salas - la resistencia peronista - resumen

10
Salas, Ernesto (2006): La resistencia peronista. La toma del frigorífico Lisandro de la Torre, Retórica Ediciones y Altamira, Buenos Aires Explicación del período estructural La explicación de la inestabilidad del período [1955-76] debe hallarse no sólo en la debilidad de los sectores dominantes para constituir un orden político estable, sino también y especialmente en la potencialidad de los sectores populares por impedirlo” (Salas, 2006:14) Retoma el análisis de Petras acerca de las causas de la capacidad de la clase obrera argentina para sostener una lucha colectiva a favor de demandas clasistas. Lo importante acá es la caracterización de clasismo que, en última instancia, resulta compatible con el peronismo porque su definición no hace tanto anclaje en la ideología formal sino en la conciencia práctica, en la cual los lazos de solidaridad informales tienen un alto peso. (Salas, 2006:15-16) El desarrollismo Análisis de su emergencia a partir de la ruptura del radicalismo; las tesis económicas y políticas del desarrollismo y sus puntos de contacto con el peronismo; el pacto entre el frondicismo y el peronismo (Salas, 2006:35- 49) La orden de Perón de votar a Frondizi fue recibida con desconfianza por las bases obreras y muchos de los comandos peronistas la resistieron con una abierta campaña por el voto en blanco. Los votos en blanco representaron el 9,5% de la elección (más de 800 mil votos). “Sin embargo, esta decisión no afectaría (…) la integración de los comandos en la estrategia futura de Perón, aun cuando éste ya estuviera decidido a hacer paras el peso de las decisiones por el movimiento obrero organizado” (Salas, 2006:49) Primera etapa de la resistencia peronista El período de Lonardi “ni vencedores ni vencidos”; la ocupación de sindicatos por los comandos civiles y los sindicalistas democráticos; y la resistencia de las bases obreras sobrepasando las dirigencias gremiales cautelosas por temor al derrocamiento del gobierno (Salas, 2006:51-52)

Upload: anitajemio

Post on 25-Sep-2015

17 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Resumen del libro de salas, la resistencia peronista. Resumen del libro de salas, la resistencia peronista. Resumen del libro de salas, la resistencia peronista.

TRANSCRIPT

Tesis centrales de La resistencia peronista (2006)

Salas, Ernesto (2006): La resistencia peronista. La toma del frigorfico Lisandro de la Torre, Retrica Ediciones y Altamira, Buenos Aires

Explicacin del perodo estructural

La explicacin de la inestabilidad del perodo [1955-76] debe hallarse no slo en la debilidad de los sectores dominantes para constituir un orden poltico estable, sino tambin y especialmente en la potencialidad de los sectores populares por impedirlo (Salas, 2006:14)

Retoma el anlisis de Petras acerca de las causas de la capacidad de la clase obrera argentina para sostener una lucha colectiva a favor de demandas clasistas. Lo importante ac es la caracterizacin de clasismo que, en ltima instancia, resulta compatible con el peronismo porque su definicin no hace tanto anclaje en la ideologa formal sino en la conciencia prctica, en la cual los lazos de solidaridad informales tienen un alto peso. (Salas, 2006:15-16)

El desarrollismo

Anlisis de su emergencia a partir de la ruptura del radicalismo; las tesis econmicas y polticas del desarrollismo y sus puntos de contacto con el peronismo; el pacto entre el frondicismo y el peronismo (Salas, 2006:35-49)

La orden de Pern de votar a Frondizi fue recibida con desconfianza por las bases obreras y muchos de los comandos peronistas la resistieron con una abierta campaa por el voto en blanco. Los votos en blanco representaron el 9,5% de la eleccin (ms de 800 mil votos). Sin embargo, esta decisin no afectara () la integracin de los comandos en la estrategia futura de Pern, aun cuando ste ya estuviera decidido a hacer paras el peso de las decisiones por el movimiento obrero organizado (Salas, 2006:49)

Primera etapa de la resistencia peronista

El perodo de Lonardi ni vencedores ni vencidos; la ocupacin de sindicatos por los comandos civiles y los sindicalistas democrticos; y la resistencia de las bases obreras sobrepasando las dirigencias gremiales cautelosas por temor al derrocamiento del gobierno (Salas, 2006:51-52)

