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Septiembre 2006 1 CONTENIDO DL B - 14022 - 1998 Cubierta: Juan Carlos García Edita: Editorial Teosófica SCooCL. para la Sociedad Teosófica Española. La Sociedad Teosófica Española sólo es responsable de las comunicaciones oficiales que aparecen en esta revista. Las opiniones de los autores son de su propia responsabilidad. SOPHIA Nº 212 SEPTIEMBRE 2006 EDITORIAL EL CUERPO HUMANO COMO HERRAMIENTA ............................................................. 3 DESDE LA ATALAYA, Radha Burnier Auto control y civilización ...................................................................................................... 5 La crisis climática ................................................................................................................... 7 EL DESPERTAR DEL SER Danielle Audoin ...................................................................................................................... 9 DARWIN Y LA DIVINIDAD Salomon Victor ..................................................................................................................... 12 CHIMPANCÉS, NIÑOS Y CEREMONIAS John Algeo ............................................................................................................................ 19 LA FUENTE DE LA ENERGÍA ESPIRITUAL Radha Burnier ....................................................................................................................... 21 NOTICIARIO ............................................................................................................................ 28

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Septiembre 2006 1

CONTENIDO DL B - 14022 - 1998

Cubierta: Juan Carlos GarcíaEdita: Editorial Teosófica SCooCL. para la Sociedad Teosófica Española.La Sociedad Teosófica Española sólo es responsable de las comunicaciones oficiales queaparecen en esta revista.Las opiniones de los autores son de su propia responsabilidad.

SOPHIANº 212 SEPTIEMBRE 2006

EDITORIALEL CUERPO HUMANO COMO HERRAMIENTA .............................................................3

DESDE LA ATALAYA, Radha BurnierAuto control y civilización......................................................................................................5La crisis climática...................................................................................................................7

EL DESPERTAR DEL SERDanielle Audoin ......................................................................................................................9

DARWIN Y LA DIVINIDADSalomon Victor .....................................................................................................................12

CHIMPANCÉS, NIÑOS Y CEREMONIASJohn Algeo ............................................................................................................................19

LA FUENTE DE LA ENERGÍA ESPIRITUALRadha Burnier.......................................................................................................................21

NOTICIARIO ............................................................................................................................28

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2 Sophia nº 212

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EDITORIAL

EL CUERPO HUMANO COMO HERRAMIENTA

San Pablo, en una de sus epístolasa los corintios, les dice: “¿No sabéis que vosotros sois el templo

de Dios?”Cuando él hablaba así a la gente,

evidentemente que no se refería sola-mente al cuerpo físico, sino que trascen-día sus palabras hasta el cuerpo espiri-tual, pasando por el astral y el mental,después del físico. Él hablaba de los tresconceptos: cuerpo, alma y espíritu, di-sociando el segundo, el del alma, delotro, el espíritu.

Siempre es difícil para nosotros di-lucidar entre estos dos últimos concep-tos paulinos, puesto que para un cristia-no, entre los que nos encontramos mu-chos de nosotros por su educación, ha-blar del alma es hablar de la parte espi-ritual del hombre, sin tener en cuentaesta otra parte que San Pablo denominaclaramente ‘espíritu’.

Nos cuesta adjudicar al alma un pa-pel menos trascendente que el de ‘espí-ritu’. Sin embargo, si le adjudicamos aaquella el papel de lo que en Teosofíallamamos el Ego o Yo Superior, tal vezentendamos más fácilmente que la pa-labra ‘espíritu’ debe referirse a la Mó-nada, a esa chispa divina que nos acom-

paña durante todo el Manvántara hastavolver a unirnos con Dios, con la Uni-dad o con lo que quiera que sea que nospuso en marcha. Porque esta Mónada,este ‘espíritu’ de San Pablo no es sinoeso: la chispa divina que saltó de la ho-guera para transmutarse y volver al Ho-gar plenamente realizada integrándoseen esa Unidad subyacente en todas lascosas.

Por eso San Pablo arenga a loscorintios para que reaccionen y com-prendan algo de lo que les está dicien-do.

Pero no vamos a tratar aquí de pro-seguir con la tarea de San Pablo de des-menuzar el intríngulis que representa serconsciente de que, además de tener alma,somos espíritu. Sino que vamos a men-cionar sucintamente otra maravilla, lamaravilla física que representa el cuer-po de ese ser humano que encierra ladivinidad en forma de chispa.

¿Cuántas veces habremos reflexio-nado sobre ello? Si la salud nos acom-paña, muy pocas. Si estamos faltados deella, más. ¿Qué orfebre podría haber di-señado, esculpido, creado, tan magnífi-ca obra como es el cuerpo humano? Aligual que un pintor jamás podrá igualar

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con sus pinceles, ni plasmar la idiosin-crasia secreta, bella, de la magnificen-cia de un paisaje vivo, a pesar del colo-rido que le de con sus pinturas y sus pin-celes, ni la viveza exacta de un rostro ode una figura, tampoco nadie puede al-canzar la creación de una obra física-mente tan perfecta como el ser humano,por muchas tentativas que se lleven acabo, incluso científicamente.

Con cierta razón, el hombre puedea veces haberse sentido el ‘rey de lacreación’, pues en realidad lo es. Es laobra culminante en la tierra del cincelde Dios. Aunque esta sutileza de rey dela creación le haya llevado muchas ve-ces por vericuetos impensables de du-reza, incomprensión y crueldad haciatodos los seres, animados e inanimados,que pueblan la tierra aparte de él. Se tratasólo de ganar una peregrinación en posde aquello que realmente nos hace dis-tintos de los animales a través de la ra-zón, la equidad y la objetividad y elamor: la perfección espiritual.

Porque ése es el compendio: reasu-mir como criatura-rey de la creación queésta no está a nuestro servicio, sino no-sotros al servicio de ella para ayudarlay reconducirla al fin que todos tenemospreservado: la perfección humana y eladeptado. ¿Qué más perfecto que uncuerpo humano en su máximo esplen-dor? Los artistas de todos los tiempos yde todas las épocas han tratado de plas-marlo como han podido. Y lo han logra-do, sólo hasta cierto punto, porque nohan podido adentrarse en el ‘alma’ o enel ‘espíritu’ que mora en cada uno de no-sotros.

Eso si, el artista nos ha transmitido

con su arte (escultura, pintura, música,etc.) algo que trasciende lo puramentehumano y es ese algo que el artista hacaptado con su cincel, o con su pincel ocon su batuta, lo que nos alcanza cuan-do miramos o cuando disfrutamos de unaobra de arte realmente merecedora deese título. Igual que vibramos apasiona-damente ante la interpretación magistralde una orquesta o de un músico en par-ticular que ha captado el mensaje de lasesferas y lo transmite con toda lucidezy entrega a los que escuchan.

La música está en el ambiente y elintérprete no hace más que hacerse ecode ella y transmitirla inequívocamentea su alrededor valiéndose de instrumen-tos afinados. Y se responde a esa inter-pretación musical según sea el grado debuena disposición y de perfección inter-na del que la escucha.

¿Y de qué modo respondemos no-sotros cuando se trata de nuestro orga-nismo, de nuestro cuerpo físico? ¿Tene-mos en cuenta todo lo que nos atañe,para cuidarlo y atenderlo con el esmeroque merece? Indudablemente que no lohacemos como debiéramos la mayorparte de las veces, mucho por ignoran-cia, por vacuidad, por negligencia. Lasmás de las veces por el desconocimien-to oportuno de lo que debemos hacer.

Para los estudiantes de Teosofía esoes, o debería ser, letra sabida. Muchosde nosotros hemos introducido la dietavegetariana en nuestras vidas para ayu-dar un poco al desarrollo psíquico de lapersona al prescindir de una alimenta-ción que resulta dañina para el reinoanimal, aunque a veces esas dietas sonmal interpretadas o estudiadas y sólo nos

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llevan a la exageración.Y volviendo al punto inicial, en pri-

mer lugar tenemos que cuidar nuestrocuerpo físico, porque es el habitáculo (eltemplo de Dios) donde mora la chispaDivina, y segundo, porque es nuestra

responsabilidad absoluta. Y porque esese cuerpo el vehículo que nos facilitacaminar por la vida en busca de mejoreshorizontes humanos y espirituales.

C.B.

DESDE LA ATALAYA Radha Burnier

Auto control y civilizaciónVemos que este principio del con-

trol funciona en toda la Naturaleza, enel crecimiento del cuerpo y de la mente.Se manifiesta como límites impuestospor la Naturaleza para mantener el or-den y el equilibrio. El científico E.W.Sinnott señala lo siguiente, en su librotitulado La biología del espíritu:

Las raíces de un esqueje no crecen inde-finidamente; lo hacen hasta alcanzar laproporción normal de la raíz. De algunamanera, en esa pequeña puntita se halla,en miniatura, la fabricación del todo. Peroesta capacidad no se manifiesta nunca,excepto cuando la parte queda aislada delresto. Lo que haga después dependerá dedónde esté, pero siempre y de forma per-sistente, el resultado no será una mezclaheterogénea de hojas, tallos y raíces, sinouna serie de plantas completas bien orga-nizadas. Igual que todos los soldados delejército de Napoleón llevaban el bastónpotencial del rango de mariscal en sumochila, también cada ramita del geraniocontiene, en sí misma, la posibilidad detoda una planta.

Con esto vemos que tanto la raízcomo cada rama y cada parte de un ge-ranio, por ejemplo, contienen la energíao la fuerza para crecer y expandirse, peroesa fuerza está controlada de una mane-ra muy misteriosa hasta el momento enque necesite entrar en acción.

