sacerdotes mÁrtires de la diÓcesis de ciudad real

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SACERDOTES MÁRTIRES DE LA DIÓCESIS DE CIUDAD REAL Martínez Jiménez, Antonio García–Calvillo Y Cobos, Antonio Antonio Muñoz Pedrero, Manuel Abengózar y Sánchez, Ángel García-Carpintero y Gutierrez, José Naranjo Muñoz, Santos Álvarez Rivera, Matías-Fabián García–Mateos Aparicio, Enrique Navarro Lorente, Amador Álvarez Rodríguez, Carlos García-Sotoca y Marques, Juan Pedro Franco Nieto y Gallego Alvarez Soriano, Arcadio Gaviña y Heredia, Cristino Núñez Polo y Romero, Candelas Arroyo Chacón, Isidro Gigante Ruíz, Jesús Ortiz Carrasco, Avelino Avengoza Remón de Moncada, Federico González–Calero Domínguez, Miguel Ortiz Carrillo, Juan Beamud Sañoso, Victoriano José Herreros González, Francisco De Paula Pardilla y Moraleda, José Borrell Dolz, Vicente Huertas Molina, Bernabé Perez Serrano, Tomás Bautista Cabañero y Cabañero, Jaime Eusebio Ramón Isasi Martín, Prisco Perucho Granero, Especioso Campillo Sánchez, Gabriel López de la Manzanara y Peñuelas, Francisco Prieto Serrano, Alejandro Campillo Villena, Ramón López De Sancho Donoso, Julio Pedro Ribas Peralta, Roque Campillos Ráez, Emiliano López-Atochero y López-Peláez, Bernardo Rodríguez De Guzmán Y Carranza, Francisco Campos Rodríguez, Juan Felipe López-Villalta y Menchén, Manuel Roldán Fernández, Joaquín Cañizares Tejero, Clodoaldo Lorente y Gómez, Juan Sánchez Alcántara, Orosio Carranza Ortiz, Aníbal Maroto Sánchez, Manuel Sánchez Amador, Antonio Castellanos Caravaca, Luis Martín De Las Mulas Moya, Alfonso Sánchez De La Nieta, Jesús Chacón y Bellón, Domingo Martínez Rodríguez, Justo Sánchez De Milla Y Gómez Carpintero, Rafael Dios Villacañas, Eduardo de Mascaraque González-Calero, Vicente Sánchez-Camacho Alcázar, Victoriano Domínguez Baeza, Tomás Mayor Macías, José María Santos Jimeno, Faustino Espadero Morales, Antonio Mellado y Pérez Valiente, Tomás Tapia Jiménez–Avendaño, Sebastián Alfonso Fernández y Fernández, Rafael Molina Treviño, Juan Félix Tercero Rodríguez, Eufemio Fernández-Arroyo Mascaraque, Gabriel Moraleda González, Antonio Velasco Jiménez, José Fisac Aranda, Enrique Moreno Cruz, Aurelio Velasco Linares, Ángel García de Mateos y Chaparro, Santiago Muñoz De Morales Y Sánchez Cano, Ángel Villegas Muñoz, Domingo ANTONIO MARTÍNEZ JIMÉNEZ Párroco de Santa Quiteria de Alcázar de San Juan Antonio Martínez Jiménez nace en Terrinches (Ciudad Real), el día 22 de junio de 1895, hijo de Francisco Martínez y de Juana Jiménez de quienes recibió una educación profundamente cristiana, ya desde su más tierna edad, inculcándole un especial amor a la Santísima Eucaristía y a la Virgen María. Fue bautizado al día siguiente y le pusieron los nombres de Antonio José. El 12 de octubre de 1909, guiado por la voz del

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SACERDOTES MÁRTIRES DE LA DIÓCESIS DE CIUDAD REAL

Martínez Jiménez, Antonio García–Calvillo Y Cobos, Antonio Antonio Muñoz Pedrero, ManuelAbengózar y Sánchez, Ángel García-Carpintero y Gutierrez, José Naranjo Muñoz, SantosÁlvarez Rivera, Matías-Fabián García–Mateos Aparicio, Enrique Navarro Lorente, AmadorÁlvarez Rodríguez, Carlos García-Sotoca y Marques, Juan Pedro Franco Nieto y GallegoAlvarez Soriano, Arcadio Gaviña y Heredia, Cristino Núñez Polo y Romero, CandelasArroyo Chacón, Isidro Gigante Ruíz, Jesús Ortiz Carrasco, AvelinoAvengoza Remón de Moncada, Federico González–Calero Domínguez, Miguel Ortiz Carrillo, JuanBeamud Sañoso, Victoriano José Herreros González, Francisco De Paula Pardilla y Moraleda, JoséBorrell Dolz, Vicente Huertas Molina, Bernabé Perez Serrano, Tomás BautistaCabañero y Cabañero, Jaime Eusebio Ramón Isasi Martín, Prisco Perucho Granero, EspeciosoCampillo Sánchez, Gabriel López de la Manzanara y Peñuelas, Francisco Prieto Serrano, AlejandroCampillo Villena, Ramón López De Sancho Donoso, Julio Pedro Ribas Peralta, RoqueCampillos Ráez, Emiliano López-Atochero y López-Peláez, Bernardo Rodríguez De Guzmán Y Carranza, Francisco

