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Sentidos y sinsentidosen la educación de la sensibilidad

Introducción

En este trabajo me propongo analizar y discutiralgunos temas y problemas pertinentes en la edu-cación de la sensibilidad. Tales asuntos tienen quever con la naturaleza de la sensibilidad, con susgrados de presencia y con sus expresiones; tam-bién son relevantes al discutir las cuestiones deuna educación que se halle comprometida con unamanera de pensar que enmarque el sentido de lasensibilidad en la subjetividad. Considero que laeducación de la sensibilidad es fundamental para

la vida misma, así como para el ámbito educativo,artístico y arteterapéutico.

Algunas consideracionesfundamentales

El movimiento, la expresión, el continuo trabajode asimilación y acomodación entre el mundo in-terno y el mundo externo, son condiciones de lo

Alejandro ReisinPRIMERA ESCUELA ARGENTINA DE ARTETERAPIA/BUENOS AIRES, ARGENTINA

alereisin@cardioweb.net.ar

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que consideramos vital. La sensibilidad es un gra-do de lo vital que cumple con una importante fun-ción, ya que da cuenta de cómo es la interrelaciónentre el organismo y el mundo.

La sensibilidad como condición de lo vivo y delo subjetivo determina la singularidad de cada per-sona. No somos todos sensibles en el mismo sen-tido. Tenemos ciertas marcas históricas, sociales,culturales, familiares e individuales que hacen quela apreciación de lo interno y lo externo no sea lamisma para cada uno de nosotros. Desde un espí-ritu positivista y racionalista a ultranza, sería pre-ferible un hipotético ideal de control de todas lasvariables que marcan diferencias entre los sujetos,para lo cual habría que “despojar” sus sensibilida-des para igualarlas, y así tener un control rigurosode cada situación, intercambio, producción, co-nocimiento, acción y efectividad. En oposición ala igualación de todos, es decir, a la aniquilaciónde las diferencias, la realidad nos muestra que so-mos seres únicos, que nuestra visión es caracterís-tica de todos y de cada uno de nosotros, y queresulta indispensable aprender a integrar las dife-rencias en nuestro diario convivir no solamentecon los otros sino con nosotros mismos.

De acuerdo con la teoría de las inteligenciasmúltiples de Gardner, hay quienes son más sensi-bles a lo artístico, otros a lo racional, otros al de-porte, otros a lo vincular, etc. Además, podemospensar complejas combinaciones, dondeuna sensibilidad potencia a las otras yéstas lo hacen con diversas funciones su-periores, tales como la cognición, la me-moria, el pensamiento, el aprendizaje, ellenguaje y otras.

Lo sensible es una pieza clave para eldesarrollo vital de los humanos, tanto ensus dimensiones expresivas y creativascomo en la comunicación y en el aprendizaje. Yéstas a su vez se encuentran presentes tanto en laeducación como en la producción artística y crea-tiva y en el trabajo terapéutico.

Como si de una piel se tratara, la sensibilidadtiene beneficios y tiene desventajas: sin piel, unabrisa nos lastimaría; mas una piel muy gruesa nosimpediría registrar el entorno, a los otros. En am-bos extremos casos podríamos encontrarnos engraves peligros. Esta mirada implica dar una di-

mensión al alcance de la sensibilidad. Si hay unadialéctica en la formación y educación de la sensi-bilidad, también hay una dialéctica en las razonesde los grados de lo sensible, diríamos durezas dela piel, que protegen otros tejidos y órganos, loscuales peligrarían sin esa protección. Es decir, nose trata de destituir la piel-barrera que protege, sinode optimizarla a piel-contacto, dialectizarla, abrir-la al encuentro con lo otro, ampliarla, hacerla cre-cer. No se trata de tener una piel permeable (lapiel es lo más profundo, decía Paul Valery) o unapiel impermeable, donde el otro, lo otro, no llegaal corazón.

¿Qué se opone a la sensibilidad? En una épocaen la que se pretende educar principalmente, o so-lamente, a la razón, que se halla sobrevaluada, lasensibilidad está devaluada. Para una política depuro capital, de pura cápita, cabeza, los seres mássensibles se tornarían “peligrosos” para ciertos in-tereses del establishment; peligro de que sujetos noadormecidos, de seres cuestionadores, de seres encontacto y relacionados con su mundo, pudiesenser modificadores de tales intereses. Ser sensiblees opuesto a ser dormido, dominado por los me-dios de masas, seres éstos no pensantes, seres queno hacen cuestión ni se cuestionan sobre sus con-diciones de vida o sobre los otros.

