sufragista el mitin leo sala wagrh - dipòsit digital de ... · lo que se llamaba ejercicio de la...

4
EL EECLIYE DEL SISTEMA SUFRAGISTA L sistema sufragista, o la institución del sufragio univer- sal, vieja ya de más de un siglo, se encuentra en comple- to declive, y va cayendo en descrédito, poco a poco, bajo los golpes de sus propias contradicciones y d e la falsedad en que se fundamenta. Tanto se ha usado y abusado del mismo, que, lo que en cierta época fué considerado una conquista por el derecho que concedía a los pueblos para elegir a sus repre- sentantes, representa hoy uno de los factores esenciales que en- cadena su porvenir. Los sistemas de democracia clásica, que son, después de todo, los que más respeto guardan a la institución sufragista, han defraudado tanto a las gentes con su uso, transformando lo que se llamaba ejercicio d e l a voluntad popular, en fábrica de inmoralidades» comadreos y «pucherazos», que ya nadie, o muy pocos, creen en la eficacia del voto, ni se preocupan de ha- cer uso del mismo. El porcentaje considerable que alcanzan las abstenciones en estos casos, es una prueba de lo que venimos diciendo. Mas, en los lugares en que las abstenciones no sé pro- ducen, esto es, en las «democracias populares», o en la «demo- cracia orgánica» de Franco, puesto que la emisión del sufragio es obligatoria aún sin tener nada que elegir, la institución su- fragista ha acabado de desacreditarse por completo. Ha sido como una inmoralidad, ahogada en una irunorlidad mayor. Nunca se han celebrado tantas elecciones como actualmente, nunca, contrariamente, han elegido menos, los ciudadanos que en ellas han intervenido, y nunca los pueblos se han visto so- metidos a sistemas más rígidos y uniformes. Las gentes, se han dado cuenta que, en el mejor de los casos, es dedr^ cuando al emitir el voto pueden elegir hombres, el sufragio no les sirve de nada en absoluto: de ahí, su desinterés, o su olímpico despre- cio por el uso del mismo. ¿Quiere esto decir que los ciudadanos que de tal forma pro- ceden, están compenetrados con nuestras clásicas normas de acción directa? No nos hacemos tales ilusiones. De todas formas, queremos significar que, no por el hecho de criticar el sistema sufragista somos partidarios de la dictadu- ra, como alguien podría interpretar. Nada más ausente de nues- tro ánimo, ni de nuestro sentir. Entendemos contrariamente, que es precisamente el sistema sufragista lo que mantiene a los pueblos en la opresión y en la dictadura y que la verdadera democracia en función, consiste, no en la elección de hombres con mandato indefinido que ha- cen lo que les viene en gana, o mejor dicho, lo que, conviene a los intereses de partido o a las Razones de Estado, sino en que los hombres emitan su opinión sobre todas las cosas que direc- temente les conciernen, y en que las resuelvan directamente, sin torneos oratorios, eligiendo, en todo caso, representantes com- petentes sobre cada cosa concreta, para esbozar las modalida- des técnicas de aplicación, después de que todos han opinado, con lo que queda finalizado su mandato. Ese es el único sistema sufragista eficiente, en el que la fuer- za de la razón y de la lógica han de sobreponerse a la ley del número; el sistema que nosotros aceptamos, y que acabará por imponerse como norma de entendimiento entre los humanos, y como solución a los problemas que como entidad soeiaü tenemos planteados. Lo otro, es simplemente artículo de cacherrería electoral y engaño metodizado, del que afortunadamente ya van saliendo las gentes sensatas. /4D¡r- &dQCun& de la ROUTE, hebdomadaire de la (J¡. £.&./?. en tytance Año VIII Precio 1 5 francos 35? Martes 16 de Diciembre de 1952 ^icecci&n paca la Gaiceépandeneía .• Administración Redacción Luis Sos 4, rué BelforF, TOULOUSE - J. Borraz (¿izoA : /?u¿á efúé C. C. Postal N- 367-48 T o t l o u s e (Hte-Gne) PRECIO DE LAS SUSCRIPCIONES: 3 meses: 195 frs. — 6 meses: 390 frs. — 1 año: 780 frs. EL MITIN DE LO SALA WAGRH LOS INTELECTUALES LIBRES, acusan al franquismo y a los Gobiernos que le han admitido en la UNESCO gSSff O habiéndonos sido posible en nuestro pasado número, dar una amplia reseña de este importante acto, debido W% "^ retraso con que recibimos la información, nos limitamos hoy a publicar un extracto sintético de los discur- -4^^f sos pronunciados por las eminentes personalidades intelectuales y humanistas que en él lian intervenido, dado a que, su publicación «in extenso», representaría una redundancia innecesaria. i UN CIRCULO VICIOSO Albert CAMUS La operación, naturalmente, es un poco molesta y precisaba acometer- la con rapidez. La escuela, claro, es una cosa, el mercado es otra. En esta historia, a decir verdad, hay un guntames: ¿es signo de la libertad? rio a los principios democráticos, y vamos a resolverlo admitiéndola en la UNESCO. Para facilitar las ce- sas, el embajador de Franco en Pa- rís—no de España—ha hecho la pro- mesa, ya conocida, de que las pu- blicaciones de la UNESOO podrán circular por España. Y a eso pre- Emile KHAN (Secretario general de la Liga de los Derechos del Hombre) Se ha dicho que, por su proyección en el mundo civilizado, España de- bía ocupar su puesto en la organiza- ción para la ciencia, la educación y la cultura. Y es verdad. Pero ese blicaciones de la UNESCO desde* el puesto no le correspondía a Franco, momento en que forme parte de la el dictader implacable que ha clau- surado las instituciones libres y ha impuesto la enseñanza religiosa, obli- gatoria incluso en los centros supe- riores. La cultura española no la re- presenta el falangismo, sino el pro- fesorado insumiso, los intelectuales que sufren en su tierra o viven errantes—exilados para conservar la libertad y la grandeza del espíritu— ñor todos los camines del mundo. Al contrario, es la confesión rotun da de la falta de libertad, que se uaviza exclusivamente para las pu institución y pueda hacer la debida selección. DILLQT poco de mercado de esclavos. Se cambia a las víctimas de la Falange cen los sujetos de las colonias. En cuanto a la cultura, ya se verá más tarde. Al fin y al cabo, eso no es asunto que concierna a los gobier- nos. Les artistas hacen la cultura, los gobiernos la controlan seguida- mente y, si se tercia, suprimen a los artistas para controlarla mejor. Y llega un día en que, un puñado de militares e industriales puede decir «nos» hablando de Moliere y de Vol- taire, o imprimir, desfigurándolas, Puede decirse que hay un prinji- las obras del poeta que anteriormente P ic > que aconseja a todo hombre aten- han fusilado. der y sostener al prójimo. En eso ¿Cómo "uede pretenderse el recono- Sí. desde el instante en que Fran- se funda nuestra asociación, pero cimiento de Franco en materia de co ha entrado en la UNESCO, la ¿procede aplicarlo en el caso de UNESCO ha salido de la cultura Franco? No; Franco, el asesino, no universal. Esc es lo que debemos de- e s nuestro prójimo. Franco es un cir. Se nos objetará que la UNESCO apestado que huele a cadaverina y la e s útil. De la utilidad de las relacio- UNESCO, para vergüenza del mundo nes entre la burocracia habría mu- Ubre, ha querido consentirle el in- cho que hablar, y de lo que debemos gresc. estar seguros es de la inutilidad de * todo aquello que perpetúa la mentira en que vivimos. El aumento del paro forzoso, consti- ne la existencia de trel> o cuatro mi- tuye un motivo de preocupación para llones de seres que arrastran una exis- los economistas burgueses, aferrados ttncia miserable y tienen ante la aún al desacreditado mito del libera- perspectiva de un porvenir sombrío, lismo económico. Todos los pretendidos La necesidad de reparar los destro- argumentos científicos, todos los cálcu- zos ocasionados por la guerra había da- los rigurosamente matemáticos y todas do lugar a una actividad desconocida las divagaciones sobre el pleno empleo, en los años de la preguerra. (Recor- no pueden ocultar la cruda realidad demos el agobiante problema del paro presente. Pasados los primeros mamen- en Inglaterra antes de 1939, como asi- los de euforia de la post-guerra, loV mismo, en los EE. UU. y Alemania y, problemas espinosos que son inheren- tes a la sociedad capitalista van re- apareciendo. Así, el problema que cons- titkiyen ios millonea de hombres que no encuentran ocupación para sus bra- zos, es uno de los más angustiosos que pot C. PARIRÁ más o menos intenso, en todos los pai- 308.) Los trabajos de reconstrucción han ocupado millones de trabajadores en los años posteriores al conflicto enseñanza, siendo notorio que baio su tiranía< han sido fusilados más de seis mil maestros? Louis-Martin Cbauffier La entrada de Franco en la UNES- CO es una degradación sin apelación. que señala el triunfo repugnante ¡e lo político sobre lo espiritual, de las combinaciones sobre el honor. Dis- gica' nueva7"*peí*i«rosa!" Pues se"han culpándose con la Asamblea general, les gobiernos han introducido a ese traidor en la institución que mejor Salvador de Madariaga Ese acuerdo, sin debate, responJe a una conclusión «a priori», una ló- 4 I III I 14 X EL DESARROLLO INTELECTUAL ^^^ UE es la inteligencia? J Í J ¿Es un producto secretado £ , V i C poT Jas células cerebrales, un fluido que irradia de la central nervio- sa, del transformador sensorial'.' ¿Es pac plácida <J$za&& Siempre nos insubordinamos contra el dualismo obtuso, remachado por al- algo así como la insulina fabricada por g u n o ¡ ¡ c i e n t i n s t a s s¡gUiendo huellas car- la glándula del páncreas, una especie ^¡5,,^ intentando poner barreras en- vuelo migratorio de las almas por las de secreción biliosa como la que pro- lrc e] cuerpo y ej a ] ma mediante fé tabiques escolásticos y alambradas míticas. dicho: España tiene un alto valor estatégico, que interesa a la defensa occidental; mas hay un inconve- debí a haberse protegido contra el de niente: su régimen político, contra- safi o de su presencia. _ Porque no es España quien entra en la UNESCO, sino los tiranos, los ase- sinos de España. La España verda- dera, noble y antigua, madre de ge- nios, la España del espíritu libre y altivo, todcs sabemos .donde se en- cuentra: en el exilio o en las prisio- nes. En España, esa prisión mcnstr'iO que lleva aún el nombre de España, la cultura está considerada como un fermento peligroso de libertad; la libertad prescrita; la dignidad hu- mana despreciada; el ejercicio de un poder usurpado sólo puede asegurar- se mediante la tiranía; el acceso al peder no conoce más camino que el de la corrupción y no conduce a otros que los de la prevaricación. No hay deslinde posible en tal ma- teria, como no hay extracción de esen- cia prescindiendo del alambique y de las hierbas de la floresta. Como fantasía—pese a sus designios malévolos — aceptaríamos aquello del duce la viscera hepática y que nos ayu- daría a digerir lo que ingerimos por los sentido», a calibrar y asimilar las diver- sa! percepciones? S(ibre hipótesis tan sugestiva», pero da bases tan frágiles y experiencias tan relativas, célebrts fisiólogos, psiquíatras y psicoanalistas pronostican de forma reservada. Cuanto más debemos serlo los iniciados novicios de nuestra cate- goría para no cantar, pues pes? a co- nocer algunas no'.as y teclas, descono- cemos totalmente lo; secretos recelados por tal pentagrama. Ello, no obstante, no nos impedirá lacerar algunos de los infundios más pertinaces, propalados por rollizos teó- logos y filósofos obesos, en su manía de desconsiderar el cuerpo y divagar por las aleatorias regiones del alma. regiones estratosféricas para presentar- punzantes se ante la audiencia divina en espera (Pasa a la página 3.) EJEMPLAR 6ESTQ DE LOS MAESTROS FRANCESES Al referirse Jean Cassou, en una da sus intt.3 enciones, a las dimisiones que se han producido en la UNESCO des- pués del acuerdo profranquista, y pre- guntar cual es, a .este respecto, la ac- titud de los maestros franceses, Denys Forestier, secretario general del Sindi- cato Nacional de Maestros, que se ha- llaba presente, hizo llegar a la mesa una nota breve y de la mayor elocuen- cia: Todos los representantes del magis- terio francés cerca de la UNESCO han dado su dimisión. Al misnu) tiempo, nuestro periódico «VEcole Libératrice», haciendo honor a su titulo, Im expresado la máA enér- gica protesta por la incalificable deci- sión de < lf organismo internacional. El auditorio saludó con vivas simpa- tías esta declaración, que podía brin- darse a los refugiados que, t-n la UNESCO, desempeñando altos cargos, parecen no estar enterados del ingreso de Franco. LA C.N.T. DE ESPAÑA se dirige al Pueblo Manifiesto de la C.N.T.- C.R. de Cataluña HMJM'IBM I«S CMrfftotMfctrwwfoiHilM H**¡ rnMr.itir.Ann i \<:AUSA.I)E L\ II r.KUTAn »l admitir «In t-inua frtnqinslu ru rl «• m ir tu U.ri.f.S-i: U. » ntiu.i «MIIUM mundial rayo ob o- , II'IKIGÍE:^ CUl HIBAl UF LOS Pllthl Ib ir to dmdidudai ra bid.i s DU r.íiiiirn toUlilarw q u o T r>lu. .iu irtár liar.- lew .'»oi '» SUFMt.AR H I tKSñ iniailituibir dr tuda \JI!.I rcllural Una vtl-mtt. por- bn «WrM *H pn.-l.lci rspiunl HAN SltHI IllilllAtHlS HUÍ I A DI PtlIHACIA. !>•-• ha ¡in-lrido trrrni los.ui.i- a lo- trnnran ir Uní™, para iL-inr..,- -.as rus» URlri airrucllo- rumia ln- dYrrnbaí hvmsim J rlu.!.. .IM !.I- aVbrrri iiiii-iist.iu.-..<f. - .1 a-t ::tundoUXt J'lllIFMlí lITlUMlSr .llllhf- l.r. niilitaulM <1v I» i : U M I W r . M'IOPt NACVnVM t)U IHAIIAJU n-tust/rtuo/I ¡i.-r¡m ron 11I41.1111 .iiMimiru [..'" »'« 1-iirHlL-i •>«"••> 1 " 1« n*nir*<4-BU«i!«ir imn. i»ftsurn cni. nula íii-iu- iMir >cr ron íWirfanlui. .ni vnipr^s. ni d'-in.in- M I' "''••"•• »fyi«pni»i>i ,J,,K r.-r/tr,IMIIlllSW KAtlfMrHi'BT. 11 sIMilCAl ISV.II lli" VOLUI :1¡1N Almi; v, I-a rain rtniralr .Ir In- HlllHIIIIIIMIII UrtrmaTIMSH - i•"• «•«• '•< " *' ' , S ' " W*"l" l: i rfjfmtafirMl \\ \ r i USTMt i.'F I Í K ESTAIKH i ¥111 A 1)1 Ills l'UFrtlH' I i >u<Htl,(1 nriKrrtir.il I.I ».rn' .1 i.inlirnwr hh linLii wtri drwid aiirVwlMri ifí luCN.J.. FSfA.NA SOUJ HA l!f >:PWs.\iv,\|)A l'l^ri.S PlUH'WS tSi'A.MiUS ,..; la sa til.lilr MIIFIWH t'«la«a}r< i«lB»rfOI «r rada mi4,d.- 0*nllM( ifliiria - <i ¡M n-..!i(V;i '-'.'l Mtj' •Ir néri»r*r Hjatona. i r '.o» . ..n .li.-lu.ln, v drUlri dinlwá«l:r«s dnaiKidx vriuvrt- fm M riaca laíiii lir títuén N lúa irt.rrv» nía, |]ltMatriakli . I ,s ,„,.-•.., ,,,i, i n IS t.V:!'l rmij;. ,„,, I, imno.l.laiii.ml.l.M^.il l. : i UUllA «FHIIAI !)( IIIIUH 1 v\„'-:l'H\rAi:.AMI! pmiiiil'rdo »•! qur Espolia lnrr«vi*»|Ulí«da fútil l....i-,x. iiUrnia.'tmul ' IJuírn üur'd.' Im» rumiar :aí»«M M It liui•n.i.i.j.ii.iad• 4r i ..tiirillnj» l.ií '«daiU lai.l..v ,aTM rt»ntd«* pnr l.i ¡:nnlrdrrar:nil. i;..rl 1 uM",<•• nurr* A I I..I* AI.IIIS 1« U B rspAMHf *i\ llí sf;i (ililtv I". U'- s FSfANntFíj MISMOS. ! in!" roMitiiiaím pn Im hrriHH W .,),• iiuTjl'raj pu'-.l-ra- itlrnn ,':. «I rtrrw lim III.IMII.T di-1 li.iiniifiMivi «• la I) \ l s i n n- r.v:-.i luftan ti ni irii-ataulih pori|j< !J ,n-ai ndn arj -.ip;mr i>n>ri,'ii!>«li« ,„,. ,,„„ 4U. :,ar.<f< UÍMIA IIHir. IA |¡l UXAM««OKMlSrVlfMA CI.MHII.IA •im ,r pr.l'iia il. --flr hair .n'iu ru In itiplnhiaria dr la» d»i fcríifBM Wr tn níiimns Icaatjda hn mü-omr i Iw m*«nl« ;r,,!'. ítala ).. .nnlian.u riría ni la Kciva Jr la- raarUIrrml > boj lu r. pn.mn,. ,•- n.-ir^rio .¡u, ,| pn.-hlr i..nif <• .:, aiiini rnn la ntaiirriaa iJ, un, la l,c«r«„ MI 1S i,\ i'.Fi \l H M,xi> UNA l.ll -i.ll.lb i \ I rjiir rl itrrruiutamiralii .1.1 (rarnx lalatK:ntn:i a,i arta eh-'! di i :•< «MriO dí»li"H»'ira ni di do vlniuniin d- l..í'N.II n. *• •ü-nili.iur-nili I / ••• ¡Ulm ai ititw «¡or»" «' li'-rtfiwri •ion nl.ra rwahtaiaa "• la -rluniji: JOllillal Oal Barriui di Ij Al.l.lll». HIIUI.l \ rrallal^íflta-i aV l alajmia I).-pr . in.l I..V-¡ IMÍ.I I II. Miní«adj u di-|ar la,i.il..r,-i. Mrl pr.iUtlua fforrfinxn in marin- dr l«i diplnai •:•... h.: .n'i.l t\a< V "•• i Kta.aattrai. ai ^u.- MiciVm-is «I dwladiu Nadir .- ir. mpl.uaia 11, na <•••' •>' Viio la ocoón direete, invencible armo revoiaciorono' Mu&c.n'lcs cc5*npfires nd»fnoc»ona'ei o'e¡ Icstumo-ibérlcol CONFEDCr?ACiON NACIONAL Ot'L TPAriAJC Opnifi r-V'giori'j/ dt Cof3 r 'ir"i ' I, .'" rfr n:l l ir:':lirr J.' '1 . ' Un clásico español escribió: «Que sean las cesas como deben ser o que no sean». ¿No es la UNESOO como debe ser? Pues, que no sea. Tenemos el deber ia proclamarlo, nosotros, los que defendemos los derechos hu- manes, los que defendemos la liber- tad, sin la que la vida no valdría la pena de ser vivida, nosotros, que he- mos sido eternos estafados de las ins- tituciones internacionales. Ese voto, sin discusión, a favor ie Franco, me hace recordar una nota de su ministro de Educación—de al- guna manera hay que llamarlo—re- lacionada con las obras francesas cuya difusión se prohibe hcy en Es- paña. ¿Imagináis de qué autor se trata? ¿Camus? ¿Sartre? No, de Ho- norato de Balzac. ¿Cómo es posible que a un régimen que llega a tales aberraciones en la censura literaria se le abran las puertas de la UNESCO? Sencillamente, porque esas grandes instituciones internacionales están in- tervenidas per los gobiernos y mane- Jadas por ellos sin tener para nada en cuenta los anhelos de los pueblos. Charles-André JULIEN Franco no ha entrado en la UNES- OO. Franco no ha podido entrar en esa UNESCO que no quería dejar de lado los problemas fundamentales, en la UNESOO popular que se inter- pretaba en la declaración de los de- rechos humanos y se preocupaba de la miseria de los pueblos para pro- poner soluciones sin considerar los intereses capitalistas y gubernamen- tales. MAS MISIONES Y AGASAJOS El día 27 del pasado mes, llegó a eso, con lo qu e hoy, sus acólitos tie- España otra «misión comercial» proce- nen argumentos suficientes, facilitados dente de los EE. UU. Estaba compues- por sus propios adversarios, para pre- ta por el Secretario de Comercio de gonar su mercancía, la evidencia de aquel país, Mr. Charles Sawyer; el Se- los cuales no se puede negar. El blo- cretario adjunto del Tesoro, Mr. An- -_ . __ drew N. Overly; J. Thomas Schenci- C* €3"a» A l | _ A S der, Secretario adjunto de Comercio; „.i . , , ,. ' . . ' ., j , que occidental, llevado por su mama Hawthorwe Arey, vicepresidente del An ,. _._. „!__»*_•__ n. Conferencia Organizada per la Comisión de Cultura et Recreo, el día 21 de diciembre y a las 4 de la tarde Cours-Dillcn — tendrá lugar una Conferencia a cargo del com- pañero J. Borraz, quien diserta- rá sobre el tema siguiente: LAS TÁCTICAS LIBERTARIAS Y EL CIRCUNSTANCIALLS.MO Quedan invitados todos los compañeros y amigos. Toulouse, 10 de diciembre 1952. Banco de Importación y Eyportación; Charles R. Hook, presidente de la Armco Steel Corporation; Liangboume M. Williams Sr., presidente de la Tree- port Sulphar Company, y otros funcio- narios. Examinemos ahora los trabajos pre- vistos para tal Misión en Madrid has- ta el primero de diciembre, fecha en que salieron para Gibraltar. El viernes, día 28, a las once de la mañana, reunión con el embajador y membros del personal de la Embaja- <i.'., y a las dos y media de la larde, banquete ofrecido por el ministro de Asuntos Exteriores franquista, Martín Artajo. Por la tarde, conferencia con los representantes del Comercio, Indus- tria y Finanzas franquistas, y por la noche, recepción en el domicilio del embajador nortamericano. El sábado 29, visitas oficiales a diversos funcionarios del gobierno franq'uista, y comilona, al mediodía, en la Cámara del Comer- cio Americana en España; el domingo 30, visitas al Museo del Prado, Toledo y El Escorial. Y lunes 1 de diciembre, salida para Gibraltar. ¿Pueden ser más claros los argumen- tos franquistas? Se sangra a España, se hipoteca el país entero, y encima, se recibe con toda clase de honores a las aves de rapiña que protegen a los verdugos del pueblo. Naturalmente, que son precisamente los verdugos los que tal hacen; el país y sus aspiraciones son completamente ignorados por ellps... Y mientras tanto, Stalin, tras «son ri- deau de fer», se frota las manos de contento. Los argumentos de los comu- nistas españoles han cambiado de un tiempo a esta parte. No s e dan cuen- ta, o hacen como si no se dieran, de que, al acabarse la pasada guerra mun- dial, Stalin podía haber solicitado que Franco fuese juzgado como criminal de guerra, entre otras cosas, por la in- tervención de la famosa «División Azul» en los frentes rusos. Pero eso, con un gran tacto político, lo evitó Stalin, pues de haber sido así, el régi- men franquista se hubiese hundido; y, hoy, España, seria un país anticomu- nista, completamente independiente de toda tutela, al tiempo que, poseyendo honda raíz libertaria, representaría una amenaza real contra el sistema de «dic- tadura del proletariado». Y Stalin, con visualidad política de largo alcance, se dio cuenta de todo tiene planteados esta Europa de me- guerrero, diados de siglo, tan desquiciada y re- L(J f a ¡ ta de obreros especializados en vuelta. El problema no afecta sólo al ^ ofic¡os particularmente empleados viejo continente, pero es aquí donde ^ e¡¡tas meas^ como construccion, ma- adquiere mayor acuidad. dera, industrias mecánicas, incitaron No es necesario citar eutadistúías. a muchos trabajadoras a cambiar de Bastaría que fuera un pequeño número profesión, atraídos por la perspectiva de obreros sin trabajo para considerar de un trabajo más seguro y una mejor igualmente injusta su situación. Pero retribución. También favoreció esta ac- no se trata, por desgracia, de una can- tividad la calificación de muchos tra- tidad ínfima, sino al contrario. Parti- bajadores empleados en labores de peo- ciÜarmente en Alemania Occidental e naje. Gracias a los centros de forma- Italia, el número de parados sobrepasa ción profesional acelerada y cursos ele- el millón. Un millón de parados supo- mentales, muchos obreros adquirieron los rudimentos indispensables para eva- dirse de la condición de peones. Pero estos trabajos van paulatina- mente, tocando a su fin. Además, ei delirio armamentista hace imposible emprender trabajos de utilidad general. Si algo se hace en estel sentido repre-^ senta una milésima parte de lo que correspondería hacer. De ahí resulta un excedente de brazos que, poco a poco, quedan sin empleo. En los grandes tra- bajos públicos, después de los discur- sos oficiales del día de la inauguración, quedan miles de obreros en la caSe sin saber hacia dónde dirigirse en busca de colocación. En las demás ramas de la produc- ción, muchas industrias están afectadas de una crisis de superproducción. Ya sabemos lo que esto quiere decir en régimen capitalista. Superproducción, igual a despidos y paros. Entre estas industrias, figuran metalurgiaprinci- palmente fabricación de automóviles, textil, calzado y vestido. En resumen, volvemos a la situación endémica de antes de 1939. Podemos decir que nada ha cambia- do en lo que son fundamentos básicos del régimeh capitalista. El paro obre- ro es un mal crónico, pero un mal ne- cesario al desenvolvimiento de la eco- nomía burguesa. Los parados constitu- yen la masa de maniobra que emplea la burguesía para conl'rarrestrar el empuje de la clase trabajadora. Sin ese ejército industrial de reserva, de que hablaba Marx, él capitalismo hu- biera perdido batallas que con su ayu- da ha podido ganar. Naturalmente, se buscan paliativos para remediar la situación de los que (Pasa a la página 3.) de reforzar posiciones estratégicas lle- ga al colmo de la paradoja: proteger y reforzar una dictadura sangrienta, para combatir otra dictadura no menos san- grienta, dejando con ello de obrar de- mocráticamente, y ganándose el odio de los pueblos oprimidos. La salida de este callejón, como di- ría Mairena, la habremos de buscar por los tejados: por un lado nos encontra- mos con un capitalismo sin entrañas, y por el otro, tenemos, por si algo fal- taba, el espejo del proceso de Praga, por citar el acontecimiento más re- ciente. Los hombres libres debemos reforzar, cada día más, esa tercera posición, la posición anarquista, pues es la única solución que veo, para Salvar a la hu- manidad de los peligros que la ame- nazan. ón la Sáftana tzanquiáta TRES EJECUCIONES capitales en puerta C OMO recordarán nuestros lectores está dando al franquismo por parte de hace algunas semanas dimos a las democracias, ha debido de enva- conocer la sentencia dictada por lentonar a los tiranizadores del pueblo un Consejo de Guerra franquista, con- hispano, y es por lo que, como que- denado a muerte a tres antifascis- riendo presentar nuevos «méritos» que tas españoles. justifiquen lo bien fundado de tales Los nombres de estos últimos son beligerancias, los fascistas españoles los siguientes: PEDRO GONZÁLEZ proyectan hacer patente, con su nueva FERNANDEZ, JORGE OSET PALA- hazaña, que no renuncian a seguir CIOS y JOSÉ AVELINO CORTES MUNIZ. Pues bien; según informes reciente- mente recibidos de Barcelona, las vi- das de estos tres hombres, de estos tres antifascistas, van a ser inmoladas pró- ximamente, en aras de las sacrosantas razones de Estado, del «orden estable- cido», de la «seguridad pública» y en cumplimiento de una «justicia ejem- plar». Y ello va a ser realizado en nombre de ese dios de bondad infinita, de poder y sabiduría inconmensurables, del que tanto nos hablan las publica- ciones franquistas y en cuyas doctri- nas y sagrados preceptos, inspiran sus actos los asesinos fascistas. La beligerancia que en estos días se -civilizando» y «educando» a tiro lim- pio a sus subditos, mediante la eje- cución de nuevas sentencias sumarisi- mas o por otros procedimientos. Las exacciones llevadas a cabo por todos los totalitarismos contra la perso- na humana, son idénticos. Días pasa- dos, fueron las ejecuciones capitales en la Praga sometida a Stalin; mañana, serán las llevadas a cabo en la Espa- ña tiranizada por Franco. La única di- ferencia que existe, es que, contra las primeras, surgieron clamores de protes- ta de todo el mundo, mientras que sobre las segundas, será guardado el más se- pulcral silencio, solamente interrumpi- do por los antifascistas españoles exila- (Pasa a la página 3.)

