sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

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Revista Venezolana de Ciencias Sociales UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007, 224 - 241 ISSN: 1316-4090 Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información Jesús Alberto Andrade Castro* RESUMEN ______________________________________________________ La sociedad de la información está inspirada por el paradigma neoclásico, al instaurar que lo privado se superponga a la actuación del Estado. La construcción de una sociedad con base en la información constituye un tema polémico, porque se trata de un proceso que parte de una plataforma similar al del modelo político económico neoliberal. Sin em- bargo, sus orígenes se remontan a las orientaciones macroeconómicas de los modelos propuestos por los grandes pensadores clásicos de la economía. El propósito de este tra- bajo es el de realizar un análisis al origen del modelo de una sociedad sustentada con tec- nologías de información. Se trata de un análisis crítico que revisa las posturas de algunos pioneros de la hoy llamada Sociedad de la Información y a la forma en que se ha instrumen- tado su construcción, por ser un proyecto que se pensó y desarrolló en los países centrales y más industrializados, amparados por el capital financiero internacional, que apuntaba pri- mordialmente al incremento de la productividad y a la elaboración y distribución de bienes y servicios a través del uso intensivo de tecnologías y medios digitales. Se concluye que en la construcción de la Sociedad de la Información se impuso el carácter privado sobre la vi- sión pública de las estructuras económicas, que posibilitó la aparición de un fenómeno de integración de mercados, bajo el control de empresas transnacionales y de corporaciones anónimas que dan soporte al fenómeno que hoy llamamos globalización. Palabras clave: Tecnologías de información, sociedad de la información, Esta- do, Neo-liberal. Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007 __________________________________________________Recibido: 20-02-07 / Aceptado: 10-10-07 * Economista. MSc. en computación aplicada. Master en Gerencia de Sistemas de Informa- ción. Doctor en Ciencias Humanas. Director del Departamento de computación de la Fa- cultad Experimental de Ciencias de la Universidad del Zulia. Profesor titular adscrito al Programa de Promoción al Investigador (PPI-Nivel II). E-mail: [email protected],

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La sociedad de la información está inspirada por el paradigma neoclásico, al instaurarque lo privado se superponga a la actuación del Estado. La construcción de una sociedadcon base en la información constituye un tema polémico, porque se trata de un procesoque parte de una plataforma similar al del modelo político económico neoliberal. Sin embargo,sus orígenes se remontan a las orientaciones macroeconómicas de los modelospropuestos por los grandes pensadores clásicos de la economía. El propósito de este trabajoes el de realizar un análisis al origen del modelo de una sociedad sustentada con tecnologíasde información. Se trata de un análisis crítico que revisa las posturas de algunospioneros de la hoy llamada Sociedad de la Información y a laforma en que se ha instrumentadosu construcción, por ser un proyecto que se pensó y desarrolló en los países centralesy más industrializados, amparados por el capital financiero internacional, que apuntaba primordialmenteal incremento de la productividad y a laelaboración y distribución de bienesy servicios a través del uso intensivo de tecnologías y medios digitales. Se concluye que enla construcción de la Sociedad de la Información se impuso el carácter privado sobre la visiónpública de las estructuras económicas, que posibilitó la aparición de un fenómeno deintegración de mercados, bajo el control de empresas transnacionales y de corporacionesanónimas que dan soporte al fenómeno que hoy llamamos globalización.

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Page 1: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

Revista Venezolana de Ciencias Sociales

UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007, 224 - 241

ISSN: 1316-4090

Sociedad de la información: desde los clásicos

hasta los neoliberales de la información

Jesús Alberto Andrade Castro*

RESUMEN ______________________________________________________

La sociedad de la información está inspirada por el paradigma neoclásico, al instaurar

que lo privado se superponga a la actuación del Estado. La construcción de una sociedad

con base en la información constituye un tema polémico, porque se trata de un proceso

que parte de una plataforma similar al del modelo político económico neoliberal. Sin em-

bargo, sus orígenes se remontan a las orientaciones macroeconómicas de los modelos

propuestos por los grandes pensadores clásicos de la economía. El propósito de este tra-

bajo es el de realizar un análisis al origen del modelo de una sociedad sustentada con tec-

nologías de información. Se trata de un análisis crítico que revisa las posturas de algunos

pioneros de la hoy llamada Sociedad de la Información y a la forma en que se ha instrumen-

tado su construcción, por ser un proyecto que se pensó y desarrolló en los países centrales

y más industrializados, amparados por el capital financiero internacional, que apuntaba pri-

mordialmente al incremento de la productividad y a la elaboración y distribución de bienes

y servicios a través del uso intensivo de tecnologías y medios digitales. Se concluye que en

la construcción de la Sociedad de la Información se impuso el carácter privado sobre la vi-

sión pública de las estructuras económicas, que posibilitó la aparición de un fenómeno de

integración de mercados, bajo el control de empresas transnacionales y de corporaciones

anónimas que dan soporte al fenómeno que hoy llamamos globalización.

Palabras clave: Tecnologías de información, sociedad de la información, Esta-

do, Neo-liberal.

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

__________________________________________________Recibido: 20-02-07 / Aceptado: 10-10-07

* Economista. MSc. en computación aplicada. Master en Gerencia de Sistemas de Informa-

ción. Doctor en Ciencias Humanas. Director del Departamento de computación de la Fa-

cultad Experimental de Ciencias de la Universidad del Zulia. Profesor titular adscrito al

Programa de Promoción al Investigador (PPI-Nivel II). E-mail: [email protected],

Page 2: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

Information Society: From the Classics

to the Neoliberals of Information

ABSTRACT______________________________________________________

Information society is inspired by the neo-classical paradigm, as it promotes the idea

that the private is set over the action of the State. The construction of a society with a basis

on information constitutes a polemical issue, because it is about a process that forms part

of a platform similar to the economic political neo-liberal model. However, its origins go

back to the macroeconomic orientations of the models proposed by the great thinker of

Classical Economics. The purpose of this to work is to make an analysis about the origin of

a model of a society based upon information technologies. It is a critical analysis that goes

over the postures of some pioneers of the so-called Information Society, and the way its

construction has been instrumented, as it is a project that was thought and developed in

the central and most developed countries, availed by the international financial capital, that

pointed primordially towards the increase of a productivity and elaboration and distribu-

tion of goods, and services through the intensive use of technologies and digital media. As a

conclusion, this article proposes that Information Society imposed the private character

over the public vision of economic structures that made possible the integration of mar-

kets, under the control of transactional enterprises and anonymous corporation that offer

support to what we call “globalization”.

