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SCOBIE, James. El Crecimiento de las ciudades latinoamericanas (1870-1930). Cap. 7 del tomo VII de la Historia de América Latina editada por Bethell, L. EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES LATINOAMERICANAS. 1870-1930. En los años anteriores a 1870 las ciudades desempeñaron un papel dominante en el desarrollo de la Aca española, pero gralmente eran pequeñas, pobres y agotadas; era la Aca rural la q surgía con mayor vida. Las ciudades parecían pequeñas, en gran medida por estar orientadas a la plaza: tanto las residencias de los ricos, como las ppales act urbanas de adm, ss y comercio se concentraban alrededor de la plaza ctral. Estos distritos no se extendían más de cinco o diez manzanas desde la plaza ppal, tenían aspecto urbanizado. Más allá, el ambiente parecía más rural q urbano. Los hogares de las flias, de la clase alta, estaban protegidos de la cdad, ya q predominaba la arquitectura hispánica de patio (dentro de las residencias habían pozos, patios, jardines, gallineros, etc). El resto de la población urbana (peones, sirvientes, artesanos), vivía de forma mucho más modesta, sus casas eran de materiales más baratos y se alzaban en los bordes urbanos. Estas clases bajas por el hecho de vivir en la cdad o desplazarse a ella, se habían librado en gran parte de controles y explotación asociados a la vida rural. La demanda de sus habilidades y ss, dentro de la econ monetaria urbana, permitía q algunos mejoraran su posición econ y soc. La creciente demanda de los europeos por mat primas y alimentos de Aca Lat, sumado a q los habitantes locales podían comprar manufacturas extranjeras, lo q empezaba a estimular niveles de comercio. La nva tecn aumentaba aun más la act comercial: navegación a vapor, refrigeración. A mediados de siglo los rtas ya eran notables. En los ferr se registraron cambios todavía más importantes: las tarifas de carga bajan, a la vez q la velocidad de transporte aumentan. Dieron una vitalidad insólita a los lugares q pasaron a desempeñar el papel de ctro o terminal. El ferr y el barco de vapor estimularon la concentración del comercio. Lo q hizo la nva tecn del transporte fue estimular el crecimiento de los ctros q ya existían. Las capitales eran las cdades q mas se beneficiaban, poseían instalaciones q les permitía afrontar la importación de prod acabados y la exp de mat primas; vivían en ellas elementos de clase alta y media q consumían los prode peos. Las capitales costeras tuvieron un mayor crecimiento (Bsas, Montevideo, Rio de Janeiro, Lima). Pero la construcción de un enlace ferr con el puerto de mar más próximo tb tendía a estimular el crecimiento de las cap del interior, así como de sus salidas. Sin embargo, en 1870, se habían producido pocos cambios en la calidad de la vida urbana, incluso en los puertos y cdades ppales. Exceptuando el comercio y los negocios, pocas cosas conseguían sacar a las gentes acomodadas de sus hogares o a los pobres de sus remotos suburbios, por consiguiente en las calles había poco movimiento. En las calles se echaba basura y los contenidos de los orinales, la presencia rural parecía dispuesta a abrumar a la cdad en todas partes (animales extraviados como cerdos y perros, vacas, mulas, asnos caballos q transportaban mercancías, etc). Para iluminar habían antorchas o lámparas de aceite, ambas de luz vacilante. La seguridad consistía en algunos vigilantes nocturnos q cantaban las horas, pero no formaban un eficaz cuerpo de policía. En los últimos decenios del SXIX, varios factores diferentes pero relacionados entre sí cambiaron el paisaje urbano: el crecimiento demográfico y un ritmo de urbanización más rápido; la integración más eficaz de las econ latacanas a la mdial; los comienzos del crecimiento ind; mejora de transportes y de ss públicos; integración pol nacional y la centralización adm; mayor diferenciación soc y el alejamiento gradual de los grupos de elite de su lugar trad cerca de la plaza ppal a los barrios periféricos. Las cdades ppales experimentaron un cambio espectacular de tamaño y estructura, empezaron a presentar rasgos muy parecidos a los de las ppales cdades europeas y norteacanas. La población urbana y el tamaño de las ciudades. Los cambios revolucionarios habidos en la producción agric, el desarrollo de la mecanización y el uso de la fuerza de vapor, la aplicación de ten a los transportes, la especialización del trabajo y las medidas encaminadas a fomentar la higiene y controlar epidemias, permitieron y estimularon una concentración demográfica hasta entonces impensable. Hubo descenso de la tasa de mortalidad, y las tasas de natalidad mostraron poca tendencia a disminuir. La revolución de los transportes estimulo una considerable migración hacia las cdades y la inmigración en masa tanto en la cdad como campo.

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SCOBIE, James. El Crecimiento de las ciudades latinoamericanas (1870-1930). Cap. 7 del tomo VII de la Historia de América Latina

editada por Bethell, L. 

EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES LATINOAMERICANAS. 1870-1930. 

En los años anteriores a 1870 las ciudades desempeñaron un papel dominante en el desarrollo de la Aca española, pero gralmente eran

pequeñas, pobres y agotadas; era la Aca rural la q surgía con mayor vida. Las ciudades parecían pequeñas, en gran medida por estar

orientadas a la plaza: tanto las residencias de los ricos, como las ppales act urbanas de adm, ss y comercio se concentraban alrededor

de la plaza ctral. Estos distritos no se extendían más de cinco o diez manzanas desde la plaza ppal, tenían aspecto urbanizado. Más

allá, el ambiente parecía más rural q urbano. 

Los hogares de las flias, de la clase alta, estaban protegidos de la cdad, ya q predominaba la arquitectura hispánica de patio (dentro de

las residencias habían pozos, patios, jardines, gallineros, etc). El resto de la población urbana (peones, sirvientes, artesanos), vivía de

forma mucho más modesta, sus casas eran de materiales más baratos y se alzaban en los bordes urbanos. Estas clases bajas por el

hecho de vivir en la cdad o desplazarse a ella, se habían librado en gran parte de controles y explotación asociados a la vida rural. La

demanda de sus habilidades y ss, dentro de la econ monetaria urbana, permitía q algunos mejoraran su posición econ y soc. 

