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El 25 de abril, renombrado en la actualidad como “Dia- da valenciana per les llibertats nacionals”, ante el fra- caso de situarse como verdadera festividad popular en la Comunidad, como lo es el 9 de Octubre, lejos de sus reivindicaciones y apoyo popular que tuvo en el pasado cuando se luchaba contra el franquismo, por la defensa del republicanismo, la libertad y la amnistía de los presos políticos, el reconocimiento del Estatuto de autonomía y el autogobierno, ha pasado a conver- tirse en un día por y para el nacionalismo valenciano de la “izquierda del sistema”. Un día en el que avivar la leyenda negra contra España. “Quan el mal ve d’Al- mansa”, como si los males que padecen los trabajado- res valencianos fueran fruto de la pérdida de fueros y las cortes estamentales de un reino feudal. Más allá del debate historiográfico, en la actualidad el movimiento de la “Diada” está hegemonizado princi- palmente por Compromís y asociaciones dominadas por la patronal catalana como Acció Cultural del País Valencià. La movilización en la actualidad gira entor- no a reivindicaciones como un mayor financiamiento, competencias estatales, romanticismo cultural cata- lán y la solicitud de dinero público para organizaciones con este fin, cuando no, directamente reivindicaciones plenamente para empresarios como el Corredor Medi- terráneo u otras afines a la patronal catalana, que dis- frazan en forma de lucha por los “Països Catalans”, pero en realidad no son más que un intento de dicha pa- tronal por asegurarse beneficios en un mercado más amplio. Nacionalismo, al fin y al cabo, igual de rancio SOBRE EL 25 DE ABRIL Comité pro-Frente Obrero de la Comunidad Valenciana

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  • El 25 de abril, renombrado en la actualidad como “Dia-da valenciana per les llibertats nacionals”, ante el fra-caso de situarse como verdadera festividad popular en la Comunidad, como lo es el 9 de Octubre, lejos de sus reivindicaciones y apoyo popular que tuvo en el pasado cuando se luchaba contra el franquismo, por la defensa del republicanismo, la libertad y la amnistía de los presos políticos, el reconocimiento del Estatuto de autonomía y el autogobierno, ha pasado a conver-tirse en un día por y para el nacionalismo valenciano de la “izquierda del sistema”. Un día en el que avivar la leyenda negra contra España. “Quan el mal ve d’Al-mansa”, como si los males que padecen los trabajado-res valencianos fueran fruto de la pérdida de fueros y las cortes estamentales de un reino feudal.

    Más allá del debate historiográfico, en la actualidad el movimiento de la “Diada” está hegemonizado princi-palmente por Compromís y asociaciones dominadas por la patronal catalana como Acció Cultural del País Valencià. La movilización en la actualidad gira entor-no a reivindicaciones como un mayor financiamiento, competencias estatales, romanticismo cultural cata-lán y la solicitud de dinero público para organizaciones con este fin, cuando no, directamente reivindicaciones plenamente para empresarios como el Corredor Medi-terráneo u otras afines a la patronal catalana, que dis-frazan en forma de lucha por los “Països Catalans”, pero en realidad no son más que un intento de dicha pa-tronal por asegurarse beneficios en un mercado más amplio. Nacionalismo, al fin y al cabo, igual de rancio

    SOBRE EL 25 DE ABRILComité pro-Frente Obrero de la

    Comunidad Valenciana

  • que el español, al servicio de las élites, que intenta en-frentar a los trabajadores de toda España.

