VALENTINA FAVARÒ, MANFREDI MERLUZZIy GAETANO SABATINI

(eds.)

Fronteras

Procesos y prácticas de integración y conflictos

entre Europa y América (siglos XVI-XX)

FONDO DE CULTURA ECONÓMICAMÉXICO - ARGENTINA - BRASIL - COLOMBIA - CHILE - ECUADOR - ESPAÑA

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA - GUATEMALA - PERÚ - VENEZUELA

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Proceeeesos yyyy prácticas dddde intttegración yyyy confliiiicccctos

ennnnttttre EEEEuuuurrrrooooppppaaaa y AAAAmériccca (siglos XVI-XX)XX

© 2017, Valentina Favarò, Manfredi Merluzzi y Gaetano Sabatini (eds.)

D. R. © 2017, de la presente edición:FONDO DE CULTURA ECONÓMICA DE ESPAÑA, S.L.Vía de los Poblados, 17, 4º - 15; 28033 Madridwww.fondodeculturaeconomica.eseditor@fondodeculturaeconomica.es

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Diseño de portada: Leo G. NavarroIlustración de portada: Anónimo, Demostración de la danza de los indios,ca. 1780 © Museo de América

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ISBN: 978-84-375-0736-1Depósito Legal: M-43405-2016

Impreso en España

Favarò, Valentina, Manfredi Merluzzi y Gaetano Sabatini (editores)Fronteras. Procesos y prácticas de integración y

conflictos entre Europa y América (siglos XVI-XX) / ed. de Valentina Favarò, Manfredi Merluzzi, Gaetano Sabatini. –Madrid : FCE, Red Columnaria, 2017

702 p. : ilus. ; 23 x 17 cm – (Colec. Historia) ISBN: 978-84-375-0736-1

1. Europa – Historia – Fronteras – Siglos XVI-XX2. América – Historia – Fronteras – Siglos XVI-XXI. Merluzzi, Manfredi, ed. II. Sabatini, Gaetano, ed. III. Ser. IV. t.

LC F1410 Dewey 918 F537f

Primera edición, 2017

El presente trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación FIRB«Frontiere marittime nel Mediterraneo: quale permeabilità? Scambi, controllo, respingimenti (XVI-XXI secolo)» financiado por el MIUR.

Dipartimento degli Studi Umanisticiy Dipartimento di Filosofia, Comunicazione e Spettacolo

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Valentina Favarò, Manfredi Merlulululuzzi y GaGaGaetano SaSaSaSababababatininini (e(e(e(eds.).).).)

2017, , , dededede l l l la a a a prprprpresesesesenenenentetetete edición:O DE CULTULTULTULTURA ECONCONCONCONÓMICA DE ESPASPASPAÑA, S.L.L.L.L.

os Poblalalaladodododos, 17, 4 4 4 4º - 15; 28033 MaMaMaMadridndodeculululultutututuraecononononomica.esondodecucucucultltltlturaecocococononononomica.es

O DE CULTURA EEEECONCONÓMIÓMIÓMIÓMICACACACAde Picacho-Ajujujujuscscscsco,o,o,o, 22727; ; ; ; 141414737373738 8 8 8 CiCiCiCiudad de México

ndodeculturaeconomica.comcecertrtifificicadada a ISISO O 90900101:2:2000088

mérica – Historia – Fronteras – Siglos XVI-XXluzzi, Manfredi, ed. II. Sabatini, Gaetano, ed.

er. IV. t.

1410 DeDeDeDewey 918 8 8 8 F5F5F5F537f

nte trabajo o o o se enmnmnmnmarca dentro del prprprproyectototo de investigación n n n FIRBre marittitititimemememe nel M M M Mediterraraneneneo: quauauauale permememeabilità? Scambmbmbmbi,i,i,i,

respingimimimimenti (XVIXVIXVIXVI-XXIXXIXXIXXI sesesesecocococolo)»)»)» financiadadado por el MIUR.

Dipartimento degli Studi Umanisticiy Diy Diy Diy Dipartimenimento dto di Fii Filosolosofia,fia, Comunicazione e Spettacolo

SUMARIO

Introducción. M. MERLUZZI (Università Roma Tre) y G. SABA-TINI (Università Roma Tre) ......................................................... 11

1. Un espacio entre dos líneas. El Mediterráneo de cristianos ymusulmanes (siglos XV-XVIII). GIOVANNI RICCI (Universitàdi Ferrara) ................................................................................... 25

2. El Imperio de los Austrias españoles y el Atlántico: propuestapara una nueva historia. ALEJANDRA B. OSORIO (WellesleyCollege, Massachusetts)............................................................. 35

3. Historiografía e imaginario de las fronteras norteamericanas.MATTEO SANFILIPPO (Università della Tuscia) ........................ 55

4. El cuerpo como frontera: límites y porosidades en una misiónjesuita en El Chaco del siglo XVIII. MARTA PENHOS (Universi-dad de Buenos Aires) ................................................................. 71

5. En los confines de la «Immensa Monarchia». América, Caupo-licán y Sicilia. ROSSELLA CANCILA (Università di Palermo) .. 87

6. Contribuciones de las expediciones borbónicas al control ydefensa del Atlántico austral patagónico a finales del siglo XVIII.MARTÍN A. GENTINETTA (FFyH-UNC/CONICET) ..................... 103

7. Disputas territoriales, proyectos políticos y estrategias identi-tarias: los indios y los conflictos fronterizos ibéricos en el sur deAmérica (Río de la Plata, siglo XVIII). ELISA FRÜHAUF GAR-CIA (Departamento de Historia, Universidade Federal Flu-minense/FAPERJ).......................................................................... 123

8. El discurso de la ociosidad y su reflejo en las memorias de losvirreyes novohispanos. PATRICIO HIDALGO NUCHERA (Uni-versidad Autónoma de Madrid)................................................ 137

9. El confín visible a través de las fronteras. Representación ydeportación de los «migrantes» mexicanos a principios delsiglo XX. CLAUDIA BERNARDI (Università Roma Tre)............ 153

7

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espacio entre dos líneas. El Mediterráneo de cristianos ysulmanes (siglos XV-XVXV XVIII).I GIOVANNNNNNNNIII RRRRICCI (Università

Ferrara) .......................................................................................................................

Imperioioioio de lolololos AuAuAuAustririririas espspañañañañoleseseses y y y y el Atlántntnticicicico: prorororopupupupuestara una nuevavavava hisisisistotototoriririria. ALELELELEJANDRARARARA B. OSORIOOOO (Welelelellelelelesleyllege, M M M Massasasasachusetts).................................................................................

storiografafafafía e i i i imamamamagigigiginanananario dededede las f f fronteras norteamericanas.ATTEO SANANANANFIFIFIFILILILILIPPPPPPPPOOOO (U(U(U(Univeveversrsrsrsità dededella Tuscia) ........................ 5

cuerprpo o o cocococomomomomo f f frorontnterera:a: l l límímímímites y p p pororososidididadadadeses e en n ununununa a a a mimimimisisiónmimisuita a en El Chaco del siglglglglo XVIII. MARTA PENHOS (U(U(U(Univeversrsi-d dededede B B B Buenos Aires) ........................................................................... 7

los confines de la «Immensasasasa Monononarchiaiaiaia».».».». A A Amémémémériririricacacaca, Caupo-cán y y y y SiSiSiSicicicicililia.a.a.a. RRRROSOSOSOSSELLA CANANANCILA (Univeveveversitititità di P P P Palerererermo) .. 8

ntribubububucioneseses de las expedidididicioneseseses borororbónicacacacas s s s alalalal c c control yfensa dedededel Atlálálálántntntntico austral papapapatagógógógóninininico a f f f finaleseseses del siglglglglo XVIII.IIARTÍN A.A.A.A. GENENENENTITITITINETTAAAA ((((FFFFFFFFyH----UNUNUNUNC/COCOCONINININICETTTT) .) .) .) .................................

sputas territoririririalalalaleseseses, , , , prprprproyoyoyoyectos políticos y estrategias identi-rias: los indios y y los confnflictos f fronterizos ibéricos en el sur de

