sobre algunos autores espirituales del carmen …

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SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO... 169 SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO NOTAS BIOBIBLIOGRAFICAS J.-EL P. FRANCISCO DE LA MADRE DE DIOS ill l.-Datos biográficos. Fué natural de Almonacid de Zurita, se llamó en el siglo Francisco de Zurita y fueron sus padres Francisco de Zurita y María González. Según Manuel de San Jerónimo «era cuando entró en la Religión Letrado reci- bido y de grandes créditos y mayores esperanzas; porque gozaba tan fe- liz memoria, que es todo el estante de esta facultad, que llegó a saber cinco mil leyes» (2). Tomó el hábito de carmelita descalzo en el noviciado de Pastrana el 25 de noviembre de 1636 «de edad de veinticuatro años poco más o me- nos» (3). El 29 del mismo mes del año siguiente hizo su profesión religio- sa en manos del padre prior fr. Felipe de San José (4). (1) Hablan del p. Francisco ·je la Madre de Dios: P. JosÉ DEL EspíRITU SANTO. Ca- dena mística carmelitana, Madrid, 1678, p. 58-59. Y en el Catálogo de los autores que forman la Cadena, n. 17, 4.'-MANUEL DE SAN JERÓNIMO, Reforma de los Descalzos de Nuestra Señora del Carmen, 1. 19, c. 22. n. 10-12 (t. 5. Madrid, 1706. p. 157-158).-MAR- CIAL DE SAN JUAN BAUTISTA. Bibliotheca .... Burdigalae. 1730, p. 173-174.-MAXIMILIANO DE SAN JosÉ. Vermehrter Catalogus, Oder Register ... München. 1746. p. 244-245.---C. VI- LLIERS. Bibliotheca carmelitana. Ed. G. Wessels. Romae. 1927. t. 1. col. 506.-BARTOLOMÉ DE SAN ÁNGELO. Collectio scriptorum Ordinis Carmelitarum excalceatorum útriusque Congregationis el! sexus, Savonae. 1884. t. 1. p. 216.-J. CATALINA GARCíA. Biblioteca de escritores de la Provincia de Guadalajara y bibliografía de la misma hasta el siglo XIX, Madrid, 1899, p. 296-297.-GERARDO DE SAN JUAN DE LA CRUZ, Suplemento al c!atálogo de nuestros escritores. Apuntes (de) Bibliografía carmelitana (inédito's 'e incompletos).- JUAN VICENTE, C. D., Modo de meditar que enseñaba nuestro Venerable Padre Fray Juan de la Cruz, en «Mensajero de Santa Teresa» 1 (1923) 279-283.-CRISÓGONO DE JESÚS SA- CRAMENTADO. La escuela mística carmelitana. Avila, 1930, p. 167, nota l.-DÁMASO DE LA PRESENTACIÓN, Catálogo bibliográfico de autores carmelitas españoles. Año 1943 (inédito), p. 92.-SILVERIO DE SANTA TERESA. Historia del Carmen Descalzo en España, Portugal y América. X. Burgos. 1942. p. 799-801.-Nosotros hicimos breve referencia en «Dictionnaire de spiritualité», t. IV, col. 1135-1136. (2) MANUEL DE SAN JERÓNIMO, Reforma, 1.. 19. c. 29. n. 10 (t. 5, Madrid, 1706, p. 157). (3) Libro de Hermamos novicios, desde 1618, f. 81v (Archivo. PP. O. C. D. Toledo). Primeramente se escribió (en letra) veinte y nueve; después se tachó nueve y encima se escribió cinco. (4) Libro de las profesiones, desde 1570, f. 339v (Archivo. PP. O. C. D. Toledo). El P. Silverio. o. c., p. 799. pone la profesión el 25 de noviembre de 1637.

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SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO... 169

SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO

NOTAS BIOBIBLIOGRAFICAS

J.-EL P. FRANCISCO DE LA MADRE DE DIOS ill

l.-Datos biográficos.

Fué natural de Almonacid de Zurita, se llamó en el siglo Francisco de Zurita y fueron sus padres Francisco de Zurita y María González. Según Manuel de San Jerónimo «era cuando entró en la Religión Letrado reci­bido y de grandes créditos y mayores esperanzas; porque gozaba tan fe­liz memoria, que es todo el estante de esta facultad, que llegó a saber cinco mil leyes» (2).

Tomó el hábito de carmelita descalzo en el noviciado de Pastrana el 25 de noviembre de 1636 «de edad de veinticuatro años poco más o me­nos» (3). El 29 del mismo mes del año siguiente hizo su profesión religio­sa en manos del padre prior fr. Felipe de San José (4).

(1) Hablan del p. Francisco ·je la Madre de Dios: P. JosÉ DEL EspíRITU SANTO. Ca­dena mística carmelitana, Madrid, 1678, p. 58-59. Y en el Catálogo de los autores que forman la Cadena, n. 17, 4.'-MANUEL DE SAN JERÓNIMO, Reforma de los Descalzos de Nuestra Señora del Carmen, 1. 19, c. 22. n. 10-12 (t. 5. Madrid, 1706. p. 157-158).-MAR­CIAL DE SAN JUAN BAUTISTA. Bibliotheca .... Burdigalae. 1730, p. 173-174.-MAXIMILIANO DE SAN JosÉ. Vermehrter Catalogus, Oder Register ... München. 1746. p. 244-245.---C. VI­LLIERS. Bibliotheca carmelitana. Ed. G. Wessels. Romae. 1927. t. 1. col. 506.-BARTOLOMÉ DE SAN ÁNGELO. Collectio scriptorum Ordinis Carmelitarum excalceatorum útriusque Congregationis el! sexus, Savonae. 1884. t. 1. p. 216.-J. CATALINA GARCíA. Biblioteca de escritores de la Provincia de Guadalajara y bibliografía de la misma hasta el siglo XIX, Madrid, 1899, p. 296-297.-GERARDO DE SAN JUAN DE LA CRUZ, Suplemento al c!atálogo de nuestros escritores. Apuntes (de) Bibliografía carmelitana (inédito's 'e incompletos).­JUAN VICENTE, C. D., Modo de meditar que enseñaba nuestro Venerable Padre Fray Juan de la Cruz, en «Mensajero de Santa Teresa» 1 (1923) 279-283.-CRISÓGONO DE JESÚS SA­CRAMENTADO. La escuela mística carmelitana. Avila, 1930, p. 167, nota l.-DÁMASO DE LA PRESENTACIÓN, Catálogo bibliográfico de autores carmelitas desca~zos españoles. Año 1943 (inédito), p. 92.-SILVERIO DE SANTA TERESA. Historia del Carmen Descalzo en España, Portugal y América. X. Burgos. 1942. p. 799-801.-Nosotros hicimos breve referencia en «Dictionnaire de spiritualité», t. IV, col. 1135-1136.

(2) MANUEL DE SAN JERÓNIMO, Reforma, 1.. 19. c. 29. n. 10 (t. 5, Madrid, 1706, p. 157). (3) Libro de Hermamos novicios, desde 1618, f. 81v (Archivo. PP. O. C. D. Toledo).

Primeramente se escribió (en letra) veinte y nueve; después se tachó nueve y encima se escribió cinco.

(4) Libro de las profesiones, desde 1570, f. 339v (Archivo. PP. O. C. D. Toledo). El P. Silverio. o. c., p. 799. pone la profesión el 25 de noviembre de 1637.

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170 ADOLFO PE LA MADRE DE DIOS, OCD

En el libro de difuntos que perteneció al Desierto de Bolarque se es­cribe del P. Francisco con ocasión de su muerte: «En Guadalajara. Nues­tro P. Difinidor de Portugal fr. Francisco de la Madre de Dios. Fué varón de muy señalada virtud, maestro de novicios quince años. Prior de Pas­trana y de Guadalajara y últimamente difinidor general por la Provincia de Portugal y murió siéndolo. Era natural de Almonacid. Profeso de Pas-trana. 54-29» (5). .

Esto nos puede dar la pauta para concretar algunos puntos y rectificar otros. Por el libro de actas de profesionales del noviciado de Pastrana se sabe que por los años 1646-1649 se encuentra en este convento el P. Fran­cisco (6). El año 1649 empieza a figurar como maestro coincidiendo con el priorato del P. Antonio de la Cruz (1649-1652), de quien hablaremos más adelante (7). Continua ejerciendo su cargo durante los prioratos. de los padres Antonio de San José (1652-1655) y Gaspar de San José (1655-1658), hasta mayo de éste último año (8). En este mes se celebró Capitulo gene­ral en Pastrana (9), donde debió ser elegido el P. Francisco prior del no­viciado pastranero (10). Aunque los autores que han escrito del P. Fran­cisco no hablan de este priorato, no cabe duda alguna de que desempeñó ese cargo durante tres años. Además del citado libro de difuntos de Bolar­qUE; afirman el hecho el libro de profesiones y el libro de becerro, ambos de Pastrana (11). Fué prior del noviciado carmelitano durante el trienio hasta 1661 (12). Como tal asiste al Capítulo Provincial de Castilla la Nue­va, celebrado en dicho convento, abril de 1660 (13). En él es elegido subs­tituto primero para el Capítulo general (14). Por noviembre de 1661 le volvemos a encontrar en Pastrana como maestro de novicios hasta el mes de mayo de 1664· (15), en que se celebró Capítulo general en la mis-

(5) A. H: N. Clero. Lib. 4186, f. 9v. (6) Si estuvo todo el tiempo O' sólo parte es más difícil determinarlo. El argumento

en que me apoyo para lo afirmado en el texto es que durante esos años firma como testigo, ya Padre, algunas actas de profesión. Cfr. Libro de las profesiones, citado, f. 402v y ss.

(7) La primera acta en que aparece como maestro es de 30 de mayo de 1649 (Libro de las profesiones, f. 425v).

(8) Se deduce esto siguiendo las actas de profesión durante esos años en los libros de profesiones del noviciado. No creemos 'sea óbice alguno el que en algunas, aunque las firma, no se le nombra ni como testigo ni como maestro a se .e diga testigo y no se le diga maestro. Pues tampoco se dice en ellas de ningún otro que fuese maestro de novicios. Es más, en 4 de marzo de 1657 hay a la mIsma hora dos profesiones y en en una no se le nombra como maestro y en laotra sL Cfr. Libro de las profesiones, citado, f. 39r y 39v.

(9) ANASTASro DE SANTA TERESA, Reforma, 1. 28, c. 1 (t. 7, Ma .. :irid, 1739, p. 49-51). SILVERIO DE SANTA TERESA, Historia del Carmen Desealzo. X. Burgos, 1942, p. 432 ss.

(10) La última acta firmada siendo maestro· es de 1 de mayo. de 1658; en la si­guiente, de 2 de junio de ese mIsmo año, aparece ya como prior (Libro de las pro­fesiones, citado, f. 49r y v).

(11) En la lista de «Los prelados que ha habido en este convento rde Pastrana] desde su fundación», que va al principio del Libro de la.s profesiones, desde 1570, se dice: «el treinta y cinco el Padre fr. Francisco de la Madre de Di,os el año de 1658.; Y el Libro de Becerro, de Pastrana: «35. El Padre fr. Francisco de la Madre de Dios. Natural de Almonacid de Zurita año 1658» (f. 2v).

El ponerlo s~mplemente en ese año ·ilel Capítulo General y sin anotar que fuese superior otro ante'S del P. Francisco, indica que la elección se realizó normal­mente, e. d. en el Capítulo General.

