scharagrodsky - género, masculinidades y educación física. varones exitosos y varones devaluados

12
7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 1/12 (,ucrpo v cultr¡ru : prítcticas corporales y diversidad / Alfredo Fudan... lct.al.J. ; compilaclo por Angela Aisenstein - la ed. - Buenos Aircs : Libros tlcl Roias. 20(16 328 p. ; 22x15 cm. ISBN 987-1075-56-l l. Ensayo Argentino. I. Aisenstein, Angela, comp. CDD A864 Fecha de catalogación: 221)2/2(ñ6 Universidad de Buenos Aires Centro Cultural Rector Ricardo Rofas Rector: Guillermo Jaim Etcheverry Secretaria de Extensión Universitaria: Patricia Ángel Director del CCRRR: Fabián Lebenglik Coordinador de Publicaciones: Jorge Fondebricler Coordinadora de Deportes: A¡a Lia Gaggianesi Equipo de Publicaciones: Estcban (larcstía, Natalia (l¡lzrin l¡lores, Matías Puzio Diseño de tapa: Analia Roggiano Diseño de interior: Vir¡¡ina Parodi / Danicl Sosa O Libros del Rojas O Los auto¡es Impreso en la Arlientina Hecho el depósito que previene la ley I 1.723 No se permite [a reproducción total o parcial de cste libro. Dl su rl¡rrrt cr¡lnrlcnt0 cn siste ma infomáti co, ni su transmisión en cualquier forma o por cuitl(luicr rtr('(lio, cl('ctr()nlco, nrccÍ,nico, fottropia u otros medios sin el pemiso previo del editor. Guetpo y cultuta: pnácticas cof Pof ales y divers¡dad j @*ikngs"*^"lRg.r" COMPRE EL LIBRO COMPLETO

Upload: andrea-cosetini

Post on 03-Apr-2018

235 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 1/12

(,ucrpo v cultr¡ru : prítcticas corporales y diversidad / Alfredo Fudan...

lct.al.J. ; compilaclo por Angela Aisenstein - la ed. - BuenosAircs : Libros tlcl Roias. 20(16

328 p. ; 22x15 cm.

ISBN 987-1075-56-l

l. Ensayo Argentino. I. Aisenstein, Angela, comp.CDD A864

Fecha de catalogación: 221)2/2(ñ6

Universidad de Buenos AiresCentro Cultural Rector Ricardo Rofas

Rector: Guillermo Jaim EtcheverrySecretaria de Extensión Universitaria: Patricia ÁngelDirector del CCRRR: Fabián LebenglikCoordinador de Publicaciones: Jorge FondebriclerCoordinadora de Deportes: A¡a Lia Gaggianesi

Equipo de Publicaciones: Estcban (larcstía, Natalia (l¡lzrin l¡lores, Matías Puzio

Diseño de tapa: Analia RoggianoDiseño de interior: Vir¡¡ina Parodi / Danicl Sosa

O Libros del RojasO Los auto¡es

Impreso en la ArlientinaHecho el depósito que previene la ley I 1.723No se permite [a reproducción total o parcial de cste libro. Dl su rl¡rrrt cr¡lnrlcnt0 cn siste ma infomático, ni su transmisión en cualquier forma o por cuitl(luicr rtr('(lio, cl('ctr()nlco, nrccÍ,nico, fottropia uotros medios sin el pemiso previo del editor.

Guetpo y cultuta:pnácticas cof Pof ales

y divers¡dad

j

@*ikngs"*^"lRg.r"

COMPRE EL LIBRO COMPLETO

Page 2: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 2/12

Género, masculinidades y educación f ísicayarones exitos0s y varones devaluados

Page 3: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 3/12

lntroducción

Los estudios sobre las masculinidades surgieron hace poco más dedos décadas

^p^rtiltde las problem tizaciones construidas por el femi-

nlsmo y los estudios de género. Las investigaciones sobre las masculi-nldades, introdujeron uno de los supuestos planteados con mayor agu-

dcza por Simone de Beauvoir y lo hicieron suyo. Así como no se nacenrujer sino que se llega sedo, tampoco se nace vatón sino que se llegan sedo. Dicho en otros términos, el varón es tanto un producto socialcomo lo es la mujer.

Diversas investigaciones consideran que la condición masculina es

una construcción cultural que se produce y reproduce socialmente yque no puede ser definida fuera de las condiciones históricas, cultura-lcs, económicas y políticas en que ese sujeto masculino se constituye.(Connell, 1998, 2OOl, Gilmore, 1994, Kimmel, 1997, Morgan 1999,l,omas, 2OO4)

ñ igual que los estudios de género con relación a las identidades

f'cmeninas, los Men's Studies consideran que las identidades masculi-

c

o

s

s

t1651

nas no son innatas o naturales, ni tampoco son esencias que derivan .cle alguna hormona (testosterona) o de cierto órgano sexual (pene o :.testículos) sino que son el efecto de la cultura, del lenguaje, de ciertas :prácticas, de determinados discursos y de relaciones de poder. En ¡r¡tros términos, la masculinidad (como la feminidad) no es una esencia

Page 4: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 4/12

universal c inmodificable sino cl proclucto -nrrrrc¡t ac¡rbadr¡ dc Ia lristr¡riay la cultura; de ciertas instituciones y de clcterminack¡s clis¡rositivos.

Pero no existe una única forma de ser, comportarsc y sentirsecomo varón (y como mujer). Hay una diversidad y una multipliciclaclenoffne de modelos masculinos. Las masculinidades varian según lacultura, la época,la clase social, la etnia,la edad,la orientación sexual,la religión, la identidad profesional, el status socioeconómico, entreotras variables que se entrecruzan y nos constituyen como subjetivida-des generizadas. @adinter, 1993, Kaufmar-., 1997)

En un clásico trabajo, Connell (199j) reconoce la existencia decuatro tipos identificables de masculinidades: la hegemónica,la subor-dinada, la cómplice y la marginal. La masculinidad hegemónica esaquella que se presenta como dominante y que reclama el máximoejercicio del poder y de la autoridad. Es, de hecho, el estereotipo queha predominado en la construcción del patriarcldc Junto a ella coe-xisten otros tipos de masculinidades, que en algunos casos reflejan for-mas de opresión, como por ejemplo la masculinidad subordinada quese sitúa en el extremo opuesto a la hegemónica, puesto que está máscercana a comportamientos atribuidos a las mujeres y que es conside-rada como no legítima por aquélla, como ocurre claramente en el caso

de las identidades gay; o la masculinidad marginal, que se produceentre individuos de grupos sociales o clases que se encuentran en unaclara posición de marginación social. Por último, la masculinidad cóm-plice es la que se obserya en los comportamientos de individuos qu€,sin tener acceso directo al poder y la autoridad, aceptan los beneficiosque se derivan, para los hombres, de la preeminencia social concedi-da al género masculino, aprovechándose del dominio sobre las muje-res obtenido por los detentores de la masculinidad hegemónica.'