10. San Santiago de Belén. Un guerrero más allá de las fronte-ras. OLAYA SANFUENTES (Pontificia Universidad Católica deChile) ........................................................................................... 165

11. Infiernos deshabitados: fronteras ontológicas y estrategias detraducción en léxicos y vocabularios coloniales (los Andes,siglos XVI-XVII; Chile, siglos XVII-XVIII). EDUARDO VALEN-ZUELA (EHESS/Universidad de Chile) ....................................... 181

12. La aplicación de las reformas tridentinas en Sicilia: las fron-teras jurisdiccionales. FABRIZIO D’AVENIA (Università diPalermo) ...................................................................................... 195

13. Fronteras de rito: los arzobispos de Monreale y los católicos derito griego (siglos XVI-XVIII). DANIELE PALERMO (Universitàdi Palermo).................................................................................. 211

14. Alianzas, negociación y conflictos en las misiones de la fron-tera chaqueña durante el siglo XVIII. BENITA HERREROSCLERET DE LANGAVANT (Universidad de Cantabria)............. 241

15. Espacios, instituciones y agentes religiosos en los procesos elec-torales. Los partidos rurales de Buenos Aires a comienzos delsiglo XIX. MARÍA ELENA BARRAL (CONICET/Instituto Ravig-nani/UBA-UNLu), VICENTE AGUSTÍN GALIMBERTI (UNLu)....... 255

16. Antesala de la resignación. La frontera como espacio de esperapara los judíos expulsados (reinos de Castilla y Portugal, finalesdel siglo XV). ELISA CASELLI [CESIL-CONICET/GEI (EHESS)].... 269

17. Ideales y realidades de justicia, imperio y paz en la fronteramediterránea de la Monarquía Hispánica en el siglo XVI. JUANFRANCISCO PARDO MOLERO (Universitat de València) ......... 285

18. Fronteras extraeuropeas y diplomacia: la segunda expediciónde W. Raleigh a la Guayana y las negociaciones para un casa-miento anglo-español (1616-1624). VALENTINA CALDARI(University of Kent/Universidade do Porto).......................... 303

19. ¿Quién mató a Francisco de la Peña?: neurosis demoníaca yfronteras de justicia en la España del Antiguo Régimen.TOMÁS A. MANTECÓN (Universidad de Cantabria) ............... 321

20. Génova y su frontera marítima entre los siglos XVI y XVIII: defensa y control. EMILIANO BERI (Università di Genova).... 341

sumario8

Primeras (1-24) 16/12/2016 11:48 Página 8

ras jurisdiccionales. (Università dilermo) ......................................................................................

onteras dededede r r r ritititito:o:o: los a a a arzrzrzrzobispos dededede M M M Mononononrerererealalalale e e e y y y y los cacacacatótótólicos deto griego o o o (sigigigiglolololos XVXVXVXVI-XVXVXVXVIII).I DDDDANANIELELELELE PALERMOMOMOMO (Uninininiversità Palermomomomo)................................................................................................................ 2

ianzas, negociciciciación y y y y confnfnfnflilililictos e en las misiononononeseseses d d de e lalala f f f frorororon-ra chaququququeñeñeña dudududurarararantntntnte e e e el s s s siglo XVXVXVIII. BENITA HERREROSLERET DE LLLLANANANANGAGAGAGAVAVAVAVANTNTNTNT (Uninininiversidididad de Cantabria)............. 2

pacicios, ininininststststititititucucioionenes s y y agagenenenentes reliligigigiosososos e en n lolos s prprococococesesesesosososos elelelelec-rales.s. Los p p p partidos rurales de Buenos Aires a comienzos delglo XIXIXIXIXXXX.XX MARÍA ELENA BARARARARRAL (COCOCONICET/Instituto R R R Ravavavavig-ni/UBA-UNLu), VICENTE AGUGUGUGUSTÍNÍNÍN GALIMBEBEBEBERTRTRTRTIIII ((((UNUNUNUNLu)....... 2

tesasasasalalalala d d d de e e lalalala r r r resesesesignación. LaLaLaLa frontererera cocococomomomomo e e e espacioioioio de e e e esperara los j j j judíos exexexexpulsados (reininininos de Caststststililililla y y y y P P P Porororortugagagagal,l,l,l, f f f finales

siglo XVXV).XV EEEELISA CASELLI [CESILLLL-CONINININICETTTT////GEGEGEGEIIII ((((EHESS)]....

eales y rerererealalalalidadadadadeseseses de jujujujuststststicia, , , imimimimperio y y y y papapapaz enenenen l l l la a a a frfrfrfronteraditerránea d d d de e e e la Monarququququíaíaíaía H H H Hispánica en elelelel s s s sigigigiglolololo XVXVXVXVI.II JUAN

RANCISCO PARDODODODO MMMMOLOLOLOLERO (Universitat de València) .........

21. Las fronteras entre salud y enfermedad. La peste como factorde disgregación del tejido urbano (siglo XVII). RENATO SANSA(Università della Calabria) ........................................................ 353

22. Territorio frente a Estado. Nuevas fronteras y conflictos en laEspaña del siglo XVIII. MARÍA AMPARO LÓPEZ ARANDIA(Universidad de Extremadura).................................................. 365

23. Familias en la corte y Gobierno provincial. Patronazgo, in-fluencia y articulación de los territorios. Las provincias vascas(1700-1746). RAFAEL GUERRERO ELECALDE (Universidad delPaís Vasco) .................................................................................. 387

24. Extranjería y fronteras urbanas en el norte de España: ¿unaintegración conflictiva? SUSANA TRUCHUELO GARCÍA (Uni-versidad de Cantabria) ............................................................... 403

25. Servirse de la frontera: grupos sociales y estrategias transfron-terizas en los Países Bajos españoles (ca. 1580-ca. 1610). YVESJUNOT (Université de Valenciennes) ......................................... 417

26. La nobleza y la frontera. Entre los Países Bajos y Francia: lascasas nobiliarias Croÿ, Lalaing y Berlaymont en la segundamitad del siglo XVI. VIOLET SOEN [KU Leuven (Universityof Leuven)].................................................................................. 427

27. El «gran juego» del intercambio en el Mediterráneo y laRedenzione dei Captivi de Sicilia durante la Edad Moderna.ANTONINO GIUFFRIDA (Università di Palermo) ..................... 437

28. Reciprocidad económica y transferencias culturales en los pro-cesos de frontera: el caso de Guadalcázar (Nueva España) enel siglo XVII. JUAN CARLOS RUIZ GUADALAJARA (El Colegiode San Luis, A. C.) ..................................................................... 455

29. Entre Génova y Marsella: un espacio económico común, múl-tiples fronteras políticas (siglos XVII-XVIII). PAOLO CALCAGNO(Università di Genova) .............................................................. 499

30. Hierro vizcaíno/plata potosina: ferrones y empresarios vascosen la reconfiguración de un territorio americano (Río de laPlata, virreinato del Perú, 1700-1745). GRISELDA BEATRIZTARRAGÓ (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina/Universidad del País Vasco, España)........................................ 519

sumario 9

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700-1746). RAFAEL GUERRERO ELECALDE (Universidad delís Vasco) .................................................................................. 3

tranjería a a a y y y frfrfrfrononononterarararas s s s urbanas s s enenenen el nonononortrtrtrte e e e dededede Españañañaña: ¿unategracióióióión n n n confnfnfnflictctctctiva?a?a?a? SUSANANANANAAAA TRURURURUCHUELO GGGGARCÍAAAA (Uni-rsidad d d d de CaCaCaCantababababriririria)a)a)a) ............................................................................... 4

rvirse d d d de e e e la f f frorororontera:a: g g g grupopopopos socialalales y estrategigigigiasasasas t traransnsnsnsfrfrfrfrononon-rizas en l l l losososos Países BaBaBaBajojojojos espapapapañoles s (ca. 1580-ca. 1610). YVES

UNOT (Universrsrsrsitititité é é é dededede Valenciciciciennes)s)s) ......................................... 4

nobobleza y l l la frfrontera. EnEntre los PaPaPaísíses B Bajajos y F F F Francia: l: lassas nononobibibibililililiarararariaiaiaias s s s CrCrCrCroÿoÿoÿoÿ, LaLaLaLalalalalaininining y BeBeBeBerlrlrlrlayayayaymomomomontntntnt e e e en n n n lalalala s s s segegegegununundatad del siglo XVI. VIOLETTTT SOEN [KU Leuven (Universisisisity Leuven)].............................................................................................................. 4

«grgranananan j j j jueuegogogogo» » » » del intercamamamambio en e el l l l MeMeMeMediteteteterrrrrrrráneoeoeoeo y ladenzioioioione deieieiei Captivi de S S Sicilia d d d durananante la EdEdEdEdadadadad M M M Mododododerna.