El hecho del priorato se desprende claramente de las actas de profesión y se co­rrobora con el Libro de los Capítulos Provinciales, de la provincia de Ca:stilla la Nueva (= LibCapProv).

(12) La última acta en que aparece como priO'r es de 14 de enero de 1661. (Libro de las profesiones, desde 1651, f. 75r). El acta siguiente es ..:le 6 de junio de ese mismo año en que es Prior el P. Manuel de S. Angelo (1. cit., f. 75v).

(13) Lib. Cap. Prov., f. 85r. (14) lb., f. 87v. (15) El primer acta en que aparece como Maestro de novicios es de 13 de noviem­

bre de 1661 (Libro de las profesiones, cit., f. 78v). En una de septiembre de ese mismo año es maestro el P. Juan de la Concepción (ib., f. 78r). Por tanto, tuvo que ser des­pués de esa fecha cuando volvió a ejercer el cargo el P. Francisco. La última que firma -además de las intermedias- es ile 25 de marzo de 1664 (ib., f. 93r). Pero al

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SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO... 171

ma villa yfué elegido Definidor general por la provincia portuguesa (16). En abril de 1663 se había reunido el Capítulo provincial de Castilla la Nueva en el convento de Pastrana y el P. Francisco, siendo maestro de novicios, había sido elegido sustituto tercero al Capítulo general (17). Mu­rió en Guadalajara siendo Definidor general el año 1665.

Queda por ver cuándo fué prior de Guadalajara y si realmente fué quince años maestro de novicios.

Prior de Guadalajara. Del hecho no cabe duda. Además de afirmarlo el citado libro de difuntos de Bolarque (18), está confirmado por otro docu­mento que nos va a orientar también para determinar el tiempo en que debió ejercer el oficio. Se trata del manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid que lleva por título: Fundaciones y Memorias .de los, conven­tos, así de Religiosos como de Religiosas de la Orden de Nuestra Señora del Carmen de los Descalzos en la provincia de Castilla 'la Nueva.

En la lista de prelados del convento de Guadalajara escribe: «14--EI P. fr. Francisco de la Madre de Dios: natural de Almonacid de Zuri­ta» (19).

Este testimonio tan explícito en cuanto al hecho, da cierta pauta para concretar el tiempo en que fué prior. El encontrarse en décimo cuarto lu­gar indica que no fué durante sus primeros años de sacerdote, pues que la fundación de Guadalajara se COmenzó a gestiol1ar en 1631 (20). Advirta­mos que en ningún Capítulo provincial desde 1639 hasta 1663, tiempo en que pudo de una manera absoluta ser prior el P. Francisco, aparece al­(gún Francisco de la Madre de Dios, como prior de Guadalajara. El apa­recer otros religiosos en esos Capítulos, como desempeñando ese cargo, nos indica que el P. Francisco no gobernó el convento alcarreño un trie­nio completo (21).

De la comparación del Libro de Capítulos con el manuscrito antes ci­tado se desprende que debió ser entre los años 1660 y 1663. E incluso, te­niendo en cuenta lo que sabemos y hemos dicho de Francisco de la Ma­dre de Dios, tuvo que ser en 1661 (22) Y probablemente a partir de mayo,

hacerle definidor general en mayo de 1664 era maestro de novicios todavía (ANASTASIO DE SANTA TERESA, Reforma, 1. 3D, c. 1, n. 7, t. 7, Madrid; 1739, p. 561.-SILVERIO DE SANTA TERESA, Historia del Carmen Descalzo ... X:-Burgos, 1942, p. 578).

(16) ANASTASIO DE SANTA TERESA, Reforma, 1. 30,' c. 1, n. 4 .ss. (t. 7, Madrid, 1739, p. 561 SS.).-SILVERIO DE SANTA TERESA, Historia del Carmen Descalzo ... X. Burgos, 1942, p. '577-578.

(17) LibCapProv, f. 88v. (18) A. H. N. Clero. Lib. 4186, f. 9v. (19) B. N. M., Ms. 6592, f. 98r. (20) MANUEL DE SAN JERÓNIMO, Reforma, 1. 19, c. 19 (t. 5, Madrid, 1706, p. 131 ss.). (21) LibCapProv, f. 53r-88r. (22) La lista 'de superiores del convento de Guadalajara según el ms. 6592, antes

citado, coloca en el n. 12 al P. Antonio de San José, natural de la Solana; en el n. 13, al P. Juan de la Concepción; en el n. 15, al P. Gaspar de S. José; en el n. 16, Antonio de S. José, 'segunda vez; en el n. 17, al P. Juan de la Visitación.

En el LibCapProv. aparece la primera vez como Prior de Guadalajara el P. An­tonio de San José en el Cap. Prov. de 1657 (en. cuyo cargo siguió, pues el 13 de mayo de .1658, siendo prior de Guadalajara, es elegido por el Capítulo General, Provincial de Castilla la Nueva; cfr. ANASTASIO DE SANTA TERESA, Reforma, 1. 28, c. 1, n. 9 (t. 7, Ma­drid, 1739, p. 51); el P. Juan de la Concepción aparece como prior en el Cap. Prov. de 1660; el P. Antonio de S. José, segunda vez, en el Cap. Prov. de .1663 (cu.,yo cargo desempeñaba en mayo de 1664, cuando fue elegido provincial; cfr. Re­forma, 1. 30, c. .1, n. 8, t. cit. p. 561, y antes. en 1662, cfr. Reforma, 1. 19, c. 20, n. 8, (t. 5, Madrid, 1706, p. 142); el P. Juan de la Visitación, en el Cap. Prov. de 1666.

Por consiguiente, no aparecen en este libro ni el prior que hace el n. 14 de la lista (el P. Francisco), ni el que hace el n. 15 (P. Gaspar de San José, que expresamente se dice natural de Tembleque). -

Estos debieron de ser superiores entre los años 1660, en que era el P. Juan de la Concepción (n. 13), y 1662, en que era por segunda vez el P. Antonio de San José (n. 16).

Esto está en perfecta consonancia con otro dato que, proporciona la Reforma acerca del P. Gaspar de San José: «Renunció el Priorato de Guadalajara, y quedóse en aquel Colegio, disponiéndose para morir con setenta años de edad, bien trillada con los tra-

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172 ADO'LFO' PE LA MADRE DE DIOS, O'eD

en que celebrándose Capitulo general (23), sería elegido para gobernar el colegio de Artes de Guadalajara. Antes de fin de año dejÓ de serlo, pues­to que al menos desde el 13 de noviembre es ya maestro de novicios en Pastrana. ¿Cuánto tiempo fué maestro de novicios? Por lo expuesto de la vida del P. Francisco se sigue que no fué propiamente durante quince años maestro de novicios, sino que en esos años fué prior y maestro. Maestro durante los trienios que van desde 1649 a 1658 y desde 1661 (des­de septiembre lo más pronto) hasta el 1664, en que es elegido Definidor general. Suman, pues, doce años escasos. Añadiendo los tres de prior vie­nen a resultar los quince que tanto el libro de Bolarque como la Refor­ma le asignan de maestro (24).

Murió, como se ha dicho, en Guadalajara el año 1665, probablemente en el mes de octubre, a los 54 años de edad y 29 de hábito religioso (25).

bajos de la Religión» (1. 29, c. 35, n. 3: t. 7, Madrid, 1739, p. 444). El P. Gaspar na.(¡,ió el 1592 y murió el 28 de junio' de 1662 (Reforma, 1. c.). Por tanto, su renuncia defiió suceder entre 1661-1662. En abril de 1660 era todavía el P. Juan de la Concepción prior de Guadalajara y como tal asiste al Cap. Prov. (Lib. Cap. f. 85 r).

Pero aún se puede determinar más. A este Capítulo Provincial .:le 1660 asiste el P. Francisco de la Madre de Dios, cO'mO' prior de Pastrana (LibCapProv, f. 851'). Sabemos que terminó este priorato en 1661. Después de terminar como· prior hay un lapso de tiempo. hasta que vuelve a reaparecer en el Libro de la.~ profesiones como mae'stro de novicios, en que no se nombra ni aparece el P. Francisco. En las actas firmadas desde 6 de juniO' a 8:le septiembre de 1661 aparece como· maestro el P. Juan de la Concepción. En noviembre, de nuevo el P. /Francisco aparece como maestro, cargo en que continúa varios años hasta su elección 'éomo Definidor General.

Es pues lo más probable, y podemos decir que moralmente cierto, que durante ese lapsO' de tiempo hay que colocar el priorato caracense (lel P. Francisco, 'si bien no se puede determinar en concreto cuánto tiempo. Es .:le suponer que ,fuese elegido en el Capítulo general celebrado en Pastrana, mayo de 1661. El tiempo máximo posible sería desde mayo hasta noviembre. Al cesar el P. Francisco debió ser elegido el P. Gaspar de San José, que en el Capítulo dicho de 1661 fue elegido Provincial de Castilla la Nueva (Reforma, 1. 29, c. 1, n. 5, t. 7, p. 293), siendo Rector ·.:le Alcalá, pero que debió renunciar al provincialato, pue's consta por el textO' antes transcrito de la Reforma que después de renunciar al priorato de Guadalajara se quedó en este colegio para pre­pararse para la muerte, acaecida el 28 de junio- de 1662, lo que indica que el provin­cialato no fue posterior al priorato caracense.

En el n. 11 de la lista del Ms. 6592 se pone al p, Alonso' de Jesús María, .:los veces general, natural de Madrid, que fué el primero que puso los estudio·s. Esto es una equi­vocación, pues el P. Alonso de Jesús María, dos veces general, era natural de Villarejo de la Peñuela y murió el 8 de diciembre de 1638. Fue el prÍlTl.er vicario de Guadalajara (cfr. Reforma. 1. 19, c. 19, n. 18: t. 5, Madrid, 1706, p. 137). En su lugar ha de ponerse a Pedro de Jesús María, llamado el genovés, natural de Madrid,L que fue el primer prelado del Colegio (año 1652), que como' tal asiste al Capítulo provincial de 1654 (LibCapProv, f. 811') Y del que hablan las crónica's (Reforma, 1. 19. c. 20, n. 1; c. 22, n. 5: t. 5, p. 139 y 154-155; 1. 30, c. 5, n. 7: t. 7, p. 578).

(23) ANASTASIO DE SANTA TERESA, Reforma., 1. 29, c. 1 (t. 7, Madrid, 1739, p. 291 ss.). SILVERIO DE SANTA TERESA, Historia del Carmen Descalzo ... X. Burgos, 1942. p. 455-456,

(24) MANUEL DE SAN JERÓNIMO, Reforma, 1. 19, c. 22, n. 12: t. 5, Madrid, 1706, p. 158; A. H. N. Clero. Lib. 4186, f. 9v. '

El P. Juan de la Cruz, Defini.:lor General por la provincia de Indias, en la censura del libro del P. Francisco, Instrucción y modo de tener eJercicios ordinarios y extrGr ordinarios, fechada en Cuenca'a 22 de mayo de 1665, escribe: «Lo más 'de la vida ha empleado en el Santuario de Pastrana, solar y taller hermoso de virtudes y :le ilustres varone's que han coronado el Carmelo reformado. Catorce años y más le tuvo la reli­gión ocupado en la educación de los novicios r ... ]. No es mucho pues que el autor de esta instrucción habiendo, como Jacob, cursado por más de catorce años en la escuela del Noviciado de Pastrana, saliese tan consuma jo en esta divina ciencia".

