SER HUMANO Y MEDIO AMBIENTE ¿amigos? ¿enemigos? ¿parásitos? ¿simbiontes?...

¿Son compatibles la actividad humana y el cuidado del medio ambiente?

Pero ¿de verdad que es tan grave eso de la pérdida de la biodiversidad?

ESPACIOS PROTEGIDOS

¿Están de moda o son realmente importantes y necesarios para

preservar la riqueza natural?

Editorial

Abordamos ya el final de curso y con él el final de nuestra participación

en “La Ceniciencia”.

Ha sido para nosotros una aventura, un desafío, una forma de aprender y

una forma de enseñar.

Este año ha sido muy diferente a lo que hicieron nuestros compañeros

del curso pasado, y así va a seguir en este último número del presente

año.

En él queremos hacer una reflexión de lo que supone la actividad

humana para el medio ambiente. No queremos hacerlo de una forma

alarmante o apocalíptica, sino, más bien, que nos sirva de reflexión.

Porque sólo tenemos esta Tierra y si no la cuidamos, si no la mimamos,

nadie lo va a hacer por nosotros. No se trata de volver a vivir como el

hombre primitivo, no se trata de renunciar al desarrollo y al progreso de

la humanidad, no se trata de eliminar de nuestra vida todo aquello que

puede dañar al medio. Desde que el hombre es hombre está ejerciendo

una influencia sobre la naturaleza; es inevitable. Pero seguro que

podemos minimizar los daños, reparar lo deteriorado, proteger lo que es

más débil...

Sólo así conseguiremos que las generaciones futuras puedan disfrutar de

una belleza natural y variada como la que tenemos nosotros.

CONTAMINACIÓN QUÍMICA DE LA ATMÓSFERA (Alicia y Raquel)

La atmosfera está siendo deteriorada a lo largo de los años debido a la acción de los seres humanos, provocada por la emisión de contaminantes químicos, que acortan la vida de la atmosfera, y con ella la de nuestro planeta.

Algunos efectos de esta contaminación son:

Lluvia acida: engloba cualquier forma de precipitación que presente elevadas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico.

Se forma cuando el ser humano quema combustibles fósiles, libera dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) a la atmósfera. Estos gases químicos reaccionan con el agua, el oxígeno y otras sustancias para formar soluciones diluidas de ácido nítrico y sulfúrico.

Efecto invernadero: fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera terrestre, retienen parte de la energía que la superficie planetaria emite por haber sido calentada por la radiación solar. La mayoría de los gases emitidos, para la producción del efecto invernadero, es la emisión de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4).

Destrucción de la capa de ozono: vital para la preservación de la vida en nuestro planeta. Forma un escudo protector que impide que los rayos ultra violeta perjudiciales del Sol alcancen la faz de la tierra, dejando, por el contrario, continuar su camino hacia la superficie los rayos ultravioleta benéficos (luz solar iniciadora del proceso fotosintético en los vegetales de la tierra y del mar).

Consecuencias:

Inicia y promueve el cáncer a la piel maligno y no maligno. El 90% de los cánceres de piel se atribuyen a los rayos UV-B y se supone que

una disminución en la capa de ozono de un 1% podría incidir en aumentos de un 4 a un 6% de distintos tipos de cáncer de piel,

Daña el sistema inmunológico, exponiendo a la persona a la acción de varias bacterias y virus.

Provoca daño a los ojos, incluyendo cataratas.

La exposición a dosis altas de rayos UV puede dañar los ojos, especialmente la córnea que absorbe muy fácil estas radiaciones. A veces se producen cegueras temporales y la exposición crónica se asocia con mayor facilidad de desarrollar cataratas.

Hace más severas las quemaduras del sol y avejentan la piel. Aumenta el riesgo de dermatitis alérgica y tóxica. Activa ciertas enfermedades por bacterias y virus. Reduce el rendimiento de las cosechas.

CONTAMINACIÓN FÍSICA DE LA ATMÓSFERA (Eduardo y Álvaro)

Contaminación acústica: Se entiende por ruido todo sonido no deseado o molesto, capaz de alterar el bienestar fisiológico o psicológico del ser humano y de aquellos animales capaces de captarlo.

Se produce cuando se da una intensidad o combinación de ondas acústicas que resulta molesta para las personas, que conocemos como ruidos.

Los efectos del ruido son subjetivos, y están condicionados por la frecuencia e intensidad del sonido, el tiempo de exposición y edad del receptor; pueden ser físicos y psicológicos.