La creciente demanda de los europeos por mat primas y alimentos de Aca Lat, sumado a q los habitantes locales podían comprar

manufacturas extranjeras, lo q empezaba a estimular niveles de comercio. La nva tecn aumentaba aun más la act comercial:

navegación a vapor, refrigeración. A mediados de siglo los rtas ya eran notables. 

En los ferr se registraron cambios todavía más importantes: las tarifas de carga bajan, a la vez q la velocidad de transporte aumentan.

Dieron una vitalidad insólita a los lugares q pasaron a desempeñar el papel de ctro o terminal. El ferr y el barco de vapor estimularon la

concentración del comercio. Lo q hizo la nva tecn del transporte fue estimular el crecimiento de los ctros q ya existían. 

Las capitales eran las cdades q mas se beneficiaban, poseían instalaciones q les permitía afrontar la importación de prod acabados y la

exp de mat primas; vivían en ellas elementos de clase alta y media q consumían los prode peos. Las capitales costeras tuvieron un

mayor crecimiento (Bsas, Montevideo, Rio de Janeiro, Lima). Pero la construcción de un enlace ferr con el puerto de mar más próximo

tb tendía a estimular el crecimiento de las cap del interior, así como de sus salidas. 

Sin embargo, en 1870, se habían producido pocos cambios en la calidad de la vida urbana, incluso en los puertos y cdades ppales. 

Exceptuando el comercio y los negocios, pocas cosas conseguían sacar a las gentes acomodadas de sus hogares o a los pobres de

sus remotos suburbios, por consiguiente en las calles había poco movimiento. En las calles se echaba basura y los contenidos de los

orinales, la presencia rural parecía dispuesta a abrumar a la cdad en todas partes (animales extraviados como cerdos y perros, vacas,

mulas, asnos caballos q transportaban mercancías, etc). Para iluminar habían antorchas o lámparas de aceite, ambas de luz vacilante.

La seguridad consistía en algunos vigilantes nocturnos q cantaban las horas, pero no formaban un eficaz cuerpo de policía. 

En los últimos decenios del SXIX, varios factores diferentes pero relacionados entre sí cambiaron el paisaje urbano: el crecimiento

demográfico y un ritmo de urbanización más rápido; la integración más eficaz de las econ latacanas a la mdial; los comienzos del

crecimiento ind; mejora de transportes y de ss públicos; integración pol nacional y la centralización adm; mayor diferenciación soc y el

alejamiento gradual de los grupos de elite de su lugar trad cerca de la plaza ppal a los barrios periféricos. Las cdades ppales

experimentaron un cambio espectacular de tamaño y estructura, empezaron a presentar rasgos muy parecidos a los de las ppales

cdades europeas y norteacanas. 

La población urbana y el tamaño de las ciudades. 

Los cambios revolucionarios habidos en la producción agric, el desarrollo de la mecanización y el uso de la fuerza de vapor, la

aplicación de ten a los transportes, la especialización del trabajo y las medidas encaminadas a fomentar la higiene y controlar

epidemias, permitieron y estimularon una concentración demográfica hasta entonces impensable. 

Hubo descenso de la tasa de mortalidad, y las tasas de natalidad mostraron poca tendencia a disminuir. La revolución de los transportes

estimulo una considerable migración hacia las cdades y la inmigración en masa tanto en la cdad como campo. 

Entre 1850-1930, aumento el crecimiento demograf total de Aca Lat, y a partir de 1900, el incremento fue más rápido q el q se registraba

en Epa y Aca del Norte: paso de 30,5 mill en 1850 a 61,9 mill en 1900 y 104,1 mill en 1930. 

Los países latacanos individuales mostraron amplias variaciones q, a su vez, afectarían su grado de urbanización. En todos los casos,

los incrementos rápidos de población total dieron origen a elevadas tasas de urbanización. La mejora de la salud pública y la

inmigración en masa producida por los cambios econ fomentaron el incremento y facilitaron la explosión urbana. Chile, Colombia y Perú

q en gran parte no se vieron afectados por la inmigración en masa, aportaron una expansión urbana menos espectacular. 

La diferencia entre la población urbana y rural nunca se determino con claridad en las crónicas o censos de la época. Era frecuente q

los municipios encerraran extensiones considerables de granjas y asentamientos rurales, con lo cual la población “urbana” podía verse

tergiversada en varios cientos por ciento. 

Mas allá de las consideraciones numéricas hay juicios más subjetivos de función, actitud y forma de vida q pueden distinguir una

población urbana de una rural. Al mismo tpo, casi en cualquier parte de Aca Lat, una estación de ferr con unos ctos almacenes y casas

junto a ella y varios cientos de habitantes podía poseer muchas más instalaciones de las q gralmente se asocial con una cdad y

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representar una forma de vida urbana. 

Además, hay otras distinciones impuestas por el tamaño del asentamiento urbano. Se han establecido 4 categorías para 8 países

latacanos importantes (arg, Brasil, chile, colombia, cuba, mex, Perú, ven): cdades primarias con más de 100.000 hab; cdades

secundarias entre 20.000 y 100.000 hab; poblaciones entre 10.000 y 20.000; pueblos entre 5.000 y 10.000 hab. 

No importa la definición de “urbana” q se adopte, hay un incremento significativo del % de la población total q viven en las cdades en la

totalidad de los 8 países durante los 60 años q van de 1870-1930. Arg, Chile, Cuba y Ven son claramente las naciones más urbanizadas

de este grupo. En 3 de 4 casos, el incremento de la población urbana es impresionante (aumenta del 17.3 al 38.1% en arg). Muy

diferentes son los casos de Brasil, colombia, Mex y Perú. En lugar de tener un tercio o más de la población viviendo en poblaciones en

1930, la proporción se acerca al 15%. 

Las cdades primarias (a excepción de Brasil, Mex, Arg) nunca fueron más de dos en cada país, absorbiendo una proporción

considerable de ese incremento. El fenómeno contemp de la concentración del crecim y los recursos en ctros importantes tuvo sus

raíces en este periodo de expansión rápida, tanto de las poblaciones nacionales como de los ctros urbanos. Dentro de esta categoría se

encontraba el fenómeno afín de la cdad primada o ctro urbano gde y único q se alzaba por encima de todas las demás poblaciones del

país. La cdad primada a menudo domina y dirige el desarrollo econ y pol de los países. La cdad ppal ha recibido a gran num de

inmigrantes, hasta representar una quinta parte, y en algunos casos la tercera, del total nacional. Los recursos en términos de poder pol,

demanda de consumo y potencial industrial se concentran abrumadoramente en este núcleo. 

