la otra rechazó la atractiva oferta material que le ofrecíany se encomendó a la Madre de Dios, aunque antes precisa la cantiga que laesclava rebelde:

….natural era / do gran reino de Sevilla,dun logar en que mirargres / faz a de Deus madr’ e Filla

que Tudía é chamado / e d’oyr a maravilla

Aquí aparece por primera vez la vinculación de la comarca de Tudía conel reino de Sevilla, circunstancia nada extraña si tenemos en cuenta que Alfon-so X consideraba en 1253 que el reino de Sevilla comprendía las tierras situadasen la vertiente norteña de Sierra Morena70. Pero volviendo al asunto de lacantiga, diremos que a la cautiva natural de la comarca de Tudía se le presentóla Virgen en sueños y la encaminó hacia tierras cristianas llevándola a las cerca-nías de Silves. La cautiva entró en la villa y los vecinos la llevaron a la iglesiapara dar gracias a Santa María, pero de ninguna manera pudieron quitarle elcollar de hierro que la mujer llevaba y por el que la encadenaban en Tánger. Alproducirse tal fenómeno, la cautiva cayó en la cuenta de que la voluntad de la

69 Véase con más detalles en el trabajo citado en último lugar de la nota anterior, p. 801.70 No olvidemos que en 1253 Alfonso X concedió términos al reino de Sevilla y por el

Norte lo llevó más allá de Sierra Morena. Aunque estas repetidas citas pudieran estarrelacionadas, como ya hemos dicho, con el paso de Montemolín a tierras de realengo.

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Virgen era que dejase aquel collar en la iglesia de Tudía, por lo que abandonóSilves y se encaminó hacia su comarca natal:

Eles deron-ll’algu’, e foi-sse / E logo que foi entradaen Tudia na eigreja / da Reyna coroada

caeu-ll’ o colar do colo, / que se non deteve nada;e o sancritan tan toste / a gran campaa tangia.

Como podemos leer, nada más llegar a la iglesia de Tudía se le cayómilagrosamente el collar que no habían podido retirarle en Silves, motivo por elque todos se maravillaron del acontecimiento y dieron gracias a la Virgen congrandes repiques de campanas, mientras que la joven cautiva, entendiendoque cuanto le había ocurrido era porque la Virgen que se veneraba en Tudía laquería para el servicio de su iglesia, decidió quedarse en aquel templo del quese nos dice que tenía sacristán y campana.

La segunda cantiga dedicada a Santa María de Tudía, la 326, cambiatotalmente de temática. El título de la misma: Como Santa Maria de Tudiaprendeu os ladroes que lle furtaron as colmeas, y su contenido trata de unasunto puramente local donde se recoge el enfado de Santa María porque unoshombres le robaron las colmenas de la iglesia; tales circunstancias vienen resu-midas en el estribillo:

A Santa maría muito ll’ e greuDe quen s’atreve de furta-lo seu.

El robo de unas colmenas tenía su trascendencia en aquellos días, por-que de las mismas se obtenía cera para las velas de la iglesia, además del propioalimento que le miel representaba71. Pero más allá del hecho material en sí mis-mo, lo que viene a resaltar el trovador Alfonso de Castilla es la trascendencia

71 No olvidemos que de las mismas se sacaba miel y cera; si la primera tenía importanciacomo alimento y edulcorante, la segunda formaba parte del sistema más refinado deiluminación, motivo por el que era muy utilizado en la liturgia de la Iglesia y en la casade los ricos. Así en ARGENTE DEL CASTILLO OCAÑA, Carmen: “Las colmenas. Untipo de aprovechamiento de la sierra Morena”. Actas del II Congreso de Historia deAndalucía. Córdoba 1991. Historia Medieval, p. 255.

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moral y la sinrazón del hurto cuando la Virgen era generosa en favores con lagente de la comarca, circunstancia que se refleja en los primeros versos:

Ca a sennor que o tan bien dá non a ome razon de lle furtar

nen de roubar-ll’ o se unen llo fillar ca serviendo-a ben ave-lo á

Esta es la primera cantiga en la que Alfonso de Castilla nos dice que elsantuario de Tudía gozaba ya de gran fama y reputación, por lo que muchosdevotos de Santa María se acercaban al mismo, motivo por el cual conocía elrey a algunos de aquellos devotos, tal y como manifiesta abiertamente cuandodice “e daqueles que foron y o sei”, verso ya citado con antelación. Por lo queseñala don Alfonso, la iglesia de Tudía era por aquellos tiempos un lugar deperegrinación:

A aqueste logar con devoçonveen y as gentes e son romeus

por servir a nobre Madre de Deuse dan y todos mui grand’ ofreçon.

Precisamente uno de aquellos devotos ofreció a la Virgen unas colmenasque se colocaron cerca de la iglesia bajo el cuidado de una mujer, circunstanciaque contaron al monarca tal y como se recoge en la siguiente estrofa:

E quen a verdade saber quisier,Saberá que as poseron aly

Derredor da eigreja, e, com´ oý,Guardava-as hua pobre moller.

Aparte de encontrarnos con otra mujer más en la iglesia de Santa Maríade Tudía, la cantiga que ahora analizamos nos indica que el entorno comarcanoestaba bajo la jurisdicción de los cristianos; lo creemos así porque en estacantiga se habla luego de un caballero que ejercía la justicia por aquellas tierrasy que, de hecho, fue el que apresó a los ladrones de las colmenas después queéstos las hubieran dejado abandonadas, rebosantes de miel.

La siguiente cantiga a Santa María de Tudía, la 329, nos muestra la iglesiade Tudía como a un santuario fronterizo, situado en unas tierras donde eranfrecuentes las correrías de moros. El rey titula esta cantiga: Como Deus fez a un

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moro que fillou a oferta do altar de Santa Maria que se non mudasse dologar; luego, en las primeras estrofas, nos explica el rey cómo supo él delmilagro y dónde ocurrió éste. El autor dice al respecto:

Dest´un fremoso miragre / aveo, com’ aprendi,en Tudía, na eigreja / da Virgen, e foi assi

que de mouros mui gran gente / veeron correr alytod’ en redor pela terra / e mui gran daño fazer.

Resultan muy significativos los dos primeros versos de la anterior estro-fa si pretendemos saber cómo llegó al monarca el asunto de la cantiga. Y nomenos llamativo nos puede resultar las estrofas que relatan cómo los morosentregan a la Virgen, en calidad de ofrenda, parte del botín que traían. Peroantes nos razona el rey la situación explicando que los musulmanes creen en lavirginidad de María con estos versos72:

Ca, segun’d lles deu escrito / Mafomat no Alcoran,ben creen mouros sin falla, / e desto dulta non an,que do Esperito Santo / s’enprennou sen null’ afanprender nen dan’ a sa carne, / e assi foi conceber

Y nos sigue diciendo luego que los musulmanes aceptaban y reconocíanlos dones de la Virgen, por lo que oraron en la iglesia y le entregaron unacuantiosa ofrenda que quedó depositada sobre el altar. Pero uno de aquellosmoros, llevado por la codicia, no dudó en meter en su bolsa el ofrecimientohecho por sus compañeros de cabalgada, hecho por el que Dios le castigóantes que llegara a la puerta de salida, lo cual se relata así:

/ …cego tornoue perdeu todo o siso, / e tan yrto se parou

ben como madeiro duro, / que se non pode moverMuito per e gran dereito / de castigado seer….

72 No es ésta la única cantiga de la colección que hace referencia a la virginidad de María enEl Corán, pues también se hace en la cantiga 165. Precisaremos al respecto que El Corán trata de la virginidad de María en las azoras XIX, dedicada precisamente a María, y también en XXI.91 y en la LXVI.12

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Cuando los compañeros del ladrón se dan cuenta de la falta de éste,vuelven por él y depositan de nuevo la ofrenda sobre el altar, momento en elque Santa María perdona al codicioso musulmán y le devuelve la vista, el hablay el movimiento. Como se podía esperar de tan gran milagro, finalmente sehabla de la trascendencia del mismo:

e o miragre sabudo / foi ben daqui ata Suze dos mouros os crischaos / o ouveron de saberMuito per e gran dereito / de castigado seer….

A tenor de lo que dejan entrever esta cantiga y la siguiente, todo apuntaa que la iglesia de Tudía estaba en una zona fronteriza donde eran relativamentefrecuentes las cabalgadas de moros y cristianos; de aquí que la temática de lacantiga 344 sea también la de las cabalgadas por tierras de la comarca delsantuario mariano. Curiosamente este cantar nos habla de dos coincidentescabalgadas, una de moros y otra de cristianos, que acamparon una noche juntoa la iglesia de Tudía; don Alfonso de Castilla la tituló “Como Santa Maria feza hua cavalgada de cristchaos e outra de mouros que maseron hua noitecabo da sa eigreja e non se viron, por non averen ontr’ eles desaveença”.

Esta cantiga, que para nosotros tiene un sentido especial, comienza conun musical estribillo en el que se encierra un mensaje rotundo y esperanzadorpara aquellos que tiene fe en Santa María, aunque sean de distintas religiones.El estribillo dice así:

Os que a Santa María / saben fazer reverença,Macar se non amen eles, / ela met’ y aveença

Luego, en las primeras estrofas de esta cantiga, el rey aporta un significa-tivo dato cronológico, al que se suma la intención que mueve al monarca arelatar el significativo caso. Por ello dice:

No tempo quando de mouros / foi o reino de Sevillaen aquela ssa eigreja / de Tudía maravilla

conteceu hua vegada; / e mui gran sabor me fillade dizer como foi esto / por averdes mais creença

Os que a Santa Maria /saben fazer reverença.

El dato cronológico nos lleva a pensar que la cabalgada en cuestión sedebió producir con antelación a noviembre de 1248, fecha en la que fue con-

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quistada Sevilla por Fernando III. En cuanto a los motivos del rey Sabio paratraer a colación las circunstancias de la cabalgada y de la acampada en losalrededores del santuario, resulta meridianamente claro que don Alfonso quie-re realzar la voluntad de la Virgen para que no hubiese pelea entre aquellos quele rendían veneración –la reverença del último verso de la estrofa anterior-, ydonde se repite el asunto del respeto de los musulmanes hacia Santa María, yaque el de los cristianos se le da por supuesto.

En las siguientes estrofas de esta cantiga va desgranado don Alfonso lasintenciones que traían moros y cristianos, por este orden, cuando llegan a laiglesia de Tudía, en cuyas cercanías había una fuente cuyo uso resultó comúna unos y otros en la noche de la albergada73. El poeta describe así la críticasituación:

E tan cerca essa noite / uus d’outro albergaron,que mais cerca non podian; / e na font’ aseveraronseus cavalos a beveren, / e tanto non braadaron

que s´oyessen nen se visen / nen soubessen connocençaOs que a Santa Maria /saben fazer reverença.

El rey parece recrearse en describir lo más llamativo de la cantiga: que loscaballos no denuncien con sus relinchos la presencia de ninguno de los dosgrupos. Así que a la mañana siguiente, cuando los unos tuvieron noticia de laexistencia de los otros, piensan todos que lo acaecido había sido un milagro dela Virgen, por lo que después de pedirse tregua partieron del lugar siendoamigos:

Outro dia madurgada / todos daly se partieron;e despoys que cavalgaron / e sen sospeita se viron,muito s’en maravillaron; des i treguas se pedironpor averen deste feito / como fora connocença.Os que a Santa Maria /saben fazer reverença.

En relación con esta cantiga, que nos puede parecer más o menos realis-ta, no podemos resistirnos a decir que tal situación bien pudo darse en unpuerto de montaña y que el puerto que tiene la sierra de Tudía en su lado de

73 Este es el término medieval correcto para definir en castellano la acampada de unanoche.

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poniente todavía se llama, y muy significativamente para nosotros, Puerto delos Ciegos74. Desconocemos el origen de tan llamativo nombre, por lo que másde una vez nos hemos preguntado si tal denominación no tiene alguna relacióncon la cuarta cantiga de don Alfonso a la Virgen de Tudía.

El perfil de la sierra de Tudía vista desde las cercanías de Fuente de Cantos. En lo alto dela sierra se vislumbra la figura del santuario mariano; en su flanco de poniente, el puertode los Ciegos.

Y con la cantiga número 347 llegamos a la última de las que el rey Sabiodedicó a Santa María de Tudía. Su título es: Esta é como Santa Maria de Tudiaresorgiu uu menynno que era morto de quatro días, y su temática se aparta delas dos cantigas anteriores ya que trata de la resurrección de niño de corta edadgracias a la intervención de Santa María. Pero antes de entrar en el asunto deesta cantiga es necesario señalar que la misma contiene interesantes datos

74 Mapa Topográfico Nacional de España. Escala 1/25.000. Hoja 897-III. Hace ya unosaños hicimos un trabajo sobre esta cantiga al que titulamos: “La cantiga del Puerto de los Ciegos y los cazaderos medievales en el entorno de Tudía”. Revista Tentudía. Calera de León (Badajoz), 2007, pp. 21-33.

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relacionados con la intervención directa del rey en la composición de la misma,aparte de que en ella se mencione explícitamente la existencia de un libro dondese recogían muchos de los milagros de Santa María de Tudía. La significativaestrofa dice:

Desto direi uu miragre / que en Tudia aveoe porrey-o con outros, / ond’ un gran livro e cheo

de que fiz cantiga nova / con son meu, ca non alleno,que fez a que nos [a] mostra / por y a Deus muitas vias

Al hilo de cuanto se nos relata, entendemos que el rey tuvo noticias delmilagro por un libro que existía en el santuario75; el mismo libro donde él pondrála cantiga que componga con música propia, que no con la de otro que pudieraayudarle en la tarea. Estos versos donde el rey reivindica la autoría de estacantiga –“que fiz cantiga nova / con son meu, ca non alleno”-, nos resultanextremadamente interesantes porque vienen a resaltar, como en ningún otrocantar de los que aquí comentamos, que la música de esta cantiga es unacomposición personal del monarca, aspecto muy relevante desde cualquieróptica que se analice. Pero volviendo ahora al desarrollo de los acontecimien-tos que relata este cantar, y que finalizará con el milagro ya dicho, no olvida donAlfonso esa vinculación entre la iglesia de Tudía y el reino de Sevilla paradecirnos que cerca del Guadiana vivía una mujer que no podía tener hijos de sumarido por ningún medio a su alcance:

Eno reino de Sevilla / hua moller boa eraen riba d’Aguadiana / morava; mais pois ouveramarido,del neun fillo / aver per ren non podera,

per física que provase / nen por outras maestrias.

Ante tal situación, la buena mujer decidió ir a la iglesia de Tudía enperegrinación para pedirle a la Virgen que le diera aquel ansiado hijo:

E con gran coita d’a ve-lo, / foi fazer sa romariaaa eigreja da Virgen / santa que é en Tudia;

75 Muchos de los autores que venimos citando hablan de las colecciones locales comofuente de inspiración del monarca y de los otros poetas que le apoyaron en la composiciónde las cantigas. Con respecto a la colección existente en Tudía remitimos una vez más aCantigas de Santa María. Introducción, versión castellana y comentarios de José FilgueiraValverde.

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Todo ello con la promesa de que cuando tuviera el niño lo llevaría a laiglesia de Tudía. Y ocurrió que aquella mujer tuvo a la tan deseada criatura, perole faltó voluntad suficiente para cumplir lo prometido a Santa María. A los tresaños murió el niño y entonces se acordó la buena mujer que había incumplidosu promesa; sin demora alguna emprendió el camino hacia la iglesia de Tudíacon el cadáver de su hijo, al que pusieron en el altar de la Virgen mientras lamujer reconocía su falta y pedía a Santa María que devolviera la vida al niño.Cosa que finalmente ocurre con el consiguiente alborozo por parte de todos losallí presentes.

Estos son los encabezamientos de las cantigas 325 y 347, la primera y la última de lasque dedicara Alfonso X a Santa María de Tudía. Llama la atención el preciosismo de las

letras capitales, azules con dibujos encarnados; el resto del texto está escrito a doscolumnas, con hermosa letra francesa de los códices del siglo XIII.

SANTA MARÍA DE TUDÍA EN

LAS CANTIGAS DE ALFONSO X EL SABIO

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5. CONCLUSIONES

Para muchos de los lectores, puede resultar llamativo que el rey donAlfonso dedique cinco de sus cantigas a Santa María de Tudía, la imagen quese veneraba en la iglesia de un humilde santuario situado en tierras santiaguista.Sorprendente puede resultar también que este santuario mariano sea el únicoextremeño que mencione el rey Sabio en sus Cantigas a Santa María, la obramás personal de la rica y variada producción intelectual de Alfonso X.

No obstante, cuando profundizamos en la especial ubicación del santua-rio y nos adentramos en los detalles personales que envuelven la vida del rey,llegamos a la conclusión de que don Alfonso pudo pisar el santuario marianoque nos incumbe en uno de los viajes que hizo de Sevilla a Badajoz, reciénelevado al trono de Castilla-León, o en años posteriores, cuando sus proyectosterrenales parecían torcerse. Debido a tal situación, nuestro rey buscó refugioen la lírica y en su devoción a Santa María; este giro artístico-espiritual se fueacentuando con el tiempo, siendo abiertamente manifiesto en los últimos añosde su vida, momento en el que decidió reunir cuatro centenares de cantigas enhonor a la Virgen. Para llevar a la práctica este proyecto, tuvo que introducir elrey en aquellos cánticos asuntos muy personales, además de recurrir a lascolecciones de milagros existentes en los santuarios locales del sur peninsular.

Sospechamos que pudo ser por entonces, en la fase final de su vida,cuando don Alfonso se interesó por componer esas cantigas a Santa María deTudía. Gracias a ello sabemos hoy que la devoción a esta imagen estaba difun-dida por toda la comarca serrana que tratamos, ya en la segunda mitad del sigloXIII. Dándose tales circunstancias, no parece desencaminado decir que el reyde Castilla se apoyara para estas composiciones concretas en la colección demilagros existente en el santuario de Tudía, tal como apunta en la cantiga 329 yrepite en la cantiga 347. A nuestro juicio, este último cantar resulta esclarecedora la hora de explicarnos esa especial relación entre el rey de Castilla y SantaMaría de Tudía, pues en esta cantiga no sólo se confirma la existencia de unacolección de milagros en el santuario mariano, sino que el monarca reclamaabiertamente la autoría de su música.

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En septiembre de 1994 aparecía el número 1 de esta publicación, editada por la Hermandadde Ntra. Sra de la Salud e impresa por Graficolor, que, salvo el número 2, circunstancialmentereducido a un Programa de festejos con una única colaboración literaria, ha tenido después felizcontinuidad hasta poder celebrar este año, con su número 25, el aniversario de su cuarto desiglo.

Con el respaldo de la Junta Directiva de la Hermandad, encabezada por sus mayordomos,entre los que merece destacarse la larga y fructífera etapa de Francisco Javier García Hermoso,su edición ha estado al cuidado de sucesivos equipos de redacción, como el que figuraba en elprimer número, compuesto por Eloy Díaz Giraldo, Manuel Hernández Chacón, Juan García Gómez,Diego Delgado Delgado, J.Antonio Salguero Marín, J. Andrés Serrano Blanco y Ángel CarmonaGarcía.

La celebración de estos veinticinco años de existencia parece una buena ocasión paraintentar hacer un primer balance del propósito de la revista y del éxito obtenido, evaluables através de los contenidos de los veinticuatro números ya publicados. Para ello se ha elaborado uníndice completo de autores y trabajos, cuya excesiva extensión hace imposible su reproducciónen este lugar, pero del que se puede extraer una abundante serie de datos que permitan acercaseal objetivo propuesto.

Un primer dato es precisamente el de total de autores y trabajos firmados por ellos, que yade entrada permiten afirmar la amplitud de los contenidos y su atractivo para las personas quehan querido participar en su elaboración. Resulta así que se han publicado 453 trabajos, incluyendoeditoriales y notas de redacción, firmados por un total de 109 autores, mayoritariamenteidentificados con nombres y apellidos, con la excepción, breve, de algunos que firman con susiniciales.

A esos textos se suma además una amplísima colección de fotografías, centrada en lafiesta del día 8 de septiembre, en las que a veces se echa de menos el pie de foto en el que sehaga constar sus autores concretos (reseñados de forma conjunta en la página de inicio) perosobre todo su contenido y fecha; esa documentación gráfica es merecedora por sí misma de unanálisis particularizado.

Entre el más de centenar de colaboradores señalado es reseñable la personalidad de varioscuya presencia ha sido y es frecuente y constante. En primer lugar la de dos autores ya fallecidos,Isidoro Garrido Torrado y el que fue fuera Cronista Oficial de Fregenal de la Sierra y gran poetaJosé Quintero Carrasco, en cuyos escritos, en prosa y verso, se aprecia de forma evidente suprofunda devoción a la imagen de la Virgen de la Salud.

La Revista "Fiestas en Honor de Ntra. Sra.

de la Salud" de Fregenal de la Sierra.

NOTAS PARA SU ESTUDIO123456789012345678901234567890121234567890123456789012345678901212345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890121234567890123456789123456789012345678901234567890121234567890123456789012345678901212345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890121234567890123456789123456789012345678901234567890121234567890123456789012345678901212345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890121234567890123456789123456789012345678901234567890121234567890123456789012345678901212345678901234567890123456789012123456789012345678901234567890121234567890123456789

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12 Fiestas en honor de Ntra. Sra. de la Salud

Es también el caso de Manuel Zapata Rodríguez, autor de hasta 33 composiciones poéticas,aparecidas desde el primer número de la revista hasta el correspondiente a 2017, al igual que elde Marcelina Rodríguez Rodríguez o el de Martiriano Serrano Giles.

Presencia igualmente constante, con hasta 32 trabajos firmados, es la de J. Andrés Serrano,miembro de los sucesivos equipos de redacción y gran impulsor de la revista, del mismo modoque la del docto profesor segureño Andrés Oyola Fabián, autor de valiosos trabajos deinvestigación y divulgación referidos al mundo de la danza, la cultura y la historia de Fregenal.

Son asimismo de destacar las colaboraciones, a partir de 2003, de Enrique Triviño, tantoen poesía, con composiciones dedicadas en su mayoría a la Virgen, como en prosa, con trabajosde carácter ensayístico sobre diversos temas.

El estudio de los contenidos permite por su parte considerar el carácter básicamentereligioso de la publicación, que se entiende así como el órgano de expresión de la Hermandadque la edita y que se evidencia en la temática de la gran mayoría de las colaboraciones y laintencionalidad de sus autores, que dan testimonio en sus escritos de su devoción a la imagentitular, la de la Virgen de la Salud.

Es lo que se aprecia a través de la lectura de las 131 poesías dedicadas casi en su totalidada la Virgen, composiciones poéticas cuyo análisis permitiría una comprensión y valoración delsentimiento religioso de sus autores, expresión a su vez de la mentalidad y creencias de un sectormucho más amplio de los devotos de la imagen sagrada.

Esos valores religiosos son, lógicamente, los que se manifiestan en los anuales saludas delos sucesivos sacerdotes, en los que la celebración del culto mariano es motivo para enjuiciar,desde la óptica del cristianismo y la Iglesia católica, diversos aspectos de la actualidad y la vidacotidiana.

Algo semejante sucede con una serie de colaboraciones en prosa, no solo de carácterdevocional dedicadas a la imagen titular de la Hermandad, sino también otras en las que, desdela confesionalidad de sus autores, se hace ese mismo tipo de valoración de temas de la sociedadactual.

La Hermandad por su parte, tanto por parte del Mayordomo como de la Junta Directiva ydel equipo de redacción, informa de la actividad anual de esta institución de carácter básicamentereligioso, aportando, por otro lado, datos valiosos para su estudio desde el punto de vista históricoo sociológico; sucede así con la lista de miembros publicada en 2012 que, por ejemplo, permiteentender hasta qué punto el culto a la imagen de la Virgen de la Salud, el prestigio de su devoción,ha superado los límites del ámbito parroquial que podía suponérsele a priori.

Pero junto a este gran bloque temático destaca también otro centrado en el estudio de ladanza que acompaña al desfile procesional de la imagen de la Virgen en su fiesta de septiembrey de sus grandes protagonistas, los danzaores o lanzaores, expresión paralitúrgica de aquelladevoción, según la expresión tan querido a uno de sus principales estudiosos, el añorado FranciscoTejada Vizuete, y que en las últimas décadas se ha empezado a valorar además como sobresalientemanifestación del denominado patrimonio inmaterial.

