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La Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, sede regional Bolívar, inició un proceso de reconciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias, durante el período de diciembre de 2009 hasta diciembre de 2011, creando escenarios de reflexión y análisis en virtud de un contexto de convivencia pacífica, donde participaron víctimas, victimarios, instituciones públicas y privadas, con la finalidad de generar prácticas sociales encaminadas a la reconciliación.

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Arturo Zea SolanoCoordinador del proceso

Ivonne Díaz GarcíaRelatora

Elkin Rocha NoriegaRoberto Oñoro Martínez

Luis Javier RicardoLuis Sánchez Puche

Asesores

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Secando el llanto que no quisimos/Memorias de un proceso de reconciliación

Coordinador del procesoArturo Zea Solano

RelatoraIvonne Díaz García

Asesores Elkin Rocha NoriegaRoberto Oñoro MartínezLuis Javier RicardoLuis Sánchez Puche

©Ivonne Díaz Garcí[email protected] edición: junio de 2012ISBN: 978-958-46-0645-7

Editor: Rodolfo Lara [email protected]

Impresión: Gráficas [email protected]

Agradecimientos

A las comunidades de víctimas de Cartagena, Mampuján, El Salado, San Cayetano, San Onofre, Cipacoa, Villa Nueva, Turbana y Ballestas; a victimarios del extinto bloque Héroes de los Montes de María de las AUC; a la Alcaldía Mayor de Carta-gena de Indias, Distriseguridad, CNRR Regional Bolívar, Misión de Apoyo al Pro-ceso de Paz (MAPP-OEA), Regionales de la Unidad de Fiscalía de Justicia y Paz, Regionales de la Procuraduría General de la Nación, Policía Nacional, Infantería de Marina, Defensoría del Pueblo, Universidad de Cartagena, INPEC, Asamblea de Bolívar, Gobernación de Bolívar, Iglesia y Corporación Nuevo Arcoiris.

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley. Queda prohibida su reproducción total o parcial, lo mismo que su tratamiento in-formático y su transmisión por cualquier medio, sin el permiso previo y por escrito del titular de los derechos de autor.

Impreso en Colombia2012

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CONTENIDO

PRESENTACIÓN

1. RECONCILIACIÓN EN LOS MONTES DE MARÍA, EL CANAL DEL DIQUE Y CARTA-GENA DE INDIAS

2. CRITERIOS Y ESTRATEGIAS PEDAGÓGI-CAS DE RECONCILIACIÓN EN LOS MON-TES DE MARÍA, EL CANAL DEL DIQUE Y CARTAGENA DE INDIAS

2.1 DIÁLOGOS REGIONALES POR LA RE-CONCILIACIÓN

2.2 MESAS REGIONALES DE RECONCI-LIACIÓN

2.3 CURSO DE PEDAGOGÍA DE LA RECON-CILIACIÓN

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

Pág.

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Ojalá que el reconocimiento a los errores sea verdadero y perdure en la mente y en el cora-zón de los que reconocen haberse equivoca-do, como una garantía de no repetición, para la seguridad de nuestros territorios, y que no se vuelva a repetir el hecho que hoy nos tiene en la vergüenza y en el llanto que no quisimos.

ALEXANDER VILLAREAL,III Mesa Regional de Reconciliación

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PRESENTACIÓN

La Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, sede regional Bolívar, inició un proceso de reconciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias, durante el período comprendido entre diciembre de 2009 y diciembre de 2011, creando escenarios de reflexión y análi-sis, en virtud de un contexto de convivencia pacífica, donde participaron víctimas, victimarios e instituciones públicas y privadas, con la finalidad de generar prácticas sociales enca-minadas a la reconciliación.

Este proceso tuvo como objetivo establecer criterios sobre un imaginario de reconciliación en clave democrática, en aras del restablecimiento de las confianzas, deslegitimación de la violencia y fortalecimiento del Estado de Derecho.

Lo anterior nació en un contexto transicional, en el marco del proceso de negociación y desmovilización entablado por la administración del presidente Álvaro Uribe, en el año 2005, con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), donde comienza a debatirse la noción de justicia transicional (sus implicaciones jurídicas para víctimas, actores armados y el Estado colombiano), así como el nacimiento de la Ley de Justicia y Paz y la creación de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación CNRR.

Es así como el presente proceso se inscribe en la pretensión práctica de desplegar una reconciliación en clave democrá-tica, abordando las complejidades y sosteniendo el cambio a lo largo del tiempo, mediante la posibilidad de explorar la construcción de la paz, a partir de la “capacidad de imaginar algo enraizado en los retos del mundo real pero a la vez ca-paz de dar a luz aquello que todavía no existe”1.

1 LEDERACH, John. La imaginación moral. El arte y el alma de la cons-trucción de la paz. 1 ed. Bilbao: Bakeaz/Gernika Gogoratuz. 2007. pp.13.

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Para desarrollar la propuesta de reconciliación en clave de-mocrática, se procederá a partir de dos momentos. En el primero de ellos, titulado Reconciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias, se hará una descripción del concepto de justicia transicional y sus eta-pas, con la finalidad de contextualizar el marco conceptual y legal sobre reconciliación dentro de la institucionalidad colombiana.

En el segundo momento, llamado Criterios y Estrategias Pe-dagógicas de Reconciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias, se describirán los criterios y objetivos del proceso, junto con las tres estrate-gias pedagógicas desarrolladas, a saber: Diálogos por la Re-conciliación, Mesas Regionales de Reconciliación y Curso de Pedagogía de la Reconciliación.

Ahora bien, este reto no debe plantearse sólo a líderes polí-ticos; debe ser tomado en cuenta por todos los ciudadanos y ciudadanas que integran las comunidades, para que juntos convoquen nuevas fórmulas y soluciones, de cara a la tran-sición, pues el anuncio de la desmovilización, por parte del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ha significado un paso importante para el camino de la paz y la reconciliación en Colombia, pues más de 40 años en guerra han marcado intensamente la sociedad, quebrantando lazos comunitarios, destruyendo confianzas y sembrando el miedo en el corazón de las comunidades.

Esto indica que la desmovilización es una de muchas condi-ciones para la búsqueda de la paz y la convivencia pacífica. Lograrlo supone recorrer un largo camino que lleve hacia la reconciliación, reparando fracturas sociales que han endu-recido odios en unos, rencores en otros e indiferencia en los demás.

El proceso de la Ley 975, que de ahora en adelante denomi-naremos Ley de Justicia y Paz, ha mostrado que, por lo me-nos en algunos, la experiencia de la violencia ha madurado,

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haciendo ver que la guerra resulta inviable e incorrecta, pues el tiempo no ha pasado desapercibido para las personas que intervienen en ella, a tal punto que lo que antes era impensa-ble, en el presente se ha vuelto posible, como el afortunado reconocimiento que han tenido las víctimas en este nuevo escenario.

En esta medida, cuando una sociedad como la colombiana ―que ha pasado por distintas trasformaciones impuestas por la guerra― no sólo se cuestiona el actuar de los violentos y su creencia en una ideología fundamentalista, sino también la indiferencia o falta de decisión de una sociedad incapaz de combatirla, se posibilita la búsqueda de opciones que permi-tan repensar valores y principios orientados a convivir con las víctimas, reconocer sus derechos y respetar los derechos humanos y la vida del otro como algo sagrado.

El proceso de reconciliación, desarrollado por la CNRR Bo-lívar, ha intentado pensar condiciones para la paz y la recon-ciliación, conservando la esperanza de que generaciones que han crecido en medio de la guerra y han participado en ella, ya sea como víctima, victimario, Estado o sociedad civil, tengan la posibilidad latente de convivir en una sociedad pa-cífica y respetuosa de la dignidad de los demás.

El elemento decisivo que los individuos del presente tienen en sus manos, y por el que pueden generar y sostener el éxito de la transición, es el de la imaginación moral2. Ésta no es más que la capacidad de crear algo nuevo que, por su mero nacimiento, es capaz de remodelar cosas viejas y transfor-mar la forma de escuchar, ver, sentir y pensar de los hom-bres, pues la imaginación es el arte de crear lo que no existe.

La idea de la imaginación moral, inserta dentro de los pilares de la reconciliación, de alguna manera lleva a comprender cómo pueden romperse y superarse los ciclos de violencia, así como a imaginar algo que aún no existe. Frente a la cons-

2 Ibíd.

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trucción de la paz “… esta es la capacidad de imaginar y ge-nerar respuestas e iniciativas constructivas, que estando en-raizadas en los retos cotidianos de la violencia, trasciendan y en última instancia rompan los amarres de esos patrones y ciclos destructivos”3.

Por todo ello, se agradece a quienes participaron en este proceso de imaginar un futuro alejado de la violencia y la venganza: a las comunidades de víctimas de Mampuján, El Salado, San Cayetano, San Onofre, Cipacoa, Villanue-va, Cartagena, Turbana y Ballestas; a victimarios del ex-tinto bloque 'Héroes de los Montes de María', de las AUC; a instituciones públicas y privadas como son la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Distriseguridad, MAPP-OEA, Alcaldía del Distrito de Cartagena, Regionales de la Unidad de Fiscalía de Justicia y Paz, Regionales de la Procuraduría General de la Nación, Policía Nacional, Infan-tería de Marina, INPEC, Defensoría del Pueblo, Universidad de Cartagena, Asamblea de Bolívar, Gobernación de Bolí-var, Iglesia Católica y Corporación Nuevo Arcoíris.

Con su ayuda se logró iniciar el camino hacia una reconcilia-ción que, si bien no procura por una única respuesta a todos los problemas, sí conlleva hacia una comprensión de la natu-raleza y superación de los patrones destructivos. El cambio que se posibilita en el proceso de reconciliación, constituye la imaginación moral, sin la cual es muy difícil comprender y construir la paz.

Ivonne Elena Díaz García

3 Ibíd., p. 57.

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1. RECONCILIACIÓN EN LOS MONTES DE MARÍA, EL CANAL DEL DIQUE Y CARTAGENA DE INDIAS

Ivonne Elena Díaz García*

Una parte de la discusión política y jurídica reciente se ha centrado en el debate sobre los casos de transición en las di-ferentes partes del mundo, esto es, en sociedades que pasan de la guerra a la paz o de un régimen dictatorial hacia uno de estirpe democrática. En tales escenarios, luego de cada proceso de violencia y dictadura, se generan continuas eta-pas de negociación, de carácter judicial y extrajudicial, que han permitido abrir el camino hacia la democratización. En este contexto se presenta una nueva concepción política de justicia, denominada justicia transicional.

La justicia transicional busca reparar el pasado violento de las víctimas, mediante la investigación de hechos vinculados a los crímenes de lesa humanidad y a través de la reconstruc-ción de la verdad de violaciones de derechos humanos. En el marco de estos mecanismos, los autores de los crímenes de lesa humanidad y de guerra tienen el deber de reconocer y compensar a sus víctimas4. En esta medida, la justicia tran-sicional tiene como fin último la consecución de la paz, la convivencia y la democracia.

La justicia transicional apunta a reordenar las estructuras de las sociedades y de las instituciones, de acuerdo con un Esta-do de Derecho que respete los derechos humanos y consoli-de una democracia. El surgimiento de la justicia transicional usualmente es asociado al clima político que siguió a la Se-gunda Guerra Mundial, en la que un número significativo de estados autoritarios iniciaron un proceso de transición hacia

* Filósofa e investigadora de la Universidad de Cartagena. 4 BARKAN, Elazar. The guilt of nations. Restitution and negotiating historical injustices. 1 Ed. New York: W.W. Norton y company. 2000.

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la democracia, debido al debilitamiento de las instituciones y la ruptura de la solidaridad social y de la sociedad civil, produciendo la creación de una nueva concepción de justi-cia.

En este sentido, la justicia transicional es una categoría con-ceptual contemporánea, surgida en el marco de rupturas po-líticas e ideológicas de un Estado, ya sea por el paso de una guerra hacia la paz o del tránsito de un régimen totalitario hacia uno democrático. La categoría de justicia transicional no posee una forma exacta de argumentación, sino más bien una gran variedad de conceptualizaciones, dependiendo, por un lado, del contexto histórico, político, jurídico y moral de cada situación, y, por el otro, del grado de compromiso entre las víctimas, los victimarios y el Estado, en cada contexto5.

Se puede comprender la justicia transicional como una con-cepción política de justicia que se caracteriza por aludir a categorías que apuntan, en primer lugar, hacia la clarifica-ción de la verdad de crímenes, ya sea mediante comisiones de la verdad o entidades investigadoras; en segundo lugar, a la judicialización y declaración de responsabilidad de los autores en las violaciones de los derechos humanos, lo cual tiene lugar a través de tribunales nacionales, internacionales o híbridos; en tercer lugar, a la reparación de las víctimas, que puede ser tanto material como simbólica, y, en cuarto lugar, a la reedificación de las bases constitucionales del Es-tado y la reconstrucción de lazos sociales en la comunidad, mediante la reconciliación.

De acuerdo con lo anterior, la justicia transicional es un con-cepto de justicia que apunta a procesos en los que se intenta transformar de manera sustancial un orden político y social establecido, producido por guerras, conflictos o dictaduras. Además, la justicia transicional debe procurar porque los

5 Ver análisis sobre justicia transicional en: TEITEL, Ruti. Transitional Justice Genealogy. En: Harvard Human Rights Journal. Spring, 2003, Vol. 16, Cambridge, MA, pp. 69-94.

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mencionados procesos se vean conducidos por las exigen-cias, que van desde el castigo de los responsables de los ac-tos violentos y de lesa humanidad (llevados a cabo en los períodos de guerra), la protección total de los derechos de las víctimas (como el derecho a la verdad, la justicia y la re-paración de los crímenes de lesa humanidad) y la necesidad explícita de una reconciliación nacional.

Es, por tanto, en el contexto de la justicia transicional que se expresa el marco legal y conceptual sobre reconciliación dentro de la institucionalidad colombiana. La ley 975 fue creada en el año 2005 con el objetivo de generar directri-ces normativas, en aras de la reincorporación individual o colectiva de grupos armados ilegales, garantizando con ello los derechos a las víctimas en materia de verdad, justicia y reparación.

Dentro de este contexto nace la Comisión Nacional de Re-paración y Reconciliación CNRR, la cual tiene como misión velar por las garantías de justicia, verdad, reparación y ga-rantías de no repetición.

Entre las funciones otorgadas a la CNRR por parte de la ley 975 se encuentra, en primer lugar, garantizar los derechos de las víctimas; en segundo lugar, realizar un informe de memoria histórica donde se narren las razones del origen y desarrollo de los grupos armados ilegales; en tercer lu-gar, hacer acompañamiento y verificación en los procesos de desarme y reincorporación de victimarios, con el objetivo de garantizar la desmovilización total de miembros de grupos ilegales, y, en cuarto lugar, adelantar acciones que fortalez-can la convivencia pacífica, la no repetición de actos violen-tos, así como fomentar la reconciliación nacional.

Lo anterior muestra que la justicia transicional va acogién-dose en la comunidad internacional y local como un pa-radigma jurídico y político, permeando las instituciones y desarrollando mecanismos que inviten a enfrentar, legítima

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y democráticamente, las violaciones masivas a la dignidad humana, mediante el restablecimiento de los lazos comuni-tarios, la memoria histórica, la narrativa común y la reconfi-guración política del Estado Democrático.

El desafío que las sociedades en transición enfrentan, apunta a adoptar medidas moralmente viables que conduzcan a la construcción o reconstrucción de un orden democrático. Si bien los juicios y los castigos pueden cumplir este desafío, también lo pueden el perdón y la reconciliación, pues, an-tes de observar estos conceptos como excluyentes, más bien se deberían tomar como incluyentes entre sí, contemplando una combinación entre todas estas categorías, ya que, tanto el perdón como la reconciliación, poseen un componente po-lítico de peso en las transiciones.