NTONININININO GIUIUIUIUFFRIDA (Uninininiversitititità à à à di P P P Palermomomomo) ..................... 4

ciprocidadadadad e e e econónónónómimimimicacacaca y y y y transnsnsnsfefefeferencias cucucucultltltlturales e e e en n n n lolololos pro-sos de frontera:a:a:a: e e e el l l l cacacacasosososo d d d de e e e GuGuGuGuadalcázar (Nueva España) eniglo XVII. JUAN CARLOS RUIZ GUADALAJARA (El Colegio

S S L Luiuiui A A C.C.) .) .

31. Hombres de frontera, hombres sin fronteras. Trabajo maríti-mo y conflictos sociales en los barcos de la República deGénova en el siglo XVIII. Principios de investigación. LUCALO BASSO (Università di Genova) ............................................ 533

32. La fabricación de indianas en Barcelona durante el siglo XVIII:materia prima y producto elaborado entre el mercado medite-rráneo y el atlántico. ROBERTO ROSSI (Università di Salerno) .. 553

Epílogo. Entre Mediterráneo y América: reflexiones sobre las fron-teras. VALENTINA FAVARÒ (Università di Palermo).................. 569

Bibliografía......................................................................................... 585

Índice onomástico .............................................................................. 673

Índice general..................................................................................... 695

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s. VALENTINAVV FAVARÒAVAV (Università di Palermo).................. 5

grafía....................................................................................................................... 5

onomáststststico ................................................................................................................

generalalalal..................................................................................................................... 6

26. LA NOBLEZA Y LA FRONTERAENTRE LOS PAÍSES BAJOS Y FRANCIA:

LAS CASAS NOBILIARIAS CROŸ, LALAING Y BERLAYMONTEN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI

VIOLET SOENKU Leuven (University of Leuven)

Durante la Edad Moderna, la zona fronteriza entre los Países Bajos yFrancia se convirtió en el teatro de un importante enfrentamiento dinás-tico y territorial, mientras que las guerras civiles y religiosas de la segundamitad del siglo XVI atizaron también las tensiones con los vecinos ingleses,y más adelante con los holandeses en las nuevas fronteras confesionales.Sin embargo, ello no impidió una circulación constante de personas y bie-nes en este espacio conflictual; al contrario, los comercios transfronteri-zos prosperaron con Francia e Inglaterra.1 La presente contribución sepropone demostrar que incluso en estos tiempos de conflictos políticosy religiosos la nobleza se aprovechó de la ubicación de la región fronte-riza para maximizar sus propias oportunidades. Recurriendo en diferen-tes ocasiones a las instituciones locales y centrales para recibir privilegiosy cargos excepcionales en esta región, evitó las restricciones que solíanafectar a las relaciones transfronterizas.2

Hasta ahora la historiografía tocante a la frontera entre Francia y losPaíses Bajos se ha concentrado sobre todo en los aspectos de la guerra,la diplomacia y la ubicación de los límites en los siglos XV y XVI.3 EntreFrancia y los territorios de los príncipes borgoñones Habsburgo en losantiguos Países Bajos la delimitación cada vez más precisa se operabapor los tratados de paz de Arras (1482), de Senlis (1493), de Madrid(1526) y de Cambrai (1529).4 De hecho, hacia la segunda mitad del si-glo XVI, los estudios se focalizan en los tratados de Cateau-Cambrésis

427

1 JUNOT, 2012a y 2012b. Quiero agradecer cordialmente a César Manrique (Institutode Investigaciones Bibliográficas IIB-UNAM) su atenta relectura de esta contribución,haciéndole una empresa transatlántica.

2 BERTRAND y PLANAS, 2011, pp. 2-8.3 NORDMAN, 1998, pp. 27-28.4 BLOCKMANS, 1985, pp. 71-89; GUENÉE, 1986, pp. 11-13.

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KU Leuven (University of

e la Edadadadad d d d MoMoMoModedededernrnrnrna,a,a,a, la zona f f f frorororontererereriziziziza a a a enenenentre lolololos s s s Países Bse conononvivivivirtióióióió en n n n el teaeaeaeatro dede u u u un imimimimpopopoportante e e enfnfnfnfrentntntamamamamiento

erritoririririalal, mimimimientrtrtrtrasasasas q q q que las g g g guerrasasasas civiles y religigigigiosas dededede la sedel siglo o o o XVI atatatatizaron tambibibibiénénénén las t t tensiones con l los vecininininos iadelantetetete con l l l los holanananandeseseseses en lasasas nuevas frononononteteteteraras s cocococonfnfnfnfesbargo, ellllllllo o o o no i i i impmpmpmpididididióióióió una circulalalación constante de personas este espacicicicio o o o cocococonfnfnfnflilililictctctctual; al l l l contrararario, los comercios transfrospepepeperararararon con Francia e InInInInglaterererra.1 La presente contntntriririribue dedemoststststrar que ininclcluso en estos t tieiempos d de confnfnfnflilililictosos pososos la a a a nonononoblblblblezezezeza a a a sesesese a a a aprprprprovovovovecececechó de lalalala u u u ubibibibicacacacaciciciciónónónón d d d de e e e lalalala r r r regegegegióión

ara maximizar sus propias opopopoportunininidades. Recurriendo en diiones a las instituciones lolololocales y y y centraleleleles s s s papaparararara r r r rececececibir privi

os excepcionales en esta regegegegión, e e evitó l l l las r r r resesesestriciciciccionononones quea lalalalas s s s relalalalaciciciciononononeseseses transfronteteteterizas.s.2

sta ahahahahorororora la h h h historiografía totototocante e e e a lalalala fronterera a a a enenenentrtrtrtre e Franci Bajos s s s se ha c c c cononcentrado s s s sobre t t t todo enenenen losososos aspectos de la

macia y y y y la ubibibibicacacacación d d d de e e e los lílílílímimimimites enenenen los sigigigiglolololos s s s XVXVXVXV y XVIy los terrrrrrrrititititorioios dededede l l l los p p p príríríríncncncncipes borgogogogoñoñoñoñones HaHaHaHabsbsbsbsburgo

os Países Bajojojojos s s s lalalala d d delelelelimimimimititititación cada vez más precisa se optratados de papaz de Arras ( (1482),), de Senlis ( (1493),), de

(1559) y, sobre todo, de Vervins (1598).5 Estos tratados fijaron los límitesde las provincias de Artesia, Hainaut, Cambrai, Namur, Luxemburgo,Picardía y Champagne a ambos lados de la frontera. Por tanto, como haargumentado W. Zartman, es importante entender mejor las característi-cas de la vida cotidiana en estas borderlands, conociendo las formas enlas que los diferentes grupos sociales se adaptaban a la vida en una zonafronteriza y conflictual pero llena de oportunidades.6 José Javier RuizIbáñez ya ha mostrado cómo aunque los campesinos y los aldeanossufrían en gran medida la violencia de la guerra desarrollaron una con-ciencia profunda de la frontera. También Yves Junot y Marie Kervyn hansubrayado que las ciudades y los ciudadanos de esta región jugaban conlas identidades múltiples disponibles para mejorar sus intereses.7

