siglo 21 jacobo rodriguez padilla

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puertas abiertas | d o minical DOMINGO 22 De juNIO De 2008 SIGLO21 6 JacObO ROdRíGuez PadILLa eS unO de LOS fundadOReS de SakeR Tí, eL GRuPO de InTeLec- TuaLeS y aRTISTaS fundadO en 1946. eL aRTISTa ha vIvI- dO un TOTaL de 30 añOS en GuaTema- La, 17 en méxIcO y 38 en fRancIa, PaíS aL cuaL LLeGó becadO en 1953. deSde PaRíS cOn- cede eSTa enTRe- vISTa, en LaS víSPeRaS de un dOcumenTaL SObRe Su ObRa y vIda, dIRIGIdO POR eL cIneaSTa SaLva- dOReñO GuILLeRmO eScaLón, JunTO a Su hIJO SebaSTIán. aL TRabaJO fíLmI- cO Se SumaRá unO fOTOGRáfIcO, a caRGO de danIeL heRnández. Esta historia podría suceder en un lugar imaginario entre Guatemala, París y la ciudad de México, las tres principales urbes en donde ha transcurrido la vida del artista guatemalteco Juan Jacobo Rodríguez Padilla, quien un día de agosto de 1922 nació en la ciudad de Guatema- la. Juan Jacobo es hijo de Ra- fael Rodríguez Padilla, también pintor, escultor y fundador de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Guatemala, centro artístico que lleva su nombre. Estoy en el mismo sitio en donde el cineasta Guillermo Es- calón realizara hace pocas se- manas un documental sobre el artista. Me encuentro en el taller personal de Rodríguez Padilla, ubicado en el quinto piso de uno de los edificios del barrio parisi- no de Montparnasse, a tan sólo unos metros de la torre más alta de Francia y del último refugio de Julio Córtazar, Jean Paul Sar- tre y César Vallejo. Este barrio es punto de referencia al que acu- dieron durante más de dos siglos, intelectuales y artistas del mundo entero, que a su paso por Europa decidían aprovechar los recursos que ofrecía la Ciudad Luz. Es el final de la tarde. El aire de un verano tibio y caprichoso nos llega por el ventanal abierto, mientras, Jacobo me habla de su vida en medio de pinturas, escul- turas, una hermosa cámara foto- gráfica y un sinfín de libretas con bocetos e imágenes que muchas veces derivan de sus recuerdos o de las sorpresas que le ofrece la Marlon Meza Teni especial para Siglo 21 Tras Ilustración: alejandro azurdia, fotos: marlon meza y katina de León Rodríguez

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El jueves 2 de septiembre de 2010 un matutino, en su sección cultural, publicó una nota titulada "Semblanza de Jacobo Rodríguez Padilla", acerca de este destacado pintor y muralista guatemalteco radicado en Francia hace 50 años. Dicha nota cita al escritor y columnista Jaime Barrios así como al poeta y compositor Marlon Meza Teni, pero omite mencionar que las citas que ambos hacen originalmente fueron publicadas en Siglo 21. Este PDF recoge la columna de opinión y la nota de Carrillo, así como el reportaje que en 2008 Meza Teni escribió especialmente para Siglo 21. El documento también muestra la fotografía que sirvió para el arte publicado en el otro medio, imagen cedida originalmente a Siglo 21.

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Page 1: Siglo 21 Jacobo Rodriguez Padilla

puertas abiertas | dominicalDOMINGO 22 De juNIO De 2008 SIGLO216

JacObO ROdRíGuez PadILLa eS unO de

LOS fundadOReS de SakeR Tí, eL

GRuPO de InTeLec-TuaLeS y aRTISTaS fundadO en 1946.

eL aRTISTa ha vIvI-dO un TOTaL de 30 añOS en GuaTema-La, 17 en méxIcO y

38 en fRancIa, PaíS aL cuaL LLeGó

becadO en 1953. deSde PaRíS cOn-cede eSTa enTRe-

vISTa, en LaS víSPeRaS de un

dOcumenTaL SObRe Su ObRa y vIda, dIRIGIdO POR eL cIneaSTa SaLva-

dOReñO GuILLeRmO eScaLón, JunTO a

Su hIJO SebaSTIán.aL TRabaJO fíLmI-

cO Se SumaRá unO fOTOGRáfIcO, a

caRGO de danIeL heRnández.

