SALA

DE

PRUE

BAS

Comparativa

Refractores de iniciación

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Sabemos que están de moda los telescopios pequeños con monturas motorizadas,

e incluso equipados con sistemas GoTo (búsqueda automática de objetos). Pero, ¿son los mejores para iniciarse? En mi opinión, no. Un sistema decente de montura motorizada y GoTo debe tener una calidad de elementos mínima para que resulte realmente práctico, calidad que, aunque con excepciones, la mayoría de los telescopios pequeños de gama baja no tiene.

Por otro lado, cuando empezamos a observar el cielo, lo más habitual es hacerlo con telescopios de aberturas modestas.

No pretendamos observar los brazos espirales de galaxias, ni resolver los cúmulos globulares más modestos, ni ver detalles

planetarios o lunares de alta resolución. Serán imágenes que estarán por encima de las posibilidades ópticas de

cualquier telescopio de iniciación. Entonces, si con menos de 100 mm de abertura no puedo ver esas galaxias, ¿para qué necesito

una montura que me prometa encontrarlas?

PARA EMPEZARLos objetos del cielo al alcance de estos telescopios serán pocos, y casi los contamos con los dedos de las manos: Luna, Venus, Júpiter, Saturno y unos 8 ó 10 de cielo profundo. Pero estos objetos, no lo olvidemos, nos han servido a todos para aficionarnos a observar el firmamento. El hecho de que una abertura de 80 ó 90 mm prometa encontrar

Este mes, probaremos dos telescopios de la marca Sky-Watcher. Hemos querido escoger las dos opciones de refractor más viables (a priori) para iniciarse en el mundo de la astronomía. veamos cuál es más adecuada.

Texto y fotos: Jon Teus

SW 90/900 Vs

80/400

El telescopio de iniciación ideal deber ser fácil de montar, muy intuitivo y con calidad decente

Refractores de iniciación

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de los objetos que están realmente al alcance de su abertura. Hemos elegido este mes las dos opciones en refractor de la marca Sky-Watcher que consideramos más apropiadas para comenzar a observar el firmamento, uno de 90 mm de abertura y otro de 80 mm. Hemos probado ambos sobre la montura azimutal AZ-3.

EN PARADOProbamos la montura hace ya bastante tiempo, pero recordemos que se trata de una sencilla montura azimutal cuyo funcionamiento es, sin duda, satisfactorio. Posee el típico trípode extensible de aluminio que nos permite tanto observaciones terrestres como astronómicas, sentados o de pie, y con distintas longitudes de telescopio. El movimiento vasto del eje vertical se realiza a mano, ejerciendo simplemente algo de presión

sobre él. Para el movimiento horizontal debemos aflojar un seguro y, al hacerlo, este eje se libera completamente. Los movimientos finos se efectúan mediante dos mandos flexibles.

En cuanto a los telescopios, tenemos por un lado el refractor de f/10, una buena relación focal para un refractor con doblete de lentes. Su doblete acromático no es colimable, pero esto no nos sorprende. Son muchos los refractores de hasta 100 mm o más que tienen celdas sin posibilidad de colimación. El tubo es el clásico de la marca, azul, con parasol de plástico, abrazaderas bien hechas y, como accesorios, posee dos oculares Plössl de 20 y 10 mm, buscador de 6X30 y una erector de 45º. En cuanto al refractor corto, se trata de un 80 mm de abertura y f/5, es decir, con 400 mm de distancia focal. Al contrario que el 90/900, este tubo corto no se suministra como equipo completo con la marca Sky-Watcher, por lo que su equipamiento de serie se resume a las abrazaderas y, según el caso, un buscador de 6X30 o red-dot. Su celda es idéntica a la del 90 mm, así como el diámetro exterior del tubo.

CIELO PROFUNDOTenemos cielo invernal con dos objetos clásicos que son perfectos para estas pequeñas aberturas, Pléyades y la nebulosa de Orión. Comencé la sesión con el compacto 80 mm f/5. Con el Plössl Sky-Watcher de 20 mm, este telescopio abarca tanto campo, que casi no hace falta ni buscador. Empecé observando el cúmulo abierto de las Pléyades con este mismo ocular. El amplio campo permitía una observación suficientemente holgada. La definición puntual en la zona central era correcta, pero se perdía más rápidamente de lo habitual conforme nos acercábamos al límite del campo de visión.