El presente texto no puede ser más que un estudio preliminar sobrela relación de la nobleza con esta frontera, que se sumaría a las investi-gaciones en ejecución sobre la misma. Desde los tiempos medievales lanobleza constituyó un cuerpo social, por lo cual los cambios en la ubi-cación de los límites feudales eran de crucial importancia. En el sistemafeudal, el límite definía los lazos y obligaciones entre el señor y sus vasa-llos, y, de igual modo, los privilegios de la nobleza según el derecho con-suetudinario de estas regiones. Sin embargo, con la emergencia de los«estados (dichos) modernos» a finales del siglo XV, estos límites feudalesse convertirían gradualmente en fronteras políticas entre territorios deestados dinásticos, y en teatros de guerras territoriales donde las noble-zas tomaron partido. La historiografía ya establecía tres estrategias dife-rentes de adaptación nobiliaria en relación con las nuevas fronteras polí-ticas hacia el final de la época medieval: 1) preferir el servicio a unpríncipe solo e invertir en patrimonio (y esposas) en este conjunto polí-tico; 2) dividirse en diferentes ramas entre los estados involucrados o,por el contrario, 3) gestionar las propiedades a ambos lados de la fron-tera y negociar con dos príncipes a la vez.8 Las tres estrategias podíancoincidir incluso en las diferentes ramas de una misma casa nobiliariadurante esta época.9

En consecuencia, se requieren investigaciones más detalladas para lasegunda mitad del siglo XVI, con el fin de verificar si tales estrategias nobi-liarias utilizadas durante conflictos territoriales se modificaron en tiempos

violet soen428

5 GIRARD D’ALBASSIN, 1970; HAAN, 2010; LABOURDETTE, POUSSOU y VIGNAL, 2000;POTTER, 1993; REINBOLD, 2005; VÁZQUEZ DE PRADA, 2004.

6 ZARTMAN, 2010.7 JUNOT y KERVYN, 2014; RUIZ IBÁÑEZ, 2009 y 2011. A comparar con SAHLINS,

1989.8 COOLS, 1999, pp. 371-382; SPANGLER, 2011, pp. 131-154.9 SOEN y COOLS, 2014.

Caps. 21-28 (353-498) 16/12/2016 12:13 Página 428

ado que las ciudades y los ciudadanos de esta región jugabtidades múltiples disponibles para mejejejejororororar sus intereses.7resente tetetextxtxtxto o o o nononono p p p puede ser másásásás q q q que un estudidididio o o o preliminarión de l l la a a a nonononoblblblblezezezeza cocococon esta frorororonterererera,a,a,a, que se e e e sususumamamaríríríría a las

es en ejejejejececececucucucióióióión sosososobrbrbrbre e e e la misisisisma. DeDeDeDesde los titititiemememempos mememedieva constitititituyóyóyóyó un cuerpo sococococial, p por lo cual lososos cambibibibiosososos en de los lílílílímitetetetes s feudales erarararan de crururucial importatatatancia. EnEnEnEn el el límitititite e e e defifififinínínínía a a a lololos s s s lalalalazos y y y y obligagagaciones entre el l l l señor y su

de igual momomomodo, los s s s prprprprivilegegegegios de la nobleza según el derechoinario de estas regiones. SiSiSiSin emembababargo, con la emergenciaos (didididichchchchosososos) ) ) ) momomodedernrnosos» a a fifififinales dededel l sisiglglo o XVXVXV, , esestotototos s s s lílílílímimimimitetetetes fevertrtirirían gradualmente en fronteras políticas entre terrrritor

dinánánánáststststicicicicos, y en teatros d d d de guererrararas territititoriaiaialeleles dodododondndndnde e e e las maron partido. La historioioiografía y y ya establececececíaíaíaía t t t trerereres estrategia de adaptación nobiliaria enenenen relacióióión con n n n lalalalas nunununuevevevevasasasas fronterhacia a a a elelelel f f f fininininalalal d d d de la época medieievavaval: 1 1 1 1) ) prprprprefeririririr el seserviciope sololololo o o o e invevevevertrtrtir en patrimimimimonio ( ( ( (y y y y espopopoposas)s)s)s) e e e en n n este c c c conononjunt

divididididirse en n n n diferentes r r ramamamamas e e e entre los e e e eststststadadadados involucra contrararararioioioio, 3) g g g gestionar lasasasas propipipipiedadeseseses a ambmbmbmbos ladadadados de la negociar cocococon dodododos s s s prprprpríníníníncicicicipes a a a a lala vez.8 LaLaLaLas tres estststrarararategiasdir incluso enenenen l l l las diferenenenentetetetes ramas de unananana m m m misisisismamamama casa noe esta época.9

c cononsesecucuenencicia,a, s se e rereququieiereren n ininveveststigigacacioionenes s mámás s dedetatalllladadasas

de guerras civiles y religiosas.10 Esta situación afectó a la región fronte-riza desde el inicio de la década de 1560; a los dos lados de la frontera,con la presencia de un calvinismo militante en estas regiones, particular-mente en la Picardía, Cambrai y Flandes Gallicante, por lo que la posi-ción religiosa de las noblezas se dejaría sentir en el desarrollo del con-flicto religioso, base de las guerras civiles en Flandes y Francia.11 Desde1594 estos se entretejían con un enfrentamiento dinástico y territorialentre España y Francia, con los asedios de Cambrai y Amiens antes dela conclusión de la paz de Vervins en 1598.12 Los tres ejemplos que tra-tamos aquí –las familias de Croÿ, Lalaing y Berlaymont– ofrecen unbuen prospecto de dicho campo para evaluar la diversidad de las accio-nes de estas familias nobiliarias, con propiedades ancestrales en la zonafronteriza, y sus estrategias para servirse de su ubicación fronteriza ymaximizar así sus oportunidades durante la guerra de Flandes.

1. Los Croÿ

Hacia 1560, la familia Croÿ pertenecía a la aristocracia de los antiguosPaíses Bajos y Francia a la vez.13 Su origen territorial estaba vinculadocon el señorío Crouy-Saint-Pierre, en la región fronteriza de la Picardía,bordeando el canal de la Mancha, terre de bataille entre Francia, Inglate-rra y Borgoña durante la guerra de los Cien Años. Asimismo, la familiatambién se hallaba presente en la cercana provincia de Champagne, enFrancia, y hasta 1515 tuvo allí su castillo y un cementerio dinástico en elcondado de Château-Porcien. Por otra parte de la frontera, acumulaba tie-rras y cargos en las provincias fronterizas de Hainaut, Artesia y Namur.Así, los miembros de las diferentes ramas de la Casa de Croÿ gozarondurante mucho tiempo de prácticamente un monopolio sobre losGobiernos y tropas de Hainaut y Artesia, y los obispados de Cambrai,Thérouanne y Tournai. No obstante su apoyo a los duques de Borgoñadesde el inicio del siglo XV, los Croÿ mantenían sus contactos de vasa-llaje y patronazgo con el rey de Francia por sus propiedades ubicadas enel reino, aunque a veces esto les reportó el exilio y la confiscación.14

Sin embargo, hacia 1555-1556, las disputas y pleitos legales sobreparte de la herencia francesa del famoso señor de Chièvres, Guillaumede Croÿ, consejero principal del joven emperador Carlos V, causaron

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10 POLLMANN, 2011; VAN NIEROP, 1995.11 ARNADE, 2008; SOEN, 2008; VAN NIEROP, 1991.12 DESCIMON y RUIZ IBÁÑEZ, 2005; PARKER, 1990; RUIZ IBÁÑEZ, 1999.13 BORN, 1981; MARTIN [1980], 2001.14 PARAVICINI, 1978; SOEN, 2012a, pp. 97-123.

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rospecto de dicho campo para evaluar la diversidad de las estas familias nobiliarias, con propipipipiededededadadadeses ancestrales en riza, y sus esesesestrtrtrtratatatategegegegias para servivivivirsrsrsrse de su ububububicicicicacacacación fronte

zar así susususus opopopoporororortuninininidades dudududurarante e e e lalalala guerrrrrrrra a a a de F F F Flalalalandes.