Campos Rodríguez, Juan Felipe López-Villalta y Menchén, Manuel Roldán Fernández, JoaquínCañizares Tejero, Clodoaldo Lorente y Gómez, Juan Sánchez Alcántara, OrosioCarranza Ortiz, Aníbal Maroto Sánchez, Manuel Sánchez Amador, AntonioCastellanos Caravaca, Luis Martín De Las Mulas Moya, Alfonso Sánchez De La Nieta, JesúsChacón y Bellón, Domingo Martínez Rodríguez, Justo Sánchez De Milla Y Gómez Carpintero, Rafael

Dios Villacañas, Eduardo de Mascaraque González-Calero, Vicente Sánchez-Camacho Alcázar, Victoriano

Domínguez Baeza, Tomás Mayor Macías, José María Santos Jimeno, FaustinoEspadero Morales, Antonio Mellado y Pérez Valiente, Tomás Tapia Jiménez–Avendaño, Sebastián Alfonso

Fernández y Fernández, Rafael Molina Treviño, Juan Félix Tercero Rodríguez, EufemioFernández-Arroyo Mascaraque, Gabriel Moraleda González, Antonio Velasco Jiménez, JoséFisac Aranda, Enrique Moreno Cruz, Aurelio Velasco Linares, ÁngelGarcía de Mateos y Chaparro, Santiago Muñoz De Morales Y Sánchez Cano, Ángel Villegas Muñoz, Domingo

 

 

ANTONIO MARTÍNEZ JIMÉNEZPárroco de Santa Quiteria de Alcázar de San Juan

Antonio Martínez Jiménez nace en Terrinches (Ciudad Real), el día 22 de junio de 1895, hijo de Francisco Martínez y de Juana Jiménez de quienes recibió una educación profundamente cristiana, ya desde su más tierna edad, inculcándole un especial amor a la Santísima Eucaristía y a la Virgen María. Fue bautizado al día siguiente y le pusieron los nombres de Antonio José. El 12 de octubre de 1909, guiado por la voz del Señor, ingresó en el Seminario de Ciudad Real, de donde salió, ya sacerdote, el 20 de junio de 1920.Los que fueron sus compañeros en el Seminario refieren, sencilla y brevemente, su vida como seminarista: “Fue – dicen – un seminarista modelo: se distinguió, en especial, en una asidua aplicación a los estudios y en la escrupulosa observación del Reglamento del Seminario”. Cantó su primera misa a los tres días de su ordenación sacerdotal (23 – 6-1920). El 24 de agosto de este mismo año fue enviado de coadjutor a Piedrabuena, ya desde los primeros pasos en su misión mostró un ardiente celo por la juventud. Dos años más tarde, el 22 de enero de 1922 fue trasladado a la Solana; fue Director del Colegio del Ave María y de tres Congregaciones de jóvenes y niños, fundadas por él mismo. Era al mismo tiempo confesor extraordinario de tres Comunidades de Religiosas de la localidad por quienes fue muy estima

por sus virtudes.El 25 de octubre del año 1927 fue nombrado cura de su pueblo natal, Terrinches y allí dejó arraigada abundante semilla de vocaciones religiosas y sacerdotales. En enero del siguiente año fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de Santa María, de Alcázar de San Juan, y llega el 25 de febrero de 1929 y más tarde, finales de junio de 1932 Párroco de Santa Quiteria, de la misma población.Trabajó, en verdad, sin tregua; pero en su misión de apóstol recogió exuberante cosecha espiritual en las dos parroquias; fue para sus feligreses uno de esos apóstoles que llevan el ejemplo por delante de la palabra: sus virtudes eran la predicación más elocuente. Desde los primeros pasos de su misión sacerdotal se distinguió por su celo apostólico con niños y jóvenes; pobres y enfermos. Incansable confesor, director de almas y elocuente predicador, querido de todos por sus grandes virtudes, Dios bendijo su labor sacerdotal con abundantes vocaciones religiosas y sacerdotales.Dando, más y más, rienda suelta a su celo, se aplicó – como siempre – a enseñar el camino del cielo a la juventud de su parroquia.