La tendencia a la primacía la indica una población q representa a más del doble de la q vive en la segunda cdad importante del país.

Las capitales de Mex, Cuba y chile ya habían alcanzado un grado significativos de primacía en 1870; en Arg, Brasil y Perú se creó una

estructura primada entre 1870-1930, mientras q la primacía de las capitales de Ven y Colombia no llego hasta 1960. 

En el nivel de las cdades secundarias el crecim de la población nacional tb se produjo, aunq raras veces al ritmo de las cdades

primarias o de las primadas. 

En el nivel de las poblaciones el crecim fue gralmente más modesto q en el de las secundarias. Arg, Brasil, Chile, colombia, México y

Perú solían tener entre el 3 y 5% de sus hab viviendo en poblaciones; Ven era la única excepción significativa con casi del 20% en

1926, cuba tb mostraba una tendía en esta dirección. 

En el nivel del poblado, la gralizacion solo es posible en los casos de Arg, Chile y en 1930, Mex. En Arg hubo un crecim considerable en

este nivel, un poco mas q en las poblaciones y paralelo al de las cdades secundarias, mientras q en chile, mex la pauta del poblado se

parecía más a la de las poblaciones. 

Varias conclusiones: 

- el num de hab urbanos y la proporción de la población nacional q vivía en las cdades aumentaron mucho en los ppales países

latacanos entre 1870-1930. 

- los países con mayor incremento de la población total, acentuado a menudo por la inmigración en masa, eran tb los q se urbanizaron

con mayor rapidez. 

- las mayores cdades tendían a crecer con la max rapidez y a absorber un % cada vez mayor de la población total. 

- el extraordinario crecim de las cap nacionales confirmo una tendencia a la primacía en la mayoría de los países gdes y varios

pequeños. 

- si bien las cdades secundarias, las poblaciones y poblados tb aumentaron en num de hab y en % de la población nac total, adquirieron

una proporción mucho menos de población urbana. 

La función económica: comercio burocracia e industria. 

Las variaciones de la población y tamaño de las cdades fueron en gran medida fruto de diferencias en la función econ. El comercio fue

el factor dominante, y el crecim dependía del grado de integración de la cdad y su región a la econ mdial. 

Las ciudades pueden agruparse en 4 categorías ppales: 

El primer tipo, es el comercial-burocrático, incluida todas las cap nac, prov o estatales. Sin embargo, donde mejor puede verde la

relación directa de tales ctros comerciales y adm con la econ orientada a la exp es a nivel nacional, y hablaremos ppalmente de las cap

nacionales: donde un desacostumbrado control de los recursos comerciales y financieros dentro de sus zonas se sumaban a sus

funciones gubernamentales. 

En varios países, esta dominación hsca de signo comercial y adm se reflejaba tb en la proporción de los hab q vivían en la cap de la

nación: entre 1870-1930, en todas las cap se registro un aumento del % de la población nac. Las tasas de crecim, sin embargo,

variaban enormemente y estaban muy relacionadas con la medida en q cada país producía para la exp. 

La ciudad comercial-burocrática, mostro una tendencia constante a la expansión basada en el incremento del comercio, facilitada por los

auges de la producción de mat primas para la exp y por influencia del gob en el transporte y los recursos financieros. Incluso cdo el

estimulo comercial disminuía, la centralización pol q este tipo de cdad ejercía en sus inmediaciones tendía a sostener el crecimiento

continuo. Los casos de expansión más espectaculares se producían cdo los efectos del incremento del comercio y la ctralizacion pol de

una zona extensa se concentraba de forma abrumadora en un único pto. (Bsas es uno de los ejemplos de crecimiento comercial-

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burocrático). 

El segundo tipo, la cdad comercial-industrial-burocrático, era menos frecuente q el primer tipo. La experiencia industrial más común era

q antiguas ind artesanales o domesticas fuesen vencidas por manufacturas extranjeras mas baratas y a menudo superiores. En estas

situaciones la producción ind tendía a limitarse al tratamiento inicial de una mat prima para su exp o a producir artículos voluminosos o

perecederos, materiales para la construcción, bebidas y alimentos. El más notable de los casos de este tipo fue el de Sao Pablo con el

auge del café brasileño y a su condición de cap del estado homónimo: la elevada tasa anual de crecim demograf fue consecuencia, no

solo de una infraestructura comercial y de la gran ayuda q el gob del estado prestaba a un prod de exportación en auge, sino tb de un

considerable crecim ind inducido por las exp. 

El tercer tipo es el comercial-minero, q caracterizaba a ctros urbanos especializados q se encontraban en los desiertos de nitratos del

norte de chile, en los campos de petróleo de Ven y Mex, y en las regiones elevadas del centro de Chile, Perú, Bolivia y Mex, donde se

extraía cobre, estaño, plata y oro. Tb se incluyen en esta categoría las estaciones y pueblos recolectores de caucho de la jungla

amazónica. El crecimiento o la decadencia de la cdad dependía directamente de la demanda mdial del prod de la región. La

comercialización, su tratamiento o refinación inicial del prod, atraían a gentes q formaban una población activa q a su vez se convertía

en consumidora de ss urbanos y mercados al por menos. Pero cdo los mercados mdiales dejaban de pedir ese prod, se marchitaban o

desaparecía rápidamente. 

El ultimo tipo de cdad es la comercial q representa al grueso de la experiencia urbana de Aca Lat. La función comercial era la única

función relevante. En lo q respecta al tamaño, estos ctros iban desde la mas pequeñas de las poblaciones situadas junto a una vía

férrea hasta gdes puertos, como Rosario en Arg y Veracruz en Mex. Tb eran característicos los pequeños puestos avanzados de

recogida y distribución q había en las zonas agric: para el café en Brasil y Colombia; para el azúcar a lo largo de la costa septentrional

de Perú; para el ganado en el norte de Mex, el interior de Ven, el sur de Brasil y el ctro de Arg; para las ovejas en Urug y sur de Arg;

para el trigo en el ctro de chile y las pampas arg. 