Las teorías del perdón y de la reconciliación, que se encuen-tran en las tradiciones religiosas y en las doctrinas milena-rias tanto de occidente como de oriente, enfatizan sobre va-rios puntos: en primer lugar muestran que el perdón6, que la sociedad concede a los victimarios, no es un acto gratuito o aislado; éste se comprende como una serie de mecanismos mediante los cuales se intenta restablecer un orden moral quebrantado, reafirmando así la validez de la norma que en su momento se transgredió.

En segundo lugar, la reconciliación pide que los victima-rios admitan la perpetración de sus crímenes, de tal manera que la verdad sea conocida por todos, y, en tercer lugar, el victimario, además de admitir sus crímenes, debe recono-cer que actúo mal, pues, en la medida en que reconozca la mala acción, se arrepentirá de sus actos y se comprometerá a no volver a cometerlos, así como a compensar económica o

6 La reconciliación en algunos aspectos además de un tema político también posee una connotación teológica, en especial lo que tiene que ver con el perdón, pues este no se comprende como acto judicial del Estado sino como un acto moral de la víctimas, las cuales tienen la libertad de otorgarlo o no luego de un pedido de perdón.

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simbólicamente a sus víctimas7.

Este concepto de reconciliación alude a la formulación de aquellos procesos que otorgan a nivel individual o colectivo una compensación a la víctima por parte de su victimario. La reconciliación nacional apunta a la comprensión del pasado, a comprender y reflexionar sobre qué fue lo que pasó, pues esto permite a los individuos reconciliarse con la realidad del presente.

La reconciliación, entonces, se puede ver como el modo de vida mediante el cual debe interpretarse el restablecimiento del orden moral, favoreciendo el diálogo y el reconocimien-to entre víctimas, victimarios, sociedad civil y autoridades, pues la reconciliación busca vincular a todos los grupos en una comunidad política socialmente cohesiva.

En este orden de ideas, la CNRR, como ente estatal, se en-cuentra en el deber de generar espacios donde confluyan di-versos actores con responsabilidades variadas dentro de la superación del conflicto, creando un concepto y una praxis de la reconciliación dentro de escenarios transicionales. Te-niendo en cuenta lo anterior, la CNRR se convierte en un paradigma institucional en materia de reconciliación y de acompañamiento a los mandatos de la Ley de Justicia y Paz.

Dentro de este marco jurídico concedido por la Ley 975, la CNRR construyó un proceso de Pedagogía Social para la Reconciliación. Desde esta perspectiva se motiva la parti-cipación y correlación entre víctimas, victimarios, Estado y sociedad civil, cimentando un clima de aproximación entre todos los actores, en aras de la construcción de la confianza, la deslegitimación de la violencia y el fortalecimiento del Estado de Derecho, los cuales se definen como los objetivos

7 ZALAQUETT, José. The Need for Moral Reconstruction in the Wake of Past Human Rights Violations: An Interview with José Zalaquett. En: Human Rights in Political Transitions: Gettysburg to Bosnia. Carla Hesse & Roberto Post (eds.), Zone Books, New York. 1999.

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centrales del proceso de reconciliación planteado desde la CNRR.

La CNRR define la reconciliación como un proceso a largo plazo y de carácter plural, donde intervienen víctimas, victi-marios, instituciones públicas y privadas, ONGs y sociedad civil, que pueden incidir positivamente en la superación de las secuelas de más de 30 años de confrontación bélica en el territorio colombiano, con el objetivo de construir esce-narios de convivencia pacífica, afianzar el Estado Democrá-tico y así restablecer nuevos lazos de confianza mediante el diálogo.

Es importante resaltar la definición del concepto de diálogo, pues éste se inscribe como un proceso donde las personas que nunca han sido visibles tienen la posibilidad de partici-par en escenarios de carácter público-político, donde se pue-da escuchar a quienes no han sido escuchados, para así poder alcanzar la verdad del pasado y con ello la reconciliación.

De igual forma, es necesario establecer la diferencia entre negociación y diálogo, pues la primera hace referencia a pro-cesos de acción estratégica carentes de acción comunicativa, mientras que el segundo, permite establecer dinámicas de inclusión y convivencia que conectan la generación del pre-sente con la generación del futuro, orientadas a una ciuda-danía democrática que desarrolle en los demás la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de mirar al otro con respeto, que resalte que la reparación y la reconciliación no sólo son prácticas económicas, sino de reconocimiento de la dignidad humana y de relación con los demás a través de la palabra. El diálogo dentro de la reconciliación permitirá establecer la magnitud de los crímenes del pasado, reconstruir la verdad y definir aristas éticas y morales que no se agoten en el plano individual, sino que trasciendan al plano colectivo.

En este orden de ideas, la reconciliación no es un propósito aislado dentro del proceso transicional, pues ésta debe estar

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relacionada con los avances de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, teniendo la posibilidad de exten-derse no sólo a víctimas, victimarios y Estado, sino a toda la población colombiana. El clima de la reconciliación, plan-teado desde la CNRR, se desenvuelve dentro de un espacio que apunta a construir escenarios de convivencia pacífica, afianzar el Estado Democrático y así restablecer nuevos la-zos de confianza mediante el diálogo.

En aras del desarrollo del anterior propósito, la CNRR Re-gional Bolívar y el Comité de Impulso por la Reconciliación identificaron y construyeron consensos del imaginario de reconciliación por parte de los actores estratégicos, creando espacios individuales y colectivos de alto nivel que han ser-vido de reflexión y análisis de los logros y dificultades del proceso de Justicia y Paz, avances en los derechos de repara-ción, justicia, verdad y garantías de no repetición del Bloque Héroes de los Montes de María, de las AUC. Pensando en ello, se generaron estrategias orientadas a Diálogos, Mesas de Reconciliación y cursos sobre Pedagogía de la Reconci-liación. A continuación se realizará una descripción detalla-da de cada una de las estrategias antes mencionadas.

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2. CRITERIOS Y ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS DE RECONCILIACIÓN EN LOS MONTES DE MARÍA, EL CANAL DEL DIQUE Y CARTAGENA DE INDIAS

Ivonne Elena Díaz García

El Distrito de Cartagena y la región natural de Los Montes de María son la piedra angular del presente proceso de re-conciliación. Por un lado, Cartagena es la capital del depar-tamento de Bolívar, ciudad turística, industrial y portuaria, considerada Patrimonio Histórico y Cultural de la Huma-nidad; sin embargo, Cartagena ha recibido en sus parcelas centenares de desplazados y fue afectada por la presencia guerrillera y paramilitar en barrios como Nelson Mandela, El Pozón, San José de los Campanos y el Mercado Público de Bazurto.

De otro lado, encontramos la región de Los Montes de María, situada en la parte central de los departamentos de Bolívar y Sucre, compuesta por 15 municipios: 7 del departamento de Bolívar y 8 del departamento de Sucre. Los municipios que la conforman son: El Carmen de Bolívar, María la Baja, San Juan de Nepomuceno, San Jacinto, Córdoba, El Guamo, Zambrano, Ovejas, Chalán, Colosó, Morroa, Los Palmitos, San Onofre, San Antonio de Palmito y Toluviejo.

Los Montes de María es una región privilegiada por su mo-vilidad y cercanía con las grandes ciudades costeñas, es atra-vesada verticalmente por las principales vías nacionales de comunicación, cercana a los principales centro comerciales de la costa y con gran interconexión con el interior del país. Al oriente, colinda con el rio Magdalena, al occidente, con el Mar Caribe, y, en su lado norte, con El Canal del Dique. Cuenta con cultivos de economía empresarial y de pequeños productores con gran eficiencia. Entre los cultivos podemos encontrar: la palma africana, en María la Baja; el arroz riego,

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el cacao, el ajonjolí, la yuca, el ñame, el aguacate y el taba-co, en El Carmen de Bolívar, San Jacinto y Córdoba.

A pesar de lo mencionado anteriormente, Los Montes de María han sido un territorio de operación de los grupos ar-mados ilegales, y, junto con El Canal del Dique y el Norte de Bolívar, son una de las zonas del país con mayor número de masacres de la violencia política e intervenciones militares. Sin embargo, con la entrada en vigencia de los procesos de paz con las AUC, el Estado ha logrado recuperar influencia y control sobre este territorio, aunque las bandas armadas ilegales asociadas al narcotráfico siguen perturbando la se-guridad.

La presente iniciativa de reconciliación se inscribe en un momento histórico en el que, por un lado, han ido desapa-reciendo de la escena social del territorio montemariano, la zona de El Canal del Dique y Cartagena, los actores armados ilegales ―Guerrilla y Paramilitares―, disminuyendo su ca-pacidad de daño y de intimidación; y, por otra parte, la so-ciedad civil se reconstruye, el campesinado y las incipientes organizaciones de víctimas ―desplazados, desaparecidos, etc― resurgen con lentitud pero con resolución, con una agenda social reivindicativa de mínimos vitales en los que el tema de la tierra aparece encabezando la agenda.

Teniendo en cuenta lo anterior, el objetivo de la reconci-liación no puede ajeno a los propósitos de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, dado que son di-mensiones que interactúan entre sí. La ventaja que supone la reconciliación es que, siendo un factor extrajudicial, al ser activada como una estrategia que suma al sector público y privado, al sector urbano y rural, y al social con el insti-tucional, sitúa a todos los actores estratégicos en una mesa común, en especial a víctimas y victimarios, a fin de blindar a la población contra la violencia, afianzar la confianza pú-blica y promover prácticas específicas en donde los actores

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estratégicos asuman comportamientos de respeto a la ley, so-lución pacífica de conflictos y validación de una cultura de paz y participación democrática y transparente, en los ámbi-tos locales y regionales.

Tanto Cartagena como Los Montes de María y El Canal del Dique, han requerido con urgencia un proceso de reconci-liación que materialice, entre los ciudadanos y ciudadanas, el logro de haber superado el círculo de violencia armada, a través de la presencia militar, y del proceso de paz, mediante la Ley 975, orientando a construir un clima de convivencia pacífica basado en la instauración de nuevas relaciones de confianza entre ciudadanos y las instituciones del Estado, así como la profundización de la democracia local, con la par-ticipación de víctimas, victimarios, Estado y sociedad civil.

Con el compromiso de materializar las metas de reconci-liación antes expuestas, la CNRR Bolívar, en compañía del Distrito de Cartagena, MAPP-OEA y Defensoría del Pue-blo, iniciaron, en diciembre de 2009, la construcción de una agenda por la Reconciliación Regional de Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias, la cual estaría integrada por la consolidación de tres objetivos y tres etapas de acercamiento entre actores estratégicos.

Los objetivos del proceso son:

Deslegitimación de la Violencia: En este primer ítem se promueve la deslegitimación de la violencia a través del im-pulso de la convivencia pacífica y el rechazo de la violencia como forma de resolver los conflictos ―aprovechando así los avances de la política de seguridad estatal que han anula-do a los actores armados (FARC y AUC) que generaron per-turbación durante más de 30 años en Los Montes de María y en los barrios de Cartagena― generando así un blindaje social e institucional a la tranquilidad lograda e impidiendo que resurjan las violaciones al derecho a la vida, a la libertad y al desarrollo de la región.

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Reconstrucción de la Confianza: Aquí se motiva la recons-trucción de la confianza entre víctimas, victimarios, socie-dad civil e institucionalidad, todo ello mediante el diálogo como herramienta que tiene en cuenta la pluralidad de las formas de comunicación en las que se configura la opinión pública; es decir, no sólo desde una renovación en las es-tructuras de vida, sino también mediante la elección racional de medios a fines, fundamentos morales y de lo que es co-herente en términos jurídicos. El diálogo se desarrolla en aras de una acción común, puesto que es en la esfera pública donde la opinión de muchos se ha puesto de acuerdo, ya que la opinión descansa sobre convicciones, sobre la coacción no coactiva de los que exponen las ideas. Este diálogo se desarrolla bajo el supuesto de que la reconciliación se teje cuando recuperamos el intercambio social, cuando se atien-den los derechos de las comunidades y jóvenes, y cuando se ejecutan proyectos de infraestructura de servicios públicos que dignifican a los barrios y comunidades rurales, con el compromiso de todos de dejar atrás la violencia y la muerte.

Fortalecimiento del Estado Social de Derecho: En este pun-to se pretenden originar actos específicos de reconstrucción de la institucionalidad a la luz del Estado Social de Derecho; es decir, integrar a los actores sociales en casos concretos con presencia institucional, donde se otorgue un reconocimiento digno y respetuoso a las víctimas, se reconstruyan espacios de participación ciudadana como organizaciones campesi-nas donde el ciudadano y la ciudadana sean tratados como sujeto de derechos; esto implica retomar instituciones que se han invisibilizado, tal como los comités de atención de la población desplazada, asociaciones campesinas, organi-zaciones de desplazados y de víctimas, audiencias, cabildos municipales, juntas comunales, comités de desarrollo rural, eventos culturales, sociales y políticos deliberativos, el uso amplio de las herramientas de protección constitucional y en general, el impulso de todos los mecanismos de partici-pación ciudadana que permite la Constitución colombiana.

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Bajo estos criterios fue que se abordaron las etapas del pro-ceso de reconciliación; así, en la primera etapa encontramos los Diálogos por la Reconciliación, en la segunda etapa hallamos las Mesas Regionales de Reconciliación y en la tercera etapa encontramos el Curso Pedagogía de la Recon-ciliación.

2.1 DIÁLOGOS REGIONALES POR LA RECONCI-LIACIÓN

Los Diálogos Regionales por la Reconciliación tuvieron como objetivo identificar y construir consensos del imagi-nario de reconciliación por parte de los actores estratégicos, es decir, víctimas, victimarios, Estado y sociedad civil; es-coger a víctimas y victimarios con miras a dialogar y con disposición de reconciliación; definir una agenda de trabajo y perfilar los diálogos para las Mesas Regionales de Recon-ciliación como estrategia preparatoria de la reconciliación.

Estos diálogos se iniciaron en diciembre de 2009, como ini-ciativa de desmovilizados; en particular, en un primer diálo-go con Eugenio Reyes, en diciembre del 2009 en la Cárcel Modelo de Barranquilla, quien junto a Javier Ricardo8 (fa-cilitador del proceso en representación de la Escuela de Go-bierno y Liderazgo del Distrito de Cartagena) y Arturo Zea (Coordinador de la CNRR Bolívar), abordaron esta etapa del proceso.

El diálogo se desarrolló en un ambiente amable y respetuo-so. En él se le comunicó al postulado la intención de adelan-tar un proceso de reconciliación en Cartagena y Los Montes de María, así como los criterios que deben asumir los partici-pantes como condiciones para participar dentro del ejercicio

8 Facilitador de la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Car-tagena, quien en este punto del proceso de Reconciliación facilita las re-laciones con los victimarios de las AUC y los directivos del INPEC por su anterior condición de líder de los comités de Derechos Humanos de los internos de la Cárcel Modelo de Barranquilla y de la Cárcel de Ternera en Cartagena.

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transicional (deslegitimación de la violencia, reconstrucción de la confianza y el fortalecimiento del Estado Social de De-recho), de lo cual se obtuvo una respuesta afirmativa.

Reyes manifestó su motivación por el proceso de reconcilia-ción propuesto, enfatizando tres intereses: pedir perdón a las víctimas, contar con respaldo laboral a su salida de la cárcel y tener apoyo en cuanto al tema de seguridad por parte del Gobierno, pues había recibido amenazas de empresarios y autoridades a raíz de las confesiones de delitos cometidos en Cartagena; en especial, deseaba protección para su fami-lia, ya que había recibido información acerca de personas en motocicletas rondando por su casa. La sede regional, ante la solicitud de protección, solicitó a la Infantería de Mari-na apoyo institucional y, en consenso con el postulado, se adoptaron medidas especiales de protección, ante las que el victimario respondió con satisfacción.