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Ved sus frutos: gran número de jóvenes de Acción Católica dirigidos suyos supieron derramar generosos su sangre por Cristo en defensa de sus ideales cristianos.A pesar de que la revolución marxista había ya estallado, resistió don Antonio, sin abandonar la grey que le estaba confiada, hasta el 21 de julio, que salió de Alcázar de San Juan; pero al llegar a Campo de Criptana, fue descubierto por una pandilla de milicianos, que se apoderaron de él, y entre burlas e insultos y malos tratos lo llevaron a la cárcel; en ella estuvo hasta el 22 por la noche, que después de confesar a algunos de sus compañeros de prisión y exhortar a todos a sufrir por Dios, y aun si fuera necesario a padecer el martirio por confesar su Religión, fue asesinado. Murió de rodillas y con el crucifijo entre las manos; dos tiros tan sólo pusieron fin a su preciosa vida: uno en la boca y otro le destrozó el corazón.Días antes de la revolución - parece que tuvo un presentimiento más que humano de su muerte -, hablando en su último sermón, a sus feligreses, los exhortaba con estas palabras: "Soldados de Cristo, no seáis cobardes; se nos ofrece el Cielo en avión; -¡Sed valientes, vuestro capitán va delante! Un tiro en el corazón, y a tomar posesión del Cielo".Su cuerpo, fue en secreto, sacado por la noche y abandonado en un campo al lado de la carretera de Alcázar de San Juan. Allí estuvo algún tiempo, hasta que, una vez descubierto, fue conducido y sepultado en el cementerio del mismo Alcázar de San Juan. El médico forense, al reconocer que aquellos restos eran de don Antonio, le quitó de entre las manos el crucifijo con que había muerto el mártir, que aun conservaba fuertemente asido entre los dedos, y también se quedó con las gafas para poder entregarlas a los familiares suyo en cuanto pudiera, lo que realizó al terminar la revolución. El 17 de septiembre de 1939, los restos mortales de D. Antonio fueron exhumados y trasladados al panteón levantado en el cementerio de Alcázar de San Juan. Finalmente sus restos fueron trasladados, el día 10 de octubre de 1959, festividad de Santo Tomás de Villanueva, a la Parroquia Santa Quiteria de Alcázar de San Juan. Desde el momento de su martirio son numerosas las personas que atribuyen a la intercesión de D. Antonio la obtención de gracias y favores extraordinarios.

 

ÁNGEL ABENGÓZAR Y SÁNCHEZCoadjutor de Santa María La Mayor de Alcázar de San Juan

Nace en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el dos de agosto de 1895; hijo de Jesús Abengózar Díaz Miguel, ganadero, y de Petra Sánchez Lizcano.Bautizado a los pocos días de nacer en la Parroquia de Santa María la Mayor, el cinco de agosto del mismo año, por D. Álvaro Corrales, Cura Vicario de la parroquia.Confirmado en la misma parroquia el día 8 de julio de 1901 por D. Casimiro Piñera y Naredo, Obispo de Dora y Prior de las Órdenes Militares en la misma Parroquia en la que sería acólito en sus primeros años y en torno al altar recibió la vocación sacerdotal.Vive y crece en la calle Puerta de Cervera, número 16 en un ambiente familiar cristiano y de especial devoción a la Virgen de Rosario patrona de la localidad. Ingresa en el seminario diocesano de Ciudad Real en 1910 siguiendo con lucimiento los estudios sacerdotales y recibe el Orden del Presbiterado en mayo de 1921; y canta su primera Misa el 31 del mismo mes en el altar de la Virgen de Rosario.Casi toda su vida de sacerdote transcurre de Coadjutor en Alcázar de San Juan y en el anejo de La Alameda de Cervera. Ya antes de declararse la persecución, en julio de 1936, sufre la persecución; y el mismo Jueves Santo, 29 de marzo, al concluir de predicar el sermón de la

