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SISMOS El termino "sísmico" viene del griego, y significa "agitar". Los sismos son movimientos vibratorios impredecibles de la corteza terrestre, siempre se originan a cierta profundidad respecto a la superficie terrestre (el interior de la Tierra) y corresponde al viaje de energía por la corteza, atreves de las llamadas ondas sísmicas. Existen tres causas por las que se puede producir un sismo: Batisismo: corresponden al 3% del total de sismos, su origen no es del todo claro, se caracteriza porque se producen a enormes profundidades (300 a 700 km), fuera ya de los límites de la litosfera. Se pueden deber a transiciones críticas de fase en las que materiales que subducen se transforman bruscamente, al alcanzarse cierto valor de presión. Volcánico: Son el 7% de los sismos y se presentan a menos de 20 Km. de profundidad. El ascenso de magma hacia la superficie de la Tierra a través de la chimenea de un volcán es tan fuerte y violento, que puede provocar un sismo. Durante o previo a una erupción pueden registrarse cientos de estos sismos, los que son de poca intensidad y dejan de percibirse a poca distancia del volcán en erupción. Tectónico o de intraplaca: representan el 90% de los sismos, se producen por la liberación imprevista de energía desde el interior de la Tierra, a profundidades no mayores a 70 km, por un acomodo de esta. La mayor parte de los sismos son de origen tectónico. El movimiento de las placas tectónicas (en especial los movimientos de convergencia y transversales) produce que ellas se atasquen en un estado denominado equilibrio elástico, acumulando gran cantidad de energía. La situación de equilibrio se termina repentinamente, liberando la energía que se ha acumulado durante años a través de un proceso ondulatorio. El lugar en el interior de la corteza donde se libera la energía suele localizarse a 10 o 25 kilómetros de profundidad y recibe el nombre de foco o hipocentro. El punto en la superficie de la tierra justo arriba del foco es el epicentro. Generalmente, es el punto que registra el mayor daño. Luego de un gran terremoto, las rocas de la zona circundante al foco continúan moviéndose a medida que se ajustan a nuevas posiciones, causando numerosos temblores conocidos como réplicas. Las ondas sísmicas pueden ser de dos tipos: Ondas de cuerpo: son las más conocidas, se propagan a través del interior de la corteza terrestre. Debido a las diferentes densidades existentes en geosfera, las ondas de cuerpo se refractan sucesivamente cambiando su dirección y rapidez de propagación. En este grupo se distinguen las ondas P o primarias y las ondas S o secundarias. Las ondas P son longitudinales, lo cual significa que el suelo es alternadamente comprimido y dilatado en la dirección de la propagación. Estas ondas pueden viajar a través de cualquier tipo de material (sólidos, líquidos y gases) y son las ondas sísmicas más rápidas. Las ondas S son transversales o de corte, lo cual significa que el suelo es desplazado perpendicularmente a la dirección de propagación, alternadamente hacia un lado y hacia el otro. Las ondas S pueden viajar únicamente a través de sólidos. Su velocidad es alrededor de 58% la de una onda P para cualquier material sólido. Usualmente la onda S tiene mayor amplitud que la P y se siente más fuerte que ésta. SAINT JOHN´S VILLA ACADEMY CONGREGACIÓN SAN JUAN BAUTISTA DEPARTAMENTO: CIENCIAS ASIGNATURA: FISICA PROFESOR(A): FABIOLA VASQUEZ CURSO: IV TIPO DE DOCUMENTO: GUÍA DE ESTUDIO NOMBRE:

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SISMOS

El termino "sísmico" viene del griego, y significa "agitar". Los sismos son movimientos vibratorios

impredecibles de la corteza terrestre, siempre se originan a cierta profundidad respecto a la superficie terrestre

(el interior de la Tierra) y corresponde al viaje de energía por la corteza, atreves de las llamadas ondas

sísmicas.

Existen tres causas por las que se puede producir un sismo:

Batisismo: corresponden al 3% del total de sismos, su origen no es del todo claro, se caracteriza porque

se producen a enormes profundidades (300 a 700 km), fuera ya de los límites de la litosfera. Se pueden

deber a transiciones críticas de fase en las que materiales que subducen se transforman bruscamente, al

alcanzarse cierto valor de presión.

Volcánico: Son el 7% de los sismos y se presentan a menos de 20 Km. de profundidad. El ascenso de

magma hacia la superficie de la Tierra a través de la chimenea de un volcán es tan fuerte y violento, que

puede provocar un sismo. Durante o previo a una erupción pueden registrarse cientos de estos sismos,

los que son de poca intensidad y dejan de percibirse a poca distancia del volcán en erupción.