Key words: Information Technologies, Information society, State, neo-liberal.

Introducción

El tema de una sociedad basada en

información y tecnologías ha estado en

la discusión pública y en la agenda inter-

nacional de los gobiernos y organizacio-

nes tanto públicas como privadas1. A la

luz del discurso hegemónico internacio-

nal surgen voces tecnofílicas que augu-

ran el dominio de la tecnología sobre el

ámbito social, y emergen también los

discursos y las posiciones tecnofóbicas

que señalan los riesgos de la tecnología

contra el desarrollo y el bienestar social.

Así, el rol que tienen las tecnologías de

información en el crecimiento y desa-

rrollo de la sociedad ha recibido una

considerable atención que sobrepasa la

esfera de la economía tradicional.

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información 225

1 Conferencia Mundial sobre el Desarrollo de las Comunicaciones (UIT), Cumbre Mundial

de la Sociedad de la Información, Agenda for Cooperation, Conferencia del Grupo de los

G7 sobre la Sociedad de la Información, Comite on Information and Communications, Par-

lamento Europeo, etc.

Page 3: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

La construcción de una sociedad

con uso predominante de tecnologías

de información constituye una fuente

básica para el desarrollo, porque impli-

ca una profunda transformación del

sistema de organización de la vida pú-

blica existente, a partir de las pautas,

sistemas y culturas introducidos por

los nuevos conglomerados, que hacen

aceptable y natural la brecha abierta

entre grupos, regiones y culturas dife-

rentes. El acceso al conocimiento y a

las tecnologías de información son

prácticas necesarias para facilitar la de-

mocratización del poder y el desarrollo

de una democracia participativa y pro-

tagónica.

Muchas veces denominada socie-

dad de la información (SI)2, sociedad del

conocimiento (SC)3 o, según Castells,

sociedad en red, corresponde a un nue-

vo modelo de sociedad que ha sido con-

ducido por el uso desigual de nuevas

tecnologías de información y comunica-

ción (TICs), pero que ha permitido, a su

vez, generar una capacidad de interco-

nexión nunca antes vista con considera-

bles efectos en lo político, social y eco-

nómico. Cualquiera que sea el término

que se use, no define, de por sí, un con-

tenido. El contenido emerge de los usos

dados en el contexto social, que a su vez

influyen en las percepciones, expectati-

vas y políticas que cada término genere,

basado en su sentido, pasado y lo que se

espere de él para el futuro asociado a su

respectivo bagaje ideológico.

Así, la SI emerge en un escenario

configurado a partir de un marco inter-

nacional que pretende constituir una in-

fraestructura tecnológica sobre las ba-

ses de una sociedad cada vez más ato-

mizada, individualizada y bajo amenaza

de conflictos sociales, que conforman

instancias de significación social donde

las TICs se establecen como lógicas

económicas-políticas.

En este trabajo analizaremos algu-

nos factores relacionados con la no

neutralidad de la tecnología dentro del

marco de una relación internacional de

corte neoliberal. En particular, analiza-

remos la sociedad de la información

como construcción política e ideológi-

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

226 Jesús Alberto Andrade Castro

2 The challenges and ways forward into 21st Century de 1997 (llamado el libro Blanco) del

Consejo Europeo, marcó la adopción de la expresión <sociedad de la información > por

las autoridades de la Comunidad Europea (Bemfica, Pereira, Pimenta, 2006). Anterior-

mente, en 1973, el sociólogo estadounidense Daniel Bell introdujo la noción de “sociedad

de la información” en su libro El advenimiento de la sociedad post-industrial, donde afirma-

ba que el conocimiento teórico seria el eje de la sociedad y los servicios basados en el cono-

cimiento habrían de convertirse en la estructura central de la nueva economía y de una so-

ciedad apuntalada en la información.

3 Término acuñado hacia finales de los años 90 y que ha sido empleado particularmente en

medios académicos, como alternativa a “sociedad de la información”. La UNESCO ha

adoptado el término “sociedad del conocimiento”, o su variante “sociedades del saber”,

dentro de sus políticas institucionales.

Page 4: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

ca, desarrollada bajo la concepción de

una globalización neoliberal, cuya prin-

cipal meta ha sido acelerar la instaura-

ción de un mercado mundial abierto,

bajo la premisa de la autorregulación.

Para argumentar la discusión, exa-

minaré los rasgos de las políticas públi-

cas que se han usado, con el propósito

de reconvertir la orientación de esas

políticas para ponerla al servicio de ob-

jetivos privados, basándose en una con-

cepción ideológica que niega la partici-

pación ciudadana en la búsqueda del

bienestar social, en favor de la visión

neoliberal que intenta resolver los pro-

blemas sociales a través de la incorpora-

ción de tecnologías de información para

alcanzar mayor beneficio económico,

en detrimento del social.

La premisa es que la tecnología se

mantiene anclada en un bagaje ideológi-

co, que representa una noción elitesca

porque excluye a buena parte de los se-

res humanos, y hoy, sigue asociada al

determinismo tecnológico que separa

cualquier responsabilidad que podamos

tener en la creación de un nuevo mode-

lo de sociedad que atienda las necesida-

des colectivas en lugar de la búsqueda

por el incentivo meramente económi-

co. La relación de los seres humanos

con la tecnología no es la de recibidores

pasivos de innovación, sino de moldea-

dores de los avances tecnológicos y de

los cambios sociales.

Las orientaciones macroeconómicas

que se derivan de la microeconomía de la

información o del conocimiento influ-

yen sobre las instancias de la economía

global, pero en forma distinta a las que

solían hacerse en los análisis y modelos

de los pensadores económicos clásicos.

En ello, la tecnología ha contribuido de

manera excepcional para construir una

sociedad basada en información.

Por ello, el proyecto de la sociedad

de la información plantea el desafío de

procurar definir lo informacional como

un conjunto de procesos sociales, eco-

nómicos, administrativos, políticos, cul-

turales y tecnológicos que reflejen un

estado de bienestar colectivo.