Upload: hoangdat

Post on 02-Nov-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

EL EECLIYE DEL

SISTEMA SUFRAGISTA

L s i s t e m a s u f r a g i s t a , o la i n s t i t u c i ó n d e l s u f r a g i o u n i v e r ­sal , v i e j a y a d e m á s de u n s iglo, se e n c u e n t r a e n c o m p l e ­t o d e c l i v e , y va c a y e n d o en d e s c r é d i t o , p o c o a poco , ba jo

los g o l p e s d e s u s p r o p i a s c o n t r a d i c c i o n e s y d e l a f a l s e d a d e n que se f u n d a m e n t a . T a n t o se h a u s a d o y a b u s a d o de l m i s m o , que , lo q u e e n c i e r t a é p o c a fué c o n s i d e r a d o u n a c o n q u i s t a p o r el d e r e c h o q u e conced ía a los p u e b l o s p a r a e legi r a sus r e p r e ­s e n t a n t e s , r e p r e s e n t a hoy u n o d e los f a c t o r e s e senc ia l e s q u e e n ­c a d e n a s u p o r v e n i r .

Los s i s t e m a s d e d e m o c r a c i a c l á s i c a , q u e son , d e s p u é s d e t o d o , los q u e m á s r e s p e t o g u a r d a n a la i n s t i t u c i ó n s u f r a g i s t a , h a n d e f r a u d a d o t a n t o a l a s g e n t e s c o n su uso , t r a n s f o r m a n d o lo q u e s e l l a m a b a e je rc ic io d e l a v o l u n t a d p o p u l a r , e n f á b r i c a de i n m o r a l i d a d e s » c o m a d r e o s y « p u c h e r a z o s » , q u e y a n a d i e , o m u y pocos , c r e e n e n l a e f i cac i a de l voto, n i se p r e o c u p a n d e h a ­cer uso de l m i s m o . El p o r c e n t a j e c o n s i d e r a b l e q u e a l c a n z a n las a b s t e n c i o n e s e n e s t o s c a s o s , es u n a p r u e b a d e l o q u e v e n i m o s d i c i endo . M a s , e n los l u g a r e s en q u e l a s a b s t e n c i o n e s n o s é p r o ­d u c e n , es to es , e n l a s « d e m o c r a c i a s p o p u l a r e s » , o e n l a « d e m o ­c r a c i a o r g á n i c a » d e F r a n c o , p u e s t o q u e l a e m i s i ó n d e l s u f r a g i o es o b l i g a t o r i a a ú n s in t e n e r n a d a q u e e legi r , la i n s t i t u c i ó n su ­f r a g i s t a h a a c a b a d o d e d e s a c r e d i t a r s e po r c o m p l e t o . H a s ido c o m o u n a i n m o r a l i d a d , a h o g a d a e n u n a i r u n o r l i d a d m a y o r .

N u n c a s e h a n c e l e b r a d o t a n t a s e lecciones c o m o a c t u a l m e n t e , n u n c a , c o n t r a r i a m e n t e , h a n e l e g i d o m e n o s , los c i u d a d a n o s q u e e n e l l a s h a n i n t e r v e n i d o , y n u n c a los p u e b l o s s e h a n v i s to so ­m e t i d o s a s i s t e m a s m á s r í g i d o s y u n i f o r m e s . L a s g e n t e s , se h a n d a d o c u e n t a que , e n el m e j o r d e los c a s o s , e s ded r^ c u a n d o a l e m i t i r el voto p u e d e n e l e g i r h o m b r e s , e l s u f r a g i o n o les s i r v e d e n a d a en a b s o l u t o : d e a h í , su d e s i n t e r é s , o su o l í m p i c o d e s p r e ­c io p o r el u so d e l m i s m o .

¿ Q u i e r e e s t o d e c i r q u e los c i u d a d a n o s que d e t a l f o r m a p r o ­c e d e n , e s t á n c o m p e n e t r a d o s c o n n u e s t r a s c l á s i c a s n o r m a s d e a c c i ó n d i r e c t a ? N o nos h a c e m o s t a l e s i l u s i o n e s .

De t o d a s f o r m a s , q u e r e m o s s ign i f i ca r q u e , n o p o r el h e c h o d e c r i t i c a r el s i s t e m a s u f r a g i s t a s o m o s p a r t i d a r i o s d e l a d i c t a d u ­ra , c o m o a l g u i e n p o d r í a i n t e r p r e t a r . N a d a m á s a u s e n t e d e n u e s ­t r o á n i m o , n i d e n u e s t r o s e n t i r .

E n t e n d e m o s c o n t r a r i a m e n t e , que e s p r e c i s a m e n t e el s i s t e m a s u f r a g i s t a l o que m a n t i e n e a los p u e b l o s e n la o p r e s i ó n y e n l a d i c t a d u r a y que l a v e r d a d e r a d e m o c r a c i a e n f u n c i ó n , c o n s i s t e , n o e n l a e lección d e h o m b r e s c o n m a n d a t o i n d e f i n i d o q u e h a ­c e n lo q u e les v i e n e e n g a n a , o m e j o r d i c h o , lo que, c o n v i e n e a los i n t e r e s e s d e p a r t i d o o a l a s R a z o n e s d e E s t a d o , s i n o e n q u e los h o m b r e s e m i t a n su o p i n i ó n sobre t o d a s l a s c o s a s q u e d i r e c -t e m e n t e les c o n c i e r n e n , y e n que l a s r e s u e l v a n d i r e c t a m e n t e , s i n t o r n e o s o r a t o r i o s , e l i g i endo , e n t o d o ca so , r e p r e s e n t a n t e s c o m ­p e t e n t e s s o b r e c a d a c o s a c o n c r e t a , p a r a e s b o z a r l a s m o d a l i d a ­d e s t é c n i c a s d e a p l i c a c i ó n , d e s p u é s d e que t o d o s h a n o p i n a d o , c o n lo q u e q u e d a finalizado s u m a n d a t o .

Ese e s e l ú n i c o s i s t e m a s u f r a g i s t a e f i c ien te , e n el q u e la f u e r ­z a d e l a r a z ó n y d e la l óg i ca h a n d e s o b r e p o n e r s e a l a l ey d e l n ú m e r o ; el s i s t e m a q u e n o s o t r o s a c e p t a m o s , y q u e a c a b a r á p o r i m p o n e r s e c o m o n o r m a d e e n t e n d i m i e n t o e n t r e los h u m a n o s , y c o m o s o l u c i ó n a los p r o b l e m a s q u e c o m o e n t i d a d soeiaü t e n e m o s p l a n t e a d o s . L o o t r o , es s i m p l e m e n t e a r t í c u l o d e c a c h e r r e r í a e l e c t o r a l y e n g a ñ o m e t o d i z a d o , del q u e a f o r t u n a d a m e n t e y a v a n s a l i e n d o las g e n t e s s e n s a t a s .

/4D¡r-

&dQCun& de la

R O U T E , h e b d o m a d a i r e de la (J¡. £.&./?. en tytance

Año V I I I Precio 1 5 f rancos N° 35? Mar tes 16 de D i c i e m b r e de 1952

^icecci&n paca la Gaiceépandeneía .• A d m i n i s t r a c i ó n R e d a c c i ó n Luis Sos • 4 , rué BelforF, T O U L O U S E - J . Bor raz

(¿izoA : /?u¿á efúé C . C . P o s t a l N- 3 6 7 - 4 8 T o t l o u s e (Hte-Gne)

PRECIO DE LAS SUSCRIPCIONES:

3 m e s e s : 195 f rs . — 6 meses : 390 f r s . — 1 a ñ o : 780 f r s .

