sobre el filo de la navaja

17
Sobre el filo de la navaja: las elecciones del año 2000 en México Guadalupe Pacheco Méndez' Este artículo aborda los aspectos más sobresalientes de las elecciones federales del2 de julio de 2000, en las que, luego de 70 años de dominación priísta, el candidato opositor del Partido Acción Nacional logró la victoria en la contienda presidencial. Además, este partido alcanzó la mayoría relativa en la Cámara de Diputados, logró un importante incremento de su participación en el Senado y, en las elecciones locales realizadas de manera simultánea en los estados de Morelos y Guanajuato, arrasó en la contienda para sus respectivas gubernaturas, mientras que en el caso del Distrito Federal su candidato quedó a pocos votos detrás del candidato triunfador. Los objetivos del presente ejercicio analítico son situar en su contexto histórico estos comicios; mostrar cómo se articularon las tendencias en el largo plazo con los factores de corto plazo propios de la campaña electoral; analizar en sí mismos los resultados de esos comicios con la finalidad de descubrir su lógica interna y, por último, estudiar la influencia de las leyes electorales vigentes sobre la traducción de los votos en escaños, a fin de mostrar los efectos de la contienda electoral sobre el equilibrio entre el poder Ejecutivo y el Legislativo en un sistema de partidos con las carac- terísticas propias del actual sistema mexicano. * Profesora-investigadora del Departamento de Relaciones Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. 191

Upload: others

Post on 25-Jul-2022

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Sobre el filo de la navaja

Sobre el filo de la navaja:las elecciones del

año 2000 en México

Guadalupe Pacheco Méndez'

Este artículo aborda los aspectos más sobresalientes de laselecciones federales del2 de julio de 2000, en las que, luegode 70 años de dominación priísta, el candidato opositor delPartido Acción Nacional logró la victoria en la contiendapresidencial. Además, este partido alcanzó la mayoría relativaen la Cámara de Diputados, logró un importante incrementode su participación en el Senado y, en las elecciones localesrealizadas de manera simultánea en los estados de Morelosy Guanajuato, arrasó en la contienda para sus respectivasgubernaturas, mientras que en el caso del Distrito Federal sucandidato quedó a pocos votos detrás del candidatotriunfador. Los objetivos del presente ejercicio analítico sonsituar en su contexto histórico estos comicios; mostrar cómose articularon las tendencias en el largo plazo con los factoresde corto plazo propios de la campaña electoral; analizar ensí mismos los resultados de esos comicios con la finalidadde descubrir su lógica interna y, por último, estudiar lainfluencia de las leyes electorales vigentes sobre la traducciónde los votos en escaños, a fin de mostrar los efectos de lacontienda electoral sobre el equilibrio entre el poder Ejecutivoy el Legislativo en un sistema de partidos con las carac-terísticas propias del actual sistema mexicano.

* Profesora-investigadora del Departamento de Relaciones Sociales de laUniversidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco.

191

Page 2: Sobre el filo de la navaja

192 Revista Veredas

Escribir sobre los resultados de las elecciones presidenciales del año 2000 pocassemanas después de su realización podría considerarse como un ejercicio pertinentepara el análisis coyuntural del día, pero demasiado adelantado y a destiempo para lainvestigación académica. Sin embargo, la circunstancias lo ameritan: la victoria delpanista Vicente Fox sobre su contrincante priísta, la mayoría relativa conquistada por elPartido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados y el importante avance deese mismo partido en el Senado son hechos inusitados en la vida política nacional;adicionalmente, dicho partido arrasó en las elecciones locales que simultáneamente serealizaron en Morelos y el Distrito Federal. De hecho, las tendencias que se expresaronen los estudios de opinión pública dados a conocer durante los meses de la campañaanunciaban dicho desenlace.

Así, el lento proceso de la transición mexicana hacia la democracia ha traspasado elumbral de la alternancia en el máximo cargo de nuestro sistema político, la Presidenciade la República. Es la prueba de fuego a la que se han visto sometidos las mayor partede los procesos de democratización que han irrumpido en la escena mundial desde1974, cuando cayó la dictadura militar portuguesa (Huntington, 1991). En México,desde el sorpresivo parteaguas de las elecciones presidenciales de 1988, lacompetitividad del sistema de partidos poco a poco se fue acercando a este momentotan esperado en la política nacional: que un partido opositor le arrancase al PartidoRevolucionario Institucional (PRO) el monopolio del poder que ha detentado durantesiete décadas, desde que se fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1929.