Aunque el sentido más obvio parezca el interpretarlo· que estuvo como maestro, 'sin embargo, en realidad no dice que fuese como maestro.

Resultan también quince años si descontando los tres de prior se añaden los tres en que aparece en Pastrana (1646·1649) antes de figurar como maestro de novicios.

(25) Libro de los religiosos difuntos. A. H. N. Clero. Lib. 4186, f. 9v, que le coloca entre los difuntos ':lel mes de octubre; MANUEL DE SAN JERÓNIMO, 1. c. Este autor dice equivocadamente que murió con veinte años de profesión «de los cuales gastó los quince en el noviciado y dos fué Definidor general por Portugal en tiempo de las guerras, Y los tres restantes los empleó sO'lo en 'sí mismO>l. Así el cómputo salía justo, pero no conforme a la realidad. Antes acababa de decir que «'fué quince años continuados Maes­tro de Novicios», con lo que resulta que nada más profesar habría sido elegiJo maestro. Por lo demás, no se aviene con el tiempo de Sll profe'sión; ni con lo que antes hemos dicho y que éStá suficientemente probado. Además, si hubiera sido quince años seguidos maestro habría que añadir aún los que fué despttes de ser prior, pues siendo prior el P. Francisco fué mae'stro el P. Melchor de Santa Teresa, y al terminar el priorato, antes

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r SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO... 173

Nota muy peculiar de su espíritu fué la devoción a la Virgen Santísi· ma, cuya esclavitud de amor practicó y propagó. Escribió, como en segui­da veremos, un libro sobre la esclavitud a Nuestra Señora y según testi­monio de Antonio de Santo Tomás, O. C. D., introdujo la práctica de la esclavitud mariana en el noviciado carmelitano de Pastrana, la víspera de la Anunciación de 1650, siendo maestro de novicios (26). En otro de sus libros nos ha dejado esta bella página:

«El maternal amparo que depositó el Verbo divino en vuestra grande­za (o Soberana Emperatriz de Cielos y tierra) para la Religión Sagrada de Carmelitas Descalzos, cuya madre especialisima sois, con una violen· cia secreta, me lleva a invocar por Patrona a quien siempre he recono· cido por .Madre, siendo de Vuestra Religión el más mínimo hijo, y por Señora, siendo también esclavo vuestro dignísimo: ambos títulos venero, no sin igual estima de mi afecto. Dirá alguno, si soy hijo ¿para qué me publico por esclavo? ¿Para qué prisiones y cadenas? Para que sepa yo es­timar no menos el un titulo que el otro, me responde Ricardo. Que vues­tra esclavitud (dulcísima María) es tan hidalga, que en los grillos y pri· siones, en el clavo y la S. está executoriada la hidalguía de la filiación más noble» (27).

2.-Es'critos del P. Francisco de la Madre de Dios.

El P. Juan de la Cruz en la censura antes citada, habla, aunque sin especificar, de diferentes tratados que hasta entonces gozaban, «de los mu­chos tratados que hasta hoy ha sacado, que aunque muy ceñidos en el volumen, son dilatadísimos en el espíritu». Esto mismo viene a confirmar el P. Manuel de San J,erónimo (28). Diremos algo de los que tenemos no­ticia

1) Esclavitu,d de nuestra Señora. Existe edición antigua. Modernamen­te ha sido reeditada por la Editorial de Espiritualidad, en el libro Intimi­dad con María (Madrid, 1954), p. 245·308.

En el librito se da teoría y práctica sobre esa devoción mariana y consigna el modo de practicarla que existía en el noviciado de Pastrana.

2) Espejo de oración. Por el P. Fr. Francisco, de la Madre de Dios, Maestro de Novicios Carmelitas Descalzos en su convento de San Pedro de Pastrana» (29).

de volver el P. Franci~co como maestro, lo fué el P. Juan Je la Concepción, según ya hemos visto.

El P. SILVERIO DE SANTA TERESA dice lacónicamente sobre la muerte del P. Francisco: «Nada se sabe de la muerte de este varón justo y puntual en la observancia del Carmelo Reformado» (Historia del Catrmen\ Descalzo ... X, p. 801) .. Sin embargo, hay que decir que es el mismo de quien incidentalmente trata en otra parte, dando el lugar de su muerte; en efecto, hablando 'Jel P. José de Je'sús María dice que asiste al Capítulo General de 1667 como Definidor general por la provincia de Portugal y que «~ustituyó al ante­rior Fr. !Francisco de la Madre de Dios, muerto en Guadalajara» (o. c., p. 685). Este no es otro que el elegido definidor en el Capítulo general anterior de 1664 (o. c., p. 578).

(26) ANTONIO DE SANTO ToMÁS, María, venerada en el Carmelo, 1. ¡II, c. 52, n. 5 (B. N. M., Ms. 13424). Él texto puede verse en REVISTA DE ESPIRITUALIDAD 10 (1951) 143. Esto escribía el P. Antonio en vida del P. Francisco, de quien 'Jice «que al presente ejerce el mismo' oficio (de maestro), de quien no digo más por no ofender su profunda humildad». Por tanto, después de la fecha citada de 1650, pero ante's de junio de 1664, pues en mayo de este año el P. Franéisco fué elegiJo Definidor general y por consiguiente dejó de ser maestro de novicios, para no volver a serlo más.

(27) Dedicatoria (sin pág.) del libro' Instrucción y modo de tener ejercicios, de que adelante hablaremos.

(28) MANUEL DE S. JERÓNIMO. Reforma, 1. 19, c. 22, n. 10: t. 5. Madrid, 1706, p. 157. ticia.

(29) El P. GerarJo en su Bibliografía carmelitana escribe: «Este título lleva en el encabezamiento. Ignoro 'si tenía portada en la que expresase el lugar y año de la im· presión. Parece que no, pues los ejemplares que he visto no la tienen. 12.', 36 hojas».

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174 ADOLFO DE LA MADRE DE DIOS, OCD

Es un breve tratado de oración, dividido en seis capítulos tras una in­troducción que va al principio del librito. En la introducción se presenta la oración como alimento y fuerza de donde nace la reforma de costum­bres y la pureza de la vida. El capítulo primero está entretejido de tes­timonios de los santos con que encomian la oración. Lleva por título «Ala­banzas que predican los santos de la oración». Pasa a cotinuación a tra­tar de la necesidad de ésta -probándola con textos de numerosos santos y doctores (c. 2)-, y de sus excelencias (c. 3). Hasta veinte excelencias enumera de la oración, corroboradas con frecuencia con dichos y ejem­plos de santos y autores espirituales. Entre ellos no faltan «mi gloriosa», «nuestra santa», (muestra seráfica madre» y (muestro venerable P. Fr. Juan de la Cruz».

Las partes de la oración son el tema del capítulo cuarto. La primera es la preparación que dispone para la meditación y puede ser remota y próxima. La remota es buen concierto de la vida. La próxima consiste en «considerar un poco antes de entrar en la oración, brevemente estos cua­tro puntos. Primero, quién es aquel Señor a quien va a hablar [ ... j. Se­gundo considera quién eres tú [ ... j. Tercero, preparar los puntos que has de tratar leyendo algunos a propósito 'para lo que has de meditar. Cuar­to, pedir licencia a nuestro Señor con humildad, para hablar con su Ma­jestad, poniendo por intercesora a sU Madre Santísima y a todos los san­tos» (f. 21v-22r).

Por esto se ve que el P. Francisco incluye la lectura en la preparación. Otros autores las han propuesto como partes distintas.

La segunda parte de la oración es la meditación. Esta· es (<una atenta y solícita consideración del entendimieto con la cual de unas cosas discu­rre a otras para mover la voluntad a algún afecto» (f. 22v). Puede ser imaginaria e intelectual (f. 23r); distinción que aparece ya en Fr. Luis de Granada (30).

«Ha de ser atenta y solícita y se ha de detener en ella hasta que se mueva e incline la voluntad a sacar el afecto que pretendo; pero en es­tando movido ha de cesar la meditación y discurso, como el pedernal cesa en estando encendida la yesca; pero si después se resfría la voluntad, se ha de tornar a repetir suavemente la misma consideración» (f. 25r). La meditacioh intelectual es más general y comúnmente más provechosa, «aunque a los principios muy conveniente es la imaginaria» (ib.).

En cualquier punto o misterio que se medite han de ejercitarse las tres potencias: memoria, entendimiento y voluntad. La memoria, po­niendo el misterio ante el entendimiento; éste, discurriendo sobre aque­llos aspectos que más ayudaren a mover la voluntad; ésta, sacando di­versos afectos en orden a sí propio y en orden a Dios (f. 25r-v).

En cada paso de la Pasión han de meditarse tres puntos: el misterio, las circunstancias, los afectos. Las circunstancias son nueve: quién pa­dece, qué padece, dónde padece, de quién padece, modo del padecer, lo pe­noso y afrentoso del suplicio, tiempo en que padece, amor con que pade­Ce. No es necesario meditar siempre estas circunstancias; se han de me­ditar las que basten para mover la voluntad. El tercer punto es sacar di­versos afectos (f. 261'-271').

Los fines de la meditación son en primer lugar conocer a Dios para amarle y glorificarle, y conocerse a sí mismo. Segundo, ejercitar diversos afectos de virtudes. Tercero, pedir a Dios remedio de las necesidades per-

En los dos ejemplares que hemos manejado -uno de ellos citado expresamente por el P. Gerardo- acontece efectivamente eso.

(30) FR. LUIS DE GRANADA, Lib1'o de la oración y consideración, parte l.', c. 20.

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SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO... 175

sonales. Cuarto, componer la propia vida evitando pecados y faltas, y ha­ciendo las obras con perfección «que es lo principal a que se ha de orde­nar la meditación como enseña San Buenaventura» (f. 27v). «Los afectos de la voluntad no se han de ejercitar con fuerza ni violencia que daña mucho la salud, sino con mucha suavidad y blandura» (ib.).

Aquellas consideraciones se han de tener por mejores en la oración, que más mueven la voluntad, aunque sean muy bajas y comunes (f. 27v-28r) Los propósitos han de ser no sólo generales, sino tambiénparticula­res (f. 28r). En los propósitos que en concreto han de hacerse concuerda con lo que escribe el P. José de San Francisco (+ 1635), en su Tratado de oración breve y compendioso.

La tercera parte de la oración es el hacimiento de gracias por los be­neficios recibidos. Primeramente, «y por no cortar el hilo de lo que has considerado», por aquel sobre que versó la meditación. Después por los beneficios generales (creación, conversión, re<tenci~n ... ), y 'particulares (f. 28r-v). El P. Francisco parece considerar los propósitos que han de ha­cerse, como una manera de agradecer y dar gracias por los beneficios re­cibidos (f. 2$v-29r).

La: cuarta parte es la petición. Petición tanto para sí como para los demás y para la Iglesia (f. 29v). Ha de tener cuatro consideraciones: «La primera es que se haga con mucha fe y confianza en la bondad y miseri­cordia d.e Dios y en los méritos de Cristo nuestro Señor y de su Santísima Madre. La segunda, con mucha humildad y desconfianza de sí. La tercera, con fervor y encendidos deseos de alcanzar lo que pides. La cuarta, con instancia y perseverancia» (f. 29v-30r).

