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Invertir en SALUD MENTAL

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  • Invertir en

    SALUD MENTAL

  • Esta publicacin ha sido preparada por el Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias, Organizacin Mundial de la Salud,

    Ginebra.

    Para mayor informacin y feedback, contactar el:

    Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias, Organizacin Mundial de la Salud, Av. Appia 20, 1211 Ginebra 27, Suiza

    Tel. +41 22 791 21 11, fax +41 22 791 41 60, Correo electrnico: [email protected], pgina web:

    http://www.who.int/mental_health

    Catalogacin por la Biblioteca de la OMS

    Organizacin Mundial de la Salud.

    Invertir en salud mental.

    1.Trastornos mentales economa 2.Trastornos mentales terapia 3.Servicios de salud mental economa

    4.Costo de la enfermedad 5.Inversiones I.Ttulo.

    ISBN 92 4 356257 6 (Clasicacin NLM: WM 30)

    Organizacin Mundial de la Salud 2004

    Se reservan todos los derechos. Las publicaciones de la Organizacin Mundial de la Salud pueden solicitarse a Comercializacin y

    Difusin, Organizacin Mundial de la Salud, 20 Avenue Appia, 1211 Ginebra 27, Suiza (tel.: +41 22 791 2476; fax: +41 22 791 4857;

    correo electrnico: [email protected]). Las solicitudes de autorizacin para reproducir o traducir las publicaciones de la OMS ya sea

    para la venta o para la distribucin sin nes comerciales deben dirigirse a la Ocina de Publicaciones, a la direccin precitada

    (fax: +41 22 791 4806; correo electrnico: [email protected]).

    Las denominaciones empleadas en esta publicacin y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, por

    parte de la Organizacin Mundial de la Salud, juicio alguno sobre la condicin jurdica de pases, territorios, ciudades o zonas, o de sus

    autoridades, ni respecto del trazado de sus fronteras o lmites. Las lneas discontinuas en los mapas representan de manera aproximada

    fronteras respecto de las cuales puede que no haya pleno acuerdo.

    La mencin de determinadas sociedades mercantiles o de nombres comerciales de ciertos productos no implica que la Organizacin

    Mundial de la Salud los apruebe o recomiende con preferencia a otros anlogos. Salvo error u omisin, las denominaciones de produc-

    tos patentados llevan letra inicial mayscula.

    La Organizacin Mundial de la Salud no garantiza que la informacin contenida en la presente publicacin sea completa y exacta. La

    Organizacin no podr ser considerada responsable de ningn dao causado por la utilizacin de los datos.

    Diseo: Tushita Graphic Vision Srl, CH-1226 Thne, Ginebra

    Fotografa de la portada: Organizacin Mundial de la Salud

    Impreso en Suiza

    Traduccin: Dr. Itzhak Levav

    Revisin y correcciones: Sra. Rosa Seminario y Sra. Elvia Bello

  • Introduccin 3

    Resumen ejecutivo 4

    Qu es salud mental? 7

    La magnitud y la carga de los trastornos mentales 8

    La carga econmica de los trastornos mentales 14

    Promocin de la salud mental: prevencin y manejo de la enfermedad mental 26

    La brecha entre la carga de los trastornos mentales y los recursos asignados 36

    El Programa Mundial de Accin de la OMS 40

    Mucho puede hacerse; el esfuerzo colectivo puede contribuir a mejorar la salud mental 43

    Bibliografa 46

    Para ms informacin 48

    Indice

  • 2Phot

    o:

    WH

    O, P

    . Viro

    t

  • 3La salud mental ha estado oculta tras una cortina de estigma y discriminacin durante largo tiempo. Ha llegado la hora de

    que salga a la luz. La magnitud, el sufrimiento y la carga en trminos de discapacidad y costos para los individuos, las fami-

    lias y las sociedades son abrumadores. En los ltimos aos el mundo se ha tornado ms consciente de la enorme carga y el

    potencial que existe para hacer progresos en salud mental. En efecto, podemos lograr un cambio usando el conocimiento

    que est presto a ser aplicado.

    Necesitamos invertir sustancialmente ms en salud mental - y debemos hacerlo ahora.

    Qu tipos de inversin?

    Inversin nanciera y en recursos humanos. Una proporcin mayor de los presupuestos nacionales debe ser asignada para

    desarrollar una adecuada infraestructura y servicios. Simultneamente, ms recursos humanos son requeridos para proveer

    la atencin y el cuidado que necesitan aquellos que sufren trastornos mentales y para proteger y promover la salud mental.

    Los pases, especialmente aquellos con recursos limitados, necesitan establecer polticas, planes e iniciativas denidas a n de

    promover y apoyar la salud mental.

    Quin debe invertir? Todos nosotros, los que estamos interesados en la salud y el desarrollo de los pueblos y comunidades.

    Esto incluye las organizaciones internacionales, agencias de apoyo al desarrollo, fundaciones y corporaciones, el mundo de

    los negocios y los gobiernos.

    Qu podemos esperar de estas inversiones?

    La provisin de servicios que se requieren hoy y no existen an, atencin y apoyo en proporciones mayores destinados a los

    casi 450 millones de personas que sufren de trastornos mentales comparado con lo que reciben actualmente. Esto implica:

    servicios ms efectivos y humanos, atencin que permita prevenir la discapacidad crnica y la mortalidad prematura; y un

    apoyo que les permita alcanzar una vida ms sana y ms rica - una vida vivida con dignidad.

    Podemos esperar tambin benecios nancieros como resultado de una mayor productividad y costos menores por la enfer-

    medad y el cuidado, admas de ahorros de costos asumidos por otros sectores.

    Esta inversin resultar en individuos y comunidades con mayor capacidad para evitar o afrontar el estrs y conictos que

    son parte de la vida diaria, y, como resultado, llegarn a disfrutar de una mejor calidad de vida y de mejor salud.

    Introduccin por el Director-General

    LEE Jong-wook

  • 4Para todas las personas, la salud mental y fsica y el bienestar social son componentes vitales inextricable-mente ligados. Con el desarrollo del conocimiento acerca de esta interre-lacin, surge ms claramente que la salud mental es crucial para asegurar el bienestar general de los individuos, sociedades y pases. En efecto, la salud mental puede ser denida como el

    estado de bienestar que permite a los individuos realizar sus habilida-des, afrontar el estrs normal de la vida, trabajar de manera productiva y fructfera, y hacer una contribu-cin signicativa a sus comunidades. No obstante, en la mayor parte del mundo, ni remotamente se le atribu-ye a la salud mental y los trastornos mentales la misma importancia que a

    la salud fsica. Por el contrario, la salud mental ha sido objeto de abandono e indiferencia.

    Esta publicacin tiene como propsito guiarle en el descubrimiento de la salud mental as como proporcionarle una mayor comprensin acerca de lo que se puede hacer para promover la salud mental en el mundo y aliviar las cargas y evitar las muertes prematuras causadas por los trastornos menta-les. Cabe recordar que tratamientos efectivos e intervenciones, ambos costo-ecaces, estn ahora disponi-bles. Ha llegado la hora de superar barreras y de trabajar conjuntamente a n de reducir la brecha entre lo que se necesita hacer y lo que realmente se est haciendo, entre la carga de los trastornos mentales y los recursos empleados para hacerles frente. Cerrar la brecha es una clara obligacin no slo para la Organizacin Mundial de la Salud, sino tambin para los gobier-nos, agencias de cooperacin para el desarrollo, fundaciones, instituciones de investigacin y la comunidad del mundo de los negocios.

    Resumen ejecutivo

    La magnitud y la carga del problema

    450 millones de personas sufren de un trastorno mental o de la conducta.

    Alrededor de 1 milln de personas se suicidan cada ao.

    Cuatro de las 6 causas principales de los aos vividos con discapacidad resul-

    tan de trastornos neuropsiquitricos (depresin, trastornos generados por el

    uso de alcohol, esquizofrenia y trastorno bipolar).

    Una de cada cuatro familias tiene por lo menos un miembro afectado por

    un trastorno mental. Los miembros de la familia son frecuentemente los

    cuidadores primarios de las personas con trastornos mentales. La magnitud

    de la carga en la familia es difcil de justipreciar, y por eso es frecuentemente

    ignorada. No obstante, es dable armar que el impacto es importante en la

    calidad de la vida familiar.

    Amn de los costos de salud y sociales, las personas afectadas por trastornos

    mentales son vctimas de violaciones de los derechos humanos, estigma y

    discriminacin, dentro y fuera de las instituciones psiquitricas.

  • 5La carga econmica de los trastornos mentales

    Dada la prevalencia de los problemas de salud mental y de la dependencia de sustancias en adultos y jvenes, no sor-

    prende que exista una enorme carga emocional as como nanciera para los individuos, sus familias y la sociedad en su

    conjunto. Los impactos econmicos de las enfermedades mentales se expresan en la disminucin del ingreso personal,

    en la habilidad de la persona enferma - y, frecuentemente, de sus cuidadores - para trabajar, en la productividad en el

    mbito de trabajo, en la contribucin a la economa nacional, as como en el aumento de la utilizacin de los servicios

    de atencin y apoyo. El costo de los problemas de salud mental en pases desarrollados se estima entre el 3% y el 4%

    del Producto Nacional Bruto. Ms an, las enfermedades mentales cuestan a las economas nacionales varios miles de

    millones de dlares, tanto en trminos de gastos incurridos directamente como en la prdida de la productividad. El

    costo promedio anual, incluyendo costos mdicos, farmacuticos y por discapacidad, para trabajadores afectados por

    depresin puede llegar a ser 4,2 veces ms alto que el incurrido por un asegurado tpico. Afortunadamente, el costo del

    tratamiento se compensa como resultado de la reduccin en el nmero de das de ausentismo y la productividad dismi-

    nuida en el trabajo.

    Aliviando el problema: prevencin, promocin y programas de gestin

    Una combinacin adecuada de programas de tratamiento y prevencin en el campo de la salud mental, en los marcos

    de estrategias pblicas generales, puede evitar aos vividos con discapacidad e, incluso, la muerte prematura, reducir

    el estigma que rodea a las enfermedades mentales, aumentar considerablemente el capital social, ayudar a reducir la

    pobreza y a promover el desarrollo del pas.

    Diversos estudios proveen ejemplos de programas ecaces dirigidos a diferentes grupos de edad - desde la etapa prena-

    tal y la infancia temprana, pasando por la adolescencia y culminando en las edades avanzadas - y a situaciones varias,

    como estrs postraumtico despus de los accidentes, estrs en la vida marital, y depresin o ansiedad como resultado

    de la prdida de trabajo, viudez o adaptacin post-retiro. Estudios adicionales son necesarios en esta rea, particular-

    mente en pases de bajos ingresos. Existen evidencias rmes que muestran que intervenciones exitosas para la esquizo-

    frenia, depresin y otros trastornos mentales no slo existen, sino que son accesibles y costo-ecaces.