Tectónico o de intraplaca: representan el 90% de los sismos, se producen por la liberación imprevista

de energía desde el interior de la Tierra, a profundidades no mayores a 70 km, por un acomodo de esta.

La mayor parte de los sismos son de origen tectónico. El movimiento de las placas tectónicas (en especial los

movimientos de convergencia y transversales) produce que ellas se atasquen en un estado denominado

equilibrio elástico, acumulando gran cantidad de energía. La situación de equilibrio se termina

repentinamente, liberando la energía que se ha acumulado durante años a través de un proceso ondulatorio.

El lugar en el interior de la corteza donde se

libera la energía suele localizarse a 10 o 25

kilómetros de profundidad y recibe el

nombre de foco o hipocentro. El punto en

la superficie de la tierra justo arriba del foco

es el epicentro. Generalmente, es el punto

que registra el mayor daño. Luego de un

gran terremoto, las rocas de la zona

circundante al foco continúan moviéndose a

medida que se ajustan a nuevas posiciones,

causando numerosos temblores conocidos

como réplicas.

Las ondas sísmicas pueden ser de dos tipos:

Ondas de cuerpo: son las más

conocidas, se propagan a través del interior de la corteza terrestre. Debido a las diferentes densidades

existentes en geosfera, las ondas de cuerpo se refractan sucesivamente cambiando su dirección y rapidez

de propagación.

En este grupo se distinguen las ondas P o primarias y las ondas S o secundarias.

Las ondas P son longitudinales, lo cual

significa que el suelo es alternadamente

comprimido y dilatado en la dirección de la

propagación. Estas ondas pueden viajar a

través de cualquier tipo de material (sólidos,

líquidos y gases) y son las ondas sísmicas más

rápidas.

Las ondas S son transversales o de corte, lo cual significa

que el suelo es desplazado perpendicularmente a la

dirección de propagación, alternadamente hacia un lado y

hacia el otro. Las ondas S pueden viajar únicamente a

través de sólidos. Su velocidad es alrededor de 58% la de

una onda P para cualquier material sólido. Usualmente la

onda S tiene mayor amplitud que la P y se siente más

fuerte que ésta.

SAINT JOHN´S VILLA ACADEMY

CONGREGACIÓN SAN JUAN BAUTISTA

DEPARTAMENTO: CIENCIAS

ASIGNATURA: FISICA

PROFESOR(A): FABIOLA VASQUEZ

CURSO: IV

TIPO DE DOCUMENTO: GUÍA DE ESTUDIO

NOMBRE:

Ondas superficiales: como su nombre lo dice se propagan ondas por la superficie. Las ondas superficiales

se forman a partir de las interiores, por los efectos desastrosos que producen se llaman sacudidas del

"terremoto". Son las que más lentas, pero debido a su baja frecuencia provocan resonancia en edificios con

mayor facilidad que las ondas de cuerpo causando los efectos más devastadores. Hay de dos tipos: de

Rayleigh (ondas R) y de Love (ondas L).

Ondas de Love, llamadas así en honor del

científico que las estudió. Estas se generan

sólo cuando un medio elástico se encuentra

estratificado, situación que se cumple en

nuestro planeta pues se encuentra formado

por capas

de

diferentes

características físicas y químicas. Las ondas de Love se propagan con

un movimiento de las partículas, perpendicular a la dirección de

propagación, como las ondas S, sólo que polarizadas en el plano de la

superficie de la Tierra, es decir sólo poseen la componente horizontal a

superficie. Las ondas de Love pueden considerarse como ondas S

"atrapadas" en la superficie. La amplitud de estas decrece rápidamente

con la profundidad.

Cuando un sólido posee una superficie libre,

como la superficie de la tierra, pueden generarse

ondas que viajan a lo largo de la superficie. Estas

ondas tienen su máxima amplitud en la superficie

libre, la cual decrece exponencialmente con la

profundidad, y son conocidas como ondas de

Rayleigh en honor al científico que predijo su

existencia. La trayectoria que describen las

partículas del medio al propagarse la onda, es

elíptica retrógrada y ocurre en el plano de

propagación de la onda. Una analogía de estas

ondas lo constituyen las ondas que se producen en la superficie del agua.

Medicion de un Sismo

Los movimientos telúricos se caracterizan por los efectos que producen y por la cantidad de energía liberada

en el foco, estas características son medibles, sin embargo para ello existen diversas dificultades.