Tenemos muchos otros ejemplos delos límites que establece la Naturaleza anuestro alrededor, pero con frecuenciani nos damos cuenta de esa maravilla,porque estamos demasiado familiariza-dos con el fenómeno. El cocotero y otrosárboles de gran crecimiento no crecen ycrecen sin parar, sino que se detienen enun cierto punto, justo antes de perder elequilibrio y caer. De hecho, cada vez quevemos un cocotero que sube recto hastaveinte metros hacia el cielo, deberíamospreguntarnos cómo consigue preservarsu centro de gravedad. Cuándo y cómola Naturaleza le comunica: “Este es elmomento de dejar de crecer”. Todas lascosas que crecen se detienen cuandohacerlo es “lo más sensato”, si podemos

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usar la frase en este contexto.El sistema de la Naturaleza regula

toda la vida y las relaciones mutuas enla tierra, manteniendo un equilibrio delcual, por supuesto, se ha hablado mu-cho. Cuando una especie prolifera y cre-ce con demasiada rapidez, sobrevieneuna solución natural y la población deaquella especie empieza a decrecer poruna u otra razón. Si, por ejemplo, lasratas, las ardillas, las serpientes y otrascriaturas con gran número de crías seven controladas por los animales rapa-ces, generalmente tanto el animal rapazcomo la presa salen beneficiados de ello.Pero normalmente ese equilibrio se pier-de cuando intervienen los humanos, tanseguros de su propio conocimiento su-perior.

Entre otras necesidades inherentesal cuerpo para la supervivencia del in-dividuo y, a través de él, de la especie,está el hambre. Pero todas las criaturassalvajes tienen un freno interno que li-mita esta necesidad e impide perjudicaral medio ambiente. Es raro que los ani-males coman demasiado; saben, por ins-tinto, cuándo parar, incluso teniendomucha comida a disposición. No sufrenlas tentaciones como los seres humanos,que se atiborran de comida en estostiempos de opulencia y de tanta produc-ción de alimentos diversos. Dicen quela obesidad está alcanzando proporcio-nes de epidemia, debido a los hábitosalimenticios descontrolados de la gen-te. La presión del sexo es también unaparte necesaria del sistema de supervi-vencia, pero en las criaturas prehumanasesa presión se limita a una estación de-terminada, y no son víctimas de los pro-

blemas viciosos que afligen a la socie-dad humana, como un sexo antinatural,el comercio del sexo, las enfermedadesetc.

Aunque podríamos decir muchasmás cosas sobre el orden natural queproduce el equilibrio entre el crecimien-to y el control, vamos a pasar al tema dela cultura y de la civilización que exhi-be un alto nivel de cultura. La culturano es sinónimo de talento o de genio.Los artistas y genios de gran talento enel campo de la ciencia o de la literaturapueden llegar a ser aburridos y carentesde toda cultura. Esto se debe a que lacultura implica un auto control, y el autocontrol proviene de la observación y dela conciencia de uno mismo, algo de loque ellos carecen. El hombre es el úni-co agente libre de la Naturaleza, decla-ró Madame Blavatsky. Esta libertad pue-de estar incontrolada, puede carecer desabiduría y ser destructiva, pero tam-bién, si se utiliza adecuadamente y concontrol, puede llegar a ser una virtudmuy valiosa para el desarrollo del indi-viduo y de la sociedad.

En el ser humano que, de momento,tanto se ha alejado de la Naturaleza, noexiste el auto control instintivo. Este tie-ne que fomentarse a través del estudiode uno mismo. La persona que tiene cul-tura sabe cómo hablar, cómo actuar ycómo relacionarse y por eso es conside-rada y reacia a entrar en conflicto o acausar daño a su familia, a su sociedado al medio ambiente en general.

El distinguido científico CharlesBirch afirma lo siguiente, en su libro ti-tulado: Enfrentándose al futuro:

Si hemos de seguir habitando la tierra,

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tendrá que haber una revolución en la re-lación de los seres humanos con la tierray de los seres humanos entre sí y con otrasespecies que comparten la tierra con no-sotros. Una sociedad cuya única soluciónpara sus problemas es el crecimiento nosólo se enfrenta al mundo natural, sinoque también enfrenta a los seres huma-nos contra otros seres humanos, precisa-mente por la naturaleza intrínsicamentecompetitiva de la experiencia.

Toda la humanidad tiene que apren-der a practicar el control, y eso quieredecir que los individuos que componenla sociedad humana han de adquirir unaverdadera cultura en vez de convertirseen implacables buscadores del placer ydel beneficio propio, que se complacenen su capacidad de inventar y de disfru-tar.

Esta civilización nuestra, que llama-mos moderna, no fomenta el control. Porotra parte, se han encontrado innumera-bles incentivos para inducirnos a labúsqueda de todo tipo de cosas, comola comida, la diversión, las emociones,el dinero, el poder, etc., y para conse-guir todo eso se adopta casi cualquiermedio. Por esto se está aplicando lacrueldad a una escala sin precedentes,el medio ambiente se está destruyendoy la diversidad de la tierra está desapa-reciendo rápidamente. Los graves pro-blemas que existen hoy en día son, engran porcentaje, el resultado de no que-rer aceptar “los límites del crecimien-to”. La “ambición” es la palabra claveque define a la sociedad humana actualy no está claro en qué medida podemosconsiderar que la época actual tan com-petitiva sea una época civilizada.

También habría que recordar que

contar con la base de una cultura, esdecir, saber controlarnos con el fin dedotar de orden y gracia a nuestras rela-ciones, es algo esencial para el progre-so espiritual. Muchos de nuestros tex-tos religiosos consideran el auto controlcomo un requisito importante para se-guir el sendero espiritual. En la Vedanta,dama es una de las seis dotes espiritua-les o sampattis. En el Dhammapadatambién se insiste en la importancia delauto control para realizar El Viaje. Y te-nemos afirmaciones similares en todaslas grandes escrituras y textos religio-sos. El auto control confiere beneficiosmúltiples y es importante para preser-var el equilibrio de la Naturaleza, paraconstruir una sociedad con cultura y parafuncionar en una civilización en la quepueda florecer la vida espiritual.

La crisis climáticaEn Adyar la temperatura ha llegado

a más de 40 grados este verano. Esta-mos ahora bajo el impacto del AgniNakshatram (Estrella de Fuego) que,según la tradición, nos trae un tiempocaluroso en este momento del año. Perola Estrella de Fuego era mucho más so-portable hace unos años.

En el prólogo de un libro de foto-grafías de Adyar tomadas porKrishnamurti cuando era un niño, C.W.Leadbeater no entendía por qué la gentesubía a las montañas cuando el veranoen Adyar era tan agradable, con tempe-raturas que raramente llegaban a los 38grados:

El clima de Adyar no tiene las temperatu-ras extremas del norte de la India. A ve-ces cuando nuestro Presidente está enBenarés nos escribe cartas emotivas des-

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cribiendo sus sensaciones cuando el ter-mómetro llega a los 48 grados durante tressemanas; y nosotros, sentados bajo la bri-sa, nos alegramos de que el karma noshaya situado en la parte del sur de estagran península. Realmente, estamos en unlugar excepcional, porque muchas veces,en verano, hemos visto que la temperatu-ra de aquí, en Adyar, es diez o doce gra-dos inferior a la del centro de Madrás…

La estación de las lluvias dura dos me-ses, desde mediados de octubre hastamediados de diciembre; durante el restodel año no suele haber nada de lluvia,excepto algunos chaparrones dispersos enAbril. Durante todos los meses de invier-no el termómetro nunca sube más de 27grados y de madrugada hace bastantefrío… Como regla general, la temperatu-ra de nuestro verano nunca asciende a másde 34 grados y muchas veces incluso esmuy inferior.

Hace años que temperaturas más al-tas y monzones más débiles han sido latónica aquí en Adyar. El cambio ha afec-tado al suministro de agua, tanto cuali-tativamente como cuantitativamente. Larestricción del agua para regar eviden-temente afecta a la vegetación. Los másviejos saben cómo ha ido cambiando eltiempo sin parar; ¡y a otros les resultadifícil creer que Adyar tuviera un climatemplado durante todo el año!

El calentamiento global parece unhecho, y hay informes que nos dicen quelos glaciares de los Himalayas se estánderritiendo y que la capa de hielo árticoes cada vez más fina. El año pasado, enpleno verano en el hemisferio sur,Sydney llegó a los 45 grados. La vio-lencia de los huracanes Rita y Katrina,según algunos científicos de renombre,debería haber hecho reaccionar a la gen-

te ante el peligro del cambio climático.Pero hay quienes se niegan a creer quelas actividades humanas pueden cambiarel clima y les gustaría atribuir este fe-nómeno a los cambios cíclicos, actitudtípica del avestruz.

Sin embargo, la Comisión Europeaestá ya acusando a los países que violanla legislación del cambio climático dela Comunidad Europea y el Protocolode Kioto. En el London Telegraph hayuna cita del Catedrático Sir JohnLawton, Presidente de la Royal Comi-sión on Environmental Pollution:

Resulta justo concluir que el calentamien-to global causado, en gran medida, por lagente, como ya sabemos, está producien-do un aumento de la temperatura de lasuperficie del mar, y por consiguiente au-menta la violencia de los huracanes. Esuna gran amenaza.

Dicen que la intensidad de los hura-canes ha ido aumentando durante losúltimos treinta y cinco años, según lasinvestigaciones y publicaciones de larevista Science. Además de Sir JohnLawton, hay otras personas que le apo-yan y preconizan la necesidad de unaacción urgente, como Lord May, Presi-dente de la Royal Society, y el ProfesorSir David King, el principal consejerocientífico del Primer Ministro. Tambiéndesde el otro extremo del mundo se nosadvierte de que si no hacemos lo sufi-ciente para contrarrestar la tendenciaactual, estaremos al borde del precipi-cio: se están dañando los arrecifes decoral y la vida animal que depende deellos está desapareciendo. Tal vez los vi-sitantes que viajen a Queensland en2050 sólo verán el “Gran Arrecife Mu-

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tilado”, según dice el Dr. Tim Flannery,Director del Museo de Australia del sur.Se cree que la mitad de los bosques deAustralia serán destruidos sólo con quelas temperaturas globales aumenten ungrado.

