smith, van young, de la peña_región e historia en méxico
DESCRIPTION
aTRANSCRIPT
-
I } I T r n r r r ?; ; Instituto -
Mora '
REGION E HISTORIA iEN MEXICO
(1700- 1850)
COMPILADOR
Pedro Prez Herrero
r r n f r f lInstituto
i
-
lrruflo, microhistoria y ciencias sociales
i.ilrn y no ill.si;i/:i el habla corriente con terminajos a la moda. Le
vend tu bien I. expresin audiovisual del cine y la tele.
I ,i ink lohisioiia es la menuda sabidura, si el amor a ella no me
ionduce a exageraciones; es la autosapiencia popular que hace libres
,i las comunidades, a los terruos, y les ayuda al cambio en un sentido
de mejora; proporciona viejas verdades a los moralistas; procura salud
.1 Ion golpeados por el ajetreo, y ha venido a ser recientemente sierva o
anula de las ciencias sistemticas de la sociedad; destruye falsas gene-
luli/acioncs y permite hacer generalizaciones vlidas a los cientficos
sociales. Y por todas las virtudes anteriores, la prctica de la micro-
historia bien vale el vaso de buen vino que peda Berceo, justifica su-
ficientemente una ocupacin acadmica, un acomodo susceptible de
atraer lucros menores, de subir sin prisas en el mundillo universitario
y ilc conquistar fama en el breve contorno de la propia tierra, en el
cenculo de familiares y amigos, en el terruo.
SISTEMAS ECONMICOS REGIONALES: MODELOS GEOGRFICOS Y PROBLEMAS
SOCIOECONMICOS COMBINADOS*
C a r o l A S m it h
Los especialistas que se ocupan de la economa como una institucin
de contracultura, la abordan tradicionalmente desde una de dos pers
pectivas muy distintas. Algunos proceden inductivamente para descri
bir y explicar las relaciones econmicas tal como existen en un
contexto particular observable, que en la prctica es casi siempre
un contexto relativamente limitado -una comunidad, un mercado o
algo similar- y entonces disean modelos que muestran los patrones
de relaciones econmicas en l; relaciones que son necesariamente
especficas en vez de generales. Otros especialistas proceden deduc
tivamente para definir las restricciones bsicas o inherentes a todos
los sistemas econmicos y entonces disean modelos que muestran los
patrones de relaciones econmicas en ellos; relaciones que necesaria-
* Originalmente fue presentado como ponencia en la reunin que sobre metodologa regional tuvo lugar en Santa Fe, Nuevo Mxico, Estados Unidos, en el otoo de 1973. Posteriormente file editado en Carol A. Smith (comp.), Regional analysis, Academic Press, Nueva York, 1976, 2 vols., pp. 3-63. Por motivos de espacio nos he
mos visto obligados a presentar una versin reducida, hemos incorporado las referen
cias bibliogrficas de nota en el texto; cambiado las referencias que a otros captulos
del mismo libro se hacan en la versin original para evitar confusiones en el actual, y
tambin hemos cortado algunos prrafos que aparecen indicados en el texto con el signo
[...]. El sentido ha permanecido invariable, ya que slo se han quitado algunos ejemplos de casos concretos. Traduccin de Ena Lastra.
37
-
38 Sistemas econmicos regionales
mente son ideales y no reales. La primera aproximacin, asociada a
investigadores de la economa que no son economistas, tiene la vir
tud de poner al descubierto aspectos de las relaciones econmicas que
los economistas, que utilizan la segunda forma de aproximacin, no
toman en cuenta; tambin permite ir con facilidad de asuntos con-
cernientes a la economa a asuntos relativos al lugar de la economa
en la sociedad. Su debilidad radica en que los estudios empricos en
focados especficamente (y las explicaciones elaboradas en ellos) son
ineficaces para generar teoras del funcionamiento econmico gene
ral aplicables a una amplia gama de contextos. As, los que practican
el primer tipo de aproximacin, que tienden a desaprobar muchas de
las hiptesis usadas por los economistas, rara vez desarrollan sus pro
pias teoras econmicas1 [...] y quiz debido a esto sus hallazgos son
normalmente ignorados por los economistas.
Por contraste, los economistas siempre usan o desarrollan teoras
generales para describir cmo la variacin en un conjunto de varia
bles econmicas afecta sistemticamente a la variacin en otro con
junto. Estas teoras pueden ser capaces o no de describir o explicar
lo que uno encuentre en el mundo real; pero los economistas son
reacios a renunciar a una buena teora tan slo porque fracasa en la
prueba de la prediccin emprica, ya que las relaciones lgicas pos
tuladas por un modelo general no estn necesariamente falsificadas
si el comportamiento de un sistema no satisface las expectativas. En
efecto, la mayora de los economistas usa sus teoras para determinar
cmo los sistemas econmicos pueden hacerse ms eficientes (o cmo
los actores econmicos pueden o podran mejorar su ejecucin) y en
tonces intentar cambiar el sistema real -disearlo- de tal manera que
refleje ms fielmente cierta teora de una economa perfecta. La de
bilidad de esta aproximacin, ms normativa que descriptiva, es que
uno nunca puede estar seguro de si el problema est en el sistema o
en la teora; los datos se usan rara vez, en muchos casos no pueden
usarse, para probar la suficiencia de la teora; las teoras generales se
sostienen o caen tan slo por la lgica. Adems, las teoras econmi
cas ms ampliamente aceptadas no abordan las relaciones sociales en
la economa; tales cosas no se pueden poner fcilmente en un mo
delo econmico o ser manejadas desde fuera de un sistema (en caso
1 Karl Polanyi, C. M. Arensbergy H. W. Pearson (comps.), Tradc and market in the early empires, Free Press, Nueva York, 1957.
Carol A. Smith 39
de que deban serlo). Entonces, cuando las teoras fallan en dar razn
del funcionamiento de un sistema, se puede, en el mejor de los casos,
discernir qu hiptesis econmica ha sido violada -algunas veces ni si
quiera eso- pero no se puede discernir por qu ha sido violada. Por esta
sola razn las teoras econmicas generales no son muy tiles a los in
vestigadores del funcionamiento econmico real, y quiz tambin por
la misma razn stos se muestran con frecuencia suspicaces acerca del
proceso de construccin de la teora.
Las relaciones entre los economistas y otros investigadores de la
economa no son tirantes simplemente porque un grupo tiende a la
particularizacin y el otro a la generalizacin; ms bien, esta tensin se
exacerba por el hecho de que cada escuela tiende a tratar con diferen
tes niveles de la economa. Virtualmente, todos los modelos econmi
cos hacen hiptesis que no pueden justificarse en el mbito local o in
dividual, de lo que son conscientes los economistas. Pero muchas de
estas hiptesis pueden justificarse en el sistema, con el que los econo
mistas estn normalmente comprometidos. Esta hiptesis de maxi-
mizacin del aprovechamiento, por ejemplo, resulta incompleta como
descripcin de la mayora de las empresas econmicas en cualquier
parte (casi todos los especialistas en el campo sealan esto, algunos es
perando revolucionar la teora econmica). No obstante, esta hipte
sis es perfectamente justificable para las competitivas economas de
libre mercado, en las cuales los que no maximizan son eliminados del
sistema o tan fuertemente castigados que para sobrevivir deben por
tarse como si estuvieran maximizando el aprovechamiento, aunque
slo sea para emular a las empresas ms exitosas. (As, el hallazgo no
revoluciona las teoras econmicas, aun en los casos en que debera.)
Puede incluso ser razonable suponer que el funcionamiento econ
mico, en economas que no son de mercado, se adaptara para ha
llar restricciones econmicas tales como la escasez en el esquema su
puesto por la teora econmica estndar del precio -en donde la oferta
y la demanda distribuyen el producto que escasea, de manera qur
la motivacin individual o el conocimiento de los precios no nevr
sita ser una consideracin importante al analizar el sistema. Par;i km
minar, debido a la diferencia que significa el nivel en que se hnco el
anlisis, los economistas hablan como si los que no son economa n*
no existieran, y viceversa.
Por otra parte, algunos procesos locales tienen efectos imporhm
tes en la economa, sea o no de mercado, yen consecuencia no pun lm
-
40 Sistemas econmicos regionales
ser desechados. Por lo tanto cmo puede uno integrar a una teora
econmica general el hallazgo de que muchos campesinos en algunas
comunidades prefieren producir para abastecer sus necesidades bsi-
cas antes que hacerlo para un mercado, aunque puedan tener ganan
cias mucho mayores produciendo slo para el mercado? Los econo
mistas pueden argumentar que esta conducta viola cierta hiptesis de
la teora general de la economa perfecta y que por lo tanto produ
cir un efecto, postulado por el funcionamiento del sistema perfecto,
en el que la hiptesis no se viole. Pero, exactamente qu efecto y cmo afectar al resto de la economa si no es hacindola imper
fecta? Qu otras hiptesis no violar? Ms importante an, hay
algo acerca del sistema mismo que produzca este funcionamiento en
particular? Hay hiptesis para responder a estas interrogantes, pero sin
datos acumulados de ms de una comunidad de granjeros, sin modelos
econmicos diseados para explicar sistemas imperfectos y sin teoras
generales que incorporen variables que no sean econmicas: se puede
seleccionar cualquier hiptesis que se desee.
Ni yo ni otros investigadores hemos ideado una solucin abso
luta para tales problemas, pero proponemos una aproximacin ms re
ciente que permitira que las fuerzas de la induccin y la deduccin se
adecuaran una a otra con mayor utilidad. La aproximacin tiene que
ver con el uso de modelos espacio-regionales de sistemas econmicos,
a fin de entender el funcionamiento de sistemas especficos del mundo
real -para los que hay datos empricos-, y tiene que ver con la remo
delacin de la teora cuando es necesario dar razn de los tipos de
relaciones y funcionamientos econmicos encontrados. Nuestras me
tas como constructores de modelos no son inslitas, pero rara vez se
alcanzan por las razones que he mencionado. Lo que nos da la habi-
lidad para desarrollar modelos generales a partir de casos particulares,
es la aproximacin regional a los sistemas econmicos, esto es: usando
los modelos particulares de economas regionales recientemente desa
rrollados en geografa econmica, para bajar la teora hasta un nivel
importante para los datos de casos empricos; y usando los datos de
campo de las economas regionales, a fin de elevar los datos de los
casos empricos hasta un nivel importante para la teora econmica.
