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SESIÓN No. 1 CONCEPTO E IMPORTANCIA DE LA DIRECCIÓN Esta etapa del proceso administrativo es trascendental para el éxito de toda organización, ya que implica la consecución de una forma determinada de comportamiento por parte del recurso humano que integra la empresa, de tal manera que todo el personal realice una contribución real a los propósitos de la institución y exige de quienes la dirigen un adecuado ejercicio del liderazgo, el establecimiento de un sistema de comunicación oportuno que posibilite a todo el personal el trabajo en equipo y la coordinación de todos sus esfuerzos. Para que una empresa triunfe, no basta que se hayan establecido lineamientos perfectos a través de la planeación, se haya delineado una estructura organizaciones adecuada, se hayan obtenido los mejores recursos tanto humanos como técnicos, materiales o monetarios, es necesario llevar a la práctica las decisiones asumidas en las etapas de la planeación y la organización, así como lograr que el personal contratado realice su máximo esfuerzo y aproveche adecuadamente los demás recursos organizacionales; todo ello se realiza en esta etapa del proceso administrativo llamado dirección. La acción de dirigir gente en todo organismo es una función básica y de gran trascendencia, por lo que algunos tratadistas consideran que la dirección y administración son la misma cosa. Esto se piensa en gran parte porque al dirigir es cuando más se ejercen representativamente las funciones administrativas. A esta etapa se le ha denominado de diversas formas: Fayol la denominó mando, Certo la denomina influencia, Terry la llamó ejecución, pero cualquiera que sea su denominación, implica influir o inducir a los subordinados a que observen determinados comportamientos; se centra en el ejercicio del mando sobre el personal de la empresa, para que coopere en la consecución de los objetivos, para ellos intenta motivas a ese personal a dar los más altos niveles de desempeño. Por ello conceptuamos a la dirección como el conjunto de relaciones interpersonales en evolución continua, por las que el dirigente de un grupo busca guiar los esfuerzos y auspiciar la motivación de sus colaboradores, a fin de que sus actitudes y aptitudes se orienten al logro de los objetivos de la institución. La dirección constituye un proceso para guiar las actividades de los miembros de una organización en las direcciones apropiadas. Significa emitir instrucciones, asignación u órdenes y guiar o vigilar a los subordinados para asegurarse de que sigan las instrucciones; más que eso, dirigir es construir una fuerza de trabajo efectiva, motivar a

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Por ello conceptuamos a la dirección como el conjunto de relaciones interpersonales en evolución continua, por las que el dirigente de un grupo busca guiar los esfuerzos y auspiciar la motivación de sus colaboradores, a fin de que sus actitudes y aptitudes se orienten al logro de los objetivos de la institución. SESIÓN No. 1

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SESIÓN No. 1

CONCEPTO E IMPORTANCIA DE LA DIRECCIÓN

Esta etapa del proceso administrativo es trascendental para el éxito de toda organización, ya que implica la consecución de una forma determinada de comportamiento por parte del recurso humano que integra la empresa, de tal manera que todo el personal realice una contribución real a los propósitos de la institución y exige de quienes la dirigen un adecuado ejercicio del liderazgo, el establecimiento de un sistema de comunicación oportuno que posibilite a todo el personal el trabajo en equipo y la coordinación de todos sus esfuerzos.

Para que una empresa triunfe, no basta que se hayan establecido lineamientos perfectos a través de la planeación, se haya delineado una estructura organizaciones adecuada, se hayan obtenido los mejores recursos tanto humanos como técnicos, materiales o monetarios, es necesario llevar a la práctica las decisiones asumidas en las etapas de la planeación y la organización, así como lograr que el personal contratado realice su máximo esfuerzo y aproveche adecuadamente los demás recursos organizacionales; todo ello se realiza en esta etapa del proceso administrativo llamado dirección.

