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SESION 4.a EXTRAORDINARIA, EN :MIERCOLES 26 NOV. 1952
(Sesión' de 15 a 16 horas)
PRESIDENCIA OEL SEÑOR TAPIA
INDICE GENERAL DE LA SESION
l.-Sumario del Debate. n. -Sumario de Documentos.
III. -Actas de las Sesiones Anteriores. IV.-Documentos de la Cuenta. V. -Texto del Debate.
I. - SUMARIO DEL DEBATE
1.----Se da lectura a una comunicación del señor Ministro de Relaciones Exteriores.
2. --Continúa la discusión del proyecto que deroga la ley N.o 8987, sobre Defensa Permanente de la Democracia. y queda pendiente el debate.
11. - SUMARIO DE DOCUMENTOS
1.-Oficio del señor Ministro del Interior. en que da respuesta al que se 'le dirigió en nombre del señor Salum. sobre aumento de la dotación de microbuses del recorrido "Mapocho-La Granja-La Pintana".
2 .-Oficio del señor Ministro de Relaciones Exteriores en que manifiesta las razones por las cuales no podrá concurrir a la presente sesión.
3. -Informes de la Comisión Especial de Solicitudes, recaídos en varios asuntos de interés particular.
4. -Presentación suscrita por treinta y dos señores Diputados en que piden se Ile-
ve a efecto la presente sesión, con el objeto de oír a los señores Ministros del Interior y de Relaciones Exteriores respecto de la política del Gobierno frente al Comunismo y a la vigencia de la Ley de Defensa PermanEnte de la Democracia.
III. - ACTAS DE LAS SESIONES ANTERIORES
Las actas de las sesiones 76.a. 77.a. ·78.a, 79.a, y 8a.a, ordinarias y la extraordinaria celebradas el martes 28 de octubre. de 16.15 a 19.23 horas, y 20.15 a 20.25 horas; el miércoles 29, de 16.15 a 20.27; el jueves 30. de 20.15 a 1.55 horas del día viernes 31; este último día. de 10.15 a 13 horas, y el miércoles 19 de noviembre. de 16.15 a 16.28 horas. quedaron a disposición de los señores Diputados.
IV. - DOCUMENTOS D.E LA CUENTA
N.o l.-OFICIO DEL SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR.
i "N.o 3.527.- Santiago. 25 de Noviembre de
1952. Por oficio N.o 957. de 19 de noviembre en
curso. el Director General de Transporte y Tránsito Público dice a este Ministerio lo siguiente:
"En cumplimiento a lo dispuesto en providencia N.O 9406. informo a USo lo siguiente, en relación con 'la petición hecha por el señor DiputadO don Marco Antonio Salum Ya-
]k2 CAMAHA DE DI PUT ADOS
zigi, en sentido de considerar la posibilidad de aumentar la dotación de los microbuses del recorrido "Mapocho-La Granja-Pintana":
La Línea "Mapocho-La Granja-Pintana" tiene una dotación de 20 máquinas, dotación que esta Dirección se ha preocupado de mantener completa, agregándQile algunas máquinas cuando por motivo de desperfectos u otros han disminuído las que sirven el sector indicado.
Por el momento no es posible aumentar la dotación de dicha línea, debido a la carencia de máquinas que afecta, en general, a los diversos recorridos de Santiago, sin embargo, tan pronto como se cuente con material, esta Dirección no tendrá inconveniente en tratar de aumentar la movilización del mencionado sector".
L-O que me es grato transcribir a V. E .. para su conocimiento y fines que estime procedentes, con relación a'l oficio N.o 2.366, de 22 de octubre último, de esa Honorable Corporación.
Saluda atentamente a V. E.
(FdoJ: Guillermo del Pedregal".
N.O 2.-0FICIO DEL SEÑOR MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES.
"N. o 0,910.- Santiago. 26 de noviembre de ]952.
He tomado conocimiento de que esa Honorable Corporación, a solicitud de 32 señores Diputados, celebrará una sesión especial el día de hoy, de 14.45 a 16 horas. con el objeto de oírme sobre la política del Gobierno frente al Comunismo y a la vigencia de la Ley de Defensa Permanente del Régimen Democrático.
Siendo indudable que, dada la naturaleza de su cargo, corresponde al señor Ministro del Interior y no al suscrito, ser el vocero autorizado del Gobierno sobre cualquiera política de orden genera!l, que no sea la específica de los restantes Ministerios, me ha parecida necesario excusarme de concurrir a la referida sesión y sugerirle a la Honorable Cámara que tenga a bien oír a¡l señor Ministro del Interior sobre las materias que en dicha sesión se tratarán.
Aprovecho esta oportunidad para expresar a la Honorable Cámara de Diputados 'las seguridades de mi más alta y distinguida consideración.
(Fdo.): Arturo Olavarría".
N . o 3, -INFORME DE LA COMISION ESPECIAL DE SOLICITUDES PARTICULARES.