La intención del presente ejercicio analítico es situar en su contexto histórico laselecciones del 2 de julio de 2000 y poner de relieve cómo se articularon las tendenciasde largo plazo con los factores de corto plazo que caracterizaron al periodo de campañaelectoral. Otro objetivo es analizar en sí mismos los resultados de esos comicios con elfin de descubrir su lógica interna. Por último, también pretende poner en evidencia lainfluencia que tienen las leyes electorales prevalecientes para traducir los votos enescaños e ilustrar los efectos que puede tener la contienda electoral sobre el equilibrioentre el Poder Ejecutivo y el Legislativo en un sistema multipartidista con lascaracterísticas tan peculiares que ha venido desarrollando en México durante los últimos20 años (Pacheco, 2000). En las condiciones actuales, este es un punto que afectadirectamente el equilibrio (aunque en el caso mexicano aún habría que utilizar másbien el término de desequilibrio) entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, así como lareorganización del poder político.

Page 3: Sobre el filo de la navaja

Sobre el filo de navaja 193

Con el fin de simplificar la presentación de los cuadros con estadísticas electorales,se optó por utilizar de manera generalizada los términos PAN y PRD (Partido de laRevolución Democrática) para referirse a los resultados alcanzados por dichos partidosdesde 1988 hasta 1997 y los de las respectivas coaliciones que encabezaron en 2000(Alianza por el Cambio y Alianza por México).

1. La contienda por el Poder Ejecutivo : las tendencias de largo plazo

Desde los días de la campaña electoral misma, los numerosos estudios de opinióndados a conocer hicieron evidente que las preferencias partidarias no eran tan favorablesal candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida, como ya lo eran para su adversario,el panista Vicente Fox. Así, cuando se revisan las intenciones de voto en las diferentesencuestas nacionales que fueron publicadas en los últimos meses, la distancia entre PRIy PAN se fue cerrando, e incluso ya en abril Fox aparecía a la cabeza en algunas deellas. Ata¡ punto llegó la presión electoral que Labastida se sintió obligado a replantearsu estrategia de campaña desde los primeros días de mayo y a reestructurar su equipo,dejando de lado al grupo tecnocrático que supuestamente promovía el nuevo PRI(Moctezuma) e incorporando en posiciones decisivas a connotadas personalidades delviejo PRI (Barttlet, Murillo Karam), quienes, sin lugar a dudas, son operadores con muchomayor capacidad política para activar los engranajes de la poderosa maquinaria elec-toral priísta.

En este contexto, se hace evidente que los factores de corto plazo jugaron un papeldecisivo en las elecciones de julio, más aún si se considera que el sistema electoral, elsistema de partidos y el electorado mexicanos han venido transitando desde hace másde 20 años por un periodo de cambios y reacomodos que todavía no se cierra del todo.Durante las semanas que precedieron a las elecciones del 2 de julio de 2000, la coyunturaelectoral condensó un sinnúmero de factores que influyeron decisivamente en eldesenlace final; esto implicó que la campaña electoral influyese sobre las tendenciasde largo plazo, lo que modificó (acentuándolo) el comportamiento esperado de éstas.No obstante, los partidos y los candidatos no salieron de la nada, ni tampoco loscomportamientos electorales son meros hechos fortuitos o producto del azar, sino quese inscriben en las tendencmas estructurales de largo plazo, pues éstas son las queencarnan su pasado real, así que empezaremos por revisar éstas brevemente.

Page 4: Sobre el filo de la navaja

194 Revista Veredas

Desde las postrimerías de la era dorada de la hegemonía priísta, las tendenciaselectorales del PRI han sido descendentes durante el último cuarto de siglo. Este decliveha tomado en los últimos cinco años -a partir del inolvidable y catastrófico error dediciembre y de la política de sana distancia entre Zedillo y el partido que lo llevó alpoder- una pendiente negativa tal, que permite concebir a la derrota del casi legendariopartido como una eventualidad cercana y posible. En ese mismo quinquenio, elsimultáneo ascenso de la votación del PAN y del PRD ha estrechado los márgenes de lacompetencia electoral. Sin embargo, si únicamente hubiesen prevalecido las tendenciasde largo plazo que se desprendían de los datos agregados de las últimas cuatro eleccionesfederales (véase cuadro 1), la situación para el PRI habría resultado ser bastante favo-rable, pues aunque no habría alcanzado el umbral de 50 por ciento de la votación, sípudo haber gozado de una cómoda situación frente a los dos principales partidos deoposición.