Pasión, es detenido con el pretexto de una algarada callejera, se le encarcela y durante veinte días se le somete a un duro y cruel suplicio. Desenmascarada al fin la insidia calumniosa, se le deja en libertad el 18 de abril, y opta por residir en la aldea de la Alameda del Castillo de Cervera y, al no sentirse seguro en este lugar, decide regresar a Alcázar de San Juan, poniéndose totalmente en manos de la Providencia. Debido a estos sufrimientos morales enferma hasta el punto de recibir la Unción de Enfermos. El 17 de agosto es de nuevo encarcelado, haciéndosele objeto en la prisión de crueles sufrimientos. El 29 es sacado, al fin, en unión de don Clodoaldo Cañizares Tejero, coadjutor de la Parroquia de Santa Quiteria, y ambos son asesinados, el 30 de agosto, en el sitio denominado “La Sevillana”, de donde la Cruz Roja de Herencia trasladó sus cadáveres al cementerio de esta población. Don Ángel, conocido cariñosamente por el “cura piñón”, apenas había cumplido cuarenta y un años.Terminada la guerra civil, fue exhumado del cementerio de Herencia y traído, juntamente con Don Clodoaldo, a Alcázar de San Juan en cuyo panteón de los Caídos fueron enterrados. Posteriormente fue exhumado de dicho Panteón y trasladado, con permiso del Obispado de Ciudad Real, el día 13 de julio de 1959 a la Parroquia de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan en la que fue bautizado, en la que fue confirmado, en la que cantó su Primera Misa, el 31 de mayo de 1921, a los pies de su amada Patrona, la Santísima Virgen del Rosario, a la que él quiso con toda su alma, y de la que hizo norte y guía de sus pasos por esta tierra en su caminar hacia el Padre; sus restos reposan en la capilla del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Monte Carmelo y en la lápida una sencilla inscripción: “D. Ángel Abengózar Sánchez, Coadjutor de esta parroquia, muerto el 30 de agosto de 1936”, donde se le venera como mártir. Fue asesinado por odio a la religión, a la Iglesia y a Cristo y por ser sacerdote.

 

MATÍAS-FABIÁN ÁLVAREZ RIVERACura de Villarta de San Juan

Nació en Daimiel (Ciudad Real), el día 20 de enero de 1903. Fue hijo de Matías Álvarez Muñoz y Presentación Rivera Pareja, naturales de Daimiel. En la Parroquia de Santa María

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la Mayor recibió el Bautismo de manos de D. José María Rodríguez de Guzmán, el día 25 de enero.En la calle La Plaza transcurrió su infancia hasta que se traslada a Ciudad Real el año 1913 para iniciar los estudios eclesiásticos en el Seminario, continuando desde el 1924 en Burgos donde se licenció en Sagrada Teología. Acabados brillantemente sus estudios fue ordenado de sacerdote por el Excmo. Sr. D. Narciso de Estenaga Echevarría, el día 9 de mayo de 1927, junto con D. Victoriano Sánchez Camacho Alcázar y celebra su primera misa solemne1927, en la parroquia donde fue bautizado.Ordenado sacerdote, su primer destino fue Coadjutor de Membrilla, donde estuvo poco tiempo; pero fue muy querido del pueblo. Después es enviado (también de Coadjutor) a la Solana. El destino siguiente fue Párroco de Villarta de San Juan distinguiéndose por su especial esmero por la Catequesis, implantación de la Acción Católica siendo nombrado por el Excmo. Sr. Obispo D. Narciso de Estenaga y Echevarría Consiliario el 6 de junio de 1934, amor a la Eucaristía y a la Santísima Virgen.Especialmente devoto de la Santísima Virgen se celebraba cada año la novena y fiesta de la Inmaculada con actos religiosos y culturales. Constituye una página de oro en la historia de Villarta de San Juan la gesta del pueblo alentado por su párroco de la construcción de una nueva ermita a la Patrona de Villarta, Nuestra Señora de la Paz, organizándose cultos y festejos extraordinarios los días 23 y 24 de enero de 1936 como preparación para bendición solemne de la nueva ermita por el Sr. Obispo.En Villarta de San Juan le cogió la persecución religiosa y el 25 de julio de 1936 se vio obligado a salir de Villarta. El padre, de nombre Matías como el hijo sacerdote, fue a por él y sus cosas en un camión, pensando que estaría más seguro en Daimiel, por ser su pueblo natal. Permaneció oculto en la casa paterna de donde fue sacado varias veces con el consabido pretexto de prestar declaración. Finalmente, en el convento de las Monjas Mínimas, convertido en horrible checa apresaron a este sacerdote, el día 22 de agosto, era medio día. Y, entrada la noche, fue asesinado con otros cinco sacerdotes y algunos seglares. Sus restos reposan en el cementerio de Daimiel.Los padres de D. Matías, tenían un familiar muy próximo que gozaba de mucha influencia y autoridad entre los que mandaban en Daimiel durante la guerra civil y, valiéndose de ello, sacó varias veces de la cárcel y libró de la muerte a algunos familiares y vecinos. Terminada la guerra, al juzgar a esta persona, quienes fueron librados de morir, testificaron a favor suyo. En el juicio, el fiscal le dijo: ¿-V. tenía también otro familiar sacerdote? –Sí, respondió –; Y, a éste ¿por qué no lo salvó V.?” Continúo el fiscal. La respuesta fue rápida y lacónica: -“¡Porque era CURA!”. Valioso testimonio de primera mano y documentación histórica del martirio de tan ejemplar sacerdote.