La masculinidad hegemónica como un ideal regulativo a alcanzar,fuertemente preformativo, se consti.uye en contraposición a otrasmaneras de 'ser vatón' y desde una oposición -y en algunos casos

rechazo- a las identidades femeninas. De esta manera, la masculinidadhegemónica -que tampoco es monolítica.y está sujeta a cambios y con-tradicciones internas- se produce y reproduce no sólo en oposición alas mujeres, sino también a otras formas posibles de masculinidadesvirtiéndose en un referente simbólico, ético y estético a alcanzat.

Todas estas masculinidades no tienen un carácter fijo o estático,

ft66r ' Un análisis detallado de las diversas masculinidades y sus <linámicas puede verse en RCONNELL, Masculinities. Universiry of California press. Berkeley, 1995.

ttluy l)()r cl llttlr¡trk¡, lrrr¡rlk'irrr ¡roslcklrrcs s<¡cl¡rlcs clin¡i¡nicas y sicln¡rrc

rllr¡rulalrlcs. No sc krgr":tn rlc u¡t¡r vc't y p'¡rla sicm¡lrc. (k¡rrcn cl ricsgotlc lnt¡rugnacirin y subvcrsirin pernrancnte. Hn consecuencia, el margen

¡tnnr cl cambio y la tfirnsfi)rmaci<in dc las masculinidades es muy amplioy¡t quc así como se aprenden y se construyen, también pueden cambiar.

listo último es muy importante en términos educativos ya que niIr¡dos los chicos y/o alumnos (ni las chicas y/o alumnas) son iguales niIrrkrs los caminos de adquisición de dicha condición conducen a unan¡lsma posición con un mismo significado. El proceso de adquisición

tlc la condición masculina, nunca acabada, siempre contradictoria,rclacional, histórica y con múltiples significados se aprende en diver-rus instituciones, entre ellas, la escuela. (|ordan, 1999, Bourdieu,2(X)0, Lomas, 2003)

Es obvio que la institución escolar no es el único espacio social que

nl<¡dela masculinidades. De hecho por diferentes vías (la dinámicalhmiliar, los medios de comunicación, las prácticas deportivas, etc.)Ios niños construyen y reconstruyen patrones de masculinidades que

llevan consigo cuando ingresan a la escuela. Pero en el entramadoescolar se actualizan y teactualizan, se negocian y se resisten continua-rncnte. Qrlarodowski & Scharagrodsky, 2OO5)

Teniendo en cuenta lo anterior, el siguiente artículo plantea la nece-¡¡ldad de incorporar los estudios sobre las masculinidades en el ámbitocscolar identificando ciertas regularidades y tensiones que se producen¿¡ctualmente en la disciplina escolar conocida como Educación Física.

[¿ escuela como espacio de construcción de masculinidades

Tanto el discurso pedagógico moderno como, posteriormente, laconfiguración de los sistemas educativos nacionales no han sido aje-

nos al proceso de construcción de cierto tipo de feminidad y masculi-nidad. Dos modalidades de acciones educativas ierárquicamente dife-

renciadas contribuyeron a definir el destino social para las mujeres ypara los varones. (Subirats, 1988, 1999, Ballarín, 1993, Ball, 1994) Stnembargo, a la h.on de indagar los procesos generizados, la masculin-dad permaneció en gran medida invisibilizada.

Uno de los dispositivos que intervino activamente en el proceso deconstrucción de masculinidades ha sido el currículum. El curriculum

o

l)

t1671

Page 5: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 5/12

es uno clc l<¡s dispositivos quc c()ncentra las conr¡rlcjas rcllrciolrcsentre la cultura y la escuela, entre los saberes y prírcticas s<¡cialnrclrtc

construidas y los contenidos escolares. Impone y al mismo tiempoexcluye prácticas y saberes escolares vinculados con cierto tipo clc

masculinidad y feminidad adecuada, correcta y verdadera.El curiculum transmite un conjunto de tradiciones públicas. Sirr

embargo, ciertas tradiciones son prioritarias en ciertos momentos y

en ciertos lugares y otras son silenciadas, omitidas o excluidas. El

curriculum selecciona y organiza un conjunto de culturas escolares,

aunque mantiene la etiqueta de la distinción ya que jerarquiza unaspor sobre otras.En términos foucaultianos el curiculum dispone un campo de

posibilidades acerca de lo que puede ser dicho y pensado. Asimismo,incluye quién puede hablar, cuándo y con qué autoridad. El curricu-lum como dispositivo lleva un conjunto de significados y ciertas rela-

ciones sociales, por lo tanto, construye tanto la subjetividad como las

relaciones de poder. El cufficulum configura un cierto campo de posi-

bilidades de acción de los suietos y los grupos sociales, determinandoen gfan medida qué es lo que puede decirse, qué especies de hablan-tes pueden decido y para qué tipo de auditorios imaginarios.

En definitiva el dispositivo curicular, ha sido y continúa siendo unfuerte productof de subjetividades generizadas. (Torres, l))4, LopesLouro, 1999, Silva,2O0l) Entre las distintas disciplinas escolares quese destacaron en la construcción de un tipo de específico de masculi-nidad -y feminidad- encontramos a la Educación Física con su enoÍnebateria de prácticas corporales: gimnasia y ejercicios militares, sacutis-

mo, sistema argentino de educación fisica, gimnasia metodizada, dan-

zas folklóricas y deportes.Éstas y otras prácticas corporales contribuyeron muy fuertemente,

durante más de cien años, en el armado de ciertas masculinidades -y

feminidades- excluyendo, silenciado u omitiendo otras formas o altetna-

tivas posibles de vivir y experimentar la masculinidad -y la feminidad-.Específicamente, este proceso aval6 y legitimó un determinado guióngenerizado caracteizado por la binariedad, la jenrquia, la oposición yla heterosexuahdad como los únicos componentes posibles y deseablespan el modelaje de los cuerpos. (Scharagrodslq,,2OO2,2OO4)

Los efectos regulares y reguladores de estas prácticas corporales ins

l¡tl¿tn¡tr ullrt t'lt'rl¡t ('(rn('cl)lu¡tllturckin tle la rlift'rclrcil cor¡roral y scxual.

l)k'h¡t conccl)tulliz¡r('i(ilr dc la clifl'rcncia ¡rosibilito (prc, persistcntc-nrclltc, l<r nrasculino hcgcnr<inic<¡ sc ct¡nvirtier¿ cn norma y guia, juezy pilrtc sobrc ac¡ucllas mujcrcs y aquellos varones (los impostores) que

no ltlcanzabanlos standares aceptados como 'correctos' y 'verdaderos'

n la h<lr¿ de moverse, de saltar, de correr, de ejercitar ciertas partes delcucrpo, de jugar o de practicar determinados deportes.