Cuadro 1.Resultados federales 1988-2000

Diputados federales de mayoría relativa*

Año PAN** PRI PRD**

1988 18.0% 51.1% 29.1%1991 17.7% 61.4% 8.3%1994 25.8% 50.2% 16.7%1997 26.6% 39.1 °/, 25.7%

2000 39.1% 37.8% 19.1%

* Aquí se reportan los resultados de la elección de diputados de mayoría relativapara dar mayor precisión a la comparación de las cifras, ya que las elecciones de1991 y de 1997 son intermedias y no se elige presidente como ocurre en las de1998, 1994 y 2000.

**En este cuadro y todos los subsecuentes la mención del PAN en el año 2000 serefiere a los partidos de la Alianza por el Cambio y la de PRD a los integrantes de laAlianza por México. De 1988 a 1997 aquí sólo se incluye la votación en favor delPAN, sin sumarle la del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Fuente : Datos proporcionados por la Comisión Federal Electoral y por el institutoFederal Electoral.

Page 5: Sobre el filo de la navaja

Sobre el filo de navaja 195

Pero, como lo mencionábamos antes, las semanas que preceden al día de cualquiervotación que se perfile como muy competida son decisivas. Y esto nos lleva a revisar elcomportamiento de corto plazo, es decir, el del periodo de la campaña electoral ac-tual, en donde destacan: las elecciones primarias del PRI para elegir candidato, realizadasen noviembre de 1999 y la evolución de la intención de voto en la encuestas de opinióna partir de ese momento.

2. Las primarias priístas y el voto duro

Una de las novedades en el mundo de los partidos, en la presente campaña, fue elmecanismo seguido por el PRO para postular a su candidato presidencial a través deelecciones primarias abiertas. Desde el principio, muchos consideraron que Labastidaera el favorito del presidente saliente, incluidos los políticos priístas, y que por esarazón ya tenía asegurada la candidatura oficial; sin embargo, más allá del hipotéticoapoyo presidencial al presunto sucesor, el sólo hecho de que la gran mayoría de lospolíticos priístas creyese que él era favorito fue una poderosa palanca que le aseguróamplios apoyos en el aparato del PRI (la cargada). El país fue testigo de un destapeclásico, pero validado por elecciones primarias.

No obstante, las primarias priístas no fueron una mascarada, sino una apuesta real,un cálculo racional de poder. Para la pragmática clase priísta no se trataba de convertirse,en un acto de ética política, a las ventajas valorativas de la democracia, sino de unasunto de supervivencia organizativa y de lucha por el poder. En varios estados (porejemplo, Zacatecas, Tlaxcala, Baja California Sur y Nayarit), cuando ese partido noabrió los espacios internos para contender por la postulación a la gubernatura, losaspirantes a quienes se les negó la oportunidad tan sólo de participar en la carrera porganar la nominación de candidatos a ese cargo abandonaron las filas del PRO y, bajo elemblema de otros partidos, no sólo fueron candidatos a gobernador, sino incluso lograrontriunfar en las elecciones estatales. El PRi recogió la lección; un partido que en 1997obtuvo poco menos de 40 por ciento de la votación, no podía darse el lujo de perder 6u 8 por ciento de sus electores a causa de una ruptura, pues ello lo llevaría ineluc-tablemente a perder el poder. Es en este sentido que las primarias del PRI fueron unaapuesta real y lograron su objetivo de mantener la cohesión de esa organización política.

Page 6: Sobre el filo de la navaja

196 Revista Veredas

¿Qué representaron los casi diez millones de personas que participaron en dichoproceso? Para responder a esta pregunta, parto del supuesto de que la mayor parte deciudadanos que participaron en las elecciones primarias del PRI simpatizan o seidentifican de manera más o menos permanente, aunque en grados variables, con dichopartido. Esta suposición se funda en los datos de una encuesta de salida de casillarealizada el día de la elección primaria del PRI; la mayoría de los que participaron sonpersonas que manifiestan algún grado de identificación con dicho partido: 76 por cientose considera priísta, 11 por ciento sin identificación partidista y sólo 12 por ciento sedeclaró panista o perredista.' Así, aunque un grupo de electores racionales de oposiciónacudió a las primarias del PRI, con la probable intención de apoyar al candidato que noera percibido como el favorito, el tabasqueño Roberto Madrazo, se puede afirmarrazonablemente que el grueso de los casi diez millones que participaron son la médulade la base social priísta y que es pertinente considerar ese número de votantes como unindicador aproximado pero aceptable del voto duro priísta.