También fue visible una pérdida de contraste en estas mismas zonas alejadas del centro. Cambié de ocular para comprobar si el sencillo Plössl de 20 mm tenía la culpa o era cosa del telescopio, y el fallo estaba en éste último. Hay que decir que es un

4.000 objetos desde su base de datos, en ocasiones complica la vida del que se compra su primer telescopio. En mi opinión, el telescopio de iniciación ideal debe ser fácil de montar, totalmente manual, sin pilas ni protocolos de alineamiento, muy intuitivo y con calidad suficiente para proporcionar imágenes decentes

LO MEJOR 80 mm f/5

Transportable y compacto Uso terrestre

90 mm f/10 Excelente calidad de imagen Relación calidad-precio

LO PEOR 80 mm f/5

Definición puntual Cromatismo Celda de lentes

90 mm f/10 Escasa estabilidad Celda de lentes

FICHA TÉCNICA

Ambos telescopios disponen de unas correctas abrazaderas, así como de rosca T2 mecanizada en el propio

portaocular de 1” 1/4 . Esto facilita adaptar cámaras fotográficas réflex mediante anillas “bayoneta-T2”.

90 mm f/10 80 mm f/5

Tipo/diseño: Refractor doblete acromático

ABeRTURA: 90 mm 80 mm

disTANCiA FoCAL: 910 mm 400 mmReLACiÓN FoCAL: f/10 f/5sisTeMA de eNFoQUe: Cremallera 1’’ 1/4 con rosca T2peso oTA: 2 kg 1,5 kg

pReCio oTA ApRox.: 144 € 100 €MATeRiAL Cedido poR: www.observarelcielo.comdisTRiBUidoR de espAñA: www.pentaflex.net

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f/5 económico y tampoco se le puede pedir mucho más, pero lo importante es que esta imagen de M45 resulta atractiva, siempre que mantengas el objeto en la zona central del campo. Cambié hacia M42 y aquí sí que utilice el 10 mm. No tiene la definición de telescopios de mayor nivel en las zonas difusas de la nebulosa, pero es una imagen divertida. El sistema de enfoque se portó perfectamente, sin juegos muertos y desplazando el ocular de manera suave y suficientemente lineal.

Cambiemos de tubo. El 90 mm f/10 ocupa ya lo suyo. A pesar de su longitud, se maneja

también muy fácilmente aunque, para objetos altos en el cielo, el ocular queda un poco bajo para un adulto. Con M42 en su campo de visión, las cosas mejoraron. Se nota que está mejor corregido. Su doblete f/10 ofreció un evidente mayor contraste en la nebulosidad y, sobre todo, eliminamos la mala definición puntual que el f/5 tiene en sus márgenes del campo. Las

curvas de gas y la extensión de M42 en las zonas más tenues se apreciaban mejor con este f/10. Con las Pléyades necesité más focal de ocular. Se quedan muy ajustadas con el 20 mm de serie, y sólo con un 40 mm consigues alejarlas lo suficiente para tener esa atractiva sensación de cúmulo.

OBSERVACIÓN PLANETARIACon Saturno como objetivo, comencé por el tubo largo, el f/10. Con su ocular de serie de 10 mm de focal ya se aprecian claramente los anillos, si bien están prácticamente de perfil. Con

estos 90X, el planeta se mostraba muy bien recortado y con una calidad de foco irreprochable. Pero vayamos un poco más allá, a ver dónde tenemos el límite. La AZ-3 lo marca a los 120X, más o menos. Es decir, sin un seguimiento sidéreo, con mayor amplificación estás casi continuamente corrigiendo la posición del planeta.

Sin embargo, con exactamente 114X, tenías todavía una comodidad más que razonable. Coloqué un 5 mm para ver la imagen a 180X y fue realmente

buena. Costó enfocar más que por óptica, por estabilidad. El tubo es largo y, a estos aumentos, en cuanto tocas el enfoque, se mueve demasiado. Aún así, y una vez enfocado el planeta, se notaba ya algo peor recortado, pero seguía siendo muy atractivo. De hecho, la calidad de esta imagen a 180X te hace pensar en colocar este 90 mm sobre una EQ3 motorizada. No pude ver ningún detalle en los anillos, dada su posición, y la banda principal del planeta se intuía, pero no se observaba de manera clara. Podemos decir que, por estabilidad y falta de seguimiento, los 128X son perfectos, pero por calidad de tubo, aguanta los 180X en planetaria.

Para el 80 mm f/5, necesitamos echar mano de una Barlow porque, si no, no podemos conseguir amplificación con sus escasos 400 mm de distancia focal. Comencé por una imagen de 114X (Orto de 7 mm + Barlow 2X). Lo primero que notas es una mayor estabilidad. El tubo es corto y no se mueve al tocar el enfoque, lo que permite una

Es una gozada recoger el pequeño refractor de 80 mm f/5. Sólo necesitas plegar las patas del trípode para poder transportarlo cómodamente.

