sobre la expulsión colectivos almería y zamora
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7/31/2019 Sobre la expulsin colectivos Almera y Zamora
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Sobre la expulsin de los colectivos de Almera y Zamora de la UJCE
Desde unos meses para aqu la direccin de la UJCE viene preparando la expulsin de
los colectivos de Almera y Zamora. El proceso se ha ido alargando en el tiempo no porque la
decisin no estuviese tomada (de hecho est decidida de antemano previamente a las
formalidades del Comit Central de Mayo), sino porque la direccin de la UJCE se encuentra
debilitada y desorientada ante la nueva tesitura poltica y social y ha tenido que peregrinarporgran parte del mapa poltico del Estado a fin de atar todo antes de promocionar entre las bases
el ataque contra nuestros colectivos. Esta atadura no consiste en otra cosa que la de intentarcrear una especie de cordn sanitario contra el peligro bolchevique, buscando un cobardepacto de no agresin poltica con camaradas de otras organizaciones para que no se genere
un debate terico y poltico profundo que perjudicara al revisionismo de la UJCE, demasiado
empantanada en el organicismo y en su inexorable camino hacia la derecha, palabrera a parte, y
poco preparada para defender su lnea oportunista y revisionista ante cualquiera que plantee el
debate en trminos marxistas, algo por lo que la direccin tiene que perseverar en el menudeo
poltico entre bastidores.La decisin de expulsin que conocemos desde hace un tiempo, no nos quita el sueo a
los comunistas, sin embargo hemos de realizar una serie de puntualizaciones a fin que nuestro
conflicto con la direccin de la UJCE no quede en un asunto burocrtico, pues como decimos
este responde a cuestiones ms amplias y que hallan su explicacin en una direccin que se
encuentra acorralada ante el viraje hacia la izquierda del Movimiento Comunista en el Estado
espaol, que teme a unas bases que cada vez estn ms conectadas con problemas de ndole
ideolgico y que, sobretodo, teme su aislamiento ante este giro que trae de la mano el
crecimiento de unas organizaciones y el surgimiento de otras nuevas.Ante la acusacin formal realizada por el Comit Central de la UJCE que nos acusa de
desviaciones fraccionalistas no podemos por menos de reconocer que los colectivos mentados
nos hemos organizado de un tiempo hacia aqu como Fraccin Roja para luchar contra elrevisionismo en el seno de la UJCE, cuestin para la cual, ante las sucesivas direcciones
revisionistas que censuran todo debate1
slo podamos adoptar la forma de una coordinacin
clandestina.
1 Hasta tal punto llega la histeria revisionista por aplacar cualquier debate de calado, que no le importa
realizar todo tipo de maniobras burocrticas, por absurdas que sean. Un ejemplo: durante el ltimo
Congreso de la UJCE, en abril de 2010, llegaron al Congreso dos enmiendas sobre IU, de la organizacin
de Castilla y Len, que reclamaban que la UJCE se fuese de la coordinadora por ser, su prctica,
incompatible con la defensa de los intereses revolucionarios de la clase obrera. Si ya la delegacin del CC
en la Conferencia de Castilla y Len se parti el pecho contra dichas enmiendas remitindose al PCE
durante el proceso congresual el debate en torno a IU, se cambi de orden (cosa que no pas con
ningn otro) hasta en tres ocasiones en las que se pas el debate de una Comisin a otra, mareando la
perdiz, hasta que al fin, en la madrugada del domingo se pudo debatir sobre IU. Eso s, los tiempos se
limitaron para la defensa de las enmiendas (no para la Mesa) y se elimin el derecho a rplica contra la
Mesa (algo que no ocurri con otros debates) defensora de la lnea oficial. A pesar del centralismoburocrtico, algo ms de un 20% de los delegados vot por esas enmiendas.