    Sin embargo, existe una brecha considerable entre las necesidades de atencin de los trastornos mentales y los recursos

    disponibles. En pases desarrollados, que cuentan con sistemas de atencin bien establecidos, entre el 44% y el 70% de

    las personas con trastornos mentales no reciben tratamiento. En los pases en desarrollo estas cifran son an mucho ms

    sorprendentes y llegan casi al 90%.

  • Invertir en salud mental ahora puede generar enormes benecios en trminos de reduccin de la discapacidad y la pre-vencin de muertes prematuras. Estas prioridades son harto sabidas y los proyectos y actividades que se requieren son claros y posibles. Es ahora nuestra responsabilidad de tornar estas posibilidades en realidad.

    6

    El Programa Mundial de Accin en Salud Mental de la OMS

    Para superar barreras y cerrar la brecha entre los recursos y las necesidades creadas por los trastornos mentales, as

    como para reducir el nmero de aos vividos con discapacidad y muertes asociadas con esos trastornos, la Organizacin

    Mundial de la Salud ha establecido el Programa Mundial de Accin en Salud Mental. Este es parte del esfuerzo ten-

    diente a implementar las recomendaciones del Informe Mundial de la Salud 2001 en materia de salud mental y se basa

    en estrategias destinadas a mejorar la salud mental de los pueblos. A n de implementar estas estrategias, la OMS ha

    lanzado diferentes proyectos y actividades, tales como la Campaa Mundial Contra la Epilepsia, la Campaa Mundial

    de Prevencin del Suicidio, y los destinados a fortalecer las capacidades nacionales para establecer una poltica sobre el

    uso de alcohol, y colaboracin con los pases para desarrollar servicios relacionados con el abuso de alcohol. La OMS se

    encuentra tambin desarrollando directrices para las intervenciones en salud mental en casos de emergencias, y para el

    manejo de la depresin, esquizofrenia, problemas relacionados con el alcohol, uso de drogas, epilepsia y otros trastornos

    neurolgicos. Estos proyectos se insertan en un marco de actividades que incluye: el apoyo a los pases para ejercer el

    monitoreo de sus sistemas de salud mental, la formulacin de polticas, la actualizacin de la legislacin y la reorgani-

    zacin de los servicios. Estos esfuerzos estn por lo general destinados a pases de bajos o medianos ingresos, donde la

    brecha de servicios es mayor.

    Qu es salud mental?

  • 7Salud mental es ms que la mera ausencia de trastornos mentales. La dimensin positiva de la salud mental ha sido subrayada en la denicin de salud de la OMS, tal cual consta en la constitucin misma: La salud es un estado de completo bienestar fsico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfer-medades. Los conceptos de salud mental incluyen bienestar subjetivo, autonoma, competencia, dependen-cia intergeneracional y reconocimiento de la habilidad de realizarse intelectual y emocionalmente. Tambin ha sido denido como un estado de bienestar por medio del cual los individuos reco-nocen sus habilidades, son capaces de hacer frente al estrs normal de la vida, trabajar de forma productiva

    y fructfera, y contribuir a sus comu-nidades. Salud mental se reere a la posibilidad de acrecentar la competen-cia de los individuos y comunidades y permitirles alcanzar sus propios objeti-vos. Salud mental es materia de inte-rs para todos, y no slo para aquellos afectados por un trastorno mental.

    En efecto, los problemas de la salud mental afectan a la sociedad en su totalidad, y no slo a un segmento limitado o aislado de la misma y por lo tanto constituyen un desafo impor-tante para el desarrollo general. No hay grupo humano inmune, empero el riesgo es ms alto en los pobres, los sin techo, el desempleado, en las personas con poco nivel de escolari-dad, las vctimas de la violencia, los

    migrantes y refugiados, las poblacio-nes indgenas, las mujeres maltratadas y el anciano abandonado.

    En todos los individuos, la salud men-tal, la fsica y la social estn ntima-mente imbricadas. Con el creciente conocimiento sobre esta interdepen-dencia, surge de manera ms evidente que la salud mental es un pilar central en el bienestar general de los indivi-duos, sociedades y naciones.

    Desafortunadamente, en la mayor parte del mundo, no se le acuerda a la salud mental y a los trastornos menta-les la misma importancia que a la fsi-ca; en rigor, han sido ms bien objeto de ignorancia o desatencin.

    Se estima que la carga de los trastornos mentales aumentar de manera significativa en los prximos 20 aos:Estamos haciendo lo suficiente para hacer frente a este creciente desafo?

    Qu es salud mental?

  • 8 Los problemas mentales y conductuales en cuanto factores de riesgo en la morbilidad y mortalidad generales

    La magnitud y carga de los trastornos mentales

    Actualmente, cerca de 450 millones de personas estn afectadas por un trastorno mental o de la conducta. De acuerdo con la Carga Global de las Enfermedades 2001 de la OMS, el 33% de los aos vividos con discapa-cidad son causados por los trastornos neuropsiquitricos, amn de un 2,1% debido a lesiones autoinigidas (Ver Fig.1). Solo el trastorno de depresin unipolar causa 12,15% de aos vivi-dos con discapacidad y constituye la tercera causa contribuyente a la carga global de las enfermedades. Cuatro de las seis causas ms frecuentes de aos vividos con discapacidad son la depre-sin, los trastornos debidos al uso de alcohol, la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

    A las condiciones neuropsiquitricas se les imputa el 13% de los aos de vida ajustados por discapacidad, a las lesiones autoinigidas el 3,3% y al VIH/SIDA otro 6% (Fig.2). Estas dos ltimas causas incluyen un componen-te conductual. Cabe sealar que estas cifras, ahora bastante conocidas, se acompaan de un inmenso sufrimien-to humano.

    Ms de 150 millones de personas sufren de depresin en un momento dado;

    Cerca de 1 milln se suicidan cada ao;

    Alrededor de 25 millones de perso-nas sufren de esquizofrenia;

    38 millones estn afectadas por la epilepsia; y

    Ms de 90 millones sufren de tras-tornos causados por el uso de alco-hol y las drogas.

    El nmero de individuos con trastor-nos probablemente aumentar con el envejecimiento de las poblaciones, y como resultado de conictos sociales.

    Esta carga creciente implica un costo enorme en trminos de sufrimiento, discapacidad y miseria.

    Un enorme peso2

    Neoplasmas malignos 5%

    Diabetes 1%

    Otras enfermedades no transmisibles 1%

    Malaria (Paludismo) 3%Enfermedades de la infancia 3%

    Otras enfermedades transmisibles 6%

    Heridas 12%

    Anormalidades congnitas 2%

    Trastornos neuropsiquitricos 13%

    VIH/SIDA 6%Tuberculosis 2%

    Enfermedades diarricas 4%

    Trastornos de los rganos de los sentidos 3%

    Enfermedades cardiovasculares 10%

    Enfermedades del sistema genitourinario 1%

    Enfermedades respiratorias 4%

    Enfermedades del tracto digestivo 3%Enfermedades musculoesqueletales 2%

    Infecciones respiratorias 6%Condiciones maternales 2%

    Condiciones perinatales 7%Deficiencias nutricionales 2%

    Carga de las enfermedades en el mundo: Aos de vida ajustados por discapacidad, 2001

    Fuente: ISM, 2002

    1

    Trastornos neuropsiquitricos

    Otros

    Fuente: ISM, 2002

    33%

    67%

    Aos vividos con discapacidad: Todo el Mundo

  • 9 Los problemas mentales y conductuales en cuanto factores de riesgo en la morbilidad y mortalidad generales

    Es cada vez ms evidente que las fun-ciones mentales estn interconectadas con el funcionamiento fsico y social, y con el estado de salud. Por ejemplo, la depresin constituye un factor de riesgo en el cncer y en los trastornos cardiovasculares. Por otra parte, la adherencia al tratamiento en personas afectadas por un trastorno fsico que adems sufren de depresin, ansiedad y uso de sustancias puede aquear de manera sustancial. Recurdese tambin que ciertas conductas adversas, tales como el fumar y la actividad sexual no protegida, estn ligadas al origen de varios trastornos fsicos tales como el cncer o el VIH/SIDA.

    Segn el Informe sobre la Salud en el Mundo 2002, tres de los 10 factores de riesgo principales imputables a la carga mundial de las enfermedades, eran de naturaleza mental/conductual (sexo no protegido y el uso del tabaco y de alcohol) mientras que otros tres estn signicativamente afectados por factores mentales/conductuales (sobrepeso, alta presin arterial y alto colesterol).

    Phot

    o:

    WH

    O, P

    . Viro

    t

  • 10

    La comorbilidad, que signica la coexistencia en la misma persona de dos o ms trastornos, se ha convertido en un tpico de inters creciente en la atencin de salud. Las investigaciones han mostrado que un nmero de tras-tornos mentales (v.g. depresin, ansie-dad, abuso de sustancias) ocurren en personas que sufren de enfermedades transmisibles y no transmisibles en una proporcin mayor que lo indicado por el azar. Y, como se anotara antes, tambin es frecuente la situacin rec-proca en cuanto hay una mayor tasa de depresin en personas que sufren de una enfermedad fsica. Tambin es de notar que las tasas de suicidio son mayores en estas personas.

    La comorbilidad resulta en un cumpli-miento menor del tratamiento mdico, un aumento en la discapacidad y mortalidad, y mayores erogaciones. No obstante tamaa gravedad, los trastornos comrbidos pasan des-apercibidos y hasta pueden tratarse de manera no apropiada. Una mayor consciencia y comprensin, as como el manejo integral del problema puede aliviar la carga causada por los trastor-nos comrbidos tanto en la persona, su familia, la sociedad toda y en los servicios de salud.

    Los trastornos mentales y las enfermedades mdicas estn interrelacionados

    El tratamiento de la depresin en los casos de comorbilidad con

    enfermedades fsicas puede mejorar la adherencia a las intervencio-

    nes en enfermedades mdicas crnicas.

    Las situaciones de comorbilidad implican la coexistencia en la misma perso-

    na de un trastorno mental, v.g., la depresin, y de una enfermedad fsica,

    como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, trastornos neurolgicos o

    cncer. Cabe hacer notar que en la comorbilidad no se trata de una situacin

    casual ni tampoco de un sentimiento de desmoralizacin o tristeza generado

    por las dicultades creadas por la enfermedad crnica. Mientras que la tasa

    de prevalencia de la depresin mayor en la poblacin general ucta en un

    promedio de 3% a 10%, cuando coexiste una enfermedad fsica crnica esta

    tasa es an ms alta (Fig.3)

    Pacientes con comorbilidad por depresin con menor frecuencia

    cumplen el tratamiento o las recomendaciones mdicas, y estn

    expuestos a un riesgo mayor de discapacidad y mortalidad.