Esta historia podría suceder en un lugar imaginario entre Guatemala, París y la ciudad de México, las tres principales urbes en donde ha transcurrido la vida del artista guatemalteco Juan Jacobo Rodríguez Padilla, quien un día de agosto de 1922 nació en la ciudad de Guatema-la. Juan Jacobo es hijo de Ra-fael Rodríguez Padilla, también pintor, escultor y fundador de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Guatemala, centro artístico que lleva su nombre.

Estoy en el mismo sitio en donde el cineasta Guillermo Es-calón realizara hace pocas se-manas un documental sobre el artista. Me encuentro en el taller personal de Rodríguez Padilla, ubicado en el quinto piso de uno de los edificios del barrio parisi-no de Montparnasse, a tan sólo unos metros de la torre más alta de Francia y del último refugio de Julio Córtazar, Jean Paul Sar-tre y César Vallejo. Este barrio es punto de referencia al que acu-dieron durante más de dos siglos, intelectuales y artistas del mundo entero, que a su paso por Europa decidían aprovechar los recursos que ofrecía la Ciudad Luz.

Es el final de la tarde. El aire de un verano tibio y caprichoso nos llega por el ventanal abierto, mientras, Jacobo me habla de su vida en medio de pinturas, escul-turas, una hermosa cámara foto-gráfica y un sinfín de libretas con bocetos e imágenes que muchas veces derivan de sus recuerdos o de las sorpresas que le ofrece la

Marlon Meza Teni

especial para Siglo 21

Tras el MisTerio del color

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urbe, el metro, las conversacio-nes que escucha, los imprevistos que surgen en las calles y la ins-piración que suele dejarle algún insomnio, como él mismo dice.

Intelectual activoJacobo es una fuente inagotable de recuerdos, imágenes y anéc-dotas en donde se adivina con fa-cilidad una trayectoria quijotes-ca que incluye viajes trasatlánti-cos, varias estancias espaciadas entre el viejo y el nuevo mundo, y una abundante obra, esparci-da entre colecciones privadas y adquisiciones particulares; ade-más de los murales de las salas Toltecas y Preclásico del museo de antropología de México que él mismo realizara en 1964, y un mural al bon fresco situado en La Gaillarde, de la costa azul, entre las ciudades francesas de Saint Tropez y Saint Raphael.

Miembro activo, y uno de los fundadores del grupo Saker Tí (Grupo de intelectuales y ar-tistas fundado en 1946), Jacobo Rodríguez Padilla es un hom-bre discreto, amigable y fácil de abordar, a pesar de los rasgos que pueden caracterizar en de-terminado momento al artista soñador, extraviado sin estarlo a la vez, en los laberintos y de-monios de la creación. No hace falta mucho para descubrir que su compromiso social y político es irreprochable, y que sus idea-les por una sociedad más justa siguen intactos desde sus prime-ros años en Guatemala, donde ingresó en la Escuela de Bellas Artes como estudiante cuando tenía 14 años. “Estudié con gran-des maestros, como don Alberto

Aguilar Chacón, a quien desafortu-nadamente no le han reconocido su valioso aporte como profesor y crítico; también a don Rafael Yela Günther, quien una vez me dijo: “Conque usted llegue a ser una dé-cima parte de lo que fue su padre me conformo”. De hecho, aún hoy no sé si lo he logrado. Allí estudiá-bamos cuando llegó el 20 de octu-bre de 1944 y la caída del dictador Jorge Ubico, y fundamos, como tantos gremios, la Asociación de profesores y estudiantes de Be-llas Artes. Era el momento de la esperanza y nosotros no fuimos la excepción. Tuvimos entonces los primeros contactos con la expre-sión moderna y con publicaciones importantes”.

Si hubiera que definir su esti-lo, ¿existió una línea directi-va o éste se impuso?

Supongo que me expreso entre primitivismo, expresionismo, su-rrealismo y abstracción, pero la clasificación con capillas no me es muy simpática. A medida en que se descubren obras que pro-vocan interés, se dan tanteos y rechazos. El arte primitivo es im-prescindible para mí porque me ha ayudado a olvidar (la habili-dad técnica), pero el arte popular de los campesinos guatemaltecos también me ha sido muy valiosa.

¿Qué opinión le merece la plástica en la actualidad?La expresión plástica ha perdido, probablemente por los aportes de las técnicas modernas. Las formas de comunicación son dis-

tintas y eso modifica lógicamente los medios de interés.