Dedica el capítulo quinto a los medios para aprovechar mucho en la oración. Son éstos: huir con gran cuidado de pecados veniales adverti­dos, devoción cordial con nuestra Señora, perseverancia en la oración, no desmayar por las sequedades en ella, ni dejarla por las muchas distraccio­nes involuntarias, mortificación exterior de los sentidos e interior de los· apetitos y pasiones, andar entre día en presencia de Dios y usar a menu­do de oraciones jaculatorias (f. 30r-32r); «no andar variando en el modo de tener oración, sino perseverar en aquel que le hubiere enseñado la ex­periencia le es más provechoso, teniendo siempre mucho cuidado de pre­pararse, aunque haya mucho tiempo que trata de oración, porque esto im­porta más de lo que se puede explicar. También importa mucho no le­vantar el espíritu hasta que Dios se le levante por medio de la contem­plación perfecta (de que· no trato por no alargar este papel), sino aprove­charse siempre con humildad de las consideraciones y discursos ordina­rios» (f. 32r). «Ayuda también mucho a la oración examinarla después de acabada, mirando en lo que faltó, y procurando arrancar de raíz lo que puede ser impedimento.» Renovar los propósitos que hizo confirmándolos de nuevo (ib.).

En el capítulo último, el autor enumera los «motivos para tener bien tenidas las horas de oración», basados, sobre todo, en consideraciones as­céticas (f. 32v-36r).

«El seglar o religioso que por sus muchas ocupaciones no pudiere te­ner larga oración, recójase todas las mañanas un poco de tiempo, y ofréz­cale a Dios y a su Madre Santísima todas sus obras» (f. 35v). Puede con­sIderar que Dios lo ve todo; algún paso de la Pasión o alguna de las ver­dades eternas; haga propósito de evitar todo pecado, de hacer por amor todas las obras, etc.; repita entre día estos propósitos y a la noche examí­netle de su cumplimiento (f. 36r).

El tratado está escrito en un lenguaje directo y con una fialidad prác-

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176 ADOLFO PE LA MADRE DE DIOS, OCD

tica; dentro de su brevedad -sin duda querida por su autor- tiene' ati­nadas observaciones, como se ve por lo expuesto. En él se deja traslucir, aunque velada, la devoción mariana del alma del P. Francisco. Es clara su insistencia sobre la parte que ha de darse a la voluntad en la oración y cómo ha de ir conectada con la vida.

3) «Instrucción y modo de tener ejercicios ordinarios y extraordina­rio'8, muy útil y provechoso para todos. Compuesto por el P. Fr. Francis­co de la Madre de Dios, Definidor General de la Sagrada Orden de Car­melitas Descalzos. Dedícale a la Inmaculada Virgen María Nuestra Seño­ra, Madre singular del Carmelo. Con licencia en Madrid. Por Francisco Nieto» (1666).

Además de esta edición primera y póstuma, existe otra de Valencia, 1774. Sobre el destinatario de la obra dice el autor: «Aunque este trata­do principalmente he trabajado para religiosos de casa, mas porque la ca­ridad (como dice San Pablo) se ha de extender a todos, le he dispuesto de modo que pueda servir a todos, dando en él una guía espiritual, así- para pecadores, que desean salir de su mal estado, por medio de unos santos ejercicios, como de justos que valiéndose del mismo medio desean au­mentar más y más su gracia y perfección» (prólogo). Al final de la intro­dución testimonia que los carmelitas se recogían diez días a hacer los ejerciciOS. Las Constituciones, (p. La c. 3, n. 2), lo prescribían, mejor, lo exhortaban.

La finalidad del libro también la eX'pone el P. Francisco. Escribe a propósito de aquellos a quienes en los días de ejercicios se les va todo en leer libros, perdiendo de esta manera el aprovechamiento que pUdieran sa­car en ellos: «y este daño nace de ellos tanto de culpa propia como de carencia de ciencia ajena, de instrucción y guía que les determine los ejercicios que han de tener en cada día; y esto es 10 que he procurado ha­cer en este papel con lenguaje llano y persuasivo» (prólogo).

No obstante, esta orientación es algo general. Por eso aquilata en otra parte el alcance de ella: «Advierta también el ejercitante que esta regla y modo de tener ejercicios que aquí pongo, no hade ser tan inviolable el guardarla que no se pueda hacer otra cosa, que eso sería poner límites a la gracia y atar el Espíritu de Dios, que es muy libre de diligencias huma­nas. Sólo señalo aquí un modo y instrucción de gobernarse ordinaria­mente estos días para que no pierda tiempo y se halle embarazado en qué ocupaciones lo ha de gastar: Por lo cual si el ejercitante tuviese necesi­dad de gastar todos los diez días en la primera jornada (y aun muchos meses y años, que para toda la vida puede servir esta instrucción) así lo ha de hacer; y lo mismo se eI~tiende de las demás si en ellas hallare aprovechamiento y devoción; pero en todas ha de tener por dechado, Maestro y Ejemplar a Cristo Crucificado y sus admirables virtudes, vida, pasión y muerte santísima» (f. 56r-v).

La pequeña obra del P. Francisco trata por consiguiente de guiar prác­ticamente y ayudar a hacer con fruto durante diez días los ejercicios es­pirituales. Divide los diez días en tres etapas, conforme a la clásica divi­sión del camino espiritual; vía purgativa, vía iluminativa y vía unitiva. En el texto que acabamos de transcribir, expresamente llama la atención sobre el puesto que en todo el trayecto ha de otorgársele a Cristo.

Como definiendo su libro escribe el autor: «Es pues este breve tratado una resumida ciencia de todo lo que pertenece a la vida espiritual y a sus dos partes contemplativa y activa en que consiste toda nuestra perfección, a que se camina por las tres vías a quien los místicos con San Dionisio llaman purgativa, iluminativa y unitiva» (Prólogo).

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somiE ALC;WNOS AV'lIORES ESPUÜ'rUALES DI<:L CAltMEN DESCALZO... 171

Está dividido en seis capítulos, a los que se añade uno último.sobre el modo de meditar enseñado por San Juan de la Cruz. He aquí sus enunciados con ~l contenido de los diversos párrafos en que van divididos: 1.0, «De la primera cosa' que ha de hacer el que entra en ejercicios» (f. 1r-4v). 2.° «De lo que' ha de 'hacer el ejercitante los tTes pTimeros días de sus ejeTcicios» (del conoci­miento de los pecados mortales cometidos --día 2.°_ y de los veniales -d. 3.°_: f. 5r-20v). 3.° «De lo que ha de hacer el que está en ejercicios los tTes días siguientes a los primeros» (ejercitarse en la imitación de Cristo en el padecer -4-; en la humildad -5-; firmes propósitos de la observancia de los tres votos de religión -6-: f. 20v-36v). 4.° «En que se declara lo que ha de hqcer el ejercitante los cuaNo días últimos de los ejercicios» (consideración de los beneficios divinos; meditación del amor que nos tiene Cristo, nuestro Bien; hacimiento de gracias -con palabras y con obras- por los beneficios divinos; por medio de la oración, conformarse con la voluntad de Dios, así en lo prósperq como en lo adverso; el último día dar muchas gracias a Dios por los beneficios recibidos y renovar los propósitos que ha hecho en los ejerci­cios: f. 37r-56v). 5.° «Modo y forma con que se ha de confesar el ejercitante,» (f. 56v-60v). 6.° «Del modo que ha de tene1' oración todos los días» (son unas meditaciones breves, en que se considera cada día un aspecto nuevo de Cristo en un paso de su Pasión: como Hermano, Padre, Esposo, Amigo, Rey,. Hués­ped, Dios. Otras meditaciones son para las festividades de la Virgen: f. 60v-75r). Capítulo último: «Del modo de medita-r que enseñaba nuestro Ve7ierable Pa­dre Fr. Jucm de la Cruz» (f. 75v-77v) (31).

El P. Silverio enjuicia del siguiente modo este tratado: «Es una obri­ta corta, muy práctica, de sobria y selecta erudición patrística y de los dos SantaS Fundadores de la Reforma del Carmen [ ... ] y aun hoy a pe­sar de la formidable literatura que se ha producido acerca de este santo ejerCicio, se puede leer con provecho» (32).

4) El cronista de la reforma carmelitana después de haber hablado de los tratados sobre la esclavitud y sobre el modo de tener ejercicios, termina con estas palabras: «También imprimió otros escritos, aunque breves muy apreciables, que tratan de la oración mental, del aborreci­miento del pecado y de otras semejantes materias» (33).

El tratado de oración ya lo conocemos. De los otros no tenemos no­ticia clara y explícita. En uno de los ejemplares que hemos manejado del Espejo de oración, vienen a continuación de él dos pequeños tratados, el primero intitulado: Tratado breve y provechoso de la preparación para comulgar y de el hacimiento de gracias, y el segundo: Consideraciones para aborrecer el pecado mortal. En ninguno de los dos se dice quién sea su autor, mientras en el Espejo se atribuye expresamente como hemos visto al P. Francisco de la Madre de Dios. El primero de los dos lleva pa­ginación distinta del Espejo; el segundo no lleva ninguna; solamente va dividi.do en números .

. El segundo coincide con lo que afirma el cronista en cuando a la ma­teria tratada y en cuanto a la brevedad. ¿Pero puede afirmarse ser del P. Francisco? Esta coincidencia, junto con el hecho de encontrarse en­cuadernado con el Espejo hace sospechar esa paternidad. Lo que se co- \ rrobora comparando estas consideraciones con lo que el P. Francisco ,es­cribe en el tratado de la esclavitud mariana (c. 17), sobre aborrecer el pecado mortal. En este capítulo se encuentran ideas expuestas también en Consideraciones, n. 4, 5, 7, 11, 12. También se encuentra cierto parale-

(31) Este capitulo fué publicado por el P. JUA>! VICENTE, O. C. D., en el «Mensajero de Santa Teresa» 1 (1923) 282-283; nuestras cita's responden a la' primera edición de la obra.

(32) SlLVERIO DE SANTA TERESA, Historia del Carmen Descalzo... X. Burgos, 1942~' p. 800-801.

(33) Refo'rma, 1. 19, c. 22, n. 10: t.5, Madrid, 1706, p. 157.

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lismo entre la imagen del león, desarrollada en el n. 3, y la del perro. que hallamos en la excelencia 20 de la oración (c. 2 del Espejo).

Sin embargo, no nos dan una certeza absoluta estas coincidencias. Por otra' parte, el no atribuírsele expresamente el opúsculo y sí las otras obras que conocemos, extraña un poco; igualmente extraña el que citan­do en el n. 10 las visiones de Santa Catalina de Sena en que se le mani­festó la fealdad del ángel después del pecado, y las revelaciones de Santa Brigida sobre la hermosura del alma en gracia y lo fea que se vuelve al pecar mortalmente, no se cite a Santa Teresa que toca este tema clara­mente en las Moradas primeras, y basada también en comunicaciones so­brenaturales.

En relación con el Trata,do breve ... , los argumentos para atribuírselos al P Francisco son todavía menores y prácticamente nulos. Fuera de ser un tratado breve y de tema espiritual unido al Espejo de oraCión, no he­mos encontrado ninguno. Dificultan su atribución el no atribuírselo ex­presamente, y sobre todo que en el Espejo, siempre que se nombra a Santa Teresa, se le da el apelativo de <muestra madre», «nuestra seráfica madre», «nuestra santa madre», u otro parecido, mientras qu~ en el Tra­tado breve ... , la única vez que se la cita se afirma sencillamente «como dice la Seráfica Madre Santa Teresa de Jesús}) (p. 6).