Mediante la unin de la teora y los datos se puede dar cuenta de los
hallazgos recientes al proponer nuevos modelos, en vez de atacar los
viejos, y se pueden incorporar sistemticamente las variables sociolgi-
i as a los modelos econmicos.
Carol A Smith 41
Estoy a favor de la aproximacin regional a los problemas eco
nmicos, pues media entre las aproximaciones del nivel local y las
del macronivel, con lo cual se completan una y otra; permite la con-
ceptualizacin concreta de problemas econmicos sistmicos; y presta
atencin a las variables que no son econmicas. Ahora debo dar cierta
sustancia a esta aproximacin, de manera que sus usos y usos poten
ciales puedan evaluarse ms plenamente. Comienzo con una breve
descripcin de las caractersticas analticas comunes a todos los mo
delos regionales.
Las unidades de anlisis regional, segn ha desarrollado y elabo
rado la tipografa econmica, son: regiones, sistemas de intercambio,
lugares cent rales, niveles sistmicos y relaciones de ubicacin. Las re-
gones pueden definirse formal o funcionamente; la primera pone el
nfasis en la homogeneidad de un elemento en un territorio dado, la
segunda lo hace en los sistemas de relaciones funcionales dentro de
un sistema territorial integrado. Utilizamos la ltima definicin, su
poniendo que los sistemas econmicos se forman por relaciones de in
tercambio, donde las comunidades o asentamientos de un territorio se
interrelacionan por vnculos entre s, mediante una simplejced o porl
arreglos jerrquicos con al menos un lugar central [...1 Un lugarbentral/
es un asentamiento o un conglomerado de funcionSTTrtfrmicas
que es el eje de un sistema jerrquico que incluye otros asentamientos
o comunidades relacionadas con l de modo permanente; esto es, un
lugar central se convierte en eje de una regin porque las mercancas,
la gente y la informacin fluyen principalmente entre el centro y su
poco diferenciado hinterland (zonas aledaas relacionadas)^ Un sis
tema regional complejo incluye ms de un lugar central,'cada uno de *
los cuales es un nodo para los sistemas incluidos en los diferentes ni- j
veles de un sistema ms grande; los sistemas ms pequeos se enea-
jan en los hinterlands de los sistemas mayores; y el lugar central ms
grande que se est teniendo en cuenta abarca todo el sistema regional
en cuestin. El anlisis de las relaciones de ubicacin entre los centros
y sus hinterlands, provee el marco metodolgico en el que los sistemas
regionales y sus niveles sistmicos son delimitados, descritos y expli
cados, hasta cierto punto. Debido-a que el investigador se ocupa de
un sistema econmico complejo* el lugai en el sistema es una variable
econmica importante. v ___
La forma en que los diferentes sistemas se insertan unos en otros,
y la forma en que los diferentes centros se relacionan unos con otros
/
-
42 Sistemas econmicos regionales
y afectan la integracin regional de la economa, se consideran cues
tiones empricas. Pero se supone que la manera en que el sistema se
integra influye en el modo de operacin del sistema econmico como
un todo, lo mismo que la forma de operacin de sus elementos -los
lugares centrales, sus hinterlands y los agentes econmicos, cuyo fun
cionamiento forma el sistema regional. Por consiguiente, mientras la
economa se vea como enraizada en el sistema y no en sus elementos
(y, como cualquier economista dar testimonio, esto cambia considera
blemente la naturaleza de un anlisis econmico), no deben perderse I
de vista los procesos locales al tratar con el sistema. Ms an, de-1
bido a que los sistemas analizados son empricos, las variables que no
son econmicas siguen siendo elementos importantes; variables tales
como la fisiografa regional, la ecologa y la demografa son candidatos
obvios; pero la organizacin poltica, la estratificacin de clases y la r
'diferenciacin cultural en la regin, estn tambin naturalmente en
juego. l.j
Describir ahora los modelos especficos con los cuales hemos tra
bajado, cmo se desarrollaron y cmo los usamos. Mi tratamiento de
los modelos econmicos resultar elemental para los gegrafos y los
economistas, pero pueden encontrar til mi argumentacin acerca de
sus implicaciones sociolgicas. Lo mismo vale, pero a la inversa, para
otros cientficos sociales que se interesen en los problemas econmi
cos.
E l m o d e l o d e T h n e n d e l u s o d e l a t ie r r a
En 1826 Thnen public un tratado acerca de las leyes de produccin
agrcola, exponiendo ciertos principios bsicos que resultaban ser crti
cas a la moderna geografa de ubicacin.2 La tesis de Thnen era sen
cilla: el esquema (o patrn) de uso de la tierra es una funcin de los
distintos precios de los bienes agrcolas y de sus distintos costos de
produccin, y la distancia a un centro de mercado es un determinante
significativo del costo. La simplicidad del modelo no contradice su
fuerza. Al introducir la ubicacin en la teora econmica, Thnen no
2 Johann Helnrich von Thnen, Von Thnens isolated state, ed. R Hall, trad. C.
M. Wartcnberg, Pergamon Press, Oxford. (Originalmente se public bajo el ttulo Der liolieru StUit, 1826.)
solo invent independientemente la teora del costo marginal, sino que
tambin desarroll un modelo econmico con predicciones especfi
cas, del mundo real que eran mensurables. [...]
Con el fin de evaluar el efecto de la distancia en los sistemas de
produccin, Thnen desech otras variables importantes. Supuso que
no haba variacin en el costo del transporte, excepto la impuesta por
la distancia (lo cual requiere que los productores se localicen en un
plano isotrpico o fsicamente indiferenciado, con igual acceso a los
medios de transporte); supuso que los precios eran determinados en
el centro de mercado por el funcionamiento normal de la oferta y la
demanda y supuso que no haba ms barreras para el comercio o la pro
duccin, que las determinadas por el precio y el costo (sin aranceles,
sin precios fijos, sin inmovilidad de mano de obra, sin irracionalidad
labriega, etctera).
Bajo estas condiciones, los costos de transporte aumentan unifor
memente con la distancia al centro de mercado y es el factor variable
de produccin ms importante. Aumentar los costos del transporte
tiene el efecto de bajar los precios de introduccin de cualquier mer
canca producida lejos del centro de mercado, y reduce la vuelta a gas
tos extra (marginales) de mano de obra y capital en su produccin; por
lo tanto, el productor racional intensifica la produccin (medida en
trminos de gasto de mano de obra y capital por unidad de rea) cerca
del centro y usa la tierra menos intensivamente conforme se mueve
(o vive) ms lejos del centro. Esto es, en ausencia de variacin de la
fertilidad de la tierra o en el caso de facilidades de transporte en to
das direcciones desde el centro, y en ausencia de centros competitivos
de mercado, se podra encontrar un patrn de uso de la tierra tipi
ficado por zonas concntricas de intensidad de produccin; los con
sumos elevados de mano de obra y capital vuelven caros (o pesados)
los productos agrcolas en las zonas interiores, donde la productividad
marginal es la ms alta, y el bajo consumo de mano de obra y capital
baja (o aligera) los precios de los productos agrcolas en las zonas exte
riores, donde la productividad marginal es ms baja. La figura .1 mues
tra cmo se ve un sistema ptimo de uso de la tierra segn las hipte
sis de Thnen: un pequeo centro competidor y un rgimen agrco
la privado. [...]
Debido a sus estrictas hiptesis, el modelo de Thnen de con
dicin ideal o estado aislado no describe suficientemente muchas
economas reales como para que sirva de gua en la prctica Y como
-
'H Sistemas econmicos regionales
I i^ui. I. Minelo di* lhUnen de liso de la tierra bajo un rgimen
especfico de tenencia de la tierra
# Centros de mercado
E 3 Agricultura intensiva
ESJ Granjas lecheras
Agricultura extensiva
Ranchos
Thnen estaba preocupado en descubrir leyes econmicas importan-
tes para los problemas reales de la produccin agrcola, desarroll el
modelo abstracto tan slo para modificarla. Sus modificaciones fue
ron hechas por inferencia, a partir de cambios introducidos delibera
damente (e igualmente abstractos) en la situacin ideal: una ruta de
transporte especial, un centro de mercado rival, fertilidad diferente en
diferentes terrenos y distancias diversas al centro de mercado, diferen
tes combinaciones de productos agrcolas, etctera. [...]
Despus de 150 aos de examen y uso, hay pocas dudas de que
la teora de produccin de Thnen puede explicar el esquema de uso
de la tierra y de distribucin comercial en muchos contextos, al
menos donde haya varios centros de mercado (no competitivos), am
pliamente espaciados, y donde se pueden suponet; o aproximar, condi
ciones isotrpicas regionales (uniformidad en la produccin y el trans
Carol A Smith 45
porte). Hoy, sin embargo, las perturbaciones creadas por los centros
mltiples de mercado y los cambios en los patrones del transporte, son
tan grandes en la mayora de las economas de mercado, incluso en las
ms simples, que el principio general ha perdido mucho de su utilidad
para predecir el uso de la tierra.3 En la mayora de las economas de
mercado modernas, la produccin se ha desviado de los sectores pri
marios (agricultura y minera) a los secundarios (industria) y terciarios
(servicios y comercio), y para describir y explicar la presente situacin
los gegrafos han tenido que desarrollar otras clases de modelos de
ubicacin. Uno de los ms elaborados y elegantes de estos nuevos mo
delos es la teora del lugar central, que trata de explicar la ubicacin
de los centros de mercado per se.
T e o r a d e l l u g a r c e n t r a l
Una de las hiptesis de la teora del lugar central propone que la ubi
cacin de los centros de mercado estar determinada por las carac
tersticas de competencia de la economa de mercado, de tal manera
que todas las reas de demanda sean atendidas proporcionalmente a la
demanda. Esto nos lleva del modelo de condicin aislada de Thnen
(donde los productores se ajustan) a una condicin competitiva con
centros mltiples (donde los centros se ajustan). Se puede ver un sis
tema de condicin aislada evolucionando hacia un sistema ms com
plejo como sigue.