Al referirse al espacio que cada generación de artistas in-tenta conquistar a su manera, Rodríguez Padilla opina que cada generación vive realidades dis-tintas, razón por la cual es lógico que surjan nuevas formas de len-guaje.

¿Cómo nace el grupo Saker Tí, integrado por artistas e intelectuales; existió alguna motivación en particular: sociológica, política o pura-mente artística? El nacimiento del grupo Saker Tí sucede a fines de 1946, y consti-

tuye un hecho muy importante porque fue una apertura al pen-samiento para la gente de mi ge-neración. Huberto Alvarado y un grupo de estudiantes normalistas me invitó a hacer la portada de la revista Saker Tí. Así empezó todo. La motivación en común que teníamos era la revolución que acababa de pasar. En ese momento éramos una quincena, pero con el tiempo llegamos a ser alrededor de 30. Desde luego, su-frimos persecución y hubo gente asesinada. El legado artístico es difícil definirlo pero hubo gentes tan importantes como Olga Mar-tínez Torres, Manolo Herrarte, José Arévalo Guerra, Arturo Mar-tínez y otros más. Éramos la ge-neración que estaba vigente pues teníamos alrededor de 20 años cuando sucedió la revolución, y esto hizo que nuestro compromi-so fuera más directo que los que se integraron antes, la genera-ción del 40, a quienes no hay que quitar ningún mérito pero que

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Mural de La Gaillarde, situado entre las ciudades francesas de Saint Tropez y Saint Raphael. A la izquierda, el artista posa con el barrio parisino de Montmartre como fondo.

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emigraron a México, como fue el caso de Augusto Monterroso, Otto Raúl González y Carlos Illes-cas, entre otros. No hubo división entre nosotros, pero la diferencia fundamental es que nosotros nos quedamos en Guatemala. Cuando vino la contrarrevolución de Cas-tillo Armas, borraron los aportes y todo lo que fue Saker Tí se blo-queó y se olvidó.

Soñar, parte del trabajoJacobo Rodríguez Padilla, que ha vivido un total de 30 años en Guatemala, 17 en México y 38 en Francia, y que llegó becado a París en 1953, no trabaja con los objetos sino con las ideas y los recuerdos de los objetos. Tampoco privilegia al modelo, aunque algunas veces haya que hacerlo, asegura. La evocación imaginaria es en este caso una forma de búsqueda para apor-tar una emoción. “Emoción visual que yo reclamo como fundamental. Si no hay emo-ción visual, para mí no hay artes plásticas, pero ¡atención!, por-que emoción visual no sólo es el color sino también la forma”.

El artista considera que si bien es cierto que la pintura puede sufrir hoy día una forma de olvido, la escultura la pade-ce más en este medio. Por otra parte, señala que los altibajos materiales y las dificultades económicas que aquejan a un buen porcentaje de artistas tie-nen una implicación directa en su ritmo de trabajo. “Cuando no estoy trabajando en la pintura y en la escultura quisiera estar pensando y soñando, porque también es parte del trabajo”.

¿Cuáles son sus referencias como artista; qué persona-jes y qué factores han podi-do influir en su producción? Tendría que mencionar a Carlos Mérida, Miguel Ángel Asturias, Jesús Castillo, a mis compa-ñeros músicos de generación, como Manolo Herrarte; Jor-ge Sarmientos, quien también fue sakertiano y que integró el grupo cuando yo ya estaba por dejar Guatemala. Aunque no me gusta caer en el lugar co-mún tendría que citar también a Picasso, Matisse, Paul Klee, Gauguin desde luego, que es el primero que se ocupa del arte llamado primitivo, que después imitaron los cubistas con el arte africano.

Y si hablamos del exilio, esa etapa tan dolorosa que en algún momento le ha tocado vivir a muchos intelectuales y artistas... ¿Cómo influye el exilio en su obra? Lo que trabajaba durante el pe-ríodo revolucionario era muy di-

ferente de lo que trabajé durante el exilio, y esto, a pesar de los desacuerdos que en Guatemala pude tener con los miembros del partido comunista, al cual yo per-tenecía, ya que eran insensibles a lo esencial de la expresión artís-tica y consideraban que éramos un grupo de intelectuales jóvenes que no servíamos a los fines del partido. Por mi parte, yo traba-jaba la esperanza que había del país. Trabajaba el color, el ver-dadero color que hay en la natu-raleza y que nuestro optimismo nos permitía abordar. Por aquel entonces conocí el lago de Petén Itzá, de ahí deriva el período que se ha denominado Itzá. Nosotros nunca nos acomplejamos del color que algunas veces en Gua-temala se considera como uno exclusivo para los turistas.