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Cargos de culpabilidad
Reconocida nuestra organizacin para luchar contra el revisionismo en el seno de la
UJCE, son varias las acusaciones que la direccin ha ido aadiendo en el proceso sancionador a
fin de engordar la base, dentro de su ordenamiento jurdico, para nuestra expulsin. Poco nosimporta lo que piensen o digan los oportunistas de toda laya que ocupan cargos de direccin o
que son sus brazos de madera entre la militancia. Pero nos sentimos obligados a darexplicaciones a los militantes honestos que continan en la UJCE, y al conjunto del Movimiento
Comunista. Y tambin a la clase trabajadora y la juventud ante las cuales no hay que guardar
las problemticas del movimiento comunista sino que hay que sacarlas a la luz pues stas
forman parte de la lucha proletaria. Lo que los revisionistas esconden y ocultan o pretenden
solucionar condespachos burocrticos ajenos al proletariado, los comunistas lo tratamos y
clarificamos sin problema ante el conjunto de la vanguardia y de la clase, pues ello solo
puede fortalecer las posiciones de la Revolucin y desenmascarar las de la reforma. Por
todo esto hemos de reconocer como se concretan las ambiguas acusaciones que la direccin ha
estado filtrando, dicho sea de paso, ms all de lo que sus responsabilidades en la UJCEaconsejaran:
- Somos culpables de haber participado en la Escuela Unitaria de Jvenes
Comunistas coadyuvando a la lucha ideolgica con otras organizaciones, mientras la direccin
de la UJCE se esconda en su sectarismo. Tambin somos culpables de haber organizado
multitud de actividades, de charlas, de escuelas de formacin, de debates con diversas
organizaciones del movimiento comunista abriendo nuevos espacios para el debate, la lucha
terica y el encuentro.
- Somos culpables de contravenir la lnea poltica de la UJCE por estudiar y analizar los
ms importantes procesos revolucionarios que se estn dando en el Mundo, como el queabanderan los camaradas del PCI (M) en India con la Guerra Popular. Adems somos culpables
de haberla defendido pblicamente siendo as consecuentes con el Internacionalismo
Proletario que nos demanda la lucha por el comunismo. Algo que, no podemos negar,
seguiremos realizando muy a pesar de la direccin de la UJCE de donde en su da salieron
graves insultos contra los comunistas indios o los independentistas kurdos que fueron tildados
de agentes de la CIA2.- Somos culpables de publicar rganos tericos, como La Lnea Obrera y Espacio
Rojo, los nicos que se publicaban desde dentro de la UJCE y que hacen de la formacin y el
estudio colectivo no algo puntual en la vida militante, sino la constante en torno a la que ha de
forjarse cada cuadro comunista. Presentando en ellos estudios sobre diversos temas que nos hanllevado indefectiblemente a desarrollar la lucha terica y poltica por reconstituir el
comunismo de cara a la lucha revolucionaria en el Estado espaol. En este sentido tambin
hemos de reconocer nuestra culpa por realizar anlisis sobre la reforma laboral fomentando con
ello el estudio entre la militancia de base, con el objeto de formar cuadros comunistas que
2Cualquiera que asistiese a la ltima sesin del XI Congreso de la UJCE, cuando las dos Comisiones que
se crearon volvieron a unirse para solventar las ltimas enmiendas, pudo ser testigo de la bravuconada
en cuestin, protagonizada por el que fuera responsable de relaciones internacionales de la UJCE, que
para negar cualquier anlisis, debate o ejercicio de solidaridad en torno a estos procesos no dud unsolo instante en utilizar la mentira, el insulto y la provocacin.
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sepan manejarse ante las masas en el mayor nmero de cuestiones posibles y que no acten
como autmatas ante los mandamientos del reformismo oficial.
- Somos culpables de luchar contra el revisionismo y decir abiertamente que el
sindicalismo es reformismo y que las organizaciones tras de las que van los oportunistas en
cada manifestacin no son ms que las organizaciones de la aristocracia obrera y que por su
contenido de clase defienden intereses contrapuestos a los de las masas proletarias. Hecho por elcual aunque sean atacados hoy por el gran capital sus intereses de clase se siguen identificandocon el pacto social que les brindaba el imperialismo y no con la Revolucin Socialista, algo que
ocurre tanto por ese carcter de clase ligado a los opresores como por la inexistencia de un
verdadero y firme referente revolucionario.