Desde los clásicos a la

sociedad de la información

Los fundadores de las ciencias so-

ciales y de la economía política, relacio-

naron el poder de la información con la

competencia, al establecer que los agen-

tes poseen toda la información necesaria

para maximizar sus intereses. De forma

que se puede relacionar la economía clá-

sica con los procesos de liberalización de

los mecanismos de mercado. La Teoría

General del Equilibrio de inspiración

neoclásica4, muy utilizada para justificar

los dinamismos económicos, trata de in-

corporar el paradigma informacional a la

Economía teórica.

Hoy, el pensamiento económico

plantea que las nuevas tecnologías de

información permiten mejorar el fun-

cionamiento de los mercados en la bús-

queda por alcanzar una economía sin

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información 227

4 La denominación neoclásica se atribuye al norteamericano Thorstein Veblen (1857-1929).

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fricciones. Bajo el supuesto de que las

tecnologías mejoran el funcionamiento

de los mercados en la búsqueda de un

equilibrio económico, a las TICs se les

considera precursoras de una nueva era

económica basada en lo digital.

Pensadores modernos, tecnólo-

gos, científicos, políticos y hasta agen-

cias privadas y públicas resaltan las bon-

dades de una nueva sociedad con base

en la información, que no es más que la

construcción de una sociedad donde el

conocimiento y las comunicaciones

sean el sustento del desarrollo social.

Sin embargo, lo novedoso de estos pos-

tulados y discursos no deja de ser dudo-

so. Algunos autores (quizás ya olvida-

dos) reconocieron el valor de la infor-

mación en los cambios de la sociedad,

mucho antes que apareciera la idea de

una sociedad de ña información a finales

del siglo XX.

Volver a los clásicos o plantearse

opciones a partir del estudio de las teo-

rías que evolucionaron hacia nuevas for-

mas de producción, pudiera abrir cami-

nos a explicaciones mucho más raciona-

les que aquellas que nos intentan ofrecer

cuando se elaboran discursos supuesta-

mente novedosos en el desarrollo de

una sociedad basada en lo digital.

La idea de construir una sociedad de

la información ha tenido viejos precurso-

res claves, que desde diversas ópticas

analizaron la necesidad de una sociedad

global basada en medios de comunica-

ción, información y conocimiento.

Marshall, Samuelson y Hicks basados en

la Teoría de la Competencia Perfecta y la

Ley de la Oferta y la Demanda introduje-

ron el elemento informacional para co-

rregir las imperfecciones y distorsiones

que se presentaban en el mercado.

Babbage, Rae, Ellis, Martineau, McCu-

lloch, Hayek y Marshall reconocieron la

importancia del conocimiento en los

procesos económicos y en la toma de

decisiones; incluso, Adam Smith prestó

especial atención a los procesos de difu-

sión de conocimiento a través de la ense-

ñanza, tal fue la importancia que le dio,

que la consideró la piedra angular del de-

sarrollo: <un hombre instruido a cuenta

de muchas cantidades de trabajo y tiem-

po… debe ser comparado con una de esas

máquinas caras> (Smith, 1910:88-89, en

Millán, 1993:33).

Knight (1921, en Millán, 1993:34)

“observó que en la economía se lleva-

ban a cabo importantes procesos de

transmisión-adquisición de información

hasta el extremo de atribuirle a ésta el

calificativo de ser <una de las principa-

les mercancías>”, asegurando que

grandes inversiones de capital e institu-

ciones complejas se dedicaban a activi-

dades informacionales.

Marx pensó que los procesos de me-

jora de los medios de comunicación de-

terminaban las condiciones generales de

la producción social. Para Marx (1983) a

medida que la producción y el intercam-

bio (transporte y comunicaciones) de

bienes físicos se hacen más importantes,

los costos de circulación de las mercan-

cías adquieren mayor relevancia.

Por lo tanto, la noción de una “era

de la información” subyace en el pensa-

miento de quienes han labrado las

transformaciones de la sociedad como

provocadas por las tecnologías y por el

conocimiento. En este trabajo mencio-

naremos algunos postulados de aque-

llos pensadores –quizás olvidados-, que

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

228 Jesús Alberto Andrade Castro

Page 6: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

a nuestro juicio, incidieron en la crea-

ción de una sociedad de la información,

mucho antes de que los organismos in-

ternacionales promulgaran su existen-

cia a finales del siglo XX.

Karl Polanyi (1886-1964) describió

cómo las relaciones económicas afectan

a los individuos y a los grupos sociales.

Su mayor esfuerzo lo dedicó al análisis

de la revolución industrial, y su repercu-

sión en el siglo XX proyectando sus

análisis a los inicios del siglo XXI al que

refirió como una revolución de la infor-

mación. En su libro “La Gran Transfor-

mación”, Polanyi (1989) identificó en la

revolución industrial contradicciones si-

milares a las que ocurren hoy en día en

la economía de la información, excepto

que el flujo en ese entonces era de capi-

tal en lugar de información. Polanyi des-

cribía la Inglaterra ricardiana como una

época caracterizada por una serie de

revoluciones en la tecnología, la política

social y la ciencia social que crearon una

nueva idea de la economía y de la moti-

vación económica. Decía Polanyi que en

un mercado libre el capital puede fluir

sin mayores restricciones al lugar donde

se hace la mayor ganancia.

Para Polanyi, al igual que para Marx,

las leyes de mercado no forman parte de

la naturaleza humana, sino que son el re-

sultado de un proceso histórico. El de-

seo de la sociedad de autoprotegerse

corresponde a un doble movimiento so-

cial que Polanyi denominó “contra movi-

miento” (respuesta de la sociedad que ve

amenazada su supervivencia); este do-

ble movimiento corresponde a una ac-

ción de dos principios organizacionales,

cada una de las partes apuntando hacia

un objetivo institucional para tener el

apoyo de las fuerzas sociales. Para Pola-

nyi (Rogerson, 2003), las dos fuerzas

opuestas durante la revolución industrial

fueron, primero el principio económico

del liberalismo junto a la autorregulación

de los mercados, y segundo, el principio

de autoprotección, la fuerza de seguri-

dad en lo social que busca proteger a la

gente, su tierra y su cultura. Por tanto,

cuando ocurre una catástrofe que gol-

pea a la sociedad como resultado del in-

tento por imponer un mercado autorre-

gulado, la sociedad lanza un contra movi-

miento para protegerse a sí misma.