“No puede explicarse”Jacobo Rodríguez Padilla llegó a París con la obligación de ins-cribirse en una escuela, a pesar de haber realizado 7 años en la Escuela de Bellas Artes de Gua-temala con magníficos profeso-res que no tenían nada que envi-diar a los Europeos, recalca. Se inscribe entonces en la Grande Chaumière y en la Escuela Su-perior de Bellas Artes de París. “Otra faceta de mi obra se inicia

a partir de la agresión del Go-bierno norteamericano contra Guatemala. Esto sucede durante el gobierno de Jacobo Árbenz, que a mí me tomó en París. El exilio hace que yo descubra co-sas de interés para mi trabajo”.

¿Y del aspecto simbólico, qué influye en su creación? En tiempos de la dictadura no entraban muchas publicaciones a Guatemala. Parece mentira, pero a los pintores impresionis-tas los descubrí yo en el período de 1944. Conocía a los clásicos por la obra que dejó mi padre, que había rozado mejor los esti-los y que además tuvo amistad y le dio trabajo como profesor de “perspectiva” a Jaime Sabartés, que vivió 25 años en Guatemala y que más tarde fue secretario de Picasso, hasta el día de su muer-te. Yo conocía obras de Velás-quez, pero lo moderno nos llegó únicamente con el gobierno de Juan José Arévalo. No se puede negar tampoco que la pintura, como la música, ha recibido mu-chas influencias del arte africano y del arte llamado primitivo.

¿Del color, esa parte tan im-portante en las artes plásti-cas, qué diría?Quien dijo color, dijo luz. El co-

lor no existe. Existen diferentes ondas de luz que percibimos como color, pero no pretendo decir que para ser artista haya que hacer complicados estudios de física, pero es evidente, que, aunque sea de forma intuitiva, los pintores manipulan estas posibilidades. En lo que a mí respecta, no puedo descuidar la forma ni el color. Últimamente me he interesado en el contra-luz y rozo el misterio de la luz para encontrar y expresarme con colores neutros para dar más importancia a los colores puros. Detesto la tendencia que tienen algunos artistas de hoy, de creer que una obra tie-ne color únicamente porque se introducen todos los colores de que se dispone. Esto me llevó a expresar el color en la línea. Con gusto he comprobado pos-teriormente que nuestros com-patriotas Kanjobal aplican esta forma de intuición en sus telas. Pero estas explicaciones son siempre superfluas, y comparto la opinión del artista a quien se atribuye la expresión: “Lo más importante que tiene una obra de arte, es precisamente lo que no puede explicarse”.

¿Acaso pintar va más allá del deseo de querer trans-formar al mundo a través de un pincel? ¿Qué hay del es-pacio interior del artista? Las transformaciones del mun-do, socialmente hablando, no son siempre las que uno quisie-ra. Trabajar en una disciplina artística, tal vez puede contri-buir en algo positivo. Mientras tanto sueño, luego existo.

En materia de artes plásticas el porcentaje de mujeres que

ha logrado alcanzar la fama, o al menos el reconocimien-to, es relativamente bajo si se compara al de los hom-bres, desafortunadamente. ¿Qué opinión le merece este hecho?La conquista de los derechos de la mujer es algo relativamente re-ciente, por lo tanto el acceso de la mujer a muchas posibilidades lo es igualmente. Esto está cam-biando, aparte del hecho de que en el pasado la mujer dio grandes figuras.

Recientemente el cineasta Guillermo Escalón hizo un documental, una retrospec-tiva y un panorama de su persona y del artista. ¿Qué podría decir? Fue una sorpresa formidable, no porque dudara de su talento como cineasta. Me agradó, más bien, que con mi modesta apor-tación él haya podido hacer algo como lo que obtuvo.

Cómo ve a las nuevas gene-raciones en Guatemala, ¿le parece que los jóvenes es-tán bien informados acerca de la historia política, artís-tica, social, y otras tantas cuestiones que son funda-mentales para el desarrollo de una nación? Tengo la impresión, aunque no puedo decir si tengo la razón o no, pero me parece que las nue-vas generaciones están muy mal informadas sobre lo que ha su-cedido en el país. A tal grado que muchos jóvenes se comportan como si Guatemala no existiera. En el medio político, incluso, una vez alguien me preguntó: ¿qué pasó el 20 de octubre? !Eso es el colmo! ¿No?

