seis episodio de la educación chilena 1920-1965
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Seis Episodios
de la Educacin Chilena,
1920-1965
Editoras
M Y R I A M Z E M E L M A N e I S A B E L JA R A
370,
3
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UNIVERSIDAD DE CHILE
F A C U L T A D D E F IL O S O F IA
Y H U M A N I D A D E S
B I B L I O T E C A E U G E N I O P E R E I R A S A L A S
_ Ediciones Facultad de Filosofa y Humanidades
Universidad de Chile
S ERIE ES TU D IO S
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FACULTAD DE FILOSOFA Y HUMANIDADES
UNIVERSIDAD DE CHILE
NDICE
INTRODUCCIN
7
CAPTULO 1
ELITISMO Y CRTICA DE LA EDUCACIN A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
Atisbos de modernizacin de una sociedad tradicional
La ilusin de un Estado responsable
Instruccin y desigualdad: fundamentos de la educacin
formal
Educacin
- y desarrollo: la discusin pblica,
1912-1917
1 1
1 1
16
18
23
39
39
47
52
55
56
59
6 5
7 3
CAPITULO
2
LA OBLIGATORIEDAD SE HACE DEMANDA SOCIAL:
LEY DE INSTRUCCIN PRIMARIA 0131.1GATORIA DE
1920
La obligatoriedad: de las tertulias a la calle
Contenidos de la Ley
Expectativas frustradas
CAPTULO 3
Lo s
MAESTROS A LA OFENSIVA: LA REFORMA EDUCACIONAL
D E 1 9 2 7 - 1 9 2 8
Un ambiente de agitacin
Critica a la Ley de Instruccin Primaria Obligatoria y
llamado a una "reforma total de la enseanza"
Consolidacin del ideario de la "Escuela Nueva"
El Anteproyecto de Reforma y el Decreto Ley 7.500
CAPTULO 4
EXPERIMENTACIN Y ESTANCAMIENTO: LA REFORMA
EDUCACIONAL DE 1945
3
Los trminos del debate: 'Estado Docente' y 'Libertad de
Enseanza'.
5
Seis Episodios de la Educacin Chilena, 1920-1965
M ay o 2 00 6
Reg. Propiedad Intelectual N 155.259
I S B N N 9 5 6 - 1 9 - 05 1 0 - 8
D ibujo de Portada: Bernardo Gonzlez Me lla
D iagramacin y correccin de textos:'
LOM Ediciones Ltda.
Impresin:
LOM Ediciones Ltda. Fono-fax: 6722236
Santiago - Chile
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Plan Experimental de Educacin Rural San Carlos
9
Plan de Renovacin Gradual de la Ensenanza
Secundaria
6
Evolucin del sistema educacional entre 1939 y 1952
05
C A P T U L O 5
L A S O L U C I N C I E N T F IC O - T C N I C A : E L P L A N E A M I E N T O I N T E G R A L
DE LA EDUCACIN CHILENA (1961-1964)
1 1
La comunidad internacional opta por el Planeamiento
115
Iniciativas nacionales
19
Marco general del Planeamiento de la Educacin
Chilena
23
Redefinicin y reestructuracin del Sistema Escolar
26
La
Reforma Administrativa del Sistema Escolar
29
C A P T U L O 6
L A S O L U C I N E S T R U C T U R A L : L A R E F O R M A E D U C A C I O N A L D E 1 9 6 5 1 3 3
El escenario previo
34
Bases tericas de la reforma educacional
39
Contenidos de la Refirma
47
C O N C L U S I O N E S
B I B L I O G R A F A
INTRODUCCIN
Este t rabajo t iene su or igen en un proyecto de investigacin apro-
bado en 1 996 y f inanciado por la D ireccin de Invest igacin de la
Universidad de Chile, bajo la direccin, corno investigadora res-
ponsable, de Myriam Zemelman Grnwald. Participaron: Estela
A yala , Patr icia H ermosi l la , A rturo M anci lla , M ario M atus .
(Su objettysits examinar de manera general las reformas edu-
cacionales del periodo 1920-1965, describiendo sus contextos de
origen, fuentes tericas y contenidos; realizaciones y rendimiento
9
Al mismo tiemi76121 tende establecer su continuidad o discontinui-
dad en el t iempo y los agentes sociales comprom etidos en su gesta-
ti
cin, e lementos a t ravs de los cualeshposible percibi r la concien-
cia social y poltica sobre la educacin en cada momenjEsta ex-
loracin se organiza en seis captulos, en los cuales las sucesivas
rmas a arecen a ordadas como unidades temticas
respecto
el anter ior , e lemento que resa l ta como caracter s tica de
la
historia de las reformas educacionales chilena4Sin embargo,
ellas denotan al mismo tiempo las conexiones o continuidades teri-
cas y las re laciones e nt re los equipos de t rabajo.
i
i
r"
E
ermer captu
, . .
ntroduce en los trminos
delllebate bli-
-
co y de a ea id ae e ucacional
glo X ,comespecial atencin
-
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c
a
ramente la remisa ante
intencionalidad terico-tcnic y
fiesto la
intencionalidad sociop
n
e
ormas ed ucact on orno
e e .11~111~~
O S iguiendo esta pers:
pectiva_de trabajo osible identi fi
re los
oluntad po i t i esta lgica - este trabajo no preten e hacer
cin naciona sin mostrar, a travs de seis
S
aradi mas oro lamente
eda fi
11 41.
"
M ,S .
_ 1 1
IMIMME14
a
siglo XX. tercer capiTiMtratii Reforma de 1927-1928/ surgi-
da de las expe ctativas insatisfechas por la Ley anterio (idea-
rio pedaggico dell1;:escuela nuev2 con especial inters en el
rol 'u iado or el ma gisterio y la conflictividad po l tico-social . El
itu c
xamina Reforma de 194 n los trminos de
stado docente" y "Libertad e ense anza' , conceptos antiguos
111
en torno aos cuales
s se produjo la discusin pblica que la ge st y
orient, adems de los planes concretos implementados en la edu-
cacin Secund aria y en la e ducacin rural, y las dif icultades que
impidieron su desarrollo. La iniciativa del gobiernle251
Alessandri se estudia en nulo cin en el que se revisan las y
\
f i l v 1 ;
\
e dieron origen ---- - --. omo fuera del pas, aten-
RO
1 pensamiento social y pedaggico de los
aos sesenta, al t
abrupto
t nde se de scri se e contexto histrico en el cual se fragu,
s
-
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LITIS Y CRITICA DE LA EDUCACIN A
PRINCIPIOS DEL SIGLO
sest ta o Yuardi
orr o-ren t." ue traspasabnancias a la clase dirigente.
omo la nica manera para que la riqueza se distribuyera
CO
En el plano polticcire
ff caracteriz
p cleprao oligrnuialCiecir, pol la ascen-
1 ) roz
h
au
C ;111
o
virti entrera sa IP
s in y decadencia ifice
Cumpla las funciones tra sl-
cionale
dejx.e,s1~del orden intern e defensa del territorio
nacional
ly 'prestacin de algunos servicios pblico' Con e au
de la r
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chilena. Por tanto, sus progresos y demoras deben entenderse en
el ritmo de esa historia.
p a v 6 1 1 / v w 1 (f\DI
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ir-
luk
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Vil/u)
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1 0
Atisbos de modernizacin de una sociedad tradicional
igual itariamente en su interior, busc un si stema pol t ico de repre-
sentacin directa: el Parlamentarismo (Barros y Vergara 1998:
125-130) .
El aume nto de sus ingresos propios y e l dom inio sobre la po-
blacin restante (sufragio censitario, soborno, cohecho o repre-
sin directa) configur un sistema de coaccin institucionalizada
(Carmagnani 1984: 141-152) Precisamente esta confianza en
su
r
absoluto explica la fa ta se ransformaciones
del marco jurdico y que los cambios d e la ract ica ol i t ic
mas r
r
ane
, en lo general, de la
Constitucin 8
un cuando las funciones tradicionales del
Estado diseado por e l las hubieran cambiado) . El mismo consen-
so general de los partidos que controlaban el poder poltico explica
la falta de programas definidos y de disciplina partidaria de la elite,
hasta bien entradas las primeras dcadas del siglo XX.
-
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5
(41
4k 1 4 1 1'1 (
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A.A.~
N o obstante lo anterior]lastrai lajp,gr.ficasi,t_.
..
ec
s condiciones de
ras y tensionaban su relacin con la clase dirigente.
Chile tena el a
poblacin total de 3 249
sonas, de la cual u
viva en las ciudades y u 6 6/0;en los
campos, normalmente trabajando en la agricultura de la zona cen-
t ral p a ra p od e rosos h a c e n d a doST ia
-
7
pro-
piedad de la tierra co. h.
co. Los citadinos se
concentraban en las provincias de S antiago, Valparaso, Concep-
cin y Magallanes. Haci
a poblacin nacional habla llega-
do a 3.753 99 habi ates, aumentado en un 15,5% respecto al
d e 1 9en s o
907 , un 46,5% de los cuales viva en los centros urba-
nos y un
ermaneca en el espacio rural
989: 3-
11)LEste emento total de poblacin se acompa del incre
mento de la esperanza de vida y de la poblacin 1.1110 ltimo
"debido a las migraciones internas que trasladaban a los habitantes
hacia las zonas ms urbanizadas, preferentemente a la capita l y
localidades intermedias.
ktmr-wl
p
/
9 r e I V I n i t
i
duci a que se
entro
"TiBo porcentaje de los habitant
de su .apel dinamizad
tamiento fue inexorable. trasia-P-r4p443
_ _ _
/ mostr los limites de un modelo primario exportador poco
diversif icado, que sufri su golpe de gracia con la Gran D epresin
de 1929.