1 Cincuenta y nueve informes de la Comi-
sión Especial de S<J!licitudes Particulares; El primero, reeaído en un Mensaje de Su
Excelencia el Presidente de la República, que concede pensión a don Eloy Mora Avalas,
Los treinta y dos siguientes, recaídos en los proyectos remitidos por el Honorable Senado que conceden a las personas que se indican. los siguientes beneficios:
,Don Félix Jara Mendiluce. reconocimiento de servicios;
Doña Benilde Osses Catalán viuda de Aburtoo pensión;
Don Samuel Olivares Montenegro, diversos beneficios;
Doña Sara Duarte Araya viuda de Gaarn. diversos beneficios;
Don Carlos Ferreira Martínez, diversos beneficios;
Doña Desdémona Gómez viuda de Araya, pensión;
Don Benj amín Gómez Herrera, pensión; Don Luis González Muñoz, reconocimiento
de servicios; Don Guillermo Muñoz Cristi, reconocimien
to de servicios; Don Jorge Orrego Pue.Jma. reconocimiento
de servicios; Don Bartolomé Palacios Silva, diversos be
neficios; Don Jorge Parra Ibáñez. diversos benefi
cios; Don Juan Eliseo Pradenas Parada, aumen
to de pensión; Doña Vitalia, Delia y María Rodríg'uez Se
ñoret, aumento de pensión; Don Arturo Santelices Fuenzalida, recocí
miento de servicios; Doña Blanca Vega viuda de Schaffner, au
mento de pensión; Doña Ester Vallejos viuda de Ross, pen
sión; Don Alonso Urrutia Guzmán, reconoci
miento de servicios; Doña Rosario Silva Roa. viuda de Neira,
pensión; Don José Zenón Sandoval Fuentealba, pen
sión; Doña Rosa Ruminot Bahamondes, pensión; Doña Angela Rojas viuda de Salinas e hijos
menores. pensión; Don Armando Rodríguez Valenzuela, pen
sión; Don Basilio Rodríguez Fuentealba, pen
sión; Don Andrés Avelino Palma Vallejos, pen
sión; Don Luis Armando Oyarzún Ascui, recono
cimiento de servicios; Don Hermógenes Muñoz Cabezas, recono
cimiento de servicios; Don Enrique Muñoz Arríeta, aumento de
pensión; . Doña Hermínia, doña María del Carmen
y doña Teresila Moreno Blight, aumento de pensión;
Don Héctor Gustavo Molina Flores, diversos beneficios;
Don Jorge Marín Diabuno, abono de servicios;
;:';I~Slt)N 4.a EXTRAORDINARIA, EN 1\nERCOI~ES 26 DE NOVIEMBRE DE 1952 ]83
Don Rol::mdo Leiva Leiva, reconocimiento de 'servicios;
Los dieciséis siguientes, recaídos en las mociones con que los diputados que se indican ',nician los proyectos de ley que conceden ;os beneficios que se señalan, a las siguientes personas:
El] Honorable señor Valdebenito, reconocimie"to de tiempo a don Eduardo López Contreras:
Ell Honorable señor Donoso, aumento de pensión a doña María Moreno Diaz Valdés;
El Honorable señor Jensen, reconocimiento de t:empo a don Víctor Torrealba Villota;
El Honorable señor Ferrada. pensión a doña Emma Susana del Carmen Silva viuda de Davidson;
E'l Honorable señor Yáñez Velasco. pensión a do:;a Ema Sánchez viuda de Díaz:
El Honorable señor Gardeweg, reconocimieto de tiempo a don José Emilio Rojas;
El Honorable señor Barra, derecho a jubilar a don Enrique Ramírez Rodríguez;
El Honorable señor Montané, pensión a doña Amelía Quezada Muñoz y a doña María Elena Salas Quezada;
El Honorable señor Valdebenito, diversos benef:cios a don Guillermo Quiroga Gonzá-1ez;
El Honorable señor Jensen, determinados benefié!ios a los pilotos aviadores del primer curso de la Escuela Militar de Aeronáutica;
El Honorable señor Coloma, diversos beneficlOs a don Francisco Pascual Hurtado;
El Honorable señor Jiménez, l'econocimieljto de servicios a doña Victoria Ortega Quezada;
El Honorable señor Valdebenito, reconocimiento de servicios a don Alfredo Olmedo Vargas:
De los Honorables señores Lea-Plaza y Torres aumento de pensión a doña Agüeda Novoa Soto;
El HonorablE señor ACharán, pensión a doña Gervasia Jaramillo JaramiUo.
El Honorable señor Mejías, reconocimiento de tiempo a don Gonzalo Rahausen JiInénéz.
Los diez últimos, recaídos en las presentaciones en que las personas que se indican solicItan los siguientes beneficios:
Doña Luz Bontes Ve lasco de SChmidt, pensión;
Doña Ludgarda Hodar Mery, pensión; rechazado;
Don Miguel Bascuñán Olavarría, aumentu de pél1sión; rechazado;
Don Mateo Vega, pensión; rechazado; Doña Teresa MOl1l'eal viuda de Novoa, pen
sión; Don Francisco Videla de La Lastra, reco
nocimiento de tiempo; Do:r.a Elena Ríos Muñoz y Yolanda Muñoz
Ríos. 'Pensión; Don Sixto Olavarría AndTade, reconoci
mient.o de servicios;
Doña Brunilda Norambuena Valenzuela. reconocimiento de servIclOs, y
Don Manuel Mejías González, pensión de gracia;
N.O 4.-PETICION DE SESION.
"Santiago, 25 de noviembre de 1952. En uso de la atribución que nos confim:e
el artículo 81 del Reglamento, solicitamos de V. E. se sirva citar a sesión para 0'1 día 26 de noviembre, de 14.45 a 16 horas, a fin de oír a los señores Ministros del Interior y de Relaciones Exteriores respecto de la política del GobiErno frente al Comunism() y la vigencia de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia.
Saludan atentamente a V. E. (Fdos.): Camilo Prieto, Guillermo Donoso,
Juan Peñafiel, Ernesto Jensen, Alfredo lllanes, Esteban Iturra, Domingo Cuadra, Jorge Errázuriz, Hugo Zepeda, Miguel Huena, Alfonso Campos, Fernando Vial, Bernardo Larraín, Juan Valdés, Mario Tagle, Pablo Aldunate, Edecio García, Luis Valdés, Alejandro Pizarro, Norberto Ladrón de Guevara, Ramón Noguera, Orlando Sandoval, Carlos Izquierdo, Luis Ferrada, Pedro Medina, Manuel Moller, Humberto Aguirre D. y Luis Martínez".
V. - TEXTO DEL DEBATE
-Se abrió la sesión a las 15 horas.
El señor TAPIA (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
Las Actas de las sesiones 76, a, 77. a, 78. a, 79. a, y 80. a extraordinarias y 1. a ordinaria, quedan aprobadas por no haber merecido observaciones.
Se va a dar la Cuenta.
El Secretario da cuenta de los asuntos llegados a Secretaría.
El señor TAPIA (Presidente).- Terminada la Cuenta.
1. -LECTURA DE UN DOCUMENTO DE LA CUENTA.- OFICIO DEL SE:NOR MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES.
El señor Donoso. - Pido la palabra, sobre la Cuenta, señor Presidente.
El señor TAPIA (Presidente). - Tiene la; palabra Su Señoría.
El señor DONOSO. - Solicito, señor Presidente, que se dé lectura al oficio enviado por el señor Ministro de Relaciones Exteriores en el cual se excusa de asistir a la presente sesión.
El señor TAPIA (Presidente).- Solicito el asentimiento de la Sala para que se dé lectura al documento a que se ha referido el Comité Liberal.
184 CAMARA DE DIPUT .AnOS
Acordado. El señor GOYCOOLEA (Secretario).- Di
ce el oficio: "HONORABLE CAMARA: He tomado conocimiento de que esa Hono
rable Corporación, a solicitud de 32 señores Diputados, celebrará una sesión especial el día de hoy, de 14.45 a 16 horas, con el objeto de oírme sobre la política del Gobierno frente al comunismo y a la vigencia de la Ley sobre Defensa Permanente del Régimen Democrático.
Siendo indudable que, dada la naturaleza de su cargo, corresponden al señor Ministro del Interior, y no al suscrito, ser el vocero autorizado del Gobierno sobre cualquier política de orden general, que no sea la específica de los restantes Ministerios, me ha parecido necesario excusarme de concurrir a la referida sesión y sugerirle a la Honorable Cámara, que tenga a bien oír al señor Ministro del Interior sobre las materias que en dicha sesión se tratarán.