Detener esta tendencia tan alarmantesignifica reducir nuestro deseo de con-tar con comodidades, coches que nece-sitan tanta gasolina, más viajes turísti-cos en avión, emisiones tóxicas de lasfábricas, etc. La simplicidad y el sacri-ficio no están de moda. Siempre hay ele-mentos sin escrúpulos dispuestos a sa-

car provecho de una cosa o de otra.Cuando hubo tanta gente sufriendo lasconsecuencias del huracán que inundóNueva Orleáns, muchos cazadores salie-ron a matar a los cocodrilos atrapadosen la zona para venderlos a las empre-sas que los utilizan en sus productos.Puede que haya ya gente interesada enaumentar sus cuentas bancarias cuandoel mundo se vea golpeado por este de-sastre climático tan grave.

(The Theosophist, junio 2006.)

La mayoría de nosotros conoce lainvocación a la Unidad de AnnieBesant. Compuesta para respon-

der a la petición de un grupo de jóvenesque deseaban un tema de meditaciónpara algunos días de retiro, ha sido ysiempre lo es, para muchísimos de entrenosotros, la expresión de nuestra aspi-ración profunda a la Unidad. Con estetítulo debería poder ayudarnos a com-prender, luego a profundizar, y tal vez adarnos cuenta de que el Ser mismo estáen todos y que todos están en el Ser. Lainvocación está redactada de este modo:

¡Oh Vida oculta que vibras en cadaátomo!¡Oh Luz oculta que brillas en cadaser!¡Oh Amor oculto que todo lo abarcasen la Unidad!Que todo el que se sienta uno ContigoSepa que es también uno con todos losdemás.

Para empezar, podemos darnoscuenta de que aquí se invocan tres cua-lidades, aparentemente diferentes unasa otras: la Vida, la Luz, el Amor. Y sin

EL DESPERTAR DEL SER

Danielle Audoin

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embargo se dice a continuación: Quetodo el que se sienta uno “Contigo” yno con “vosotros”. Las tres cualidadesno son pues elementos separados, sinoexpresiones diferentes de una sola yúnica Realidad, de Aquella que se invo-ca. La Vida, la Luz y el Amor son Eso oAquello a quien se dirige el que busca yal que nosotros llamamos el Ser.

Reparemos también en el adjetivo“oculta” asociado a estas cualidades. Sila Vida, la Luz y el Amor están ocultos,es porque nosotros no los vemos. Nosomos capaces de verlos. Esto no es in-herente a la manifestación, sino a la mi-rada que dirigimos sobre lo que nos ro-dea. Es evidente que no vemos la Vidavibrando en cada átomo, ni la Luz encada ser, y tampoco el Amor que todolo abarca en la Unidad.

La materia nos parece muerta. Nopercibimos la presencia de la vida másque a nivel del reino vegetal y en losorganismos bien constituidos. Y estosolamente después de una época relati-vamente reciente en que la ciencia hadescubierto el hecho de que todo estáen vibración, que la materia llamadainerte no es otra cosa que vibración.Madame Blavatsky afirmaba que noexiste materia muerta. Annie Besant nosdice que la Vida vibra en cada átomo.Pero, entre este conocimiento teóricoaceptado ahora por todos, y la percep-ción de esta vibración, hay un largo ca-mino a recorrer. El modo en que nuestrahumanidad se comporta respecto a la tie-rra, a sus riquezas minerales y vegeta-les, demuestra una total insensibilidaddesembocando en una explotaciónabusiva y a veces insensata, y con una

evidente falta de respeto con relación anuestra madre Tierra.

Igualmente, tampoco vemos la Luzque brilla en cada ser. El término “ser”puede aplicarse al reino animal que mu-chos de nosotros considera como exis-tente para nuestro bienestar, para ali-mentarnos, vestirnos, procurarnos diver-siones, sin tener en cuenta su sensibili-dad y su razón de ser en el equilibrio dela Naturaleza. Los animales se conside-ra que no tienen alma, es decir sin luzinterior. Ahora bien, HPB habla de tresalmas, el alma animal, el alma humanay el alma espiritual. Si los animales notienen ni alma humana ni alma espiri-tual, comparten con el hombre el almaanimal, el principio de vida que es elasiento de la sensibilidad, la luz de loque nosotros llamaremos luz en la con-ciencia individualizada del ser humano.Si pudiéramos considerar a los anima-les, tal como son, como nuestros jóve-nes hermanos, eso cambiaría completa-mente nuestra actitud respecto a ellos.

Si la luz brilla ya en el reino animalcon mayor razón debe brillar en cada serhumano, en nosotros mismos como entodos nuestros hermanos, incluso losmenos evolucionados. Y sin embargo, esahí donde tal vez es más difícil de per-cibirla. Porque los velos que la recubrenno son solamente el hecho de las envol-turas del Ser, sino también y sobre todolas actitudes, los pensamientos y los sen-timientos generados por el mismo hom-bre. Si nos fiamos sólo de las aparien-cias, la humanidad está muy a oscuras,y el porvenir radiante prometido por to-das las grandes tradiciones nos pareceno solamente lejano sino alejándose

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cada vez más.Y sin embargo, la Luz está ahí, ocul-

ta pero no extinguida, y brilla en la cue-va del corazón del más vil de los malhe-chores lo mismo que del mayor de lossabios. Si para empezar pudiéramos per-suadirnos de esta verdad, tendríamosmenos tendencia a juzgar, a condenar, asentirnos separados del pecador. Si pu-diéramos considerar las equivocacionesde los humanos como algo pertenecien-te solamente a la superficie de su ser,podríamos dejar de rechazarles y tal vezde percibir un poco de su luz a través depequeñas rendijas en esta superficie. Ylas incomprensiones serían menos pro-fundas, los conflictos menos violentos,la intolerancia menos expandida.

Vayamos ahora al Amor oculto quetodo lo abarca en la Unidad. Forzoso esconstatar que el mundo aparece como ungigantesco campo de batalla, donde sedesencadenan los odios raciales, cultu-rales, religiosos, donde los intereses per-sonales de afianzan a expensas del inte-rés general en una loca carrera prove-chosa. ¿Dónde está este Amor que loabarca todo en la Unidad? Los verdade-ros Instructores, los Sabios y los Místi-cos, todos nos dicen que está ahí, que laFraternidad de la humanidad está ahí,que es el cemento que sostiene la Vidaen evolución, y que las agitacionesdiscordantes manifestadas por los huma-nos a nivel de su personalidad no sonmás que balbuceos, tanteos en su bús-queda de la felicidad.

Podríamos comparar la manifesta-

ción a un gran océano cuyas profundi-dades son Vida, Luz y el Amor. Sea cualfuere la amplitud de las tempestades queagitan su superficie, la paz y la unidadde las profundidades no se ve afectada.Cada ser humano, en lo más hondo, esVida, Luz y Amor. Y la humanidad comoun todo es también Vida, Luz y Amoren sus profundidades.

Se ha hablado de una nueva era don-de la paz y la armonía será respetada entodas sus manifestaciones. Semejantecambio no se producirá a menos que losseres humanos dejen de obstinarse en versólo la superficie de las cosas. En la Alo-cución Presidencial pronunciada conmotivo de la Convención de Adyar en1999, Radha Burnier subrayó que sólocuando se despierte en nosotros “la fa-cultad de la intuición, la visión penetran-te, Buddhi, sea cual sea el nombre quele queramos dar”, es cuando la nuevaaurora llegará para iluminar al mundo.

La Invocación a la Unidad podríaayudarnos a desarrollar una nueva vi-sión. Podríamos meditar cada una deestas cortas frases. También podríamosrepetirlas como un mantra, porque setrata de un mantra, con el poder de puri-ficar la misma substancia de nuestramente y de apaciguarla. De ese modo,poco a poco, los velos podrían rasgarsey la visión penetrante podría desarrollar-se, hasta despertar al Ser, aquí y ahora,conduciendo a una paz que traspasa todaconcepción y a la fuente de una energíasiempre renovada.

(LE LOTUS BLEU, junio-julio 2006.)

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La difícil situación humanaLa raza humana está navegando en

un buque por un mar sin carta de nave-gación, sacudida por una tormenta. So-mos arrastrados por nuestros deseos ynuestros sueños, por nuestro orgullo ynuestro prejuicio, incapaces de estable-cer una línea entre la necesidad y la ava-ricia o entre las ganancias egoístas y elbien común. Hay conflictos a todo loancho del mundo, que le hacen a unopreguntarse si somos realmente civili-zados. Una de las razones de esta difícilsituación es que estamos desorientadosrespecto a nuestras raíces. Apenas exis-te momento alguno o deseo de reflexio-nar sobre las cuestiones básicas suscita-das desde los tiempos védicos: ¿De dón-de venimos? ¿Por qué estamos aquí?¿Adónde vamos?

O bien somos de mente estrecha yrígida en nuestras percepciones según sedesprende del intenso debate en losEE.UU. sobre si en las escuelas deberíaenseñarse a los niños el diseño inteligen-te o el darwinismo. Existe renuenciaincluso para explicar a los niños los di-versos puntos de vista sobre el origende los humanos. Existe objeción para

debatir el ‘diseño inteligente’ detrás denuestra existencia aquí. Esto se consi-dera un intento para introducir elcreacionismo por la puerta falsa. En loscírculos científicos, no se facilitan es-pecialmente los debates sobre un crea-dor. Consideremos este conflicto desdeel punto de vista del sentido común,buscando respuestas a unas cuantas sim-ples preguntas.

