steve jobs, el hombre que inventó nuestro mundo (cap-2)

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2.1 Tres manzanas cambiaron el mundo APPLE Hay momentos en la historia donde unos pocos genios se salen del camino establecido, se quitan la venda de los ojos y pueden ver más allá. Estos momentos son tan únicos e irrepetibles que quedan grabados para la posteridad. Hoy en día no concebimos un mundo sin ordenadores, pero hace solo tres décadas hablar de ordenadores era hablar de un mundo cercano a la ciencia ficción. Gracias a la mente de unos pocos privilegiados, la utopía se hizo realidad. Steve Jobs era uno de aquellos privilegiados, su sueño era introducir un ordenador personal en cada hogar. La gente ni sabía que lo necesitaba, por eso Jobs siempre recordaba una frase de uno de sus ídolos, Henry Ford: “si hubiera preguntado a la gente qué quería, me habrían dicho que un caballo más rápido”. En Abril de 1976 nació una compañía que seguía la premisa de Ford, probablemente nadie en su sano juicio hubiera apostado por una empresa dedicada a la informática dirigida por jóvenes anti-sistema y de nombre “Ordenadores Manzana”. El nombre se ha convertido en una de las imágenes de marca más reconocidas actualmente y todo debido a la afición de Steve por podar manzanos en una pequeña granja comunal. Más tarde alegó que el nombre sonaba enérgico, divertido y limaba las asperezas con la palabra “Ordenador”. Jobs y Wozniak fundaron la empresa junto a Ron Wayne, quién al poco tiempo se echó atrás renunciando a todas sus participaciones. Establecieron sus oficinas en el garaje de los padres de Jobs y pidieron ayuda a amigos de la universidad para que les ayudaran a construir y ensamblar los ordenadores. Como nota curiosa, el logo de Apple no fue en sus inicios el que conocemos actualmente como una manzana mordida, sino que se basaba en una de las ilustraciones victorianas donde aparecía Newton sentado bajo un árbol y con el lema: “Una mente siempre viajando a través de extraños mares de pensamiento, sola”. “Normalmente se necesitan diez años y cien millones de dólares para relacionar un símbolo con el nombre de una empresa. Nuestro desafío era contar con una pequeña joya que pudiéramos utilizar sin tener que poner nombre al producto” Entrevista concedida por Jobs en 1993 sobre el famoso logotipo de Apple Algunos se preguntan si la historia de la informática hubiera sido diferente si Apple no hubiera entrado en ella. Pedro Aznar, coordinador de uno de los blogs de Apple más importante en habla hispana así lo piensa: “Desde luego que hubiera sido diferente: Apple fue la única compañía que apostó por el interfaz gráfico y el ratón. El resto, ni siquiera pensaba en el ordenador como algo que se tuviera que facilitar a la gente “normal”, fuera del ámbito científico. Mucha gente piensa que Apple sólo es la marca que creó el iPod, el iPhone o el Mac, pero lo realmente importante de la compañía es que cambió el rumbo de la tecnología de forma radical.” Pedro Aznar, contestando preguntas de los lectores en Applesfera, 2011 Empresa 10

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Page 1: Steve Jobs, el hombre que inventó nuestro mundo (CAP-2)

2.1 Tres manzanas cambiaron el mundo

APPLEHay momentos en la historia donde unos pocos genios se salen del camino establecido, se quitan la venda de los ojos y pueden ver más allá. Estos momentos son tan únicos e irrepetibles que quedan grabados para la posteridad. Hoy en día no concebimos un mundo sin ordenadores, pero hace solo tres décadas hablar de ordenadores era hablar de un mundo cercano a la ciencia ficción. Gracias a la mente de unos pocos privilegiados, la utopía se hizo realidad.

Steve Jobs era uno de aquellos privilegiados, su sueño era introducir un ordenador personal en cada hogar. La gente ni sabía que lo necesitaba, por eso Jobs siempre recordaba una frase de uno de sus ídolos, Henry Ford: “si hubiera preguntado a la gente qué quería, me habrían dicho que un caballo más rápido”.

En Abril de 1976 nació una compañía que seguía la premisa de Ford, probablemente nadie en su sano juicio hubiera apostado por una empresa dedicada a la informática dirigida por jóvenes anti-sistema y de nombre “Ordenadores Manzana”.

El nombre se ha convertido en una de las imágenes de marca más reconocidas actualmente y todo debido a la afición de Steve por podar manzanos en una pequeña granja comunal. Más tarde alegó que el nombre sonaba enérgico, divertido y limaba las asperezas con la palabra “Ordenador”.