Aprovecho esta oportunidad para expresar a la Honorable Cámara de Diputados las seguridades de mi más alta y distinguida consideración.- (Firmado).- Arturo Olava
rría".
2.-DEROGACION DE LA LEY N.o 8,987, SOBRE DEFENSA PERMANENTE DE LA DEMOCRACIA.
El señor TAPIA (Presidente).- Entrando al objeto de la presente sesión, corresponde ucuparse de la política del Gobierno frente al comunismo y a la vigencia de la Ley de Defensa de la Democracia.
Tiene la palabra el señor Ministro del Interior.
El señor DEL PEDREGAL (Ministro del Interior).- Señor Presidente, Honorables Di· putados, a pesar de que recibí la invitación de la Honorable Cámara sólo a las doce de la noche recién pasada, me apresuré a traer
. la palabra del Gobierno frente a este debate, porque comprendo perfectamente la inquietud de los Honorables Diputados, especialmente la que domina a algunos de ellos.
Mientras realizábamos la campaña electoral que llevó al triunfo al candidato, General don Carlos Ibáñez del Campo, pudimos apreciar que en el pueblo de Chile, en todas sus clases, existía un anhelo y un deseo bastante ferviente de que la Ley de D.efensa Permanente de la Democracia fuera derogada. El candidato, que sabía que representaba las esperanzas del pueblo de Chile, formuló la promesa de preocuparse de derogar esta ley, en el caso de triunfar. Pero el Pre· sidente actual, candidato entonces, quiso conocer por qué el pueblo anhelaba y pedía esta derogación.
Así, supo que la Ley de Defensa Permanen. te de la Democracia había intervenido en las organizaciones sindicales del país, en forma
que producía inquietud en el seno de la clase obrera. Se había ido en su aplicación mucho más lejos de lo que pensaron los que la aprobaron: se desquició casi totalmente el gremialismo y se realizó una acción represiva, orientada muchas veces por venganzas de círculo y de personas, que llegaron a establecer verdaderos campos de concentración en el país _ La ley transformó a un grupo ele ciudadanos en verdaderos parias de la República, no sólo en lo que se refiere a sus derechos cívicos, sino que también en lo que dice relación con su trabajo y su alimentación y la de los suyos, a que todos los chilenos tienen derecho.
En esta persecución se llegó a límites ina uditos que provocaron la incertidumbre de muo chos hogares, porque, al ejercerla, ya no se distinguió a los elementos de extrema Izquierda, desde el momento en que sobre cualquier sector obrero podía precipitarse, en un momento dado, la acción desorbitada e inj uso ta del Gobierno.
Estas eran las causas, Honorables Diputados, por las cuales el pueblo, la clase obrera, pedía intuitivamente la derogación de esta ley.
Por otra parte, el Gobierno actual ha considerado que, para defender la democracia en un país, no es necesario acudir a leyes represivas, a decretos y declaraciones de igual naturaleza _ La mejor defensa de la democracia consiste en prestigiarla, en hacer grandes sus instituciones, en eliminar de ella la corrupción, la injusticia y la inmoralidad, y. al mismo tiempo, en excluir del régimen democrático mismo aquellos miles de abusos que se han introducido en él, en el transcurso de los años, produciendo una honda diferencia de clases en lo económico y en lo social' que no lo prestigian. Creemos que se defiende mejor a la democracia eliminando (',-;os vicios y prestigiándola_
Esta es la labor que quiere realizar el Gobierno actual; pero, al mismo tiempo, advierte y considera que mientras estas luchas doctrinarias e ideológicas se mantengan en el plano que les corresponde, todas ellas serán respetadas.
La Constitución y las leyes encuadran perfectamente a los propagandistas y ejecutores de estas doctrinas dentro de un campo en que el Gobierno los puede controlar. Saben los Honorables Diputados que, junto con la derogación de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, nace o renace íntegramente la Ley de Seguridad Interior del Es· tado.
El señor MELEJ.- No, señor Ministro, si la ley no lo dispone expresamente.
El señor DEL PEDREGAL (Ministro del Interior).- El Gobierno estima que es .sufí ciente aplicar esas disposiciones para mantener las luchas ideológicas en el campo queles corresponde; pero, si así no fuera, tamo
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bién la Constitución, atenta a las necesidades efectivamente permanentes de la Democracia, da al Gobierno la facultad de venir ante vosotros a pedir las facultades extraordinarias necesarias para defenderla. Y estoy cierto de que, en tal caso, Sus Señorías, una vez más, darán esa arma al Gobierno.
Por eso, el Gobierno actual se ha permitido incluir en la Convocatoria Extraordinaria de este período el proyecto sobre derogación de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, no sólo como un acto de cumplimiento de lo que prometió al país en el período electoral, sino que convencido de que satisface así un anhelo que está muy dentro del corazón del pueblo chileno.
Es todo lo que puedo decir a los Honorables Diputados, en nombre del Gobierno.
El señor TAPIA (Presidente).- Ofrezco la palabra al Comité Liberal.
El señor DONOSO. - Pido la palabra, se· ñor Presidente.
El seflOr TAPIA (Presidente). - Tiene la palabra el Honorable señor Donoso.
El señor DONOSO.- Señor Presidente, en la sesión que la Honorable Cámara celebró ayer en la tarde, con el objeto de continuar discutiendo el proyecto que deroga la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, el Diputado socialista señor Aniceto Rodríguez nos planteó en líneas generales el pensamiento del Gobierno sobre esta materia.
Pero, señor Presidente, a pesar del respeto que nos merece el Honorable Diputado socialista y de la elocuencia de sus palabras, queríamos tener el testimonio oficial del Gobierno frente a la política que en esta materia pensaba adoptar. Lo queríamos, señor Presidente, porque nos parece que en un asunto que es estrictamente de orden pÚblico, el cual se relaciona directamente con las funciones que la Constitución Política del Estado entrega al Presidente de la República, es el Gobierno, representado por sus auténticos personeros, quien debe llegar hasta esta Corporación a expresar el alcance de sus prop6sitos y sus ideas sobre esta materia.
Hemos escuchado ahora al sei¡or Ministro del Interior, quien nos ha hablado de que el Gobierno incluyó en la Convocatoria este proyecto para derogar la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, para satisfacer una aspiración del pueblo y para ser consecuente con su línea política y electoral.
Aplaudo que así haya sido, señor Presidente, y lo aplaudO porque le encontraba toda la razón al Honorable Diputado señor Rodríguez cuando en el día de ayer nos hablaba de la necesidad de ser consecuentes en política y dirigía tan duras diatribas hacia otro grupo de personas cuyos nombres ignoramos, pero que caían bajo las palabras acusadoras del Honorable parlamentario.