 

CARLOS ÁLVAREZ RODRÍGUEZAdscrito a la Parroquia de Herencia

Carlos Álvarez Rodríguez, nace en Herencia el 7 de abril de 1869. Sus primeros estudios los realiza bajo la dirección del párroco de Herencia (Ciudad Real), D. Salustiano Almeida y los termina en el seminario de Ciudad Real donde recibe la ordenación sacerdotal el día 31 de diciembre de 1893 y en la fiesta de la Epifanía del Señor celebra su primera Misa, 6 de enero de 1894.Ejerce el ministerio sacerdotal primero como coadjutor de Tomelloso (Ciudad Real), y en julio de 1898 pasa de Ecónomo a Santa María de Alcázar de San Juan (Ciudad Real); finalmente llega a su pueblo de Herencia como coadjutor y permanece hasta que es asesinado, el 25 de noviembre de 1936.Sabiendo de su generosidad, incluso momentos antes de su muerte, le pidieron como precio para salvarlo quince mil pesetas. Con eso, "pagó" sólo cuatro meses de vida, al cabo de los cuales es asesinado en la casa de D. Gabriel Enríquez, convertida en “checa”, junto con otros muchos, sacerdotes y seglares, que son arrojados a la tristemente célebre mina de Camuñas (Toledo). Era el 25 de noviembre de 1936. Hombre sencillo, generoso con los

pobres y celoso por el decoro del templo dona el retablo de la iglesia parroquial y valiosos ornamentos sagrados, tristemente destruidos en la guerra civil.D. Carlos preparó a todos sus compañeros de prisión para la muerte, absolviéndolos y exhortándolos a perseverar en la fe.

 

ARCADIO ALVAREZ SORIANOPárroco de Cabezarados y Minas de San Quintín

Arcadio José Domingo Álvarez Soriano nace en Almadenejos (Ciudad Real) el 13 de noviembre de 1880, y es bautizado el día 21 de noviembre del mismo año en la Parroquia de la Inmaculada Concepción por el párroco D. Santiago Navarro y se le puso los nombres de Arcadio, José y Domingo. Hijo de Domingo Álvarez Molina, natural de Almodóvar del Campo y Carmen Soriano Jijona, de Argamasilla de Calatrava.El padre, D. Domingo Álvarez, Profesor de Instrucción Primaria (maestro de escuela), ejerce mucho tiempo en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), donde Arcadio pasa la casi totalidad de los años de niño y seminarista, razón por la que ha sido tenido por vecino de Almodóvar del Campo.Debido al buen ambiente familiar pronto destaca por su capacidad y brillantez intelectual. Cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y, obtiene el bachillerato en

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Teología en Toledo, destacándose por su cultura, cualidades humanas cultivadas desde niño en una familia profundamente cristiana.Bachiller en Teología, toma parte en el concurso a parroquias del año 1904 durante el pontificado del obispo Piñera, consiguiendo, antes de ser ordenado de presbítero el 26 de octubre de 1905, la Parroquia de Cabezarrubias del Puerto donde ejerce el ministerio sacerdotal muchos años hasta que permuta por la de Cabezarados, parroquia “de entrada”, titular de San Juan Bautista (Arciprestazgo de Almodóvar del Campo), de 1333 habitantes.Al amanecer del día 19 de julio de 1936 un grupo de milicianos registran la casa parroquial de Cabezarados, con el pretexto de buscar armas, y junto con su hermana son expulsados de la casa. Ambos son recogidos en casa del Sr. Zamora, vecino del puebloPor fin, el 6 de agosto de 1936 se le obliga a salir del pueblo junto con su hermana. Sobre las dos horas de día 12 de este mismo mes y año, en un descampado a tres kilómetros del pueblo, es asesinado, tras sufrir horribles vejaciones, insultos y atrocidades. Su cadáver fue arrojado al fondo de la mina "La Cartajenera", sin que haya sido posible sacar los restos.En el lugar de la muerte, el sacerdote D. Antonio Martín López (q.e.d), siendo párroco de Cabezarados, hizo colocar una cruz en el lugar donde fue asesinado en su memoria

 

ISIDRO ARROYO CHACÓNCapellán de Manzanares

Isidro Arroyo Chacón nació en Membrilla (Ciudad Real) el día 28 de noviembre de 1868. Cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Madrid apadrinado por don Antonio Chacón y Muñoz, natural de Membrilla y Rector de dicho seminario aunque fue ordenado sacerdote en Ciudad Real, el 19 de diciembre de 1891. Transcurre toda su vida en Manzanares como capellán de religiosas Concepcionistas de la enseñanza. De aspecto bondadoso, pacífico y bonachón gozaba de especial habilidad para reconciliar entre sí a las familias con problemas que acudían a él como intercesor.Septuagenario, en 1936, y muy enfermo, el día 12 de agosto de 1936 violentamente lo arrastraron a la calle en pleno medio día. El calor asfixiante en el agosto manchego, su enorme peso y su enfermedad le hicieron caer muerto rápidamente. Con todo, fue rematado a golpes y tiros en la misma vía pública. Sin haber sido sometido a juicio, y por su condición de sacerdote, fue asesinado en Manzanares. Era el 12 de agosto de 1936.