Jobs y Wozniak fundaron la empresa junto a Ron Wayne, quién al poco tiempo se echó atrás renunciando a todas sus participaciones. Establecieron sus oficinas en el garaje de los padres de Jobs y pidieron ayuda a amigos de la universidad para que les ayudaran a construir y ensamblar los ordenadores.

Como nota curiosa, el logo de Apple no fue en sus inicios el que conocemos actualmente como una manzana mordida, sino que se basaba en una de las ilustraciones victorianas donde aparecía Newton sentado bajo un árbol y con el lema: “Una mente siempre viajando a través de extraños mares de pensamiento, sola”.

“Normalmente se necesitan diez años y cien millones de dólares para relacionar un símbolo con el nombre de una empresa. Nuestro desafío era contar con una

pequeña joya que pudiéramos utilizar sin tener que poner nombre al producto”

Entrevista concedida por Jobs en 1993 sobre el famoso logotipo de Apple

Algunos se preguntan si la historia de la informática hubiera sido diferente si Apple no hubiera entrado en ella. Pedro Aznar, coordinador de uno de los blogs de Apple más importante en habla hispana así lo piensa:

“Desde luego que hubiera sido diferente: Apple fue la única compañía que apostó por el interfaz gráfico y el ratón. El resto, ni siquiera pensaba en el ordenador como

algo que se tuviera que facilitar a la gente “normal”, fuera del ámbito científico. Mucha gente piensa que Apple sólo es la marca que creó el iPod, el iPhone o el Mac, pero lo realmente importante de la compañía es que cambió el rumbo de la

tecnología de forma radical.”

Pedro Aznar, contestando preguntas de los lectores en Applesfera, 2011

Empresa

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2.2 El Apple I

5. Apple I, diseñado por Steven Wozniak La creación del Apple I fue uno de los impulsos más grandes que se han dado para acercar la informática a nivel usuario. Antes de eso la informática era un rocoso campo solo reservado para auténticos expertos en la materia y se debían poseer unos amplios conocimientos para trabajar con aquellos pseudo-ordenadores.

Steve Wozniak vio la posibilidad de unir un microprocesador junto a una pantalla y a un teclado. Aquello era totalmente revolucionario y él estaba dispuesto a regalarlo. Steve Jobs vio el negocio y se paseó junto a su amigo por todas las ferias tecnológicas predicando las bondades de aquella máquina única. Como buen predicador recibió el primer pedido de 50 ordenadores. Apple recibió su primer pedido y aún con los contratiempos de unos principiantes lograron cumplirlo a tiempo.

Aquello aún distaba mucho del sueño de Jobs, pues aunque era un gran avance, los usuarios que lo compraran aún debían comprar por separado un monitor, una fuente de alimentación y un teclado compatible. Sin embargo desde aquél momento la industria de los ordenadores cambió de rumbo.

LA EVOLUCIÓN

En la página siguiente, podemos observar en la tabla el claro antes y después a partir de la aparición del Apple I. Tomando como referencia el Altair 8800, el primer terminal en incluir un microprocesador, vemos como Woz y Jobs se apartaron de la idea de ordenador como máquina difícil de operar y buscaron acercar el ordenador a nivel usuario incorporando por primera vez en la historia un teclado y un monitor. Esta precisamente fue la tendencia a seguir a partir del nacimiento del Apple I. De de repente, las personas de a pie se veían como público potencial y el añadir una pantalla y un teclado parecía una buena forma de acercarse a ellos.

Empresa

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Antes del Apple I Apple I Después del Apple I

Altair 8800 Mycron 2000

Imsai 8080 IBM PC

6. Antes y después del Apple I

Steve Wozniak fue en gran medida el genio creador del Apple I y aunque Jobs también aportó su idea de cómo debía ser un ordenador, hoy en día se conceden los méritos de su construcción a Woznaik. Como veremos más tarde, Jobs también lo sintió de esta forma y quiso construir algo más revolucionario, más rompedor, algo que llevara su nombre. Lo conseguiría años después con el Macintosh.

Las características que hacen del Apple I un ordenador que marcó una época fueron básicamente definir la idea que tenemos hoy en día de ordenador personal y unir un microprocesador junto a un teclado y un ratón.

El terminal estuvo disponible al público entre julio de 1976 y agosto de 1977 por un precio de 666,66 dólares (capricho del propio Woz) y se llegaron a vender unas 200 unidades, una cifra nada despreciable para la época.

