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SEMINARIO INTERNACIONAL: LA RESOLUCIÓN 1325: SU APLICACIÓN A LOS 10 AÑOS DE SU APROBACIÓN

MESA 1

Procesos de conflictos armados y construcción de paz desde la perspectiva de género. ¿Por qué es necesaria la Resolución 1325?

1. Los conflictos armados desde la perspectiva de género

2. Pensar desde las vidas de las mujeres

3. Acercarse a las vidas de las mujeres como fuente de recursos para construir la paz

4. Insertarse en la tradición del feminismo internacionalista, transnacional y global, a favor de la paz

5. Sobre la importancia de la Resolución 1325

1. Los conflictos armados desde la perspectiva de género

La estructura de género: división del trabajo, atribuciones simbólicas, y características personales atribuidas, está en la base de que los conflictos armados, las guerras, afecten de manera diferente a hombres y mujeres.

Esta manera diferente de afectar a unas y otros, depende también de la naturaleza y orígenes del conflicto armado. Una guerra civil, desarrollada como una guerra de liberación, impactará en las relaciones de género de modo diferente a otra debida a las divisiones étnicas. Y ambas diferirán del caso de una guerra entre Estados.

En términos generales, podemos decir que:

- La violencia sobre hombres y mujeres aumenta con el surgimiento de milicias y la des-estructuración del Estado.

- En un conflicto armado, las desigualdades legales, políticas y de DDHH, entre hombres y mujeres se exacerban con una exclusión mayor de las mujeres de los lugares de poder

- Las mujeres pueden tomar una importancia simbólica para los distintos grupos (terreno a conquistar mediante la violación como arma de guerra, embarazos forzados, etc.)

- Pueden ser atacadas como esposas o madres de los que luchan

El impacto en las relaciones de género puede analizarse1:

- En la escalada del conflicto

- Durante el conflicto

- En el proceso de paz

- En el periodo postconflicto: reconstrucción y reconciliación

1 Véanse los casos de Argelia, Camboya, Eritrea, Guatemala, Kosovo, Ruanda, Somalia…

Se puede observar, en las siguientes dimensiones, que están, a su vez, interconectadas:

Derechos humanos, legales y políticos

Cuestiones relacionadas con la salud y demográficas

Cuestiones económicas

Organización social y estado de bienestar

Cuestiones socioculturales e ideológicas

Factores personales y psicológicos

Una perspectiva de género, estrictamente, ha de tener en cuenta cómo afectan las distintas situaciones a hombres y mujeres, en su realidad, en su percepción y en sus roles. Lo que sucede es que los relatos dominantes están elaborados desde la asimetría de poder que da categoría de humano, únicamente al relato del hombre. De ahí que, muy a menudo, nos situemos dentro del paradigma de género, mientras enfocamos nuestra mirada hacia las mujeres. Lo hacemos porque es necesario, porque es la parte que menos se tiene en cuenta. Aún así, creo que es importante, y tarea pendiente, hablar de los hombres también, mostrarlos en su parcialidad, problematizarlos, empujarlos a ocupar, no el todo, sino la mitad que les corresponde. Para que no piensen que las situaciones a cambiar afectan sólo a las mujeres, para que se sitúen como observadores sin sentirse interpelados ni llamados a contribuir a cambiar la realidad.

2. Pensar desde las vidas de las mujeres

La pregunta ¿desde dónde pensar? es importante, pues las vidas de las personas pesan en la generación de lo que puede considerarse un problema, una cuestión digna de ser pensada. Lo es para cualquier persona que quiera conocer apoyándose en bases sólidas. En particular, lo es para cualquier grupo humano que, a lo largo de la historia, no haya sido tenido en cuenta en la descripción y conformación de lo que se ha transmitido como realidad, como conocimiento, como saber, como ciencia. Lo es para las mujeres. Pues al pensar el mundo, la convivencia, las relaciones, al pensar, en suma, no existe algo así como un problema, en general. Un problema siempre tiene tras de sí un sujeto que lo considera como tal, un sujeto respaldado por un cierto consenso de grupo2.

Si la realidad, en general, y los conflictos armados, en particular, están atravesados por la estructura/ideología de género, pensar desde la perspectiva de género tiene dos vertientes: la de pensar desde las vidas de las mujeres y la de pensar desde las vidas de los hombres. Dos miradas que interaccionan, que se influyen mutuamente. Parte de nuestro reto, es desentrañar esa interacción, para transformarla.

La experiencia de las mujeres, en los conflictos armados es plural, aunque algo las une a través de las diferentes circunstancias, y es que todavía, en muchos lugares del mundo, a ellas se les aplican normas diferentes a las que se aplican a los hombres. En una determinada cultura y situación histórica, hombres y mujeres son objeto de normas diferentes, surgidas de tradiciones, trabajos y roles asignados en función del sexo.

Desentrañar esas normas que interactúan, los roles, los repartos, las diferencias que son convertidas en desigualdades, y las que no, es una tarea siempre previa. Sólo que, a menudo, en un mundo jerarquizado en función del sexo, necesitamos construir la igualdad teniendo en cuenta, considerando y valorando la experiencia histórica de las mujeres. Y para eso, es necesario sacar a la luz al sujeto mujeres, en singular y en plural, observar la realidad desde sus vidas, enriquecer la descripción de lo que sucede y teñirla de pluralidad

2 Esta pregunta da lugar al marco teórico del pensamiento situado. Las nociones sobre el pensamiento situado las trabajé al investigar sobre las mujeres de ciencia españolas de principios del siglo XX, trabajo recogido en Pioneras españolas en las ciencias, Madrid, CSIC, 2004.

con sus relatos. De ahí que hablemos de mujeres, que rescatemos lo que han hecho y hacen; lo que dijeron en el pasado y lo que dicen hoy.

Centrarse en las mujeres, o pensar desde sus vidas, no es para hacer de las vidas de las mujeres un problema: qué les pasa, dónde están, cómo les afecta un conflicto armado… sino precisamente, porque ese pensar y desvelar otros aspectos de la realidad humana permite ofrecer como horizonte de civilización lo que han pensado y practicado tantas mujeres a lo largo de la historia, contrarias a la guerra y la violencia.

Glosando a Sandra Harding, pensar desde las vidas de las mujeres ha de permitirnos pasar del problema de las mujeres en los conflictos armados, al problema de los conflictos armados, como tales: dónde anidan sus raíces, por qué la dominación, por qué la violencia.

3. Acercarse a las vidas de las mujeres como fuente de recursos para construir la paz

La perspectiva de género en el análisis y resolución de conflictos bélicos parte de admitir que, en ellos, las mujeres resultan afectadas de un modo específico, diferente al modo en que los hombres son afectados. Y es esta diferencia, la que está en la base de su capacidad para tener una voz propia en los procesos de paz.

Las mujeres juegan múltiples roles en un conflicto armado: son objeto de violencia específica, víctimas en ese sentido, y también ocasionalmente son perpetradoras de violencia. Pero más a menudo se organizan en grupos de base para construir la paz o son líderes que despliegan ideas innovadoras para salir de la violencia: son las primeras en criticar las políticas belicistas, en arriesgarse e iniciar el diálogo entre comunidades divididas, cruzando las fronteras psicológicas y materiales, y haciendo posible el avanzar hacia la reconciliación. Este hecho está siendo cada vez más reconocido, aunque todavía existen muchas inercias para que la voz y las propuestas de las mujeres tengan mayor peso en los procesos de paz y las mesas donde se negocia.

La Resolución 1325, es una herramienta política para avanzar en esta dirección.

Según conclusiones extraídas de estudios sobre el terreno por parte de UNIFEM, las mujeres son parte importante en el desarrollo de un conflicto armado y en su resolución, ya sea como supervivientes, como víctimas o como participantes en el mismo, ya que:

- A menudo, son ellas quienes construyen la base, los cimientos para las negociaciones de paz.

- A menudo, son mujeres quienes catalizan las negociaciones de paz.

- Las organizaciones de mujeres presionan y trabajan persistentemente por la paz.

- Con frecuencia, quienes primero establecen lazos entre las facciones que contienden, son las mujeres.

- Su presencia incrementa la inclusividad, transparencia y sostenibilidad de un proceso de paz.

- Ellas complementan los esfuerzos oficiales en la construcción de la paz.

- Las mujeres pueden empujar la reconciliación y proporcionar ejemplo a la sociedad para ir en esa dirección.

- Las mujeres trabajan para sostener los acuerdos de paz a todos los niveles.

- Las mujeres aportan asuntos a la negociación de la paz que de otro modo se ignorarían.

- Una perspectiva de género en un proceso de paz puede conducir a avances de largo alcance sobre la igualdad entre las mujeres y los hombres. 3

3 UNIFEM (October, 2005) Securing the Peace. Guiding the Internacional Communitty towards Women’s Effective Participation throghout Peace Processes.

El movimiento de las mujeres, el feminismo en plural, que aportó la energía y las herramientas conceptuales para cuestionar la desigualdad y el saber transmitido tiene ante sí el reto de universalizar estas prácticas constructoras de paz.

Mujeres de todas las épocas han rechazado la violencia en todas sus vertientes: estructural, simbólica y directa. Y es que desde la experiencia de una mayoría de mujeres era y es posible ver con claridad que la violencia destruye el trabajo a su cargo, las condiciones de supervivencia de la comunidad.

Hay una sabiduría femenina que conoce el valor de la sangre: cómo la sangre crea vida y puede salvar vidas, y que se niega a derramarla; que piensa y siente profundamente lo inaceptable de que se mercadee con ella; que sabe lo que cuesta una vida, y que es más fácil destruirla que sacarla adelante.

El legado de las constructoras de paz nos llega desde esta sabiduría y desde la experiencia vital, plural y múltiple, con rostro y cuerpo de mujer. Para seguir rescatándolo, las siguientes vías pueden ser fructíferas:

Una: la recuperación de figuras de mujer destacadas por sus actividades constructoras de paz, el conocimiento de sus vidas, de sus acciones, de los acontecimientos en los que se involucraron: políticas, místicas, sindicalistas, literatas, artistas, reformadoras, revolucionarias de la no-violencia, reinas, las Premio Nobel de la Paz (Bertha von Suttner, Jane Adams, Rigoberta Menchú, Wangari Maathai…).

Dos: la recuperación y puesta en circulación de las ideas y compromiso vital de pensadoras que en distintas épocas pusieron en el mundo reflexiones y pensamiento constitutivos de una racionalidad civilizatoria, clave para la construcción de cultura de paz (Rosa Luxemburgo, Virginia Woolf, Simone Weil, Petra Kelly…).

Tres: la visibilización del trabajo de base efectuado por grupos de mujeres organizadas contra la guerra y la violencia, extendidos por todo el mundo. Con enfoques, filosofías y objetivos muy diversos, en general comparten el intento de deslegitimar la lógica que pone en juego la vida de los seres humanos para perseguir intereses materiales, ideológicos, de poder, soberanía u otros.

Existen grupos de mujeres: a) Para oponerse a la guerra o las políticas militaristas y de agresión que llevan a cabo sus gobiernos o sus grupos de pertenencia (red de Mujeres de Negro…). b) Para acercar, a través de la relación y la búsqueda de puntos comunes, a personas de grupos enfrentados, de los que ellas forman parte, para romper las barreras entre bandos que pelean y acercar comunidades divididas (mujeres de Palestina e Israel; turcochipriotas y grecochipriotas; católicas y protestantes en Irlanda del Norte; somalíes de los 5 clanes constituidas en el sexto clan…). c) Para la búsqueda de soluciones no militares a conflictos estructurales (Ruta pacífica de las mujeres colombianas, Madres contra la droga…) . d) Para rescatar a los hombres o sus hijos de una guerra que no comparten (Code Pink y madres de soldados en Estados Unidos; madres rusas en la guerra contra Chechenia…). e) Contra la impunidad: para que no se repitan los genocidios, las desapariciones y las persecuciones sufridas por determinados grupos humanos (Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, Viudas de Guatemala, Madres del Salvador…). f) Para apoyar a mujeres que viven en situaciones de guerra o de falta de libertad y derechos humanos, en países distintos al suyo (muchos grupos de Mujeres de Negro…). g) Para lograr que el trabajo de base de las mujeres cuente en la toma de decisiones, trabajo de lobby (UNIFEM, el grupo sobre Mujeres, paz y seguridad, WILPF, mujeres del Parlamento Europeo y otros parlamentos…)4.

Cuatro: la recuperación y universalización del valor y el sentido del trabajo cotidiano de tantas mujeres anónimas, sostenedoras, criadoras, educadoras, en los países empobrecidos o en los enriquecidos, en los que las tareas más fatigosas, en hospitales, escuelas, centros de ancianos y otros están marcadas en femenino.

4 Para una profundización véase: Carmen Magallón, Mujeres en pie de paz, Madrid, Siglo XXI, 2006.

Cinco: el conocimiento de las acciones de líderes y organizaciones internacionales que conforman una corriente de feminismo internacionalista, con incidencia en los núcleos de poder: una corriente que puede rastrearse desde la I Guerra Mundial a la reciente creación de la ONU Mujeres en el sistema de Naciones Unidas (WILPF…)

Seis: la visibilidad y espacio para las investigadoras e investigadores, profesorado, periodistas y toda persona que trabaja por la divulgación y universalización de este legado femenino de construcción de paz.

La aspiración es que los hilos que el pensamiento y la acción de estas mujeres nos han dejado, para la reducción de la violencia y la construcción de la paz, sean recogidos e incorporados a los tapices culturales como una riqueza necesaria para mejorar la plural y conflictiva convivencia humana.

4. Insertarse en la tradición del feminismo internacionalista, transnacional y global, a favor de la paz

A la hora de intervenir, de actuar, de realizar proyectos de cooperación, de relacionarnos unas mujeres con otras, una fuente de energía e inspiración es ser conscientes de que formamos parte de una tradición histórica: la de un feminismo internacionalista que consideró que la igualdad consistía también en intervenir en los asuntos sobre la guerra y la paz. El momento fundacional de esta corriente puede fijarse en 1915, en el que fue el Primer Congreso Internacional de Mujeres, celebrado en La Haya. Las impulsoras y participantes en él, cuando todavía sus países les negaban el voto, fueron capaces de viajar en tiempos de guerra, de atravesar fronteras que dividían a los bandos que se estaban matando, de creer en la capacidad del diálogo y de ser lo suficientemente libres para diseñar un plan de acción alternativo a la marcha de los acontecimientos bélicos.

En La Haya, se puso de manifiesto una voluntad colectiva femenina de intervenir en los asuntos del mundo, asuntos que aquellas más de mil mujeres, venidas de distintos países, consideraban suyos porque marcaban de un modo decisivo sus vidas y también las de sus seres queridos.

La voluntad de dar a luz este protagonismo femenino nos sitúa en un paradigma desde el que es posible elaborar otras miradas y revisar el androcentrismo de los análisis en el campo de las relaciones internacionales, los conflictos armados y los procesos de paz. Quienes queremos contar y que las mujeres cuenten en las decisiones globales nos situamos en la estela que dejaron las impulsoras y participantes en este Congreso.

Las feministas que impulsaron el Congreso de La Haya, desde ya antes de nacer se sintieron profundamente vinculadas a la Organización de las Naciones Unidas, la ONU, parte de cuyos principios originales habían inspirado. Las conclusiones y filosofía de fondo de aquél emblemático congreso, llevado a cabo en plena Primera Guerra Mundial, dejaron su huella en la Sociedad de Naciones, precursora de la ONU. Los pasos e iniciativas que surgieron del Congreso serían el comienzo de una línea de intervención de las mujeres en el terreno internacional que llega hasta nuestros días.

La ONU es la organización en la que confluyen los estados del mundo y, pese a todas las deficiencias, pese a la convicción de que necesita ser transformada y adaptada a la situación actual, hoy es lo único que tenemos. Entre sus virtualidades está el hecho de que en la Asamblea General pueden hablarse amigos y enemigos, y que se trata de la organización que nos dimos para crear legislación internacional, es decir, para regular la convivencia internacional. Además la Carta de la ONU es el documento internacional de mayor rango que expresa la voluntad manifiesta y asumida por los estados allí reunidos de evitar la guerra.

Dentro de la ONU, y según el entramado de poder que emergió tras la II Guerra Mundial, el Consejo de Seguridad es el órgano que posee la legitimidad para regular el uso de la fuerza en el concierto mundial. Pues bien, este órgano, por primera vez en sus cincuenta años de historia, en el año 2000, discutiría y aprobaría una resolución especialmente relevante para las vidas de las mujeres: la resolución 1325. En ella se reconocía la agencia

de las mujeres, y la necesidad de escuchar y tener en cuenta su voz en los procesos de construcción de la paz y de reconstrucción posconflicto.