El perodo de Armaburu y el objetivo de la desperonizacin va represin, bajo la hiptesis de que la perdurabilidad del peronismo dependa exclusivamente de la presencia del lder en el Estado. Centralidad del decreto 4161 que proscriba las expresiones cotidianas de la cultura peronista en la reafirmacin de la identidad poltica y el autorreconocimiento del peronismo (Salas, 2006:53-55)

La evaluacin de la derrota de 1955 para muchos dirigentes peronistas no pas inadvertido el hecho de que el rgimen se derrumbara fcilmente. Elaboraron distintas evaluaciones entre las que resaltaban el anquilosamiento de la estructura del gobierno y del partido y la incapacidad del peronismo para mantener una relacin de fuerzas que le fuera favorable en la sociedad.

El malestar entre las filas peronistas, que se haba mantenido latente durante el gobierno, aflor con fuerza. Desde las nuevas estructuras que se iban creando en la clandestinidad, el primer presupuesto era la crtica a aquellos dirigentes que haban sido vacilantes (Salas, 2006:55)

TRANSFORMACIONES EN EL PERONISMO

Hiptesis: se produjo una reorganizacin del peronismo, que comienza a constituir el naciente movimientismo es, inicialmente, una ruptura con el peronismo anterior (Salas, 2006:56)

Esta reorganizacin se expresa tanto en un recambio de los dirigentes -la legitimidad de la nueva dirigencia tena como presupuesto la incapacidad de los viejos dirigentes y se haca valar en la capacidad de organizar la lucha- como en la creacin de nuevas estructuras organizativas -los comandos clandestinos y la reorganizacin sindical. (Salas, 2006:56)

Los comandos clandestinos su inorganicidad inicial, el intento de golpe de Estado de Valle (9 de junio de 1956) y el posterior encarcelamiento o exilio de la mayora de los dirigentes de los comandos clandestinos. La resistencia desde la crcel, donde se congregaron tres grupos de peronistas: los dirigentes y funcionarios de los gobiernos peronistas, los nuevos dirigentes sindicales y polticos vinculados a los comandos, y un sinnmero de delegados y activistas sindicales.

Los comandos surgieron desde el momento mismo del golpe militar. La mayora estaban formados por obreros y conectados con las organizaciones clandestinas sindicales. Tuvieron una intensa actividad de sabotaje industrial y atentados en apoyo de las crecientes huelgas de 1956 y 1957. Entre 1955 y 1959 las acciones de los comandos se fueron complejizando y se estableci una estructura organizativa que los articulaba, comandada por Cooke, mientras que los activistas obreros fueron pasando de la ilegalidad clandestina a la actividad sindical en los sindicatos recuperados (Salas, 2006:57-69)

La estrategia insurreccional de la resistencia

La concepcin de Cooke de los comandos como vanguardia. Sus diferencias con los comandos por la lnea sindical -aliento a la formacin de la Comisin Intersindical, que expresaba el cambio operado en las bases peronistas a partir de la reconquista de los sindicatos- y el viraje a la alianza con Frondizi -por temor a una migracin de votos peronistas hacia ese candidato y la consiguiente disgregacin del potencial peronista demostrado en las elecciones de 1957-. El retorno a la va insurrecional luego del alto grado de enfrentamiento entre muchos peronistas y el gobierno de Frondizi, y la participacin de muchos sindicatos en el proyecto integracionista del gobierno. (Salas, 2006:69-72)

La concepcin de Pern de la estrategia insurrecional ms como resistencia civil que como formacin de una vanguardia. El movimiento haba gestado nuevos recursos con el cambio operado desde las estructuras clandestinas a la legalidad sindical y la semilegalidad poltica y con estos operara Pern. (Salas, 2006:73-74)

El movimiento obrero

COMISIONES INTERNAS

Tras el golpe, y cambiadas las condiciones de accin de la clase obrera, la reconstitucin material y simblica de la identidad colectiva se traslada a los mbitos cotidianos. Desde all, se organiza la resistencia a travs de los comandos y las estructuras sindicales de base. Sobre ellas recay, a partir de la doble proscripcin del peronismo, la doble representacin de la identidad poltica y de la identidad de clase que aseguraba, por un lado, la defensa de las reivindicaciones laborales especficas de la fbrica y, por otro, el inmenso proceso de resistencia cultural que reafirmaba la identidad colectiva peronista (Salas, 2006:79)