Era el comienzo de unas de las relaciones más fructíferas de la historia, Jobs aportaba la visión, el negocio, el seducir a las masas y Wozniak el genio y la electrónica. No sabemos cómo hubiera sido el mundo sin ellos, pero sí podemos contar como lo ha sido.

Empresa

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3.1 El elegido

Steve Jobs pasó del rechazo y abandono más absoluto a la seguridad de sentirse elegido y especial. Llevar arraigado este sentimiento desde tan pequeño hace que concibas el mundo de forma diferente, sientas de forma diferente y actúes de forma diferente.

Jobs comenzó a mostrar una firme determinación en todo lo que hacía y si algo realmente le apasionaba era capaz de llevarlo hasta niveles extremos. Esta concepción diferente de las cosas era capaz de transmitirla a los demás, una técnica que fue puliendo durante los años y ,como veremos más adelante, si sucumbías a ella se consideraba que habías caído en “su campo de distorsión de la realidad”. Jobs creía en el libre albedrío y rechazaba cualquier tipo de teoría determinista, es más, él creía que tan solo con el poder de la voluntad se podía conseguir alterar la realidad.

Su naturaleza “hippie” le hizo sentir rechazo hacia el materialismo occidental pero sobre todo le descubrió las doctrinas que le acompañarían durante el resto de su vida, el budismo y el veganismo. VEGANISMO

Jobs descubrió el veganismo gracias a su amigo de universidad Daniel Kottke y lo adoptó con la intensidad característica de él. Pasó buena parte de su estancia en la universidad leyendo libros sobre hábitos alimentarios, dietas y demás bondades de la comida vegetariana. Desde ese momento Jobs renunció a cualquier alimento de origen animal.

Jobs llevó la doctrina hasta niveles extremos, podía estar semanas enteras alimentándose a base de zanahorias o manzanas y muy comúnmente acompañado de purgas.

“Corre el rumor de que Steve se puso naranja de tanto comer zanahorias, y lo cierto es que algo de verdad hay en ello.”

Isaacson, 2011, p.63

Jobs creía que renunciar a la comida animal era la única forma de mantener el cuerpo puro, sano y lleno de vitalidad. Tampoco toleraba ningún tipo de verdura con almidón, pues según él, estas contenían unas mucosidades dañinas para el cuerpo. Steve sostenía que esto unido a su filosofía zen y budista le permitía tener una mayor claridad de las cosas y un mayor poder de concentración.

Años después, su hija Lisa advertiría que sus obsesiones alimentarias eran tan solo una más de las caras de su compleja filosofía de vida.

“Él creía que las mejores cosechas procedían de los terrenos más áridos, que el placer surgía de la contención. Conocía las ecuaciones que la mayoría de la gente

ignoraba: todo conduce a su contrario.”

Isaacson, 2011, p.333

Filosofía

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Para hacernos una idea del nivel de intensidad con el que adoptaba las cosas debemos trasladarnos a un capítulo fatídico de su vida. Cuando le diagnosticaron cáncer de páncreas allá por el 2004, los médicos trazaron una estricta dieta con la que aportar a su cuerpo todos los nutrientes y proteínas que necesitaba. Jobs no estaba dispuesto a renunciar a la doctrina de toda una vida, no solo hizo caso omiso a las advertencias de los médicos y su familia sino que empezó a tomar únicamente batidos de frutas en grandes cantidades pues según él, era una forma de purificar el cuerpo y ahorrar energía en las digestiones. Llegó a pesar 52 Kg a finales de 2010.

Steve Jobs creía que de lo natural provenía lo puro y él siempre quiso eso para si, desde la pureza de espíritu a la pureza en cada uno de sus productos. Llevó este pensamiento a todas las facetas de su vida y no cabe duda alguna de que influyó profundamente en su obra.

BUDISMO

Jobs descubrió el budismo casi paralelamente a la pasión por los alimentos de la madre tierra. Junto a su amigo Kottke descubrieron una serie de libros sobre espiritualidad e iluminación, siendo uno de los que más le influenciaron Be Here Now de Baba Ram Dass.

Desde ese momento Jobs comenzó a cultivar el placer por la meditación combinado con el frecuente consumo de drogas psicodélicas. El budismo zen le llenaba gran parte de su vacío interior y ponía énfasis en aspectos que la sociedad occidental pasaba por alto tales como la intuición, la relajación y el ascetismo.