Croÿ

1560, la f f f famamamamilia Crorororoÿ ÿ ÿ ÿ pertrtrtrtenecíaía a la aristocracia de los an Bajos y Franciaia a la vez.131313 Su oriririgen territorial estaba vin

eñororororíoíoíoío C C C Crorororouyuy-S-Saiaintnt-P-Pieierrrrrrrre, en lalala r regegióión n frfrononteteririririzazazaza d d d de e e e lalalala Pndo o el canal de la Mancha, terre de bataille entre Francicia, I

Borgrgrgoñoñoñoña a dudududurante lalala guerra de los C C Cieieien AñAñAños. AsAsAsimimimimisisisismomomomo, lan se hallaba presente en l l la cercananana provincicicicia a a a dedede Champaga, y hasta 1515 tuvo allí sususu castillo o o y ununun c c c cememememenenenenteteteteririririo o o o dinástico dededede C C C Châhâhâhâteteteteauauauau-P-P-P-Porcien. Por r r r otra p parte d d d de la f f f fronterererera, a a a acumulaargogogogos s s s en las p p p provincias frononononterizazazazas dededede Haiaiaiainanananautututut, ArArtetetetesia y Na miembmbmbmbros de las diferenenenentes raramamamamas dededede la CaCaCaCasasasa d d d de Croÿ g

e muchchchcho tiemememempo de prprprprácácácácticacacacamemente e e e un m m m monopopopopololololio sobnos y tropopopopas d d d de e e e HaHaHaHaininininauauauaut y ArArArArtesia, y l l l losososos obibibibispadadadadosososos de Caanne y Touououournrnrnrnaiaiaiai. No obsbsbsbstatatatantntntnte su apoyo a l l l losososos d d d duquques de B

el inicio del siglo XV, los Croÿ mantenían sus contactos dpapatrtrononazazgogo c conon e el l rerey y dede F Frarancnciaia p poror s susus p proropipiededadadeses u ubibicaca

una separación de facto de la casa en una «rama francesa» y en una «ramaHabsburgo», aunque esta última retuvo unas tierras en Francia.15 Ya en1561, el patriarca de la «rama francesa», Antoine, obtuvo del rey de Fran-cia la elevación del condado a principado de Château-Porcien, superandoen jerarquía a su pariente el duque de Aarschot con el título nobiliariomás alto de todos los Países Bajos. A primera vista, la «vieja» táctica nobi-liaria de dividirse en diferentes ramas entre los estados involucrados con-tinuaba también durante la segunda mitad del siglo XVI. Sin embargo, sepuede constatar que las dos ramas mantuvieron sus contactos transfron-terizos en este nuevo orden, intercambiando regalos, caballos y halcones.

En el transcurso de las guerras religiosas, una división confesional ibaa superponerse a esta división geográfica: el príncipe de Porcien se con-virtió al protestantismo, sirviendo a la causa calvinista del príncipe deCondé en Champagne y Picardía, mientras que el duque de Aarschotsirvió como jefe de la facción católica a la corte de Bruselas.16 Esta divi-sión confesional no impidió que los familiares siguieran en contacto, ytodo parece indicar que la separación en ambas ramas nunca se tornódefinitiva. La muerte prematura en el campo de batalla del protestanteAntoine de Croÿ-Porcien en 1567, sin dejar herederos, nos impide estu-diar al detalle el impacto de esta separación geográfica y confesional, queno duró más de quince años. De hecho, Aarschot reclamó enseguida laherencia de Porcien, lo que trajo consigo una serie de litigaciones ante elParlamento de París, y de intervenciones diplomáticas del embajador deFelipe II ante el rey de Francia para que pudiera tomar posesión de estaherencia. Una vez contenida la escisión por la muerte del pariente calvi-nista, el prestigio de la casa se superponía sobre las desventajas de ges-tionar su patrimonio a ambos lados de las fronteras políticas.17 En suma,la Casa Croÿ había intentado la vieja táctica de dividirse en diferentesramas entre los estados involucrados hacia 1555-1556 (táctica 2). Des-

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15 Par partage faict à Cambray, le 26 octobre 1556, entre messire Phelippes de Croy,duc d’Arschot, d’une part, et messire Charles de Croy, comte de Senighem, d’autre, lesterres qui s’ensuivent demeurent aud. comte de Senighem, 26 de octubre de 1556,Bibliothèque Nationale de France (en adelante, BnF) Ms. Fr. 4727, f. 108; SOEN, TheChièvres legacy (en prensa).

16 DELABORDE, 1896, pp. 7-10; NEUSCHEL, 1989; SOEN, 2012a, pp. 97-109.17 Factum. Pour Madame la Duchesse de Guyseayont les droicts cedez de defunct

monsieur le Prince de Portien son premier mary, demanderesse au principe & defende-resse à l’entherinement d’unes lettres royaux de rescision, d’une part contre Messire Phi-lippes de Croy, Duc d’Ascot defendeur au principal & demandeur à l’entherinement des-dictes lettres Royaux de rescision, d’autre, s.d., s.l. [1572], BnF 4-FM-14869, y otraedición en BnF 4-FM-14870; Mémoire de ce que Jan Baptiste de Tassis supplie et requiertde la part du Roy Catholicque... d’estre pourveu pour la conservation des droitz du Ducd’Arschot, Archives Nationales, París (en adelante, AN) J 768 52/12.

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l transcurso de las guerras religiosas, una división confesionrponerse a esta división geográfica: el prprprpríníníníncipepepepe de Porcien l protestatatatantntntntisisisismomomomo, , , , sirviendo a lalalala causa calvivivivininininiststststa a a del prínen Chahahahampmpmpmpagagagagnenenene y P P P Picardía, m m m mientntntntrarararas que elelelel duququququeueueue de Aaomo jejejejefefefefe de e e e la f f f facacacacciciciciónónónón católólólólica a lalalala corte de BrBrBrBruselelelasasasas.16 Es

onfesiononal n n no o o o impipidió que e los famimimimiliares siguiuiererereran en n n n contarece inininindicar r r r que la separarararación en ambas ramamamamas nununununca sva. La m m m muertrtrtrte e e e prprprpremememematatatatura en el cacacampo de batalalalallalala d d delelelel protee de Croÿ-ÿ-ÿ-ÿ-Porcien n n n enenenen 1565656567, sin d d dejar herederos, nos impidedetalle el impacto de esta s s s separacación geográfica y confesionó mámámámás s s s dededede q q q quiuiuincnce e añañosos. . DeDeDeDe hechohoho, , AaAarsrschchotot r recececlalalalamómómómó e e e ensnsegia de e Porcien, lo que trajo consigo una serie de litigacioiones entotototo d d d de PaPaPaParís, y d d de ininintervenenenencioneseses d d dipipiplololomátititicas dedededel l l l emememembaja

II ante el rey de Francia p p p para que e e pudiera totototomamamamar posesiónia. Una vez contenida la escscscscisión n por lalalala m m mueueueuertrtrtrte e e e dedededel l l l paparientel prprprpresesesestitititigigigigio o o o dededede la casa se susususuperponononía sobobobobrererere las d d d desesesesveveveventntntntajasu papapapatrtrtrtrimonioioioio a ambos ladadadados de lalalalas frfrfrfrononononterarararas s s s políticacacacas.17 EnCroÿoÿoÿoÿ habíaíaíaía intentado la a a a vieja tátátátácticicicica de d d d divivivivididididiririrse en dife

entre lolololos estatatatadodododos involululucrcrcrcradosososos hacia 1 1 1 1555-5-5-5-15151556 ( ( ( (tátátátáctica 2)

r partage faict à Cambray, le 26 octobre 1556, entre messire Phelippesscschohot,t, d d’u’unene p parart,t, e et t memessssirire e ChChararleles s dede C Croroy,y, c comomtete d de e SeSeninighghemem d’d’

pués, incitada por las leyes imprevisibles de la biología, continuó gestio-nando las propiedades a los dos lados de la frontera (táctica 3). Con todo,puede ser que esas tácticas se inscribieran en la longue durée de estas fami-lias transregionales.18