    Por ejemplo, se ha demostrado que pacientes con depresin no cumplen con

    los regmenes de medicamentos en una frecuencia tres veces mayor que los

    pacientes libres de depresin. Tambin existen evidencias que la depresin

    predice la incidencia de problemas cardiacos. En el caso de las enfermeda-

    des infecciosas, la no-adherencia al tratamiento puede acarrear resistencia a

    la medicacin. Esto ltimo tiene implicaciones sanitarias graves por cuanto

    puede eventualmente dar lugar a agentes infecciosos resistentes.

    La depresin que acompaa la enfermedad afecta la calidad de vida y diver-

    sas reas del funcionamiento de los pacientes con enfermedades crnicas.

    Adems, puede generar una mayor utilizacin de los servicios y costos.

    Ensayos clnicos han consistentemente demostrado la ecacia del tratamiento

    antidepresivo en pacientes con comorbilidad por depresin y enfermedad

    mdica crnica. El tratamiento apropiado de la depresin puede favorecer un

    mejor resultado mdico.

  • 11

    0 10 20 30 40 50

    3

    Hipertensin

    Infarto del miocardio

    Epilepsia hasta

    Apopleja

    Diabetes

    Cncer

    VIH/SIDA

    Tuberculosis

    Poblacin general

    Prevalencia de depresin mayor en pacientes con enfermedades fsicas

    hasta un 29%

    hasta un 22%

    hasta un 30%

    hasta un 31%

    hasta un 27%

    hasta un 33%

    hasta un 44%

    hasta un 46%

    un 10%

    Fuente: OMS, 2003. Documento sin publicar

    Phot

    o:

    WH

    O, A

    .S. K

    ocha

    r

  • 12

    Los miembros de la familia son, con frecuencia, los cuidadores primarios de las personas con trastornos mentales. Como tal, ellos proveen apoyo emo-cional e instrumental, y con no menor frecuencia tambin deben afrontar los costos nancieros asociados con el tra-tamiento y la atencin. Se estima que una de cada cuatro familias tiene por lo menos un miembro afectado por un trastorno mental o conductual. Amn de la infelicidad de ver a un miembro afectado, la familia est asimismo expuesta al estigma y a la discrimina-cin. El rechazo por parte de los ami-gos, parientes, vecinos y la comunidad puede acrecentar el sentimiento de

    aislamiento de la familia, resultan-do en una restriccin de actividades sociales, y la imposibilidad de partici-par en las redes sociales normales.

    Los cuidadores no formales requieren ms apoyo. El fracaso de la sociedad en cuanto no reconoce la carga de los trastornos mentales en las familias implica que poco es el apoyo que stas reciben. Los gastos acarreados por el tratamiento de los trastornos mentales son frecuentemente solven-tados por las familias, toda vez que el estado o los seguros de salud no cubren esa atencin sea parcial, sea completamente. La familia tambin

    necesita invertir una cantidad signi-cativa de tiempo para la atencin del miembro afectado. Desafortunada-mente, por la falta de comprensin por parte del grueso de los emplea-dores, y la ausencia de esquemas laborales especiales para enfrentar el problema, a veces les torna difcil a los miembros de la familia conseguir empleo o mantener el empleo actual, o se arriesgan a perder ingresos por ausencias forzadas del trabajo. Esta situacin hace an ms costosos los gastos asociados con el tratamiento y cuidado de la persona con un trastor-no mental.

    La carga de la familia no puede ser ignorada

    Los trastornos mentales constituyen una carga significativa para la familia. La carga de los trastornos mentales va ms all que lo definido por los Aos de Vida Ajustados en funcin de la Discapacidad (AVAD).La magnitud de la carga de los trastornos mentales en los miembros de la familia es difcil de justipreciar, y, por consiguiente, an permanecen ignorados. Empero, ellos generan un impacto significativo en la calidad de vida de la familia.

    Hablar de los trastornos mentales es hablar de estigma y de derechos humanos

    condiciones de higiene y de vivienda pueden llegar a ser subhumanas. Por ejemplo, existe evidencia de ciertos casos de pacientes que han sido ata-dos a troncos, alejados de su comuni-dad durante largos periodos de tiempo y sin alimentos, vivienda o ropas ade-cuadas.

    No distan de ser raros, las hospitali-zaciones y los tratamientos que no cuentan con el consentimiento del paciente. Los aspectos legales y ticos vinculados con ambos son soslayados,

    Las personas con trastornos menta-les con frecuencia sufren un amplio espectro de violaciones de sus dere-chos humanos y de estigma social.

    En muchos pases, esas personas tie-nen acceso limitado a la atencin de salud mental que requieren, dado que no cuentan con servicios en su rea de residencia o porque son escasos en todo el pas. A guisa de ilustracin, el proyecto Atlas de la OMS identic que un 65% de las camas psiquitricas estn en hospitales mentales, cuyas

    condiciones no son satisfactorias. Los lugares de internacin deben trasla-darse del hospital mental a los hos-pitales generales y a los servicios de rehabilitacin comunitarios.

    Las violaciones de los derechos humanos en las instituciones psiquitricas distan de ser infrecuentes

    Muchas instituciones psiquitricas practican una atencin inadecua-da, degradante y hasta daina. Las

  • 13

    Adems del peso social y econmico, las personas que sufren de enfermedades mentales son tambin vctimas de violaciones de los derechos humanos, de estigma y discriminacin.

    Violaciones de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales: la voz del que sufre

    Camas que son jaulas

    Muchas instituciones psiquitricas, hospitales generales e instituciones sociales en ciertos pases continan usando

    camas-jaulas rutinariamente para restringir el movimiento de personas con trastornos mentales y retardo mental. Las

    camas-jaulas pueden tener una red o, en algunos casos, barras metlicas que sirven para inmovilizar al paciente. En

    oportunidades, los pacientes permanecen en estas camas-jaulas por periodos prolongados, hasta aos. Este tipo de

    instrumentos son frecuentemente usados cuando el personal es escaso o est mal capacitado, en otras oportunidades

    se les usa como castigo o como amenaza de castigo. La restriccin del movimiento puede llevar hasta a lceras de

    decbito escaras ; obviamente, el impacto psicolgico es extremo. Las personas han descrito la experiencia como

    emocionalmente devastadora, aterrorizadora, humillante, degradante. (Camas enjauladas -Tratamiento inhumano y

    degradante en cuatro pases que acceden a la Unin Europea, Centro de Abogaca para la Discapacidad, 2003).

    Encadenados y quemados como resultado de un fuego accidental

    Agosto 2001: Veinticinco personas perecieron quemadas en Erwadi, India. Un fuego devastador comenz a las 5 de la

    maana en el asilo. De los 46 pacientes con trastornos mentales, 40 estaban encadenados a sus lechos. Erwadi haba

    sido considerado un lugar sagrado, famoso por su dargah (mausoleo). Durante el curso del tratamiento, las per-

    sonas con trastornos mentales eran frecuentemente apaleadas, azotadas y golpeadas a n de ahuyentar el diablo.

    Durante el da, eran atadas a los rboles con gruesas sogas. Durante la noche, eran encadenadas a sus lechos (www.

    indiatogether.org).

    y evaluaciones independientes res-pecto a la capacidad del paciente son omitidas. Esto signica que las perso-nas pueden ser encerradas por exten-sos periodos, a veces de por vida, a pesar de contar con la capacidad de decidir su destino y de poder vivir en la comunidad.

    Las violaciones tambin tienen lugar fuera de las instituciones: el estigma de la enfermedad mental

    Tanto en pases de altos como de bajos ingresos hay una larga historia

    de estigmatizacin de las personas con trastornos mentales y de sus fami-lias. Esto se traduce en estereotipos negativos, temor, incomodidad, rabia, y rechazo o evitacin. Los mitos y concepciones errados afectan la vida diaria de las personas llevando hasta la discriminacin y la negacin de incluso los ms elementales derechos huma-nos. En todo el mundo, las personas con trastornos mentales enfrentan la negativa de empleo y de oportunida-des de educacin, amn de discrimi-nacin en los sistemas de seguros de

    salud y en los programas de vivienda. En algunos pases el trastorno mental puede ser causa para negar el derecho a votar o para aliarse en asociaciones profesionales. En otros, el matrimonio puede ser anulado si la mujer ha sido afectada por un trastorno. El estigma y la discriminacin pueden, a su vez, afectar la capacidad de la persona para ganar acceso a una atencin apropiada, recuperarse de su enferme-dad e integrarse a la sociedad.

  • 14

    Como se notara antes, en virtud de la alta prevalencia de los trastornos mentales y del abuso de sustancias en adultos y jvenes, la carga emocional y nanciera para el individuo, su fami-

    lia y la sociedad es enorme. El impacto econmico se reeja en el ingreso personal, la capacidad de las personas o sus familias para trabajar y hacer contribuciones productivas a la econo-

    Para justipreciar la carga econmica mensurable, se han transformado en el Cuadro 2 los diversos impactos eco-nmicos en una medida nica organi-

    Cunto cuesta la enfermedad mental?

    La carga econmica de los trastornos mentales

    zada por tipos de costos basados en egresos incurridos o recursos perdidos.

    Una caracterstica importante de los trastornos mentales es que mientras la

    mortalidad es baja, el comienzo de los trastornos ocurre en edades tempra-nas y los costos indirectos derivados de la atencin son altos.

    ma nacional. La utilizacin de los ser-vicios de atencin y apoyo igualmente aumentan (Cuadro 1).

    Cuadro 1. La carga econmica de los trastornos mentales

    Cuadro 2. Tipos de costos mensurables

    Costos de atencin Costos de productividad Otros costos

    Personas afecatadas Tratamiento y pago Discapacidad laboral; Angustia/sufrimiento; de los servicios prdida de ingresos efectos coleterales del tratamiento; suicidio

    Familia y amigos Cuidado no formal Ausencia del trabajo Angustia, aislamiento, estigma

    Empleadores Contribuciones al tratamiento Reduccin y cuidado en la productividad

    Sociedad Oferta de atencin de Reduccin Prdida de vidas; enfermedades salud mental y mdica general en la productividad no tratadas (necesidades no (impuestos/seguro) satisfechas); exclusin social

    Costos de la atencin Otros costos no relacionados con la salud

    Costos directos Tratamiento y pago de los servicios Servicios sociales (pagos) Sistema judicial y carcelario Transporte

    Costos indirectos Costos por morbilidad (valor de la productividad) Valor del tiempo de los (recursos perdidos) Costos por mortalidad cuidadores familiares

  • 15

    Las estimaciones de los costos no estn disponibles para todos los tras-tornos mentales, y ciertamente no lo estn para todos los pases. Los estudios con metodologas ms aca-badas se llevaron a cabo en la Gran Bretaa y los EE.UU. Segn los precios vigentes en 1990, los problemas de salud mental fueron responsables por el 2,5% del Producto Nacional Bruto (PNB) en los EE.UU. (Rice et al., 1990). En los Estados miembros de la Unin Europea el costo de los pro-blemas de salud mental fue estimado entre el 3% y el 4% del PNB (OIT, 2000), de este porcentaje los costos de atencin llegaban a un promedio del 2% del PNB.