Creemos que en este país deben clarificarse las ideas: creemos que es indispensable
que cada cual asuma sus propias responsabilidades, y que cada cual exprese con exactitud, con verdad su pensamiento.
De aquí es que yo quiera recoger, con' la mejor benevolencia, las expresiones del señor Ministro del Interior, pronunciadas en esta tarde.
mee el señor Ministro que la Ley de De" fensa Permanente de ,la Democracia ,fué aplicada con criterio de venganza y de círculo contra determinadas personas.
He oído, señor Presidente, muchas quejas respecto de las pequeña.'; o grandes injusticias que se cometieron a través de esta leY.
Toda legislación, Honorable Cámara. por completa y justa que sea, da lugar a qu{' los hombres, dE;bido a las imperfecciones de su espíritu, cometan errores; pero, señor Presidente, llasta nosotros no ha llegado h:lsta hoy ningún caso concreto de este espírih; de venganza de círculo y de personas qu'? el señor Ministro denuncia ante la Hono:-able Cámara, como el sello indeleble que ha marcado en la República el sentido exacto tie la aplicación de la Ley de Defensa Permal:.ente de la Democracia.
Creemos que este cargo es grave, y por la g-ravedad que envuelve, desearíamos que este nuevo Gobierno, que está dispuesto a des" correr el velo de cuanta cosa se presenta en su camino, nos precisara con hechos concretos la acusación que ahora formula en forma anónima e indeterminada.
El señor Ministro. también, como justificación del proyecto de derogación de 12. Ley de Defensa Permanente de la Demor,acía, nos h8.bló de los campos de concentritdón que se habrían establecido a lo largo del país. de la desgT3 cia de algunos ciudadanos tL111S
formados en parias de la sociedad. de :J. incertidumbre que habrían sido víctima todos los hogares. Nosotros. con anterioddad. en folleto~ de nropaganda y en páginas literarias publicadas en el interior y exterior del país, habíamos conocido esta denuncia, fQf'ro ia habíamos tomado como un acto de difamación contra el honor nacional.
El señor OJEDA. '- Su Señoría no he. estado en el Norte.
El señor DONOSO.- No conocemos ningún hecho concreto que justifique estos caracteres tan alarmantes que nos presen~a el señor Ministro como consecuencia de la, aplicación de 18 Ley de Defensa Permanen~e de la Democracia.
La Honora ble Cámara designó una Cor~lisión en su seno para que estudiara la situación de las personas relegadas en Plsagua. sin que esta Comisión constatara hechos seme.iantes.
El señor VALDES LARRAIN.- ¿Me permite una interrupción. Honorable Diputadü?
El señor DONOSO. - Con todo gust~ El señor V ALDES LARRAIN. - Por lo de
más, la acusación del señor Ministro demues" tra que desconoce totalmente el problema,
CA}IAHA DE D LPUT ADOS
ya que el campo de concentración de Pisagua fué muy anterior a la Ley de D€:fensa de la Democracia.
El señor DONOSO.- No nos llegaron aquí estos ant€cedentes que ahora trae el señor Ministro del Interior, y. dentro de nuestro propósito de que se haga plena luz de todos los hechos, quisiéramos que se precisaran con toda exactitud, con casos y nombres propios, con sit.uaciones perfectamente determinadas. Porque. si queremos salvar nuestra democracia, si queremos perfeccionar nuestras institucione;" necesitamos tomar medidas enérgicas frente a los hechos. evitar la consumación elE' nuevos errores, impedir que se cometan abusos. Para encontrar estos remedios, tenemos que conocer las experiencias vivida" anteriormente, que el señor Ministro solamente las insinúa, pero no las presenta en ~ arma clara esta tarde,
Se110r Presidente. las afirmaciones del señor Minis! ro nos parecieron especialmente extr3.ÍÍas cuando expresó que se debía derogar la Ley de Defensa Permanente de la Democracia porque había producido el desquiciamiento casi :útal del gremialismo en el país.
Yú n.e pregunto. Honorable Cámara: ¿Qué es lo ~~Fe se encubre detrás de estas palabras del seüor Ministro del Interior? Lo~ Que hemos vivido y sufrido los quebran
tos dE ~os últimos años de nuestra democracia h~mos visto que toda disciplina fué destruida 3. través de la acción de los gremios. orgu]jü~os de su poder. Que en su prepotencia no t!'epidaron en atentar contra los Poderes Públicc5 y en poner en peligro las instituciones L::c:amentales de la República.
No ':e:TiOS en qué forma esta ley haya daüado tI gremialismo, en el país. salvo que el sel1o1' ?vIbiEtro al emplear estos términos quien' expresar que la Ley de Defensa Permar.2!:re de la Democracia destruyó la tiranía ,j;',clícal que en todo el territorio nacional t.ie:·CÍa anteriormente el Partido Comunista.
Si ha querido expresar esto, podemos decir que é'f·:-;~~iYamente esta ley fué un arma podercsa '°1):1:1'a esa tiranía sindical.
Prr;, yo creo que este Gobierno. como cualc¡uit':, ,:~.;·o Gr¡bierno democrático. no pretenderá =¿;¡P se vuelva a semejante régimen despótico. Qll·e atentaba contra los más elementaleE ~nel'O~ de los trabajadnres chilenos.
¿Oh':r:la el señor Ministro lo que sucedía en Lota 0 ¿ Olvida lo que sucedía en cada faena iJ~[;:¡s:rial o minera 0 I,No sabe el señor Ministr_, cómo el Partido Comunista impedía, dent:::; '1 e- las organizaciones de trabajadores, que ,~ ~scuchara toda voz que no fuera de somcL:l1iento incondicional a los deseos de las elirec'i':a.~ de est.a· colectividad política internacior:~j, impartidas desde el extranjero?
El señor GALLEGUILLOS.- ¿Me permite una interrupción, Honorable Diputado?
El señor TAPIA (Presidente). - Ruego al serlOr Diputado no interrumpir.
El señor DONOSO .-' ¿Olvida el señor Ministro que en las faenas mineras hubo vidas de obreros chilenos que se sacrificaron como consecuencia de. esta tiranía sindical?
El señor GALLEGUILLOS.- Yo quería preguntarle a Su Sefioría en qué faena de Lota trabajó Su Sefíoría.
El señor DONOSO .. - ¿O no tiene importancia para el sefíor Ministro que haya habielo Generales ele nuestro Ejército y parlamentarios de esta Honorable Cámara que no pudieron llegar hasta los sitios donde el Partid/) Comunista lo impedía?
Ahí sí que esta ley operó contra la dictael ura sindical.