Para defender las conquistas del ataque sindical, se borraban las distinciones polticas e ideolgicas entre los obreros, aunque ms no fuera momentneamente

En el perodo de la 'resistencia peronista', la conciencia de la clase obrera, entendida en trminos de experiencia, reconoci como base de su poder a los microorganismos fortalecidos en los 10 aos anteriores y, desde ellos, emprendi la recuperacin organizada de los sindicatos. Si el peronismo haba sucumbido y, con l, los dirigentes sindicales que haban cedido la iniciativa del movimiento obrero en favor del Estado, quedaba el campo libre para la resistencia en las fbricas (Salas, 2006:98)

1956-1957 Recuperacin de las organizaciones gremiales

Principios de 1957 se forma la Comisin Intersindical. Tras la poltica de represin y proscripcin el gobierno impuls la normalizacin sindical a travs del llamado a elecciones en los gremios. Los dirigentes nucleados en la CGT Autntica o CGT en la Clandestinidad, avalados por Pern, se negaron a participar. Pero una nueva camada de dirigentes peronistas de segunda lnea con posiciones intransigentes y combativas se present a elecciones y recuperaron sus organizaciones.

Agosto de 1957 se convoca al Congreso para la normalizacin de las CGT. Se dividen las 62 organizaciones, los 19 formados por comunistas, y los llamados 32 gremios democrticos. En el interior de las 62 surgen dos sectores: los duros y los blandos.

Fines de 1957 Programa de La Falda, de corte antioligrquico y antiimperialista, impulsado por las delegaciones regionales de la CGT y la Comisin Intersindical.

CARACTERIZACION DE LA DIRIGENCIA SINDICAL DE LA RESISTENCIA

Coincidencia con Torre: () el nuevo liderazgo sindical se present a elecciones invocando, en primer lugar, su condicin de militantes peronistas. De all, emergi un sindicalismo, por un lado, respetuoso de su debida lealtad al jefe poltico y, por otro, galvanizado por una representatividad superior a la que mostrara en el final de la dcada peronista (Torre, 1985:23)

Esta nueva dirigencia estuvo fundamentalmente ligada a las estructuras de la resistencia de los primeros tiempos, compartan con los comandos el alto grado de intransigencia. Las diferencias con estas estructuras apareceran una vez que hubieran controlado los sindicatos y tuvieran que conservarlos en un orden poltico que se presentaba ms complejo y que les exiga definiciones ms difciles que el retorno incondicional de Pern. (Salas, 2006:75-76)

El autor debate con la diferenciacin de Torre entre un ala poltica radicalizada y un ala sindical homognea cuyo inters es reproducirse como fuerza social. Ver Torre, 1985:25. Crticas: 1. La unificacin sobre la formacin de los dirigentes sindicales, 2. No existe unidad de los dirigentes acerca de asegurar su supervivencia como fuerza social, 3. La revolucin ms vasta no se puede atribuir como permanente en todo el perodo ni como exclusivo del ala poltica, personificada en Cooke.

La resistencia de los sindicatos fue hecha desde dos ngulos diferentes. En primer lugar, desde los antiguos dirigentes nucleados en la CGT Autntica, y en segundo lugar, desde los dirigentes nuevos. El proceso que describe Torres de "medidas de fuerza en las que sabotaje industrial y el terrorismo no estuvieron ausentes" se refiere a las huelgas de 1956 y 1957, realizadas principalmente por las estructuras paralelas de los sindicatos intervenidos. Estas lucha fueron encaradas principalmente por aquellas estructuras de base que no estaban representadas en las intervenciones. Aparecan ligadas fuertemente a las estructuras clandestinas de la resistencia, y de all que el sabotaje industrial y el terrorismo fueran asumidos como un elemento importante en los conflictos" (Salas, 2006:81)

La formacin de estos dirigentes estaba ms influida por la experiencia de poder en las comisiones internas del periodo peronista que por la participacin en el gobierno que haba limitado la autonoma sindical. De todas maneras, lo que tampoco es posible afirmar es que por el hecho de ser dirigentes nuevos, no asumieran como propia la idea de que el Estado es el garante de la existencia de los sindicatos. Es ste un proceso en el cual se van diferenciando dos grupos de sindicalistas: aquellos que, como afirma Torre, tenan el objetivo modesto de asegurar su supervivencia, y los otros, que desde la realidad sindical y sus lmites, pensaban en un enfrentamiento ms vasto. Ambos grupos se mantendran en equilibrio hasta, por lo menos, las derrotas parciales de 1959/60 (Salas, 2006:81-82)