Cuando ya han transcurrido más de diez años desde su aprobación, recordamos el entusiasmo con el que se recibió la 1325, tanto por el grupo que la impulsó, una coalición de organizaciones internacionales que tomó el nombre de Grupo de trabajo sobre Mujeres, Paz y Seguridad (MPS), como por muchas organizaciones feministas de distintos lugares del mundo. El grupo MPS se había creado en mayo de ese mismo año 2000, precisamente para incidir y presionar sobre el Consejo de Seguridad.5

Previamente, la Plataforma de Acción surgida de la Conferencia de Pekín, ya había definido, en 1995, que el avance de las mujeres habría de apoyarse sobre dos pilares: el empoderamiento de las mujeres y el mainstreaming de género. Este último concepto, multiplicado últimamente en el lenguaje y documentos administrativos, según el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC) es una estrategia para que los problemas y experiencias de hombres y mujeres, por igual, constituyan una dimensión integral del diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas y programas, en los ámbitos político, económico y social. Con esta estrategia se pretendía, y se pretende, introducir la perspectiva de género de manera transversal: tener en cuenta a hombres y mujeres de manera equitativa.

Esta corriente, hoy emergente, hunde sus raíces en el tiempo. Pues en la historia siempre hubo mujeres que dejaron oír su voz en el ámbito público. Algunas, desde el poder que les daba el origen privilegiado de su nacimiento: reinas o ligadas a la nobleza, ejercieron de mediadoras y trataron de frenar las guerras.

La historiadora Carmina García Herrero cuenta que, en 1429, cuando los ejércitos de Aragón y Navarra se disponían a luchar contra el de Castilla, la reina de Aragón, María de Castilla, llegó al trote al lugar donde iba darse el enfrentamiento y, para evitarlo, se plantó en medio del campo de batalla con una tienda. Con esta decidida acción tomaba en sus manos la ardua tarea de negociar con todas las partes una salida alternativa, un empeño en el que otros oficios mediadores habían fracasado. Este no fue un caso aislado, ni tampoco da cuenta de la variedad de prácticas civilizatorias que desarrollaron mujeres con poder o cercanas al poder en muchos momentos de la historia. C. García Herrero nombra estas prácticas con tres verbos: mediar, arbitrar y fundar. En particular, la mediación y el arbitraje entroncan claramente con las que hoy reconocemos como necesarias para la gestión de conflictos en un marco de cultura de paz. Según esta historiadora, “que las reinas fueran agentes de paz y convenio” era una expectativa social que formaba parte de una tradición secular en el Medievo ya muy arraigada, como deja bien patente el hecho de que “entre el siglo VI y el primer tercio del siglo XIV, de las doce mujeres reinantes que alcanzaron el status de la santidad reconocida, cinco de ellas fueran elevadas a los altares, en gran medida, por su implicación directa en procesos de creación y mantenimiento de la concordia”6. Una tarea, añade, que no fue sólo cosa de reinas, pues también ‘las mujeres del común’ ejercieron de pacificadoras, corriendo altos riesgos por ello.

Ana Vargas Martínez ha recogido también esta labor femenina de mediación en la historia, y ha introducido un concepto interesante, el de matrocinar, algo que hicieron algunas mujeres con poder cuando quisieron apoyar a otros para que llevaran a cabo empresas de su interés. 7

Sólo que esta tradición, todavía se halla en la parte oscura de la transmisión histórica. En la sombra quedaron prácticas fundamentales para el sostenimiento de la vida, que fueron

5 El grupo inicial sobre Mujeres, Paz y Seguridad (MPS) estaba formado por las siguientes organizaciones: Amnesty International, International Alert, the Hague Appeal for Peace, the Women’s International League for Peace and Freedom, the International Peace Research Association and the Women’s Commission for Refugee Women and Children. Sobre este grupo, véase la página: www.peacewomen.org/un/ngo/wg.html

6 García Herrero, Carmina (2009) “El entorno femenino de los Reyes de Aragón”. En: Ángel Sesma Muñoz (dir.) La Corona de Aragón en el centro de su historia (1208-1458). La Monarquía aragonesa y los reinos de la Corona, Zaragoza, Departamento de Educación, Cultura y Deporte, Gobierno de Aragón, Colección Actas, 74, p. 329.

desvalorizadas e invisibilizadas, al ser inscritas en lo que de modo ‘natural’ correspondía a las mujeres y otros grupos marginados: la crianza, el cuidado de animales y la elaboración de alimentos, los trabajos ligados al afecto y los cuidados, las mediaciones, la cooperación, en suma, la respuesta cuidadora ante las múltiples caras de la vulnerabilidad humana.

Por eso mismo, fue un hito en las relaciones internacionales, que en el año 2000, el Consejo de Seguridad aprobara una resolución, la 1325, sobre la necesidad de incluir a las mujeres en las negociaciones que buscan dar salida a un conflicto armado y en la reconstrucción social tras los enfrentamientos, en el logro y la construcción de la paz. Una resolución que también se hace eco del sufrimiento y las agresiones sexuales que afrontan las mujeres en los conflictos armados.

La aprobación de la 1325, tras la fuerza y la presión ejercida por una alianza de grupos de mujeres y líderes individuales, hombres y mujeres, con capacidad e influencia en los organismos internacionales, fue un paso importante en la larga marcha hacia la igualdad, que conecta con el espíritu y el empeño iniciados en La Haya. Aunque los pasos hacia la igualdad habían comenzado antes, este tenía un matiz especial: el reconocimiento de que la voz de las mujeres ha de contar en asuntos de calibre internacional, en asuntos tan importantes como decidir sobre la guerra y la paz.

5. La importancia de la 1325

En las relaciones internacionales, en los asuntos relacionados con el poder y la guerra, los conflictos armados, las mujeres, sus prácticas y su pensamiento eran invisibles, y a nadie parecía importarle. Sus vidas no fueron consideradas relevantes para la explicación de las relaciones entre países, de la gestión del poder en el mundo. Ellas estaban entre los objetos o bienes a proteger o a conquistar. Sus cuerpos y su descendencia, eran parte del botín. Todavía es reciente y aún actual, la utilización de las violaciones y embarazos forzados de las mujeres como arma de guerra contra el enemigo.

En este mundo de predominio mediático, fue la dimensión de las agresiones sexuales, y la denuncia de organizaciones feministas (en la Conferencia de Derechos Humanos de Viena, de 1993, Mujeres de Negro denunció el uso de la violación como arma de guerra en la de Bosnia) la que provocó la irrupción de las mujeres en los medios de comunicación, mayormente bajo la categoría de víctimas: las mujeres como grupo vulnerable. En los organismos internacionales comenzó a preocupar su protección en los conflictos armados, preocupación que en los grupos de mujeres se ampliaba a que no se tuviera en cuenta el trabajo de base de tantas mujeres contra la guerra, su consideración como agente pasivo de la violencia armada y su ausencia en las negociaciones de la paz.

La variable género se había ido incorporando en el seno de las Naciones Unidas: en la Asamblea General, la Comisión de Derechos Humanos, ECOSOC, la Comisión del Estatus de las Mujeres. Pero el organismo encargado de velar por la seguridad y la paz internacionales, el Consejo de Seguridad, era una asignatura pendiente. En 1998, en la reunión anual de la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres, el grupo sobre Mujeres, Paz y Seguridad se planteó abordarla. Este grupo unió sus esfuerzos a la División para el Avance de las Mujeres (DAW) y el Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer (UNIFEM) para incidir en los miembros del Consejo de Seguridad, a quienes aportó todo tipo de datos e informes sobre la importancia de la participación de las mujeres en los procesos de paz y la incidencia diferencial de los conflictos armados en hombres y mujeres. El empeño de las organizaciones de mujeres integrantes del MPS, las alianzas con distintos líderes y países, la implicación de los medios de comunicación y la presidencia del Consejo de Seguridad por parte de Namibia, hicieron posible la Resolución

7 Ana Vargas Martínez (2000) “Lo que está vivo puede llegarnos. Una lectura desde la diferencia sexual de los tratados escritos por hombres a favor de las mujeres. (Corona de Castilla, siglo XV)”, en Beltrán i Tarres, Marta; Caballero Navas, Montserrat; Cabré i Pairet, Montserrat; Rivera Garretas, Mª Milagros y Vargas Martínez, Ana, De dos en dos. Las prácticas de creación y recreación de la vida y la convivencia humana. Madrid, horas y Horas, p. 84.

1325. El momento favorable tenía como precedentes declaraciones y acuerdos previos de la Comunidad Internacional, así como los compromisos adquiridos por los gobiernos en la Conferencia de Pekín (1995).

La desigualdad de género es una amenaza para la paz y la seguridad globales y la participación de las mujeres en los procesos de paz un plus necesario. Esta es la tesis central del grupo MPS. Para afrontar esta amenaza, la propuesta fue plantear una estrategia que contempla ‘3ps’: la prevención, la participación y la protección; prevención de los conflictos, participación de las mujeres en los asuntos de la seguridad y la paz, y la protección de los civiles, atendiendo las necesidades específicas de mujeres y hombres. Tras la aprobación de la resolución 1325, el grupo MPS se dedicó a darla a conocer y tratar de que se aplicara, tarea en la que aún estamos.

Con la resolución 1325, sobre Mujeres, paz y seguridad, el Consejo de Seguridad daba un espaldarazo al derecho de las mujeres a contar en procesos en los que están presentes, más que decidiendo, sufriendo las consecuencias de lo que otros deciden, a menudo en su nombre. La decisión de iniciar una guerra, la responsabilidad de las hostilidades, los avances o estancamientos en el proceso de negociar la paz se encuentran predominantemente en manos de hombres. Y existen inercias y resistencias por todas partes para que esto cambie.

A partir del 24 de octubre de 2000, fecha de su aprobación, la 1325 pasó a ser una herramienta política de primer orden, orientada a lograr que las mujeres tuvieran una mayor influencia en la construcción de la paz y la seguridad de su país, y en la seguridad y la paz globales. El impacto mayor se dio en las Naciones Unidas.

El reconocimiento de que la violación es un crimen de guerra y la aprobación de la 1325 nos muestran la importancia que tiene la red de alianzas de mujeres a lo largo y ancho del mundo, una red de redes que crece día a día, y que de un modo amplio constituye lo que hemos llamado un feminismo internacionalista.

Mirando desde las vidas de las mujeres, siendo conscientes de formar parte de una tradición, en lugares donde existe un conflicto armado, podemos ver:

A nivel local, a mujeres anónimas y grupos de mujeres organizadas, que pueden estar siendo, a la vez, víctimas de agresiones y agentes de paz (sosteniendo la vida, resistiéndose a la violencia, levantando la voz para dar alternativas, ejerciendo su autoridad como madres en sociedades tradicionales, etc…).

A nivel nacional, esfuerzos grupales y personales de ONGs y sectores de la Administración pública que trabajan para crear condiciones de seguridad humana y empoderar a las mujeres que viven en situación de conflicto armado, a nivel local; que ejercen presión sobre las autoridades nacionales para que apoyen políticas a su favor; investigadoras que hacen seguimiento de conflictos armados; políticas y políticos que se comprometen con la causa de las mujeres (y otras que no)…

A nivel global, una red de redes: organizaciones internacionales que recaban apoyo financiero para establecer proyectos y mantener relaciones con las organizaciones locales de mujeres en zonas de conflicto armado; que son transmisoras (a los medios de comunicación, las agencias internacionales y la sociedad civil global) de la voz de las que viven en lugares difíciles, de sus propuestas, de sus prácticas…; que ejercen control y presión sobre los organismos internacionales, para que cada vez más el orden internacional, la legislación y las agencias de Naciones Unidas trabajen a favor de la igualdad y contra la guerra; líderes hombres y mujeres que se comprometen con la causa de las mujeres; investigadoras que dan soporte a las prácticas en red.

Conclusiones

La aprobación de la 1325 y el movimiento surgido para darla a conocer y aplicar su filosofía y capacidades (ver PeaceWomen, proyecto de la Liga Internacional de Mujeres por la paz y la Libertad) nos posibilita, por la vía de los hechos:

- Ser conscientes de que existe una tradición, el feminismo internacionalista, que es fuente de inspiración para actuar en el terreno internacional.

- Ser conscientes de que formamos parte de una red de redes de mujeres organizadas y anónimas.

- Nos llama a visibilizar la existencia de mujeres comprometidas contra la guerra y la violencia, en los distintos niveles: local, nacional y global.

- Nos impulsa a promover el pensamiento y la acción para el apoyo mutuo, a través de la interrelación entre los distintos niveles

- Nos sitúa en unas coordenadas, que nos permiten indagar en qué punto estamos y dónde y cómo incidir: a nivel local, nacional y global

Carmen Magallon Portoles

Déjenme contarles que MUJERES EN ZONA DE CONFLICTO NACIÓ en la guerra de los Balcanes, en puro año 1995 en Bosnia i Herzegovina, ahí comienza a ver, por los testimonios de las mujeres que los conflictos armados impactaban de forma muy diferente en hombres y en mujeres y que la gran parte de la ayuda que se facilitaba no contemplaba estas necesidades diferenciadas.

Desde entonces un grupo de hombres y mujeres formamos la ONGD MZC DONDE TRABAJAMOS para combatir la pobreza, salvaguardar los DDHH y favorecer las políticas de género a favor de un DHS.

Creemos en la R1325 como un INSTRUMENTO DE DERECHO INTERNACONAL PARA LAS MUJERES. Y como tal desde MZC promovemos su:

• Conocimiento y Difusión• Su Implementación, • Y la aplicabilidad real de esta R.

En:• el Estado Español,• a través de las redes internacionales en las que participamos y • los países en que trabajamos

Estos son: BiH, tPo, Colombia, Marruecos y Mali. Trabajamos en zonas en conflicto, bien sea éste bélico, social, económico, político o cultural; en muchos de los casos le son negados los DDHH de población en general, y a las mujeres y niñas en particular, por el hecho de ser mujeres.

Comenzamos el Seminario con esta primera mesa que lleva por título….Procesos de conflictos armados y construcción de paz desde una perspectiva de

género ¿Xq es necesaria una R. como la 1325?

PRIMERO VEAMOS ¿QUÉ ES ESO DE LA R1325?El 31 de octubre de 2000, es aprobada la R1325 del Consejo de Seguridad de NNUU.Es decir que hasta el año 2000 y tras 1324 resoluciones aprobadas por este consejo, es la primera vez que se aprueba una Resolución específica y dirigida:

1. Al impacto de la guerra sobre las mujeres2. A la contribución que realizan las mujeres en la resolución de conflictos3. Y a su papel en la Construcción de la Paz.

¿POR QUÉ EXISTE?La R1325 es un LOGRO del trabajo que ha venido desarrollando desde el Movimiento Asociativo de Mujeres de todo el mundo:

para poner freno de forma inmediata a las atrocidades cometidas contra las mujeres y las niñas en los conflictos armados,

la denuncia de estos crímenes y la exigencia de que las mujeres fuesen agentes activas en la construcción de

la paz.Todas las guerras arrojan un excedente de violencia, premeditada directamente sobre las mujeres y las niñas.

• En estos últimos 20 años la dinámica de las guerras han cambiado.• Binomio tradicional del imaginario de la masculinidad hegemónica.• Expolio, las Violaciones y la rotunda y brutal indefensión de estas

retaguardias engrosadas por mujeres, niños y niñas. • Además ya no podemos hablar de retaguardias y frentes de batalla, pues

estas se libran en el corazón de los pueblos y las víctimas son civiles en su mayor parte.

Las mujeres en todas las guerras son un botín de guerra que debilita al enemigo y se han enfrentado a la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzosa, los embarazos y abortos no deseados, etc…Cada vez que alguien niega las violaciones se multiplica toda la violencia cometida contra ellas. No son cifras, son mujeres que tienen nombre y una historia que ser contada.Ellas mantienen:

• La cohesión social en los momentos de caos,• La previsión de alimentación de sus familias• Y hasta la educación de sus hijos.• Ocupando puestos que dejaban los hombres y que una vez regresaban las

relegaban de nuevo a un segundo lugar.

LA PREGUNTA ¿XQ ES NECESARIA LA R1325?: Esta R. hace un llamamiento a los estados miembros a:

1. Incrementar la representación de las mujeres en todos los niveles de decisión en prevención, manejo y resolución de conflictos.

• No son consultadas ni participan en las mesas de negociaciones de Paz, • tampoco en el diseño de la mayoría de los planes de desarrollo de sus

países, • ni en las medidas para la Construcción de Paz• ni en Estrategias de Cooperación, Ej: Caso de BiH, reconstrucción de infraestructuras pero no social. Ni reparación de victimas. No hay paz, ni justicia, sin reparación.