Desde el punto de vista histórico se pueden mencionar diversos artículos del autor deestas líneas, en los que se aportan datos inéditos sobre la danza de la Virgen de la Salud y otras

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de carácter ritual documentadas en Fregenal desde comienzos de la Edad Moderna. En el mismosentido, aparecen trabajos del ya citado investigador segureño Andrés Oyola o del historiadorJuan Luis Fornieles Álvarez.

Los trabajos de carácter histórico, por otro lado, se amplían además a temas tocantes a lahistoria de la iglesia de Santa Catalina, tales como el de Francisco Tejada dedicado a la capilla delos Jaraquemada publicado en el número 1, o referidos a la localidad y a personajes ilustresnacidos en ella.

El músico Joaquín Parra ha tratado, por su parte, de diversos temas relacionados con lavertiente musicológica de la fiesta en la que él es reconocido especialista, mientras que elrestaurador Francisco Pérez Vargas ha aportado, como profundo conocedor de ese campo, valiosostrabajos sobre la conservación y cuidado de la imagen de la Virgen de la Salud y el retablo de sucapilla, describiendo los trabajos efectuados y necesarios para su restauración, afortunadamentea manos de un profesional de su valía.

Desde otros ámbitos de investigación comienzan a multiplicarse en los últimos númerossendas aportaciones de varios estudiosos de diversas ciencias sociales, especialmente de losantropólogos Ismael Sánchez Expósito y Aniceto Delgado Méndez. Este tipo de trabajos sondominantes en el número 23, de 2016, en coincidencia con la solicitada declaración de la danzacomo Bien de Interés Cultural que se produjo al año siguiente, fruto en buena parte del objetivode valoración de la fiesta como parte del patrimonio cultural de la localidad que se planteabacomo aspiración ya en el editorial del número 1 de la revista.

Para el conocimiento de los valores de la fiesta, de su percepción por los vecinos deFregenal, es muy importante la abundante serie de colaboraciones, cuantificables en cerca denoventa, en las que sus autores recogen testimonios y recuerdos personales acerca de suparticipación en la misma, de sus formas de sentir los distintos momentos de la celebración,desde la preparación al desarrollo, en algún caso con una visión no necesariamente confesional,en que la vivencia está unida a un sentimiento de participación en la vida de la comunidad, másallá o paralelamente al puramente religioso.

Finalmente, no se puede dejar de mencionar un también nutrido grupo de colaboracionesque tratan diversos aspectos de la vida local, tales como textos de carácter necrológico sobrepersonas adscritas a la Hermandad o vinculadas al mundo de la cultura local que han muerto a lolargo de lo largo de las tres últimas décadas, o aquellos otros que recogen actividades deasociaciones local, especialmente las de carácter benéfico y asistencial. De un autor concreto,Javier Perogil Burgos, destacan por su número y contenido los relacionados con el ámbito de lapromoción turística de Fregenal.

A la vista de todos estos aspectos, se puede concluir que la colección de Revistas de laVirgen de la Salud es ya una base imprescindible para una futura historia de la Hermandad y dela danza de la Virgen de la Salud. Mientras tanto, sería también un loable proyecto a considerarla digitalización de todos los números, para su difusión a través de internet, complementada consu publicación en formato de libro impreso.

Rafael Caso Amador

Cronista Oficial de Fregenal de la Sierra

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3

4

51

EL CAMPO OLIVA, ORIGEN DE LOS ENFRENTAMIENTOS ENTRE LA

VILLA DE OLIVA Y EL DUCADO DE FERIA

Antonio Vellarino Álvaro

Cronista Oficial de Oliva de la Frontera

El Campo de Oliva es una dehesa comunal de 10.300 hectáreas situada a unos 3 kms.

del pueblo, atravesada por las carreteras a Valencia del Mombuey y a Villanueva del

Fresno. La finca que conocemos actualmente como Campo Oliva corresponde a las

antiguas dehesas conocidas como el Campillo de 9.549 hectáreas y la dehesa del Campo

de 751.

Es propiedad del pueblo siendo administrada por el Ayuntamiento, que tiene el derecho

de pastos, hierbas, bellotas y leña. Los derechos de siembra son propiedad de algunos

vecinos del pueblo y del ayuntamiento.

Estos derechos arrancan de la Edad Media. Oliva fue reconquistada por el rey de León,

Alfonso IX, que contó con la ayuda de las Órdenes Militares de Santiago y del Temple.

El rey entregó estas tierras a los templarios para que las protegieran y defendiesen de

los árabes. En el año 1312, el Papa disuelve la orden de los templarios y la villa de

Oliva pasó a depender de la Corona de Castilla. Años más tarde, en el 1337, fue donada

por el rey Alfonso XI a su amante Dª Leonor de Guzmán, madre de los Trastamara, y

posteriormente a D. Pedro Ponce de León, el cual para atraer a nuevos colonos hizo

donación de un trozo de su término con la única obligación de dar al señor la décima

parte de la cosecha. Estas tierras podían corresponder al actual Campo Oliva.

A pesar de estos incentivos, la población no creció debido a las guerras con Portugal.

La inestabilidad de la zona y la necesidad de fortificar la frontera ante los continuos

ataques de los portugueses, posiblemente, motivó que el mismo rey de Castilla, Enrique

III, recomendase a Pedro Ponce de León, nieto de Ponce de León el Viejo, vender la

villa de Oliva, contando con su autorización.

La venta se realiza en el año 1402 a Gomes Suárez de Figueroa, que con Oliva y otros

pueblos formaría el señorío de Feria que años más tarde sería condado. Con objeto de

mejorar la defensa de la villa, poco después de la compra, Gomes empieza la

construcción de un castillo.

52

El nuevo dueño también pretendió que aumentase la población tanto de Oliva como de

Valencia por lo que igual que años antes hizo Ponce de León, firmó un documento

conocido como la carta puebla. Gracias a este acuerdo los colonos que se establecieron

en el pueblo podían sembrar las tierras que quisieran con muchas ventajas, como no

tener que pagar impuestos, excepto el diezmo de las cosechas. Además podían recibir

préstamos para la compra de animales, que podían devolver en cómodos plazos. Los

vecinos solo eran dueños de las tierras en usufructo, siempre que cumplieran con los

compromisos que tenían con el señor como construir una casa y permanecer en el lugar

un determinado tiempo.

Estas medidas resultaron positivas para ambas villas durante un tiempo, pues Oliva

pasó de tener 4 vecinos a principios del siglo XV a unos 300 en el siglo XVI.

El señorío de Feria se convertiría pronto en condado, que en el siglo XVI sería ducado,

y posteriormente se entroncaría con la casa de Priego en el siglo XVII y ésta con la de

Medinaceli a principios del XVIII.

La casa de Feria pretende, en su relación con los vecinos, que se le reconozca el señorío

pleno o mixto, de manera que el duque además del poder jurisdiccional, que le faculta

para administrar justicia, tenga también el solariego, es decir, el de la propiedad sobre

todas las tierras. Esta presión sobre los vecinos provocaría muchos conflictos. A esto se

une que, ante las dificultades económicas que atraviesa la nobleza en general, y

también la casa de Feria, el duque dicte una serie de ordenanzas que establecen el cobro

de ciertos derechos que antes no estaban recogidos. Los vecinos no aceptan estas

medidas de buen grado lo que provoca una resistencia de ambas villas, que plantearán

sucesivas demandas al duque.

Fundamentalmente los enfrentamientos comienzan en el siglo XVI, época en la que las

villas de Oliva y Valencia mantendrán numerosos pleitos con los sucesivos duques de

Feria por el tema de los aprovechamientos de las tierras dadas tiempos atrás en

usufructo y por sacudirse el yugo feudal. Los vecinos estaban libres de pagar tributos,

excepto el diezmo que se pagaba a la Iglesia. Sin embargo, el duque les obligaba a

pagar como terrazgo una fanega de cada ocho recolectadas y quiere además que se

registren las tierras que se vayan a cultivar, lo que suponía pagarle más dinero. Ante

estas nuevas imposiciones ambos pueblos por separado lo demandan. El duque

53

argumenta que todos los vecinos eran vasallos de su Casa a quien pertenecía todo el

término, tanto las casas como las tierras.

En 1581 la villa de Valencia es la primera que presenta un pleito para que se les

reconozcan sus derechos, pues consideran que están exentos de los tributos y cargas que

les imponía la casa de Feria. La Chancillería de Granada dicta sentencia en mayo de

1587 en la que se establece que los vecinos tenían que pagar una cantidad como

terrazgo por cultivar las tierras, pero podían aprovechar con el ganado las bellotas, las

hierbas y pastos de verano. Como la sentencia no era definitiva, el duque presentó un

recurso. Años más tarde se emite la sentencia definitiva, que establece que el señor

podía cobrar el terrazgo y que debían registrarse las tierras que se cultivasen, pero

reconoce los derechos de los vecinos en el aprovechamiento de hierbas y bellotas.

La villa de Oliva, ante las continuas imposiciones, cada vez más fuertes de la casa de

Feria, presenta igualmente al duque un pleito con parecidos planteamientos.

Durante el siglo XVII, posiblemente debido a las guerras con Portugal, no se producen

enfrentamientos entre los vecinos de Oliva y el duque de Feria, que se entronca a

principios del siglo XVIII con la casa de Medinaceli.

En el siglo XVIII vuelven los conflictos entre la casa de Medinaceli y la villa de Oliva

por el cobro de los terrazgos y el aprovechamiento de las hierbas y pastos.

Entrada al Campo Oliva

Tradicionalmente los vecinos habían disfrutado de las bellotas y el aprovechamiento

de las hierbas y rastrojos del verano, del 25 de marzo al 29 de septiembre. El duque solo

54

debía cobrar la mitad de los terrazgos y ahora los cobraba en su totalidad. Además,

exigía también el registro de las tierras que se iban a cultivar lo que suponía otro coste

para los vecinos, pues esto les obligaba a pagar dos reales por fanega.

Ante esta situación el Concejo de Oliva plantea una demanda al duque en el año 1752

como continuación a los pleitos del siglo XVI. El duque pretende cobrar unos

impuestos a los vecinos que estos no estaban dispuestos a pagar. Además, el duque

quiere tener mayor influencia en los ayuntamientos y nombrar a algunos cargos de los

mismos, como escribano y alguacil mayor.

En febrero de 1762 la Chancillería de Castilla dicta sentencia que establece lo siguiente:

el duque no debe cobrar los terrazgos en las fincas de Propios (Ejidos y Reejidos). En

cambio se le reconoce al duque la propiedad las dehesas de Monturque y la Matilla,

situadas en el término de Jerez. Los vecinos tendrán que pagar por los

aprovechamientos de hierbas y bellotas en estas dos dehesas y por el registro de las

tierras que sembrasen. En la dehesa del Campo tiene derecho a las hierbas de invierno,

de 29 de septiembre a 25 de marzo, y al granillo de bellota, así como al cobro de la

mitad de los terrazgos. A los vecinos les corresponden las bellotas, las hierbas y los

pastos de verano; pero deben registrar las tierras que siembren aunque no tendrán que

pagar por ello. Le da la razón al duque en el nombramiento de escribano y alguacil

mayor. En cambio, se reconoce la autoridad de los alcaldes ordinarios de Oliva pero en

determinados asuntos dependen del alcalde mayor de Zafra.

Por tanto, el duque no podrá cobrar terrazgos en la dehesa del Campillo, propiedad del

Concejo. Puede cobrar medio terrazgo en la dehesa del Campo por ser condominio entre

el duque y los vecinos. Por esta razón, ambos pueden aprovechar las hierbas. El duque

las de invierno y los vecinos las de verano. En cuanto a las bellotas, el duque solo es

dueño de las de granillo. El duque consigue el total aprovechamiento de las dehesas de

Monturque y la Matilla, que son de su propiedad.

No terminaron los conflictos, sobre todo, en lo relativo a la dehesa del Campo donde

continuaron los enfrentamientos. Estaba muy claro que las hierbas de invierno eran

para el duque y las de verano para los vecinos. Lo que no estaba tan claro era el tema de

las bellotas. Esta situación se recrudece a partir de 1768.

55

Como el duque era dueño de las hierbas de invierno, pretende arrendarlas a los

ganaderos trashumantes, que pagaban más. Los vecinos plantean que tienen derecho de

tanteo lo que suponía preferencia en el arrendamiento de los aprovechamientos. Además

quieren que la subasta de las hierbas que el duque pretende hacer en Zafra, se haga en

Oliva. Al final, los vecinos tuvieron que aceptar que la subasta se realizase en Zafra,

pero tendrán preferencias sobre los ganaderos en el arriendo.

El Consejo de Castilla el 10 de diciembre de 1778 declaraba que la cantidad que deben

pagar los vecinos de la villa de Oliva al duque de Medinaceli por los aprovechamientos

de la hierba de invierno y el granillo de bellota, que en la dehesa del Campo pertenece

al duque, es 28.000 reales cada año y abonará los plazos vencidos desde san Miguel de

1769.

Estos atrasos suponen para los oliveros una cantidad importante a lo que se unía que el

duque pretende que presentasen una fianza para asegurarse el cobro. No obstante, a

pesar de tantos inconvenientes, Oliva consigue continuar con el arriendo de estos

aprovechamientos de manera ininterrumpida.

No terminan aquí los enfrentamientos ya que los vecinos de Oliva y Valencia pretenden

aprovechar la nueva política de los Borbones en España, partidarios de que vuelvan a

la Corona los derechos que tienen los nobles sobre las villas. La iniciativa en defender

sus derechos la lleva Oliva por ser la villa más poblada y con más recursos. Pero serán

ambos pueblos los que defiendan sus planteamientos para librarse de la jurisdicción del

duque, por lo que presentan una demanda de tanteo de la jurisdicción, haciendo

referencia al origen del territorio desde el dominio de los templarios, a la donación a

Ponce de León y a la posterior venta a Gomes Suárez de Figueroa. Su propósito inicial,

una vez conseguido el tanteo de jurisdicción, es conocer a cuánto asciende la suma que

en su día se pagó por la compra de ambas villas.

56

Escudo de la Casa de Feria

Después de vencer la resistencia del duque, que no quería perder sus derechos, se

consiguió al fin que se reconociese el derecho de tanteo de la jurisdicción, es decir, que

las villas puedan pagar al duque el equivalente a lo que en su día abonó su antepasado

a Ponce de León por la compra de ambas villas y se fijó en 143.000 reales el precio de

la jurisdicción y de todos los derechos del duque. Era una cifra muy elevada para la

época, pero se había conseguido algo muy importante: terminar con el vasallaje que

durante tantos siglos habían sufrido los dos pueblos por la casa de Feria, luego de

Medinaceli. Los problemas no terminaron aquí y hubo que seguir luchando pero se

había dado un gran paso.

Esta victoria de Oliva y Valencia fue muy celebrada por ambas villas y divulgada por

los vecinos para que fuese conocida por otros pueblos y siguiesen su ejemplo. Además

de emanciparse del vasallaje del duque, se había logrado también el derecho a seguir

explotando la dehesa del Campo mediante el pago de una renta anual de 28.000 reales, o

sea 7.000 pesetas, equivalentes a 42 € de hoy. Esta cantidad se estaría pagando desde

entonces, hasta que a finales del siglo XX el duque dejó de cobrarla, aunque el

ayuntamiento siguió consignando su importe en los presupuestos anuales ante

cualquier reclamación.

Hasta hace relativamente pocos años han sido continuas las reclamaciones de los

herederos de la casa de Medinaceli en defensa de sus intereses.

57

En fechas relativamente próximas, en el año 1917, una comisión del ayuntamiento se

entrevista en Zafra con el administrador del duque de Medinaceli, para tratar sobre el

arriendo de los terrazgos del campo de Oliva. Se llega al acuerdo de que el arriendo de

los terrazgos del Campo Oliva pertenecientes a la Casa de Medinaceli sea por 6 años

empezando el 1 de enero de 1918, con una renta anual de 1.500 pesetas pagaderas en el

mes de noviembre de cada año. Además de los terrazgos, el duque seguía cobrando a los

vecinos las hierbas y pastos de su propiedad por importe de 28.000 reales.

Años más tarde, en 1923, el duque de Medinaceli no se conforma con las 1.500 pesetas

anuales por el arrendamiento del terrazgo de la dehesa del Campo, y reclama que

durante 6 años la renta mínima sea de 2.000 pesetas. El ayuntamiento se niega a aceptar

esta subida y solo seguirá pagando 7.000 pesetas por las hierbas y el granillo de bellota

y 1.500 pesetas por el arriendo de los terrazgos.

El afán recaudatorio del duque es tal que cuando se hizo el camino de Oliva a Valencia

en 1928, el administrador del duque reclamó la parte que le correspondiera de las

555,50 pesetas que el ayuntamiento había obtenido por la venta de las encinas

arrancadas.

En mayo de 1981, la duquesa de Lerma, titular entonces de los derechos de propiedad

que correspondían a la Casa de Medinaceli en la dehesa Campo Oliva, ante las difíciles

circunstancias económicas en las que se desenvuelve la agricultura en la región

extremeña, tiene el propósito de ceder sus derechos sobre esta finca a favor de los

vecinos de Oliva.

El 11 de octubre de 1984 la duquesa de Lerma confirma su deseo de otorgar escritura

pública de donación de sus derechos en el Campo Oliva con la única condición de que

los gastos escritura los pagase el ayuntamiento. El pleno del ayuntamiento de Oliva

acepta la cesión de los derechos de siembra y condominio de la citada finca según

acuerdo adoptado en noviembre de 1984 con las condiciones que exige la donante.

Notas aclaratorias sobre algunos de los términos empleados:

Los Ejidos y Reejidos son tierras de Propios. Los Egidos son las tierras que

corresponderían al Campillo. En las tierras llamadas de Propios los vecinos tenían la

propiedad de la tierra para sembrarla sin pagar rentas, terrazgo ni carga alguna, en virtud

58

de la donación a los vecinos que hizo D. Pedro Ponce de León y de la carta puebla de

D. Gomes Suárez de Figueroa.

La dehesa del Campillo, era un baldío comunero compartido con Valencia del

Mombuey. Dos terceras partes lo aprovechaba Oliva y una tercera parte, Valencia.

La dehesa del Campo, era un condominio, es decir, sus aprovechamientos de hierbas y

bellotas eran compartidos por el duque y los vecinos.

Monturque y la Matilla eran dehesas situadas en el término de Jerez cuyas hierbas y

pastos aprovechaban los vecinos de Oliva. Después de ser reconocidas como propiedad

del duque, los vecinos tenían que pagar estos aprovechamientos.

Las propiedades municipales eran de diferente tipo:

“De Propios” eran bienes que el municipio como titular, explotaba y obtenía de ellos

unos ingresos destinados a costear los servicios de la comunidad: beneficencia,

enseñanza, higiene, urbanismo…

“El Común” de los vecinos eran aquellas tierras que los vecinos aprovechaban de

manera colectiva, directa, libre y gratuita, sin que el ayuntamiento los pudiera convertir

en fuente de ingresos. Dentro de estos bienes comunes podemos incluir a los baldíos.

Son terrenos incultos, alejados del casco urbano, y aprovechados comunalmente por los

vecinos. La diferencia entre comunes y baldíos estaría en el hecho de su distancia al

pueblo. Los comunes más cercanos y los baldíos más alejados.

Había bienes de propios cuyos arrendamientos y otras rentas servían para pagar a los

empleados municipales y atender a las necesidades del Concejo.

El “granillo“de bellota. Hace referencia a la bellota que se cae de la encina por la

madurez del fruto o por la fuerza del viento.

Bibliografía:

- El ducado de Feria al final del Antiguo Régimen. Manuel Sánchez Gómez-Coronado.

- Actas Ayuntamiento de Oliva de la Frontera.

59

A�OS DEL

MUSEO ARQUEOLîGICO

PROVINCIAL DE BADAJOZ

60

150 Años del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz (1867-2017)

Edita:Consejería de Cultura e Igualdad

© de los textos: sus autores

Diseño de portada:Tecnigraf, S.A.

Maquetación e impresión:Tecnigraf, S.A.Tel. 924 28 60 06www.tecnigraf.com

ISBN: 978-84-09-01417-0Dep. Legal: BA-136/2018

Badajoz, 2018

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ÍNDICE

Introducción 11

Historia del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, Equipo del Museo 15

Evolución del conocimiento arqueológico en la provincia: del monumentoa la ciencia, Guillermo S. Kurtz Schaefer 23

Museo y provincia: creación de una identidad

Museo, Provincia, Identidad. El caso imposible del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, Pablo Ortiz Romero 29

Museo y provincia: creación de una identidad, Juan M. Valadés Sierra 43

El caso específico de Mérida

150 años de arqueología en Mérida a vuelapluma, Manuel de Alvarado Gonzalo 53

La Arqueología en Mérida, Juana Márquez Pérez 73

1. Paleolítico y primera hominización

1.1. El Paleolítico inferior y medio en la provincia de Badajoz. Evidencias conocidas y nuevos datos procedentes de la Cueva de los Postes (Fuentes de León, Badajoz), Hipólito Collado Giraldo et alii 81

1.2. Paleolítico y primera hominización, Antoni Canals 91

2. Prehistoria

2.1. Apuntes sobre la historia de las investigaciones en la prehistoria reciente de la provincia de Badajoz, Juan Javier Enríquez Navascués 107

2.2. La Prehistoria reciente en Badajoz, Víctor Hurtado Pérez 117

3. Periodo Orientalizante

3.1. El periodo tartésico en Extremadura, Sebastián Celestino Pérez 135

3.2. Tartessos, recesos y otros excesos: Orientalizante y Postorientalizante en el valle medio del Guadiana, Javier Jiménez Ávila 145

62

4. Edad del Hierro

4.1. La segunda Edad del Hierro, Luis Berrocal-Rangel 159

4.2. En tierra de Túrdulos: de las “grandes casas” postorientalizantes a las comunidades prerromanas de la Beturia, Alonso Rodríguez Díaz 169

5. Roma

5.1. La investigación sobre el pasado romano en la provincia de Badajoz. 1867-2017, José María Álvarez Martínez 187

5.2. La arqueología romana en la provincia de Badajoz (1867-2017). En el 150 aniversario de la creación del Museo Arqueológico Provincial, Pedro Mateos Cruz 201

6. Tardorromano y Visigodo

6.1. 150 años de arqueología visigoda. Extremadura y el museo de Badajoz, María Cruz Villalón 215

6.2. Construyendo la gloria en la decadencia. Romanos, visigodos y, sobre todo, cristianos, en la historiografía tardoantigua relacionada con el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, Tomás Cordero Ruiz 225

7. Andalusí

7.1. Los pilares del Museo (Arqueológico Provincial de Badajoz), Fernando Valdés Fernández 241

8. Medieval Cristiano

8.1. La arqueología medieval cristiana en Extremadura (en fase incipiente de conquista), Miguel Alba 255

8.2. Reflexiones en torno a la arqueología bajomedieval en la provincia de Badajoz, José Manuel Márquez Gallardo 277

63

—187—

LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL PASADO ROMANO CLäJ?äNPMTGLAG?äBCä@?B?HMX,ä/645ず0./5

JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ MARTÍNEZReal Academia de Extremadura de las Letras y las Artes

La investigación de nuestro pasado romano hasta hace pocas décadas se había ceñido casi en exclusividad al caso de Augusta Emerita, en verdad la ciudad que mejor proyectaba la imagen oficial romana1 y la que aglutinaba en torno a ella una buena porción de las tierras extre-

meñas, al constituirse en cabecera de un extenso territorio. De los demás núcleos de población apenas alcanzábamos a conocer ciertas noticias históricas proporcionadas por las fuentes, por el feliz descubrimiento de un epígrafe significativo o, bien, por la existencia de algún relevante monumento objeto de estudios esporádicos.

Así las cosas, a partir de la década de los setenta, de acuerdo con los medios entonces disponibles, la incipiente Universidad de Extremadura y los Museos de Badajoz y Cáceres comenzaron a ela-borar proyectos encaminados a procurar un mejor conocimiento, entre otros aspectos, de nuestra realidad romana. Con ello, se pudieron iniciar las excavaciones arqueológicas de Regina (Casas de Reina), importante núcleo urbano de la Baeturia turdulorum y adscrito al conuentus Cordubensis; Metellinum, la colonia heredera de la fundación de Quinto Cecilio Metelo; Jerez de los Caballeros (Seria Fama Iulia para nosotros y para muchos), donde se puso en valor una casa romana; Nertobriga Concordia Iulia, en las inmediaciones de Fregenal de la Sierra, en la Baeturia celtica; Mirobriga y Cape-ra, esta última en el conuentus emeritensis, junto a Plasencia. Por otra parte, desde la Universidad de Extremadura y el Museo de Cáceres, se emprendieron estudios sobre los territoria de estos núcleos de población y su viabilidad con la consecución de notables resultados.