Un elemento adicional que valida el uso de las cifras de las primarias del PRI comoun indicador de su voto duro es la similitud entre el número de personas que lo apoyaronen 1997 y la cifra de las que participaron en 1999: en la elección federal de 1997 el PRIobtuvo 11.4 millones de votos a nivel nacional y a las primarias de 1999 acudieron 9.7millones de personas, de las cuales 5.3 millones apoyaron al candidato ganador, Fran-cisco Labastida - . Aquí cabe subrayar dos elementos: uno, que las federales intermediasde 1997 fueron la ocasión en que el PRI obtuvo el porcentaje más bajo de su historia enuna contienda federal, y dos, la similitud entre los sufragios absolutos que obtuvo eseaño y el número de participantes en las primarias.

Cabe destacar que es en las entidades federativas bajo gobiernos priístas dondedicho partido logró movilizar durante las primarias un número de ciudadanos muycercano (95 por ciento) al número de votos que obtuvo en la elección federal de 1997(véase cuadro 2). En contrapartida, en los estados con gobernadores vinculados conpartidos de oposición, la mayor parte de los cuales fueron electos simultánea oposteriormente a esa elección, es donde registra su mayor déficit en movilización, puesen las primarias activó un número menor (67 por ciento) de personas en comparación

' Estos datos se desprenden del exit-poll realizado por Consulta-Mitofsky International para Televisa ycuyos datos son reproducidos en Jorge Buendía , 2000. Aquí menciono, de manera agregada , los datos dela columna Total del cuadro 2 de dicho artículo.

2 Los datos relacionados con los resultados directos de las primarias del PRI provienen de la hoja deInternet que ese mismo partido construyó para dar a conocer dicha información. La consulta se hizo elmes de noviembre de 1999, una vez que el PRI dio a conocer los resultados finales.

Page 7: Sobre el filo de la navaja

Sobreel filo de navaja 197

con los comicios de 1997; es decir, que casi 80 por ciento de su déficit entre 1997 y1999 provino de los estados donde ya no controlaba la gubernatura. Este hecho sugiereque la componente dura del voto del PRi es mayor en los estados con gobernador priístay menor en los estados bajo gobiernos de oposición (véase la última columna del cuadro2). Durante las campañas electorales, la gestión pública suele asegurar a los partidosgobernantes, cualesquiera que éstos sean, palancas privilegiadas para apoyar a suscandidatos. En este caso, al quedarse el PRI sin ellas en diversos estados de la República,su voto se vio mermado; además, existen sectores del electorado que, al percibir queun partido al que creían invencible puede ser derrotado en las urnas en un acto políticoracional, reorientan sus preferencias partidarias.

Cuadro 2.Primarias y voto duro del PRI

Tipo de Votos PRI Votos PRI Primarias Diferencia PorcentajeEstado 1994 1997 1999 97-99 99/97

Gobernado por el PRI 10,506,540 7,298,978 6,934,627 -364,351 95%Gobernado por el PAN 6,668,671 4,128,119 2,787,949 -1,340,170 68%o el PRO

Suma 17,175,211 11,427,097 9,722,576 -1,704,521 85%

3. La contienda por el Poder Ejecutivo:tendencias durante la campaña electoral

Las campañas electorales son coyunturas especiales en las que se combinan lastendencias históricas con las oscilaciones de corto plazo. En estos periodos privilegiadosentran en acción nuevos factores: perfil de candidatos, issues, posicionamiento entrepartidos, estrategias mercadotécnicas, capacidad organizativa, los cuales pueden serclaves en la suerte futura de un partido.' A veces estos elementos se combinan deforma muy variada y dan pie a situaciones inesperadas que pueden reorientar el sentidode las preferencias electorales en relación con su tendencia de largo plazo. En esascircunstancias, el desenlace de las elecciones federales de julio no sólo fue el producto

' Sobre este tema, véase la interesante compilación de Daniel Gaxie (1989).

Page 8: Sobre el filo de la navaja

198 Revista Veredas

de las tendencias de largo plazo, sino que en julio de 2000 también fue el resultado dela influencia decisiva de dichos elementos coyunturales.