Dos DIFICULTADES:1.- muchas mujeres continúan reproduciendo el patriarcado hegemónico impuesto en las sociedades, reproduciendo los mismos roles que los hombres haciendo caso omiso a las necesidades prácticas e intereses estratégicos de las mujeres, y 2- no confía en la válida representación de las mujeres.

2. Subraya la importancia de su participación igualitaria y de su plena implicación en todos los esfuerzos para el mantenimiento y promoción de la Paz y de la Seguridad.

• no participan en pie de igualdad, son ninguneadas,No podemos hablar de una participación igualitaria cuando:

• 2/3 de la población pobres del mundo son mujeres, • las mujeres suponen también 2/3 de la población analfabeta del mundo, • tan sólo 14 mujeres a nivel mundial ostentan la presidencia o la jefatura de

gobierno, • de las 500 empresas mayores del mundo únicamente 13 tiene a una mujer

como directora general, • o la brecha de salario por igual trabajo oscila entre el 30 y el 40% en

muchos países.

Por que doy estos datos?:• De femenización de la pobreza• De la educación• Y de desarrollo de los países

En una resolución que tiene que ver con la participación en los conflictosCon esta brecha de desigualdad de participación, las mujeres no pueden estar presentes en ninguna esfera social, y por lo tanto sus necesidades prácticas e intereses estratégicos no serán tomados en cuenta. Los conflictos armados vienen a amplificar esta Desigualdad y Violencia estructural y social que ya se venía dando.De ahí q vinculemos Dllo con la PAZ POSITIVA Y JUSTA.Una Paz:

4. No entendida sólo como ausencia de guerra, sino tb la ausencia de las diferentes formas de violencia estructural y social que vivimos los hombres y mujeres a lo largo de nuestra vida.

Recordando que: No hay Paz sin justicia y reparación

3. Atender las necesidades especiales de protección de las mujeres y niñas en los conflictos, visibilizando sus padecimientos huyendo de los estereotipos de victimas y vulnerables.1. Ya que NO son sólo Víctimas2. Son SOBREVIVIENTES3. Mujeres combatientes

4. Apoyar a las mujeres Constructoras de Paz

• Las mujeres no son consultadas y tampoco se las tiene en cuenta• Planes de Desarrollo de los países (ni tan siquiera a niveles localistas)• Ni en las mesas de negociación• Ni en las propuestas para la Construcción de Paz

5. Que no haya impunidad para los crímenes de guerra cometidos contra las mujeres, incluyendo la violencia basada en género y el goce de amnistías a los criminales de guerra

Han sido millones las mujeres víctimas de estas guerras. Pero no es cuestión de CUANTIFICAR el horror.Una sola mujer vulnerada (tendría)- considerado CRIMEN DE GUERRA a cualquier forma de violencia de género en contextos de conflicto armado.Aun hoy, la mayor parte de mujeres, víctimas de estos conflictos, continúan esperando la Justicia que repare los crímenes cometidos en sus cuerpos.

6. Adoptar una perspectiva de género en las operaciones de mantenimiento de la Paz de NNUU y en los procesos de pos conflicto. 4. Para minimizar la brecha de desigualdad de género, PERO:

1. No es aumentar el número de mujeres. No garantiza la perspectiva de género.

2. De una manera muy militarizada (no informadoras clave)

7. Adoptar una perspectiva de género en informes de NNUU y de las Misiones del Consejo de Seguridad

• Para denunciar y visibilizar la brecha de desigualdad de género y • poder medir el impacto de las acciones que se desarrollen.• Exigir medidas a los gobiernos que aún no han hecho nada para

implementarla

Tan solo 20 países tienen un plan de acción para su implementación. Y España es uno de ellos (NOV07). PLAN DE ACCIÓN DEL GOB DE ESPAÑA PARA LA APLICACIÓN R1325 DEL CONSEJO DE SEG DE NNUU SOBRE MUJER, PAZ Y SEGURIDAD.Importante porque?

• Fortalece la implementación de la R1325 sobre el terreno en aquellas misiones en las que pudiera participar el Gob. De Esp.

Adolece de:• presupuesto que garantice RR Econ, Técn y Humanos; por lo que pocas cosas

puede hacer posible• de indicadores de proceso y resultado que vayan dando cuenta de su cumplimento.

Algunas de sus cuestiones importantes:• Visión militarizada de la SEGURIDAD, obviando la importancia de la Seguridad

Humana.

• Paz entendida como ausencia de guerra y no como ausencia de violencia estructural

• Equiparar género y mujeres

Esto llevado a la práctica… ¿Cómo se traduce?Con motivo de los 10 años de aprobación de esta Resolución, MZC ha realizado 3

Diagnósticos sobre Mujeres, Paz y Seguridad en: • BiH (AECID) contar el papel de la AECID allí, • Colombia y tPo (Ayto. de Córdoba),

o Co – AECID tiene una Estrategia de Género para Co y no ha consultado al Mov. Asoc. Mujeres.

o tPo – OTC - Ventana de Género – con 9mm a UNIFEMEn los cuales he podido participar a diferentes niveles y que continuación expondré algunas cuestiones más.

Algunas cuestiones sobre ellos:Sobre R1325:

6. ellas ya EXIGÍAN ANTES lo que la R propone7. A la vez que el entusiasmo por la visibilización de las cuestiones de género en los

conflictos armados8. Sienten frustración e impotencia siendo testigos directas como son

declaraciones de buenas intenciones o propósitos de enmienda para aliviar la culpa de los Estados

Bosnis-Herzegovina Como sabíamos en los procesos de negociaciones de paz y construcción de paz no estuvieron presentes

• 4 de las 48 organizaciones encuestadas habían participado en la elaboración de los informes de NNUU

• Encuesta a 23 instituciones de BiH. Ministerio Justicia, Salud, Interior, Polícia, Municipios.

o 3 estaban familiarizados con la R1325. o 2 consideraban importante su aplicación.

Algunos desafíos• Apoyar a las mujeres que tienen que declarar en el Tribunales Penales

Internacionales.• Incrementar la participación de las mujeres en TdD, no es prioritario para el Gob de

la Federación ni RP.• Denunciar todas las formas de violencia contra las mujeres. Siguen siendo

toleradas. Exigir tolerancia 0.

Colombia• Ideas de Paz, todas coinciden en:

o Guerra como una práctica y lógica patriarcal y de dominio masculinoConvencidas de la Específica y desproporcionada afectación del conflicto armado en las mujeres Col.

• Destacan que estas resoluciones: muestran los impactos que causan los CA, el papel de las mujeres en la prevención y resolución de conflictos y la construcción de paz durable

• Herramientas fundamentales para fortalecer su activismo contra la guerra.• Difieren en la utilización/aplicación:

o Para Fortalecer la presencia de las mujeres en los puestos de toma de decisiones (CNReparación yReconciliacion)

o O sensibilizar sobre su aplicabilidado Hasta posiciones críticas al respecto de estos instrumentos internacionales.

Doc que el Estado Colombiano ratifica sin responsabilidad ninguna.

o Concepto de seguridad – no incorpora ndes específicasTerritorio Palestinos

• Desconfianza Resol NNUU• Necesidades más inmediatas – a intereses estratégicos.

RetosDesde el 2008 hasta Jun 2011 ha habido entre 28 y 31 conflictos armados. En todo fueron vulnerados los derechos de mujeres y niñas.Falta de voluntad política activa para no posponer ni un segundo más:

• la agenda de género en los países en conflicto y post conflicto, una agenda • basada en hechos, • acompañada de recursos económicos, humanos y técnicos para su

implementación y • una batería de indicares realizados por las propias organizaciones de mujeres de

los países que midan si, efectivamente, se están cumpliendo o no los planes de acción;

• y que definia qué medidas habrán de ser tomadas en caso de incumplimiento.

Araceli Caballero

MZC

MESA 2

La Resolución 1325: inclusión de las agendas de las mujeres en procesos de paz para construir un nuevo proyecto social

¿Qué aporta la presencia de mujeres?Recursos y mecanismos puestos en marcha para la monitorización de la 1325:

indicadores y seguimiento de su uso en el mundo

La resolución 1325 aboga por la participación de las mujeres en los procesos de paz,

reclama la inclusión de sus voces y su presencia en la mesa de negociación. Se trata de

una reclamación que cae dentro del esquema de las políticas de igualdad, dentro de los

cauces de representación y de poder establecidos.

La reclamación de estar presentes, suscita muchos interrogantes: ¿Qué aporta el que

haya mujeres en las mesas de negociación de la paz? ¿Basta con estar? ¿En qué

contexto y condiciones puede la presencia femenina ser significativa, aportar un contenido

nuevo, un significado nuevo a un proceso o a unas negociaciones de paz? ¿Qué otros

actores y alianzas pueden converger o ser necesarios para lograr que esta presencia

adquiera significado?

Me parece importante lanzar estas preguntas, aunque son difíciles de contestar y me

limitaré a hacer algunas reflexiones en torno a ellas.

Una primera tiene que ver con la idea que tenemos de hacer la paz, pues según como

sea, será o no relevante la participación de las mujeres. Lo más frecuente es pensar la paz

como un alto el fuego y, por consiguiente, a quienes corresponde hacerla es a los que se

están matando, a los combatientes. Y aunque las mujeres también forman parte de los

grupos armados, ellas no suelen estar en las estructuras de poder de estos grupos. Ni son

las que dirigen y deciden el curso de los acontecimientos, ni marcan su agenda. De lo que

se extrae que su participación es irrelevante.

Pero sucede que un proceso de paz no es sólo un alto el fuego. Tras un conflicto armado,

el logro de la paz no es un acontecimiento puntual sino un proceso que va a marcar el

futuro desarrollo de la vida del país en cuestión, y que se fragua en distintas fases y en

distintos planos. Lleva consigo una negociación, en la que se tomarán decisiones sobre el

poder, la estructura institucional, la nueva legislación que regirá el país, los derechos

humanos, la salud, la educación, el acceso a la tierra, la situación y futuro de las personas

desplazadas o refugiadas, así como sobre los asuntos relacionados con el desarme, la

desmovilización y la reconstrucción (llamados, en siglas, DDR). Es precisamente por este

carácter de proceso multidimensional de las negociaciones, del que va a depender la vida

de la gente, por el que la participación de la sociedad civil en él y en particular de las

mujeres, es importante (incluso en el logro del alto el fuego pueden entrar condiciones,

hipotecas de futuro, que alcanzan a todo el conjunto social).

Pese a todo, en la mayoría de los casos sigue predominando la idea de que son las partes

contendientes las que han de negociar la paz y que la presencia o ausencia de la sociedad

civil, en general, y de las mujeres, en particular, no es relevante. Se sigue desdeñando la

proyección de futuro, o los procesos son tan frágiles que no dan lugar a pensar en una

negociación como semilla que habrá de dar frutos. No suele haber voluntad política de

transformación social sino inercias. Sigue sin asumirse que la construcción de la paz es un

proceso que pertenece a las comunidades, no sólo a los combatientes, no sólo a los

líderes. Un paso positivo es dar espacio a las víctimas, dar la palabra a quienes han

sufrido la violencia, no sólo a quienes la han puesto en práctica.

Pensemos lo siguiente: el éxito y la continuidad de la paz, lograr una paz sostenible,

depende mucho de tres importantes tareas: la reinserción de los combatientes, la

reconstrucción y la reconciliación. Y las tres son tareas en las que la sociedad civil es

imprescindible.

Pues bien, una parte sustantiva, organizada o no, de la sociedad civil, son las mujeres.

Pueden aportar y además tienen derecho a participar. Porque el principal argumento para

defender la inclusión de las mujeres en los procesos de paz se sitúa en el terreno de los

principios. A estas alturas parece un derecho evidente pero la sombra de la tradición

patriarcal de la mayoría de las culturas es muy alargada. En el pasado, este derecho no

fue reconocido y aún en el presente existen resistencias a hacerlo, por lo que hay que

seguir reafirmándolo.

Algunos ejemplos

Según Isha Dyfan, las redes de mujeres fueron decisivas para que el conflicto en Sierra

Leona se solucionara, fueron ellas quienes se movilizaron y presionaron para que los

países del río Mano se sentaran a negociar.8

Sobre todo en las sociedades más tradicionales, las mujeres están involucradas en

asuntos más ligados a la subsistencia, son otras las preocupaciones en las que viven

inmersas, y en ese sentido su presencia diversifica y enriquece la negociación. Un escollo

con el que se encuentran es la falta de recursos a su alcance. En circunstancias difíciles

no siempre tienen capacidad para organizarse de manera efectiva. No les llegan fondos

porque sus preocupaciones se siguen tomando como secundarias, de importancia menor.

Las palabras de Jamila, de Afganistán, lo dicen con gran claridad:

«Oigo frecuentemente decir que las afganas no somos políticas. Que la paz y la

seguridad son asuntos de hombres. Estoy aquí para rebatir esa ilusión. En los 20 últimos

años de mi vida, el liderazgo de los hombres sólo nos ha traído guerra y sufrimiento. Soy

una mujer que lucha por la educación. En Afganistán y Pakistán esto es política. Dirijo una

ONG humanitaria. En Afganistán y Pakistán esto es política […] Vemos que se canaliza la

financiación hacia organizaciones de hombres afganos y me pregunto por qué...»9.

En los contados casos en que las mujeres han participado en negociaciones de paz, se

constata que han llevado a la mesa de negociación temas y asuntos que ningún otro actor

suele llevar. Este extremo lo exponía en una reunión Asha Hagi Elmi Amin, somalí

integrante del llamado ‘Sexto Clan’ creado por ella y sus compañeras. En el proceso de

paz de Somalia los cinco clanes existentes estaban presentes en la negociación pero la

ausencia femenina era total. Desde este ‘clan’ transversal, integrado por mujeres de los

8 Citado en REHN Elizabeth y Sirleaf, Ellen J. (2002), p. 78.

9 Intervención en el Consejo de Seguridad, octubre 2001.

otros cinco clanes, ellas reclamaron su participación y lo lograron. Asha Hagi fue una de

las firmantes de los acuerdos.

Pues bien, en la reunión del Consejo de Seguridad de octubre de 2009 Asha Hagi

intervino en nombre del grupo de trabajo sobre Mujeres, Paz y Seguridad. Allí explicó

cómo el acuerdo alcanzado en su país en el que intervinieron las mujeres fue el primero

en tener éxito después de numerosos intentos previos. Habló también de lo que ellas

aportaron al proceso:

“Aportaron tolerancia, compasión, perdón y soluciones prácticas, actitudes básicas para la

reconciliación. En el proceso somalí, las mujeres representaron y hablaron a menudo por

la mayoría silenciosa, por los civiles desarmados que son mayoritariamente mujeres y

niños. Esta mayoría silenciosa necesita la voz que estas mujeres llevaron a la mesa (…)

Como puede verse en las lecciones aprendidas en Somalia, nosotras no sólo hablamos de

lo que se conoce como ‘temas de mujeres’. Podemos hablar y hablamos al máximo nivel

sobre asuntos clave económicos, sociales y políticos, asuntos relevantes para una paz

sostenible como son la salud y el agua potable”.10

La historiadora Elena Grau ha identificado el compromiso y la creatividad como dos rasgos

del trabajo de las mujeres que construyen la paz. Estos dos rasgos son importantísimos no

sólo para alcanzar acuerdos sino también para hacerlos duraderos. Pese a lo cual, a

menudo, la presencia y esfuerzos de las mujeres siguen sin verse. Y es que hay que mirar

de otro modo y en otros lugares para verlos, nos recuerda Elena, ya que “se mueven

mayoritariamente en la esfera de los movimientos de base, muchas veces organizadas en

redes informales o trabajando en la micropolítica de las relaciones”.11

La inclusión de las mujeres, necesaria pero no suficiente

Una interpretación apresurada de los testimonios anteriores podría concluir que la

participación de las mujeres conlleva cambios sustantivos de manera automática, lo que

daría al traste con el reconocimiento de la diversidad y la pluralidad de las mujeres que es

también una realidad. En principio, el único cambio que sí se da, independientemente de

la personalidad, ideología, desempeño y propósitos de las mujeres implicadas, es el

derivado de su presencia corporal. La presencia de una mujer, en un espacio considerado

de hombres, tiene un valor simbólico en absoluto desdeñable.

Lo que ya es más cuestionable es que la presencia de una mujer en los procesos de

negociación signifique per se la incorporación de la perspectiva de género, y que vaya a

mejorar el estatus del resto de las mujeres; así como modificar de manera sustantiva los

acuerdos de paz.