Pero creo, y el se110r Ministro así lo ha de,iado entrever, que este Gobierno no desea que esas cosas vuelvan a ocurrir. Parece entender"e, al analizar el fondo preciso de las palabras del señor Ministro. más allá de las afirmaciones que Su Señuría ha formulado a le. Honorable Cámara. que al presentarse esta ley solamente se ha tratado de cumplir un compromiso electoral; un precio pagado por el voto; una voz dicha para obtener sufragios.
Si esta es la verdad. señor Presidente, es una verdad en la que no quisiéramos creer, puesto que el problema del comunismo es mucho más grave, muchísimo más grave, debido a que no solamente tiene que ver con nuestro país sino también con la política extnrior de todas las naciones
¿No vemos qtte 18. prensa da informaciones, todos los días, señalando cual es el alcance del peligro comunista en todos los rincones del mundo? ¿No vemos que por la agresión comunista oe ~acrifical1' vidas de todas las nacio112s el': les campos lejanos de Corea? ¿No vemos que diez países de Europa que ayer fueron centros de cultura y democracia 3e hallan escondidos bajo la cárcel más tenebrosa, detrás de la cortina de hierro? ¿No vemos cómo el Irán y los pueblos árabes se agitan en el Medio Oriente bajo las asechanzas c'Jmunistas?
y todos estos hechos tienen importancia. porque el Partido Comunista no es un partido ideclógicD, no representa a un grupo de personas que luchan por una determinada idea: representa, como he dicho muchas veces en este Hemiciclo, un ejército disciplinado que actúa dentro de nuestras fronteras y que sirve al más cruento y poderoso de los imperialismos extranjeros.
Por estas razones, porque nuestra política interna debe guardar íntima relación con nuestra política exterior, hubiéramos deseado
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que :ambién estuviese presente en el debate de fSLa tarde el sefíor Ministro de Relaciones Extf'riores.
El señor TAPIA (Presidente).- ¿Me permitE". Honorable Diputado?
Ha terminado el tiempo del Comité Liberal. Corresponde el turno siguiente al Comité
Radical. Ofrezco la palabra. El señor RIOS VALDIVIA.- Señor Presi
dente. le cedo al Honorable señor Donoso el tiempo que necesite hasta que termine sus observaciones.
El señor DONOSO. - Agradezco al Comité Radical la benevolencia que tiene para con el Diputado que habla. .
Hay un antecedente de carácter personal que nos hace reclamar con especial interés la presencia en el debate de este Secretario de Estado. No podemos olvidar que el señor Olavarda fué presidente de esa organización 11amacla Acción Chilena Anticomunista, cono· cirl:l bajo la sigla de ACHA. Desde ese cargo. este distinguido hombre público chileno usó de 1,odos los medios de propaganda de este país para señalar el acentuado peligro comunista y para tocar la voz de alerta, invitando a sus compatriotas a formarse. casi milLumente, en co,1tra del comunismo.
Desde aquella fecha hasta ahora, este peligro, para nosotros, los que no tenemos otros antecedentes que lo que nos proporciona .a prensa diaria, lejas de dismin:lÍr se ha agravado En todas partes del mundo. y quisiéramos que, dentro de esta consecuencia de ac" titudes, que nos señalaba ayer el Honorable seiior Rodríguez, el señor Ministro de Relacionrs Exteriores nos dijera si es posible conciliar esta actitud del Gobierno que solicIta la (\E"wgación de la Ley de Defensa Permanente- de la Democracia con aquella otra que él tenia anteriormente. cl,lando pidió que el país Sé' pusiera en pie de guerra en contra del commJismo y requirió que esta secta internacional fuera dejada al margen de la ley, tal CO!D.O ;') dispone el cuerpo legal cuya derogación se está solicitando.
El señor LIRA.- ¿Me permite, Honorable Diputado? Hablaba Su Señoría de consecuen-,:ia ..
El Se1101' DONOSO.- Honorable Diputado, en realidad no sé si puedo conceder interrupciones.
El señor TAPIA (Presidente) .-- Sí. puede 1'1 <lcerlo, Honorable Diputado, porque no está ~ls3.ndo de una interrupción.
El seÍ10r LIRA. - Ha hablado Su Señoría de consecuencia y ha hecho una afirmación categórica: que lejos de disminuir, el peligro comunista en Chile ha aumentado. Ha aumen~,::;.do, Honorable Diputado, a pesar de que existía ana organización semimilitarizada que .'ie denominó "Acción Chilena Anticomunista" y a pesar de que ha e¡¡tado en vigencia,
durante varios años, esta Ley de Defensa Permanente de la Democracia que, con tanto calor, defiende Su Señoría.
A mí me parece que en esto Su Señoría Incurre en una contradicción. Si este remedio que se ha tratado de aplicar a la comunidad nacional para sanarla de un mal, no ha dado resultado, creo, entonces, que es necesario entrar a investigar un poco más hondo en esta materia. Es preciso darse cuenta, de una vez por todas. de que con estas medidas de carácter legal, no se impedirá que el Partido Comunista se desarrolle y adquiera, cada día, mayor influencia en la política chilena,
Nada más, señor Presidente. El señor ALDUNATE (Don Pablo). - Quie"
re decir que Su Señoría entiende más de comunismo que sus propios dirigentes nacionales e internacionales; porque, como manifestaba ayer, ellos han estado ...
-HABLAN V ARIOS SE~ORES DIPUTADOS A LA VEZ.
El s-8ñor TAPIA (Presidente). - Ruego a los señores Diputados se sirvan evitar los diálogos.
El señor SEPULVEDA (Don Julio). - ¡Se podrían reorganizar las tropas nazistas de asalto, tal vez!
El señor ALDUNATE (Don Pablo). - .' .extraordinariamente interesados en la derogación de esta ley que, según Su Señoría, los ha fa vorecido!
-HABLAN VARIOS SEÑORES DIPUTADOS A LA VEZ.
El señor LIRA.- Soy consecuente con la experiencia que Su Señoría señala.
El sel'íor ZEPEDA.- ¡No ha sabido aprovechar, entonces, la experiencia!
El señor LIRA.- Todo lo contrario, Hono-rable colega. '
El señor TAPIA (Presidente). - Puede continuar el Honorable señor Donoso.
El señor DONOSO. - Voy a eonceder una interrupción al Honorable señor Aldunate.
El señor ALDUNATE (Don Pab!o). - Manifestaba al Honorable señor Lira Merino que debía recordar que cuando se trató de promulgar esta Ley de Defensa Permanente d0 la Democracia, el Partido Comunista hizo uso de todos los resortes y de toda su influencia para evitar que fuera aprobada. Y que hoy día, cuando se pretende derogarla, el Partido Comunista chileno, dirigido y aconsejado por el señor Stalin y por el comunismo internacional, ha hecho otra vez todos los esfuerzos, ha 1lsado de todos los resortes y ha echado mano de todas las posibilidades, desde la calumnia y la injuria hasta el propósito de ocasionar el colapso del país, para conseguir que se apruebe esa derogación.