Según lo revelaron las encuestas desde finales de 1999, la progresiva intensificaciónde la competencia entre Vicente Fox, candidato del PAN a la Presidencia de la República,y su contraparte priísta, Francisco Labastida, dejó fuera de la contienda al abanderadoperredista (véase cuadro 3).4 Pero el hecho más significativo en las encuestas del semestreque precedió a los comicios fue la progresiva disminución de la distancia entre Fox yLabastida. De noviembre a junio, mientras que el priísta perdió nueve puntos, el panistaganó seis (véase cuadro 3). Resulta interesante la proyección lineal de tendencias ajulio sobre la base de estas encuestas, las cuales anunciaban desde la campaña que, deseguir las cosas al ritmo que iban, el nuevo milenio depararía a los mexicanos la sorpresade la alternancia en el máximo cargo político del país (véase gráfica 1), tal y comosucedió.

Cuando se comparan las tendencias de largo plazo para el año 2000 con las decorto plazo para el periodo comprendido entre noviembre de 1999 y julio de 2000,con los resultados del IFE (véase cuadro 4), inmediatamente resaltan dos cosas. Una esla similitud de los resultados para el PRI, tanto en el largo como en el corto plazo y susresultados electores que se ubican ligeramente por debajo de aquéllas. Otra se refiere alos partidos opositores, pues en ambos casos su tendencia de corto plazo es muy simi-lar a los resultados finales, a pesar de que la tendencia de largo plazo se ubicaba muypor debajo, especialmente en el caso del PAN. Lo anterior muestra la magnitud de lainfluencia que la coyuntura electoral puede tener sobre las tendencias de largo plazo yes también un claro indicador de que la volatilidad electoral afecta en mucho mayormedida a los partidos opositores, mientras que el PRI tiene un tendencia descendentemás estable en su dinámica a corto y a largo plazo.

Hemos optado por desarrollar el presente análisis sobre la base de una sola fuente: el diario Reforma. Lasrazones que justifican esta decisión son las siguientes: en primer lugar, para garantizar una base metodológicacomún a las observaciones utilizadas; en segundo, porque esto asegura una periodicidad mensual (con laexcepción del mes de diciembre de 1999, cuando no se realizó encuesta, donde optamos por utilizar lasolución estadística de intercalar la media entre noviembre y enero a fin de completar las observacionesnecesarias para estimar la tendencias, sin distorsionar los datos); tercero, son encuestas que han probadoseguir una metodología seria desde el punto de vista científico y en los hechos han mostrado resultadosaceptables.

Page 9: Sobre el filo de la navaja

Sobre el filo de navaja

Cuadro 3.Encuestas sobre intención del voto presidencial

Noviembre de 1999 a mayo de 2000 (porcentajes)

Preferencias partidarias brutasMes PRl PAN PRO Otros Suma NR* Total

Noviembre 43Diciembre 42Enero 40Febrero 39Marzo 41Abril 38Mayo 35Junio 34

Dif. mayo-nov -9

NoviembreEneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioDif. Junio nov

Tend. lineal julioResultados ¡FE

27 8 3 81

30 9 2 82

32 10 1 83

32 11 1 83

3191 82

36 10 1 85

33 13 2 83

32 13 2 81

5 5 -1Preferencias efectivas ***

199

Fuente yfecha de

publicación19 100 Reforma, 29-11-9918 100 Media nov y enero**17 100 Reforma, 17-01 -0017 100 Reforma, 21-02-0018 100 Reforma, 15-03-0015 100 Reforma, 24-04-0017 100 Reforma, 18-05-0019 100 Reforma. 22-06-00

PRl PAN PRD Otros Suma

53 33 10 4 10048 39 12 1 100

47 39 13 1 100

50 38 11 1 100

45 42 tty 12 1 100

42 40 16 2 100

42 39 16 3 100

-11 6 6 -1

40 42 16 2 100

36 43 17 4 100 Elección presidencial***

* La columna NR reúne las respuestas Ninguno y No sabe** En diciembre no hubo encuesta. Cifras promedio de noviembre y enero*** Se elimina la columna NR del cálculo de porcentajes directos**** Datos oficiales del ¡FE de la elección presidencial del 2 de julio de 2000.

Porcentajes calculados respecto a la votación total.