El increme nto, que entr
riplic el nmero de
alumno
a .rimarla Anli.wr
iliffiktKi
m. -
tis_ _
_
o
ismo t iempo el nme ro de ciudadanos
cho a yo andez 1992: 15). ambi o, en los secto-
es me dios, aquel de mayo r calificacin e influencia social como
los empresario medianos, los profesionales e
ineertimPC
i hera-
les. Fu ron ellos quie
y i usio
na c
a su es i o e vida, en proceso paralelo al abandonbc Issiuti ,
im
y hostil a la estructura socio-poltica monopolizada por la clase
dirigente. Tal cambio, en definitiva, fue un factor decisivo para
que la h
eterognea clase de
esarrollo l
:a manera de ser ms propia
sin identidad clara, se trans-
formara en and
dad alternativos.
r
o-universitario
y su radicalizacin ue, tal vez, el mejor ejemplo de los cambios
anotados. Al periodo de expansin de 18 .5.1 :
1 1 2 7s igui e l de 1 907-
2 2 _ 1 ( . 5 a l a z a r
1994: 72) . Esta expansin, notable en la matrcula
de los e studios'
na mental i dks urhan
y menos individt, insatisfecha con el modelo econmico-so-
cial, expectante de la inquieta clase media urbana y al bullente
proletariado citad i no.
cyrik) S
4
-
Por supuesto, estos cambios no afectaron al m un o ruraljun-
damentalmente del valle central, dominado por el paternalismo y
el tradicionalismo cultural, ambo s conformadore s -
arfrrerte-
identidad campesina, discinlinado laboral N i
sn
e por el -
nuilina -
e, Ben oa 1988:
12-35) . Esta realidad escinde la sociedad chilena e
que viven tiempos histricos diferentes: una. caminan
o aclama
conflictiva modernizacin, y la otra, estancada en unas
-
e
casi de tipo coloni. o
u f/ 1 / 4 4 ,0
-uy
hilena estuvinada_
o
lamado ciclo salitrero (1 8
e si bien dese stimulaba
otras reas productivas de menor nivel tecnolgico (la agricultura,
por ejem plo) y enriqueca principalmente al capitalismo e xtranje-
ro,Ituvo un efecto dinamizad
ecOnom particularmente por la cantidad de moneda
extranjera aportad , la ampliacin de las ofertas de trabajo, la ge-
neracin de una proto-industria mediana y e l f inanciamiento de
importantes obras 1~ como - construccin
bu o
1
1
nrdida
u ago-
-
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n definitiva, el estado educacional de 910
suma en: un
e ana
a etnq
en la poblacin total; un 62,7 e analfabe-
n escaso 22,3% de las escuelas pblicas
En l
l
cto ideol
lixo, la implementaci
ral estaba "cercenada"n
-
Sr
s 'excesos" democratizantes ya que
ue aplicado sin remover la fuerte exclusin social y racial y la
dependencia econmica nacional. La "interpretacin oligrquica"
del Liberalismo permiti la aceptacin casi total de sis premisas
econmicas pero la aplicacin sesgada de las polticas.
A trincherada e n un exa cerbado individuali smo y exhibicionis-
mo (Millar 1981: 20 e mantuvo por largo tiempo centra-
da en el perfeccionan ento e sistem
cuestiones e
uctrinario como la procedencia del matrimialia.
i
civil sobre el religiosolla Lev de Instruccin Primaria Obligatoria
o la separacin de la Iglesia del Estado. Empero elgolanieuto
del modelo salitrero y sus consecuencias de incertidumbre, pobre-
za e inestabilidad y la llamada cuestin sodi
olpearon a la
oligarqua con una sensacion de cri
. - es provenientes de'
sectores medios y proletarios tambin denunciaron (Afejandro
Venegas, Luis Emilio Recabarren, etc.). De hecho,.la conmemo-
racin del Centenario de la Inde en
minada por
reac
rrtmcion I, que se rolon aron
hasta los aos treinta.
N p n
sello"nacinlisia" cubri todas las re-
flexiones, no en el sentido ideolgico sino que como bsqueda de
soluciones nacionales a los problemas de la "patria" o, al menos,
de adaptacin original de modelos "prestados". A ello contribuy,
adems, la estrategia del Estado chileno que, ansioso por consoli-
dar la figura del ciudadano en los nuevos territorios y habitantes
incorporados, fortaleci sus instituciones y difundi sus conceptos
nacionales, incluso a veces en oposicin a los Estados vecinos.
Por otra parte, un clima permanente de tensin en las provincias
del norte, cuya posesin legal recin se resolvi en 1929, fue un
factor importante en la transformacin de aquella sensibilidad na-
cionalista en un nacionalismo reaccionario propiamente ideolgi-
co, ya fuera de raz intelectual (Nicols Palacios, Francisco Anto-
nio Encina, Tancredo Pinochet) o popular (Ligas Patriticas de
principios de siglo).
1 4
1 1 , Q v ' I 0 4 4 . ( i ' v k \
,
1 A
(j~uardias polticas de las primeras decadas del siglo
l A N t V V I (1 1 )
,,
4 / 1 4
ero corno proyecto de l ibe-
racin socio-poltica
no conservador ni xen-
fobo como e l anter ior . Una nueva gene racin de hombres y m uje-
res impelidos a romper con los convencionalismos, a travs de la
actividad intelectual o poltica, encontr en las corrientes crticas
al Liberalismo su fuente de inspiracini
nientos pacifis-
tas y antimilitarist.-- rgidos tras laprimeraGuerrunc
7 1--
u- -1 descrditosIgl mundo capita istay las
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se extremaran los existentes (como e socialismo
no podan ser
1 8
a analfabeta
1 1 1
los chilenos. En
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, segn el censo d:intep. slo el 42% de los hom-
._
es sag a eer y el 37% de las mujeres; en el rea rura , era capaz
de leer'''
L e Y T t le los
-
Tinitantes; y en la urba
) Es t e
censo indicaba, adems, que medio milln e en esco-
lar (ent re 6 y 1 4) aos no saba l eer ( l rrazbal 1988 : 30). Luego, e l
~esitlerre~ O reconoci que de los 328.453 chile-
jio s-
ue reciban instruccin, slo 226.262 lo hacan en escuela
pub l icas y que no teniendo las primarias particulares ms de 47.729
es tudiantes , los a lumnos res tantes pe r tenecan a los l iceos , la U ni-
versidad, escuelas profesionales u otros establecimientos fiscales
o privados. S i se descontaba a los adul tos de las primarias part icu-
lares y se agregaban los liceanos de primeros aos a la primaria,
no eran ms de 27 0.000 nios de ent re 6 y 14 aos los que estaban
en el circuito educacional. Esto, sobre la base de las matrculas y
no al promedio de asistencia. La misma cifra, calculada sobre la
asistencia media -no mayor del 60%- se reduca a algo ms de
135.000 alumnos.
( (cm
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m e
pero que
cerse xigible
con la obligatoriedad.
' Con respecto al presupuesto, Argentina invertia por entonces, slo en las
escuelas primarias, 33 millones de nacionales.
l
'(340 bk,v,tu. y
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1 1 ; i i i (A J f i t A
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cumplimiento de este
conc
ocencia de Esta
t ransformado e n
e l s ig lo X X e n CE sta d o Do c e n te > e ra u n a s e
s
motivaciones ce ntrales de los m ovimientos pedaggicos y del pen-
samiento
pblico sobre e ducacin_enla_contem
oraneidad chile-
na.1Pero tendra que esperar el fracaso de nuevas iniciativas lega-
les antes de instalarse.
al Peda gico d 8 9
:por ejemplo,
e Mara Muoz Hermosea"
- esent un proyecto
de ley de
obligatorie ad que poda cumplirse en las escuelas
phli,cas,_2L
iv
sLas_o_en_ las casas, en que una
Junta de Educacin multara. a m o -
nestara o encarcelara a los infractores y en que una Oficina de
Beneficencia subsidiada por el gobierno sumara sus dineros al
aporte municipal y a las donaciones para colaborar con los padres
2
Citado en labres, Recabal y Pereira 1970: 8.
70M
o
f
11111 I
u /vvk
4
4
c a
c a
c a
4
c a
instaladas en edificios fiscales; profesor por cada 770 habitan-
,tes;.y un presupuesto educacional apenas equivalente a una
treintava parte del gasto nacional, es decir, de 10 millones de pe-
sos (Salas 1987: 56-58)'.
1 1 ) u . t . - L
La ilusin de un Estado responsable
En efectoCinstitucin de 18
su artculo
ecla-
raba que la instruccin pblica erkuna
prencupacinpreferente_
del
Gobierno_(
s iada)_y_en_ eL art culo 154 e s tableca que la ins-
truccin nacional (pblica y privada) estaba bajo la direccin y
vigilancia de la autoridad p blica, a travs de una Supe rintendencia
de Educacin Pblica. Por su parte, la ley que cre e la
Universidad de Chile, encarg a la Facultad de Filosofa a super-
visin de la enseanza, sin que sta pudiera cumplirla por falta de
recursos. Luego, un proyecto de Jos V ictorino Lastarria, en 18 48 ,
propuso que las mu nicipal idades, conventos y monasterios mantu-
vieran escuelas primarias gratuitas para ambos sexos, pero fue
frustrado por aqul los que consideraron
que fomentaba la
injeren-
cia del Estado en el mbito privado. La Le orgnica de 1860 que
ble . Iratuidad de
la ens
e la obligatorie a y
slo logr un leve aumento de a ls encia
escolar , que no decay t ras e l c ierre de a lgunas escuelas producto
de la falta de presupuesto tras la Guerra con Espaa (1866). Esta
ley fue complementadakon
u n R e g la me n to d e 18 6 3 qu e n orm
sus disposiciones, dividi las escuelas
_ e
i la gratuidad en ambs.
ti l
lna Comisin Vis i tadora de escue-
las formada en 18 68 , propici conferencias pedaggicas para pre -
ceptores santiaguinos, public el "Boletn de las escuelas" y ela-
bor un reglamento para ordenar el caos reinante en materia edu-
cacional. Sin embargo, sus intentos fracasaron porque no funcio-
naron las Juntas Locales que deban informar al visitador del avance
educacional zonal. Tambin fracas la institucin Protectores de
Escuelas, creada en 1877 para vigilar la accin docente y apoyar
a los establecimientos necesitados (Renin 1956: 41-42)
rv y
84 -
tzl 1/1441J
E
erdadera
afianzar concep o e
l que asimilaba
---TirM'ZWET
a fiscalizacin de
e prue
estu los que habilitaran a la
obtencin de grados como con la responsabilidad social de termi-
nar con el analfabetismo y la ignorancia. Por ello, denunciaba:
`Chileenepre.critc k
en las leves no en la prctica
b .-
4
5ncJ(.1~:elotho la ha impuesto coercitivamente
en la prctica. As los artculos 222 y 279 del Cdigo Civil
imponen a los padres la obligacin de educar a los hilo.s y el
artculo 495 inciso 15 del Cdigo Penal castiga con multa o
prisin la inobservancia. Pero no hay
fiincionario alguno
encargado de hacer cumplir la ley"
2
L a e
in co
o aeore
-
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10/82
sin recursos. Pero, como caba esperargeste proyecto no tuvo
xito unque la mayora estuviera de acuerdo en Fa nece sidad de
fomentar la instruccin gene ral. El mismtoj
e:
1
004~fialo
calific de ingenuo: "...
es primordial fijar la necesioao y los
principios a que debe sujetarse la
formacin de u censo
escolar con el lin de saber la situacin del educando, preci-
sar la edad en que debe hacerse la obligacin escolar... se
cree que es la cosa ms sencilla, que hasta slo con ordenar
que los nios vayan a la escuela, que se enven a los padres
de familia que no quieren mandar a ellas a sus hijos a prisin
y con sto se tendrn las escuelas llenas de nios'''.