    Rice et al., calcularon para los Esta-dos Unidos un costo agregado de US$ 148 000 millones (precios del ao 1990) para todos los trastornos mentales. Uno de los hallazgos ms importantes fue que los costos indi-rectos son parejos o mayores que los costos directos para todos los sectores de salud mental. Los gastos por cuenta de los trastornos menta-les y el abuso de sustancias llegaron a los US$ 85 300 millones en 1997, a saber: US$ 73 400 millones por la enfermedad mental y US$ 11 900 millones por el abuso de sustancias (Mark et al., 2000).

    Para Canad el costo total de toda la carga de los trastornos mentales lleg a por lo menos Can$14 400 millones, a saber: Can$ 8 100 millo-nes en concepto de productividad prdida y Can$ 6 300 millones en concepto de tratamientos (Stephens y Joubert, 2001). Esto hace de los problemas de salud mental una de las condiciones ms onerosas en Canad.

    Patel y Knapp (1997) estimaron el costo agregado de los trastornos mentales en la Gran Bretaa en 32 000 millones de libras esterlinas (a los precios de 1996/97), 45% de los cuales son imputables a la pro-ductividad prdida.

    Cunto cuesta la enfermedad mental?

    Los trastornos mentales imponen una diversidad de costos en los individuos, hogares, empleadores y en la sociedad toda

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  • 16

    Los altos costos de los trastornos mentales comparados con otras condiciones crnicas

    Los problemas de salud mental en la niez generan costos adicionales en los adultos

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    Costos en la adultez de problemas de salud mental en la niezCostos adicionales en las edades 10-27 aos (en libras esterlinas)

    Sistema judicial del crimen

    Beneficios

    Relaciones

    Cuidado social

    Salud

    Education

    Fuente: Knapp 2003

    Problemas ausentes Problemas de conducta Trastornos de conducta

    Los costos de los desrdenes de la niez pueden ser muy altos y perma-necer ocultos. (Knapp et al., 1999). El comienzo precoz del trastorno mental afecta la educacin y la carrera temprana profesional (Kessler et al., 1995). Las consecuencias en la adultez pueden ser enormes si no se proveen intervenciones efectivas (Maughan y

    Rutter, 1998). Knapp muestra en el diagrama 4 que nios con trastornos de conducta generan costos adicio-nales en las edades de 10 a 27 aos. Estos no slo se relacionan con la salud, como sera de esperar, sino con los sistemas de educacin y justicia, lo cual crea riesgos al capital social.

  • incluyendo los altos gastos asociados con condiciones crnicas como psico-sis y neurosis (NHS Executive, 1996, diagrama 5 abajo).

    17

    Un reciente estudio comparativo de la carga de las enfermedades llevado a cabo en el Servicio Nacional de Salud de la Gran Bretaa demostr los cos-tos relativos y absolutos de la atencin en un amplio espectro de trastornos,

    Los altos costos de los trastornos mentales comparados con otras condiciones crnicas

    5

    0 200 400 600 800 1000 1200

    La carga de las enfermedades en el Servicio Nacional de Salud, 1996Libras esterlinas (en millones), 1992/93

    Internacin

    Consultorios externos

    Atencin primaria

    Farmacia

    Servicios comunitarios de salud

    Servicios sociales (adultos)

    Fuente: NHS Executive, 1996

    Psicosis

    Neurosis

    Diabetes

    Cncer de mama

    Enfermedad Cardiaca por Isquemia

    Hipertensin

  • 18

    En muchos pases desarrollados, 35% al 45% del ausentismo laboral es debido a los problemas de salud mental

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    Nmero de pacientes y costo de los principales condiciones crnicas: Estados Unidos

    (En millones)

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    ECC: Enfermedad congestiva cardiaca

    EC: Enfermedad coronaria

    Costo (US$ 000)

    (Nmero de pacientes)

    Fuente: Berto et al., 2000

    Otro estudio reciente (Berto et al., 2000) presenta la prevalencia y el costo total del manejo de enferme-dades tales como Alzheimer, asma, cncer, depresin, osteoporosis, hiper-tensin, y esquizofrenia. Tal como

    se observa en el diagrama 6 para los EE.UU. tres trastornos mentales considerados por Berto et al., la enfer-medad de Alzheimer, la depresin y la esquizofrenia, presentan una alta relacin prevalencia:costo.

  • An ms interesante es considerar enfermedades diversas en trminos del costo promedio por paciente, ver diagrama 7. La enfermedad de Alzhei-mer y la esquizofrenia son dos de las enfermedades ms costosas. El costo promedio por paciente es ms alto que el del cncer y la apopleja.

    19

    En los EE.UU. se ha imputado a la enfermedad mental un 59% de los costos econmicos por prdida de la productividad derivados de lesiones o enfermedades, seguido por el abuso de alcohol, 34% (Rouse, 1995). Un informe de una universidad canadien-se (Universidad de Laval, 2002) revel

    que las ausencias por causas psicolgi-cas aumentaron en un 400% de 1993 a 1999. Una encuesta sobre morbi-lidad psiquitrica en la Gran Bretaa mostr que las personas afectadas por psicosis tomaron licencia en un promedio de 42 das al ao. El mismo estudio revel que las personas con

    En muchos pases desarrollados, 35% al 45% del ausentismo laboral es debido a los problemas de salud mental

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    Costo anual por paciente de algunas condiciones severas: Estados Unidos

    (US$/pacientes/por ao)

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    Fuente: Berto et al., 2000

    ECC: Enfermedad congestiva cardiaca

    EC: Enfermedad coronaria

    dos o ms trastornos neurticos toma-ron licencia un promedio de 28 das al ao comparado con 8 en los que tenan un trastorno neurtico (Patel y Knapp, 1997).

  • 20

    El caso especial de la depresin

    La carga de la depresin esta creciendo; sta afecta tanto la vida laboral

    como la social de los individuos.

    En los EE.UU se ha estimado que del 1,8% al 3,6% de los trabajadores

    sufren de depresin y que estos estn discapacitados en una medida

    doblemente alta respecto a los que no la tienen (Goldberg y Steury, 2001).

    En el 2000, 7,8 millones de canadienses fueron tratados por depresin, lo

    cual representa un aumento del 36% comparado con el ao anterior.

    En una gran compaa nanciera norteamericana, la depresin caus un

    promedio de 44 das de ausencia del trabajo por discapacidad transitoria

    comparada con 42 das por enfermedad cardiaca, 39 das por dolor lum-

    bar, y 21 das por asma (Conti y Burton, 1994). Los estudios sugieren que

    los costos anuales promedio, incluyendo los mdicos, famacuticos y por

    discapacidad, para los trabajadores con depresin llegaran a ser 4,2 veces

    ms altos que los incurridos por un asegurado comn (Birnbaum et al.,

    1999). Cabe destacar que los costos por el tratamiento de la depresin

    se equilibran con la reduccin en das de ausentismo laboral. Tambin es

    importante destacar que los costos incurridos para alcanzar una remisin

    parcial o total de una depresin han disminuido desde 1991 y 1996.

    En sntesis, la carga de la depresin est aumentando pero los costos del

    tratamiento estn bajando mientras que la calidad de la atencin ha estado

    mejorando en el curso del tiempo. Inversiones especcas para prevenir y

    tratar la depresin pueden y deben hacerse tanto en pases en desarrollo

    como en los desarrollados.

    La enfermedad mental afecta el acceso al mercado de trabajo y a la permanencia en el trabajo

    Un estudio reciente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Har-vard examin el impacto de los tras-tornos psiquitricos con relacin a los das de trabajo perdidos (ausentismo) entre diferentes grupos ocupaciona-les en los EE.UU. (Kessler y Frank, 1997). El nmero promedio de das perdidos atribuible a los trastornos citados lleg a los 6 das por mes por cada 100 trabajadores, mientras que el nmero de das de productividad reducida fue de 31 das por mes por cada 100 trabajadores. Aunque el

    Productividad disminuida en el trabajo: incluso cuando un trabajador no toma licencia por enfermedad, los problemas de salud mental pueden causar una reduccin apreciable en el nivel habitual de productividad y rendimiento

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    impacto de das perdidos no diri en las diferentes ocupaciones, el impacto en cuanto a productividad disminuida fue mayor en los trabajadores profe-sionales. Tanto el ausentismo como la productividad disminuida, fueron ms frecuentes en aquellos con trastornos comrbidos que en los que estaban afectados por un solo trastorno. El estudio hizo una estimacin anuali-zada al nivel nacional de los EE.UU.; sta lleg a ms de 4 millones de das de trabajo perdidos y a 20 millones de das de productividad disminuida.

  • 21

    El caso especial de la depresin

    La carga de la depresin esta creciendo; sta afecta tanto la vida laboral

    como la social de los individuos.

    En los EE.UU se ha estimado que del 1,8% al 3,6% de los trabajadores

    sufren de depresin y que estos estn discapacitados en una medida

    doblemente alta respecto a los que no la tienen (Goldberg y Steury, 2001).

    En el 2000, 7,8 millones de canadienses fueron tratados por depresin, lo

    cual representa un aumento del 36% comparado con el ao anterior.

    En una gran compaa nanciera norteamericana, la depresin caus un

    promedio de 44 das de ausencia del trabajo por discapacidad transitoria

    comparada con 42 das por enfermedad cardiaca, 39 das por dolor lum-

    bar, y 21 das por asma (Conti y Burton, 1994). Los estudios sugieren que

    los costos anuales promedio, incluyendo los mdicos, famacuticos y por

    discapacidad, para los trabajadores con depresin llegaran a ser 4,2 veces

    ms altos que los incurridos por un asegurado comn (Birnbaum et al.,

    1999). Cabe destacar que los costos por el tratamiento de la depresin

    se equilibran con la reduccin en das de ausentismo laboral. Tambin es

    importante destacar que los costos incurridos para alcanzar una remisin

    parcial o total de una depresin han disminuido desde 1991 y 1996.

    En sntesis, la carga de la depresin est aumentando pero los costos del

    tratamiento estn bajando mientras que la calidad de la atencin ha estado

    mejorando en el curso del tiempo. Inversiones especcas para prevenir y

    tratar la depresin pueden y deben hacerse tanto en pases en desarrollo

    como en los desarrollados.