En estas regiones era frecuente q el cruce de varias rutas de transporte fomentara el desarrollo de poblaciones y cdades gdes q

proporcionaban ss y act q los poblados no podían sostener. La prosperidad y crecimiento de todos estos ctros comerciales dependían

del funcionamiento de una red urbana dominada desde las cdades comerciales-burocráticas, y en algunos casos, de los cercados y

demandas extranjeras. 

En términos de la función econ, la dependencia de los mercados extranjeros influía mucho en el desarrollo urbano de toda Aca lat. Los

beneficios del crecimiento inducido externamente tendían a ser asimétricos y a favorecer mas a las gdes ciudades comerciales-

burocráticas o a las cdades industriales. 

El crecimiento del campo fue lento, en el cual se hallaban incluidos los habitantes de las poblaciones y poblados q dependían ppalmente

del comercio, y algunas zonas, de la minería. 

Cambios físicos: plaza y suburbio. 

Las cdades compartían una experiencia común en el tipo de expansión física producida por el crecimiento. Este crecim se desplazo

hacia fuera desde la plaza ppal, el foco de la cdad colonia, en dirección a los barrios de las afueras. 

La vivienda y el estilo de vida de las clases altas cambiaron de forma considerable en las postrimerías del SXIX a causa del efecto de

los crecientes beneficios comerciales desviados hacia las cdades. Los ricos comenzaron a alejarse de la plaza ctral, a menudo en busca

de sitios más elevados, agradables y sanos, o en busca de mayor espacio, y estos movimientos determinaron el rumbo de la expansión

urbana. 

Las clases altas no cambiaron solo la ubicación, sino tb el aspecto y estructura de sus hogares. El patio interior fue sustituido por

modelos fceses, italianos, brit, y para 1930, norteacanos. Los ricos, en especial los nvos ricos, preferían mansiones de varios pisos

proyectadas por arquitectos de Paris o Bruselas con entradas majestuosas, recargados salones de entrada, etc. El hogar había perdido

gran parte de su aspecto de refugio cerrado y oculto a los ojos del mdo para transformarse en expresión franca del prestigio e ingresos

de sus habitantes. 

Se introdujeron pasatiempos q requería más espacio físico. El golf, rugby, polo, tenis pasaron a ser deportes populares entre los ricos.

El paseo a media tarde o al anochecer en un carruaje o automóvil tb se hizo popular. En los alejados barrios residenciales de las elites

hasta empezaron a abrirse restaurants, clubes y teatros. 

La expansión urbana creo muchos otros barrios periféricos, en los q con frecuencia predominaba la clase media o trabajadora. En estos

barrios el foco era una iglesia, un cuartelillo de policía, un mercado público, una parada de tranvía, tren o autobús y una plaza. Alrededor

de este núcleo aparecía una serie de comercios, una sucursal bancaria, unos ctos despachos de profesionales liberales. Las personas

más acomodadas construían sus residencias cerca de este ctro con el fin de tener el transporte y los ss a mano, mientras q los más

humildes estaban más alejado. La expansión se veía acompañada de comercios al por menor: carnicerías, panaderías, farmacia,

dentista, etc. Los barrios periféricos y las pequeñas unidades vecinales mostraban una suficiencia e indep notables. 

El núcleo urbano conservaba su importancia. Las elites y clase media conservaban su relación con la plaza ctral, asi como su

dependencia de ella. Las elites empezaron a insistir en q se crearan espacios modernos y abiertos en las cap nacionales donde

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residían, del tipo q Georges Haussmann había introducido en Paris y otras cdades europeas. Buscaron una fachada y arquitectura nvas

paras sus cap. 

Un lugar ctral en esta reconstrucción del medio lo ocupaba el concepto q la plaza ppal representaba a la cdad: la plaza era el foco para

la construcción de diagonales y paseos, los ppales edificios públicos fueron reconstruidos por completo con un arreglo a imponentes

líneas grecorromanas. Se hacían grandes esfuerzos por embellecer el centro de las cdades, especialmente a las plazas: estatuas,

arboles, jardines, bancos. Las calles adyacentes eran pavimentadas, del centro partían las líneas de tranvías. Había alumbrado público,

instalación de teléfonos, recogida de basuras, barrido de calles, protección de policías y bomberos. Teatros, clubes y hoteles añadían

una apariencia impresionante a las cambiantes fachadas del centro de la cdad. En las calles próximas había otros lugares donde la elite

se reunía para divertirse: restaurantes, clubes particulares y cafés satisfacían los deseos de los ricos por tener lo mejor y más reciente

de Epa. 

En este esquema, las clases bajas ocupaban la periferia de las cdades. Con la explosión demográfica de la cdad a finales del SXIX, las

preferencias residenciales de las elites, así como de los nvos sectores intermedios formados por profesionales liberales, comerciales e

industriales, empezaron a cambiar. Mas q los medios de transporte, la industria o el urbanismo, fueron sus demandas las q guiaron la

dirección y el momento del crecimiento hacia afuera de cada una de las cdades. 

Las consecuencias políticas de la urbanización. 

Las nvas naciones independientes heredaron instituciones municipales débiles. La actividad pol no iba dirigida a buscar soluciones a los

problemas urbanos, sino q tenia q ver con problemas regionales y nacionales. La creciente importancia de las cdades entre 1870-1930

dio origen a varios ajustes importantes de las percepciones y cometidos. En este proceso de establecimiento del control nacional, los

caudillos rurales recurrían cada vez más a los habitantes de las cdades en busca de recursos. Paulatinamente el propio caudillo rural se

transformo en hombre de cdad y acabo perdiendo su base de poder en el campo. 

Cdo la población y el comercio hicieron q el tamaño y riqueza de las cdades crecieran enormemente, las personas acomodadas y

poderosas tendieron mas a residir en ellas y adoptar una perspectiva urbana, aumentando tb su dependencia de las cdad y, en especial,

de la cap de la nación. Esta creación de una elite nacional fomento a su vez la sustitución del caudillo individual por un gob

institucionalizado q se componía de un PE poderoso, nombrado por consenso de la elite y un brazo legislativo, cuyo papel era

ppalmente consultivo y estaba formado y controlado por la misma elite. 

Esta dominación acabo provocando una reacción alimentada por el aumento del tamaño, riqueza y diferenciación soc de los ppales

ctros urbanos. La aparición y crecimiento de nvos grupos, como un estamento militar más profesional, estudiantes universitarios,

organizaciones laborales, y sobre todo las clases medias adm, profesionales y comerciales, ensancharon la base de los q aspiraban a

participar en el gob. 