La acción de dirigir gente en todo organismo es una función básica y de gran trascendencia, por lo que algunos tratadistas consideran que la dirección y administración son la misma cosa. Esto se piensa en gran parte porque al dirigir es cuando más se ejercen representativamente las funciones administrativas. A esta etapa se le ha denominado de diversas formas: Fayol la denominó mando, Certo la denomina influencia, Terry la llamó ejecución, pero cualquiera que sea su denominación, implica influir o inducir a los subordinados a que observen determinados comportamientos; se centra en el ejercicio del mando sobre el personal de la empresa, para que coopere en la consecución de los objetivos, para ellos intenta motivas a ese personal a dar los más altos niveles de desempeño.

Por ello conceptuamos a la dirección como el conjunto de relaciones interpersonales en evolución continua, por las que el dirigente de un grupo busca guiar los esfuerzos y auspiciar la motivación de sus colaboradores, a fin de que sus actitudes y aptitudes se orienten al logro de los objetivos de la institución.

La dirección constituye un proceso para guiar las actividades de los miembros de una organización en las direcciones apropiadas. Significa emitir instrucciones, asignación u órdenes y guiar o vigilar a los subordinados para asegurarse de que sigan las instrucciones; más que eso, dirigir es construir una fuerza de trabajo efectiva, motivar a cada empleado y obtener de esta forma que trabajen con voluntad y entusiasmo para lograr los objetivos de la compañía.

La dirección es parte del trabajo de todos los administradores, así sea el presidente de la compañía, el gerente de ventas regional, o el supervisor de un departamento, todo individuo que tiene a su cargo un grupo de subordinados, sin importar su número, debe dirigir. Lógicamente de acuerdo con su área de circunscripción, el contenido, la temporalidad y la amplitud de sus operaciones serán diferentes. Mientras que en un nivel alto su campo de acción lo será toda la organización, en un nivel intermedio lo constituirá un área funcional y en un nivel operacional su amplitud aborda cada operación que se realiza por separado. Asimismo, en cuanto a temporalidad, la dirección en los altos niveles será orientada a largo plazo, en el nivel intermedio lo será a mediano y en el operacional, a corto plazo. Por último, en cuanto al contenido, en los niveles altos será genérico, el grado de detalle será más específico y analítico en los niveles inferiores.

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Otro aspecto importante a considerar lo constituye el hecho de que la dirección se aplica tanto en lo individual como en lo grupal. Es decir, es necesario dirigir a cada miembro de la organización considerando su personalidad, y existe la necesidad de dirigir a los miembros considerándolos como grupo. En este último sentido los esfuerzos de la dirección deberán ir encaminados a que todo el personal trabaje como un verdadero equipo de trabajo.

La importancia de la dirección radica en: Que pone en marcha los lineamientos establecidos en la planeación y la

organización. Sin acción, todos esos lineamientos se convertirían en meros sueños.

A través de ella se logran las conductas más deseables por parte de los miembros de la organización.

Una dirección eficiente repercute directamente en la productividad de la empresa.

Su calidad se refleja en el logro de los objetivos, en la calidad de los productos y servicios que se ofrecen a la comunidad y, por último, en la calidad de vida laboral de todos los que integran una organización.

Las personas y su dirección son el factor diferencial más importante en las empresas de hoy, y su gestión se ha convertido en el principal factor capaz de generar ventajas competitivas.

La dirección se refiere a problemas humanos, principalmente. Por ello se afirma que cuando la dirección de un organismo social (público o privado) acciona en un sentido, positivo o negativo, todo el personal opera en este sentido.

Con cuánta frecuencia escuchamos: “cuando la cabeza funciona mal, todo el organismo opera mal”. Esto quiere decir que de la misma forma que en un humano el cerebro, que es el órgano que rige la conducta de todo el cuerpo, se encuentra en la cabeza, quienes ejercen la dirección en una empresa constituyen el cerebro de la misma, por eso es importante considerar, cada vez en mayor medida que toda empresa requiere directivos que sepan dirigir.