2. Los Lalaing

Sin embargo, había otras noblezas «de frontera» que aprovecharon lascircunstancias imprevistas y caprichosas de las guerras civiles y religio-sas para perseguir nuevos objetivos. La familia de los Lalaing puede ser-vir como ejemplo de nobleza con una francofilia «emergente» durante laguerra de Flandes, y una voluntad de hacer alianzas con los franceses alotro lado de la frontera. Como los Croÿ, la familia de los Lalaing se ori-ginó en las zonas fronterizas de Hainaut y Artesia, y tuvo cargos y tropasimportantes en esta región durante todo el siglo XVI. En contraste con losCroÿ, no poseían ni tierras ni cargos reseñables en el Reino de Francia.Cuando en 1574 el nuevo conde Felipe de Lalaing obtuvo el Grand Bai-llage de Hainaut, la familia ocupó la primera página de la política en losPaíses Bajos, al conseguir el cargo «favorito» de la familia asumido ante-riormente por algunos patriarcas al servicio de los príncipes borgoñonesde la Casa de Habsburgo, alternando con los Croÿ en esta función.19

No obstante, desde 1576, con la famosa Pacificación de Gante, el linajenoble de los Lalaing apoyó el nuevo régimen de los Estados Generalesinsurgentes contra Felipe II, rey de España. Aunque los Lalaing conocíanbien la lengua, las costumbres y la cultura castellana, les irritaba la pre-sencia de los «furiosos» soldados españoles en los Países Bajos, y aspira-ban a destinos más importantes para las tropas «nativas o locales» de susprovincias francófonas, llamadas las «tropas valonas». Durante el régi-men rebelde, el conde de Lalaing guardaba, por un lado, sus cargos enHainaut, y por otro ostentaba el de capitán general de las tropas valonas,una posición a la que aspiraba desde antes pero que no había recibido delrey.20 Su hermanastro menor, Emmanuel-Philibert, barón de Montigny,también ocupó cargos sobre la infantería valona. De hecho, con el nuevorégimen los hermanos Lalaing controlaban el gobierno y las tropas en la zona fronteriza, ostentando cargos que provocaban la envidia de losCroÿ, acostumbrados a ser los principales nobles en la región.

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18 SPANGLER, op. cit., pp. 131-151.19 BORN, 1986, passim; BRASSART, 1879, passim; sobre las diferentes ramas de los

Lalaing, Lalaing-Hoogstraten y Lalaing-Rennenberg, véase SOEN, 2011c.20 Felipe de Croÿ a Felipe de Lalaing, 15 de enero de 1576, Archives Municipales,

Douai (en adelante, AMD), Lalaing, B 295/VII.

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ra perseguir nuevos objetivos. La familia de los Lalaing puemo ejemplo de nobleza con una francocofifififililia a a a «emergente» du de Flandes,s,s,s, y y y y u u u unananana voluntad de h h h hacacacacer alianzas cocococon los fran

ado de la frfrfrfrononononteteteterararara. CoCoCoComo los C C C Croÿ,ÿ,ÿ,ÿ, l l l la a a a fafafafamimimimililililia a a a de losososos Lalainglas zonanananas frfrfrfronteteteteriririzazazazas s s s de Haiaiaiainautut y y y y Artesia, y tutututuvo c c c carararargos y

antes enen esta a a a región durantetetete todo o el siglo XVI. EnEnEnEn contrtrtrtrasteno poseíeíeíeían n n n ni tierras ni carararargos rerereseñables en elelelel Reinononono de Fr

do en 1574747474 el nunununuevevevevo o o o cocococonde Felipe de Lalaing obobobobtuvo el l l GrGrGrGran Hainautututut, lalalala famililililiaiaiaia ocupópópópó la primimimera página de la política

Bajos, al conseguir el cargo o o o «favorororito» de la familia asumidonte popopopor r r r alalalalgugugugunonos s papatrtriaiarcrcasasasas al servrvrvicicioio d de e lolos s prpríníníncicicicipepepepes s s s boboboborg

Casa de Habsburgo, alternando con los Croÿ en esta fununci obstatatatantntntnte, d d d desdedede 1576, con l l l la famomomosa P P Pacififificicicacióióión dededede G G G Ganananante, de los Lalaing apoyó el nunununuevo rérérégimen dede l l l losososos Estados Genentes contra Felipe II, rey dededede Españañaña. Aununununquququque e e e lolololos LaLaLaLalaing co

lengngngnguauauaua, , , , lalalalas s s s cocococostumbres y la cultltururura cacacacastelelelellalalalana, leleleles iriririrritaba de los s s s «furiososososos» soldados s s españoñoñoñoles enenenen losososos P P P Paíaíaíaíses BaBaBaBajos, ydestinosososos más i i i importantes p p p para lalas s s s tropopopopas «nanananatitititivavavas o locales»cias frarararancncncncófononononas, llamadasasasas las « « « «tropasasasas valononononas». D D D Dururururantebelde, el l l l cocococondndndnde e e e dededede L L L Lalalalalaiaiaiaing g g g guauauauardaba, p p p porororor un lalalaladodododo, sus cat, y por otrtrtro o o o osososostentaba elelelel d d d de capitán generarararal l l l dededede l l l las tropas va

sición a la que aspipipipirababababa desde antes pero que no había recibSuSu h herermamananaststroro m menenoror EmEmmamanunuelel-P-Phihililibebertrt babarórón n dede M Monon

Esta ubicación fronteriza de los Lalaing era importante para su perfilen el nuevo régimen de los Estados Generales, donde se manifestaron enel plan religioso y militar cada vez más malcontents, utilizando su pro-pio nombre de batalla.21 Como católicos convencidos, actuaron contralas medidas de tolerancia del príncipe de Orange. Pero aún más impor-tante fue la oposición mostrada al tratado de alianza con la reina inglesaElizabeth I, del 7 enero de 1578.22 Los Lalaing preferían una alianza con(o al menos el apoyo de) los franceses, otorgando más credibilidad a susofertas de ayuda. Esta lucha entre «francófilos» y «anglófilos» no eranueva en el contexto de las noblezas en los Países Bajos, pero se exasperócon la guerra de Flandes. Así, los hermanos Lalaing se mostraban muyinteresados en las proposiciones de ayuda militar de François d’Alençon,futuro duque de Anjou y hermano del rey de Francia, Henri III.23 Así,presionaron a los estados provinciales de Hainaut para aceptar la ayudad’Alençon el 7 de mayo de 1578, quien haría su entrada en la capital deMons (Bergen) el 12 de julio.24 Allí se precipitaron también los Croÿ conel fin de vigilar esta nueva alianza con los franceses e impedir que suscompetidores no se aprovecharan demasiado de las nuevas redes trans-fronterizas.

La nueva orientación «francófila» de los Lalaing fue inesperada, lla-mando profundamente la atención del embajador español en París, JuanVargas Mexía, quien también sospechaba de estas alianzas transfronteri-zas. De hecho, quería convencer al rey de que el problema de los recal-citrantes Lalaing no se situaba en el campo de la religión, sino en el delas facciones entre los Grandes, y de que tenía que aprovechar la divisióncreciente entre Orange, los Croÿ y los Lalaing. El embajador envió alconde de Lalaing primeramente a un teatino, y luego a unos jesuitas deParís, con el fin de convencerle para que se reconciliase con el rey y dehacer desistir a Anjou y a Orange.25 Enseguida un enviado papal solicitóal papa que escribiera al conde con el objeto de reconciliarse con el ReyCatólico. Al final, Eleonora de Montmorency, la condesa viuda deLalaing-Hoogstraten, se dirigió de París hacia Mons para convencerle.26Fue así como las redes nobiliarias entre París y Hainaut se conjugaron

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21 JANSSENS, 1993, pp. 251-278; SOEN, 2011b, pp. 135-149.22 GIRY-DELOISON, 1999, passim.23 DUQUENNE, 1998, pp. 15-17; HOLT, 1986, p. 98; MULLER y DIEGERICK, 1889-1899,

vol. I, p. 96.24 HOLT, op. cit., p. 103; Juan de Vargas Mexia a Felipe II, 2 de agosto de 1578,

Archivo General de Simancas (en adelante, AGS) K, 1549, núm. 22.25 Juan de Vargas Mexia a Don Juan, 16 de agosto de 1578, AGS K, 1546, núm. 82

(copia); Juan de Vargas Mexia a Felipe II, 29 de agosto de 1578, AGS K, 1546, núm. 89.26 Juan de Vargas Mexia a Felipe II, 6 de enero de 1579, AGS K, 1552, núm. 20.