El Museo Nacional de Arte Romano primero y la Junta de Extremadura con posterioridad, a través del Patronato y luego Consorcio de la Ciudad Monumental, se ocuparon de continuar las inves-tigaciones en Augusta Emerita, donde se avanzó considerablemente en el conocimiento del urba-nismo augustano, con la delimitación de diversas áreas públicas hasta entonces poco valoradas.

Todo ello, con las aportaciones actuales, entre ellas las que nos ofrece el yacimiento de Contributa Iulia, que no es poco, no es sin embargo suficiente como para trazar un panorama completo del proceso romanizador de Extremadura, y en el caso que nos ocupa, la provincia de Badajoz, donde, además, la situación se ve algo complicada, porque referirse al mismo tiempo, y sobre todo al principio, a tierras de nuestro actual ámbito geográfico que en su día pertenecieron a realidades administrativas y territoriales bien dispares, con connotaciones sociales y económicas diferentes, plantea algunos problemas.

64

150 Años del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz

—188—

En las líneas que siguen analizamos la evolución que han contemplado los estudios sobre la romanidad de nuestra provincia, partiendo en este caso de la década de los sesenta de la centuria decimonónica, que es cuando se puede hablar de proyectos y de iniciativas aceptables de acuerdo con las posibilidades de la época. Debemos necesariamente aclarar que, por los límites de este trabajo, no es posible una referencia a todo lo que se ha realizado, ni especificar la abundante bibliografía existente2.

Durante el Barroco, la única preocupación, que se extenderá prácticamente hasta finales del siglo XIX, fue la de entroncar todas y cada una de las regiones y poblaciones con momentos estelares de nuestra historia, al tiempo que la de parangonar monumentos locales con otros bien conocidos y celebrados por la cultura universal.

El siglo XIX, en concreto, fue en España una centuria perdida en lo que concierne a los estudios de arqueología clásica: todo se limitaba a investigaciones de carácter historicista, en la línea que marcaba la Real Academia de la Historia. Se estaba “de espaldas a Europa”, cuyas más cultas nacio-nes se daban a importantes descubrimientos en Grecia, Italia o el Oriente Próximo; aquí seguía-mos, como en el Barroco, con nuestras glorias patrias y tratando de dilucidar, sin el método más ajustado, problemas de geografía histórica. No obstante, en un loable afán de recopilar todos los testimonios de nuestro pasado más glorioso, se produjeron algunas acciones que hay que valorar en su justa medida.

En Mérida desde hacía más de un siglo había existido una creciente preocupación por recopilar todos los vestigios de su pasado para depositarlos en un museo público. Sin embargo, la crea-ción efectiva de ese museo no llegaría hasta el 26 de marzo de 1838, fecha de una Real Orden que lo disponía. Al mismo tiempo, la extinguida iglesia de Santa Clara era designada “para depósito de Antigüedades”3.

Otra acción muy considerable, aunque de poca efectividad en un principio, para ordenar la situa-ción de indefinición que se vivía en materia de patrimonio arqueológico, fue la constitución de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Badajoz, que se “instaló” en 1844, por Real Decreto de 13 de junio4. Bajo las directrices de la Real Academia de la Historia lo intentaría y para conocer la realidad arqueológica de su zona de competencia dispuso la remisión de un Interrogatorio a todas las entidades de población de la provincia5.

A raíz de la actuación de la Comisión Provincial6 comenzaron a surgir repetidas noticias de hallazgos en los más considerables yacimientos del ámbito provincial. Igualmente, por su importancia arqueo-lógica, se consideró oportuno crear una Subcomisión en Mérida, constituida en 1866. Se reorganiza-ría, con poca actividad, en 18907.

Una labor, a nuestro modo de ver muy considerable, pero todavía en buena parte anclada en los viejos esquemas de la geografía histórica, objeto de atención en siglos anteriores, y en la que el objetivo más buscado era el de emplazar correctamente antiguas poblaciones y topónimos que se conocían a través de las fuentes, fue la que llevaron a cabo diversos eruditos como Roso de Luna8, o Paredes Guillén9, entre los más señalados, quienes llegaron a proporcionar noticias valiosas sobre el entramado viario de los romanos.

En esta línea de cambio no podemos olvidar algunas excavaciones de las que tenemos noticias en Regina o Nertobriga Concordia Iulia (despoblado de Valera la Vieja, junto a Fregenal). Las de Regina las conocemos gracias a la Memoria sobre las antigüedades de Regiana, que José Antonio Barrientos, corresponsal de la Comisión de Monumentos de Badajoz, remitió a la Real Acade-mia de Bellas Artes de San Fernando en 1845 y que contenía un plano del teatro y noticia de

65

ROMA

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cinco inscripciones aparecidas en el lugar. Las de Nertobriga por las excavaciones que llevó a cabo una sociedad, presidida por el médico D. Pablo Manuel Guijarro, que llegó a descubrir, en campañas llevadas a cabo antes de 1893 y a partir de 1895, notables vestigios de la antigua ciudad e interesantes piezas que se llevaron al Museo Arqueológico Nacional10.

Así las cosas, la presencia entre nosotros, más bien en la provincia hermana, aunque igualmente en Mérida, de Emil Hübner, el gran epigrafista alemán, supuso un cierto revulsivo en la orienta-ción de los estudios que entonces se llevaban a cabo. Era hombre afable, pero riguroso de acuerdo con su sólida formación y no tenía empacho alguno en mostrar su opinión, sin ambages, a veces en contradicción con las opiniones de sus amigos españoles.

A este respecto no nos resistimos a contar un “affaire” que mantuvo con el marqués de Monsalud, epigrafista y académico, que iba formando una importante colección de antigüedades romanas y visigodas en Almendralejo y a quien llegó a afirmar que unos epígrafes que había adquirido eran falsos de toda falsedad. Esta afirmación lanzada, así, a bote pronto, por el alemán disgustó sobre-manera al aristócrata, quien herido en su amor propio, expresaba a su mentor, el también epigra-fista Fidel Fita, su enojo ante la “suficiencia del doctor”, como así denominaba Monsalud a Hübner11. La cosa no pasó a mayores y, una vez que recapacitó, el marqués siguió enviando a Berlín para su dictamen calcos de nuevas inscripciones que aparecían y que luego publicaba en el Boletín de la Real Academia de la Historia.

El magisterio y su deseo de reconducir los estudios arqueológicos, anclados, con notables excep-ciones, en el pasado, se pone de manifiesto en una carta que le envió a su amigo D. Gabriel Lla-brés, abogado cacereño, en la que en respuesta a algunas de sus preguntas sobre Norba Caesarina, refiere la antigüedad de la capital cacereña. Esta carta se publicó en la Revista de Extremadura12, tan valiosa como motor de una buena parte del cambio que se respiraba en la arqueología extreme-ña13. En ella, además de extenderse en consideraciones sobre la época romana en Cáceres, ofrece una metodología a seguir que supuso un aldabonazo para aquellos entusiastas que se afanaban por trabajar en desvelar todas nuestras cuestiones arqueológicas.

Este era el método que había empleado en España para sus estudios epigráficos y los de otro carác-ter. Sabiamente, Hübner, mostraba el camino a los españoles interesados en la arqueología: menos discursos patrios, menos proyectos de excavaciones y sí una recopilación de todos los datos que podrían existir sobre una ciudad o un yacimiento determinado para, luego, actuar en consecuencia14.

El panorama del conjunto arqueológico emeritense, a pesar de la creación del museo, seguía como en los tiempos de Forner: buenas intenciones, pero pocos resultados15.

Uno de los proyectos más perseguidos por los responsables de la arqueología augustana fue la excavación del teatro, en cuyo empeño destacó la brega desarrollada por D. Pedro María Plano16.

El singular edificio emeritense había sido ya objeto de atención por parte de Villena y Mosiño, quien llegó a descubrir uno de los itinera que conducían a la orchestra y el dintel con la inscripción de su inauguratio con la mención de Marcus Vipsanius Agrippa17. Era preciso, por tanto, proceder a “desescombrar”, como entonces se decía, el más notable edificio de la ciudad. Plano describe el proyecto, cuyo expediente se inició por parte de la Subcomisión de Monumentos en el año 1868. Solo más tarde el académico badajocense D. Vicente Barrantes fue comisionado por las Reales Academias para realizarlo. Su labor, que comenzó en la denominada “Naumaquia” (anfiteatro), fue efímera y, tras su ausencia, la Subcomisión no continuó los trabajos. El propio Plano, siendo alcalde, destinó una partida de cuatro mil pesetas para continuarlos, pero, ante el veto de la Sub-comisión, celosa por la invasión municipal de sus atribuciones, tuvo que abandonar la tarea. Al

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decir de Plano, la Subcomisión no supo estar a la altura de las circunstancias18, por lo que se perdió esta oportunidad.

Solo eran atendidos los hallazgos puntuales que se producían, entre ellos el de dos interesantes pavimentos musivos, uno con tema de aves exóticas, pavos reales, etc., hallado en el número 1 de la calle de San Salvador, y otro, el que representa el encuentro de Baco y Ariadna en Naxos, firma-do por Annibonus, que se halló, en el año de 1899, en los terrenos de la Estación de Ferrocarril.

Por su parte, el museo fue poco a poco, con sus escasos medios, incrementando sus colecciones con los hallazgos que las diferentes obras que se llevaban a cabo en la ciudad proporcionaban, algunas veces en pugna con ávidos coleccionistas como el Marqués de Monsalud, cuya autoridad académica planeaba sobre aquella Subcomisión, y con otros museos como el Arqueológico Nacio-nal, que, a raíz de su creación, en 1868, comenzó a recibir diversos envíos de la propia Subcomi-sión y de particulares19. Sus instalaciones, por otra parte, eran bien precarias, puesto que no pudo ocupar la institución, en contra de lo establecido, todo el espacio de la iglesia.

Esta situación, quizá de desidia en algunos momentos por parte de la Subcomisión, pero sobre todo de ausencia de medios para afrontar los trabajos que el yacimiento augustano requería, moti-vó que la Real Academia de la Historia destacara a uno de sus miembros más representativos, el padre Fita, para poder informar de primera mano a la docta corporación.

La visita de Fita, que tuvo lugar en junio de 1894, supuso, por una parte, un reconocimiento de la dura realidad, de la penuria entonces existente, pero también la constatación de la preocupación de una ciudad y de una Subcomisión, que, en la medida de sus posibilidades, hacía lo que podía, pues, además de otras actuaciones de cierta consideración, se había actuado con decisión, con excavaciones incluidas, en un descubrimiento capital para la arqueología de la ciudad como fue el edificio situado entre las calles de San José y Portillo (hoy Sagasta), donde aparecieron restos considerables de la referida fábrica, algunas muestras de su arquitectura decorativa y de su progra-ma iconográfico. Plano da buena cuenta de esos hallazgos, que se produjeron en 1893, y que ya estaban en el museo, a excepción de un togado que había ido a parar a la colección del marqués de Monsalud, en 1894, considerando que todo pertenecía al “Palacio de los Pretores”20.

Otro proyecto que pudo conocer Fita y al que damos la importancia debida, tanto por lo que supone de limpieza y restauración de un complejo romano de capital importancia, así como por lo que tiene de obra utilitaria fue el del arreglo de la conducción hidráulica de “Rabo de Buey-San Lázaro”. Es fruto de una época, en la que una serie de edificios romanos se pretendieron restaurar para que de alguna manera pudieran recuperar su carácter.

Indudablemente algo se movía y, por lo que hemos referido, sobre todo en Mérida y en algunos otros lugares de la provincia de Cáceres se intentaba un acercamiento a la realidad arqueológica extremeña, dejando a un lado las fantasías y las glorias patrias21.

Como hemos tenido ocasión de referir en alguna ocasión, fue providencial la llegada a Extre-madura de D. José Ramón Mélida Alinari, catedrático de la Universidad Central y director del Museo Arqueológico Nacional. Mélida llegó a Extremadura con el fin de redactar por encargo del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes los catálogos monumentales de las provincias de Cáceres y Badajoz, a cuyas páginas pudo incorporar nuevos e importantes descubrimientos por entonces realizados22.

Sin duda, la grandeza de la arqueología emeritense le sobrecogió y los excepcionales descu-brimientos, relacionados con un importante mithraeum, que se venían sucediendo en el solar del Cerro de San Albín, donde se construía la nueva plaza de toros de la ciudad, le animaron

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a quedarse para poner en marcha las excavaciones sistemáticas de la ciudad, que se venían recla-mando desde décadas.

Con la ayuda de la Dirección General de Bellas Artes, a través de la Junta Superior de Excavacio-nes y Antigüedades, comenzaron los trabajos en el teatro —¡Por fin, se hacían realidad los sueños de Pedro María Plano!—, en el contiguo anfiteatro, en los referidos terrenos de la plaza de toros y por toda la ciudad a medida que las necesidades de la urbe así lo demandaban.

Fueron años de una gran actividad, de ejecución de todos los proyectos planteados por Mélida, quien encontró la ayuda necesaria y eficaz en el emeritense Maximiliano Macías23.

Todos los avances de nuestra arqueología fueron difundidos convenientemente24 y, en el IV Con-greso Internacional de Arqueología Clásica25, incorporados a la comunidad científica internacio-nal. Por otra parte, comenzaron considerables trabajos de restauración de lo descubierto y el hasta entonces abandonado museo emeritense, con ocasión de la Exposición Iberoamericana de Sevi-lla, pudo abrir sus puertas en una instalación moderna, a la altura de otras muestras de la época26.

Tras la conclusión de la contienda civil la actividad arqueológica quedó ralentizada, aunque no en Mérida por los hallazgos continuos. No obstante, se realizaron importantes excavaciones como la impulsada por la Diputación Provincial en la finca “La Cocosa”, junto a Badajoz, donde se descu-brió una considerable villa romana, que ofreció datos del mayor interés para conocer la estructura y el carácter de los establecimientos agrícolas romanos en nuestras tierras27. Esta información pudo ser ampliada por los posteriores estudios realizados en otros yacimientos similares28: Villa de “La Atalaya” en Santa Marta de los Barros 29, “Las Tiendas” en término de Mérida, “Torreáguila”, junto a Montijo30 , “La Sevillana” en Esparragosa de Lares31, “Pesquero” cerca de Badajoz32, “La Majona” en Don Benito.

Tras la obra de Mélida y Macías, la Dirección General de Bellas Artes se hizo cargo de organizar convenientemente el museo emeritense, que pasó a la tutela del Cuerpo Facultativo de Archive-ros, Bibliotecarios y Arqueólogos y cuyos responsables se dieron a la tarea de continuar el inven-tario de Macías y de apoyar diversas campañas de excavaciones, necesarias por el continuo creci-miento de la ciudad que llevaron a cabo prestigiosos profesionales como Serra Ráfols en contacto permanente con el museo33.

La situación cambió con la llegada a Mérida del prof. Almagro Basch, quien, con sus alumnos, en especial el Dr. Marcos Pous, realizó importantes trabajos en los referidos monumentos, en otros recientemente descubiertos, como la denominada “Casa del Anfiteatro”, “Columbarios”, anfitea-tro, y en los alrededores de la ciudad (sepulcro de corredor del Prado de Lácara y basílica visigoda de San Pedro de Mérida)34.

Una nueva etapa se abrió a partir de 1963, año en el que se creó el Patronato de la Ciudad Monumental Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida con el fin de potenciar el conjunto monumental emeritense. Dicho organismo contaba entre sus funciones gestionar la apertura de los monumentos más señalados, adecentar y proteger esos sitios arqueológicos, impulsar las excavaciones, la tutela del yacimiento arqueológico en ocasión de las obras y proyectos que se llevaban a cabo por la iniciativa pública y privada en la ciudad, la información sobre el conjunto y la programación de expropiaciones de áreas arqueológicas precisas para propiciar la lectura del yacimiento. El Patronato fue ubicado en el museo y su director, José Álvarez Sáenz de Buruaga35, fue nombrado Secretario y gestor del mismo.

En 1969 se produjo un cambio sustancial en la marcha de nuestra arqueología, pues el Patronato fue fortalecido con nuevas funciones y el museo, donde residía dicho organismo, se convirtió en

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gestor único del yacimiento, a la manera de los grandes museos europeos situados en yacimientos de interés. Comenzó entonces una etapa diríamos casi frenética tendente a la mejora y proyección del conjunto emeritense. Se llevaron a cabo, por fin, importantes proyectos de excavación que determinaron un mejor conocimiento del conjunto arqueológico36.

Las excavaciones en el recinto de la Alcazaba dieron buenos resultados como el descubrimiento de un buen tramo de la cerca amurallada de la antigua Emerita, algunas calles y una domus con mosaicos. Al igual que las del “Templo de Diana”37, acometidas de acuerdo con uno de los pro-yectos más importantes programados por el museo e iniciado en 1972, que restituyeron las líneas severas de su arquitectura y donde se produjeron hallazgos de consideración que modificarían la estructura urbana de la antigua colonia. Igualmente las del circo romano, debidas a un proceso de restauración del monumento o las de la uilla romana de la dehesa de “Las Tiendas”38, que proporcionaron datos para el conocimiento de un establecimiento rural del Bajo Imperio de consideración y cuya pars urbana ofreció un conjunto musivo de gran relieve, hoy gala del Museo Nacional de Arte Romano.

La importancia arqueológica de Mérida fue valorada por los participantes en el XI Congreso Nacional de Arqueología, celebrado en nuestra ciudad en 1969 y en el Simposio Internacional organizado por el Profesor Blanco Freijeiro con motivo del Bimilenario de Mérida en 1975. El yacimiento de Augusta Emerita, bien configurado por Mélida y Macías, poco a poco iba alcanzando su verdadera dimensión de carácter internacional. Este respaldo internacional se obtuvo con la celebración del XVIII Congreso Internacional de Arqueología Clásica, celebrado en Mérida en 2013 y organizado por el Museo Nacional de Arte Romano con la colaboración de otras institucio-nes39 como con anterioridad el XI Coloquio Internacional de Arte Romano Provincial, igualmente organizado por el museo40.

Una nueva etapa se abrió para la arqueología emeritense a partir de 1984 cuando se produjo el traspaso de competencias en materia de Patrimonio a las comunidades autónomas y la gestión del conjunto arqueológico augustano pasó a la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Extremadura y al Patronato de la Ciudad Monumental.

A las excavaciones llevadas a cabo por el Museo Nacional de Arte Romano en el denominado “Pórtico del Foro”, a las que nos hemos referido, se añadieron otras dirigidas por el Dr. Enríquez Navascués y su equipo, fundamentalmente los arqueólogos D. Manuel Alvarado y Dña. Eulalia Gijón, quienes se ocuparon de los trabajos llevados a cabo, principalmente, en el área de la deno-minada necrópolis oriental, en el paraje denominado “El Disco” y en otras zonas importantes como fueron la necrópolis del Albarregas y centro de la ciudad, en los aledaños del denominado Foro Colonial41.

Con posterioridad, y sin descuidar en modo alguno las labores derivadas de los proyectos de cons-trucción que se sucedían en Mérida, se llevaron a cabo dos grandes programas de excavaciones, el de la basílica de Santa Eulalia y el del complejo de Morerías, donde iban a construirse diversas sedes para consejerías de la Junta de Extremadura.

Los trabajos llevados a cabo en el interior de la basílica de Santa Eulalia, dirigidos por el Dr. Mateos Cruz con la colaboración del Dr. Caballero Zoreda fueron bien reveladores, pues se pudo analizar la secuencia del lugar: desde la ubicación de una domus suburbana altoimperial hasta la basílica visigoda dedicada al culto de la santa emeritense y momentos posteriores como zona de enterramientos notables42.

Las excavaciones desarrolladas en el complejo de “Morerías”, ofrecieron diversas dificultades por su enorme extensión y por el proceso de construcción de las nuevas consejerías efectuado, en

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ocasiones, al unísono con las excavaciones, pero los problemas presentados los supieron solucionar con competencia los arqueólogos encargados de llevar a cabo los trabajos, con José Luis Mosquera Müller a la cabeza, quien realizó una extraordinaria labor para el conocimiento y conservación del yacimiento. A él y al excelente arqueólogo Miguel Alba se debe el éxito de estas excavaciones, que proporcionaron interesantes aspectos de la trama urbana emeritense, del recinto amurallado, con sus puertas, que discurría por esta zona, así como la ocupación diacrónica del lugar, desde época romana a tiempos modernos. Hoy, gracias al desarrollo del proyecto “Alba Plata”, el conjun-to de ruinas puede ser visitado, con su centro de interpretación correspondiente43.

En estos años primeros de la década de los noventa, Mérida recibió un apoyo importante para la conservación de su conjunto monumental, así como un reconocimiento internacional de su excep-cional relevancia. Y este no fue otro que su inclusión en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.44.

Los resultados de los trabajos de excavación y de investigación en el conjunto arqueológico eme-ritense tuvieron cabida en una publicación temporal Memorias de las Excavaciones Arqueológicas de

Mérida, a las que remitimos por no hacer exhaustivo en un trabajo de este tipo el gran número de intervenciones realizadas desde entonces.

En 1996, de acuerdo con los nuevos tiempos y ante la dimensión que tomaba la tutela, investiga-ción y puesta en valor del conjunto monumental emeritense, se determinó crear el Consorcio de la Ciudad Monumental Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida en sustitución del Patronato de la Ciudad Monumental. Fue una decisión importante, que propiciaría cambios en la gestión del referido conjunto monumental. Como encargada de su dirección fue designada la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Extremadura, profesora Lozano Bartolozzi.

Siguió ocupándose de la dirección de las excavaciones el Dr. Mateos Cruz quien, con su equipo, dio un nuevo impulso a las excavaciones y a la investigación del conjunto augustano, trazando un nuevo método de trabajo, con un sistema unificado de excavación y documentación45.

Por su parte, el proyecto “Alba Plata”, aprobado en el año 1997 y dirigido a una revalorización de la denominada “Vía de la Plata”, el iter ab Emerita Asturicam, a su paso por Extremadura, financiado por el Banco Europeo, a través de los fondos FEDER y gestionado por la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Extremadura, ha propiciado importantes realizaciones en tan emblemá-tico camino y en el propio conjunto monumental emeritense46.

En el año 2000 se creó el Instituto de Arqueología como centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Junta de Extremadura y el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida.

El Consorcio y el Instituto de Arqueología llevaron a cabo considerables proyectos de investiga-ción como el referente al Foro Provincial y su zona, con la presencia del importante templo de culto imperial descubierto ya en el año de 1983 en la calle Holguín. Se pudieron obtener resulta-dos importantes para el mejor conocimiento del área sacra con su temenos y aspectos, antes desco-nocidos, de una remodelación de la zona para ubicar el referido edificio religioso47.

Otro proyecto significativo, como continuador, al igual que el referido, de los trabajos efectuados por el equipo del Museo Nacional de Arte Romano, ha sido el del llamado Foro Colonial, que ha consistido en la excavación de partes del temenos del Templo de Diana y de otras zonas de esa singular área forense y llevaron a cabo los arqueólogos del Consorcio de la Ciudad Monumental48.

Los avances en el conocimiento de la estructura urbana de Augusta Emerita con el desarrollo de las excavaciones en diversos puntos de la ciudad han sido muy notables. El panorama de la antigua

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colonia se ha visto completado con la aparición de nuevos tramos del viario urbano, analizados en su evolución a lo largo de los siglos en los trabajos, entre otros, de Miguel Alba49.

Avances sobre el trazado de la muralla romana de Emerita, bien establecido en su día por Calero50 se han contemplado con diversas aportaciones en la zona de “Morerías”51 y otros lugares52.

En cuanto a materia hidráulica, se han apuntado precisiones sobre las conducciones, cuyos reco-rridos son mejor conocidos gracias a diversos estudios, principalmente el de Hernández Ramí-rez53, y diversos pormenores y aspectos sobre la variedad constructiva de los referidos conductos54.