- Tambin recae la culpabilidad sobre nuestros huesos porque nos hemos posicionado de
manera decidida en contra del cretinismo parlamentario y de todas aquellas prcticas que en
las instituciones no son ms que el reflejo poltico de las luchas econmicas y que solo hacen
que mantener los prejuicios parlamentarios entre sectores de la clase obrera que se ven
engaados por quienes dicen representarlos.
- Somos culpables por haber defendido el comunismo cientfico frente a lasdesviaciones revisionistas que pretenden cambiar conceptos para cambiar contenidos. Y la
mejor muestra de esto la encontramos en nuestras sucesivas controversias en torno al concepto
de dictadura revolucionaria del proletariado. Para el revisionismo este es un concepto del
pasado que ha de ser cambiado por la ltima moda que exponga la intelectualidad burguesa en
sus escaparates y pueda adornar alguna campaa electoral. Para nosotros sigue siendo el modo
ms correcto de definir al Socialismo como etapa previa al Comunismo en la que el estadoproletario, el estado de nuevo tipo ser la democracia de las hondas masas proletarias y ladictadura contra las viejas clases dominantes. Pero las soflamas contra la dictadura del
proletariado que hemos visto en cada Congreso, en cada Conferencia, en cada reunin; son tan
viejas como la lucha de clases entre proletarios y burgueses. Y aqu los opositores delcomunismo no aportan nada nuevo, aunque lo crean as, y no son ms que una burda copia de
los renegados de cualquier poca: Bernstein, Kautsky, Jruschev, Carrillo, etc. y que estn tanacostumbrados a tratar con la aristocracia obrera y a pulular por las instituciones del capital que
temen como a la peste los resultados de la lucha de clases del proletariado.
Las vas polticas de resolucin
En cuanto a las vas de resolucin del conflicto tomadas por la direccin, ms quevas polticas habra que decir vas administrativas. Cuanto ms hemos incidido en el estudio
del marxismo ms hemos comprendido las contradicciones antagnicas entre el comunismo y laprctica de la UJCE. Todo requerimiento por esta va, por el debate ideolgico, ha sido
censurado.
A inicios de 2011 el colectivo de Zamora mantuvo una reunin a peticin de la
direccin central con el Secretario General de la UJCE y con los secretarios poltico y deorganizacin de Castilla y Len. Los miembros de la direccin se presentaron en Zamora sinningn orden del da, a pesar de ser ellos quienes promovieron tal reunin
3. El colectivo de
3Concretando un poco ms, esta reunin era el inicio de la ronda de contactos de la direccin central
con los colectivos locales. El Secretario Gral fue acompaado a Zamora de una especie de test o
formulario que la militancia deba conocer con tiempo de sobra para responder, tal y como se coment.No obstante la rapidez de la reunin imposibilit a nuestro exdirigente enviarlas con antelacin.
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Zamora present un anlisis sobre su situacin que se remontaba a 2009 y esclareca temas
como el de la Carta a la militancia de la UJCE y al conjunto de organizaciones comunistas
del Estado espaol que se public en marzo de 2010, previa al XI Congreso de la UJCE. El
anlisis de la citada reunin se centr en una autocrtica del colectivo y una crtica del conjunto
de la Unin. Zamora marc que se haba centrado en el estudio y la formacin ideolgica en
detrimento de otras labores, desligndose para ello de lo mandatado por los rganos pertinentes,y que esto era porque la UJCE careca de plan formativo y la ideologa comunista no se tena en
cuenta a la hora de abordar la prctica poltica. Zamora present un modelo de formacin
urgente basado en el estudio colectivo de los clsicos del comunismo ante las importantescarencias tericas de la militancia. La direccin tom en consideracin la crtica y acabada la
reunin la Secretara General se dedic a propagar la idea entre los militantes de base del Estado
de que Zamora haba hecho autocrtica por sus desviaciones teoricistas, las cuales, por otra
parte, nunca se han especificado al colectivo de Zamora, si dejamos de lado los adjetivoscarentes de contenido poltico a que nos tienen acostumbrados aquellos que hacen apologa de
ignorar todo lo que no saben.