1. ¿Existe alguien allá arriba?Con nuestro intelecto y nuestra ca-

pacidad limitados no podemos propor-cionar la evidencia de ‘alguien allá arri-ba’ que pueda verse, tocarse, y verifi-carse científicamente. Sin embargo, esextraño que los objetos fabricados porel hombre sean fácilmente reconocidoscomo productos de esfuerzos humanos.Aceptamos al momento que Shah Jehanplanificó el Taj Mahal o que los chinosconstruyeron la Gran Muralla. Admira-mos y aplaudimos a un malabarista quesostiene unos cuantos objetos en el aire.Pero cuando consideramos el imponen-te esplendor de billones de cuerpos ce-lestes que se mueven en un orden per-fecto en la incomprensible inmensidad

DARWIN Y LA DIVINIDAD

Salomon Victor

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del espacio, no queremos reconocer unMaestro Malabarista allá arriba. Parece-mos bien informados, y lo sostenemos,que todo empezó con un big bang.¿Hubo un big bang? ¿O empezó todocon vibraciones o burbujas? ¿O bien laenergía se convirtió en materia, con elresultado de que lo no manifestado seconvirtiera en manifestado, tal como sedeclara en los libros védicos? ¿Quiénestá detrás de esa energía y de su con-versión en materia y espacio? ¿Cómo seguían los cometas para trazar su caminoa través de los cuerpos celestes siguien-do una senda precisa, fácil de predecir?

Es sensato darse cuenta de que so-mos enormemente ignorantes sobre un96% del universo. Nuestro conocimientose limita a algunos aspectos ¡de sólo el4% del universo! Sabemos que los ra-yos cósmicos emanan de las vastas áreasoscuras desconocidas del universo. Es-tamos todos rodeados por billones departículas subatómicas llamadasneutrinos, que emanan del oscuro uni-verso desconocido todo el tiempo. Des-conocemos el propósito de estas efusio-nes cósmicas.

Las evidencias indirectas de algúnser del más allá son anticipación, plani-ficación, interdependencia, diseño, ydocumentación.

AnticipaciónLa formación de átomos de hidró-

geno de hace ya unos 13,7 billones deaños, seguida de otros átomos, molécu-las, y DNA, parece ser un anticipo de suincorporación en todas las formas devida que empezaron a aparecer hace másde diez millones de años. Los ritmos bio-

lógicos, incluyendo el ritmo de nuestroscorazones, dependen de átomos comolos del sodio, el potasio, el calcio, el hi-drógeno y el oxígeno, que aparecieronunos cuantos segundos después del bigbang.

Más específicamente, miremos elcorazón de un tiburón que apareció haceunos 450 millones de años. Tiene cua-tro cámaras y dos arterias coronarias. Eltiburón no tiene pulmones. Sólo necesi-ta dos cámaras. Está claro que quien-quiera que diseñara el corazón del tibu-rón hizo este prototipo adaptado a cam-bios periódicos, conduciendo en lógicasetapas hasta el corazón humano. Este esun asombroso ejemplo de anticipación.Es interesante que este prototipo se man-tenga en uso para los tiburones inclusohoy en día. En contraste, productos hu-manos como los coches y lascomputadoras cambian frecuentementey los primeros modelos resultanobsoletos.

Planificación¡Todo ha sido planeado para noso-

tros, los humanos, para estar en el lugary en el momento adecuados! La alter-nativa del sol y la luna, la situación denuestro hermoso planeta, la formaciónde los campos electromagnéticos de latierra, su enfriamiento y la adquisiciónde agua y oxígeno todo es esencial yvital para nuestra existencia. Damos porgarantizada esa planificación precisa yesa ejecución.

InterdependenciaNuestro planeta tierra tiene un cam-

po electromagnético organizado, cuyasintrincaciones sugieren una planifica-

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ción precisa. Los pájaros y las abejasdependen de este campo electromagné-tico para su orientación. Los delfines ylas ballenas se sirven del ultrasonidopara comunicarse. Las flores dependende los insectos para la polinización. Lasabejas y las mariposas dependen de lasflores para el néctar. Los humanos tam-bién dependen todos mutuamente de laflora, de la fauna. El ritmo circadiano(24 horas) del cuerpo humano es pro-vocado por el sol a través de áreas espe-cíficas en el cerebro humano al igual quelos tractos ópticos para la visión, la glán-dula pineal, el hipotálamo, y la pituitaria.

Algunas funciones fisiológicas delcuerpo humano tales como la coagula-ción de la sangre están influidas por laluna. La dependencia de la vida en latierra de la energía solar es bien conoci-da. Algunos humanos pueden sobrevi-vir sin comer durante meses. Se ha di-cho que pueden absorber energía cós-mica directamente. Tal vez los pájarosmigratorios y las mariposas tambiénobtengan esa energía directamente delcosmos. Los efectos de otras estrellas yplanetas han sido considerados en laciencia uniendo la astronomía y la as-trología. Este enlace necesita un estu-dio y un escrutinio más profundos.

DiseñoHay un asombroso y simple diseño

básico común. Las leyes de la Naturale-za son cuatro: electromagnetismo, fuer-za nuclear débil, fuerza nuclear fuerte,y la gravedad. El lenguaje genético sebasa precisamente en cuatro letras. Lascurvas y las espirales de la Naturalezacomparten una base logarítmica común

–sea en las curvas de una galaxia, en lasórbitas de un electrón, en una conchamarina, en los cuernos de un ciervo, oen la distribución de las semillas en unaflor. Las curvas en los principales vasossanguíneos que conducen al corazón, laestructura de una simple víscera mus-cular del mismo, y la estructura de unamolécula de DNA también están en ar-monía con el diseño básico de las cur-vas de la Naturaleza.

El diseño de los sistemas de cadaespecie, como el de la circulación, larespiración, la digestión y la excreción,son básicamente similares.

DocumentaciónUn aspecto inexplicable de la vida

en la tierra es la continua documenta-ción de nuestros pensamientos y accio-nes, posiblemente en nuestro propio ce-rebro o tal vez en el ciberespacio. Laslíneas de referencia pueden recogerse sinapremiantes urgencias en cualquier mo-mento y en cualquier lugar, al instante,con vívido detalle. Si lo que hacemosno tiene importancia, ¡por qué tendríaque haber una elaborada provisión parael almacenaje en la memoria, y para larecuperación! No sabemos cómo los as-trólogos y aquellos que tienen percep-ción extrasensorial recuperan estas lí-neas de referencia. Muchos astrólogosson capaces de leer el pasado claramen-te y con toda precisión en las huellas dela palma de la mano.

Así pues existen muchosindicadores de una suprema inteligen-cia detrás del universo. Pero losfundamentalistas contrarios a la creaciónno quieren abrigar pensamientos que

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apunten hacia un diseño o un Diseñador.Por extraño que parezca, en los EstadosUnidos, donde uno esperaría un ambien-te para un debate más abierto, existe unareluctancia para mezclar el estado y lareligión. Sin embargo, ¡el signo del dó-lar declara su confianza en Dios!

Aquellos que están en contra del di-seño inteligente detrás del universo sos-tienen su posición, confiando en la teo-ría de Darwin sobre la evolución.

2. ¿Quién está allí arriba?¿Hay alguien solo arriba? ¿Hay un

patriarca o una matriarca? ¿Cuál es lanecesidad de semejante vasto universopara esa entidad? ¿O bien existe unacomisión de dioses? ¿Hay democraciao dictadura? ¿Hay monarquía opresidencialismo?

A los humanos se nos ha asignadoun insignificante planeta en un remotosuburbio del vastísimo espacio. ¿Esta-mos solos? ¿Hay otros ocupantes en al-guna parte?

Todas las religiones proclaman launicidad de Dios: Dios es Uno (Rg.Veda); Hay un Dios (Biblia); Dios es uno(Corán); Solamente un Dios (GuruGranth Sahib).

El antiguo bardo que escribió el clá-sico Tamil Thirumanthiram hace unostres mil años también declaró: “Dios esuno; la Casta es una; el Amor y Shivason lo mismo.”

Al Mahatma Gandhi le gustaba elverso: ‘Raghupati Râghava Râja Râm/Ishvara Allah tere Nâm.’

Es interesante que según un Hadji,[peregrino musulmán que ha ido a laMeca], el Profeta Mahoma subió a los

cielos y se encontró con Jesús y Moi-sés. El Sagrado Corán le fue dictado alProfeta por el Ángel Gabriel, el mismoángel que se apareció a María y le anun-ció su inmaculada concepción. Judíos,cristianos y palestinos pueden hacer re-troceder su linaje hasta Abraham. Jesússe espera que descienda del minarete deJesús en la mezquita de Damasco, du-rante su anticipada segunda venida. Elprincipal santuario de la Meca es la pla-za donde Abraham adoraba a Dios.

¿Cómo llamaremos a ese alguien deallá arriba? Algunos que no quierenmencionar la palabra Dios y quierenmantenerse neutrales utilizan la palabraNaturaleza. Este término no es específi-co. Algunos prefieren el nombre de Sakti(Poder, Fuerza), Energía, o InteligenciaSuprema.

3. ¿Estamos aquí por azar o porselección?

Podemos contestar que no lo sabe-mos. Sin embargo, muchos se han sen-tido inclinados a creer en la teoría de laevolución de Darwin.