Uno de los mayores problemas para la medición de un terremoto es la dificultad inicial para coordinar los

registros obtenidos por sismógrafos ubicados en diferentes puntos, de modo que no es inusual que las

informaciones preliminares sean discordantes ya que se basan en informes que registraron diferentes

amplitudes de onda. Determinar el área total abarcada por el sismo puede tardar varias horas o días de análisis

del movimiento mayor y de sus réplicas.

La medición de la magnitud de un sismo se realiza a

través de un instrumento llamado sismógrafo, el que

registra en un papel la vibración de la Tierra producida

por el sismo (sismograma), son utilizados desde fines

del siglo XIX hasta el presente. Las mejoras en su

construcción a partir del desarrollo del alemán Emil

Wiechert a lo largo del tiempo han permitido lograr

mayor capacidad de amplificación de ondas para

graficar y un mayor periodo de frecuencia de lectura de

las ondas verticales y horizontales llegando a los

actuales estándares de sensibilidad y exactitud que se

aplican en los diferentes tipos de sismógrafos. Informa

además de la magnitud, la duración.

Magnitud de Escala Richter: representa la energía sísmica liberada en cada terremoto y se basa en el

registro sismográfico.

Es una escala que crece en forma potencial, de manera que cada punto de aumento puede significar un

aumento de energía diez o más veces mayor. Una magnitud 4 no es el doble de 2, sino que 100 veces

mayor.

Ondas Love, provocan cortes horizontales en la tierra.

Magnitud en Escala Richter Efectos del terremoto

Menos de 3.5 Generalmente no se siente, pero es registrado

3.5 - 5.4 A menudo se siente, pero sólo causa daños menores

5.5 - 6.0 Ocasiona daños ligeros a edificios

6.1 - 6.9 Puede ocasionar daños severos en áreas muy pobladas.

7.0 - 7.9 Terremoto mayor. Causa graves daños

8 o mayor Gran terremoto. Destrucción total a comunidades cercanas.

Esta escala es "abierta", de modo que no hay un límite máximo teórico, salvo el dado por la energía

total acumulada en cada placa, lo que sería una limitación de la Tierra y no de la Escala.

Intensidad en Escala de Mercalli: esta escala fue creada en 1902 por el sismólogo italiano

Giusseppe Mercalli, no se basa en los registros sismográficos sino en el efecto o daño producido en

las estructuras y en la sensación percibida por la gente. Para establecer la Intensidad se recurre a la

revisión de registros históricos, entrevistas a la gente, noticias de los diarios públicos y personales,

etc. La Intensidad puede ser diferente en los diferentes sitios reportados para un mismo terremoto (la

Magnitud Richter, en cambio, es una sola)y dependerá de:

a) La energía del terremoto.

b) La distancia de la falla donde se produjo el terremoto.

c) La forma como las ondas llegan al sitio en que se registra.

d) Las características geológicas del material subyacente del sitio donde se registra la Intensidad y,

lo más importante.

e) Cómo la población sintió o dejó registros del terremoto.

Los grados no son equivalentes con la escala de Richter. Se expresa en números romanos y es

proporcional, de modo que una Intensidad IV es el doble de II.

Grado I Sacudida sentida por muy pocas personas en condiciones especialmente favorables.

Grado II Sacudida sentida sólo por pocas personas en reposo, especialmente en los pisos altos

de los edificios. Los objetos suspendidos pueden oscilar.

Grado III Sacudida sentida claramente en los interiores, especialmente en los pisos altos de los

edificios, muchas personas no lo asocian con un temblor. Los vehículos de motor

estacionados pueden moverse ligeramente. Vibración como la originada por el paso

de un carro pesado. Duración estimable.

Grado IV Sacudida sentida durante el día por muchas personas en los interiores, por pocas en el

exterior. Por la noche algunas despiertan. Vibración de vajillas, vidrios de ventanas y

puertas; los muros crujen. Sensación como de un carro pesado chocando contra un

edificio, los vehículos de motor estacionados se balancean claramente.

Grado V Sacudida sentida casi por todo el mundo; muchos despiertan. Algunas piezas de

vajilla, vidrios de ventanas, etcétera, se rompen; pocos casos de agrietamiento de

aplanados; caen objetos inestables . Se observan perturbaciones en los árboles, postes

y otros objetos altos. Se detienen de relojes de péndulo.

Grado VI Sacudida sentida por todo mundo; muchas personas atemorizadas huyen hacia afuera.