Polanyi desarrolla los conceptos de

reciprocidad y redistribución como

mecanismos esenciales para la asigna-

ción de los recursos en las sociedades

precapitalistas, puesto que la mayor

parte de las transacciones económicas

se desarrollan en el contexto de redes

que involucran relaciones personales

basadas en la confianza. En efecto, en el

ámbito interno de los diferentes países

avanzados, la influencia creciente de los

mercados constituyó un movimiento

contrapuesto que se manifestó, ante-

rior a la era de la globalización, con los

primeros esbozos de un Estado de

Bienestar- en Alemania de Bismarck5, y

que hoy resurge con los movimientos

anti globalización para confrontar las

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información 229

5 La noción del estado de bienestar nació en Alemania del conde Otto von Bismarck (1815-

1898).

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decisiones de los grandes países indus-

trializados. El proceso de “globaliza-

ción” no ha hecho sino acentuar los de-

sencuentros entre mercados y socie-

dad. Así, en el ámbito internacional, la

ausencia de mecanismos de poder polí-

tico ha dejado sin efecto (en la esfera in-

terna de muchos países) ese “doble mo-

vimiento” –el del avance del “mercado”

y el de la protección social- que aludía

Polanyi.

En la era de la información, existen

muchos ejemplos de doble movimiento,

pero quizás el más importante es la ten-

sión existente entre el mundo industriali-

zado y el menos desarrollado. Uno de

los grandes dilemas de la era de la infor-

mación es la tensión entre dos dinámi-

cas: primero, la tendencia de la informa-

ción a fluir libremente y no perder valor a

medida que se mueve y segundo, la ten-

dencia a querer controlar el flujo de in-

formación para obtener beneficio a par-

tir de su valor. De allí las sociedades me-

nos desarrolladas y menos favorecidas

económicamente desarrollan tensiones

contra las más poderosas. Para Polanyi la

única forma de suavizar las tensiones

consiste en reemplazar un sistema semi

regulado con una economía de mercado

mas libre, a fin de colocar barreras en

forma de progreso social. Polanyi

(1989:29) decía que

“… una avalancha de dislocación so-

cial… una catástrofe fue el acompañan-

te de un vasto movimiento de mejoras

económicas que dio origen a un nuevo

mecanismo institucional que comenzó

en la sociedad occidental… el peligro

consistió en los intentos de proteger a la

sociedad contra los estragos de tales me-

canismos”.

La revolución de la información tie-

ne algunos paralelos sorprendentes con

el pensamiento de Polanyi. Como antes,

hoy, con el nacimiento de una sociedad

de información, a pesar de las mejoras

económicas que muchos avizoran en la

creación de esta nueva institucionali-

dad, se pone en peligro a buena parte

de la humanidad que lucha contra las

deformidades del nuevo sistema.

La noción de una sociedad de la in-

formación fue anticipada con notable

claridad por Alvin Toffler (1980)6. De la

misma forma que las tecnologías asocia-

das a la agricultura y a la industria esti-

mularon las dos primeras grandes

transformaciones de la sociedad; el de-

sarrollo y uso de las TIC es el elemento

clave de la tercera transformación. Se-

gún Toffler, hubo una’ primera ola ´, de

una larga vigencia histórica, en la que las

aplicaciones tecnológicas estaban aso-

ciadas al esfuerzo humano, en particu-

lar a su fuerza biológica, con un predo-

minio de la actividad agrícola. La segun-

da ola alcanzó su cima con la revolución

industrial, con una duración histórica

mucho más corta, en la que el esfuerzo

mecánico (el maquinismo), sustituyó al

esfuerzo humano, y dio origen a la so-

ciedad de masas. Y, luego la tercera ola,

hija de la revolución tecnológica, de la

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

230 Jesús Alberto Andrade Castro

6 Alvin Toffler (1980) identificó la era de la información como la tercera ola. Las dos prime-

ras olas se asocian a las eras de la agricultura y la industria.

Page 8: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

que surge una sociedad regida por los

flujos de información.

Los usos tecnológicos favorecen el

desarrollo de las extensiones de la men-

te, por lo que el esfuerzo que prevalece,

en esta tercera ola, es el que se deriva

del conocimiento (Toffler, 1980). El

mundo no sólo se transforma en su ma-

triz tecnológica, sino que el cambio

conlleva a un cambio psicológico de la

sociedad, a una redefinición de las rela-

ciones sociales, y, también, de las rela-

ciones de poder.

Una tercera ola daría inicio a una

nueva sociedad, la cual descansaría en la

información, el conocimiento y la crea-

tividad. En las sociedades de la “Tercera

Ola”, la productividad dependería del

desarrollo de nuevas tecnologías, las

que permitirían al hombre hacer menos

y pensar más. La economía sería susten-

tada en información y creación de cono-

cimiento. Así, la producción de conoci-

mientos es entendida como una activi-

dad económica que Fritz Machlup

(1962)7 definió como una industria de

conocimiento o infoesfera, sus plantea-

mientos han influido en la construcción

del contenido programático de la socie-

dad de la información y la nueva econo-

mía. La información y el conocimiento

aparece en la visión de Machlup como

valor estratégico, como instrumento

que reduce la incertidumbre, como ri-

queza necesaria de la nueva gestión

económica y social y como factor de ge-

neración de riqueza: “el conocimiento

es economía”.

Machlup pensaba que la produc-

ción de conocimientos es una actividad

económica que se puede catalogar

como una industria y calificó a los colec-

tivos de agentes económicos (empre-

sas, instituciones, organizaciones, indi-

viduos, familias) como productores de

conocimiento, servicios o bienes de in-

formación, para su propio uso o ajeno.

Las ideas principales de Toffler y de

Machlup se combinan con la noción de

“destrucción creativa”8 de Joseph

Schumpeter (1883-1950) quien describió

la forma cómo el capitalismo avanza por

el rendimiento redundante de las tecno-

logías y la de los ciclos de Nicolai Kondra-

tieff (1892-1938) quien afirmaba que las

economías capitalistas occidentales son

propensas a ciclos de 50 o 60 años de du-

ración. La visión “schumpeteriana” se

basa en los efectos de la innovación en el

comportamiento cíclico de la economía

capitalista; mientras que las ondas largas

de Kondratieff no son un fenómeno es-

trictamente económico, sino más bien

una manifestación del comportamiento

mesurable en términos económicos de

todo el conjunto del sistema socio-eco-

nómico e institucionales a nivel nacional

e internacional.

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información 231

7 Reconoció correctamente la característica principal de la nueva economía (años cincuen-

ta) que se expandía gradualmente desde las secciones no agrícolas y no industriales de las

economías industriales avanzadas. Machlup, para describirla, empleó el término “industria

basada en el conocimiento”.