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to con la cultura maya, por primera vez”, me dice.

Este artista pertenece a una fa-milia de sobresalientes artistas. Su padre Rafael Rodríguez Padilla fue el fundador de la escuela de Bellas Artes y el primero en hacer escul-turas fundidas en bronce en Guate-mala (entre otras, el monumento a Lorenzo Montúfar, en La Reforma). La tradición la continuaron Jaco-bo y su hermana Fantina. Pintaron murales siendo jóvenes, asesora-dos por Eduardo Abela, diplomáti-co y artista cubano en tiempos de Juan José Arévalo Bermejo. Pero Fantina fue desaparecida en la dé-cada del 70 por las fuerzas oscuras de Guatemala.

Juan Jacobo, Guayo de León y Adalberto de León fueron tres jó-venes becados por el Gobierno en 1952 para estudiar en Francia. Cuando Árbenz fue derrocado les quitaron la beca. Se quedaron en Francia. Guayo ya murió y su obra debe estar almacenada, espera-mos, en algún sótano parisino. Su cuñado Adalberto de León se suici-dó en el parque de Vinncent, en un frío otoño de 1957. Rafael, Fantina, Guayo, Adalberto, Jacobo. La trilo-gía destinataria del poeta Orantes:

Siempre he sido admirador de Juan Jacobo Rodríguez Padilla; uno de nuestros grandes artistas y, sin du-da, un clásico viviente que, habi-tando en París, Francia mantiene a Guatemala en su mente y en sus sentimientos más genuinos. Nació en 1922, en la capital y ha vivido 50 de sus 87 años afuera, mas, y en sus palabras, “siempre con Guatemala adentro”.

El poeta y crítico Luis Cardoza y Aragón lo llamaba “el suspiro que pinta”. Juan Jacobo es un hombre intenso, ecologista, vegetariano, artista, conocedor del arte maya. También fue cofundador del grupo Saker-ti, que unificó a los artistas jóvenes en los años 50. El grupo re-corrió el interior del país, llevando teatro, pintura y música. Zipacná De León, su sobrino ya fallecido, organizaría —muchos años des-pués— talleres y exhibiciones en los departamentos.

No es una exageración. Juan Ja-cobo ha vivido aportándole brillo al nombre del país en el extranjero. Con su obra, refleja nuestra histo-ria, que él bien conoce y, de la cual, ha sido partícipe.

“Después de la muerte violenta de mi padre, por motivos políticos, nos trasladamos a Rabinal, donde pasé buena parte de mi infancia y adolescencia. Allí entré en contac-

“entierro, encierro o destierro”.“No nos dieron ni el pasaje de re-

greso y me quedé en Francia, luego me trasladé a México donde viví y trabajé bastantes años para volver a Francia a radicarme”.

El interés por los murales llevó a Jacobo a realizar frescos para el Museo Antropológico de México. El dedicado a la cultura tolteca es una obra maestra.

“Me gusta mucho el trabajo del mural, pues es un trabajo de equi-po. La experiencia del fresco tol-teca fue muy positiva, sin olvidar que la competencia fue durísima para obtenerlo. También he he-cho uno de 26 metros cuadrados en La Gallarde de la Costa Azul, en Francia”.

En Guatemala estamos dema-siado ocupados con la diaria des-trucción moral y vital, y queda po-co tiempo y espacio para el arte y la cultura. De ahí que la obra y la vida de este artista guatemalteco no deja de inspirarnos y servir de ejemplo. Muy acertada ha sido la producción del filme de Guiller-mo Escalón acerca de la vida y obra de Juan Jacobo. El material fue presentado en la Maison de l’Amérique en Latine, en París.

“Siempre con Guatemala adentro”

Jaime Barrios Carrillo escribe acerca de un pintor y muralista que ha vivido 50 de sus 87 años en Francia.

T. Jaime Barrios Carrillo. [email protected] F. Katina de León Rodríguez.

EM

IGRANTE

Juan Jacobo Rodríguez Padilla | aRtista

11Domingo 13 De Diciembre De 2009 SIGLO21 Magacín

Los colores de las estrellas (VI)

VENTANA Al cIElo

Hoy escribiré acerca de los agujeros negros. Durante la explosión de supernova, el núcleo de la estrella se derrumba sobre sí mismo. ¿Cómo es esto? Las estrellas permanecen durante largo tiempo de su evolución en un estado de equilibrio don-de la presión de radiación, debida a la elevada tempe-ratura del núcleo, empuja la atmósfera de la estrella hacia fuera. Y la gravedad, por otro lado, empuja todo hacia el centro de la estrella.