EL MITIN DE LO SALA WAGRH LOS INTELECTUALES LIBRES, acusan al franquismo y a los Gobiernos que le han admitido en la UNESCO

gSSff O habiéndonos sido posible en nuestro pasado número, dar una amplia reseña de este importante acto, debido W% "^ retraso con que recibimos la información, nos limitamos hoy a publicar un extracto sintético de los discur-

- 4 ^ ^ f sos pronunciados por las eminentes personalidades intelectuales y humanistas que en él lian intervenido, dado a que, su publicación «in extenso», representaría una redundancia innecesaria. i

UN CIRCULO VICIOSO

Albert CAMUS La operación, na tura lmente , es un

poco molesta y precisaba acometer­la con rapidez. La escuela, claro, es una cosa, el mercado es o t ra . En esta historia, a decir verdad, hay un guntames: ¿es signo de la libertad?

rio a los principios democráticos, y vamos a resolverlo admitiéndola en la UNESCO. P a r a facilitar las ce­sas, el embajador de Franco en P a ­rís—no de España—ha hecho la pro­mesa, ya conocida, de que las pu­blicaciones de la UNESOO podrán circular por España. Y a eso pre-

Emile KHAN (Secretario general de la Liga de los Derechos del Hombre)

Se h a dicho que, por su proyección en el mundo civilizado, España de­bía ocupar su puesto en la organiza­ción p a r a la ciencia, la educación y la cul tura . Y es verdad. Pero ese

blicaciones de la UNESCO desde* el puesto no le correspondía a Franco, momento en que forme par te de la el d ic tader implacable que ha clau­

surado las instituciones libres y h a impuesto la enseñanza religiosa, obli­gatoria incluso en los centros supe­riores. La cultura española no la r e ­presenta el falangismo, sino el pro­fesorado insumiso, los intelectuales que sufren en su t ierra o viven errantes—exilados pa ra conservar la libertad y la grandeza del espíritu— ñor todos los camines del mundo.

Al contrario, es la confesión ro tun da de la falta de l ibertad, que se uaviza exclusivamente pa ra las pu

institución y pueda hacer la debida selección.

DILLQT

poco de mercado de esclavos. Se cambia a las víctimas de la Fa lange cen los sujetos de las colonias. En cuanto a la cultura, ya se verá más tarde . Al fin y al cabo, eso no es asunto que concierna a los gobier­nos. Les a r t i s tas hacen la cul tura, los gobiernos la controlan seguida­mente y, si se tercia, suprimen a los ar t is tas pa ra controlar la mejor. Y llega un día en que, un puñado de mili tares e industr iales puede decir «nos» hablando de Moliere y de Vol-taire , o imprimir , desfigurándolas, Puede decirse que hay un pr inj i -las obras del poeta que anter iormente Pic> que aconseja a todo hombre a ten-h a n fusilado. der y sostener al prójimo. E n eso ¿Cómo "uede pretenderse el recono-

Sí. desde el ins tan te en que F ran - se funda nues t ra asociación, pero cimiento de Franco en mater ia de co ha entrado en la UNESCO, la ¿procede aplicarlo en el caso de UNESCO ha salido de la cul tura Franco? No; Franco, el asesino, no universal. Esc es lo que debemos de- e s nues t ro prójimo. F r a n c o es un cir. Se nos objetará que la UNESCO apestado que huele a cadaver ina y la e s útil . De la utilidad de las relacio- UNESCO, p a r a vergüenza del mundo nes entre la burocracia habr ía mu- Ubre, ha querido consentirle el in -cho que hablar , y de lo que debemos gresc. estar seguros es de la inuti l idad de * todo aquello que perpetúa la ment i ra en que vivimos.

El aumento del paro forzoso, consti- ne la existencia de trel> o cuatro mi-tuye un motivo de preocupación para llones de seres que arrastran una exis-los economistas burgueses, aferrados ttncia miserable y tienen ante sí la aún al desacreditado mito del libera- perspectiva de un porvenir sombrío, lismo económico. Todos los pretendidos La necesidad de reparar los destro-argumentos científicos, todos los cálcu- zos ocasionados por la guerra había da­los rigurosamente matemáticos y todas do lugar a una actividad desconocida las divagaciones sobre el pleno empleo, en los años de la preguerra. (Recor­no pueden ocultar la cruda realidad demos el agobiante problema del paro presente. Pasados los primeros mamen- en Inglaterra antes de 1939, como asi­los de euforia de la post-guerra, loV mismo, en los EE. UU. y Alemania y, problemas espinosos que son inheren­tes a la sociedad capitalista van re­apareciendo. Así, el problema que cons-titkiyen ios millonea de hombres que no encuentran ocupación para sus bra­zos, es uno de los más angustiosos que

pot C . P A R I R Á más o menos intenso, en todos los pai-308.) Los trabajos de reconstrucción han ocupado millones de trabajadores en los años posteriores al conflicto

enseñanza, siendo notorio que baio su tiranía< h a n sido fusilados más de seis mil maestros?

Louis-Martin Cbauffier La en t rada de Franco en la UNES­

CO es una degradación sin apelación. que señala el triunfo repugnante ¡e lo político sobre lo espiritual, de las combinaciones sobre el honor. Dis-

gica' nueva7"*peí*i«rosa!" Pues s e " h a n culpándose con la Asamblea general , les gobiernos h a n introducido a ese t raidor en la insti tución que mejor

Salvador de Madariaga Ese acuerdo, sin debate, responJe

a una conclusión «a priori», una ló-

4 I I I I I 14 X

EL DESARROLLO INTELECTUAL ^ ^ ^ UE es la inteligencia?

J Í J ¿Es un producto secretado £ , V i C poT Jas células cerebrales, un fluido que irradia de la central nervio­sa, del transformador sensorial'.' ¿Es

pac plácida <J$za&&

Siempre nos insubordinamos contra el dualismo obtuso, remachado por al-

algo así como la insulina fabricada por g u n o ¡ ¡ c i e n t i n s t a s s¡gUiendo huellas car-la glándula del páncreas, una especie ^ ¡ 5 , , ^ intentando poner barreras en- vuelo migratorio de las almas por las de secreción biliosa como la que pro- l r c e] c u e r p o y e j a ] m a mediante fé

tabiques escolásticos y alambradas míticas.

dicho: España tiene un al to valor estatégico, que interesa a la defensa occidental; mas hay un inconve- d e b í a haberse protegido contra el de niente: su régimen político, cont ra - s a f i o de su presencia.

_ Porque no es España quien e n t r a en la UNESCO, sino los t i ranos, los ase­sinos de España. La España verda­dera, noble y ant igua , madre de ge­nios, la España del espír i tu libre y altivo, todcs sabemos .donde se en­cuentra: en el exilio o en las prisio­nes.

En España, esa prisión mcnstr ' iO que lleva aún el nombre de España, la cultura está considerada como un fermento peligroso de libertad; la l ibertad prescri ta; la dignidad hu­m a n a despreciada; el ejercicio de un poder usurpado sólo puede asegurar­se mediante la t i ran ía ; el acceso al peder no conoce m á s camino que el de la corrupción y no conduce a otros que los de la prevaricación.

No hay deslinde posible en tal ma­teria, como no hay extracción de esen­cia prescindiendo del alambique y de las hierbas de la floresta.

Como fantasía—pese a sus designios malévolos — aceptaríamos aquello del

duce la viscera hepática y que nos ayu­daría a digerir lo que ingerimos por los sentido», a calibrar y asimilar las diver­sa! percepciones?

S(ibre hipótesis tan sugestiva», pero da bases tan frágiles y experiencias tan relativas, célebrts fisiólogos, psiquíatras y psicoanalistas pronostican de forma reservada. Cuanto más debemos serlo los iniciados novicios de nuestra cate­goría para no cantar, pues pes? a co­nocer algunas no'.as y teclas, descono­cemos totalmente lo; secretos recelados por tal pentagrama.

Ello, no obstante, no nos impedirá lacerar algunos de los infundios más pertinaces, propalados por rollizos teó­logos y filósofos obesos, en su manía d e desconsiderar el cuerpo y divagar por las aleatorias regiones del alma.

regiones estratosféricas para presentar-punzantes se ante la audiencia divina en espera

(Pasa a la página 3.)

EJEMPLAR 6ESTQ DE LOS MAESTROS

FRANCESES Al referirse Jean Cassou, en una da

sus intt.3 enciones, a las dimisiones que se han producido en la UNESCO des­pués del acuerdo profranquista, y pre­guntar cual es, a .este respecto, la ac­titud de los maestros franceses, Denys Forestier, secretario general del Sindi­cato Nacional de Maestros, que se ha­llaba presente, hizo llegar a la mesa una nota breve y de la mayor elocuen­cia:

Todos los representantes del magis­terio francés cerca de la UNESCO han dado su dimisión.

Al misnu) tiempo, nuestro periódico «VEcole Libératrice», haciendo honor a su titulo, Im expresado la máA enér­gica protesta por la incalificable deci­sión de < lf organismo internacional.

El auditorio saludó con vivas simpa­tías esta declaración, que podía brin­darse a los refugiados que, t-n la UNESCO, desempeñando altos cargos, parecen no estar enterados del ingreso de Franco.

LA C.N.T. DE ESPAÑA se dirige al Pueblo

Manifiesto de la C.N.T.- C.R. de Cataluña

HMJM'IBM I«S CMrfftotMfctrwwfoiHilM H**¡ rnMr.itir.Ann i \<:AUSA.I)E L\ II r.KUTAn »l admitir « In t- inua frtnqinslu ru r l «• m ir tu U.ri.f.S-i: U. » n tiu.i « M I I U M mundial rayo ob o • - , I I ' IK IGÍE:^ CUl H I B A l UF LOS Pl l th l I b i r t o dmdidudai ra bid.i s DU r.í i i i i rn toUlilarw quoT r>lu. .iu irtár liar.- l ew .'»oi '» SUFMt.AR H I tKSñ

iniail ituibir dr tuda \JI!.I rcllural

Una vtl-mtt. por- bn « W r M *H pn.-l.lci rspiunl HAN SltHI I l l i l l lAtHlS HUÍ I A DI PtlIHACIA. !>•-• ha ¡in-lrido trrrni los.ui.i- a lo- t rnnran ir Uní™, para iL-inr..,- -.as rus» URlri airrucllo- rumia ln- dYrrnbaí hvmsim J rlu.!.. . IM ! . I - aVbrrri iiiii-iist.iu.-..<f. - .1 a-t ::tundoUXt J ' l l l I FM l í l I T lUMlSr . l l l l h f -

l.r. niilitaulM <1v I» i :UMI Wr. M'IOPt NACVnVM t)U IHAIIAJU n-tust/rtuo/I ¡i.-r¡m ron 11I41.1111 .iiMimiru [..'" »'« 1-iirHlL-i •>«"••> 1 " 1« n*nir*<4-BU«i!«ir imn. i»f tsurn cni. nula íii-iu- iMir >cr ron íWi r fan lu i . .ni vn ip r^s . ni d'-in.in- M I' "''••"•• »fyi«pni»i>i , J , , K r . - r / t r , I M I I l l l S W KAt l fMrH i 'BT . 11 sIMi lCAl ISV.II lli" VOLUI :1¡1N A lmi ; v, I-a rain r tn i ra l r .Ir In- HlllHIIIIIIMIII UrtrmaTIMSH - i•"• «•«• '•< " *' ' , S ' " W * " l " l : i

r f j f m t a f i r M l \ \ \ r i USTMt i.'F I Í K ESTAIKH i ¥111 A 1)1 I l l s l'UFrtlH' I i >u<Htl,(1 • r» nriKrrtir.il I.I ».rn' .1 i.inlirnwr hh l inLi i w t r i drwid • a i i rVw lMr i ifí

l u C N . J . . FSfA.NA SOUJ HA l!f >:PW s. \ iv , \ | )A l ' l ^ r i . S PlUH'WS tSi'A.MiUS ,..; la sa ti l. l i lr M I I F I W H t'«la«a}r< i«lB»rfOI « r rada mi4,d.- 0*nllM( ifliiria - <i ¡M n-..!i(V;i '-'.'l Mtj' •Ir nér i»r*r Hjatona. i r '.o» . ..n .li.-lu.ln, v d r U l r i dinlwá«l:r«s dnaiKidx vriuvrt- fm M riaca laí i i i lir títuén N lúa i r t . r r v » nía, |]ltMatriakli . I ,s , „ , . - • . . , , , , i , • i n IS t.V:!'l r m i j ; . , „ , , I , imno . l . l a i i i .m l . l .M^ . i l l.:i U U l l A «FHIIAI !)( I I I I U H 1 v \ „ ' - : l ' H \ r A i : . A M I ! pmiiiil'rdo »•! qur Espolia lnrr«vi*»|Ulí«da fútil l....i-,x. iiUrnia.'tmul ' IJuírn üur'd.' Im» rumiar :aí»«M M It • liui•n.i.i.j.ii.iad• 4r i . . t i i r i l l n j» l.ií ' « d a i U

lai.l..v ,aTM rt»ntd«* pnr l.i ¡:nnlrdrrar:nil. i;..rl 1 uM",<•• nurr* A I I . . I * AI.IIIS 1« U B r s p A M H f *i\ l l í s f ; i ( i l i l tv I". U'-s FSfANntFíj MISMOS. ! in ! " roMitii iaím pn Im hrriHH W .,),• iiuTjl'raj pu'-.l-ra- itlrnn ,':. «I rtrrw l im III.IMII.T di-1 li.iiniifiMivi «• la I) \ l s i n n- r.v:-.i luftan ti ni irii-ataulih pori|j< !J ,n-ai ndn arj -.ip;mr i>n>ri,'ii!>«li« ,„,. , , „ „ 4 U . :,ar.<f< U Í M I A IIHir. IA |¡l U X A M « « O K M l S r V l f M A 1« CI.MHII.IA •im ,r pr.l'iia il. --flr hair .n'iu ru In itiplnhiaria dr la» d»i fcríifBM

W r tn níiimns Icaatjda hn mü-omr i Iw m*«nl« ;r,,!'. ítala ).. .nnlian.u r iría n i la Kciva Jr la- raarUIrrml > boj lu r. pn.mn,. ,•- n.-ir^rio .¡u, , | pn.-hlr i..nif <• .:, aiiini n» rnn la ntaiirriaa iJ, un, la l,c«r«„ MI 1S i , \ i'.Fi • \ l H M,xi> UNA l.ll -i.ll.lb i \ I rjiir r l itrrruiutamiralii .1.1 (rarnx lalatK:ntn:i a,i arta eh-'! di i :•< «MriO dí»li"H»'ira ni di do vlniuniin d- l . . í 'N. I I n. *• •ü-nil i. iur-nil i I / ••• ¡Ulm ai ititw «¡or»" « ' l i ' - r t f i w r i •ion nl.ra rwahtaiaa "• la -r luni j i : JOllillal Oal Barriui di I j Al.l.lll». HIIUI.l \

rrallal^íflta-i aV l alajmia I).-pr . in.l I..V-¡ IMÍ.I I II. Miní«adj u di-|ar la,i.il..r,-i. Mrl pr.iUtlua fforrfinxn in marin- dr l«i diplnai •:•... h.: .n ' i . l t\a< V " • • i K ta .aa t t ra i . ai ^u.- • MiciVm-is «I dwladiu Nadir .- ir. mpl.uaia 11, na <•••' •>'

Viio la ocoón direete, invencible armo revoiaciorono' Mu&c.n'lcs cc5*npfires nd»fnoc»ona'ei o'e¡ Icstumo-ibérlcol

CONFEDCr?ACiON NACIONAL Ot'L TPAriAJC Opnif i r-V'giori'j/ d t Cof3r 'ir"i

' I, .'" rfr n:llir:':lirr J.' '1 . '

Un clásico español escribió: «Que sean las cesas como deben ser o que no sean». ¿No es la UNESOO como debe ser? Pues, que no sea. Tenemos el deber ia proclamarlo, nosotros, los que defendemos los derechos h u ­manes , los que defendemos la liber­tad, sin la que la vida no valdría la pena de ser vivida, nosotros, que h e ­mos sido eternos estafados de las ins­tituciones internacionales.

Ese voto, sin discusión, a favor i e Franco, me hace recordar una nota de su ministro de Educación—de al­guna manera hay que llamarlo—re­lacionada con las obras francesas cuya difusión se prohibe hcy en Es­paña . ¿Imagináis de qué autor se t r a t a? ¿Camus? ¿Sartre? No, de Ho­norato de Balzac. ¿Cómo es posible que a un régimen que llega a tales aberraciones en la censura l i teraria se le abran las puer tas de la UNESCO? Sencillamente, porque esas grandes instituciones internacionales es tán in­tervenidas per los gobiernos y mane -Jadas por ellos sin tener pa ra nada en cuenta los anhelos de los pueblos.

Charles-André JULIEN Franco no h a en t rado en la UNES­

OO. Franco no ha podido en t ra r en esa UNESCO que no quería dejar de lado los problemas fundamentales, en la UNESOO popular que se in te r ­pretaba en la declaración de los de­rechos humanos y se preocupaba de la miseria de los pueblos para pro­poner soluciones sin considerar los intereses capital istas y gubernamen­tales.

MAS MISIONES Y AGASAJOS El día 27 del pasado mes, llegó a eso, con lo q u e hoy, sus acólitos tie-

España otra «misión comercial» proce- nen argumentos suficientes, facilitados dente de los EE. UU. Estaba compues- por sus propios adversarios, para pre-ta por el Secretario de Comercio de gonar su mercancía, la evidencia de aquel país, Mr. Charles Sawyer; el Se- los cuales no se puede negar. El blo-cretario adjunto del Tesoro, Mr. An- -_ . _ _ drew N. Overly; J. Thomas Schenci- C * €3"a» A l | _ A S der, Secretario adjunto de Comercio; „ . i . , „ , , . ' . . ' . , j , que occidental, llevado por su mama Hawthorwe Arey, vicepresidente del An ,. _._. „!__»*_•__ n .

Conferencia Organizada per la Comisión de

Cultura et Recreo, el día 21 de diciembre y a las 4 de la tarde — Cours-Dillcn — tendrá lugar una Conferencia a cargo del com­pañero J . Borraz, quien diserta­rá sobre el tema siguiente: LAS TÁCTICAS LIBERTARIAS Y EL CIRCUNSTANCIALLS.MO

Quedan invitados todos los compañeros y amigos.