Imagnese una planicie uniforme con dos reas de poblacin des
conectadas, cada una con su propio centro de mercado (vase la figura
2a). En este punto hay poca diferencia en el modo en que est distri
buida la poblacin; la gente puede vivir en los centros o puede estar
dispersa en distintos grados de concentracin alrededor de ellos. Cada
centro de mercado est rodeado por zonas concntricas de produccin
sin ser perturbado por el otro centro. Con el aumento gradual de la
produccin, se esperara la emigracin de los dos primeros centros ini
ciales hacia terrenos nacionales (o desocupados) y el desarrollo de cen
tros de mercado ms chicos. En algn punto del proceso, habra sufi-
3 Peter Haggett, Locational analysis irt human geography, St, Martin' Press, Nueva
York, 1966; Janet D. Henshall, Models of agricultural activity, en R. J. Chorley y Peter
Haggett, (comps.), Models in geography, Methuen, Londres, 1967, pp. 42 S-458.
UIBLIOTFCA IUIS ^ O N 7 A !.H
r.i co
-
46 Sistemas econmicos regionales
cente demanda en el punto medio entre los dos centros iniciales para
apoyar un tercer centro de mercado (figura 2b). Con el aumento pos
terior de la poblacin, la planicie finalmente estara llena, las granjas
y los pueblos se moveran hacia terrenos nacionales y, por este mismo
proceso, se espaciaran igualmente en todas direcciones. (Una distri
bucin perfectamente uniforme produce una estructura hexagonal de
asentamientos, caracterstica de la ubicacin que ha intrigado a los
tericos del lugar central y que ser importante para este trabajo ms
adelante.)En cierto punto del proceso de desarrollo, sera ventajoso para
las primeras dos poblaciones -lo mismo que para otras que se hayan
formado- especializar su produccin y comerciar una con otra a travs
del centro situado a medio camino, que se ubica en posicin de articu
lar el comercio de toda la regin (figura 2c). Advirtase que en este
punto un sistema de lugares centrales evolucion con tres niveles de
centros de mercado, dispuestos jerrquicamente, y que todos los pun
tos en el plano quedan a una distancia razonable de algn centro de
mercado. Advirtase tambin que en este punto el sistema de divisin
en zonas concntricas de Thnen se volver considerablemente me
nos importante en la toma de decisiones de produccin. Aqu tenemos
la esencia de un sistema de lugar central segn lo describi Christaller
en los aos treinta y segn lo elabor independientemente Lsch en
los cuarenta;4 lo hemos observado crecer de manera anloga a la pro
puesta por G. W. Skinner en tiempos recientes.5 Ahora debemos ver
con cuidado los elementos que integran el sistema y los postulados
tericos que le han dado esta forma. Comencemos con Christaller.6
4 Walter Christaller, Central places in southern Germany, trad. C. W. Baskin, Prenti-
ce-Hall, Englewood Cliff, 1966 (se public originalmente bajo el ttulo Die zentralen Orte
in Sddeutschland, 1933); August Lsch, The economics of location, trad. W. F. Stolper, Yale University Press, New Haven, 1954 (originalmente se public bajo el ttulo Die
rumliche Ordnung der Wirtschaft, 1940).5 G. William Skinner, Marketing and social structure in rural China, partll,
Journal of Asian Studies, nm. 24, 1965, pp. 195-228.6 Brian J. L. Berry, Geography of market centers and retail distribution, Prentice-
Hall, Englewood Cliffs, 1967; Lawrence W. Crissman, Town and country: Central-place theory and chinese marketing systems, tesis doctoral, Cornell University, 1973; B.
]. Garner, Models of urban geography and settlement location, en R. Chorley y Peter Haggett (comps.), op. ciL, pp. 303-360; Haggett, op. ciu\ John U. Marshall, The location of service towns: An approach to the analysis of central place systems, University of Toronto Press, Toronto, 1969; Carol A. Smith, Economics of marketing systems: models from economic geography, Annual Review of Anthropology, nm. 3, 1974, pp. 167-201.
Carol A Smith 47
L a TEORA CLSICA DE LUGARES CENTRALES
Figura 2. Tres etapas de evolucin de un sistema de lugar central
Como Thnen, cuyo trabajo conoca, Christaller supuso que las regu
laridades espaciales pueden percibirse slo si se ignora la variabilidad
idiosincrsica del rea; as, supuso una regin isotrpica, esto es, inva
riable. Hizo otra suposicin, igualmente irreal, para desarrollar el mo
delo: que la poblacin es homognea segn sus ingresos y sus gustos, y
que est igualmente diseminada; esto ltimo requiere que los recursos
utilizados por la poblacin no estn localizados. (Casi el nico recurso
que cumple con este requisito son las granjas.) Entonces Christaller
consider a esta poblacin como consumidora de ciertos productos al
menudeo, cuyos proveedores no dependen de fuentes diferenciadas
de suministro. (No tuvo en cuenta a las empresas que compran a los
granjeros ni a las empresas que suministran al comercio al menudeo;
y puesto que sus empresas de menudeo no deben ser dependientes de
recursos localizados, su ejemplo predilecto fue un mdico, esto es, al
guien relativamente independiente de las fuentes particulares de sumi
nistro.) El problema para el que buscaba una solucin era la ubicacin
ptima de estos proveedores -empresas que venden al menudeo-, da
das las siguientes restricciones; en sus propias palabras:
Entonces segu el procedimiento exactamente opuesto al de Th
nen; l admiti que la ciudad central ya estaba equipada y se pre
gunt cmo se utilizaba la tierra agrcola de los alrededores, men-
-
4H Sistemas econmicos regionales
n a.* que yo admit que hi htaller atac el problema considerando qu tanto negocio po
da hacei una empresa de venta al menudeo con consumidores dis-
lames, dado el radio de accin del producto o servicio proporcionado.
I )efini ('I radio de accin de un producto como el rea circular ms
all tic la cual los compradores no desearn viajar para adquirir el pro-
duelo, dados necesidad (elasticidad de la demanda), precio, costo del
tiansporte (que se aade al precio) y frecuencia de uso. Por ejemplo, la
demanda de servicios mdicos no es elstica; de aqu que los consumi-
does vayan lejos para conseguir los servicios mdicos; pero aparte de
la necesidad, los consumidores deben tener dinero para ir al mdico,
as la demanda se ve afectada por el costo, y el costo ser igual al pre
cio del mdico ms el costo del transporte. Por lo tanto (como en el
modelo de Thnen), a una cierta distancia del mdico, los medios del
consumidor son simplemente insuficientes para cubrir el costo y en
tonces no solicita el servicio. Ese punto define el radio de accin del
consumidor para un mdico. [...]
Christaller tambin tom en consideracin cunto necesita hacer
el proveedor para mantenerse en el negocio -su umbral econmico.
Este umbral se defini como el rea circular que contiene el nmero
suficiente de consumidores de un producto para satisfacer los reque
rimientos del proveedor, con el fin de que ste subsista en el negocio.
Los mdicos, por ejemplo, pueden esperar que los consumidores ven
gan desde muy lejos; pero como los consumidores necesitan mdicos
con poca frecuencia, cada mdico debe abarcar la clientela de un rea
grande para hacer suficiente negocio y poder alcanzar su umbral, o los
requerimientos mnimos de ingreso. El tamao del rea estar determi
nado por el precio del mdico, la densidad de poblacin y la demanda
local de sus servicios. (De estos principios se sigue que para cada em
presa al menudeo viable, la distancia que define su umbral debe ser
menor o igual que la distancia que define el radio de accin de la mer
canca de la empresa.)
7 Waltcr Christaller, How I discovered the theory of central places, en R W. Engllsh y R. C. Mayfteld (comps.), Man, space, and environmeni, Oxford University Press,
Londres, 1972, pp. 601-610.
Carol A Smith 49
A partir de estos dos principios, se puede modelar la interaccin
entre el consumidor y el proveedor; esto es, dados la densidad, las ne
cesidades e ingresos del consumidor (lo que suma la demanda), y da
dos los precios y los requerimientos de ingreso del proveedor (lo que
suma su capacidad de aprovisionamiento), ms el conocimiento de los
costos de transporte, se podra predecir cuntos mdicos puede sopor
tar un rea dada, la distancia fsica real desde la que el consumidor
vendr a consultar al mdico y el rea fsica real que satisfara el um
bral econmico del mdico. De lo anterior se podra estimar el espa-
ciamiento apropiado -el ms econmico de los mdicos en la regin.
Si hace tal prediccin ya sera toda una hazaa, Christaller fue an
ms ambicioso, quera explicar la distribucin de todos los negocios al
menudeo en una regin dada, desde las tiendas de abarrotes hasta los
mdicos y libreras de libros raros. Su modelo, no obstante, atiende b
sicamente a his distintas categoras de los centros (lugares centrales) y
sus distribuciones, esto es, a los esquemas espaciales de sisteims de lu
gar central.
-
50 Sistemas econmicos regionales
ventaja. Tal esquema se dara de la siguiente manera: primero se ubi
caran en los centros que proveen productos de calidad ms alta (cen
tros de primera categora), para captar al comprador que fue atrado
en primera instancia por los productos de mejor calidad; pero como
la demanda de productos de este segundo grupo fue suficiente para
darles a sus proveedores un umbral inferior al de los proveedores del
primer grupo, el siguiente paso para los proveedores del segundo grupo
ser ubicarse en los intersticios dejados entre los proveedores de pro
ductos de alta calidad, con lo cual satisfacen la mayor cantidad de
demanda posible con la menor competencia posible. Esto proporcio
nar centros de segunda categora entre los centros de primera. El pro
ceso ser el mismo para los proveedores de mercancas de tercera o de
calidad ms baja, que producirn centros de menor categora entre los
centros de primera y de segunda y los de tercera, etctera.
Las consecuencias de este proceso especial de ubicacin son las
siguientes: los centros de categora alta se volvern ms grandes y es
paciados que los centros de categora ms baja, todos los centros de
mayor categora proporcionarn mercancas de alta y baja calidad, y
los centros de poca categora proporcionarn tan slo mercanca de
baja calidad y se insertarn en las reas comerciales de los centros
de categora alta. Lo que da como resultado un esquema como el que
se muestra en la figura 2c. [...]