El segundo diálogo se desarrolló en junio de 2010, esta vez extendiéndose a otros postulados, como Sergio Córdoba, alias '120'; Alexis Mancilla, alias 'Zambrano'; Luis Sánchez Sanguino, alias 'Sandino'; William Alexander Castaño, alias 'Román'. En este diálogo, nuevamente se expusieron los cri-terios de Reconciliación para Cartagena y Los Montes de María. Se hizo énfasis en la reconstrucción de la confianza, la condena de la violencia y el deseo de apoyarles en los tocante a la seguridad y las dificultades laborales a la salida de la cárcel. Adicionalmente, Sergio Córdoba manifestó su voluntad de reconciliarse y pedirle perdón a las víctimas. Los demás sostuvieron su intención de colaborar con los ca-sos que no habían podido confesar en las versiones libres, y explicaron sus reservas frente algunas autoridades policiales y administrativas que habían tomado represalias por encon-trarse implicados en las versiones que ellos estaban dando a Justicia y Paz.

El tercer diálogo se realizó en agosto de 2010 en la Cárcel

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Modelo de Barranquilla. En lo tocante a lo institucional, asis-tió la CNRR Bolívar, Defensoría del Pueblo, Distrito de Car-tagena e INPEC, y en cuanto a victimarios, la visita cubrió una reunión abierta en la que asistieron aproximadamente 20 de ellos, entre quienes se encontraban Alexis Mancilla, alias 'Zambrano'; Sergio Córdoba, alias '120'; Aleider Gar-cía, alias 'El Primo'; Luis Sánchez Sanguino, alias 'Sandino' y William Alexander Castaño, alias 'Román'; con quienes se había adelantado el segundo diálogo. También se dieron los primeros acercamientos con Marco Tulio Pérez, alias 'El Oso', y con postulados de las AUC de Sucre. Este diálogo tuvo como objetivo continuar conversaciones con los pos-tulados ante Justicia y Paz pertenecientes a las AUC de Los Montes de María y Cartagena ―interesados en reconciliarse con los demás actores estratégicos del territorio― y a la vez sensibilizar sobre las condiciones y alcances del proceso de reconciliación que, desde diciembre de 2009, se ha venido promoviendo.

El cuarto diálogo se desarrolló en agosto de 2010 en la sede de la Asamblea Departamental de Bolívar. Los asistentes fueron la CNRR Bolívar, el Distrito de Cartagena y la Jun-ta Directiva de la Asamblea de Bolívar. En este diálogo se expusieron los tres criterios para la reconciliación: deslegiti-mación de la violencia, reconstrucción de la confianza y for-talecimiento del Estado Social de Derecho. También se hizo explícita la importancia de expedir, por parte de la Asamblea Departamental, una Ordenanza que conceda institucionali-dad y asigne recursos del presupuesto del departamento al proceso de reconciliación, para así financiar proyectos es-pecíficos de desarrollo del Estado Social de Derecho en los municipios y barrios afectados por la violencia paramilitar. Frente a la propuesta, la mayoría de diputados mostraron in-terés en participar y conocer más a fondo el proceso.

Para el quinto diálogo, realizado en septiembre de 2010, la CNRR Bolívar, el Área de Reintegración del Distrito de Car-

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tagena y la Defensoría del Pueblo se trasladaron a la Cárcel de Las Mercedes, en la ciudad de Montería, con la finalidad de entablar diálogos de reconciliación con los postulados de las AUC que hicieron presencia en Los Montes de María y Cartagena, específicamente con Emiro Correa, alias 'Con-vivir' y Samuel Dorado, alias 'El Flaco'. En la reunión se hicieron explícitos los criterios y objetivos del proceso de re-conciliación que la CNRR Bolívar había adelantado en com-pañía de la Defensoría del Pueblo, el Distrito de Cartagena, la MAPP-OEA y la Gobernación de Bolívar.

Con base en lo anterior, los postulados se pronunciaron so-bre dos puntos: el primero, en cuanto a su intención y com-promiso de integrarse al proceso de reconciliación, estudiar la documentación sobre el tema y proponer ideas para el de-sarrollo del mismo, y, el segundo, en relación con la situa-ción de abandono por parte del Estado colombiano dentro de los procesos de desmovilización, reinserción y no repetición de actos de violencia, pues no habían tenido capacitaciones ni visitas orientadas a ello; por lo anterior, observaron po-sitivamente la intención de la CNRR Bolívar de integrarlos a las Mesas Regionales de Reconciliación en Cartagena y Los Montes de María, así como el deseo de participar con más frecuencia en el proceso. En este diálogo también se les informó sobre la realización de las reuniones preparato-rias para la I Mesa Regional de Reconciliación y sobre el desarrollo de la misma. (Más adelante habrá un desarrollo detallado de los contenidos de la I Mesa Regional de Recon-ciliación).

El diálogo sexto se realizó en octubre de 2010 con los líde-res de víctimas Gabriel Pulido y Alexander Villarreal, de la comunidad de Mampuján, corregimiento de María La Baja. La importancia de este encuentro radica en que se acababa de tramitar el Incidente de Reparación, en el primer semestre del 2010, y se expidió la Sentencia en junio por el Tribunal Superior de Bogotá, contra Úber Banquéz, alias 'Juancho

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Dique' y Edwar Cobos Téllez, alias 'Diego Vecino', así como la adopción de las medidas de Reparación construidas con el apoyo de la CNRR Regional Bolívar y la Mesa de Justicia y Paz.

En dicha reunión se destacó el proceso de reconciliación interno que fue desarrollando la comunidad de Mampuján, evidenciándose en la elaboración de tapetes artísticos, por parte de las mujeres de la comunidad, otorgando una pers-pectiva simbólica del proceso. Con base en las acciones por la reconciliación, que la comunidad de Mampuján ha venido adelantando, la CNRR Regional Bolívar les expuso los cri-terios del proceso de reconciliación desplegado, así como la narrativa sobre los diálogos que se han desarrollado ―con postulados ante Justicia y Paz pertenecientes a las AUC, y que operaron en Los Montes de María y Cartagena― y so-bre los temas de discusión planteados en la I Mesa Regional de Reconciliación. La respuesta de las víctimas frente a lo explicado fue positiva, mostrando interés de integrarse a las Mesas Regionales de Reconciliación, y solicitando la entre-ga de los documentos que fijan los conceptos de Reconcilia-ción de la CNRR Bolívar, con la finalidad de tener una mejor comprensión de los compromisos propios y los de todos los actores.

El diálogo séptimo se estableció en la sede de la CNRR Re-gional Bolívar, en octubre de 2010. A este encuentro asis-tieron un representante de la Policía Nacional de Colom-bia y Arturo Zea, en representación de la CNRR Regional Bolívar. Este último expuso ante el primero los criterios de reconciliación que se han adelantado en los Diálogos por la Reconciliación, a saber, deslegitimación de la violencia, reconstrucción de la confianza y reconstrucción del Estado Social de Derecho.

El último diálogo se desarrolló en la ciudad de Bogotá, en octubre de 2010, entre la CNRR Bolívar y el padre Rafael

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Castillo. En dicha reunión se explicaron, en primer lugar, los tres criterios del proceso de reconciliación; en segundo lugar, se dieron a conocer los acercamientos y avances de los diálogos con víctimas, victimarios y diferentes integran-tes de la institucionalidad regional colombiana, y, en tercer lugar, se detallaron los puntos en discusión desarrollados en la I Mesa Regional de Reconciliación.

De este modo, los diálogos se configuraron dentro del pro-ceso de reconciliación como una herramienta que abre apro-ximaciones entre víctimas, victimarios, Estado y Sociedad Civil, creando espacios de visibilidad entre sí, donde pu-dieron escucharse, reconocerse los unos a los otros como personas dignas de respeto, y narrarse mutuamente sus ex-periencias e historias de vida antes, durante y después de la guerra, abriendo con ello ventanas hacia una reconciliación. En el siguiente aparte, se mostrará cómo el diálogo continúa consolidándose como estrategia principal del proceso de re-conciliación, reconstruyendo las confianzas y buscando un clima duradero de convivencia pacífica.

Encuentro entre víctimas, coordinador de la CNRR y victimarios, en medio del proceso de reconciliación

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Gabriel Pulido y Rafael Posso, víctimas de Mampuján y San Cayetano

Abrazo como símbolo de reconciliación, entre la víctima Rafael Posso y Sergio Córdoba, alias 'El Gordo'

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2.2 MESAS REGIONALES DE RECONCILIACIÓN

Enfrentar un pasado de violaciones masivas a los derechos humanos no es tarea sencilla. Para cumplir con la difícil ta-rea se hace necesario crear una política que trate los abusos de derechos humanos que ocurrieron en el pasado, es decir, prevenir la repetición de las violaciones y reparar el perjui-cio causado. Por ello, se hace necesario resaltar el desafío que, tanto la institucionalidad como la sociedad en general, presenta, adoptando medidas moralmente viables que con-duzcan a la construcción de un orden democrático duradero. En aras de este fin se han generado las Mesas Regionales de Reconciliación.

En este proceso regional y local, la reconciliación se obser-va como el proceso mediante el cual debe interpretarse el restablecimiento del orden moral, favoreciendo el diálogo y el reconocimiento entre víctimas, victimarios, sociedad civil y autoridades, pues la reconciliación busca vincular a todos los grupos en una comunidad política socialmente cohesiva.

Para darle un soporte claro y vinculante a este proceso, se ha adoptado que sus participantes deben respetar los tres cri-terios antes mencionados: deslegitimación de la violencia, reconstrucción de la confianza y fortalecimiento del Estado de Derecho.

Esta nueva visión que se presenta desde la reconciliación, sugiere que los derechos humanos deben operar con sensibi-lidad histórica, pero a la vez como herramienta fundamental en la construcción de una sociedad más equitativa y justa. Esto quiere decir que la reconciliación debe engendrar la inclusión y la integración, pero nunca olvidando la historia vivida. En esta medida, para que todo esto se desarrolle, el rol que cumple el respeto a los derechos humanos se hace imprescindible, dado que ello es el preámbulo para indicar que se actúa bajo las ideas y prácticas propias del nuevo or-den moral.

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Pues bien, las Mesas Regionales de Reconciliación se ini-ciaron después del éxito obtenido con los diálogos anterior-mente expuestos, y se desarrollaron conjuntando de manera voluntaria víctimas, victimarios y la institucionalidad del Estado, así como la Cooperación Internacional, todo ello bajo la dinámica de los tres objetivos y/o criterios antes mencionados.

De acuerdo con lo anterior, la I Mesa Regional de Recon-ciliación se efectuó el viernes 26 de agosto de 2010 en el Salón Vicente Martínez del Palacio de la Aduana en Carta-gena. A ella asistieron CNRR Bolívar, INPEC, Defensoría del Pueblo de Bolívar, Policía Nacional, Gobernación de Bolívar, Personería de Cartagena, Fundación Carmen de Bo-lívar, Secretaría del Interior-Distrito de Cartagena, Escuela de Gobierno del Distrito de Cartagena, Corporación Nuevo Arco Iris y Universidad de Cartagena, esta última mediante el Observatorio de Desplazamiento Forzado. El orden del día fue:

1. Presentación de los asistentes

2. Informe de los diálogos con actores estratégicos

Esta exposición inició explicando la necesidad absoluta de que todos los actores que intervienen dentro de este proceso (víctimas, victimarios, sociedad civil y Estado) deben acep-tar los criterios y objetivos de reconciliación planteados para su desarrollo, esto es: en primer lugar, deben promover la deslegitimación de la violencia a través del impulso de la convivencia pacífica y el rechazo de la intimidación como forma de resolver los conflictos, conduciendo a los actores de este proceso a movilizarse con vigor cuando ocurra cual-quier acto de violencia en el territorio. Ello implica generar un blindaje social e institucional a la tranquilidad lograda, impidiendo que resurjan las violaciones al derecho a la vida, a la libertad y a la movilidad en la región.

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En segundo lugar, deben promover la reconstrucción de con-fianzas entre los actores sociales de Los Montes de María y la ciudad de Cartagena, entre víctimas y victimarios; víc-timas y Fuerza Pública; víctimas y empresarios rurales, y viceversa, de tal manera que estas relaciones se fortalezcan para generar desarrollo, intercambio y solidaridad social en-tre todos los ciudadanos de nuestra región. De esta forma se espera que todos los que intervienen dentro del proceso se comprometan a dejar el sello de la reconciliación como una de las maneras de dejar atrás la violencia y la muerte.

En tercer lugar, deben promover el fortalecimiento de la institucionalidad en la perspectiva del Estado Social de De-recho, mediante la integración de los actores sociales en ac-tividades en las que, con presencia institucional, se trabaje en torno al trato digno, el respeto a las víctimas y la cons-trucción de espacios asociativos donde el ciudadano se trate como sujeto que tiene deberes y goce de derechos.

Luego de la explicación de los criterios de reconciliación, se continuó con los avances logrados dentro de la etapa de los diálogos efectuados con los distintos actores estratégicos del proceso. Las conversaciones fueron iniciadas por desmovili-zados con voluntad y disposición de hablar con las víctimas, la sociedad civil y el Estado, destacándose de esta forma la respuesta de los postulados a favor de la reconciliación, en especial por su manifestación de rechazar la violencia y de promover actos de confianza con las víctimas y con los de-más actores sociales. También se resaltó la importancia de que las autoridades públicas contribuyan a las garantías de su seguridad, las de sus familiares y las de obtención de em-pleo al momento de salir de la cárcel.

3. Discusiones y propuestas sobre reconciliación

Entre las propuestas de reconciliación planteadas y debati-das, encontramos la capacitación de postulados en torno al tema de la reconciliación, la invitación de víctimas, victima-

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rios e institucionalidad a las mesas de reconciliación ―con la finalidad de ir creando un clima de confianza entre ellos― y la generación de espacios orientados al esclarecimiento de la verdad del pasado, pues los escenarios de convivencia pacífica se quiebran cuando no hay claridad frente a los he-chos. También se resaltó la importancia de que la reconci-liación esté permeada por una perspectiva de respeto a los derechos.

Se enfatizó en que las acciones concretas que se adelanten en Cartagena y Los Montes de María, en materia de recon-ciliación, no dependan sólo de que se alcance plenamente la verdad, la justicia y la reparación, puesto que son procesos que tienen su propia dinámica. La idea es que desde la re-conciliación se influya positivamente en los otros elementos de la justicia transicional. El enfoque de la reconciliación propuesto por la CNRR Bolívar, busca prevenir comporta-mientos violentos a futuro, generar confianzas y reconstruir el Estado de Derecho donde quedó deteriorado.

Posteriormente, y con el mismo entusiasmo que en el esce-nario anterior, se celebró la II Mesa Regional de Reconcilia-ción, el jueves 2 de diciembre de 2010 en la Cárcel Modelo de Barranquilla. Los asistentes fueron: la CNRR Bolívar, la Gobernación de Bolívar, la Alcaldía del Distrito de Cartage-na, los postulados (Alexis Mancilla, alias 'Zambrano'; Sergio Córdoba, alias '120'; Luis Sánchez, alias 'Sandino'; Aleider García, alias 'El Primo'; Marco Tulio Pérez, alias 'El Oso' y Wilson Anderson Herrera Rojas, alias 'Gafitas', de Sucre), el INPEC, la Procuraduría Regional del Atlántico, la MAPP-OEA, un pastor evangélico y el programa radial Vox Populi. El orden del día fue:

1. Presentación de los asistentes

2. Lectura del acta de la mesa anterior

Se dio lectura al Acta de la Mesa anterior, se explicaron sus

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principales aspectos, se compartieron imágenes y grabacio-nes en vídeo que sustentaban el Acta de la I Mesa Regional de Reconciliación en el Salón Vicente Martínez de la Alcal-día de Cartagena, el 6 de agosto de 2010.