A partir de ah, en diciembre de 2011, una propuesta para ser cooptados al Comit deDireccin Regional, para cubrir un puesto con el fin de limar diferencias, resume el cmo seconcibe la resolucin de los problemas ideolgicos y polticos: a travs de la conciliacin
burocrtica.
En el caso de Almera, la direccin de la UJCE, la secretara general, ha mantenidocontactos desde principios de ao a raz de la participacin de los camaradas en la Escuela
Unitaria en Madrid. Fueron muchos los militantes de la UJCE que acudieron a las ponencias de
la Escuela, mas fueron los camaradas almeriense quienes realizaron una ponencia como
Juventud Comunista de Almera. Este hecho puso en guardia a la direccin, que mientras tena
lugar este primer encuentro juvenil, se dedicaba a certificar que mantiene las siglas histricas de
la Juventud Comunista en el estado espaol, pero no tiene ninguna intencin de darles contenidorevolucionario a las mismas. Se puso a los camaradas participantes a expensas del Comit de
Garantas y Control en medio de todo un conjunto de enrevesadas propuestas de la secretara
general parafiniquitarel conflicto: desde una carta de autocrtica4hasta una salida voluntariade la UJCE para evitar el mal trago de la expulsin intentando as salir todos ganando.Maneras de politiqueo burgus, juego de oportunistas al que los camaradas de Almera no
entraron, pues como venimos sealando es el debate ideolgico y poltico el nico marco en
que se pueden abordar los problemas del movimiento comunista y no en la conciliacin
burocrtica. Porque a fin de cuentas la salida voluntaria habra sido ocultar la bancarrota de
la direccin de la UJCE que se haya ante la disyuntiva de abrazar completamente el
oportunismo dejando a un lado su parafernalia roja o, por otro lado, (y como est sucediendo)
dedicarse a aadir la palabra socialismo en algunos de sus escritos y consignas a fin deendurecer las apariencias para alargar un poco ms en el tiempo el proceso de
4Nos vemos obligados a hacer aqu un receso. Para la direccin de la UJCE la autocrtica no consiste en
lo que todo marxista debe entender como tal: en analizar la actuacin propia dentro del conjunto de
circunstancias en que uno se desenvuelve sacando las conclusiones pertinentes, sean positivas o
negativas, de tal modo que la sntesis sobre esa actuacin permita mejorar las actuaciones siguientes.
Algo que en este caso significaba reconocer el sectarismo de la UJCE y todos los esfuerzos que la
direccin puso en minimizar el encuentro de diciembre, as como sacar a relucir los lmites de la lnea de
construccin poltica de la UJCE. Para la direccin de la UJCE la autocrtica de los colectivos ha delimitarse a dar salves a sus dirigentes y reconocer lospecados cometidos.
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desenmascaramiento a que estn siendo llevados por parte de las bases de la organizacin y de
parte del movimiento revolucionario.
Tras esto, la direccin central comunica al colectivo de Almera que pasara a
disposicin de la Comisin de Garantas y Control cerrando lo que la direccin de la UJCEllama vas polticas.
Pero estos modos de confundir la poltica con la burocracia, no son exclusividad de larelacin del Comit Central para con los subversivos militantes de Almera y Zamora.
Cualquiera que se haya interesado por la no asistencia de la UJCE a la Escuela Unitaria de
Madrid, en 2011, ha podido comprobar como la direccin se ha plegado a cualquier debate
terico o poltico intentando esquivar las preguntas, que solo pueden ser respondidas por el
sectarismo y por la confusin poltica de esta direccin, remitindose a fallos de
comunicacin entre los organizadores y la UJCE.
A cuenta delfraccionalismo
Es importante la cuestin del fraccionalismo pues la ignorancia, convertida en dogmapor el revisionismo, puede llevar a tildar a nuestra fraccin de trotskista, cuando nada ms
lejos de la realidad.
Las fracciones, las corrientes internas en el partido son censuradas en Rusia en el X
Congreso Extraordinario del PC (b) en medio de los sucesos contrarrevolucionarios de
Cronstadt que anunciaban las dificultades futuras que el pas sovitico iba a atravesar en forma
de lucha de clases al implementar la dictadura revolucionaria del proletariado: En el terreno
ideolgico defendiendo el sostenimiento de la justa lnea de socialismo en un solo pas frente a
la revolucin permanente trotskista o las tesis derechistas de Bujarin. En el terreno polticoemprendiendo la transformacin del campo abriendo la guerra contra la clase kulak.