    La enfermedad mental afecta el acceso al mercado de trabajo y a la permanencia en el trabajo

    En los EE.UU. 5-6 millones de traba-jadores entre las edades de 16 a 54 aos pierden, no buscan, o no pueden encontrar empleo como consecuencia de la enfermedad mental. Entre los que no logran conseguir trabajo, se ha estimado que la enfermedad mental disminuye el ingreso anual de US$ 3500 a US$ 6000 (Marcotte y Wilcox-Gok, 2001).

    En la Gran Bretaa, una encuesta reali-zada en 1995 revel que la mitad de las personas con psicosis fueron clasica-das como permanentemente imposibi-litadas para trabajar, un quinto de ellas estaban empleadas y 1 de 8 estaba desempleada (Patel y Knapp, 1997).

    Los individuos afectados por trastornos comrbidos (fsicos y mentales) tie-nen regularmente tasas ms bajas de empleo que las personas afectadas por un solo trastorno fsico. En diferentes encuestas, aproximadamente un 20% menos de personas con un trastorno fsico y psiquitrico simultneo infor-maron estar empleadas, en contraste con las afectadas por un solo trastorno

    fsico (McAlpine y Warner, 2002).

  • 22

    La carga del abuso de sustancias

    76,3 millones de personas son diag-nosticadas como afectadas por un trastorno causado por el alcohol;

    Por lo menos 15,3 millones de per-sonas estn afectadas por trastornos relacionados con el uso de drogas;

    Entre 5-10 millones de personas se inyectan drogas;

    5%-10% de todas las nuevas infec-ciones por VIH en el mundo resultan por drogas inyectadas;

    Ms de 1,8 millones de muertes en el ao 2000 se atribuyeron a riesgos relacionados con el alcohol;

    205 000 muertes en el ao 2000 fueron atribuidas al uso ilcito de drogas (Diagrama 8);

    El gobierno, los que abusan de dro-gas y sus familias costean la mayor parte de la carga econmica del abuso de drogas;

    Por cada dlar invertido en el trata-miento del drogadicto, se ahorran siete en costos sociales y de salud.

    El abuso de alcohol y otras sustancias contina siendo uno de los problemas ms serios de la salud pblica en pa-ses desarrollados y en desarrollo. El 4% de las cifras mundiales de la carga de la enfermedad se imputaron al alcohol en el ao 2000.

    En Amrica latina, el alcohol fue el ms importante factor de riesgo de la carga global de las enfermedades en el ao 2000. De las 246 000 muertes estimadas que fueron relacionadas con el alcohol, alrededor de 61 000 fueron causadas por lesiones intencionales y no intencionales (OMS, 2002), todas las cuales podran haber sido preve-nidas. El abuso de alcohol es tambin responsable de trastornos neuropsi-quitricos, violencia domstica, abuso y abandono de los nios, y productivi-dad laboral disminuida.

    En Sudfrica, del 25% al 30% de las admisiones en los hospitales gene-rales estn directa o indirectamente relacionadas con el abuso de alcohol (Albertyn y McCann, 1993), y del 60% al 75% de admisiones en centros especializados de tratamiento son por

    problemas relacionados con el alcohol y la dependencia. Cerca del 80% de las personas vctimas de asaltos fsicos (hombres y mujeres) que se presen-taban a una unidad de traumatologa en la Ciudad del Cabo estaban bajo la inuencia de alcohol o fueron lesio-nados como resultado de violencia relacionada con el alcohol (Steyn, 1996). La mayora de las vctimas de accidentes relacionados con las vas frreas, accidentes de trnsito pea-tones y conductores tenan niveles de alcohol en la sangre que excedan los limites normales (Van Kralingen et al., 1991). El sndrome alcohlico fetal es la causa ms frecuente de disca-pacidad en el pas (Departamento de Comercio e Industria, 1997).

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    Muertes en el ao 2000 atribuidas al uso ilcito de drogas y alcohol

    Mortalidad elevadaen pases en va de desarrollo

    Mortalidad bajaen pases en va de desarrollo

    Pases desarrollados

    Alcohol

    Drogasilcitas

    Nmero de muertes (000) Fuente: OMS, 2002

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    Costo del abuso de alcohol en los EE.UU, en miles de millones de dlares, 1998

    Prdida de productividad

    Atencin de salud

    Accidentesautomovilsticos

    Sistema judicial

    Fuente: Harwood, 2000

    En Asia, el abuso de sustancias est considerado como la causa principal en el 18% de los casos que presentan problemas en el mbito de trabajo (EAP, 2002). En Tailandia, el por-centaje de personas de 12-65 aos de edad que abusan de sustancias ucta del 8,6% al 25% segn la regin del pas, con el porcentaje ms alto en la regin nordeste. En Nueva Zelandia (con una poblacin de 3,4 millones de personas) la prdida de productividad por causa de alcohol fue estimada en US$ 57 millones por ao (Jones et al., 1995).

    En los EE.UU. los costos totales por el abuso de alcohol fueron estimados en US$ 185 000 millones en 1998 (Harwood, 2000). Ms del 70% de este costo fue atribuido a productivi-dad prdida (US$ 134 200 millones), incluyendo prdidas por enfermeda-des relacionadas con el alcohol (US$ 87 600 millones), muertes prematuras (US$ 36 500 millones) y crmenes (US$10 100 millones). Los gastos por la atencin de salud alcanzaron US$ 26 300 millones de los cuales US$ 7500 millones se invirtieron en el tratamiento del abuso de alcohol y dependencia y US$ 18 900 millones en el tratamiento de las consecuencias adversas del consumo de alcohol. Otros costos estimados incluyen daos a la propiedad y administrativos, como resultado de accidentes automovils-ticos (US$ 15 700 millones) y costos del sistema judicial por crmenes rela-

    cionados con el alcohol (US$ 6300 millones) Diagrama 9.

    En Gran Bretaa, alrededor de 150 000 personas son admitidas en hospitales anualmente debido a acci-dentes y enfermedades relacionadas con el alcohol. El alcohol esta asociado con cerca de 22 000 muertes por ao. La muerte por cirrosis heptica se ha casi doblado en la ultima dcada. Un reciente informe del Gobierno muestra que el abuso de alcohol cuesta al pas por lo menos 20 000 millones de libras esterlinas por ao.

    El estudio mostr que 17 millones de das laborales se pierden anualmente por el estado post-ingesta y enferme-dades relacionadas con el alcohol. Esto signica un costo de 6400 millones de libras esterlinas. Uno de cada 26 das-cama del Servicio Nacional de Salud corresponde a personas con enfermedades relacionadas con el alcohol, ocasionando un costo anual al contribuyente de 1700 millones de libras esterlinas. El costo vinculado con crmenes relacionados con el alcohol es de 7300 millones de libras esterlinas mientras que el costo social llega a los 6000 millones.

  • 24

    Hablar de los trastornos mentales signica hablar de la pobreza: ambos estn encerrados en un circulo vicioso

    10

    Excesivo consumo de alcohol y dao a la salud familiar

    Consumo

    excesivo

    de alcohol

    Ms dinero es gastado en alcohol

    Menos ingresos, ms prestamos

    Enfermedad, ausentismo laboral, prdida del empleo

    Crmenes menores

    Accidentes y lesiones

    Juegos de azar

    Menos alimentacin, menos educacin

    Condiciones de vida deterioradas

    Esposa e hijos deben trabajar

    Menos atencin de salud

    Estigma social

    Problemas

    financieros

    Salud de los miembros de la familia

    Mala nutricin

    Infecciones como TB y parasitarias

    Crecimiento retrasado de los hijos

    Por consiguiente, es dable concluir que las enfermedades relacionadas con el alcohol y el abuso de sustan-cias constituyen un serio problema de salud pblica. Ellas afectan el desarro-llo del capital humano y social, crean-

    do no slo costos econmicos para la sociedad, incluso para el sistema de salud, sino tambin un costo social en trminos de lesiones, violencia y cri-men. Tambin afectan el bienestar de futuras generaciones (Diagrama 10).

  • 25

    En tanto que los trastornos mentales generan costos por concepto de trata-mientos de largo alcance y de producti-vidad perdida, se puede argir que esos trastornos contribuyen considerable-mente a la pobreza. Al mismo tiempo, la inseguridad, un bajo nivel educacio-nal, la vivienda inadecuada y la sub-nutricin han sido reconocidos como factores asociados con los trastornos mentales comunes. Existe evidencia cientca que la depresin prevalece de 1,5 a 2 veces ms entre las personas de bajos ingresos de la poblacin. La pobreza puede entonces considerarse un determinante importante de los trastornos mentales, y viceversa. De tal manera que ambos aparecen unidos en un crculo vicioso (Diagrama 11) afec-tando diversas dimensiones del desarro-llo individual y social.

    Trabajo

    Las personas desempleadas y aque-llas que no logran empleo tienen ms sntomas depresivos que las que encuentran trabajo (Bolton y Oakley, 1987; Kessler et al., 1989; Simon et al., 2000). Ms an, las personas con empleo que perdieron su trabajo tie-nen un riesgo doble de estar deprimi-das que las que mantienen su empleo (Dooley et al., 1994).

    Educacin

    Varios estudios han demostrado una asociacin signicativa entre la preva-

    lencia de trastornos mentales comu-nes y el bajo nivel educacional (Patel y Kleinman, 2003). Ms an, un bajo nivel de educacin diculta el acceso a la mayora de trabajos profesionales, aumenta la vulnerabilidad e inseguri-dad y contribuye al mantenimiento de un capital social disminuido. El analfa-betismo o el escaso nivel educacional y la enfermedad estn ntimamente ligados en el mbito de la pobreza.

    Violencia y trauma

    En comunidades afectadas por la pobreza, la violencia y el abuso no son infrecuentes. Ellas afectan el bienestar mental general y pueden inducir tras-tornos mentales en los ms vulnerables.

    En ausencia de inversiones bien diri-gidas y estructuradas en salud mental el crculo vicioso de la pobreza y los trastornos mentales ser perpetuado. Esto impedir el alivio de la pobreza y el desarrollo.

    Hablar de los trastornos mentales signica hablar de la pobreza: ambos estn encerrados en un circulo vicioso

    11

    Pobreza y trastornos mentales: un crculo vicioso

    SuicidioAlcohol

    DepresinAbuso de sustancias

    Problemas de desarrollo en nios/adolescentes Estrs postraumtico

    Pobreza

    Trastornos fsicos

    Trastornos mentales

    Violencia y trauma

  • 26

    A n de reducir el aumento creciente de la carga de los trastornos mentales y evitar los aos de vida con disca-pacidad o la muerte prematura, debe darse prioridad a la prevencin y pro-mocin en salud mental. Estrategias preventivas y de promocin pueden ser usadas por clnicos con relacin a pacientes individuales, y por planica-dores de programas de salud pblica en relacin con grupos de poblacio-

    Dentro del espectro de intervencio-nes de salud mental, la promocin y la prevencin son posibles y ambas cuentan con bases cientcas. Ambas estn sostenidas por un cuerpo de conocimiento creciente que proviene de disciplinas diversas como la psico-

    patologa del desarrollo, la psicobiolo-ga, la prevencin y las ciencias de la promocin de la salud (OMS, 2002). Los programas de promocin y pre-vencin han demostrado redituar aho-rros econmicos a la sociedad (Rutz et al., 1992).

    nes. La integracin de la prevencin y la promocin en salud mental dentro de las estrategias de salud pblica permitirn evitar muertes prematuras, disminuir el estigma que rodea a las personas con trastornos mentales y mejorar el ambiente econmico y social.