Durante la explosión este equilibrio se rompe y la at-mósfera es arrojada violen-tamente hacia el espacio. Si la estrella es suficientemente masiva, el núcleo sufre un colapso gravitatorio. ¿Qué significa esto? Básicamente que la materia se concentra-rá a una densidad tan eleva-da que la velocidad de esca-pe del objeto resultante será igual a la velocidad de la luz.

La velocidad de escape es la velocidad necesaria para que un objeto con masa pueda abandonar la superficie de un cuerpo ce-leste. En el caso de la Tierra, esta velocidad es de unos 11 km/s y es la velocidad que una nave espacial requiere para entrar en órbita.

¡En el caso de un agujero negro esta velocidad es de ¡300 mil km/s! Aquí es don-de empiezan a ocurrir fenó-menos extremos predichos por la teoría de la relativi-dad de A. Einstein.

Imagine por un momen-to que usted tiene una po-tente linterna con la que es posible hacer señales a los astronautas de la Esta-ción Espacial Internacional. Cuando usted apunta su linterna hacia la estación, el rayo de luz sigue una trayectoria prácticamente recta (aunque realmente sufre una distorsión mínima debido a la masa gigantesca de la Tierra que curva el es-pacio tiempo).

Ahora imaginemos que realizamos el mismo expe-rimento “cerca”de la super-ficie de un agujero negro. Si usted intentara seguir un rayo de luz, éste seguirá una trayectoria curva que

le impedirá abandonar la superficie del agujero ne-gro. De hecho, este rayo de luz jamás podrá llegar a ojo humano alguno situado en el exterior. Ningún objeto podría ser lanzado desde la superficie dado que sería energéticamente imposible.

Estos objetos fueron pre-dichos teóricamente en la primera mitad del siglo XX. ¿Cómo saben los astróno-mos que existen? Su presen-cia fue develada cuando en los años 60 se comenzaron a realizar observaciones por medio de rayos X. La primera fuente de esos rayos, detec-tada en la constelación del Cisne Cygnus X-1, resultó ser un sistema binario compues-to por una estrella gigante azul llamada HDE 226868, girando alrededor de un ob-jeto masivo que es posible distinguir únicamente por la influencia gravitoria que ejer-ce sobre la estrella visible y por la emisión de rayos X.

Estudios han permitido saber que este objeto mis-terioso es un agujero negro con una masa que equivale a 20 veces la del Sol. Esta fue la primera identificación de un agujero negro en el es-pacio. Más recientemente se ha encontrado que existe material “cayendo” alrede-dor de este agujero negro, formando un disco de acre-ción. Estos discos tienen una temperatura elevada, que los hace detectables por los satélites que orbitan la Tie-rra observando rayos X.

De esta forma muchos agujeros negros han sido de-tectados en nuestra galaxia. Tienen masas que varían desde pocas veces la masa del Sol hasta cientos de masas solares; son llamados agujeros negros estelares, ya que son originados por el colapso de estrellas masivas. En otra entrega hablaré sobre los agujeros negros super-masivos, objetos de varios millones de veces la masa del Sol, y que se localizan en el centro de galaxias como la nuestra. (Continuará.)

Eduardo Rubio *

*Eduardo Rubio Herrera es Licenciado en Física por la Usac y cursa un doctorado en Astrofísica en la Universidad de Ámsterdam.

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8DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2010SIGLO21OPINIÓN

¿Por qué la derecha está tan fragmen-tada? La derecha en Guatemala nun-

ca ha estado articulada, a excepción del proyec-to liberacionista que en 1954 derrocó al llamado “Segundo gobierno de la Revolución”. En ese en-tonces la Iglesia Católi-ca, los terratenientes y los militares conservado-res, guiados por ideólo-gos anticomunistas apun-talados por la política ex-terior de EE.UU. supie-ron crear un frente políti-co compacto. Después de esa fecha la derecha polí-tica ha sido un mosaico de intereses y conflictos. Sola y escuálida, presen-cia ahora cómo fenóme-nos contrarios a sus inte-reses la desplazan acele-radamente: la globaliza-ción (expansión del capi-tal internacional en des-medro del capital local) y el narcotráfico, como instancia activa de poder e influencia política na-

cional. ¿Habrá algún lí-der en su interior capaz de crear un símil como lo fue Arena en El Salva-dor? ¿Harold Caballeros, Otto Pérez, Eduardo Su-ger o Adela Torrebiarte, por ejemplo?