Básicamente, Darwin creía que lavida configura una multiplicidad. Exis-te una lucha por sobrevivir. El más aptosobrevive. En esta lucha evolucionannuevas formas de vida, Él trastornó a lasociedad porque mantuvo a Dios fueradel esquema de la evolución. Los parti-darios de la creación incluso arguyenque el demonio plantó los fósiles paradesencaminar a los hombres, para apar-tarlos de Dios. Como compromiso,Darwin concedió en una versión revisa-da de su libro El Origen de las Especies,que originalmente Dios ¡insufló la vida

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en muchas formas o en una! Pero mástarde la evolución tal como él la conce-bía, siguió su curso.

Es extraño que científicos que exi-gen pruebas creyeran en su teoría. Noexiste prueba alguna, cualquiera que sea,de que un pez pueda convertirse en unarana, una rana pueda convertirse en unreptil, o un mono pueda convertirse enun hombre. Aceptar que el cerebro deun mono se convirtiera en un cerebrohumano debido a la agregación selecti-va de billones de células no es científi-co. La transformación de un mono enun hombre requiere también otros va-rios cambios complejos en los sistemasbiológicos. El mismo Darwin afirmó queconsiderar que un órgano tan complejocomo es el ojo sea producto de la evolu-ción es la mayor de las absurdidades.Cada órgano en cada forma de vida esdemasiado complejo para haber evolu-cionado al azar.

Puede argüirse que la prueba parala transformación de unas especies enotras lleva millones de años y que nopuede demostrarse en el curso de unavida. Esto es una especulación y no unaprueba científica. Los fósiles no propor-cionan la respuesta. Hay millones deeslabones perdidos.

El reciente descubrimiento delgenoma humano llenó de júbilo a lospartidarios de Darwin. Ahora podíanaseverar que la mutación de los genesconduce al cambio de las formas de vida.Pero los genes son como chips. No po-demos afirmar que los chips transforma-dos y el Pentium 1 se conviertan en elPentium 2, 3, o 4. Sabemos que los chipstienen que ser re-diseñados y reagrupa-

dos conjuntamente para acceder a unacomputadora. Sabemos que para estatransformación son necesarios la inteli-gencia y el esfuerzo humanos. Además,si un chip fue diseñado por el hombre,¿quién diseñó los genes? ¿Quién les re-unió para construir una forma de vida?Cada ser humano es el producto de tresbillones de códigos genéticos ordenadosen la secuencia correcta interna de alre-dedor de 30.000 genes. Todos estos có-digos ¿se alinearon al azar o lo fueronpor selección?

Deberíamos conceder crédito aDarwin por haber tenido el valor de re-futar la historia bíblica de que la crea-ción fue el esfuerzo de una semana porparte de Dios antes de que Él se tomarael descanso dominical. Mediante unameticulosa colección y estudio de losfósiles de todo el mundo, Darwin decla-ró con arrojo que las formas de vida lle-varon eones de tiempo para evolucionar.Esto, naturalmente, trastornó a aquellosque sostienen que la Biblia es literalmen-te la palabra de Dios.

Sin embargo, nosotros no podemossostener una visión tan rígida de que porel hecho de que formas variadas de vidaaparecieron en diferentes períodos. Diosqueda fuera del cuadro. Además, uno sepregunta si Darwin tuvo acceso a la li-teratura de los Vedas, en la que el tiem-po se mide en períodos inmensos, oYugas, basados no en conjeturas sino endatos astronómicos relativos a lossolsticios y los equinoccios. Cada Yugaconsta de los siguientes años terrestres:

Satya Yuga 1.728.000Tretâ Yuga 1.296.000

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Dvâpana Yuga 864.000Kali Yuga 432.000

En conjunto, los cuatro Yugas cons-tituyen un Mahâ Yuga de 4.320.000 añoshumanos o terrestres, y 71 Mahâ Yuhasequivalen a un Manvantara, 14 de loscuales están descritos. Un ciclo de 14Manvantaras se llama un Kalpa. ¡Noso-tros estamos en el Kali Yuga del sépti-mo Manvantara!

Un día de Brahma se considera quees la mitad de un Kalpa, durante el cualÉl está comprometido en la actividadcreadora. Durante la otra mitad del díaDivino, hay la disolución de las cosascreadas. Durante el siguiente día, el pro-ceso creador se recupera. De ese modo,la literatura védica se refiere a los pe-ríodos alternativos de creación y des-trucción.

Un día de los aludidos en el librodel Génesis debería ser considerado a laluz del concepto védico del tiempo. Esinteresante que el Sagrado Corán utili-ce la palabra ‘períodos’ cuando se refie-re a la creación, soslayando el proble-ma relacionado con el uso de la palabra‘día’.

4. ¿Es de algún uso práctico para lahumanidad saber si estamos aquípor azar o por selección?

Si estamos aquí por azar, es proba-ble que hoy nos sintamos tentados a pa-sarlo bien. El ayer se fue. Es posible queel mañana no llegue jamás. Evidente-mente, los valores humanos están cam-biando y no precisamente para el biende nuestra tierra.

Pero si estamos aquí por selección,¿quién nos selecciona? ¿Y por qué?

¿Cuál es el propósito de nuestra breveestancia en el planeta tierra?

Nuestras acciones parecen importarporque tenemos el registro de unos da-tos fascinantes de la clave de nuestrasacciones en nuestra propia concienciaasequibles para que los recordemos encualquier momento. Además, la acumu-lación de estos datos es asequible a tra-vés de la astrología, de la percepciónextra-sensorial y similares. ¿La base deestos datos va a ser evaluada por alguien,en alguna parte, en algún momento?

Con nuestro limitado intelecto nopodemos esperar comprenderlo todo. Eldestino es un ejemplo. Si nuestro futuroya es conocido, ¿es que somos como tí-teres bailando al unísono? ¿Cuál es elpapel de la libre voluntad del hombre?¿Hay diferencia entre presciencia y des-tino?

5. ¿Qué es lo que aflige a lahumanidad?

Es necesario reconocer que muchasde las aflicciones que asolan a la huma-nidad son creación del hombre. Consi-deremos dos ejemplos: la pobreza y lacarrera de armamentos.

Media humanidad está faltada de lasnecesidades básicas para vivir. La otramitad está persiguiendo continuamentela prosperidad material. En este acon-gojado escenario, ni los “pudientes” nilos “no pudientes” son felices.

La causa fundamental es la pobre-za. El señor James Wolfensohn, anteriorPresidente del Banco Mundial, estabapreocupado de que no se escuchara lavoz de los pobres que no tenían oportu-nidades ni libertad, y carecían de poder,

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inseguros, y humillados. Gandhiji decíaque hay lo suficiente para las necesida-des de cada uno, pero no para la avari-cia de cada uno.

La razón principal para la persisten-cia de la pobreza es la desviación de fon-dos para las armas con objeto de aumen-tar el poderío de las naciones. La no vio-lencia ha sido soslayada. El Sermón dela Montaña ha sido olvidado. Una na-ción es valorada por el poder de sus ar-mas. Hay una explotación a nivel mun-dial de la profesionalidad en las armas.La violencia jamás terminará con la vio-lencia. Los intentos selectivos para erra-dicar las ‘armas de destrucción masiva’no es la respuesta, y fracasarán. Necesi-tamos trabajar para el desarme de todaslas naciones y para establecer una ver-dadera unión de naciones con una fuer-za internacional que mantenga la paz.Esto puede parecer una utopía, pero lasrecientes calamidades como lostsunamis, los huracanes, y los terremo-tos han demostrado que los seres huma-nos son básicamente buenos y deseososde ayudarse entre si en momentos denecesidad, por encima de las barreras denacionalidad, credo y color. Esta fuerzapositiva inherente debería ser aprove-chada para un mundo y una raza huma-na unidos.

La globalización y la economía demercado carecen de alma y son inhuma-nas. Estas fuerzas deberían humanizar-se. La ciega persecución de la riquezano lleva a la felicidad y a la armoníahumanas. Con dinero podemos comprarpartidarios pero no amigos; comida perono una comida feliz; una casa pero noun hogar; una cama pero no el sueño,

relojes, no tiempo, libros, no conoci-miento; poder y posición, no respeto.

6. ¿Qué podemos hacer?Necesitamos preguntarnos seria-

mente por qué y cómo es que estamosaquí. Necesitamos reflexionar sobre loque estamos haciendo y sobre lo quedeberíamos estar haciendo. Los mensa-jes de ‘alguien de arriba’ relativos a laconducta humana a través de la voz to-davía pequeña de nuestra conciencia sonclaros:

Lo que no quieras que te hagan a ti, no lohagas tú a los demás. (Confucio).

No hagas a los demás lo que es dañinopara ti. (Judaísmo).

Haz a los demás lo que tu quisieras queellos hicieran por ti. (Cristo).

Lo que empleéis para el bien de... huérfa-nos y los necesitados y caminantes, y cual-quier bien que hagáis, ¡he aquí que Alá esconsciente de ello! (Sagrado Corán).

El mensaje del señor Gandhi conti-nua siendo relevante todavía hoy:

Entregaré un talismán. En cualquier mo-mento en que dudes o en que el yo se vuel-va demasiado exigente en ti, haz la prue-ba siguiente: Recuerda el rostro del máspobre de los pobres y el más débil de losdébiles que hayas podido ver nunca, ypregúntate si las medidas que vas a tomarvan a ser de alguna utilidad para él. ¿Ga-nará algo con ello? En otras palabras, ¿leconducirá a Swarâj (independencia) parael hambre y espiritualmente desperdicia-rá millones? Entonces, encontrarás quetus dudas y tu mismo se funden y desapa-recen.

7. Hacia la armonía humanaEl centro de los esfuerzos humanos

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debería desviarse desde GAH a GAHF–desde la Gran Armonía Humana ¡a laGran Armonía Humana y la Felicidad!Destacar a unos cuantos para el desa-rrollo sin definir qué es lo que ese desa-rrollo significaría en términos de felici-dad humana, no sería una solución.