Como se ve,
hasta los ms interesados en la educacin espe- ,
raban ue la obli iatoriedad
tcnicos aue
ocumentaran
la real situacin de la escolaridad chi-
'
leva. Pero la clase dirigente no avanz ni en lo uno ni en lo o tro.
t
Slo el desm oronamiento del Estado oligrauiro cre el
clima ne- I
cesario para que un
prolongado debate pblic911 12 lisiesenel- ,
( .
ce r t r6 M e
a agg
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desarrollo nacional. )
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1_ but
c m , tmlypv .
A [R
Instruccin y desigualdad: fundamentos de la educacin
formal
Y a e
. Row profesor de ciencias Oliticas en la
U niversida e Pennsylvania, de paso por Chile,
hizo una
aguda
comparacin entre la educacin c
e
r "El progreso de la educacin en Chile contrasta nota-
blemente con
el de la Repblica Adentina...En
este l-
timo pas, el desenvolvimiento. democrtico iniciado en
1850 condujo al desarrollo preftrente de la educacin
primaria. A la instruccin secundaria y a la universita-
ria se prest, en cambio, poca atencin. (...)11
1
a organi-
-,
-
.
versa con-
dujo a la concentracin de los iterros
en
e la
instruccin secundaria.t7omo
consecuencia, Chile po-
see los mejores liceos e institutos de Sudamrica. Des-
graciadamente, a educo
rante muchos aos, y esto produjo
talstado de ig-
norancta en las m~?Egit
li=k12.4,,,...
se ara all a las diversas
as
sufre
ahora los resultados de ese largo
a andono (...) A los cursos preparatorios de los liceos
concurren los hijos de las ~inca acomodadas, mien-
tras que a las escuelas primarias asiste el elemento po-
bre de la poblacin. (...) Por esta razn, kis
escuelas
hlicas no han contribuido tanto
c o m o
aluja
iko
es ar
~5gar~tall~rtom
s
t
ren-
.es
~
na
( R o w e
1 9 1 0 : 1 3 7- 1 3 9 ) .
L a
publicadas en los
Anales de la Uni-
versidad de Chile,
aparecieron
justo en el momento e n que la
clase dirigente chilena a travesaba por la aguda autocrtica des-
conci rto
"moral" de la llama a cuestion social"
conserva ora
egimen portaliano 4
i al que ensalzaron por su
rancisco Atitonio Encin 291~alasevisiluhisumiagrriza_
amplio desarroo ma era acias a su estabilidad polticapara
ambos, ese desarrollo se habra frustrado
despus de 1860,
ten
particular c`
--------
1j;7---S18
0 debido
ppgreqivn rip
ad mbos autores compartieron una valo-
racin global positiva del periodo po r la "estabilidad y progreso"
que lo habra caracterizado. No co nsideraron, por supuesto, los
rasgos de exclusin pol tica y subord
.
nacin social del "rgimen
portaliano", basados en el ejercicio d- una ciudadana elitista. De
hecho, ..
itucin
Poltica
de 183 onsa raba,sor
voto
aldad olti
dencial,
lin e
.der casi absoluto a l E 'ecutivo, con lo que esta tua
.. e -
II
e
1
.. .
.
una verdadera"
y
Pinto 1999).
" Salazar
3
En Ibid: 15.
1 8
1 9
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
11/82
El revisionismo conservador tampoco consider los dficits
del proyecto educativo heredado por Andrs Bello, correlato cul-
tural del modelo sociopoltico oligrquico. Este proyecto, compar-
tido en su generalidad por conservadores y liberales, ha sido defi-
nido como
"un proyecto de educacin para el orden social"
(Ruiz 1989: 13-23), ya que estableca que la educacin deba ajus-
tarse a la situacin de cada una de las clases sociales existentes..
As, la formacin humanista y cientfica, que formaba para el go
bierno y los roles ciudadanos, deba ser privilegio de unos pocos.
En cambio las clases .obres merec
moralizante
", tal como sealaron los liberales
mi.~1111111I
ndrs Efe iihaba defendido este modelo en 1836_ al soste-
ner: ra
s o todos los hombres han de tener i ual educacin,
au c es preciso que todos tengan algunc4 porque cadauno
tiene distinto modo de contribuir a la felicidad comn. Cual-
quiera que sea la igualdad que establezcan las instituciones
polticas, hai sin embargo en todos los pueblos una desigual-
dad, no diremos jerrquica (que nunca puede existir entre
republicanos, sobre todo en la participacin en los derechos
pblicos) pero una desigualdad de condicin, una desigual-
dad de necesidades, una desigualdad de mtodo de vida. A
estas diferencias es preciso que se amolde la educacin para
el logro de los interesantes fines a que se aplica"
.
Ig ocio D ome
k jsucesor de Bello en la rectora de la Uni-
versi
a sido i =ualmente preciso'En una Memoria
presentada
irm: "...
observemos que habiendo en
Chile como en todas las nacier7121 mundo dos clases (no
ha o t c L. privi c as porque aqu no las hai ni debe
haberlas) que son: l" La clase pobre que vive del trabajo
mecnico de sus manos i a la cual ni el tiempo, ni el retiro en
que vive, ni sus hbitos, costumbres y ocupaciones permiten
En Ruiz 1989 20. o \
1 k t i t ; 1 1
rr
1
1 1
A
1 ( I A ;1
r
AMMAl\ VI/11'11/r
tomar parte efectiva en los negocios pblicos aunque la Cons-
titucin les diese facultades para esto. 2 La clase que desde
la infancia se destina para firmar el Cuerpo Gubernativo (le
la Repblica. La instruccin pblica debe tambin dividirse
en dos ramos ue son ns ira la rimero;
nstruccin superior para la segunda clase"
.
En defi tivajel modelo educacional del siglo XIX estuvo desti-
'facto a a
ular como
r0
de
e la ciudadana. El esta-
munic i ales, es a a es o religio-
de institu tos CJ577cur
TS7
cuelas preparatorias, consolid la segmentacin socia l en dos cir-
cuitos incomunicados. M s an,p55g,a que la Constitucin Poltica
de la educacin dl pueblo co
el escaso de , o ue
ucacin rimada
secundario ue le asi =n
ente , en consecuenciT, la
inexistencia, en la p rctica, se un ;
-
.7 a o ocent
-
La educacin pbli
1 vino j s bien a com e lementar,
n el terreno ideolgic
n
ttencin del orden s e en
rripTan lis aparatos po i la es y mi itares, dada la
ausencia de un consenso social que lo legitimara. Una filosofa
poltica autoritaria asociada a una concepcin econmica liberal
extrema inspiraba el pensamiento educacional de la mayora de
los hombres pblicos del siglo XIX'.
En Ibid. Esta con cepcin de ciudadana se encuentra en todos los discursos
referidos al rol de la educacin.
6
La idea de un "Estado do cente" en el siglo XIX es so stenida, por ejemplo, por
Serrano en
Universidad y nacin. Chile en el siglo XIX.
Editorial Universitaria,
1993. Mara Loreto Egafia habla de prctica poltica estatal para la educacin
primaria decimonnica, pero reconoce la limitacin de sus logros y su objetivo
disciplinador en lo social. Cfr.
La educacin primaria popular en el siglo XIX en
('hile: una prctica de poltica estatal.
DIBAM-PIEE-LOM-Centro d e Investi-
gaciones Barros Arana, Santiago, 2000.
' Uno de sus pocos crticos fue Domingo Faustino Sarm iento, en su libro
&bia-
l& Comn,
de 1856.
o
V D \ J r
1 ^"
21 :
-
1
is r li =ioso
i =Lie
us
20
1 (7 1
:r V IP^
\ nado
L
lrecho de la Comunidad oltica esto es
sta o ,
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
12/82
Se ha descrito la situacin de las escuelas primarias en el
siglo XIX con dramatismo y justicia :
Las escuelas del sistema
nacional de 'educacin popular' rara vez fueron algo ms
que un 'rancho', es decir; que una habitacin tpica de bajo
pueblo (en los informes oficiales se hablaba, ms propiament0
te, de 'cuartos ). All, durante muchas dcadas, un 'precep-
tor o 'preceptora' de extraccin peona , con sueldo de pen y,
\
h )
.
formado rpidamente en 'escuelas filantrpicas' para peo-
nes, instrua como poda a un grupo etariamente heterog-
neo de 'peoncitos', con arreglo a un currculo de inspiracin
grecorromana y dentro de un rgimen diSciplinario de origen
francs, que mezclaba lo carcelario y lo militar
( S a lazar 1 987 '
91) . La precariedad materia l de aquellos 'establecimientos' edu-
cacionales, as como de las condiciones en que se desenvolvan
las jornadas de clases y, e n gene ral, de la vida de los 'preceptores '
y alumnos, qued ampliamente registrada en los numerosos infor-
mes de los 'visitadores' de escuelas primarias.
Educacin y desarrogila
discusin
pblica, 1912-1917
i
_L a "crisis del
'a situacin
nmicos, sociales y
generaron un fuerte
ebate
nacional en torno al papel quea
-E b T a-
jugar la educacin en el desarrollo del pas. En el ao
eno-
minado el ao pedaggico por la cantidad de congresos,
oma as
'57 -
cttfses-de-per-feeciurrantnto, se produjo una o l '
l
isTorirdat
a)quien postulaba e o a eci-
ento de la educa . e e
4..