Para ser un buen dirigente se deben tener en consideración los siguientes principios:

PRINCIPIOS DE LA DIRECCION

1. Coordinación de intereses. La dirección será eficiente en tanto se encamine al logro de los objetivos generales de la empresa. Estos sólo podrán alcanzarse si el personal se interesa en ellos, y se facilitarán si sus objetivos individuales e intereses personales son satisfechos al conseguir las metas de la organización y si éstas no se contraponen a su autorrealización.

2. Impersonalidad de mando. El ejercicio de una autoridad surge como una necesidad de la organización para obtener resultados; no de la voluntad personal o arbitraria.

3. De la supervisión directa. Se refiere al apoyo y comunicación que debe proporcionar el dirigente a sus subordinados durante la ejecución de los planes, de tal manera que éstos se realicen con mayor facilidad.

4. De la vía jerárquica. Postula la importancia de respetar los canales de comunicación establecidos en la organización formal, de tal manera que el emitirse una orden se transmitida a través de los niveles jerárquicos correspondientes.

5. De la resolución del conflicto. Indica la necesidad de resolver los problemas que surjan durante la gestión administrativa en el momento que

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aparezcan evitando que dichos problemas se propaguen y creen problemas colaterales más graves.

6. Del aprovechamiento del conflicto. Este principio aconseja el análisis del conflicto y su aprovechamiento mediante el establecimiento de opciones distintas a las que aparentemente puedan existir.

Para dirigir es necesario tener en cuenta a las personas tal como son, con sus conocimientos (lo que saben), sus capacidades (lo que pueden hacer) y sus voluntades (lo que quieren con el fin de transformarlas incrementando sus conocimientos, mejorando sus capacidades, corrigiendo sus hábitos y modificando sus comportamientos.

Un aspecto vital en la dirección es el hecho de que dirigir es “hacer hacer” siendo responsables de lo que hagan otros. Para los matemáticos, hacer al cuadrado.

A multitud de dirigentes les encanta “hacer”, y cuanto más hacen mejor, porque así se sientes “ocupados”, consideran que dan todo lo que pueden y no se les puede pedir más. Por sus laboriosidad se olvidan de que mientras ellos están tan ocupados “haciendo” lo que corresponde a un colaborador, se produce un vacío de dirección y nadie se ocupa del hacer hacer.

El hacer hacer supone que cada colaborador “sepa” lo que tiene que hacer y que lo hago, y una vez que lo está realizando, “dejar hacer”, interfiriendo lo menos posible y aceptando los riesgos de que se puedan equivocar.

El ejercicio de la dirección tiene también un componente de “servicio” a los colaboradores, por lo que dirigir es servir a los colaboradores para que logren las metas establecidas. Esto quiere decir que quien dirige está al servicio de los miembros de su equipo y no a la inversa. Su misión es lograr que se logren los objetivos previendo todo tipo de incidencia que impida el referido fin.

ERRORES BÁSICOS EN LA DIRECCIÓN

No es fácil dirigir bien. Muchas veces por inexperiencia, o por falta de preparación. Los errores que se cometen con mayor frecuencia son:

La dirección por improvisación. Como no se efectúan las previsiones pertinentes al surgir dificultades se ponen parches y remedios fuera de tiempo con costos y trastornos sumamente elevados.

La dirección por ensayos. No se sabe bien lo que se quiere, se actúa efectuando pruebas y ensayos de acciones hasta lograr resultados positivos, o sea, hasta dar en el blanco por casualidad.

La dirección por urgencias. No hay objetivos ni prioridades y el criterio de actuación es la urgencia, según se van presentando se actúa; o bien, cuando hay una urgencia sea importante o no, se alteran los programas de actuación existentes y se pone a trabajar en ella.

La dirección por acontecimientos. Muy próxima a la anterior. En este caso no es la urgencia la que manda sino el acontecimiento que se presenta en un momento determinado y concentra la actuación de todo un equipo de personas. Muy frecuentemente se origina por acciones de la competencia a la que hay que responder.