Toulouse, 10 de diciembre 1952.

Banco de Importación y Eyportación; Charles R. Hook, presidente de la Armco Steel Corporation; Liangboume M. Williams Sr., presidente de la Tree-port Sulphar Company, y otros funcio­narios.

Examinemos ahora los trabajos pre­vistos para tal Misión en Madrid has­ta el primero de diciembre, fecha en que salieron para Gibraltar.

El viernes, día 28, a las once de la mañana, reunión con el embajador y membros del personal de la Embaja-<i.'., y a las dos y media de la larde, banquete ofrecido por el ministro de Asuntos Exteriores franquista, Martín Artajo. Por la tarde, conferencia con los representantes del Comercio, Indus­tria y Finanzas franquistas, y por la noche, recepción en el domicilio del embajador nortamericano. El sábado 29, visitas oficiales a diversos funcionarios del gobierno franq'uista, y comilona, al mediodía, en la Cámara del Comer­cio Americana en España; el domingo 30, visitas al Museo del Prado, Toledo y El Escorial. Y lunes 1 de diciembre, salida para Gibraltar.

¿Pueden ser más claros los argumen­tos franquistas? Se sangra a España, se hipoteca el país entero, y encima, se recibe con toda clase de honores a las aves de rapiña que protegen a los verdugos del pueblo. Naturalmente, que son precisamente los verdugos los que tal hacen; el país y sus aspiraciones son completamente ignorados por ellps... Y mientras tanto, Stalin, tras «son ri-deau de fer», se frota las manos de contento. Los argumentos de los comu­nistas españoles han cambiado de un tiempo a esta parte. No s e dan cuen­ta, o hacen como si no se dieran, de que, al acabarse la pasada guerra mun­dial, Stalin podía haber solicitado que Franco fuese juzgado como criminal de guerra, entre otras cosas, por la in­tervención de la famosa «División Azul» en los frentes rusos. Pero eso, con un gran tacto político, lo evitó Stalin, pues de haber sido así, el régi­men franquista se hubiese hundido; y, hoy, España, seria un país anticomu­nista, completamente independiente de toda tutela, al tiempo que, poseyendo honda raíz libertaria, representaría una amenaza real contra el sistema de «dic­tadura del proletariado».

Y Stalin, con visualidad política de largo alcance, se dio cuenta de todo

tiene planteados esta Europa de me- guerrero, diados de siglo, tan desquiciada y re- L(J f a ¡ t a de obreros especializados en vuelta. El problema no afecta sólo al ^ ofic¡os particularmente empleados viejo continente, pero es aquí donde ^ e¡¡tas meas^ como construccion, ma-adquiere mayor acuidad. dera, industrias mecánicas, incitaron

No es necesario citar eutadistúías. a muchos trabajadoras a cambiar de Bastaría que fuera un pequeño número profesión, atraídos por la perspectiva de obreros sin trabajo para considerar de un trabajo más seguro y una mejor igualmente injusta su situación. Pero retribución. También favoreció esta ac-no se trata, por desgracia, de una can- tividad la calificación de muchos tra-tidad ínfima, sino al contrario. Parti- bajadores empleados en labores de peo-ciÜarmente en Alemania Occidental e naje. Gracias a los centros de forma-Italia, el número de parados sobrepasa ción profesional acelerada y cursos ele-el millón. Un millón de parados supo- mentales, muchos obreros adquirieron

los rudimentos indispensables para eva­dirse de la condición de peones.

Pero estos trabajos van paulatina­mente, tocando a su fin. Además, ei delirio armamentista hace imposible emprender trabajos de utilidad general. Si algo se hace en estel sentido repre-^ senta una milésima parte de lo que correspondería hacer. De ahí resulta un excedente de brazos que, poco a poco, quedan sin empleo. En los grandes tra­bajos públicos, después de los discur­sos oficiales del día de la inauguración, quedan miles de obreros en la caSe sin saber hacia dónde dirigirse en busca de colocación.

En las demás ramas de la produc­ción, muchas industrias están afectadas de una crisis de superproducción. Ya sabemos lo que esto quiere decir en régimen capitalista. Superproducción, igual a despidos y paros. Entre estas industrias, figuran metalurgia—princi­palmente fabricación de automóviles—, textil, calzado y vestido. En resumen, volvemos a la situación endémica de antes de 1939.

Podemos decir que nada ha cambia­do en lo que son fundamentos básicos del régimeh capitalista. El paro obre­ro es un mal crónico, pero un mal ne­cesario al desenvolvimiento de la eco­nomía burguesa. Los parados constitu­yen la masa de maniobra que emplea la burguesía para conl'rarrestrar el empuje de la clase trabajadora. Sin ese ejército industrial de reserva, de que hablaba Marx, él capitalismo hu­biera perdido batallas que con su ayu­da ha podido ganar.

Naturalmente, se buscan paliativos para remediar la situación de los que

(Pasa a la página 3.)

de reforzar posiciones estratégicas lle­ga al colmo de la paradoja: proteger y reforzar una dictadura sangrienta, para combatir otra dictadura no menos san­grienta, dejando con ello de obrar de­mocráticamente, y ganándose el odio de los pueblos oprimidos.

La salida de este callejón, como di­ría Mairena, la habremos de buscar por los tejados: por un lado nos encontra­mos con un capitalismo sin entrañas, y por el otro, tenemos, por si algo fal­taba, el espejo del proceso de Praga, por citar el acontecimiento más re­ciente.

Los hombres libres debemo s reforzar, cada día más, esa tercera posición, la posición anarquista, pues es la única solución que veo, para Salvar a la hu­manidad de los peligros que la ame­nazan.

ón la Sáftana tzanquiáta

TRES EJECUCIONES capitales en puerta

COMO recordarán nuestros lectores está dando al franquismo por parte de

hace algunas semanas dimos a las democracias, ha debido de enva-conocer la sentencia dictada por lentonar a los tiranizadores del pueblo

un Consejo de Guerra franquista, con- hispano, y es por lo que, como que-denado a muerte a tres antifascis- riendo presentar nuevos «méritos» que tas españoles. justifiquen lo bien fundado de tales

Los nombres de estos últimos son beligerancias, los fascistas españoles los siguientes: PEDRO GONZÁLEZ proyectan hacer patente, con su nueva FERNANDEZ, JORGE OSET PALA- hazaña, que no renuncian a seguir CIOS y JOSÉ AVELINO CORTES MUNIZ.

Pues bien; según informes reciente­mente recibidos de Barcelona, las vi­das de estos tres hombres, de estos tres antifascistas, van a ser inmoladas pró­ximamente, en aras de las sacrosantas razones de Estado, del «orden estable­cido», de la «seguridad pública» y en cumplimiento de una «justicia ejem­plar». Y ello va a ser realizado en nombre de ese dios de bondad infinita, de poder y sabiduría inconmensurables, del que tanto nos hablan las publica­ciones franquistas y en cuyas doctri­

n a s y sagrados preceptos, inspiran sus actos los asesinos fascistas.

La beligerancia que en estos días se

-civilizando» y «educando» a tiro lim­pio a sus subditos, mediante la eje­cución de nuevas sentencias sumarisi-mas o por otros procedimientos.

Las exacciones llevadas a cabo por todos los totalitarismos contra la perso­na humana, son idénticos. Días pasa­dos, fueron las ejecuciones capitales en la Praga sometida a Stalin; mañana, serán las llevadas a cabo en la Espa­ña tiranizada por Franco. La única di­ferencia que existe, es que, contra las primeras, surgieron clamores de protes­ta de todo el mundo, mientras que sobre las segundas, será guardado el más se­pulcral silencio, solamente interrumpi­do por los antifascistas españoles exila-

(Pasa a la página 3.)

RUTA

POESÍA MODERNA DIVAGACIONES DE UN LECTOR

UN ESPAÑOL HABLA DE SU TIERRA f ¡ E l i I P D I E Y Las playas, parameras Al rubio sol durmiendo, Los oteros, las vegas En paz, a solas, lejos.

Los castillos, ermitas, cortijos y conventos, La vida con la historia tan dulces al recuerdo.

Ellos, los vencedores, Caines sempiternos, De todo me arrancaron. Me dejan el destierro.

Una mano divina tu tierra alzó en mi cuerpo Y allí la voz dispuso que hablase tu silencio.

Contigo solo estaba, En ti sola creyendo; Pensar tu nombre ahora Envenena mis sueños. ¿Cómo vive una rosa Si la arrancan del suelo?

Amargos son los días de la vida, viviendo Solo una larga espera a fuerza de recuerdos.

Un día, tú ya libre de la mentira de ellos. Me buscarás. Entonces, ¿qué ha de decir un muerto?

Luís CERNUDA

j t N varias de las publicaciones iran­ia» cesas dedicadas a la crítica litera­ria hemos podido leer: «La poesía fran­cesa está de duelo». Pocas veces como a raíz de la muerte del poeta Paul Eluard, ha habido acuerdo por parte de sectores antagónicos en prodigar loas a la obra de un hombre. Desde los comunistas d e , «Les Uettres Fran-caises» hasta los elementos de derechas que publican «Le Figaro» han lamen­tado con frases sentidas, evidenciando, por tanto, sinceridad, el fallecimiento de EJuard. Ahora bien, han sido los comunistas quienes mayormente han rendido homenaje al poeta desapare­cido. Simplemente, considerábanle co­mo uno de los suyos. ¿Hasta qué pun­to el poeta de «Mourir de ne pas mou-rir» pudo ser comunista? A juzgar por toda la serie de libros de versos que fué publicando desde «Poémes», en 1914, hasta «Le livre ouverf», en 1940, alienta en toda su obra una sen­sibilidad exquisita, una inefable delica­deza de fondo y de forma; un hálito de humanidad, de amor para con 'los hombres y las cosas.

Eluard se asoma a la vida con una mirada henchida de bondad; mirada intensa y dilatada que diríase se aden­tra más allá de los horizontes. El es-

PUNTUALIZACIONES

.-SOBRE EL PUBLICO critor Aragón, amigo suyo, ambos ca-maradas en el seno del Partido, ha es­crito en un reciente artículo, hablando de Paul Eluard, que éste era comu­nista y además francés. Y agrega: «C'est á ce double titre qu'il demeu-i re le poete du bonheur». Estimo que esta aseveración minimiza—queriéndola exaltar—la personalidad del poeta, que cuando lo es en el sentido que él lo era, con el juicio de Aragón se le li-

Por Daniel C. ÁLARCON

AMPLIANDO CONCEPTOS

>R ÍJV DÍ\P M C I O M Adaptarse, acomodarse, Diccionario:

aplicarse.

Readaptarse: Volverse a adaptar. (Hablamos de la readaptación profesio­nal).

Comentario: Varias son las causas y motivos que pueden obligar a cambiar de profesión, y por tanto, ser necesaria una o varias readaptaciones. Al expa­triarse y ante las leyes prohibitivas de un país extranjero, se ven casos suma­mente curiosos: un abogado trabajando de agricultor; un médico d e carbone­ro; un geólogo de ajustador; un con-'.. ble de carretero; un militar de al-bañil etc. , e t c ; pero estos casos sue­len ser pasajeros o transitorios y raras veces definitivos y permanentes, aunque las readaptaciones profesionales hayan tenido la máxima dureza y dificultad.

Pero existen dos motivos imperiosos, que en todo momento y ocasión pue­den obligarnos al cambio de profesión, y por tanto de una segunda o tercera adaptación. Primero, el tener que de­jar la profesión por su escaso rendi­miento, sea por su índole, sea por nues­tra falta de facultades o aptitudes o pérdida de ellas (vista, agilidad, etc.). segando, un accidente que nos imposi-l>í]íts para ejercer nuestra profesión habitual. Para estos dos casos especial­mente, y para otros que podemos omi­tir, existe un libro debido a la pluma del fabricante de automóviles america­no Henri Ford, titulado «Mi vida y mi obra», en el cual hace este autor industrial el estudio más completo que conocemos sobre readaptaciones. En el segundo concepto que señalamos, el de los accidentes, lo tiene resuelto prácti­camente en su industria de una ma­nera perfecta. Cita casos admirables de readaptación por pérdida de dedos, ma­nos y pies, brazos o piernas, etc., y re­lata la aplicación a un quehacer de-

En el Brasil acaba de descubrirse un antibiótico, el cual, extraído de> un ve­getal silvestre1, cuyo nombre científico es «Capraria», resulta eficaz contra el bacilo de la tuberculosis, según ha po­dido experimentarse con la aplicación del mismo a ciertos animales?...

O • 9

iQue la ciudad de ttegpo (Calabria) fué destruida en IU0H por el más te-trihle terremoto que se ha producido en nuestro siglo, y que en estos skis sus habitantes están atemorizados por una pequeña sacudida sísmica, cuyo epicen­tro ne sitúa a 15 kilómetros al tur del Mesina?

• • « ¿Que ios más célebres cafés y rastau-

ri,ntes de Taris, tuvieron su origen en la necesidad de intercambiar ppfnio-net sobre problemas artísticos, litera­rios, filosóficos, etc.?

terminado, de un obrero que perdió los do s brazos y las dos piernas, encon­trando en él un rendimiento mayor que en los operarios normales, lo que procuraba una siiuacíón digna y una distracción, aun en medio de tan gran­de desgracia.

También habla extensamente del tra­bajo de los enfermos y accidentados, al que se aplican éstos como especial consuelo. Sobre estos interesantes te­mas, que revisten una gran importan­cia social y humana, remitimos a nues­tros lectores al estudio del referido li­bro.

Otro autor, Enrique Rodó, en su li­bro «Motivos de Proteo», estudia pro-

por Alberto CARSI fundamente este tema de readaptación y demuestra, con numerosos ejemplos, cómo muchos hombres eminentes, fue­ron, con el tiempo, a ocupar su ver­dadero emplazamiento en la familia social productora. No hay, pues, que apurarse cuando uno se ve retrasado en el camino de las actividades que eligió en principio, sino todo lo contra­rio: empeñarse entonces en tantear otro camino más recto que seguramente nos espera, más en armonía con las pro­pias facultades, el cual, la mayoría de las veces nos hará notables y hasta fa­mosos en el concierto mundial de la técnica y de la habilidad, alcanzando fácilmente celebridad y provecho indi­vidual y colectivo. La energía personal y e| carácter, hacen portentos en es­tas situaciones decisivas.

PERFECCIONAMIENTO

Diccionario: Acción y efecto de per­feccionar.

Perfeccionar: Acabar enteramente una obra.

Perfectamente: Cabalmente, sin falta. Perfectible: Capaz de perfeccionarse. Perfecto: Que tiene el mayor grado

posible de bondad o excelencia en su línea.

Comentario: El perfeccionamiento en el sentido más amplio de la pala­bra, e s decir, que abarque e incluya todas las actividades del ser humano, debe ser una obligación indiscutible en todas las personas, en todas las edades y en todas las situaciones de la vida. Pensar cada vez mejor; hacer cada vez mejor las cosas; etc. Para realizar este trabajo de abnegación, es decir, este sacrificio espontáneo de nuestra vo­luntad, intereses, comodidades, etcéte­ra, en obsequio a la humanidad, que es en obsequio propio, lo primreo que se impone es recordar la famosa ins­cripción del Templo de Delfos, cuya versión latina es: «Nosce te ipsum» (conócete a tí mismo). Quien consiga este ideal, tiene casi resuelto el pro-bl ma del perfeccionamiento, pues ve­rá en seguida, de una manera eviden­te, es decir, sin lugar a la duda, sus imperfecciones.

Un hecho muy corriente, es la com­paración; porque resulta sumamente cómodo decir: si los demás no procu­ran perfeccionarse, ¿por qué he d e ha­cerlo yo? Lo cual constituiría un círcu­lo vicioso infranqueable si todos dijé­

ramos lo mismo, y la Humanidad no hubiera salido ni saldría jamás d é sus albores bárbaros por este camino. No decimos que los hombres y las muje­res', tengan, o puedan llegar todos a eminencias o modelos, porque cada ser tiene sus facultades limitadas en un determinado punto de perfección, pero sí que se puede aconsejar: primero, ha­cerse el propósito de perfeccionarse; segundo, procurarlo por todos las me­dios posibles y no cansarse ni arrepen­tirse nunca de haberlo emprendido; tercero, no tomar el ejemplo de los de­más; para no enorgullecemos si avan­zamos más según nuestro criterio, y de no desanimarnos si avanzamos me­nos; cuarto, ser constantes, pues, hasta el mismo momento de morir; un es­fuerzo mental en sentido de perfec­ción, nos puede ahorrar sufrimientos, desengaños, remordimientos y temores. El adagio vulgar : « No te acoi-tarás sin que una cosa nueva apren­derás», hemos de procurar hacerlo efec­tivo, no desdeñando a nadie como con­sejero, pues siendo modestos, es única­mente como se llega a ser querido, respetado y admirado. La modestia es la compañera más íntima de la sabi­duría, El orgullo es la más evidente manifestación de la ignorancia.

mita, se le restringe. Recuerdo ahora aquellos versos, de Juan Ramón Jimé­nez, que llevan por título «Patria». En ellos se dice:

«¿De dónde, es una hoja transparente de sol?

¿De dónde es una frente que, piensa, un corazón que ansia?

¿De dónde es\ un raudal que canta?

La belleza no tiene patria; y cuando el poeta lo es por su depurada sen­sibilidad, rehuye toda sujeción a lo que en sí es dogmático y que, por serlo, anhela incluso poner cortapisas al pen­samiento.

Sus primeros libros llevan la huella de su contacto con los surrealistas, emparentado espiritualmente entonces. Luego su poesía adquiere un tono más emotivo, penetrando, menos provisto de metáfora, en el fondo del sentimiento. Cuando la ocupación, su verso es arma que vibra en pos de la independencia. Su poema «Liberté» adquirió singular resonancia y popularidad. Aun ahora queda en las antologías como un fér­vido, vibrante anhelo de libertad: «Sur mes cahiers d'écoliers. Sur mon pupi­tre et les arbres. Sur le sable, sur la neige. J'écris ton nom...»

