ENCONTRARNOS CON JESÚS

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SEMANA SANTA ¡EN CASA!

DOMINGO DE PASCUA DOMINGO DE RESURRECCIÓN

JESÚS CON SU RESURRECCIÓN VIENE A TRAERNOS

UNA GRAN Y FUERTE ALEGRÍA.

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Palabra del Señor, Gloria a Ti Señor Jesús.

Conversamos en familia:

¿Cuáles son sus momentos alegres? ¿Cuáles son esos ratitos de alegría en sus vidas?

La Alegría es una emoción sumamente agradable. Algunos pueden llamarla júbilo, entusiasmo o gozo. Es de corta duración, aunque se puede tener un montón de momentos alegres. Cuando estamos alegres tenemos ganas de jugar, nuestra energía aumenta, y nuestra manera de pensar es más positiva. También nos da ganas de reír y sonreír. Las risas y las sonrisas son parte de la alegría, y la alegría puede ser

altamente contagiosa, entonces deberemos pensar en qué cosas pueden darnos muchas ganas de reír. Sonreír es una actitud. La sonrisa es un lenguaje universal que no tiene costo. Sonreír tiene muchos beneficios: Al sonreír, el cerebro libera endorfinas que bajan nuestros niveles de estrés y

nos hacen sentir felices. Reír expande los pulmones, estira y relaja los músculos del cuerpo. La sonrisa es una expresión atractiva, con más probabilidades de atraer a la

gente hacia nosotros en lugar de alejarlos. Las risas hacen que el ambiente en el que estamos sea mucho más saludable.

Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos. El Ángel dijo a las mujeres: «No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, y vayan en seguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán". Esto es lo que tenía que decirles.» Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos. De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: «Alégrense.» Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él. Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán.»

Mateo 28. 1-10

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¿Has comprobado alguna vez lo mucho que se consigue con la sonrisa?

¿Te parece que como amigos de Jesús regalemos un sinfín de sonrisas para

que el mundo sea mucho más alegre, colorido y agradable?

¡Alégrense de corazón! ¡Alégrense! ¡Jesús resucitó! ¡Alégrense de corazón! ¡Alégrense! ¡Jesús resucitó!

Jesús quiso dejarnos la alegría, no sólo para compartirla con nosotros, sino para que, en su alegría, la nuestra alcance su plenitud. Jesús fue un hombre alegre, no porque en su vida no hubiera sufrimiento y profundo dolor. Su alegría se basaba en el amor. Jesús quiere que nosotros también vivamos la alegría. Por eso, nos manda la fuerza del Espíritu Santo, para que podamos vivir con alegría, aún en los momentos difíciles. No se olviden que Él

también los tuvo y así todo, entre tanto dolor, nos dejó dicho esto:

¿Cómo podríamos celebrar la alegría?

Esta alegría no es sólo una palabra linda, sino la expresión de nuestro corazón feliz de que Jesús haya vuelto a la vida, y nos haya devuelto en nuestra vida la alegría, una alegría que es para ahora y para siempre. Una alegría que debe contagiarse de corazón en corazón, porque hay una buena noticia que contar, y es que Jesús ha resucitado y nos ha llevado al corazón de Dios. No es una alegría porque ya pasó el sufrimiento de Jesús en la cruz, sino es la alegría de la misión cumplida, el sueño de Dios, que todos podamos participar de su vida divina. Es curioso que a veces nos neguemos a sentir esa alegría. Y hasta veces, nos cuesta poder decir qué es la alegría y pensamos que es sólo para los que tienen la vida más fácil. A veces, tenemos lo suficiente para ser felices y estar contentos. A la alegría hay que descubrirla, conocerla, mirarla, aprenderla y no esconderla.

“Les he dicho esto para que mi gozo (alegría) sea el de ustedes, y ese

gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros,

como yo los he amado”. Juan 15, 11-12

”. Juan, 15, 13

Los niños son

capaces de

sonreír 400

veces al día y los adultos 20.

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¿Se animan a preparar una celebración de Pascua basada en un montón de ratitos alegres

que hagan un día en perfecta alegría?

Una de las medidas de protegernos del Coronavirus es abrir las ventanas y ventilar los ambientes. ¿Qué les parece si también, abrimos todas nuestras ventanas a la alegría para poder disfrutarla en familia? Jesús con su Resurrección nos trae un mensaje, nos dice: “¡Alégrense, ánimo!”

Si la alegría

llama a tu corazón

y te dice: déjame entrar,

dile: sí, sí, sí,

Jesús vive en mí,

aquí hay lugar para ti.