Algunos muebles pesados cambian de sitio; pocos ejemplos de caída de aplanados o

daño en chimeneas. Daños ligeros.

Grado VII Advertido por todos. La gente huye al exterior. Daños sin importancia en edificios de

buen diseño y construcción. Daños ligeros en estructuras ordinarias bien construidas;

daños considerables en las débiles o mal planeadas; rotura de algunas chimeneas.

Estimado por las personas conduciendo vehículos en movimiento.

Grado VIII Daños ligeros en estructuras de diseño especialmente bueno; considerable en edificios

ordinarios con derrumbe parcial; grande en estructuras débilmente construidas. Los

muros salen de sus armaduras. Caída de chimeneas, pilas de productos en los

almacenes de las fábricas, columnas, monumentos y muros. Los muebles pesados se

vuelcan. Arena y lodo proyectados en pequeñas cantidades. Cambio en el nivel del

agua de los pozos. Pérdida de control en las personas que guían vehículos

motorizados.

Grado IX Daño considerable en las estructuras de diseño bueno; las armaduras de las

estructuras bien planeadas se desploman; grandes daños en los edificios sólidos, con

derrumbe parcial. Los edificios salen de sus cimientos. El terreno se agrieta

notablemente. Las tuberías subterráneas se rompen.

Grado X Destrucción de algunas estructuras de madera bien construidas; la mayor parte de las

estructuras de mampostería y armaduras se destruyen con todo y cimientos;

agrietamiento considerable del terreno. Las vías del ferrocarril se tuercen.

Considerables deslizamientos en las márgenes de los ríos y pendientes fuertes.

Invasión del agua de los ríos sobre sus márgenes.

Grado XI Casi ninguna estructura de mampostería queda en pie. Puentes destruidos. Anchas

grietas en el terreno. Las tuberías subterráneas quedan fuera de servicio.

Hundimientos y derrumbes en terreno suave. Gran torsión de vías férreas.

Grado XII Destrucción total. Ondas visibles sobre el terreno. Perturbaciones de las cotas de nivel

(ríos, lagos y mares). Objetos lanzados en el aire hacia arriba.

TSUNAMIS

Un tsunami (del japonés TSU: puerto o bahía, NAMI: ola) es una ola o serie de olas que se producen en una

masa de agua al ser empujada violentamente por una fuerza que la desplaza verticalmente. Este término fue

adoptado en un congreso de 1963.

Terremotos, volcanes, meteoritos, derrumbes costeros o subterráneos e incluso explosiones de gran magnitud

pueden generar un TSUNAMI.

Como se mencionaba en el punto anterior, los

Terremotos son la gran causa de tsunamis. Para que un

terremoto origine un tsunami el fondo marino debe ser

movido abruptamente en sentido vertical, de modo que el

océano es impulsado fuera de su equilibrio normal.

Cuando esta inmensa masa de agua trata de recuperar su

equilibrio, se generan las olas. El tamaño del tsunami

estará determinado por la magnitud de la deformación

vertical del fondo marino. No todos los terremotos

generan tsunamis, sino sólo aquellos de magnitud

considerable,que ocurren bajo el lecho marino y que son

capaces de deformarlo.

Si bien cualquier océano puede experimentar un

tsunami, es más frecuente que ocurran en el Océano

Pacífico, cuyas márgenes son más comúnmente asiento

de terremotos de magnitudes considerables

(especialmente las costas de Chile y Perú y Japón).

Además el tipo de falla que ocurre entre las placas de

Nazca y Sudamericana, llamada de subducción, esto es

que una placa se va deslizando bajo la otra, hacen más

propicia la deformidad del fondo marino y por ende los

tsunamis. A pesar de lo dicho anteriormente, se han

reportado tsunamis devastadores en los Océanos Atlánticos e Indico, así como el Mar

Mediterráneo. Un gran tsunami acompañó los terremotos de Lisboa en 1755, el del Paso de Mona

de Puerto Rico en 1918, y el de Grand Banks de Canadá en 1929.

Las avalanchas, erupciones volcánicas y explosiones submarinas pueden ocasionar tsunamis que

suelen disiparse rápidamente, sin alcanzar a provocar daños en sus márgenes continentales.

Respecto de los meteoritos, no hay antecedentes confiables acerca de su ocurrencia, pero la onda

expansiva que provocarían al entrar al océano o el impacto en el fondo marino en caso de caer en

zona de baja profundidad, son factores bastante sustentables como para pensar en ellos como

eventual causa de tsunami, especialmente si se trata de un meteorito de gran tamaño.