Page 10: Sobre el filo de la navaja

200

55

50

45

40

35

30

6l

Z

Gráfica 1Preferencias efectivas nov. 1999- jun.2000

y tendencia lineal a julio del 2000

£

u

oNro

oro

* En diciembre se utilizó el promedio de noviembre de 1999 y enero de 2000

Revista Veredas

En este sentido, cabe mencionar que en la encuesta publicada por Reforma (22-06-2000), 24 por ciento de los entrevistados declaró haber decidido su voto durante lacampaña (suma de las respuestas "hoy", "en la últimas dos semanas", "en el últimomes" y "en los últimos tres meses"); de ellos, casi la mitad (47 por ciento) manifestó laintención de apoyar a Fox. La mitad del total de entrevistados (51 por ciento), dijohaber decidido por quién votar para presidente "desde mucho antes" o porque "siemprevota por el mismo partido"; en este segundo grupo predominaron los labastidistas (46por ciento). Los entrevistados remanentes (25 por ciento) dijeron no haberse decididoaún. Estos datos evidencian claramente que fue Fox quien mejor partido sacó de lacampaña electoral en sí misma.

Page 11: Sobre el filo de la navaja

Sobreel filo de navaja 201

Cuadro 4.Comparación entre las tendencias electorales

de largo y de corto plazo en la elección presidencial(porcentajes)

PRI PAN PRD

Tendencia de largo plazo (1988-1997) al 2000* 39 26 25Tendencia de corto plazo (noviembre 99-julio del 2000) 40 44 16Resultados oficiales de la elección presidencial (¡FE) 36 43 17

* Tendencia lineal calculada con base en los datos del cuadro 1.

4. La contienda por la Cámara de Diputados y las paradojas dela competencia multipartidista

Mientras que la contienda presidencial se decide en función del candidato que hayaobtenido el mayor número de votos agregados a nivel nacional y es un juego de sumacero en el que sólo hay un ganador, en la Cámara de Diputados las cosas son diferentes.Ciertamente, la existencia de criterios como los de mayoría calificada, el límite de 8por ciento a la sobrerrepresentación, el tope al número de diputados del partidomayoritario, además de que el PRI haya perdido el control de la mayoría absoluta yadesde 1997, constituyen elementos que aseguran un espacio abierto a un mayor juegopolítico. No obstante, existe una serie de factores que influye sobre la forma como losvotos obtenidos por un partido son traducidos en diputaciones efectivas; la maneraespecífica en que se combinan esos factores puede llevar a resultados muy variados y,en ocasiones, sorprendentes e inesperados. Así, las reglas que se utilizan para traducirlos votos en diputaciones efectivas imprimen un sesgo particular a este asunto, hechoque lo hace diferente del caso de la elección presidencial.

La primera especificidad propia a las elecciones de diputados es que aquí se trata yade 300 sumas de votos correspondientes a sendos distritos de mayoría relativa. Pero elsistema mexicano es mixto y su cámara baja se integra con 300 diputados de mayoríarelativa y 200 que provienen de listas regionales de representación proporcional. Debidoa este carácter mixto, la cantidad de escaños que un partido puede obtener se estableceen función de la votación nacional de los partidos, del número de victorias de mayoría

Page 12: Sobre el filo de la navaja

202 Revista Veredas

relativa (que está determinado por la competitividad y por la distribución territorial delos votantes de cada partido en los 300 distritos electorales), del volumen de sufragiosobtenidos por partidos menores que no alcanzan el porcentaje necesario para tenerderecho a escaños (estos votos desperdiciados resultan a la postre ser favorables para elpartido que resulte mayoritario) y los topes al partido mayoritario.

Para tener una idea de las características del terreno en el que ocurrieron los comiciosdel 2 de julio, vale la pena analizar someramente los resultados de la última elecciónfederal intermedia (1997) desde la perspectiva de la competitividad electoral entre lospartidos. Como se aprecia en el cuadro 5, para el PRi existe poco más de un centenar dedistritos riesgosos, en donde ganó o perdió con un diferencial de diez puntos porcentualeso menos; esta es la zona estratégica en la que se decidió la relación de fuerzasinterpartidarias de la LVIII Legislatura en la Cámara de Diputados. En una primerahipótesis exploratoria, se podría pensar en lo que podría suceder si el PRi perdiera suscuarenta y nueve distritos competidos a manos del PAN y si el PRD hubiera logradoganar de nuevo en los mismos distritos donde lo hizo en 1997. Los resultados se aprecianen el cuadro 6: el PRi mantendría una ventaja sobre el PAN por tan sólo dos distritos demayoría relativa, lo cual pone de relieve que lo ocurrido el 2 de julio no fue sóloproducto de las tendencias del pasado, sino también de un cambio cualitativo que seprodujo en el corto plazo.