A causa del creciente tamaño de las poblaciones urbanas, especialmente de los grupos medios, q se distinguían de la masa de

trabajadores manuales por su educación, ingresos y actitudes, a la elite le resultaba cada vez más difícil seguir controlando la pol.

Surgieron lideres pol, q formaron sus partidos propios o ensancharon la base de los q ya existían. Por medio de periódicos, mitines

públicos, desfiles y manifestaciones lograron movilizar a un num creciente de cdadanos contra la corrupción y a favor de una mayor

participación. Pocos golpes de Est o regímenes duraban mucho sin contar, como mínimo, con la aquiescencia de las clases medias

urbanas. Estas clases estuvieron detrás de José Batle y Ordoñez en Uruguay en 1903; en Arg en el Partido radical; en chile Arturo

Alessandri se hizo eco de muchas de estas actitudes de la clase media; en Perú la Alianza Popular Revolucionaria Acana (APRA) y su

líder, Víctor Raúl Haya de la Torre. 

Los primeros pasos hacia una participación por más amplia los dieron ppalmente las clases medias urbanas, cuyos componentes eran

empleados adm. Con frecuencia lograban q estudiantes y sectores del ejercito apoyaran sus programas reformista, a la vez q lideres

“populistas” empezaban a hacer llamamientos a la clase trabajadora. A medida q el control pol de las elites nacionales empezó a

debilitarse, el objetivo limitado de una mayor participación solía dar paso al deseo de sustituir dichas elites en el poder. La falta de

unidad o de objetivos de las clases medias, la misma q había servido para aplacar los temores de la elite, acabaría siendo su perdición.

En los decenios q siguieron a 1930, esta debilidad permitió q tomaran la iniciativa elementos más disciplinados, por ejemplos los

militares y obreros.

La industria en América Latina antes de 1930 .-

Colin Lewis , Universidad de Londres. En Leslie Bethell

Introducción.

Los historiadores de Latinoamérica solían sostener que la industrialización no fue posible hasta la depresión de 1930, periodo en el que se manifiesta una crisis profunda en las economías capitalistas centrales e industrializadas. Las teorías asociadas a la perspectiva de la dependencia consideraban que la industrialización en América Latina habría sido facilitada por una dislocación externa provocada por la crisis mundial. Las tesis estructuralistas por su parte pretendían diferenciar por un lado, el aumento del proceso de fabricación y por otro, la industrialización por si misma. Los estructuralistas consideraban a la industrialización

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como un profundo cambio secular que llevaba aparejadas , la decadencia relativa de la agricultura, la urbanización rápida y la aparición del sector industrial como la clave de la expansión económica autosuficiente, y consideraban que la expansión industrial solo podía nacer a partir de una acción estatal que contribuyera a superar factores que obstaculicen la fabricación (mala infraestructura, falta de integración al mercado, etc.)

Es asi como tanto dependentistas como estructuralistas le han restado importancia al proceso industrial anterior a 1930. Al respecto, nuevos estudios, proponen diferentes cronologías para el progreso de la fabricación como 1914, 1880 o incluso antes. Actualmente se han agregado al debate sobre los efectos de las perturbaciones exogenas en el proceso de industrialización, cuestiones como los efectos de la primera guerra mundial y rupturas anteriores, como las ocasionadas por las guerras de los comienzos del periodo nacional.

Cronología del Cambio industrial.

Es posible observar tres periodos diferentes: El primero abarca los decenios posteriores al a independencia, años de gran reajuste para las industrias coloniales y las primeras intenciones de creación de una industria moderna. El segundo corresponde a la época clásica de expansión por las exportaciones que va desde 1870 hasta la primera guerra mundial. El tercero va desde la primera guerra mundial hasta la depresión de fines de la década del 20, y se caracterizo por cambio tanto en la escala como en la composición de la producción industrial.

Las crónicas que hacen referencia al periodo anterior a 1850 permiten hacer ciertas generalizaciones, la mayoría señalan crisis y contracciones del volumen de producción nacional, a esto también se le unía una diversidad de modos de producción proveniente de la supervivencia de procesos y unidades productivas pre-independentistas. Varias eran las formas de fabricación que existían al comenzar el periodo nacional, en un extremo se hallaban las comunidades indígenas y las grandes haciendas, que si bien parte de su producción se destinaba al mercado internacional la mayoría estaba orientada a sus propias necesidades. La producción de artículos agrícolas tropicales o subtropicales solía apoyarse en alguna forma de mano de obra forzada y recurría a los talleres rudimentarios instalados en la misma hacienda. Sin embargo en el conjunto del continente la fabricación eran un fenómeno urbano. El ápice de la estructura industrial colonial se encontraba en el obraje, la producción de estos era tanto urbana como basada en fabricas y comúnmente en gran escala. Los obrajes coexistían con unidades productivas mas pequeñas como talleres modestos y empresas dirigidas por artesanos. A comienzos del S. XIX se comenzó a detectar en algunos países un fenómeno que implicaba el alejamiento por parte de las empresas de las ciudades, con el objetivo de escapar a las reglamentaciones gremiales. Es posible que esta nueva ubicación de las fabricas haya sido también para aprovechar corrientes de agua (hidráulica), y para aproximarse a las fuentes de materias primas.

Los principales productos industriales eran los textiles principalmente, los tejidos de lana, aunque la importancia del algodón comenzó a crecer hacia 1850. En las economías pecuarias (Argentina ), tenían mucha importancia los cueros trabajados, y productos derivados como el sebo y la grasa. En todos los países había una industria de productos rurales destinada al consumo nacional (harina, loza, ladrillos, metalistería en algunos casos, etc.). En casi todos los casos la mayor parte de la producción destinada al consumo local provenía de pequeños establecimientos que empleaban una tecnología tradicional y anticuada. Durante el segundo cuarto del S. XIX las zonas a las que servia la industria local se volvieron cada vez mas regionales al fragmentarse los mercados nacionales, debilitados por los males gemelos de las guerras civiles y la competencia extranjera. Una contracción de los horizontes del mercado reforzó los rasgos primitivos y las perspectivas estancadas de la industria latinoamericana. La producción de productos pecuarios fue posiblemente el campo de la industria que registro una mayor expansión en este periodo. Los comienzos del periodo nacional fueron menos benévolos con otras industrias exportadoras. La producción de metales preciosos, se vio afectada por las guerras de la independencia y no levanto hasta mediados de siglo .