¡Oh, Señor, nuestro planeta tierra sólo esun diminuto astro en el espacio! ¡Nuestrodeber es transformarlo en un planeta cu-yas criaturas dejen de estar atormentadaspor la guerra, el hambre y el temor!No más divisiones sin sentido por la raza,el color y la ideología.Danos valor y fuerza para empezar estatarea hoy de modo que nuestros hijos ylos hijos de nuestros hijos ostenten un díael nombre de ‘hombre’ con orgullo.(La [olvidada] Oración de las NacionesUnidas.)

Cien veces al día me recuerdo a mi mis-mo que mis perspectivas y mi vida exter-na necesitan del trabajo de otros hombres,vivos y muertos, y que yo tengo que afa-narme de la misma manera que yo he re-cibido y todavía estoy recibiendo.(Albert Einstein).

¡Oh humanidad, me comprometo contigocon un objetivo... el bienestar del hom-bre.Trabajar conjuntamente con mutuo amory buena voluntad! (Rg Veda).

(The Theosophist, mayo 2006.)

Nota.- E. Dr. Solomon Víctor es el Di-rector del Heart Institute, órgano dela Fundación Golden Heart deChennai.

Quiénes son más inteligentes, loschimpancés o los niños? Lospsicólogos de la Universidad de

St. Andrews, Escocia, y los de la Uni-versidad de Yale, en Conneticut, hicie-ron el mismo experimento con chimpan-cés y con niños. Querían comparar el re-sultado de los dos grupos para estudiarla inteligencia de las especies, pero elexperimento dio un resultado inespera-do. (New York Times, 13 de Diciembre,

2005).Primero hicieron la prueba con los

chimpancés. Le mostraron a uno de ellosuna caja negra que tenía una puerta la-teral y un tornillo giratorio inútil en laparte superior. Mientras un chimpancéobservaba, el experimentador hizo va-rios movimientos tontos e inútiles, tiran-do del tornillo de la tapa, golpeándolacon un palo y después volviendo a po-ner el tornillo en su sitio. Finalmente, el

CHIMPANCÉS, NIÑOS Y CEREMONIAS.

John Algeo

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experimentador abrió la puerta lateral dela caja y sacó un bocado de la comidapreferida del chimpancé. Después le die-ron la caja al chimpancé y éste, paraconseguir su comida, hizo exactamentelos mismos movimientos tontos e inne-cesarios que había hecho el experimen-tador antes de abrir la puerta.

Entonces el experimentador sustitu-yó esa caja por otra con paredes trans-parentes, de modo que el bocado se veíaclaramente. Volvió a hacer los mismosmovimientos tontos e innecesarios an-tes de abrir la puerta. Pero cuando ledieron al chimpancé la caja transparen-te, el animal vio el bocado que habíadentro y se dio cuenta de que los movi-mientos preliminares eran absurdos, porlo que se los saltó y abrió inmediatamen-te la puerta para conseguir el premio. Noson tontos, esos monos. Fueron a bus-car directamente lo que querían.

Cuando hicieron el mismo experi-mento con niños, éstos se comportaronde forma totalmente distinta. La parte delexperimento de la caja negra tuvo losmismos resultados con los niños que conlos chimpancés. Pero cuando se sustitu-yó la caja negra por la transparente, elcomportamiento de los niños fue distin-to al de los monos. Aunque los niñospodían ver lo que había dentro, igual quelos monos, el ochenta por ciento de losniños siguieron realizando los movi-mientos tontos e innecesarios antes deabrir la puerta. Todo cuanto tenían quehacer para conseguir lo que deseaban yque podían ver claramente, era abrir lapuerta, pero seguían imitando, antes, lasacciones del experimentador. ¿Por quépersistían los niños en hacer esos movi-

mientos preliminares “tontos e innece-sarios”?

Los niños seguían un esquema decomportamiento establecido por losadultos, mientras que los chimpancésfueron a buscar directamente lo que que-rían. ¿Significa esa diferencia que loschimpancés son más inteligentes que losniños? El experimento no evaluó preci-samente la inteligencia, sino otra cosa.Los psicólogos opinaron que los niñostienen una disposición innata para “imi-tar exageradamente”, fijándose en lasacciones antes que en los objetivos. Po-dríamos decir, también, que los niñoshumanos son genéticamente ceremonio-sos.

La ceremonia es una acción que, entérminos de causa y efecto aparentes, estonta e innecesaria. Sin embargo, losseres humanos practican las ceremoniasen todos los aspectos de su vida. Cuan-do se encuentran con alguien, los occi-dentales alargan el brazo derecho y sedan la mano; los indios juntan las ma-nos ante el pecho en una posición quelos occidentales asocian con el rezo; losjaponeses intercambian una serie de in-clinaciones. Todas estas acciones soninherentemente “tontas e innecesarias”en cualquier sentido objetivo, pero sonceremonias tradicionales que se practi-can en las distintas culturas cuando unapersona se encuentra con otra.

Estas ceremonias son constantes enel comportamiento humano. La ceremo-nia japonesa del té consiste en una se-rie de pasos estrictos y elaborados queindican cómo inclinarse, servir y beberel líquido. En el sur de los Estados Uni-dos, cuando una persona que va por la

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calle pasa junto a otra, ambas se salu-dan, tanto si se conocen como si no; esde buena educación realizar esa ceremo-nia y de mala educación omitirla. En laIndia, antes de entrar en una casa, nosquitamos los zapatos y los dejamos fue-ra. Podríamos dar explicaciones parti-culares para estas acciones, pero real-mente todas son ceremonias.

Además de estas ceremonias secu-lares, tenemos otras que son sagradas:la comida del Sábat judío, la Eucaristíacristiana, el haj musulmán, la comuni-cación ritual masónica, el caminar am-bulante budista de un stupa, el baño ri-tual hindú en el Ganges, etc. En elconfucianismo, el li o la ceremonia sig-nifica un comportamiento que une a loshumanos con el Cielo y la Tierra. Estasceremonias sagradas son algo más quesimples convenciones sociales y buenosmodales; son unos canales a través delos cuales la persona sintoniza con unpoder superior y consigue una armoníaespiritual y a través de ellos ese poder

superior se derrama en el mundo, ayu-dando a armonizar toda la vida.

Toda ceremonia, secular y sagrada,es un eco de la armonía de las esferas.Es una contraparte terrestre del ordencósmico. Y el hecho de practicar unaceremonia nos alinea con el movimien-to del universo. La ceremonia nos unelos unos con los otros y nos integra enla Gran Cadena del Ser. Los seres hu-manos somos ceremoniosos de formanatural e innata. Lejos de carecer de sig-nificado, la ceremonia tiene un signifi-cado profundo, no de forma cognitiva,sino de una manera que da significado atodo el ser del practicante, uniéndole conel orden de la Naturaleza y de laSupernaturaleza. Lejos de ser innecesa-ria, la ceremonia es algo esencial paranuestra humanidad completa. Sin la ce-remonia, no seríamos genuinamente hu-manos, sino sólo unos chimpancésconductuales.

(The Theosophist, junio 2006.)

Es importante descubrir la verdadera fuente de la energía espiri-tual. Algunos de vosotros puede

que hayan leído estas palabras de Sri

Ram: “Hay muchos miembros que espe-ran que los líderes de la Sociedad man-tengan su entusiasmo. Hablan del tristedeclive de la Rama y dicen que en otro

LA FUENTE DE LA ENERGÍA ESPIRITUAL

Radha Burnier

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tiempo, cuando éste o aquel eran losdirigentes había mucha vitalidad y en-tusiasmo. Pero, con semejante asevera-ción su propia responsabilidad quedasoslayada. Se trata de lo que cada miem-bro hace, aquí y ahora, para crear elentusiasmo. Contentarse en contar conalguien más, por elevada que sea su po-sición, o con los Maestros, para trans-formar las condiciones en curso, o in-cluso contar con Dios, rogándole queproduzca los cambios, que aparente-mente él quiere que nosotros llevemos acabo por nosotros mismos, es realmen-te una actitud pueril.”

Incluso ahora, hay muchas Ramasy muchos miembros que esperan quealguien venga a darles la inspiración. Nodigo que no sea útil recibir la visita deun conferenciante o de un miembro.Siempre es bueno mantener contactosunos con otros, pero no es bueno espe-rar que los demás nos proporcionen lainspiración, o tener la impresión de quela Sección no opera con suficiencia; quela Sociedad internacional no envíe ins-trucciones, etcétera, etcétera.

Hay una fuente de energía y de ins-piración que es más constante, fácilmen-te disponible, y que no se agota jamás.Esta fuente de energía que no disminu-ye nunca, ni con el tiempo, ni con laedad, sino al contrario, que circula máslibremente y con más abundancia cuan-do aprendemos a dejarla circular, estáen nosotros. Cada uno de nosotros tieneque descubrir esta fuente, este rebrotareterno. De otro modo, nos convertimosen dependientes de los demás para esti-mularnos o para conducirnos, o paraorganizar seminarios de cuando en cuan-

do. Después de un tiempo, todas lasactividades merman. Hay personas queno pueden pasar sin asistir a reunioneso a conferencias, o a las conferencias deuna persona en particular, siguiéndola através del mundo, escuchándola siem-pre. Al final, ellas no son mejores queantes, o al menos no existe una diferen-cia visible.

¿Dónde podemos descubrir unafuente inagotable de inspiración y vita-lidad, si no es en nosotros mismos? Nopodemos huir de nosotros mismos. Estafuente está ahí –sólo que hemos deaprender a extraer la luz, la energía y lainspiración ocultas.