    Es posible promover la salud mental y prevenir los trastornos mentales?

    Promocin de la salud mental; prevencin y manejo de la enfermedad mental

    Promocin de la salud mental

  • 27

    Mucho puede hacerse para reducir la carga de los trastornos mentales, evitar las muertes prematuras y promover la salud mental en el mundo.

    Promocin de la salud mental

    La promocin de la salud es el proceso que facilita instrumentos a la gente para ganar el control sobre su salud y mejorarla (OMS, 1986). Por lo tanto, est ms vinculada con el mejoramien-to de la calidad de vida y el potencial para ganar una mejor salud, que slo con una disminucin de sntomas (Secker, 1998). Los factores psicoso-ciales que inuyen en un nmero de conductas de la salud (v.g. dieta ade-cuada, ejercicio fsico, no fumar, evitar el uso excesivo de alcohol y prcticas sexuales de riesgo) tienen un amplio espectro de efectos en la salud (OMS, 2002).

    Un creciente conjunto de evidencias transculturales seala que varios fac-

    tores psicolgicos, sociales y conduc-tuales pueden proteger la salud y dar apoyo a una salud mental positiva. Dicha proteccin facilita la resistencia a las enfermedades, minimiza y retar-da la aparicin de discapacidades y promueve un restablecimiento ms rpido de las enfermedades (OMS, 2002). Los estudios siguientes son una ilustracin de ello. El amamantamiento (fomentado por la iniciativa conjun-ta OMS/UNICEF y que es conocida como Iniciativa del Hospital Amigo del Beb, Naylor, 2001) mejora el vnculo y el apego entre los infantes y sus madres, y contribuye de manera signicativa a un mejor desarrollo. Las intervenciones de promocin en

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    . Viro

    t

    las escuelas aumentan la autoestima, las habilidades de la vida, la conducta pro-social, el rendimiento escolar y el ambiente social.

    Entre otros factores psicosociales ligados a la proteccin de la salud y la promocin en adultos guran el vncu-lo seguro y rme, una visin optimista de la vida y un sentido de propsito y direccin, estrategias efectivas para hacer frente a los desafos, un control consciente de los acontecimientos de la vida, relaciones emocionales gra-ticadoras, expresin de emociones positivas e integracin social.

  • 28

    Cundo deben comenzar las intervenciones de prevencin de los trastornos mentales?

    Las visitas de enfermeras y de agentes comunitarios a las madres embaraza-das y despus del nacimiento, a n de prevenir un cuidado no adecuado del nio, el abuso, problemas psicolgicos y conductuales en los nios y la depre-sin postnatal en las madres, han probado ser extremadamente ecaces si son sostenidas (Olds et al,. 1988). Ensear a las madres el monitoreo temprano del crecimiento y el desa-rrollo de bebes de bajo peso, junto con adecuados consejos a las madres,

    puede prevenir un desarrollo intelec-tual disminuido (Programa de Salud y Desarrollo Infantil, 1990). Los progra-mas de estimulacin temprana dan la posibilidad a las madres de prevenir el desarrollo lento frecuentemente observado en infantes a pre-trmino y mejorar el crecimiento y la conduc-ta de esos nios (OMS, 1998). Esos programas pueden tambin reducir el nmero de das en el hospital (Field et al., 1986) y resultar en ahorros eco-nmicos. Tambin se ha encontrado

    que los suplementos nutricionales son tiles para prevenir el dao neuropsi-quitrico. Por ejemplo, el suplemento de yodo en el agua o la sal (tal como lo recomienda la OMS, 1996; 2001) puede ayudar a prevenir el cretinismo y otros trastornos por deciencia de yodo (Sood et al., 1997; Mubbashar, 1999). Ms an, puede tener un efec-to positivo en el nivel de inteligencia de poblaciones aparentemente sanas que residen en reas con deciencia de yodo (Bleichrodt y Born, 1994).

    Las intervenciones preventivas redu-cen la depresin y los sentimientos de desesperanza, agresin y conductas delictivas, as como el uso del tabaco, alcohol y drogas y esto de manera sostenida (Schweinhart y Weikart, 1992; OMS, 1993; Bruene-Butler et al., 1997; Shochet et al., 2001).

    Se ha mostrado que la capacitacin de maestros y padres mejora la deteccin de problemas y facilita las intervencio-nes indicadas.

    Las estrategias preventivas son tiles durante la infancia y la adolescencia

    Ms vale prevenir que curar

  • 29

    Ms vale prevenir que curar

    Intervenciones psicosociales, como la terapia cognitiva-conductual y las intervenciones de grupo con base familiar para nios de alto riesgo previenen el desarrollo de trastornos de ansiedad (Dadds et al., 1997) y reducen los sntomas depresivos y los problemas de conducta (Jaycox et al., 1994). La depresin en la adolescen-cia tiene un alto riesgo de recurrencia en las edades adultas y est tambin asociada con el riesgo de desarrollar problemas de la personalidad o de

    conducta. Es posible prevenir la mayo-ra de suicidios e intentos de suicidio entre los escolares mediante un amplio programa escolar de prevencin, que incluya modicaciones apropiadas de la poltica escolar, capacitacin de los maestros, educacin de los padres, manejo del estrs y una serie de apti-tudes para la vida junto con la intro-duccin de una clula de crisis en cada escuela (Zenere y Lazarus, 1997).

    Vel

    iana

    , 6 y

    ears

    old

    , Bul

    garia

  • 30

    Existe considerable evidencia que estrategias preventivas mejoran el funcionamiento marital, la vida de relacin y ocupacional. Es posible disminuir disfunciones en la comu-nicacin de la pareja, dicultades en la vida sexual, el divorcio y el abuso infantil en parejas jvenes mediante la educacin y el desarrollo de habi-lidades (Renick et al., 1992; Cowan y Cowan, 1992). Los programas dirigidos a aumentar la capacidad de afrontar la viudez y el duelo reduciran los sntomas depresivos y facilitaran una mejor adaptacin (Vachon et al., 1980). Anlogamente, los estudios han demostrado que la capacitacin en el manejo del estrs en el mbito ocupacional para personal en riesgo (v.g. enfermeras, conductores de autobuses, maestros y trabajadores manuales) puede ser muy til. Tam-bin se ha visto que trabajadores que retornaron al trabajo depus de haber recibido apoyo, afrontaron mejor las situaciones, tuvieron menos sntomas depresivos y lograron conseguir mejo-res trabajos (Vinokur et al., 1992). El retorno al trabajo as como la prdida del empleo pueden causar depresin, ansiedad y muchos otros problemas tales como alcoholismo, estrs en la vida de pareja y abuso infantil, e, incluso, pueden llevar al suicidio.

    Se ha encontrado que el consejo del mdico y otras formas breves de inter-vencin son efectivos en la reduccin del abuso de alcohol (Babor y Grant, 1992). Intervenciones breves han sido ensayadas para reducir el uso del cigarrillo (Kottke et al., 1988). Las estrategias para prevenir el abuso de alcohol y otras sustancias por medio de campaas masivas, incluyendo el uso de etiquetas advirtiendo acerca de los riesgos de alcohol, han sido exi-tosas para aumentar la toma de con-ciencia del problema (MacKinnon et al., 2000). Igualmente, intervenciones comunitarias destinadas a las mujeres que incluyen coaliciones comunitarias, grupos de trabajo y de apoyo ayudan a reducir el hbito de fumar (Secker-Walker et al., 2000).

    El uso del casco protector cuando se monta en bicicleta reduce sustan-cialmente el riesgo de traumatismos cerebrales que pueden causar disca-pacidad neurolgica y mental (Came-ron et al., 1994). Programas breves cognitivo-conductuales para las vc-timas de accidentes automovilsticos o laborales (Fecteau y Nicki, 1999; Bryant et al., 1998) son benecio-sos en la prevencin y el manejo del estrs postraumtico.

    Prevencin de la conducta suicida Cmo puede la prevencin ayudar a adultos y ancianos?

  • 31

    La prevencin de la conducta suicida (el intento y el suicidio consumado) implica una serie de desafos en el nivel de la salud pblica. Por un lado, es importante destacar que las edades de las personas en riesgo se extienden desde la adolescencia temprana hasta la edad avanzada. Por el otro, el ries-go suicida vara grandemente segn los factores demogrcos y culturales (entre ellos, la edad, el gnero, la religin, el nivel socioeconmico) y el estado mental. Asimismo, esta inuido por la disponibilidad de los mtodos usados para consumar esa conducta.

    Esta diversidad de factores hace nece-saria la integracin de diferentes enfo-ques en el nivel poblacional, con el n de lograr importantes resultados.

    De acuerdo con la mejor evidencia disponible (OMS, 1998), las siguientes intervenciones han demostrado su ecacia en la prevencin de algunas formas de conductas suicidas :

    El control de la disponibilidad de sustancias txicas (en especial, pes-ticidas en reas rurales) de algunos pases asiticos;

    Detoxicacin del gas domstico y del automvil;

    El tratamiento de personas con tras-tornos mentales (en especial, depre-sin, alcoholismo y esquizofrenia);

    Reduccin del acceso a armas de fuego; y

    Moderacin en los artculos periods-ticos que informan sobre suicidios.

    Prevencin de la conducta suicida

    Hoa

    ng G

    ia, 9

    yea

    rs o

    ld, V

    ietn

    am

  • 32

    El reconocimiento creciente de salud mental como un aspecto central en la salud pblica internacional ha llevado a la necesidad no menos creciente de demostrar que la inversin de recursos en el desarrollo de servicios no slo es un tema requerido sino que tam-bin es importante. Especcamente, no slo se ha vuelto esencial recoger evidencias de intervenciones efectivas sino tambin de estrategias apropiadas de salud mental tanto costo-ecaces como sostenibles.

    Si bien el volumen de estos estudios es an modesto, especialmente en pases de bajo o medianos ingresos, existen evidencias econmicas de volumen creciente que demuestra que inter-venciones para tratar la esquizofrenia, depresin y otros trastornos mentales no slo estan disponibles y son efec-tivas, sino que son tambin accesibles econmicamente y costo-ecaces.

    Cun efectivos son los tratamientos de condiciones psiquitricas que generan una carga importante?