Cuadro 5 . Competitividad electoral por partido ganador en 1997(elección de diputados de mayoría relativa)

PartidoGanador Diferencia * Distritos

1°-2°en% 1997Priísta fuerte 20 y más 70Priísta De 10 a 19.9 46Priísta competido De 0 a 9.9 49Oposición competido De 0 a 9.9 53Oposición De 10 a 19.9 44Oposición fuerte De 20 y más 38

Total 300

Distritos Gana Gana Ganaen% PRI**

23% 7015% 4616% 4918%15%13%

100% 165

PAN PRD

31

22

12

65

22

22

26

70

* Diferencia en puntos porcentuales entre la votación obtenida por el primer partido y la del segundo.

** El distrito ganado por el Partido del trabajo (PT) se le asignó al PRi que ganó el segundo lugar.

Page 13: Sobre el filo de la navaja

Sobreel filo de navaja 203

Cuadro 6. ¿De dónde podrían provenir las derrotas del PRIen función de los resultados de 1997?

Grupo de competitividad Gana el PAN Gana el PRI Gana el PRD Subtotalen 1997 en el 2000 en el 2000 en el 2000

Ganados por el PAN 65PRI competido (dif. de 0 a 9.9%) 49PRI seguro (dif. De 10 a 19.9%) 46PRI fuerte (dif. superior a 20%) 70Ganados por el PRD

Suma 114 11670

70

65

49

46

70

70

300

Veamos ahora lo ocurrido en los comicios federales del año 2000 para elegirdiputados. Al igual que sucedió con los resultados presidenciales, desde los meses dela campaña se perfilaban las tendencias que también le darían a los partidos de laAlianza por el Cambio la cerrada mayoría relativa que alcanzaron en la Cámara deDiputados (véase cuadro 7). Por otra parte, la diferencia entre la tendencia lineal decorto plazo y los resultados oficiales del ¡FE ponen de relieve, de nueva cuenta, que loscambios ocurridos durante el último tercio de la campaña fueron decisivos para que elPRI perdiese su mayoría en la Cámara de Diputados.

Cuadro 7 . Encuestas sobre intención de voto para diputadosnoviembre de 1999 a mayo del 2000 (porcentajes)

Preferencias efectivasPRI PAN PRD

Enero 46 34 14"!Febrero 48

3313

Marzo 45 34 14Abril 44 37 14

Mayo ( primera encuesta) 44 37 15-Junio 41 36 19

Tendencia a julio 41 38 18

Resultados ¡FE 38 39 19* La no respuesta fue 20% en enero, 21 % en febrero, 23% en marzo, 19% en abril, 18% en mayo y 19%en junio.Fuente: Periódico Reforma (véase cuadro 3).

Page 14: Sobre el filo de la navaja

204 Revista veredas

Sin embargo, los resultados obtenidos por la Alianza por el Cambio en la elecciónde diputados no son tan ventajosos como los de la elección de presidente (véase cuadro8). A este respecto cabe señalar que en unas elecciones muy competidas incluso esposible que se presenten situaciones en las que un partido puede ganar la presidenciay otro diferente conquistar la mayoría (absoluta o relativa) en la Cámara de Diputados.Esto puede ser así por dos razones. La primera es que existe un cierto número de electoresque realiza lo que se denomina en la literatura especializada un ticketsplit(voto dividido),

es decir, votan por diferentes partidos; en el cuadro 8 se aprecia las diferencias registradasen julio de 2000 entre los resultados de la elección de presidente y la de diputados;particularmente destaca que la candidatura de Fox se ubica varios puntos por arriba delas diputaciones.

Cuadro 8 . Comparación entre la votación para presidentey para diputados , 2 de julio de 2000

Voto dividido (Ticket split) PAN PR! PRD Otros Suma

Presidente 43% 37% 17% 3% 100%oría relativaDi utados de ma 39% 38% 19% 4% 100%p y a ^ -

Diferencia 4 -1 -2 -1

Fuente: ut.

De hecho, los acontecimientos del 2 de julio revelan un significativo cambio eintensificación de la competencia interpartidaria en los distritos electorales. Mientrasque en 1997 se contaban aún 70 distritos priístas fuertes, en 2000 descienden a 40casos, en tanto que se registran 34 casos de nuevos distritos opositores (cuadro 9). Estodio lugar a un reacomodo de fuerzas entre los tres principales partidos (cuadro 10): laAlianza por el Cambio logra refrendar 60 de las 65 victorias en los distritos en dondetriunfó el PAN en 1997, gana en 45 distritos donde había ganado el PRI y en 36 dondehabía ganado el PRD. Es decir, el PAN logró avanzar sobre el PRI y sobre el PRD.