Y cuando se. ha hallado el acento, la emoción, en carne \ espíritu, para en­salzar la libertad, no se explica que se hayan aunado esfuerzos con los fa­náticos partidarios de la más tremenda mixtificación que han conocido los si­glos. Nos explicamos que haya sido, como ha dicho André Rousseaux, «pri­sionero voluntario de la más inhumana impostura que jamás ha sojuzgado las mentes y los corazones» por su natura­leza física de hombre enfermo.

En la guerra del 14 fué víctima de los gases, por lo que sus pulmones se resintieron por todo el resto de su vi­da. Al parecer, vivía también una exis­tencia retraída, elaborando sus versos exquisitos, cual orfebre en el retiro del obrador cincelando delicada joya. Es así cómo se explica que los satélites de Moscú hayan zarandeado su nom­bre, sirviéndose de él como banderín de enganche, lo que, como se sabe, hacen con los intelectuales de prestigio que pueden situar en plan de rutilantes e.'trenas de primera magnitud en el firmamento comunista.

Un poeta que ha escrito como él lo hizo en su libro «Li'amour. la poésie .

NO RECORDABA EL TITULO, PERO SI EL TEXTO De todos son conocidas las aficio­

nes de casi todos los niños por los cuentes de hadas, asi como las in­clinaciones de los padres por darles satisfacción, en ese, como en otros aspectos.

En el caso que nos ocupa, fué una

buena mujer la que, acompañada de su correspondiente hijito, se presen­tó en una librería deseosa de adqui­rir una de esas historietas, que el niño había elegido al pasar , de vu ta de la escuela. Pero he aquí que, al ir a solicitarla, ni el uno ni la o t ra , recordaban el t í tulo de la obr i ta .

El librero, deseoso, como todo buen comerciante, de multiplicar sus ven­tas , dijo a la mujer.

— Busque usted, señora, en los es­tantes , y tal vez la encontrará .

— No es necesario, repuso nuestra heroína, pues, aunque no recuerdo del t í tulo, sé que empezaba de la si­guiente forma: uérase una vez»...

El librero comprendió al ins tante y le entregó la primera historieta que encontró a su mano.

y la histeria fem?*

Averchenko: «Cuen-

«Freud y la manera de .corar», «Freud y las degeneraciones». «Freud y los orígenes del

sexo». «Freud

nina,' Arcadio

tos». M. Artzibachev: "El límite». M, Artzibachev: «Millones». 1A anidas Bailetta. «Pájaros ne­

gro» John Erskine: «La hija d

nit -enta». Erekman y Chalrian»: «La can

liiicra~>.

Enrique Heine: «Los dioses en el destierro».

Stefan Zweíg: «La tragedia de Julio Verne: «20.000 leguas dt

viaje submarino». Carlos Dickens: «El grillo del

hogar .

175

¡75

175 Henri Barbusse: «Stalin». 175 Henri Bordeaux: «El lago ne­

gro». Mauricio Maetexrlinck: «El te­

soro de '¡os humildes». Mauricio Maeterlinck: «Los

senderos de la montana», Paul Bourget: «La dama que

ha perdido su p.ntor». Paul Bourget: «Ceirazón pensar

tico no sabe démele va». Honorato Balzac: «El cura de

Tours» Alfonsina Stomi: «Mundo de

siete pozos». Gabriela Mistral: 'Desolación' Fray Luis de León: «Cuía de pecadores». Ángel Canuet: «Epistolario

***

175

/7

175

175

175

175

200 175

palabras como éstas: «Toda caricia, to­da confianza sobrevive», no puede ser partidario de la brutalidad hecha ley, como es norma en todos los totalita­rismos, sean de color rojo, negro, par­do o azul. Eluard escribía porque ama­ba. Amaba con la convicción de que es el amor el que puede crear víncu­los de universal fraternidad. ¿Qué amor, qué fraternidad puede cobijar el pecho de cualquier jefe o jefecillo comunista? ¿Qué clase de confianza cuando vemos que, en pos de hege, monía, unos andan al acecho de lo que hacen otros para deshancarse entr e sí y lanzarse las pelladas del lodo dle la difamación?

En su meditado ensayo «La litera­tura enjaulada», Georges Orwell admi­te que los poetas pueden, entre los to­talitarios, escribir con algo más de des­embarazo que cierta categoría de inte­lectuales. «Los burócratas y otros «hom­bres realistas—dice—sienten en gene­ral demasiado menosprecio al respecto del poeta para preocuparse de lo que éste dice» Los que han venido ensal­zando el nombre de Eluard, en tanto que hombre de Partido, han prescin­dido del significado de su intensa y delicada obra poética. El sentido casi instintivo que alcanza su poema «Li­berté» y que en sí abarca universal repercusión, según apreciación tenden­ciosa adquiere un carácter meramente episódico, circunscrito a un breve pe­ríodo de la historia de Francia. ¡Y no es así! En Rusia, en Polonia, en Bul­garia, en España, en cuantos pai Estado ejerce una presión draconiana y una fiscalización absoluta, ¡cuántos y cuántos millones de seres podrían de­clamar con fe, con esperanza, con h"< -roísmo, el poema sobre la libertad que Paul Eluard inmortalizo!

Ha fallecido un hombre que tuvo la debilidad de dar su adhesión a cierto sector político, cuyas ideas y cuyos procedimientos están en total oposición con lo que representaba su obra de poeta, con el que debió ser su íntimo sentir. Mucho debía valer cuando, por encima de tendencias político-sociales, por encima de rencores y personalis­mos, ha sido unánime el elogio de que ha sido objeto; unánime la expresión de sentimiento, de pena, al dejar de existir.

Sobre su tumba se podrían colocar estas estrofas, que escribió en uno de 'US postreros poemas: «Ci-git eclui qui vécut sans douter — Que faube est bonne a tous les ages — Quand U niourut il pensa na'rire — Caí le soUVl recommencait»

Optimismo en la vida que se renueva sin cesar. Esperanza en las nuevas al­boradas, y en las vidas nuevas qu abren a la caricia del sol.

S una cosa curiosísima el estudio de la psicología del público. Va de un extremo al otro con

una facilidad que espanta. En unos mo­mentos se siente poseído por una ló­gica de vía única, y en otros, sacrifi­cándolo todo a una especie de senti­mentalismo de «boudoir», llega al -non plus ultra» de la irracionalidad. Claro, que bien mirado, los extremos se tocan, y constatación hecha es digno de es­tudio el problema. Los males que atacaba en mi anterior artículo sobre el teatro, han transcendido y se lian apoderado de las mentes de una inmensa cantidad de gente. Más de una vez, al ver con la ansiedad que mis ve cinos de butaca esperaban el desenlace de una trama burda y digna de folle­tín, y la cara de satisfacción que les ha dejado el fin «del abrazo», aunque fuese ilógico a todas luces, no he po­dido por menos que sentirme asquea -

público lo perdonó todo y aplaudió frenéticamente al caer el telón. ¿Por qué? muy simple: porque el galán y la galerna, contra viento y marea, queda­ban reconciliados... Este público — y no me refiero especialmente al nuestro —, es el que hace triunfar un cine compuesto de «sex appeal», de «girls» en «deshabillé», que más tiene de por­nográfico que de artístico, como esas revistillas de «Nous deux», a «tout coeur», «Bolero», etc., que andan por ahí envenenando a toda una genera­ción. A más de uno de esos conozco que han ido a ver «films extraordina­rios», como «Nous sommes tous des assassins» y «Los olvidados», saliendo decepcionados. Y por lo tanto...

En fin, creo que debería crearse una relación más estrecha que la existente entre todas las agrupaciones artísticas que hay creadas en el exilio, y esti­mularse mutuamente, para dar el real-

do, pensando que estos espectadores se- ce que merece a esa labor tan necesa rían capaces de enmendarle la plana al mismo Shakespeare, haciendo que Yago sea prendido antes, y evitando, no importa cómo, que Ótelo mate * Desdémona. Eso sería, además de un convencionalismo, una traición a los personajes, pero la mediocridad se que­daría tan satisfecha.

Refiriéndome concretamente a nuetro público, diré que, hasta cierto punto, también he observado algo de eso. En

ria. Una selección de obras clásicas, modernas y contemporáneas, hecha con el debido cuidado, llegaría a desintoxi­carnos del mal sabor que ahora tene­mos y evitaría muchos altibajos que nos estropean las extremidades de la sensibilidad.

En lo que a la cuestión técnica se refiere, el compañero Jep d'Aranés, lle­va publicados una serie de artículos en «CNT», que me parecen rnuy intere-

París, donde actualmente resido, el santes por la objetividad con que pre-elenco de «Mosaicos Españoles» ha re­presentado obras buenas y otras fran­camente malas. Las agrupaciones artís­ticas en el exilio me hace el efecto de que buscan centrarse sin acabar de con­seguirlo. Yo comprendo q U e no se dis­pone de grandes posibilidades, pero creo que con buena voluntad por parte de todas, se podría hacer algo mejoi y marcarse la continuidad. Ahora, «Mosaicos» está preparando «La Sinfo­nía inacabada» de Alejandro Casona, autor contemporáneo de altos vuelos, de cuyo éxitoide la obra estoy seguro, por Ion grandes valores artísticos, esté­ticos e históricos que presenta. Obras de ese temple, son garantía de supe­ración para las agrupaciones exiladas, al mismo tiempo que se va educando la sensibilidad del público y devolví .-n

senta las distintas facetas del arte y Ia

técnica teatral desde diversos ángulos. En mi anterior artículo prometía de­

cir lo que pensaba sobre esa concep­ción del «arte proletario» y «desviacio­nes burguesas o capitalistas» e n este orden de cosas. Pienso que la única desviación, en este caso, es la de que­rer meter el arte en una vía única, sin escapatoria posible. El cantar loas, sir­viéndose del teatro, de la literatura o del periodismo, a un sistema que ana-temiza a los demás, será lo que se quie­ra — yo me abstengo de definirlo —, pero que nadie diga que es una obra de arte. Puestos en ese terreno, tam­bién los de la acera de enfrente en­contrarán sobradas razones con que justificar como buenas, las muchas P a" paparruchadas que a diario nos endil-

do el gusto perdido con saínetes y co- gan como obras de arte, ensalzando las medias pasadas por agua, al estilo de ventajas de la «democracia» los Quintero y compañía. Aun me es­tán escociendo las tripas de recordar, la temporada pasada ciertos extremos de un autor nobel, cuya obra, titulada pomposamente «comedia dramática en

El verdadero artista es el que, ha­biéndose encontrado a sí mismo por encima del «mare-magnurn» que nos envuelve, comienza por arrancar todas las caretas a diestro y siniestro, aun-

tres actos», era una sucesión de diálo- que el lobo que hay detrás de la care-gos ensartados de la mejor manera po­sible y que duraba sus buenas tres ho­ras. No se podía decir que el autor hubiese traicionado los personajes .por­que no los había creado. Muñecos que la diosa casualidad movía a capricho, un desenlace en pugna con el má-. ele­mental buen sentido. Pues amigos, el

ta lo devore; e l que con imaginación exuberante, logra plasmar lo mejor que ha concebido; el que cuando ya no le queda nada que ofrecer, s e arranca el corazón y lo ofrece a los que le ro­dean, charreando aún la sangre calien­te con la esperanza de que su sacri­ficio no será vano. C R I S G A R C E S

¿.HUMILDAD O El ser humano ha renunciado a ser HOMBRE para ser

socio. Renuncia trabajosamente a ser un individuo, para convertirse en una molécula, en una parte de un iodo. Siendo el individuo un inundo completo, rodeado de otros seres organizados dentro d e esa gran armonía que lla­mamos vida, pero completamente diferen'e a ellos, debe seguir una dirección y unos impulsos propios. Un hom­bre nunca es igual a otro hombre: es semejante. Lia cons­titución física y las fuerzas mentales del hombre no pue­den mezclarse ni combinarse con las de sus semejantes: pueden colaborar con ellas. Biológicamente la humanidad es un mito. Es el individuo considerado como unidad la fuerza verdadera capaz de un desenvolvimiento y d é una acción. Una mano de un hombre Se parece más a su pie que a la mano del otro. Tienen ambos miembros de una misma persona, idéntica constitución, una natural:za simi­lar y propia, deben moverse en un mismo espacio sin que les sea dado separarse más de una distancia muy reduci­da, y no se puede, atacar a la vitalidad de uno, sin que se vea fuertemente influenciada la del otro; mientras que la mano de un semejante tan sólo la apariencia tiene de común. Sí se destruye una, la otra no sufre ningún incon­veniente ni molestia. Siendo, pues, el hombre un todo an :-mado d e una vida propia, y que biológicamente muy rara vez necesita de la colaboración de sus semejantes de una forma vital (para reproducirst', o hasta que ha adquirido un cierto desarrollo) es de una forma cerebral y hasta cier­to punto forzada, que pasa a ser parte de un todo.

Por conveniencia y guiado por su instinto de conser­vación, ha aceptado el hombre prescindir de algunos de sus derechos de individuo para someileTse. a la colectivi­dad. La unión de los hombres en la sociedad ha traído a los humanos una serio de ventajas y facilidades que le han reafirmado en su decisión de- vivir agrupados. Es al agruparse que han surgido las anomalías, y la artificio-sidad de los deberes impuestos, sofoca corriientemente los derechos propios y naturales del individuo. El orgullo, la vanidad, la petulancia, la pedantería, etc., son las afir­maciones naturales; la humildad y' la modestia, las obli­gaciones impuestas.

Siempre he sonreído escépticamente al leer a ciertos autores propugnar por un naturismo absoluto. Eso es lo mismo que volver a los balbuceos de la humanidad. La verdadera fuerza del hombre está en la asociación. Si el hombre fuese un animal solitario, quizás la especie huma­na hubiese dejado de existir. La solidaridad con sus se-

Por FRANCISCO FRAK

mejanas, le ha permitido vencer a otras fuerzas y a otras especies que jamás hubiese vencido individualmente, pero sin enemigo común a quien combatir se revuelve contra su antiguo cooperador. Una de las razones de esto estriba en la renuncia que se le quiere imponer de sus/ derechos individuales, en lugar de permitirle el de. arrollo de sus facultades naturales con las menores limitaciones posibles, dejando a su buen juicio el dominio de ellas, y no im­poniéndole obligaciones ridiculas en nombre de un con­vencionalismo o formulismo más ridículo todavía. Ame­nazada la sociedad actual por un peligro próximo y cierto de una fuerza exterior, tal los habitantes de otro planeta, cesarían automáticamente las divergencias existentes para combatir unidos al enemigo común.

Para que el hombre viva en sociedad se le te:xige~que renuncie a cosas a las que no puede renunciar, y estas exigencias en el choque con las fuerzas naturales, son el origen de la hipocresía, y por ende, de la maldad, ya que no creo qu e el hombre sea malo instintivamente. Acepto que el vivir en la sociedad exige renunciaciones, pero creo que éstas no deben ser nunca más efe las estricta­mente necesarias. Todas las facultades que Se relacionan íntimamente con la mentalidad deben gozar de un libre desenvolvimiento. En tal caso se encuentran todas las afirmaciones del yo desde el punto de vista ideológico. La pedantería está entre ellas. Los espíritus verdaderamente selectos (que no es lo mismo que cultos) pueden sopor­tar todas las críticas y escuchar todas las opiniones^ con ecuanimidad. Existiendo la sinceridad, todas las palabras pueden ser pronunciadas, o mejor, deberían poder ser pro­nunciadas. El inconveniente consiste en que los hombres no son ecuánimes. Ante espíritus selectos la pedantería pasaría a ser una virtud natural.

Puede ser que el mayor error del Cristianismo esté en el enaltecimiento absoluto de la humildad, contrario a la ley natural, y a la importancia que debería tener un ser hecho «a la imagen y semejanza del Creador». En realidad todas las virtudes cristianas tienden al anonadamiento del indi­viduo, siendo así la humildad el punto común de todas ellas y la cima más alta de perfección. Y sin embargo la humil­dad del Cristo puede ser ampliamente discutida, marcando una contradicción visible entre las exigencias de! dogma y el ejemplo del Maestro.

La vida de Jesús es una sucesión ininterrumpida de ac-

RUTA

CMTEMCS (Viene de la página 1) cuando no es arteramente mecido por

de un cacho de gloria, una ración de sonsonetes para amodorrarlo purgatorio o un rinconcito en el cal­deado infierno. Nunca pudimos admi­rar, ni siquiera intuir, el majestuoso vuelo de tales aves, mientras el cuer­po se pasma y agusana. Cierto que, para ver y saber, al hombre fanatizado le basta cerrar los ojos y hacerse el sordo cuando habla la razón.

Sin embargo, racionalistas, librepen­sadores y hombres de ciencia siguen hacitndo bu^n caldo a esta aberración dualista cuando hablan separadamen­te del cuerpo y del alma, del organis-/ mo y del espíritu; y enseñan la oreja y se pisan el rabo los impenitentes que siguen calificando la inteligencia de sublime y divina, diabólica y satánica. Pero no seamos rigurosos ni rencoro­sos; ¡Es tan fuerte la costumbre y fá­cil el propio desliz! ¿Acaso españoles, galos y anglosajones no seguimos lla­mando a las tierras del confín atlánti­co Finisterre? Y sin embargo, todos sa­bemos que más allá del Atlántico hay tierra. \ ° ° "

Del organismo sin vitalidad toda ma­nifestación vital desaparece ipso fado. inejusive aquellas. consEderladas {espi­rituales. E s tanta la interdependencia funcional del organismo, que lo psí­quico o anímico puede originar la ane­mia, y ésta, trastornar y perturbar la psiquis más robusta y equilibrada. Pa­radójico; en ocasiones la tisis puede producir fenómenos de precocidad: ilu­minar al precursor, cantar al bardo y chispear los genios en letargo. No obs­tante, si se sabe de pociones para adelgazar, aligerar el peso y reducir el volumen grasiento, pocas nociones se tienen, que sirvan, para afilar la inte­ligencia y derretir el sebo de la igno­rancia. De las que se expenden en far­macia no hablemos; mentamos las que s e distribuyen en escuelas, institutos y universidades, es decir, en laboratorios y centros pedagógicos.