Por eso, decía que parece que Su Señoría, que cree que ella ha sido ventajosa para el comunismo, conoce mejor que los propios di-
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rigentes comunistas nacionales, e internacionales cuáles son las conveniencias del comunismo; ya que se despren<;l.e de lo que ha dicho que, según su criterio, la vigencia de esta ley favorecerá al comunismo.
Nada más, señor Presidente. El señor DONOSO.- Señor PresIdente, el
Honorable señor Lira ha partido de un error en su observación. Ha dicho, en primer lugar, que nosotros estamos defendiendo esta ley. ¡No, señor Preªidente! Nosotros estamos defendiendo un principio, una actitud, respecto de la cual he;'1os mantenido una línea invariable. Pero, no por eso, podemos ir más allá de lo que pretende el propio Gobierno en esta materia. Si el Gobierno cree que no necesita de esta ley, ¡en buena hora!
Ojalá que el Gobierno hiciera el milagro de encontrar otras maneras de combatir al comunismo. Pero advierto al señor Ministro del Interior Que está en un error ciE orden legal: la der¿gación de la Ley ele Defensa Permanente de la DEmocracia no restablece en todo su vigor. ni la Ley de Seguridad Interior del Estado, que fué derogada en virtud de esta legislación, ni las disposiciones pErtinentes de los Códigos del Trabajo y otros que también fueron modificadas, ni tamp'oco los preceptos correspondientes de la Ley de Municipalidades, de la Ley de Elecciones y de la Ley de Inscripción Electoral. Nada de esto se restablece, y el Gobierno, una vez aprobada la d~rogación de esta ley, no tendrá otras armas que las de ia simple propaganda para defenderse de la acción comunista, que, como ya dije, no representa un partido ideológico, sino un cuerpo organizado al servicio de una nacian extranjEra.
Señor Presidente, me alegro de conocer a través del señor Ministro del Interior, el pensamiento del Gobierno. PErO me agradaría todavía más que nos concretara cada 'una de sus afirmaciones en la forma más precisa posible. Comprendo que la citación hecha a última hora ha impedido al señor Ministro traer todos los antEcedentes del caso. Le que no concibo, sí, es que el señor Ministro de Relaciones Exteriores, invitado también por esta Honorable Cámara, no haya comprendido que esta ley, si biEn es cierto que, directamente, se !'efiere a situaciones de orden pÚblico interno, indirectamente tiene grave trascendencia internacional. y tiene atingencia con materias que son propias de su Secretaría de Estado. y que, por lo tanto, también necesitamos dilucidar.
En e:::.te convencimiento, señor Presidente, dejo la palabra, a fin de que el Comité Radical pueda expresar su pensamiento en este debate.
El señor TAPIA (Presidente), -- Ofrezco la palabra al Comité Radical,
El señor RIOS VALDIVIA.- Pido la palabra, señor Pr€.'lldente.
El señor TAPIA (Presidente).- TIEn,s la palabra Su Señoría.
El señor RIOS VALDIVIA.- Seii.or Pr6sidente el Partido Radical, en este debate sobre derogaCión de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, ya ha planteado, en otras oportunidades, su posición frent,i) a este problema. Nuestro partido qui~re la 1e-rogación de esta ley. .' ,.
Cumpliendo disciplinadamente con la 01>11-
gaclón de apoyar al Gobierno radical; y~on las instrucciones impartidas por la dIreCtiVa máxima del partido, los Diputados radicales. con excepció'1 de un solo, votamos favorablemente en gEneral el proyecto de ley de defensa permanente de la democracia. Y lo votamos en esta forma, muchos DIputados que manifestamos a la directiva del partido y a Su Excelencia tI Presidente de la República. nuestra opinión de que esta ley no iba a servir para defender la democra,cia., N ?s,otros estimábamos que la democracla uebm defendersE' no sólo en el plano político, .-':no principalmente en el plano económico. Por su parte, El Gobierno de entonces n?, I"nanifestó que S2 incluiría en la dlSCUSlOn del proyecto o en un proyec,to. apar~e: ~q~e~los principios de orden economlCO. E.s~a" ldeas, contEnidas en un proyecto.. pos cenar sd)rc delito económico fueron rechazadas po:' la Honorable Cámara.
Votamos, repito, favorablemente ,,¡ proyecto de ley sobre defEnsa permanente de la,
democracia bajo la impresión de que e118 no iba a servir, como lo ha dicho muy biE'r: el señor Ministro del Interior, para una deténsa permanen:e y efectiva de la democracia chilena. ya que no cumplía con el prt:'1-cipio fundamental de defenderla 'm el phno económico.
La aplicación de esta l€y ha dE'rllostr3d.":' a; Partido Radical, que, al dictarle:, se C'~!1:rtlo un -error polítiCO de enorme tra.3Cenciellc~;:c. Nuestro Partido quiere rectificar ese e,~ol';
per eso, hoy día luchamos ~)or .su dcrog<1ci~:l, Es efectivo, como ha manifestado el :'t'nor
Ministru del Interior, qU2 esta ley sirvió ,-,,,"ca Plltorpecer el desarrollo de nuestras ()rg;L'.'~:iclones sindicales obreras, con lo cual S2 :1a flecho un mal muy grande a la marcha de; proC2S0 social de nuestro país, en avance n.",;-
rr;al1Ente desde 1920 hasta la fecha, Es efectivo también, s€ñor Presiclen~E'¡U'"
s: se aprobara este proyecto <'11 la forma :3lmpIe en que está propuesto no se retrotrae::lun las cosas a su estado anterior, ya que 0: 00-bi-el'no tendría necesidad de proponer un :):'0-
yecto para revivir la Ley sobre Seguridac;', leltcrior del Estado y otros principios legaJe,) de rogados por la ley que discutimos, Por eso la representación parlamentaria del Par+;tdo Radical ha hecho indicación para que. j'J.:lto (;on derogarse la Ley de Defensa Permanel'":~e de la DemocracIa, entren en vigencia, 3,,; ... tomáticamente, las disposiciones legales que
PESION <t.a EXTRAORDINARIA, EN },{IERCOLES 26 DE NOVIEMBRE DE 1952 189
2'lrJteriormente regían el orden interno del país.
Por otra parte, señor Presidente. debo m",JJifestar algo más, aunque no sé si, con mis palabras, voy a interpretar el pensamiento a llténtico de todos los Diputados radical€s.