Lsch, quien trabaj de abajo a arriba para construir una jerarqua
del lugar central, intent una solucin que no fue de mucho provecho.
Esta jerarqua ubica a cada proveedor de alta calidad precisamente en
funcin de su umbral, relativo ste a los centros que proporcionan mer
canca de calidad ms baja. Pero el esquema resultante permite a los
proveedores de alta calidad existir en centros sin proveedores de baja
calidad -distribuidores de automviles sin tiendas de abarrotes-, lo
que no parece suceder con frecuencia. Aquellos que han intentado
clasificar los artculos que se encuentran en un sistema de lugares cen
trales, [...] han hallado siempre una escala de Guttman casi perfecta
para dichos artculos, y que los centros ms grandes proporcionan casi
todas las mercancas, tanto de alta como de baja calidad que hay en el
sistema. [...] Lo que sugiere que el mundo real est lejos de ser compe
titivo, incluso cuando est organizado de manera eficiente; tambin
sugiere que el mundo real es ms christalleriano que lschiano.
No obstante, con la nocin de umbral y radio de accin, tanto
Christaller como Lsch fueron capaces de desarrollar modelos para los
Carol A Smith 51
sistemas de lugar central que, en ciertos aspectos, describen las restric
ciones bsicas que moldean los sistemas del mundo real. Hay una serie
de problemas graves con algunas de sus hiptesis, pero antes de poner
los a consideracin veamos otra situacin que requiere la aplicacin
de los elementos tericos de umbral y radio de accin.
C e n t r o s c c l ic o s y c o m e r c ia n t e s a m b u l a n t e s
Una caracterstica notable de los esquemas clsicos de lugar central es
que parecen encontrarse ms a menudo en sociedades agrarias, donde
los centros son cclicos o peridicos y los comerciantes mviles o am
bulantes. Esto no es sorprendente, las sociedades agrarias tienden a
tener: poblaciones dispersas que utilizan recursos que no estn loca
lizados (terreno de cultivo); mercados cclicos, que por razones pu
ramente econmicas son ms fcilmente establecidos y movidos que
los pueblos permanentes; y, ms importante an, comerciantes ambu
lantes de tiempo completo que utilizan la temporada lo mismo que la
distancia para satisfacer la demanda, y que pueden ubicarse, ms di
rectamente con respecto a sus umbrales, en centros que ya tienen otros
proveedores, de lo que podran hacerlo los comerciantes permanentes.
La fuerza de la demanda (la cual determina el umbral de la empresa
comercial) regula la frecuencia de las visitas de los comerciantes, en
vez de imponerles una ubicacin fija.
La relacin entre radio de accin de una mercanca y el umbral
de un proveedor; que conducira a la movilidad del comerciante (y
a la periodicidad del mercado) fue explorada primero por Stine.8 Su
tesis bsica es que los comerciantes ambulantes pueden agrandar el
rea fsica que abarca sus umbrales movindose de un lado a otro.
[...] Stine propuso que los proveedores son tpicamente ambulantes
cuando el radio de accin de un producto (distancia que viajarn los
consumidores para adquirirlo) es menor que la del umbral de los pro
veedores (distancia que abarca la suficiente demanda para que per
manezcan en el negocio), lo que se esperara que ocurriera en reas
que no estn comercializadas. Con la comercializacin, la demanda
aumentar, aumentando el radio de accin del consumidor y, por lo
8 James H. Stine, Temporal aspeas or tertiary production elementa in Korca", en
F. R. Pitts (comp.), Urban systetn and economic deveblnnrnt, University of Oregon Picm, Eugene, 1962, PP. 68 88.
-
52 Sistemas econmicos regionales
tanto, permitiendo al comerciante volverse sedentario. En este mo
mento comienzan a existir los centros permanentes.9 [...]
Bromlcy considera la otra cara de la teora de Stine, mercado y
periodicidad, y se pregunta: /por qu algunos lugares son peridicos y
otros no? Cul es la relacin entre periodicidad de mercado y cen-
tralidad de mercado? Qu condiciona el ritmo de la periodicidad en
sistemas especficos? Cmo se relaciona la periodicidad del mercado
con la movilidad del comerciante? Tambin toca otro asunto de in
ters general, qu se puede esperar, en funcin de la elaboracin de
un calendario en un esquema christalleriano de lugares centrales en
forma de nido, si estos lugares centrales tambin son peridicos?10 La
primera solucin a estos problemas la dio Skinner basndose en cier
tos hallazgos empricos hechos en China.11 El ritmo de la periodicidad
pareca estar gobernado por la densidad de la demanda como medida
de la densidad de poblacin. Los centros ms pequeos eran cclicos,
mientras que los ms grandes eran permanentes y, conforme los mer
cados crecan en tamao, simplemente aumentaban el nmero de das
en su calendario. Finalmente, en los sistemas de lugares centrales que
eran cclicos, el calendario se arreglaba de modo que los centros ms
pequeos nunca coincidan los das que entraban en conflicto con los
das principales de los centros ms importantes, a fin de que los comer
ciantes pudieran moverse con facilidad entre los diferentes niveles de
mercado. Por otra parte, dado un nmero limitado de posibles veces
de coincidencia, los centros ms pequeos entraban en conflicto unos
con otros. Skinner seal que esto no creaba inconvenientes porque
la gente que frecuentaba los centros pequeos (campesinos chinos)
no visitaba todos los mercados del rea sino que satisfaca sus nece
sidades bsicas en uno solo, su centro normal de mercado. En las
ocasiones en que necesitaba mercancas que no se hallaban en la loca
lidad, el campesino visitaba un centro de nivel superior, ubicado (para
los comerciantes) en un calendario diferente. Esto tambin facilitaba
el esquema dual de mercado de la clase acomodada local, que visitaba
todos los centros con regularidad, tanto los de alto como los de bajo
nivel.
91b, p. 70.10 R. J. Bromley, Periodic markets, daily markets and fairs: a bibliography, Monash
Publications in Geography, nm. 10, Monash University, Melboume, 1974, en Carol Smith (comp.), Regional analysis, Academic Press, Nueva York, 1976,11 vols. cap. III.
11 G. William Skinner, Marketing and social stxucture in rural China, part i,
Journal of Asian Studies, nm. 24, 1964, pp. 3-43.
Carol A Smith 53
Despus de que Skinner propuso esta solucin, algunos gegtafon
que trabajaban en otras partes del mundo encontraron que no siempre
funciona. [...]Skinner haba proporcionado la solucin racional, pero algunos
sistemas de lugar central parecan no ser tan racionales. En especial
hay un grupo grande de casos en los cuales la periodicidad es fija
(todos o casi todos los centros de mercado concurren una vez a la se
mana, independientemente del tamao); la elaboracin de un calen
dario entre los diferentes centros de un sistema apenas existe (todos
los centros de mercado se renen el mismo da), y, en consecuen
cia, los comerciantes deben serlo de medio tiempo en vez de ser ambu
lantes. Bromley describe un caso as [...] en el altiplano de Ecuador.12
All, la mayora de los centros son peridicos; incluso centros urbanos
ms grandes, con poblaciones de cientos de miles, tienen mercados
cclicos y una variacin semanal para ir a las tiendas; ms notable an,
la mayora de los centros se renen el mismo da, el domingo. Bromley
muestra que la articulacin del mercado ha mejorado recientemente,
debido en gran medida a los cambios en los calendarios de los cen
tros de mercado ms grandes -aunque todava est lejos de la clase
de articulacin de calendario que Skinner encontr para China-, y
propone algunas hiptesis para explicar lo mismo el avance que la si
tuacin generalmente pobre de la articulacin. [...) Appleby describe
un caso similar, enfocado a una cadena completa de sucesos que con
dujeron a una mejor articulacin del mercado en Puno, Per, despus
de la segunda guerra mundial, casi al mismo tiempo que ocurrieron los
grandes cambios en el altiplano de Ecuador.13
Un rasgo interesante de estos sistemas poco articulados -cuando
se clasifican segn su calendario- es que su deficiente articulacin
parece haber sido deliberadamente originada por el sistema colonial
espaol en muchas partes del nuevo mundo.14 Por qu un gobierno
deseara un sistema de mercado poco articulado? Una posibilidad, su
gerida pero no suficientemente aprovechada ni por Bromley ni por
Appleby, es que lo hicieron para manejar el comercio de modo que slo
se diera en sus trminos, esto es, sus trminos poltico-administrativos.
12 Bromley, op. cit13 Carol Smith (comp.), op. cit, cap. 5.14 R. D. F. Bromley y R J. Bromley, The debate on sunday markets in nine-
teenth century Ecuador, Journal of Latm American Studies, nm. 7, 1975, pp. 85-108; David Kaplan, The mexican marketplace: then and now, Proceedings of the American
Ethnological Society, University of Washington Press, Seattle, 1965, pp. 80-94.
-
54 Sistemas econmicos regionales
Un comercio variado fue el sostn del imperio colonial espaol, y mu
cho de ste lo ponan en prctica directamente los administradores
coloniales; incluso despus de haber obtenido la independencia de
Espaa, esta herencia se haba establecido en muchos lugares y por me
dio de ella se manejaba el comercio y los mercados que proporcionaban
ingresos a una inmensa clase burocrtica. Hay muchas maneras en las
cuales el comercio y los mercados pueden gobernarse, pero una de las
ms efectivas sera el manejo de la periodicidad. Cuando todos los cen
tros de mercado coinciden el mismo da, los campesinos que proveen
de comida a los centros tambin asisten a ellos -aunque su capacidad
de buscar otros mercados con mejores precios est restringida-; pero
una clase de comerciantes indgenas que decida entre las mercancas
de dos centros, de modo que rompa los monopolios del precio en el
pueblo, no podra desarrollarse cuando el comercio slo es posible un
da de cada siete. Parece una posibilidad ms prometedora, por ende,
que el tipo de calendario con poca articulacin descrito por Bromley
y Appleby sea producto de un sistema de lugar central ideado para
propsitos no comerciales, o sea, ideado para manejar el comercio en
vez de facilitarlo. [...]