En los últimos tiempos, se asistió a una cierta critica a las masculi-lllclades hegemónicas junto con una mayor ofefia deportiva dirigida a

las mujeres. Ello matizó y generó ciertas tensiones en la construccióngcnerizada. Las mujeres al tener más opciones -en muchos casos sólol'r¡rmalmente- ala prictica deportiva -siempre bajo pa{ametros mascu-

lln<¡s tuvieron la posibilidad de encontrar nuevos espacios de resisten-cla hasta este momento no alcanzados. Sin embargo, los límites aun-que más difusos y flexibles siguieron marcando la geneización jerar-

tluiztda de los cuerpos. De hecho, los deportes practicados por losvilrones siguen siendo considerados como más importantes en lavidacultural que los practicados por las niñas. Generalmente esto últimocs avalado por los padres.'

Educando a los muchachos a través del movimiento

¿Qué sucede hoy en úa en las clases de Educación Física con relacióna la construcción de las masculinidades? ¿cuáles son los aspectos más esti-

mulados? y ¿cuáles los aspectos más denigrados? ¿qué modelos de mascu-

linidades se configuran a través de las prácticas fisicas, lúdicas y deportiyas?

Los patrones de masculinidad que traen los niños juntamente conlos discursos de la educación fisica escolat, a ttavés de ciertos juegos,

ejercicios fisicos y deportes, siguen teniendo un papel central en lacontribución del atmado de las masculinidades en, por lo menos,cinco aspectos básicos, todos ellos fueftemente interrelacionados: 1)

la masculinidad asociad a a la heterosexualidad, 2) la masculinidad defi-nida por oposición a la feminidad,3)la masculinidad como un organi-zadot de la homofobia, 4) la masculinidad asociada con una ciertajerarqtización del cuerpo del varón y 5) la masculinidad asociada a ununiverso moral y kinético determinado.

c

[1681 jEn general la asistencia por parte de los padres varones es marcadamente predominante [ 169 I

írnte un evento deportivo escolar. Por el contrario, en general son las madres quienes par-ticipan de las reuniones escolares, y asumen responsabilidades educativas en el hogar.

Page 6: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 6/12

l) I^a masculinidad asoclada a la heterosexualidad como la ú,nlca

matriz de deseo posible: "son todos putos'

Uno de los rasgos centrales de la masculinidad moderna es la hete-rosexualidad. La mayor parte de las sociedades patriarcales identificanmascuünidad y heterosexualidad. Aunque históricamente no siemprefue así, los varones actuales son definidos -y se definen- como verda-deros varones frente a 'peügrosos' impostores. Entre ellos se encuen-tran los varones homosexuales, los afeminados y/o los mariquitas.

Como señala Badinter (1993), entre otros autores/as, para hacer valerla identidad masculina, los varones deben convencerse y convencer a

los demás de varios aspectos vinculados con su identidad, entre ellos,que no se es homosexual.

Los niños en las clases de Educación Física a través de las prácticasdeportivas -especialmente el frrtbol- aprenden a reafrmar su identidadmasculina heterosexual como parte de un guión aceptado y naturali-zado. Esto se da a p rtír de un coniunto de símbolos e imágenes quese transmiten, distribuyen y ponen en circulación avalando la idea de

la sexualidad activa, penetrante e impulsiva.De igual mtnera, determinadas microprácticas controlan las emo-

ciones y la sensibilidad de los niños. La expresión de ciertos senti-mientos, el culto a una especie de insensibilidad o dtreza y la homo-fobia son, en mayor o menor medida, productos buscados durante lasprácticas deportivas. Por ejemplo, se admite la amistad entre compa-ñeros, pero muy dificilmente la intimidad ya que el deseo entre hom-bres es inadmisible (Lopes Louro, 1997) o se juzgan como 'desviados'

ciertos contactos corporales entre varones o se denigra con expresio-nes fecurrentes como mariquita, cobarde, amanerado o puto al que nose comporta como un 'verdadero varón'. (Scharagrodsky, 20Ol) Aquíresulta obvia la confusión simbólica con la feminidad como construc-to negativo aI que hay que rechazar.

Toda una bateita de prácticas corporales alertan sobre el peligrode l¿s uniones corporales estrechas entre niños de un mismo sexo.Todo indicio de carga erótica o emoción excesiva entre varones,común en otras épocas, es prescripto. Esta claro que la prohibiciónde la homosexualidad es particulamente importante en las definicio-nes modernas de la masculinidad y las prácticas deportivas han sido

rrrrry clicaccs cll cl l<lgro tlc cstc rt$lctivo. (Mcssllcr, lgt)2, Mitc atr

(ilr¡ril, 1994, Archcttl, 2(X).J)

l,:r dcnigr:rci<in nt¿is conrrin clurantc un partido de fútbol entfe vafo-

Ir(.¡i -no srilo cn cl ítmbito cscolar- cs el ser tildado de 'puto'. Una enor-

rrrc varieclad clc términos amplían la escena masculinizante: 'te la

('(,nrcs', 'les rompimos el culo', 'culo roto', etc' Un menor grado de

tlcrrigración viril se produce con ciertas frases como 'ser cagón o ser

cl hijo de'.r En el caso particulaf del término puto, no sólo se humilla

y sc ofende a quien es designado como tal -en general algún alumno

'lorp€' o que no 'traba fuerte una pelota'-, sino que, al mismo tiempo,rc reafirma que la propia masculinidad (heterosexual) depende de pri-

vitr al otro de la suya. El conquistado, el débil, el que no es un 'hom-

hrc de verdad'hace -o se sospecha que hace- cosas que atentan con-

lnr la'naturaleza' masculina.