El Museo Nacional de Arte Romano, casi bicentenario, es un centro de investigación con una amplia trayectoria desarrollada y contrastada por la producción científica que viene generando. Bajo esta perspectiva el museo emeritense viene articulando un denso programa de investigación desde hace casi un siglo. Desde que comenzaron en 1910 las excavaciones sistemáticas en el yaci-miento, tuteladas por arqueólogos y conservadores de distintos centros museológicos, el museo ha sido el receptor del avance científico y sus salas han ido plasmando las novedades que el discurrir de la ciencia ha permitido55. Al tiempo, le ha sido posible desarrollar proyectos de investigación de acuerdo con su carácter e intereses científicos y recabar fondos de los programas regionales, nacionales y de la Unión Europea.

Todo este caudal de conocimientos proporcionado por los programas de investigación se ha ofrecido al público a través de numerosas ediciones que se refieren en su Repertorio de Publicaciones56, de expo-siciones temporales, de programas educativos bien elaborados que responden al mensaje del museo.

No podríamos concluir esta referencia a la arqueología romana de la provincia de Badajoz que se nos ha solicitado con motivo del sesquicentenario de nuestro Museo Arqueológico Provincial sin hacer referencia a proyectos actualmente en marcha y, algunos de ellos, que se vienen desarrollado desde hace décadas. Son los referentes a las ciudades romanas de Regina (conuentus Cordubensis), Nertobriga Concordia Iulia, Contributa Iulia (conuentus Hispalensis) y a la colonia Metellinensis57.

Desde el final de la década de los setenta del pasado siglo venimos trabajando en el yacimiento arqueológico de Regina, en el término municipal de Casas de Reina. Fue un municipio de cierta importancia, al ser concebido como una ciudad de carácter administrativo por constituirse en cabecera de una rica región minera. Ubicada en el llano en el periodo julio-claudio, pero con antecedentes en el “Cerro de las Nieves”, desarrolló una considerable actividad que tuvo su punto de inflexión en el período flavio-trajaneo, que es cuando se levantaron sus edificios más considera-bles: su complejo religioso y su teatro. Su decadencia se explica por la inactividad de las minas de su demarcación. En la zona se detectó la presencia de un campamento romano de consideración que pudo albergar tropas, bien en tiempos de las Guerras Lusitanas o bien durante la contienda sostenida entre Metelo/Pompeyo y Sertorio58.

Como adelantamos, el yacimiento de Nertobriga Concordia Iulia era conocido tanto por las referen-cias de las fuentes clásicas como por las excavaciones de Garrido en el siglo XIX, pero ahora, tras la adquisición del yacimiento por parte del Ayuntamiento de Fregenal de la Sierra, se han podido realizar excavaciones por un excelente equipo que, además de analizar lo conocido, ha prestado su atención a lo que podría considerarse como la “acrópolis” del antiguo municipio59.

Más recientes, aunque la ciudad fuera ya conocida, son las investigaciones que se realizan en el yaci-miento de “Los Cercos”, junto a Medina de las Torres, sede del municipio de Contributa Iulia. Los datos obtenidos en las excavaciones y las noticias anteriores nos configuran una población de impor-tancia, dotada de un urbanismo regular, un área forense donde destaca su basílica, un edificio de espectáculos, al parecer un anfiteatro, un recinto amurallado y una zona suburbana donde se detecta una cierta actividad industrial60.

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Por fin, una referencia a la colonia Metellinensis, de claros antecedentes tartesios y la ciudad más representativa de nuestras tierras en el período final de la República romana. Las noticias sobre su importancia y los monumentos que atesora hablan de su importancia, ahora acrecentada por las excavaciones que se han practicado y que nos han permitido conocer la totalidad de la arqui-tectura de su teatro y de parte de su programa iconográfico. Los caracteres constructivos nos llevan al mismo período que el del edificio teatral emeritense. Además, un templo de carácter “lazial” encaramado en la colina, junto al teatro y que representaba la idea de Roma, apreciable desde la lontananza61.

La investigación de nuestro pasado romano, como referíamos al principio, sigue planteando numerosos interrogantes, tanto en lo referente a la capital de Lusitania como en su conuentus, así como en los núcleos de población de los conuentus Hispalensis y Cordubensis a los que estuvie-ron adscritas las tierras de nuestra geografía. Esperamos que la labor metódica y rigurosa de los equipos de investigación actuales y los que puedan sucederse amplíen un panorama que abrió la labor de beneméritos estudiosos que supieron situar en el mapa de la Romanización a nuestra realidad histórica.

NOTAS

1. La bibliografía sobre Augusta Emerita es muy abundante. Un excelente repertorio actualizado hasta 2010 es el que debemos a Agustín Velázquez Jiménez. Repertorio de bibliografía arqueológica emeritense.III. Emerita 2010. Mérida, 2011.

2. Un resumen publicado hace ya algunos años sobre la arqueología romana en la provincia badajocense lo contiene nuestro estudio sobre la Baja Extremadura: J. M. Álvarez Martínez. “II. Época romana”. Historia de la Baja Extremadura

(M. Terrón Albarrán ed.). Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes. Badajoz, 1986. Tomo I, 89-185.

3. Sobre la creación del Museo de Mérida: J. M. Álvarez Martínez - T. Nogales Basarrate. 150 años en la vida de un Museo.

1838-1988. Mérida, 1988; J. M. Álvarez Martínez. “El Museo Arqueológico de Mérida. La Comisión Provincial de Monu-mentos y la Subcomisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Mérida”. Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos

del País de Badajoz. 1816-2016. Bicentenario. Badajoz, 2016, 199-204.

4. P. Ortíz Romero. Institucionalización y crisis de la Arqueología en Extremadura. Comisión de Monumentos de Badajoz. Subco-

misión de Monumentos de Mérida (1844-1971). Zafra, 2008. Se trata de un completo estudio sobre el papel desempeñado por estas instituciones.

5. En la encuesta se demandaban datos sobre toponimia, noticias históricas referentes a la población y su término, la existencia de vestigios notables en la zona, acueductos entre ellos, de pavimentos de mosaico, sepulcros, lugar de batallas conocidas, restos arquitectónicos, cerámicas, etc. Luego, dicha encuesta se extendía a otros períodos. Resultan interesantes los apartados dedicados tanto a acueductos, como a mosaicos, lo que se explica, en este último caso, por el impacto que produjo, como se aprecia en la documentación de la Comisión que se conserva en el Museo Arqueoló-gico Provincial de Badajoz, el hallazgo del “Mosaico Nilótico” en la calle del Portillo (hoy Sagasta), de Mérida. Sobre el Mosaico. A. Blanco Freijeiro. Mosaicos romanos de Mérida. Corpus de Mosaicos romanos de España, fasc. I. Madrid, 1978, nº 9, 30-32; J. Lancha. Mosaïque et culture dans l’Occident romain. I e-IV e s. Roma, 1997, nº 105, 213-218.

6. Se establecería también un museo, en el que se depositarían todas las antigüedades recogidas por la Comisión en toda la provincia. A este respecto debemos destacar la extraordinaria labor que llevó a cabo D. Tomás Romero de Castilla, autor del Inventario de los objetos recogidos en el museo arqueológico de la Comisión Provincial de Monumentos

de Badajoz, Badajoz, 1896. El valor de este inventario fue incuestionable como relevante aportación de la época al conocimiento de la arqueología provincial. Sobre la interesante figura de Romero de Castilla, véase: M. Pecellín Lan-charro. El krausismo en Badajoz: Tomás Romero de Castilla, Cáceres, 1987. En las páginas 57-58, unas pinceladas sobre su labor como arqueólogo.

7. De las actuaciones de la Subcomisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Mérida estamos mejor informados por las noticias que proporciona uno de sus miembros, Pedro María Plano, que por la escasa información que de ella se conserva, tanto en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz como en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Sobre la Subcomisión emeritense: P. Ortíz Romero, op. cit., 491-508.

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8. Roso de Luna publicó un interesante artículo que venía a completar otros datos proporcionados por los grandes tratadistas de nuestra red viaria como Blázquez, Delgado o Saavedra: M. Roso de Luna. “Las vías romanas del Nordeste de Mérida”. B.R.A.H., LX, 1912, 373 ss.

9. V. Paredes Guillén. Orígen del nombre de Extremadura, 1886.

10. J. R. Mélida. Catálogo Monumental de España. Provincia de Badajoz. Madrid, 1925, I, 395 ss.

11. L. García Iglesias. El noble estudioso de Almendralejo. Autógrafos del Marqués de Monsalud en el archivo del Padre Fidel Fita.

Badajoz, 1997, 109, y, en lo que referimos, 162 y nota 808.

12. E. Hübner. “Cáceres en tiempos de los romanos”. Revista de Extremadura, I, 1899, 145 ss.

13. Un comentario sobre el valor de esta interesante publicación cfr.: P. Ortíz Romero. Introducción a una historia de la

arqueología en Extremadura. Cáceres, 1986, 45 ss.

14. E. Hübner, art. cit., 154.

15. Una visión sobre la evolución de la arqueología emeritense hasta el comienzo de la década de los ochenta del pasa-do siglo: J. Álvarez Sáenz de Buruaga. Panorama de la arqueología emeritense. Discurso leído en su recepción como Acadé-mico de la Real de Extremadura de las Letras y las Artes el 20 de diciembre de 1981. Badajoz, 1984. Véase igualmente nuestro estudio: J. M. Álvarez Martínez. “Cien años de arqueología en Mérida (1910-2010)”, R.E.E., 66, 2, 2010, 627-676.

16. Sobre la figura de Plano: J. M. Álvarez Martínez. “En el centenario de su muerte. Pedro María Plano y su obra”. Anas, 13, 2000, 7-21.

17. Sobre estos dibujos del erudito de Setubal, dados a conocer en su día por Guillen Tato: A. M. Canto. La Arqueología

Española en la época de Carlos IV y Godoy: los dibujos de Mérida de D. Manuel de Villena y Moziño. 1791-1794. Fundación de Estudios Romanos. Madrid, 2001.

18. P. M. Plano. Ampliaciones a la Historia de Mérida. Mérida, 1894, 30-31.

19. La referencia de las piezas emeritenses ingresadas en nuestro primer Museo Arqueológico fueron dadas conocer por M. Almagro Basch. “Antigüedades de Mérida en el Museo Arqueológico Nacional”. Augusta Emerita. Actas del Bimi-

lenario de Mérida. Madrid, 1976, 127 ss.

20. P. M. Plano, op. cit., 27-29. En realidad, como hemos podido comprobar en nuestras excavaciones efectuadas en aquel lugar en los años de 1980 y de 1986, se trataba de un edificio anejo al foro de la colonia Augusta Emerita, con el que formaba un singular conjunto, un Augusteum, dedicado a rendir homenaje al emperador y a su casa. Sobre estos hallazgos y los que se produjeron en torno a 1935 en el lugar conocido como “Pancaliente”, existe una amplia bibliografía: J. M. Álvarez Martínez. “El Foro de Augusta Emerita”. Homenaje a Sáenz de Buruaga. Badajoz, 1982, 53 ss.; W. Trillmich. “Ein historisches Relief in Mérida mit Darstellung des M. Agrippa beim Opfer”. M.M., 27, 1986, 279 ss.; Id. “El niño Ascanio (‘Diana cazadora’) de Mérida en el Museo Arqueológico Nacional”. Boletín del Museo Arqueológico

Nacional, X, 1-2, 1992, 25 ss.; Id. “Gestalt und Austattung des ‘Marmorforums’ in Mérida. Kenntnistand und Perspe-ktiven”. M.M., 36, 1995, 269 ss.; T. Nogales. “El relieve histórico de M. Agrippa, los relieves de Pan Caliente y el Altar del Foro emeritense”. Espacio, Tiempo y Forma/Serie 2, 13, 2000, 391-423. El estudio de su arquitectura decorativa fue realizado por nuestro compañero J. L. de la Barrera: La decoración arquitectónica de los foros de Augusta Emerita. Biblio-theca Archaeologica, 25. Roma, 2000.

21. J. M. Álvarez Martínez. “La arqueología extremeña entre la tradición y el cambio”. R.E.E., 55, 1999, 93-115.

22. J. R. Mélida. Catálogo Monumental de España. Provincia de Badajoz (1907-1910), 2 vols. Madrid, 1925; Id. Catálogo Monu-

mental de España. Provincia de Cáceres (1914-1916), 2 vols. Madrid, 1924.

23. J. Álvarez Sáenz de Buruaga. “Don José Ramón Mélida y don Maximiliano Macías: Su obra arqueológica en Extre-madura”. R.E.E. I-2, II, 1945, 193 ss. Sobre la figura de D. Maximiliano Macías véase la excelente monografía de José Caballero Rodríguez: Maximiliano Macías y su tiempo (1867- 1934). Historia íntima de las grandes excavaciones en Mérida.

Mérida, 2008.

24. Entre las memorias más conocidas publicadas por Mélida, a veces en compañía de M. Macías, destacan las relacio-nadas con los trabajos en el teatro, anfiteatro y circo, columbarios, etc. Sobre la ingente labor llevada a cabo por los beneméritos arqueólogos: J. Caballero Rodríguez, J. M. Álvarez Martínez. Epistolario de las grandes excavaciones en Mérida.

Correspondencia privada entre Maximiliano Macías y José Ramón Mélida (1908-1934). Mérida, 2011.

25. J. R. Mélida. “Mérida”. IV Internationaler Archeologischer Kongress. Barcelona, 1931.

26. J. M. Álvarez Martínez - T. Nogales Basarrate, op. cit., 25 ss.

27. J. de C. Serra Rafols. La villa romana de la dehesa de “La Cocosa”. Badajoz, 1952.

28. Es de alto interés el trabajo de J.-G. Gorges sobre las villas hispanoromanas, con múltiples referencias a las extreme-ñas: Les villas hispano-romaines: inventaire et problématique archéologiques. París, 1979.

73

ROMA

—197—

29. V. Viniegra de Vera. Páginas de Santa Marta. Zafra, 1925, 45 ss. Se halló en una de las piezas de la casa un interesante mosaico con el tema de Orfeo, del que nos ocupamos en su día.

30. F. G. Rodríguez Martín, “Torre Águila y las villas de Lusitania interior hasta el occidente atlántico”. Las villae tardo-

rromanas en el Occidente del Imperio. IV Congreso Internacional. Gijón, 2008, 301-344.

31. A. Aguilar Sáenz - P. Guichard. Villas romaines d´Estremadura: Doña María, La Sevillana et leur environnement.

Madrid, 1993.

32. L. A. Rubio Muñoz. “Un asentamiento rural en la cuenca del Guadiana. La villa romana de Pesquero”. Anas, 1, 1988, 67-82.

33. Sobre la labor llevada a cabo en el museo por D. José Álvarez Sáenz de Buruaga, quien tuteló el centro entre 1943 y 1985, A. Velázquez Jiménez. “Don José Álvarez Sáenz de Buruaga. Arqueólogo, historiador, bibliófilo y humanista”. R.E.E., 52, 1996, 349-354.

34. Fruto de sus trabajos anteriores en Mérida, el prof. Almagro, publicó una síntesis sobre la topografía romana de Mérida, cfr. M. Almagro Basch. “Augusta Emerita. Eine hispanische Porvinzhaupstadt der römischen Kaiserzeit”. Deutsches Archäologisches Institut. 150 Jahre 1829-1979. Mainz, 1979, 143-162. También publicó, en varias ediciones, una guía de la ciudad y sus monumentos.

35. J. M. Álvarez Martínez. “José Álvarez Sáenz de Buruaga (1916-1995), impulsor de la arqueología emeritense”. Museos.es, 2, 184-197.

36. J. M. Álvarez Martínez - T. Nogales Basarrate. “Una nueva y fructífera etapa. 1963-1986”. Mérida 2.000 años de histo-

ria. 100 años de arqueología. Mérida, 2011, 141-174.

37. J. M. Álvarez Martínez - T. Nogales Basarrate. Forum coloniae Augustae Emeritae. “Templo de Diana”, 2 vols. Méri-da, 2003.

38. J. M. Álvarez Martínez. “La Villa romana de ‘El Hinojal’ en la dehesa de ‘Las Tiendas’ (Mérida)”. NAH-Arqueología,

4. Madrid, 1976, 435-488.

39. Centro y periferia en el mundo clásico. Actas XVIII Congreso Internacional Arqueología Clásica. 2 vols. Mérida, 2014.

40. Roma y las provincias. Modelo y difusión. Actas del XI Coloquio Internacional de Arte Romano Provincial (T. Nogales - I. Rodá eds.), 2 vols. Mérida, 2011.

41. J. J. Enríquez Navascués et alii. “Excavaciones arqueológicas en Mérida (1986-1990)”. Extremadura Arqueológica,

II (Primeras Jornadas de Prehistoria y Arqueología). Mérida, 1991, 599-609; J. J. Enríquez Navascués. “Relación de sondeos y excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en Mérida entre 1987 y 1991. Anas, 7-8, 1994-1995, 143-158; J. Molano Brías et alii. “Arqueología urbana en Mérida: 1987-1990”. Acta das IV Jornadas Arqueologicas (Lisboa, 1990). Lis-boa, 1991, 45-55.

42. Sobre la basílica de Santa Eulalia y sus excavaciones: L. Caballero Zoreda- P. Mateos Cruz. “Trabajos arqueológicos realizados en la iglesia de Santa Eulalia de Mérida”. Jornadas sobre Santa Eulalia de Mérida. Extremadura Arqueológica III. Mérida, 1993, 15-50; P. Mateos Cruz. La Basílica de Santa Eulalia de Mérida. Arqueología y urbanismo. Anejos de Archivo Español de Arqueología, XIX. Madrid, 1999.

43. J. L. Mosquera Müller. “Excavaciones en el barrio emeritense de Morería”. Revista de Arqueología, nº 158, 1994, 47-48; M. Alba Calzado. “Ocupación diacrónica en el área arqueológica de Morería (Mérida)”. Memoria 1. Mérida. Excavaciones

arqueológicas 1994-1995, 285-315.

44. J. M. Álvarez Martínez et alii. Conjunto arqueológico de Mérida. Patrimonio de la Humanidad. Madrid, 1992.

45. Sobre este método de trabajo: P. Mateos Cruz. “Proyecto de arqueología urbana en Mérida: desarrollo y primeros resultados”. Extremadura Arqueológica, IV, 1995, 191-215.; Id. “La arqueología urbana en Mérida: el proceso arqueológi-co”. Memoria 1. Mérida. Excavaciones Arqueológicas, 1994-1995. Mérida, 1997, 191-215.

46. F. J. Sánchez-Palencia - A. M. Montalvo - E. Gijón. “El Circo romano de Augusta Emerita” en T. Nogales - F. J. Sánchez-Palencia (eds.) El Circo en la Hispania romana. Madrid, 2001, 75-95.

47. P. Mateos Cruz (ed.). El “Foro provincial de Augusta Emerita: un conjunto monumental de culto imperial. Anejos de AEspA, LII. Madrid, 2006.

48. R. Ayerbe Vélez - T. Barrientos Vera - F. Palma García (eds.). El foro de Augusta Emerita. Génesis y evolución de sus recintos

monumentales. Anejos de AEspA, LIII. Mérida, 2009.

49. M. Alba Calzado. “Características del viario urbano de Emerita entre los siglos I y VIII”. Memoria 5. Mérida, Excava-

ciones Arqueológicas, 1999. Mérida, 2001, 397-423; Id. “Datos para la reconstrucción diacrónica del paisaje urbano de Emerita: las calles porticadas desde la etapa romana a la visigoda”. Memoria 6. Mérida, Excavaciones Arqueológicas, 2000. Mérida, 2002, 371-396.

74

150 Años del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz

—198—

50. J. A. Calero Carretero. “La muralla romana de Augusta Emerita: apuntes para una bibliografía crítica de los estu-dios sobre el recinto”. R.E.E., LVIII, 1992, 259-275.

51. M. Alba Calzado. “Consideraciones arqueológicas en torno al siglo V en Mérida: Repercusiones en las viviendas y en la muralla”. Memoria2. Mérida Excavaciones Arqueológicas, 1996. Mérida, 1998, 361-385.

52. J. M. Álvarez Martínez. “Los accesos al recinto de la Colonia Augusta Emerita. La Puerta del Puente” en T. G. Schatt-ner - F. Valdés Fernández (eds.). Stadttore. Bautyp und Kunstform. Akten der Tagung in Toledo vom 25 bis 27 September 2003.

Iberia Archaeologica, 8. Mainz am Rhein, 2006, 221-251.

53. J. Hernández Ramírez. “El conducto de ‘Rabo de Buey-San Lázaro’ (Mérida)”. Mérida. Ciudad y Patrimonio, 2, 1998, 39-66.

54. Hay que destacar los diversos estudios llevados a cabo por la Confederación Hidrográfica del Guadiana con aporta-ciones bien considerables por parte de Fernando Aranda, José Luis Carcaboso y otros. Por su parte, Feijoo ha plantea-do interesantes sugerencias sobre el conducto de Proserpina-“Los Milagros” y la cronología de la presa de Proserpina: S. Feijoo Martínez. “Las presas y los acueductos de agua potable, una asociación incompatible en la antigüedad: el abastecimiento en Augusta Emerita” en T. Nogales Basarrate (ed.) Augusta Emerita. Territorios, Espacios, Imágenes y Gentes

en Lusitania Romana. Monografías Emeritenses, 8. Mérida, 2004, 171-205.

55. Se han editado los catálogos de las más importantes colecciones del Centro tales como mosaico (A. Blanco Freije-iro. Mosaicos romanos de Mérida. Corpus de mosaicos romanos de España, fasc. 1. Madrid, 1978; J. M. Álvarez Martínez. Mosaicos romanos de Mérida. Nuevos hallazgos. Monografías Emeritenses, 4. Mérida, 1990.), retratos (T. Nogales Basarrate. El retrato privado en Augusta Emerita. 2 vols. Badajoz, 1997), vidrio, cerámica, hierros, bronces…

56. Contiene las publicaciones tanto de las series del museo como otras realizadas en colaboración con otras institucio-nes, Asociación de Amigos, Fundación de Estudios Romanos….

57. Las lógicas limitaciones que se han establecido no permiten completar este panorama. No obstante, se puede acu-dir al ya referido estudio realizado en el marco del volumen I de la Historia de la Baja Extremadura.

58. Sobre Regina existe una amplia bibliografía, en la que refieren los resultados de la investigación llevada a cabo en el yacimiento. Como resumen se puede consultar J. M. Álvarez Martínez - F. G. Rodríguez Martín - T. Nogales Basarrate. “Regina: proceso de urbanización de un centro de la Baetica”. Ciudades romanas de Extremadura. (T. Nogales Basarrate - M. J. Pérez del Castillo eds.). Studia lusitana, 8. Mérida, 2014, 163-194.

59. L. Berrocal Rangel - J. L. de la Barrera - R. Caso Amador. Nertobriga Concordia Iulia. De oppidum céltico a municipium

romano. Publicacions Universitat d’Alacant. Serie Arqueología. Alicante, 2017.

60. P. Mateos - A. Pizzo - V. Mayoral. “El paisaje urbano de Contributa Iulia Ugultunia (Medina de las Torres, Badajoz)”. Ciudades romanas de Extremadura, 113-133.

61. S. Guerra Millán - H. Collado Giraldo - S. Pérez Romero - M. Viola Nevado. “Metellinum: síntesis histórica y noveda-des arqueológicas de esta ciudad romana”. Ciudades romanas de Extremadura, 195-221.

75

ROMA

—199—

El teatro tras su excavación.

El denominado

pórtico del Foro de

Mérida. Estado actual

y reconstrucción de

R. Mesa y J. Martínez.

Frente escénico del teatro

de Regina.

76

Alberto Álvarez Pirrongellinació en Mérida (1942). Eshijo de José Álvarez Can-

tón (Don Benito) y Aurora Pirron-gelli Suárez (Mérida), nieto delrelojero emeritense Luis Pirron-gelli. Los quehaceres trajeron almatrimonio, de once hijos, aMontijo en 1946. José Álvarez, supadre, fue contratado para ejercerde listero en la empresa ColoniasPenitenciarias Militarizas, se-gunda Agrupación. La familia seinstaló en una casa de la calleHuertecillas. Viviendo, al pocotiempo, en la calle Badajoz. Calleen la que Alberto Pirrongelli, queasí es nombrado, pasó diez años.