-e
-
. e te
uctivas, el
tiI(5212Erl
t r i ue M o T a) q ue rec lam aba una f o rm acin hum anis ta
como fundamento de un ciudadano consciente de su protagonismo
que defenda la combinacin de ambas
A nivel general
den-
ci en su e
gn el--
astro Adolfo Larenas, por
e jem plo , en
o o estaban matriculados 36.902 nios de los
363.775 queino
i
qt z
ee )lai
nasist
a Escuela,
de manera que slo se
. .
.843
A lo anterior se sum 11 bajo
s. La situacin de
D e tal manera, como dia mostic Rowe
e l
de privile vio de la
d-
no de la in ccion prima la a la llegado a un punto ta t, ..q.ue la
discusin pblica generada por la `crisis del centenario deri.144
4 4
,_
-
un debate general sobre e l papel que jugaba la educacin en el
d sarrollo nacional.
cin secundaria
99
la llamada cuestii=i4.9-K-e-
conjuntamente con los calco-
niversi tan
la situacin
y el aban-
social,
modalidades.
la enseanza s ecundaria refle jaba an ms el espritu e litista del
conjunto del sistema: en los 34 aos transcurridos entre 1854 y
18 88 el nmero de alumnos de los l iceos f iscales masculinos subi
slo desde 2.026 a 3.31:. Una tasa global de anal
pas en torno al 83% re reataba este clasismo. atura men e, no
poda habe r otra realidid
-
lie l presupuesto de Instruccio
apenas fluctu entre el PA el 4%
ntre
1842
y
uerra y M arina oscil entre e l 33,3%y 40,9
5707
y cjue promedi el 5,4% entre 1850 y 1900 (Guerra y Marina
pro m edi 3 0 , 1 %)
) .
En Sa laz ar 1 9 87 : 9 1 .
- 1 M A
. 7 f0
v z
1 , 1 7 1
permitiendo la infil tracin de o tros enfoques, como aquella
eral de la "escuela activa" del pensador nor-
tearnerican
ue se present con uerza a comien-
zos del siglo
e ech% el magisterio haba hecho traducir su
libro il/fi: .
c
fedo pedaggico
ta n te mp ra no c omo e
--
7 7 1 121Felj
----
de la e ducacin, que implicaba, por una parte, la necesaria expe-
rimentacin, y, por otra, contar con ciudadanos informados y ap-
tos en el mane jo de la ciencia en una sociedad que se abra a la
modernizacin.
/
V V I A
L
A 4
Intk
i t i ,
-
e / 1 A
Lv,z
En el debate e ducacional del cambio de s iglo4el
scendiente
ositivista h IV e emon izado las polticas las me
stra-
das
novisima corriente
23
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
13/82
in embarg
por sobre las h
paradi ma
ero
no logr impulsar los estudios tcnicos y utilitarios
l eaees
thel l, ed . 1 991 : 1 4- 1 7 ) . B ajo es te
acin supero ms representativa del
o n un gran nm ero de
D entro de una conce pcin ilustrada que conceba e l aprendi-
zaje como la acum ulacin enciclopdica de conocimiento y con un
currculo uniforme que priorizaba la descripcin de hechoula
i. _
sitivlsranahrilaposilailidad_a, a expe rimentacin en las ciencias
naturales -" e dologa de stas a las ciencias socia-
pro esores alemanes, devotos de la_ osofa de Herbartste ins-
t i tuto fue e l instrumento del posit ivismo pedaggico y de l Estado
c ~endose fortaleci o por una doctrina que ornen a la a
adhesin al secularismo y al control estatal. En todo caso, y como
mencionamos, a despecho de lo que hubieran querido algunos de
sus intelectuales tributarios ms tardos como Encina, ms que
desplazar a las huma nidades, el sesgo cie ntif icista las replante
dentro de los nuevos cnones. E l s imple hecho que la el iminacin
del L atn del plan de estudios secundario requiriera de una verda-
dera campaa ideolgica"' demostr el peso de la tradicin
"i lumi nista" en la educacin chilena.
En realidad, el debate pblico de 1912 lo haba iniciado Enci-,
na el ao a nterior, al destacar la responsabilidad que le caba a una
acion
L W
c 72TEsta obra, lejos de permanecer en el terre-
no de las disyuntivas econm icas, tan tpico de sus contempor-
neos, se ade ntr en el plano moral y sociolgico en tanto all crey
encontrar las causas ms profundas del problema nacional.
caba, en gran parte, el atraso
se co ncent raba en_ las capas super io res . Indudablem ente , es tas
ca ls nrrertritrt~tiuencias decisivas: a fornea y la educacio-
1 " Defendida por Valent in Lete l ier en "El nuevo plan de es tudios secundarios y la
filosofa positiva" de 1895.
nal. Am bas involucraban la asimilacin pasiva de mo delos cultu-
rales europeos y, peor an, sin su correlativo impulso productivo:
"La propia educacin y el contacto intenso con Euro-
pa, en cuanto estimulando la extraordinaria capacidad
de imitacin pasiva de todo pueblo atrasado, nos refi-
naron violentamente, despertando grandes deseos de
consumos, sin darnos los correspondientes deseos y
capacidades de produccin, y rebajaron la moralidad
en la misma medida en que desequilibraron el alma na-
cional. (...) No pudiendo hacer otra cosa, los creadores
de la instruccin pblica copiaron los sistemas ms en
boga en Europcit Amuntegui y Barros Arana, cuya in-
fluencia pes cons
-
miniltrativa, en los programas y en los mtodos durci-
acin, corriente en los pue-
os euro eo
menos desarrollado y cuya evolucin se realiza e
diciones sociol* ustancia mente distintas, sin cau-
sar gravsimos trastornos morales. Entre los pedago-
gos alemanes y chilenos que colaboraron en la reforma
de los programas de 1893, lecha en que el descalabro
moral estaba y
, tampoco hubo quien sacu-
diera la vend
2: 145) .
En de finitiva, En cina consideraba que la edu cacin tambin
haba debili tado e l sentimiento de nacionalidad. Pero de qu ma-
nera?
"La enseanza consiste en una educacin meramente
intelectual, o mejor dicho, en una simple instruccin,
de marcado sabor clsico al principio, y
acentuadamente cientfica ms tarde. (...) De la educa-
cin del carcter no hay otras huellas que cierta ten-
dencia a atrofiar en el nio el desarrollo de la volun-
tad, para hacerle ms dcil y ms educable intelectual-
mente. Esta omisin deriva no slo de las dificultades
a
ostenia qu:4 .
la eot
f6fti e, del pueblo chileno ex di-
-
1 m e l e k i
.
te e
comprend
ercio
9
e sig
o
icieron o mismo. o
a u e
2
4
ut
~
I
VLKSID/'UUE. 1/4-rit LE 5
F A C U L T A D D E F IL O S O F IA Y H U M A N I D O E S
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
14/82
na, segn Molina, eran u
nal ismo
-
uerte r iciona isn
e
711.,~P
nti-
1 ,
prcticas que presenta la educacin de la voluntad, sino
tambin de un prejuicio terico sobre el valor relativo
del carcter y de la inteligencia, compartido por casi
todos los directores de la instruccin pblica. (...) En la
enseanza general se alejan deliberadamente los idea-
les que conducen a la actividad econmica, 'para no
desvirtuar sus fines'."
(Encina 1972: 146-147).
Por ser Chi le un pueblo nuevo, Encina pensaba que esta orien-
p
negativamente sobre e a ma
s antiguos, porque al esat
I
r
eiri5kna
o , sin pesar en ella la herencia ti el medio, resultaba ex-
tremadamente sensible a los valores educativos. En este sentido,
el desprecio de las tareas productivas constitua la torpe herencia
de la formacin "iluminista" que conspiraba contra el presente y
el futuro econmico del pas. Sin embargo, ello no era todo. La
misma falta de originalidad, de "chilenidad", de la propia educa-
cin constitua su otra gran falencia:
1
1,a segunda peculiaridad de nul.
. s li : a e m s
,ehettrtre-s,
u
descasfamiento, o mejor dicho, la ausencia de todo sa-
bar y tendencia nacionales
ntre la en.e."4.-9 #ue
nos
1e1110S ( ac
o y nuestra socieda hay absoluta 'bita
de adecuacin. Es un vestido de seda rosa plido, cor-
tado sobre el talle
fino y esbelto de una modelo de
Paquin, llevado por una araucana recia, retaco,
ventruda y desgreada. (.0) La influencia desquiciadora
de esta enseanza exclusivamente intelectual, dada a
un pueblo que no haba an realizado la transforma-
cin perfecta de su
.
fave militar en industrial, ni conso-
lidado su desarrollo moral, obr bajo muchos respectos,
en el mismo sentido que la influencia del contacto nti-
mo con Europa"
(Encina 1972: 149-151).
en el pais tan insi c
uulLelvreceptos abstractos y universales como
desfasada de la realidad nacional, preparaba a sus hijos para pro- 0
1
egn
Encin, el tipo de educacin predominante
f r
fesiones liberales o endeupblicos,
conesprecio por los temas
4 .
2 6
econmicos en general e ineptitud para las ocupaciones industria-
les, verdaderas garantes del progreso econmico en aquella fase
del desarrollo local y mundial. Y
"si a esta ausencia de prepara-
cin tcnica se agrega la falta de vocacin por el trabajo, la
carencia de hbitos de disciplina y el vaco moral, conse-
cuencias de una enseanza completamente inadecuada para
el alma nacional"
(Encina 1972: 62), como diagnostic el autor,
se comprender su obsesin por el peligro que corra nuestra
"raza", otrora fuerte y seera.
[ En defensa del
l iceo, public
nrique Moli su obra
La Cul-
tura y la Educacin Genera
intetiz las refuta-
ciones que hiciera en varias conferencias a los dichos de Encina
(S a l as 1 9 8 7 :
89-94).K~lasificando las crticas ue se for-
.
mulaban a la enseanza secundaria en tres
cate orasaquellas
t_q_rslefern_a
s
to (por ejemplo, la e
JulioSaavedra en
Reformemos nuestra Enseanza Secunda-
ria~
e l la Y M n a lme n t e a
cativos por otros ms
este ltimo tipo
pertenecian, a juicio el autor, las observaciones d
T ras caracter izarlo de m anera general , M olina examin dete-
nidamente los presupuestos esenciales del discurso educacional
"enciniano". Con respecto al origen de l at raso econ mico de l pas,
0 ,` I
` estableci algunos elementos que, en su visin,jel historiador haba
olvidado m encionar : la debi l idad del E s tado en un Par l
taris-
,), inihegemnico, la influe
-
or supuesto, e l mal
t
_ clut ,
estado de la educacin primaria y el aplastante analfabetismo de
los sectores populares. Discrep, adems, de que los hombres
u v u
pblicos haban abandon'ado las cuestiones econmicas, pues a
su juicio- aquellos no haban tenido otra preocupacin durante
mucho t i empo.