Estas escenas desarrolladas con mayof o menor intensidad en las cla-

rcs de Educación Física, insisten fecrurentemente en definir a la homo-

ncxualidad como un desvió 'anormal' de la sexualidad masculina domi-

¡ilnte, y normal, esto es, de la heterosexualidad. Iamirada heterosexual

rlcl mundo "evalúa como noffnal y como natural las relaciones hetero-

rcxuales entfe yafones y mujeres y sanciona, denigfa y estigmatiza cual-

t¡uier otra conducta sexual thomosexual, bisexual, transexual, etc.) conlir etiqueta <le anormal, inmoral o antinatural"' (Lomas, 2OO4, p. 15)

2) I¿ masculinidad definid¿ por oposición al^ feminidad: "te movés

como rüu nena'

Cualquiera sean las variaciones de clase, edad, etnia, orientación

rcxual o religión ser vafón significa no ser como las muieres. Esta

Itoción de antifemineidad está en el conzó¡ de las concepciones con-

tcmporáneas e históricas de la virilidad, de tal fofma que la masculini-

dad se define más por lo que uno no es que por lo que es. (I(immel,

| 997, Barragán Medero, 2OO4)La adquisición de la masculinidad hegemónica (y la mayor parte de

las subordinadas) es un pfoceso a través del cual los varones eliminan

\\

s

o

\,t

l,os cantitos de fr¡tbol o los graffitis son un buen ejemplo de la puesta en circulación de

csos significados. Vef en E. ARCHETTI, "Masculinidades múltiples. El mundo del tango y del

liitlrol én la Argentina", en D. Balderston y D. Guv, (eds.) .'ero 7 Sexualidades en Américattiltna. Paldós, Buenos Aires, 1998, pp. 291-312. P. SCIIARAGRODSKY, "Los graffitis y los t 171 I(,nr.ltitos futboleros platenses: o acerca del proceso de configuración de diversas masculini-

rlircles',. En R¿¿zsta Brasileira cle Ciéncias do Esporte, RBCE, Campinas,Y.24, N' I, setem-

lrrtr de 20O2, pp. 179-197.

I1701

Page 7: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 7/12

todo trn conjunto clc scnsacit¡lres, afl.ctos y ncccsiclatlcs. lisconclcr ysuprimir ciertas sensaciones van construycnckr un tipo clc virilitlacl endonde las cualidacles ligaclas imaginariamente al universo f'cmcnino n<rtienen lugar y son rechazadas. En consecuencia, la iclenticra<J masculi-na nace de cierta renuncia a lo femenino.

En las clases de Educación Física lahuida de lo femenino por panede los varones es una constante. Este proceso se materializa a tavésde determinados, gestos, movimientos corporales, actitudes y, tam_bién, por intermedio del lenguaje. por ejemplo, la formación del carác-ter y del aguantea

son dos aspectos que se consideran esenciales en elámbito deportivo para alcanzar la 'verdadera' masculinidad. No pose-er dichas características ('no bancarsela o no tener aguante') implicaacefcafse al mundo indeseable -e ineficiente desde el punto de vistamotor- de la feminidad.

Al ser masculino se le desafia pemanentemente con un ,demues-

tra que eres un hombre'. son varios los espacios sociales en donde ervarón debe demostrar sef un 'verdadero hombre'. uno de ellos es elespacio deportivo, en especial las pruebas y los torneos. El lenguajeutilizado y las acciones valoradas van fabncartdo sutilmente ,hombre-citos'. sin embargo, en este p'nto merece destacarse que en la mujerlas pruebas

y demostraciones adquieren otro sentido.El cumplir constantemente con las exigencias cre ra mascutnidades tarea arduay a veces casi imposible. unos se mantienen en la luchay se considefan campeones. otros se fetifan a los márgenes de la mas-culinidad y se convierten en perdedores. Los niños que son tímidos,callados, pasivos, que se tocan ,peligrosamente, ciertas partes delcuerpo o que directamente 'no ponen la pierna fuerte' durante un par-tido de fútbol son asociados con lo femenino y generalmente son ridi-culizados. (Scharagrodsky, 2003)

En conse cuencia, confro ntar la masculinidad con la feminidad supo-ne no aceptar los valores que están ligados, sólo imaginariamente, a lo'femenino'

y sobrevalorar los valores que están ligados, sólo imaginaria-mente, a lo 'masculino'. De esta manera, lo que se liga imaginanay sim_

lrolk'¡tlrtclttc cr¡ll cl ulllvcrso 'ln¡tst'ttlllxr' sc ('onvi(:rt(' e.n ll(,nlt¡l (prc

frtz¡¡lt cl rcstr¡ rlc l¡rs lcck¡ncs tlc k¡s <¡lros/as. lil var<in sc convicrte cnrl l'c¡rrcscntantc lr:rtrrnrl, cn cl critcrio dc rcf'erenciaapartir del cual se

Ittklt'a la mayoría clc las mujcrcs y a l<ls varones devaluados.

,f) L¿ masculinidad como r¡n organizador de la homofobia: "miráJorgey Luls... parecen novios"

Sc¡¡ún Michel Kimmel la homofobia es un principio organizador de

nucstra definición cultural de la virilidad. La homofobia es el miedo a(prc otros hombres nos desenmascaren, nos castren, nos revelen a nos-otros mismos y al mundo entero que no alcanzamos los standards,(luc no somos verdaderos hombres. El verdadero temor no es el miedou las mujeres, sino el de ser avergonzados o humillados delante deotros hombres, o de ser dominados por hombres más fuertes.(Klmmel, 1997)

Lo que se denomina masculinidad es a menudo una caricatural(rsca y gfotesca que pfotege y cuida ala mayotia de los rrarones de ser

dcscubiertos como seres débiles e inseguros. En consecuencia, el ver-tladero temof no es tanto el miedo hacia las mujeres sino el temor a

no lograr el ideal viril de los varones hegemónicos. Paradójicamente,cl miedo que es un atributo ligado sólo imaginariamente al universoI'cmenino, parece dominar las definiciones culturales de virilidad:ntiedo o temor a verse como un afeminado.

Uno de los efectos de la homofobia es la ausencia de relaciones ínti-ntas de amistad entre varones. Otro de lo efectos está vinculado con las

tllñcultades que experimentan muchos varones en manifestar afectivi-tlitd, receptividad o necesidad de cuidado y de cariño en un grupo del¡¡uales. I¿ homofobia genera mecanismos que niegan la expresión de losscntimientos entfe \/afones y constituye uno de los principales obstácu-krs para el cambio de las concepciones patriarcales de la masculinidad.

La posibiüdad de que en una clase de Educación Física dos varonessc miren de determinadafortna, se abracen y se toquen de cierta mane-m o más tiempo del que está socialmente permitido, se convierte en uncscenario impensable o con fuertes efectos punitivos. Esto es así ya queh mayoria de los varones están baio el cuidado y persistente escrutiniotlc otros varones y de los docentes. La mirada del otro varón concede

\!