Ellos nos lleva a concluir que si bien nos inclinamos por la atribución de Consi,deraciones al P. Francisco, no así por el Tratado breve ... , pues no la vemos apoyada en suficientes argumentos. -

El P. José del Espíritu Santo le atribuye otra obra intitulada Espejo de los estados (cfr. Cadena mística, Catálogo de los autores carmelitas descalzos ... , lista 2.a n. 4). Pero como advierte el P. Gerardo en su Biblio­grafía, inédita, «sufrió una equivocación, pues en dicha obra consta y se dice que su autor es el mismo que escribió el libro Cam'ino de salvación

• (del cual es continuación), que fué el P. Francisco de Santa María» (34). El mismo P . José escribe en otra parte: «El Padre Fray Francisco de Santa María, en el Espejo ,de estados, cuenta tres [partes de la oración mental]: Meditación, hacimiento de gracias, petición, porque mete el ofre­cimiento en la acción de gracias» (35). No tenemos fundamento para pen­sar que se trate de dos obras distintas.

Catalina Garcia le atribuye también la aprobación de la Crónica de la 'Provmcia de San Joseph de Descalzos ele San Francisco, de Fr. Juan de Santa María (Madrid, Imprenta Real, 1615). Pero el error es evidente: «Está fechada, dice, la aprobación el! el convento del Carmen de San Her­menegilda de Madrid, 14 de junio de 1614. Fray Francisco era entonces

(34) En este sentiao hay que completar lo que el mismo p, Gerardo dice en los preliminares del tomo primero de su edición de las obras de San Juan de la Cruz (Toledo, 1912), p. LVII, nota 2, con lo que afirma en la Bibliografía, tanto en lo rela­tivo al autor como al manuscrito,

Un fragmento de esa obra se encuentra en el Ms. 18749 (70) de la Biblioteca Nacio­nal de Madrid, El P. Fl'ancisco de Santa Malla debió dejarlo terminado. hlsto indica ".1 mo.lo de citarle el p, José del Espíritu Santo: "yen el Espejo de los estados, que aún está manuscrito •. Lo confirma el propio P. Francisco de Santa María cuando escrioc­en Camino de salvación, p. 3,·, tr. 4, c. 4 (B. N. M., Ms. 6989, f. 5131' al margen): «En nuestro Espejo de los estados, al fin del», Esto e's una nota marginal que responde a lo

,siguiente en el texto: "El modo de oír misa, de rezar el Rosario y de andar entre día en presencia de Dios se apuntó en otro lugar», Otra nota marginal semejante se en­cuentra en el f. 506r. En otra del f. 517v se lee: «En nro, Espejo de los estados. p, 3, Trat. 1, cap. 3». El fragmento .:lel manuscrito citado llega tan sólo al capítu10 segundo de ·la .primera parte, que aun queda incompleto. .

Por lo dicho se ve cuál es el sentido en que ha de entenderse la fraSe del P. Gerardo cdel cual es continuación •.

(35) . JosÉ DEL ESPÍRl~'U SANTO, Cadena mística, carmeUtana, col. l.', prop. VIII, regp. 10. Madrid, 1678, p, 58.

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SOBRE ALGUNOS AU1'ORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO... 179

prior de dicho convento» (36). Difícil cosa que el P. Francisco de la Ma­dre de Dios, de quien tratamos, fuese 'Prior de los descalzos de Madrid cuando aún no tenía cinco años' de edad. El prior era entonces Francisco de la Madre de Dios (+ 1616), que habia sido Superior general de la Re­forma.

n.-EL P. ANTONIO DE LA CRUZ (37)

Con el fin de ayudar a ir elaborando la vida de este descalzo, damos a continuación algunas noticias de ella que hemos encontrado, las cuales pueden contribuir también a esclarecer algunos extremos sobre sus obras.

Fué natural de Tembleque (Toledo) donde debió nacer el año 1594. Se llamó Antonio de Pavía y fueron sus padres Francisco Sánchez Balo­besso y Francisca de' Pavía. Ingresó en el Carmen Descalzo, profesando en el noviciado de Pastrana a 18 de diciembre de 1611 (38). Fué hermano del P. Gaspar de San José (1592-1662),personalidad muy destacada de la Provincia de Castilla la Nueva, de quien habla extensamente el cronista Anastasia de Santa Teresa (39). Hablando del P. Gaspar escribe: «Tuvo otro hermano que se llamó Antonio, que en la Orden tomó el apellido de la Cruz, y la supo llevar religiosamente, que después de varias prelacías. y mtre ellas la del Santo Desierto de Bolarque, murió en el Señor feliz­mente» (40). El libro de capítulos provinciales en la provincia carmeli­tana descalza de Castilla la Nueva, nos introduce en la pista de cuáles fueron esas prelacías.

Al Capítulo provincial celebrado en Pastrana,abril de 1636, asiste como prior de Almodóvar (41). En el de mayo de 1642 aparece como prior de Criptana (42). El 15 de mayo de 1646 llegaba como prior al Desierto de Bolarque (43). En diciembre de 1647 entraban en Bolarque los cuerpos de los Santos Mártires, Sabino y Certesio, traidos desde Madrid por el P. Antonio (44). En calidad de prior del Desierto acude al Capítulo pro­vincial tenido en Pastrana, mayo de 1648 (45), donde fué elegido substitu-

(36) J. CA~'ALINA GARCÍA, O'. C., p. 297. (37) SO'bre el P. AntO'niO' de la Cruz ha escritO' el P. ALBERTO' DE LA VIRGEN DEL CAR,

MEN, Figuras de la Escuela Mística Carmelitana. lII. el Vble. P. Antonio de la Cruz, en Kb':VISTA DE ESPUUTUALIDAD 14 (1955) 17-36. Da unO's breves datO's .le su vida y describe cO'n más detalle las O'bra's del P. AntO'niO'. Aduce la bibliO'grafía existente sobre él y examina las fuentes de su O'bra. Habla también de él el P. FELIPE DE LA. VIRGEN DEL CARMEN La Soledad Fecund~l, Madrid, 1961, p. 90. Y antes, el P. MAXIMILIANO DE SAN JosÉ Vermeh1'ter Catalogus, Oder Reg,iste1' .. " München, 1746, p, 142,-JEAN-MARIE DE L'ENFANT-JÉSUS, en «Etudes Carmélitaines», abril 1932, p. 240-244.-El P. EULO'GIO' DE LA VIRGEN DEL CARMEN ha estudia.lO' el influjO' del PseudO'-DiO'nisiO' en el Libro de la contemplación divina, en «DictiO'nnaire de Spiritualité», t. 3 (Paris, 1957), cO'l. 412-413. Cfr. también t. 4 (París, 1960), cO'l. 2165 al tratar del éxtasis. Otras referencia's: t. 2 (París, 1953), col. 175-176; t. 4, cO'l. 1170.-Hace referencia también al P. AntO'nio de la Cruz, el P. ELISÉE DE LA NATIVITÉ, La vie intellectuelle des Carmes, en «La vie carmé-

'l'itaine» «<Etudes Carmélitainesh, 1935), p, 139-140, (38) Libro de las profesiones, desde 1570, f. 184v. (39) Reforma, 1. 29. c. 32-35: t. 7, Madrid, 1739, p. 433-444; cfr. también 1. 19. c. 22,

n. 6: t. 5, Madrid, 1706, p. 155. (40) O. C., 1. 29, c. 32, n. 3, p. 434. (41) LibCapProv., f. 511'. (42) LibCapPrO'v., f. 581'. Para atrib\ür estO's prioratO's al P. AntO'niO' de la Cruz

nO's basamos en la firma que 'se encuentra estampada en dicho librO' al final .lel acta respectiva. 'Sin ser idénticas en tO'do, nos parece que sO'n del mismo.

(43) A. H. N, Clero. Lib. 4183: «Vino el Padre fr. Antonio de la Cruz Prior deste SaIl-to Desierto a 15 de mayO' de 1646». '

(44) Cfr. FELIPE 'Dl'i LA VIRGEN, La Soledad Fecunda p. 117, not. 10 DIEGO' DE JESÚS MARíA, Desierto de Rolarque, Madrid, 1651, p. 16Ó-161. .

(45) LibCapPrO'vi, f. 64r.

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.~lJOLFO ,VE LA MADRE DE DIOS, ocb

to segundo al Capítulo General (46), En 1649 se le confió el priorato del no­viciádo de Pastrana (47), Es lo más seguro que fué elegido para este cal', go en el Capítulo General celebradu en Alcalá de Henares, abril de 1649, a que asiste su hermano Gaspar de San José, como Provincial de Castilla la Nueva (48), En abril de 1651 interviene en el Capítulo provincial como prior de Pastrana (49), En él salió elegido Definidor provincial prime­ro (50). Continuó en el priorato pastranense hasta abril de 1652 (51). En el Capítulo provincial siguiente (abril de 1654) no se encuentra el P. An­tonio, a pesal' de que en el Capítulo anterior, como hemos visto, fué ele­gido Definidor provincial, lo que le daba derecho a asistir. Le sustituyó el P. Antonio de S'an José, prior de Pastrana. El libro de capítulos pro­vinciales dándonos el motivo, dice de éste que asiste como Definidor «en lugar del Pe. fr. Antonio de la Cruz definidor primero, Visitador que al presente es de la Nueva España» (52).

El Definitorio le envió como Visitador a Méjico, primordialmente para solucionar el conflicto surgido con la .vuelta de los descalzos a Guadalaja­ra y con el convento de Aguas Calientes. Se levantaron ambas fundacio­nes. Dice sobre el particular el P. Manuel de San Jerónimo;

«Para este fin muy principalmente se designó luego por Visitador de aquella Provincia al Padre Fray Antonio de la Cruz, Religioso muy docto y prudente, y se le mandó que fuese su primera diligencia en Nueva Es­paña deshacer estos dos conventos sin admitir humana súplica. Llegado el Visitador a Indias trató con el Definitorio de la Provincia el punto, y como- siempre se precia de tan obediente a la Orden, señaló luego al Pa­dre Definidor Fray Juan de Santo Domingo para la ejecución de aquel orden. Hízolo este religioso con gran prudencia, y a 21 de noviembre del año de 53 a las cuatro de la mañana, consumió el santísimo, y deshizo el convento de Guadala'jara, repartiendo sus religiosos en los otros de la Provincia. Lo mismo hizo a nueve de diciembre en Aguas Calientes» (53).

Sabemos por sus libros (54) que fué Superior Provincial de la Pro­vincia de San Alberto. Consta por otra parte que en 1663 estaba ya en España. El 7 de febrero de ese año, en efecto, llegaba de nuevo como prior al Desierto de Bolarque (55). En abril de ese mismo año asiste en Pastra-

(46) lb" f. 64v. l' t d (47) "El treinta Y Jos el Pade. fr. Antonio de la Cru:<l e~. año 1649, (En la 1S ~ e

Prelados que ha habido en este c01wento ,desde s1¿fundac,on, que encabe:<la el Libro primero ele pl'ofesiones de Pastrana). «32 El Pe, fr. Ant01:lio ele la CrU:<l natural ele Tem­bleque año de 1649" (L-ib1'o d.e Becerro, de Pastl'ana, f. 2v).