Es bastante obvio subrayar que no todas las mujeres que están en el poder o llegan a

lugares de decisión mejoran los procesos políticos ni están dispuestas a defender la

inclusión del género como variable y los derechos de las mujeres. Puede comprobarse

10 Asha Hagi Elmi Amin, Statement at the UN Security Council Open Debate on Women, Peace and Security, 5th October, 2009.

11 Elena Grau i Biosca (2010) “Dones constructoras de pau: invisibilitat y presència”, Per la Pau. Peace in Progress, revista electrónica de L’ICIP, nº 6, diciembre 2010. Disponible en: www.icip-perlapau.cat/revista/numero-6-desembre-2010/

analizando el desempeño de algunas de las escasas presidentas o Jefas de gobierno, que

ha habido en la historia, pasada y reciente. No todas las mujeres que llegan al poder están

motivadas para defender los derechos de las mujeres. Y no siempre su actuación

responde a posiciones autónomas, diferentes a las de sus partidos respectivos, ni en los

asuntos de la paz y la guerra ni en otros.

La inclusión de las mujeres no garantiza el avance de la igualdad de género, y esto no ha

de sorprendernos, pues está en consonancia con la visión no esencialista del ser hombre

o mujer, con la pluralidad de las mujeres, en todos los terrenos.

Un ejemplo de lo anterior es el caso de las mujeres elegidas al Parlamento de Irak en las

elecciones de 2006. Casi la mitad de ellas pertenecían a la lista del Ayatollah Ali al-Sistani,

de la Alianza Unidad Iraquí. Alineadas con los planteamientos de su partido mantenían

posturas conservadoras, alejadas de la reclamación de derechos para el sexo femenino.

Una de ellas, la Dra. Jenan al-Ubaedey, defendía la poligamia y el derecho del marido a

pegar a sus mujeres, siempre que “no deje señales” (Al-Ubaedey citado en Lasky, 2006).

Tampoco hay evidencia de que las mujeres sean mejores negociadoras porque se

comuniquen mejor o sean más dialogantes que los hombres, aunque hay casos en los que

sí se ha visto que ellas se ponen más fácilmente de acuerdo: así lo afirma la investigadora

de la Escuela de Cultura de Paz, María Villellas, en una intervención sobre las

negociaciones entre el Gobierno de Sri Lanka y los Tigres Tamiles, un intento que

finalmente fracasó.

Otros informes habían señalado en su día que la participación de las mujeres en los

procesos de paz no siempre se traduce en mejoras sustantivas para el conjunto de las

mujeres. Según Sumie Nakaya, el aumento del número de mujeres en las negociaciones

de paz no garantiza la ausencia de discriminación en la sociedad post-conflicto:

“En Kosovo, pese a haber introducido una cuota del 30% electoral, solo el 8% de los

elegidos a los Ayuntamientos en octubre del 2000 eran mujeres. En Burundi, a pesar de la

histórica conferencia que reunió a mujeres de todos los partidos, en julio de 2000, en la

que dos mujeres de cada uno de los 19 partidos involucrados en las negociaciones de paz

formularon recomendaciones y gestionaron la incorporación de 23 de ellas en el acuerdo

final de paz, las asistentes a la conferencia no fueron capaces de ponerse de acuerdo en

quien de entre las delegadas iba a representarles en la firma del acuerdo de paz. Y hasta

la fecha el papel de las mujeres en la puesta en práctica del acuerdo ha sido mínimo…”12.

Para Nakaya, la posibilidad de que la participación de las mujeres en las negociaciones de

paz tenga una mayor proyección depende de la estructura de poder del país.

Esta mención a los desengaños habidos ante las esperanzas puestas en la participación

de las mujeres en distintos procesos, no es para tirar la toalla y concluir que no vale la

pena apoyar esta inclusión. Por el contrario, ha de espolearnos para analizar y delimitar

las condiciones en que esta presencia sí significa una diferencia.

Un factor es también el número, la proporción de mujeres en las negociaciones. Como

sucede en todo, los saltos cuantitativos se convierten en cualitativos, por lo que estoy

12 Sumie Nakaya (2004) “Women and Gender equality in Peacebuilding”, en Tom Keating and W. Andy Knight (eds.) Building Sustainable Peace, New York, United Nations University Pres, 143-166, p. 145.

convencida de que más mujeres en la toma de decisiones sí pueden provocar cambios

significativos en las políticas internacionales. Lo que no implica que a defender el cambio

cualitativo, el giro hacia esa racionalidad civilizatoria que prioriza el sostenimiento de la

vida, no estén llamados y sean necesarios los hombres también.

Desde la perspectiva, arraigada en las vidas, lo importantes en los procesos de paz es

hacerse cargo y hacer avanzar la justicia y la igualdad de género, tarea en la que pueden

involucrarse también los hombres, pues dicha agenda es un objetivo de justicia universal,

no un asunto particular de las mujeres.

La agenda de género reclama la inclusión de las voces de las mujeres, pero también el

cambio de roles para los hombres. Así es que, además de la presencia, es importante

trasladar a la mesa de negociación una agenda de género consistente y respaldada. El

mantenimiento de una relación entre las mujeres que llegan a la toma de decisiones y los

grupos que efectúan las tareas más de base, puede servir al propósito de dar un contenido

específico a un proceso de paz pues los movimientos de mujeres recogen preocupaciones

que no siempre representan los hombres y las escasas mujeres en el poder. Sucedió y fue

posible: en Suráfrica, Irlanda del Norte, Guatemala, en Liberia...

En resumen, la inclusión de mujeres en los distintos niveles de la toma de decisiones,

siendo un derecho incuestionable y una condición necesaria, no es suficiente: no equivale

al cambio de lógica o de paradigma bajo el que actúa el poder.

Si la aportación de las mujeres a la gobernanza postconflicto es un plus, habrá que

favorecer la transposición de su experiencia a un liderazgo que pueda ser fructífero y

habrá que dar pasos no sólo para lograr que se oiga su voz en las mesas negociadoras

sino también para favorecer el avance de un paradigma civilizatorio para todos.

Pues no se trata solamente de lograr una presencia formal paritaria en las negociaciones,

ni de hacer los conflictos armados más seguros para las mujeres. Se trata de llevar la

fuerza de los movimientos de mujeres y la racionalidad civilizatoria a la política

internacional, impulsar una agenda de igualdad y transformación. Se trata de trabajar por

el objetivo que siempre ha perseguido el feminismo pacifista internacional: eliminar la

violencia y la guerra del horizonte de futuro.

Carmen Magallón

Málaga, 22 de septiembre de 2011

INCLUSION DE LAS AGENDAS DE LAS MUJERES EN PROCEOSO DE PAZ PARA CONSTRUIS UN NUEVO PROYECTO SOCIAL.

EL CASO DE IRAQ

Resumen: La participación de las mujeres en la construcción del “nuevo Iraq” ha quedado subyugada a los intereses sectarios de los nuevos dirigentes y al reforzamiento identitario de las comunidades religiosas frente al modelo laico del régimen anterior, por un lado y frente a la ocupación extranjera por otro. Esta situación ha sido además alimentada y construida desde sus bases gracias a las políticas de los ocupantes que han utilizado las mujeres y el género como moneda de cambio en las mesas de negociaciones, poniendo en evidencia la deficiente aplicación de la RE1325 y la falsa retórica sobre los derechos humanos como motivo para llevar a cabo una intervención militar.

¿Reconstrucción en postconflicto en Iraq?¿En qué momento podemos establecer el proceso postconflicto en Iraq? Tanto para

los ocupantes liderados por EEUU y para sus colaboradores comienza tras la caída del régimen y la captura de Saddam Husayn. Sin embargo, la realidad sobre el terreno y para la población ese momento sólo ha supuesto el comienzo del conflicto real.

Teóricamente el periodo postconflicto en relación con la violencia y el conflicto bélico se determina cuando comienza una disminución paulatina y progresiva de la violencia13. Veremos que en Iraq ocurre lo contrario: la violencia aumenta progresivamente desde el derrocamiento del régimen. Para ilustrar esta situación expongo el caso de la redacción de la nueva constitución iraquí que se elaboró y aprobó en 2005 en un tiempo récord. El proceso constitucional es clave en la re-construcción nacional y en la determinación de la naturaleza del estado y la relación de éste con sus ciudadanos. Además, tanto teóricos, en general, como feministas, en particular, le otorgan gran importancia porque enmarca las relaciones de género y los derechos de la mujer en la nueva nación14. En Iraq, este proceso se realizó en un contexto de elevada violencia a consecuencia del conflicto que produjo 15,376 muertos civiles en 200515. Es más, inmediatamente después de la aprobación de la constitución y creación del primer gobierno permanente iraquí el número de muertes civiles ascendió trágicamente a 28,045 en 2006 y a 24,935 civiles muertos en 2007, siendo estos dos años los que han presentado las tasas más elevadas de violencia desde el inicio de la invasión en 2003.

En este sentido, ¿qué entendemos por conflicto y postconflicto en Iraq? ¿El paradigma de los ocupantes y sus aliados se adecua realmente a la realidad y necesidades de la población civil? En cuanto a la constitución ¿es realmente relevante para las mujeres una constitución cuando su mayor preocupación es sobrevivir al día siguiente, cuando viven confinadas en su casa por miedo a ser secuestradas, detenidas, violadas ya sea por una milicia, una banda criminal o por el mismos soldados de la ocupación? Acorde con Zangana16, escritora, periodista y activista iraquí, la constitución del anterior régimen era progresista y secular, pero no ha sido un obstáculo para que el régimen violara los derechos humanos, ¿por qué esta vez iba a ser diferente cuando las milicias amparadas por los partidos políticos están involucrados en violaciones continuas de los derechos humanos?.

No hay duda que desde el primer momento en que se tomó la decisión unilateral e ilegal de invadir Iraq se han sucedido una concatenación de errores políticos que impregnan de ilegitimidad todo el proceso de reconstrucción y llevan a la actual fractura

13Martín Sacristán, Julio. “El género en conflictos armados de escenarios africanos”. En el curso el género en el contexto de los conflictos, la seguridad y las fuerzas armadas. Centro Mediterráneo y MADOC: Universidad de Granada, celebrado 13 de septiembre de 2011. 14Véase Waylen, Georgina. “Constitutional engineering: what opportunities for the enhancement of gender rights?”. Third World Quaterly, 27(2006), pp. 1209-1221.15Datos extraídos de la base de datos de Iraqi Body Count disponible on-line en http://www.iraqbodycount.org /database/.16Ali, Nadje al- y Pratt, Nicola. What kind of liberation? Women and the occupation of Iraq. Londres-Los Angeles: University of California Press, 2009, p. 111.

social en el que las mujeres y las relaciones de género quedan subyugados a los negociadores del conflicto. Dicho de otro modo, al igual que EEUU, como cabeza de la ocupación, ha incumplido la legalidad internacional con la complicidad del Consejo de Seguridad (CS) de la ONU, tampoco ha cumplido con la resolución del CS 1325 en cuanto a la prevención, protección y participación de las mujeres.

El titulo de la mesa nos lleva a centrarnos en la tercera “p”, la de la participación, y para ello vamos a seguir los dos mecanismos en los que se ha hecho más énfasis en los procesos de postconflicto y que recoge la RE1325: las cuotas como método cuantitativo y la perspectiva de género, gender mainstreaming, como método cualitativo de la participación.

Las iraquíes como víctimas de la violenciaAl tiempo que se ha intentado llevar un proceso político en aras de la “libertad, la

democracia y los derechos humanos”, las mujeres han sufrido diversa formas de violencia. Es necesario contextualizar, aunque sea de manera esquemática, la situación de las mujeres como víctimas del conflicto para entender mejor el escenario de violencia en el que se va a desarrollar el proceso político. Necesario también para vislumbrar que las “pes” de prevención y protección quedan totalmente en entredicho.

Esta violencia contra las mujeres procede de diversas fuentes. Las que intervienen directamente en el conflicto armado y que afectan a hombres y mujeres, aunque no de igual modo, se pueden resumir en las siguientes: - Los soldados de las fuerzas de ocupación.- Las empresas militares y de seguridad privada (EMSP).- Las milicias “brazo armado de los partidos”.- Algunos grupos salafistas que forman parte de la llamada insurgencia.

Por otra parte, se destacan otras fuentes de violencia que se amparan en la impunidad y caos general que precede a la invasión: - El entorno familiar y tribal. Se revitalizan ciertas piráticas tribales discriminatorias. - La trata y prostitución forzada- Otras bandas criminales.

De modo que las mujeres se convierten en doblemente víctimas del conflicto. Por una parte son:- asesinadas como combatientes en la resistencia.- torturadas, humilladas y violadas en las cárceles y centros de detención de la ocupación.- asesinadas y atemorizadas por las milicias.- desplazas de sus hogares y refugiadas.- Viudas de guerra.- Precariedad y vulnerabilidad que las lleva a la explotación y a nuevas fuentes de violencia.

Por otra parte son objeto de:- Crímenes por defensa del honor de la familia o tribu.- Prácticas tribales revitalizadas (la capacidad del primo de prohibir el matrimonio de su prima después de que esta le haya rechazad, los pactos de reconciliación).- Prácticas religiosas discriminatorias (matrimonio temporal). - Secuestros, violaciones.- Prostitución.- Violencia doméstica exacerbada por las consecuencias del conflicto como la crisis económica.

Perfil de las mujeres- Mujeres de toda clase, etnia o religión. Dependiendo de estas tres características y de su entorno social están más expuestas a ciertas formas de violencia que a otras.

Pueden haber varias motivaciones que lleven a sus perpetradores a cometer estos crímenes, igualmente estas motivaciones están estrechamente imbricadas:- Oportunismo criminal y político.- Social.- Política: como en el caso de asesinato selectivo de periodistas, académicas, políticas, activistas, etc.

Otro aspecto que tienen en común estos crímenes es la total impunidad de los perpetradores y el desamparo de las mujeres. Las únicas que están haciendo algo para denunciar y dar cobijo a las víctimas son grupos de mujeres que se han formado en la sociedad civil y que son objeto de violencia al mismo tiempo. En cuanto a las ministras y parlamentarias hay que añadir que viven seguras en la zona verde, generalmente ajenas a la realidad que asola a las mujeres que han de representar17.

Mecanismos de participaciónCentrándonos en las mujeres como agentes activos dentro de este proceso de

reconstrucción nacional, es necesario no perder de vista la violencia expuesta anteriormente puesto que es el principal obstáculo que aleja a las mujeres de la esfera pública y causa una falta de inclusión social que agrava la falta de legitimidad y democracia dentro de todo el proceso de reconstrucción nacional.

Ahora, desde el punto de vista de los mecanismos de participación y empoderamiento de las mujeres según el marco que establece la Re1325, se encuentra el de la representatividad (cuotas femeninas) y el de la perspectiva de género en el marco constitucional y en las políticas.

Las cuotas de representatividad femeninaA diferencia de otros lugares en situación postconflicto18, el sistema de

representatividad a través de cuotas ha sido establecido de abajo a arriba gracias a la movilización de las organizaciones de mujeres y de las bases sociales.

EEUU, a través de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA en sus siglas en inglés) como estado que encabezaba el proceso de reconstrucción en Iraq, no está de acuerdo con el sistema de cuotas, ya que en primer lugar, según argumentan en su discurso, es una cuestión soberana de Iraq que depende de los acuerdos que tomen los políticos nacionales. Este argumento no se sostiene puesto que la CPA ha promulgado leyes en otras áreas como la económica donde no han tenido en cuenta la supuesta soberanía iraquí19. En segundo lugar, la CPA se previene reforzar la participación de la mujer en la política por miedo a violar “la cultura indígena” según critica la política iraquí Safia al-Suhail20. Lo más llamativo de este último argumento es la falta de conocimiento, deliberada o no, sobre el papel de las mujeres iraquíes a lo largo de la historia. Por poner un ejemplo: en 1994 un 11% de los escaños del Parlamento lo ocupaban mujeres en Iraq y en EEUU un 10%. Volviendo un poco más atrás en el tiempo, en 1987 las mujeres ocupaban el 13% de los escaños en Iraq y en EEUU sólo el 5%21.