\

t1731

o

t Ag'ont" es un término muy utilizado en la Argentina. En el aguante -según la percepciónmasculina- nunca hay capitulación porque se apuesta, como mínimo, a una ,,victoria moral.,,El aSuante implica siempre, un impulso corporal a resistir, a sentir (y exhibir) un difuso sen-timiento orgulloso. El aguante se mantiene con indepen<Iencia del iiesultado,,final, porquesólo intenta atestiguar lo que ningún desenlace es capaz de acreditar: el ualor. Las muieres,

1172| ]ut -1: y los homosexuales no tienen lugar en é1. il oguont" es rura forma de la guápezay se advierte más en desventajl: desaña a ro que se supone ganador. J. ELBALIM, ;epurrt..para el 'aguante '. La construcción simbólica del cuerpo popular", en Alaba.ces, p. Di Giano,R. y Frydenberg J. (comp) Deporte y Socieclad., ¡u<teta, Bs. As., 1998, pp.237_244.

Page 8: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 8/12

o no conccde la aceptaci<in cn cl reino tlc la virilirl¡r(l 'corrcctir'. l)ichr¡en otros términos, lamayoria de los varones ncccsitan valiclar st¡ horn-bría por medio de la aprobación de otros compañeros varones.

La masculinidad es una aprobación 'homosocial'. En muchas oca-

siones las actividades fisicas, lúdicas y/o deportivas se convierten en

potentes medios para que otros varones admitan y admiren el arqueti-po hegemónico de la virilidad socialmente aceptada y esperable. Noobstante ello, muy pocos varones pueden alcanzat dicho ideal.

La mayoúa de los varones, en una clase de Educación Física, se con-

vierten en verdaderos agentes de policía geneizada sobre el resto desus compañeros, generando efectos cuasi materiales y simbólicossobre la superficie corporal y produciendo una determinada fachadavaronil: caminar de cierta manera, gesticular con ciertas partes delcue{po, mostrar -y altvez ocultar- ciertas zonas corporales, usar deter-minada ropa o moverse con cierto 'estilo'.

Ser fuerte, valiente y estar en control de la situación, son algunosde los requisitos básicos de la masculinidad que entran en juego duran-te las prácticas ñsicas y deportivas. La masculinidad es una empresaque se valida constantemente, y aunque se presente ante mujeres, está

mayormente dirigida a otros hombres, a los contrincantes reales o

potenciales en la competencia por demostrar quién es el más macho.Hay que estar siempre en guardia para no perder o permitir que se noscuestione nuestra masculinidad. Es necesario evitar ser etiquetados enla esfera de los devaluados, de los perdedores o de los menos machos(los que están en los márgenes de la masculinidad y/o se parecen a las

mujeres). (Narodowski & Scharagrodsky, 2005)

4) I¿ mascutinidad asociada con rura cierta jerarquización del cuerpodel varón: 'te voy a romper el culo'

El cuerpo como construcción social y cultural aparece fuertemen-

te modelado por prácticas sociales de distinto tipo, entre ellas, por lasprácticas físicas y/o deportivas. En las clases de Educación Física, elcuerpo se convierte en un teffeno de disputa en el que múltiples sig-

nificados se inscriben sobre é1, configurando una determinada culturasomática. Dicha cultura somática nunca es fija y acabada sino que es

inestable, dinámica y se reactualiza petmanentemente.

Slrr cnrblrrgo, hr su¡rcrllclc tlcl cucr¡ro nr¡ tlcnc cl ¡nisrlr¡ scttticlo y

cl lnlsruo v¡tl<¡r ¡r lit llor¡t tlc ¡xrttcr cll clrculacitin c incardinar ciertosrrlgrtltlcad<ls sr¡brc la canlc. l)ctcrnlinaclas partcs del cuerpo son más

vnklraclas que otrxs. t)etcrminaclos sentidos son jerarquizados por¡obrc otros como, por ejemplo, el olfato que se encuentra en franca

tlccaclcncia. (Laporte, 1989) Al mismo tiempo que ciertas zonas cor'

¡rorales se convierten en lugares vedados o silenciados, otras regiones

t'rlrporales merecen los máximos calificativos, los mayores cuidados ylils mejores presentaciones.

En consecuencia, el cuerpo se construye y modela a partit de cier'tos criterios. Todos ellos atravesados por una lógica jerárquica en la

cual el sistema falologocéntrico establece la predilección de ciertas

f)artes del cuerpo pero dispuestas de una forma determinadt la cara

no muy anrugada,los brazos (más anchos en el varón que en la mujer),

ltm piernas (más robustas en el varón y más delgadas en la mujer), los

renos (turgentes y duros en la mujer y firmes pero poco desarrollados

cn el varón), el abdomen (firme tanto en los varones como en las

mujeres, aunque la 'pancita' en los varones esté más permitida que en

las mujeres), las manos (con más rugosidades y callosidades en elvarón que en la mujer), ciertos músculos (los bíceps más desarrollados

cn el varón y los glúteos más desarrollados en la mujer), etc.Pero otfas regiones del cuerpo aparecen prohibidas o condenadas, a

pesar que se las nombre con cierta frecuencia durante las prácticas fisi-

cas y/o deportivas. El ano es una de estas partes. Este pequeño sector

dcl cuerpo, que se diferencia de los glúteos por escasos centímetros, se

convierte en la zona degradada por excelencia. En general utilizadoc<¡mo insulto o Lmenaza entfe alumnos ('te voy a romper el culo', 'les

ganamos y les rompimos el culo', 'cerrá el orto') se convierte en el lugar-material y simbólico sobre el cual se pone en duda la identidad mascu-

lina hegemónrcay heterosexual. Aquel varónal que le 'rompen el culo'kr castran y lo feminizan. Como señala Acha "como se supone que la

mujer está castrada por su misma condición femenina, para el varón serpenetrado implica la pérdida de las capacidades dominantes del pene.

Ser penetrado equivale a perder el pene. Si el ano de un 'macho' es

penetrado, ese varón es castrado y feminizado". (Acha, 2OOO, p. 5DAl mismo tiempo que la zona anal es denigrada, el pene y la capacidad

cle penetrar se convierten en los aspectos más valorados en la cr¡ltura

s

\

o

o

U

1175 |Ili4l

Page 9: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 9/12

patriarcal. A naclic sc le rrcurrc bud¡rruc clel t¡uc 'ch por el cuk¡', y cl.l c¡rnr-bio 'daclo por el culo' es una injuria vi<>lenta que atcnta contm una clc lascondiciones centrales de la subjetivid¿d moclerna: la conclicií¡n masculi-na heterosexual como la única posible y verdadera. En consecuencia, "elsigno mayor de esta rcg¡onahzación y organtzación corporal está <Jadr¡

por el lugar subordinado y despreciado del ano,'. (Acha, 2OOO, p. 6O)Las ptácticas corporales, durante las clases de educación fisica, no

sólo ejercitan ciertas partes del cuerpo y ciertos músculos instalandociertos significados, sino que al mismo tiempo por ridiculización,negación

uomisión

ejercitan, en forma simbólica, al ano y al penejunto con todo un conjunto de asociaciones no siempre monolíticassino más bien contradictorias sobre sus límites y sus capacidades.