(48) MANUEL 'DE S, JERÓNIMO, Reforma, 1. 25, c, 1: t. 6, Madrid, 1710, p. 465 ss); ANAS'l'ASIO DE SAN'fA TERESA, Reformc(, t, 7, «lndice de los Generales», que va al final ilel tomo; SILVERIO DE SANTA TERESA, Histo,.ia del Ca1'men Descalzo ... , X, Burgos, 1942, p. 192-193. El Capítulo General se celebró por la última semana de abril. El P. Anto­nio de la Cruz aparece ya como prior en el acta de profesión de 30 de mayo ele 1649 (Libro de las p,.ofes-iones, desde 1570, f. 425v). De no haber sido elección normal se hubiera indicado en los libro's citados en la nota anterior.

(49) LibCapProv., f. 71 v, (50) lb .. (51) Aparece como prior de Pastrana en las actas de profesión, desde 30 '.:le mayo

de 1649 hasta 7 de abril de 1652, El 20 de este mes se congregaban allí mismo los gremiales para celebrar Capítulo general. Cfr, MANUEL DE SAN JERÓNIMO, Reforma, 1. 26, c. 1: t. 6. Madrid, 1710, p. 579 ss,; SILVIéRIO DE SANTA TERESA, Historia del Car­men nescalzo, X, t. 10, p. 326 s'S.

(52) LibCapProv., f. 811'. (53) Reforma, 1. 25, c. 2, n. 16: t. 6, cit. p, 474, SILVERIO, o. c., p. 196. La Pro­

v!ncia, de San Al.bei'~o' de Méjico se regía en lo tocante a su gobierno por leyes espe­Ciales, cfr: Con8~.tucwnes, p. 3, c. 14 -en las Consto de 1658, c. 16-. En él se habla también del Visitador que podía enviar el Definitorio general «el cual tenga en to,lo las vece\S y.preeminenci~s que el Definitorio le concediere» (lb., n, 12).

(54) . Ltbro del cammo de la gracia; y, Vibro ele' la vida en la mue,.te y muerte en la v,tda.·

(55) «N P fr Antonio de la Cruz vino a 7 de febrero de 63. (A. H. N. Clero, Lib 4183).

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SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO... 131

11a al Capítulo Provincial «el Pe. fr. Antonio de la Cruz Prior del Desier­to» (56). Continuó en su priorato bolarquense hasta 1664, con toda proba­bilidad hasta mayo en que se celebró Capítulo general en Pastrana (57).

Murió en Madrid, por enero o febrero de 1670, a los 76 años de edad (58).

Los lib'l'os del P. Antonio de la Cruz.

l.-Libro de la contemplación divina. B. N. M., Ms. 4461. E: P. Alberto (art. cit. p. 23), escribe sobre el año de su composición: «Qui­

zá la fecha aproximada de composición de esta obra oscile entre 1630-1640». J-<Jl P. Jean-Marie de l'Enfant-Jésus, en la introducción (<<Etudes Carmélitai­nes», abril 1932, p. 240-244) que precede a la traducción del Libro de la contem­plación divina, opina que éste debió ser escrito entre el 1622 (fecha .de la canonización de Santa Teresa) y 1633 (en que muere Sor Margarita de la Cruz, a quien va dedicada la obra). Ciertamente que la dedicatoria supone vivir aún Sor Margarita, la cual murió el 5 de julio de 1633.

2.-De la vida solitaria. B. N. M., Ms. 3859. Cuando 10 escribió había sido prior de Pastrana, lo que indica que no fué escrito antes de 1652.

3.-Libr·o del camino de la gmcia. B. N. M., Ms. 3855. Fue escrito sien­do el P. Antonio superior en Méjico, pues escribe por obligación de su oficio y habla de la observancia regular «que en todo este reino tiene» la Orden. Por la dedicatoria se desprende que fué escrito no mucho antes de volver a España terminada su misión en Nueva España.

4.-Libro de la vida en la muerte y muerte en la vida. B. N. M., Ms. 4397. Escrito no antes de su provincialato de Méjico, puesto que se dice del P. Antonio «Provincial» de aquella provincia.

5 -El perfecto prelado. B. N. M., Ms. 3633. 6 -Testa?r~ento de Cristo Señor nuestro confirmado con su pasión y

muerte. Según Andrés de la Encarnación, en su tiempo se ellcontraba este li­

bro manuscrito en las Carmelitas Descalzas de Yepes, a quien iba dedica­do. Hoy se ignora su paradero (59). 7.-De los Nombres l Divinos. Da noticia de esta obra el P. José del Espí­

ritu Santo en su Cadena mística carrnelitana. En el Catálogo de autores carmelitas descalzos de que se forma la Cadena cita al P. Antonio de la Cruz. tanto en la primera como en la segunda serie de autores. 'En esta

(5fl) LibCapProv., f. 881'. . (57) ANASTASIO DE SANTA TERESA, Reforma. 1. 30, c. 1: t. 7, cIt. p. 561-562. SILVERIO

DE SANTA TERESA, Histori.a del' Carmen Descalzo ... X, cit. p. 577 ·ss. Antonio de la Cruz firma las cuentas del convento de Bo1arque desJe enero-febre­

ro de 1663 hasta las de febrero-marzo de 1664, ambas inclusive (Libro del Gasto y re­cibo. A. H. N. Clero. Lib. 4190, f. 16v hasta el folio sin numerar que viene entre el 18 y el 19). Las cuentas debían hacerse en el Desierto cada dos meses (Const. p. 2.', c. 9, § 7 11. 3). Por eso es normal que no hiciese las de abril del último año.'

(58) Libro de los 1'eligiosos difunto$ (que perteneció al Desierto de Bolarque). A. H. N. Clero. Lib. 4186, fol. 141', entre los religiQsos difunto's 'Je1 mes de febrero de 1670: «Madrid P. fr Antonio de la Cruz. Terr,b1eque. Pastrana. 76-60 •. Probablemente los 60 años de hábito religioso son años comenzados, pues es de suponer que tomase el hábito un año o algo más, antes de profesar, y ya hemos visto que profe'só el 11 de diciembre de 1611.

(59) ANDRÉS DE LA ENCARNACIÓN, Memorias 'histod.ales, t. 4, B. N. M., Ms. 13484. fol. 161'. Cfr. P. ALBERTO, arto cit., p. 33-34.

Tanto MARCIAL DE SAN .JUAN B .. (Bibl1o//¡eca, BUl'rlig8tE' 17:3n. p. 37\. como C. Y¡­],LIERS (Bi.bliotheca. c01'meUtana, Romae, 1937, t. 1, col. 166) y BARTnLowf DE SAN AN­GEL o (CoUectio scripto1'um, Savonae, 1884, t. 1, p. 66), atribuyen esta. obra al P. An­tonio.

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182 ADOLFO DE LA MADRE DE DIOS, OCD

segunda escribe en el número nueve: «El Padre Fr, Antonio de la Cruz, en un tomo manuscrito, que se conserva en nuestro convento de Madrid, dividido en cuatro libros, y intitulado Opus de Divinis Nominibus».

En otro lugar el P. José nos suministra una breve idea del contenido de este escrito del P. Antonio. «De los muchos y diversos nombres, es­cribe, que se dan a Dios, hace un largo tratado el Padr~ Fray Antonio de lo Cruz en cuatro libros de la obra que compuso de Divinis Nominibus, dando en la explicación de cada uno larga materia de meditar y contem­plar en Dios» (60). En el libro primero «trae los nombres principales de Dios que son más frecuentes en las Divinas Letras» (61); en el segundo «trae los nombres de Dios menos principales que se le atribuyen por al­gunas obras o efectos suyos» (62); en el tercero «trae los nombres de Dios hombre, explicando los misterios que en ellos se encierran» (63); en el cuarto «trae los nombres metafóricos y impropios de Cristo, que en la Sagrada Escritura se le aplican por alguna semejanza» (64).

Este P. Antonio de la Cruz es el mismo que el autor del Libro de la contemplación divina. «El Padre Fr. Antonio de la Cruz en un libro manus­crito intitulado Opus, de cognUione Dei et de divina et supernqturali con-' templatione. Demás de otro del mismo autor que referimos adelante en el núm. 9 por no pertenecer tan propiamente a la Cadena». Así escribe el P. José en el ya citado Catálogo (núm. 16). El número a que hace re­ferencia en el texto es el transcrito por nosotros anteriormente.

Aunque cita el título en latín no quiere decir que la obra estuviese es­crita en él. En latín cita el libro de la contemplación divina, obra escrita en castellano. Además, del modo de mencionar el P. José los diversos nom- . bres de que trata en su obra el P. Antonio, se deduce que estaba escrita en castellano.

El testimonio del P. José referente a esta obra y a su autor nos mere­ce pleno crédito. Por el resumen que hace de los diversos nombres estu­di anos por el P. Antonio aparece que consultó personalmente la obra. Por otra parte es un contemporáneo de éste, a quien debió conocer en Madrid. La licencia de la Orden para la impresión de la Cadena está dada «en Madrid a veinte y tres de febrero de mil seiscientos y setenta y un años», por el P. General Fr. Mateo de San Gerardo. Por tanto un año des­pués de la muerte del P. Antonio en Madrid. Para estas fechas, pues, es­taba ya concluída la primera colación de la Cadena, aunque es fácil que la escribiese, o al menos la retocase, después de la muerte de dicho Padre. El modo de hablar del P. José en algunos de los textos parece dar a en· tender que ya no vivfa el P. Antonio.

(60) JosÉ DEL ESPÍRITU SANTO, Cadena mística cunnelita.na, colación 1.' propuesta VI.', Madrid, 1678. pág. 41. A continuación, respuesta~ V-VII, pp. 41-43, menciona lo~ .ombres que estudia el P. Antonio en la obra.

(61) O. e., p:..41. (62) O. e., p. 42. (63) O. e., p. 42. (64) O. e., p. 43.

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SOBRE ALGUNOS' AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN D1!ilCALZO... 183

IIL-EL P. FRANCISCO DE SAN MARCOS (65)

1. Datos biográficos.

Poco se sabe de este religioso. Fué natural de San Clemente (Cuenca). Ingresó en el Carmen Descalzo, profesando' en el noviciado de Valladolid (66). Se ignora el año, aunque a juzgar por los años de hábito religioso que llevaba cuando murió, debió de ser por el 1650 ó 1651. Por la fecha en que concluye muchas obras suyas y el lugar en que las termina, podemos de­ducir su estancia en diversos conventos de la Provincia de Castilla la Vie· ja. Por el año 1672 se encontraba en Burgos; en mayo de 1677 y enero y mayo de 1678, en Palencia; de nuevo en Burgos, en enero de 1681; por mayo y noviembre de 1687, en Segovia; por septiembre de 1688 y enero de 1689, en Soria. En esos años debió ser, más o menos, la fundación de la residencia religiosa (hospicio) de esa ciudad (67). Por los meses de octubre y diciembre ele 1690 era conventual elel Colegio de Avila (68), y en 1602 cla· vario en el convento ele Segovia (69).

En esta misma ciudad murió el día 20 ele octubre de 1696, a los 67 años de l:dad y 46 de hábito religioso (70).