T ip o s d e je r a r q u a s d e l u g a r c e n t r a l
Existe un cierto nmero de modos en los cuales la ordenacin jerr-
quico-espacial de los lugares centrales puede realizarse (adems del es
quema mostrado en la figura 2c); estos modos son compatibles con los
principios esbozados antes, y cada uno tiene consecuencias econmi
cas que lo distinguen. La figura 3 muestra slo algunas de ellas; las
cinco reas de mercado hexagonales ms chicas en una regin econ
mica, en este caso superpuestas a una red hexagonal bsica con K = 3.
Los valores de K indican el esquema especfico en forma de nido, y se
refieren al tamao del terrorio de los hinterlands de los centros de nivel
inferior que estn encapsulados por el hinterland del centro del ni
vel inmediato superior. El sistema que arroja ms niveles que cualquier
otro en la jerarqua, por numero de centros, es K = 3; cada centro de
nivel superior abarca hinterlands slo de centros inferiores hasta en tres
niveles: su propio hinterland de nivel inferior (recurdese al proveedor
de bienes de baja calidad ubicado en los centros de nivel alto) y una
porcin correspondiente a un tercio de los hinterlands de los seis cen
Carol A Smith 55
tros de nivel inferior que lo rodean [1 -f (1/3x6) = 3]. Si K = 4, se
toma su propio hinterland de nivel inferior y la mitad de los hinterlands
de los seis centros de nivel inferior que lo rodean [1 + (1/2x6) =4] .
Los otros valores de K se calculan de modo similar. [...]
Figura 3. Arreglos en forma de nido de los sistemas K.
-
SisicTms econmicos regionales
I Igura
C ' \L / \
*\ t / 'i
s v i v /
( . A - . y\ r j
K = 3 K = 7
Los tres arreglos clsicos de lugar central
desarrollados por Christaller
Christaller desarroll tres de estos modelos (K = 3, K = 4, K = 7)
y describi sus caractersticas econmicas. Lsch elabor, siguiendo
el modelo unas veces, describiendo otras, sistemas K ms grandes, y
Crissman15 calcul sistemas K mayores que 84. [...]
Cules son algunas de las diferencias en estos esquemas, los cua
les Christaller denomin el mbito de mercado (K = 3), el mbito de
transporte (K = 4) y el mbito administrativo (K = 7)? El mbito
de mercado maximiza la eficiencia del viaje del consumidor y la com
petencia del lugar central al ubicar cada centro de nivel inferior entre
tres centros de nivel superior. Este patrn parece darse principalmente
c uando una porcin significativa de la poblacin consumidora est dis
persa en asentamientos rurales, y cuando el transporte es costoso y pri
mitivo. El mbito o distribucin del trfico o transporte de los lugares
centrales, ubica a cada centro de nivel inferior entre dos centros de ni
vel superior, minimizando por lo tanto el nmero de rutas de conexin
entre los centros. Esta distribucin parece ser la ms ventajosa cuando
una porcin significativa de la poblacin consumidora est ubicada en
los lugares centrales y cuando los productos vendidos provienen de
centros industriales o de granjas especializadas -en vez de venir
de reas rurales dispersas- y se mueven a lo largo de los caminos esta-
151.. W. Crissman, MTown and country: central-place teory and chnese marketing
iyitmi, tesis, Convel University; en Carol Smith (comp.),ox cit, cap. 6.
Carol A Smith 57
blccidos que conectan los centros ms grandes. (Skinner sugiri que se
esperara encontrarla en regiones montaosas, donde la construccin
de caminos es especialmente costosa, porque minimiza el nmero de
caminos que unen a los centros.) La organizacin administrativa, en
contraste, no tiene centros ubicados en las fronteras del hinterland; los
territorios se subdividen separadamente, con todos los centros de nivel
inferior orientndose hacia uno y slo un centro de nivel superior. Por
consiguiente, abandona el principio de competencia entrelazada, en
la cual los centros de nivel ms bajo, son suministrados por dos o ms
centros de nivel superior que estn en competencia -aunque la com
petencia entre los centros de alto nivel se conserva y abastece su red
de distribucin normal (con hinterlatids de forma hexagonal)-, y crea
compartimientos indivisos pero jerrquicamente organizados. Puesto
que las lealtades estn divididas, por lps centros o por los ciudadanos,
este principio sera un anatema para cualquier administrador, pero re
sulta admirablemente adecuado para dividir en reas administrativas.
Una breve caracterizacin normativa de las tres distribuciones
contrastantes sera la siguiente: El esquema de mercado es el ms efi
ciente para los consumidores y para la distribucin de bienes produci
dos ruralmente. El esquema de transporte es el ms eficiente para los
distribuidores urbanos y para la distribucin de productos urbanos, es
pecialmente los de peso y valor elevado. Y, el esquema administrativo
es el ms eficiente para burcratas con base urbana o monopolizado-
res que intentan manejar una regin; no es adecuado, desde el punto
de vista del consumidor, para la distribucin de mercancas de precios
mdicos. Como Skinner ha sealado, una organizacin administrativa
de regiones que sea eficiente, es incompatible con una organizacin
econmica eficiente de las mismas regiones.16 Si ambas organizacio
nes son efectivas, los centros econmicos mayores no sern siempre
los centros polticos ms importantes, y viceversa.
Los tres sistemas no son mutuamente excluyentes, porque en una
regin grande pueden combinar varios de sus principios de organi
zacin. La figura 5 muestra un diseo mixto del oeste de Guatemala
que combina los tres. En el nivel ms bajo, los mercados de campesi
nos ( RBC: Rural Boundary Centers) estn orientados hacia los centros
urbanos ( LMT: Limit Market Towns) por el apropiadamente suficiente
principio de mercado. Los centros urbanos, por otra parte, estn orien-
16 Skinner, Marketing and social..., part o/x cit.; y Carol Smith (comp.), Regbnal
Analysis, N. Y., 1976,11 vols., cap. X, en C. A. Smith (comp.), op. cit.
-
58 Sistemas econmicos regionales
tados unos a otros por el principio de trfico o transporte, ste tambin
es apropiado porque los centros urbanos tienen grandes poblaciones y
con frecuencia se envan productos unos a otros a lo largo de las au
topistas principales. Finalmente, los centros urbanos ms grandes -de
los cuales slo hay siete- estn organizados por el principio adminis
trativo, siendo cada uno de ellos la capital poltica de los territorios
que abarcan la regin completa. [...] Como explico en otro trabajo,
la congruencia de los mayores centros comerciales con los centros ad
ministrativos ms importantes en el oeste de Guatemala, lleva a una
ineficacia en ciertos aspectos del comercio, pero se ajusta muy bien a
los requerimientos de comercio administrado.17 Precisamente esta
clase de organizacin es la que se esperara encontrar en ciertas eco
nomas duplicadas, donde el comercio de alto nivel est administrado
por una elite pero el mercado campesino es competitivo. [...]
Figura 5. Una representacin abstracta de un caso emprico con
tres esquemas de lugar central entrelazados. Basada
en los datos obtenidos en el oeste de Guatemala
p Pueblo (LMT) Mercado
Arterias principales de transporte
Fronteras nacionales
Lmite del sistema de pueblos
Lmites de un mercado (RBC y LMT)
Lmites de un pueblo (LMT)
Lmitesadministrativos
--- Sistema K=Sistema K=
HHfH Sistema K=
3
4 7
Lmite del sistema de mercado
Fuente: C. A. Smith, Examining stratification systems through peasants marketing arrangements, Man, ntim. 10, 1975, pp. 95-122.
17 Carol A. Smith, Examining stratification system through peasant marketingarrangements, Man, ntim. 10, 1975, pp. 95-122.
Carol A Smith 59
M o d if ic a c io n e s m o d e r n a s a l a
TEORA DEL LUGAR CENTRAL
La teora del lugar central hace una serie de hiptesis poco prcticas
con el fin de plantear algunas relaciones generales. Debido a estas
hiptesis, los sistemas del mundo real nunca son lo que los modelos
predicen para los sistemas ideales. La mayora de los economistas en
tiende la diferencia entre modelos ideales y sistemas reales, y nunca
abandonara una teora tan slo porque algunas de sus hiptesis rara
vez se encuentran en la realidad; si no, hace tiempo que habran tirado
a la basura todos los modelos de mercado que suponen la competencia
perfecta. Pero un cierto nmero de gegrafos18 comenz a poner en
duda la utilidad de una teora que no puede predecir, en especial una
que usa hiptesis insostenibles. Entre las hiptesis que los preocupan
estn: una regin isotpica, competencia perfecta entre proveedores,
poder del umbral de ubicacin del proveedor; proveedores individua
les de cada producto en cada centro, y viajes de los consumidores con
propsito nico.19 Las primeras dos hiptesis son obviamente irrea
les ya que desechan la variabilidad que interfiere con la construccin
bsica de la teora. Las otras son hiptesis simplificadoras similares,
pero que llevan a una dificultad terica mayor. [...]
Pero qu sucede si todos los casos empricos muestran distorsio
nes con respecto a los esquemas ideales porque las condiciones
hipotticas nunca coinciden totalmente con el mundo real? (...) Criss-
man seala la diferencia entre todos los modelos y la realidad, po
niendo nfasis en la importancia de las hiptesis simplificadoras (tales
como una regin isotrpica) para la construccin de una teora. Hace
notar que la teora del lugar central no est ideada para predecir la ubi
cacin sino para explicar relaciones espaciales. Cualquier modelo que
pueda predecir la ubicacin en un caso particular sera tan especfico
que resultara intil como comparacin. Muchos buenos modelos,
como el de probabilidad de la ley de los gases, no pueden predecir
el movimiento (o la ubicacin) de los elementos particulares (molcti
las de gas), pero pueden proporcionar un marco de comprensin del
fenmeno general. Crissman argumenta que la teora del lugar central
18 Por ejemplo, Walter Isard, Introduction lo rcgioml Science, Premier 1 lull, Ingle wood Cliffs, 1975; M. J. Webber, Empirical verifiability ofclassical central pliu r tlu** y",
Geographical Analysis, nm. 3, 1971, pp- 15-28.19 Webber, opi ciL
-
60 Sistemas econmicos regionales
proporciona modelo as, y relaciona sus ideas con un caso particular
rn Taiwn, en el que se mueve entre un modelo ideal de la regin y
un mapa real de la misma. El sistema ideal que Crissman construye
a pai t ii de la lgica de la teora del lugar central, no es con exactitud lo
que l encuentra empricamente, pero proporciona un sistema lgico
mediante el cual puede explicar lo que encuentra empricamente. Esto
es precisamente para lo que estn hechos los modelos.