Contaminación radioactiva: Es la causada por sustancias radiactivas: Las más peligrosas son las ionizantes, que son capaces de hacer daño a tejidos vivos. Por

ejemplo: Rayos X y Rayos Gamma. Las no ionizantes no son capaces de separar los electrones de los átomos pero pueden producir corrientes y aumentos de temperatura en los cuerpos.

Contaminación lumínica: Este tipo de contaminación es la que producen las fuentes de iluminación artificial por las noches. Además de impedir la contemplación de las estrellas, interfiere en la investigación astronómica, daña ecosistemas nocturnos, e implica un malgasto de energía lo que supone un despilfarro energético, y su consiguiente emisión de CO2.

Contaminación térmica: Esta producida por el calor desprendido a la atmósfera en las centrales térmicas y nucleares a través de las torres de refrigeración. El vapor de agua desprendido provoca un aumento de pluviosidad, niebla o hielo.

Smog: En las grandes ciudades es común ver el cielo cubierto por un aire denso y gris. Se trata del smog, una forma de contaminación originada a partir de la combinación del aire con contaminantes durante un largo período de altas presiones que provoca el estancamiento del aire. La palabra smog proviene de la

combinación en inglés de “smoke”, o humo, y “fog”, o niebla.

Afecta el sistema respiratorio, produce dolores de cabeza, tos, irritación de ojos y garganta, agrava las afecciones del corazón y pulmones, incrementa los síntomas del asma y puede producir mortalidad prematura.

CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS MARINAS (Esteban y Sergio)

Debido a la inmensidad y profundidad de los océanos, hasta hace poco el hombre creía que podría utilizarlos para verter basura y sustancias químicas en cantidades ilimitadas sin que esto tuviera consecuencias importantes. Los partidarios de continuar con los vertidos en los océanos incluso tenían un eslogan: «La solución a la contaminación es la dilución.»

En la actualidad, basta con fijarse en la zona muerta del tamaño del estado de Nueva Jersey que se forma cada verano en el delta del río Mississippi, o en la extensión de 1.600 kilómetros de plástico en descomposición en el Pacífico Norte para darse cuenta de que esta política de la «dilución» ha contribuido a llevar al borde del colapso lo que tiempo atrás fue un ecosistema oceánico próspero.

Existen pruebas de que los océanos han sufrido a manos del hombre durante miles de años, desde la época romana. Sin embargo, los estudios llevados a cabo recientemente demuestran que la degradación, especialmente en las zonas costeras, se ha acelerado notablemente en los últimos tres

siglos a medida que han aumentado los vertidos industriales y la escorrentía procedente de explotaciones agrarias y ciudades costeras.

La contaminación es la introducción de contaminantes nocivos que no son habituales en un ecosistema determinado. Algunos de los contaminantes más comunes derivados de la actividad humana son los plaguicidas, herbicidas, fertilizantes químicos, detergentes, hidrocarburos, aguas residuales, plásticos y otros sólidos. Muchos de estos contaminantes se acumulan en las profundidades del océano, donde son ingeridos por pequeños organismos marinos a través de los cuales se introducen en la cadena alimentaria global. Los científicos incluso han descubierto que los medicamentos que ingiere el hombre y que no llegan a ser procesados completamente por su organismo acaban en el pescado que comemos.

Muchos de los contaminantes que encontramos en los océanos son liberados en el medio ambiente mucho antes de llegar a las costas. Los fertilizantes ricos en nitrógeno que utilizan los productores agrícolas en zonas de interior, por ejemplo, acaban en las corrientes, ríos y aguas subterráneas locales, y más tarde se depositan en los estuarios, bahías y deltas. Este exceso de nutrientes puede provocar un

crecimiento masivo de algas que consumen el oxígeno del agua, generando zonas en las que no puede haber vida marina o apenas existe. Los científicos han descubierto 400 zonas muertas con estas características por todo el planeta.

Los residuos sólidos como bolsas, espuma y otros desechos vertidos en los océanos desde tierra o desde barcos en el mar acaban siendo con frecuencia alimento de mamíferos marinos, peces y aves que los confunden con comida, con consecuencias

a menudo desastrosas. Las redes de pesca abandonadas permanecen a la deriva durante años, y muchos peces y mamíferos acaban enredados en ellas. En algunas regiones, las corrientes oceánicas arrastran billones de objetos de plástico en descomposición y otros residuos hasta formar remolinos gigantescos de basura. Uno de ellos, situado en el Pacífico

septentrional y conocido como el Gran Parche de Basura del Pacífico, tiene una extensión que según las estimaciones llevadas a cabo duplica la del estado de Texas. A principios de 2010, se descubrió otra gigantesca isla de basura en el océano Atlántico.