3. Propósitos de las Mesas de Reconciliación

Se expusieron, por parte del Coordinador de la CNRR Bo-lívar, los aspectos centrales del proceso de reconciliación, tales como el de blindar a Cartagena y a Los Montes de María de tal manera que no se presenten nuevos actos de violencia, de inseguridad y de violación de los derechos hu-manos, mencionándose los tres criterios del proceso: desle-gitimación de la violencia, reconstrucción de la confianza y promoción de actos específicos de afianzamiento del Estado Social de Derecho mediante acciones populares y diálogo con las comunidades.

Consecutivamente, los postulados enviaron a las víctimas el mensaje de denunciar sin temor, para que salga a la luz pública la verdad, que asistan a las versiones y denuncien los hechos. Aquí también se generó el deseo de unos de los postulados (Sergio Córdoba, alias '120') de pedirles perdón a las víctimas mirándolas a los ojos.

4. Reflexiones

La CNRR Bolívar resaltó que dentro del proceso de recon-ciliación si bien se van a tener grandes avances, también va a haber retrocesos; dado que son dinámicas que hacen parte del mismo proceso y es importante afrontarlas, habrán sec-tores que apoyarán de inmediato y otros cuya incorporación será más difícil y lenta, por lo que es importante que las entidades asuman compromisos creíbles y sin generar falsas expectativas.

Por su parte la MAPP–OEA realizó un llamado a postulados para comprender que el proceso de reconciliación comienza

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por ellos mismos; como un acto de amor, se deben perdonar a sí mismos, dado que se trata de interiorizar el aprendizaje del lenguaje de la paz, de ser otro tipo de hombres con valo-res diferentes, con cambios de adentro hacia fuera.

También se observó la iniciativa de los postulados de propo-ner el registro en la prensa de aquellas reuniones desarrolla-das en las mesas regionales, planteando que en las siguientes mesas se pueda invitar al mayor número de víctimas de los municipios donde estos operaron.

5. Curso Pedagogía de la Reconciliación

Se mencionó que el objetivo de este Curso es formar con-ceptualmente y en la práctica a víctimas, victimarios e ins-titucionalidad en seis temas: Reconciliación, Resolución de Conflictos, Derecho Internacional Humanitario, Marco Legal de Justicia y Paz, Cultura de Paz y Nuevas Masculi-nidades. La Mesa finalizó con una reflexión liderada por el Pastor.

Conversación entre Alexis Mancilla, alias 'Zambrano' y Luis Sánchez Puche, posterior a una de las Mesas de Reconciliación

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Ulteriormente, el 7 de Junio de 2011 se realizó la III Mesa Regional de Reconciliación en la Cárcel Modelo de Ba-rranquilla. Asistieron la CNRR Bolívar, los victimarios, la abogada de los victimarios, la Gobernación de Bolívar, la Policía Nacional, la Secretaría del Interior del Distrito de Cartagena, los representantes de víctimas de El Salado, San Onofre, Mampuján y Cipacoa, la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Cartagena, la MAPP-OEA y la CNRR Sucre. El orden del día fue:

1. Presentación de los asistentes

2. Aspectos principales de la mesa anterior

Se realizó una descripción de lo desarrollado en las mesas anteriores, resaltando que en la I Mesa los actores principa-les fueron las instituciones públicas, con quiens se discutió que, como institucionalidad, deben brindar al proceso un po-sicionamiento dentro de la agenda pública local y regional. En la II Mesa los actores estratégicos fueron los victimarios; allí se explicaron en forma detallada los criterios de reconci-liación que debieron seguir como agentes estratégicos den-tro del proceso: el rechazo a cualquier acto de violencia y la puesta en prácticas de acciones que generen confianza entre las víctimas y la institucionalidad. Por último, se resaltó que en la III Mesa el punto más importante fue el diálogo respe-tuoso y voluntario entre víctimas, victimarios e institucio-nalidad.

3. Imaginario de Reconciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias

El imaginario de reconciliación discutido dentro del proce-so partió del supuesto del diálogo, manifestándose de forma voluntaria y plural. En él no sólo deben estar incluidas las víctimas, los victimarios y la CNRR como mediadora, sino que también deben verse incluidos los otros componentes institucionales locales y regionales, tales como las goberna-

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ciones, las alcaldías y la sociedad civil. También se resaltó que la reconciliación, sobre la cual se esgrime dicho pro-ceso, es de carácter democrático9, apoyado en el ejercicio activo de la ciudadanía.

Esta concepción de reconciliación exige de manera explíci-ta y directa el reconocimiento mutuo por parte de todos los ciudadanos y ciudadanas, a tener derecho en participar pú-blicamente en política, a mantener distancia los unos con los otros y a tener diferencias con los demás. Esta concepción de reconciliación, igualmente defiende la idea de que todos debemos hacer parte de las discusiones realizadas en torno a la toma de decisiones sobre nuestra comunidad, y que se haga a pesar de tener perspectivas diferentes.

De esta manera, se comprende que dentro de la reconcilia-ción todos los sentimientos son importantes, aunque se ob-serven desde perspectivas diferentes, pues, para alcanzar la paz y vivir pacíficamente, se hace necesario que todas las visiones queden incluidas dentro del concepto de reconci-liación, tanto la de los ciudadanos y ciudadanas que desean perdonarse, como la de aquellos que no lo desean y que por

9 UPRIMNY, Rodrigo; SAFFON, María Paula. Hacia una concepción democrática de la reconciliación. [Online]. En: Dejusticia. [Consultado el 13 de febrero de 2011]. Disponible en: http://www.dejusticia.org/index.php?modo=interna&tema=justicia_transicional&publicacion=185. En este mismo texto se exponen otras dos concepciones de reconciliación, a saber, la concepción minimalista y la concepción maximalista, la primera hace referencia a un proceso obligado o resignado, se defiende una recon-ciliación de “mínimos” donde sólo es suficiente el cese de armas, pero el resentimiento y la falta de respeto hacia el otro permanecen intactos. Esta noción resultaría problemática para cualquier proceso de reconciliación en marcha, dado que excluye la importancia del ejercicio democrático dentro de la reconciliación, minando así el ejercicio crítico o activo de la ciudadanía, la reconfiguración del orden social y la consecución de una paz duradera. La otra concepción por el contrario percibe que la conse-cución de la paz y de un clima de convivencia pacífica sólo es posible a través del perdón mutuo y muestras de afecto, simpatía y solidaridad entre víctimas y victimarios, esta concepción lejos de establecer un clima de paz genuino, resulta inviable ética, moral, política y jurídicamente, pues en un proceso de reconciliación legitimo y democrático, las personas tie-nen derecho a no estar de acuerdo con el otro, lo que implica tener derecho a establecer o no establecer lazos de cercanía con los demás.

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el contrario creen en la importancia de los castigos. En esta medida, lo importante desde el punto vista de la reconcilia-ción democrática es que todos actúen dentro del proceso y puedan ejercer sus derechos a participar en las discusiones políticas que son de su interés, lo que implica estar de acuer-do o en desacuerdo, y ello, en vez de verse como algo nega-tivo, debería interpretarse como un punto a favor y saludable para la democracia.

Este concepto de reconciliación defiende como principio el reconocimiento del otro a la dignidad y a la igualdad de de-rechos, pero no exige que entre víctimas y victimarios se es-tablezcan lazos estrechos entre sí y manifiesten sentimientos de cariño y amor entre ellos.

4. Propósitos de las Mesas Regionales de Reconciliación

Se explicó que uno de los propósitos de las mesas es que todos los actores del proceso rechazaran la violencia, ya sea mediante comunicados o presencia física, para no tener nin-gún tipo de pasividad frente a los actos de intimidación y, por el contrario, ser una ciudadanía activa y no esperar a que los victimarios salgan de la cárcel para poner el tema en la agenda10 o que todas las condiciones estén perfectamente dadas para poder iniciar una reconciliación, sino desde ya empezar a trabajar en la reconstrucción de las confianzas. Lo importante es trabajar en virtud de la deslegitimación de la violencia, la reconstrucción de confianza y el fortalecimien-to del Estado Social de Derecho.

10 En este momento se resalta el hecho de que uno de los postulados (Eugenio Reyes) que integran el proceso de reconciliación, tuvo un pro-blema de seguridad, pues, en las versiones libres que estaban realizando, la suya afectaba a ciertos grupos, y por ello él y su familia fueron objeto de amenazas. Esta situación puso a prueba el proceso en marcha, por lo que la CNRR Bolívar se puso en contacto con la Infantería de Marina de Cartagena y tomó las medidas para que la familia del postulado tuviera seguridad, por todo lo anterior, este incidente se vuelve importante para el refuerzo de las bases de la reconciliación y para los demás componentes del proceso de justicia transicional.

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5. Integración de la CNRR Sucre a las Mesas Regionales de Reconciliación

Este punto se inició referenciando la conferencia sobre re-conciliación del profesor de la Universidad de Notre Dame, Jean Paul Lederech, el cual trabaja el tema de la Construc-ción de la Paz. A la conferencia asistieron Gabriel Pulido y Alexander Villareal, representantes de la comunidad de Mampuján; Luis Javier Ricardo, el facilitador del proceso, en representación de la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Cartagena, y Arturo Zea, Coordinador de la CNRR Bolívar.

Se resaltó que, dentro de la conferencia, se argumentaba a favor de la frase “la reconciliación no cae del cielo”, pues los procesos de reconciliación son los frutos de su propia gente, y se evidencian cuando en los actores estratégicos se mani-fiesta la sensación de que la violencia no es una salida de resolución de conflictos, haciéndose necesaria la existencia de unidad entre los sujetos vinculados en la reconciliación (en especial de la CNRR Sucre), pues la reconciliación en Los Montes de María no es exclusiva del departamento de Bolívar, sino un proceso que también les compete a ellos como departamento que complementa la subregión monte-mariana. De esta forma, se hizo la invitación explícita a la CNRR Sucre de participar activamente en el proceso de re-conciliación.

6. Iniciativa de Ordenanza Departamental del Consejo de Reconciliación

La Ordenanza Departamental fue una iniciativa que tuvo como propósito la creación del Consejo Departamental de Reconciliación y Paz de Bolívar, con la intención de forta-lecer el proceso de reconciliación y paz desarrollado por la CNRR Bolívar, a partir de la colaboración de las distintas entidades y organismos del Estado, en aras de alcanzar un desarrollo humano sostenible y una sociedad democrática

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viable, que sea capaz de garantizar una paz duradera. Luego se mencionaron los integrantes que conformarían el Consejo Departamental de Reconciliación y Paz, entre ellos tenemos instituciones públicas como la Gobernación de Bolívar, Al-caldía de Cartagena, Coordinador Regional de la CNRR Bo-lívar, Defensoría del Pueblo, entre otras; en el plano privado, un representante de los sectores económicos, escogido por las asociaciones del departamento, que agremie a los empre-sarios de los sectores industrial y agropecuario, entre otros. Y, en tercer lugar, se dan a conocer las funciones que tendría este Consejo; entre ellas encontramos:

a) Asesorar de manera permanente al Gobierno Departamen-tal y Distrital.

b) Elaborar la propuesta para el Gobierno Departamental y Distrital acerca de las políticas, estrategias y programas que promuevan la reconciliación, la consolidación de la demo-cracia, y la creación de condiciones para un orden económi-co y socialmente justo.

c) Proponer al Gobierno Departamental, Distrital y Muni-cipal la inclusión en los respectivos planes de desarrollo, estrategias, programas y proyectos orientados a lograr una reconciliación sostenible y una paz integral.

d) Promover, difundir y establecer estrategias para que se respeten los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

e) Motivar a la ciudadanía a presentar iniciativas en materia de reconciliación y paz, transmitir al Gobierno Departamen-tal, Distrital y Municipal las propuestas de reconciliación y paz formuladas por la sociedad civil, promoviendo en todo el departamento una cultura y formación educativa orientada a la convivencia, la reconciliación y la paz.

f) Proponer que el Gobierno Departamental y Distrital ge-

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neren incentivos, con el fin de propiciar inversión del sector privado en programas, políticas, planes de reconciliación y paz, en las zonas en que tengan presencia las organizaciones de desplazados, desmovilizados de grupos armados ilegales que hayan suscrito acuerdo de paz con el Gobierno Nacional y víctimas del conflicto armado.

De esta manera se informa dentro de la III Mesa de Reconci-liación el proyecto de Ordenanza antes mencionado.

7. Compromisos de victimarios

Luego del informe sobre el proyecto de Ordenanza Depar-tamental, se realizó un debate entre víctimas y victimarios en cuanto a la importancia que adquiere para este proceso el tema de la verdad, dado que las víctimas reclaman el derecho fundamental de saber qué fue lo que pasó. Los victimarios, por su parte, reafirmaron los relatos narrados en las versio-nes libres, pero a su vez denunciaron el papel demorado del Estado dentro de esta diligencia jurídica, pues al parecer han realizado denuncias que no se han tenido en cuenta dentro del proceso que ellos adelantan, no obstante, ellos mantu-vieron su compromiso a decir la verdad y seguir dentro del proceso de reconciliación. Con este debate en cuanto al tema de la verdad y los compromisos para no faltar a ella, finalizó la III Mesa Regional de Reconciliación.

Después de haber obtenido un gran éxito con la mesa ante-rior, al reunir en un solo escenario a víctimas, victimarios e institucionalidad, se llevó a cabo la IV Mesa Regional de Reconciliación, el viernes 26 de agosto de 2011, en la Cár-cel Modelo de Barranquilla. A ella asistieron Tomasa Vidal, víctima de San Onofre; María Torres, víctima de El Salado; Luisa Canabal, víctima de Turbana y Ballestas; Rafael Pos-so, víctima de San Cayetano; José Ignacio Anaya, víctima de Algarrobo (Villanueva); Roberto Payares, víctima de Cie-naguita (Atlántico); los victimarios Alexis Mancilla, Sergio Córdoba, Luis Alfredo Argel, José Bernardo Dosantos, Eu-

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genio José Reyes, Emiro Correa Viveros, la CNRR Bolívar, Gobernación de Bolívar, Distrito de Cartagena, Personería de Cartagena, Procuraduría del Atlántico, Defensoría del Pueblo, Corporación Nuevo Arcoíris, Fiscalía de Justicia y Paz.

El plan de trabajo desplegado fue:

1. Presentación

2. Alcances de la IV Mesa de Reconciliación

Los alcances de la IV Mesa giraron en torno a cinco temas; en primer lugar, a la voluntad de los postulados, las víctimas y las instituciones, de participar y desarrollar el proceso de reconciliación, sosteniendo que desde el año 2009 se ha ve-nido trabajando en el proceso, evidenciándose en la voluntad que han tenido los postulados en decir la verdad, pedir per-dón a las víctimas y propiciar acciones de reconciliación, así como el entusiasmo que han tenido las víctimas en respon-der al llamado del proceso asistiendo a los diálogos y mesas programadas. De igual forma se resaltó la presencia institu-cional y de Cooperación Internacional que ha acompañado a los demás actores dentro de las conversaciones de paz.