    El pueblo valenciano ha estado plenamente integrado en las luchas populares del pueblo español. Durante la invasión francesa, en España, la ciudad de Valencia fue una de las últimas en caer, la resistencia aupó verda-deras figuras populares como El Palleter. Blasco Ibáñez hizo una gran aportación al republicanismo progre-sista español con mítines populares de miles de per-sonas en el centro de la ciudad, contra la restauración borbónica y en defensa de los intereses de los obreros y comerciantes. Las huelgas de Alcoy jugaron un papel importantísimo a finales del siglo XIX en el movimiento obrero. La Valencia capital de la República española fue un ejemplo de heroísmo, no la de burócratas que utilizaron la retaguardia para cobijarse y ocultar su co-bardía, sino la que cavaba trincheras y construía for-tificaciones, la Valencia inexpugnable del “Resistir es vencer”, que fue rendida por esos mismos traidores que apoyaron el golpe de Casado. La Valencia de los derrotados, que no vencidos, que organizaron los ma-quis en el Levante, siendo de las zonas con mayor im-plantación de la resistencia antifranquista, y que más tarde se desarrollaría en las calles de la ciudad como la avenida Blasco Ibáñez, paralizada con cada moviliza-ción estudiantil y huelga obrera. Más recientemente, las huelgas de Alcoy y los altos hornos en Sagunto frente a la traición de la reconversión industrial con la entra-da a la Unión Europea, mostraban un poco de dignidad entre la podredumbre de la izquierda del sistema. Son ejemplos de la heroicidad del pueblo valenciano, que son también historia de España a lo largo de todos es-tos siglos.

  • El Frente Obrero es contrario a la opresión nacional y no busca la pérdida violenta y forzada de estas iden-tidades culturales que, desde el principio, se hallan en España y que son parte también de la complejidad de la nación española. No obstante, es una realidad que, conforme ha desaparecido la represión, la lengua va-lenciana se ha hecho cooficial y existe, en la Comunidad Valenciana, un autogobierno que fomenta y promocio-na esa riqueza cultural, muchas de las tradiciones va-lencianas y su cultura se han asimilado por parte de la cultura española, la popularidad de nuestra gastro-nomía, como la horchata y la paella, el apego a nuestro territorio, visitado por cientos de miles venidos de toda España y de todo el mundo, así como las fiestas de las hogueras de San juan en Alicante, la Tomatina, las fa-llas valencianas, etc. La cultura valenciana se ha ido in-corporando a la del conjunto de España, y entendemos que eso es algo bueno y positivo, fruto de esas liberta-des. Poner el grito en el cielo o caer en el romanticismo lo único que fomenta es el nacionalismo, con el que los obreros no ganamos absolutamente nada, pero per-demos mucho.

    De igual manera con el uso de la lengua. En multitud de ocasiones hemos sido duramente criticados por esta izquierda del sistema, nacionalista y vendida a los inte-reses de la patronal catalana, por subir nuestros posi-cionamientos en castellano. La realidad es que, en las ciudades donde mayoritariamente nosotros trabaja-mos: Valencia, Castellón y Alicante, la lengua más usa-da por la población, y por nuestra militancia, es el cas-tellano, no hay un afán de imposición lingüística, sino de naturalidad y de no hacer un sobre esfuerzo más por contentar a sectores nacionalistas por problemas comunicativos. Cuando desarrollamos nuestro trabajo

  • en el interior y las comarcas principalmente valencia-noparlantes, nuestra organización usa el valenciano, porque así lo hace su población y su militancia. Nosotros no queremos fomentar la minorización de la lengua va-lenciana, pero ser castellanoparlante en la Comunidad Valenciana no te hace ser un reaccionario, eso supon-dría caer en la xenofobia. Atribuirle a una lengua una ideología es vergonzoso y es lo que puede condenar-la a su desaparición y marginación. Somos defensores del derecho a la educación en valenciano, así como de que todos los valencianos conozcan la lengua cooficial durante la enseñanza obligatoria, pero no tenemos un fetiche como los nacionalistas interesados en instru-mentalizarla.