A un erudito buddhista se le pregun-tó: “¿Quién es el Buddha?” y su respues-ta fue: “La conciencia despierta”. ElBuddha no es necesariamente una figu-ra histórica, o alguien que vive en unlejano mundo de conciencia cósmica. ElBuddha puede estar ahí, pero tambiénestá aquí “más cerca que nuestras ma-nos y nuestros pies”. El significado lite-ral de la palabra Buddha es “el despier-to”, y este principio que tiene que des-pertar es la fuente de inspiración y deenergía. Es el Cristo en el ser.

El Cristo ha sido llamado “el únicosabio consejero”. Esta es una verdadabsoluta, porque en el interior es la con-ciencia potencialmente o absolutamen-te despierta, y ésta es el único sabio con-sejero. Consideremos eso más cuidado-samente. Podemos decir que la inspira-ción está en todas partes. Me siento ins-pirado cuando camino por el bosque, enpresencia de los árboles, no únicamentepor la substancia de los árboles. Otro díapuede que os sintáis ansiosos, asustados,

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preocupados, y que los bosques no osofrezcan ninguna inspiración. Hay per-sonas que no encuentran otra utilidad alos bosques que talarlos. Igualmente,cuando un profesor o un conferencian-te hablan, conseguimos inspiración, perosolamente cuando estamos abiertos a loque dice el conferenciante, a lo que en-seña el profesor. En otras palabras, cuan-do la conciencia es receptiva.

¿Cuál es la diferencia entre un esta-do de receptividad y un estado de noreceptividad? La receptividad implicaque la conciencia, o una zona particularde la conciencia, está abierta en ciertomodo. Entonces, ésta parece sacar la ins-piración y la sabiduría de todo. Si laconciencia no está abierta, el profesorpuede hablar, el conferenciante puededecir algo muy hermoso, pero eso noproduce ningún impacto. Si la gente creeque las palabras provienen de una per-sona espiritualmente importante, puedeque digan: “sí, esto lo acepto”, y luegopueden transformar las enseñanzas paraadaptarlas a sus propias opiniones oideas preconcebidas. Esto es lo que ocu-rre en todas las religiones. Todos vemos,oímos y comprendemos sólo lo que so-mos capaces de recibir. Si nuestra con-ciencia no llega al punto en que podríaser inspirada, no hay ninguna inspira-ción que llegue del exterior. De cuandoen cuando somos receptivos de algo, locual es bueno. Recibimos la inspiraciónde un paseo por un hermoso lugar, delcontacto con otra persona, de una re-flexión sobre la verdad enunciada en unlibro, del hecho de sentarnos un momen-to en una iglesia o en un templo llenode belleza. La inspiración es temporal,

luego desaparece. Uno no puede perma-necer siempre sentado en una iglesia. Siuno se vuelve dependiente, eso es malo.Si las cosas se convierten en “familia-res”, pierden su encanto al poco tiem-po. Pero si estamos abiertos no solamen-te a determinadas cosas, no solamente alos momentos transcurridos en una igle-sia o en el bosque, o a los pasados conuna persona en particular, si hay un es-tado de apertura, eso es un despertar denuestra propia conciencia. El grado pue-de variar, pero independientemente delgrado en que la conciencia esté despier-ta, la energía se filtra. Se puede prodi-gar esta energía, pero puesto que se fil-tra de ella misma, siempre se renueva.

Consideremos estas palabras deKrishnamurti: La mayoría de nosotrostiene muy poca energía. La empleamosen conflictos, en luchas. La desperdicia-mos de diferentes maneras –no sólosexualmente, sino que también una granparte se prodiga en contradicciones yen la fragmentación de nosotros mismoslo cual aporta el conflicto. El conflictoes, en definitiva, un gran desperdicio deenergía. El voltaje decrece. No sólo esnecesaria la energía física, sino tambiénla energía psicológica, con una menteque sea inmensamente clara, lógica,sana, sin distorsionar, y un corazón queno tenga ningún sentimiento cualquie-ra, ninguna emoción sino la cualidad dela abundancia del amor, de la compa-sión. Todo eso proporciona una granintensidad, una gran pasión. Tenéis ne-cesidad de eso, de otro modo no podéisponeros en camino hacia esa cosa quese llama la meditación. Podéis sentaroscon las piernas cruzadas, respirar, lle-

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var a cabo cosas raras, pero no lo con-seguiréis jamás.

Dedicamos muchas energías a todauna serie de cosas inútiles. El conflicto,con toda seguridad, es una pérdida deenergía, pero aparte del conflicto haynumerosas distracciones que nos agotan:las futilidades de las que hablamos, losacontecimientos sin importancia queaprisionan nuestros pensamientos, y asípor el estilo. Si examinamos nuestrasvidas cotidianas, podemos ver todo estederroche de energía. Los pequeños de-seos, el querer ser presidente de algunacosa, o el buscar el aprecio y el agrade-cimiento, tal vez el desear obtener másreconocimiento que alguien más, lospequeños logros, las pequeñas posesio-nes –hay tantas cosas superficiales queatraen nuestra atención. Todo eso es laenergía malgastada. En cuanto al con-flicto, agota la energía, incluso las pe-queñas fricciones, las incomprensiones,la aversión por otra persona, la intole-rancia, la ansiedad, el temor, las preocu-paciones. Este tipo de energía no es es-piritual, si es que podemos considerarlacomo energía, porque es la productorade lo que generalmente llamamos sufri-miento. No nos deja en paz ni nos dejaser felices. La energía espiritual, por elcontrario, aporta con ella los dones delespíritu, un sentido de armonía, de afec-to para todos, de belleza y de sabiduría.

¿De qué modo la energía sin límitesde la naturaleza espiritual en nosotros,que está oculta, dormida, puederevelarse y esparcirse libremente? Talvez uno debe tener que liberarse delcuerpo y de sus sensaciones. Creemosque la mente cerebral somos nosotros

mismos. Deberíamos preguntarnos si enrealidad es así. La mente cerebral es laque nos impulsa a adquirir, a combatir,a tener miedo. Está basada en los recuer-dos, en los pensamientos del pasado yen los prejuicios. Cuando todos estosrecuerdos inútiles y sus prejuicios lle-gan a su fin, hay un nuevo nacimiento.Cada niño pequeño tiene inocencia yencanto, porque el fardo de la mentecerebral ha sido abandonado. Con todaevidencia, ésta no es la verdadera fuen-te de la energía espiritual. Sin embargoestamos absorbidos por ella y nos iden-tificamos con ella. ¿Podemos liberarnosde ella?

HPB nos advierte que la satisfaccióndel yo sensual o incluso de la menteimplica la pérdida inmediata del poderde discernimiento. A menudo hay unamezcla de los dos. Cuando hay un pla-cer sensual, ahí funciona la mente y dice:“todavía lo quiero, no quiero permitirque alguien más tenga más que yo”. Obien, queremos agradecimiento, nos sen-timos heridos si los demás no aprecianlo que hemos hecho. Como ejercicio,¿podemos vivir algún tiempo sin darnoslas gracias unos a otros y ver qué es loque pasa? ¿No es natural ayudar? Ade-más, ¿por qué no considerar eso comoun acto natural? ¿Por qué sucede que nosalimentamos de lo que dicen los demás,por qué nos aseguramos de que reconoz-can nuestro mérito?

Durante sus momentos de reflexión,cada uno ve la falta de realidad de lasatisfacción del yo. Sin embargo, vol-vemos de nuevo a los mismos reflejos.Viveka (el discernimiento) es el examenconstante y el separar lo irreal, y de lo

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que es relativamente real. Es la clarifi-cación de nuestros deseos, nuestrasemociones, nuestros placeres sensoria-les, nuestras satisfacciones mentales, ypor consiguiente la comprensión de lasrelaciones de las palabras, de las expe-riencias de toda clase.

El bellísimo texto del IshaUpanishad empieza con un verso quedice que todo esto –es decir el mundode la manifestación, la Naturaleza, todolo que se mueve o no se mueve, las ro-cas, la tierra, los minerales, lo aparen-temente inanimado, así como lo queaparece animado y cambiante, vosotros,yo, el insecto, todas las cosas– todo esteUniverso es la morada de un Poder Di-vino, de una Energía Divina, que estápor todas partes, sin límites. ElUpanishad dice: “Experimenta con mo-deración”. No depende de esto o de lode más allá que tu captes las cosas, nosólo físicamente, sino mentalmente.Ellas no te pertenecen. Son la moradade esta otra cosa, la Gran Realidad. Noseamos avariciosos o utilitarios en pe-queña o gran medida, entonces podre-mos estar en contacto con esta Energía.Aunque en el mundo moderno muchaspersonas no desean semejante consejoel cual, piensan, les priva de su liber-tad, tiene que haber una cualidad de mo-deración en nuestra conducta.

HPB ha escrito: La meditación, laabstinencia, la observación de los de-beres morales, buenos pensamientos,buenas acciones y palabras amables, aligual que la buena voluntad hacia to-dos y el completo olvido del yo, son losmedios más eficaces para obtener el co-nocimiento y para prepararse para la

recepción de la más elevada sabiduría.La vida ética no puede ignorarse si seaspira a encontrar esta Energía infinita,constante fuente de inspiración. La vidano ética es la expresión de la mente ce-rebral, la conciencia superficial del yoexterno con sus recuerdos, su conoci-miento, sus temores y sus esperanzas. Elsentido del yo debe morir y dejar lugar ala inmensidad de la vida. SegúnKrishnamurti, no hay meditación sin rec-titud. Se puede utilizar la palabra que unoestima: moderación, rectitud, vida ética,disciplina, auto-disciplina. La palabra noes lo importante, sino el hecho que ellaimplica.