En segundo lugar, se mostraron los avances de reconcilia-ción en comunidades montemarianas, en especial los casos de Cipacoa y Las Brisas, corregimiento y vereda de Villa-nueva, respectivamente. La representante del corregimiento explicó que en diferentes ocasiones visitó a distintas vícti-mas de la zona, y que éstas se encontraban en disposición de perdonar a su victimario. En cuanto a la segunda comu-nidad, su representante manifestó que ellos como víctimas están dispuestos a perdonar, ya que internamente han con-versado acerca de la importancia de reconciliarse. También resalta la equivocación presentada al llamar a la Masacre de Las Brisas, Masacre de Mampuján; pues en Mampuján hubo desplazamiento, mas no masacre.

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En tercer lugar, se hizo un llamado de atención sobre la au-sencia de Úber Banquez, alias 'Juancho Dique', en las Mesas Regionales de Reconciliación, pues su presencia habría sido de mucha ayuda para el proceso y para concretar la verdad. Frente a ello, Alexis Mancilla, alias 'Zambrano', advirtió que, en razón de que los comandantes de esta zona han sido asesinados, el comandante en jefe por línea de mando acepta los cargos perpetrados para que estos crímenes no queden en la impunidad.

En cuarto lugar, se dio la integración de nuevos miembros a la mesa, como la presencia de José Bernardo Dosantos, quien no pertenece al Bloque de Los Montes de María, pero se encontraba dentro de la mesa por una reunión hecha en-tre el Coordinador de la CNRR de Bolívar y los postulados del bloque montemariano, ocho días antes. Dosantos fue co-mandante del frente Tibú, en la zona de la Gabarra de Norte de Santander, donde operó desde el año 1999 hasta el 2004. Indicó que el Catatumbo fue uno de los primeros bloques en desmovilizarse, y que en el tiempo que tiene de desmo-vilizado nunca había visto una Mesa Regional de Reconci-liación donde se encontrara frente a frente con las víctimas, señaló además que, si en un futuro esta mesa se desarrolla en la zona donde operó, se encuentra en total disposición para asistir junto con los hombres que estuvieron bajo su mando.

Por último, se realizó el análisis y la discusión en torno a la violencia sexual en las mujeres montemarianas. Una de las víctimas expuso la victimización sexual padecida por muchas mujeres, así como su preocupación por la no men-ción del tema dentro de las versiones libres de desmoviliza-dos, pues ellos no admiten violación. Alexis Mancilla, alias “Zambrano”, respondió que una de las reglas de las AUC era la no violación sexual de mujeres, que el individuo que lo hiciera era castigado dándolo de baja. No obstante, reco-noció que algunos miembros de las AUC sí realizaron este tipo de acciones y se está investigando para saber quiénes

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fueron los responsables de estos hechos. También se resal-tó la dificultad para poder identificar a los violadores, pues ellos en el momento de la perpetración llevaban capuchas que impedían ser reconocidos por las víctimas.

Se concluyó que las violaciones sexuales, cuando se reali-zan de forma sistemática, se convierten en un crimen de lesa humanidad, y que la Corte Constitucional (en el auto 092 del año 2008) reconoce a la mujer como una de las mayo-res víctimas del conflicto armado, de tal modo que aunque no se reconozca a la persona que realice esta violación, es pertinente que, por línea de mando, se admita este delito. Se propuso además que, para la próxima mesa, se lleven casos concretos de ciertas comunidades.

3. Propuesta: Curso de Pedagogía de la Reconciliación

En este punto se mencionó la importancia de la asistencia de los funcionarios públicos a las Mesa Regionales de Re-conciliación, dado que el proceso no es sólo de víctimas y

Fiscal y víctima

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victimarios, sino también de las instituciones, pues se com-prende la reconciliación como un camino en el que se pasa de lo conceptual a un cambio de comportamiento por parte de los actores estratégicos, ya que una reconciliación se da cuando se va avanzando como persona en la línea en que se establecen relaciones nuevas con los demás, en virtud del respeto mutuo.

A la postre, se propone la realización del Curso de Pedago-gía de la Reconciliación, cuyo objetivo estaría orientado a brindar pautas conceptuales y prácticas a los actores estraté-gicos del proceso, abordándose la forma en que se desarrolla la relación entre víctima y victimario, dentro de la narrativa de los hechos del pasado violento, pues se desata cierta tran-quilidad cuando la víctima escucha la verdad y cuando el victimario relata, se arrepiente y admite lo sucedido. Este proceso contribuye a la construcción y fortalecimiento de los lazos de confianza, condenando la violencia desde todo punto de vista.

4. Presentación de informe del proyecto de ordenanza

Este proyecto surgió como iniciativa del Comité Promotor de Reconciliación que operó en la ciudad de Cartagena, es-tuvo conformado por la CNRR Bolívar, el Distrito de Carta-gena, organizaciones de víctimas y otras instituciones invi-tadas para el análisis, discusión y planificación del proceso de reconciliación. Fue presentado al Gobernador de Bolívar, al Secretario del Interior Departamental y al Presidente de la Asamblea Departamental. En él se explicó la idea de confor-mar un consejo para el proceso de reconciliación en el que se vincule a amplios sectores de la sociedad civil, víctimas, victimarios, instituciones públicas y privadas. La ordenanza tuvo como propósito crear programas y políticas públicas, orientadas a acelerar los procesos de verdad, justicia, repara-ción y reconciliación.

Se finaliza la IV Mesa resaltando la importancia de este es-

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pacio como muestra de voluntad por parte de víctimas, vic-timarios, funcionarios públicos y la intención de volver a reunirse, con el compromiso de que en la próxima mesa se lleven casos concretos para el reconocimiento de la verdad de los victimarios y la tranquilidad de las víctimas.

Finalmente y siguiendo las indicaciones de la mesa ante-rior, la V Mesa Regional de Reconciliación en Los Montes de María, El Canal de Dique y Cartagena de Indias, se celebró el 16 de Diciembre en la ciudad de Cartagena, Sa-lón Vicente Martínez de la alcaldía de esta misma ciudad. A dicha reunión asistieron los victimarios Alexis Mancilla, alias 'Zambrano'; Aleider García Soto, alias 'El Primo'; Luis Ramón Sánchez Sanguino, alias 'Sandino'; Eugenio Reyes Regino, alias 'Geño' y Wilson Anderson Herrera Rojas, alias 'El Gafas'. En cuanto a víctimas asistieron representantes de las comunidades de Mampuján, San Cayetano, San Onofre, El Salado y Cipacoa. Por parte de la institucionalidad asis-tieron, la CNRR Bolívar, Coordinador Nacional del área de

Víctimas y alias 'El Gordo'

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Reconciliación de la CNRR, Corporación Nuevo Arcoíris, MAPP-OEA, Alcaldía de Cartagena, Fiscalía y Comisión de Empalme de las nuevas administraciones de Alcaldía y Gobernación de Cartagena y Bolívar, respectivamente. La reunión se inició a las 10:15 am y se presentó el siguiente orden del día:

1. Himno de Cartagena e Himno Nacional de Colombia

El auditorio se puso de pie y entonó, en primer lugar, el Him-no Nacional de Colombia y, acto seguido, el Himno de la ciudad de Cartagena.

2. Instalación de la V Mesa Regional de Reconciliación por parte del coordinador nacional del área de reconciliación de la CNRR, padre Darío Echeverry

El padre agradeció la invitación a la CNRR Bolívar, saludó a todos los asistentes y se disculpó por la no asistencia del Vicepresidente de la República. A partir de la narrativa de anécdotas e historias de vida, enfatizó en la importancia del perdón por parte de las víctimas y por parte de Dios. Resaltó el valor de las víctimas, al aceptar el proceso de reconcilia-ción; y a los victimarios, por tener la voluntad de pedir per-dón y reencontrase con las víctimas al iniciar este proceso de reconciliación. Finalizó su intervención resaltando que aunque la CNRR fuera a desaparecer al finalizar el 2011, el proceso deberá seguir adelante, pues quedaron las semillas sembradas por parte de todos los que han trabajado por la reconciliación dentro de la Región.

3. Proyección del vídeo institucional del Proceso de Recon-ciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias

Se presentó el vídeo institucional en el que se narran los avances y estrategias que programó la CNRR Bolívar para este proceso de reconciliación. En la proyección se muestran

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imágenes de lo desarrollado en materia de Diálogos por la Reconciliación, Mesas Regionales de Reconciliación y Cur-so de Pedagogía de la Reconciliación.

4. Presentación del Informe Final del proceso de Recon-ciliación por parte del Coordinador Regional de la CNRR Bolívar

El coordinador inició el informe, resaltando la importancia de la jornada de marcha de las víctimas de las comunidades de Mampuján y San Cayetano (las cuales días antes cami-naron desde Mampuján hasta la ciudad de Cartagena para exigir la ejecución de la Sentencia de Reparación Individual y Colectiva que emitió la Corte Suprema de Justicia), poste-riormente saludó a los postulados de Justicia y Paz, a las víc-timas de San Cayetano, Las Brisas, El Salado, San Onofre y a los representantes de las distintas instituciones que se encuentran presentes en la Mesa.

Expuso que el proceso de reconciliación desarrollado en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena, se inició por iniciativa de los postulados y con el apoyo de distintas entidades institucionales como la MAPP-OEA, Procuradu-ría, Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Car-tagena, Defensoría del Pueblo, Fiscalía de Justicia y Paz, Policía Nacional e INPEC, así como con la presencia en esta última mesa de la Comisión de Empalme de la nueva ad-ministración de la Gobernación de Bolívar y la Alcaldía de Cartagena.

Consecutivamente, el Coordinador de la CNRR explicó la importancia de este proceso, argumentando que éste no se desarrolló de un día para otro, sino como un ejercicio a largo plazo, donde se restablecieron confianzas entre instituciona-lidad, víctimas y victimarios. Estos actores se encontraron a la base de la reconciliación, porque tuvieron como condición la pluralidad como principio para participar dentro de ella, estableciendo, dentro de este escenario, un lugar para cada

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miembro que estuvo dispuesto a colaborar para su desarro-llo. Llegándose a establecer de esta manera tres criterios que a su vez se convierten en objetivos: deslegitimación de la violencia, reconstrucción de la confianza y fortalecimiento del Estado Social de Derecho.

El primer principio partió de la base de que quienes estén dentro de las Mesas Regionales y Diálogos de Reconcilia-ción, deben impulsar la convivencia pacífica y el rechazo de la violencia como forma de resolver los conflictos, generan-do así un blindaje social e institucional para abonar al traba-jo hecho por la fuerza pública de tranquilizar estos territorios de actos violentos, e impedir que resurjan las violaciones al derecho a la vida, a la libertad y al desarrollo de la región.

El segundo principio promueve la reconstrucción de las con-fianzas entre víctimas, victimarios e institucionalidad a tra-vés del diálogo, dado que los campesinos perdieron la con-fianza en las instituciones y en sus vecinos, por las mismas dinámicas de la guerra. Este criterio se desarrolla bajo el su-puesto de que la reconciliación se teje cuando recuperamos el intercambio social, cuando se atienden los derechos de las comunidades y en la ejecución de proyectos en aras del pro-greso colectivo e individual. Se mencionó que la confianza dentro del proceso se ha intentado restablecer dentro de los diálogos, Mesas y Curso de Pedagogía de la Reconciliación.

Y el tercer principio es el Fortalecimiento del Estado So-cial de Derecho. Este objetivo va intentado restablecer las confianzas y los procesos democráticos que se han perdido dentro del conflicto. La idea es rescatar los mecanismos de participación ciudadana, tales como las organizaciones cam-pesinas.

Estos criterios se han llevado a cabo mediante tres estra-gias: Diálogo por la Reconciliación, Mesas Regionales de Reconciliación y Curso de Pedagogía de la Reconciliación, permitiendo que en el día de hoy se puedan establecer con-

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versaciones respetuosas entre los actores estratégicos. Ello ha permitido el establecimiento de cinco Mesas Regionales de Reconciliación.

La primera se realizó en el Salón Vicente Martínez de la ciu-dad de Cartagena, donde acudieron 15 Instituciones con el interés de dar inicio al proceso; la segunda sólo contó con la participación de postulados, donde ellos manifestaron la intención de conversar frente a frente con las víctimas y pe-dirles perdón mirándolas a los ojos; en la tercera se invitó a las víctimas de varios corregimientos de Los Montes de Ma-ría, entre ellos, El Salado y Mampuján, donde conversaron por primera vez con sus victimarios, dentro de las mesas del proceso de reconciliación; a la cuarta Mesa asistieron más víctimas, en especial de la comunidad de San Cayetano, y la quinta mesa ha contado con la participación de muchas más víctimas e instituciones, logrando el traslado de cinco victimarios a la ciudad de Cartagena.

El Coordinador finalizó su intervención haciendo mención al Curso de Pedagogía de la Reconciliación, resaltándolo como una herramienta muy especial para el proceso por sus contenidos y su metodología comprensiva de género, así como por la importancia de los testimonios y actitudes que han servido para seguir transformando los comportamientos y las prácticas de los victimarios, por lo que debe servir de guía para los nuevos retos de la Ley de Víctimas.

El curso contó con la participación de victimarios en calidad de estudiantes, y como docentes se tuvo a distintos funcio-narios de la CNRR Bolívar, Corporación Nuevo Arcoíris, Alcaldía del Distrito de Cartagena y MAPP-OEA en los módulos de Reconciliación, Derechos Humanos, Resolu-ción Pacífica de Conflictos, Ley de Justicia y Paz, Cultura de Paz y Nuevas Masculinidades. Por último, se manifestó de forma muy especial la contribución realizada por desmovi-lizados de grupos guerrilleros que participaron en procesos

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de paz en los años 90, pues han ayudado a reforzar con sus experiencias el presente proceso. Luego de esta intervención se dio la palabra a víctimas, victimarios, institucionalidad y sociedad civil presentes en la Mesa.

5. Palabras de Asistentes: Victimas, Victimarios e Institu-cionalidad

Víctimas

El primero en presentarse fue Rafael Posso, un representante de las víctimas de la comunidad de San Cayetano. Habló de su experiencia dentro de la reconciliación, su proceso de duelo y perdón. Luego intervino Marcelino Barrios, de la vereda de Aguas Blancas, quien manifestó los hechos que lo victimizaron, como el asesinato de su primo hermano y a la vez resaltó su proceso de duelo y perdón. Se preguntó por Rafael Carmona Salcedo, desaparecido en la vereda Arroyo Hondo en el período de 2000 y 2001.

De otro lado, Gabriel Pulido, líder de la comunidad de Mam-puján, inició su intervención con distintas analogías bíblicas, para referirse al proceso de reconciliación que, aunque pa-rezca pequeño, tiene grandes desafíos y resultados que ob-tener. De la misma forma resaltó la reconciliación no como un proceso sino como una opción de vida que hay que conti-nuar, independientemente de si la CNRR sigue o no vigente. Ellos, al realizar el análisis de los hechos que los victimi-zaron, se peguntaron por el porqué de los actos violentos contra campesinos, y, si bien no han obtenido una respuesta concreta, han estado dispuestos a perdonar, así como es im-portante que las cabezas de los grupos que se han desmovi-lizado pidan perdón y se vinculen a los proceso de reconci-liación, y se apueste por una unidad nacional en torno a la paz duradera.

Por su parte, Alexander Villarreal, también líder de la comu-nidad de Mampuján, expuso que la labor de Reconciliación

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en la región hay que continuarla, y que, aunque se enfrenta contra el viento, toma más vuelo, como la cometa que se eleva cuando la brisa se le opone. Dijo que a quien más le conviene un proceso como el que se realiza en Los Montes de María es a la comunidad, porque está y siempre estará desarmada.

La intervención de las víctimas finaliza con una representan-te de San Onofre, que muestra la importancia de la reunión, del proceso, de la asistencia de víctimas y desmovilizados a pedir perdón. Concluye con la interpretación de la canción Color Esperanza de Diego Torres.