    Por último, queremos explicar por qué en nuestros textos y nuestra propaganda nos referimos siempre a nuestra región como Comunidad Valenciana y no como País Valenciano. Sabemos que, históricamente, se ha lla-mado País Valenciano a nuestra región, sin atribuírsele una connotación independentista o soberanista. Sabe-mos que ha sido utilizado por organizaciones republica-nas de izquierdas desde siempre, no obstante, creemos que, en la actualidad, desde que se ha normalizado el uso popular de Comunidad Valenciana, se ha supera-do el paradigma según el cual dicha denominación tie-ne una connotación homogeneizadora española, casi colonial, mientras que hablar de País Valenciano es de izquierdas y simboliza la libertad de los pueblos, como quieren vendernos algunos. En la actualidad, las clases populares hablan de Comunidad Valenciana con to-tal normalidad, especialmente entre aquellos más jó-venes. Por lo tanto, utilizar País Valenciano creemos que puede confundirse con esas aspiraciones nacionalis-tas pancatalanistas, que no queremos fomentar, aun-

  • que sí respetamos el uso de dicha denominación, sa-bemos que existe y sigue teniendo cierta implantación.

    Antivalenciano es el que engaña a su gente para ga-nar un puesto en las instituciones, el que defiende a las grandes empresas y da la espalda a los trabajadores. Si no luchas por transformar la sociedad, por mejorar la vida de una gran mayoría, ¿cómo puedes erigirte como un amante de la tierra? Nosotros amamos a nuestra tierra, más que nadie, por ello luchamos día a día por salvarla de todos los problemas que sufre.

    La capital de la Comunidad Valenciana es la tercera ciudad del país y el segundo puerto más importante. La región del Levante es una zona económica muy im-portante en España y lo será en las luchas venideras en defensa de los trabajadores del conjunto de la nación. Nosotros aspiramos a popularizar nuestro programa y a crecer como organización, no solo en las principa-les ciudades, sino también en las comarcas del interior. Por eso, este posicionamiento iba dedicado a conse-guir dar a conocer nuestra línea política en los pueblos y núcleos urbanos más pequeños, donde estos deba-tes se viven de una manera más directa e intensa. Hace falta que traslademos allí la fuerza del Frente Obrero, no solo como organización política, sino de lu-cha social y sindical, ya que muchas veces la lucha de clases en dichas zonas, al tener una apariencia más cercana o familiar, oculta situaciones de miseria no tan visibilizadas como en los núcleos urbanos más gran-des, pero no por ello menos duras. Si la cuarentena no hubiera interrumpido este proceso, hubiésemos rea-lizado parte de nuestras presentaciones públicas en Elda, Elche, Ontiñente, Torrente, Vall de Uxó, Almenara,

  • Sagunto, Gandía; que sin duda reanudaremos. El Fren-te Obrero se extiende a lo largo y ancho de la Comuni-dad Valenciana.

    Contáctanos en tu pueblo o ciudad para organizar co-mités comarcales que puedan ser el primer eslabón de la organización obrera, porque lo fundamental sigue siendo la militancia de base. La lucha de clases no es propaganda, no son luchas parciales inofensivas como el ecologismo o el feminismo imperantes, es una reali-dad concretada en cada relación laboral y política, a la que debemos dar una respuesta organizada y cons-ciente.

    ¡Por la República Popular y Federal!

  • El 25 d’abril, nomenat en l’actualitat com “Diada va-lenciana per les llibertats nacionals”, front al fracàs de situar-se com a veritable festivitat popular a la comunitat, com ho és el 9 d’octubre, lluny de les seves reivindicacions i suport popular que va tenir al passat quan es lluitava contra el franquisme, per la defensa del republicanisme, la llibertat i l’amnistia dels presos polítics, el reconeixement de l’Estatut d’autonomia i l’autogovern, ha passat a convertir-se un dia del i per al nacionalisme valencià de “l’esquerra del sis-tema”. Un dia en què avivar la llegenda negra con-tra Espanya. “Quan el mal ve d’Almansa”, com si els mals que pateixen els treballadors valencians foren fruit de la pèrdua de furs i les corts estamentals d’un regne feudal.