La razón que empuja la CPA a no implementar el sistema de cuotas tiene directamente que ver con su propia política domestica, contraria a la acción positiva22, de modo que promover la participación femenina a través de las cuotas iría en contra de su

17Zangana, Haifa. “Quiet, or I'll call democracy: iraqi women were long the most liberated in the Middle East. Occupation has confined them to their homes”. The Guardian, (22/12/2004). http://www.guardian.co.uk/ world/2004/dec/22/iraq.gender , (03/05/2006). 18Como el caso de Afganistán donde la cuota de representatividad femenina ha sido promovida por ONU. Véase Krook, Mona Lena; O'Brien, Diana Z. y Swip, Krista M. “Gender quotas in post-conflict Afghanistan and Iraq”. International Feminist Journal of Politics, 12(2010), pp. 66-79. 19Ali, Nadje al- y Pratt, Nicola. What kind of liberation?..., p. 94.20Hunt, Swanee y Poza, Cristina. “Iraq's excluded Women”. Foreign Policy, 143(2004), p. 44.21Chew, Huibin Amee. “Occupation Is Not (Women's) Liberation Part I”. ZCommunication, (24/03/2005). http://www.zcommunications.org/occupation-is-not-womens-liberation-part-i-by-huibin-amee-chew, (15/01/2010).22Hunt, Swanee y Poza, Cristina. “Iraq's excluded Women...”, p.44.

propia política interna y de su electorado. De lo contrario, sus aliados los británicos, si estaban de acuerdo con impulsar el sistema de cuotas en Iraq.

Por lo tanto, la CPA lejos de aplicar la Re1325 se guiaba por un marco de referencia propio, el Middle East Partnership Initiative (MEPI)23, un programa del Departamento de Estado que pretende empujar los países del Norte de África y Oriente Medio a unas reformas políticas, económicas, sociales y educativas como claves para instaurar la pax americana y la seguridad nacional. Este marco recoge como una de las claves el empoderamiento de la mujer poniendo énfasis en dos aspectos: la participación de la mujer para la construcción de una sociedad democrática y en el fortalecimiento de la sociedad civil, especialmente las ONG's de mujeres que trabajan en Iraq. Lo cierto es que dentro de este marco la noción de empoderamiento de las mujeres y democracia va pareja a las reformas de libre mercado, la expansión de la economía neoliberal e imperialismo que en el caso de Iraq se ha impuesto por la intervención militar. En este sentido, el concepto de empoderamiento de las mujeres es usado como estrategia para la implantación de las reformas políticas y económicas que EEUU pretende llevar a cabo en Iraq a la vez que coopta el discurso a favor de los derechos de las mujeres para legitimar su programa ante la opinión pública internacional.

Siguiendo la lógica de EEUU, vemos que la CPA incumple su propio guión en cuanto a la participación de la mujer en la construcción de una sociedad democrática: al margen de su política de anti-acción positiva como ya se ha visto, la CPA convoca a escasas mujeres a las primeras reuniones políticas para la creación de un nuevo gobierno, siendo la mayoría de los participantes opositores de Saddam en el exilio. Esto produjo protestas por parte de mujeres y hombres contra estos actos que consideraban anti-democráticos y no representativos del pueblo iraquí24.

En cuanto al fortalecimiento de las ONG's en marzo de 2004 el Secretario de Estado Colin Powell anunció el programa Iraqi Women's Democracy Initiative con una dotación de 10 millones de dolares. Con este programa la CPA pretendía obtener resultados inmediatos de participación femenina para impulsar el curso político hacía unas elecciones y la creación de la constitución como metas establecidas para lograr el éxito de su proyecto de “democratización” de Iraq. Las organizaciones beneficiarias fueron 7 entre 33 y todas eran estadounidenses que cooperaban con ONG's dentro de Iraq. Los proyectos que se llevaron a cabo eran cursos de formación para la democracia, liderazgo, y “espíritu empresarial” entre otros. Una de las organizaciones fue Independent Women Forum (IWF) que entrenó a 150 mujeres en un programa sobre liderazgo. IWF es una organización “feminista” neoconservadora afín a la administración Bush, cuya agenda se sitúa en contra de las políticas de acción positiva, permisos de paternidad, guarderías gratuitas por que violan los principios de libre mercado. Es bastante paradójico que este tipo de organizaciones entrenen a mujeres iraquíes cuando éstas han disfrutado de derechos laborales y políticas de conciliación familiar durante el anterior régimen como la igualdad de salarios, flexibilidad de horarios, permisos de maternidad, guarderías y comedores gratuitos, etc.25

Por otro lado, estos cursos de formación ignoran las verdaderas necesidades de las mujeres iraquíes y de nada sirven si no se garantiza su seguridad al igual que otras medidas de estabilidad como la creación de empleo26. Para darnos cuenta de esto sólo hay que recodar la alta tasa de violencia mencionada al principio que acompaña el proceso político desde su inicio y los diferentes tipos de violencia que sufren a diario las mujeres en Iraq.

23http://mepi.state.gov/.24Ali, Nadje al- y Pratt, Nicola. What kind of liberation?..., p.88.25Véase Joseph, Suad. “Elite strategies: Iraq and Lebanon”. En Deniz Kandiyoti (Ed.). Women, islam, and the state. Philadelphia: Temple University Press, 1991, pp. 176-200.26Véase el informe sobre las carencias y necesidades de las mujeres y las familias en Iraq en Oxfam International. In her own words: Iraqi women talk about their greatest concerns and challanges, 2009. http://policy-practice.oxfam. org.uk/publications/in-her-own-words-iraqi-women-talk-about-their-greatest-concerns-and-challenges-112541, (21/05/2009).

En lo que respecta a los políticos iraquíes, en 2003 la CPA creó el Consejo de Gobierno Iraquí (IGC) como órgano asesor de ésta. El IGC va a ser el preludio y antecedente de la estructura de los siguientes gobiernos transitorios y permanentes: la estructuración política a través de cuotas étnicas y confesionales, dicho de otro modo la “libanización” de Iraq. Se trata de cuotas que representan el balance étnico y sectario de Iraq. En este sentido podríamos decir, que la CPA y los políticos nombrados a dedo del IGC aplican cuotas étnico-sectarias, pero se posicionan en contra de la aplicación de las cuotas femeninas. Además, esta distribución étnico-sectaria juega en contra de la inclusión de las mujeres, la marginan y alejan, en tanto que los partidos políticos no quieren ceder espacio a las mujeres en su ansiosa carrera hacía el dominio del futuro gobierno y cuando además se trata de partidos minoritarios es aún más difícil para las mujeres acceder al IGC ya que éstos ocupan pocos asientos dentro del Consejo27. Es así que se incluyeron sólo a tres mujeres entre los 25 miembros del Consejo de Gobierno Iraquí por su adscripción étnico-sectaria al bloque mayoritario, el shi'í. Una de estas tres mujeres, Aqila al-Hashimi, fue asesinada al poco tiempo.

En cuanto a las cuotas de representatividad femenina las tres miembros del IGC hicieron campaña en defensa de la acción positiva dirigiéndose al resto de hombres del Consejo y a la CPA con el fin de que se permitiera la participación de las mujeres en todos los órganos electos.

Sin embargo, el verdadero y más importante rol en esta lucha lo jugaron las organizaciones de mujeres. Desde el inicio de la ocupación estas mujeres exigieron al CPA que introdujera esta medida en la Ley Transitoria Iraquí (TAL), esta ley supone el anteproyecto que guía el proceso político hasta la formación de la constitución permanente. Entre sus acciones organizaron diversas conferencias y talleres a lo largo del país e hicieron una campaña para la recogida de alrededor de 50,000 firmas para reclamar un 40% de representatividad en todos los órganos electos.

Las precursoras del movimiento en un primer momento fueron mujeres alejadas del paraguas de ONG's apoyadas por la ocupación, luego se extendió a todas las organizaciones, donde tuvieron un relevante papel mujeres de las élites, gracias a su capacidad de lobby dentro del IGC.

Finalmente, con la aprobación de Gran Bretaña se introdujo en el TAL el sistema de cuota reduciéndolo de un 40% a un 25% para su aplicación en la Asamblea Nacional Transitoria (TNA), la encargada de redactar la constitución permanente.

En la ley electoral para la elección de la TNA, la ONU estableció un sistema de cremallera aplicado a listas abiertas de candidatos y candidatas, para garantizar la aplicación del 25%, de modo que un tercio de la lista debían ser mujeres distribuidas a lo largo de ésta. De esta manera se obtuvo una representación de mujeres del 30% en la TNA, sin embargo cuando se estableció el gabinete de ministros sólo se nombraron 6 ministras de un total de 33.

Las cuotas se pueden considerar un éxito del movimiento de mujeres, a pesar de que no lograron sus máximas aspiraciones ya que en la constitución permanente se estableció una cuota de un 25% en vez de un 40% aplicado al Parlamento y no a todos los órganos electos. De todos modos, aunque la cuota permita garantizar espacio a las mujeres en el siguiente epígrafe veremos las limitaciones de esta medida.

27El balance étnico-sectario del IGC concede 12 escaños a los shi'íes, 5 a los sunníes, 5 a los kurdos, 1 a los turcomanes y 1 a los cristianos. Esta distribución está lejos de reflejar la compleja y rica demografía iraquí donde aproximadamente se cuenta con un 66% de árabes, 25% kurdos, 6% turcomanos y 3% asirios-caldeos. Dentro esta distribución étnica existe una amplia variedad religiosa: 55-60% shi'íes, sobre 37% sunníes y el resto se reparte entre minorías cristianas y otras como los yazidies, shabak y sabeos. Es prácticamente imposible establecer los límites y las cifras si además tenemos en cuenta los matrimonios mixtos tan comunes a lo largo de la historia de Iraq.

En cuanto al porcentaje de mujeres dentro del consejo de ministros donde no se aplica la cuota del 25% vemos que es sustancialmente inferior a la del Parlamento. Es más, se observa una disminución paulatina desde del gobierno de 2005 al gobierno actual pasando de seis a sólo dos.

Asimismo, la designación de ministerios se realiza en base al género. Ninguna mujer ha sido nombrada para un ministerio llamado “soberano” como puede ser el de Defensa, Petróleo, Interior o Exteriores. En cambio, se les suele designar para ministerios de implicación social como son el Ministerio de Empleo Público, de Migración y Refugiados, de Trabajo y Asuntos Sociales, de Medio ambiente, de Ciencia y Tecnología y el Ministerio de Asuntos de la Mujer. Éste último, que puede dar a entender un genuino intento de progresar en igualdad y en derechos, no es más que una máscara amable que envuelve un órgano ministerial carente prácticamente de dotación presupuestaría, de modo que depende de la financiación de organismos internacionales como el UNIFEM.

La perspectiva de género

Es sabido que anteriormente a la invasión de Iraq las mujeres iraquíes alcanzaron grandes logros en todas las esferas tanto en lo privado como en lo público, y a pesar de que los 13 años de sanciones económicas impuestas sobre Iraq y el debilitamiento del poder central han perjudicado la situación de las mujeres, las iraquíes disfrutaban entonces de los más altos índices de participación de toda la región.

Pero, en la nueva situación de Iraq ¿qué relación se establece entre el género y la construcción de la nueva nación? En el contexto de la ocupación la construcción de las diferencias y los valores se exacerban y se polarizan. Uno de los discursos en los que se han apoyado EEUU y GB para la ocupación de Iraq es el de los derechos de las mujeres. En la construcción de las diferencias entre ambos grupos ─los ocupantes frente a los ocupados─ estos últimos vinculan este discurso con el feminismo occidental y colonial y no con el largo activismo de las iraquíes a lo largo del siglo anterior y tampoco con el feminismo trasnacional de mujeres del tercer mundo, haciendo un flaco favor a las activistas iraquíes actuales.

Por otro lado y en relación a la estructuración del poder en Iraq según cuotas étnicas y confesionales, la teoría de Yuval Davis establece que en la lucha que se establece por el dominio político, las mujeres son utilizadas como símbolo y estrategia en el sentido que ayuda en la construcción identitaria de un grupo, etnia o secta28. Siguiendo por esta línea, Zuhur explica que el confesionalismo lleva siempre al sectarismo donde la mujer es tratada como una subcategoría dentro de cada grupo, por lo que los intereses étnicos o sectarios van por encima de los de género29. Veremos cómo esto se institucionaliza con la constitución Iraquí.

Centrándonos en la introducción de la perspectiva de género en las políticas, teóricamente, en el periodo de reconstrucción nacional las mujeres ven una oportunidad para avanzar más en sus derechos, pero sobre el terreno, la reconstrucción también abre el camino a la vuelta al conservadurismo. Esto sucede cuando los ganadores del conflicto hacen de su adscripción religiosa símbolo de su identidad. En el caso de Iraq donde la mayoría en el poder lo forman los shi'íes. El núcleo más duro de esta comunidad, los más conservadores como por ejemplo el Consejo Superior Islámico de Iraq (ISCI) y su brazo armado al-Badr, persiguen la reestructuración identitaria del nuevo Iraq para reflejar su dominio a través de su ideología política islamista en el proceso político. En este sentido las mujeres y las relaciones de género, como decía Yuval-Davis, se convierten en símbolo y estrategia para visibilizar e implementar la agenda política de estos grupos

28 Yuval-Davis, N. Gender and nation. Londres: Sage, 1997.29Zuhur, Sherifa. Iraq, Woemn's Empowerment, and Public Policy, 2006. http://www.strategicstudiesinstitute. army.mil/pubs/display.cfm?pubID=748, (12/06/2011).

De modo que, irónicamente, las cuotas de las que hemos hablado han servido para implementar o reforzar las agendas conservaduristas contrarias a la igualdad y a los derechos de las mujeres.

Entre las mujeres del gobierno se encuentran básicamente dos grupos de mujeres bastante enfrentados: las laicas versus las conservadoras. Éstas últimas son la mayoría ya que pertenecen a los bloques políticos mayoritarios formados por los shi'íes y suelen ser hijas o esposas de hombres del partido. De modo que, la mayoría de mujeres en el Parlamento siguen los dictamines de sus partidos, y no sólo no introducen la perspectiva de género sino que defienden, y a veces con vehemencia, la agenda de sus partidos en pro de la autenticidad. Son más leales a su adscripción sectaria o partidista que a su identidad como mujer.

Para ilustrar las políticas sobre género expondré un caso que ha suscitado y suscita bastante polémica ya que es un ataque directo a los logros alcanzados en el siglo pasado. Se trata del Código de Estatuto Personal. Este código fue redactado al calor pos-revolucionario en 195930. No se puede considerar un código secular, pero hacía una interpretación positiva y progresista de la sharía. Sintetizaba las interpretaciones shi'íes y sunníes en un código único aplicable a toda la ciudadanía musulmana. Igualmente, esté código trasladaba la autoridad jurídica de los clérigos religiosos locales a un sistema jurídico nacional unificado bajo la autoridad del estado.

En diciembre de 2003 el líder del ISCI en ese momento y que presidía la mesa del Consejo de Gobierno Iraquí, lanzó una resolución, conocida por el Decreto 137, que derogó el Código del 59 para volver a trasladar las competencias sobre el estatuto personal a los clérigos religiosos. Esta decisión marca una ruptura simbólica con el periodo anterior a la invasión y a la vez rompe con el discurso sobre los derechos de las mujeres de los ocupantes.

El único grupo que hizo verdadera oposición a este plan de derogación fue el movimiento de mujeres a través de grandes movilizaciones y protestas en las que participaron tanto hombres como mujeres entre ellos los políticos laicos. Bremer, el entonces jefe de la CPA, debía ratificar la ley para su aprobación final y a pesar de las protestas masivas, éste tardo 10 semanas en decidir no ratificar el Decreto 137 tras tensas negociaciones con hombres del Consejo.

Las feministas se preguntan ¿qué ocurriría si se intentara que una ley comercial se rigiera por la sharía? Si es una cuestión de respeto a la soberanía iraquí, entonces ¿por qué han impuesto numerosos acuerdos económicos que tendrían una implicación social de largo alcance? Eso significa que el género es el único campo donde los iraquíes pueden aplicar su soberanía31.

A pesar de este intento de derogación, en el TAL no se tomó ninguna medida para impedir cualquier futuro intento de revocación del Código de Estatuto Personal del 59. En este punto está claro que las iraquíes no sólo no pueden aspirar a avanzar en sus derechos sino que tienen que luchar para que los derechos básicos que consiguieron sus madres y abuelas no caigan en saco roto.

Marco constitucional El proceso constitucional, al margen del texto final32, es de vital importancia para que la constitución sea legítima y representativa. En Iraq no se ha cumplido con ningún requisito básico de legitimidad al proceso y al resultado final:

9. Ocupación de facto y situación de conflicto y caos.10. Comité Constitucional no equitativo y sin perspectiva de género. 11. Proceso cerrado: excluye a los políticos sunníes y a la sociedad civil.

30Véase la traducción del Código de Estatuto Personal iraquí en Ruiz-Almodóvar, Caridad. El derecho privado en los países árabes: Código de Estatuto Personal. Granada: UGR-Fundación Euroárabe, 2005, pp. 77-101.31Ali, Nadje al- y Pratt, Nicola. What kind of liberation?..., p. 94.32Véase la traducción al español de la Constitución en Saleh, Waleed. “La Constitución iraquí”. REIM, 3(2007), pp.117-145.