Durante el segundo periodo, en muchas zonas se nota una supervivencia de la producción artesanal en muchas zonas, pero en otras se observa cambios profundos derivados de la inserción progresiva del continente en el mercado mundial hacia 1870.Un corolario de dicha participación en la economía mundial es la mejora de la infraestructura, se construyeron puertos y ferrocarriles, especialmente en países del cono sur. El crecimiento de las importaciones y de la monetización de la economía borraron lo que quedaba de industria colonial. La mayor demanda de productos de exportación genero innovaciones y reorientaciones en la producción. En el caribe se produjeron mejoras en el refinamiento del azúcar, para abastecer al mercado europeo. En Argentina, Uruguay y meno medida Brasil, se produjo un paso de la industria de tasajo y carne salada a industrias carnicas modernas de mejor calidad por resultado de las inversiones extranjeras.

La combinación entre el crecimiento de la demanda mundial de exportaciones latinoamericanas y el aceleramiento de los cambios tecnológicos tuvo consecuencias profundas para varias industrias exportadoras. Técnicas extractivas o de tratamiento mas modernas transformaron la escala y la naturaleza de la producción. En resumen en vísperas de la 1º guerra, las plantas exportadoras latinoamericanas, que eran intensivas en capital, presentaban la misma escala y la misma estructura que los establecimientos extractivos y de producción de otras partes del mundo. Sin embargo el fenómeno de modernización en la producción a gran escala no era exclusivo de la empresa exportadora; a principios del S XX algunas fabricas intensivas en capital ya producían para el mercado local (Cervecerías, Quilmes y Antártica. Alpargatas S.A.). Al igual que las del sector exportador estas fabricas eran grandes y utilizaban algunos procesos de los mas modernos. Sin embargo estas empresas eran atípicas y en la mayoría de los casos la norma la constituían talleres intensivos en trabajo con grupos reducidos de empleados.

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Mas allá de este proceso modernizador, las industrias continuaron siendo fragmentarias y la diversidad de técnicas que en ellas se empleaban así como también la pluralidad de estructuras de organización obstaculizaban la integración en el nivel de la industria e impedían las transferencias entre sectores. Así pocas economías latinoamericanas pudieron establecer una relación simbiótica entre la fabrica a gran escala e intensiva en capital y los talleres pequeños.

Tradicionalmente se ha marcado la dualidad existente en la industria de fines del XIX y comienzos del XX, consistente en que las grandes unidades se inclinaban hacia el comercio internacional y los pequeños talleres al consumo local. Esta idea es discutible al menos en tres puntos. 1) Algunas grandes unidades se inclinaron hacia la producción de productos perecederos con destino al mercado nacional. 2) Los fabricantes locales proporcionaban una variedad de artículos mas amplia de lo que podía identificarse antes. Hubo un afloramiento de la industria metalúrgica , de aceites y de productos químicos.3) Unas cuantas economías incorporaron otro tipo de industria pesada, orientadas a la instalación y reparaciones en las grandes compañías de servicios, en particular los ferrocarriles. Se trataba de importantes complejos industriales que satisfacían las necesidades del mercado nacional.

En la tercera etapa que va desde la primera guerra hasta la depresión mundial, es difícil establecer un marco general para todo el continente. En algunos casos puede que la primera guerra mundial ocasionara un cambio del crecimiento industrial a la industrialización. En otras partes, los primeros decenios del siglo XX vieron un proceso de expansión continua, aunque irregular, de la producción manufacturera. Y en algunas economías el ritmo del cambio industrial disminuyo durante los decenios de 1910 y 1920. Brasil y Chile se industrializaron durante este periodo. Argentina vivió una expansión industrial sostenida pero cíclica y especifica de subsectores entre 1890 y 1920. Perú por su parte, vivió un periodo de recaída de las industrias después del primer decenio.

La diversificación intersectorial, identificada con una expansión de la producción de bienes de consumo duraderos, una mayor mezcla de bienes de producción, incluyendo productos químicos y algunos bienes de capital fue un proceso generalizado que tuvo lugar en la mayoría de las economías más importantes y en algunos estados avanzados de segunda categoría, entre 1900 y 1929.En estas economías las fabrica termino desplazando al artesano

La inestabilidad que experimentaron los mercados financieros después de 1914, revelo las deficiencias estratégicas en las economías latinoamericanas y subrayo los peligros de sustentarse en el sector exportadores lo que respecta a la fabricación nacional la guerra fomento la utilización más eficiente de la capacidad instalada, a la vez que los reajustes de después de 1919 reforzaron la posición que las empresas en gran escala ocupaban en la mayoría de las industrias.

Industrialización inducida por las exportaciones y perturbaciones exógenas.-

Muchas de las condiciones necesarias para el crecimiento industrial se dieron durante ciclos de crecimiento inducido por las exportaciones. La expansión del comercio exterior contribuyo a consolidar las economías monetarias y los sistemas políticos entre 1870 y 1920. La inserción de en la economía mundial produjo la modernización de transportes y comunicaciones que contribuyeron a la expansión comercial, la producción básica para la exportación iba asociada con el incremento de los beneficios nacionales, la afluencia de capital extranjero y aumento de la demanda de consumo ocasionado por el aumento demográfico, alimentado por la inmigración y la consolidación de una economía salarial. Los indicios de un incremento de la actividad manufacturera durante la fase de crecimiento inducido por las exportaciones ponen relieve la falta de verosimilitud de las teorías que sostienen una notable expansión a partir de 1929.Si la producción creció a inicios del treinta esto se debió a un mayor aprovechamiento de las capacidades industriales antes usadas de manera deficiente.

Las teorías de las perturbaciones exógenas no observaron detenidamente las consecuencias de las guerras y las crisis o exageraron sus efectos. Los conflictos mundiales tendían a producir mercados boyantes y precios altos para las exportaciones latinoamericanas. Problemas relacionados con la oferta, a medida que las economías en guerra reestructuraban su producción, restringían el acceso a las importaciones. Las depresiones por su parte se caracterizaban por debilitar los precios de las exportaciones y el movimiento hacia un bilateralismo en el comercio internacional que reducía las oportunidades del mercado.