En sntesislias fuerzas ue inspiraban los
2 7
tacto 1
naciona
( A A
elativizan o el valor
, un ob etable
nulo-
I
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
15/82
cimientos espe cializados resulta
a en ecido por lo econmico
o por su misma escasez. En comparacin con las potencias eco-
nmicas y cultura es -Francia, Estados U nidos o A lemania- Chile
estaba lejos de demostrar exceso de instruccin general, como
para debili tarla an ms reem plazndole sus metas.
n ante
La
Cultur
f
larms
r
ocloce. .z . ,v ,
29
absoluto de la ' tradicin', M olina rechaz la funcin directriz so-
bre las decisiones nacionales que su antagonista le encomendaba.
Por otra parte, aunque saludaba su nacionalismo, pues re ve-
laba espritu cvico y pre ocupacin por lo pblico, le pare can dis-
cutibles las conclusiones que Encina estableca en su contexto. En
primer lugar, porque consideraba ms importante el conocimiento
disponible que e l espritu de nacionalidad para enfrentar con xito
la lucha econm ica, salvo que dicho nacionalismo involucrara va-
lores humanos esenciales. En consecuencia, yten contradiccin
con E ncina, la influencia extranjera no resultaba de pouL leinaa_
los intereses e conmicos nacionales (de hecho los centros comer-
' dales ms de sarrollados eran cosm opolitas) , as como tampoco la
nacionalizacin de la e conoma la inclusin de la educacin
ticular bajo la tul
aportes mundi . - -I -
e
a enseanza no
tena responsabilt a. en e ecaimiento del espritu cvico pues su
"descastamiento" no era tal; por el contrario, conservaba sus pro-
pias caractersticas, al menos en los ramos de Instruccin Cvica,
Lectura, Geografa e Historia. Tampoco tenan responsabilidad
las ideas socialistas o las humanitarias, sino que precisamente las
con ranas: sopa lsmo ln lvl ua ls .11a)-
esultado del
predominio exclusivo de los intereses materiales , era el que aten-
taba contra los intereses generales y las pol t icas desinteresadas
del bien comn.
Las asignaturas cientf icas del l iceo e ran la mejor mane ra de
formar un criterio preciso sobre el funcionamiento del mundo y la
forma prctica de dese nvolverse e n l . A su vez, el carcter inte-
lectual, literario y artstico aportaban un refuerzo moral mediante
su estmulo al trabajo perseverante ms que la bsqueda del xito
fcil, a la accin y la iniciativa ms que a la contem placin y la
repeticin, y a los hbitos de respo nsabilidad y sistematicidad ms
que a la inconstancia y negligencia. En definitiva, si la secundaria
no resultaba ms eficiente en la formacin del alumnado no se
deba a la ause ncia de carreras industriales sino que a sus l imita-
ciones presup uestarias y administrativas (ma la organizacin de
28
los internados, falta de establecimientos para casos especiales,
sueldo docen te pagado por horas de clase, etc. ) y, por supuesto, a
la herencia o rgnica y social .
No corresponda al liceo, argument Molina, preparar para
las ocupaciones industriales ya que el e spritu especf icamente in-
dustrial no se avena al fin de la educacin general, que deba
garantizar una preparacin integral, compartida por todos los ciu-
dadanos, y porque, ade ms, existan los e stablecimientos destina-
dos a satisfacer esa necesidad
t
laliliale vocacin industrial y
comercial de la juventud chilena
noSPdaTjin
H i e a s u i n
-
,
es no cum. eran
ase .ino
e el acceso a los estable-
,econmico
e in primordial
-
de -
Su orientacin y no de svirtuara el espritu del
iceoique deb la en atizar una ormacion comp e a, mora , inte ec-
' tu& y fisica . La eco nmica deba circunscribirse a l currculo de
historia, geografa y e ducacin cvica.
Curiosamente
uis Galdanks iien primero reaccio-
general
-
de Molina. Bajo
el ttulo
Educacin Econmica e Intelectua
lic
sus ro ias im resionescon el objefiun dp
nrlarar In
que-._
gn su
parecer, eran errores de i
-
4
..
Se-
gn Galdames, ste no habra advertido la importancia que en
las sociedades modernas haba adquirido el elemento econmi-
co, e l esfuerzo generalizado de los pases por armonizar la edu-
cacin general, particularmente la secundaria, con sus respec-
tivos mundos productivos, ni que casi todos ya contaran con
una reforma educativa.Er
por tanto, esta medida era
ms que perentoria dada la carencia de hbitos productivos y
tig,w,eAh/tn
oct
ou
zvt,t,ta
(;\
i
W
6
6V
4
P
4
G
o
.
4
P
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P
4
P
4
P
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P
4
P
e
g
G
4
I Iee
o estaba en contra de introducir el ideal
a s iempre
cuando no se convirtiera en
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
16/82
la desnacionalizacin de la actividad econmica. Otras amena-
zas tambin la hacan urgente: un contacto previsiblemente cada
vez ms estrecho con Estados Unidos as como el rpido cre-
cimiento de Argentina constituan, por ejemplo, peligros prove-
nientes del exterior, mientras que, desde dentro, lo podran ser
las emigraciones o convulsiones sociales que podran protago-
nizar quienes, beneficiados por la expansin educacional, sin-
tieran necesidades nuevas y no contaran con los instrumentos
para desarrollar labores productivas.
Para conciliar equilibradamente su carcter cientfico-lite-
rario con el econmico,
se e sue
duca-
,
cin sentara sus bases en cuatro *dar(
m_todos abierto, u
dente
e ale s, iritu .roductivo
nizacin
co m -
pleta del
sistemadeales nacionale
que unificaran el queha-
c e r -
e -
su sistemas. (El
primer aspecto; contemplara la
implementacin de metodologas
que desarrollaran la dimen-
sin prctica y las aplicaciones econmicas
de las distintas
materias curriculares, sin suprimir su carcter cientfico e
f i n t =
lectual.
Lo referente a la orientacin del alumnado hacia las labo-
res prcticas, podra resolverse con la inclusin de la Ciencia
econmica, con un enfoque individual, social y nacional, como
ramo
obligatorio
del programa liceano, de tal matrera de fami-
liarizar
a los estudiantes con las rubros productivos locales,
estimular su valoracin por aquel tipo
de trabajo y despertar
futuras vocaciones aco rde las reales urge ncias del pas .
La reforma organizacional poda tomar tres diferentes
di -
recciones. Una de ellas, dividir los estudios en dos ciclos, ge-
neral y comn el primero, de cuatro aos, y especializado en
diversas ocupaciones el segundo, de dos aos. Otra alternativa
sera reducir las humanidades a cinco aos, estableciendo cur-
sos intermedios entre liceo y Universidad destinados a la espe-
cializacin o a la investigacin cientfica. Por ltimo, estaba la
opcin de tambin reducir las humanidades a cinco aos, pero
creando preparatorias anexas a las distintas escuelas universi-
tarias. Galdames prefiri la primera posibilidad para la relacin
entre educacin general y superior.. Abord tambin la cohe-
rencia
interna del sistema pre-universitario, planteando un vn-
culo fluido entre primaria, secundaria e instruccin especial,
proponiendo la constitucin de un Consejo propio para cada
una de aquellas y su integracin en una Su perintendencia de
educacin pblica.
Galdames cre e ue slo "nacionalizando" la actividad edu-
. Airn
(teg acordes al
unidad y eficacia a todo el
istemaindlidablemente,
r o la doble dimensin que tena esta "nacionalizacin": idea-
lista, por una parte, al inspirar ideales colectivos que moviliza-
ran a la accin en beneficio de la comunidad; y realista, por
otra, al adaptar ls modelos educacionales a las condiciones
concretas de la poblacin, del medio y de los requerimientos
nacionales.
Sin conceder t re
sus dichos el o 1912
su nuevo libro
La
educacin
econonuca y el Liceos
C o he re n t e
con
cIcl.egue eran las capas superiores las mejores expo-
nentes de la sicolo =la nacional de que el liceo reciba justamente
lo ms granado de la juventud,
'en intelecto y ortuna, se ocup
especficamente de su programa de estudios.
DiSti
educacin ec
sy
lecin profesional
jestinalaz
formar
productoresurales
o urbanos y que, en consecuencia,
l a
primera no deba suplirla sino que desarrollar en el escolar el inte-
rs por las tareas econmIcas y las habilidades para emprenderlas
con xito. Como la instruccin fsica o la
.
sa
n
clejarte c. 1 a _ s e
s e fi
anzagenza
l Desprovista nuestra po-
blacin de la herencia y del ambiente social que suplieran a la
educacin formal en el fomento de la vocacin industrial, resulta-
ba un error sociolgico grave que el liceo mantuviera sus deficien-
cias al respecto.k.Lpera
3 0
3 1
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
17/82
En abierta contradiccin con el ensayista, I educador D aro
haba dimensionado
cuesti
S
: .
/ : t i ~ . , .. : :
Aapional y la oferta del sistema e ducacional .