8 Un proceso de “mutación industrial” que constituye el hecho más esencial del capitalismo.

Page 9: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

Joseph Stiglitz ha analizado los efec-

tos de la información incompleta en el

mercado, que está desigualmente distri-

buida entre los agentes económicos; es

costosa de adquirir por lo que genera

comportamientos distintos de la econo-

mía, al que tradicionalmente se conoce

con el mecanismo de oferta y demanda.

Los individuos se ven limitados en

su racionalidad económica, y por lo tan-

to deben destinar recursos para dife-

renciar, distinguir y clasificar a sus con-

trapartes en el intercambio de bienes y

servicios, asumiendo entonces un com-

portamiento estratégico fundamentado

en el manejo ingenioso y ventajoso de la

información privilegiada. Por lo tanto,

se presume que con asimetrías de infor-

mación al menos una de las partes po-

see más información que las otras y eso,

le agrega una falla adicional al mercado.

Este tipo de problemas se presenta par-

ticularmente en las actividades aso-

ciadas a los mercados financieros. En

esos mercados el valor de la informa-

ción es altamente cotizada y las tecnolo-

gías digitales asociadas al manejo de la

información constituyen un elemento

adicional al costo de la producción.

Así, con esa breve descripción de

algunos de los antecesores de la socie-

dad de la información, se puede reco-

nocer que en la sociedad y en la econo-

mía, la información ha jugado un papel

estelar en los procesos de crecimiento.

Lo que han hecho las nuevas tecnologías

digitales de información es incorporar

una nueva dimensión cualitativa y cuan-

titativa a las formas de producción, ges-

tión y comercialización de los sectores

económicos y de las propias actividades

económicas. De manera que la informa-

ción constituye un vehículo con un ele-

vado valor de mercado que se manifies-

ta como elemento de regulación eco-

nómica y promotor del desarrollo y que

se expresa en su desterritorialización o

virtualización.

Pero las tecnologías de la informa-

ción no sólo tienen injerencia en el de-

sarrollo de modelos de producción,

sino que han servido de puente para

exigir a la sociedad un comportamiento

mucho más participativo. Cada sector

de la sociedad ahora siente la necesidad

de encontrar formas y medios de afe-

rrarse a las oportunidades ofrecidas por

las TICs, para mejorar su participación

ciudadana, para establecer nuevos ca-

nales de comunicación entre los ciuda-

danos y los gobiernos, para crear y for-

talecer las redes de la comunidad y para

participar activamente en la sociedad

de la información.

El concepto de sociedad de la infor-

mación nació con ventaja para los países

más industrializados. La atomización de

la economía constituye el pilar funda-

mental para el desarrollo de un modelo

neoclásico al que se le ha incorporado el

elemento informacional. En ese modelo,

lo privado pasa a ocupar el papel estelar

de impulsor de las actividades económi-

cas que se orientan a la consolidación de

la acumulación de capital. Así, lejos de

marcar un distanciamiento en el rol prin-

cipal de atender lo social en la búsqueda

de bienestar colectivo, lo público se ha

adecuado a los intereses de lo privado;

esta visión neoliberal tiene sus bases en

la economía neoclásica formulada por

economistas como Milton Friedman y

Friedrich Hayek quienes emularon las

doctrinas clásicas filosóficas de Adam

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

232 Jesús Alberto Andrade Castro

Page 10: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

Smith. Un modelo neoliberal, donde el

Estado se redimensiona para que lo pri-

vado se imponga por encima de lo públi-

co, constituyendo al mercado como el

regulador de toda actividad que involu-

cre el desarrollo social. Para estar a tono

con el desarrollo económico y social ba-

sado en la acumulación de capital, la esfe-

ra pública protagoniza las transformacio-

nes hacia una modernización de la admi-

nistración con apoyo de tecnologías de

información. Los principales actores son

las empresas transnacionales, enormes

organizaciones cuya riqueza y poder su-

peran al de muchos Estados o Naciones

que participan en la promoción de cier-

tas transformaciones sociales que han

sido incorporadas –cuanto menos teóri-

camente- en los discursos de inspiración

neoliberal promovidos por organismos

internacionales y organizaciones sociales

y políticas nacionales de diversos países y

que se asumen con cierto grado de dog-

ma. Lo público se desacredita con base a

lo ineficiente y lo inadecuado, en tanto

que lo privado juega el rol positivo de

operar los cambios anunciados en la so-

ciedad, generando nuevos espacios para

las privatizaciones, alianzas y fusiones

(Crovi, 1995, en Crovi, 2004). Es en este

contexto, que el carácter privado se im-

pone sobre la visión pública de las es-

tructuras económicas y posibilita la apa-

rición de un fenómeno de integración de

mercados, bajo el control de empresas

transnacionales y de corporaciones anó-

nimas norteamericanas, europeas y algu-

nas asiáticas que dan soporte al fenóme-

no que hoy llamamos globalización.

Sin embargo, la realidad histórica

nos invita a reconocer que la globaliza-

ción que conocemos es sólo neoliberal,

es decir, aprovechada por una agenda

política y económica que beneficia al ca-

pital, no al trabajo, y que han tendido a

imponer una doctrina que reduce mu-

cho la presencia del Estado, sobre todo

en el terreno del gasto público y de las

políticas sociales y ofrece más margen

de maniobra al mercado. Por lo tanto,

lo que existe es una globalización neoli-

beral que se expresa en políticas expan-

sivas de producción capitalista. La hege-

monía ideológica del neoliberalismo ha

sido alentada por los nuevos progresos

en tecnología de información que han

sido utilizados para justificar la privati-

zación, la desregulación, y el downsizing

de organizaciones a través del mundo.

Con esa hegemonía, nació una mezcla

ideológica sustentada entre lo liberal y

lo comercial que se precipitó por el de-

sarrollo de las tecnologías de comunica-

ción. Así, la globalización tecnológica

también ha permitido la articulación de

una sociedad civil global.

La confusión sobre el significado

de la globalización es que ella responde

a una ideología política y a un proceso

estructural de largo plazo en la integra-

ción territorial, que glorifica la eficacia

y eficiencia de los mercados. El antago-

nismo manifiesto en la concepción

ideológica de la globalización está de-

terminado por la existencia de un

“contra movimiento” (como el expre-

sado por Polanyi) que adopta diversas

formas e identifica lo liberal con la de-

mocracia y planificación o estatismo

con totalitarismo.