El descubrimiento de esta nueva forma de vida le hizo viajar a la India en busca de un guía espiritual que no encontró, sin embargo allí se dio cuenta de algo que el pondría en practica el resto de su vida: la intuición.

“La intuición es algo muy poderoso, más que el intelecto en mi opinión, y ha tenido un gran impacto en mi trabajo. El pensamiento racional occidental no es una

característica innata del ser humano; es un elemento aprendido y el gran logro de nuestra civilización. En las aldeas indias nunca han aprendido esta técnica. Les

enseñaron otras cosas, que en algunos sentidos son igual de valiosas, pero no en otros. Ese es el poder de la intuición y la sabiduría basada en la experiencia.

Al regresar pude darme cuenta de la locura que invade al mundo occidental y de cómo nos centramos en desarrollar un pensamiento racional. Si te limitas a sentarte a observar el mundo, verás lo inquieta que está tu mente. Si tratas de calmarla, solo

conseguirás empeorar las cosas, pero si le dejas tiempo se va apaciguando, y cuando lo hace deja espacio para escuchar cosas más sutiles. Entonces tu

intuición comienza a florecer y empiezas a ver las cosas con mayor claridad y a vivir más en el presente. Tu mente deja de correr tan rápido y puedes ver una tremenda dilatación del momento presente. Puedes ver mucho más de lo que

podías ver antes. Es una disciplina; hace falta practicarla.

El pensamiento zen ha sido una influencia muy profunda en mi vida desde entonces.”

Isaacson, 2011, p.79

Filosofía

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La intuición fue compañera de viaje de Jobs durante toda su vida, fue en parte la culpable de sus grandes éxitos pero también de sus grandes fracasos. Él no creía que el racionalismo fuera el verdadero camino para encontrar la sabiduría y que esta definitivamente no podía encontrarse en un mundo tan racionalizado como el nuestro.

Únicamente escapando del murmullo del mundo, silenciando las demás voces y quedándonos a solas con nuestro espíritu se es capaz de alcanzar la verdadera iluminación.

Otra de sus creencias derivada del budismo era que no se debían contener los sentimientos, por eso no era extraño verle llorar de rabia al acabar algunas reuniones o simplemente al conmoverse por algo.

En contraposición, Jobs siendo uno de los hombres más influyentes del mundo, sentía un profundo rechazo hacia todo el materialismo occidental, esto venía heredado de sus estudios sobre el budismo. Un día defendió ante uno de sus amigos que nuestros deseos de consumo son malsanos, y que para alcanzar la iluminación hace falta llevar una vida desapegada y alejada de las posesiones materiales ya que estas tendían más a entorpecer la vida que a enriquecerla. Resulta cuanto menos curioso ser él quién defendiera dicha teoría y a su vez ser uno de los causantes de dicho consumismo.

A la pregunta de su biógrafo sobre si creía en Dios, Jobs contestó: “creó en Dios aproximadamente al cincuenta por ciento. Durante la mayor parte de mi vida he sentido que debía haber algo más en nuestra existencia de lo que se aprecia a simple vista”. La opinión que Steve tenía respecto a las religiones era bien clara, eran mejores cuanto más énfasis pusieran en las experiencias espirituales en lugar de en los dogmas.

Durante su juventud Jobs encontró lo más parecido a un guía espiritual en el Centro Zen de San Francisco. Tal fue la admiración que sentía por su mentor que muchos años más tarde pediría a Kobun Chino que oficiara su boda. Hay quien afirma que Kobun fue todo un guía para el propio Steve y que este asimiló como suyas muchas de sus enseñanzas.

“El verdadero objetivo de la práctica es descubrir la sabiduría que siempre has tenido. Descubrirte a ti mismo es descubrir la sabiduría; sin descubrirte, no puedes

comunicarte con nadie"

Kobun Chino, charla publicada en el sitio web del Centro de Retiros Jikoji

Haciendo una rápida retrospectiva vemos como estamos ante otro choque de elementos opuestos, Jobs creía firmemente en el budismo zen y en todo lo que ello significaba. Una de las premisas de este era la relajación y la paz interior, pero a su vez Jobs podía mostrar un carácter altamente irritable e insaciable a la hora de buscar la perfección.

La vida de un hombre basada en la filosofía oriental enfocada a satisfacer las necesidades de la sociedad occidental. La mente apaciguada de un auténtico meditador zen junto a la cólera de un auténtico tirano. Son filosofías opuestas que entraron en colisión y se entrecruzaron, ¿el resultado?

Steve Jobs

Filosofía

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