Page 15: Sobre el filo de la navaja

Sobre el filo de navaja

Cuadro 9 . Cambios en la competitividad de los distritos

205

Categoría * 1997 2000 Diferencia

Oposición (diferencia inferior a 0%) 135 169 34Priísta competido (diferencia 0-9.9%) 49 46 -3Priísta (diferencia 10-19.9%,) 46 45 -1Muy priísta (20% o más de diferencia) 70 40 -30

300 300 0

* Diferencia entre la votación relativa del PRI y el partido en segundo lugar

Distritos ganadosen 1997

PAN

PRI

PRD

Cuadro 10. Distribución de victorias distritalespor partidos, 1997-2000

PANDistritos ganados en el 2000

PRI PRD

60 5 045 112 836 14 20

Nota: se clasificó el distrito donde ganó el PT en 1997 como del PRI.

Como resultado de estos cambios, la composición de la Cámara de Diputados semodificó sensiblemente (cuadro 11), el PRI perdió al fin su casi eterna mayoría en eseórgano legislativo y la Alianza por el Cambio logró, con tan sólo un punto de diferenciaen la votación respecto al PRI, ocupar 45 por ciento de los escaños gracias a los seispuntos de sobrerrepresentación que le aseguran el diseño institucional prevaleciente,el cual, aunque atenúa la posible sobrerrepresentación del partido mayoritario en laCámara de Diputados, no la hace desaparecer, especialmente cuando prevalece lacompetencia entre dos partidos. Esto se debe a tres razones: el mayor peso del principiode mayoría relativa y las reglas para el reparto de escaños de representación proporcional;la forma como están distribuidos territorialmente los electores; y la dinámica bipartidistabifurcada (PRI versus PAN, o PRI versus PRD) de la competencia electoral dentro del marcode un sistema de tres partidos mayores pero con una competencia bipartidista bifurcada:el frente PRI versus PAN y el frente PRI versus PRD.

Page 16: Sobre el filo de la navaja

206 Revista veredas

Cuadro 11 . Victorias distritales eintegración de la Cámara de Diputados (2000)

Resultados del 2 de julio de 2000PAN PRI PRD Suma

Elección de d. M. r. (% votación válida)* 39%> 38% 19% 96Victorias distritales 141 131 28 300Diputados de representación proporcional 82 80 38 200Total de diputados (absoluto) 223 211 66 500

Total de diputados (relativo) 45% 42% 13% 100%

*d.m.r: diputados de mayoría relativa. No suma 100 porque no se incluyeron otros partidos.Nota: PAN incluye el total de la Alianza por el Cambio y Peo incluye a todos los partidos de la Alianza por

México.

Durante la campaña electoral de 2000 la incertidumbre democrática dejó sentirtodo su peso; la coyuntura del primer semestre del año tuvo como resultado diferenciasmínimas pero decisivas debido a lo cerrado de la contienda entre los principalescandidatos, los cuales prácticamente desfilaron por el filo de una navaja. La principalconclusión que se desprende del análisis arriba presentado es que, si bien en Méxicoha sonado al fin la hora de la alternancia en el poder, lo más probable es que se trate deun cambio con continuidad: el PAN conquistando la Presidencia de la República perosin tener la mayoría absoluta en el Congreso. La mayoría relativa le deja al PRI y al PRDla oportunidad de acotar el ejercicio presidencial, lo cual es un sano ejerciciodemocrático que obliga a la negociación y al acuerdo entre los partidos.

Bibliografía

Buendía, Jorge (2000), "El voto del PRi: quiénes y de dónde", en revista Nexos,

México, vol. xxIII, núm . 25, págs. 47-54.

Gaxie, Daniel (1989), Explication du vote. Un bilan des études électorales en France,París, Presses de la Fondation Nationale de Sciences Politiques.

Huntington, Samuel (1991), La tercera ola. La democratización a finales del siglo xx,Buenos Aires, Paidós.

Page 17: Sobre el filo de la navaja

Sobre el filo de navaja 207

Pacheco Méndez, Guadalupe (2000), "De la hegemonía a la regionalización electoral:el sistema de partidos en México, 1979-1997", en revista Estudios Sociológicos,México, El Colegio de México, vol. xviii, núm. 53, mayo-agosto.