El Lib1'O .de difuntos del Carmelo de Segovia hace de él el siguiente elogio: «Fué un religioso muy amable, por su agradable condición y na· tural apacible. Muy estimado por sus buenas prendas en el púlpito y muy desasido de todo. Pobre en gran manera sin tener otra cosa más que sus papeles en que siempre trabajaba, con que guardaba continuamente su celda. Devotísimo de Nuestra Señora, en quien confiaba tener una buena muerte. Y así la tuvo muy quieta» (71).

(65) Fuentes de información para el P. Fl'ancis-;o de San Marcos: Libro de los religiosos d.i,f1mtos de este Sto. Colegio (de Carmelitas Descalzos de

Segovia), f. 25 (Archivo PP. 0, C. D., Segovia). Los datos tomados de él y sus referen· cias, los debo al P. Fortunato de Jesús Sacramentado, hermano en religión y profesor en nuestro Colegio· Teológico de Salamanca y en el Theresianum de Roma; ANDRÉ~ DE LA ENCARNACIÓN, Memorias historiales, t. 4, B. N. M., Ms. 13484, f. 12r-12v; GERAR­DO DE SAN JUAN DE LA CRUZ, Bibliografía ca·rmelitana, inédita: MATÍAS DEL NIÑO JESÚS, lndice d.e manuscritos carmelitanos de la Biblioteca Nacio1Wol de Madrid, en «Epheme· rieles carmeliticae» 8 (1957) 202. Nosotros hicimos breve alusión a él en «Dictiorinaire de Spiritualité», t. 4, col. 1170. ~

(66) Libro de los religio'sos difuntos, ciL f. 25; Libro de los religiosos dl.fu.nto~ (que perteneció a Bolarque) A. H. N. Clero. Lib. 4186, f. 67v: Li.b1·o de los d.ifllllto8 d.e la Congregación de España, p. 48 'Je la fotocopia existente en Archivo Provincial. Carmelitas Descalzos. Madrid. .

(67) Habla de esta fundación el P. SILVERlO, HistorW. del Carmen Descalzo... X, Burgos, 1942, p. 833-835. Indica la finalidad oe la's casas llamadas hospicios, aunque de estas habla más extensamente en el t. XI, Burgos, 1943, p .. 722-725. Una de las prescripciones era que los que vivían con alguna permanencia en esas casas debían retirarse a un convento de plena observancia todos los años durante un par de me· ·ses. Sus moraJores conservaban la conventualidad de las casas de donde procedían.

(68) La dedicatoria a la Virgen de su Historia de Nuestra Señora de la Fll.enós· la va fechada en Avila a 10 de oc~ubre de 1690 y la licencia del General Alonso de la Madre de Dios se concede en el Definitorio celebrado en Málaga, 14 de diciembre de 1690. Se conceJe licencia «al P. Fr. Francisco de San Marcos, religioso profeso de nuestra sagrada religión y conventual de nuestro colegio de Avila».

(69) F.irma como tal. el 15 de junio de 1692 (Libro del Santo, f. 29v: Archivo. l"P. O. C. D. Segovia).

(70) Así el Libro de los religiosos difuntos, de Segovia, f. 25. El de Bolarque (A. H. N. Clero. Lib. 4186, f. 67v): «Segovia. El. P. fr. Franci'sco de S. Marcos. S. Cle. mente.-Valladolid.-66·46», entre los difuntos del mes de noviembre de 1696. mI Li. bro de difuntos de la Congregación, p. 48, entre los difuntos de octubre de 1696: «Se­gavia. P. fr. Francisco de S. Marcos. P. de Valladolid. N. de S. Clemente en la' Man· eha.-66·46.. El Libro de Segovia, fácilmente se refiere a los años comenzados, mi~l1I­n'as los oil'os dos, a los años cumplidos. Sin embargo no pO'seemos elementos de jUl· 010 para poder determinarlo. '

(71) lAbro de los religiosos difuntos, i. 25.

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184 ADOLFO DE LA MADRE DE DIOS, OCD

2. Escritos del P. Francisco de San Mateo.

Fruto de su espíritu trabajador y recogido fueron numerosos escritos, princIpalmente de tema histórico devoto y de espiritualidad, a juzgar por los que conocemos.

El P. Manuel de Santa María escribe del P. Francisco: «Este religio­so dejó escritos de su mano hasta el número de 77 tomos de diferentes asuntos que individúa él mismo en el de folio sobre el Apocalipsis; de los cuales aún perseveran 37 en este año de 1766. Imprimió con su nombre la Historia de Nuestra Señora de la Fuencisla; la de Henar con el del Dr. D. Gregario Baca de Haro, cura de Otero. La de la Virgen de Hornaez, junto a Maderuelo y la de S. Hieroteo Obispo de Segovia escribe él mism() que salieron también con otro nombre; pero si los hay en casa, no pare­cen ahora; y así baste esta noticia» (72).

Al margen de su elogio en el Libro de Difuntos de Segovia se escribe que en la Librería del convento «se hallan diversos tomos de sermones suyos (del P. Francisco) muy eruditos aunque poco legibles» (73).

En enero de 1681 el propio P. Francisco de San Marcos confiesa «tener escritos de cosas graves y serias hasta unos veinte libros» (74).

1. Cuestionario de Mística Theología y oración infusa, reduciendo la solución de las dificultades místicas y que suceden a las almas que tratan de oración, a buena Theología Escolástica. En 4.° 328 p.

Escribióse en Burgos, año 1672. 2. Anathomía del alma o eiXpexointerior, y anathomía del espÍ1'itu.

En 8.", 253 p. Comenzóse en Palencia a 2 de mayo de 1677, se acabó allí el mismo año

a 5 de junio. 3. Parayso ~nterior, en que se dirige al alma y da modo y reglas para

buscar a Dios en su interior por el exercicio de la contemplación. 133 p. En Palencia, año 1677. 4. Advertencias espirituales para que el alma que está en 1neditación

pueda pasar a ,divina contemplación. 18 p. En Palencia, año 1677. 5. Itinerario espiritual, en el cual se dirigen las t1-es potencias y en­

caminan a Dios, por íntima y seC1-eta contemplación y consideración del Sumo Bien. 10 p. (75).

6. El hombre interior. Examínase al alma en su oración por Cristo Nuestro Señor. En 8.°, 634 p.

Comenzóse en Palencia a 3 de enero de 1678 y se acabó allí el mismo año a 30 de mayo.

Todos estos tratados se encontraban en el siglo XVIII en el convento de MM. Carmelitas Descalzas de Rioseco (Valladolid), donde las vió el Padre Andrés de la Encarnación (1716-1795) (76). Dice de ellos: «Son escritos importantes y el autor parece hombre docto y es'piritual» (77).

(72) Al margen en el lugar citado del Libro de difuntos de Segovia. Aunque no se dice expresamente que sea el P. Manuel quien. escribe, la l<;tra es la suya.

(73)' Libro de los religiosos difuntos, de Segovla, f. 25. Segun el P. Fortunato esta nota es anterior a la del P. Manuel de Santa María. .

(74) B. N. M., Ms. 12.265, f. 217v, en el prólogo a otro llbro su,y0. (75) Este es uno de los escritos graves, que según propia confesIón, el P. Francis·

. ca' de San Marcos tenía terminados en enero de 1681 (Ms. cit., f. 217v. Cuándo lo c~m­cluyese no me consta. Supongo que en 1677 y en Pale~cia; pues_ tanto Adverteru;tas, como Paraíso interior y Anatomía del alma, fueron escrItos ese ano, y entre ellos pa­rece se encontraba en el siglo XVIII en el códice 'Je las MM. Carmelitas de Medina de Ríoseco.

(76) Los datos que de ellos proporcionamos se encuentran en ANDRÉS Dm LA EN­CARNACIÓN, 1. c. en nota 1.', y en GERARDO, obra citada también en dicha nota .. Cfr. el texto que citamos al hablar de Regist7'OS espi7·ituales.

(77) O. c., f. 12v.

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SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DJ1,L CARMEN DESCALZO... 185

Actualmente se Ignora su paradero. 7. La peregrina del cielo. 8. Custodia angélica. 9. Arte del olvicto. 10 ElogioSt del nombre de María. 11. Remedio de los tris'tes. 12. Comento a las canciones de mo. Pe. S. Juan de la Cruz (78). 13. Apuntamientos curiosos i raQones para persuadir diferentes mate­

das B. N. M., Ms. 12265, f. 203r y ss. (79). Debió escribirlos, como los anteriores, antes de febrero de 1681 (80). Los párrafos de estos apuntamientos son los' siguientes: «raQones para

per¡::uadir q se elija un catedratico i no otro» (f. 304r-204v); «si se puede acer juramento de leer y seguir solo la doctrina de s Tomas y s Agustin» (f. ,205r-206r); «raºones q persuaden las conveniencias de este juramento» (f. 206r-207r); «raºones q no es conveniente que los jesuitas agan casa de estudios general en la Corte Colegio Imperial» (f. 207r-?); «preguntase si es bien que todos comulguen cada dia. dicese q si no es en alguna nece­sidad 'O almas q conocidamente se mejoran no conviene por estas raºones» (f. 204v-205r).

Enumera hasta nueve razones. Da esta norma general: «A los casados y gente del siglo bastales una vez a la semana; a los religiosos lo q sus reglas ordenen; i a los q de veras tratan de virtud bastales de tercer a tercer día» (f. 205r).

14. Librico de cosas graciosas y sazonadas. B. N. M., Ms. 12265, f. 217r-232r (81). '

En el prólogo tantas veces citado escribe, exponiendo la finalidad del libro:

«he querido ocuparme en este librico de cosas graciosas y saQonadas para los días grandes que suelen dar lugar al pasatiempo virtuoso; mas he procurado que a vueltas (?) de lo que es pasatiempo, fuese erudicióri. 'Í

noticias de humanidades curiosas, de modo que por una parte deleite y entretenga lo saºonado, i por otra enseñe lo noticioso i curioso como lo experimentareis si lo leeis. Vale et paree. Burgos 1 enero 26 de 681 ffranco. de san marcos carmelita descalzo» (82).

He aquí algunos de los titulas: «Sermón ridiculo adonde se discurren con buenas noticias de letras humanas algunas excelencias i achaques de los hombres pequeños» (f. 219r-224r); «Apuntamientos para un sermón ridiculo vituperando a los grandes de cuerpo» (f. 224r-225r); «cofradía de los hermanos de el calvario, que consta de calvos» (f. 228r-230v); «Carta a una mujer fea» (f. 231r-231v).

(78) Estos tratados (nn. 7-12) junto con nn. 1, 2, 6, son los que en 26 de enero de 1681 cita el P. Francisco de San Marcos, a modo de ejemplo después de afirmar «tener escritos de cosas graves Y serias hasta unos veinte libro's, (B. N. M., Ms. 12265, f. 217v). Son por consiguiente anteriores a esa fecha.

(79) Han arrancado las hojas entre el f. 208v y 2171'. En este follo comienza el «prólogo. de otro libro '.:lel P. Francisco (prólogo en que se encuentra lo dicho en la nota anterior) Por esta razón no nos e's posible determinar si estos apuntamientos es­tán completo¿. Aunque en todo caso es de suponer que en las hojas arrancadas tu­viese más apuntes.

(80) La única razón que tenemos para afirmarlo es que, siéndo autógrafo, se en­cuentra en el manuscrito antes del prólogo citado.