 

 

 

FEDERICO AVENGOZA REMÓN DE MONCADACoadjutor de Herencia

Federico Abengoza Remón de Moncada, nace en Herencia el 25 de febrero de 1871, donde pasa su infancia hasta que respondiendo a la llamada de Dios al sacerdocio estudia primero en el Colegio de Vocaciones eclesiásticas de Murcia y más tarde en el Sacro Monte de Granada, terminando los estudios en Toledo y es ordenado de Presbítero por el Cardenal Sancha el 18 de marzo de 1899.En Herencia, canta Misa el día 25 del mismo mes. Ejerció el sacerdocio en sus primeros años en la Diócesis de Toledo como cura de Cabañas de la Sagra; después como Coadjutor de Santiago del Arrabal y como Cura Encargado, últimamente, de la Concepción en el propio Toledo. El año 1909 llega a su pueblo natal como Sacristán- Sacerdote, oficio que desempeña hasta el martirio.No obstante hallarse enfermo en cama, lo conminan a presentarse, en el plazo de una hora, en la casa de D. Gabriel Enríquez, convertida en “checa”. Tiempo que aprovecha para rezar el Rosario en compañía de su hermana. Esa misma noche del 25 de noviembre de 1936, es asesinado junto con otros veinticinco, entre seglares y sacerdotes.Su cadáver, junto con otros, es arrojado a la mina abandonada en la carretera de Puerto Lápice, sin posibilidad alguna de poder extraer para conservar los restos mortales.En su oficio de sacerdote- sacristán es considerado como un servidor ejemplar en el

encargo de cuidar el decoro del templo y la dignidad de las celebraciones. Fue perseguido por el único motivo de ser sacerdote como el resto de sus compañeros sacrificados en Herencia

 

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VICTORIANO JOSÉ BEAMUD SAÑOSOPárroco de Arenales de San Gregorio

Nace en Campo de Criptana (Ciudad Real) a las once de la noche del día 8 de mayo del año 1892 en una familia humilde y cristiana. Fueron sus padres Valeriano Beamud y Rodríguez Manzaneque, naturales y vecinos de Campo de Criptana y María de la Cruz Sañoso y Gómez. En el momento de su nacimiento el padre de profesión carpintero a penas tenía 27 años y la madre dedicada a las labores del hogar, 22 años. Trascurre su infancia en la calle Cardenal Monescillo, nº 6.En Toledo cursó los primeros estudios de Latinidad, Humanidades y filosofía. En Ciudad Real cursa la Teología y pasa, últimamente, a Valencia donde obtiene la licenciatura en Sagrada Teología.En marzo de 1916, es ordenado de Presbítero y el día 23 de abril canta la primera Misa en su parroquia natal, donde fue bautizado, aunque desconozcamos detalles del mismo por haber desaparecido el Archivo Parroquial en la guerra civil.En el comienzo de su ministerio ejerció de Coadjutor de Fuencaliente y, al poco tiempo, es trasladado a Alcázar de San Juan como Coadjutor de Santa María la Mayor, permaneciendo en ésta doce años. Pasa a Campo de Criptana como Capellán del Asilo y a la vez regenta la Parroquia de Arenales, titular de San Gregorio, anejo coadjutoría de Campo de Criptaza y con una población de de 749 habitantes.