Alberto recuerda aquellos añosen el colegio Padre Manjón y asu maestro don Ramón Leal, delque dice que fue un hombrebueno. También el tiempo que

estuvo en la Academia Ntra. Se-ñora del Pilar de don FranciscoPitarque. En 1956 Alberto con sufamilia deja Montijo y marchana Don Benito. En la ciudad de lasVegas Altas, Alberto comienza adesarrollar sus facultades y habi-lidades por el dibujo y la pintura.

Su afán por estas artes le llevaa conocer a don Antonio Cidon-cha Solano, socio de la empresaCI-GO (Cidoncha, Gómez y Ca-ballero) propietaria del dombe-nitense Gran Cine Rialto, parael que pinta el cartel de la película“Simba”, la historia terrible deuna leona acorralada por unatribu. Fueron las primeras tres-cientas pesetas que Alberto ganócon la pintura, junto con el com-promiso de seguir haciendo máscarteles de las películas que se es-trenaban en el Rialto. Tenía Al-berto trece años.

ALBERTO PIRRONGELLIPINTARÁ LA PLAZA DE ABASTOS EN EL TEATRO NUEVO CALDERÓN

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❪M. García Cienfuegos ❫Cronista Oficial de Montijo

77

4 1 ı C U L T U R A ı

Pintó las espectaculares

carteleras de los cines

de la Gran Vía y Fuencarral,

entre otros. Del cartel

que hizo para la película

Gandhi, en el cine Callao,

siente pasión. De aquellos

gigantes carteles pasó

a sus espectaculares

trampantojos que pueden

verse en las calles

madrileñas y en

Navalcarnero donde hay

una ruta de ellos.

En Montijo nos dejará la

pintura de la memoria de la

Plaza de Abastos que el

tiempo se llevó

PINTA CARTELERASPARA LOS MEJORES CINES DE MADRIDEl joven Pirrongelli, sin embargo,con diecisiete años busca mayoresempresas, marchando a la capitalde España. Tenía, ciertamente,mayores pretensiones. Le apasio-naba poder algún día pintar car-teles de los cines famosos de laépoca en la Gran Vía madrileña,medidor del éxito o fracaso paralos artistas de la cartelería de cine.

Su llegada a Madrid le propor-ciona entrar en el Taller de DavidHuelmo, del que dice que fue sumaestro, el más grande. “Era de-licioso verlo pintar, tenía un di-bujo perfecto y bellísimo y con elcolor era auténticamente magis-tral, valiente de pincelada y aca-démico hasta la absoluta perfec-ción, ha sido y es alguien a quienquiero profundamente y a quien

estaré siempre agradecido”, re-conoce Alberto.

¿Cuántos carteles de cine pintóAlberto Pirrongelli? Dice no poderdar una cifra exacta en los más detreinta años dedicados a pintar lascarteleras de los cines más impor-tantes de la Gran Vía, Callao yFuencarral, entre otros. Cartelesque solían medir 25x12 metros.Eran espectaculares, afirma. Ca-llao, Palacio de la Música, Ave-nida, Palacio de la Prensa, Capitol,Coliseum… Los Roxy A y Roxy

› Trampantojo en la calle de La Montera en Madrid

78

B, exhibieron el arte en los cartelesde nuestro paisano Pirrongelli.

Alberto Pirrongelli dice que-darse con el cartel de la películaGandhi, estrenada en España en1983. Fu un cartel que impactóa los madrileños. La película seproyectó en el Cine Callao. Eléxito del cartel fue proyectado enla entrega de los ocho Oscar querecibió la película en la ceremo-nia realizada en Hollywood.Otras de los carteles pintados porél y que admira fue el The Ter-minator, protagonizada por el ac-tor Arnold Schwarzenegger.

El cartel que no pudo pintar,pero que sí soñó hacerlo cuandovio la película, para la misma ubi-cación y medida que hizo parala película Gandhi, pero su pro-tagonista sería otro: el generalMáximo Décimo Meridio, inter-

pretado por Russell Crowe enGladiator. “Me imagino a ese ge-neral extremeño de mi queridaEmérita Augusta dando lecciónde honor a Roma. Casi lo veo pin-celada a pincelada, fuerte y ho-nesto, con sus principios éticos.Qué bonito hubiera sido hacerlo”.

LOS TRAMPANTOJOS DE PIRRONGELLIPirrongelli, ante las modernastécnicas de impresión digital, re-conduce su vida y su arte, pa-sando de los gigantes carteles decine de la Gran Vía a sus espec-taculares trampantojos. El tram-pantojo son pinturas que tratande engañar nuestro ojo con esce-nas que parecen reales porqueson continuación del entorno yporque usan las tres dimensionespara parecer que son verdad.

Alberto comenzó a pintar lostrampantojos madrileños duranteel tiempo del alcalde José MaríaÁlvarez del Manzano, partidariode este tipo de pintura. Los tram-pantojos de Alberto Pirrongellisiguen estando presentes en mu-chas calles madrileñas, a la vistade todos los que deseen fijar susojos en las paredes que los sus-tentan: la fachada de la plaza dePuerta Cerrada, la calesa de lacalle de la Montera, la verbenade la carrera de San Francisco,una peluquería en San Ber-nardo...

Es en Navalcarnero (Madrid)donde Alberto ha dejado una‘Ruta del trampantojo’ que con-serva para la admiración de na-valcarnereños y visitantes. Cier-tamente, son espectaculares, bienpensados, bien trazados, bien he-chos. El de ‘Piensos Alonso’, enla plaza del Calvario derrochaarte en plenitud. Y así los Sega-dores, la Vendimia, Museo del

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❮ Trampantojo en Navalcarnero (Madrid)

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Vino, Baile regional, Casa de ve-cinos, Centenario… y tantos parala contemplación y el disfrute.

En la ermita de Santa Águedade Navalcarnero, Alberto Pirron-gelli ha dejado la impronta de supintura más clásica basada en lainspiración de grandes maestros(Tiépolo, Sebastiano del Piombo,Veronés, Bassano, Leonardo daVinci y Bautista Maino), juntocon composiciones propias. En laiglesia de San Pedro, la conside-rada capilla sixtina de Navalcar-nero, centenares de personajespueblan las escenas representa-das. Destacando la cúpula quemuestra la Gloria y la SantísimaTrinidad. Alberto Pirrongelli,igual que en la de Santa Águeda,se inspiró en obras de Murillo,Rubens, un mosaico siciliano dels. IV y Poussin, maestro del ba-rroco francés. La huella artísticadel pincel del maestro tambiénestá en una ermita de Renedo deCabuérniga (Cantabria).

TRAMPANTOJOS PARA EL TEATRO NUEVO CALDERÓN

En el mes de marzo, AlbertoPirrongelli visitó Montijo, dondetiene varios amigos, asistiendo ala entrega, en el Teatro NuevoCalderón, del Premio de RelatosRafael González Castell. Mo-mento en el que se gestó la posi-bilidad, con la concejalía de Cul-tura, de pintar unos trampantojosen los paramentos de la escaleraque conduce a la segunda planta,con motivos alusivos a la Plazade Abastos.

En los trampantojos sobre larecordada Plaza de Abastos, Al-berto Pirrongelli dejará una co-rriente que evocará a un olor amelodía fresca de mañana. Olory sabor de nuestras huertas parala compra doméstica en lospuestos que mostraban el salu-dable oficio del rito de la com-pra y venta. Frutas, verduras, le-che, huevos, carnes y pescados.

Por los pasillos que nos pinte Pi-rrongelli de la Plaza de Abastosque el tiempo se llevó, correráun dulce pregón que anunciarápatatas, higos, sandías, tomates,pimientos, peras, sardinas, mer-luza, huevos frescos y carne deprimera. Para que siempre laPlaza de Abastos permanezcaen la memoria.

A mediados de septiembre es-tarán montados los andamios alos que se subirá este artistapara hacerlo altruistamente.Quiere agradecer de esta ma-nera los años felices que vivióen Montijo. Con su bata ama-rilla y setenta y seis años, Al-berto se subirá al tablado paradejarnos el sabor y el olor de laPlaza de Abastos. Y ella tam-bién evocará el olor a café, chu-rros y aguardiente de los tem-plos que andaban en suterritorio ya perdidos. Estoy,querido amigo Alberto, de-seando ver tu obra.

4 3 ı C U L T U R A ı 80

Transcurría el mes de mayode 1886, la reina regentedoña María Cristina de

Habsburgo Lorena (1858-1929),que había quedado viuda hacíaseis meses por el fallecimiento delrey Alfonso XII, y tras habertraído al mundo dos niñas, dabaa luz, el 17 de mayo de 1886, aun niño destinado a ser el futurorey Alfonso XIII que, tras la re-gencia de su madre, subió altrono en 1902.

Tan feliz acontecimiento fuefestejado por la Corporación Mu-nicipal de Montijo con la publi-cación de un bando transmi-tiendo así el alborozo a lapoblación, un repique de campa-nas de nueve a diez de la noche yla iluminación de las casas porlos vecinos. Reuniéndose a lahora citada la Corporación en elsalón de la Casa Consistorial,siendo invitadas las autoridadesciviles y militares residentes en la

BARRIO ‘EL COTORRILLO’

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❪M. García Cienfuegos ❫Cronista Oficial de Montijo

En la parte oeste de la

población, en el

llamado ejido de los

Mártires, para

ensanche de la

misma, se acordó que

“en vista de que son

varios los vecinos que

solicitan solares para

la edificación de casas

en indicado sitio,

puesto que con ello se

hacía desaparecer el

charco o laguna y

como todos saben es

foco de infección”

81

8 1 ı U R B A N I S M O ı

población para festejar el naci-miento habido en el PalacioReal1.Tres meses antes de tan feliz

noticia, había llegado a la Alcal-día de Montijo, Antonio Mateo

Pinilla2, siendo secretario Fran-cisco Varela Santamaria. Enaquel contexto social y político,en el que el liberal Práxedes Ma-teo Sagasta presidía el Gobierno,años en el que el turnismo entreconservadores y liberales era elmarco político instalado en laRestauración. Pues, en ese am-biente que vivían liberales y con-

servadores, se proyecta desde elAyuntamiento la necesidad deampliar el casco urbano de Mon-tijo en la zona occidental de lavilla3.

El 6/VI/1886, los componen-tes del Consistorio Municipalacuerdan que la Comisión de Po-licía Urbana y Rural realizara unestudio del terreno conocido porCotorrillo4, existente en la parteoeste de la población, para en-sanche de la misma, “en vista deque son varios los vecinos que so-licitan solares para la edificaciónde casas en indicado sitio y siendourgente el caso, procure dichaComisión verificarlo en la pró-xima semana, dando cuenta desu cometido en la sesión veni-dera”5.

1 Archivo Municipal de Montijo (AMM). Librode Actas Sesiones. 1886-1888. Sesión cele-brada el 19/V/1886. Fol. 37 vto.

2 El nombramiento se produce el 27 de fe-brero. AMM. Ibidem. fol. 15 vto. Fueron te-nientes de alcaldes Pedro Rivera Barrena yJuan Rodríguez Molina. Antonio Mateo per-tenecía al partido conservador, vivía en la

calle Santa Ana con su mujer Marcelina Ro-dríguez y sus hijos Pedro, Manuel, Alonso yAntonio.

3 En 1862 se había concedido licencia de obraspara construir las primeras casas de la calleMártires.

4 Elevación natural del terreno de poca alturay de bordes suaves.

5 AMM. Libro de Actas Sesiones. 1886-1888.Fol. 43 vto. y 44.

82

El Cotorrillo, para situarnos, selocalizaba en el Ejido de los Már-tires, actuales calles Espronceda,Huertas y Salmerón que lo limi-tan, junto con las de Muñoz To-rrero, Bailén y Almansa que locruzan6. Una semana después delprimer acuerdo, el Pleno Muni-cipal aprobaba por unanimidadla cesión gratuita del terreno co-nocido por Cotorrillo para quelos vecinos puedan edificar en él.Argumentándose que “sería muyconveniente el ensanche de la po-blación por indicado sitio, puestoque con ello se hacía desaparecerel charco o laguna que existe enindicado sitio y como todos sabenes un foco de infección”7, exigién-

dose a los vecinos que solicitaransolares “el saneamiento a su costay una vez verificado se procedaal trazado de casas, pudiendoconstruirse dos aceras, una quecon sus fachadas al Norte guardenla línea de casas de la calle delConde que tienen sus fachadas almismo punto cardinal; y otraacera a la parte Sur debiendo ter-minar el trazado de unas y otrascasas al centro del Cotorrillo. Quelas obras de edificación no debenprincipiarlas en tanto que el te-rreno no esté debidamente sa-neado y para ello principiarán lossolicitantes por desaguar referidocharco, abriendo una zanja que,partiendo de este punto, conduz-cas las aguas en él detenidas a lacuneta de la carretera”8.

PRIMERAS SOLICITUDESPARA CONSTRUIR CASAS

En la sesión del 18/VII/1886los vecinos Antonio Cruz Vegas,Marcelino Fernández Suco, Bar-tolomé Gragera y Gragera,Alonso Gutiérrez Polo, Juan LaraPérez, Silvestre Corchado, Ma-nuel Sánchez González, Juan Fé-lix Bragado, Pedro Menayo Gon-zález, Juan Gómez Rueda,Alonso Gragera Domínguez,Alonso Cerro, Isidoro GonzálezBarco, Juan Antonio Méndez yJuan Redondo Caballero, solici-taban se les concediese “terrenopara edificar casa habitación enel sitio de los Mártires, conocidopor Cotorrillo, o sea el que existeentre los corrales de la calle deMártires y la ermita ruinosa delos Mártires, pretendiendo cadauno catorce varas de latitud parala edificación de sus respectivascasas, haciendo mérito que lossiete primeros les conviene obte-

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6 La Corporación Municipal acordó poner losnombres de Espronceda, Muñoz Torrero yBailén, en la sesión del 5/VI/1898. Conf.AMM. Libro Actas de Sesiones 1898. Fol.129 y vto.

7 Ibidem. Sesión 13/VI/1886. Fol. 46. Señala-ban los concejales “que el interés en hacer de-saparecer el charco era tanto por su fetidez,cuanto por lo propenso que es que en elmismo ocurran desgracias lamentables” 8 Ibidem. Fol. 46 vto.

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LA AVELLANEDA: NÚCLEO MATRIZ DE CASTAÑAR DE IBOR

Domingo Quijada González

Ahora que llegó el otoño, sólo falta que llegue la lluvia para que podamos disfrutar de

una de las rutas más hermosa que hay en muchos kilómetros a la redonda. Y, lo digo

con fundamento, porque la he recorrido muchas veces: la de los Valles del Ibor-Viejas.

Si, la iniciamos al pasar Bohonal, tras la subir la “raña”, descendemos hasta el río Ibor

y llegamos a La Avellaneda.

Núcleo matriz de Castañar de Ibor, pues hay constancia escrita acerca de su existencia

ya en el siglo XIII: fue el primer núcleo que se fundó, junto con Navalvillar, en el valle

del Ibor; aunque se tratara de una pequeña aldea. Posteriormente, y ya en el siglo XIV,

iría creciendo; a la vez que surgen nuevas alquerías, como Las Colmenillas y el propio

lugar de Castañar. En numerosos documentos la citan como La Avellaneda de Ibor,

ubicación primitiva de los castañeros. Los restos que aún se conservan de su Iglesia, así

lo confirman; aunque este monumento será posterior, de finales del siglo XV. Donde se

alojaba su famoso Cristo.

Nos preguntaremos el porqué de la elección de este lugar como ubicación del

asentamiento. La respuesta es fácil y por las mismas razones que otros eligieron San

Román o Puebla de Naciados (por poner dos ejemplos): una fértil vega (aunque es muy

pequeña), con buena tierra y agua suficiente en fuentes (como la del Chorrito, con agua

exquisita), pozos y en el río Ibor; cercanía del arroyo y valle del Horcajo, similar al

anterior; los montes próximos para aprovechamientos ganaderos, lugar de paso y de

trashumancia ganadera, presencia de hierro y estaño en sus cercanías, etc. La referencia

a un frutal es manifiesta: lugar poblado de avellanos, donde abundarían.

La negligente pérdida de los Archivos, en los años 60, nos ha impedido analizar

posibles hechos y documentos de su pasado.

Nace Castañar Será entonces, en el siglo XV, cuando muchos de los vecinos de La Avellaneda (junto

con otros que llegan ahora) se trasladan al actual emplazamiento de Castañar, fundando

87

esta nueva población. Sobre este hecho hemos de aclarar ciertos detalles:

1.- La Avellaneda no se despobló entonces (como opinan ciertas personas), sino que

permanecerá con un número importante de vecinos hasta finales del siglo XVIII: la

verdad es que continuó habitada, al menos, hasta 1752.

2.- Se ha escrito que fue debido a las termitas, muy abundantes entonces. Es posible

que un aumento de las mismas, en esa época (incluso, todavía, se puedan apreciar a

veces), precipitara los acontecimientos. Pero creo que hubo otros motivos más lógicos:

valle muy pequeño en La Avellaneda, incapaz de albergar un número elevado de

habitantes (de recursos insuficientes, pues el resto del terreno es poco productivo); se

aproximan a la confluencia del Viejas con el Ibor, con mejores suelos y posibilidades

(pesca, vegas, etc.); presencia de goetita (óxido de hierro cristalizado), mineral de hierro

de gran importancia entonces; vacío poblacional en la zona de Castañar, sin ningún

municipio existente (si exceptuamos Navalvillar); cercanía de Guadalupe, que influía

cada vez más; bonanza de su clima y salubridad (menos palúdico que en La

Avellaneda), ideales para asentarse; abundancia de agua (arroyo Castañar, manantiales y

ríos citados); presencia de arbolado aprovechable (como el castaño), etc. E, incluso,

pudo influir la reconstrucción del Puente del Conde, entre los castillejos de Alija y

Peñaflor, a cargo de Diego López de Zúñiga (2º Conde de Miranda del Castañar), a

finales del siglo XV, por donde pasaba la Cañada Real, pagando impuestos; desde

donde se derivaban diversos cordeles por La Jara e Ibores: el paso del cordel de la

Mesta por Castañar, con posibilidades de bifurcarse hacia Guadalupe (desde donde se

adentraba en Badajoz, a través de Orellana) y Robledollano (en dirección a Deleitosa y

Trujillo), fue muy codiciado por los ganaderos trashumantes. En ese siglo XV ya hay

referencias de un tal Hernán o Fernán Pérez, que tiene cierto protagonismo local (en

algunos documentos se dice que fue el fundador del pueblo, a finales de ese siglo XV).

La protección contra los “golfines” fue otro de los motivos de su fundación.

3.- Además, conocemos que en el siglo XV los arzobispos toledanos, a través de sus

Sentencias Arbitrales, limitan el poder de los ganaderos y facilitan el cultivo de extensas

parcelas; con lo que se incrementa la producción de cereales, frutales y viñas. Esto pudo

intervenir, igualmente, en el caso de Castañar: lugar poblado de castaños, con

numerosos olivos. El Concejo de Talavera también colaboró en la expansión

repobladora.

Lo cierto es que algunos habitantes se marchan, a los que se unen otros colonos

llegados de fuera. Fundan, de este modo, "Chozas del Castañar"; dependiendo de la

ciudad de Talavera. Posteriormente denominada "Casas de Castañar", hasta que se

bautiza con el nombre de "El Castañar", ampliado después a "Castañar de Ibor":

cambian el nombre, tal vez para evitar confusiones con la localidad del Valle del Jerte,

que se llamaba igual (Casas de Castañar). En todos los casos, la referencia a uno de sus

árboles representativos, el castaño, es patente. Como es lógico, en esta primera fase, el

número de vecinos era escaso (las alusiones a Chozas y Casas son claras...): guerras,

epidemias, pobreza, etc.; ya que fue en este siglo XV cuando, verdaderamente, se lleva

a cabo la repoblación de La Jara y Los Ibores.

Y, regresando al senderismo, ascender por el Ibor a través del camino de los Molinos

(junto a ellos y el río), pasar a la vera de la cueva de la Mina de Ibor (distinta de la

famosa cueva de Castañar, o del Helechal, algo más arriba), con sus grabados rupestres;

llegar a la desembocadura del río Viejas con su salto de agua, ascender ese riachuelo

arriba tras pasar la piscifactoría, inmersos en un paisaje paradisíaco: cuya paz sólo se ve

interrumpida por la “berrea” de los ciervos. Hasta llegar al “Pozo de Nieve” y descender

hasta Guadalupe.

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LA CAMPANA Y CONCEJO DE LA MATA

Domingo Quijada González

A principios del siglo XIV, en medio de una serie de señoríos que pretendían apoderarse detodo el Campo Arañuelo (los Almaraz, Monroy, Zúñigas, Oropesa, Alba, Peñaranda y Serrejón),para evitarlo, la ciudad y obispado de Plasencia fundan el “Sexmo” de Plasencia y dos“Campanas” –las de Albalat y de la Mata–: un Concejo de alquerías dependiente de dichaciudad. En nuestro caso, en torno a la iglesia que construyen junto al arroyo Santa María: SantaMaría de la Mata (actuales ruinas de San Gregorio), en el cruce de la Autovía con la carretera aPeraleda y Guadalupe. Esta peculiar institución, promovida por la iglesia, tenía como finpotenciar la repoblación, evitar la usurpación de tierras por parte de los señores y emanciparse dela Mesta. Al principio estaba compuesta por Navalmoral, Santa María de la Mata (sede matriz,fundada junto a una mata de encina, donde según la leyenda se apareció la Virgen), Valparaíso,Torviscoso y Malhincada (despoblados ya los tres últimos). Más tarde se incorporan Millanes yPeraleda. El primero y los tres últimos, siguen portando el apellido “de la Mata”.

Así pues, la Campana fue una institución medieval promovida por la Iglesia que, al quereratender espiritualmente a la población pastoril dispersa, buscando un nexo de unión entre ella,instituyó parroquias rurales (allí acudían cada domingo sus vecinos, para los actos religiosos y cciviles). La Campana cumplía, pues, una doble función cívico-religiosa: ya que, además deParroquia, era Concejo. Gradualmente, las primitivas y pequeñas alquerías irían creciendo,convirtiéndose en pueblos (con iglesias). Pero el trasfondo continuaba similar. Perdurará hastamediados del siglo XIX (1855), como expondremos.

La característica más significativa era la disposición de tierras, dehesas y ejidos por parte delcomún de vecinos que disfrutaban, además, el privilegio de exención de impuestos para losrecién casados o avecindados (como ayuda). Así como potenciar la repoblación, evitar lausurpación de tierras por parte de los señores y emanciparse de la Mesta. Plasencia las ayuda contierras, dehesas y ejidos; y su economía será, básicamente, agropecuaria. En base a unos cultivospor pequeños agricultores, que se repartían lotes de esas tierras comunales a cambio de unpequeño pago; y aprovechamiento ganadero doble: parte de las bellotas y pastos eran arrendadospor el Concejo a ganaderos forasteros; mientras otros lotes son disfrutados por los vecinos delArañuelo, comunalmente, aportando un número escaso de cabezas de ganado por familia, queson custodiados por un pastor común contratado. Las dehesas boyales se destinan a las yuntas delabor (bueyes en su mayoría, de ahí su nombre), donde pastaban gratis.

Su organización se basaba en lo siguiente: cada una de por si es Villa, pero todas juntas seconsideran una sola y constituyen una vecindad, una justicia igual y un gobierno; susaprovechamientos son comunes y su jurisdicción se ejerce de este modo: por cada alcalde en suvilla, dentro del pueblo; y, para los temas generales o comunales, actuarían de acuerdo con elasunto. A pesar de los numerosos impuestos (la Corona, ciudad de Plasencia, Iglesia, abusos delos Corregidores, del propio Concejo o Ayuntamientos, etc.), la nota destacable era la igualdadgeneralizada entre los vecinos, la ausencia de clases sociales importantes en estas localidades.

Las referencias a toponimias edafológicas y agrarias (nava, valle –val–, mata, peral, moral,torvisco) o ganaderas ("millanes" y “millares”) son lógicas. Y la influencia de la gente del sur deÁvila, así como del sector talaverano, está fuera de toda duda.

En 1636 logran la exención de Plasencia, adquiriendo el título de Villas. Y más tarde segeneraliza la Romería de San Gregorio (de ahí su actual nombre) cada 9 de mayo.