¿Se formará un fren-te de izquierda político electoral? La izquierda guatemalteca ha experi-mentado una permanen-te degradación ideológi-ca, la solidez de su idea-rio de antaño (basado en los principios marxistas-leninistas) ha venido a menos debido al surgi-miento de “alternativas políticas relativas” como el socialcristianismo y la socialdemocracia, así como el pragmatismo so-cial en la era de la glo-balización con sus con-secuentes (deliberados o no) procesos de “desi-deologización”. La mayor expresión política de la izquierda se dio cuando se constituyen, desarro-llan y unifican los otrora grupos insurgentes inte-grantes de URNG (FAR, PGT, ORPA y EGP). Hoy, al igual que la derecha nacional, experimentan un proceso de pulveri-zación grupal, perfilan-do una muy poco proba-ble unidad institucional. ¿Habrá líderes en su inte-rior capaces de constituir un partido político co-mo el FMLN en El Salva-dor? ¿Sandino Asturias,

Jorge Soto, César Mon-tes, Ricardo Rosales o Rigoberta Menchú, por ejemplo?

¿Representa la UNE a la socialdemo-cracia? La dirigencia de la UNE (cada vez más fragmentada) asegura seguir el ideario social-demócrata. Si hiciése-mos un breve examen a sus miembros ¿Sa-brán éstos quienes fue-ron Eduard Bernstein, Rosa de Luxembur-go, Jean Jaurés, Ferdi-nand Lassalle, Friedrich Ebert o Helmut Schmi-dt? ¿Habrán leído sus escritos y manifiestos? ¿Sabrán distinguir con propiedad las diferen-cias entre socialdemo-cracia y socialcristianis-mo? ¿Nos habrán da-do muestras de lealtad ideológica y programá-tica socialdemócrata a partir de lo que han he-cho en el Gobierno?

Los guatemalte-cos a quienes nos im-porta la política de-bemos replantearnos la trascendencia de la ideología política y de los ejes programáticos que devienen de ésta. Nuestra “sociedad po-lítica” está cundida de podredumbre, oportu-nismo e inescrupulosi-dad. El teatro perverso y cínico que finge hacer política debe terminar. Por el bien de todos.

El teatro perverso y cínico que finge hacer política de-be terminar. Por el bien de todos.

El escritor José Me-jía me informa, des-de París, que Juan

Jacobo Rodríguez Padilla ha caído enfermo. Está grave aunque hay espe-ranza, según el parte mé-dico. Pero a Jacobo lo agobia también una en-fermedad guatemalteca: el olvido y la indiferen-cia. Es uno de nuestros grandes artistas, de los úl-timos clásicos vivos que tiene nuestro ignorado e ignorante país. Y a mí me duele que Guatemala sea tan cruel, tan indiferente ante las cuestiones del ar-te y la cultura. Y que ha-ya tanto desconocimien-to sobre nuestros valores y nuestra historia.

Siempre he sido ad-mirador de la obra y la vi-da de Juan Jacobo Rodrí-guez Padilla, quien ha vi-vido aportándole brillo al nombre del país sin pe-dir ni recibir nunca nada a cambio, sólo la satisfac-ción del deber cumplido como guatemalteco y co-

mo artista. En Guatema-la se admira en cambio el dinero, las armas o el po-der político, pero la sen-sibilidad para lo bello, lo que produce la estética y el arte, lo que enalte-ce al ser humano, resul-ta casi nulo en una so-ciedad enajenada, sumi-da en una miseria cultu-ral lamentable.

Jacobo ha vivido 50 de sus 88 años afuera, pero “siempre con Guate-mala adentro”. Mi padre en un uno de sus libros escribió: “Jacobo Rodri-guez Padilla proviene de la Guatemala más pro-funda, un país de incan-descentes combinacio-nes míticas que se des-plazan por una ruta cós-mica y mágica, en don-de su visión del mundo se condensa entre el do-lor de la existencia y los lenitivos celestes.”