Ejercitar el ano del varón es una prioridad en las clases de EducaciónFísica, annque no apaÍezca explícitamente en ningún dispositivo curri-cular. Forml parte del curriculum oculto. como le dice un alumno aotro en una clase de Educación Física: ,,si no te moves te rompo elculo". Ejemplos de este tipo son comunes y recrurentes en las clases deesta disciplina escolar. Exaltar el pene como lo valioso, lo deseable, lofuerte y lo que penetra y domina, también se convierte en una priori-dad en las clases de Educación Física, aunque rro aparezca explícita-mente

en ningún dispositivo cufficular. Forma parte del curriculumoculto. Como le dice un alumno a otro en una clase: ,,¿vas a jugafl y elotro vafón le contesta: "sí con la mia..." (y se agarra el pene y se lomuestra al compañero)". Nuevamente, ejemplos de este tipo soncomunes y fecuffentes en las clases de esta disciplina escolar.

5) I¿ masculinidad asociada a un univenso moral y kinético determi-nado: "Marcelo... hace un mes que venís a la clase con vaquero ¿quéte pasa?"

La cultura somática producida durante las clases de Educación

Física presenta un universo kinético y moral específico. Del universoinfinito de posiciones, gestos, movimientos y desplazamientos corpo-rales sólo unos pocos se configuran. Lo mismo sucede con el univer-so moral. Del universo infinito de cualidades y atributos morales, sólounos pocos se conflguran. Ambos universos se entfecruzan convirtien-do al cuerpo en un signo social.

l)c cst¡t nlltncr¡r, cn l¡ts t'hsc¡l tlc cch¡caclrin lisica cs c<¡nlrill ollsc:r-vur tlctcrrnirurk¡s ulllve rsr¡s kllr(.tlcos y moralcs que se clif'erencian enliutci<in a la ¡rosicirin jcmrt¡uíct clc c¡uicn la manifiesta. No se muevetlc l¡t misma mancra una masculinidad hegemónica que una subordina-tl¡t, No se ubica en el mismo lugar del campo de juego una masculini-tl:tcl hegemónica que una masculinidad subordinada. No transmite elnrlsmo universo moral (coraje, honor, valentia, tuetza, etc.) una mas-

eulinidad hegemónica que una subordinada.Por ejemplo', ciertos usos, gestos y comportamientos corporales

rcafirman los patrones de las masculinidades hegemónicas y subordi-nadas. Tocarse ciertas partes del cuerpo (en particular los genitales),

¡lmular golpearse (muchos varones hacen como si se golpearan entreellos), insultarse a través de ciertos términos (puto, cagón, no te labancás, etc.), signi-ficar de cierta manera las victorias o las derrotasdeportivas ('ganamos porque tuvimos más gana' o 'ganamos porquetuvimos más aguante'; 'no tienen aguante', 'no se la bancaron', 'laptó-xlma tomen sopa' o 'le rompimos el culo'), van paulatinamente fabri-cando las diversas masculinidades.

Las masculinidades hegemónicas están representadas en las prácti-cas deportivas fundamentalmente, por aquellos varones que son siem-

pre elegidos entre los primeros de cada equipo, que 'van al frente',que son 'técnicamente habilidosos' o simplemente que son 'los más

machos'. Esta masculinidad hegemónica, valota como específicamen-tc masculino el universo moral ligado con la guapeza, la agresividad,la brusquedad, la fortaleza frsica, la valentia, la tuena fisica, la habili-dad, el éxito y menosprecia todo lo que imaginariamente está ligadocon lo femenino. Por el contrario, las masculinidades subordinadasson aquellas que no tienen las cualidades de las masculinidades hege-

mónicas o que no llegan a ciertos standares masculinos. Son los suje-tos frágiles como el gordito que rra al arco de fiitbol, el mariquita queno traba fuerte una pelota o el torpe al que no le sale un movimiento

técnico. (Scharagrodsky, 20O3)Las masculinidades subordinadas al no alcanzat ciertas norfnas mas-

culinas, tienen menos posibilidades de participar durante el juego, de

tocat la pelota, de moverse o de decidir un punto, ya sea por resolu-ción propia, por decisión de sus compañeros más hábiles o más

\

\

o

o

o

\J

\lamayorla de las consideraciones expuestas en este apartado son producto de una inves-

tigación cuyos resultados han sido publicados efl l^ Reuista Apunts. Ver en: P. SCIIARA- I 172 |(}RODSKY, "Entre machos y no tan machos: el caso de la Educación Física EscolarArgentina". En Reuista Apunts, N" 72, 2 trimestre, Institut Nacional d'Educació Física de(;atalunya, Barcelona, 2OO3, pp. 4l-48.

[1761

Page 10: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 10/12

machos () por clccisitin u omisirirt clcl protl'sor. (icrrcnrllllcntc, chlrirlrtclas prácticas deportivas, las masculinidacles suborclinaclas octU)an cspa-cios más reducidos, marginales o periféricos y no ticnen tanto contac-to corporal como el resto de sus compañeros. Las masculinidades deni-gradas pareciera que terminan la ptictica deportiva casi como la empe-zaron: sin transpirar, sin sudoración y con sus ropas prolijamente adap-tadas a sus cueqpos. Todo lo contrario, sucede con las masculinidadeshegemónicas o cómplices. Estas últimas, parecieru que terminan laclase agitados, despeinados, con la vestimenta desalineada, con sudora-ción y con los cachetes de la cal"a colorados. Son las masculinidadeshegemónicas, y no las subordinadas, las que, en general, aI inicio de laptáctica buscan el material, lo agarran, lo manipulan, aún antes de queel profesor inicie la clase. También, son las masculinidades hegemóni-cas las que tienen el control del iuego o de la actividad deportiva, tantoen relación a sus tiempos como alatictica de la actividad.

Las masculinidades hegemónicas atraenmayor tiempo y atención delos docentes, ya sea porque son más tfaviesos e inquietos o porque se

los destaca, especialmente cuando son 'buenos alumnos', por sobresa-lir en algún deporte. Las preguntas y propuestas que demandan mayorelaboración y que establecen relaciones más complejas se dirigen,generalmente, a los varones más

destacados; especialmente cuando seexplican cuestiones relacionadas con la tictica y con la técnica de losjuegos y deportes. Los criterios que se ponderan en las masculinidadeshegemónicas son diferentes a las que se utihzanparalas masculinidadessubordinadas. Todo ello genera en las masculinidades hegemónicasmayores y mejores rendimientos técnicos y tácticos durante un juego odeporte; así como la promoción, muchas veces exacerbada de la com-petencia deportiva. Por último, cuando hay que mostrar algún movi-miento técnico el elegido casi siempre es un varón 'exitoso'.

