ser escritor: el libro por fuera

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Breve guía de iniciación para quellos interesados en escribir su propio libro

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Ser escritor

Jorge A. Garrido

Ser escritor © 2013Registrado en Safe CreativeNº de registro: 1211212712998Corrección, maquetación, diseño y montaje por Jorge A. GarridoCualquier reproducción, total o parcial, de esta obra, así como su divulgación por cualquier medio o la creación de obras derivadas, necesita de la expresa autorización por escrito del autor.Todos los derechos de esta obra quedan reservados a Jorge A. Garrido

4 El libro por fuera

4.1 Portada, contraportada y lomo

Estas tres son las partes de las que se componen los libros, sin contar las hojas de la tripa. Más en concreto:

• Portada: Es la cara delantera, la inicial. Aquí veremos el título y, a veces, el nombre del autor.

• Contraportada: La cara trasera, donde veremos la sinopsis.

• Lomo: La parte central, que une portada y contraportada. En el lomo aparecen el título, nombre del autor y el sello o nombre de la editorial.

Ya en la maquetación elegiste el tamaño que tendrían las páginas de tu libro, así que, indirectamente, también elegiste las medidas de la portada y contraportada: Las mismas de cada hoja. Digamos que son como hojas pintadas que van encima y debajo, respectivamente, de aquellas que forman la tripa. Distinto es el tema del lomo, que

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tendrá una misma altura, pero su ancho dependerá del número de páginas que tenga tu obra, que, a su vez, también variará dependiendo del grosor de las hojas. Dicho gramaje oscilará, aproximadamente, entre los 80 y los 110 gramos (papel menos o más resistente), aunque será determinante que hayan ilustraciones (sobretodo a color) que exijan ese mayor grosor por exceso de tinta. Ya puestos, podrás elegir entre los colores blanco o sepia (papel ahuesado, que se llama). Aunque éste es más caro, también es cierto que le da otra personalidad, siendo más típico de libros antiguos.

De todos modos, estos son temas que te solucionará la imprenta, así que tampoco te preocupes demasiado, ya que en ella te dirán exactamente cuánto ocupa la obra y cuáles son todas las opciones disponibles para el acabado de tu libro.

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4.2 Tapas y solapas

Las tapas, en realidad, ya las conoces, ya que es el nombre que reciben en conjunto la portada, contraportada y lomo. Las solapas, por su parte, son dos delgadas prolongaciones de las tapas, de poco grosor y dobladas hacia el interior. En ellas se incluyen, normalmente, la foto del autor, su fecha de nacimiento y una breve biografía y bibliografía. Por supuesto, son opcionales, y encarecen el coste de producción del libro.

Dentro de las tapas, podrás elegir entre dos modelos: Duras o blandas. Las primeras presentan un acabado de mayor calidad, que permite también una mejor conservación en el tiempo y uso. Suelen estar presentes en ediciones de lujo, dado el elevado coste en imprenta. Las blandas, no obstante, tienen características muy distintas, siendo elegidas para tiradas cortas o libros de autores de bajo renombre o que están comenzando en este mundillo. Sin embargo, no hay que descartar tan rápidamente esta última opción, pues presenta, a un precio más razonable, un muy buen acabado.

La elección de un tipo u otro de tapas también

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influirá en las solapas (de incluirlas). En el caso de las blandas, las solapas comparten cuerpo con ellas como si fueran una unidad indivisible, del mismo material plástico. Si, por contra, las combinamos con las duras, es habitual que las tapas no lleven impresión alguna (si acaso el título de la obra y el nombre del autor) y se le colocará por encima, vistiéndola desde la portada hasta la contraportada, una sobrecubierta (ésta sí irá impresa), de un material menos resistente que el de las tapas blandas.

Para completar este apartado, añadir que en libros con un alto número de hojas, éstas irán encoladas (más barato) o cosidas (más caro) al lomo. Sin embargo, en revistas, fascículos o libros muy delgados (cuentos para niños, cómics...), se optará por otras medidas, como es el uso de grapas. Como antes te dije, la imprenta solventará tus dudas en esta cuestión.

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4.3 Diseño

Será uno de los últimos procesos en nuestra carrera por acabar el libro físico, debido, sobre todo, a que hasta no conocer la totalidad de hojas que compondrán nuestra obra no podremos saber el tamaño del lomo (su ancho).

En el caso de que no contemos con ningún profesional que nos realice esta tarea, tendremos algo parecido a lo que vimos en la maquetación: Lidiar con programas informáticos. Y como sucedía en dicha sección, el abanico es amplio. Depende de cada uno el elegir un programa u otro, siendo muy distintos entre ellos. Puede ser, quizá, lo más complicado para quienes hacemos de todo sin saber en un principio de nada, pero para eso está internet y sus miles de tutoriales, encontrándolos en forma escrita o en videos subidos por particulares a las más famosas webs de este tipo.

Cuestiones a tener en cuenta:

• Hay que buscar que el diseño sea llamativo, que provoque la llamada sobre el lector y, así, éste se interese por el libro. A veces no es necesario que sea un dibujo complicado

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o una foto recargada de elementos, podría bastar con un diseño muy sencillo, pero cautivador.

• Como es lo primero que entrará por los ojos, hay que mantener cierta conexión entre el tema del diseño y lo que va a leer la persona que se acerca al libro. Hay que evitar que si la obra ofrece, por ejemplo, una historia romántica, quien vea las tapas piense que se trata de una novela de terror. De momento, habrías perdido un lector que ni siquiera se ha molestado en leer la sinopsis.

• El título ha de leerse claramente y no llevar a confusiones (que no vaya a camuflarse con el resto del diseño).

• Las letras (título, nombre del autor, sinopsis...) han de ser lo suficientemente grandes y legibles.

• Puedes diseñar por distinto lado la portada, contraportada y el lomo, aunque tendrás que medir perfectamente lo que mide cada uno. Por ello, se lleva bastante (y es lo que recomiendo) hacer una única ilustración o montaje que abarque las tres partes.

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También así evitaremos que la imprenta haga mal su trabajo, ofreciéndoles un único archivo que luego centrarán correctamente.

• Una vez que sabes las medidas exactas de la imagen, habría que preguntar a la imprenta con qué margen juegan a la hora de hacer los cortes. Es decir, que tendrás que dejar algo así como un par de centímetros de más tanto por arriba, abajo y a los lados para las líneas de corte y que sobre algo de la ilustración. De dejarlo justo a la medida de tus hojas corres el riesgo de que la imprenta se quede corta y deje un filo blanco en los bordes que afee el resultado final.

• Como último apunte, el archivo deberías dárselo a la imprenta como .jpg, a la mayor resolución posible y en modo CMYK, para que los colores que finalmente salgan sean de verdad los que quieres que lleven.

*Nota: Este apartado, como el anterior, no debes

tomarlos en cuenta hasta que decidas darle forma a tu libro,

pues puede que aún pretendas enviar la obra a editoriales o

concursos, caso en el que no vale para nada todo el trabajo

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que te dará lo aquí tratado.

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