Crisis, Guerra e Industria.-

Anteriormente se creía que las hostilidades en Europa ocasionaron un incremento esencialmente efímero de la producción manufacturera de talleres de trabajo intensivo que no pudieron competir con la industria extranjera una vez recuperadas las relaciones comerciales hacia 1918. Empresas débiles descapitalizadas, no lograron obtener el apoyo eficaz del gobierno. No podían competir con los intereses creados de quienes tenían acceso al poder, como ser los grupos vinculados con el sector de exportación que veían en el proteccionismo un peligro que generaría reacciones adversas en los mercados de ultramar. (Ver ejemplos de México, Argentina, Chile y Brasil 154-156)

La inestabilidad y la falta de liquidez de los bancos fueron otros de los problemas durante los primeros años de la guerra. En varios países los gobiernos aligeraron las cargas fiscales y emprendieron políticas monetarias expansionistas. En otras partes se apelo a la ortodoxia para resolver las crisis. Era improbable que una crisis exterior fomente el crecimiento de una economía carente de capacidad industrial o de estructuras que pudieran sostener la producción. El factor crítico solía ser la respuesta normativa, es decir si se ideaban o no medidas para proteger la industria o para sostener un programa de industrialización. Solo hubo afluencia de inversiones en los sectores donde los fabricantes tenían la confianza de asegurarse el mercado nacional contra la competencia extranjera durante el periodo posterior a la crisis.

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La búsqueda de una política conveniente.-

Durante todo el S. XIX los impuestos sobre el comercio exterior fueron la principal fuentes de ingresos para los estados. Las aduanas aportaban al estado divisas extranjeras basadas en oro. La recaudación de estos impuestos permitía al estado evitar conflictos políticos que determinarían cualquier forma de tributación sobre las clases dominantes.

Dado el incremento de las demandas que debían atender los recursos estatales y las dificultades para obtener préstamos del exterior hubo una tendencia a modificar los derechos de importación. Lo que inevitablemente aumentaba los precios de los artículos importados y aumentando los costos de producción locales. La fabricación local respondió consolidando su participación en el mercado nacional. Con esta expansión se aumento el tamaño del grupo de presión favorable a la industria quien ahora pugnaría ante el gobierno por medidas beneficiosas para la industria.

Durante todo el s. XIX la concesión de subsidios y la renuncia a los derechos sobre las exportaciones siguieron contándose como los métodos preferidos para estimular la industria. La ayuda del estado consistía en garantizar las tasas de beneficios del capital invertido. Garantizar los beneficios era una forma común de promover proyectos ferroviarios. También se empleaban las subvenciones y las primas para fomentar la industria sobre todo en las economías donde el capital escaseaba.

Hacia 1900 los estados presentaban una mayor eficiencia y burocratización, las variaciones de la moneda producían efectos en las economías, influyendo en la inflación y las políticas arancelarias.

La comunidad industrial y la oligarquía dominante

El origen social de los empresarios industriales y otros beneficiarios del proceso de expansión de las actividades manufactureras ocupa un lugar central en el crecimiento industrial hasta 1930. Tradicionalmente se ha clasificado a los fabricantes latinoamericanos como artesanos, pequeños capitalistas, hombres de negocios. Se plantea así, una topología que implica un alto grado de heterogeneidad social. Otro grupo de importante presencia en la industria es el de los inmigrantes (Argentina), que en numerables ocasiones recibían préstamos de sus comunidades o bancos de su país de origen. Junto a la debilidad del capital industrial la heterogeneidad del sector podría explicar la falta de una coherencia en las estrategias de fabricación, la producción artesanal continua siendo uno de los rasgos del sector durante gran parte del S. XIX esta presencia del artesanado menospreciaba la posición social de los empresarios frente a las oligarquías hacendadas. No se veía prestigio en las actividades fabriles sino en las agropecuarias, los empleos en el estado y las profesiones liberales. En las postinearías del siglo XIX debido a la influencia de la inmigración, la producción domestica fue desplazada por el trabajo en las fabricas, aunque la escala de producción siguiera siendo pequeña, hubo un movimiento hacia la fuerza mecánica a fines del siglo. Aunque la desaparición del artesanado estuvo relacionada a la inmigración y a la aparición de un complejo industrial el resultado no fue una ascensión del prestigio social de las actividades productivas. Los empresarios al igual que muchos inmigrantes carecían de influencia política. El aumento de la influencia política de la clase industrial fue un proceso muy paulatino y en él tuvo trascendental importancia la creación de organizaciones y asociaciones, cada vez más numerosas que se convirtieron en verdaderos grupos de presión a favor de los intereses industriales.

Para poder descubrir un proceso de industrialización (que no es lo mismo que una expansión de la base manufacturera) antes de 1930 es necesario descubrir una clase de trabajadores industriales urbanos, muestra de una transformación estructural.

Antes de 1914 pueden identificarse grupos de industriales en varios países. Pero es imposible verlos como importantes agentes de cambios sociales.

¿Industria o Industrialización?

Los decenios anteriores a la depresión de entreguerras fueron testigos de un crecimiento de la industria en todos los países. Un aumento de la producción industrial al mismo tiempo que propugnaban una política que fomentase la fabricación. Antes de 1930 dejan constancia de la escala de actividades industriales. En varios campos los orígenes de la industria moderna se remontan al decenio de 1880, especialmente en Chile y Brasil. Cambios cualitativos de la fabricación nacional también pueden observarse en Argentina y México: en sectores específicos había una participación creciente de la oferta local en el consumo nacional de productos acabados. Antes de la primera guerra mundial también habían aumentado en Perú y Colombia. Una excepción notable era Cuba donde los incrementos de la demanda total y de la modernización infraestructural facilitaron la consolidación del mercado y una creciente demanda de manufacturas que era satisfecha por las importaciones. Que los orígenes de la fabricación moderna pueden fecharse antes del decenio de 1870 es discutible. Igualmente discutible es que la fabricación doméstica y en talleres fuera capaz de transformarse en una industria moderna. Revelan varias características protoindustriales. Sin embargo, la reestructuración de la industria que tuvo lugar durante el segundo decenio del siglo XIX estuvo asociada con la consolidación de una presencia inmigrante y una penetración vigorosa en la fabricación por parte de grupos del sector exportador, tanto nacionales como extranjeros. El problema básico para las formas coloniales de industria no fue tanto que se adoptaran medios mecánicos de producción como la importancia que se daba a la especialización de las tareas y las nuevas formas de organización que se hallan implícitas.