Victimarios

Wilson Anderson Herrera Rojas, alias 'El Gafas'; inició su intervención mostrando su arrepentimiento por los actos violentos del pasado. Explicó la forma en que fue invitado a las Mesas Regionales de Reconciliación y el retraso de la institucionalidad dentro de la ley de justicia y paz en su calidad de postulado.

Aleider García Soto, alias 'El Primo', expresó que está com-prendiendo lo que es perder un familiar, o ser humillado por otra persona armada; pide perdón.

Eugenio Reyes, alias 'Geño', mencionó su compromiso con el proceso y la importancia del mismo en su relación con las víctimas; pues, aunque ellos causaron mucho daño a distin-tas comunidades de la región montemariana, el proceso en el cual participa le brinda la posibilidad de relacionarse con las víctimas en un ambiente de respeto mutuo. Comentó su preocupación en cuanto a que el proceso termine con la au-sencia de la CNRR, y realizó un llamado a las nuevas autori-dades electas a continuar el trabajo que se viene realizando; finalizó afirmando que las AUC ya no existen, y, por ende, no delinquen.

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Instituciones

La representante de la MAPP-OEA expresó que estarán muy atentos al proceso que la CNRR Bolívar ha venido adelan-tando, y a los retos y progresos con los cuales la reconcilia-ción pueda aportar al avance de la Región.

El representante de la Corporación Nuevo Arcoíris enfatizó en el fortalecimiento del Estado Social de Derecho, y realizó un llamado a toda la institucionalidad colombiana a apoyar con más insistencia el proceso de reconciliación adelantado por la CNRR Bolívar, para que tenga mayor resonancia a ni-vel nacional y más unidad por parte todos, pues ello resulta fundamental para el éxito de la reconciliación.

Por su parte, la Comisión de Empalme del acalde electo se comprometió a cumplir con la Ley de Víctimas dentro de la ciudad, a continuar con el programa de reintegración social de jóvenes en riesgo, y con los diálogos entre victimarios y víctimas.

La comisión de empalme del gobernador electo se compro-metió a continuar con el proceso de reconciliación, dedicar una oficina especial de atención a víctimas, donde se atienda cada uno de los requerimientos de esta población. Se presen-tará ante la asamblea de Bolívar un proyecto para conformar un comité de atención a víctimas, con la intención de otorgar carácter político al proceso.

El representante de la Fiscalía de Justicia y Paz manifestó que la institución apoya el proceso por ser una necesidad para la convivencia en la región. Expresó que la institución ha colaborado para que esta quinta mesa se hubiera realiza-do.

La representante de periodistas agradeció la invitación a la mesa y resaltó el papel que deben cumplir los medios dentro del proceso, el cual debe consistir en mostrar a la opinión

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pública el desarrollo de estos escenarios.

Finalmente intervino un representante de la Secretaría del Interior del Distrito de Cartagena, exponiendo que es nece-sario avanzar en la reparación y en la verdad para que haya una verdadera reconciliación. También se refirió a la ga-rantía de no repetición, para que este proceso pueda seguir adelante. Resaltó la experiencia del Curso de Pedagogía de la Reconciliación con los victimarios. Seguidamente, y en medio de comentarios más próximos entre víctimas, victi-marios e institucionalidad, se concluyó la V Mesa Regional de Reconciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena.

Es en este orden de ideas que el proceso de Diálogo y Mesas por la Reconciliación ―integrado por víctimas, victimarios, Estado, sociedad civil, y acompañado por la gestión incan-sable y persistente de la CNRR Bolívar― cumplió un ciclo, teniendo como resultado grandes logros y aciertos, desta-cando la sensibilización de actores estratégicos en lo tocante a la necesidad de participar en un proceso de reconciliación, así como el establecimiento de un clima de confianza entre ellos, la capacitación de victimarios en torno al tema de re-conciliación, la generación de espacios orientados al escla-recimiento de la verdad del pasado, y el respeto de los dere-chos humanos y de la ciudadanía, lo cual supone que todos los involucrados son actores claves en la construcción de la democracia. Todos estos son resultados que no terminan aquí, sino que por el contrario se convierten en una gran pla-taforma que ayudará a seguir enfrentando los grandes retos y desafíos del recorrido hacia la paz.

En las siguientes líneas se mostrará cómo a partir del Curso Pedagogía de la Reconciliación se intentan generan nuevos valores y perspectivas de vida en las personas que participa-ron en la guerra, encaminándolos hacia el reconocimiento de los demás como seres dignos de respeto, a partir de una

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metodología crítica que los conduzca a participar y aprender nuevos conceptos desde sus experiencias de vida y del con-tenido de los diferentes módulos programados.

2.3 CURSO DE PEDAGOGÍA DE LA RECONCILIA-CIÓN

El plan de reconciliación planteado por la CNRR Bolívar partió del restablecimiento del orden moral que en el pasa-do fue quebrantado, convirtiéndose en un proceso a largo plazo, llevando a la necesidad de generar prácticas morales sin esperar las condiciones perfectas para su desarrollo, esto quiere decir que hay que empezar a hacer prácticas de re-conciliación incluso durante el conflicto y, por supuesto, en períodos transicionales.

En este sentido, los desafíos enfrentados por los distintos procesos de reconciliación en el mundo han indicado que no hay un punto de partida o finalización de políticas y mé-todos para lograr la paz, haciendo preferible tener múltiples avances en distintas dimensiones, que un simple impulso en una sola orilla, esperando así a que otros se las puedan arre-glar solos. La primera es una posición que esperamos pueda entrar en el debate público, para que los movimientos por la reconciliación y la paz crezcan y lleguen a ser tan influyen-tes como otros movimientos.

Teniendo en cuenta lo anterior, la realización del Curso de Pedagogía de la Reconciliación tuvo como objetivo generar valores, conceptos y prácticas sociales de diálogo y convi-vencia pacífica entre víctimas, victimarios, funcionarios, empresarios rurales y urbanos en los Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena, encaminada a generar es-tructuras institucionales y sociales que faciliten la recons-trucción de la democracia local y regional, mediante una metodología participativa y crítica.

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La metodología aplicada a este curso fue la desarrollada por el equipo de investigadores del Proyecto Cero de la Escue-la de Educación de la Universidad de Harvard, denominado Enseñanza para la Compresión11.

Este método de aprendizaje es personalizado y reflexivo, pues necesitamos llegar a la conciencia del individuo para incidir en la intimidad de sus valores y principios éticos, dado que no solo pretendemos vaciar un contenido como en la pedagogía tradicional. Esto implica emplear herramientas de comunicación con las que los estudiantes compartan sus visiones anteriores y nuevas, e interactúen con el docente sobre los criterios y contenidos de los módulos curriculares. El docente es un facilitador, e introduce el tema acompañan-do el proceso de comprensión por medio del aporte de sus conceptos.

La Enseñanza para la Comprensión tuvo como meta formar personas autónomas en sus criterios intelectuales, éticos y morales, capaces de generar soluciones transformadoras dentro de contextos difíciles. Para ello, es importante que los estudiantes comprendan el conocimiento como herra-mienta de la actividad humana para encarar los problemas y resolverlos de la mejor manera, y no como un acumulado de teorías para memorizar. Es por ello que se observa el co-nocimiento como una apropiación cultural de la persona, de tal forma que permita posteriormente formular problemas y soluciones que vinculen al individuo directamente con sus intereses y experiencias de vida. De esta manera, el cono-cimiento le representará al estudiante un beneficio que le aporte herramientas para comprender su lugar en el mundo, y orientará su acción conforme a lo respetuoso, creativo y responsable.

El Curso de Pedagogía de la Reconciliación, en su primera

11 Jaramillo, Rosario; Escobedo, Hernán, et al. Enseñanza para la com-prensión. En: Educación y cultura. Diciembre 2001- Enero 2002, No 69. p. 28-34.

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entrega, estuvo dirigido a los postulados de la Ley de Jus-ticia y Paz de Los Montes de María recluidos en la Cárcel Modelo de Barranquilla, estos fueron tenidos en cuenta por la CNRR Bolívar como agentes de cambio y constructores de reconciliación, pues estuvieron dispuestos a reconocer sus faltas, pedir perdón e iniciar el proceso con las víctimas.

El Curso fue iniciado el 13 de octubre de 2011 y finalizado el 17 de noviembre de 2011. La totalidad de las clases fueron desarrolladas en la Cárcel Modelo de Barranquilla y su con-tenido fue desarrollado a partir de 6 clases teórico-prácticas denominadas: Reconciliación, Resolución Pacífica de Con-flictos, Derechos Humanos, Ley de Justicia y Paz, Cultura de Paz y Convivencia Pacífica, y Nuevas Masculinidades.

Las clases se desplegaron a partir de las siguientes dinámi-cas:

Módulo 1: Reconciliación

Docente: Arturo Zea Solano

Asistente: Ivonne Díaz García

Entidad: CNRR Bolívar

Objetivo del módulo:

Desarrollar un modelo de reconciliación desde el punto de vista de las recientes propuestas de la justicia transicional ―en particular aquella desarrollada por Rodrigo Uprimny y María Paula Saffon― así como identificar diferencias entre los modelos de reconciliación minimalista, maximalista y democrático, dentro de la justicia transicional, y cómo desde el diálogo y la participación se puede recuperar y mantener la memoria histórica como elemento posibilitador de la ver-dad y el reconocimiento del otro.

Plan de trabajo:

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1. Instalación del curso y explicación de la metodología.

2. Matriz de tópicos generadores sobre reconciliación.

3. Desarrollo de tópicos generadores.

Desarrollo del módulo:

1. Instalación del curso y explicación de la metodología

La sesión inició mostrando la importancia del curso como una posibilidad que se abre para generar conceptos y prácti-cas sociales en torno a la reconciliación, mediante el diálogo y la convivencia pacífica entre víctimas, victimarios, Estado y sociedad civil en los Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias, todo ello a la luz de la práctica respetuosa y participativa del ejercicio democrático.

Se mencionó la distinción entre este curso y una clase tra-dicional, pues en el presente espacio se apunta a la partici-pación contante y activa de los participantes. De esta for-ma se explicó que para lograr el objetivo se hace necesario comprender las dinámicas de la metodología planteada, la cual fue desarrollada por el equipo de investigadores del Proyecto Cero de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard y se denomina Enseñanza para la Comprensión. Este método parte de la base de que los estudiantes tienen un conocimiento e intereses preconcebidos, y el tutor entraría a alimentar estas disposiciones, cruzándose la voz de ambos en torno a una misma finalidad, los estudiantes tienen como base de aprendizaje sus experiencias de vida, sus sentimien-tos y su forma de percibir el mundo.

Luego se pasó al punto de los tópicos generadores, aquí se señala que el tópico generador es una pregunta mediante la cual se interroga acerca de qué es lo que se quiere aprender o qué resulta interesante para la exploración de conocimien-tos. Se les precisa a los postulados que, en su rol como es-

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tudiantes, es sumamente importante su participación como creadores y seleccionadores de las preguntas generadoras, pues la finalidad de éstas es cruzarse con sus propios inte-reses. Luego de la explicación de lo que significa un tópico generador, se mostró la importancia de fijarse, como curso, unas metas a seguir para especificar aún más el interés de los participantes dentro del ejercicio de aprendizaje y compren-sión de los temas en discusión. Finalmente se abordó el tema de los productos y su relevancia dentro del curso, pues ello se concibe como el espacio donde se evidencia y se compro-meten a hacer ejercicios que demuestren la comprensión de los temas planteados en las clases. Estos productos pueden ir desde escritos hasta acciones, pues lo importante en ello es manifestar la comprensión de lo visto en clase.

2. Matriz de tópicos generadores sobre reconciliación

La matriz de preguntas generadoras se desarrolló con base en los planteamientos del tutor y de los estudiantes, en dicha dinámica se propiciaron los siguientes tópicos:

¿Qué es reconciliación?

¿Qué no es reconciliación?

¿Qué tipo de perspectivas podemos encontrar en torno a la reconciliación?

¿Cuál es el rol del perdón dentro de la reconciliación?

¿Cuál ha sido la representación de la cárcel en el proceso de reconciliación montemariano?

3. Desarrollo de tópicos generadores

Las dos primeras preguntas se analizaron a la luz de un sig-nificado sencillo de reconciliación, para luego llegar a uno más complejo. Se comenzó por el concepto aportado por el Diccionario de la Real Academia Española, el cual define la

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reconciliación como “la acción de componer y ajustar los ánimos de los que estaban opuestos entre sí”. Se discute en torno a este concepto, pero rápidamente la clase percibió que este concepto no es suficiente para comprender los alcances de la reconciliación, pasando de este modo a la siguiente conceptualización definida por Rodrigo Uprimny y María Paula Saffon. En ella se encuentran tres visiones diferencia-das de la reconciliación: una minimalista, una maximalista y otra democrática.

En cuanto al primer concepto, tanto estudiantes como do-centes coinciden en que éste sólo tiene en cuenta lo mínimo para reconciliarse, sólo basta con una resignación para poder entablar un proceso (visión contraria al proceso de recon-ciliación que se está dando entre víctimas y victimarios de Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias, donde lo principal es la construcción de la confianza y el cese de la violencia). Enfoque opuesto a la dimensión minimalista, donde se pretende construir reconciliación bajo acciones mínimas como la resignación o entrega de armas dejando odios y resentimientos como puerta abierta al rear-me.

El segundo concepto fue el maximalista, los estudiantes lo percibieron como un concepto exagerado en el que se re-clama amor y perdón para reconciliarse. En este punto los postulados reconocen la importancia de la pluralidad dentro del proceso y observan la necesidad de la diferencia y de to-lerar al otro aunque piense distinto, ello fue importante por-que pudieron comprender y respetar a las víctimas que aún no los perdonan, así como percibir que el perdón no es una obligación sino un sentimiento libre de cada persona. El ter-cer concepto es el democrático. Los postulados perciben este concepto como el que más se asemeja al proceso que ellos están desempeñando con las víctimas e instituciones, pues este anuncia como base el respeto, la dignidad, la igualdad de derechos del otro y no exige entre ciudadanos el estable-

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cimiento de sentimientos de afecto entre sí.

Lo anterior permitió a la clase conectarse de forma más es-pecifica al tema del perdón. Se analizó que este sentimiento no nace en la persona de forma obligada ni impuesta, sino que se despierta en las personas de forma libre y a partir de un proceso en el que se genere la confianza y el respeto hacia el otro, lo que no implica tener simpatías o afectos hacia la persona que recibe o pide el perdón; en este momento uno de los postulados expresa la necesidad de la verdad en el pro-ceso del perdón afirmando que “sin verdad, no hay perdón”.

En cuanto al tópico que hacía referencia al papel resocializa-dor de la cárcel, todos los postulados que se encontraban en la clase expresaron la importancia de este sitio dentro de su desmovilización y dentro del mismo proceso de reconcilia-ción, destacando la reclusión como punto a su favor, ya sea en lo tocante a su seguridad o su proceso personal de respe-tar a las víctimas. Mostraron la cárcel como factor determi-nante para su arrepentimiento sobre los hechos violentos del pasado, y en sus cambios de visión de la vida. Las reflexio-nes que más se destacaron al respecto fueron las siguientes:

“En el caso personal mío, yo sí estoy arrepentido y espero seguir adelante. Como esto es individual no podemos hablar qué piensen los demás… Yo hablo por mí… Cuando caí pre-so yo sentí un alivio muy grande de quitarme una responsa-bilidad tan grande que tenía... Cuando uno está preso ve el conflicto desde otra esquina muy diferente, ya no me sentía metido en el conflicto… Pido perdón cuando recuerdo tantas cosas que hicimos, cuando una persona dependía de la pala-bra de uno: ¡Mátelo! o ¡No lo mate!… Yo pido perdón por todo eso… Siento que fallé, le fallé a Dios, a mi familia y a la comunidad.” Sergio Córdoba, alias '120'.