CONTAMINACIÓN DE AGUAS CONTINENTALES (Sara y Paula)

Las aguas continentales también sufren los efectos de la actividad humana. En las aguas superficiales la concentración de seres humanos en las proximidades de los cursos de agua provocan que los sistemas de agua dulce sean los primeros hábitats en degradarse. Este problema es grave en todos los países, en los industrializados por la cantidad y la diversidad de agentes contaminantes y en los países en desarrollo debido a la imposibilidad de hacer frente al coste económico que suponen las tecnologías para la depuración del agua y la regeneración de las aguas residuales.

En España tenemos un ejemplo podría ser el estado del río Tajo a su paso por Toledo. La contaminación más grave procede de los polígonos industriales que rodean tanto a la capital, Madrid, como a las grandes poblaciones de la cuenca. El Tajo no es una excepción entre los ríos españoles, ni siquiera la más evidente. La ley recoge con amplitud la prohibición de verter residuos sin depurar a los cauces de los ríos

Las aguas subterráneas son una de las principales fuentes de suministro para uso doméstico y para el riego en muchas partes de España y del mundo. En España

alrededor de la tercera parte del agua que se usa en las ciudades y la industria y la cuarta parte de la que se usa en agricultura es subterránea. En muchos lugares en los que las precipitaciones son escasas e irregulares pero el clima es muy apto para la agricultura son un recurso

vital y una gran fuente de riqueza, ya que permiten cultivar, productos muy apreciados en los mercados internacionales.

El principal problema a que se enfrentan las aguas continentales es el de la eutrofización, que designa el enriquecimiento en nutrientes de un ecosistema. Eutrofizado es aquel ecosistema o ambiente caracterizado por una abundancia anormalmente alta de nutrientes. Con importantes consecuencias sobre la composición, estructura y dinámica del ecosistema.

IMPACTOS DE LA SOBREEXPLOTACIÓN AGRÍCOLA (Guillermo y David)

El uso intensivo del suelo para tareas agrícolas trae consigo una serie de influencias perjudiciales sobre él.

Degradación del suelo: Es un proceso natural en el cual los materiales se van reintegrando a la naturaleza. Sin embargo la sobreexplotación agrícola provoca:

Erosión acelerada: Genera la improductividad del suelo.

Solidificación de los suelos Compactación: Se manifiesta con el

aumento de la densidad aparente del suelo

Contaminación química: Uso irracional de grandes cantidades de fertilizantes y sustancias químicas para el control de plagas y enfermedades

Pérdida de nutrientes: Empobrecimiento del suelo por sobreexplotación o monocultivo.

Conflicto de usos: Las tierras agrícolas se pierden o transforman en tierras para la urbanización.

Desertización: Es el proceso evolutivo natural de una región hacia unas condiciones morfológicas, climáticas y ambientales conocidas como desierto. Este proceso se ve afectados por una serie de factores astronómicos, geomorfológicos y dinámicos. La desertización es un fenómeno que se produce sin la intervención humana, pero que el hombre puede acelerar.

Agotamiento de los acuíferos: La sobreexplotación de un acuífero consiste en retirar del acuífero un volumen superior a su recarga natural. El régimen de recarga puede alterarse por otras causas, como la reforestación, que favorece la infiltración frente a la escorrentía, pero aún más favorece la evaporación, o por la extensión de pavimentos impermeables, como ocurre en zonas urbanas e industriales.

El descenso del nivel de agua se produce siempre que hay una extracción continuada de agua en el acuífero.

En algunas partes del mundo la ampliación de los regadíos y de otras actividades que consumen agua se ha hecho a costa de acuíferos cuya recarga es lenta o casi nula. Esto ha tenido algunas consecuencias negativas como el secado de manantiales y zonas húmedas o la intrusión salina en acuíferos costeros.