Esta ley, como muy bien se ha dicho. ha trnido una finalidad principal: la de per¡;eguir una ideología política determinada, 1m partido política: el Comunista.
Aquí se ha hablado mucho del peligro que slgnifica el avance del comunÍ3mo en el mUlllb; se ha expresado y se ha mantenido siempre una te<Jría. que el mundo estiL dividido t.;) d<Js campos irreconciliables: Oriente y O~cid,ente. Yo creo, señor Presidente, apreciando el panorama del mundo con otro criterio que éste es un error. Si el comunismo avanza en Asia yen Africa; si el comunismo avanza en el Cercano Oriente, es porque en estos rmeblos hay un fermento de justicia profundo, al cual no han dado satisfacción las naciones democráticas del mundo captalista.
Si la OrganizaCión de las Naciones Unidas TH) da satisfacción a las justas aspiraciones dE los pueblos del Asia, del norte de Africa, a ]('8 colonizados p<Jr las grandes potencias capitalistas del mundo, a los paises árabes y a los demás que están luchando por sus princJpios nacionalistas, y por su liberación eco:nómica, es lógico que esos pueblos se vayan a cobijar bajo la bandera que la Unión Sovié' t.ica levanta en el mundo, y que dice defender €n esos postulados. No sé si la Unión Soviética, con verdad' o sin ella. con un interés mezquino o noble, está defendiendo estos principios, pero el hecho real y efectivo es ~te: las grandes democracias del mundo han VIvido durante siglos sosteniendo su progreso y su régimen político y social, sobre la esdavitud de inm~nsas masas de poblaciones de la India, del Asia, del Africa y de la Indonesia. Estos pueblos luchan hoy por su libe'ración tal como lo hicimos les americanos en 108 albores del siglo pasado.
Señor Presidente, en el mundo hay un fermento que proviene de causas que no son las que se señalan. No creo que el mundv esté dividido auténticamente entre Oriente y Occidente. Tengo la convicción de que está dividido entre. los que quieren justicia y los que 1:'1 niegan, entre los que explotan y los expl<Jtados; entre los que vi.en en la miseria permanente y los que tienen todo para satisfacer sus necesidades. Miremos con realidad y con efectividad los problemas que af.ectan a las masas del mundo, y reconozcamos, entonces, que el camino no está en atacar lo que parece la causa, no siendo más que un efect,o. Para atacar el comunismo y para solucionar los problemas de nuestra época, veamos cuáles son sus verdaderas causas, y démosles la solución que corresponda.
Nada más, sefíor Presidente.
El señor TAPIA (Presidente). - Ha terminado el tiempo del Comité Radical.
El turno siguiente corresponde al Comité Conservador Tradicionalista.
Ofrezco la palabra.
El señor COLOMA. - Pido la palabra, señor Presidente.
El señor TAPIA (Presidente). - Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
El señor COLOMA. - Señor Presidente, los Diputados conservadores tradicionalistas no participamos de la alegría con que nuestro Honorable colega, el señor Donoso ha es_ cuchado las palabras dichas por el señor Ministro del Interior en nombre del Gobierno. Nos parece, señor Presidente, que más importante que conocer cuáles son las razones que ha tenido el Gobierno al auspiciar la ley derogatoria, el país necesita que en el Gobierno exista una mejor conciencia de sus deberes y de sus responsabilidades.
El señor Ministro del Interior ha expresa_ do a la Honorable Cámara que el Gobierno ha logrado mirar, a través del país, cuál es la opinión del pueblo de Chile frente a este problema, y que ha recogido el convenei_ miento de que el país es contrario al man_ tenimiento de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia. Pudiera parecer una pretensión, señor Presidente, tratar de des_ mentir al señor Ministro del Interior, que ha tenido, frente al problema presidencial, un verdadero acierto, y todavía por parte de elementos políticos que hemos sufrido, en la última elección una seria derrota. Pero, señor Presidente, a mí me alienta para hacer mis observaciones en este sentido la seguridad de que el país, al elegir como Jefe del Estado al General don Carlos Ibáñez del Campo, creyó ver en la persona del candidato elegido a un hombre que iba a defen_ der el orden, la tranquilidad y el prestigio lnterno y exterfor del pais. Y lo seguimos esperando todos, señor Presidente, porque enemigos del señor Ibáñez en la última elec_ ción Presidencial, no hemos desconocido nunca sus condiciones de austeridad y patriotismo, no hemos olvidado nunca que se trata de un General de la República que debe --y seguramente lo hará- guardar al país de las asechanzas de los enemigos de Chile y de los enemigos de la Democracia. Tenemos la certidumbre absoluta de que el paí~, en su gran mayoría, ~os que callan y no los que gritan, creyó ver en la elección del señor Ibáñez el mayor dique de conten_ ción ante los excesos del comunismo inter_ nacional. Y esta fué una de las principa. les razones por las cuales el señor Ibáñez fué favorecido por la gran mayoría de la opinión nacional.
190 CAl\'[ARA DE DIPUTADOS
El señor Ministro del Interior dijo, ade_ más, que la Ley de Defensa Permanente de la Democracia fué mal aplicada; pero, señor Presidente, queda en sus manos la nueva aplicación de esta ley. Si fué mal aplicada por los Ministros del Interior del Gobierno, ahí está el señor Del Pedregal, que conoce los errores y los excesos que se cometieron para evitar que se vuelva a incurrir en ellos.
No parece lógico pensar qué por el hecho de que el Gobierno anterior aplicó mal la ley, el actual se vaya a quemar las mano~ al aplicar esta misma ley.
En consecuencia, no parece acertada la opinión del señor Ministro del Interior al favorecer la derogación de la ley por estas circunstancias.
Nosotros no hemos amparado la aplicación errónea de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia. Ayudamos a su dictación y no estamos arrepentidos de haber proce_ dido así, porque cuando aprobamos iniciati_ vas que revisten tanta gravedad, meditamos muy en conciencia antes de h,acerlo.
No ocurre con nosotros lo que sucedió con otro partido que prestó su aprobación a esta ley de tan graves y trascendentales conse_ cuencias, porque se lo ordenó su directiva, en circunstancias que los cuarenta y tantos Diputados del Partido Radical pudieron hacer ver democráticamente a su directiva cuál era el verdadero camino a seguir en de, fensa de los principios y de la doctrina de ese partido, y oponerse en esa oportunidad a la aprobación de esta ley.
El señor RIOS VALDIVIA. - ¿Me permL te \1l1a interrupción, Honorable colega?
El señor COLOMA. - ¡No es el momento de entrar a discutir ese problema, señor Presidente! ¡No es el momento de entrar a calificar la intención con que procedieron ayer, y con que proceden hoy los Diputados radicales!