“Arrepentimiento hay desde el momento en el que me des-movilicé, sino me hubiese quedado en la calle delinquien-do.” Manuel Antonio Castellanos, alias 'El Chino'.

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“Claro, yo también… Por eso estoy dentro de este proceso y fui uno de los que inició este proceso, por el arrepenti-miento de todo lo que hice, y creo que no lo vuelvo a repetir nunca… Esperemos que todo esto termine con un buen fin.” Eugenio Reyes, alias 'Geño'.

“En el momento en que yo me desmovilicé, le pedí perdón a Dios por haberme dado una nueva vida, volver a nacer, por-que estábamos en un conflicto donde uno ya era consciente: ¡La cárcel o la muerte! Al uno desmovilizarse sentí como aquello, como volver a nacer y decir 'gracias Señor por ha-berme dado esta nueva oportunidad y buscar una nueva vida con la familia y los hijos'… Ahora es que uno se está dando cuenta cuál fue el error… Y el daño que causó uno, porque sí causamos daño y hay que reconocerlo… Yo me arrepiento y todas las noches le pido a Dios que me perdone, hay que pedirle perdón a Dios, así como hay que pedirle perdón a las víctimas… Sé que voy a seguir otros horizontes, esto quedó atrás.” Wilson Anderson Herrera Rojas, alias 'Gafitas'.

“El arrepentimiento y el perdón es algo muy interesante para uno como persona y también para las víctimas… Uno reco-noce que causarle daño a una persona no es lo correcto, eso fue algo equivocado.” Luis Sánchez Sanguino, alias 'Sandi-no'.

“Hoy en día me arrepiento de estar en el conflicto, porque el conflicto lo llevé más grande de lo que yo pensaba… Acabé con mi familia, mis hijos y acabé con todo lo que tenía… Hoy le pido perdón a Dios por todo lo que hice y perdón a las víctimas, porque sólo Dios tiene derecho a quitarle la vida a otro… Hoy soy un hombre nuevo… Aquí en la cárcel he aprendido a apreciar a mis hijos y a mi familia, porque uno en la calle dice ¡yo quiero a mi hijo! Porque le daba la plata para comer, pero, mentira, no le daba amor al hijo. Amor es aquel que trae al niño, lo ve crecer, lo lleva al colegio, eso es amor… Hoy lo he aprendido y le doy gracias a Dios que

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me trajo a una cárcel porque aquí lo aprendí, en la calle no lo sabía.” Aleider García Soto, alias 'El primo'.

Finalmente se concluye la sesión resaltando que el perdón no se otorga de un día para otro, ni tampoco es impuesto; éste se gana a partir de un proceso donde se reconstruyen las confianzas; se destacó además que dentro de la reconci-liación no se está negociando sino dialogando; en la nego-ciación hay un arreglo de medios a fines, mientras que en el diálogo se cruzan las historias de vida de cada una de las personas que están conversando. Aquí se evidencia que por medio de la palabra es posible construir consensos y acuer-dos entre los distintos puntos de vista.

Módulo 2: Resolución Pacífica de Conflictos

Docente: Luis Sánchez Puche

Entidad: Corporación Nuevo Arcoíris

Objetivos del módulo:

Comprender los procesos individuales y colectivos, propios de las situaciones de conflicto y de su manejo a través de los

Primera clase del Curso de Pedagogía de la Reconciliación

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Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos MASC, y realizar la validación de la metodología Árbol de Proble-mas, aplicada a los conflictos que se viene presentando en la Cárcel Modelo de Barranquilla y en su proceso de Postula-dos a la Ley de Justicia y Paz.

Plan de trabajo:

1. Reglas del taller, selección de roles (Evaluadores, Krono-dista, Relator), presentación de la agenda.

2. Dinámica de sensibilización.

3. Taller de Resolución de Conflictos mediante el uso del diálogo, la negociación y los MASC.

4. Retroalimentaciones entre facilitador y estudiantes.

Desarrollo del módulo:

1. Selección de Roles y presentación de la agenda.

2. Dinámica:

“Me pongo en los zapatos del otro”: Cada postulado partici-pante se quitó los zapatos y se puso los de otro compañero, sin importar la talla ni el modelo, con el propósito de sentir la sensación de estar en “cuerpo ajeno”. Aunque todos tene-mos un par de pies y usamos zapatos, no se siente igual. Lue-go se evaluó la dinámica contrastándola con la solución de conflictos y el papel de cada individuo en su resolución, si-tuándose en el contexto del otro ante el conflicto en cuestión, sin importar desigualdades generacionales, de etnia, género, grupos poblacionales u otras diferencias socioculturales y económicas, del contexto donde se recrea el conflicto. Esta dinámica sensibilizó y rompió el hielo para el desarrollo del taller.

3. Taller de Resolución de conflictos mediante el uso del diá-

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logo, la negociación y los MASC.

Árbol de conflictividad: Se explicó en qué consistía esta ac-tividad académica y se procedió a su desarrollo por grupos de trabajo.

Identificación de Conflictos: divididos en tres grupos, cada uno hizo una lista de los conflictos más comunes de su equipo, luego escogieron el conflicto que consideraron de mayor importancia para aplicar el árbol de conflictividad, reconociendo causas que lo originan, consecuencias y posi-bles soluciones. Es importante resaltar que los participantes confundieron causas con efectos y conflictos con problemas. Entre las situaciones señaladas tenemos: riñas, hacinamien-to, salud, alimentación, situación jurídica, familiares, mala convivencia, demora en las condenas, conflictos interperso-nales, enfrentamiento con la guardia, conflictos emociona-les, amenazas. Posteriormente se seleccionó por parte de los grupos los conflictos de hacinamiento y seguridad familiar, se aplica el Árbol de Conflictividad con los siguientes resul-tados:

Hacinamiento

Causas: sobrecupo en la Cárcel Modelo de Barranquilla, malas condiciones fitosanitarias del penal, falta de empleo, y mora jurídica.

Alternativas de solución planteadas: mayor compromiso y responsabilidad del Estado con los internos, respeto a sus derechos, solución pronta y eficiente, ampliación de la in-fraestructura carcelaria, creación de oportunidades de reden-ción de penas, traslado de internos a otros centros de reclu-sión e instalación de programas de convivencia en el penal para mejorar el diálogo, el respeto y la tolerancia.

Inseguridad Familiar

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Causas: desmovilización, incumplimiento del Estado, ver-siones libres ante los fiscales de Justicia y Paz.

Consecuencias: Conflictos emocionales en el grupo familiar, separaciones, amenazas, estrés, asesinato de algunos fami-liares, desplazamiento, mala convivencia.

Soluciones: cumplimiento por parte del Estado de los acuer-dos de paz.

4. Retroalimentaciones:

En cada uno de los casos presentados por los 3 grupos se presenta una pauta de retroalimentación por parte del facili-tador y de los estudiantes. Se discuten los siguientes temas:

• Causas estructurales en la generación de conflictos que no dependen de las partes.

• Se le deben dar duro a los conflictos y ser respetuosos con las personas.

• La violencia es un recurso que no se debe utilizar para resolver ningún tipo de conflicto.

• El poder de las armas, legitimado en la región, que per-mite a los grupos armados ilegales resolver conflictos a la comunidad.

Observaciones del facilitador

Se destacó la participación del grupo, su disponibilidad para desarrollar el trabajo en equipo y de forma individual. Hubo un conocimiento de la problemática carcelaria como grupo de desmovilizados y de su problemas particulares y familia-res. De otro lado, las ganas de aprender de los participantes y su diversidad cultural fueron una ganancia importante, al igual que la voluntad como virtud que motiva la necesidad del aprendizaje. Se resaltaron además los diálogos y Mesas

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Regionales de Reconciliación como programa pedagógico para la convivencia y como un ejercicio de paz. En cuanto a la debilidad de la actividad se tuvo poco tiempo para desa-rrollar la sesión, lo cual fue consecuencia de las dificultades para ingresar a la institución carcelaria.

Módulo 3: Derechos Humanos

Docente: Elkin Rocha

Entidad: Secretaria del Interior del Distrito de Carta-gena

Objetivo del módulo:

El modulo tuvo como propósito generar reflexiones sobre el respeto y ejercicio de los derechos humanos, en un contexto de reconciliación y consolidación del Estado Social de Dere-cho; la estrecha relación entre superación de las motivacio-nes del conflicto interno armado, y el impulso de iniciativas locales de paz desde un enfoque del respeto a la dignidad humana; y la participación decidida de ex actores armados en la reparación integral de las víctimas.

Plan de trabajo:

1. Presentación de los participantes.

2. Presentación del objetivo del taller.

3. Recapitulación de los aspectos relevantes de los módulos anteriores.

4. Contextualización sobre el desarrollo de los derechos hu-manos y la relación con iniciativas de reconciliación.

5. Desarrollo de preguntas motivadoras.

Desarrollo del módulo:

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1. Presentación de los participantes

Cada uno de los participantes se identificó con su nombre completo, tratando de memorizar los de todos los participan-tes. Seguidamente, resaltaron los aspectos que más llama-ron la atención de los módulos anteriores, y sus impresiones iniciales sobre la representación que tienen de los derechos humanos.

2. Presentación de los objetivos del taller

Partiendo de las consideraciones y representaciones mani-festadas por los participantes, se realizó un breve recorrido histórico sobre el aporte que ha significado para la ciudada-nía la incorporación de los derechos humanos en los siste-mas políticos y jurídicos contemporáneos, haciendo énfasis en las garantías de protección del Estado sobre las poblacio-nes de mayor vulnerabilidad.

3. Recapitulación de los aspectos relevantes de los módulos anteriores.

La recapitulación inició con las nociones de reconciliación tratadas en el documento elaborado por Rodrigo Uprimny y María Paula Saffon. El punto de partida fue la diferencia entre las nociones desarrolladas por los académicos, esta-bleciendo una comparación entre la concepción minimalista, maximalista y democrática, constituyéndose esta última en un concepto permeado por principios participativos y crí-ticos propios de la ciudadanía democrática, a la luz de los derechos humanos.

Luego se abordó la relación existente entre reconciliación, resolución de conflictos y derechos humanos, identificando las características esenciales de las iniciativas instituciona-les y ciudadanas que incorporan los derechos humanos y aquéllas en las que no se observan o, por el contrario, se imponen en el desarrollo de los procesos.

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4. contextualización sobre el desarrollo de los derechos hu-manos y la relación con iniciativas de reconciliación.

En este punto se inició una contextualización sobre los ante-cedentes históricos y surgimiento de los derechos humanos, sus características, la obligación de garantía que tiene el Es-tado para su ejercicio, los derechos humanos en la Constitu-ción Política, los derechos de las víctimas y la reintegración democrática de los actores armados.

Metodológicamente, el concepto de derechos humanos se tomó como referente para desarrollar los tres presupuestos de la iniciativa de reconciliación: rechazo a la violencia, re-construcción de confianzas y consolidación del Estado So-cial de Derecho. Estableciendo así la siguiente relación:

Rechazo a la violencia: antecedentes históricos y surgimien-to de los derechos humanos.

Reconstrucción de confianzas: los derechos de las víctimas y la reintegración democrática de los actores armados.

Consolidación del Estado Social de Derecho: la obligación de garantía que tiene el Estado para su ejercicio y las carac-terísticas esenciales de los derechos humanos.

5. Presentación de preguntas generadoras

La preguntas establecidas para el taller tienen como finalidad desarrollar la metodología “cero” de Harvard, propiciando reflexiones desde las historias de vida de los participantes y, a partir de allí, generar en ellos aptitudes orientadas a la práctica de los derechos humanos y la noción democrática de la reconciliación.

6. Preguntas generadoras

Los tópicos generadores fueron los siguientes:

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¿Qué situaciones han puesto en riesgo o vulnerado el ejerci-cio de sus derechos humanos?

¿Qué instrumentos legales han utilizado para defender sus derechos humanos?

¿Cómo defienden sus derechos humanos?

¿Qué instituciones u organizaciones defienden sus derechos humanos?

¿Qué experiencias positivas de respeto y garantía de los de-rechos humanos han experimentado en su actual situación y en la anterior?

¿Cómo se relacionan con las víctimas de sus acciones y cómo lo hacen con su familia?

¿Cómo podrían contribuir a resolver problemas de convi-vencia en las comunidades afectadas por sus acciones?

Observaciones del facilitador

La participación de los asistentes fue determinante. Existie-ron nociones sobre los derechos humanos, principalmente asociados al conflicto armado y las situaciones que se pre-sentan en la cárcel. Manifestaron muchas expectativas frente a posibles diálogos con las víctimas de sus acciones, con organizaciones que promueven y protegen los derechos hu-manos y la convivencia.

Además, tuvieron interés en continuar desarrollando lo re-lacionado con el tema y permanecer dentro del comité de derechos humanos que funciona en el centro penitenciario.

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Módulo 4: Marco Legal Ley de Justicia y Paz

Docente: Daniel Millares

Entidad: MAPP-OEA

Objetivo del módulo:

Establecer los alcances de la Ley de Justicia y Paz dentro del proceso transicional colombiano.

Plan de trabajo:

1. Presentación y metodología.

2. Explicación del concepto de justicia transicional.

3. Conciencia humanitaria.

4. Avances y retrocesos de la Ley de Justicia y Paz.

Desarrollo del módulo:

1. Presentación y metodología

La clase comenzó con la presentación de todos los asisten-tes. Seguidamente se explicó la metodología, la cual está ba-sada en la Enseñanza para la comprensión desarrollada por un equipo de investigadores del Proyecto Cero de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard. Se resaltó que este método parte de la idea de que los estudiantes tienen unos intereses preconcebidos y el tutor entraría a alimentar estas disposiciones.

2. Explicación del concepto de justicia transicional

En este punto de la sesión se expuso el concepto de justicia transicional, mencionando que el debate jurídico y político de la actualidad se está centrando en casos de transición de las diferentes partes del mundo; es decir, de la experiencia de

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sociedades que pasan de la guerra a la paz o de un régimen dictatorial hacia uno de estirpe democrática, generando así continuas etapas de negociación de carácter judicial y extra-judicial que permitirán abrir el camino hacia la democracia. En concordancia con lo anterior, se resaltan diferentes expe-riencias transicionales en el mundo, como el caso de Ruan-da, Yugoslavia, Libia, Bolivia y Paraguay. Se aprovecha este punto para hacer mención de la palabra 'Masamaclai' la cual hace referencia al golpe dado a un hermano pero con la con-vicción de que posteriormente te vas a reconciliar con él. Todo ello para hacer referencia a la importancia que tiene la reconciliación dentro de la desaparición de los conflictos.

3. Conciencia humanitaria

Aquí se resaltó la necesidad de comprender el respeto de los derechos humanos como herramienta fundamental de solu-ción del conflicto, pues una educación en torno a la cultura de los derechos humanos nos conduciría con mayor éxito al reconocimiento del otro como un ser digno de respeto, pues el respeto a la dignidad humana se convierte en la cámara que vigila, en esa voz que grita a la conciencia el deber de hacer las cosas bien.