Procedía de una familia trabajadora y muy humilde. Esto le da la posibilidad de hacer mucho bien entre los obreros y los pobres de su pueblo. Labor que no impidió fuera perseguido y detenido.Apenas iniciada la persecución religiosa en el mes de julio de 1936, es detenido, previo riguroso registro de su domicilio. El día 26 de julio se le anuncia que podrá volver a su casa (cosa que creyó cándidamente). Nada más traspasar los umbrales de la prisión, desde el interior de la misma le disparan y cae muerto a unos pasos de la puerta. Eran las 10 horas y treinta minutos del día 26 de julio y tenía 44 años de edad. Sus restos reposan en el cementerio de su pueblo natal.El Auto emitido por el Juez Instructor de Ciudad Real al Juzgado de Alcázar de San Juan con fecha de 20 de marzo de 1937 explica la muerte de D. Victoriano en los siguientes términos: “Resultando del sumario a que este rollo corresponde que el 26 de julio pasado denunció en el Juzgado Municipal de Campo de Criptana, Julián Vela Diaz encargado del (Cementerio Municipal) digo Depósito Municipal, situado en el nº 8 de J. Galán, que su convecino Victoriano Beamud preso en el mismo se había fugado arrancando con violencia el candado, y ya en la calle a unos cuatro metros de la puerta principal, al no obedecer a la guardia allí montada, ésta le disparó causando la muerte, sin que las diligencias practicadas hayan concretado quienes formaban la guardia, ya que aquella mañana, fue mucho el transito de milicias por dicha calle sin poder señalar el autor o autores de los disparos”.Buen sacerdote, la motivación de la muerte fue precisamente su condición de sacerdote “lo mataron porque era cura”, dicen quienes le conocieron.

 

VICENTE BORRELL DOLZPárroco de Tomelloso

Vicente Borrell Dolz nace en Valencia el día 22 de enero del año 1876. Su infancia transcurre en un clima austero de familia numerosa, cinco hermanos. Inicia los estudios eclesiásticos en Valencia, y cuando su familia se traslada a Valdepeñas (Ciudad Real) continúa y finaliza brillantemente su formación sacerdotal en el seminario de Ciudad Real.Huérfano de padre, la madre debe atender con mil esfuerzos a sus cinco hijos, el mayor de los cuales es el seminarista. Vicente, ordenado Sacerdote en las Temporas de Adviento del año 1900 por el Excmo. Sr. D. Casimiro Piñera Naredo, obispo de Dora y Prior de las Órdenes Militares, se convierte en el padre de sus hermanos y consuelo de su anciana madre.Ejerce el ministerio sacerdotal como coadjutor en Valdepeñas y, vacante la Parroquia de Tomelloso participa en el concurso del año 1913, obtiene la Parroquia de Tomelloso en propiedad y permanece durante 30 años ininterrumpidos en Tomelloso, hasta su muerte. Fue uno de los ocho Párrocos consultores que asesoraban al Sr. Obispo en el gobierno de la Diócesis.El asesinato de D. Vicente Borrell, el día 16 de agosto de 1936, es uno de los hechos que más se recuerdan todavía en Tomelloso, quizás por la significación de la víctima, por la forma en que ocurrieron los hechos y por la cantidad de personas que, directa o indirectamente,

participaron en el mismo.D. Vicente Borrell en años anteriores había tenido problemas que le enfrentaron con el ayuntamiento republicano que pretendía derrumbar una parte de la iglesia parroquial, el “pretil” para ampliar una calle y el párroco se opone.A este enfrentamiento un acontecimiento desafortunado vino a enturbiar más las relaciones entre el párroco, autoridades y parte de los vecinos: el asunto de “El Pichele”. Un joven, al que apodaban así, dirigió un anónimo al párroco exigiendo una determinada cantidad de dinero. El párroco pone en conocimiento del chantaje recibido a la Guardia Civil que decidió tender una trampa al autor del anónimo y detenerle en el lugar donde D. Vicente debía depositar el dinero, cerca del cementerio.Cuando el estafador- “El Pichele”- fue a recoger la cantidad exigida, se encontró con la Guardia Civil que le dio el alto sin obedecer intentando escapar. La guardia civil disparó y el “chantajista” herido de gravedad moría unos días después. El pueblo

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nunca perdonó al párroco la denuncia del anónimo a la Guardia Civil y la muerte de este joven. El carácter de venganza colectiva que tiene esta muerte parece demasiado evidente.Acaeció la revolución y el cura fue detenido. Una entrega de dinero a los dirigentes, le libró del primer encuentro. Huyó de la población y de nuevo fue atrapado, en dramáticas circunstancias. Ya encarcelado, fue humillado, maltratado y herido. El “populacho” apareció y el suplicio del sacerdote inició su ascensión, ya inevitable. Desde la prisión siguió por su calle de amargura, seguido de su anciana madre, implorando misericordia. Aquella multitud sintió la embriaguez de sangre y acaso no faltó quien dejara de mancharse con la del desgraciado anciano. Más de ochenta heridas le fueron contadas en su cuerpo despedazado y las entrañas esparcidas por el suelo. En las paredes del cementerio fue martirizado cruelmente y entregó su vida El 16 de agosto de 1936.Al finalizar la guerra civil sus restos fueron trasladados a la parroquia. El relato del asesinato de D. Vicente coincide a grandes rasgos con el que hizo, pocos años después de los acontecimientos, la propia hermana del asesinado, Pilar Borrell (Cf. Francisco J. Navarro Ruiz.: La Segunda República y la Guerra Civil en Tomelloso (1930-1940) B.A.M, Ciudad Real, 2000, pp.182-187).Finalizada la Guerra Civil, los restos mortales fueron trasladados a la Iglesia Parroquial e inhumados en el Presbiterio.