12. Las decisiones más relevantes se han tomado entre los partidos políticos a puerta cerrada.

13. No se sometió a votación en el Parlamento.14. Se ha elaborado en un tiempo récord con sólo un mes de margen para el

referéndum y sin debate público. 15. La mayoría sunní, muchos laicos y mujeres activistas votaron que no a la

constitución o la boicotearon.

En cuanto al texto constitucional visto desde una óptica de género se pueden resaltar tres aspectos básicos: el papel del islam, el estatuto personal y el federalismo. Los tres están estrechamente relacionados y viene siendo la perpetuación de lo que venía sucediendo en Iraq desde su ocupación en 2003.

El papel del islam La constitución establece que el Islam es la fuente básica del derecho y que no puede

haber ninguna ley que vaya contra los principios universales del Islam ─ arts. 2 y 2.a ─ Es obvio que esto afecta a la situación de las mujeres y a las relaciones de género. Hay experiencias muy positivas en algunos lugares del mundo árabe como Marruecos, dónde las leyes relativas al estatuto personal han observado un gran avance bajo el prisma religioso, igualmente el feminismo islámico a pesar de encontrase con muchas dificultades está caminando con paso firme entre el islam trasnacional. Sin embargo, el panorama político iraquí no es nada halagüeño en cuanto al tipo de interpretación que se dé a la ley islámica. Esto se ha podido comprobar cuando la fuerza política tradicionalista iraquí intentó rechazar el Código de Estatuto Personal iraquí 59 dos años antes de la redacción de la constitución.

Además, bajo mi punto de vista, aunque se intente reconstruir el islam introduciendo la perspectiva de género a través de una hermenéutica feminista, el islam, como cualquier otra confesión religiosa, no iría conforme a los principios de ciudadanía sobre todo en el mundo global y plural en el que vivimos. El hecho de que Iraq, donde coexisten diversas confesiones religiosas, se esgrima como estado confesional, “anula el concepto laico e integrador de la ciudadanía”33 y la igualdad de derechos y obligaciones ante la ley a favor del comunitarismo religioso y sectarización de la sociedad con el peligro que eso supone para las minorías religiosas.

El estatuo personal Con el artículo 41 de la constitución se materializaron los temores de las mujeres, la pérdida de derechos y la sectarización. El artículo reza “los iraquíes son libres en mantener su estatuto personal, según sus religiones, confesiones, creencias o elecciones. Será determinado por la ley”.

Algunas consecuencias que podría traer la aplicación tradicional de la sharía en manos de ciertos clérigos son:

- Legalizar el matrimonio de menores púberes que podría oscilar según el caso hasta los 9 años de edad.

- Obligar al matrimonio sin consentimiento explicito de la mujer.- Facilitar el repudio y dificultar el divorcio por iniciativa de la mujer.- Limitar la actual custodia de los menores a favor del hombre. - Eliminar los límites a la poligamia.- Afianzar el sectarismo con lo que los matrimonios mixtos serían virtualmente

imposibles.

El federalismo

El sistema federal iraquí acordado en el art. 120 da autonomía a las regiones para que regulen el Código de Estatuto Personal, siempre y cuando no contradiga la constitución

33Varea, Carlos. “El borrador de Constitución: fin del Estado iraquí y de los derechos ciudadanos de su población”. Iraqsolidaridad (6/9/2005). http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/analisis_6-09-05.html, (02/03/2010).

nacional. De modo qué, en parte gracias a la ambigüedad de la constitución, se permiten diferencias regionales en cuestiones del estatuto personal. Por lo tanto se reemplaza la autoridad central del Estado sobre la familia por la autoridad comunal de los líderes religiosos como modo de alentar la lealtad al estado al mismo tiempo que acomodan las diferencias sociales y religiosas. Lo que permite a los líderes religiosos consolidar su autoridad sobre las diferentes comunidades y este poder se manifiesta sobre las mujeres, tanto de modo práctico cómo simbólico. De este modo la constitución ha debilitado el estatuto de ciudadanía de la mujer al mismo tiempo que ha fortalecido la importancia y el concepto de comunidad étnica y religiosa en el sistema legislativo iraquí34.

“Confirmamos nuestra reserva a la Constitución, porque el grueso del documento busca debilitar el poder del Estado y de las leyes. En cambio beneficiará los poderes religiosos, sectarios, tribales y regionales, por lo que consolidará las imágenes estereotipadas de las mujeres y subordinará los derechos universales de los humanos y de las mujeres”35.

Empleo y economíaÉste es un aspecto al que no se le da suficiente importancia en los procesos de

reconstrucción nacional y es uno de los ámbitos que afecta directamente a la población y entre ella a las mujeres y donde se ve claramente las voluntades políticas y la gran contradicción en la aplicación de su retórica entorno al empoderamiento de las mujeres.

Es conocida la grave crisis que sufre la economía e infraestructura después de la guerra. Esto afecta de distinta manera a hombres y mujeres: la escasez de empleo, fuerza a que se dé prioridad a los hombres para su reinserción laboral y la violencia e inseguridad en las calles y en los lugares de trabajo, fuerza a que muchas mujeres se queden es las casas. Es particularmente grave la situación de las viudas. Según afirma la responsable de cooperación de la ONU con Iraq el número de viudas ha aumento trágicamente a causa de conflicto desde 2003 alcanzando la cifra de más de tres millones de mujeres en 201036. Ni el gobierno, ni los actores implicados en el conflicto han sido capaces de encontrar soluciones reales que ayuden a paliar esta situación.

Para ilustrar la participación de la mujer en la economía me voy a referir a tres casos concretos:

Tras la guerra de 2003 se destinaron miles de dólares para programas de reconstrucción donde las mujeres han sido ignoradas a la hora de repartir esos presupuestos. En un programa, Iniciativa para las Mujeres, se pretendía conceder 700,000 dólares a mujeres que trataban de reparar la infraestructura de saneamiento del agua. Sin embargo, de los 260.000 contratos de reconstrucción concedidos en Iraq, sólo mil habían sido para mujeres37. Estos contratos los otorgaban estadounidenses que trabajaban para la CPA.EEUU emprendió políticas de privatización y “reformas de libre mercado”. En una fábrica de ropa de Bagdad donde trabajaban unas 300 modistas, la mayoría cabezas de familia, tuvieron que dejar sus trabajos porque EEUU bajó drásticamente sus tarifas. Actualmente la fabrica manda sus diseños a china e importa el producto terminado38.

Es decir, EEUU introdujo a Iraq en el marco de globalización neoliberal, eliminando los derechos laborales y los principios de justicia social.

34Ali, Nadje al- y Pratt, Nicola. What kind of liberation?..., p. 115.35 Basma Fakhri, activista iraquí ante el Consejo de Seguridad de la ONU en el 5º aniversario de la RE1325 en octubre de 2005. Véase Fakhri, Basma y Edwar, Hanaa. Women, peace and security, 2005. womenwagingpeace.net/content/articles/o433a.html, (04/04/2007).36 Abou-Kassem, Óscar. “En Irak viven hoy tres millones de viudas”, Público (2010). http://www.publico.es/ internacional/303205/en-irak-viven-hoy-tres-millones-de-viudas/version- imprimible , (7/12/2010). 37Lasky, Marjorie P. Las mujeres iraquíes bajo el estadio de sitio. Codepink: Women for Peace and Global Exchange. http://www.mujeresperiodistas.net/00_documentos/MujeresIraquies.Pdf., p. 11 (16/ 10/2008).38Ibid.

El tercer caso tiene que ver con la designación de puestos de responsabilidad. En Nayaf, una ciudad del sur de Iraq, la Coalición propuso a una letrada como jueza en el juzgado local. Un grupo de hombres protestaron contra su nombramiento y entonces la CPA retiró su propuesta. La abogada fue a consultar lo que le había sucedido al gran líder religioso shi'í, Ayatullaha Ali-Sistani, y éste le dijo que aprobaría su nombramiento, sin embargo la CPA lo rechazó por miedo a enfurecer a los hombres locales, siendo sólo una minoría los que protestaban. Es bastante triste y paradójico retroceder de este modo cuando Iraq fue el primer país de Oriente Medio en nombrar una jueza en 1948 39. Como este ejemplo podemos encontrar varios, la coalición y los políticos iraquíes hacen extrañas alianzas donde lo primero que se sacrifica es el avance de las mujeres.

ConclusionesLas cuotas designadas a la participación femenina no tienen por qué significar la

introducción de la perspectiva de género en las políticas, es más pueden reforzar las agendas más conservadoras.

La perspectiva femenina depende de la voluntad política de los actores intervinientes en el proceso de reconstrucción. Hay que tener en cuenta la transversalidad de patriarcado tanto dentro del capitalismo imperialista como en los partidos políticos iraquíes, en los que las mujeres son instrumentalizadas en beneficio de los intereses económicos, políticos y sectarios.

En este contexto, las mujeres y cada vez más hombres de la sociedad civil son los únicos que oponen verdadera resistencia. Hay que apoyar y dar voz al movimiento de mujeres que lucha por la igualdad al mismo tiempo que no entra en la órbita neoliberal, este movimiento esta silenciado tanto por los políticos como por la ONG's despolitizadas que hablan en nombre de todas las mujeres en Iraq cuando ignoran muchas veces la realidad que sufren las iraquíes y sus verdaderas necesidades.

Es necesario incorporar y dar prioridad a la seguridad de todos los miembros de la sociedad en situaciones de conflicto y postconflicto.

Focalizar el tema del empoderamiento y los derechos de las mujeres no es suficiente en un contexto donde las mujeres no tienen el suficiente poder político y económico para disfrutar de esos derechos. Un enfoque legalista sobre los derechos hace que los legisladores se olviden de dos cosas: la implementación de la ley y la capacidad de las mujeres para aprovechar esos derechos. La capacidad de las mujeres, las políticas económicas y el día a día deben de estar considerados en cualquier proceso de reconstrucción y políticas en general40.

Nadia Hindi MediavillaUniversidad de Granada

Bibliografía

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39Abdela, Lesly. “Iraq's war on women”. Open Democracy, (7/7/2005). http://www.opendemocracy.net/conflict-iraqconflict/women_2681.jsp, (25/04/2008).

40Ali, Nadje al- y Pratt, Nicola. What kind of liberation?..., p. 177. Véase también el enfoque de las capacidades en oposición al enfoque de derechos en Nussbaum, Martha.C.. Women and human development: the capabilities approach. Cambridge: Cambridge University Press, 2001.

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REFLEXIONES SOBRE LA PROTECCIÓN DE LAS DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA

LA VOZ DE LAS MUJERES DEFENSORAS “Yo pienso en la situación de Colombia y me entristece mucho por la impunidad, siento mucha impotencia y reflexiono sobre tantos procesos que han fracasado o que no han llegado a un buen final (…)”

“Estoy aquí porque algún día sé que esto no será así para mis hijos, para mis nietos, para mi comunidad.” (Testimonio de Defensora colombiana que participa en las actividades del Observatorio)

SITUACIÓN DE LAS DEFENSORAS DE DDHH COLOMBIA

El Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres en Colombia “en situaciones de conflicto las mujeres también tienen derechos”, reporta que entre junio de 2009 y junio de 2011 se presentaron amenazas y agresiones contra varias organizaciones que actualmente participan en sus actividades.

En total han sido afectadas un 50% de las organizaciones que coordinan el Observatorio (son 6, entre ellas Sisma Mujer que ha sido amenazada); el 23% del total de 75 organizaciones a las que pertenecen las mujeres que participan en sus actividades y un 37,7% del total de las mujeres desplazadas que participan como lideresas (son 60). Además de estos hechos, también varias mujeres lideresas pertenecientes a la Mesa Nacional de Fortalecimiento de Organizaciones de Población Desplazada han sido víctimas de amenazas y dos de ellas fueron también víctimas de violencia sexual en diciembre de 2009.

1. Situación de defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia

El Programa Somos Defensores registra con preocupación un incremento del 126% en las agresiones individuales contra defensores y defensoras. El incremento de las amenazas contra las mujeres ha sido reconocido también por la CIDH que durante el 2010 otorgó medidas cautelares a más de 18 mujeres desplazadas en Colombia. Las agresiones a los defensores y defensoras son una consecuencia de la falta de protección tanto física como política por parte del Estado colombiano y el contexto de violencia que caracteriza las regiones en las que desarrollan sus actividades de defensa y lucha.

2. Patrones de agresión en contra de las mujeres. La violencia contra las mujeres sigue siendo un continuo en sus vidas. En 2010, cada hora fueron maltratadas 8 mujeres en su familia, 6 mujeres por su pareja; 1 mujer fue asesinada cada 3 días por su pareja; 2 mujeres fueron violadas cada hora de las cuales el 84% fueron niñas. En el marco del conflicto armad, cada mes 9 mujeres fueron violadas, en un 62% por agentes del estado, en un 14.81% por las llamadas bandas criminales, en un 22.22% por la guerrilla. La Encuesta Nacional de Demografía y Salud (2010) señaló que el 73% de las mujeres maltratadas físicamente no denunciaron la violencia a la cual se vieron enfrentadas. Según el informe de la Alta Comisionada correspondiente al año 2010 los sistemas de información oficial sobre casos de violencia sexual ocurridos en el contexto del conflicto armado reflejan un subregistro importante “Según cifras de la Fiscalía, en el marco de la Ley 975, por ejemplo, de 51.616 hechos, solo se ha iniciado la confesión de 42 casos de violencia sexual.

• Ataques contra el derecho a la vida y la integridad de las mujeres defensoras. • Ataques contra el derecho a la vida y la integridad de las familias de las defensoras • Estigmatizaciones asociadas a estereotipos de sexo-género. • Violencia sexual. • Ataques contra el derecho a la libertad de las mujeres defensoras. • Hostigamientos • Impunidad

3. Afectaciones en la vida de las mujeres defensoras por las amenazas y ataques

• Mayor visibilidad pública de las mujeres • Mayor capacidad de incidencia • Empoderamiento • Son las mujeres (sobrevivientes) las que lideran los procesos de verdad, justicia y

reparación y en general las reclamaciones como víctimas • Resistencia de algunos sectores sociales al empoderamiento de las mujeres. • Altos niveles de intolerancia estatal frente a los discursos contra-hegemónicos y

marcada persecución contra defensores y defensoras. • Intereses de los grupos armados (legales e ilegales) que buscan acallar o

subordinar el liderazgo de las mujeres para demostrar su poderío regional.

AFECTACIONES EN LA DIMENSIÓN INDIVIDUAL (SUBJETIVA):

Sentimientos, pensamientos, acciones con implicaciones para la salud en un sentido integral (física, emocional, espiritual, sexual). Algunas situaciones identificadas :

• Depresión

• Ansiedad

• Miedo

• Baja autoestima

• Cansancio excesivo (triple jornada laboral)

• Insomnio

Estas múltiples situaciones se agravan, dado que las defensoras no cuentan con espacios adecuados para la tramitación de dichas afectaciones.

AFECTACIONES EN LA DIMENSIÓN FAMILIAR:

• Tensiones familiares dadas por la disyuntiva entre “el deber y querer ser” .

• Sobrecarga. Triple jornada laboral(comunitario, laboral, casa). Cuando hay situación de amenazas estas cargas de trabajo aumentan porque deben dedicar más tiempo a la protección de la familia bajo su responsabilidad.

• Las amenazas a las mujeres implican amenazas y agresiones a sus familias

• Desintegración del tejido familiar, movilizaciones de un lugar a otro, medidas de protección (cuando la reciben) no toman en cuenta su núcleo familiar.

• Se activan conflictos al interior del hogar, reproches contra las mujeres incluso formas de violencia intrafamiliar.

No obstante también surgen apoyos familiares para la labor de defensa

AFECTACIONES EN EL ÁMBITO ORGANIZATIVO:

• Las amenazas lesionan el sentido de motivación para la participación.

• Los ataques que reciben directamente las defensoras o sus organizaciones, limitan sus procesos organizativos de empoderamiento y participación.

• En contextos de amenaza deben “bajar el perfil” o deben retirarse completamente de los procesos organizativos.

• Las nuevas mujeres que podrían constituirse en defensoras, tienen miedo de integrarse a dichos procesos.

En este sentido, se constata que los ataques a una lideresa, afectan directamente las posibilidades de organización y participación de las mujeres colectivamente, lo que implica la destrucción del tejido social y comunitario.

TAMBIÉN SE AFECTA LA SOCIEDAD EN SU CONJUNTO:

• Se imposibilitan las contribuciones a los cambios a favor de las mujeres en las sociedades.

• Se limita el control y fiscalización de los asuntos públicos propios de las democracias.

• Se perpetúan las situaciones de discriminación históricamente cometidas contra las mujeres.