IMPACTOS AMBIENTALES DE LA MINERÍA (Rubén y Gonzalo)

En toda actividad de minería existe una alteración del estado inicial del terreno. En general, las minas subterráneas tienen un impacto menor que las Superficiales porque ocupan menor espacio superficial. Algunos efectos Causados por esta actividad son los visuales, por alteración del paisaje. Atmosféricos, por emisión de partículas sólidas a la atmósfera, o acústicos, por Incremento del nivel de ruido.

Los principales impactos ambientales de la minería y la perforación de gas y petróleo se relacionan con la contaminación causada por estas actividades y los cambios en los ecosistemas causados por la infraestructura y operaciones de extracción de recursos. Los efectos dependen de la naturaleza de la actividad y la ubicación, con la minería a cielo abierto, destrucción de las cumbres y la perforación en aguas profundas teniendo el mayor impacto.

El proceso de perforación tiene numerosos impactos en los ecosistemas de la fauna. Cualquier operación de perforación marina está precedida por la exploración sísmica, que se conoce por desorientar a las ballenas y llevar a varamientos masivos. La perforación de petróleo y gas natural produce numerosos subproductos que suelen ser liberados en el medio ambiente, como las aguas residuales saladas que contienen metales pesados y el agua producida en la perforación del petróleo, que puede contener numerosos químicos. Las compañías de perforación en EE.UU. están obligadas a desechar los subproductos de desperdicio de acuerdo con leyes ambientales específicas. Un método de desecho usa pozos de inyección profunda para almacenar los desperdicios, contaminando potencialmente el agua subterránea. Los derrames de petróleo en la tierra y el mar presentan otro impacto ambiental peligroso.

Todas las actividades de la minería crean desperdicios considerables, incluyendo escorrentía de ácidos y subproductos químicos de la refinería. Las minas de carbón son particularmente propensas a la escorrentía de ácidos. Cuando una gran cantidad de agua de lluvia entra a las minas en funcionamiento o abandonadas, el agua se torna ácida y se contamina con metales pesados. La Agencia de Protección Ambiental estima que el 40 por ciento de las cuencas de EE.UU. occidental han sido contaminadas por los desperdicios de las minas. En Estados Unidos, la industria de la minería es el mayor contaminante tóxico. Los problemas suelen ser más pronunciados en países en desarrollo insuficientemente regulado, donde las compañías mineras pueden ser libres de contaminar con impunidad. La

contaminación del agua de las minas ha sido conocida por diezmar la vida acuática y tiene un impacto serio en las poblaciones de aves y mamíferos. Las fuentes de agua usadas por los seres humanos también han sido contaminadas, presentando riesgos serios para la salud humana.

La minería y la perforación en tierra alteran significativamente los paisajes y el hábitat de la fauna. El proceso suele interrumpir miles de acres de tierra que rodean directamente las operaciones de extracción. La infraestructura periférica también altera los hábitats, incluyendo rutas, residencias de trabajadores y complejos industriales. Las minas a cielo abierto y las técnicas de destrucción de las cumbres remueven toda la fauna de la superficie y capa superficial del suelo para llegar a metales y minerales que se encuentran por debajo. En el mejor de los casos, las compañías de minería y perforación realizan trabajos de reclamo para rehabilitar los ecosistemas dañados. Si bien Estados Unidos suele requerir el reclamo, la mayoría de los países en desarrollo no, teniendo como resultado paisajes gravemente degradados e instalaciones abandonadas que siguen filtrando contaminación mucho después del cese de las operaciones.

LA DEGRADACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS (José Luis y Juan)

La degradación del ecosistema es un problema ambiental que disminuye la capacidad de las especies para subsistir. Esta degradación ocurre de diferentes formas y se manifiesta en una disminución de la riqueza de los ecosistemas así como en su diversidad biológica y en los bienes y servicios que pudieran ofrecer, afectando especies autóctonas y/o migratorias. La degradación de los ecosistemas debida a la sobreexplotación de sus recursos, aunque sirve a un propósito económico de corto plazo, en el mediano y largo plazo tiene efectos directos y negativos sobre el bienestar social. El ecosistema, mientras no se degrada, representa una fuente de riqueza para la sociedad y de allí la importancia de conservarlo en buenas condiciones.

Una de las causas principales que contribuyen a la degradación de los ecosistemas es la deforestación debido al avance de la agricultura y a la explotación inadecuada de los bosques. Más tierra está siendo deforestada para la agricultura y ganadería comercial y debido a la sobreexplotación de los bosques para madera y electricidad.