El filósofo positivista, circunspecto en cuanto al origen y esencia de 3a inteligencia, no por ello l a considerará una entelequia. Categórico, nos dirá que las facultades intelectuales del hombr e son sus atributos supremos; sin ellos su historia no habría rebasado el lustro, es decir, que sin poder instruir­nos e ilustrarnos así nos luciríamos. Son estos atributos los que permiten filtrar y condensar las percepciones sen­soriales; gracias a ellos las experien­cias no son d? balde ni en balde; pues entre ellos está el tamiz crítico que nos permite seleccionar, y el registro de la memoria que nos hace posible e] recuerdo; esto sin contar con la fer­tilidad imaginativa que nos permite el sueño abstracto y metafísico para acor­tar distancias, hallando nuevos cami­nos en los cuales a menudo nos per­demos, y sin los cuales estaríamos per­didos; las antenas instintivas escondí-; das no se sabe dónde y los fenómenos inspirativos... Pero dejemos esto; entra­ríamos ds lleno ya en el hipotético campo telepático, en el que mucho se divaga y poco se demuestra.

Sin estas facultades todo estaría aún rodeado de misterio, saturado de ma­gia, hechizos y milagrerías.

La inteligencia elabora ciencia y la­bra nuestra conciencia.

La pedagogía—ciencia qu e trata del desarrollo intelectual del hombre— tiende a arrollar y arrullar las inteli­gencias. El intelecto del niño quiere forzarse a empujones y empellones,

Tanto o más que lo que se enseña, se muestra y se demuestra, importa la manera, la perspectiva favorable.

A cuento viene la siguiente anécdo­ta para atalayar lo antedicho.

Dicese que cierto emperaror—algu­nos dicen que fué Aníbal—pidió a un escultor de fama le esculpiera su bus­to. Como quiera que el mandamos era tuerto y el artista realista, tuerto apa­reció en el pétreo relieve el monarca. Retorciéndose para contenerse, mandó a paseo al osado escultor. Encargo idéntico hizo a un segundo. Este era idealista extremado, he hizo un bu to tan delicado y fino, idealizó tanto su ojos, sus facciones todas, que ni el mismo monarca se reconocía.

Creyéndose ofendido y burlado el su­puesto emperador, cartaginés, despidió con cajas destempladas al atrevido ar­tista. Concurrió, con idénticos propósi­tos, un tercero. Muy sagaz, y aleccio­nado por la triste suerte de sus cole­gas, ¿sabéis cómo esculpió al monar­ca?... De perfil. Escogiendo el lado sa­no. Su ingeniosidad, más que su arte, fué premiada.

Claro que esto es esconder media verdad; doble crimen como apuntara nuestro gran Machado. No es menos cierto que una misma cosa, dicha con o sin modos, nos convencerá o nos ofenderá. Y como quiera que la inte­ligencia tiene estrecha relación con la sensibilidad, siempre resulta muy sus­ceptible.

Insistimos: el guisado que se prepara a las inteligencias infantiles es indiges­to. Más aún con ingredientes de eru­dición, con pedazos de latín y griego, lenguajes muertos. No se tiene en cuen­ta ni el gusto ni el estómago de cada uno. Ya se está harto de ranchos des­aliñados, de pucheros colectivos, inape­tentes y repulsivos.

Todos tenemos nuestjra inteligencia! innata. Pero para desarrollarla precisa­mos de estímulos. Despertad la curio­sidad, el interés, el apetito de cada uno y los veréis asi de voraces. Servidles los alimentos en frío y en crudo. Y lue­go que cada cual se los guise a su guisa. Dejad que cada quisque se trace y siga s u camino.

Pero la inteligencia vale por los ser­vicios que rinde, que no son precisa­mente los del Intelligence Service.

PLACIDO BRAVO.

El Grupo Juvenil en el "Espoir" de Tolosa

ESTRENO DEL "MALENTENDIDO" Fué el pasado domingo día 7 de di­

ciembre, que tuvo lugar en el Cine Es­poir, la esperada representación del Grupo Juvenil, a la que concurrió el público en cantidad apreciable.

Como apertura del espectáculo, J. Borraz y T. Navarro, interpretaron el rico diálogo «Las Balanzas», original de Courteline.

Las incongruencias y contradicciones que engendran las administraciones estatales, están sabiamente demostradas sn este diálogo, por el que se hacen desfilar las injusticias y las contradic­ciones de las ordenanzas legislativas y de las sentencias de los tribunales. Da alcaldía frente a la diputación y vice­versa, impidiendo el tranquilo vivir del ciudadano más pacífico y conformista que pueda imaginarse.

J. Borraz, representó el ciudadano fustigado, que relata a su amigo el abo­gado (Navarro), una sarta de peripe­cias que le acontecen, al conformarse a cumplir las disposiciones vigentes, por lo que se ve sumergido y encarce­lado, tras haber pasado por la enreda­dera de los tribunales.

La interpretación, a nuestro juicio, cojeó por falta de ensayo, cosa que se notó en algunos titubeos, salvados úni­camente por la gesticulación apropiada y el truco de los cigarrillos.

Navarro, casi se limitó a escuchar al ciudadano, saliendo bien su papel, al afirmar con ironía a título de respuesta al relato de su amigo: «no se puede demostrar la inocencia de un hombre que no ha hecho nada». Lo que afirma aquello de, hecha la ley hecha la trampa.

Recomendamos que la interpretación de este género de teatro sea un poco más cuidada, pues de lo contrario, aun siendo muy educativo Tesulta mono-tono.

• • • En segunda parte, el «Malentendi­

do», obra en tres actos de Albert Ca-mus, fué representada en español, por primera vez en Francia, por el Juvenil.

Cinco personajes, de importancia to­dos ellos, determinan el motivo de es­ta pieza dramática. El drama se des­arrolla en Moravia. La madre (Blanca) y su hija (Lea Pérez), tienen una fon­da en una pequeña ciudad del país,

la que administran secundadas por el criado (Paco García) avanzado en edad. El hijo (Juan García), que abandonó el hogar materno cuando su herma­na contaba dos años de edad, vuelve nuevamente al lugar de origen, 20 años después, con su esposa María (Anita Subirats). Su afán es incorporarse al hogar abandonado y prodigar amor a su familia, a la que, durante su ausen­cia, no dio noticia alguna. Se hospeda

La hija, cuando ya dispone de los fon­dos deseados para irse al país soñado, al país del que su mismo hermano lle­gó, se encuentra sola.: sin su madr e y se ve incapaz en la-ausencia de ésta de emprender nueva vida, suicidándose igual que ella. Al despedirse, dijo la madre: «Ha bastado el dolor para transformarlo todo, lo he probado todo, desde la creación hasta la destrucción».

María, la esposa del hermano, vuel-

Un pasaje de la representación det

Camas por el Crupo Juvenil.

«Malentendido», dedicada a Albert

(Reportaje gráfico de F. Orbiso).

OTAS Al (Viene de la página 1)

carecen de trabajo. Paliativos que tie­nen la significación de una limosna. Pero los que los proponen, pueden ha­cerlo porque los afectados, salvo ex­cepciones, se, resignan con su suerte. Con sindicatos y centrales sindicales mastodónticas, con partidos obreros y diputados proletarios, no se puede pa­sar de los limites de la mendicidad. Lo único que se hace es eso: mendigar unas migajas a los poderosos, que no

se distinguen precisamente Vor SUs sen~ timientos filantrópicos.

Y sin embargo, se pueden hacer mu­chas cosas. Soluciones inmediatas las hay. Lo que es necesario es que haya alguien capaz de imponerlas.

El sistema de primas a la produc­ción y horas extraordinarias debería ser radicalmente abolido. También de­bería suprimirse el trabajo a destajo.

En otros tiempos, U>s sindicatos habían luchado para acabar con esta forma de explotación del obrero. En la actuali­dad, parece- que tienen otras preocu­paciones. Incluso la jornada de ocho horas es, en muchos casos, un vago recuerdo.

No puede haber más solucionéis que' las que sean impuestas por la acción de la clase trabajadora. Mientras que, exista el régimen capitalista, el mun­do del trabajo tendrá suspendida sobre su cabeza esa espada de Damocles que representa el paso forzoso.

No obstante, si los avances de la técnica permiten cada día una produc­ción más intensa, es justo que la clase trabajadora se beneficie también de ese progreso. Para eüo debería generali­zarse la lucha por una reducción de jornada, única forma de absorber el excedente de brazos.

PEDANTERÍA? tos de vanidad. Cada vez que el Cristo decía «En verdad, en verdad os digo...» ponía sus palabras por encima

de toda duda; afirmaba innegablemente una superioridad so­bre sus oyentes; sus milagros, si los hubo, no son otra cosa que alardes de una potencia superior a las leyes ó-19

la Naturaleza, e incluso su muerte es una expresión de orgullo. El «perdónalos que no saben lo que hacen» pue­de ser comparado a la fanfarronada de cualquier bravucón perdonavidas. Aún aceptando que el Cristo fuese verda­deramente Dios, ¿no era muestra de orgullo el permitir cuantas «judiadas» se le hacían pudiendo muy bien evi­tarlas? ¿No era despreciar a los verdugos? ¿No era de­mostrarles una superioridad? Algo así como decirles «Sois tan inmundos gusarapos que n 0 merecéis ni que os tome en serio.»

Cuando se habla de la humildad de Jesús, se cita siem­pre su actitud como respuesta a las palabras de los sacer­dotes: «Tú, el que derribas el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a tí mismo. Si eres hijo de Dios, des­ciende de la cruz» (S. Mateo, cap. 26, vers. 40) y a las que añadían los q u e pasaban: «A otro salvó, a sí mismo no puede salvarse. Si es el rey de Israel desciende de la cruz y creeremos en él». (S. Mateo, cap 26; vers. 42) y el Cris­to permanecía en la cruz. ¿Humildad? No, nada de eso. Por humildad hubiese descendido. Si no era Dios no po­día librarse y estaba obligado a soportar todos los sufri­mientos, pero si lo era, permaneció en la cruz porque el escuchar las palabras de desafío suponía conceder a quie­nes le zaherían una importancia que sólo alguien verda­deramente modesto podía conceder (1).

La misma creación puede ser considerada como una prueba de vanidad. Difiero len esto de Unamuno que la consideraba como la más sublime expresión de modestia, por cuanto el Ser Omnipotente, nos entregaba una obra a nuestra critica.

El entregar una obra a la crítica supone «a priori» el reconocimiento de una capacidad para juzgar y la posi­bilidad de error en el artífice, cosas impropias de ser ad­mitidas por la Divinidad. Si el Creador ve en el hombre cualidades para juzgarle, tan sólo puede hacerlo por «nar­cisismo», complaciéndose en la perfección de una parte de su obra, lo que es contrario a la modestia, y que deja ver sobre todo la duda de no haber acertado en su tarea. Yo no veo la humildad por parte alguna. Es, trasiadados sus miembros al Infinito, la misma situación que la del autor dramático que estrena una obra. No es modesto por

hacerla presentar, sino que, ' por el contrario, hace pruebas de vanidad al propagar y mostrar a la admiración (casi nunca a la crítica) el fruto de su trabajo. Ni siquiera creo que se pueda decir que a Dios le «ha salido la criada res­pondona» porque, en realidad, el hombre no critica en la Creación la obra, de la que la mayor parte escapa todavía a su conocimiento, critica únicamente los detalles, los acontecimientos y nadie, ni los ateos verdaderamente con­vencidos dejan de reconocer la magnificencia de la Natu­raleza y del Universo todo. Se equivocaba Unamuno tam­bién porque la Creación, según la versión católica, sobre­pasa las fuerzas de los hombres. ¿No es vanidad el inten­tar asombrar, maravillar, deslumhrar a seres inferiores con una obra que por su magnitud no pueden o no han po­dido comprender hasta ahora? El entregar el Universo a la crítica de los hombres es como el ir a recitarles versos a los elefantes del parque zoológico. Cuando el hombre llegue a comprender las cosas, podrá emitir una crítica favorable o desfavorable, de la misma manera que el día que los elefantes llegasen a comprender el ritmo y el sig­nificado de una composición poética, podrían juzgarla.

La única crítica que creo factible es la que dude del artífice, y en tal caso ¿qué puede importarle al Creador tal duda, desde el momento que se admira la obra? No es más modesto quien firma sus obras con un pseudónimo que quien lo hace con su nombre. El orgullo de ambos está en la obra y quien no ss da a conocer como autor de sus obras, más lo hace por alguna necesidad o ventaja que le proporciona, que por carecer de ese deseo tan hu­mano y natural de ser admirado.

Quizás el pensamiento unamunesco se refiriese al per­miso o autorización que Dios ha concedido a los mortales para que emitiesen juicios sobre su obra, pero esto no pue­do comprenderlo si no admito que tenía la idea precon-i cebida de sentirse halagado si le eran favorables y de des­preciarlos por incompetentes en caso contrario. Cuanto más reflexiono menos veo las razones que pudo tener el gran pensador para afirmar tal cosa.

(1) El lector avisado comprenderá que algo tan pro­fundo como lo que estoy tratando no puede aclararse en unas simples líneas de un artículo. La forzada compren­sión quita valor a los argumentos, pero el tema lo juzgo interesante para quien tenga luces naturales, medios y tiempo que dedioar a su desmenuzamiento.

(Continuará).

en la fonda maternal, y, no queriendo presentarse claramente por ver si lo reconoce la madre, da un nombre fal­so. Hace ausentar a su esposa creyen­do que de esta forma será más fácil­mente reconocido. Tarea inútil. Desde los primeros momentos nota algo extra­ño que no imaginó; se muestra clien­te simpático, a lo que le responde la indiferencia y la frialdad, encerrada en esta frase de la hermana: «los senti­mientos están reñidos con el comer­cio». Lejos d e su imaginación el pen­sar que va a ser l a próxima víctima de la criminalidad patológica de su ma­dre y de su hermana, que ya han, sa­crificado a muchos otros clientes para-apoderarse d e su cartera. El será la última presa. El criado, sabedor de todo, asiste mudo e indiferente a estas escenas, sin conmoverse por nada. Personaje de estómago, se ha hecho insensible a cuanto le rodea.

La hija (Liea), no ha conocido el ca­riño, ni tiene la menor Idea de lo que representa; ni siquiera recuerda las po­sibles caricias que su madre le propi­ciara en su niñez. Iniciada desde su temprana edad en ese sistema de lu­cha por la vida, de la que la madre dice «que es más cruel que lo que ellas la hacen», resulta más insensible, más ambiciosa, más fría y refinada en la criminalidad que llega a transformarse en enfermedad patológica, que su propia madre. Cuando ésta flaquea, ella la empuja. Sueña en vivir en otro país a orillas del mar, del que ha oído decir que la fuerza del Sol y del vien­to vacía las almas, alejándose del que pasa su existencia, situado entr e mon­tañas.

Sirve una taza de té al cliente que, al darse cuenta de la transformación del país y de la insensibilidad de su familia, quería marcharse aquella mis­ma noche. E] té, envenenado, le hace dormir, y su cuerpo es lanzado al río cercano, aprovechando la obscuridad de la noche, repitiendo la operación tantas veces realizada. La cartera del rico cliente está en su poder, pero en ella s e encuentran los documentos que revelan la identidad de la víctima.

Al hacer el descubrimiento, la ma­dre va a reunirse con el hijo: se suicida.

ve a la fonda en busca de él, y la her­mana, con toda frialdad, le refiere en las condiciones que ha muerto, aña­diendo fríamente: «Hubo un malenten­dido».

María, sollozando y desconsolada, ca­si le es imposible creer lo que oye y pide socorro; solicita que alguien le escuche, a lo que solamente le respon­derá la hija de la fonda: su dolor ja­más igualará a la injusticia que se co­mete con la inocencia. El mutismo de la indiferencia personificada en el criado, parece escuchar y hablar por una vez, pero se retracta y queda tan mudo e inidferente como siempre.

« o «

En el drama de la vida, alguien creó el amor y la maldad, mató después el amor, y por cansancio no pudo so­portar más la maldad, suicidándose pa­ra (untarse al amor matado. La maldad imitó su último gesto. ¿Solamente ha quedado el amor desconsolado, sin vi­gor ninguno, junto a la indiferencia?

» o o

Sobre la interpretación de la obra diremos poca cosa. A Blanca la encon­tramos mejor en otros papeles más ri­sueños y menos monótonos. Paco Gar­cía, bien en su papel semimudo, tan importante como los demás; García Juan, se ha defendido en el papel. Ani­ta Subirats ha tenido momentos ajus­tados a la interpretación, sobre todo en la escena final. Lea Pérez, a mi en­tender, ha sido la que mejor se ha adaptado al papel, que lo hubiera hecho aún ms interesante, si la dicción que tiene no fuera tan defectuosa.

Amiga Lea, para hacer teatro es im­prescindible pronunciar y declamar bien el castellano, cuando las obras se representan en este idioma. Haz los posibles para deshacerte del acento francés-catalán; así no confundirás las ees con las eses y viceversa.

Sin querer desanimar al Juvenil, di­ré, para finalizar, que para que el pú­blico capte las riquezas de esta clase de teatro—que es de fondo—-es nece­sario que esté interpretado por artistas casi acabados. De lo contrario, se hace pesado para el respetable, y en parte incomprensible.

U T.

En la España franquista (Viene de la página 1)

dos y algunas voces amigas; que mien­tras el régimen de Praga es combatido por altas potencias, el de Madrid re­cibe «l'agrément» de los gobiernos lla­mados demócratas, para codearse con sus representantes en los organismos internacionales.

Nosotros que, inducidos por nuestra gran sensibilidad, por nuestro respeto a la persona humana, hemos alzado nues­tra voz contra las ejecuciones de Pra­ga, estamos en derecho de recabar en este caso, que la protesta contra las que se proyecta llevar a cabo en Barce­lona se amplifique por parte, no de los gobiernos sobr e cuya ac'.itud estamos hace tiempo al cabo de la calle, sino por la de los hombres de conciencia libre y de las entidades independientes y humanistas. Y tenemos doble motivo para creer que nuestra llamada no caerá en el vacío, considerando que la conciencia libre y humanista del eran­do, no puede emplear dos pesos y dos medidas al juzgar una misma acción, por el solo hecho de que ésta se lleve a cabo en diferente lugar.

Si los ejecutores de estos hechos vandálicos, no llegan a percatarse de la monstruosidad que realizan, por estar sumidos en la ceguera fanática que in­vade todos sus sentidos, nosotros, con toda serenidad, patentizamos la repul­sa vehemente hacia esas medidas ex­tremas, atentatorias a la persona hu­mana.