"La resistencia fue un proceso complejo en el cual se fueron diferenciando distintos grupos dentro del peronismo. La aparicin un sector dentro del sindicalismo, cada vez ms propenso a su participacin dentro del sistema poltico abierto en 1955, no puede obviar que muchos de los derrotados en el final de la etapa de resistencia conservaron su posicin de intransigencia, la que permaneci latente y actuante hasta los estallidos de mediados de los sesenta (Salas, 2006:82)

La resistencia cultural

Crtica a Vern y Sigal. Sirve como elemento terico para resaltar la heterogeneidad del peronismo.

Sobre los peronistas se descarga una doble represin representada por los mismos hechos, los cuales asumen su condicin material y simblica. Los decretos de la Revolucin Libertadora son hechos represivos en su ataque a la simbologa peronista, tanto como los hechos represivos asumen su significado cultural (Salas, 2006:84)

Por otro lado, pese a que uno de los efectos del decreto, efectivamente, 'sacraliza' la palabra de Pern y la convierte en la 'plenitud de una presencia invisible', no es sta la nica consecuencia. Tambin multiplica, por debajo de la palabra de Pern, otras palabras y otros discursos no siempre coincidentes con la 'palabra ausente' (Salas, 2006:84)

La resistencia peronista configura un doble proceso de lealtad a la figura de Pern, que legitima a los dirigentes, tanto como desobediencias a Pern. Este doble juego constituye la nueva realidad del peronismo, complejizndolo hasta llevarlo al enfrentamiento interno la dcada del 60. En la perspectiva de Vern y Sigal slo aparece, centralmente, la legitimidad otorgada por la lealtad a Pern y no la dinmica autnoma que se establece por debajo de aquella profesin de fidelidad (Salas, 2006:84)

La resistencia cultural como freno a la hegemona dominante:

Los decretos represivos tuvieron su contrapuesta en la afirmacin de lo negado y la exaltacin de lo prohibido, lo que determin que todo hecho simblico contrario a los decretos constituyera, de hecho, una accin material de resistencia a la hegemona de las clases dominantes (Salas, 2006:85)

Se produjo un proceso de resistencia a los significantes culturales construidos por las clases dominantes del perodo. All resida la incapacidad de ejercer una efectiva hegemona que asegurara un orden poltico estable (Salas, 2006:87)

Al mismo tiempo que ejercan un modo combinado de oposicin, las tres formas descriptas de resistencia (comandos, comisiones internas, resistencia cultural) aseguraban el reconocimiento de pertenencia, de identidad, de 'mismidad' de los sectores populares frente a la agresin de las restauradas clases dominantes (Salas, 2006:87)

Lmites de la construccin identitaria de la resistencia:

la constitucin de la identidad perdurable del peronismo, hecha de esta forma, presentaba tambin sus lmites; dado que era la contracara de todo lo que el peronismo consideraba 'gorila', se afirmaba como correcto todo lo que los 'gorilas' consideraban despreciable y como despreciable todo lo que ellos consideraran con simpata. En segundo lugar, y complementario con lo anterior, el peronismo ocultaba la diversidad que surgan en su seno bajo el manto de una 'mismidad' en la que los enfrentamientos y conflictos eran muchas veces soslayados. A partir de la proscripcin y la persecucin tambin se construy la idea de una unidad de los opuestos que estallara en las dos dcadas siguientes (Salas, 2006:87-88)

La resignificacin de la resistencia peronista

El autor critica los anlisis homogeneizantes de la resistencia. Los que vienen de la izquierda la caracterizan como espontnea, inorgnica y ligada a estrechos objetivos economicistas.

El espontaneismo y la inorganicidad inicial de los comandos es extendida a toda la resistencia. Sin embargo, la recuperacin de cientos de sindicatos implic una activa organizacin que no era espontnea y que estuvo organizada desde las comisiones internas y cuerpos de delegados.