¿Y si dedicamos el Domingo de Pascua a celebrar la alegría de la Resurrección? Para ello, necesitaremos ponernos de acuerdo en algunas cuestiones:

El espacio donde lo haremos será en nuestras casas. Recordá que estamos en aislamiento y que debemos quedarnos en casa para cuidarnos y cuidar a otros.

Elegir elementos decorativos que tengamos en casa o que podamos fabricar para decorar y ambientar este día.

Buscar actividades para una santa diversión. Recuerden que como tal emoción, nos pone en movimiento, podemos pensar en juegos, como la búsqueda del tesoro, bailes, canciones.

"Les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos.

Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento.”

Filipenses 2,2

La alegría

aparece

cincuenta y

nueve veces en

el texto del

Nuevo

testamento.

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¿Y sí armamos una coreografía? Necesitaremos poder descargar la música del siguiente link: “Suenen Campanas, Suenen Tambores”, Pascua Joven https://www.youtube.com/watch?v=CYcXoQ1OT_E

Les dejamos también la letra:

Suenen campanas, suenen tambores,

suenen guitarras y hosannas a Dios.

Renace el día, surge la luz.

Cantemos, hermanos, un himno a Jesús.

Porque Cristo resucitó. (3 veces)

Canta el ave, brinca el ganado,

toda tristeza ya es del pasado.

Hoy la Alegría inunda a los hombres,

del niño al más grande, del rico al más pobre.

Porque Cristo resucitó. (3 veces)

El hombre nuevo surge en el mundo,

hay en las cosas un cambio profundo.

Pascua de Cristo, Resurrección,

paso del hombre a la vida de Dios.

Porque Cristo resucitó. (3 veces)

Desde hoy la muerte ha sido vencida

y en nuestra fe, un canto a la vida.

Suenen campanas, suenen tambores,

suenen guitarras y hosannas a Dios.

Porque Cristo resucitó. (3 veces)

La coreografía podría ser así: Cuando el estribillo de la canción diga “campanas”, deberemos simular estar tocando unas fuertes campanas. ¿Cómo hacen las campanas? ¡¡Tann, tann, tann!! Cuando diga “tambores”, simularemos estar tocando unos fuertes tambores ¡¡Pom, pom, pom!! Y cuando diga “guitarras”… ¡¡Chann, chann, chann!!!

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La mesa familiar nos reúne. Podríamos pensar en hacer alguna comida especial. Tradicionalmente, en muchos lugares, se acostumbra a comer huevos de pascua, pero la realidad de este año puede hacer que no contemos con ellos. Entonces, podremos suplantarlos por alguna otra cosa dulce. Aquí les dejamos una sugerencia para hacer en familia, recuerden pedir los ingredientes con anticipación a quien sale por las compras.

CHOCOTORTA DE LA ALEGRÍA

El altarcito también nos reúne. Buscaremos un momento del día, en donde toda la familia se reúna allí, para poder rezar juntos.

Lo podemos hacer así:

Querido Jesús:

Gracias por tu amor. Que todo el mundo reciba la buena noticia de tu

Resurrección.

Te pedimos que podamos vivir alegres y ser felices.

Y también así: “Jesús Resucitó”, Edelvives Argentina https://www.youtube.com/watch?v=lIUCoVadZpE&list=RDlIUCoVadZpE&start_radio=1

Ingredientes:

2 paquetes grandes de galletitas de chocolate.

500gr. de dulce de leche.

500gr. de queso crema.

Leche o café.

Preparación: 1. Mezclar bien el queso crema con el dulce de leche. 2. Humedecer las galletitas rápidamente en leche o café. 3. Colocarlas en una fuente formando una base sin dejar espacio entre sí. 4. Verter encima una capa de preparación y repetir las capas de galles y preparación hasta

terminar. 5. Si se desea desmoldar, terminar con una capa de galletitas que sirvan de base. 6. Si se deja en la fuente, terminar con una capa de la crema de dulce y queso. 7. Para darle color y alegría se puede decorar con chispas o mini lentejas de chocolate de

muchos colores

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En estos días, se ha escuchado mucho decir la palabra “contagio” o “contagiar” al hablar de transmitirle a otro la enfermedad. Pero también, podemos usar esta palabra para transmitir algo lindo, como puede ser la alegría.

¿Qué les parece si nos contagiamos de la alegría de la Resurrección para salir a contagiarla?

La alegría es para ser dada,

es como un puente que va de un corazón a otro.

Que en estas Pascuas de Resurrección,

seamos puentes de alegría.

Dicen por ahí que el mejor olor es el del pan, que el mejor sabor es el de la sal,

y el mejor amor, el de Jesús y el de los niños como vos.

¡Feliz Pascua de Resurrección!