La dirección por sobresaltos. Se produce cuando se tiende a reaccionar ante cualquier problema nuevo como si fuera el más importante. Se asusta a todo el equipo directivo haciendo que todos alteren sus prioridades y se pongan a trabajar en la solución del incidente.

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Por lo anterior, se puede concluir que estos errores se cometen por la falta de realización de las diversas etapas del proceso administrativo, o bien porque aun habiéndolas realizado, nos e toman en cuenta en el momento de actual.

Esto quiere decir que aun cuando se han formulado los diferentes planes, éstos no se toman en cuenta; habiéndose definido las responsabilidades correctamente, a la hora de actuar no se ajustan a lo previsto por la organización y así sucesivamente en las otras fases del proceso administrativo.

EL ARTE DE DIRIGIR

Saber qué se quiere lograr. Es necesario tener bien presentes los objetivos que queremos lograr, una visión del “proyecto” que pretendemos alcanzar y desarrollar una actuación por prioridades, lo que requiere distinguir lo principal de lo secundario.

Mostrar cómo hacerlo. Es obligación del dirigente facilitar a los colaboradores el ejercicio de su actividad. Se deben organizar adecuadamente los recursos técnicos y humanos disponibles adiestrándoles en forma conveniente y potenciando el trabajo en equipo.

Dejar que lo intente. Una vez que se ha señalado lo que hay que hacer y cómo hacerlo debemos dejar que lo hagan. Es posible que surjan dificultades y se cometan errores, de unas y otras adquirirán experiencia y madurarán profesionalmente.

Observar el rendimiento. Durante la ejecución, el papel de un directivo será la debida coordinación de los colaboradores que resuelven los imprevistos que se presenten; su función principal será la de estar al servicio de los colaboradores para resolver los problemas que puedan presentarse, motivarles y facilitar el logro de sus objetivos.

Medir los progresos. Se debe tener un sistema de medición adecuado para evaluar lo que se ha hecho bien y lo que se puede mejorar con el fin de que adquieran experiencias positivas.

Los directivos que pretendan ser eficaces deben conocer a su personal lo suficientemente bien para dar la respuesta apropiada a las demandas que las habilidades siempre cambiantes de sus colaboradores exigen en todo momento.

Por último debemos señalar lo que un jefe espera de sus colaboradores y los que éstos esperan de su jefe.

Lo que el jefe espera de sus colaboradores: Buen desempeño de las tareas, resultados satisfactorios, eficacia en la labor

que desarrolla. Iniciativa. Propuestas de mejora. No esperar a que el jefe indique en cada

momento lo que se tiene que hacer. Colaboración con el jefe y sus compañeros. Responsabilidad. Profesionalidad. Lealtad y obediencia. Cordialidad y respeto Afán de superación

Lo que los colaboradores esperan de su jefe: Que les dirijan con eficiencia. Se les señale claramente lo que tiene que

hacer, que los guíe hacia objetivos y metas concretas. Delegación y autonomía. Una vez que se les ha indicado sus deberes, que

se les dé cierta iniciativa en el desarrollo de su cometido.

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Liderazgo. Que el jefe sea un verdadero líder. Que se haga seguir por su valía personal.

Competencia profesional. Que tenga los conocimientos requeridos para comprender la problemática de sus colaboradores.

Estímulo y apoyo en los momentos difíciles. Comunicación clara y adecuada. Que se les escuche cuando precisan. Que

sea accesible para sus colaboradores. Confianza en sus colaboradores. Que se les defienda en situaciones de

conflicto. Que no los critiquen a sus espaldas. Honestidad, sinceridad y ejemplaridad. Que cumplan las normas de

disciplina que imponen. Una valoración justa de su actuación. Información Equilibro emocional. No depender del humor del jefe.

En resumen, para realizar una dirección eficaz se requiere una serie de habilidades interpersonales, entre ellas:

Liderazgo Comunicación Motivación.

Benavides, R. J. (2004) ADMINISTRACIÓN. México D.F., McGraw-Hill