El señor RIOS VALDIVIA. - ¿Me permite una interrupción, Honorable Diputado?
El señor COLOMA. - En realidad, señor Presidente, el país tendrá que abrir un paréntesis de duda, de sorpresa, frente a ac_ titudes tan distintas, como la que ahora se advierte en lo que ha manifestado el Partido RadicaL por los labios de uno de sus per_ soneros.
El señor RIOS VALDIVIA.- ¿Me permite, Honorable colega?
El señor TAPIA (Presidente).- El Honorable señor Ríos Valdivia le ha solicitado una interrupción, Honorable Diputado.
El señor COLOMA.- Tengo el tiempo muy limitado, señor Presidente.
El señor RIOS V ALDIVIA. - Son sólo dos minutos.
El señor COLOMA.- Bien.
El señor RIOS V ALDIVIA . - Quiero decir a Su Señoría que los Diputados radicales aprobaron el proyecto en general, pero debe recordar Su Señoría que, en su inmensa mayoría, votaron en contra de todos aquellos artículos que pudieran significar un atropello al movimiento sindical chilenu, y a la exclusión de un grupo de ciudadanos Je sus derechos politicos.
El sefior COLOMA.- Señor PresidenLe, no es el momento, como he dicho, de discutir la posición de un partido u otro. ~e trata de algo más importante.
Debo manifestar a la Honorable Cámara que el Honorable señor Ríos Valdivia está en un grave error cuando manifiesta que la Ley de Defensa Permanente de la Democracia restó importancia al movimiEnto sindical de este país. No, señor Presidente. Quitó importancia, en nombre de la libertad, al movimiento comunista que destruye la libertad. Esta ley, tan vapuleada y tan deno.sLada, habría sido una ley liberticida si hubiera combatido a un partido político que hubiera hecho de la libertad un culto. Pero cuando se trata de una entidad poIíLiea, como el Partido Comunista, que aherroja la libertad, Que suprIme la libertad, que persigue. que veja y que cercena la libertad, dondequierá que ponga su planta invasora, entonces la ley que ataca a ese partido no es liberticida, sino que es libertaria.
En seguida, señor Presidente, yo pn:gunto: ¿cuándo se ha hecho uso de esta ley para destruir. las conquistas sindicales" ¿Acaso no hemos oído en esta Cámara, 11na y mil Hces, que los obreros se declaraban en huelga permanentemente, sin que la Ley de Defensa Permanente de la Democraci·l cayera sobre ellos?
El señor GALLEGUILLOS.- Al precio de muchos de ellos que están tras las rejas de las cárceles.
El señor TAPIA (Presidentei- Ruego a Su Señoría se sirva no interrumpir. Está con la palabra el Honorable seño!' Coloma.
El SEñor COLOMA.- ¿Acaso las conquistas de los obreros, durante la vigencia de esta ley, no fueron muy superiores a las Que obtuvieron cuando el Partido Comunista imponía las directivas de los sindicatos bajo la presión y la amenaza?
No queremos que se cometan abusos cun la libertad ni con las ventajas de las leye!! sindicales. No queremos, como lu tl.iju ayer un partido izquierdista, como es 1;;1 socialista francés, que exista un partido que no e:! capaz de manEj al' sus propias decisiones. No queremos que en esta tierra de libertad y de democracia siente sus plantas un partidO como el comunista, que, envuelto bajo el ropaje de la democracia, no hace otra cosa que liquidarla y arruinarla en todos los paísé!l donde ha podido dominar.
El señor Ministro dice que hay qUe defender la democracia prestigiándola.
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Nosotros no tenemos cargo de conciencia alguno, por no haber tratado de prestigiar la democracia en todo sentido. Pero, Honorable Cámara, ¿no nos dice la historia que muchos países del mundo están siendo vilmente atropellados por el Partido Comunista? ¿No recuerdan Sus Señorías que hace pocos días el jefe máximo del comunismo tuvo la osadía y la insolencia de manifestM: que Rusia prestará su ayuda a todos los parü· dos comunistas del mundo?
Sin embargo, ante esa insolencia, ante esa osadía, el Gobierno de Chile, presidido por el respetable General de la República don Carlos Ibáñez dEl Campo, colabora para que se destruya la Ley de Defensa de la Democracia, que ha significado la defensa de la dignidad y del honor de Chile.
El señor VALDES LARRAIN.- ¡Muy bien! El señor COLOMA.- El Partido Comunistl'l.
no da revanchas, señor Presidentp; no puede optar a las armas que concede la democracia.
En un país democrático, como Estados Unidos, ganan los demócratas o ganan los republicanos. El libre j U(~go de la democracia se desenvuelve admirablemente bien en ese gran país del norte; por eso se respeta al vencido, se respeta al adversario. Lo mismo sucede en Inglaterra; ganan los laboristas o ganan los conservadores. Pero en los paíSES domInados por Rusia, ¡ desgraciados los que pierden!, porque no vuelven a levantar más sus cabezas, y lo digo propiamente así, porque, día a. día, van cayendo bajo la implacable guillotina de la dictadura comunista las cabezas de las grandes conciencias de esos países que no se han dejado dominar por el comunismo, y también caen en los propios paí-
ses dominados por él, los que ayu' rindieron pleitesía y homenaje a esa doctrin:l, cuando no guardan sumisión a sus jefes. Así h('mo~ podido observar los procesos segu'do3 en lo~ países comunistas, en que no .02 r·cspeta la dignidad ni la personalidad humana, y en que se barre y se hace tabla rasa de todo concepto cte defensa, de dignidad, ele libtTtad y de democracia.
Por eso nosotros combatimos la derogac:ón de esta ley; por eso nosotros no tenemos vergüenza de haberla aprobado, porque somos consecuentes con nuestros principios. Apoyamos esa ley, porque somos coincidentes con nuestra dignidad y tradición de partido. No procedemos en estos moment03 como opositorES, porque si así fuera, si estuviéramos de acuerdo en quitar de las manos del Gobierno, por obra de él mismo, las herramientas para hacer la grandeza de Chile, podríamos mirar impasibles el error, la ingenuidad, dEl Gobierno. Pero, no, señor, Nosotros somos un partido serio; nosotros tenemos una grave responsabilidad, por nuestra tradición. y procedemos siempre así, defendiendo nuestros principios, defendiendo nuestra doctrina y defendiendo el interés nacional.
Puede perjudicarse el Gobierno con la derogación de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia.
El señor TAPIA (Presidente).- Permitame, Honorable Diputado. Ha llegado la hcra de término de la sesión.
Se levanta la sEsión, -Se levantó la sesión a las 16 horas.
CRISOLOGO VENEGAS SALAS.
Jefe de la Redacción de Sesiones