Los conflictos se plantean en tér-

minos antagónicos: Para los liberales

esto suele plantearse en términos de li-

beralismo vs. planificación, o de libera-

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información 233

Page 11: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

lismo vs.estatismo, y a la vez de demo-

cracia vs. totalitarismo. Para los críticos

del “neoliberalismo” en términos de so-

lidaridad vs. individualismo, o de justicia

social vs. “ley de la selva”, o también de

soberanía vs. imperialismo. Dado que

una de las propuestas que más suelen

destacarse de las ideas (neo)liberales es

la de la liberación comercial y financiera

mundial, y a que los medios de comuni-

cación y algunos dirigentes políticos,

sindicales y empresariales han tenido

éxito en instalar la inapropiada equiva-

lencia entre las ideas de “liberación eco-

nómica” y “globalización”, el conflicto

“neoliberalismo” vs. “anti-neoliberalis-

mo” frecuentemente se presenta tam-

bién en términos de “globalización” vs.

“anti-globalización” (Mato, 2005).

En esta perspectiva muchos de los

fenómenos que se han llamado “globali-

zación” corresponden al comercio in-

ternacional, a los flujos financieros y a la

inversión extranjera realizada por cor-

poraciones transnacionales y bancos. El

discurso de la globalización asume que

hasta hace poco tiempo había socieda-

des y economías nacionales y econo-

mías separadas, y que éstos ahora han

sido reemplazados por una extensión

de la integración internacional a través

del desarrollo de tecnologías de la infor-

mación y del transporte.

Los movimientos “anti-globaliza-

ción” deberían denominarse “anti-neo-

liberal” por ser un término más “global”

y además “globalizador” (Mato, 2005).

Ello encierra no sólo el comportamien-

to de los agentes sociales, sino que re-

presenta en buena medida el desarrollo

de una expresión capitalista que tiene

profundas raíces en la ideología liberal y

no en el carácter de mundialización que

ha expandido a la economía a límites ex-

tra-nacionales.

El neoliberalismo adoptó varias de

las tácticas, estrategias y algunos de los

principios ideológicos del capitalismo,

forjados en la acentuación de la centrali-

zación de capitales, al mismo tiempo

(bien por efecto del desarrollo del neo-

liberalismo o por una paralización in-

trínseca) que los estados nacionales

perdieron capacidad para regular la

economía, frente al poderío del sistema

financiero internacional y del capital oli-

gopólico globalizado. En tales condicio-

nes, a partir de la crisis de los 80, los Es-

tados pierden la capacidad de mantener

conquistas de un desarrollo y bienestar

entregando buena parte del poder de

decisión en asuntos económicos a favor

de los organismos multilaterales que re-

presentan el poder de los oligopolios in-

dustriales y financieros. De tal forma

que, el modelo de desarrollo impuesto

responde más a las necesidades de los

países industrializados con manejo de

grandes capitales, que a las necesidades

internas de los Estados disminuidos.

De manera que el desarrollo del

neoliberalismo encontró su expresión

de expansión máxima a través del pro-

ceso de globalización. El progreso al-

canzado por las tecnologías de las co-

municaciones junto a los procesos de

privatización marcó una sustancial dife-

rencia en el grado de desarrollo de la in-

fraestructura tecnológica de los países

más desarrollados, en detrimento de

aquellos que no habían podido cons-

truir una sociedad que disfrutara de

esos avances tecnológicos.

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

234 Jesús Alberto Andrade Castro

Page 12: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

Privatización de los medios

públicos

Durante los últimos años, el con-

cepto de la Sociedad de la Información se

ha consagrado como un término hege-

mónico. No porque exprese una clari-

dad teórica y conceptual, sino por el bau-

tizo que ha recibido en las políticas oficia-

les de los países más desarrollados, ade-

más de la bendición que significó honrar-

lo con varias Cumbres Mundiales.

Mientras estos países estaban in-

mersos en un modelo de reproducción

de capitales basados en una relación en-

tre el grado alto de desarrollo de la in-

vestigación básica y la aplicada, con in-

novaciones tecnológicas y un sólido

aparato productivo, los países menos

desarrollados estaban inmersos en pro-

blemas estructurales de tipo fiscal, que

en la mayoría de los casos tenían poca

capacidad para la inversión en áreas de

educación, ciencia y tecnología. Así, el

proyecto Sociedad de la Información

formulado principalmente por la Comi-

sión Europea (1994,1996) y Estados

Unidos de América (1994) marcó el ini-

cio de una brecha tecnológica entre los

países más industrializados y los países

más atrasados en materia científica y

tecnológica.

De manera tal que la sociedad de la

información impone, en una primera

aproximación, un cierto grado de relati-

vismo, puesto que no se puede, por una

parte, rearfirmar la necesidad del desa-

rrollo social con un reconocimiento de

las diferencias tecnológicas y por la

otra, tomar decisiones universales so-

bre contextos particulares, cuando

existen diferencias sustanciales en el

grado de desarrollo tanto en lo social

como en lo tecnológico. Con esta afir-

mación, no se sugiere que se trate de

una descalificación del término de So-

ciedad de la Información, sino que la ma-

nera en que se actúa en forma universal

desvirtúa el sentido social en la toma de

decisiones.

Como iniciativa política y a nivel

programático, la sociedad de la infor-

mación se halla articulada por el domi-

nio de tres ideas: la desregulación, la

liberalización y la integración compe-

titiva del planeta como escenario de

realización de la economía de merca-

do (Becerra y Mastrini, 2004). Esa

conjugación de ideas refleja el carác-

ter neoliberal del inicio de un proyec-

to que se caracteriza por intensificar

las políticas de privatización como so-

lución a los problemas de orden fiscal.

Se observa entonces una privatización

de las ganancias y bienes públicos, y

una socialización de los costos socia-

les y ambientales.

Naciones Unidas sembró fuertes

esperanzas en la edificación de la socie-

dad de la información. Del 10 al 12 de

diciembre de 2003, se realizó en Gine-

bra, Suiza, la primera fase de la Cumbre

Mundial sobre la Sociedad de la Infor-

mación. Túnez fue sede de la segunda

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información 235

Page 13: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

fase de la cumbre mundial, del 16 al 18

de noviembre de 20059.

En el escenario mundial, los orga-

nismos multilaterales desarrollaron

programas de intervención en la cons-

trucción de un nuevo tipo de sociedad.