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Progresivamente, desaparecen Valparaíso (por los portugueses, en el Guerra de Sucesión:1701-1713), Malhincada (su propio nombre lo indica, en un paraje palúdico junto al arroyo SantaMaría) y el núcleo matriz (por similares causas que la anterior). Y, aquellas primitivas tierrascomunales, unas se van repartiendo entre los diferentes municipios, pero otras proseguirán deaprovechamiento común:

Las dehesas más alejadas, con un aprovechamiento cerealístico y ganadero (según los suelos),leña, carbón vegetal y corcho, se repartían entre tres estamentos: - Unas eran propias de cada Villa (conseguidas, generalmente, tras el reparto de baldíos definales del XVIII) o a través de adquisiciones particulares): Millanes tenía el Ejido de Millanes.

Navalmoral disfrutaba de Casasola, La Hilera, Dehesa del Matadero, Dehesón, EjidoChico, Ejido de la Jara, El Fondón, La Chaparrera, Buenavista-Las Mojeas, Horco y ElTuruñuelo.

Torviscoso tenía su Dehesa y el Ejido Gallinero. Peraleda poseía La Pasada, Cerrillo, Lugar Nuevo, Miramontes y La Mata (entre lasprincipales). - Otras eran comunes del Concejo de la Mata (o sea, en común de los cuatro pueblos, desdeque se creó la institución), que poseía las siguientes propiedades: el Ejido Grande deMalhincada, Cerrocincho y parte de El Berrocal. - Y las había Comunes a Millanes y Navalmoral: Dehesa de Abajo, Dehesa Nueva, Dehesa deArriba, Cancho Redondo, Casarejo, Ejido Nuevo, parte del Berrocal y Raygosillo.

Con la evolución histórica se producen unos cambios que afectaron, también, a la economía yusufructo de la tierra, ya que los terrenos próximos a las localidades pasaron, poco a poco, amano de particulares, vendiéndose en pequeños lotes o huertos (que aún se conservan), y quededican al cultivo de cereales, olivos (de esta época, como adelantaba, proceden la mayoría deellos), legumbres y productos de autoconsumo.

Pero en 1855 desaparece la Campana de la Mata: "por no tener sentido (doble

administración), reunirse en un despoblado (Santa María de la Mata) y asistir sólo algún

alcalde y secretario (que se aprovechan de los contratos)". Delimitándose los términos de loscuatro pueblos que quedaban. En 1851 se inician los trabajos, para partir las tierras comunales y distribuirlas entre losdiferentes municipios que formaban la Campana de la Mata. Culminando a finales de 1855,cuando se efectúa la Desamortización de Madoz, desapareciendo para siempre el Concejo deSanta María de la Mata, que queda de este modo:

Navalmoral consigue del Concejo el Ejido Gallinero, gran parte del Ejido Grande y parte delBerrocal; y, de las comunes con Millanes recibe la Dehesa de Abajo, Dehesa Nueva (o Boyal),Dehesa de Arriba (parte), Ejido Nuevo, parte del Berrocal y Raygosillo. A cambio, Peraleda de

la Mata obtiene Torviscoso (con parte del Ejido Grande) y Cerrocincho. Y Millanes recibe granparte de Casarejo, Cancho Redondo, parte de la Dehesa de Arriba y del Berrocal).

Millanes no está conforme, pues sólo recibe el 10 % de las tierras comunes con Navalmoral,mientras que ésta recibe el 90 %; ya que se repartió conforme al número de habitantes de cadaVilla: Navalmoral tenía 872 vecinos y Millanes 70. Esta reclamación de Millanes duró hasta bienavanzado el siglo XX: en abril de 1920 finalizó la delimitación de los términos entre Millanes yNavalmoral. Recuerden que la famosa fuente del “Caño de los Herreros”, hoy de Millanes, lahizo el ayuntamiento de Navalmoral.

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Con la citada Desamortización, casi todas esas fincas fueron adquiridas por nobles, burguesesy espabilados (notarios, como Urbano González Corisco; o agentes de negocios, como donAntonio Concha), desapareciendo el primitivo régimen de “tierras de propios” (de cadamunicipio) y “comunales” (de la Campana). La idea era correcta (que las tierras pasaran a manosde los campesinos), pero los resultados catastróficos: si exceptuamos algunos casos en Bohonal,Talaverilla, Valdehúncar y pocos más, el resto fue a parar a los capitalistas citados, que eranquienes podían comprarlas. Y, por si fuera poco, muchos municipios (Navalmoral, Peraleda,Montehermoso, etc.) invirtieron el dinero percibido (el 80%, pues el resto se lo quedaba laCorona…) en el ruinoso ferrocarril Plasencia-Astorga.

Y, de aquel modélico sistema, ya sólo quedan en pie algunas piedras en torno a lo que fue sunúcleo matriz, Santa María de la Mata. Sin que ninguno de sus tres ingratos hijos se hayapreocupado de que se mantenga en pie la casa de su madre: se emanciparon y despreocuparon deella…

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LA CHARCA MAYEN Y EL TEJAR DE NAVALMORAL

Domingo Quijada González

Para conocer sus orígenes, hemos de comenzar con una breve semblanza de aquel

gran moralo y constructor que fue Miguel Alfonso Gómez, uno de los grandes

“olvidados” por la sociedad morala actual; a pesar de que mis ex alumnos y amigos, los

hermanos Amador y José David Rodríguez González, expusieron su vida y obra en los

XX Coloquios del Campo Arañuelo (¡qué menos que dedicarle la plaza ubicada frente

sus casas!).

A su “paleta” y dirección se deben grandes obras del municipio (sin contar las de la

comarca y otros lugares más alejados), casi todas en la primera mitad del pasado siglo

XX: bóveda de la iglesia de San Andrés (1926), primer colegio de la Inmaculada (1927,

que aún conserva el salón, hoy espacio cultural), torre de la ermita de las Angustias

(1927), colegio de la Vía (1928-31), primer edificio de Telefónica (1929, detrás de San

Andrés), Almacenes Marcos (1930), Tabacalera (1930), sus viviendas (1933-34, junto a

los cuarteles de la Benemérita); durante la Guerra, Miguel Alfonso, Ezequiel Barrado y

otros rehabilitan los edificios que fueron dañados por los bombardeos durante el

conflicto (Hospital, Colegio de la Vía, San Andrés, etc.); ermita de San Isidro (1950-

59), Algodonera (1951-1953, hoy centro comercial), el bar “Jardín” (después, junto al

desaparecido Capri) y varias casas más, tanto en Navalmoral como fuera de aquí etc.

Desde 1950, con la colaboración de su hijo Miguel Alfonso González (el de “Gredos”).

Centrándonos en el tema que encabeza este modesto trabajo, en 1935 Miguel Alfonso,

en un extremo del solar que restaba junto a su vivienda, levanta una fábrica de

mosaicos, ladrillos y otros materiales constructivos, a la vez que instala maquinaria

moderna para fabricarlos; así como un almacén de elementos de obra. Ese fue el origen

de su industria cerámica, en la que destacaba la perfección técnica, depurada selección y

reducción de precios.

Pero la primitiva y próspera industria crecía sin parar: para que nos demos una idea,

en 1945 elaboró 350.000 mosaicos (azulejos), 100.000 tejas y 200.000 ladrillos; y

contaba con 25 operarios. Por lo que, en la década de los 50, se asocia con el también

moralo Eloy Nebreda Martín y crean "Mayen” (Miguel Alfonso Y Eloy Nebreda…), la

nueva fábrica de ladrillos y mosaicos ubicada en junto a la carretera del Cementerio y

arroyo Tizonoso (hoy son naves municipales, tras la crisis que sufrió en los años 80).

Por cierto, el horno se llamaba Virgen de las Angustias…

Y, ¿por qué la instalaron en ese lugar?, se preguntarán ustedes.

Por una sencilla razón –además del buen acceso por la vía citada–: porque frente a

ella, en los depósitos cuaternarios del Tizonoso “Chico”, existía una veta de excelente

arcilla, con arena fina que sirve muy bien como “desgrasante” –en términos

arqueológicos– (al igual que en otros parajes de la comarca, caso de Casatejada y El

Gordo, explotadas ya por los romanos).

Y excavaron, ampliaron y profundizaron, hasta que se acabó lo que se daba… Pero no

desaprovecharon el “perforación”, sino que lo reconvierten en la charca que conocimos,

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pasando a ser el depósito de agua necesaria para dicha actividad fabril, rellenándose con

la lluvia o aportación del mencionado arroyo.

Tras morir Miguel Alfonso (padre, en 1963) y cesar su hijo en esa actividad (en 1962

crea el hotel-cafetería “Gredos”) y Eloy Nebreda, la cerámica pasa al hijo de éste,

Fernando Nebreda Bausa, que continuará al frente de ella hasta inicios de los 80 (en ese

año aún trabajaban 25 operarios "fijos"). Pero, debido a diversas causas (el transporte de

buena arcilla desde otros parajes, la competencia de otras cerámicas talaveranas o de la

zona, la dedicación de Fernando Nebreda a la política, etc.), la industria acumula

deudas; por lo que terminará despidiendo a sus obreros y cerrando.

Pasa a propiedad del municipio quien, en abril de 1995, encarga –entre otras obras– a

la “I Escuela Taller de Navalmoral" la rehabilitación de la Cárcel, Casa de Comillas y

zona de recreo en la charca MAYEN.

Tras progresivas fases de adecentamiento y ampliación (la última, en febrero de este

año 2018), ha llegado a la situación actual: un excelente lugar recreativo, deportivo

(pesca y sendos campos de fútbol, “normal” y de “playa”) y de expansión moralo.

Gracias a todos los que lo hicieron posible porque, “en el camino de la muerte,

siempre hay otro de la vida” (D. Quijada).

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OTRO VERANO LOCO QUE SE FUE, Y CADA DÍA MÁS DESANIMADO…

Domingo Quijada González

Lo que no debe extrañarnos, porque aquí es lo habitual: lo fue el año pasado –el máscálido que hemos conocido–, y anómalo ha sido el actual. Veamos.El pasado día 31 finalizó el “verano meteorológico” (julio y agosto), y en la madrugadadel domingo lo ha hecho el “astronómico” (21 de junio al 23 de septiembre, este año).Comenzando por el primero, opuestos en el apartado térmico, como el “yin y el yang”:fresco el primero, pero muy cálido el segundo. En conjunto: “normal” (28º de media).

Pero el segundo no se quedó atrás: calurosos los primeros seis días, suaves lossiguientes treinta y cinco, y muy cálidos el resto; incluyendo los primeros dos tercios deseptiembre, algo que no es muy corriente, puesto que sólo ha sucedido en otras cincoocasiones: 1978, 1980, 1983, 1985 y 1987 (aunque algunos meteorólogos han metido la“pata”, pues dijeron el viernes 21 que “no ha sucedido nunca, lo que es indicio delcambio climático”: será en otros lugares…). Globalmente, en los pasados 94 días de“verano astronómico” la media de las temperaturas fue de 27’6º, unas décimas superiora la habitual.

Resumiendo –que es gerundio–: comenzó muy bien –para mí, que bastante calor pasé enmi infancia–, pero terminó fatal. Si ya lo decía mi querida madre –que lo tomó del sabiorefranero español–: “el calor y el hielo, no se quedan en el cielo”.El tema pluviométrico ya no nos alarma, porque las sequías estivales son el pan nuestrode cada año, “per saecula saeculorum” (amén…): sólo hemos registrado 6’7 litros delluvia por metro cuadrado en el casco urbano de Navalmoral, y todos ellos en la primerasemana de este mes septembrino (que, o “seca las fuentes –como aquí–, o se lleva lospuentes” –como desgraciadamente aconteció en otros lugares–).

Y, aquí estamos, ya en Otoño, la esperanza que muchos ansiamos (aunque cada día másdesanimado…), lo que me aproxima al poema de mi admirado Ángel González:“El otoño se acerca con muy poco ruido:apagadas cigarras, unos grillos apenas,defienden el reductode un verano obstinado en perpetuarse,cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste”...

Muy profundo, sí, pero observando la realidad, intuyendo lo que por desgracia nosaguarda en lo que resta de mes e inicios de octubre (sin que caiga poca o nada de agua),y conociendo los gustos poéticos de la mayoría de ustedes, yo he compuesto este otrobreve romance:¡Ven, amada lluvia, ven,no demores tu llegar!que están los olivos mustiossecos de tanto llorar,las encinas en la dehesa,en la sierra el castañar,sin flores en los jardines,y los campos sin sembrar,gimiendo los animales

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porque no pueden pastar.Peligran los manantialesmientras tú ¿dónde estás?¡Ven, amada lluvia, ven,no demores tu llegar!

Aunque desearía mucho más, plasmar este otro que publiqué en noviembre del añopasado:El agua lava la yedra;rompe el agua verdinegra;el agua lava la piedra...Y en mi corazón ardientellueve, llueve dulcemente.¡Tarde, llueve; tarde, llora;que, aunque hubiera un sol de aurora,no llegará mi horaluminosa y floreciente!¡Llueve, llora dulcemente!Quiero hollar un tapiz de hojasy los charcos sin congoja,mientras la lluvia nos moja.Ir con amigos a setas,en un ocaso violeta.

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ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL PP EN NAVALMORAL

Domingo Quijada González

En el mes de septiembre de 1982 viene Manuel Fraga a la inauguración de la sedelocal de AP, en la calle Pérez Lozano. Hagamos una pequeña historia de los inicios deesa agrupación política en Navalmoral: Como quizás sepamos, Alianza Popular nace durante la Transición, como unacoalición de pequeñas asociaciones políticas aglutinadas en torno a destacadaspersonalidades, entre las que destacaba el exministro Fraga Iribarne. Definitivamente, seconstituye en marzo de 1977. Pero en Extremadura, incluyendo a Navalmoral, gozaba de escasa representación yseguimiento al principio: la prueba está que, en nuestra localidad, en las eleccionesgenerales del 15 de junio de 1977, Alianza Popular sólo obtuvo el 4'3 % de los votos, yque en las celebradas el 1 de marzo de 1079 únicamente alcanzó el 5'2 %; y que nopresentaron candidatura en las primeras elecciones municipales democráticas del 3 deabril de 1979. Sin embargo, con la crisis de UCD (el caso de la colza, el 23-F, etc.), muchos afiliadosde ese partido (casi todos lo de Extremadura), a los que se unen numerosos liberales yconservadores (como el PDP de Óscar Alzaga), se unen a los de AP formando unaCoalición Popular, presentándose así a las elecciones generales del 28 de octubre de1982. Como veremos cuando lleguemos a esa fecha, en este llamamiento a las urnastriunfó el PSOE, pero la Coalición se convierte en la segunda fuerza política del país (25%), lo mismo que en Navalmoral (22'65 %) y Cáceres (23 %). En este proceso es cuando se crea la Agrupación de Alianza o Coalición Popular deNavalmoral: en los primeros meses de este año 1982, y con miras en las próximaselecciones generales, un grupo de moralos (Luis Duque, Luis Miguel GonzálezRodríguez, Leopoldo Álvarez, Florencio Luengo, Ángela Miguel, Carlos Atienza, etc.),con el apoyo de Longino Sánchez (verato), deciden fundar la agrupación. Precisamente,la citada Ángela Miguel se convierte en la primera mujer de esa agrupación enNavalmoral, y una de las primeras de España: su carnet lleva fecha del 15-IX-1982, conel nº 2.097 (nacional). En septiembre de 1982 se funda definitivamente la Agrupación de Alianza Popularde Navalmoral, con miras a las próximas elecciones generales que se celebrarían el 28-X-1982. Instalarán su primera sede en la calle Pérez Lozano (en un garaje cedido por elconstructor Clemente Barrado), a cuyo acto volvió a venir el domingo 19 de septiembreManuel Fraga (ya estuvo antes en el Hotel Moya y en el Complejo Brasilia, donde diosendos mítines, cuando se estaba fraguando la organización local y comarcal), quepasaba en campaña electoral. Como sabemos, en enero de 1989, la Coalición Popular(AP, PDP, UL y otros) se convierte en el actual Partido Popular (PP), que adquiereprotagonismo político a partir de 1994. Organizados ya, aunque el partido estaba estructurado desde Cáceres y Madrid, ysiendo su primer presidente el mencionado Luis Duque, la agrupación crece: lenta, peroprogresivamente. Así, en las Elecciones Generales ya citadas de este año 1982, ascendióhasta el 22'65 %; y, en las Municipales celebradas el 8 de mayo del próximo año, apesar de haber dos fuertes candidaturas (la del PSOE y la del Grupo MoraloIndependiente), consigue el 15'2 % (936 votos), alcanzando la cifra de tres concejales(Gabriel Córdoba, Leopoldo Álvarez y Francisco Pajares). Como decíamos, de acuerdo con el Congreso Extraordinario celebrado en Madrid el

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29 de enero de 1989, esa coalición se convierte en el actual Partido Popular (PP). Queganará las elecciones generales del 3-III-1996, 12-III-2000 y otras posteriores; así comolas municipales del 28-V-1995, 13-VI-1999 (en Navalmoral y España), aunque esasúltimas gobernó el PSOE, al recibir el apoyo de la PINAV. Ya en el siglo XXI, ycentrándonos en Navalmoral, obtuvo la victoria en las Municipales desde el 2003 al2015. Pero la desmembración en su seno, unido a otras causas, lo ha hecho descender. Después tendrá otros presidentes (Tomás del Monte, Agustín Igual, Fernando Vargas,Florencio Luengo, Luis Duque, Rafael Mateos, etc.) y diferentes sedes (calle Isabel laCatólica, frente al Hospital Antipalúdico; Gutiérrez Mellado, Calvo Sotelo y AntonioConcha, que es la actual). Y en proceso de reestructuración y reorganización se halla.

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Por Aldeas Históricas Portuguesas: Belmonte y Piódão (I)

Fernando Cortés Cortés

Ya en algún otro momento he hecho referencia a la existencia de un Portugal

distinto del que contemplamos y disfrutamos en sus grandes núcleos poblacionales.

Ya en algún otro momento he hecho referencia a la existencia de un Portugal distintodel que contemplamos y disfrutamos en sus grandes núcleos poblacionales. Lo intentabaexponer allá por mediados de noviembre de 2017, cuando desde esta Región Digital quetan gentil y amablemente me acoge, presentaba una visión, tal vez en exceso subjetiva,de una de las aldeas históricas portuguesas, de Idanha-a-Velha.

De nuevo, también ahora con amigos de la Asociación Cultural Extremeño Alentejana,hemos disfrutado, recorriendo y conociendo, la localidad de Belmonte, a la que dedicaréesta entrada, dejando para un momento posterior mi valoración e impresiones de laminúscula, pero no por ello más que sugestiva y sorprendente aldea de Piódão.

Belmonte es una población, según nos informaron, de alrededor de siete mil habitantes,ubicada en un espacio casi central de la denominada comarca da Cova da Beira teniendoa su flanco occidental la ladera oriental de la Sierra de Estrella, elevación bien presentedesde buena parte de sus calles y plazas. Y entre ambos, entre pueblo y monte, elbellísimo y diría que hasta placentero valle del río Zêzere.

Aunque desconozco si la denominación de “Belmonte” guarda relación con la bellezade ese entorno paisajístico, podría ser posible su veracidad, aunque también se dice, yasí se nos comentó, la atribución de su toponímico a la denominación de belli monte,monte de guerra.

Poco importa…la realidad es que estamos ante un bello enclave en el que, como es alcien por cien habitual en las poblaciones portuguesas, sorprende gratamente la limpiezade sus “ruas” y de sus “largos”; por la ausencia de ese “empapelamiento”propagandístico que cubre y recubre cualquier paramento de nuestro particular paisajeurbano; por la inexistencia de pintadas que manchan no sólo las paredes, que también,sino el más elemental sentido de buen gusto; y por la carencia de excrementos de perros.Al menos para quien vive en una ciudad carente en buenos niveles de esas realidades, esgratificante.

Y de paso, me sugiere y plantea una duda: qué sucede por esta tierra nuestra: ¿falta deconcienciación ciudadana? ¿permisividad normativa institucional? No lo sé,…perobueno sería algún tipo de colectiva reflexión que condujera a la que me parece precisocambio social.

Dos fundamentales realidades de un pasado brillante determinan el tránsito del tiempopor la localidad, cuya historia estuvo estrechamente ligada y condicionada a dosaconteceres proyectados allende de los reducidos límites espaciales en que se iniciaron.

Belmonte fue la tierra de nacimiento de Pedro Álvares Cabral, el navegante que, amediados de abril de 1500, desembarcó en las playas del actual estado brasileño deBahía, en las que después de tomar posesión de la región, reclamó para su país la nuevatierra descubierta, a la que bautizó como "Tierra de Santa Cruz".

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Su viaje, al parecer una expedición comercial –trece naves- con destino a la Indiagangética recién descubierta por Vasco da Gama, fue dispuesta por el monarcaportugués, Don Manuel I, el Afortunado, quien puso a su frente al hidalgo y naveganteportugués. Desde la entonces lisboeta playa del Restelo, el 9 de marzo de 1500, Cabralpartió de Lisboa, debiendo seguir la recién descubierta ruta del cabo de BuenaEsperanza.

Pero evitando las tempestades y ante la falta de vientos, Cabral, después de pasar elarchipiélago caboverdiano, optó por una ruta más hacia el oeste, que le condujo a lafutura tierra brasileña.

La presencia y el recuerdo del descubridor en su Belmonte natal es elevado, destacandola Iglesia de Santiago y Panteón de los Cabral, un reducido conjunto de arquitecturareligiosa con una hibridación de estilos de recios sabores románicos y góticos adobadoscon toques manieristas. Según se ha probado, hacia 1430 los padres de Pedro ÁlvaresCabral levantan la Capilla de los Cabral, que con posterioridad recibirá pinturasmurales: São Tiago, Nuestra Señora de la Esperanza y San Pedro, que según algunospuede que represente al descubridor. En esta capilla están depositadas las cenizas dePedro Álvares Cabral y de otros miembros de su familia

Como igual de presente se encuentra en una estatua en la que Cabral se representasosteniendo un astrolabio, una espada y una cruz, es decir, como navegante, comosoldado y mostrando los propósitos evangelizadores de la obra descubridora. Y dosfrases grabadas en sendas lápidas: “Honramos o pasado, tratamos do presente e

construímos o futuro” y, reproduciendo un fragmento de la Carta que Pedro Vaz deCaminha, escribano y autor de uno de los tres únicos testimonios del descubrimiento deBrasil, dirigió a Don Manuel I, fechada a 1 de mayo de 1500: “22 de abril de 1500.

Neste dia, a horas de vesperas, houvemos vista de terra!...a terra de Vera Cruz.”

Junto a Cabral y su destacada significación, no sólo en la historia portuguesa sinotambién en la historia universal, los judíos, la comunidad que resistió al decreto de1496, de expulsión o de inmediata conversión, dado por D. Manuel I, posiblemente bajola presión de los Reyes Católicos; que resistió a la escudriñadora mirada de la SantaInquisición y a las persecuciones, penas y castigos de su tribunal, merece ser recordada.De ahí el interés de una visita al Museo Judaico.

Interesante resultó la visita al Castillo de la ciudad, testigo de una larga trayectoria devicisitudes bélicas y militares, como se muestra en la reactivación de viejas funcionesmilitares con la construcción los baluartes ligados a la conflictividad restauradora demediados del XVII.

El castillo, de irregular trazado oval, dos puertas, torre del homenaje adosada en elexterior y edificio anejo también adosado junto a la puerta principal de entrada.

También de interés es la visita y el deambular por la que fuera Residencia de la familiaCabral, la actual Biblioteca y Archivo Municipal. Además, en espacios abiertos de laprimitiva edificación se levantó el Museo de los Descubrimientos, en el que se muestrala historia de los descubrimientos portugueses, planteados como elemento unificador delas nuevas tierras y sus gentes, desde el viaje descubridor al conocimiento, desarrollo yconstrucción de una nueva realidad nacional.

Y no olvidemos la presencia de un reducido pedestal, pero sentido y emotivo recuerdo aaquel 25 de abril que cambió el vivir portugués, levantado por la Cámara Municipal el

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25 de abril de 1989 como homenaje del municipio de Belmonte a “Jose Afonso (ZecaAfonso) 1929-1987” “ao poeta, cantor e compositor que viveu nesta terra”.

Pese a una toda una jornada pateando la población, pese a la búsqueda de conversacióne intercambio de ideas con los naturales, pese a descansar en un delicioso hotel…escomplejo, por no decir imposible, profundizar en las realidades estructurales de unalocalidad y sus gentes. Con todo, me pareció ver como Belmonte conservando suambiente medieval ha sabido insertarse en la modernidad en la que todos pretendemosasentarnos.

http://www.regiondigital.com/blogs/50-el-blog-de-fernando-cortes-cortes/1910-por-aldeas-historicas-portuguesas-belmonte-y-y-piodao-i.html

13 septiembre 2018

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Zalamea, 1925: Pedro Crespo (II)

Fernando Cortés Cortés

Y de forma plena, esas expectativas se colmaron hasta la saciedad.