Asimismo, hay cuestiones éticas que se involu-cran directamente con las lógicas de la sensibili-

dad subjetiva: véanse por ejemplo losproblemas que podrían surgir entre se-res humanos nacidos naturalmente conrespecto a seres humanos clonados y elideal de algunos sectores de la cienciacognitiva: imitar al ser humano, esto es,la robótica. Estamos lejos de pensar enla responsabilidad de las sensibilidades decada cual. Tenemos de todas maneras

problemas más actuales en los que pensar… to-dos nosotros, ¡seres únicos y originales por cierto!

En la educación de la sensibilidad se ponen enjuego ideologías, concepciones de lo humano, delo sensible y de lo inteligible. ¿Es tan dañina lairracionalidad como la insensibilidad? Tenemos dis-tintas sensibilidades frente a las desigualdades enlas condiciones de vida que prevalecen en el mun-do de hoy, aún cuando hay suficientes conocimien-tos y medios tecnológicos para eliminarlas. Hace

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veinte años lo que se gastaba en el mundo en undía de armamento era el equivalente de dar decomer a toda la población del planeta por un año.En un mundo tan tecnocratizado, donde las comu-nicaciones se han informatizado tanto, las dimen-siones sensibles, vinculares, expresivas y comuni-cacionales se han visto notablemente devaluadas,

en pos de una sobrevaluación de los contenidosdigitales, el objeto o asunto que debe ser informa-do y la racionalidad de la causalidad lineal: causa-efecto (o acción-resultado). La causalidad complejaes propia de la vida social y afectiva; la sensibili-dad es ineludiblemente un requisito para nuestravida humana.

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No hablamos de enseñanza de la sensibilidad sinode educación de la sensibilidad. ¿Cuál es la diferen-cia? De alguna manera, enseñar es adoctrinar, dellatín insignare, señalar, de in, en y signum, signo; asíque enseñar es mostrar. Educar, del latín educare,es guiar hacia afuera, conducir, sacar de adentro.

Podríamos ver en fotos, en relatos o en pelícu-las, una gran cantidad de cuestiones que tienenque ver con la sensibilidad, por ejemplo ver el llantode alguien que sufre, o de alguien en un estado depérdida o de apasionado amor. De hecho, las imá-genes de la televisión muestran éstas y muchas

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otras muy intensas, que bien podrían “afectar” lasensibilidad de muchas personas (de los niños, nihablar…). Podríamos ubicar el término “enseñar”como lo que se muestra. Pero de una enseñanza nose desprende necesariamente un aprendizaje. Haypropagandas que muestran lo dramático que pue-de resultar el uso indebido de drogas y sin embar-go, no educan; ¡a veces incluso estimulan aún másel uso de las mismas! La TV enseña muchas imáge-nes de la vida cotidiana y de situaciones inventa-das. Creo que todos coincidiríamos en negar uncarácter educativo de la televisión en estos tiem-pos de la sociedad de consumo. ¿Qué se ofrece, semuestra, se enseña para el consumo? Las lógicasque gobiernan a las producciones sociales sonabsolutamente mercantilistas y alejadas de cual-quier sentido educativo.

En cambio, el término educación supone unacrecentamiento de la experiencia interior en rela-ción al desarrollo y apropiación desaberes, supone lo significativo, lasubjetividad y lo evolutivo. ¿Coin-cidiríamos en creer que la educa-ción tiene como fin la construcciónde saberes (tanto teóricos comoprácticos) gracias al vínculo del edu-cador y el educando con los finesde la libertad de los sujetos a través del conoci-miento? ¿O se trata acaso de acumular cultura paraser un capitalista simbólico exitoso?

En el hipotético caso de que estuviéramos dan-do un sentido a la educación entre nosotros, esta-ríamos haciendo referencia a cuestiones metateó-ricas, netamente ideológicas. Es decir, ¿para quéeducar? Luego de esta pregunta, le siguen ¿quéeducar?, ¿cómo educar?, ¿con quién?, ¿cuándo?

Pensando de manera positiva en la educaciónde la sensibilidad, es posible decir que está enmar-cada en el sentido filosófico y social, y por lo tan-to político y cultural, del acto pedagógico. No sepuede ser ingenuo respecto del compromiso ideo-lógico que subyace en la educación de la sensibili-dad. Ésta posibilita la visión que cada quién tengadel mundo, el pensamiento propio, la ética de laacción responsable y el respeto por el otro.