¿Puede observarse un proceso de industrialización antes de 1930 en términos de crecimiento de la industria? Chile se ha afirmado con confianza- que la industrialización realmente tuvo lugar, ayudada por la aparición de programas pragmáticos de

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estímulo de la industria durante finales del siglo XIX y una administración consciente de la demanda en el segundo o el tercer decenio del XX. Mayor es en Brasil. El inicio de la industria en el decenio de 1880; hubo un proceso de profundización sectorial: la fabricación de una amplia variedad de artículos que no eran bienes de consumo perecederos e incluían bienes de capital. Ya muy arraigada en 1930, la producción del país dominaba el mercado nacional en varios sectores y en algunas regiones, Sao Paulo, el sector se encontraba integrado eficazmente en la economía regional. En otras partes no sería apropiado usar el término industrialización en su contexto moderno. A comienzos del decenio de 1920, Argentina poseía el mercado más grande, moderno y dinámico de América Latina. En esta etapa el ritmo de crecimiento de la producción secundaria también era más rápido que el de la producción primaria. A pesar de ello, el proceso de profundización de la industria no había llegado tan legos. Durante 1920 experimentaba tal vez su primera fase sostenida de crecimiento de la fabricación aunque a partir de una base muy baja. Por razones diferentes, el progreso del crecimiento industrial falló en México y Perú durante el período de entreguerras.

Ya no es posible presentar 1930 como punto de partida de la fabricación moderna en América Latina. Aunque el proceso de expansión industrial inducido por las exportaciones tenía unos límites definidos claramente, la fabricación moderna en América Latina data de la fase de crecimiento inducido por las exportaciones, como confirman las diferentes cronologías nacionales de desarrollo hacia afuera. La perturbación de 1930 no inició la fabricación, aunque puede que pusiera en marcha la profundización industrial gracias a que ya existía un avanzado nivel de actividades secundarias en algunos países. La primera guerra mundial quizá constituyó un estimulante de la fabricación más profundo, ya fuese porque la interrupción resultante fue relativamente más profunda en 1914 que en 1930 o porque las medidas tomadas para combatir los problemas inducidos por la contienda sirvieron de modelo para los programas que luego se aplicarían en el decenio de 1930.

El debate en torno a la política gubernamental refuta las afirmaciones simplistas en el sentido de que durante el siglo XIX el continente fue una región de laissez-faire doctrinario y dogmático. Los regímenes procuraron de diversas maneras abrir sus economías a las influencias externas durante el siglo y pico que siguió a la independencia. Los países de América Latina no pueden presentarse como ejemplos de liberalismo económico extraídos de un libro de texto. Los sentimientos liberales raramente se llevaban a la práctica. Ya fuera a causa de la herencia de tradiciones mercantilistas ibéricas o de apremiantes consideraciones fiscales y políticas, la actuación gubernamental era pragmática e intervencionista. Aunque se esté de acuerdo en que la acción oficial estimuló la industria, sigue habiendo polémica en torno a los mecanismos más apropiados que se emplearon. Puede que las medidas indirectas del Estado que produjeron mejoras generales del ambiente económico fuesen más significativas que las medidas específicas con el fin de promover industrias o empresas individuales. La protección arancelaria llama la atención general: los derechos de importación cumplían una función importantísima para la industria. Había actividad manufacturera que se desarrolló sin protección o bajo regímenes arancelarios fiscales neutrales.

La mecánica de la política arancelaria y monetaria, que tal vez las mal preparadas burocracias sólo entendían de modo imperfecto, tuvo menos importancia que cambios posteriores en la economía. Las reformas institucionales que facilitaron la constitución de empresas industriales fueron importantes, también las leyes destinadas a estimular la banca, la provisión de incentivos y subvenciones y la profesionalización general de los servicios que prestaba el Estado, desde la educación hasta la administración. La modernización de la infraestructura fue importantísima, integró y homogeneizó los mercados nacionales. El crecimiento de los servicios hizo bajar los costes de entrada de una industria y permitió a las empresas funcionar con una base de capital más pequeña. En muchos países significó el crecimiento del sector público. Es posible que el crecimiento de la renta fuera el factor más importante entre los que contribuyeron al desarrollo de la fabricación nacional.Antes de 1930 el proceso de expansión industrial en las principales economías latinoamericanas era manifiestamente cíclico. Incompleto. Los períodos de expansión de las exportaciones creaban un ambiente que favorecía el crecimiento de la fabricación. Generaban un incremento de los beneficios y las rentas nacionales. Crecieron los ingresos del gobierno y la escala de las actividades públicas. En todas las economías, salvo en las que exportaban minerales, la demanda de mano de obra aumentó con el crecimiento de las exportaciones: la expansión del sector asalariado supuso la monetización de la economía y la ampliación del mercado. La crisis en el sector exterior daba marcha atrás al crecimiento de la renta y perjudicaba los recursos de que disponía la industria. Sin embargo realzaba la importancia del sector público y de las demandas que se le hacían. La conveniencia política obligó a buscar remedios para la crisis fiscal que impedía una confianza excesiva en normas que se basaban exclusivamente en la reducción de gastos. El resultado era un incremento de los derechos arancelarios que o bien servía para ampliar el alcance de la fabricación nacional o profundizaba la base industrial. La crisis también producía cambios cualitativos y perjudicaba a las unidades más débiles con lo que creaba más espacio en un mercado en contracción para las empresas prósperas. La recuperación y un crecimiento renovado en el sector de exportación favorecieron la consolidación de las empresas supervivientes, que tuvieron que ampliar su capacidad al crecer la demanda nacional, abrigada detrás de barreras arancelarias. Así se creó otro ciclo, una ronda alterna de crecimiento de la producción manufacturera e inversión en la capacidad de producción. Las oportunidades dinámicas en la fabricación despertaron el interés de los capitales nativos, de los inmigrantes y del capital extranjero. Al crecer el sector, los industriales pudieron llamar la atención del gobierno y, junto con otros intereses, presionar para que se tomaran medidas directas con el fin de sostener y promover la fabricación nacional.