La montura A8-3 se queda un poco corta para tubos largos como el 90/900

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buena sensación en la precisión del foco. Sin embargo, el planeta se mostró algo peor que en el 90 mm. No obstante, en la zona central, este f/5 transmite un Saturno realmente satisfactorio para iniciarse. El contorno es algo más disperso, pero nunca una imagen falta de calidad.

Debo decir que, después de la experiencia en cielo profundo con este telescopio, esperaba una peor imagen planetaria. Eso sí, no podías ir más allá de los 120X. La imagen a 160X carecía ya de la nitidez suficiente como para disfrutar de ella.

OBSERVACIÓN LUNARCon la Luna en cuarto creciente a 57º de altitud, buen seeing y algunas suaves y esporádicas rachas de viento norte, empecé por el f/5. Su corta distancia focal te pide usar un ocular de, al menos, 7 mm para obtener una Luna entera y con suficiente tamaño en el campo de visión. Con estos escasos 57X, el f/5 nos da ya la posibilidad de disfrutar del terminador lunar. Los montes Alpes y el Valle Alpes son claramente visibles, y también un fondo del cráter Plato aún sumergido en las sombras. Hasta distingues perfectamente la falla Rupes Recta.

Como era de esperar, el cromatismo es evidente nada más acercas el ojo, con bordes iluminados con un tono ligeramente amarillento y sombras lunares azuladas. Sin embargo, no resulta molesto ni altera la imagen hasta el punto de hacerla mediocre. Pero subamos el nivel de amplificación. Con mi ortoscópico de 7 mm acoplado a una Barlow 2X, teníamos ya 114X en el campo de visión.

Se apreciaba claramente el cromatismo y costaba algo más encontrar el foco, pero

el elevado contraste lunar ayudaba a obtener una

imagen satisfactoria. En Rupes Recta, se

veía claramente la separación de su extremo sur en dos formaciones montañosas, y podías ver también los escarpados

más amplios de los Apeninos.

El viento racheado no movía este compacto

aparato sobre la AZ-3, cosa que me gustó porque una buena estabilidad ayuda mucho a tener una eficaz sesión. Probé a

observar la Luna con 160X, y este f/5 la aguantó. Su calidad de foco se resintió ligeramente, pero no como para desechar esta amplificación. Sin embargo, la imagen “corría” demasiado al no disponer de motorización de seguimiento sidéreo.

CON 90 MMEl largo 90 mm f/10 me sorprendió. Como era de esperar con baja amplificación, con un ocular de 20 mm tenías una imagen completa y prácticamente exenta de cromatismo. El foco era realmente fácil y la nitidez, irreprochable. Buscando el límite, según observaba me di cuenta de que esta óptica se encuentra por encima de la AZ-3, ya que este refractor aguantó perfectamente los 180X. Su cromatismo era similar al ofrecido por acromáticos de calidad

Los dos ejes de la AZ-3 pueden moverse de manera satisfactoriamente lenta con sus respectivos mandos flexibles. Las roscas que ejercen el movimiento en cada eje, al cabo de una sesión algo larga, llegarán a su tope. Habrá que, digamos, “contrarroscar” para ganar recorrido.

Un punto negativo en ambos tubos. Sus celdas son muy sencillas, fabricadas en plástico, no colimables y con un ajuste al tubo poco elaborado. Esto favorece que aparezcan ligeras descolimaciones. Serán menos preocupantes en el f/10, pero habrá que estar atentos a este aspecto.

Dada su longitud, el refractor de 90 mm f/10 resulta algo más

incómodo en observaciones cenitales que el corto f/5. De todas formas, se le perdona

porque su calidad de imagen es extraordinaria. Eso sí, deberás

protegerte del viento, pues éste lo moverá en exceso al usarlo

sobre la AZ-3.

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como los 102 mm de Vixen o los antiguos Celestron, y no tiene nada que ver con el nivel de esta aberración visto en el f/5. Con los 180X apreciabas claramente más detalles y mejor que con el 80 mm, y no sólo por la mayor amplificación, sino por la superior nitidez y calidad de foco.