En mi trabajo sostengo que la hiptesis ms irreal de la teora
del lugar central es la hiptesis de la competencia perfecta. Pero tal
hiptesis, comn a varios modelos econmicos, no invalida la teora;
al contrario, una teora de mercados perfectos permite detectar y me
dir los mercados imperfectos, y una teora de un sistema ideal de lu
gar central, basada en un mercado perfecto, permite detectar y medir
condiciones anormales de mercado. Sobre estas bases, intent descu
brir de modo sistemtico, qu efectos tienen las condiciones anormales
de mercado sobre un sistema ideal de lugar central, examinando si la
estructura de un sistema est directamente relacionada o no con su
funcionamiento. Con los datos del oeste de Guatemala constru un
modelo y compar las tres condiciones anormales de mercado con
los doce subsistemas de la regin; dos tercios de los subsistemas mues
tran varios sntomas de anormalidad, predichos tanto por su estruc
tura como por su funcionamiento; y un tercio son normales. Ms
an, se encuentra que las distintas estructuras normales y anorma
les predicen ciertas consecuencias para las economas del subsistema.
Vanee y Johnson20 tambin desarrollaron modelos de sistemas irregu
lares de lugar central, alterando deliberadamente las hiptesis clsicas
de Christaller y Lsch, las cuales [...] algunos autores (como Kelley,
Appleby, Smith y Schwimmer) han encontrado tiles. Pero antes de
dedicarnos a los esquemas irregulares, que producen las condiciones
anormales de mercado, veamos un esquema irregular producido por
un proceso normal: el crecimiento.
20 James E. Vance, The merchants world, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, 1970; E.A. J. Johnson, The organization of space in developing countries, Harvard University Press,Cambridge, 1970.
Carol A Smith 61
E s q u e m a s u r b a n o s d e l u g a r c e n t r a l
Empricamente, se consideran normales dos clasificaciones generales
de categoras de lugar central; ninguna de las dos est conforme con
los esquemas ideales predichos por la teora del lugar central. Una cla
sificacin se llama ordenacin por categora y tamao o distribucin
normal logartmica de lugares centrales; en ella, el producto de la ca
tegora de cada centro (tomando juntos a todos los centros de una
regin o nacin sin tener en cuenta la ubicacin) permanece cons
tante. (Como se seal antes, la teora del lugar central de Christaller
postula una progresin escalonada de los centros conexos en los es
quemas generados por cualquier valor de K, en vez de la progresin
lineal continua encontrada en la distribucin normal logartmica). El
otro esquema, aunque irregular, es llamado esquema de primaca o
de ciudad principal; en ste, el centro primario o de primera categora,
o varios de los centros principales son considerablemente ms grandes
que lo que predice la regla de categora y tamao.21 Las dos dudas que
surgen de estos dos esquemas irregulares son: dnde y cundo ocu
rren/, qu relacin, si la hay, tienen con los esquemas de lugar central
normales?
L a r e g l a d e c a t e g o r a y t a m a o
En una revisin completa de la distribucin mundial de la suma de es
quemas de lugar central, Berry observ que la distribucin por tamao
y categora ocurre normalmente en economas maduras, de gran es
cala, muy urbanizadas, estratificadas y complejas22 (Estados Unidos,
India, China y Alemania Occidental son ejemplos). En una publi
cacin posterior, Berry trata de especificar las condiciones que dan
lugar a que surja la distribucin por tamao y categora de los cen
tros urbanos.23 Indica un mecanismo de difusin del crecimiento eco-
21 Brian J. L. Berry y Frank Horton, Geographic perspectives on urban systems, Pren-
tice-Hall, Englewood Cliffs, 1970.22 Brian J. L. Berry, City size distribution and economic development, Economic
Development and Cultural Change, nm. 9, 1961, pp. 573-588.Brian J. L. Berry, City size and economic development: Conceptual synthe
sis and policy problems with special reference to South and Southeast Asia, en L. Jackobson y V Prakash (comps.), Urbanization and national development, Sage Publications, Beverly Hills, 1971, pp. 111-155.
-
62 Sistemas econmicos regionales
nmico, en el que los impulsos del cambio econmico se transmiten
simultneamente a lo largo de tres planos: a) hacia afuera, del co
razn de la metrpoli a los hinterlands regionales; b) de los centros de
ms categora a los centros de ms baja categora en la jerarqua, en
un esquema de difusin jerrquica*; y c) hacia afuera, de los centros
urbanos hacia las reas urbanizadas de sus alrededores.24 Cuando el
crecimiento siga este patrn, satisfar la ley del efecto armnico en
la cual el crecimiento de las ciudades es proporcional a su tamao. Se
presume que el crecimiento se origina en los centros mayores del sis
tema, los lugares cntricos para todo desarrollo econmico, y luego se
derrama igualmente en todas direcciones. El mecanismo para derra
marse es una operacin del mercado urbano de mano de obra. Los
centros ms grandes pagarn salarios ms altos, forzando a algunas in
dustrias a salir en busca de reas con salarios ms bajos. A la larga, la
industria se mover de los centros ms grandes a los ms pequeos, y
los efectos multiplicadores de los movimientos de la industria forzarn
al proceso a seguir continuamente. No obstante, para obtener este
efecto son necesarias dos cosas: una tasa sostenida de crecimiento en
un periodo relativamente largo y competencia entre las empresas por
agentes comerciales, mano de obra y mercados.
Cul es la relacin entre la distribucin por categora y tamao
y la jerarqua normal de lugar central? En un importante trabajo
terico sobre este problema, Berry y Garrison mostraron cmo la regu
laridad en la categora y el tamao de las poblaciones urbanas podra
ser consecuente con el aumento gradual de las funciones del lugar
central, predicho por la teora del lugar central.25 Estos autores for
mularon hiptesis en las que la densidad de poblacin y la demanda
podran variar a travs de una amplia regin, de modo que los centros
de categora similar en diferentes subsistemas variaban en poblacin
y en algunas funciones urbanas, aunque tuvieran posiciones similares
en el sistema regional de intercambio. Ms tarde, la hiptesis de que
la regla de categora y tamao pueda obtenerse en un mbito amplio
del sistema, al mismo tiempo que los sistemas locales ms pequeos
muestran un aumento escalonado, fue empricamente confirmada.26
HlbuL, p. 116.25 Brian J. L. Berry y William Garrison, Recent developments of central place
theory, Regional Science Association, Papers and Proceedings, nm. 9, 1958, pp. 107-120.26 Marshall, op. cit. Carol A. Smith, The domestic marketing system in western
Guatemala: An economic, locational, and cultural analysis, tesis doctoral, Stanford
University, 1972.
Carol A Smith
En efecto, las perturbaciones creadas por cierto nmero de condicio
nes que no son isotrpicas -la variacin en densidad de poblacin o
en la demanda, irregularidades regionales, distribucin diferencial de
medios de transporte, y similares-, haran que los centros se movieran
e intercambiaran lugares, aun cuando pudieran resultar idnticos con
respecto a las funciones del lugar central de la regin. Dado que la ca
tegora y el tamao estn determinados normalmente por la poblacin
urbana (en vez de estarlo por las funciones urbanas del lugar central), y
que muchos factores, aparte de las funciones de servicio de la venta al
menudeo, afectan a las poblaciones urbanas en economas maduras,
apenas resulta sorprendente que extensos sistemas de centros nacio
nales queden fuera de su lnea con respecto a su tipo de lugar central.
Lo que s resulta sorprendente es que caigan en una tan clara lnea
normal logartmica cuando son afectados por fuerzas aleatorias.27 [...]
Entonces qu puede decimos la distribucin normal logartmica?
Sobre la base de los sitios donde es encontrada (pases ricos, maduros,
industriales) y los supuestos efectos benficos del crecimiento sistmi
co, muchos especialistassuponen que es evidencia de una economa
rica, igualndola con sistemas sociales que estn bien integrados, ma
duros, responsables, homogneos, armoniosos, etc. No obstante, hay
evidencias de que enmascara completamente la variacin del sistema
local. E. A. J. Johnson seala que India, por ejemplo, tiene una dis
tribucin segn la categora y el tamao de los centros de toda la
nacin, pero que con frecuencia exhibe el esquema de ciudad principal
regionalmente.28 En mi estudio del occidente de Guatemala, discutido
antes, encontr que mientras el sistema regional extenso exhibe una
regularidad de categora y tamao, dos tercios de los sistemas locales
muestran irregularidades claras. Parece que se requiere de un anlisis
cuidadoso del sistema local para explicar lo que significa la regularidad
de categora y tamao en un caso especfico dado.
27 G. K. Zipf, Human behavior and the princifie of lean effort, 1 larvard University Press, Cambridge, 1949; Herbert A. Simon, Hie size oil hings", on J. M. Tanur (comp.),
Statistics: A guide to the unknown, I iolden-Day, San Francisco, 1973, pp. 197-202.28 E. A. J. Johnson, op. cit.
-
Sistemas econmicos regionales
S is t e m a s d e c iu d a d p r in c ip a l
I I cM|ii(in;t tic* ciudad principal es fcil de interpretar; en cierto modo.
Puede ocurrir en cualquier nivel del sistema, parece resultar de unas
mantas fuerzas especficas, y es un probable indicador de la competen-
c i:i Imperfecta en la economa. La caracterstica esencial de los esque-
mas de ciudad principal es que no todas las partes de una regin son
igualmente atendidas, como lo son con las distribuciones escalonadas
de lugares (o incluso con la mayora de las normas logartimicas). Los
centros nicos o selectos atraen ms que su seccin de proveedores y
consumidores, monopolizando el rea tributaria y dejando un hinter-
laiul distante y relativamente poco atendido. En efecto, lo que se tie
ne es la distribucin de Thnen, pero esta vez con los pequeos centros
de mercado de la periferia dominados por un centro grande y nico.