Avances y retrocesos de la Ley de Justicia y Paz

Al iniciar la explicación de lo que significa la Ley de Jus-ticia y Paz para el desarrollo de la justicia transicional en Colombia, se menciona que esta ley por su novedad dentro del sistema judicial presenta retos y desafíos hasta ahora ex-plorados, representando así cierto margen de incertidumbre para víctimas, victimarios y Estado. A pesar de ello, se han ganado ciertos espacios importantes como la posibilidad de que los victimarios entren legalmente al sistema judicial co-lombiano y las víctimas puedan recibir reparación y saber la verdad de los hechos violentos del pasado. Posteriormen-te se describen las etapas de Justicia y Paz, se cuentan los tiempos de versión por hechos y por reclusión, también se

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resaltó la importancia de investigar casos prioritarios, depu-rar la lista de postulados y establecer rápidamente a quienes se va a juzgar.

Por su parte, los postulados mencionan que han denunciado a empresarios, comerciantes y políticos, pero no se han to-mado las medidas suficientes, pues las personas denunciadas están sueltas y amenazando con hacerles daño a sus familias si continúan las denuncias. Con estas apreciaciones se da por terminada la sesión sobre el marco legal de Justicia y Paz.

Módulo 5: Cultura de Paz y Convivencia Pacífica

Docente: Robinson Arrieta

Entidad: Distrito de Cartagena

Objetivo del módulo:

Construir conocimientos y prácticas en torno a la cultura de paz, para crear condiciones de reconciliación con las vícti-mas y el conjunto de la sociedad.

Plan de trabajo:

1. Presentación de los (y las) asistentes.

2. Objetivos y alcances del taller, explicación de la metodo-logía.

3. Desarrollo del taller y preguntas generadoras:

a. ¿Qué es una cultura de Paz?

b. ¿Cómo se construye una Cultura de Paz?

c. ¿Qué beneficios proporcionaría una Cultura de Paz a la Sociedad?

d. ¿Cuáles son los obstáculos (pasados y presentes) que se

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interponen en la construcción de Cultura de Paz?: factores políticos, económicos, sociales, culturales, étnicos, geográ-ficos y territoriales.

e. Propuestas.

4. Compromisos

Desarrollo del módulo:

La realización del taller se basó en el diálogo de saberes, aprovechando la experiencia de los participantes para colec-tivamente construir conocimientos y aportes al conjunto de la sociedad, en la vía de fortalecer el proceso de reconciliación y lograr una paz genuina y sostenible. Se sugirió realizar un conversatorio con la mayor tranquilidad, brindando un espa-cio de confianza donde cada uno de los asistentes encontrara una oportunidad para expresar concepciones y sentimientos con respecto a las causas y motivaciones que indujeron en su momento a participar en hechos de violencia.

Luego, cada uno de los postulados dio su nombre, lugar de origen, territorio de acción militar, tiempo de pertenencia a las AUC y nivel jerárquico. Los demás participantes dieron sus nombres y rol que desempeñaban en el lugar. Los temas presentados en la agenda se desarrollaron mediante exposi-ciones del facilitador, sobre la cual se expresaron opiniones, contextualizaciones y, ante todo, se indujo a la reflexión de cada uno de los temas.

Logros de la clase

a) La explicación de los postulados de Justicia y Paz sobre las causas que los llevaron a participar en este tipo de organi-zaciones, así como las acciones violentas que desarrollaron contra la población civil.

b) El reconocimiento de haber sido utilizados por autores intelectuales del conflicto en el propósito de defender sus

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intereses.

c) Manifestación de arrepentimiento de la utilización de la violencia como mecanismo de solución del conflicto y de intereses presentes en la sociedad colombiana, ya sean de carácter económico, social o cultural.

Dificultades

La no concurrencia de los convocados, debido a que se es-taba practicando audiencia de Justicia y Paz con algunos de ellos.

Observaciones de los participantes

Resaltaron la importancia de este tipo de talleres, porque les permite adquirir mayores conocimientos sobre la realidad, causas y consecuencias de la violencia en la sociedad colom-biana ―y como forma de relacionarse con algunas institu-ciones del Estado, en la perspectiva de resolver aspectos de incumplimiento de los acuerdos suscritos con el Gobierno Nacional― y la forma como los jueces de Justicia y Paz adelantan el proceso y sectores de la sociedad, especialmen-te las víctimas interpretan sus actuaciones con respecto a la verdad y la reparación.

Observaciones del facilitador

El interés de los participantes fue muy importante para te-nerlos en cuenta en este tipo de actividades formativas, pues este tipo de herramientas los puede ayudar a esclarecer las circunstancias económicas, sociales, políticas y culturales que los condujeron a verse envueltos en actos tan reprocha-bles como la violencia que se ensañó contra poblaciones in-defensas. La intención es continuar de manera sistemática estas clases para que se creen las condiciones de proceso de reconciliación con las víctimas y el conjunto de la sociedad, y no volver a caer en la trampa de los que se satisfacen de

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manera desmedida con el poder.

Compromisos

No volver a repetir los hechos de violencia que tanto daño le causó al país y a las comunidades donde desarrollaron sus actividades violentas.

Módulo 6: Nuevas Masculinidades

Docente: Roberto Oñoro

Entidad: Secretaría del Interior del Distrito de Carta-gena

Objetivo del módulo:

Generar espacios de comprensión y de sensibilización sobre las nuevas masculinidades como mecanismo de desconfigu-ración de dispositivos culturales de la violencia basada en género.

Plan de trabajo:

1. Presentación de los asistentes y objetivos del taller.

2. Recapitulación de temas tratados.

3. Establecimiento de acuerdos.

4. Presentación de preguntas generadoras y frases sobre la masculinidad.

Desarrollo del módulo:

1. Presentación de los asistentes y objetivos del taller

Al presentarse, cada uno de los asistentes planteó visiones sobre cómo se han sentido en los diferentes talleres desa-rrollados en el curso de pedagogía de la reconciliación, ge-

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nerando espacios de comprensión y sensibilización de los temas anteriores en relación con el de las nuevas masculi-nidades.

2. Recapitulación de temas tratados

Se reflexionó sobre cada uno de los tópicos desarrollados en el curso, con el fin de contextualizar los conocimientos ad-quiridos hasta esta sesión, creando con ello una articulación del tema presente con los temas anteriormente desarrollados.

3. Establecimiento de acuerdos

Por la sensibilidad del tema, se realizó el establecimiento de acuerdos con los postulados participantes del taller, es-tableciendo un espacio donde se pongan en común algunas preguntas generadoras y frases sobre la masculinidad que se presentan en la vida cotidiana.

4. Presentación de preguntas generadoras y frases sobre la masculinidad

La preguntas establecidas para el taller tienen como finali-dad desarrollar la metodología de Enseñanza para la Com-prensión, donde se busca reflexionar sobre elementos de la historia personal y de la vida cotidiana que han aportado en la concepción de los postulados sobre la masculinidad. Las preguntas generadoras fueron las siguientes:

¿Cómo ha sido la historia de cada quién y cómo se construyó su propia masculinidad?

¿Cómo fue la relación con su padre y cómo ésta ayuda a construir su concepción de masculinidad?

¿Qué es machismo?

¿Qué es masculinidad?

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¿Qué es lo que nos hace ser hombres?

¿Cómo desde esta relación con los padres se incide en la relación con los hombres y las mujeres?

¿Crees que tu forma de educar a tus hijos aporta desde tu historia de vida?

¿Cómo es mi relación con mis hijos, con mi esposa?

¿Cómo ha incidido el proceso de paz, el proceso de postu-lación de Justicia y Paz a reconfigurar mi idea de masculi-nidad?

De otro lado, durante el desarrollo del taller se mencionaron frases del machismo que hicieron parte de la discusión y la dinámica de la clase, las frases fueron las siguientes:

“LOS HOMBRES NO LLORAN”

“LOS HOMBRES SON DE LA CALLE”

“EL ÚLTIMO QUE LLEGUE ES UNA NIÑA”

“¡APRENDA A SER FUERTE! ¡TENGA PARA QUE VEA!”

“CUANDO EL HOMBRE AMA, SE VUELVE DÉBIL”

“LOS HOMBRES MACHOS PELEAN, NO HABLAN”

Durante el análisis de las frases, los participantes manifesta-ron disposición, por lo que fue pertinente aclarar que la clase de nuevas masculinidades no intentaría obligarlos a modifi-car sus conductas y comportamientos sobre la concepción de ser hombre, esta nueva percepción sobre la masculinidad, más bien intentaría buscar posibilidades de iniciar la recon-ciliación de parte de ellos hacia la sociedad y en especial hacia las víctimas.

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Al terminar la aclaración, los participantes se mostraron mu-cho más participativos, comentaron aspectos de su propia historia de vida y resaltaron cómo el conflicto ha influencia-do en su concepción y construcción de su masculinidad. Un punto importante discutido dentro de la clase fue la forma mediante la cual, durante el conflicto, se presentaron viola-ciones masivas a los derechos humanos desde la perspectiva de género, planteando el caso puntual de cómo desde la in-surgencia se daban las órdenes de control social a la pobla-ción LGTBI. Se cuestionaron estas acciones como parte de una visión violenta de la masculinidad.

De este modo, el Curso de Pedagogía de la Reconciliación se convirtió en una herramienta conceptual y práctica guiada a generar ciudadanos críticos, capaces de resolver los con-flictos y dificultades de su contexto cotidiano, mediante el ejercicio democrático, respetando las distintas formas de pensamiento como virtud de la pluralidad en la cual se desa-rrolla el proceso de Reconciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias, todo ello median-te una metodología crítica que los conduzca a participar y aprender nuevos conceptos desde sus experiencias de vida y del contenido de los diferentes módulos programados.

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CONCLUSIONES

El propósito central del Proceso de Reconciliación en Mon-tes de María Canal del Dique y Cartagena de Indias, se ins-cribió en el establecimiento de criterios sobre un imaginario de reconciliación en clave democrática.

El proceso de reconciliación en Colombia surgió en un con-texto transicional, es decir, en el proceso de negociación y desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), iniciando así el debate público sobre la noción de justicia transicional y generando el nacimiento de la Ley de Justicia y Paz y la creación de la Comisión Nacional de Re-paración y Reconciliación CNRR.

Para desarrollar el imaginario de reconciliación en clave democrática, en la primera parte se realizó una descripción del concepto de justicia transicional, mostrándolo como una categoría contemporánea de justicia, que surge en el marco de rupturas políticas o ideológicas de un Estado, ya sea por el tránsito de un régimen dictatorial hacia uno democrático o por el paso de la guerra hacia la paz.

Esta concepción de justicia se caracteriza por la clarificación de la verdad de violaciones masivas a los derechos humanos, a la judicialización y declaración de responsabilidades por parte de los victimarios, a la reparación de las víctimas, a la restitución de bases constitucionales del Estado y a una reconciliación nacional.

Para mostrar los elementos que integran la unificación de nociones y establecimiento de criterios sobre un imaginario de reconciliación en clave democrática, en la segunda par-te se describieron los criterios del proceso de reconciliación junto con las tres estrategias pedagógicas.

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Los criterios de reconciliación fueron: deslegitimación de la violencia, reconstrucción de la confianza y fortalecimiento del Estado Social de Derecho. El primero promueve la des-legitimación de la violencia a través del impulso de la con-vivencia pacífica y el rechazo de la violencia como forma de resolver los conflictos; el segundo ha motivado la recons-trucción de la confianza entre víctimas, victimarios, socie-dad civil e institucionalidad a partir del diálogo, y el tercero ha buscado integrar a todos los actores sociales en escena-rios de participación ciudadana, con presencia institucional, donde se otorgue un reconocimiento digno y respetuoso a las víctimas, y se reconstruyan espacios, como organizaciones campesinas, donde el ciudadano y la ciudadana sean tratados como sujetos de derechos.

Estos criterios estuvieron encaminados a lograr que los acuerdos entre víctimas, victimarios, Estado y sociedad civil fueran lo sustancialmente fuertes para que puedan alcanzar una convivencia pacífica y estable.

En aras de construir este escenario de reconciliación, la CNRR Bolívar se dio a la tarea de generar tres estrategias prácticas y pedagógicas que ayuden a romper las compleji-dades del contexto y sostener el cambio a lo largo del tiem-po.

Las estrategias pedagógicas fueron los Diálogos por la Re-conciliación, las Mesas Regionales de Reconciliación y el curso Pedagogía de la Reconciliación.

La primera, construyó acercamientos entre víctimas, victi-marios, instituciones y sociedad civil, e identificó consensos acerca del imaginario de reconciliación que se deseaba cons-truir. Se reunieron en dicho escenario las personas que esta-ban dispuestas a dialogar y definieron una agenda de trabajo para la reconciliación.

La segunda, se llevó a cabo con la intención se sembrar en

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las personas que integran este espacio, principios y valores orientados a prevenir la repetición de las violaciones masi-vas a los derechos humanos, reparar el perjuicio causado y observar a los demás como sujetos dignos de respeto, para así generar medidas moralmente viables que conduzcan a la construcción de un orden democrático duradero y estable.

La tercera, intentó generar en los participantes conceptos y prácticas sociales de diálogo, con el objetivo de forjar es-tructuras institucionales y sociales que faciliten la recons-trucción de la democracia local y regional, todo ello a partir de una metodología participativa y crítica.

En este orden de ideas se muestra cómo el proceso de re-conciliación en Los Montes de María, El Canal del Dique y Cartagena de Indias unificó nociones y estableció criterios sobre un imaginario de reconciliación en clave democráti-ca, en virtud del restablecimiento de las confianzas, desle-gitimación de la violencia y fortalecimiento del Estado de Derecho, abriendo la posibilidad de originar una educación ciudadana que oriente a desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de mirar al otro con respeto y de relacio-narse con los demás mediante el diálogo.

Es importante resaltar que, si bien la CNRR Bolívar ha ge-nerado un proceso de reconciliación entre víctimas, victima-rios, Estado y sociedad civil, creando estrategias de recon-ciliación como las mencionadas en los párrafos anteriores, no ha sido tarea sencilla sacar este proceso adelante, pues, si bien el estado colombiano ha realizado esfuerzos impor-tantes por construir una política pública de cara al proceso transicional, estos mecanismos no han sido suficientes ni totalmente efectivos para materializar los principios de la justicia transicional.

Ahora bien, el proceso de reconciliación regional, adelan-tado por la por la CNRR Bolívar, se inscribió en el esta-blecimiento de bases democráticas, pues contiene nociones

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importantes para el logro de consensos y acuerdos, constru-yendo así una reconciliación inmersa dentro un marco de interpretación de los derechos humanos, rehaciendo lazos sociales y originando escenarios de paz incluyentes y dura-deros dentro de la sociedad transicional.

Por tanto, se agradece a todos lo que participaron en la tarea de comenzar un proceso de reconciliación: a las comunida-des de víctimas de Cartagena, Mampuján, El Salado, San Ca-yetano, San Onofre, Cipacoa, Villanueva, Turbana y Balles-tas; a victimarios del extinto bloque Héroes de los Montes de María de las AUC; a instituciones públicas y privadas, como la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Dis-triseguridad, MAPP-OEA, Alcaldía del Distrito de Cartage-na, Regionales de la Unidad de Fiscalía de Justicia y Paz, Regionales de la Procuraduría General de la Nación, Policía Nacional, Defensoría del Pueblo, Universidad de Cartagena, INPEC, Asamblea Departamental de Bolívar, Gobernación de Bolívar, Iglesia y Corporación Nuevo Arcoíris.

Es así como esta concepción de reconciliación en clave de-mocrática ha intentado trascender el contenido netamente teórico a uno práctico, logrando empoderar a las víctimas de instrumentos propios del ejercicio democrático, y a vic-timarios para que reconozcan su responsabilidad en el daño causado y pidan perdón a las víctimas que padecieron tan-to sufrimiento. Este empoderamiento se torna necesario en las transformaciones paralelas entre víctimas y victimarios, pues ayuda a reconstruir la identidad de las víctimas como sujetos de derechos y a los victimarios como sujetos cons-tructores de paz.

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