• Se quedan sin voz y desprotegidas todas aquellas personas, y en particular las mujeres que habían encontrado una oportunidad para reclamar sus derechos gracias a la labor de las mujeres defensoras.

4. Respuesta de la institucionalidad nacional

Programa de Protección de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y de Justicia: (creado en 1996 por iniciativa de la sociedad civil)

Ofrece medidas de prevención y protección a defensores y defensoras de derechos humanos, sindicalistas, periodistas, líderes políticos y sociales y algunos funcionarios que estén en riesgo (Decreto 1740/2010). Pese a su importancia el programa tiene graves fallas estructurales en su diseño y problemas en su implementación. Se evidencian tres aspectos problemáticos en relación con la protección de las mujeres defensoras:

1. Participación de las mujeres en la formulación, ejecución y seguimiento del Programa.

• La reglamentación del programa no contó con la participación real y efectiva de los grupos y organizaciones de mujeres.

• La toma de decisiones dentro del programa y el seguimiento a la implementación del mismo, no garantiza su participación.

• Las defensoras no fueron reconocidas como un grupo independiente dentro de la población objeto del Programa.

• Las mujeres no cuentan con un Comité de Reglamentación y Evaluación de Riesgos (CRER) independiente, en el que se garantice su participación, se evalúen los casos; se emitan las recomendaciones de seguridad y se haga el seguimiento respectivo atendiendo su condición de especial protección constitucional y los riesgos específicos.

2. Medidas de prevención y protección a defensoras de derechos humanos.

La oferta institucional no satisface las necesidades de seguridad y protección de las defensoras de derechos humanos, fundamentalmente por dos razones:

• La oferta institucional privilegia la concesión de medidas materiales de protección, desconociendo otro tipo de medidas que contribuyen positivamente a mitigar los riesgos de las defensoras y de las activistas.

• Las medidas materiales de protección no incorporan un enfoque diferencial.

El Decreto establece un catalogo de medidas de protección, que se implementan sin advertir las circunstancias específicas del caso concreto; ni tener en cuenta el ámbito geográfico, social y cultural en que se desenvuelve la mujer en riesgo.

3. Procedimientos para el acceso al programa de protección.

Problemas comunes a la totalidad de los procedimientos:

• Prácticas discriminatorias.

• Desconocimiento de los funcionarios de riesgos específicos y medidas de protección para mujeres. (Trato hostil, estigmatización, culpabilización, negligencia, retrasos) Problemas que presentan algunos de los procedimientos a agotar para el acceso a la protección del Estado:

• En la solicitud para ingresar al Programa.

• En los estudios de riesgo.

• En el trámite interno de las medidas cautelares decretadas por la CIDH y las medidas provisionales de protección otorgadas por la Corte Interamericana.

LA EVIDENCIA Y LA VOZ DE LAS MUJERES DEFENSORAS:

No sensibilización de los funcionarios que realizan los informes de riesgo y mal trato personal con las mujeres. (ej: irrespetos, comentarios sexistas, cuestionamiento de su trabajo) .

Ausencia de atención psicosocial integral y de calidad .

Las defensoras no han tenido cobertura adicional para su núcleo familiar ,pese a ser a veces las únicas responsables de sus hijos e hijas, las medidas no son extensivas a hijos e hijas

El instrumento para realización de estudios de riesgo no incorpora elementos específicos para valorar la situación de las mujeres.

No hay igualdad en la adjudicación de medidas protección.

Discriminación al valorar el tiempo de dedicación de hombres y mujeres a las actividades de liderazgo (funcionarios que consideran que las mujeres dedican menos tiempo a ello por sus responsabilidades familiares)

Cuando una pareja de defensores hombre y mujer conviven, en ocasiones se asume que si el hombre cuenta con un esquema de protección, es innecesario que este le sea asignado a su pareja, pese a que ella también ejerce actividades de liderazgo distintas.

Poca confiabilidad en el personal encargado de la seguridad: comprobada ocurrencia de interceptaciones telefónicas, de correos y la infiltración de personal en viviendas personales de defensores y defensoras

INVESTIGACIÓN Y SANCIÓN DE LOS CRÍMENES COMETIDOS CONTRA DEFENSORES Y DEFENSORAS:

Impunidad generalizada, cercana al 99%.

Defensores y defensoras tienen miedo a denunciar

Desconfianza y falta de credibilidad en las instituciones de investigación (fiscalía)

-Falta de resultados.

En algunos casos la fiscalía ha culpado a las propias denunciantes de la falta de actividad investigativa.

Dispersión de denuncias y multiplicidad de investigaciones no acumuladas que dificultan el seguimiento de las mismas.

Investigaciones que son radicadas en centros urbanos de los municipios de donde salieron las mujeres desplazadas o donde se produjeron las amenazas, en los que ellas no pueden hacerse presentes.

Negación de la responsabilidad que en las amenazas tienen los grupos paramilitares rearmados, que son un actor del conflicto armado y que se han querido mostrar por parte del gobierno como bandas de delincuencia común (las mal llamadas BACRIM).

A pesar de que estos problemas afectan a hombres y mujeres, estas circunstancias agravan la situación de vulnerabilidad de las defensoras ya descrita anteriormente

RECOMENDACIONES

1. Se inste al gobierno colombiano para que busque una salida negociada al conflicto armado.

2. Se exhorte al Estado colombiano a respetar la vida e integridad de las defensoras de DH, a reconocer públicamente la legitimidad e importancia de su labor y a investigar y sancionar a los responsables de los ataques contra ellas.

3. Que se asegure la cooperación para financiar oportunidades de capacitación y generación de ingresos para las defensoras que contribuyan a erradicar los ambientes incompatibles y peligrosos para la defensa de los derechos.

4. Se exhorte al gobierno colombiano para que asegure una reforma del programa de protección que incluya el enfoque de género.

5. Se exhorte al gobierno colombiano para la puesta en marcha de un Plan de Acción que asegure la efectiva implementación de la Res.1325 con participación de las mujeres y de la sociedad civil, tanto en su diseño como en su ejecución.

6. Que las misiones de la Unión Europea en Colombia implementen con perspectiva de género las Directrices Europeas sobre Defensores de Derechos Humanos.

CORPORACIÓN SISMA MUJER

Seminario: “La Resolución 1325 de la ONU, su aplicación a los 10 años de aprobación”

Málaga, septiembre 22 de 2011

MESA 3

Logros y desafios de la R1325 tras 11 años de vigencia.

LOGROS Y DESAFÍOS DE LA RES.1325:

EL CASO DE ESPAÑA

La Praxis de la construcción de paz. La acción de los Gobiernos, frente a la acción de la sociedad civil y las mujeres organizadas: El caso del Plan estatal.

Retos y Reflexiones

• Aprobación de la Resolución 1325: año2000

• Plan de Acción del Gobierno de España para la aplicación de la Res.1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas(2000),sobre Mujeres,Paz y seguridad.

◦ Aprobado por Consejo de Ministros,el30 de noviembre 2007

◦ Compromiso: elaboración de informes de seguimiento

• II Informe de Seguimiento, finalizadoendiciembre2010. Por: Comisión Interministerial, compuesta por representantes de los diversos Ministerios implicados y Sociedad civil (Grupo de Género de la CONGDE)

Objetivos del Plan de Acción:

1. Potenciar la participación de mujeres en misiones de paz y en sus órganos de toma de decisiones.

2. Promover la inclusión de la perspectiva de género en todas las actividades de construcción de la paz.

3. Asegurar la formación específica del personal que participa en misiones de paz, en materia de igualdad y sobre distintos aspectos de la Resolución 1325, además de fomentar el conocimiento y difusión de la misma.

4. Proteger los DDHH de las mujeres y niñas en zonas de conflicto y posconflicto (incluyendo campos de personas refugiadas y desplazadas) y fomentar el empoderamiento y la participación de las mujeres en los procesos de negociación y aplicación de los acuerdos de paz.

5. Incorporar en principio de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en la planificación y ejecución de actividades para el Desarme, la Desmovilización y la Reintegración (DDR), así como el adiestramiento especializado al respecto de todo el personal que participa en dichos procesos.

6. Fomentar la participación de la sociedad civil española en relación con la Res 1325.

OBJETIVO 1. POTENCIAR LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LAS MISIONES DE PAZ Y EN SUS ÓRGANOS DE TOMA DE DECISIONES.

• Ministerio competente principal: Ministerio de Defensa

Múltiples actuaciones en el ámbito nacional con el fin de fomentar la presencia de mujeres en las Fuerzas Armadas (FAS). Además, se han realizado actividades para dar visibilidad y reconocimiento público a la presencia de las mujeres en las FAS. Ej: conmemoración del 20º aniversario del ingreso de la mujer en las FAS, con numerosos actos públicos, exposiciones itinerantes; en 2007, se creó el Premio Soldado Idoia Rodríguez, Mujer en las FAS. Los datos reflejan los resultados de este esfuerzo por fomentar la presenciar de las mujeres en las FAS. Desde enero de 2008 hasta junio de 2009 ha aumentado el número de mujeres en las FAS españolas, pasando de 15.290 a 15.942, representando más del 12% del total de efectivos.

OBJETIVO 2. PROMOVER LA INCLUSIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN TODAS LAS ACTIVIDADES DE CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ.

• Ministerios competentes: Ministerio de Defensa, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Ministerio de Igualdad.

• Actuaciones del Ministerio de Defensa. La perspectiva de género se tiene en cuenta en todas las fases de las misiones de paz, a todos los niveles, tanto desde el punto de vista de la composición del contingente como de las actuaciones a llevar a cabo en la Misión, o la relación y situación de la población local femenina. Por ejemplo, el Estado Mayor Conjunto de la Defensa está realizando esfuerzos para tener en cuenta la perspectiva de género en la contratación trimestral de intérpretes en las zonas de operaciones. En cuanto a la participación de las mujeres afectadas en las misiones de paz, el Estado Mayor Conjunto de la Defensa ha fomentado la participación de mujeres en actividades sanitarias de MEDCAP (MedicalCivicActionProgram) en la International Security AssitanceForce(ISAF) (Operación Romero/Alfa) en Herat.Se está recogiendo los datos de efectivos desplegados en misiones en el exterior, desagregados por sexos.

• Actuaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación

El II Plan Director 2005-2008 de la Coop. Española incorporó por 1ª vez el Enfoque de Género en Desarrollo (GED)…, otorgándole carácter de doble prioridad: como prioridad horizontal y como prioridad sectorial para favorecer el empoderamiento de las mujeres en la lucha contra la pobreza.El III Plan Director 2009-2012 reafirma este compromiso.Elaboración del Plan de Acción: Mujeres y Construcción de la Paz de la Cooperación Española.

• Ministerio de Igualdad: Participación en la elaboración de los “Indicadores sobre mujeres y conflictos armados” elaborados por el Comité Consultivo para la Igualdad entre Hombres y Mujeres de la UE, durante la Presidencia francesa. Se respondió al cuestionario que Francia envió a los miembros del Comité.

En el ámbito del Consejo de Europa, el Comité Director para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (CDEG) ha trabajado en la “Recomendación a los Estados miembros sobre Participación de las mujeres y los hombres en la prevención y resolución de conflictos y

construcción de la paz”, que actualmente se encuentra pendiente de adopción por parte del Consejo de Ministros del Consejo de Europa. A través del Ministerio de Igualdad se ha facilitado la información solicitada y se han enviado sugerencias a la misma.

OBJ 3. ASEGURAR LA FORMACIÓN ESPECÍFICA DEL PERSONAL QUE PARTICIPA EN OPERACIONES DE PAZ, EN MATERIA DE IGUALDAD Y SOBRE LOS DISTINTOS ASPECTOS DE LA RESOLUCIÓN 1325, ADEMÁS DE FOMENTAR EL CONOCIMIENTO Y DIFUSIÓN DE LA MISMA.

• Ministerios competentes: Ministerio de Defensa, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Ministerio de Igualdad, Ministerio de Educación, Ministerio de Justicia

• Actuaciones del Ministerio de Defensa: En el ámbito nacional, la formación específica en materia de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres a las personas que vayan a integrar las misiones de paz ha sido llevada a cabo a través tanto de su inclusión en diversos temarios de la enseñanza militar, en las convocatorias de acceso a las Fuerzas Armadas, así como en la realización de las conferencias.

• Actuaciones del Ministerio de Justicia.Desde el Ministerio de Justicia está prevista la formación específica del personal que participa en misiones de paz en las materias concretas competencia de este Departamento, como son la violencia de género, la violencia sexual, el tráfico de seres humanos, los embarazos forzados, etc.

• Actuaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación .Se está fomentando la coherencia, la cooperación, la complementariedad y la coordinación en la aplicación de la Resolución 1325. Como muestra de ello, para la elaboración del Plan de acción sobre mujeres y construcción de paz de la Cooperación Española, desde la SECI se organizaron varios grupos de trabajo: un grupo de trabajo interministerial, otro de sociedad civil y expertas sobre género y construcción de paz, además de las personas que componían el Grupo de trabajo de género del Consejo de Cooperación. Estos espacios han favorecido además la difusión y sensibilización sobre los temas de género y construcción de paz en las políticas de desarrollo.

OBJ.4.PROTEGER LOS DDHH DE LA SMUJERES Y NIÑAS EN ZONAS DE CONFLICTO Y POSCONFLICTO(INCLUYENDO CAMPOS DE PERSONAS REFUGIADAS Y DESPLAZADAS)Y FOMENTAR EL EMPODERAMIENTO Y LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LOS PROCESOS DE NEGOCIACIÓN Y APLICACIÓN DE LOS ACUERDOS DE PAZ.

• Ministerios competentes: Ministerio de Defensa, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Ministerio de Igualdad, Ministerio de Justicia.

• Actuaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación –SECI

Apoyo a través de convocatoria de subvenciones y convenios a organismos internacionales y ONGs.

• Actuaciones del Ministerio de Defensa. Se realizaron actuaciones sanitarias en apoyo de la población civil,beneficiando a varios centenares de mujeres y niñas, atención de partos,etc.,en Kosovo, Afghanistan y Líbano.

Contactar con organizaciones de mujeres y mujeres líderes. Las actuaciones consistieron, en líneas generales, en la asistencia a actos del Día de la Mujer, …, cursos de alfabetización de la mujer, jornadas sobre violencia de género, difusión del periódico editado por la Jefatura de la Mujer, entrega de ayuda humanitaria a viudas del barrio de EidGahDe Qen(Bagdis),…En la atención a las mujeres víctimas de violencia de género o abusos sexuales, en la ISAF (Operación Romero/Alfa) en Bagdhis, se realizó la financiación de cursos-taller organizados por la jefatura provincial de asuntos de la mujer, acerca de matrimonios forzados y perjuicios del consumo de estupefacientes.

• Actuaciones del Ministerio de Igualdad. A partir de la aprobación del Plan de Acción 1325, se incluyó como acción prioritaria en la convocatoria de 2008 para la cofinanciación de proyectos de desarrollo del Programa de Cooperación Internacional “Mujeres y Desarrollo” del Instituto de la Mujer, el apoyo a iniciativas que promovían el cumplimiento de la Res. 1325. Una vez analizados las propuestas presentadas a la convocatoria de 2008, se subvencionó, con 57.500 euros, un proyecto cuyo objetivo es dar apoyo a las víctimas del conflicto armado en el oriente Antioqueño de Colombia, y está siendo ejecutando por la ONG colombiana CONCIUDADANIA.

OBJETIVO5. INCORPORAR EL PRINCIPIO DE IGUALDAD DE TRATO Y OPORTUNIDADES ENTRE MUJERES Y HOMBRES EN LA PLANIFICACIÓN Y EJECUCIÓN DE ACTIVIDADES PARA EL DESARME,LA DESMOVILIZACIÓN Y LA REINTEGRACIÓN(DDR),ASÍ COMO EL ADIESTRAMIENTO ESPECIALIZADO AL RESPECTO DE TODO EL PERSONAL QUE PARTICIPA EN DICHOS PROCESOS.

• Ministerios competentes: Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación

• Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. España, en estos 2 últimos años, ha realizado contribuciones al Fondo Fiduciario de la Oficina de Prevención de Crisis y de Reconstrucción (BCPR) del PNUDpor un monto total de 4.600.000 €. Entre las actividades financiadas en este ámbito se encuentran programas que promueven la participación ciudadana, la resolución de conflictos y la equidad de género; programas de desarme, desmovilización y reintegración de excombatientes, desminado y lucha contra la proliferación y el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras, y apoyo a reformas del sistema judicial y al Estado de Derecho y a los DDHH.

OBJ 6. FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL ESPAÑOLA EN RELACIÓN CON LA RES 1325.