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guerra de Flandes. Así, los hermanos Lalaing se mostrabandos en las proposiciones de ayuda mimililililitatatar r de François d’Al

duque de AnAnAnAnjojojojou u u u y y y y hermano dedededel l l l rerey de Francncncnciaiaiaia, , , , Henri III.naron a lolololos esesesestatatatadodododos prprprprovincialalalaleses de HaHaHaHaininininaut t t t papapapara a a a acecececeptar la çon el 7 7 7 7 de mamamamayoyoyoyo de e e e 1578, ququququien n hahahaharía su entntntntrarararada e en n n n la capBergenen) el 1 1 1 12 de jululululio.24 AlAlAlAllílílílí se prprprecipitaron tamamamambién l l l los Croe vigilalalalar estatatata nueva aliananananzazazaza conon los franceseseseses e impededededir qidores n n n no se a a a aprprprprovovovovececececharararan demamamasiado de las nuevas rede

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desistir a a a a Anjouououou y a Orangngngnge.25 EnEnEnEnseguidididida unununun e e enviadodododo papalque escrcrcrcribibibibiera a a a al l l l cocococondndndnde e e con n n n elelelel objeto dededede reconcicicicililililiararararse con

co. Al finalalalal, ElElElEleonora d d d de e e e Montmorency,y,y,y, l l l la a a a cocococondesa vig-Hoogstraten, se didididiririririgió de París hacia Mons para convenc

cocomomo l lasas r rededeses n nobobililiaiaririasas e entntrere P Pararísís y y H Haiainanautut s se e coconjnj

para influenciar sobre la decisión en Mons. Las maniobras de los her-manos Lalaing en la primavera de 1579 los convirtieron en los principa-les apoyos nobiliarios que tenían los españoles en la reconciliación de lasprovincias valonas en su totalidad. Los dos hermanos iban a sucederseen el cargo de Grand Bailli de Hainaut, e incluso recibieron nuevospuestos en los consejos de Bruselas y en el Ejército de los Habsburgo,así como mercedes, títulos y honores. Por lo tanto, la capacidad de atraerde forma temporal a los franceses en Hainaut, hizo, paradójicamente, quelos Lalaing fueran vasallos a los que los Habsburgo mantuvieron recom-pensados durante el resto del conflicto. Aquí los Lalaing aprovecharonel hecho de que los soberanos tenían que frecuentar y reconciliar susnoblezas de frontera para evitar rebeliones o ayudas del extranjero, enlugar de castigarles por traición o delito de lesa majestad como conse-cuencia de sus acciones rebeldes y sus alianzas con el enemigo.27

3. Los Berlaymont

Finalmente, podemos citar el ejemplo de los Berlaymont como una fami-lia que tuvo éxito en consolidarse «guardando la frontera» durante la gue-rra de Flandes, y que se vería recompensada por la lealtad ofrecida a losHabsburgo durante este conflicto.28 La familia surgió alrededor del seño-río de Berlaymont, que incluía el título hereditario de bouteiller du comtéde Hainaut. En el siglo XVI fue Carlos de Berlaymont (1510-1578) quienpudo claramente ascender en la jerarquía nobiliaria a causa de sus servi-cios para los Habsburgo en las guerras contra Francia. Obtuvo el impor-tante triunfo Habsburgo de 1553 en Longwy, pero sus señoríos fuerondestruidos varias veces por tropas francesas. Para recompensar sus ser-vicios y sus gastos, el Emperador lo nombró gobernador de la provinciafronteriza de Namur, donde también poseía algunos señoríos, y se leconfío una banded’ordonnance, las tropas en activo del poder central.Cuando los franceses destruyeron la fortaleza de Mariembourg en 1555,el Emperador le ordenó la construcción de una nueva ciudadela fronte-riza en Charlemont. Así, su servicio a Carlos V le redituaba todo el pres-tigio posible en esta región fronteriza: un cargo de gobernador, decomandante sobre tropas en activo y de una fortaleza defensiva. Con laascensión de Felipe II, Carlos de Berlaymont también logró obtener car-gos en la administración en Bruselas, como presidente del Consejo de

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27 POTTER, op. cit., pp. 8-13; SOEN, 2012b, pp. 135-138.28 Esto no significaba que los Berlaymont no criticaran algunos puntos del estilo de

gobierno de Madrid. JANSSENS, 1998; SOEN, 2011a, pp. 20-38.

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ho de que los soberanos tenían que frecuentar y reconcilas de frontera para evitar rebeliones o o o o ayayayayudas del extranj

de castigarlrlrlrleseseses p p p porororor t t t trararaición o dededelilililitotototo de lesa majajajajesesesestad comode sus a a a accioioioionenenenes rebebebebeldes y s s s susususus aliananananzas cococon n n n el enenenenemigo.27

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Flandndndndeseseses, , , y y y y ququque e sese v vereríaía r rececececompensnsnsadada a popor r lala l leaeaealtltltltadadadad o o o ofrfrfrfrecidburgo o durante este conflicto.28 La familia surgió alrededodor de Berlalalalaymymymymont, que i i inclululuía el l l título h h h heredededitititarioioio d d de boboboboututeieieieillllllllerererer du naut. En el siglo XVI fue CaCaCaCarlos d d de Berlaymomomomontntntnt ( ( ( (1510-1578)laramente ascender en la j j jerarququíaíaía nobobobililililiaiaiaiariririria a a a a a a a caususususa de sus

ara lolololos s s s HaHaHaHabsbsbsbsbubububurgrgrgo en las gueueueuerras c c contra a a a Franananancia. O O O Obtbtbtbtuvuvuvuvo eliunfnfnfnfo o o o Habsbubububurgo de 1553 3 3 3 en Lonononongwgwgwgwy, perererero o o o sus seseseseñoñoñoñoríos

idos vararararias veveveveces por tropasasasas francncncncesasasasas. Parararara r r r recececompensar s y sus gasasasastos, e e e el l l l Emperadodododor lo n n n nomomomombró ó ó ó gobebebebernrnrnrnador d d d de la proriza de NaNaNaNamur,r,r, d d d donononondededede tambibibibiénénénén poseía a a a alalgunos seseseseñoñoñoñoríos, una bandedededed’o’o’o’ordrdrdrdonnancncncnceeee, lalalalas tropas en acacacactitititivovovovo d d d delelelel poder

do los franceses destruyeron la fortaleza de Mariembourg eereradadoror l le e orordedenónó l la a coconsnstrtrucucciciónón d de e ununa a nunueveva a ciciududadadelela a

Finanzas. Por lo tanto, sin ser uno de los Grandes de las 17 provincias,tuvo un papel principal al inicio de la guerra de Flandes como la manoderecha de la gobernadora Margarita de Austria.29

Durante la guerra de Flandes, y a diferencia de los Croÿ y los Lalaing,Carlos de Berlaymont y sus diez hijos permanecieron leales, con unaestrategia clara de ocupar los cargos de los renegados, sobre todo enNamur y Hainaut. Con su lealtad extendida querían obtener una seriede favores y mercedes para asegurar su posterioridad. Lo más impor-tante era el título de conde, que Berlaymont recibió en 1574, permitién-dole medirse finalmente con los Grandes. El duque de Alba, por suparte, le otorgó además el prestigioso título de grand veneur del Bra-bante, Namur y Flandes, anhelado por los Croÿ (y quizá otorgado aBerlaymont para fastidiarlos). En este tiempo, el hijo mayor de Berlay-mont pudo conseguir el gobierno de Charlemont, y más tarde, recibió elpuesto de gobierno de Frisia, el de Holanda de forma temporal, y elgobierno sobre 400 soldados valones.30 Con el apoyo de Alba, el cuartohijo de Berlaymont obtuvo el arzobispado de Cambrai, aunque no cum-plió con las condiciones impuestas por el Concilio de Trento. De estaforma, uno de los Berlaymont accedió a un puesto que durante décadashabía pertenecido a uno de los Croÿ.31 En su testamento de principiosde 1576, el gobernador general Requesens otorgó al conde de Berlay-mont la superintendance des affaires, para que continuara su gobiernogeneral como interino, algo que los Croÿ impidieron inmediatamente.32De hecho, y cada vez más, los Berlaymont irían ganando terreno sobrelos Croÿ en la región fronteriza y en la política general de las diecisieteprovincias.