Por consiguiente, se esperaran las consecuencias de Thnen: comer
cializacin e intensificacin cerca del centro principal, con autosufi
ciencia creciente y produccin extensiva lejos del centro. No obstan
te, debe recordarse que el modelo de Thnen es normativo y no puede
predecir adaptaciones en las que los factores econmicos no fluyan li
bremente. Por ejemplo, Kelley muestra que cuando no hay alterna- ,
tivas econmicas viables para productores distantes de los centros de \
mercado ms grandes, ellos intensificarn su produccin para satisfa- \
cer el crecimiento de la poblacin.29 En condiciones de competencia,
esto conducira al desarrollo de centros de mercado en la periferia. .
Pero si las redes de transporte, el capital y la industria se concentran {
en los centros principales, la produccin intensificada en la periferia
simplemente puede conducir a precios ms bajos para el producto pe
rifrico.En economas de capital intensivo, muy industrializadas, la pri
maca parece ser resultado de las economas de escala por aglome
racin, especialmente para el sector industrial. (O, siguiendo a Frank,
podra ponerse de esta manera: en un sistema capitalista maduro, sin
restricciones polticas, la competencia y las economas de escala con
ducen a la concentracin y al monopolio, expresados en la primaca o
el desarrollo de las metrpolis.)30 [...] Las naciones ms desarrolladas
29 A.C. Kelley et al., Dualistic econornic development: tlieory and history, University
of Chicago Press, Chicago, 1972; y en Carol Smith (comp.), op. ciL, cap. vil.30 Andre Gunder Frank, CaHtalismand underdevelopment in Latn America, Month-
ly Review Press, Nueva York, 1967.
Carol A. Smith 65
ahora tienen una distribucin normal logartmica en todo su territo
rio (a excepcin de algunos pases, incluyendo Japn y Gran Bretaa),
pero muchas exhiben regionalmente el esquema de ciudad principal.
Ms an, la aglomeracin y la primaca urbanas tienden a crecer con
la ulterior industrializacin. La tendencia puede ser reprimida en el
presente, tan slo porque muchos de los actuales pases desarrollados
han evolucionado a partir de bases agrarias ampliamente articuladas,
donde los esquemas clsicos de lugar central parecen florecer. Pero si
la tendencia est ah, tiene importantes implicaciones para la distri
bucin regional del ingreso y la oportunidad econmica, lo mismo que para el equilibrio ecolgico.
Y de ms inters para los especialistas de los esquemas cultura
les hbridos: la primaca a escala nacional normalmente se observa
en economas inmaduras, de pequea escala, subdesarrolladas y sim
ples, donde nunca evoluciona una fuerte base agraria de desarrollo,
pero donde los sistemas campesinos de mercado existen con frecuen
cia. (Los ejemplos son Per, Guatemala, Tailandia, Ceiln, Ghana,
Uganda.) El esquema de ciudad principal en s parece tener algo que
ver con la forma de desarrollo de estos pases. Las colonias y los Estados
que fueron colonias (junto con las capitales de los imperios: Londres,
Lisboa, Pars, Madrid) exhiben los grados ms elevados de primaca.31
En estos Estados una nica ciudad principal es normalmente la capital
de la nacin, el centro cultural y econmico, el puerto principal que
une al pas con el resto del mundo y el foco de la identidad nacional.
Los gobernantes coloniales o la elite nacional recin establecida viven
normalmente en el centro principal, aislado del hinterland rural que
lo apoya y que est compuesto de campesinos tradicionales. De aqu
se sigue que el dualismo poltico y econmico comnmente toma su
forma extrema en los sistemas de ciudad principal. Basndose en nu
merosos estudios de seccin transversal y unos cuantos de la longi
tudinal, Berry sugiere que la primaca puede ser un paso natural en
la evolucin hacia una economa madura.32 Observa que la primaca
es muy rara en las economas menos desarrolladas, se origina en las
etapas de despegue y desaparece despus; pero el uso de datos nn
cionales en vez de regionales puede ser engaoso. En primer lugar, ca
31 Carol Owen y R A. Witton, National divisin and mobilizarion: A reinter- pretation of primacy, Econornic Development and Cultural Change, nilm. 21, 1973, pr 325-337.
32 Berry, City size and econornic..., op. ciL
-
66 Sistemas econmicos regiomles
si todas las naciones que actualmente estn, o casi, en la fase de des
pegue, fueron colonizadas; as, la primaca puede ser simplemente un
efecto colateral de la colonia sobre el desarrollo. En segundo lugar, si
limitamos los pases a slo los estrictamente considerados como desa
rrollados, no es claro que desaparezca la primaca; Japn e Inglaterra
son casos notables en este aspecto. Por ltimo, la primaca desaparece
en la distribucin de categora y tamao -que era considerada como
normal-y, como mencion antes, esta distribucin no nos dice gran
cosa acerca de la organizacin real de los sistemas econmicos en el mbito local.
Parece que Berry se anota un punto cuando argumenta que la
concentracin de capital y gobierno en un centro principal es el ms
seguro y rpido modo de reducir la entropa o la desorganizacin
econmica. Desde una perspectiva de organizacin parece que la pri-
maca realiza un servicio importante; pero el modelo de desarrollo de
Berry no da cuenta de los casos de primaca prolongada. En Amrica
Latina muchos pases han revelado una primaca fuerte desde la con
quista; esto es, durante cerca de 450 aos. Yo argumentara que la
primaca refleja la administracin poltica de una economa en la cual
se minimizan las fuerzas competitivas, necesarias para una jerarqua re
gular de lugar central comercial. Bajo esta luz, la primaca no es vista
como preparacin para un despegue econmico ni como una criatura
del colonialismo, sino como el producto de un tipo particular de eco
noma que no es competitiva. Esto nos ayuda a entender la primaca
histricamente, ya que la mayora de los Estados premodernos, colo
niales o no, se caracterizaron por un grado considerable de desarrollo
de la ciudad principal. En ellos la primaca no desapareci cuando la
economa se moderniz, en el sentido de desarrollo industrial, sino
cuando se sali del manejo administrativo volvindose competitiva.33
S is t e m a s r u r a l e s d e d is t r ib u c i n :
ALGUNOS TIPOS IRREGULARES
Aunque los especialistas en economa alguna vez sealaron que no
es necesaria una base agraria nacional amplia para el desarrollo (ape
gndose a la teora del derrame), los especialistas modernos, adverti
33 En Carol Smiih (comp.), op. cit., cap. XII.
dos de los esquemas duplicados de desarrollo en gran parte del mundo
contemporneo, toman la posicin contraria.34 E. A. J. Johnson, preo
cupado especialmente por los sistemas agrarios de distribucin en eco
nomas globalizadoras, muestra los efectos perniciosos de la inadecuada
estructura rural de distribucin en los sistemas de ciudad principal.35
Tambin identific algunas consecuencias laterales del mercado cam
pesino de primaca. Son sistemas subdesarrollados de distribucin
campesina, donde la proporcin de aldeas por ciudad de mercado son
muy bajas -esto es especialmente cierto en India, que tiene una pro
porcin promedio de 300 a 1-, o sistemas de distribucin dendrticos
(descritos antes), encontrados donde la distribucin campesina se ha
desarrollado, pero es muy pobre e ineficaz.
Otros dos tipos de esquemas de distribucin rural de mercancas
parecen no acoplarse a los esquemas clsicos de lugar central de mer
cados. Son conocidos como sistemas solares36 y sistemas reticulares.37
En el sistema solar, una red de mercados est organizada alrededor de
un solo centro articulador, normalmente urbano, que crea una sim
ple jerarqua de dos niveles. Segn esta descripcin, el sistema solar
podra ser simplemente parte de un sistema normal de lugar central;
pero si cada unidad jerrquica (solar) fuera relativamente indepen
diente de algunas otras unidades en la misma regin a fin de facilitar
la interaccin tradicional de monopolios usuales en un sistema regio
nal cerrado,38 no seran parte de un sistema normal de lugar central.
El sistema reticular, por otra parte, no tiene lugares centrales; en este
sistema los pequeos mercados rurales estn regularmente interrela-
cionados mediante el comercio, pero los flujos son originalmente hori
zontales, entre centros equivalentes o entre campesinos. Este tipo de
sistema puede encontrarse en regiones donde la distribucin est di
sociada del abastecimiento urbano o puede abarcar una clase de co
mercio sin importancia para los centros urbanos. Ambos tipos de siste
mas se encuentran en economas agrarias pobres, donde la distribucin
34 Vase por ejemplo, Bruce F. Johnston y Peter Kilbey, Ag cultural strategies, rural-
urban interactions, and the expambn of income op{x)rtunities, OECD Development Center.
Pars, 1972.35 E. A. J. Johnson, op. cit.36 Manning Nash, Primitive arul peasant econoinic systems, Chandler, San Francisco,
1966; Eric R. Wolf, Peasants, Prentice-Hall, Englewood, 1966.37 Paul Bohannan y Laura Bohannan, Tiveconomy, Northwestern University Press,
Evanston (111.), 1968; B. W. Hodder y U. I. Ukwu, Karkets in West Africa, Ibadan Uni-
versity Press, Ibadan, 1969.38 Wolf, o/x cit., p. 4 1.
-
68 Sistemas econmicos regionales
i lene funciones tanto sociales como econmicas; quiz por esta razn a
menudo se consideran el resultado de preferencias o valores culturales
especficos, a pesar de que hay un esquema de seccin transversal en
la reparticin de tales sistemas.39 En las siguientes secciones intento
mostrar que estos dos sistemas y los dendrticos son respuestas prede-
ciblcs a fuerzas econmicas especficas.
SlS'ITiMAS MERCANTILES DENDRTICOS
La descripcin de E. A. J. Johnson de los sistemas de distribucin den
drticos se apoya en gran medida en la descripcin de la estructura de
distribucin haitiana que da Mintz.40 (Figura 6). [...] Las mercancas
producidas por los campesinos fluyen directamente de las reas rurales
a los centros urbanos o puertos ms grandes, y en el proceso dejan a la
economa nacional o campesina muy poco atendida y sin provisiones.