Dos páginas completas y la mitad de otra de las cuatro que comprendía, como

todos los números de esos momentos, el ejemplar de CORREO DE LA MAÑANA

correspondiente al día 15 de septiembre de 1925 se dedican a glosar los acontecimientos

vividos en esos dos días, 13 y 14, comentando la puntual ejecución de las actividades

programadas, con especial atención a los invitados de mayor significación política y

religiosa.

En efecto, en un titular a las seis columnas del periódico se proclamaba: El

homenaje a “Pedro Crespo” en Zalamea de la Serena. El redactor comenzaba su

información destacando como desde el día precedente se observaba gran animación y

entusiasmo entre el vecindario, aumentado por la afluencia de forasteros con motivo de

los actos organizados para realizar el homenaje a Pedro Crespo, El alcalde de Zalamea,

inmortalizado por don Pedro Calderón en su popular trama “de carácter y civilidad.”

Se comenta a renglón seguido los visitantes “ilustres” que van llegando: el Gobernador

civil de Badajoz, don Luis Losada, iniciador de esta fiesta; el Presidente de la

Diputación, don Sebastián García Guerrero, y el vicepresidente, general don Francisco

Sancho. Más tarde llegaba, representando al Obispo, el Magistral de la Catedral de

Badajoz, don Prudencio J. Conde Ribaldo; el diputado provincial, Don Manuel

Saavedra, representando, además a la Escuela Normal de Maestros. Y, el secretario don

Federico Abarrátegui; el interventor de fondos provinciales don Diego Pacheco; el

Inspector provincial de Higiene y Sanidad Pecuaria, Don Victoriano López Guerrero,…

y otras personalidades.

Más tarde llega el Alcalde de Badajoz, don Antonio del Solar, acompañado de

dos tenientes de alcalde y del Interventor de Fondos Municipales, así como del coronel

de la Guardia Civil…y Alcaldes de muchas localidades.

Los actos comienzan con la celebración de una misa, bendiciéndose después la

bandera del Somatén para concluir con sendos discursos, de la Madrina de la bandera

que se entrega y del Jefe del Somatén del Distrito, Diputado Don Francisco Cortijo -de

alto contenido patriótico y de exaltación del Directorio Militar proclamado dos años

antes-. Después de referirse a “el saludo más entusiasta, encendido en el santo fuego del

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amor a la patria, se lo envié con la velocidad del pensamiento al bravo ejército español

que generosamente derrama su sangre en los campos africanos en defensa de nuestro

honor nacional,”, exclama en una paradójica, sorprendente y burdamente aduladora

comparación “…y, como caudillo de ese ejército aguerrido al insigne marqués de

Estella, alma gemela de Pedro Crespo, que con su gesto viril de hoy, hace dos años,

supo contener la osadía de los burladores de España, ni más ni menos que como el

colosal alcalde de Zalamea supo poner a raya la desvergüenza del insolente capitán

burlador del honor de su hija.”

El escenario se desplaza a la plaza de Calderón de la Barca para proceder al

descubrimiento de la lápida destinada a perpetuar la memoria de Pedro Crespo, en la

antigua plaza del Tablado y en la fachada de las Casas Consistoriales en la que están

grabados, entre figuras alegóricas, los populares versos: “Al rey la hacienda y la vida/se

ha de dar/pero el honor es patrimonio del alma/y el alma solo es de Dios.”

Seguidamente, toda vez que el Alcalde, don Leonardo Ramírez se encuentra

enfermo, don Félix Blanco Escolar, el Alcalde accidental pronuncia un discurso en el

que aportando datos de una sólida y argumentada investigación histórica, concluye

afirmando que el Alcalde Zalamea presentado por Calderón era Cristóbal de Villanueva.

Siguen las palabras del delegado gubernativo, capitán don Ignacio Muñoz, quién

lamenta no poder esclarecer lo relacionado con la figura de Pedro Crespo, añadiendo

que “la historia de Extremadura la conocen más los extraños que los propios, y así han

sido relegados el olvido aquellos conquistadores de la libertad ciudadana que estaba

sojuzgada por apatía, por dejadez y otras veces por miedo de unos y otros.”, continuado,

nueva prueba del propósito glorificador del Poder político gobernante, con una

alabanza: “La Nación debe mucho al general Primo de Rivera, a quien se debe aplaudir,

así como a los demás que le secundan en su labor; pues de no haber sido por ellos,

España, que se hallaba el borde del abismo, hubiera terminado quién sabe cómo.”

Para el alcalde de Badajoz, lo esencial del momento narrado por Calderón fue

que “las grandes libertades castellanas fueron defendidas por un alcalde extremeño del

estado llano”.

El presidente de la Diputación ruega a los alcaldes se lleven a sus pueblos el

convencimiento de lo que significa el acto civil de la justicia que hizo Pedro Crespo.

Siguen los actos programados: a las 8 sesión de fuegos artificiales en la plaza de

Calderón de la Barca y a las 12 de la noche función de gala en el Salón Teatro del

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Ayuntamiento, interpretando la obra de Calderón de la Barca El alcalde de

Zalamea. El protagonista tuvo una feliz interpretación en el señor Hompanera.

Entre los actos del día 14, además de verificarse en la mañana la procesión de la

Cruz primitiva del Santo Cristo de la Quinta Angustia y producirse en la casa donde

vivió Pedro Crespo un reparto pan a los pobres, por bellas señoritas de la localidad.

Otros festejos fueron la verbena popular, los fuegos artificiales y la representación

gratuita al aire libre de El alcalde de Zalamea, sin olvidar un animado baile de

sociedad, estando la mayor parte de los actos amenizado por la Banda de Música de

Mérida.

¿Homenaje a Pedro Crespo/Alcalde de Zalamea como defensa de la idea de

libertad frente a las presiones del poder establecido o acto de exaltación política del

Directorio Militar al cumplirse el segundo aniversario de su ocupación del poder?

Pienso que la claridad de los textos presentados permiten una cierta y segura valoración

de los propósitos finales que guiaban a los organizadores.

https://www.regiondigital.com/blogs/50-el-blog-de-fernando-cortes-cortes/1902-zalamea-1925-pedro-crespo-ii.html

03 septiembre 2018

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José Antonio Ramos Rubio presenta el libro “VILLAMESIAS Y SU ENTORNO

ARQUEOLÓGICO. EL PASO DEL TIEMPO”

José Antonio es el primer autor que ha indagado y se ha lanzado a adentrarse en

el pasado y narrar la historia de Villamesías. El libro se presentó el pasado día 8 de

septiembre en la localidad de Villamesías.

Según el alcalde del municipio: "El conocimiento de los hechos acaecidos en el

pasado, sus consecuencias y sus circunstancias suponen, de alguna manera, recuperar

la memoria de nuestros antepasados y eso es lo que ha hecho el Cronista Oficial de

Trujillo, José Antonio Ramos, con esta nueva obra que ha investigado con esfuerzo y

entrega el patrimonio histórico y cultural de Villamesías, en un libro editado por

Diputación Provincial de Cáceres, que contiene un total de 240 páginas y con

numerosas fotos a color".

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Mediante este libro nos ayudará a profundizar y a conocer datos inéditos de un

pueblo que ha sido fiel a sus tradiciones y costumbres, y que ha gozado de una gran

riqueza cultural. El autor nos presenta una serie de hallazgos arqueológicos acaecidos a

lo largo de los siglos, asimismo ha realizado un pormenorizado estudio artístico de la

iglesia parroquial, facilitando al lector a hacerse una idea del conjunto histórico de

Villamesías y su entorno, comprobando los vacíos existentes, difíciles en muchos casos

de llenar. También ha estudiado el desarrollo vital del pueblo a lo largo del tiempo, sin

omitir lo anecdótico, considerando que todos los datos enriquecen a una obra en

conjunto.

La lectura de este libro nos ofrece una visión histórica de Villamesías que

antiguamente recibía el nombre de "Búrdalo", una obra perfectamente documentada,

fruto de un riguroso estudio de investigación y consulta que se hace patente en el texto.

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José Antonio Ramos Rubio

“VILLAMESÍAS Y SU ENTORNO ARQUEOLÓGICO”

La última obra del historiador del arte y cronista oficial de Trujillo1 es "el resultado de una investigación de primer orden que nos aporta numerosos aspectos de la historia de nuestro municipio..., que viene a llenar una laguna de la historiografía de Villamesías", según afirma en el prólogo el alcalde del municipio, Juan Luis Rivera Camacho.

El autor centra en cuatro capítulos el entorno del pueblo y el paso del tiempo, describiendo el medio natural, su historia, las obras artísticas y las tradiciones populares de "uno de los lugares de mayor trascendencia histórica dentro de la tierra de Trujillo", en palabras del autor, Ramos Rubio.

I:-El medio natural. Medio ambiente y actividades económicas.-El término municipal de Villamesías se localiza en la zona sur de la provincia cacereña. La villa la atraviesa el camino real de Madrid a Portugal, realizando el mismo recorrido que la antigua N-V. Su formación vegetal viene determinada por la encina, el alcornoque y el matorral. La extensión del término es 46 kms. cuadrados. La zona es llana, está regada por el río Búrdalo y el régimen económico se basa en el cultivo de cereales y hortalizas

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y en la explotación de una cabaña ovina y porcina. En lo que se refiere a su actividad económica, el sector predominante es el sector agrario, que ocupa a más del 65 por ciento de la población activa de Villamesías. Como cultivos principales cabe destacar el viñedo, los frutales, el olivar y los cultivos herbáceos.

La arquitectura popular.-Villamesías conserva aún viviendas típicamente populares de dos pisos, lúcidas de blanco y construidas en mampostería o ladrillo y cubiertas con teja árabe a dos aguas. La pieza más característica de la vivienda tradicional está en su fachada y la constituye el portalino, consistente en un portal en arco de medio punto entrante, que deja la puerta protegida consiguiendo un vestíbulo abierto y, a los lados de la puerta, dos poyos para sentarse.

El pósito.-El municipio tuvo un pósito en el siglo XVIII, al final del municipio, en la carretera a Miajadas. El pósito tenía como objetivo que la escasez del pan desapareciera y que el precio de aquél estuviera siempre por debajo del de otras poblaciones cercanas. Durante el siglo XX, el pósito se convirtió en una institución de crédito para apoyar actividades que no eran estrictamente agrícolas.

Molinos harineros.-Varias localidades comarcanas de Trujillo, con disponibilidad del más mínimo cauce de agua, contaban con su propio molino harinero. Así, Villamesías tuvo varios, de los que quedan restos del que fue propiedad del "tío Calata" y otro de la Iglesia. En la actualidad, los dos molinos, situados a 300 metros uno de otro, se hallan destruidos.

Las cruces de término.-Las cruces que existieron en Villamesías delimitaban un territorio y constituían un elemento que formaba parte del patrimonio cultural, histórico, religioso y artístico del municipio. Fueron tres las cruces que existieron en el término municipal, situadas a 500 metros del casco urbano y en los lugares denominados "Cruz del Calvario", "Cañada de los Tejares" y "Cañada Mariagua". De las tres quedan aún escasos restos.

II.-La historia.-Hay constancia de la existencia de restos de los primeros habitantes que se asentaron en el término en la Casa Arriba y en las márgenes del río Búrdalo. En el antiguo camino a Almoharín, junto a los restos de una villae romana, Francisco Pérez Solís localizó múltiples cazoletas en el interior de una cueva. El pasado prerromano está constatado en varios lugares del término: "Los Osarios", el "Cerro de la Horca" o "Maiporra". Para estudiar los restos arqueológicos de Villamesías es preciso visitar el entorno geográfico cercano. Sierra de la Santa Cruz se halla a tan solo seis kilómetros del término municipal por el este. La Sierra es un monte isla de 843 metros de altura que domina el paso de la vía que, de norte a sur, pone en contacto las feraces vegas de la cuenca media del Guadiana con la meseta trujillano-cacereña. El territorio norte de la cara norte de este territorio nos ha ofrecido multitud de restos arqueológicos que viene a conformar la identidad de este espacio convertido en su conjunto en un recinto sagrado. Se trata de una ruta natural muy utilizada desde la más remota antigüedad por los distintos pueblos que transitaron estas tierras. Prueba de su situación estratégica son los numerosos restos arqueológicos que sus moradores dejaron

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a lo largo de la historia: desde las primeras etapas del metal, Bronce Final, Hierro Inicial y Pleno, pasando por la etapa romana y llegando hasta el Medievo. A finales del siglo II a. C. se tiene constancia de los enfrentamientos en territorio extremeño entre la población autóctona y los ejércitos romanos. En el término municipal se han hallado numerosas inscripciones epigráficas romanas. Villamesías es el lugar de la comarca de Trujillo que cuenta con un mayor número de inscripciones romanas inventariadas. En el siglo VI los visigodos se establecieron en la península y su presencia la atestigua la presencia de basílicas en lugares relativamente cercanos a Villamesías. La época de mayor esplendor de Santa Cruz, por el renombre y el valor estratégico que alcanzó, fue durante la dominación árabe. Se han encontrado restos árabes en un paraje de interés arqueológico llamado "El Osario". El castillo de Santa Cruz adquiere un importante protagonismo como baluarte en la ruta obligada para la incursión árabe hacia el norte. Las Órdenes Militares jugaron un papel decisivo en la Reconquista. Alfonso VIII encargó en 1186 a don Gómez, maestre de la Orden Militar del Pereiro, que se asentase en Trujillo. Tras la reconquista de la ciudad en 1233, se repuebla el territorio. En 1234, las tropas cristianas arrebataron a los musulmanes la fortaleza de Santa Cruz, dependiente de la administración del rey, dentro de la jurisdicción de Trujillo, hasta 1627, fecha en que se transforma en villa de señorío. En 1256, Alfonso X concede el Fuero a Trujillo, estableciendo las ordenanzas que rigen la vida del concejo y el alfoz y a la vez delimita las tierras vinculadas a las aldeas, entre ellas Búrdalo (Villamesías). El territorio y los lugares que configuraba jurisdiccionalmente la tierra de Trujillo desde la Baja Edad Media la convirtieron en la segunda Comunidad de Villa y Tierra más extensa de Extremadura, con una superficie de más de 300.000 hectáreas. En el Medievo, los límites administrativos de Trujillo estaban delimitados por el medio físico y por los lugares y aldeas que dependían de Trujillo.

En el siglo XVI, Villamesías pertenecía a la comunidad de villa y tierra de Trujillo. En 1634 Felipe IV vendió la aldea de Búrdalo a don Alonso Mexía del Prado, caballero de la Orden de Santiago, oriundo de Trujillo y vecino de la ciudad de Mérida, desde cuya fecha es villa de señorío, cambiando su nombre por el de Villamesías. Atraviesa el municipio el camino real de Madrid a Portugal, lo que contribuyó a que fuese destruida durante la Guerra de la Independencia... Durante el levantamiento del 2 de mayo de 1808, destacaron Daoiz y Velarde y el teniente Ruiz de Mendoza quien, durante las refriegas en el Cuartel y Parque de Artillería de Madrid, recibió dos heridas de bala, y por su heroísmo fue ascendido a teniente coronel del Ejército y trasladado a Badajoz al Regimiento de Guardia Walona. Desde Badajoz se trasladó a Trujillo a donde llegó con la herida abierta. El 11 de marzo de 1809 otorga testamento dos días antes de su muerte. Tras once meses de sufrimiento, fallece en esta ciudad. Fue enterrado en la iglesia de San Martín. En 1891, el Arma de Infantería reivindicó su figura con el apoyo de la reina regente y el 5 de mayo se descubrió la estatua erigida en su honor en Madrid. A la caída del Antiguo Régimen, Villamesías se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura.

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En la historia contemporánea de Villamesías destacan dos nombres propios: el del brigada Martín Bravo Moraño, quien por su heroica actuación en 1924 en Rokba el Gozal (Marruecos), en la que resultó herido dos veces, recibió la Cruz Laureada de San Fernando y alcanzó el generalato. Y el guardia civil Juan J. Moreno Chamorro, fallecido en 1975 en atentado terrorista en Uñate (Guipúzcoa), a quien su pueblo le dedicó una calle.

III.-Las obras artísticas.-La localidad acoge tres obras artísticas importantes: la iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzmán, la ermita de los Santos Mártires y el puente sobre el río Búrdalo. La primera fue construida a finales del siglo XV. El retablo mayor que ocupa el ábside estuvo en la iglesia de Santiago de Miajadas hasta 1960, fecha en la que se trasladó a este municipio durante las obras de restauración del templo. En el retablo destaca, junto al Crucificado y la Inmaculada, una talla policromada de Santa Domingo de Guzmán, del siglo XVIII.

De la ermita de los Santos Mártires se conserva una portada de medio punto en una de las paredes traseras del cementerio, construido en 1887 y ampliado en 1926. Hay datos documentales de la ermita del siglo XVIII. Los vecinos celebraban la fiesta de los Santos Mártires en agradecimiento al quedar libres de una peste, que se repitió en sucesivas oleadas.

El puente sobre el río Búrdalo se encuentra al norte, entre los términos de Villamesías y Escurial, en el paraje de "Las Caballerías", que cruza el río del mismo nombre y es uno de los mejor conservados de la provincia. Es un puente de sillería de granito y mampostería de piedra berroqueña, de planta recta y alzado horizontal con dos bóvedas de medio punto. La obra está fechada a finales del siglo XVIII.

IV.-Tradiciones populares.-Entre las tradiciones populares de Villamesías, destacan el día de los Reyes Magos, en el que los niños cantan villancicos, hacen un belén viviente y reciben los regalos en la iglesia.... El Miércoles de Ceniza, con el desfile de la sardina por el pueblo. La Semana Santa, con sus procesiones del Jueves y Viernes Santo. El Día de los productos silvestres, que se celebra el Sábado Santo. El Lunes de Pascua, con la romería de La Mejorada, y las fiestas patronales en honor de Santo Domingo de Guzmán a primeros de agosto.

1 Ramos Rubio, José Antonio: Villamesías y su entorno arqueológico. El paso del tiempo, Edit.:

Diputación Provincial de Cáceres, Cáceres, julio de 2018, 201 págs.

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PROGRAMA

III JORNADAS DE HISTORIA EN JEREZ DE LOS CABALLEROS, 2018

SÁBADO, 6 DE OCTUBRE. MAÑANA.

10:00-10:30h.- Recepción de autoridades y congresistas. Retirada de documentación.

10:30h.- Inauguración Oficial de las III Jornadas de Historia en Jerez de los

Caballeros.

10:45h.- PRESENTACIÓN DEL LIBRO “Al-Andalus y la Historia en Jerez de los

Caballeros y su entorno. II Jornadas de Historia en Jerez de los Caballeros”, por D. Joaquín Castillo Durán.

11:00h.- PRIMERA PONENCIA: Extremadura en los Tiempos Modernos: el “vecino portugués”, por D. Fernando Cortés Cortés, Doctor en Historia, Director de la Revista de Estudios Extremeños. Presentado por D. José Ignacio Clemente Fernández.

12:00h.- Debate. 12:10h.- Descanso. Café.

12:30h.- 1ª Sesión de Comunicaciones. Presentadas por D. José Alfonso Cardenal Galván.

12:30h.- 1: Contribuciones y tributos proporcionados por Llerena y su término a la

Monarquía castellana durante la Guerra de Restauración Portuguesa (1640-

1641), por D. Manuel Toro Rosa.

12:40h.- 2: El desastre de la guerra con Portugal en la Encomienda Mayor de León:

el Informe de 1645 para Exención de Impuestos, por D. Andrés Oyola Fabián.

12:50h.- 3: La encomienda templaria del Suroeste de Badajoz: análisis territorial, por D. Pablo Paniego Díaz.

13:00h.- 4: Sanidad y atención hospitalaria en Jerez de los Caballeros (Badajoz) a

mediados del siglo XVI, por D. Rafael Caso Amador y D. Juan Luis Fornieles Álvarez.

13:10h.- 5: Arte y arquitectura religiosa en los pueblos de colonización de la Cuenca

del Ardila. Parte II: La Bazana y Valuengo. Jerez de los Caballeros (Badajoz), por D. Ricardo Martín Criado.

13:20h.- SEGUNDA PONENCIA: Tan cerca, pero tan lejos. España y Portugal (1580-

1808), por D. Miguel Ángel Melón Jiménez, Catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Extremadura. Presentado por D. Rogelio Segovia Sopo.

14:20h.- Debate. 14:30h.- Comida oficial de las Jornadas. 16:30h.- Visita guiada por Oficina de Turismo de Jerez de los Caballeros.

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SÁBADO, 6 DE OCTUBRE. TARDE.

17:15h.- TERCERA PONENCIA: Crónica de una hambruna. La crisis de subsistencias de

1803-1805 en algunas poblaciones de la comarca Sierra Suroeste, por D. José María Moreno González, Doctor en Historia, Cronista Oficial de Zafra. Presentado por D. Juan Luis Fornieles Álvarez.

18:15h.- Debate.

18:25h.- Descanso. Café.

18:45h.- 2ª Sesión de Comunicaciones A. Presentadas por Dña. Manuela Segovia Sopo.

18:45h.- 6: La Orden del Temple y la frontera luso-leonesa (1159-1310), por D. Antonio Rodríguez González.

18:55h.- 7: La leva militar en el Bailiato de Jerez de los Caballeros (Badajoz) para

invadir Portugal en 1596, por D. Rogelio Segovia Sopo.

19:05h.- 8: Fronteras y comunidades locales: el asalto y destrucción de la aldea

portuguesa de Barrancos en 1641, por D. Rafael Caso Amador.

19:15h.- 9: Conflictos en la frontera. La villa de Oliva de la Frontera en la Guerra de

Restauración Portuguesa (1640-1668), por D. Antonio Valero García.

19:25h.- 10: La fortificación de Jerez de los Caballeros (Badajoz) en la Guerra de

Portugal (1640-1668), por D. Fabián Lavado Rodríguez.

2ª Sesión de Comunicaciones B. Presentadas por Dña. Mª Gloria Zambrano Casimiro.

19:35h.- 11: La dependencia artística de Jerez de los Caballeros (Badajoz) del

tardobarroco portugués: arquitectura, retablística y cerámica (siglo XVIII), por D. José Ignacio Clemente Fernández.

19:45h.- 12: El concepto portugués sobre el Tratado de Lisboa de 1668: contexto,

condiciones y repercusiones políticas, sociales y culturales, por D. Nuno Miguel Rodrígues Tavares.

19:55h.- Debate.

20:00h.- Visionado del Documental “Los Refugiados de Barrancos (Portugal) a

inicios de la Guerra Civil Española”, producido por Mórrimer (Llerena). Presentado por Dña. Mª Gloria Zambrano Casimiro.

21:20h.- Clausura de las III Jornadas de Historia en Jerez de los Caballeros.

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PROGRAMA DE ACTOS

LUNES, 24 DE SEPTIEMBRE DE 2018

Inauguración de los XLVII Coloquios Históricos de Extremadura 20:45 horas: Recepción de autoridades y participantes en el Excmo. Ayuntamiento de Trujillo. 21:00 horas: Acto inaugural. Salón de Plenos Bienvenida: Dña. María Rosario Alvarado, presidenta de la A.C. Coloquios Históricos de Extremadura. Intervención de autoridades. Palabras de saludo e inauguración por parte de D. Alberto Casero Ávila, Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Trujillo. 21:30 horas: Lectura inaugural: A cargo de D. LUIS E. RODRÍGUEZ -SAN PEDRO BEZARES

"SALAMANCA: LA UNIVERSIDAD DE LA CULTURA HISPÁNICA" La conferencia pretende exponer la evolución histórica de la Universidad de Salamanca a lo largo de sus etapas: Medieval o de fundación y consolidación; clásica de los siglos XVI y XVII; reformas ilustradas del siglo XVIII; y declive del siglo XIX. Todo ello en un amplio contexto, donde se tendrán en cuenta los aspectos institucionales o de poder, la financiación, el régimen docente, los aspectos sociales y la atmósfera cultural de las distintas facultades. Se completará con una segunda parte en la que se estudiarán las relaciones entre la Universidad y Extremadura: existencia de la “nación “ de Extremadura en Salamanca; poder e influencia de la misma; aspectos demográficos y sociales; con mención de algunos de los humanistas extremeños que estudiaron en Salamanca.