(81) Aquí concluye el ms. y creemos que también el librico. Posiblemente, al ser tema más o menos jocoso y no tener un plan orgánico, pudiera ser un libro siempre abierto a ,nuevos capíÍulos pues no deja de ser curioso -si es que no existe más de "1- qUe no indique cuándo lo terminó. El título se 10 ponemos nosotros deduciéndolo '.:le 10 que dice en el prólogo. Aquél iría en alguna de la's hojas arrancadas del manus­crito.

(82) B. N. M., Ms. 12265, f. 2181'.

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186 ADOLFO PE LA MADRE DE DIOS, oeD

15. Registros espirituales. El original se conserva en el archivo de MM. Carmelitas Descalzas de Segovia (83).

Estaba terminado, al menos en su mayor parte, en m,ayo de 1687, es­tando en Segovia, como consta por el mismo opúsculo.

Es breve y está dividido en dos registros. El primero «pa. cuando el alma camina a Dios recibiendo mercedes», integrado por 16 grados y unas advertencias acerca de estos. El segundo registro habla de cuando Dios lleva el alma por sequedades y penas. En una advertencia que le sigue, escribe a propósito de las apariciones de Cristo por visión intelectual: «De como pueda ser esto escribí largo en el libro que compuse cuyo título es: Cut,sUones de mística teología que lo tienen nuestras Madres Carmelitas Descalzas de RiosecO).

16. «Hisitoria de la vida i excelencias de el divino Hyerotheo Primer Obispo de la Iglesia Catedral de Segovia escrita por el Pe. fr. franco. de san marcos Carmelita Descalzo. En Segovia año de 1687». B. N. M., Ms. 19338, ha&ta el f. 354v (84).

Según el testimonio anteriormente citado del P. Manuel de Santa Ma­ría, el ,mismo P. Francisco afirma que esta vida salió a nombre de otro autor. Ignoro quién fuese y dónde se editó.

La historia va dividida en dos partes. «Comenzase a escribir esta his­toria a 14 noviembre, acabase a 29 de dicho mes i año» (85). Al fin. de la primera parte se lee: «Segovia en el Carmen de Descalzos nOVIem­bre 19 de 1687 ffranco. de san marcos» (86),

17. «Historia de la vida y eszelencias del glorioso, Confeso?' de Christo y hennitaño San Saturio Patron de Soria antichisi?na Numancia escrita por el R. Padre frai franco. de San Marcos Carmelita Descalzo en Soria año 1689. Dedicase a la Novilissima y antichisima ziud. de Soria». B. N. M., Ms. 19338, f. 486r-494r y 497r·540v (87).

Al final escribe: «Soria i setiembre 3 de 1688 ffranco. de San Marcos Carmelita Descalzo» (88). Unos meses más tarde terminaba su dedicatoria con estas' palabras: «deste hospizio de !Carmelitas descalzos de Soria henero 30 de 1689. B. L. Mn de VS, Su mas afecto capen. fr. franco. de san marcos» (89).

Según Anastasia González Gómez, el ayuntamiento de Soria acordó sub­vencionar la publicación de esta vida (90). Ignoramos si llegó a publicarse.

18. «Historia del origen y milagros de Nuestra Señora de la Fuencisla de Segovia [ ... j. Tiene este libro dos partes; en la primera, se trata del origen de esta Santísima Imagen; en la segunda, de sus prodigios y mUa-

(83) Hemos manejado tan sólo una copia meeanografiada que posee el P. Fortu­nato ya citado anteriormente. , (84) El índice de capítulos de la primera parte y la dedicatoria de la obra están sin ,paginación ni foliación en el manuscrito. La paginación comienza con el prólo¡ro y abarca toda la pl'imera parte; ésta' termina en la página 254. La segunda parte va: foliada: f. 255r-354v. Un boceto de esta vida se encuentra en B. N. M., Ms. 12265, f. 1r-27v.

(85) B. N. M., Ms. 19338, a continuación del título y año de la obra, que trans­,cribimos en el texto.

(86) B. N. M., Ms. 19338, p. 254. (87) También en B. N. M., Ms. 12265, f. 281'-641'. No hemos confrontado detenida­

mente la's diferencias que puedan existir. (88) B. N. M., Ms. 19338, f. 5401' (en el 540v añade algo que por olvido no escribió

en e' capítulo octavo); Ms. 12265, f. 641'. (89) B. N. M., Ms. 19338, f. 4941'. (90) Reriéndose a los autores citados en las diferentes crónicas e historias que hR

consultado escribe: «a Fray Francisco de Marcos (sic), monje carmelita que en 1690 e~cribió la Vida de San Satu1'io, que debió valer más que la de Tutor y Malo' ya que el Ayuntamiento acol'dó subvencionar la publicación, (Hijos ilustres de SOl'ia, y su pa'r-Udo, Soria, 1912, p. 146). .

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SOBRE ALGUNOS AUTORES ESPIRITUALES DEL CARMEN DESCALZO... 187

gros. Dedicase a Nuestra Señora de la Fuencisla. Con privilegio. En Ma­drid: En la Imprenta de Antonio Román. Año de 1692» (91).

Existe otra edición moderna «corregida e ilustrada con apéndices, lá­minas antiguas de la Virgen y grabados de Segovia intercalados en el texto por D. Ildefonso Rodríguez y Fernández», Madrid, Imp. de G. López del Horno, 1915.

La dedicatoria a la Virgen va fechada en Avila y octubre a 10 de 1690; el prólogo al lector a 8 de noviembre de 1689.

19. Comentarios al Apocalipsis. Conocemos su existencia por el testi­monio arriba citado de Manuel de Santa María y por referencia explícita de su autor. Escribe en la de'dicatoria de la Historia de la Fuencisla: «San Juan en su Apocalipsis (cuyo libro al presente voy declarando por discur­sos morales y tengo ya un tomo casi acabado)>> (92).

Estaba por consiguiente escribiéndolo en 1690. 20. «Historia de la milagrosa Imagen de nuestra Seiíora de el Henar.

Escrita por el Doctor D. Gregario Baca de Haro, Colegial de el Insigne Theologo de S. Ildefonso de Segovia, y Cura de Otero. Contiene dos partes, en la primera se trata del origen de esta Santíssima Imagen. En la segun­da, de sus prodigios y milagros. Dedicase al Exc. Señor D. Juan de Silva y Mendoza, Duque del Infantado y de Pastrana, etc. Año 1697. Con privi­legio, en Madrid: Por Francisco Sanz, Impressor del Reyno, y Portero de Cámara de su Magestad. Hallarase en su casa en la Calle de la Paz».

La factura es, pues, como la de la Fuencisla. La dedicatoria concluye: «Otero y junio 30 de 1696». Antes, por tanto,

de la muerte del P. Francisco. Ya nos ha dicho el P. Manuel de Santa María qUE'. esta historia es obra del P. Francisco de San Marcos, aunque apareció bajo el nombre del Dr. Baca de Haro.

En una advertencia que sigue al prólogo de la edición, el Dr. Baca de Haro confiesa no ser suya la obra y explica de manera general lo que a él se debe.

«Muchas cosas, escribe, hallarás en este libro, que luego juzgarás no ser trabajo mío, ni sucesos que con mi persona acontecieron y será recto tu parecer, y para que más te afirmes en él, has de saber ser esta obra de algún ingenio muy lucido y docto (o por mejor decir, de muchos) que se esmeró en escribir singulares excelenci:as de la Virgen Santísima de Henar.

Y. de sus cuadernos y borradores, que vivas diligencias de amigos pu­sieron en mis manos instándome los ordenase, porque ellos no traían ca­pítulos, ni método, me resolví a componer este libro, y a darle serie, y capítulos el celo de la· gloria de Dios, y de su Madre Santísima, y quo€ no se malograsen tantas luces, y riquezas, me solicitaron a componer este volumen devoto, sin que se me deba más de el método, y orden de capítulos, y algunasluces mías que he ingerido.

Con éstas he quitado de los cuadernos algunas cosas, que me parecía no· eran a propósito, y añadido otras muy del punto, y asunto de la Histo­ria, he procurado darle conexión a lo que llegó a mis manos de su nicho,

. y "in orden de capítulos [ ... j. Aquí he puesto mi desvelo, en dar ordén, y coligación a las noticias referidas, uniendo lo desunido, y poniéndolas en sus clases por capítulos en el lugar, y tiempo que pedía la historia» (sin pág.).

21. Sermones. Como ya vimos, en la biblioteca del convento de Sega-

(91) La ob¡'a manuscrita se encuentra en la B. N. M., Ms. 19472. (92) Historia ... , Ma~lríd, 1915, p. 10.

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via 'se conservaban antiguamente diversos t0mos de sermones del P., Fral1-cisco de San Marcos «muy eruditos, aunque poco legibles» (93).

El P. Gerardo de San Juall de la Cruz, en su Bibliografía cannelitana, inédita, enumera entre los escritos del P. Francisco: Sermón del Santísi­mo Sacra11'z,ento, en Segovia. Madrid, 1657.

22, Otros escritos de que se tiene referencia explícita, aunque incom· pleta:

a) Historia de la Virgen de Hornoez, junto a Maderuelo, pueblo de la provincia de Segovia (94),

1:') Quizá Historia del convento de Carmelitas Descalzos de Soria (83),

ADOLFO DE LA MADRE DE DlOS, OCD

Salamanca

(93) Libro de los reUg;osos difuntos, de Segovia, f. 25, margen izquierdo. (94) MANUEL DE SANTA MARÍA, texto citado (Libro de los reZo dij., f. 25). (95) El P. Silverio de Santa Teresa escribe refiriéndose a la fundación: «Antigua­

mente existió en esta casa un manuscrito, Jebido a la pluma de un carmelita descal­zo, que contenÍa la relación histórica de este Hospicio y la vida de San Saturio, muy venerado en Soria» (Hi.stona, del Carmen Descalzo... X. Burgos, 1942, p. 833. nota). De ser del mismo autor ambas obras, se trataría del P.Francisco, pue's es de suponer que esa vida de San Saturio fuese la escrita por él. En los ms. 19338 y 12265 de la ]3. N. de Madrid, en que se encuentran varias de sus obras y apuntes de diversos asuntos no hemos vistO' esta relación, si bien no hemos ido buscando explícitamente esta obra ni liemos ido controlan Jo minuciosamente e'sos apuntes.

Anselmo Sanz Serrano escribe: «En un documento que se conserva en el archivo de la Colegiata de San Pedro y fechado en el año 1689 dice Fr. Francisco de San Mar­cos, carmelita descalzo «que el mismo S. Prudencia dejó escrita de su mano la vida de su maestro Saturio, la cual historia anda impresa en el Martirologio de lo's Santos de España y está en la librería Vaticana, añaJiendo que el original ha de estar en un convento del Císter situado a cinco leguas de Logroño»; nosotros no hemos podido averiguar lo qu<, tenga de cierto esta expresa afirmación. (Histor;a y descripci.ón eLe la Cueva y E"mita de San Saturio, Soria, 1916, p. 17-18, en nota 3),

E'ste modo de citarle parece indicar que ese documento no es la vida de San Satu­rio que conocemos, Lo que se confirma con otro indicio: el no citar esa biografía entre la bibliograffa aduciJa al final, p. 45-46.

Suponemos que ese documento seg'uirá en el citado archivo y quizá junto con él se encuentren otros o el manuscrito a que se refiere el P. Silverio, Pero esto son hipóte­sis; las brindamos para el que tenga ocasión de con'sultar el citado archivo de la Co­legiata de San Pedrl)