A menor escala, otro problema son las quemas no controladas que se dan bien sea para preparar el terreno para actividades agrícolas o para eliminar el bosque para el desarrollo ganadero. Mediante esta práctica se elimina la cubierta orgánica del suelo, haciéndolo más susceptible a la erosión tanto eólica como hídrica. Además, las quemas generan problemas de salud y disminuyen la

estética del paisaje.

La minería y la extracción de materiales para la construcción sin tomar en consideración medidas de mitigación ocasionan un fuerte cambio en el paisaje natural, degradando a su vez valiosos ecosistemas.

PÉRDIDA DE LA BIODIVERSIDAD (Aitor)

La pérdida de biodiversidad tiene efectos negativos sobre varios aspectos del bienestar humano, como la seguridad alimentaria, la vulnerabilidad ante desastres naturales, la seguridad energética y el acceso al agua limpia y a las materias primas. También afecta a la salud del hombre, las relaciones sociales y la libertad de elección. La sociedad suele tener varios objetivos en conflicto, muchos de ellos dependientes de la biodiversidad. Cuando el hombre altera un ecosistema para mejorar uno de los servicios que éste proporciona, su acción suele acarrear también cambios para otros servicios de los ecosistemas.

En Castilla-La Mancha, además de las grandes unidades naturales, se ha dado cobertura al hábitat de mamíferos amenazados que requieren extensos territorios para su conservación, como el lince ibérico y el lobo, al igual que al de otros mamíferos como la nutria, ligada a los cursos fluviales, o el topillo de Cabrera, de distribución puntual.

También han sido recogidas en la Red de LIC valiosas especies de reptiles como el galápago europeo, el tritón pigmeo, el sapo partero bético o la lagartija de Valverde; diversas especies de ciprínidos de interés; invertebrados como el ciervo volante o la mariposa isabelina; y un gran número de especies de flora amenazada, como el geranio del Paular o los endemismos Sideritis serrata, Coyncia rupestris y Helianthemum polygonoides, entre muchas otras especies.

A su vez, esta Red, mediante las 38 ZEPA declaradas, está dirigida a la preservación de la gran riqueza ornitológica que sustenta Castilla-La Mancha, dentro de la que destacan las poblaciones de rapaces rupícolas nidificantes en los escarpes de la Región, con especies como águila perdicera, águila real, alimoche, buitre leonado, halcón

peregrino, búho real o chova piquirroja; las poblaciones de aves esteparias que habitan en las estepas cerealistas (con importantes poblaciones de avutarda, sisón, alcaraván, ganga, ortega o aguilucho cenizo y pálido) y parameras (alondra de Dupont); las poblaciones de aves amenazadas ligadas al bosque mediterráneo como águila imperial ibérica, buitre negro o cigüeña negra; o las poblaciones de aves acuáticas que habitan en los numerosos humedales existentes en la Región como garcilla cangrejera, avetoro, porrón pardo o malvasía cabeciblanca.

EDUCACIÓN AMBIENTAL Y ESPACIOS PROTEGIDOS (Pedro y María)

La educación ambiental es la formación orientada a la enseñanza del funcionamiento de los ambientes naturales para que los seres humanos puedan adaptarse a ellos sin dañar a la naturaleza.

Los espacios protegidos: son aquellas áreas terrestres o marinas que, en reconocimiento a sus valores naturales

sobresalientes, están específicamente dedicadas a la conservación de la naturaleza y sujetas, por lo tanto, a un régimen jurídico especial para su protección. Estos desempeñan

una función decisiva para la conservación de los ecosistemas y la supervivencia de las especies.

Tipos de espacios naturales protegidos en España y en Castilla la Mancha

Denominación Creación Superficie (km2)

Parque Nacional Estado 3.260,7 Parque, Reserva, Monumento Natural y otros

CCAA 45.964,7

ZEPAs UE 86.537 LICs UE 119.122 Reservas de la Biosfera

UNESCO-MaB 20.861,53

Patrimonio de la Humanidad

UNESCO N.D.

Humedales de Importancia Internacional

UNESCO Ramsar 2.838,7

Como reducir el impacto medioambiental

Usar transporte público. Andar cuando no sea necesario el coche. Cerrar el grifo al lavarse los dientes.

Ducharse en vez de bañarse para ahorrar agua. No tirar residuos en el campo. Reciclar. No tirar residuos por el wáter. Compartir el coche con otras personas. No abusar de la electricidad. No provocar daños acústicos.