El caso que nos ocupa es caracterís­tico; los condenados a muerte son acu­sados de haber matado a alguien. Pero el único testigo ocular, ha manifestado que ninguno de ellos disparó su pis­tola, por lo que, sin lugar a dudas, no son autores de la muerte que se les imputa y que va a costarles la vida.

En ningún país en el que los tribu­nales funcionaran con alguna indepen­dencia, serian los proceados de Bar­celona condenados a la última pena, y ello, que pone de manifiesto las c o i n ­

cidencias de los totalitarismos, rojos y negros, nos parece que es argumento suficiente para elevar nuestra enérgica protesta ante la opinión libre del mun­do, invitándola a sumarse a la mis­ma y a emprender una campaña, ca­paz d e impedir la realización del cri­men que el fascismo hispano tiene en puerta.

ACTIVIDADES DE LA F.I.J.L

en Francia Tenemos a nuestra vista el núme-

i o 2 del «Boletín Interno», que edita la Regional 4-5 dfe la F.I.J.L. en Fran­cia.

Se trata de unas hojas dactilografia­das, pero cuyo contenido rebosa vita­lidad, entusiasmo, entereza. En él fi­guran trabajos de actualidad, ideoló­gicos, científicos, literarios, etc., el to­do bien ordenado y presentado, refle­jando, además, una orientación inte-gralisía y certera.

Estamos seguros, a juzgar por lo que trasluce del examen del Boletín en cuestión, que los compañeros d e la 4-5 Región llegarán a constituir una agrupación de jóvenes, cuyas activida­des resultarán eficientes para sí mis­mos, para las ideas y para la Organi­zación juvenil.

Es ésta una actividad sobre la que los compañeros de las demás Regio­nales harán bien de aprovechar cuan­tas posibilidades se les presenten para secundarla. Y es tanto más de apreciar, por cuanto, su realización, requiere la contribución de grandes esfuerzos.

Desde las columnas de RUTA, sa­ludamos entusiasmados la aparición de este vocero interno de la Juventud, in­citándoles a proseguir adelante.

LA INGENUIDAD del Sr. Gordón Ordas

N O T I E N E L I M I T E S Según información recogida por la

Agencia OPE, el jefe del Gobierno re­publicano en el exilio, Sr. Gordón Or­das, dirigió, durante su estancia en Nueva York, un telegrama de felici­tación al Presidente electo de los Es­tados Unidos, manifestando entre otras cosa que «los republicanos españoles en el exilio, tratarán de ponerse en contacto con el general Eisenhower para exponerle sus puntos de vista y saber lo que él exigiría para llegar a un acuerdo relacionado con la implan­tación de la democracia en España.»

Desconocemos cuál es la intención de Gordón Ordás, cuál es la clase de de­mocracia que desearía implantar, y cuáles las concesiones que estaría dis­puesto a hacer ante las «exigencias» de Eisenhower. De todas formas, re­sulta curiosísimo y sintomático, que un demócrata como él, que nada ha con­seguido a lo largo de los años de sus afines d e ultra-atlántico, si no es el desdén para su gobierno y el apoyo progresivo de éstos a la dictadura franquista, haya tomado la determina­ción singular de formular semejantes peticiones a un general, con el que po­cas afinidades ideológicas deben unir­le, dada la posción reaccionaria del partido al que pertenece.

Si en la actitud de Gordón Ordás, no se ocultan dobles intenciones, cabe pensar que su ingenuidad no tiene lí­mites. Pero aun con todo, conviene ad­

vertir que, con quien debe consultar el Sr. Gordón, para cuanto haga refe­rencia al problema español, por muy presidente del gobierno que se crea, no es con Eisenhower, que no tiene arte ni parte en el asunto, sino con el pue­blo español y el antifascismo exilado, que son los llamados a decir la última palabra y a resolver en definitiva. No sea que, aun en el caso de que fuera atendido, después de establecer com­promisos y trazar planes, les saliera la criada respondona y todo quedase des­quiciado.

EL MAL DE LA TIERRA (Viene de la página 4)

Por ese camino de perdición han ca­minado generaciones humanas, a través de los siglos, marcando las etapas do-lorosas de Sísifo, cayendo y volviéndo­se a levantar.

Porque, «el choque de los mundos», ya se produjo en España el 19 de ju­lio de 1936 con los resultados terribles que todos conocemos, y que son im­

putables a la obstinación cerril, a esa fuerza histérica de sobrevivir que se apodera de los hombres, de las ideas y las instituciones decrépitas, condena­das a muerte por el fallo ineluctable de la evolución y de la historia.

De aquel choque furioso entre el vie­jo mundo del autoritarismo y el que representa la nueva concepción de ia libertad, la igualdad social, y la fra-

Sección de Inválidos Confedérales Departamento del Gers

De la Sección de Inválidos Confedé­rales (Comisión Provisional del Gers), recibimos un comunicado con ruego de darle publicidad en nuestras columnas cosa que gustosos realizamos, en el que, dirigiéndose a los compañeros in­válidos de dicho Departamento, se dice lo siguiente:

«A requerimiento del Secretariado Nacional, los compañeros Ángel Suarez, José Ripa y Esteban Villa, nos hemos constituido en Comisión Provisional, con residencia en Decture, al efecto de reorganizar el organismo S.I.C. en este departamento.

Por las actas del reciente Pleno Na­cional, hemos podido constatar la falta de calor y apoyo moral hacia nuestro organismo; mas, no tenemos la menor duda, de que la apatía de la

cual somos víctimas, es consecuencia directa d e la mísera situación que arrastramos en nuestro largo exilio, y estamos convencidos, de que los muti­lados idealistas, sabremos reaccionar a tiempo, aportando, en enérgico desper­tar, nuestro entusiasta concurso moral, que hará recobrar al S.I.C, la robustez y la personalidad que siempre le carac­terizaron.

No dudando de que todos los com­pañeros inválidos del Gers se percata­rán de nuestras intenciones, que son las suyas propias, les trasmitimos nues­tros más cordiales saludos.

Por la Comisión Provisional,

E. VILLA. La correspondencia debe ser diri­

gida a Ángel Suarez, Hopital de Lee-ture (Gers).

temidad humana, preconizada por los discípulos de Proudhon, ha nacido, en parte, esa terrible crisis moral econó­mica y política que caracteriza a la enferma sociedad de nuestro tiempo.

La amenaza cada vez más creciente de un conflicto universal entre los blo­ques hostiles, con armas tan espeluz­nantes como la bomba atómica, la de hidrógeno, el rayo de la muerte, la le­pra galopante, etc., etc.; las masacres de Corea e Indochina; las enferme­dades y el hambre en las muchedum­bres orientales; las luchas nacionalistas en los diferentes países y colonias; las legiones de esclavos medioevales en la U.R.R.S.; la barbarie afrentosa del fas­cismo en España; todo este conjunto de sucesos que llenan el triste cuadro actual del mundo, no viene, ni mucho menos, de arriba, sino que se gesta en torno nuestro; es un producto directo e infalible de la sociedad autoritaria que padecemos desde hace varios mi­lenios.

Y eso es precisamente lo que hay que señalarles a través del cine, del libro, del periódico o la conferencia a los hombres de buena voluntad, a las multitudes laboriosas, a los trabajadores del mundo, para que sepan escoger la ruta de su liberación y la de la salva­ción de la gran familia humana.

«Porque la ciencia sin conciencia es más nociva y detestable que la propia ignorancia».

C. LIZCANO.

CA\IPTTIE!LIEIPA\ _IIEMIPM_

Festival en Perpigrari El día 26 de diciembre, a las 3

de la tarde, en la sala del antiguo Hospital Militar, el Grupo « T a ­lla » pondrá en escena el grandio­so d r ama en 4 actos de Blasco Ibáflez t i tulado :

«LA CATEDRAL» P a r a invitaciones en el Cont i ­

nenta l -Bar , place Arago.

GRAN FESTIVAL

E l TOULOUSE El día 25 de diciembre en la sala

(Santa Ana», tendrá lugar un gran festival a beneficio de RUTA, en el que el acreditado «Grupo iberia» de la F.L. de la C.N.T. de Toulouse, es t renará la magnífica comedia en tres actos de Antonio Casasbricia:

«GLORIA LINARES» Compañeros, disponeros todos a

asistir a este gran acontecimiento artístico.

La ñesta dará comienzo a las 4, de la tarde.

EN BURDEOS Gran festival en Pro de España

Oprimida, representándose la obra en tres actos de Alejandro Caso­na t i tulada <c Los árboles mueren de pie ».

Cine Eldorado, domingo 28 del corriente, a las cinco de la tarde. Organizado por el Grupo Cultura Popular .

Correo de redacción «Inconnu X».;—(Hemos recibido tus

cuentecitos, los cuales tenemos en cuenta para más adelante. Anímate *pa-ra escribir otros, pues ello te ayu­dará a superarte.

Journal Imprimé sur les pre9Ses de la SOCIF.TK GENÉRALE D'IMPRESSION fCVnpirfftve Ouvriere de Productlon) Siége social : 26, rué Ruffon, Tnuloust Ateliers 61, rué des Amidonnlers

Téléphone : CApitole 89-73 •

Le gérant : Vincent JOSEPH

RUTA i " i i

ATALAYA L MUNDO CONÍKASMJMfO MEXICANO

Ld SELVfil QUE SE TRAGO UN IMPERIO (El Re ino M a y a y L a c a n d o n i a )

ciudades mayas en Guatemala, Hondu-

EL REINO MAYA

I

Descubrimiento en 1783. La tumba de] príncipe Halach Uinic en Palenque.

V. Knorozov

IN MEMOR1AN:

A la memoria de todos los exploradores que murieron en el laberinto ver- ras y México. La exploración de Bo­d e de Qhiapas; a la memoria de Carlos Frey y Franco Lázaro Gómez, nampak vino a aclarar grandes lagunas que vieron apagarse el Sol y la Luna m el traicionero Lacanjá, rum- en la interpretación histórica de la fase

bo a Bonampak. antigua en la hiftoria del pueblo de los mayas,

donia al que me referiré más adelan- Creadores de una gran civilización: te); en los bosques de maderas pre- agricultores, artistas, astrónomos, arqui-ciosas y lagunas de agua perlina del tectos y escribas, les ocurrió algo to-territorio de Quintana Roo, cuyas eos- davía indescifrable. Un día abandona-

, ta» ™ « n al incitante Caribe, viejo ca- ron las grandes ciudades da Centro-Agustín Villagrán. Se sabrá por fin el b a I I e r o , d e trepidante historia y en la America y de la zona mexicana trans-misterm mi» i w í M * 1™ m»„a«? Sínt«- Península d e Yucatán, territorio más itsmica (Tehuantepec-Chiapas) y par-

bien árido donde se cría el henequén tieron hacia el Norte: Yucatán. Es en la península yucateca donde

o4d.O¿¿ó 'd^einaitíLee. í u r g e el «Nuevo Imperio». Allí funda­ron grandes y hermosas ciudades, aun

fibra vegetal d e gran valía industrial y hoy admiración de propios y extraños: principal riqueza de la región. Chichen Itzá, Kabáh, Uxmal, Labná y

Se suele dividir la historia de los otras a las cuales se puede ir desde esta mayas en dos grandes fases históricas: capital en plan turístico. «El Viejo Imperio Maya» y «El Nue- El poeta yucateco don Antonio Me-vo Imperio Maya». diz Bolio (de la Academia Mexicana

El «Viejo» se desarrolla en las sel- d e la Lengua) ha vertido en claro cas-vas chiapanecas o lacandonas y tiene tellano el llamado «Libro de Chilam su esplendor hacia el siglo IV después Balam», historia que narra las vicisitu de Cristo. Se han descubierto grandes des del pueblo maya

misterio que rodea a los mayas? Sínte­sis histórica del pueblo Maya.

En el año de gracia de 1783 tuvo lu­gar en la capital del virreinatlo de la Nueva España un descubrimiento de valía excepcional: el hallazgo de la lla­mada «Piedra del Sol», calendario az­teca de extraordinaria precisión. Des­de entonces, pocas noticias, ninguna comparable a la que acaba de con-mocionar a los arqueólogos mexicanos y extranjeros: el descubrimiento de la lápida del templo de las inscripciones en la ciudad maya de Palenque; en ella está la tumba del príncipe Halach Ui­nic, del cual se tienen noticias en «J sentido de que fué uno de los grandes reyes o sacerdote del reino. De un mo­mento a otro se esperan encontrar ins­cripciones que aclararán el gran Enig­ma y clarificarán parte efe la historia de los mayas, perdida en la bruma de les tiempos.

Cobran también inusitado interés las declaraciones aparecidas en la prensa moscovita en octubre pasado y repro­ducidas en la mexicana, atribuidas al sabio etnógrafo Y. V. Knorozov, el cual informó haber descubierto el misterio de la escritura jeroglífica de loa anti­guos mayas, con lo cual será fácil leer las inscripciones en los grandes tem­plos semi-derru'dos que se estienden por las fragosidades de las selvas ve-racruzanas, chiapanecas y tabasqueñas, así como en las áridas regiones d e la península de Yucatán, incluyendo los restos de esta civilización en Centro-América. ¿Se sabrá por fin el misterio que rodea a los mayas?

Las recientes declaraciones del se­ñor Ignacio Marquina, director del Instituto Nacional de Antropología e Historila son optimistas. En ciento se­senta y nueve años de investigaciones en la materia, nada es comparable al dt-seubrimiento de Bonampak (la de los muros pintados) y ] a cámara subterrá­nea del templo de las inscripciones, acertados tres nombramientos: el de donde apareció la lápida, cuyo valor '• Padilla Serró al frente de la Secreta Se calcula conservadoramente en tres na de Relaciones, el de Antonio Ca

Un diplomático americano, llamado M. Foy D. Koholer, ha sido detenido en estado de embriaguez, encontrando-: sele documentos secretos concernientes al Marruecos francés y a Túnez.

ASI ANDA EL MUNDO

El iiueuo Gobierno m é ñ o Las fustas oficiales dejan en el es- p n r AI/>ípinHrrt S I I Y

píritu lo que las embriagueces en el K U F •^gJqlHiTO OUA estómago: un cansancio hastiado que reclama reposo, sedante del alma, co- biema mexicano, pues significa el va-mo el agua mineral para neutralizar ' , G S O apoyo del nuevo gobierno deWás-el exceso de jugos gástricos defensores lúngton, y como se insiste en la posi-de la intoxicación. México está así, büidad de un encuentro de Eisenho-cuando las embajadas extranjeras vuel- w e r con Ruíz Cortines, esta deducción ven a sus países y los nuevos altos fun- cobra fuerza, pues de él surgirá, sin cionarios del Estado empiezan a abrir duda, una colabroación más estrecha y sus carteras simbólicas y ocupar sus eficaz entre los dos países vecinos, no asientos tras lo* pupitres atestados d e s ° l ° en beneficio mutuo» sino también informes que dejaron pendientes de c u e l de la paz mundial basada en la atención sus predecesores. libertad y prosperidad democráticas.

Hay en el ambiente un aroma de según la concepción que estas gentes confianza en el nuevo gobierno presidí- í , ( ; n e n de todo eso. do por el Sr. Adolfo Ruíz Cortines, quien, ante los ojos del pueblo, apare-t e aureolado de buena voluntad, de honradez y decidido a no interrumpir el impulso progresista de la nación az­teca, en plenitud de vitalidad construc­tiva y de potencialidad irradiante. Sin discriminaciones políticas, se considera"

El boletín semanal de ¡a A.F.L., central americana que agrupa siete] millones de obreros, felicita calurosa­mente esta semana al general Eisenho-wer, por él nombramiento de una per­sonalidad sindical, Mr. Martin Durkin, al puesto de Secretario de Trabajo de su futuro gobierno.

* » * La llamada iglesia libre de Escocia,

critica acervamente el empleo de) pro­cedimientos de brujería en Kenya, pre­tendiendo purificar a los «mau-mau», y califica este hacho de adulación de. las supersticiones indígenas.

»** Una mujer francesa llamada Ithural-

dey residente en Hendaya, que habia penetrado cland<stinantt¡te en España, ha ¿'Ul¡> detenida y encarcelada por* Ha policía española. Se le acusa de haber

(Continuará.) organizado un paso clandestino. Las gestiones efectuadas por las au­

toridades francesas para que «et le pu­siera en libertad han resultado vanas.

*** La llamada Unión Socialista Españo­

la, acaudillada por Negrín, Lamoneda, Ahicrez del Vayo, Rodríguez Vega, etcétera, acaba de dar a la publicidad : n Méjico una declaración, por la que se colocan frente a frente con los stalinistas, y con el Kremlin, al que, como se recordará, sirvieron en sus tro­pelías durante la contienda1 española. Eritre otras cosa? sabrosas, declaran: «Los stalinistas españoles, pretenden minar el terreno del antifascismo his­pano, para cuando llegue el momento de substituir el régimen criminal y oprobioso de Franco, implantar otro tan criminal y oprobioso: el totalitaris­mo stalinista.

Nunca es tarde si la dicha es buena, dice el adagio, pero cuidado, porque las veletas dan vueltas según el viento que sopla.

DESDE LCWPKES

EL PROBLEMA COLONIAL L

AS constantes preocupaciones en nente, como si las costumbres o el co- gobierno del Imperio británico, nuestro continente y el ambiente lor ds sus cuerpos no merecieran la Parece mentira que personas con propagado por los grandes Esta- consideración y el respeto que podrían mentalidad privilegiada recurran a la

dos, de atención a conatos internos de aportarles sus «conquistadores» en el solución de estos graves problemas ciertos países, vienen contribuyendo, a aspecto moral, ni beneficiarse de las mediante el uso de la violencia, jus-que, en pocas ocasiones se examine— ventajas materiales que la situación tificando con dicha actitud la violen-sea por solidaridad y afecto con los floreciente y progresiva de la industria cia de los rebeldes, como si estos pro-perseguidos—•, el grave problema de la podría permitirles. A la miseria en re- blemas no tuvieran otros cauces por mayor parte de indígenas, en las dife- belión, se le acusa por el hecho de los que poder ser resueltos, tanto en rentes colonias de las poten'.es nació- responder con los mismos métodos que el orden moral, como en el social y nes. De la misma manera que hacia sus caciques emplean, mientras que, cultural. Estamos convencidos de que Oriente llevó el fascismo español una no sabemos por qué razones, el pro- la cura del odio hacia los blancos agre-propaganda de desprestigio d e la zona blema crucial por su origen y por su sivos se llevaría a efecto, si s e presta-

republicana española durante la gue­rra civil, y las distancias servían de pñt G-ERIVEN

ra más cuidado a estos factores impor­tantes y esenciales para el buen en-

obstáculo a una información auténtica, realismo, sigue olvidado o, cuando me- 'endimiento de todos los pueblos, sin en la actualidad, millones de negros y n o s interesados los Estados en no ' asiáticos son reprochados de comunis­tas para justificar la despiada acción de la «civilización» americana y oc­cidental. Conocemos de cerca las ca­lumnias habidas y mantenidas en tor­no a la inmensa cantidad de persegui­dos y encarcelados en España, para

atenderlo como remedio inmediato. No faltan juicios acertados que se­

ñalan como grave una cuestión que, de seguir enrarecida puede culminar en una futura guerra de razas.