Esta estrategia quedó aún más clara con la llegada de don Juan deAustria como gobernador general desde finales de 1576. Cuando este seapoderó de la ciudadela de Namur en julio de 1577, recibió el apoyo desu gobernador Berlaymont. El conde era uno de los pocos seguidores dedon Juan en esta empresa, y prestaba sumas importantes de su propiopatrimonio para que el gobernador pudiera relanzar la ofensiva Habs-burgo en nombre del rey.33 A cambio de este apoyo político, moral y

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29 SOEN, ibid.30 Instrucción de Hierges por el gobierno de Frisia, Overijssel, Groningen y Lingen,

Archives Générales du Royaume, Bruselas (en adelante, AGR) Aud, 785, ff. 56-64.31 Louis de Berlaymont a Alba, 16 de septiembre de 1574, Archivo de los Duques de

Alba, Palacio de Liria, Madrid, (en adelante, ADA), caja 31, núm. 28.32 Berlaymont a Granvelle, 5 de marzo de 1576, Instituto Valencia de Don Juan,

Madrid (en adelante, IVDJ), envío 68, doc. 22 (original); Granvelle a Felipe II, 11 de abrilde 1576, AGS E, 928, f. 213 (original); Berlaymont a Alba, 1 de abril de 1576, ADA, caja46, núm. 54 (original); SOEN, 2011e, p. 23.

33 Cuenta de la Contaduría Mayor, 4 de septiembre de 1577, AGS CMC, 2aE, f. 44.

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e otorgó además el prestigioso título de grand veneur de Namur y Flandes, anhelado por los C Crorororoÿ ÿ ÿ ÿ (y quizá otorgmont para a a fafafafaststststididididiaiaiaiarlrlrlrlos). En estetetete t t t tieieieiempo, el hihihihijojojojo m m m mayor de udo consnsnsnseguiuiuiuir elelelel gobobobobierno dededede C Charlrlrlrlemememont,t,t,t, y y y y másásásás t t t tarde, re de gobibibibiernononono de e e e FrFrFrFrisisisisia, el d d d de HoHoHoHolanda de f f f fororororma t t t tememememporano sobrere 400000000 soldadadadadododos valolololones.30 Con el apoyoyoyoyo de AlAlAlAlbabababa, elBerlayayayaymontntntnt obtuvo el arzrzrzrzobispapapado de Cambmbrarararai, aunquququque no

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financiero, sus hijos podrían ocupar los cargos de los renegados queoptaron por el partido de los Estados Generales. Los hijos, de hecho,accedieron a los cargos de Charlemont y Mariembourg, las dos ciudade-las de la frontera. El primer hijo, señor de Hierges, accedió provisional-mente al cargo de maestro de la artillería, y guardaba de modo temporalel gobierno de Holanda y de Namur después de la muerte de su padreen 1578.34 Aun cuando los Lalaing y los Croÿ se reconciliaron con elRey Católico, los Berlaymont quedaron fuera de toda sospecha y reci-bieron muchas mercedes. No obstante, los cargos militares les costaríantarde o temprano a los hijos de Berlaymont, por lo que finalmente seríael quinto hijo, Floris, quien continuaría con el título de conde elgobierno de Namur y el de Luxemburgo durante el mando de los archi-duques. Así, los Berlaymont consolidaron claramente su presencia yprestigio en la región fronteriza, al no asociarse con la rebelión ni pactaralianzas transfronterizas.

4. Conclusión

La frontera sirvió como lugar de construcción del dialogo político entreel soberano y sus sujetos o, en términos más feudales, entre el señor y susvasallos. Sobre todo, esta última interpretación importa para las noblezas,dispuestas a brindar ayuda y consejo a su soberano en tiempos de paz yguerra. En este imaginario feudal y político a la vez, el rey de Españaquiere que los «naturales» de sus respectivos países permanezcan dentrode su territorio y de sus límites, con una nobleza que custodie la fron-tera del (archi)enemigo.35 En la práctica, con una frontera siempre ines-table, este deseo de «domesticar» a las noblezas era difícil de realizar, delo cual Felipe II era bien consciente. Por eso, el rey desconfiaba particu-larmente de sus «noblezas de frontera» al sur de los Países Bajos, sobretodo cuando estas formaban alianzas con los franceses o alimentaban vie-jos intereses francófilos en dicha región. Este análisis ha mostrado que lasdudas y sospechas del soberano no carecían de sustento, especialmenteen tiempos de guerras civiles y religiosas. En el sistema de monarquíaspolicéntricas era importante generar fuerzas centrípetas para mantenerlos delicados equilibrios.36

Sin embargo, los conflictos entre el rey y sus noblezas en la zona fron-teriza abrieron para estas últimas unos márgenes considerables de acción.

la nobleza y la frontera entre los países bajos y francia… 435

34 Hierges como consejero de Estado, 2 de septiembre de 1577, AGR Aud, 805, f. 3.35 HERZOG, 2011b, pp. 21-31.36 CARDIM et al., 2012, passim; VERMEIR, 2012, passim.

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nto hijo, Floris, quien continuaría con el título de conno de Namur y el de Luxemburgo dururururananantetete el mando de los. Así, los B B B Bererererlalalalaymymymymont consolididididararararon claramememementntntnte su preseo en la rerereregiónónónón f f f frontntntntererereriza, al nononono asosososociciciciarse conononon la rerererebebebebelión n

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Justamente esta «francophilia», o el reconocimiento del carácter transre-gional de estas casas nobiliarias, podía servirle al rey como iniciativa paraapadrinar y reconciliar en tiempos de guerra civil y religiosa. Los tres ejem-plos dados aluden a tácticas muy diferentes empleadas por la nobleza. Alargo plazo, los Croÿ sirven como ejemplo de una familia transregionalque operaba a ambos lados de la frontera; los Lalaing, como el de unafamilia con una francofilia «emergente» durante la guerra de Flandes; ylos Berlaymont, como el de una que demostraba su probada lealtad alguardar la frontera para los Habsburgo. Los Croÿ y los Lalaing utiliza-ban la región fronteriza para escapar del control «regio» o Habsburgo entiempos de rebelión, pero así renacieron como los más poderosos de laregión, y, de hecho, como elites locales que tenían que ser forzosamentetenidas en cuenta por el rey. Los Berlaymont podían aprovechar losespacios dejados por los «huidos» y los «ausentes» para lograr hacersemás importantes en la región fronteriza. De estos tres ejemplos, la fron-tera emerge como una ubicación de oportunidades, tanto en tiempos deguerra civil como en tiempos de peligro personal.

Las tácticas aludidas demuestran que las guerras civiles y religiosasampliaron el modus operandi de las «noblezas de frontera» establecidoen la historiografía de la segunda mitad del siglo XV. Los Croÿ se inscri-ben en la longue durée de organizar y reorganizar su patrimonio aambos lados de un confín inestable, indefinido, temporal e ilógico. Portal causa, los nobles tuvieron que desarrollar una serie de estrategias paragestionar sus patrimonios y señoríos, y sobre todo, para evitar los car-gos de lesa majestad o, aún peor, la confiscación de bienes en tiempos deguerra dinástica. Cada tratado de paz entre los príncipes de Francia y losantiguos Países Bajos contenía estipulaciones mediante algunos privile-gios o restituciones para estas familias transfronterizas. Los Berlaymontse posicionaron a un lado de la frontera solamente, pero aun así recibíanrecompensas y restituciones por medio de tratados de paz, o por elpatronazgo de los Habsburgo. Por encima de todo, llama la atención lavoluntad política de los Lalaing para hacer alianzas con los príncipesfranceses, e invita a una investigación más profunda sobre las redessociales transfronterizas de la nobleza en esta época.

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