Hasta aquel momento siempre existieron fracciones, es decir, corrientes ms o menosorganizadas en el seno del partido, primero en el socialdemcrata donde los bolcheviques (los
mayoritarios durante el II Congreso del POSDR) eran tan solo una fraccin (de hecho su
mayora se vera truncada poco despus). Y posteriormente en el bolchevismo la lucha de dos
lneas va a ser constante siendo crucial los momentos de combate entre leninismo y trotskismo
que en un pas donde la guerra civil est latente, al elevar la Revolucin Socialista las
contradicciones sociales a su mximo apogeo, se acabaran sancionando por medio de las armas.
Pero siendo justos con la historia poltica de la clase proletaria no es por esta situacin
por la que fraccin se identifica con trotskismo. Esta correlacin viene definida por las tesisen torno al partido obrero que formulase el ucranio y que chocan frontalmente con las tesis
leninistas de organizacin, las cuales desconoce la direccin de la UJCE o, al menos, ha dereconocer, jams ha puesto en prctica, salvo que quiera suscitar la risa entre los sectores
organizados de la clase obrera que estn en contacto con la experiencia bolchevique.
Para Lenin el partido obrero denuevo tipo es la unidad entre los principios inclumes
de la teora comunista con el movimiento de masas. Esto no significa que quien se arroga el
nombre de vanguardia vaya corriendo tras de todo tipo de movimiento espontneo para que lasmasas le permitan repartir su panfleto y, si cabe, introducir alguna consigna que, por fuerza,
solo podr ser reformista. La unin entre teora y prctica, entre vanguardia y masas requiere de
una relacin entre ambas de tal modo que la accin de este movimiento poltico organizado
permita superar las condiciones en que se encuentran las masas, es decir, permita al
proletariado ejecutar su programa revolucionarioa travs de sus propias instituciones y
organismos, los cuales deben ser un producto consciente del partido revolucionario, como
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ncleo desde el cual se proyectan concntricamente los instrumentos de la revolucin,
implicando a unas masas que difieren tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo.
Y esta unidad que en lo poltico significa plasmacin del Programa Revolucionario, es
decir, conquista de la dictadura revolucionaria del proletariado, sea en un barrio, en un pueblo o
en un pas; en lo organizativo se concreta mediante la concepcin del partido como una suma
de organizaciones de todo tipo que es desde donde la vanguardia ejecuta, con las masas, larevolucionarizacin de las condiciones de vida de la clase obrera. Y todo ello detalladamente
estructurado por el ncleo dirigente de la Revolucin y regido por el ms escrupuloso
centralismo democrtico.