¿Por qué toda verdadera escuela re-ligiosa habla de moralidad? No de mo-ralidad convencional, porque la morali-dad de una población, de una época o deuna sociedad particulares, pueden ser unaforma de inmoralidad. A menudo es uncompromiso basado en la convenienciadel momento. Las leyes también estánhechas de esta manera. Lo que nos inte-resa, es la verdadera moralidad. ¿Qué eslo realmente ético? Esto está ciertamen-te en relación con la unidad de la vida, laexperiencia de la no separatividad de to-das las formas de vida. La enseñanza delYoga considera la ética como la base dela meditación, y por esta razón se pres-criben las prácticas llamadas Yama yNiyama. El Sendero según el buddhismoexige medios de existencia justos, me-dios que no perjudiquen a los otros, elpensamiento justo, la palabra justa, etc.etc. Podemos encontrar lo mismo enotras enseñanzas.

Sin la observación del yo, sin apren-der a llevar una vida recta y ética, es

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imposible alcanzar la naturaleza espiri-tual profunda. Si creemos que la medi-tación está separada de la vida cotidia-na, la falta de éxito puede predecirsedesde el principio. Esto es lo que hacenmuchas personas. Dedican un poco detiempo a la “meditación”, repiten fórmu-las para calmar la mente durante unosmomentos, y luego esta actividad cesay la vida cotidiana reemprende su cursoque es completamente diferente. Pero lameditación es el hecho de entrar en con-tacto con esta fuente profunda de ener-gía que pertenece a la naturaleza espiri-tual. ¿Podemos hacer eso si estamos do-minados por la personalidad externa?Hemos de recordar que la vida no ética,superficial, de la mente cerebral es lacausa de las perturbaciones. No nos ocu-pamos de esta causa, el ‘yo’. El yo pue-de conturbarlo todo. Cuando el yo en-cuentra un gran Instructor, todavía estáen conflicto, tal como está simbolizadopor los actos de Judas y de Devadatta,que se opuso a Buddha. Así pues el yopuede crear un problema de todo, pue-de originar una disputa donde no la hay.Si no nos ocupamos de esto, pero de-seamos encontrar la paz y el silenciopara la meditación, intentamos lo impo-sible. El yo y el silencio no pueden co-existir. Sin moralidad, la meditación, esdecir el camino hacia esta nueva ener-gía profunda, no es posible.

En el mundo moderno utilitario,toda idea de moderación y de auto-dis-ciplina está en declive. Si hacemos siem-pre lo que hace el mundo que nos ro-dea, podemos estar seguros de que nosequivocamos. Con el bien entendido deque hemos de encontrar lo que significa

la auto-disciplina. No se trata de repre-sión, que es simplemente el hecho deocultar el problema. El “yo”, el “yo in-ferior” de la terminología teosófica, nopuede ser rechazado. Sólo cuando lle-gue el momento, cuando nos hayamosconvertido en aptos para hacerlo, escuando podremos liberarnos de la per-sonalidad inferior. Pero, por el momen-to, se trata de poner en ello orden y ar-monía.

La palabra “disciplina”, como la pa-labra “discípulo” está en relación con elhecho de aprender. Si hay desorden enlo interno, contradicción entre los deseosdiferentes u opuestos, ¿cómo podemosvivir de una manera sana, sabia? Está eldeseo de comer lo que no es bueno ytambién el deseo de tener buena salud –una contradicción que sufre mucha gen-te. Pero hay formas parecidas o más su-tiles de desorden interno que no resol-vemos nunca.

Es necesario crear una condición dearmonía interna en las diferentes partesde nosotros mismos, el cuerpo, las emo-ciones, los pensamientos, para permitira la conciencia que se convierta en es-piritualmente despierta, clara, sutil, pro-funda, sensible. Para hacer eso es nece-saria la cualidad de la atención.

Lo mismo en la enseñanza antiguaque en la más reciente, se nos ha señala-do la importancia de la atención. Laatención se desarrolla con una observa-ción tranquila de lo que pasa lo mismointeriormente que exteriormente. No setrata de observarse siempre a si mismo.Si lo hacemos nos volvemosdeplorablemente preocupados por noso-tros mismos. Pensar sólo en nuestro pro-

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pio mejoramiento es un estado muy ne-gativo. No hay que perder la actitud derelajación, de alegría y de armonía. Porconsiguiente, en general hay que obser-var a la vez lo interno y lo externo. Lanaturaleza humana puede estudiarse nosolamente mirándose a la cara, sino mi-rando la naturaleza humana en general.Se puede aprender mucho, con tal quese observe de manera impersonal, obje-tiva, no para decir: “Fíjate en esta per-sona, es celosa”. Miremos solamentecomo funcionan los celos. Si ahí funcio-nan de esta manera, pueden funcionar enmí de la misma manera. Por el momen-to, puede que no estén activos, pero enotra situación, en otra encarnación, entanto que el sentido del yo esté presen-te, los celos podrían manifestarse. To-das las pasiones y todos los rasgos decarácter personal no son más que ramasdistintas de un solo árbol, el sentido delyo. Hoy en día puede que yo no sea co-diciosa, porque resulta que me encuen-tro en una posición favorable; tengo todolo que quiero. En otra ocasión puede queme muestre avariciosa. De modo quecuando miramos a los demás, no debe-ríamos señalarlos con el dedo, sinoaprender lo que puede llegar, cómo fun-ciona la mente, cómo se engaña a si mis-ma. Al mismo tiempo también hay latranquila observación de la luz del sol,de las sombras, de la hierba, de todo loque es exterior e interior. La observa-ción hace que la mente esté más despier-ta.

Escuchar también es importante,porque es una manera de ser receptivo yde limpiar la mente de su contenido. Nodeberíamos decir: “escucho música”.Escuchar música es bastante fácil. Sólo

que hay que aprender a escuchar –lo quesea, la vida del árbol, la celebridad denuestro amigo o incluso la de alguno queno lo sea. La atención incluye el hechode escuchar. En la escuela de Pitágoraslos neófitos aprendían a escuchar, y estotambién se enseñaba en la Vedanta. Unescuchar tranquilo vacía la mente. Es-cuchar con atención es también escucharalgo profundo en uno mismo, porqueesto debe oírse con el corazón, no conlas orejas o con la mente.

En el Brihadaranyaka Upanishad,en el curso de una anécdota, se hacenpreguntas: ¿Cómo puede descubrirse laRealidad oculta, el Ser más interno detodo, el Atman? El sabio instructor dice:Se toma conciencia del Atman viendo yescuchando, reflexionando y meditando.Viviendo así, lentamente, el silencio lle-ga por dentro. Podéis hablarle a un ami-go, pero en el fondo vivís más silencio-samente. Vuestros períodos de silenciose hacen más fáciles, más naturales. Elsilencio de la lengua refleja entonces elsilencio de la mente cerebral; es el si-lencio del yo separador. Es el verdaderosilencio, llamado algunas veces “el gransilencio”.

Reflexionar sobre las preguntas másprofundas de la vida es una parte del tra-bajo que conduce a la meditación. Laspreguntas profundas tienen una impor-tancia universal y tenerlas en cuenta pro-porciona a la mente una cualidad distin-ta. La mayoría de nosotros, cuando seinteresan por los problemas de grupo, oincluso por un problema mundial, gene-ralmente lo hacen desde un punto de vis-ta personal. Hay mucha diferencia en-tre: “¿Cómo puedo escapar al sufrimien-

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NOTICIARIO

LA O.T.S. EN ESPAÑANos comunica que realizaran un encuetro sobre:«Conozcamos la OTS»en Los Molinos, en la Sierra de Guadarrama, los días 6,7 y 8 de octubre de 2006.Para más información:e-mail: [email protected],Fernando Pérez Martínc./ Ríos Rosas, 25-1º-Dª 28003 -Madrid tel. 91 442 36 82

GASPAR TORRES (ex-secretario general de la S.T. en Cuba), dará 3 conferencias en laRama Hesperia de Madrid, los dies 13,15 i 18 de Septiembre de 2006 (“El equilibrio inter-no”. “El misticismo de la voz del silencio”. “Y, la vida después de la muerte en la DoctrinaSecreta”) El día 17 de septiembre de 2006 un oficio religioso (Misa) como Obispo de laIglesia Católica Liberal.

to y al tormento?” Y “¿Cuál es el mediopara salir de este sufrimiento?” Si exis-te realmente un medio, es un medio paratodo el mundo, pero nuestro enfoque tie-ne que ser una verdadera reflexión y nouna implicación personal. Si es así, noes una verdadera reflexión.

Cuando una joven mujer fue a en-contrar al Buddha suplicándole que hi-ciera volver a la vida a su hijo muerto,el Buddha, en su compasión le dijo:“Tráeme un puñado de granos de mos-taza de una casa donde no haya habidouna muerte”. Después de una búsquedaen vano, la mujer volvió. El Buddha noera insensible. Le dijo que considerarael problema como un problema univer-sal, no como su propio problema. El pro-blema de la muerte es el de separarse delas cosas a las que estamos apegados, locual es una cosa universal. Si vivimoscon un despertar de mayor profundidad,de sensibilidad y de claridad, ahí estará

una determinada riqueza, una energía yuna inspiración inagotables, porque és-tas son las cualidades de una mente nue-va. La regeneración es una cosa magní-fica. Cuando la mente cambia, está lle-na de vitalidad, posee virtud y bondad.

No nos contentemos con mantener-nos en un nivel relativamente superfi-cial en la Sociedad Teosófica. Muchaspersonas reclaman la meditación –tal vezson personas ansiosas de vida espiritual.Pero, ¿qué entendemos por meditación?Como ha dicho Krishnamurti, no se tra-ta simplemente de sentarse con las pier-nas cruzadas, respirar, repetir algunasfórmulas. Se trata de un medio para unatransformación radical en nosotros mis-mos, aportando una energía, una inspi-ración y una comprensión abundantes.

(Naarden, julio 1990. Extraído deLE LOTUS BLEU, junio-julio 2006.)