Esta situacin, en gran m edida fruto de
la "absoluta igno-
rancia de la actividad econmica y sus resortes que domina
entre los tericos de la educacin"
(Encina 1912: 1 01) , atrofia-
ba las aptitudes productivas de los chilenos. Por lo tanto, terminar
con ella y con la concepcin de educacin integral que la funda-
mentaba, era el objetivo primordial de la reforma educacional que
propona:
"Consiste esta quimera (la educacin integral) en ca-
pacitar al nio durante un periodo, que generalmente
vara de los siete a los diecisiete aos, para la vida y la
sociedad mediante el desarrollo de sus facultades en
abstracto, o mejor dicho, en firma igualmente til para
lu
astronoma y la agricultura, para la poltica y las
InalelnlleaS
para las industrias y para la abogaca,
etc., etc." (...)"Ah'eja doctrina, anterior a la sicologa
colectiva que, confundiendo el alma individual con el
alma
social, aspiraba a desarrollar en cada individuo
todas las caractersticas que
deben adornar a una civi-
lizacin (...) con la pretensin de firmar al individuo a
imagen y semejanza de la sociedad en que va a vivir,
ms los mejoramientos que se juzgue oportuno introdu-
cir en ella"
(Encina 1912: 81 , 46 y 64) .
na
an como una causal del atraso ecnnrmico sino antes
Nuestras humanidades, como toda enseanza, adaptan la psiquis en una
direccin dada. Simple preparacin para los estudios universitarios superiores,
en vista de los cuales fieron creadas y organizadas, ejercitan slo las aptitudes
que habilitan para las actividades meramente intelectuales. Tienden a desarro-
llarlas exclusivamente a expensas de las dems. Obran en el sentido de adaptar
la organizacin cerebral entera a la mera especulacin. Procuran moldear en
vista de ella la complexin mental del nio, modificando sus inclinaciones y
aptitudes naturales .
F.A. Encina,
La Educacin econmica y el Liceo.
Imprenta
Universitaria, Santiago, 1912, pp. 126-127.
zacin de la De mocracia:
Y
si la educacin es un deben una necesidad, de parte
de una sociedad cualquiera, lo es ms an de parte de
una sociedad democrtica. Aqu, nadie tiene ms inte-
rs que el Estado en la educacin de todos. Porque si el
despotismo y la oligarqua pueden perpetuarse y flore-
cer a la sombra de la ignorancia de la masa y cooperar
aun al progreso de la civilizacin dando a unos pocos
la educacin superior, la Repblica, en donde las pre-
rrogativas del poder y los privilegios reservados all a
unos pocos se extienden a todos los ciudadanos, o edu-
ca a todos, haciendo de la escuela su salvaguardia, o
perece; all, el iletrado puede ser prenda de seguridad
y el ilustrado que no pertenece a la clase dirigente, un
peligro; aqu, es ste un guardin y aquel constituye
una amenaza. Aqu, donde todos tienen derecho a par-
ticipar en el gobierno, la ignorancia es, ms que cual-
quiera otra parte, un peligro para la estabilidad y el
desenvolvimiento de las in.slituciones"
1 2
En realida
o desconoca el vnculo entre educacin y
roc
ua
r----------
dFC5Ffe
ffiTrErel e je centris'
ala
reforma educacional , como lo hizo e l h is tor iador lo consideT "
.
..la
re ine4
ora - cial.l.n la conferencia titulada
"Nuestra
educa-
cin y sus falencias ,
de 1913, por ejemplo, seal:
"Hay ya quienes creen que nuestro pueblo decae fsi-
camente y quedan tambin optimistas
que entretienen
sus ocios en cantar nuestro vigor tradicional. Cuestin
no investigada todava, se me presenta, sin embargo,
con claridad bastante para fundar una conviccin. Me
basta esta vez el camino deductivo. El cuerpo, para
mantenerse sano y
vigoroso, necesita alimentacin ade-
" En Salas 1987: 54-55.
32
33
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
18/82
~yo
0 . 1
cuada; nuestro pueblo consume en alcohol gran parte
de lo que debera consumir en procurarse esa alimen-
tacin: luego, su salud y su vigor disminuyen. Ms: la
salud y el vigor exigen determinado rgimen y determi-
nados ideales de vida, que son el resultado principal-
mente de la educacin y, en particular, de la educacin
moral, que casi en parte alguna se recibe conveniente-
mente entre nosotros. De ese rgimen y de esos ideales,
carece, por lo tanto, nuestro pueblo, y de ah tambin
su decadencia. (...) Y si a esto se agrega todo lo que
revela de precocidad sexual el yalklore'injantil de nues-
tros das, todo lo que nos dice la explotacin y corrup-
cin del nio en las fbricas y talleres, la vida inmunda
del cuarto redondo, el enorme porcentaje de nios muer-
tos en la primera infancia
iwe ve
acaso que
si
algo
urge en esta educacin que nos en.o,
ulle
-
a
hasta hace
poco,
es dirigil
sanidad moral de nuestra raza?"'
Dentro de esta terrible realidad, el esti lo especulativo de las
asignaturas escolares perda la dramtica centralidad que le otor-
gaba Encina, aunque sin dejar de constituir uno de los aspectos
perfectibles:
"Las actuales orientaciones de la educacin son socia-
les y econmicas; empieza a entendrsela como prepa-
racin del individuo socialmente eficiente.
Y
no podra
ser de otra manera: los valores de la vida han cambia-
do, y si las instituciones educacionales no evoluciona-
ran adaptndose a esos cambios, se convertiran en
rganos sin funcin, ms o menos intiles y ms o me-
nos perjudiciales... Aparte de otras, algunas de las cua-
les acaban de indicarse, es esa una razn por qu las
disciplinas clsicas van cediendo el paso, con mayor o
menor dificultad, segn cual sea el peso de la tradicin
en cada pas, a las asignaturas que ms directamente
tienden a hacer del individuo una unidad productora.
En Ibid, p. 56.
:tambin nos.otros empezamos ya a modificar en ese sen-
tido nuestros rumbos, y de ah que .finnentemos la ense-
anza del Trabajo Manual en sus diversas firmas y de
la Economa Domstica. (...) El liceo, por su parte, poco
o nada ha hecho en el sentido de encauzar a sus
alum-
nos
hacia las actividades comerciales o industriales, a
pesar de que, como hemos dicho, un 90% de los jve-
nes que a l ingresan, sea por dificultades econmicas,
sea porque no encuentran en el liceo lo que sus aptitu-
des especiales reclaman, abandonan los estudios
se-
cundarios
antes de terminarlos y entran a luchar en la
vida desarmados. Le seria fcil, sin embargo, sin per-
der su carcter de institucin de educacin general,
orientar a los alumnos en esa direccin, dando impor-
tancia al aspecto econmico de los ramos de ensean-
za y preferencia entre las materias de sus programas a
aquellas de mayor aplicacin prctica. Eso hara que
el liceo respondiera mejor a las necesidades sociales, y
traera aun otra ventaja: pondra ms en evidencia la
necesidad de esa nueva didctica que exige del alumno
que produzca algo til, que ejercite el esfuerzo perso-
nal, que trabaje individual e independientemente".
Sin embargo, como especialista que era, Salas percibi que la
modificacin curricular seria insuficiente sin un cambio en el estilo
del aprendizaje que se impleme ntaba en la misma sala de clases:
"Otra gran necesidad. Sabemos que el aprendizaje
nemnico y verbalista ha hecho ya su poca y ha cedi-
do su sitio a la enseanza racional; sabemos que ya no
se concibe la escuela pasiva, con bancos para or; y
que la escuela de hoy es activa, con aparatos para
obrar; sabemos que el arte de la enseanza consiste en
dar o negar estimulantes a fin de que se produzcan las
desfavorables consecuencias; y sabemos tambin, por
consiguiente, que lo que modifica al sujeto de la edu-
4
En Ibid, pp. 117-120 y 74-75
.
34
5
-
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19/82
Por su parte, e l debate po l tico registrado en e l Parlan
se
a ust a los contenidos programticos de los artidos 1 Prti
Radical or ejemplo, gran de -
..' Pitado Docente en
o crn_o_princriial res
1.
princi ojo d
dad, la justicia y la libertad, aspiraba, en materia educacional, a
ta laica continua desde la escuela
hasta la
. e
1
ue incluyera a e ucaci
pe-
II la
res
uya orientacin democrtica
ra a a ormacin de
ase a la igualdad de derecholl
III ii
~ni
o, reclamaba g
rbe II - - san
o
aterno de educar a sus hi os en su casa o n e coge Tio.
bogaba, en conse cuencia, por la supresin
que interpretaba como mo nopo to es ta ta l sobre la educacin na-
cional, responsable de la prdida de derechos de los prrocos so-
bre la formacin moral y religiosa de la juventud, que propona
recuperar. Planteaba, adems, una orientacin ms industria l de
la ensea
- es. E
an
ero tutelada por el E stado, para el cual reservaba la atri-
"
bid, p. 25.
( 1 / 4
6
\
\
V J\
-
1 -
II
_
t
inspirado en el
la solidari-
v ude
sirvieran se
en cam -
ntendida como el dere-
e
E stado D o c
37
1 1 . 1 ~ : ~ 1 1 1 1 ~ 4 1 [ 0 .
F . T i r
M I T M
lctico, propiciaba la libertad de ense-
para que desarrolle al mximo sus talentos, hacemos
triunfar sobre la inteligencia las facilidades"'
6 .
f_jUghatz4222licapczoa-tazio,Q7ec7O
stP
al mbito de los
especialistas o aficionados., L
r t
pInsa_esiableQL,
a como
El Mer-
scurio, El Diario Ilustrado o
El Tiempo Nuevo,
ventil continua-
mente las opiniones de hombres pblicos o simplemente sus pro-
pios comentarios. Los tesistas universitarios, especialmente de
D erecho, tambin abordaron el problema lo en que ur-
la
conven
e 'Lie una instruccin primari
za, contribuira al e n
e
la democracia.
cacin, o sea, lo que lo educa, son en realidad, sus
propias reacciones (..) De modo, pues, que ya no edu-
camos sino indirectamente; el nio se educa a s mis-
m o '
9
En de finitM el pedagogo e staba convencido de que slo una
trans Jetivos currcu
lo, mtodos, edificios, presupuesto, e tc . , de la mano de nuevas
concepciones socia
de las mayora
r
orque, a
ncia e ncina, eran las mayo-
ras las que pesaban e n la constitucin de la na cin chilena y no
slo las capas superiores. De all, entonces, que la difusin de una
1, educacin primaria de calidad fuera tan urgente, para -
las,
as, que la reforma del liceo.