Tal es el caso del Fondo Monetario In-

ternacional –FMI- y el Banco Mundial

que a partir de las crisis económicas de

los años 80 encabezaron el protagonis-

mo para resolver los problemas de la

deuda latinoamericana con políticas de

corte neoliberal, y que tuvo su expre-

sión en el Consenso de Washington10,

que a partir de los 90 facilitó el control

de los mercados por entes privados, a

través de la exigencia a los Estados de

disciplina fiscal; utilización del gasto pú-

blico para promover un alto crecimien-

to y redistribución de los ingresos; pri-

vatización de las empresas estatales; li-

beralización de los tipos de interés, ti-

pos de cambio, comercio e inversión

extranjera directa; des-reglamentación

de los obstáculos a la libre competencia;

reforma fiscal y garantía de los derechos

sobre los bienes.

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

236 Jesús Alberto Andrade Castro

9 Los antecedentes de la cumbre fueron: “La Resolución 73 de la Conferencia de Plenipo-

tenciarios de Plenipotenciarios de la UIT (Minneápolis, 1998) resolvió encargar al Secreta-

rio General de la UIT inscribir en el orden del día del Comité Administrativo de Coordina-

ción (CAC, ahora Junta de Jefes Ejecutivos (JJE) del sistema de las Naciones Unidas), que

pasó a denominarse Junta de Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas para la

Coordinación (CEB), la cuestión de la celebración de una Cumbre Mundial sobre la Socie-

dad de la Información. Se decidió que la Cumbre sería celebrada bajo el auspicio de la Se-

cretaría General de la ONU, y que la UTI asumiría la intervención principal en los prepara-

tivos. En 2001, el Consejo de la UIT decidió celebrar una Cumbre en dos fases, la primera

en Ginebra (Suiza), del 10 al 12 de diciembre de 2003, y la segunda en Túnez (Túnez), del

16 al 18 de noviembre de 2005. En la Resolución 56/183 de la Asamblea General de las Na-

ciones Unidas se alienta a todos los organismos competentes de las Naciones Unidas y, en

particular, al Grupo especial de las Naciones Unidas sobre las TIC, a aportar contribucio-

nes. Alienta además a otras organizaciones intergubernamentales y, en particular, a las ins-

tituciones internacionales y regionales, las organizaciones no gubernamentales, la sociedad

civil y el sector privado a participar activamente en el proceso preparatorio interguberna-

mental de la Cumbre y en la propia Cumbre. Web Site de la Cumbre Mundial sobre la So-

ciedad de la Información (2003).

10 La expresión “Consenso de Washington” fue acuñada por John Williamson en 1990, cuan-

do definió algunas orientaciones para la reforma de la política económica , respecto de las

cuales consideraba que se había alcanzado un consenso notable en los grandes organismos

internacionales con sede en Washington (Williamson, 1990). Propuesta originalmente en

relación con América Latina, pasó a aplicarse a todos los países en desarrollo e incluso a los

desarrollados. Se centró más en la privatización y la liberalización, dejando un poco de lado

los demás componentes.

Page 14: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

Así, la sociedad de la información fue

un proyecto que se pensó y se desarrolló

en los países centrales y más industrializa-

dos, amparados por el capital financiero

internacional, que apuntaba primordial-

mente al incremento de la productividad

y a la elaboración y distribución de bienes

y servicios a través del uso intensivo de

tecnologías y medios digitales.

Las instituciones económicas in-

ternacionales como las del FMI están

dominadas por los países industrializa-

dos más ricos y por los intereses co-

merciales y financieros de esos países

lo que se refleja en las políticas finan-

cieras de dicha entidad (Stiglitz, 2002).

Es contradictorio para los países más

necesitados de asistencia financiera

que estos organismos estén siempre

presididos por representantes de paí-

ses industrializados; por ello, las insti-

tuciones no son representativas de las

naciones a las que sirven.

Particularmente en América Lati-

na, el momento histórico más resplan-

deciente del desarrollo neoliberal, se

presentó en la década de los 80, acom-

pañado de procesos de reformas es-

tructurales del Estado para alcanzar el

dominio y la supeditación de las decisio-

nes colectivas a manos privadas, y cuyos

rasgos se expresan entre otros, en el

desarrollo de un proceso de privatiza-

ción de la economía social, integración

de mercados internacionales, promo-

ción y desarrollo de la inversión extran-

jera, ajuste severo del gasto público

(políticas de shock), pago puntual de la

deuda externa, control de salarios, de-

sarrollo y consolidación de los sistemas

financieros , etc.

En esencia, liberalizar la economía

significa privatizar. La privatización con-

cibe al Estado como un ente reducido a

tareas públicas, en apoyo de políticas

para el desarrollo del sector privado,

que se ha extendido con mayor énfasis

en países donde los problemas no se

han resuelto desde adentro.

En una primera fase tutelada por la

Nueva Gerencia Pública, se transfiere la

producción de bienes y servicios a las

manos privadas y en una segunda fase,

se sustituyen los procedimientos de la

administración pública por técnicas,

metodologías e ideas propias de la ge-

rencia privada (Guerrero, 2004). En la

primera fase el Estado sale fuera del

mercado, generado por el proceso de

exoprivativación, y en la segunda se

mueve el mercado hacia adentro del Es-

tado a través de la endoprivatización.

En materia informacional, a través del

mecanismo de privatización, opera la

transferencia de los medios de comunica-

ción que están en manos del Estado hacia

manos privadas (exoprivatización), a la vez

que se cumple con las metas neoliberales

de realizar reformas estructurales del es-

tado en cuanto a la reducción del gasto

público y se impone, por lo tanto, un nue-

vo estilo de administración de los recur-

sos públicos (endoprivatización).

La Nueva Gerencia Pública enfati-

za la ejecución del sector público

orientada a los resultados. La idea que

sustenta el modelo es que la compe-

tencia del mercado y la privatización

mejoran la respuesta del gobierno y su

eficiencia, proveyendo fundamentos

para desarrollar modelos de negocios

en el sector público. De esta forma,

con las tecnologías y las comunicacio-

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información 237

Page 15: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

nes se ha configurado un mapa mediáti-

co que supone la aparición de un nuevo

modelo neoliberal sostenido en un dis-

curso hegemónico internacional que

dio paso a la reconversión de los pocos

proyectos tecnológicos que estaban en

manos del Estado hacia el sector priva-

do. Así, las políticas desarrolladas para

plasmar el proyecto de modernización

de una sociedad con base en lo informa-

cional consideró clave mejorar el fun-

cionamiento de los mercados, median-

te la privatización y posterior desregu-

lación de los servicios, y de esta mane-

ra facilitar la transferencia de doctrinas

administrativas del sector privado ha-

cia el sector público.