    Més enllà del debat historiogràfic, en l’actualitat el moviment de la “Diada” està hegemonitzat princi-palment per Compromís i associacions dominades per la patronal catalana com Acció Cultural del País Valencià. La mobilització en l’actualitat gira entorn a reivindicacions com un major finançament, com-petències estatals, romanticisme cultural català i la sol·licitud de diners públics per a organitzacions amb aquesta finalitat, quan no, directament reivindica-cions plenament pels empresaris, com el Corredor Mediterrani o altres afins a la patronal catalana, que disfressen en forma de lluita pels “Països Catalans”, però en realitat no són més que un intent d’aquesta patronal per assegurar beneficis en un mercat más ample. Nacionalisme, al cap i a la fi, igual de ranci que

    SOBRE EL 25 D’ABRILComitè pro-Frente Obrero de la

    Comunitat Valenciana

  • l’espanyol, al servei de les elits, que intenten enfrontar els treballadors de tot Espanya.El poble valencià ha estat plenament integrat en les lluites populars del poble espanyol. Durant la inva-sió francesa, a Espanya, la ciutat de València va ser una de les últimes a caure, la resistència va aixecar veritables figures populars com El Palleter. Blasco Iba-ñez va fer una gran aportació al republicanisme pro-gressista espanyol amb mitings populars de milers de persones al centre de la ciutat, contra la restaura-ció borbònica i en defensa dels interessos dels obrers i comerciants. Les vagues d’Alcoi van jugar un pa-per importantíssim a finals de segle XIX al moviment obrer. La València capital de la República espanyo-la va ser un exemple d’heroisme, no la de buròcrates que van utilitzar la rereguarda per acollir-se i ama-gar la seua covardia, sinó la que cavava trinxeres i construïa fortificacions, la València inexpugnable del “Resistir és vèncer”, que va ser rendida pels mateixos traïdors que van recolzar el cop de Casado. La Valèn-cia dels derrotats, que no vençuts, que van organit-zar els maquis en el Llevant, sent de les zones amb major implantació de la resistència antifranquista, i que més tard es desenvoluparia en els carrers de la ciutat com l’avinguda Blasco Ibañez paralitzada amb cada mobilització estudiantil i vaga obrera. Més re-centment, les vagues d’Alcoi i els alts forns a Sagunt davant de la traïció de la reconversión industrial amb l’entrada a la Unió Europea, mostraven una mica de dignitat entre la podridura de l’esquerra del sistema. Són exemple de l’heroïcitat del poble valencià, tam-bé de la història d’Espanya al llarg de tots aquests segles.

  • El Front Obrer es contrari a l’opressió nacional i no busquem la pèrdua violenta i forçada d’aquestes identitats culturals que, des del principi, es troben a Espanya i que són part també de la complexitat de la nació espanyola. No obstant, això és una realitat que, conforme ha desaparegut la repressió, la llengua va-lenciana s’ha fet cooficial, i hi ha a la Comunitat Va-lenciana, un autogovern que fomenta i promociona aquesta riquesa cultural, moltes de les tradicions va-lencianes i la seua cultura s’han assimilat per part de la cultura espanyola, la popularitat de la nostra gastronomia com l’orxata i la paella, l’afecció al nos-tre territori visitat per centenars de milers vinguts de tot Espanya i de tot el món, així com les Festes de les fogueres de Sant joan d’Alacant, la Tomatina, les fa-lles valencianes, etc. La nostra cultura s’ha anat in-corporant a la del conjunt d’Espanya, i entenem que això és una cosa bona i positiva, fruit d’aquestes lli-bertats. Posar el crit al cel o caure en el romanticisme, l’únic que fomenta és el nacionalisme, amb el cual els obrers no guanyem absolutament res, però per-dem molt.