Por otra parte, los estrechos objetivos economicistas implican desconocer las estrategias desplegadas en el perodo y derivan en una mirada de una masa inorgnica heroica y dirigentes traidores. Lo mismo puede pensarse para la visin de Torre y en parte James, si el vandorismo efectivamente no puede ser ledo como mera traicin, por qu la permanencia de lneas combativas debe ser leda como marginal y la emergencia post 69 tanto de agrupaciones armadas como del clasismo no pueden ser la expresin de ese proceso. (Salas, 2006:88-91)

La resistencia peronista en la que se encuentran inscriptos estos hechos es un perodo complejo y contradictorio si tomamos en cuenta que de l surgen, tanto la nueva realidad sindical de los 60 representada por el vandorismo, como los ncleos de la izquierda peronista que constituirn los grupos armados de la misma dcada (Salas, 2006:91)

La resistencia peronista es el periodo de la reconstitucin de la identidad poltica popular en circunstancia diametralmente opuestas a aquellas que los trabajadores haban vivido durante los gobiernos peronistas. Es ese gigantesco proceso de auto reconocimiento, de identificacin de la 'mismidad', de resistencia a los significados culturales de las clases dominantes. La resistencia peronista es una etapa en que se hace imposible la contencin de la cultura popular bajo la hegemona de los sectores dominantes, perodo en el cual la antinomia peronismo-antiperonismo expresa mucho ms que una simple oposicin poltica y se inscribe el campo ms complejo de la lucha de clases (Salas, 2006:91-92)

La cruzada 'desperonizadora' emprendida por las clases dominantes, no slo se realizaba con hechos materiales precisos -la represin-, sino que esos hechos materiales adquiran un significado cultural explcito y conformaron las acciones del antiperonismo. Dentro de las limitaciones que impona una etapa defensiva, los sectores populares se apropiaron de los smbolos de las clases dominantes y les impusieron su propio significado. El proceso de resignificacin de los mensajes de las clases dominantes el marco de una cultura de resistencia constituy el escenario de las luchas de los militantes sindicales y de los comandos (Salas, 2006:92)

Segunda etapa de la resistencia

Frondizi. Del apoyo a la traicin

El apoyo inicial al frondicismo y la ruptura en las huelgas de 1959, tras el plan de Estabilizacin (Ver Salas, 2006:109-120)

Las divisiones dentro del peronismo

Las medidas de fuerza de la clase trabajadora argentina del ao 1959 tuvieron la potencia de un impacto social en el corazn de los proyectos de la burguesa industrial (...) Semejante grado de intransigencia, sin embargo, choc contra la decisin de las patronales de disciplinar el mercado de trabajo (...) los 10 millones de jornadas perdidas en 1959 -el mayor ndice de la poca- dejaron, en muchos casos, descabezados a los gremios ms combativos, mientras el proceso de concentracin econmica dejaba en la calle a miles de desocupados (...) [Algunos] dirigentes comprendieron que su supervivencia dependa de asumir como propio el proceso de institucionalizacin que les era ofrecido desde las esferas del Estado. Para ello aceptaron que las conquistas de la era peronista no podan sostenerse sin riesgo de perder el sindicato. Por lo tanto, aceptaron los condicionamientos a la actividad gremial para elevar los ndices de productividad de las industrias. La presin de las bases los llevara, inicialmente, a recurrir a medidas de fuerza, pero rpidamente se convencieron de que su permanencia en el poder dependa del hecho de ser la bisagra entre las demandas de sus representados y los intereses de las patronales. El mejor aliado pareci ser el gobierno de Frondizi, que finalmente cumpli con la tan ansiada normalizacin de la CGT (Salas, 2006:159-60)

En 1960, las jornadas perdidas por medidas de fuerza representaban slo un poco ms del 10% de las habidas el ao anterior: 1.661.519. La clase trabajadora argentina haba perdido una de las batallas sindicales ms importantes de su historia (Salas, 2006:160)