Sigue, pues, empeñándose el ca­pitalismo en proporcionar ind ios

millones de pesos mexicanos. Una nu va expedición está para salir hacia el lugar donde han aparecido esas inscrip­ciones: la ciudad mayo de Palenque, de la cual hablaremos má s adelan

Por otra parte es digna de destacar­se la constante labor de restauración que, desde que se descubrieron en Bo­nampak, efectúa, año tTas año (con los motivos pictóricos mayas de hermoso diseño y colorido) el notable pintor mexicano Agustín Villagrán; esas pin­turas son testimonios irrefutables de la

trillo Flores, al de Hacienda, y el d e Gílbi rto Flores Muñoz, al de Agricul­tura y Ganadería, tres puestos de tras­cendencia estratégica para México, tres puntos que sostienen el presente y el futuro de la nación, tres pilares sobre los cuales descansa la prosperidad y el prestigia de este país q u e parece lan­zado por una catapulta hacia horizon­tes magníficos, precisamente en mo­mentos en que la mayor parte de flas entidades nacionales de América sufren crisis de desarrollo bastante alarmantes.

pintura maya prehispánica y fuente vi-1 Según los conocedores del ambiente po va para aclarar la historia de ese ex- lítico mexicano, cada uno de esos tres Iraño pueblo. I homl en su sitio, como ningún

Y ahora eonvien clarificar la impor- otro pudiera estarlo, confirmado por los tancia de las informaciones que ante ced n y que agitan a los círculos cien­tíficos de esta capital.

o o a

no sin fundamento, al pueblo maya como la más alta civi­lización prehispánica de América. Sus lazos con la Atlántida, con los egipcios v con los incas, no han podido ser pro­bados.

El escenario de este pueblo laborioso y c u l o (pocas manifestaciones belico­sas se han logrado descubrir de ellos)

en el Sureste mexicano, en las selvas chiapanecas (el reino de Lacan-

anUcedentes de sus vidas y sus prece­dentes actuaciones oficiales.

Jamás se vio en la Ciudad de los Palacios, desde los tiempos de D. Por­firio Díaz, tal cantidad de misiones ex­tranjeras extraordinarias como en esta oca ion; a los uniformes diplomáticos clásicos, con entorchados o sin ellos,

lezclatOO los para nosotros pinto­rescos de paí: es asiáticos que pusieron notas de color y forma llamativos. La presene a del Sr. Richard N. Nixoo, se-.iador y vicepresidente electo de Es-lados Unidos, fué una afirmación más

iro d • la estabilidad del nuevo go-

SUMARIO: Cuando los generales y los sindicalistas ofician de políticos.~¿Nueva depuración en Checoes­lovaquia? .*•Los altibajos de la política egipcia respecto a Londres.

llegar con ello a conclusiones parecidas bélicos a países humillados por la m respecto a otros pueblos martirizados Seria y la tiranía de los poderosos ma-por el capitalismo. terialmente, como si las ansias de con-

Podemos, en ciertas circunstancias, quistar derechos negados, pudiera sa-internarnos en el examen de un pro- tisfacerse con los procedimientos mor-blema que, contra distancias e influen- tíferos y coercitivos contra dichas gen-cías comentamos, pero, a fuer de expe- tes empleados. La tragedia es horrible riendas, casi estamos convencidos de los para los encartados en el problema y abusos. La guerra en Corea, las incur- antihumana para los autores. Nuestra siones y violencias de Malaya, los epi- actitud de espectadores, es terrible-sodios de Egipto, el panorama en In- mente inconfortable. dochina, las rebeliones de los árabes, . En ese inconcebible empeño de go-los sangrientos sucesos de Kenia, todo bernar por la violencia, desatendiendo ello parece indicar el desarrollo de una las razones existentes de la mayoría, era de violencias y de repercusiones fuerzas hábiles salen beneficiadas. En bél'cas con precedente primitivo. África la confusión política y social en que está en convulsión por motivos que, sólo vive el mundo en esta mitad de siglo, los preocupados e inquietos por la el más austero sale materialmente ga-suerte de la humanidad conocen so- nando. No es la propaganda moscovita bradamente. Mientras que con parsi- precisamente la que más simpatizantes moniosa disposición e interés, los paí- acopla a su corriente, sino que la miope ses más «adelantados» ¡solventan SUB política de los grandes Estados, opues-problemas internos, los pueblos lejanos í°s al comunismo, quienes con sus y colonizados por el capitalismo, y se- constantes agresiones morales y mate-mi catequizados por la Iglesia, sopor- riales aumentan el crédito—ya sea sim-tan el castigo de una miseria perma- bólico para quienes de antemano co­

nocemos lo que ofrece la U.R.S.S.— pero crédito a la postre, para los que «algo» esperan, puesto que el mundo no sólo lo componen la minoría de desengañados e instruidos por las lec­ciones de la historia. Los millones de dólares empleados en armamento para terminar con los dos bandos coreanos, habrían solucionado el problema con creces en beenficio para las Naciones Unidas, si por donde pasaron los ame­ricanos, contaran más las escuelas, la alimentación y la vivienda, que las bases militares y los cañones. Fué la miseria quien desterró a Faruk, y quien ha llevado a Egipto a los umbrales de un régimen sin norte preciso. Y es la

distinción de razas ni creencias polí­ticas. De no ser así, presagiamos un porvenir más confuso que el momento actual. La responsabilidad caerá de lleno sobre quienes llevaron las cosas hacia estos caminos, y en quienes, pre­viéndolas no se esforzaron en evitarlo o, cuando menos, en efemostrar su fa­lacia en el momento oportuno.

FRANCO émulo aventajado

de Torquemada Según el periódico parisino «Le Mon­

de», el gobierno franquista acaba de poner en el índice, el último libro de GabritJ Maura: *<Problemas constitu­cionales de España». Todos sabemos cuál es la personailelad, eminentemente conservadora del autor, y cuál la par­ticipación de este personaje en el mo­vimiento fascista, que aprobó desde el primer momento, por cuya actitud ocu­pó puestos importantísimos en el Es­tado fascista. Pues aun así, su libro, en el que simplemente aboga por una vuelta a las formas constitucionales, ha sido prohibido en España.

Pero el duque de Maura, que ya no se hacía muchas ilusiones en cuanto a la suerte que el caudillo reservaría a su obra, había preparado preventiva­mente una edición ciclostilada, la cual recorre todo el territorio español con un efecto explosivo, obteniendo más éxi­to que si se hubiera hecho en edición corriente. Es la ventaja de todas las prohibiciones.

El cronista de «Le Monde», hace, co­mentando esta información, la siguien­te apostilla: «España ha ingresado en la UNESCO escudándose con el nom­bre de Cervantes. Los miembros de di­cha Asamblea, pueden plantearse a sí mismos, si ese es su deseo, si «Don

miseria también, la fuerza que anima j Quijote» hubiera podido nacer bajo el a los guerrilleros en las posiciones in- j régimen que prohibe las publicaciones glesas contra la política de masacre del I de Maura.»

tú, sostiene a los dos grupos y, a tra­vés de ellos, a la d¡ciadura d- Perón.

« e o

El Senado americano ha aprobado una nueva ley de Emigración llamada «ley Mae Carrón». En la mencionada ley se establecen ciertas cláusulas, por las que se deduce que, en adelante, los falangistas españoles y los nazistas hit­lerianos, tendrán las ¡tuertas de los Es­tados Unidos abiertas, mientras que ios militantes de la avanzada social no po­

leos socialistas cubanos, no lulamente drán obtener ni siquiera un visado de sostienen con todas sus fuerzas al clic- tiánsito. tador Batista, sino que si pasman de * " *

admiración ante Perém y la obra «so- La policía de. Barcelona ha detenido ole. la difunta Evita. Así, han po- • una mujer dr- 25 años, por liaber ven­

dido escribir en uno de los últimos dido a otra, por mil pesetas, una hija números de «Acción Socialista»: «¡Mu- de seis años. Mientras tanto, Franco y ¡eres y hombres de América! ¡Emulad tu régimen venden e hipotecan a Es-

irtude.s de Eva Duarte, siguiendo paña entera, y en lugar de ser de¡\eni-los senderos de Tí d'.iieión para los di s- do, es glorificado, poseídos (¡u; ésta ha trazado' ° " °

En lo (pif va de año, la policía fran-Los stalinistas argentinos, fieles a su (¡uisla ha secuestrado diez veces las

táctica invariable de confusioni^nos. u York Tintín». En han saboteado la huelga estudiantil pago de cuyas acciones, el gobierno

iadenadu en Buenos Aires en el norteamericano protege al franquismo pasado mes de octubre, colocándose de econeJmicamente, apoya su candidatura lleno al lado de los «justieialistas., es para ingresar en las instituciones in­di cir, en defensa del régimen peronis- ternccionales y está a punto de discer­ta. Esta actitud ha escindido el P. C. nitie el título honorífico de. «primer ha-argentino en dos tendencias, pero Mas- luarte de la libertad».

1 UESTROS lectores deben recordar, por ha­bernos ocupado de ello hace algunas sema­nas en esta misma sección, la determinación

adoptada por las dos grandes centrales sindicalis­tas americanas (C.I.O. y A.F.L.), consistente en in­tervenir en la pasada contienda electoral apoyan­do la candidatura <ie Stevenson.

'Cabe recordar a este respecto, que tal decisión fué adoptada en razón de las promesas hechas por Stevenson de dejar sin efecto la ley antiobrera llamada Taft-Hartley, y ante el temor de que Ei-senhower la pusiese en aplicación en el caso de ser elegido. Tal determinación de los sindicatos americanos, dio motivo a que el líder socialista español, Indalecio Prieto, les dedicara grandes elogios, al tiempo que aprovechaba la ocasión rara proclamar el fracaso del sindicalismo apo­lítico.

Conocido el resultado de las elecciones, obvio es decir que los sindicatos cosecharon un fraca­so en su intervención política. Pero ahora, el fra­caso, o más bien la confusión, por el enrevesa-miento de posiciones, va a ser desconcertante, puesto que, el presidente electo, Edsenhower, acaba de nombrar Secretario de Trabajo de su ruturo gobierno, al dirigiente sindicalista de la A. F, L., Martin Durkin. De ahí dos contradiccio­nes flagrantes: primera, que la oposición hecha al presidente elegido por parte de los sindicatos, es lo que ha conducido al gobierno, a un dirigen­te sindicalista. Segunda, que los motivos que de­terminaron la oposición, es decir, el temor a que se pusiera en aplicación la ley Taft-Hartley, que­dan sin ningún fundamento, y será un dirigente sindicalista el encargado de su puesta en prác­tica, aunque sea con algunos atenuantes. Con ello quedará aún más desquiciada la acción sin­dical, y su intervención en la política habrá pro­porcionado una nueva prueba de eficacia, para la ejecución de estafas y traiciones con los mo­vimientos sindicales. Pero cdke» se habrá recon­ciliado con una parte del mundo del trabajo, evitando el frente único contra su política.

Si las actitudes políticas resultan absurdas e Incomprensibles cuando son adoptadas J»or sus habilidosos profesionales, ¿cómo no han de serlo cuando sus ejecutantes son gente profana en la materia, como son generales y sindicalistas?

II Apenas si terminan de extinguirse los ecos del

famoso proceso que ha condenado a muerte a 11 ex-dirlgentes comunistas checoeslovacos, y ya se habla de una nueva depuración entre sus rangos.

De ser cierta la noticia, la depuración en puer­tas alcanzaría a una buena parte de dirigentes del P. C. y del gobierno checo. La política del ter­ror y del arrivismo personal, continúa su libre curso en los países de "democracia popular». Los acusaaores de ayer han sido los acusados de hoy, y los que hoy han actuado de jueces, se sentaran mañana en el banquillo de los acusados solici­tando la muerte para si mismos como sus ante­cesores. ¿Se prolongará este estado de cosas has­ta el infinito? No podemos preveerlo.

De todas hormas, ello prueba, hoy por hoy, qui­los partidos comunistas se encuentran en com­pleta descomposición, pero sobre todo, y lo que es más lamentable, que su sistema es el más monstruoso que ha conocido la historia de los pueblos.

Es hora de que éstos se den cuenta de ello, y se decidan a poner remedio al mal, donde se está a tiempo de contrarrestarlo.

La política egipcia produce sobresalto tras so­bresalto a los dirigentes ingleses. Ya es sabido que antes del triunfo de Naguib las relaciones en­tre el Cairo y Londres eran tirantes. Después de este acontecimiento, parece como si estas rela­ciones se hubiesen atemperado. Naguib se dedica­ba a combatir las inmoralidades administrativas del reinado de Faruk, al que acusaba de todos los males de los egipcios y a meter en el redil a los partidos políticos, acusando particularmente al wafdista, de ser el responsable de los disturbios y de los incendios registrados en el Cairo en enero último.

Pero ahora, parece que una variante se está pro­duciendo la cual viene a entenebrecer los horizon­tes risueños en que Londres se hallaba encanta­do. Se trata, nada menos, de que el «Al Tahir», órgano de expresión del grupo de militares gober­nantes, acusa a Inglaterra de ser la responsable de lo que anteriormente acusaban al partido Wafd. Lo que haya de cierto en ello es cosa que no nos corresponde ventilar; pero en todo caso, podría requerirse un poco más de seriedad por parte del dictador egipcio, cuando de pedir res­ponsabilidades se trata. Y sí se acusa a Inglater­ra, no puede mantenerse la misma acusación con­tra cualquier otras personas o entidades.

¿Qué es lo que persigue Naguib? Aunque poco a poco vari desvelándose sus designios, sobre todo a juzgar por su última disposición aboliendo la Constitución, no es menos cierto que, las contra­puestas actitudes que mantiene, representan un enigma inquietante en la política internacional.

•—' m ^ m — i

EL MAL DE LA TIERRA C

OMO en todas partes, el séptimo arte acapara la atenc ón febril y el mísero bolsillo de los públicos

laboriosos de la Orania, y en particu­lar de su capital, la soleada y vetusta ciudad de Oran. Esta semana, la sala suntuosa de uno de los más importan­tes cines, se ha visto embutida ds gen­te, ansiosa de contemplar los maravi­llosos fenómenos interplanetarios v las consiguientes aventuras humanas que refleja, en tecnicolor, el film de tac ura yanqui, «El choque de los mundos».

No vamos a hacer una crítica cine­matográfica que escapa a nuestra fina­lidad puramente cronista, y para lo que no estamos, tampoco, técnicamente ca­pacitados. Nuestro propósito es hacer una serie de consideraciones y deduc­ciones, desde el punto d> vista filoso

Í->QZ U/CANO zados por el genio del hombre en ia búsqueda de nuevas conquistas, de pruebas incontrovertibles arrancaaa, g la diversidad infinita de la Naturaleza y de la Vida. Pero no hay que confun­dir, como vulgarmente se dice, la gim-nas'a con la magnesia. Mirar hacia arri­ba, elevar nuestro espíritu hacia les grandiosos espacios siderales, tratando de descubrir (como hacían nuestros abuelos de la época colombina, escru­tando las rutas ignoradas del océano) otros mundos vecinos, humanidades nuevas, nej es incompatible con la ne­cesidad ineludible de contemplar pri­mero, la realidad que nos c'rcunda, la

tierra que pisamos, la casa desgraciada

fico y Social, alrededor de esa «sensa- e n J l u e v i y , i m ° s

cional» película, en tanto que efecto sentimental y educativo sobre las mul­titudes obreras de éste u de no im­porta qué territorio.

El choque de los mundos» como

Esas películas espectaculares (y con ciertos ribetes progresistas que dulci­fican un poco el ricino) tienden en el fondo y por su forma a narcotizar el espíritu de las multitudes, propicias a 'a credulidad malsana ante lo maravi-

«El día que la tierra se detenga» (otro n „ , £., . . , . , \ , l l o s ü ' a n t e las temibles de gracias co-rilm semejante que ha sido proyectado simultáneamente en las salas «Moga-

munes, indicándoles como los predica­dores de todas la- religiones arcaicas, las enfermedades, los azotes sempiter­nos del hambre y de las guerras, el

bobada y crédula, la inmensa tragedia „„„,;„„ „., , , i T , - ~ _ J L ~i_Z_r_ i j _ castigo supremo a les pecados del gé-

dor» e «Ideal»), tienden a reflejar ante los ojos atónitos de una multitud raí

de nuestro planeta, lanzado en el e pació infinito, con tumores atómico*, j en peligro de tropezar con cualquiera de sus congéneres siderales, provocan­do la destrucción apoca] ptica del gé­nero humano.

Es, efectivamente loable, el esfuer­zo y los desvelos de la ciencia por des­cubrir los grandes misterios del Cos­mos que aún permanecen inaccesibles a la inteligencia humana.

De Galileo a Einstein sé extiende una recta ascendente y fecunda de es­fuerzos sobrehumanos, de abnegaciones sublimes, de heroicos esfuerzos, reali-

nero humano, nos viene de arriba en­vuelto entre las llamar del infierno bí­blico, o en forma de bol'do planetario no menos fantasmagórico, ni menos dantesco.

¡No! Ese es (repetimos) el camino apócrifo y recorrido por todos ¡os pro­fetas endiosados de la antigüedad, y proseguido en nuestro; días por soció­logos, políticos y mora'ista a lo Car­los Marx, Lenin, Or ega y Gasset, Ma-rañón, Bevan, para culminar en los sa­bios atomistas y productores cinemato­gráficos al servicio mercenario del Pen­tágono y del dólar.