De ta l modo, aunque compartiera con Encina la preocupa-
cin por problemas reales de la sociedad chilena, su enfoque inte-
gral y el valor que o torgaba a la educacin primaria en e l mejora-
miento general de la calidad de vida nacional fueron cuestiones
bsicas que lo alejaron del eli i mo y utilitarismo de aquel. Ambos
rasgos fueron reiterados p n su famoso texto de 1917,
El
Iroblema Nacion
cin descarnada, logr remecer a a opinin
ara emana por eucacin 22Q
azo a i n o os os tonos y para todas las
menta edades, meladas las que decidan en funcin de criterios
econmicos y de beneficio:
"...es energa humanalaue.e
,mos en la ignorancia a ms de
medio m il ln de nios y
a ms de medio
milln de adultos y adolescentes; cuan-
do educamos a esencia en vez de educar ara
la cooperacin y el
servicio;ruando encauzamos la
actividad de nuestros nios en direcciones que no ar-
monizan con los intereses del pas ni con las propias
aptitudes; cuando, en vez de dar ocasin a cada cual
Irn Ibid.
36
Z.
meando rigurosa estadstica
-
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20/82
e
_1111
55
_ _ ^
bucin exclusiva de oto
tulos. Comparta el criterio de la ins-
truccin obligatori
coincida con e l R adical en mante-
ner la gratuidad de to
istema educacional, en procurar su
laicizacin definitiva y en establecer la obligatoriedad de la prima-
ria, aunque era part idario de est imular la educacin part iCular, que
slo deba ser vigilada sor el Estado si era subvencionada por l.
La opinin d
1 1 1 -
art
e r
emocrav
sintetiz siii i lder M alaquas
Concha en 1910
m r:- Y--c
id e
la
i
e lu i ualdad ei crtic La instruccin
ce no tan , inters del indivkluoel
astado t
a obligacin de educar las clulas del cuerpo
___j2ciulpc
,...
ra que llenen la misin que corresponde a or anis-
mo social llamado nacin hira
979-
3-105).
CAPTULO 2
) LA OBLIGATORIEDAD SE HACE DEMANDA
SOCIAL: LEY DE INSTRUCCIN PRIMARIA
OBLIGATORIA DE 1920
La obligatoriedad: de las tertulias a la calle
Como ya se ha visto, la obligatoriedad de la instruccin pri-
maria constituy un debate de las e e . - -
e le -
,
deslio a a reticencia de algunos sectores, se prolong hasta el
XX
to e profesor y senado
por los congresales conservadores; en
egas Enrique Mac-lver y aimundo Si
una superior a la precedente en c
ro ecto d Jos Abelardo Nez; en 900,
radical Pedro Banne i
O
defen ido por sus
Cruz e impugnado
~rayecasU,
d jurdica:
proyec-
Antonio Vara , poco conocido, y del diputado radical Enrique
Oyarzn, que logr dividir a los conserva es pero no lo suficien-
te como para resultar aprobado; y e I calor
del
-Ubate
reanimado por la aparicin de la obra clsica de D arl_o_S alas- - ( -14
ro ema 'aciona , e
ere
vincu aso a autor) y la
propt
-
va ora
de
reforma const i tucional (de R afae l Luis
Gumucio y Toms Concha) que confluyeron en un texto despa-
chado por los diputados pero congelado por los senadores (Cam-
po s 1 9 6 0 : 1 2 8 y 2 8 - 2 9 ) . .
H asta 1920 pe s la opinin de que una ley de este t ipo atenta-
ba contra el derecho de los padres, restringa la l ibertad individual
y permita la intromisin estatal en temas que no le competan, o
que simplemente era inadecuada en un pas que no tena ni el
personal ni la infraestructura adecuada. Ni las gestiones del Co-
mit Central Pro-Educacin Primaria Obligatoria lograron la re-
3 8
39
-
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21/82
ul una solicitud formal en dicho sentido. En el intertanto
2 \ f o
se bia fundad la Asociacin de Educacin Nacional
02 01L .
con el expreso ob etivo, entTTfiZrae presionar por un texto legal
de esa naturaleza. El primer presidente; gestor de la Asociacin
fue el doctor C
ndez Pe a y e nt re sus m iem bro s es tu-
viero
dro Banr, Isaura Dintor Claudio
Matte y cro Sala A travs e las paginas de la
Revista Peda-
ggica,
esta asociacin de maestros divulg un pensamiento crti-
co y reformista que
retenda promover v difundir la educa-
cin del pueblo al mismo tiempo que mejorar el status econ-
mico y social del prqk.sor, unindolos a lodos en una institu-
posicin del debate en la tabla del Senado , hasta que Pablo Ram rez
ocup el M inisterio de Justicia e Instruccin Pblica en 1 919 y el
Gobierno present un proyecto que haca algunas concesiones para
agilizar el trmite. E ntonces, tras una prolongada discusin l lena
de retrasos y acusaciones, que adquiri carcter doctrinario cuan-
do se trat la pertinencia de la enseanza religiosa, se arob el 26
de agosto de 1 920, bajo la Presidencia d Ju 'a ii Luis Sanfuente
N aturalmente, e l inters del M agisterio por una ley de ins-
truccin primaria obligatoria remontaba e l cambjo de siglo. Por
el lo , I Primer Con =reso N acio
o
-~
S,
at abier-
..~
tam nte el tem. e Con Tres
. d za P
e
cin nacional con ramificacion_es_em~:as..."
1 7 .
acidila Federacin de Profesores_ de_ lnstruccin
Primaria o de cuyos rip_Icip_allanbje.tivos era unificar al
. profe-
nacional en torno , .m aa or
191 8 part icipaban de la direct iva H ctor
Puebla , V c to r T ro nco so , O scar B us to s , E rc il ia M ate luna, E s ter
B a rra y L e op old ina R ifo d e B le s t (ma d re d e Clota rio B le s t ) . E l
ms see ro\logro de la Federacin fue la conformacin del "Co-
mit N acional pro-dictacin de la
gatoria", que promovi un movimiento de opinin pblica a favor
-
T e-ra
-
iniciativa. El 3 de no viembre de 1 918 , este Comit lanz un
manifiesto que tuvo hondas consecuencias:
"Los progresos en la escuela primaria en la observa-
cin diaria de la realidad, constatan con projimda pena
que el desarrollo material de la Nacin, que el auge de
sus industrias y de su comercio no guarda relacin con
la evolucin mental de las clases desposedas de
lartuna.(...)Los educadores
de muchos aos constatan
que el nio enviado por las clases proletarias a nues-
tras escuelas, se inclina a la tristeza, sus actividades
psquicas acusan desnutricin, sus voliciones son pe-
rezosas, las asociaciones de ideas lentas y deficientes.
Ante el esfuerzo del maestro responde tardamente y algo
as como una desintegracin parece que se opera en
sus
cuerpecitos marchitos.(...)La democracia que supo-
ne la posesin
de los mismos derechos en todos los in-
dividuos
de la unidad poltica, derechos que nadie puede
abandonar sin perjuicio de sus intereses, debiendo por
el contrario afirmarlos y extenderlos, aqu yace esta-
cionaria y debilitada, escrita en
las leves, tericamente
considerada en las instituciones, pero ajena a la reali-
dad, porque para que esa democracia sea un hecho
verdadero, es necesaria la participacin efectiva
de
todos los ciudadanos en la soberana de la nacin. Esa
democracia no puede existir; porque anualmente que-
dan cuatrocientos mil nias separados de la colectivi-
dad, como parias, condenados a ser ms tarde juguete
de sus pasiones, vctima de su ignorancia"".
En respue sta a este M anifiesto, se constituy el Com it Cen-
tra l Pro-Educacin Primaria O bligatoria (entre la A sociacin de
Educacin Nacional, la Sociedad Nacional de Profesores, la So-
ciedad de Profesores de Instruccin Primaria y otras organizacio-
Ctado en Mranda 1998: 40-41.
40
41
En Ibid: 50-51.
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
22/82
nes) cuyo primer directorio estuvo formado por Vctor Troncoso,
Julio Prado Amor, Hctor Puebla y Oscar Bustos.
O
e-fue
rucial en el im guiso de la obl igatoriedad
f
.
- M S
- o
ni r-lue,
a travs de sus contactos polticos con el
--
romulgacin
-
desde pnn-
T i-
pi -S
- d e sig14 -
h reaTidd -
-
esc
-----1 Z -
ljegunda mitad del siglo XI)
-
(
-
muchas de las iniciativas particulares al respecto. Por ejemplo,
._
...vtd
e V al para so e
fue edific establecimientos para prestar
particip en la fun
n de la Sociedad de Instruccin Primaria
un servicio educacrunal gratui to y laico. Esta So ciedad vio cumpli -
das sus metas en 1874, con la creacin de la Escuela Sarmiento,
que brind instruccin elemental a trabajadores analfabetos, y luego
con la Escuela Goyenechea, en e l mismo puerto . El al iciente pron-
to l leg a S ant iago, donde la Logia n 5 prom ovi la creacin de la
Sociedad de Instruccin Primaria de Santiago. Esta abri en 1874
la Escuela Italia. Anteriormente, sin esperar la constitucin de la
Sociedad, algunos masones porteos haban formado la Escuela
Blas Cuevas, dedicada a los nios.
vt.-k ("\
1 ws/
(
A 3
Como caba espera
estz
..
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.
11dLi
ativa secular.i..7444m-rrrrr-,
lest
a la lgicsia Catlica y a los conservadores
.que vieron en
estos cent
s
- - es" una amenaza para los nios catlicos. El
mism Mariano Casano 1, Gobernador Eclesistico de Valparaso,
Masonera fund la Escuela Blas Cuevas n 2 en 1873, la Escuela
Nocturna de Artesanos de Santiago
en 1875, la Escuela nocturna
A braham L incoln en 18 76 , la Escuela nocturna gratui ta Pedro Pablo
Muoz de La Serena y la Liga Protectora de Estudiantes de La
Serena. Ms adelante, a travs del diputado masn Pedro Bannen,
propuso el proyecto para legalizar la obligatoriedad (1900) e hizo
lo mismo a travs del proyecto Oyarzn (19 09) y del radical (191 7) ,
todos ya m encionados. Finalmente , aport e l informe tcnico en e l
cual se bas Arturo Alessandri para intervenir en favor de la obli-
gatoriedad en cinco sesiones consecutivas de 1919, y que contri-
42
urgi a sus
s
7
contrarrestar la influencia mason
- gam
ero, sin
e ejarse intimidar, a
buy a avivar el sentimiento favorable al despacho de la ley (Fabres,
Recabal y Pere i ra 1970: 50-76) . Resul ta entendible , entonces, que
la M asonera sint ie ra la l egal izacin de la obl igatoriedad corno un
triunfo propio. Y no estaba de l todo equivocada.