A continuación se ofrecerá un Vino de Honor.

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D. LUIS E. RODRÍGUEZ -SAN PEDRO BEZARES

Natural de S. Sebastián, es Licenciado en Historia por la Universidad de Deusto y Doctor en Filosofía y Letras, Sección de Historia, por la Universidad de Salamanca en 1985. (Premio Extraordinario) Profesor Titular de Universidad desde enero de 1988 y Catedrático de Universidad desde enero de 2010. Área de conocimiento: Historia Moderna. Ejerce la actividad docente en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca desde el curso 1984-85 hasta el presente. (Estancia de docencia e investigación en la Universidad Nacional Autónoma de México. Cátedra Extraordinaria Diego de Castilla, 2007). Sus líneas de investigación: Historia de las Universidades Hispánicas, Europeas e Iberoamericanas. Historia de la Universidad de Salamanca. Aspectos culturales en la Edad Moderna. Mentalidades y sensibilidades religiosas en la Edad Moderna. Teoría de la Historia e Historiografía. Es Investigador principal, desde 2005, del Grupo de Investigación Reconocido (GIR) de la Universidad de Salamanca: “Historia Cultural y Universidades Alfonso IX” (CUNALIX). Vinculado al Instituto de Estudios Medievales y Renacentistas (IEMYRhd) Además de haber dirigido Tesis doctorales y Memorias de Licenciatura/Grado/Fin de Máster, ha presentado y expuesto más de cien ponencias, comunicaciones y conferencias en congresos, coloquios, seminarios y otros actos, nacionales e internacionales, en España, Portugal, Francia, Italia, Alemania y México. Ha publicado 19 libros como autor o coautor; 76 capítulos de libros; 44 publicaciones en revistas; 52 prólogos, reseñas y otras publicaciones digitales; 13 publicaciones electrónicas en DVD e Internet; y ha sido editor o coordinador de 22 libros colectivos. Algunos títulos de sus libros, entre otros: La Universidad Salmantina del Barroco,(1986); Lo Barroco. La cultura de un conflicto,(1988). Segunda edición aumentada, (2013); Los siglos XVI y XVII. Cultura y vida cotidiana, Madrid, (2000-En colaboración con José Luis Sánchez Lora.); Las Universidades Hispánicas. De la Monarquía de los Austrias al Centralismo Liberal,(2000, 2 vols.- Edición y coordinación); Historia de la Universidad de Salamanca, (2002, 2004, 2006 y 2009, 5 vols-Edición y coordinación);Atmósfera universitaria en Cervantes,(2006). Universidades clásicas de la Europa mediterránea: Bolonia, Coimbra y Alcalá. Miscelánea Alfonso IX, (2005,2006- Edición y coordinación, en colaboración con Juan Luis Polo Rodríguez); Elogios triunfales. Origen y significado de los vítores universitarios salmantinos, siglos XV-XVIII,(2011-En colaboración con Ángel Weruaga Prieto);Dietario académico de Gaspar Ramos Ortiz, estudiante de Salamanca, 1568-1569, (2017).

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PROGRAMA DE LOS XLVII COLOQUIOS HISTÓRICOS DE EXTREMADURA

EXPOSICIÓN DE PONENCIAS Y COLOQUIOS

Salón de Actos de la Fundación Xavier de Salas (La Coria) (Los horarios de las presentaciones de ponencias pueden sufrir ligeras variaciones)

MARTES, 25 DE SEPTIEMBRE DE 2018 Moderador: D. Francisco Javier Rubio Muñoz

17:00 José Luis BARRIO MOYA La librería de fray Juan de Nuestra Señora, presidente del Real Hospital de Jesús Nazareno de Mérida (1783). 17:30 Francisco Javier CAMBERO SANTANO El Arcipreste Juan Pizarro: Mecenas de trujillanos en la Universidad de Salamanca. Luces y sombras en el cumplimiento de sus últimas voluntades. 18:00 Francisco Javier RUBIO MUÑOZ Símbolos universitarios en Trujillo: el descubrimiento de vítores y otras relaciones con la Universidad de Salamanca. ... breve receso ... 18:40 Marciano MARTÍN MANUEL La historiografía judía al servicio del integrismo católico: Eugenio Escobar Prieto,1916-1917. 19:10 Juan Carlos RODRÍGUEZ MASA Salamanca,“cabeza“ de Extremadura (desde la Reconquista al siglo XVIII). 19:40 Juan REBOLLO BOTE Ecos urbanos de moros y cristianos en Cáceres y Trujillo.

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MIÉRCOLES, 26 DE SEPTIEMBRE DE 2018 Moderador: D. Teodoro Martín Martín

17:00 Jesús BERMEJO BERMEJO La Cumbre a través de sus cofradías durante la Edad Moderna. 17:30 Manuel GARCÍA CIENFUEGOS La epidemia de la gripe española (año 1918) en Montijo, Puebla de la Calzada y Lobón. 18:00 Alicia DÍAZ MAYORDOMO Cáceres en su paisaje urbano histórico.Una ciudad viva, patrimonio de la Humanidad. ... breve receso ... 18:40 Teodoro MARTÍN MARTÍN Confesión de autor: Extremadura 19:10 María Guadalupe PÉREZ ORTIZ y Francisco GONZÁLEZ LOZANO Los archivos parroquiales de la Baja Extremadura: principal fuente de contenidos genealógicos. 19:40 Soledad UCEDO VILLA La Catedral de Coria, foco educativo en el siglo XIII

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JUEVES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2018 Moderador: D. Jesús Barbero Mateos

17:00 Carlos Mª NEILA MUÑOZ Nupcialidad en la provincia de Cáceres durante la Guerra Civil (1936-1939). Aproximación demográfica 17:30 Ángela LÓPEZ VACAS Jurista, historiador y siempre poeta: D. Álvaro María Guerrero. 18:00 Teodoro Agustín LÓPEZ LÓPEZ Semana Santa de Badajoz en el siglo XVII-XVIII ... breve receso ... 18:40 Domingo QUIJADA GONZÁLEZ La pervivencia del léxico asturleonés en Montehermoso y norte de Extremadura. 19:10 José PASTOR VILLEGAS Las Universidades de Salamanca y Sevilla en la preuniversidad de Extremadura y en los semidistritos de la Universidad de Extremadura. 19:40 Francisco RIVERO DOMÍNGUEZ El Brocense y la Universidad de Extremadura. ... breve receso ...

20:15 Presentación del libro: "PUENTES HISTÓRICOS EN LAS TIERRAS DE TRUJILLO", de D. Antonio JIMÉNEZ VALDÓS.

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VIERNES, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2018

Moderador: D. Carlos J. Lozano Palacios

17:00 Rocío GARCÍA RODRÍGUEZ Arte de la Universidad de Salamanca en época de los Humanistas extremeños del estudio salmantino 17:30 Álvaro VÁZQUEZ CABRERA Megalitismo en Valencia de Álcántara.Estado de la cuestión. 18:00 Manuel RUBIO ANDRADA Arqueología en el río Zapatón.El poblamiento y necrópolis megalítica de las Calderas. ... breve receso ... 18:40 Antonio GONZÁLEZ CORDERO Tradiciones prerromanas supervivientes.La cabeza altar de Perales del Puerto (Cáceres) 19:10 Martiria SÁNCHEZ LÓPEZ Jaraíz en el reinado de Alfonso XIII. 19:40 Fernando MORENO DOMÍNGUEZ, Gregorio FRANCISCO GONZÁLEZ, Francisco Juan PÉREZ SOLÍS y Alberto DURÁN SÁNCHEZ De recientes descubrimientos arqueológicos en la comarca de Trujillo ... breve receso ...

20:15 Presentación del libro: "EL CLAVERO DON ALONSO" d e D. Gregorio FRANCISCO GONZÁLEZ

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SÁBADO, 29 DE SEPTIEMBRE DE 2018 Moderador: D. Esteban Mira Caballos

10:30 Álvaro MELÉNDEZ TEODORO La Guerra de la Independencia en Extremadura en la prensa de 1810 ( II ). 11:00 Esteban MIRA CABALLOS Aportes a la biografía de Hernando Pizarro: su etapa final en España (1539-1578) 11:30 CAFÉ. 12:00 Jorge RODRÍGUEZ VELASCO Las cofradías y hermandades de la Villa de Cáceres en el Catastro de Ensenada 12:30 Antonio CANTERO MUÑOZ La Cofradía de Jesús Nazareno de Trujillo (1820-1848) 13:15 ACTO DE CLAUSURA

Entrega de premios: Premio "Xavier de Salas, para jóvenes investigadores" en su XXXI Edición.

Premio "Obra Pía de los Pizarro" en su XXIV Edición. Premio "Centro de Profesores y Recursos de Trujillo" en su XIII Edición.

Premio Especial, XLVII Coloquios Históricos de Extremadura.

DOMINGO, 30 DE SEPTIEMBRE DE 2018

Viaje a SALAMANCA. Visita a la Universidad y a destacados monumentos de la ciudad. Comida de hermandad.

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Congreso Internacional:

“HERNÁN CORTÉS EN EL SIGLO XXI. V Centenario de la llegada de Cortés a Méjico”

III Congreso de Extremadura Histórica XII Encuentros de Estudios Comarcales Vegas Altas – La Serena – La Siberia (SISEVA)

1ª CIRCULAR

La Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste y la Federación Extremadura Histórica convocan el Congreso Internacional “Hernán Cortés en el siglo XXI. V Centenario de la llegada de Cortés a Méjico”, destinado a conmemorar la llegada de Hernán Cortés a Méjico, que tendrá lugar en Medellín y Trujillo (Extremadura, España) en los días 4, 5 y 6 de abril de 2019.

Los objetivos del Congreso son:

Profundizar en la investigación histórica sobre Hernán Cortés en el contexto del siglo XVI. Divulgar la transcendencia histórica de Hernán Cortés, desde el conocimiento científico de su poliédrica personalidad. Contribuir a desterrar la injustificada leyenda negra y el consiguiente “complejo histórico de culpa” ligado a la colonización y conquista del Imperio Mexica. Valorar y divulgar el valioso legado histórico, social, cultural y económico que la obra colonizadora de Hernán Cortés dejó a la Modernidad.

DESTINATARIOS

Investigadores, americanistas y estudiosos de la conquista, colonización y evangelización de Méjico de uno y otro lado del Atlántico.

LÍNEAS TEMÁTICAS

1. Medellín y Hernán Cortés antes de la conquista. 2. La Conquista del Imperio Mexica. 3. La conquista de Méjico desde la perspectiva mejicana. Los tlaxcaltecas y otros aliados de Cortés

en la conquista del Imperio Mexica. 4. Hernán Cortés después de la conquista. 5. Hernán Cortés y su proyección en el siglo XXI. El legado de los conquistadores.

PONENCIAS, PRESENTACIÓN Y PLAZOS. El Congreso incluirá: ponencias y comunicaciones, así como dos mesas redondas. Las ponencias serán confirmadas en próximas circulares y en las páginas webs de las entidades organizadoras. Las propuestas de comunicaciones se presentarán en torno a cualquiera de las cinco líneas temáticas del Congreso, de acuerdo con las siguientes directrices:

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La propuesta incluirá: nombre, email, un currículum abreviado (titulación, puesto profesional o académico y, en su caso, publicaciones más relevantes), el título de la comunicación y un resumen de aproximadamente 300 palabras, y será remitida a la siguiente dirección electrónica: [email protected]

El plazo de presentación de comunicaciones finaliza el día 10 de marzo de 2019. Para su exposición oral el autor dispondrá, en la respectiva mesa de comunicación, de un tiempo

que oscilará entre 10 y 15 minutos, en función del número de comunicaciones y de la planificación horaria del Congreso.

El Comité Científico, una vez realizado el proceso de selección, comunicará su respuesta a través de la dirección electrónica adjunta a la solicitud. La aprobación o denegación de la propuesta de comunicación será notificada a los interesados antes del 20 de marzo de 2019.

INSCRIPCIÓN

Se realizará a través de un formulario electrónico que será presentado en la siguiente circular, en la que se detallará el procedimiento y los plazos para su formalización.

También podrán inscribirse quienes estén interesados solo como asistentes.

El reconocimiento de créditos de formación a los profesores asistentes se gestionará con el Centro de Profesores y Recursos de Don Benito-Villanueva de la Serena, en las condiciones que establezca la legislación vigente en ese momento para profesores de Ed. Primaria y Secundaria.

La inscripción será gratuita en cualquier caso.

ORGANIZAN

Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste. Federación Extremadura Histórica.

COLABORAN

SISEVA (Federación de Asociaciones Culturales de la Siberia, la Serena y Vegas Altas). Asociación Histórica Metellinense. Excmo. Ayuntamiento de la villa de Medellín. Fundación Obra Pía de los Pizarro.

COMITÉ ORGANIZADOR

César Chaparro Gómez. Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste. José Ángel Calero Carretero. Federación Extremadura Histórica Dionisio Martín Nieto. SISEVA Tomás García Muñoz. Asociación Histórica Metellinense Esteban Mira Caballos. Doctor en Historia de América Hernando de Orellana-Pizarro. Fundación Obra Pía de los Pizarro

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Exposición “Cuando el tomate era un cultivo social. De Felipe Corchero a INVECOSA”

Manuel García Cienfuegos

Cronista Oficial de Montijo y Lobón (Badajoz) Comisario de la Exposición

Desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Montijo (Badajoz) se ha organizado esta exposición que podrá verse en la Sala Centinela del Teatro Municipal Nuevo Calderón del 5 al 19 de octubre. Actividad que forma parte de los XI Encuentros de Historia en Montijo. Con esta exposición el Ayuntamiento recuerda, desde la memoria gráfica, a los hombres y mujeres que en ella trabajaron. “Cuando el tomate era un cultivo social. De Felipe Corchero a INVECOSA”, muestra más de sesenta fotografías inéditas que recogen la actividad industrial y social de estas dos factorías. Desde su constitución en 1951 y su aprobación el 27 de junio de 1953, hasta la creación de INVECOSA en 1961 y su posterior absorción, en 1966, por el INI (Instituto Nacional de Industria).

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La muestra se divide en: la evolución de la fábrica, instalaciones, producción, visitas de personalidades, Fiesta del Tomate, Fiesta de los Reyes, celebración del Dia del Trabajo, construcción de viviendas, participación en la Feria de Muestras Iberoamericana de Sevilla y equipos de fútbol. DE CORCHERO A INVECOSA Y LUEGO CARCESA

Los días pasados del verano han estado en plena cosecha del tomate, el oro rojo de las Vegas Bajas del Guadiana, a pesar de que los tiempos han cambiado porque el tomate ha dejado de ser un cultivo social, al imponerse la mecanización en su cogida, transporte y elaboración. Muchos jornales se dieron cogiendo a “destajo” el fruto que vivía en su mata, ayudando a muchas familias y al gremio de los jóvenes estudiantes, que así muchos pudieron afrontar sus estudios. Sería el industrial emeritense, don Felipe Corchero Jiménez, quien instaló, junto a la Alberca de los Bueyes, frente a la estación del ferrocarril, a comienzos de los años cincuenta una fábrica de conservas vegetales, siendo su primera dedicación la elaboración del pimiento. Fábrica que comenzó a dar puestos de trabajo a la mujer. De ahí el dicho popular “Las chicas del pimentón”. Don Felipe Corchero incorporó aquello que las tierras de las Vegas Bajas del Guadiana producían, llegando, en aquellos años, el tomate, cultivo social por excelencia, junto al algodón. Sobre la factoría de Felipe Corchero puso su mirada el Instituto Nacional de Industria (INI). Eran los años sesenta. La nueva sociedad pasó a llamarse Industrias Vegetales y Conserveras (INVECOSA), siendo presidente de su Consejo de Administración, el general don Manuel Gutiérrez Mellado. INVECOSA se convirtió en la principal empresa del sector, dedicándose a la industrialización del tomate, incrementando fuertemente en tanto su capacidad de tratamiento como la producción, que de 1965 a 1975 se cuadriplicó en ambos casos, destacando especialmente la fabricación de concentrado de tomate, del que la empresa representaba en torno al 20% del total nacional. La compañía pasaría a IFESA y luego CARCESA que, a lo largo de los años, al desligarse del Instituto Nacional de Industria tuvo capital de varias multinacionales, hasta llegar a la actual Carnes y Vegetales (Apis), a la que la organización de esta exposición agradece la cesión de su archivo fotográfico que exhibe esta exposición.

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HOMENAJE EN LA TERTULIA EXTREMEÑA EL RATO A FRANCISCO

RIVERO

Un servidor ha sido hoy homenajeado por los amigos de extremeños de la

tertulia “El Rato” en la taberna tricentenaria de Antonio Sánchez, taberna que fue

fundada en 1787, con un gran ambiente taurino y en la que se inspiró Antonio Díaz-

Cañabate para escribir su “Historia de una taberna”, siendo algunos contertulios suyos

personajes tan interesantes en la historia de la cultura española como el pintor Ignacio

de Zuloaga, el escritor Pío Baroja o el doctor Gregorio Marañón.

Pues bien, en este lugar tan emblemático un grupo de buenos amigos han tenido

la delicadeza de hacerme un homenaje por haber sido galardonado por el Skal de

Andorra como hombre extranjero del turismo, y cuyo premio recogeré el 27 de

septiembre, Día Mundial del Turismo, en Andorra la Vieja.

Entre los asistentes, se encontraban dos fundadores de esta tertulia, que lo es

desde 1992, ente ellos Jesús Feijóo Domínguez, natural de Puebla de Alcócer (Badajoz)

o el pianista Alberto Lebrato, pianista que fuera de la ilustre cupletista y violinista

pacense Olga Ramos, de la que este año se cumple el centenario de su nacimiento. Por

cierto, entre los asistentes estaba la también cupletista su hija Olga María que tuvo el

acierto de dedicar un “veniven” a este humilde periodista.

Francisco Lebrato Fuente, que había fundado una tertulia en Badajoz, vio que en

Madrid había muchos extremeños en el mundo de las artes y decidió crear en 1992 otra.

A ella acudieron personalidades de la talla de Pedro de Lorenzo o su discípulo el

también periodista de ABC José Miguel Santiago Castelo. Después se han ido sumando

otros extremeños o amantes de la región, residentes en Madrid, me cuenta Jesús Feijóo,

quien manifestó que un día conoció Brozas, de cuya villa tengo el honor de ser su

cronista oficial, porque compró unas ovejas negras de mi pueblo. Cuando lo conoció,

personalmente, vio que era muy atractivo por la historia de sus personajes y sus

monumentos.

Después de celebrarse durante muchos años, se tomó la decisión de reunirse el

último martes de cada mes en esta famosa taberna. Y cada jornada se dedica a un tema

más o menos variado, o se hace un homenaje a uno de los contertulios. Siempre con

camaradería y buen humor, hablando todos unos minutos sobre ese tema o el

homenajeado.

En esta ocasión hubo palabras muy bonitas de todos y cada uno de los asistentes

hacia mi persona como profesional del periodismo turístico y como extremeño. A todos

ellos muchas gracias. Les respondí a que era el Skal, esa asociación mundial de

profesionales del turismo, que une a unos 15.000 profesionales de 83 países. Y les leí

una noticia de 1931 que muchos de ellos amantes de la historia de la región no sabían

(yo, tampoco).

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Diario ABC, miércoles, 29 de julio de 1931. Edición de Andalucía.

Badajoz, 29. 2 de la madrugada

Se ha celebrado una reunión en la que están representadas todas las entidades

de Badajoz para tratar del Estatuto regional.

Se acordó nombrar una comisión presidida por D. Juan López Prudencio para

organizar actos de propaganda y acoplar las bases que han de ser examinadas en la

asamblea general, que se celebrará el próximo día 19 de agosto.

Se telegrafió a Cáceres para que se haga la misma gestión, acordándose

además ver con simpatía la campaña que realiza Huelva, provincia que quiere formar

parte de la región extremeña.

Por último, se anunció la visita al Museo de Olga Ramos, situado en una

urbanización del norte de la ciudad de Madrid.

El joven maitre del restaurante pidió a todos los asistentes a la tertulia de “El

Rato” y a los que falten que escriban, cada uno de los tertulianos, un breve texto para

colocarlos en unos marcos en la escalera de bajada a la cueva donde va a estar la bodega

con las botellas de vino. Al final, los “escribientes” verán premiadas sus letras con unas

buenas botellas de vino español.

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LOS COLOQUIOS HISTÓRICO-CULTURALES DEL CAMPO ARAÑUELOCUMPLEN 25 AÑOS

Domingo Quijada González

Se celebrarán en la segunda quincena de noviembre, teniendo abierto el plazo para

presentar ponencias hasta el 12 de octubre.

Los Coloquios Histórico-Culturales del Campo Arañuelo celebrarán el próximo otoño

su 25 aniversario, en una edición que la concejalía de Cultura plantea como

«reconocimiento y homenaje a una actividad que se ha convertido en una de las citas

anuales más importantes en la vida cultural de Navalmoral y la zona». Y no solo por el

trabajo de investigación que supone y la presentación de las ponencias al público, sino

por tener publicadas todas esas ponencias.

Por ese motivo se ha optado por no dedicar esta edición a ningún personaje ni

acontecimiento histórico en particular, como viene siendo habitual, sino al conjunto de

la actividad para conmemorar esa efeméride. Se ha titulado ‘25 años de historias’.

A pesar de esa celebración los organizadores no han introducido apenas cambios ni en

las bases para participar ni en los premios, que se mantienen en 750 euros para el autor

de la ponencia ganadora y 500 el segundo clasificado, además de los accésit de 200

euros cada uno que conceden todos los años la Fundación Concha y el Centro de

Profesores y Recursos.

En cuanto a las bases, se repite una vez más que las comunicaciones a concurso son de

tema libre, si bien deben ser inéditos y estar dentro de los apartados de la historia, el

arte, la arqueología, la geografía, la literatura, el folklore, la filosofía, la ciencia o

cualquier otro asunto que verse sobre el Campo Arañuelo -incluyendo la parte toledana-

o su entorno más cercano, como las comarcas de la Jara, la Vera y los Ibores.

Las ponencias se presentarán por triplicado, en tamaño Din A-4, por una sola cara, con

los cuatro márgenes a 2,5 centímetros, utilizando el tipo de letra Times o Arial. La

extensión máxima será de 25 páginas, acompañadas de un anexo con gráficos y

fotografías, así como un CD. La exposición al público no excederá los 45 minutos,

seguida del correspondiente coloquio.

La comisión evaluadora realizará una selección previa de un máximo de seis trabajos,

que serán los que se expondrán públicamente en la segunda quincena de noviembre.

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REAL ACADEMIA DE EXTREMADURA DE LAS LETRAS Y LAS ARTES

SESIÓN DE APERTURA

DEL CURSO ACADÉMICO

2018-2019

Cáceres, 4 de octubre de 2018, 18,00 h.Salón de Actos. Fundación Caja Extremadura

C/. Clavellina, 7

Organiza:

Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes

Colabora:

Fundación Caja Extremadura

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PROGRAMA

Acceso de los Sres. Académicos al estrado

(Interpretación del Himno de la Real Academia de Extremadura de las

Letras y las Artes por el Orfeón Cacereño)

Apertura de la sesión por el Excmo. Sr. D. Francisco Javier Pizarro Gómez,

Académico Numerario y Director de la Real Academia de Extremadura de

las Letras y las Artes

Lectura de la Memoria del Curso por el Excmo. Sr. D. Manuel Pecellín

Lancharro, Académico Numerario y Secretario de la Real Academia de

Extremadura de las Letras y las Artes

Lectura de la lección

“Hitos que han ido forjando la conciencia regional de Extremadura”, por el

Excmo. Sr. D. José Miguel de Mayoralgo y Lodo, Conde de los Acevedos,

Académico Numerario de la Real Academia de Extremadura de las

Letras y las Artes

Acto de reconocimiento a D. Bartolomé Gil Santacruz y a D. José Antonio

Ramos Rubio. Exposición de méritos por el Excmo. Sr. D. Feliciano Correa

Gamero, Académico Numerario y Censor de la Real Academia de

Extremadura de las Letras y las Artes

Palabras del Excmo. Sr. D. Francisco Javier Pizarro Gómez,

Director de la Real Academia de Extremadura

Clausura de la sesión

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