Este Jacobo es un hombre intenso, un eco-logista, sabe de astrono-mía, conoce como po-cos el arte maya. Tam-bién co-fundador del gru-po Saker-ti. Quién sabe algo de ese grupo de jó-venes que en 1947 se or-ganizó para impulsar el arte, la música y la cul-tura? Saker ti significa en kaqchiquel amanecer. Pero es muy negra la no-che guatemalteca.

Jacobo pertenece a una familia de sobresa-lientes artistas.

Su padre, Rafael, fue el fundador de la Escue-la de Bellas Artes, la que

lleva su nombre. La tradición la continua-ron Jacobo y su her-mana Fantina. Pinta-ron murales, asesora-dos por Eduardo Abe-la, diplomático y artis-ta cubano en tiempos de Arévalo. Pero Fan-tina fue desaparecida en los setentas por las fuerzas oscuras y re-trógradas.

En Guatemala es-tamos demasiado ocu-pados con la diaria des-trucción y queda poco tiempo y espacio para el arte y la cultura. Al contrario, los artistas, los músicos, la gente de la danza, han mani-festado ahora su incon-formidad y piden más recursos a los políticos y a las autoridades. No hay presupuesto, dicen, y es cierto, pero lo peor es que no haya ideas en las instituciones pues carecemos de una po-lítica cultural coheren-te y consecuente. El ar-te no cuaja en un país salvaje, donde cortan cabezas, asesinan mu-jeres y donde hay ni-ños desnutridos, impu-nidad y corrupción.

Estamos a tiempo para darle un recono-cimiento nacional a Ja-cobo. Pero ¿quién pue-de iniciar este proce-so? ¿Los artistas, el Es-tado, la sociedad civil o la iniciativa privada? ¿Todos juntos? ¿Por qué nos cuesta ser ci-vilizados?

*Filósofo y antropólogo

Lo que enaltece al ser humano resul-ta casi nulo en una sociedad como la guatemalteca, ena-jenada, sumida en una miseria cultural lamentable.

TRES PREGUNTAS POLÍTICAS(INCÓMODAS Y POLÉMICAS)

* Doctor en Sociología Política

TRAGALUz

JACObO EN PARÍS

jaime barrios carrillo*[email protected]

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maNUel r. VillacorTa o.*[email protected]

OR JOJMá

Arena fue concebida en un escenario de guerra y con un gobierno cen-tralista-populista a quien enfrentarse. Mucho de su ideario sigue vigente; algunos principios fue-ron dejados de lado en diferentes gobiernos du-rante el ejercicio del po-der. Cuatro períodos fue-

ron mucho. La derrota electoral

y el casi morir fue duro y esas ocasiones son propi-cias para pensar, exami-narse desde afuera, ha-cer una autocrítica pro-funda, analizar el entor-no, identificar los acier-tos y errores cometidos, ver a futuro y definir el

pega, implementar el vo-to residencial, escoger a los diputados por distri-tos electorales. Revolu-cionario, loable.

Se comenta que se encuentra revisando su ideario y que uno de los dirigentes que redactó sus estatutos dijo: “Sólo los fanáticos no hacen re-visiones”. Dentro de esas revisiones se menciona reconocer errores de los gobiernos que favorecie-ron intereses particula-

res, distanciarse de los abusos. Muchas de las ideas que se ventilan co-mo progresistas –la sub-sidiariedad y solidaridad del estado, trabajar por la equidad, estrategias sociales de largo plazo y políticas contingentes para aliviar la pobreza, reglas claras del merca-do y control para que las empresas no abusen, en-tre otros– fueron su cre-

do durante el primer go-bierno de Arena, el de Al-fredo Cristiani.

La sabiduría y ha-bilidad de la dirigencia actual es conducir una renovación del partido, construir la Arena del si-glo XXI con una serie de jóvenes con pensamiento moderno, sin ofender ni espantar a los fieles y tra-dicionales en que basa su estructura de poder.

*Fragmentos tomados del editorial del sábado 28 de agosto

vOCES DEL MUNDO

ArENA EvOlucIONA La Prensa Gráfica, El Salvador

partido que el país nece-sita para los siguientes 20 años.

Una evolución impor-tante, concreta, son las propuestas de reforma electoral a partir del fa-llo de la CSJ. En reac-ción rápida propone más allá de lo esperado, en lí-nea con demandas larga-mente esperadas, una ley de partidos políticos con amplia transparencia en el origen y uso de fon-dos, prohibir la pinta y