    De la mateixa manera amb l’ús de la llengua. En mul-titud d’ocasions hem estat durament criticats per aquesta esquerra del sistema, nacionalista i venuda als interessos de la patronal catalana, per pujar els nostres posicionaments en castellà. La realitat és que, a les ciutats on majoritàriament nosaltres treballem: València, Castelló i Alacant, la llengua més utilitzada per la població, i per la nostra militància, és el caste-llà, no hi ha un afany d’imposició lingüística, sinó de naturalitat i de no fer un sobre esforç més per acon-tentar sectors nacionalistes per problemes comuni-catius. Quan desenvolupem el nostre treball a l’interior

  • i les comarques principalment valencianoparlants, la nostra organització fa servir el valencià, perquè així ho fa la seua població i la seua militància. Nosaltres no volem fomentar la minorització de la llengua va-lenciana, però ser castellanoparlant a la Comunitat Valenciana no et fa ser un reaccionari, això suposa-ria caure en la xenofòbia. Atribuir a una llengua una ideologia és vergonyós i és el que pot condemnar-la a la seva desaparició i marginació. Som defensors de la immersió lingüística i del dret a l’educació en valencià, així com que tots els valencians coneguen la llengua cooficial durant l’ensenyament obligatori, però no tenim un fetitxe com els nacionalistes inte-ressats en instrumentalitzar-la.

    Per últim, volem explicar perquè als nostres textos i la nostra propaganda ens referim sempre a la nostra regió com a Comunitat Valenciana i no com a País Valencià. Sabem que, històricament, s’ha anomenat País Valencià a la nostra regió, sense atribuir-li una connotació independentista o sobiranista. Sabem que ha estat utilitzat per organitzacions republicanes d’esquerres des de sempre, però, creiem que, en l’ac-tualitat, des que s’ha normalitzat l’ús popular de Co-munitat Valenciana, s’ha superat el paradigma se-gons el qual aquesta denominació té una connotació homogenitzadora espanyola, quasi colonial, mentre que parlar de País Valencià és d’esquerres i simbolitza la llibertat dels pobles, com volen vendre’ns alguns. A l’actualitat les classes populars parlen de Comuni-tat Valenciana amb total normalitat, especialment entre els més joves. Per tant, utilitzar País Valencià creiem que pot confondre’s amb aquestes aspira-cions nacionalistes pancatalanistes, que no volem fomentar, encara que sí respectem l’ús d’aquesta de-

  • nominació, sabem que existeix i segueix tenint certa implantació.

    Antivalencià és qui enganya a la seua gent per guan-yar un lloc en les institucions, qui defensa a les grans empreses i dóna l’esquena als treballadors. Si no llui-tes per transformar la societat, per millorar la vida d’una gran majoria, com pots erigirte com un amant de la terra? Nosaltres estimem la nostra terra, més que ningú, per això lluitem dia a dia per salvar-la de tots els problemes que pateix.

    La capital de la Comunitat Valenciana és la tercera ciutat de país i el segon port més important. La regió del Llevant és una zona econòmica molt important a Espanya i ho serà en les lluites futures en defensa dels treballadors del conjunt de la nació. Nosaltres aspi-rem a popularitzar el nostre programa i a créixer com a organització no només en les principals ciu-tats, també a les comarques de l’interior. Per això, aquest posicionament anava dedicat a aconseguir donar a conèixer la nostra línia política en els pobles i nuclis urbans més petits, on aquests debats es viuen d’una manera més directa i intensa.

    Es necessari que traslladem allà la força del Front Obrer, no només com a organització política, sinó de lluita social i sindical, ja que moltes vegades la lluita de classes en aquestes zones, al tenir una aparença més propera o familiar, oculta situacions de misèria no tan visibilitzades com en els nuclis urbans més grans, però no per això menys dures. Si la quarante-na no hagués interromput aquest procés, hauríem realitzat part de les nostres presentacions públiques a Elda, Elx, Ontinyent, Torrent, Vall d’Uixó, Almenara,

  • Sagunt, Gandia; que sense cap dubte reprendrem. El Front Obrer s’estén al llarg i ample de la Comunitat Valenciana.

    Contacta’ns al teu poble o ciutat per organitzar co-mitès comarcals que puguen ser la primera linea de l’organització obrera, perquè el fonamental segueix sent la militància de base. La lluita de classes no és propaganda, no són lluites parcials inofensives com l’ecologisme o el feminisme imperants, és una realitat concretada en cada relació laboral i política, a la que hem de donar una resposta organitzada i conscient.

    Visca la República Popular i Federal!