Fuera de los crculos intelectuales o gremialeinJzi.
ventilaron opiniones al r- e - e. L. ere , e -
e la
por ejemp o, reco aciones d
sindicalizados
respecto al tema, mostrando,
sin entrar en los tecni-
cismos cge os e special i stas, una cierta proximidad al pensam iento
iluminista moralizador de Enrique Molina y Daro Salas. Por su
part
a Federacin de Estudiantes de Chile
(FECHIidopt una
posicin obrerista y atinoamericanista, que inclin al estudiantado
a la preocupacin por la educacin popular: la U niversidad Popu-
lar Valent n L e te l ie r, fundada y gest ionada por los propios univer-
sitarios, por ejemplo, cristaliz este entusiasmo.
res
-
ne\intelectuales, profesores, estudiantes y obreros
olo modernizante u
i
empujaron su concep-
cin
democratizadora de la sociedad gestionando perfiles y mode-
los pedaggicos que com binaran la ciencia y la necesidad con las
aspiraciones y los derechos colectivos.
En realidachas.estalLgicasdernostraban que todos estos de-
ates e iniciativas en torno a la
(
cortos y que
es.ecialmente
mejorado hacia '20 Permaneca todava un 49% de chilenos
7
analfabetos,jun
51 4% de analfabeto
y tul 37% entre los
maynrescle15-atia disminucin total
po rce ntua l de e s t e nd ice de sde 1 8 8 5 hab a s i do de 2 1 , 4% y de un
12,1 % desde 1 907 . Ni siquiera la formacin de profesionales l ibe-
rales era la mnima para satisfacer las necesidades de todo el
pas. Si Estados Unidos, por ejemplo, tena un abogado por 863
habi tantes, Chi le t ena uno cada 1 .8 67 ; si e l primero tena un m-
dico para 7 29, Chi le t ena uno para 4.094; si al l haba un de nt i sta
por 1.883 personaS, aqu haba uno por 5.578; si el pas del norte
\
1
\
1
\
\
1 0
NAkfa
3
ieneral a )eras haba
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
23/82
contaba con un ingen iero por 777 ind iv iduos, aqu haba uno para
2 .232; f ina lmente , a di fe renc ia de l a rquitecto por cada 5 .813 nor-
teamer ican os que al l exist a, en nuestras f ronter as apenas haba
uno pa ra 8 .073 ch i lenos ( l r razbal 1989: 31-33). De tal man era, e l
_ p a s se en co n t r ab a en 1 9 20 t an
lelos de la saturacin de profesio-
nes l iberales que Encina haba denunciado d iez aos antes como
lo estar a una
dca~s de la le
cy Jeinstruccil iP rinraria
O bl igator ia (Salas 1987: 57-58). , f
U aspecto
c i tado e n l a i ns t ruc c i n r i ma -
ria fi er
ns ura b l e e n e l p rome di o
porcentual de ma r
Ile
e as ist a a c lases cont inuamen te . A l
respecto, e l ao 1920 presentaba una regre sin en comparacin
19 te arrojaba el unto ms alto de asistencia media o
entras qu
e encontraba por debajo, con u
Aunque esta cifra reflejaba un leve repunte respecto a
(57 ,8 ) , no superaba, n i siquiera a lcanzaba, e l menor desequi l i -
br io
matrcula/asistencia media con
que la enseanza general ha-
ba iniciado el siglo XX (63,7% de asistencia en 1900)
1
aumento_
..e la matrcula escolar
e
4 0 1
1920) no
garantizaba
por
s misma una
instruccin
e
e 190O
efectiva;
Por ot ro
ladotl jncremento del nmero de escuelas pblicas
bastante lento de todos
modoslueuia
l
situacin. A los problemas socioeconmicos de los
sectores
so
aula-
its se suma an as simas
condic iones
hi mnicas en ue funcio-
n .
pblicas de 1900 , la s 2 . 5 5 6 de 1 910 y a s
3.148 de 1 920. S i b ien e xist a una ley de ed i f icacin escolar desde
1916 , todava en 1920 un 70,2 de
los establecimientos eran arren-
dados,
el 13,1 eran cedidos en comodato al Estado y slo el 16,6
era propie dad f iscal . En los pr imeros, una may ora aplastante, la
renovacin de in fraestructura era una demanda secundar ia respec-
to de l a r rendamien to (este tem se l lev cas i e l 6 de l
presupuesto
total de educacin y ms del 16% del
presupuesto de la instruccin
pr imar ia
en 1920). Para los establecimientos cedidos en comodato,
no haba inters ni del particular ni del Estado por mejorar algo que
no le serva al primero ni le perteneca al segundo.
4 4
La evolucin del gasto nacional en educacin resultaba
tambin insuficiente. Porque aunque el presupuesto total de
Instruccin Pblica haba aumentado desde el siglo pasado (Sa-
las 1987: 232), en 1920 habla disminuido levemente su partici-
pacin en el presupuesto general del pas, mantenindose siem-
pre por debajo del 20% (Irrazbal 1989: 34-42) . Si todo el atra-
sado sistema pblico de enseanza se financiaba con menos
de un quinto del gasto fiscal, la primaria lo haca con apenas
algo ms de un tercera parte del presupuesto educacional (un
36
en 1920). Y esto s que constitua una involuc in, porque
en 1911 ocupaba el
52,6 de aquel y cinco aos despus el
63,7%. Es decir, en 1920 la enseanza primaria contaba con un
26,7% menos de dinero para desarrollarse que en 1915 (Salas
t re s
tambin afectaba el funcionamiento e a
e
3
Telffirrimaria en oart icyjar_Sus
bases jurdicas estaban conteni-
ffs
littsposiciones
dist intas QLey de lnstr
y
Ley
de Instruccin Secundaria
quearga-
n Ciaban de manera independiente en lo
administrativo y
esvinculada en lo
pedaggicoQuer laloAckisas+444-nasiGual ,por_
a nto d
a mult i . l icac in
y re
veyera de una orientacin com n derivada de intereses
nacionales. Sin embargo, la conversin de la escuela primaria en
la base de la educacin secundaria o especial encontraba tambin
obstculos en su propio terreno. La existencia de preparatorias,
escuelas bsicas creadas por algunos liceos para preparar a sus
futuros alumnos, al estilo de los gimnasios prusianos'', fomentaba
no slo la desigual formacin de los escolares chilenos sino que,
adems, la segregacin social: tales preparatorias eran las favori-
tas de aquellos sectores laicos que no deseaban ver a sus hijos
Segn lo expres Daro Salas en una Conferencia que dict en 1913. Ctado en
Salas 1987: 75 .
4 5
,
1987: 274
nales); reforma completa de la enseanza,
c i i : 1 : a
'aeirewek4. . .5uperintendencia
de Educar-442,u fin de infor-
marla, orientarla en base a las necesidades nacionales e
inspirarla en un amplio concepto de justicia social...
3 2 8 .
En abri l de 19 24, la Agrupacin de Santiago celebr una gran
asamblea pblica para dar a conocer las reformas patrocinadas
por el magisterio. Se dieron cita en el "Septiembre" algunos cen-
tenares de profesores y numeroso pblico, que conocieron los
acuerdos fundame ntales de la Convencin de Conce pcin: refor-
ma de la ley de Instruccin Primaria y realizacin de una co nven-
cin latinoamericana de profesores; me joramiento econmico del
magisterio (pago de las diferencias de clasif icacin comprendidas
entre el 16 de febrero de 1921 y el 15 de marzo de 1923, seguro de
vida, previsin social) ; y reformas sociales nacionales ( estableci-
m iento de un im pues to a la r enta ) 2 9 .
Nuevos Rumbos, 1 de abril de 1924.
Ibid, 15 de abril de 1924.
6 2
A l iniciarse 1 925, el problem a de la transformacin total de la
enseanza se ha la convertido en la preocupacin central del
pr im era sem ana de enero de ese a o T C s
profesores se reunieron en Valparaso en la Tercera Convencin
general de la Asociacin. Sin embargo, la situacin poltica nacio-
nal se haba vuelto a favor de la oligarqua con el regreso de A rturo
A lessandri y su reinstalacin en la primera m agistratura del pas
e n 1 9 25 . A l mome n to d e oc u rr ir e l lo , la A soc ia ci n Ge n e ra l d e
Pro f eso res se e nco ntraba en plena cam pa a de agi tac in. E l d a
18 de abril los maestros efectuaron un gran comicio nacional bajo
ema reconstruccion e a ense
anz n mes espus, una
c57nT jri salida de la Junta Ejecutiva, junto a un grupo de de lega-
dos de algunas de las agrupaciones provinciales de la A sociacin,
se entrevist con Alessandri. En esa ocasin el 1-
5 .
' esizic~
~ment que los maestros se encontraran
"empeados
en agitar al ueblo sobre una cam
e es de incumben-
te col
r . Agreg:
"Lo que ustedes debieran haber he-
cc o lile convencerme a m de las bondades de su reforma
porque es el Gobierno el que la va a dictar. La campaa que
hacen ustedes es inconveniente y desquiciadora porque sig-
nifica una presin que mi dignidad de Mandatario no puede
tolerar y si continan en ella no les dicto ninguna reforma.
Yo debo hacer sentir el principio de autoridad, tan mal trado
en este pas (...) Es el Gobierno el encargado de aplicar las
leyes sociales y no ustedes, porque su labor est en la escue-
la.VIstedes han constituido un Estado dentro del Eslado y su
club es un cen
principios iso yentes
Tengo la mesa llena de partes que me trae la polica, y es
increble que a los maestros de mi patria haya que tenerlos
constantemente vigilados por la polica"".
Nuevos Rumbos, 2 de junio de 1925.
go, e
en ener de
e
I
e
e
e
e
9
9
e
e
9
e
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9
e
e
e
e
6 3
9
ron vistos como
reproduccin en e
is-
Ilafalta_de
entendimiento entre el Gobierno la Asociacin
General de Profesores
llev a sta
-
8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965
33/82
tente:
"La actual organizaci
s bastante para que
se pueda caracterizarla con una sola palabra:
La escuela
crrmona a Iny nios pica
m'e ec-
tal y moralmente para dirigir el desarrollo de sus lit-
cultades en el sentido anhelado; es priva del contacto
con la nat