En la actualidad existe una supremacía de laimagen visual por sobre otros lenguajes que esti-mularían otras vías sensoriales (tacto, olfato, gus-

to, oído). ¿Cómo se puede pensar una educaciónde la sensibilidad a distancia a través de Internet,donde el vínculo con el otro es puramente virtual?

Si oponemos la opresión o la represión a la ex-presión, nos encontramos con una merma en la sen-sibilidad, necesaria para tolerar el mantener la ba-rrera que divide lo interno de lo externo. Estoimplica un proceso de desensibilización. ¿Cuál esel proceso inverso a la sensibilidad que sucede conmuchos adultos a lo largo de la vida? La sensibili-dad se educa, se reeduca, pero también se aneste-sia, se oprime, se oscurece. Anestesiar es un “me-canismo” que aparece necesario para preservar alsujeto del peligro que vivencia frente a lo que lasensibilidad despertaría en él. ¿Cómo desarticularlos procesos que interfieren en nuestra capacidadde darnos cuenta de nuestro estado sensible inte-rior, y el del otro?

La sensibilidad no debería oponerse a la razón.No sólo eso: debería elevarla, refi-nándola, ligándola al mundo, consus condiciones concretas de exis-tencia y sus potencialidades. La per-cepción de la cualidad con la queuno se encuentra en el mundo y suposibilidad de pensar esa cualidad,ese encuentro y ese mundo, hacen

de nuestro ser la esencia de lo humano, la distin-ción con lo animal. Pero hay animalidades muyelevadas y hay razones muy animales, alejadas dela sensibilidad.

La sensibilidad habilita el pensamiento creati-vo y éste es fundamental para poder tener una vi-sión crítica del mundo. Para aprender, para poderenfrentarse a los problemas de la cotidianidad y latoma de decisiones que supone vivir en el mundo,es necesario tener registro de los otros, de las rela-ciones, de las situaciones y de los objetos. Lo sutil,lo mínimo, lo singular, tienen aquí un lugar máxi-mo y universalizable, es decir, extendible a los otrosseres también “sensibles”.

Hay una profunda relación entre la sensibili-dad y la racionalidad, ambas colaboradoras de unainteligencia que integre lo práctico y lo teórico conlo contextual e intersubjetivo.

¿Educación de la sensibilidad o sensibilidad enla educación? Los seres sensibles deberían teneracceso a una educación gracias a la cual el sujeto

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recupere su singularidad de las condiciones concre-tas de existencia en las cuales se desarrolla su convi-vir, y abra un espacio para que las voces subjetivas,sensoriales, expresivas, comunicacionales, pensan-tes, creadoras, se expresen y digan sus verdades.

El educador de la sensibilidad debe ser sensi-ble a las diferencias en las sensibilidades de suseducandos. Esto implica tratar diferentemente sussensibilidades. Como se trata del encuentro sensi-ble con el otro, nadie sabe qué va a pasar en elacto educativo, pero se puede pensar que la actitudeducativa implica ponerse a la disposición del otro.

Las sensaciones interoceptivas pertenecen al orga-nismo (son difusas) y la mayoría de las veces noson concientes. Muchas enfermedades podrían pre-venirse y/o evitarse, adiestrando estas sensaciones.Para los niños pequeños, estas sensaciones acae-cen como cúmulo inexplicable que surge de su in-terior. Sea el caso de cuando tienen hambre, sue-ño, algún dolor, por los que se ponen irritables ose sienten molestos. Si pensáramos en motivacio-nes más sutiles, tendríamos que ubicar allí las cues-tiones emocionales y vinculares que determinansu vida. Las sensaciones propioceptivas, son base afe-rente del movimiento y se perciben a través de lossentidos receptores periféricos. Las sensaciones extero-ceptivas se agruparían en sensaciones por contacto(tacto, gusto) y sensaciones a distancia (vista, oídoy olfato). Lo verbal se encuentra tanto como infra-estructura como superestructura de las sensaciones.

Actividades posibles

¿Cómo pensar la educación de la sensibilidad?Entrenar el ojo para ver, con distintos lentes, lasenormes variaciones de lo sutil, de lo pequeño.Encontrar diferencias en las cosas, en las accio-nes, en las emociones, en las ideas.