En el otro extremo anida la concepcin de Trotski, que sigue las viejas concepciones
socialdemcratas en torno al partido obrero. Para Trotski la vanguardia, como destacamento que
conoce el marxismo, debe involucrarse en el movimiento espontneo de las masas y a travs deste ganarse sus simpatas. En definitiva crear conciencia revolucionaria desde las luchasreformistas y parciales de la clase obrera, desatendiendo la creacin independiente de los
distintos organismos de que se valdr el comunismo para ganar, desde el punto de vista
revolucionario, a las masas. En este sentido, Trotski limita al partido revolucionario a ser unaFRACCINdel movimiento obrero de masas que se va amoldando a la situacin concreta delos movimientos de masas para insertar su mensaje. Por ello en los aos treinta lleg a pedir a
sus seguidores, o a los que l entenda como tales, que se uniesen a los partidos
socialdemcratas para hacerles dar un vuelco en su poltica. Es decir, que se integrasen en un
amplio movimiento de masas, ya encuadradas y reformistas, para dar un golpe de mano yguiarlo hacia otro tipo de reivindicaciones. En definitiva reformar un organismo social que se
ha construido desde unas bases distintas a las de la revolucin proletaria tomando las luchas
espontneas de las masas como principal elemento sobre el que deba incidir una vanguardia
que no haba creado las condiciones polticas para movilizar masas con el Programa de la
Revolucin.Esta estrategia trotskista de construccin poltica, pegada a las luchas econmicas, es
a fin de cuentas la del entrismo sobre el que intent crear el PCE de Carrillo su movimiento demasas a travs de las Comisiones Obreras y la que hoy da aun sostiene la direccin de la UJCEaunque con patticos resultados, salvo que nuestros ya exdirigentes quieran apuntarse comosuyo el tanto de la Huelga General convocada por la vanguardia de la aristocracia obrera en
marzo. Y es tambin la excusa sobre la que se protege la direccin de la UJCE para defender el
mantenimiento de la Unin en ese entramado que gestiona (y por tanto ejerce) la dictadura del
capital. Ya que el proyecto estratgico sigue siendo presentado como un frente a travs delcual los marxistas-leninistas pueden desarrollar la lucha por el socialismo. Patraa a la queltimamente se ha unido la de tildar, al menos de puertas para dentro, a la organizacin de los
Cayo Lara, Llamazares, Garzn etc. como un movimiento poltico de nuevo tipo en eseempeo que tiene el revisionismo por impregnar algo de revolucionario, aunque sea
fraseologa hueca, a sus viejos esquemas.
Un debate que no debemos cerrar
Sentado esto y cuando el revisionismo nos pretende dar lecciones sobre organizacinleninista llamamos a la militancia de base a que estudie por s misma la concepcin leninistadel partido obrero. Porque el revisionismo se centra en el aspecto organizativo (el cual deforma
al observarlo unilateralmente) y se olvida por completo de todo lo que es condicin necesaria
para poder hablar decentralismo democrtico. Porque la direccin de la UJCE se llena la boca
con el leninismo hablando de la defensa de los estatutos de la Unin para, a continuacin, en
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el terreno de la ideologa y la poltica, meter una mano entre toda la literatura revisionista del
siglo XXI que demuestralo obsoleto de las teoras polticas de Lenin y la otra en el cesto
de las subvenciones estatales va proyecto estratgico.Algo que se traduce finalmente, tras tantos aos de parasitismo ideolgico, en una
completa falta de formacin y en una sonrojante descontextualizacin de todo debate histrico,
que convierte cualquier referencia a la experiencia de la Revolucin Proletaria Mundial, enforma de cita, de estos dirigentes oportunistas, en un ejercicio de mal gusto que valida pararepresentar folclore poltico, pero desautoriza para emprender cualquier empresa polticaproletaria medianamente seria.
Los colectivos comunistas de Almera y Zamora ya no formamos parte de la UJCE sin
embargo seguiremos realizando nuestra lucha contra el oportunismo y el revisionismo que son
los principales enemigos que hoy tiene enfrente la clase proletaria. Comprendemos que para
alcanzar la unidad comunista es necesaria la escisin con el oportunismo, es imprescindible
romper con la teora y la prctica revisionista. Sin todo ello es imposible pensar en la unidad
revolucionaria del proletariado en un movimiento revolucionario organizado.
Acabamos este comunicado en el que hemos querido repasar nuestro proceso de
expulsin instando a los militantes honestos de la UJCE a la sistematizacin del debate y a la
organizacin. Los revisionistas que nos han expulsado de la UJCE son precisamente los que
ms dao hacen a la organizacin pues lejos de promover la formacin de cuadros comunistas
en las problemticas de nuestro tiempo, insertadas en la lucha por reconstituir al movimiento
comunista como el movimiento revolucionario de la clase obrera, se limitan a guiar a la
juventud hacia las posiciones del reformismo que significa, en definitiva, renegar de la lucha
revolucionaria y plegarse ante intereses de clase ajenos a los del proletariado.
La unidad es una gran cosa y una gran consigna! Pero la causa obrera necesita de
la unidad de los marxistas, y no la unidad de los marxistas con los enemigos y los
falseadores del marxismo
V.I. Lenin
Juventud Comunista de Almera
Juventud Comunista de Zamora
A 22 de Junio de 2012
Estado espaol