• Ministerios competentes: Ministerio de AAEE y Cooperación, Ministerio de Igualdad, Ministerio de Educación• Actuaciones del Ministerio de AAEE y de Cooperación

. Apoyo a las acciones de las ONG focalizadas en incrementar la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisión que tengan lugar para el fomento de la paz y de la seguridad, así como en la prevención y resolución de conflictos y en las operaciones de mantenimiento de la paz, una de las prioridades de la Res1325.

RETOS

1.Actores gubernamentales: principales Ministerios competentes: ◦ Defensa: Ejércitos en la construcción de paz?

◦ Asuntos Exteriores y Cooperación: a través de convocatorias de ayudas a ONGDs.

◦ Resto de Ministerios: infrarrepresentados, no actuaciones específicas.

Causas inacción:

• Desconocimiento y falta de capacitación (en construcción de paz, y género)

• Falta de recursos (económicos y personal)

• Saturación y sobrecarga de tareas; poca claridad de responsabilidades

2.- Concretizar el Plan partiendo de un diagnóstico sobre la situación en cada uno de los Ministerios, identificando propuestas para la adecuada implementación del Plan, y áreas/personas responsables/implicados, fondos y recursos movilizados/requeridos, indicadores de evaluación y un cronograma de ejecución.

Sugerimos que la futura estructura del Informe sea en base a los objetivos, medidas y actuaciones desarrolladas, y su consecución al logro de dichos objetivos, pasando a describir lo que se hace y quién lo hace, con sus indicadores, periodo y fondos o recursos utilizados de forma más organizada, y no subdividiendo los objetivos en actuaciones de Ministerios tal y como se desarrolla en la actualidad. Esta estructuración permitiría introducir categorías, líneas de acción y/o estrategias que pueden contribuir a una mayor claridad respecto a las actuaciones promovidas en aras de los objetivos propuestos en el Plan.

3. Profundizar en el desarrollo del Plan, en base a las lecciones aprendidas:

• Potenciar los objetivos menos desarrollados: Obj5 (“incorporar el principio de igualdad de trato y oportunidades entre y”);y Obj.6 ( “fomentar la participación de la sociedad civil española”);

• Potenciar el papel de otros Ministerios: El Ministerio de AAEE, presente en el conjunto de los 6 objetivos, y el Ministerio d eDefensa, presente e n5, son los Ministerios que lideran la aplicación de este Plan, mientras que Salud y Educación yla“desaparecida” Justicia no encuentran espacio.

• Reforzar iniciativas específicas dirigidas a varones, incluyendo miembros de las FAS como principales actores del Plan español, con el fin de modificar y cuestionar roles de género discriminatorios.

4. Destinar fondos y recursos adecuados y específicos al cumplimiento del Plan. El Plan de Acción no cuenta con un presupuesto específico lo que deja en manos de cada uno de los ministerios definir sus prioridades respecto al Plan, y cómo ponerlo en práctica. Este enfoque, voluntarista y genérico, puede dificultar la adecuada implementación del mismo.

Consideramos que los ministerios de Educación, Sanidad y Política Social, y Justicia pueden verse beneficiados con este refuerzo o mejora en sus capacidades institucionales por lo que respecta a la construcción de paz y género en el ámbito de sus competencias.

5. Tal y como se reconoce por la propia Res 1325, la sociedad civil es la principal protagonista de los procesos de paz.

Por tanto, consideramos que es crucial fomentar la participación social, tanto en los países en conflicto como en la propia sociedad española (Obj. 6). Recomendamos fortalecer esta

línea reforzando los recursos y los fondos destinados a tal fin y apoyar la labor de ONGs y asociaciones de mujeres.

Los destinatarios de la 1325 son los Estados, dejando fuera a sociedad civil y otros actores de los conflictos como grupos paramilitares, mercenarios, fuerzas de seguridad privadas (privatización de las guerras), que no rinden cuentas a nadie, ni son controlados.

6. Cambio en el enfoque: Reflexionar acerca de los conceptos…

Estos informes ofrecen una visión en la que predominan los siguientes enfoques:

• Género, entendido como participación de mujeres y/o niñas (enfoque MED);

• Seguridad, con un gran peso de las FAS (Visión militarizada predominante en detrimento de la Seguridad Humana);

• Paz,entendida ésta como ausencia de Conflictos y Violencia limitada a conflictos armados.

…..Y apostar por unavisión que promueva la Seguridad

Humana.

Se trata en suma de rescatar el enfoque multidimensional(militar, económico, social, judicial, cultural, etc) y multi-nivel(continuum privado-público; local-nacional-internacional) de la violencia e inseguridad, abandonando visiones dicotómicas (guerra-paz).

“La Seguridad Humana no tiene que ver con armas-se relacionacon la vida y dignidad humanas”

(Informe de Desarrollo Humano,1994)

“La lucha por la paz va de la mano con la lucha por superar las desigualdades, opresiones y exclusiones en lo público, en lo privado y en lo íntimo”.

Virginia "Gina" Vargas

Rosabel Agirregomezkorta, CEIM

Málaga, sept2011

Aportaciones al II Borrador del plan de Acción 1325, ESPAÑARealizado por MZC

“En el I Informe de Seguimiento, la sociedad civil realizó una serie de recomendaciones que han sido tenidas en cuenta durante el último año y a la hora de elaborar este II Informe de Seguimiento. Además, se ha invitado a la sociedad civil a participar desde una fase más temprana en el proceso de elaboración del II Informe. En general, la sociedad civil ha manifestado apreciar avances en este II Informe respecto al Informe anterior, tratándose de un documento más completo.

Recogemos a continuación las propuestas concretas que han realizado para mejorar la puesta en práctica, así como el proceso de seguimiento y de evaluación del Plan.”

Recomendaciones generales

Consideramos preciso dar una continuidad a la reflexión iniciada en el Grupo Interministerial, así como al interior de los ministerios implicados, en torno a los conceptos de género, paz y seguridad a los que alude el Plan de Acción y su relación con los ámbitos específicos de cada uno de los actores. Ello ayudaría a clarificar posibles lagunas y confusiones.

En este sentido, entendemos que el presente informe ofrece mayormente una visión en la que predominan los siguientes enfoques:

Género, entendido como participación de mujeres y/o niñas (enfoque MED). Seguridad, con un gran peso de las FAS (Visión militarizada predominante sobre

la Seguridad Humana)Paz, entendida ésta como ausencia de conflicto y Violencia limitada a conflictos

armados.

Como sociedad civil propugnamos y defendemos una visión multidimensional y multi-nivel reconociendo el continuum privado/público de la inseguridad y la violencia que afecta a las mujeres. Y en esta línea, entendemos que algunos ministerios encuentran especiales dificultades para concretar su espacio diferenciador con respecto a la implementación del Plan y pueden aportar más bajo este marco más integral, por lo que les invitamos a ampliar la reflexión sobre sus competencias y posibles aportes al Plan de Acción.

Por otro lado, celebramos el reconocimiento que se hace de la labor de las ONGs en el ámbito de la construcción de la paz, en general, y la difusión e implementación de la Res. 1325 en concreto, labor ésta que se desarrolla tanto en el terreno como en la propia sociedad española. Y dada su probada labor y experiencia, recomendamos habilitar espacios de interlocución e intercambio. Entendemos que el presente Grupo Interministerial es un espacio adecuado, y es por ello que proponemos ampliar el mismo e invitar a aquellas organizaciones sociales que cuentan con una clara trayectoria y cuenten con experiencia en el ámbito del Género y la Construcción de la Paz, en próximas convocatorias, así como dar una continuidad y permanencia a este Grupo. Una de sus tareas puede ser la de proponer indicadores y criterios de clasificación de las iniciativas enmarcadas en este Plan que faciliten el seguimiento y evaluación del avance en la consecución de los objetivos del Plan de Acción.

Recomendaciones específicas:

Dado que el Plan es un tanto general, sería de gran ayuda concretizarlo. Para ello, puede ser de ayuda considerar las siguientes propuestas de mejora:

1. Partiendo de un análisis diagnóstico sobre la situación en cada uno de los Ministerios, identificando propuestas para la adecuada implementación del Plan, sería útil contar con una matriz donde se reflejen todos los objetivos del Plan, las acciones y medidas a realizar y quién es el Ministerio responsable/actores implicados, fondos y recursos movilizados/requeridos, indicadores de evaluación y un cronograma de ejecución. Sugerimos que la futura estructura del Informe sea en base a los objetivos y las medidas y actuaciones desarrolladas, y su consecución al logro de dichos objetivos, pasando a describir lo que se hace y quién lo hace, con sus indicadores, periodo y fondos o recursos utilizados de forma más organizada, y no subdividiendo los objetivos en actuaciones de Ministerios tal y como se desarrolla en la actualidad. Esta estructuración permitiría introducir categorías, líneas de acción y/o estrategias que pueden contribuir a una mayor claridad respecto a las actuaciones promovidas en aras de los objetivos propuestos en el Plan.

2. Por lo que se refiere a facilitar la rendición de cuentas y evaluación del Plan recomendamos:

- Establecer criterios claros y consensuados sobre las acciones relativas al Plan de acción. Así, consideramos que algunas iniciativas descritas no se corresponden con acciones específicas planteadas en el marco de este Plan, sino que se trata más bien de acciones que vienen desarrollándose en el marco de otras actuaciones. Se trata, pues, de acciones que aún siendo importantes e interesantes y que no caben duda que se contribuyen a la Paz y/o Igualdad, no se relacionan directamente ni contribuyen a la consecución y/o implementación de los objetivos planteados en el Plan de Acción de la 1325, objeto de este informe.

- Establecer indicadores claros para facilitar el seguimiento y evaluación. En este sentido, en el presente Informe se mencionan algunos posibles indicadores que, sin embargo, pueden ser cuestionables en cuanto al objeto de lo que miden: por ejemplo, el incremento de mujeres en las FAS o su acceso a puestos de mando no miden un cambio en sus roles tradicionales si este acceso se concentrara en ámbitos feminizados como por ejemplo, la salud (oficiales médicos). De la misma manera, la afirmación de que la construcción de la paz y el género son prioridades de la cooperación española no deja de ser una mera declaración si no se acompañan de indicadores como el incremento en el número de proyectos en esta línea, así como un incremento en los fondos.

3. Profundizar en el desarrollo del Plan , en base a las lecciones aprendidas. En esta línea sugerimos:

- Promover y potenciar los objetivos menos desarrollados, que parecen ser el Objetivo 5 (“incorporar el principio de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres….”); y el Objetivo 6 (“fomentar la participación de la sociedad civil española en relación con la res. 1325”). Consideramos que sería positivo potenciar y reforzar estos objetivos a través de medidas y programas específicos puesto que se relacionan directamente con la sociedad civil y el empoderamiento de las organizaciones de mujeres. Asimismo, este objetivo incluye el desarrollo de la transversalidad de género, que va más allá de la mera inclusión de mujeres, aunque complicada en algunos espacios sobre todo toma de decisiones, e implica desarrollo de planes, estrategias, indicadores, mecanismos, cambios en procedimientos y estructuras, etc.

- Potenciar el papel de otros Ministerios que en la actualidad se encuentran infrarrepresentados. El Ministerio de AAEE, presente en el conjunto de los 6 objetivos, y el Ministerio de Defensa, presente en 5 de los objetivos, son los Ministerios que lideran la aplicación de este Plan, mientras que otros Ministerios como Salud y Educación y la “desaparecida” Justicia no encuentran espacio.

Plantear un enfoque más integral centrado en la Seguridad Humana puede, como ya hemos comentado, paliar este déficit.

- Reforzar iniciativas específicas dirigidas a los varones, incluyendo miembros de las FAS como principales actores del Plan español, con el fin de modificar y cuestionar posibles identidades y roles de género discriminatorios.

- Destinar fondos y recursos adecuados y específicos al cumplimiento del Plan. El Plan de Acción no cuenta con un presupuesto específico lo que deja en manos de cada uno de los ministerios definir sus prioridades respecto al Plan, cómo este plan afecta a sus líneas de acción y mandatos, y cómo ponerlo en práctica. Entendemos y este enfoque, voluntarista y genérico, puede dificultar la adecuada implementación del susodicho plan. Algunos de los ministerios pueden encontrar algunas dificultades para la adecuada implementación del plan dentro de sus competencias, y sin un área focal ni presupuesto específico, estas dificultades pueden convertirse en serios obstáculos o una sobrecarga añadida de trabajo a la labor habitual de los ministerios. Consideramos que los ministerios de Educación, Sanidad y Política Social, y Justicia pueden verse beneficiados con este refuerzo o mejora en sus capacidades institucionales por lo que respecta a la construcción de paz y género en el ámbito de sus competencias.

Aprovechemos el poder de las mujeres que se unen para lograr la paz

Tras más de una década desde que se aprobara la R-1325, seguimos asistiendo al espectáculo del horror cuando nos llegan las crónicas de guerras. La utilización del cuerpo de las mujeres como botín y mapa de vejaciones para herir al enemigo, la violación sistemática, física y psíquica, de la población femenina, ya sea bebe, joven o anciana; la invisibilidad de las mujeres y su sometimiento cual animal a los dictados de los hombres; la no consideración y la negativa a su participación en la toma de decisiones respecto al presente y futuro de sus sociedades, sigue siendo actualidad en las crónicas e informes que se dictan en los distintos conflictos armados a los que se asisten en la actualidad.

La Resolución 1325 y las resoluciones derivadas de ellas – 1820, 1888 Y 1889- son una importante herramienta que debe ser implementada en su totalidad sin más dilación. Tras once años de su aprobación por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la 1325 sigue siendo una reivindicación de mujeres y hombres de todo el mundo que entienden que trabajar por la paz pasa ineludiblemente por trabajar por la igualdad real entre hombres y mujeres, una labor que debe ser tomada en serio tanto por Estados e instituciones internacionales, regionales y locales que deben trabajar por integrar la perspectiva de género en la solución de los conflictos armados y promover una formación en cultura de paz y no violencia protegiendo, apoyando y empoderando a las mujeres de las zonas en conflicto y posconflicto armado.

Si bien las consecuencias de las guerras afectan a mujeres y hombres, el rol que se otorga a las mujeres en las sociedades hacen de ellas víctimas de primer orden. El estudio de las consecuencias de las guerras en mujeres y niñas es un importante paso para implementar una resolución que nace fruto del trabajo de redes de organizaciones internacionales y locales de mujeres, y que sin embargo sigue con un grado de cumplimiento poco deseable

Es preciso que los estados asuman su responsabilidad y acometan medidas que permitan hacer efectivo el articulado de una resolución que nace de la denuncia de miles de mujeres de todo el mundo que ya de forma organizada lo reclamaban a principios del siglo pasado, exigiendo la adopción urgente de actuaciones que erradicarán la violencia extrema que generan las guerras sobre mujeres y niñas y el papel de éstas como agentes de paz de primer orden. En este punto es preciso destacar que la 1325 no sólo aborda el papel de las mujeres como víctimas de la violencia de género, sino también de las mujeres como actoras de paz e interlocutoras imprescindibles a la hora de reconstruir sociedades esquilmadas por las guerras.

Si realmente existe voluntad de trabajar por la paz, los Estados deben atajar la desigualdad, formando en materia de género, propiciando la inclusión de mujeres en las mesas de negociación y promoviendo su participación real en puestos de responsabilidad en todos los niveles. Es incuestionable que el desarrollo y avance de los Estados en lo social, político y económico pasa ineludiblemente por la erradicación de la violencia contra las mujeres y el establecimiento de acciones que permitan la igualdad real entre hombres y mujeres.

A la hora de trabajar en el campo de la implementación efectiva de la 1325 es preciso contar con las propias mujeres de las zonas en conflicto y posconflicto. Con las mujeres y las organizaciones de mujeres. Es absurdo trabajar por ellas sin ellas. De la misma manera es preciso el análisis y estudio de la situación desde la particularidad de cada caso, atendiendo a la especifidad de cada sociedad y cultura. Este conocimiento solo se obtendrá si en el diseño de las estrategias se cuenta con las propias mujeres, pues son ellas las que pueden transmitir e informar sobre la realidad de sus sociedades y el papel real que tienen en ellas. Por otro lado es imprescindible aumentar los recursos financieros que sustentan las políticas de actuación llevadas a cabo y propiciar la interrelación de representantes de distintos ámbitos que permita aunar esfuerzos desde distintas esferas

de acción como son la institucional, las organizaciones de mujeres y ONGD; el ámbito académico y por supuesto los medios de comunicación.

Como diría Koffi Annan ‘Construyamos sobre el trabajo de las mujeres en todos los lugares del mundo para garantizar la paz a las generaciones venideras. Aprovechemos el poder de las mujeres que se unen para lograr la paz.’

Lola Fernández Palenzuela FUNDEA