Le proponemos las siguientes frases para per-cibirlas desde su subjetividad:

Una suave brisa de frente, caminando por la playa.Alguien susurra nuestro nombre en una noche de nostalgia.Un aroma de nuestro lugar natal, luego de la lluvia.Una superficie rugosa con algunos ángulos filosos (la reco-nocemos con la mano).Flotamos en el espacio, dando vueltas en todas direcciones ymiramos a lo lejos, las profundidades.Nos atraviesan haces de colores por diversos lugares del cuerpo.Nos desplazamos gelatinosamente.Vemos un día de nuestro vivir cotidiano en una pantallagrande enfrente de nosotros.Un día sediento, de mucho calor, tomamos la bebida quemenos nos agrada.

Imaginemos ahora si viéramos todo solamenteen blanco y negro. Imaginemos luego toda la gamade grises. Nuestra vida cotidiana, en silencio y enescala de grises... Supongamos ahora que pudiéra-mos ver en blanco y negro y además en los coloresprimarios, rojo azul y amarillo. A esta altura sa-

© Joaquín Salvador Lavado (QUINO). Mundo Quino, Tusquets Editores, México, 1963.

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brán que el paso siguiente es apreciar sensiblemen-te las distintas gamas de todos los colores… todaslas gamas del verde en un bosque, por ejemplo.

Hay navegantes de la polinesia que se despla-zan guiados por los colores del agua, aquellos quedenotan los movimientos de las corrientes. Pode-mos reconocer en la voz de nuestro ser querido,por teléfono, si está triste, alegre, enfadado, abu-rrido, apurado. Un buen cocinero reconoce en unacomida los componentes, un músico escucha losinstrumentos que suenan simultáneamente en unaorquesta y un pintor reconoce la paleta con la quese logró determinado color. Un educador percibedónde está aquello que el otro no entendió, porsu mirada. Un terapeuta encuentra en un leve cam-bio de brillo de los ojos cuando se rozan cuestio-nes que angustian a su paciente.

Sabemos que los niños son naturalmente sen-sibles y perciben aún sin inhibiciones. Pero estecúmulo de sensaciones acaecen espontáneamen-te, complejamente, sin una organización que per-mita identificarlos o, unidos al entendimiento, co-incidir en una acción pertinente. Nadie dudaría enque un recién nacido llora porque algo le sucede:hambre, dolor, sueño, etc. El bebé recibe la sensa-ción, es sensible a la percepción de lo que le des-equilibra la homeostasis y llora…

¿Cómo abordar una educación de la sensibili-dad que introduzca categorías, respete la singula-ridad y forme a un sujeto desde el punto de vistasocial? Percepción y categorización, sensibilidady entendimiento, emoción y comprensión; si en-tre ellas hubiera fluidez, comunicación, integra-ción, el mundo sería muy diferente. Y aquí la edu-cación tiene una importante tarea para realizar, entodos los niveles.

¿Qué procedimientos psíquicos son los utiliza-dos para cualificar o caracterizar las cosas? ¿Cómopensar, sin el desarrollo de la sensibilidad, en con-ceptos tales como observar, reconocer, identifi-car, explorar, organizar, seleccionar, representar,imaginar, emplear, diseñar, evaluar, intuir, prede-cir, identificar, discriminar, interpretar, valorar?Una educación de la sensibilidad íntegra puedemejorar la capacidad intelectual general (procesoscomplejos entre los hemisferios derecho e izquier-do, en la estimulación de las diversas áreas espe-cializadas de la corteza cerebral).

Recomendaciones para la acción

¿Para qué educación de la sensibilidad?

1. Sensibilizar para recuperar el “sens”: el sentidoy el sentir de la vida.

2. Sensibilidad en la educación para dar sentidohumano al vivir con otros.

3. Sensibilidad para la creatividad, para otorgarsentidos humanos, no mecánicos, no alienados.

4. Sensibilidad para formar artistas, a través de lasvías de lo sensible.

5. Sensibilidad para que los individuos puedanformarse como sujetos libres y concientes desus capacidades, sus posibilidades y sus límites.

6. Entre la sensibilidad de uno y de otro es posi-ble encontrar una interfase subjetiva responsa-ble que implica un ejercicio de la libertad, delconocimiento y de una ética de encuentro conel semejante.

Lecturas sugeridas

REISIN, A., 2005. Arteterapia. Semánticas y morfolo-gías, edición del autor, Buenos Aires.

Se consigue con el autor enwww.alejandroreisin.tko escribiendo a su correo electrónico.

Siempre tiende a elogiarse demasiado un libro largosimplemente porque uno ha sido capaz de leerlohasta el final.

E. M. Forster, novelista y crítico inglés, 1879-1970.