Pero los pfocesos de construcción de mascuünidades presentanfisuras y resistencias por parte de ciertos varones. Las formas de resis-

tencia de las masculinidades subordinada son variadas: no participan-do de las púcticas deportivas, bien sea alegando seudo-lesiones ydolores ficticios o forzando la situación, sentándose a un costado de lacancha de fiitbol, hablando con el profesor la mayor parte de la clase,moviéndose muy poco o no haciendo nada cuando el profesor no losmira, presentándose recuffentemente con ropa no adecuada para la

¡rt'llvltlatl lisic:t (vitr¡rrcros) o slnruli¡nrkl k¡s clcrclclos rnicnlnts los nl¿¡s

lrtibllcs o nr¡is n'r¿tcltos repltcn y rcpitcn.litr cualc¡uicr cárso, los límitcs quc los compañeros varones y tam-

hliln c¡uc k¡s doccntcs cstipulan para que no se desvíen los niños de

krs 'guiones generizados' son muy claros: mariquita o afeminado para

cl 'fals<l' vatón. Los niños que no se comportan como verdaderos hom-

brcs son úpidamente desacreditados. Generalmente aquellos que se

rcsisten a los mandatos generizados hegemónicos son ridiculizados ye$tigmatizados. No sólo a través del lenguaje sino de determinados

llcstos corporales, especialmente entre los pares de varones.Por último, aunque no fue objeto de análisis del presente ftabajo,clurante las clases de educación fisica entre mujefes, algunos de estos

$spectos también se manifiestan aunque con tonalidades y matices dis-

tlntos, como la compulsión a identificar feminidad 'natural' con hete-

rosexualidad (aunque con otro significado al asignado al varón), cier-

t'¿ catga homofobica hacia los varones, determinada jerurquización delcuerpo de la mujer (distinto al del varón ya que el ano, los glúteos, la

vagina, los senos u otras partes del cuerpo tienen otra proyecciónsemántica) o la feminidad asociada 'naturalmente' a un universo moraly kinético determinado.

Consideraciones finales

lndagar sobre la construcción escolar de la masculinidad se con-

vierte en un tema prioritario para aquellos/as que consideran posibley necesario edificar escenarios educativos de igualdad y, al mismotiempo, de respeto a la diferencia. No sólo a favor de las chicas, sino

también, y muy especialmente L flvof de los chicos, ya que los géne-

ros son relacionales y, en consecuencia, nadie puede comprender la

construcción social de la masculinidad o de la feminidad sin que la unahaga referencil ala otta.

Somos lo que somos no sólo porque nacemos con ciertos órganossexuales, sino también, y sobre todo, porque aprendemos a sef varonesde una determinada manera, en el seno de la familia, en el grupo de

iguales, en el medio fisico y sociocultural y en el ámbito escolar. En este

último espacio social, la Educación Física escolar ha tenido -y aún tiene-

una clara participación en el proceso de geneización de los cuerpos.

!

c

o

\)

[1ie¡

Page 11: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 11/12

Más all¿i dc cicrtas rcsistcncias, contnrrlicciorrcs y ambivalcncias, cnla actualidad las prácticas y los discursos clc la cclucacirin fisica cscr¡-lat, a ttavés de ciertos juegos, ejercicios fisicos y clep<lrtcs, manticncnun 'núcleo duro' de norrnas, valores, atributos, propiedades y manda-tos, que definen a las masculinidades hegemónicas como heterosexua-les, homofobicas, en ftanca oposición al universo femenino, jerarqui-zando ciertas partes del cuerpo y limitando -y alavezpotenciando- undeterminado universo moral y kinético.

A pesar de este escenario injusto e inequitativo, aceptar que lasmasculinidades son heterogéneas, producto de construcciones socia-les complejas y contradictorias resulta especialmente estimulante yaque ello implica que muchas prácticas y discursos, fuertemente arrai-gados en el campo de la educación y de la educación fisica, puedencambiar y se los puede dotar de nuevos sentidos y significados. Asícomo se aprende, también se puede des-aprender que las asimetrías ylos procesos de subordinación no son inevitables ni naturales.

Resignificar al cuerpo y ciertas partes del mismo, a la sexualidad yal deseo, a la lóg¡ca binaia, a la diferenc ia ierarquizada, a la separaciónde actividades por'tener' un órgano sexual, ¿ las emociones y sensacio-nes, a los usos del cuerpo en el espacio y en el tiempo, a los contactoscorporales o a la violencia simbólica, psicológica y

fisica se conviertenen prioridades para la comunidad de profesores y profesoras de educa-ción fisica. Ello redundari en escenarios más justos y equitativos impi-diendo que no sean siempre los mismos alumnos -y alumnas- los quemeten los goles, ni siga habiendo tantos alurnnos -y alumnas- en offside.

Bibliografiacitzda

ACFIA, O., (2000) "La peculiaridad del cuerpo como objeto de lainvestigación histórica: a propósito del ano" en El sexo de la. lsistoria,ed. El Cielo por Asalto, Bs. As., pp. 55-70.

ARCHETTI, E., (1998) "Masculinidades múltiples. El mundo del

t¡lug() y tlel lirtlrr¡l cn la Atgctltltrit", cll l). ll^l,l)lilts'l'()N y l). (;lJY'

(r'rfs.),!c,ru .y ,\t'xttullthtTlltl; lttt Atnórl¡tt Latlna. paicltis, llttcnos Aircs,

¡r¡r. 291-.t I 2.

Alt(;Hlil*f'1, Il., (2(X)3) Mascullniclad'es. Fútbol Tango y Polo en

A4pnttna.Editorial Antropofagia. Bs. As.

IIADINTER, 8., (1993) XY La identidad ftTasculina, ed. Nianza,

Maclrid.

IIALL, S., (1994) "La canera de las mujeres y la política sexista", en

La mlcropolítica d.e Ia escuela. Hacla una teoría de la organización

cscolar, Piados, Barcelona, pp. I9l-2O9.BAIIARIN, P., (1993) "La construcción de un modelo educativo de

'r¡tilidad doméstica"', en Historia de las Muieres, Tomo 8 (dir. G.

l)uby y M. Perrot), Taurus, Madrid, pp.293-305-

BARRAGAN MEDERO, F., (2OO4) "Masculinidades e innovación

educativa: de la homofobia a la ética del cuidado de las personas" en

C. LOMAS (comp.) Los cbicos también lloran' Identidades masculi'

nas, igualdad entre los sexos y coeducación. Paidós, Barcelona' pp.

t47-17t.BOURDIEU, P., (2000) La dominación masculina, ed. Anagrama,

lJarcelona.