Los 'comandos de la resistencia' intensificaron su accionar en los aos 1959 y 1960. A principios de este ao el aumento de la capacidad operativa de los grupos urbanos del peronismo result evidente. () Pero para ellos, tambin, el camino de la legalidad combinada con la represin selectiva del Plan CONINTES signific el principio del fin. Algunos de sus integrantes se convirtieron en los cuerpos de seguridad de los sindicatos. Otros no encontraron ms camino que retornar a la posibilidad de un golpe cvico-militar y se plegaron al intento del general Iiguez en 1960. Ya en 1959, en Tucumn, el Comando 17 Octubre, ligado a la estructura de John William Cooke, Haba dado por cerrado el camino de la estrategia insurreccional y haban subido al monte a iniciar la guerra de guerrillas. Se autodenominaron Movimiento Peronista de Liberacin / Ejrcito de Liberacin Nacional (MPL-ELN) (Salas, 2006:160-161)

Resumen (Salas, 2006:106-108)

Resistencia

se procesa en mbitos cotidianos

reconstitucin de la identidad colectiva desde los mbitos propios de la experiencia histrica: comisiones internas. Se suman comandos, crceles y grupos en el exilio.

ideologa en contradiccin permanente: la armona y la conciliacin de clases junto con el enfrentamiento patronal.

la resistencia cultural dio sentido y unific a todo el proceso

transformacin del peronismo en movimiento: detrs de la figura de lealtad a Pern se multiplican las disonancias

Etapas

1955-1957

Frente a la exclusin poltica y la represin la estrategia fue la va insurreccional e intransigente.

Principal divergencia sindicatos y comandos/CGT Autntica

1958/60

Semilegalidad conquistada modifica la estrategia

Papel principal de los duros, los comandos comienzan a perder fuerza.

Intento de reestructuracin de la relacin Estado-Sindicato: la semilegalidad es usada por el frondicismo como herramienta de disciplinamiento.

A partir de la estrategia integradora del desarrollismo se divide el sindicalismo entre aquellos cuya defensa del espacio sindical los impulsa a aceptar las reglas de juego de la hegemona de la burguesa industrial y la expansin del capitalismo, y los que oponen la organizacin sindical al intento desnacionalizador del desarrollismo.

Ambos sectores permanecen en un relativo equilibrio hasta las batallas decisivas de 1959/60

La lnea principal era la intransigencia y la clandestinidad, por lo cual los comandos resistan la actividad de la Comisin Intersindical por considerarla legal y abierta. Sin embargo, los dirigentes sindicales que integraban la intersindical tenan, por el momento, una posicin de intransigencia tanto o ms dura que los de las estructuras sindicales clandestinas (Salas, 2006:72)

Esta posibilidad se asienta en la experiencia previa de la clase obrera peronista, fundamentalmente en lo que respecta a las comisiones internas. Salas discute con la perspectiva de Hugo del Campo que plantea una subordinacin de las estructuras sindicales al aparato estatal. Aunque esta subordinacin existi en ciertos mbitos de la estructura gremial, durante los gobiernos peronistas se consolidaron de hecho las comisiones internas y los cuerpos de delegados. Esto signific el ejercicio efectivo de poder en el mbito mnimo de la vida obrera, la fbrica, y una experiencia concreta que quedara grabada en la conciencia de la clase obrera. Desde esta experiencia de clase se organiz la resistencia. (Salas, 2006:77)

Retomar el artculo de Pozzi y Camarero Eppur si mouve, que tiene una definicin similar acerca de conciencia de clase

Enganchar la explicacin de JAMES de por qu los dirigentes sindicales no pueden conservar ese equilibrio en la medida que las bases presionan

Alguien ms marca esta ruptura?

Pensado en trminos de la tensin autonoma heteronoma, lo que se plantea es que si bien la estrategia de los gobiernos de Pern respecto de la clase obrera supusieron una heteronomizacin de sus intereses de clase a travs de una ciudadanizacin de la misma, esto no niega que el peronismo constituyo una de las primeras experiencias de poder concreto y real de la clase que se expresa fundamentalmente en las comisiones internas.

A travs de esta experiencia se van constituyendo las redes sociales, valores y solidaridades que van a ser condicin de posibilidad de la emergencia de la resistencia peronista despus de 1955

Pensar esto para la articulacin del peronismo con el PRT. Un peso extra tiene el hecho de que se trata de la defensa no slo de las conquistas sindicales sino de la misma fuente de trabajo

Pensar el carcter regional y federativo de la FOTIA como campo libre para la resistencia en la poca vandorista

Esta es mi HIPOTESIS!!!

Trabajar junto con la transformacin en la ideologa que trabaja JAMES