Los montes aislados al este de Rupes Recta se resolvían claramente y los escarpados de los Apeninos, los montes del interior del cráter Aristillus y sus preciosas terrazas se dejaban disfrutar con la calidad de esta imagen. No pensaba que este modesto refractor, con su doblete insertado en una celda de plástico, diera tan buen resultado. Soportó incluso los 260X. Eso sí, necesitarás mover casi continuamente los mandos lentos de la montura y el enfoque resultará difícil por culpa de las vibraciones que la mano aplica al tubo.

Y es que éste es

el problema de este equipo, las

vibraciones. El tubo es demasiado largo para que la AZ-

3 lo sujete correctamente

a partir de unos 120X. Desde esa

ampliación, cuesta enfocar. Las propias

vibraciones de la mano desplazan tanto la imagen, que debes mover el enfoque y esperar, volver a mover y esperar, hasta

Los sistemas de enfoque de ambos tubos son idénticos, con plataforma para buscador y el

típico sistema de cremallera de Sky-Watcher. En las unidades de prueba fue necesario ajustar la

fricción del enfocador.

Lo mejor del 80 mm f/5 fue, sin duda, su manejabilidad y gran estabilidad. No se inmuta

ni con viento ni cuando enfocas con muchos aumentos. Lo peor, su algo escasa calidad óptica.

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dar con el foco correcto. De hecho, aprecié también cómo las suaves ráfagas de viento dificultaban una cómoda y eficaz sesión de observación. Es una pena, ya que el potencial óptico de este refractor está muy por encima de la montura AZ-3.

Situarme a resguardo del viento eliminó por completo las sacudidas de imagen, pero quedaba el problema del enfoque. Para un observador experimentado, enfocar en un equipo no estable no supone mucho problema, pero sí lo será para alguien que está iniciándose. Así que, si queremos disponer de la sencillez de la montura AZ-3, resultará muy aconsejable adaptar un motor de enfoque a este 90 mm f/10. Considerando su capacidad de obtener excelentes imágenes en todos los campos, este refractor no quedará nada mal sobre una montura ecuatorial tipo EQ3 motorizada. Es más, sobre esta montura haría estupendas imágenes de alta resolución con una webcam adaptada.

COLIMACIÓNEs habitual en telescopios de gama baja que sus celdas sea, además de no colimables, muy sencillas en su diseño. El ajuste de la celda al tubo se realiza mediante tres tornillos dispuestos a 120º, y no con la celda roscada

al exterior del propio tubo metálico del telescopio. Las dos unidades probadas evidenciaron sendas ligeras descolimaciones. Es posible corregirlas en gran medida “engañando” el ajuste de la propia celda con algo de paciencia y tornillos nuevos, y con cabeza no avellanada. Los avellanados vuelven siempre a su sitio al apretarlos. A pesar de esto, las descolimaciones fueron

ligeras y, por tanto, bastante asumibles y no demasiado preocupantes.

Una montura manual como esta AZ-3 da gusto usarla por su sencillez. Para empezar, no debes preocuparte de la nivelación, ya que te sientas en alguno de los huecos entre las patas del trípode, y listo. Si quieres cambiar de objeto, levantas la montura a pulso, te giras con la silla y

se acabó. Si quieres recoger el telescopio, pliegas las patas, colocas el tubo f/10 en posición zenital y solucionado. Este tipo de sencillez y comodidad de uso es, precisamente, lo que necesita alguien que comienza a observar el cielo.

Como conclusión, ópticamente, el refractor de 90 mm f/10 sorprende por su calidad de imagen en todos los ámbitos de observación. Su controlable cromatismo y su alta nitidez proporcionan imágenes realmente excelentes. Sobre la AZ-3, la falta de estabilidad te complicará la vida a partir de 120X, y siempre te obligará a protegerte del viento. Un motor de enfoque lo hará mucho más eficaz.

El 80 mm f/5 es un todo terreno muy adecuado para empezar a observar. No está a la altura óptica del 90 mm, pero te proporcionará imágenes más que aceptables en todos los campos hasta los 110X. Su mejor característica es, sin duda, su manejabilidad. También apropiado para observación terrestre, el 80 mm f/5 con la AZ-3 se mantiene perfectamente estable incluso con viento, y se posiciona como uno de los telescopios de iniciación más fácilmente transportables del mercado.

El compacto 80 mm se posiciona como un buen telescopio para observaciones terrestres. Paisajes u observaciones de aves desde algún observatorio-refugio de este tipo serán bien aprovechados.

El 90 mm f/10 necesita añadir a su equipo de serie un prisma

cenital. La calidad de los oculares Plössl de 20 y 10

mm es del todo satisfactoria, aunque su potencial óptico pide una buena Barlow e, incluso, un

ortoscópico de corta focal.