    El tratamiento de los trastornos mentales: ecacia y costo-ecacia

    12

    0%

    10%

    20%

    30%

    40%

    50%

    Efectos del tratamiento en la discapacidad

    Porcentaje total de la mejora de la discapacidad

    Esquizofrenia Trastorno bipolar Depresin Trastorno de pnico

    Efecto psicosocial

    Efecto medicamentoso

    Efecto placebo

  • 33

    Existe una extensa literatura con rela-cin a la ecacia y efectividad de una amplia gama de estrategias farma-colgicas, psicosociales y del manejo de la atencin para tratar tanto los trastornos psiquitricos como las adicciones. El diagrama 12 en la pgi-na anterior ilustra la reduccin de la discapacidad que sigue al tratamiento farmacolgico y psicosocial, adminis-trados juntos o por separado. Como puede observarse, el grado de mejora comparado con la opcin de no seguir un tratamiento llega al 50%. Por consiguiente, se puede armar que si bien las intervenciones actuales no eliminan completamente la discapa-cidad asociada con esas condiciones, ellas superan en mucho la opcin de no proveer tratamiento, que, desafor-tunadamente, suele ser el caso. Esto lleva a considerar los costos involucra-dos para lograr esta mejora.

    El diagrama 13 ilustra la efectividad del tratamiento, por medio del tratamien-to comunitario que consiste en ofrecer medicamentos de bajo costo y apoyo psicosocial bsico, disminuyendo la carga econmica y la discapacidad por la esquizofrenia no tratada hasta ese momento en la India. Cabe notar que no slo la discapacidad disminuy grandemente sino que los costos tota-les asociados con esa condicin (que incluy el tiempo destinado al cuidado por parte de los familiares) tambin disminuy. Estos efectos fueron soste-nidos durante los18 meses del segui-miento.

    Cun efectivos son los tratamientos de condiciones psiquitricas que generan una carga importante?

    13

    0 3 6 9 12 15 180

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    Cambios en la discapacidad consecuentes al tratamiento comunitario de personas no tratadas por esquizofrenia, en India rural.

    WH

    OD

    AS

    II/ P

    unta

    je d

    e di

    scap

    acid

    ad

    Evaluacin de seguimiento (meses)

  • La OMS se ha embarcado en un proyecto destinado a recoger esa evi-dencia en el nivel mundial, mediante el proyecto OMS-Seleccin (WHO-CHOICE, en ingls) que incluye la estimacin del costo y eciencia de una gama de estrategias teraputicas claves para trastornos que conllevan una pesada carga.

    34

    dencia para la asignacin de recursos y el desarrollo de servicios representa un componente an no sucientemente desarrollado pero muy necesario en las polticas nacionales de salud mental en regiones en desarrollo.

    El alarmante bajo nivel de recursos dis-ponibles en pases en desarrollo para tratar problemas de salud mental, con relacin a la poblacin afectada para quien estos recursos son necesarios, ha sido enfatizado por el proyecto Atlas de la OMS (2001). La genera-cin de enfoques basados en la evi-

    Cules son los costos de un tratamiento efectivo?

    14

    0 500 1000 1500 2000 2500

    Costo anual por caso (o episodio) de tratamientos psiquitricos basados en la evidencia.

    Costo por caso tratado (en dlares internacionales)

    frica

    Amrica Latina

    Medio Oriente

    Europa Oriental

    Sudeste Asitico

    Pacifico Occidental

    EsquizofreniaDroga antipsictica clsica +Tratamiento psicosocial

    Trastorno bipolarTratamiento estabilizador con medicamentos+Tratamiento psicosocial

    DepresinDroga antidepresiva clsica+Atencin asertiva

    Trastorno de pnicoDroga antidepresiva clsica +Tratamiento psicosocial

  • 35

    La costo-ecacia debe ser uno de los diferentes criterios a usarse en el pro-

    ceso de decisin para nanciar la prevencin y el tratamiento de trastornos

    mentales.

    Estas evaluaciones econmicas deben ser complementadas con otros argu-

    mentos. Por ejemplo,

    Las personas con trastornos mentales estn en mayor riesgo de sufrir viola-

    ciones de sus derechos humanos y tienen mayores probabilidades de sufrir

    discriminacin al tener acceso a tratamiento y atencin;

    La consecucin de objetivos en cuanto a la salud fsica tales como :

    - La mortalidad infantil y del nio puede ser reducida merced a un mejor

    tratamiento de la depresin postnatal;

    - Las tasas de infeccin por VIH/SIDA en el grupo de edad de 17 a 24 aos

    pueden reducirse, porque una mejor salud mental reduce el riesgo de

    sexo no protegido y el uso de drogas;

    - Existe mejor cumplimiento de los tratamientos por otras condiciones (v.g.,

    tuberculosis, VIH/SIDA, hipertensin, diabetes y cncer);

    Los cuidadores se benecian de una reduccin de la carga de atencin, lo

    cual implica una mejor calidad de vida y menos das de trabajo perdidos y,

    por lo tanto, una menor prdida de ingresos;

    Los empleadores y los trabajadores se benecian de un mejor ambiente de

    trabajo, menor ausentismo y mayor productividad;

    Los gobiernos se benecian porque hacen menos necesarias las transferen-

    cias de costos y de pagos;

    La salud mental es una variable crucial en el xito de los programas desti-

    nados a reducir la pobreza y asegurar un desarrollo sostenible.

    El diagrama 14 muestra el costo esti-mado del tratamiento de primera lnea de la esquizofrenia y del trastorno bipolar en la clnica ambulatoria del hospital y tambin el costo de la aten-cin de la depresin y del trastorno de pnico en el nivel primario de salud. Estos costos se basan en el uso esti-mado de los recursos de atencin de la salud que son requeridos para produ-cir la reduccin esperada de la disca-pacidad. Los costos estn expresados en dlares internacionales (I$) que toman en cuenta el poder adquisitivo en diferentes pases. Es dable observar que las condiciones psiquitricas ms severas como la esquizofrenia requie-ren insumos mayores de los relativos costos (especialmente por cuanto las personas afectadas requieren hospi-talizacin o atencin en residencias fuera del hospital). Por el contrario, el costo para tratar efectivamente un episodio de depresin se estima entre 1$ 100-150.

  • 36

    Si bien los trastornos mentales, del cerebro y por el uso de sustancias pueden ser tratados efectivamente con medicacin y/o intervenciones psicosociales, slo una minora de las personas afectadas reciben el trata-miento incluso el ms bsico. Con frecuencia, el tratamiento inicial se demora hasta varios aos. En pases desarrollados, con sistemas de salud bien organizados, entre el 44% y el 70% de las personas con depresin, esquizofrenia, trastornos por el consu-mo de alcohol, y enfermedades men-tales de los nios y adolescentes no reciben tratamiento en un ao dado (Diagrama 15). En pases en desarro-llo, donde la brecha puede alcanzar hasta el 90% para estos trastornos, la mayora de las personas con trastor-nos severos son dejadas a su suerte.

    Ms del 40% de los pases en el mundo no cuenta con una poltica de salud mental y ms del 30% carece de un programa nacional. Ms del 90% no tiene una poltica de salud mental que incluye a nios y adolescentes. El pago directo por parte del individuo constituye el mtodo primario de nanciacin de la atencin de salud mental en el 16,4% de los pases. Aun en pases donde existen planes de seguro, estos frecuentemente no cubren los trastornos mentales y de la conducta en el mismo grado que las otras enfermedades. Huelga sealar que esto crea enormes dicultades tanto para los pacientes como para sus familias.

    El inexistente o insuciente presupuesto para salud mental en pases de bajos ingresos

    La brecha entre la carga de los trastornos mentales y los recursos asignados

    15

    0

    20

    40

    60

    80

    100

    La brecha del tratamiento por trastorno especifico (todo el mundo). Tasas en %

    Esquizofrenia

    Tratado

    No tratado

    Trastornos mentales en nios

    y adolescentes

    Depresin Trastornos poruso del alcohol

  • 37

    A pesar de la importancia de un pre-supuesto dedicado a salud mental dentro del presupuesto general de salud, el 32% de los pases compren-didos en el proyecto Atlas de la OMS (2001) no contaba con un presupues-to diferenciado del gobierno. De los que informaron que contaban con uno, el 36,3% inverta menos del 1% de su presupuesto total de salud en salud mental. Los pases clasicados de acuerdo con los criterios del Banco Mundial en cuanto a sus ingresos

    dieren considerablemente en cuan-to a la proporcin destinada a salud mental dentro de sus respectivos pre-supuestos de salud (Diagrama 16). Los pases ms pobres tienen reducidos presupuestos de salud e invierten an en menor proporcin en salud mental; esto resulta en una limitacin marca-da de los recursos. Una baja oferta de atencin en salud mental conlle-va resultados pobres, recadas que podran evitarse y acciones escasas de rehabilitacin.

    El inexistente o insuciente presupuesto para salud mental en pases de bajos ingresos

    16

    0%

    20%

    40%

    60%

    80%

    100%

    Proporcin del presupuesto de salud mental respecto al total delpresupuesto de salud por nivel de ingresos de los pases segn el Banco Mundial.Tasas en %

    Presupuesto total de salud

    Presupuesto de salud mental

    Bajos Ingresos Ingresos Medio-Bajos

    IngresosMedio-Altos

    Ingresos Altos

    1.54 2.78 3.49 6.89

  • 38

    Los trastornos mentales y de la con-ducta constituyen el 13% de la carga global de la enfermedad; sin embar-go, en promedio, el presupuesto de salud mental de los pases es slo el 2% de los gastos totales en salud (Diagrama 17).

    Existe una brecha amplia entre la carga de los trastornos neuropsiquitricos y el presupuesto de salud mental

    La relacin entre la carga de los trastornos mentales y las inversiones para enfrentarla es totalmente inadecuada

    17

    0%

    3%

    6%

    9%

    12%

    15%

    13%

    2%

    La carga de los trastornos neuropsiquitricos vs los presupuestos

    La carga de los trastornos neuropsiquitri-

    cos como porcentaje del total de los tratornos

    Promedio del porcentaje del presupuesto asignado

    a salud mental del presupuesto total de salud

    Existen varias barreras que impiden que las personas accedan a una atencin apropiada en salud mental

    Phot

    o:

    A. M

    ohit

  • 39

    Se requiere una urgente accin con el fin de cerrar la brecha del tratamiento y superar barreras que impiden que las personas accedan a una atencin apropiada en salud mental.

    Existen varias barreras que impiden que las personas accedan a una atencin apropiada en salud mental

    Estigma

    Muchas personas con trastornos men-tales en el mundo son victimizadas por su condicin y son objeto de discrimi-nacin injusta. El acceso a la vivienda, el empleo, y dems oportunidades que ofrece la sociedad estn frecuen-temente comprometidas.