Figura 6. Un sistema dendritico de lugar central
O Centro urbano de ciudad principal
O Pueblo de mercado
o Mercado rural al ni a yo reo
o Mercado rural al menudeo
39 M. Nash, Primitive and peasant economic systems, Chandler, San Francisco, 1966; E. R. Wolf, Peasants, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, 1966; P Bohannan y L. Bohannan,
Tiv economy, Northwestern University Press, Evanston, 1968; B. W. Hodder y U. I. Ukwu, Markets in West Africa, Ibadan University Press, Ibadan, 1969; Skinner, Marke- ting..., part I, op. cit; Carol A. Smith, en Carol Smith (comp.), op. cit.
40 E. A. J. Johnson, op. cit.; Sidney Mintz, A tentative typology of eight haitian marketplaces, Revista de Ciencias Sociales, nm. 4, 1960, pp. 15-58.
Carol A Smith 69
E. A. J. Johnson no especifica los atributos principales del sistema
de distribucin dendrtico desde el punto de vista de la teora del lugar
central, pero parecen ser los siguientes. Los centros de nivel bajo son
tributarios de uno y slo un centro de nivel ms alto. (En la mayora
de las jerarquas de lugar central, los centros de nivel bajo se ubican,
al menos, entre dos centros de nivel superior hacia los cuales se orien
tan). Y los centros Se vuelven progresivamente ms pequeos con la
distancia al centro primario ms grande. (En el sistema con K = 7, al
que el sistema dendrtico se parece ms, segn el primer criterio, los
centros glandes se espacian ms que los centros pequeos, y las reas
subordinadas regulares se ajustan.) Debido a que los centros de ni
vel ms bajo se asientan en los intersticios de los sistemas dendrticos,
como en todos los sistemas normales de lugar central, se presume que
las reas subordinadas sern circulares en vez de hexagonales.
Las implicaciones econmicas del arreglo espacial dendrtico de
mercados deberan ser obvias. Los centros de menor categora son
controlados por los de mayor categora, porque en los primeros los
compradores no pueden escoger entre dos o tres centros equivalentes
de alto nivel; esto es, no pueden comprar al mejor precio. Por lo tanto
el centro de nivel alto es capaz de unir a un precio de compra bajo
para los productos locales, un precio de venta elevado para los pro-
ductos especializados que proporciona el rea rural. A l mismo tiempo,
todos los centros de menor categora estn (en ltima instancia) en
competencia para proveer al centro primario (o principal) con los pro
ductos que requiere. El resultado es que los trminos del comercio
para la agricultura se determinan en los centros urbanos, mientras que
los centros urbanos ms grandes no tienen una verdadera competen
cia en sus funciones de servicio. El sistema es ineficaz, en especial para
distribuir productos rurales a consumidores rurales, puesto que todos
los productos deben primero fluir hacia un centro principal y luego
distribuirse desde l. Es posible el comercio horizontal (de campesino
a campesino), como documenta Mintz en Hait, pero cada rea rural
depende de las vicisitudes de la oferta y la demanda de su rea local, ya
que el comercio con otras regiones rurales se vuelve difcil de manejar
y muy costoso. Para terminar, el esquema dendrtico, como la mayora
de los esquemas de ciudad principal en general, propone para la distri
bucin lo que el modelo de Thinen sugiere para la produccin: que
los campesinos de la zona interior (cerca del centro principal) tienen
ventaja en sus operaciones produccin-distribucin, mientras que los
-
70 Sistemas econmicos regionales
campesinos de las zonas exteriores (atendidos tan slo por mercados
afluentes pequeos) se encuentran en franca desventaja [...]
S is t e m a s s o l a r e s d e d is t r ib u c i n
Parece que estos sistemas son un lugar comn. Tal como se describie
ron en un principio, el eje de cada sistema es un centro urbano grande
(principal) con funciones polticas y econmicas; los centros urbanos
estn muy espaciados porque las fuerzas polticas son las nicas que
generan la construccin de ciudades. Los mercados campesinos en los
hinterlands de cada centro son cclicos por lo comn, y se encuentran
en pueblos rurales muy chicos, o a veces en reas por completo ru
rales, y cada comunidad campesina de estos hinterlands se especializa
en un artculo tpico. Lo que distingue a esta clase de arreglo de lugar
central de los otros, es que no existen ciudades o centros de mercado
de tamao intermedio en la regin para articular el comercio rural
entre una cierta cantidad de centros urbanos de nivel alto; esto es,
cada centro urbano tiene un hinterland con un mercado relativamente
autnomo. Como se mencion antes en el contexto de periodicidad
de mercado y primaca urbana, esta descripcin se ajusta realmente
a los sistemas de lugar central con K = 7, el arreglo administrativo
ideado para el manejo poltico-territorial de un rea.
Pero mientras el patrn con K = 7 es el que se espera para cual
quier sistema de centros administrativos, no es el que se espera para
un sistema de centros de mercado que deberan estar en competencia
con el fin de resultar econmicos. Si la forma de gobierno captura
y define los arreglos econmicos de la regin, el comercio no fluir li
bremente segn el precio. Es til la observacin de que los sistemas
solares de distribucin y los esquemas de asentamiento administrativos
se asemejan porque los sistemas solares de distribucin parecen flore
cer donde las formas de gobierno s controlan la economa de mercado,
donde al comercio deliberadamente se le impide fluir con libertad. [...]
La importancia de identificar las caractersticas polticas de los
sistemas solares de distribucin es que permiten interpretar en ellos el
comportamiento del mercado sin quejarse de la irracionalidad y el con
servadurismo campesinos. Desde una perspectiva poltica, una regin
compuesta por sistemas solares de distribucin parecera estar cubierta
Carol A. Smith 71
por principados feudales, [...) y aun as no estara mucho mejor inte
grada. El comercio y la produccin locales seran como los de Thnen;
y regionalmente se podra encontrar lo que Jones41 [...] llama el sis
tema de distribucin de punto de oro, en el cual el flujo de mercanca
entre los diferentes sistemas, como respuesta a los precios, es errtico
e irnpredecible; todos los precios en el sistema pueden influir unos
en otros, pero [...] slo despus de mucha demora [la cual] debilita
la eficiencia de distribucin del sistema.42 La lenta respuesta del pre
cio que se da en los sistemas de distribucin de punto de oro, seala
Jones, no pueden atribuirse al comportamiento econmico tradicional
de los campesinos. En frica occidental, Jones encontr que tanto
los comerciantes como los productores s responden a las tendencias
en el precio del mercado, siempre y cuando puedan hacerlo; pero los
elevados costos d^l transporte, a la parque la ineficaz comunicacin de
la informacin acerca de los precios en tales sistemas, significa que los
comerciantes y productores responden con riesgos considerables; de
aqu se sigue que el conservadurismo campesino sera una respuesta
racional, en caso de que sea una respuesta.
Los sistemas solares no necesitan estar directamente asociados
con el manejo poltico del mercado, pero espero que estn asocia
dos con una especie de reduccin de la competencia de mercado pura.
En Nigeria, que posee un sistema de distribucin bien desarrollado y
bsicamente empresarial, Jones encontr que algunos artculos eran
distribuidos por medio de un sistema (solar) de dos niveles, mientras
que otros artculos lo hacan por medio de una jerarqua de redistri
bucin (de centro o lugar central). Esto es, diferentes productos flu
yen por el misino sistema de diferentes maneras; el esquema solar des
cribe la distribucin de vveres producidos y almacenados en toda la
regin, los que por consiguiente tienen un mercado ms bien urbano
que rural; el esquema de redistribucin describe la distribucin de mer
cancas producidas en reas concentradas que tienen ambos, mercado
rural y mercado urbano. (Es importante sealar que no se ha demos
trado que la jerarqua de redistribucin de Nigeria sea una jerarqua
de mercado competitivo; el flujo de la redistribucin podra de hecho
ser dendrtico.) Como apunta Jones, esto demuestra que a partir de
41 William O. Jones, Marketing s tapie food crops in tropical Africa, Comell University Press, Ithaca 1972; y en Carol Smith (comp.), op. ciL, cap. IX.
U Ibui, pp. 321-322.
-
y Sistemas econmicos regionales
la Hu lina de un sistema no os posible hacer predicciones acerca
I. | .1 milicia c*ii que lamente usar el sistema; los sistemas solares jn
-
74 Sistemas econmicos regionales
Los tiv son un grupo tribal grande de Nigeria, unido por un sis-
tenia igualitario de parentesco en vez de un sistema poltico centra
lizado. Localmente los mercados tiv se organizan mediante una red
de anillos; cada mercado en un anillo tiene un da especial de cada
cinco y cada anillo se traslapa con otros anillos (vase la figura 7). Los
mercados son ms o menos equivalentes con respecto a las necesida
des locales de reunin, y esto parece relacionarse con el hecho de que
los tiv no estn estratificados econmicamente y estn relativamente
sin comercializacin; aun cuando los tiv visitan la mayora de los mer
cados de su anillo con cierta regularidad, quiz por razones sociales.
Cada mercado parece convenir a cualquier definicin de lo que de
bera ser un mercado: tiene una ocurrencia regular, es un lugar donde
se utiliza dinero y donde los precios se establecen por la oferta y la
demanda locales. Pero segn los Bohannan, el principio de mercado
opera slo en el sitio donde se establece el mercado y no organiza la
economa tiv en sentido amplio.
El mercado estaba frenado entre los tiv porque no confundan dis
tribucin de mercancas con comercio, al menos en el pasado. La
distribucin significa vender los productos que uno produce y comprar las provisiones. El comercio, por otra parte, significa transpor
tar mercancas a una cierta distancia con la intencin manifiesta
de obtener ganancias, comprando en los mercados ms baratos y vendiendo en los ms caros. Los tiv son distribuidores natos, no
comerciantes.47
Por lo tanto, los mercados tiv no regulan la estructuracin de su
produccin, y sobre estas bases los Bohannan argumentan primero,
que la cultura tiv es relativamente inmune al principio de mercado y,
segundo, que donde se encuentren asentamientos fsicos de mercados
la economa regional normalmente carecer del principio de mercado
(las funciones de estipulacin de precios que regulan la produccin y
designan los agentes de produccin).48 Est