De esta manera, al pasar los bienes

de manos públicas a manos privadas, los

medios de comunicación se transfor-

man en voceros del modelo neoliberal,

pasando a conformar el aliado necesa-

rio para el desarrollo de políticas de

centralización y concentración de capi-

tales que fortalecen los consorcios in-

ternacionales en detrimento de medios

locales, a la vez que deja a la sociedad

huérfana de interlocutores de media-

ción para la resolución de conflictos que

se generan en el seno de una sociedad

inmersa en el desarrollo y consumo de

bienes tecnológicos de comunicación.

“Así, aunque parezca paradójico, las po-

líticas públicas en materia de Sociedad

de la Información y el Conocimiento

(SIC) se orientan al sector privado esta-

bleciendo las bases para su hegemonía”

(Crovi, 2004:29).

De manera que la SI se erige sobre

las bases de una concepción neoliberal

con sostenimiento de las políticas pú-

blicas que privilegian al gran capital

trasnacional. Las diferencias sustancia-

les que se manifiestan en la sociedad se

reflejan en el desarrollo de una sociedad

cada vez más tecnificada, pero que su

desarrollo se ha puesto al servicio de la

creación del valor económico. La SI in-

tentó representar la expresión más ge-

nuina del desarrollo económico vincula-

do al progreso social y tecnológico,

porque se construyó bajo la promesa

de alcanzar el crecimiento económico

ilimitado, democratización del desarro-

llo tecnológico, desconcentración y dis-

tribución de las riquezas y por ende, del

poder. La promesa se volvió utopía y

esta, a su vez, en mito.

El crecimiento fue visto desde

afuera. De hecho, las sociedades menos

avanzadas “no hablan”, sino que “son

hablados” por los más desarrollados,

por lo tanto, no deciden su propio desa-

rrollo, ni su propio destino. La SI fue

pensada por los tecnológicamente más

adelantados con relación a sus premi-

sas, derivadas del desarrollo propio que

históricamente se sembró del modelo

de desarrollo universal y occidental or-

questado por la de un bienestar.

Por ello, la sociedad de la informa-

ción asumió el mito del progreso (Du-

pas, 2005) sin que la esperanza por al-

canzar un estado de bienestar se refle-

jara en los componentes sociales. Las

redes locales del capitalismo con base a

lo informacional no están conectada

con el desarrollo social, ni con el pro-

greso que conduce al bienestar. Por lo

tanto, existe un eslabón que está roto

entre el modo de desarrollo que se ex-

presa en las cifras financieras de la SI y

las identidades sociales y culturales de

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

238 Jesús Alberto Andrade Castro

Page 16: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

los países que aspiran el salto al estado

de bienestar.

Las transformaciones sociales son

inherentes al trabajo, no a la tecnología.

Sin embargo, la legitimidad del desarro-

llo con base al trabajo está en tela de jui-

cio, generando conflictos y resistencias

sociales, sobre todo en aquellos países

donde se ha “vendido” la idea de que la

tecnificación es la panacea para alcanzar

el progreso. En las relaciones entre tec-

nología y sociedad aparece como un

elemento crucial el papel del Estado.

El Estado como construcción polí-

tica relevante de la modernidad, consti-

tuye una realidad plenamente vigente

que debe adecuarse a los requisitos de

la sociedad de la información. Su prota-

gonismo en el despliegue de las nuevas

tecnologías y en la construcción de un

proyecto de sociedad de la información

debe expresarse en el desarrollo de po-

sibilidades para la ciudadanía y no exclu-

sivamente en la visión de eficacia que

desarrolla modelos de exclusión.

Los conocimientos, la conectivi-

dad y las aplicaciones de la tecnología

de la información y las comunicacio-

nes son los tres integrantes principa-

les necesarios para utilizar todo el po-

tencial de las nuevas tecnologías. Sin

embargo, en muchas de las regiones

menos desarrolladas, los procesos de

incorporación de lo informacional to-

man la características de moderniza-

ción excluyente, exacerbando las dife-

rencias entre minoría que accede a sus

ventajas y la gran mayoría que es ex-

cluida de casi todos los ámbitos y de-

rechos. El factor de esta situación, es

el auge y discusión del neoliberalismo

como orientación economía.

Conclusiones

En este trabajo hemos tratado de

mostrar como los fundadores de las

ciencias sociales y de la economía políti-

ca relacionaron el poder con la informa-

ción, al establecer la premisa de que los

agentes poseen toda la información ne-

cesaria para maximizar sus intereses. La

Teoría General del Equilibrio de inspi-

ración neoclásica, muy utilizada para

justificar los dinamismos económicos,

trata de incorporar el paradigma infor-

macional a la economía teórica. La exis-

tencia de una sociedad de la informa-

ción esta centrada en el neo-liberalismo

que se expresa en la actuación del esta-

do en beneficio de una concepción que

no es muy nueva, sino que tiene sus fun-

damentos en los pensamientos de los

grandes clásicos del pasado.

La sociedad de la información esta

imbuida por el paradigma neoclásico que

establece que lo privado se superpone a

la actuación del Estado. Por lo tanto, la

construcción de la sociedad de la infor-

mación constituye un tema polémico,

porque se trata de un proceso que parte

de una base similar con el modelo políti-

co económico neoliberal. La sociedad de

la información fue un proyecto que se

pensó y se desarrollo en los países cen-

trales y más industrializados, amparados

por el capital financiero internacional,

que apuntaba primordialmente al incre-

mento de la productividad y a la elabora-

ción y distribución de bienes y servicios a

través del uso intensivo de tecnología y

medios digitales. Es en ese contexto,

que el carácter privado se impone sobre

la visión pública de las estructuras eco-

nómicas y posibilita la aparición de un fe-

Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 11 No. 2, 2007

Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información 239

Page 17: Sociedad de la información: desde los clásicos hasta los neoliberales de la información

nómeno de integración de mercados,

bajo el control de empresas transnacio-

nales y de corporaciones anónimas que

dan soporte al fenómeno que hoy lla-

mamos globalización.

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