    Planes de seguro de salud discriminatorios

    En muchos pases muchas personas no pueden acceder a la atencin de salud mental porque sta sigue excluida de los programas de los seguros de salud. Un cuarto de todos los pases en el mundo no otorga pensiones de disca-pacidad por trastornos mentales. Un tercio de la poblacin mundial 2000 millones de personas - reside en pases que invierten en salud mental menos del 1% del presupuesto de salud.

    Medicamentos inexistentes

    Si bien el 85% de los pases cuen-ta con una lista de medicamentos esenciales que se utiliza para proveer medicamentos teraputicos, casi el 20% de ellos no tiene ni un medica-mento antidepresivo, antipsictico y antiepilptico en el nivel primario de atencin.

    Prioridades erradas

    En un nmero alto de pases (espe-cialmente en pases desarrollados) se invierte el grueso de los recursos en contados asilos mentales que se ocu-pan de una fraccin pequea de las personas que necesitan tratamiento. Frecuentemente tambin esas institu-ciones ofrecen una atencin subestn-dar y hasta inhumana.

    Personal del nivel primario de atencin inepto

    Es an muy reducido el nmero de mdicos y enfermeras que sabe reco-nocer y tratar adecuadamente las personas con trastornos mentales. En el 41% de los pases no existen programas de capacitacin en salud mental para los agentes de salud del nivel primario.

    Polticas y legislacin en salud mental que carecen de bases racionales y de integralidad

    El 40% de los pases no tiene una poltica de salud mental.

    El 25% de los pases no tiene legisla-cin de salud mental; y

    El 30% de los pases no cuenta con un programa nacional de salud mental.

  • 40

    La OMS declar al 2001 el Ao de la Salud Mental.

    En ese ao el Da Mundial de la Salud fue un xito rotundo. Ms de 150 pases organizaron actividades que descollaron por su importancia, entre ellas, proclamaciones por parte de las ms altas autoridades de los pases y la adopcin de leyes actualizadas y programas de salud mental.

    Seguidamente, 130 Ministros parti-cipantes en la Asamblea Mundial de la Salud emitieron un mensaje claro e inequvoco: la salud mental, abando-nada por largo tiempo, es crucial para lograr el bienestar de los individuos, sociedades y pases y debe ser vista desde una nueva perspectiva. Por lti-mo, el tema del Informe sobre la Salud en el Mundo 2001 fue la salud men-tal. Sus 10 recomendaciones fueron recibidas de forma muy positiva por todos los Estados Miembros.

    Como resultado de las actividades del 2001, en el ao siguiente se cre el Programa Mundial de Accin en Salud Mental. Este Programa constitu-ye un nuevo y enrgico esfuerzo que busca implementar las 10 recomenda-ciones antes citadas. Se apoya en cua-tro estrategias para lograr su propsito nal: mejorar la salud mental de las poblaciones. (Diagrama 18).

    2001: El ao de la salud mental

    El Programa Mundial de Accin en Salud Mental de la OMS

    18

    Las Cuatro Estrategias Centrales del Programa Mundial de Accin en Salud Mental de la OMS

    Mayor

    capacidad de

    los pases

    Mejores

    servicios

    de salud

    mental

    Menos

    estigma y

    discriminacin

    Informacin

    para adoptar

    decisiones ms

    adecuadas

    Abogaca

    tendiente a

    reducir el estigma

    y la discriminacin

    Polticas

    integrales y

    desarrollo de

    servicios

    Menor

    carga de

    enfermedades

    Mejor

    salud mental

    de la poblacin

    Mayor

    capacidad de

    investigacin

  • 41

    Estrategia 1Aumentar y mejorar la informacin destinada a los decisores y

    transferir tecnologas a n de elevar la capacidad de los pases.

    La OMS esta recogiendo informacin acerca de la magnitud y la carga de

    los trastornos mentales alrededor del mundo as como sobre los recursos

    (humanos, nancieros y socioculturales) que estn disponibles en los pases

    a n de responder a esa carga. Asimismo, la OMS esta haciendo circular

    tecnologas relacionadas con la salud mental y conocimientos que permiten

    la capacitacin de los pases con relacin al desarrollo de medidas preventi-

    vas y el fomento de tratamientos apropiados para los trastornos mentales,

    de la conducta y del abuso de sustancias.

    Estrategia 2Concientizar acerca de los trastornos mentales por medio de la

    educacin y la abogaca a n de elevar el respeto por los derechos

    humanos y reducir el estigma.

    La Organizacin Mundial de la Salud esta empeada en establecer una

    alianza pluralista de todas las audiencias relacionadas con la salud mental:

    El Consejo Mundial para la Salud Mental. La alianza actuar como un foro

    para la salud mental, estimular y brindar apoyo a la implementacin de

    las 10 recomendaciones del Informe sobre la Salud en el Mundo 2001 en

    todas las regiones. Sociedades profesionales, usuarios, familiares, lderes de

    grupos religiosos, parlamentarios, organizaciones sindicales y de empresa-

    rios entusiasta y mancomunadamente buscarn la mejora de la salud men-

    tal en el mundo al compartir esta plataforma mundial liderada por la OMS.

    Abogaca, informacin, polticas de salud mental e investigacin son las palabras claves del nuevo programa mundial de salud mental de la OMS. El objetivo es cerrar la brecha entre los que reciben y los que no reciben atencin.

  • 42

    Estrategia 3Asistir a los pases en la formulacin de polticas y en el desarrollo de servicios integrales y efectivos. La

    escasez de recursos obliga un uso racional.

    El Informe sobre la Salud en el Mundo 2001 y el Atlas: Recursos de Salud Mental en el Mundo han revelado una

    situacin que dista de ser satisfactoria con relacin a la atencin de salud mental en muchos pases, especialmente los

    as conocidos como en desarrollo. La OMS esta comprometida a colaborar tcnicamente con los ministerios de salud a

    n de desarrollar polticas y servicios. Fortalecer la capacidad nacional es una prioridad para elevar la salud mental de

    las poblaciones.

    La OMS ha elaborado guas para la formulacin de polticas y desarrollar servicios a n de satisfacer las necesidades

    en estas dos reas, as como un manual para modicar e implementar la legislacin en salud mental.

    Para traducir planes en accin concreta, la OMS est adaptando el nivel y tipos de la implementacin de acciones al

    nivel general de recursos de los pases. En el caso particular de los pases en desarrollo, donde la brecha entre nece-

    sidades y recursos es ms amplia, la OMS ofrecer paquetes de objetivos realizables para su implementacin. Estos

    paquetes ofrecen el mnimo de acciones posibles a n de poner en prctica las 10 recomendaciones del Informe sobre

    la Salud en el Mundo 2001. El logro de esos objetivos inuir en resultados tanto de salud como sociales, a saber,

    mortalidad por suicidio o por el uso de alcohol o drogas ilcitas, morbilidad y discapacidad causada por los trastornos

    mentales ms importantes, la calidad de vida y, nalmente, los derechos humanos.

    Estrategia 4Construir o fortalecer la capacidad en los pases pobres para investigar en salud mental pblica

    Amn de fomentar acciones de abogaca, colaboracin en cuanto a polticas y de transferencia de tecnologas, el Pro-

    grama Mundial de Accin formula en detalle el rol activo que deben desempear la informacin y la investigacin en

    los esfuerzos multidimensionales para dar el salto en salud mental en el mbito nacional.

    La OMS est desarrollando diversos proyectos y actividades para promover esta estrategia a nivel nacional. Esto inclu-

    ye un programa de becarios destinado a los pases en desarrollo. Adems, entre otras iniciativas, la OMS est llevando

    a cabo un proyecto con relacin al costo-ecacia de estrategias de salud mental a n de evaluar los costos reales y

    los benecios de las distintas intervenciones. Estas estimaciones posteriormente servirn para mejorar los servicios de

    salud mental a nivel nacional.

  • 43

    Mltiples intervenciones pueden ser implementadas inmediata y extensa-mente usando el conocimiento y las tecnologas existentes. El benecio en trminos de reduccin de la disca-pacidad y la prevencin de la muerte prematura es enorme.

    Prevencin de problemas de salud mental en la niez

    Atencin a la madre y el nio Un cuidado adecuado durante el embarazo y el parto previenen tras-tornos mentales y del cerebro. La estimulacin temprana tambin ase-gura un mejor desarrollo psicosocial y previene trastornos emocionales y de la conducta.

    Programas en las escuelas Intervenciones psicosociales por parte de maestros y consejeros pueden prevenir la depresin, las conductas agresivas y el uso de sustancias en los alumnos.

    Mucho puede hacerse; el esfuerzo colectivo puede contribuir a mejorar la salud mental

    Prevencin del suicidio

    Intervenciones al nivel de los medios de comunicacin Los profesionales de salud mental pueden estimular la adopcin de cdigos de conducta por parte de los medios de comunicacin para lograr que se abstengan de gloricar instan-cias de suicidio, de manera de contri-buir a reducir su riesgo.

    Las restricciones de acceso a medios para cometer suicidio. Se ha demostrado que la restriccin de acceso a los medios para cometer suicidios (p.ej., pesticidas) puede ser efectiva para su prevencin. Leyes y reglamentaciones pueden poner coto a la disponibilidad de sustancias peli-grosas

    Prevencin de problemas relacionados con el consumo de alcohol

    Mayores impuestos El aumento de impuestos sobre las bebidas alcohlicas reduce de forma uniforme los niveles de consumo, lo que conduce a una reduccin conside-rable de problemas relacionados con el consumo de alcohol.

    Intervenciones breves Los modelos de intervencin breve que se aplican en los centros de aten-cin primaria de salud han demos-trado ser ecaces para la mayora de personas con problemas relacionados con el consumo de alcohol (25% de reduccin en el consumo de alcohol).

    Depresin

    Identicacin temprana de las personas que sufren de depresin Se sabe que aun en los pases con altos ingresos, casi el 50% de aquellos que sufren de depresin no son iden-ticados. La identicacin temprana signica un tratamiento ms efectivo y evita la discapacidad o la muerte por suicidio.

    Servicios de atencin primaria de salud En la mayora de los casos, los tras-tornos depresivos pueden tratarse de forma efectiva con medicamentos comunes y baratos y con sencillas intervenciones psicosociales. Esto se puede lograr en los servicios de aten-cin primaria de salud al proporcionar una capacitacin bsica y medicinas apropiadas.

  • 44

    Esquizofrenia

    Mantenimiento con drogas antipsicticas Una vez que este trastorno es diag-nosticado y se ha comenzado su tra-tamiento, el tratamiento de casi todos los pacientes debe continuar asegu-rndose la administracin regular de los medicamentos. Los costos son menores, mas resultan en una reduc-cin sustancial de la discapacidad y en la mejora de la calidad de vida.

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