CONNELL, R., (1995) Masculinities. Universiry of California Press'

llerkeley.CONNELL, R., (1998) "El imperialismo y el cuerpo de los hom-

bres", en VAIDÉS, T. y J. OIAVARRÍA (eds.) en Masculinidades yequidad de género en América Latina, edic. FLACSO, Santiago, pp.

76-89.ELBAUM, J., G998) "Apuntes pata el'ag:ulnte'. La construcción

simbólica del cuerpo popular", en AIABARCES, P. DI GIANO, R. yFRYDENBERG J. (comp.) Deporte y Sociedad, Eudeba, Bs. As., pp'237-244.

GILMORI, G., (1994) Manbood in tbe making. Cultural concepts

of masculinity,Y^le Univesity Press, New Haven.

JORDAN, E. (l99D "Los niños peloneros y sus fantasías lúdicas' La

construcción de la masculinidad en la temprana edad escolar"' En M.

BEIA,USTEGUIGOITIA y A. MINGO (edits.), Géneros prófugos

Feminismos y Educación. Paidós, México, pp. 225-249.

c

o

U

Irfi It1801

:

Page 12: Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

7/29/2019 Scharagrodsky - Género, masculinidades y Educación Física. Varones exitosos y varones devaluados

http://slidepdf.com/reader/full/scharagrodsky-genero-masculinidades-y-educacion-fisica-varones-exitosos 12/12

lllllliiltltiti

tillt

lillilillill

tiltllll

ltilllltill

tiilt

ltill

lltilt

ililt

lillt

ilililt

tililt

illl

lil{t

lffi1

1iilt

tilili

iltii

llflt

tilt

ililt

lilt

iuit

iill

rill

lilt

iilt

lilt

ilt

i

lll

KAIJFMAN, M., (1997) "Las cxpericncias c<¡ntmclict<¡rias dcl ¡roderentre los hombres", en VALDÉS, T. y J. otAVARRÍ,t (eds.) enMasculinidad/es. Poder y Crisis. Ediciones de la Mujer. N" 24. Isis

Internacional y FIACSO, Santiago, pp. 63-81.

KIMMEL, M., (1997) "Homofobia, temor, vergüenza y silencio en Ia

identidad masculina", en VALDÉS, T. y J. OIAVARRÍA (eds.) en

Masculinidad/es. Poder y Crisis. Ediciones de la Mujer. N" 24. IsisInternacional y FLACSO, Santiago, pp. 4942.

IAPORTE, D., (f989) La bistoria de la mierda, Pre-textos,

Valencia.LOMAS, L., (comp.) (2003) ¿Todos los bombres son iguales?Identidades tnasculin:as y cambios sociales. Paidós, Barcelona.

LOMAS, L., (comp.) (ZOO4) "¿Los chicos no lloran?", en Los cbicostambién lloran. Identidades masculina.s, igualdad entre los sexos ycoeducación. Paidós, Barcelona, pp. 9-32.

LOPES LOURO, G., (1997) "Produciendo sujetos masculinos y cris-tianos", en Veiga Neto (comp.) Crítica post-estructuralista y educa-ción, Laefies, Barcelona, pp. 91-118.

LOPES LOURO, G., (1999) (Comp.) O corpo educado. Pedagogiasda sexualidade. ed. Autentica, Belo Horizonte.

MAC AN GFIAIL, M., (1994) The making of men. Masculinities,sexualities and scbooling, Sage, London.MESSNER, M., (1992) Pouer and play. Sports and tbe problem of

masculinity, Beacon Press, Boston.MORGAN, D. (l99D "Aprender a ser hombre: problemas y contra-

dicciones de la experiencia masculina". En LUCKE, C. (comp.)Feminismos y Pedagogías en la uida cotidiana, Morata, Madrid, pp.tolu-.lt6.

NARODO\TSKI, M. & SCHARAGRODSKY, P., (2005)"Investigación Educativa y Masculinidades: Mis allá del feminismo;más acá de la testostefona". En Reaista Colombiana de Educación,

Centro de Investigaciones llniversidad Pedagógica Nacional ¡o 49,Bogotá.

SCHARAGRODSKY, P. (2001) 'Juntos pero no rel'ueltos: la educa-

ción fisica mixta en clave de género", en Reuista Nómadas N' 14

(construcciones de género y cultura escolar), Departamento de

lrrvr.stlglrc.¡rres l)lllvcrsitli¡d ccntr¿rl, Ikrgrtlri, oolo¡ltbllt, ¡l¡l' 142-15'l'

s(;llAl{A(;ll()l)sKY, l'. (2(X).t) "litltrc tll¡tcllos y no tlln t]lachos: cl

t.¡tstldcl¿tljclucacititlllísicaUsc<¡larArgcntina''.LinRet.llstclAllunts,N.'T2,2trimestrc,lnstitLltNackrnalcl'EclucacióFísicadeCatalunya'llitrccltrna, PP. 4l-4t1.

S(;I{ARAGRODSKY, P' (2OO4) "La Educación Física Escolar

Ar¡lcntina (194O-lg9O)De la fraternidad a la complementariedad"' En

Rct tlsta Antbropologica, Ponrifrcta Universid ad Catóhca del Peru' Año

xxII, N' 22, pp.63-92.

SCHARAGRODSKY,P', (2OO2) "El paclre de la Educación Física

Argentina: Formación de hombres/ Formación de mujeres (1900-

l94O)". E¡ Reuista Uniuersid'ad de Mectettín' N" 74' pp' tO3-125'

SCHARAGRODSKY, P', (2OOZ) "Los graffitis y los cantitos futbole-

ros platenses: o acerca del proceso de configuración de diversas mas-

cutinidades".EnReuistaBrasileirad'eCiénciasd'oEsporte'RBCE'Oampinas, V.24, N' 1, PP' 179'197 '

SILVA, T., (2001) nipacios d'e ld'entid'ad" Una introducción a las

teorías del curriculum, Octaedro' Barcelona'

SUBIRATS, M. y BRULLET, C'' (l9SS) Rosa y Azul: la transmisión

de los géneros en la escuel'a mixta' M'E'C' Instituto de la Mujer'

Madrid.SUBIRATS, nn', (1999) "Género y Escuela" en C' LOMAS (comp')

¿Iguates o d'iferentes? Género, d'iferencia sexu'al' lenguaje y educa'

clón,Paidós, Madrid, PP' f 9-31'

TORRES' J., Q994j El cumiculum oculto' Morata' Madrid'

I

o

ii

[1831

llsrl