 

JAIME EUSEBIO CABAÑERO Y CABAÑEROCoadjutor de Puertollano

Nace en Puertollano (Ciudad Real), el día 5 de marzo del año 1873, y bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción el día 6 del mismo mes, por don Feliciano Mendez, inscrito con los nombres de Joaquín Eusebio.Hijo de Juan Bernabé Cabañero y Pascuala Cabañero. Su infancia transcurre en la calle de las Cruces, n. 1, en un ambiente cristiano y de sencillez, a pesar de su buena posición económica; el padre era propietario de bienes rústicos. Habitaba una casa de su propiedad situada en lugar céntrico y se veía siempre frecuentada de pobresCursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y es ordenado sacerdote en 1897 por el Excmo. Sr.D. José María Rancés Villanueva. Su ministerio sacerdotal estuvo consagrado siempre a la ciudad minera, donde pasó toda su vida haciendo el bien, metido siempre en la parroquia, como en guardia perenne de celo y apostolado, respetado y admirado de todos.El 26 de julio de 1936, al día siguiente de la fiesta del Apóstol Santiago, fue obligado a salir de su casa a la que no volvería. Llevaba puesta su sotana, consciente de que iba a la muerteLo pasearon, en medio de golpes e insultos y amenazas, a lo largo del céntrico Paseo de San Gregorio, hasta la ermita, ya incendiada y devastada de la Virgen de Gracia, Patrona de Puertollano. Una vez allí, dijo: "Vais a matarme… Pues yo os ruego que sea aquí, cabe las ruinas y a la puerta de la Virgen de Gracia". Le dieron muerte en el sitio conocido por “las Pocitas” extramuros de la ciudad, de rodillas, con el breviario en la mano y manifestando su amor a la Virgen. A las quince horas y treinta minutos del día 26 de julio de 1936 caía asesinado el segundo de los sacerdotes en la diócesis de Ciudad Real. Sus restos reposan en un nicho familiar en el cementerio de Puertollano. D. Jaime ha sido y es considerado como un sacerdote muy fiel, caritativo, sencillo y su muerte sólo motivada por ser sacerdote. Desde la Prisión Preventiva de Almodóvar del Campo el Párroco de Puertollano, D. Enrique García Mateos Aparicio escribía a D. Gaspar Naranjo Molina, coadjutor de Puertollano librado milagrosamente de la muerte, refiriéndose a la muerte de D. Jaime: “…Ya sabe UD. lo del pobre compañero D. Jaime. ¡Que él interceda por nosotros desde el Cielo, en donde estará seguramente gozando el premio de sus virtudes y de su martirio!”.

 

GABRIEL CAMPILLO SÁNCHEZPárroco de Montiel

Nace en San Carlos del Valle (Ciudad Real) el día 18 del mes de marzo del año 1886, en el seno de una familia cristiana, recibiendo el bautismo a los dos días de nacer en la Iglesia Parroquial del Santísimo Cristo del Valle. Fueron sus padres Gabriel Campillo y Ruiz y Elena Sánchez de la Blanca, naturales y vecinos de la mencionada villa.Su infancia transcurre en la calle de los Almendros, n. 4. Aprende las primeras letras y ayuda al padre en las labores propias de su oficio con la esperanza de sucederle en su día. Pero a pesar de la escasez de recursos económicos, animado por el párroco, ingresa en el Seminario de Ciudad Real donde cursa y finaliza los estudios eclesiásticos. Ordenado de Presbítero celebraba su primera Misa el 7 de julio de 1912 ante el Santísimo Cristo del Valle, Patrono de San Carlos del Valle. Es enviado primeramente a Valverde (Ciudad Real) como cura propio. El año 1919 ya es cura de Montiel (Ciudad Real) por permuta con don Agustín Moreno Luján.Como párroco de Montiel (Ciudad Real), se distinguió no sólo por su preocupación religiosa, restauración del templo parroquial, esforzándose además por dotar al pueblo de escuelas, cementerio y de aguas, y por urbanizarlo; así como por colaborar en conseguir toda clase de

beneficios y resolver las diversas necesidades del pueblo. Se cuenta de él cómo colaboró en la extinción de una plaga de langosta, por ejemplo, mereciendo los aplausos y menciones honoríficas de los organismos públicos y oficiales. En definitiva, D. Gabriel

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fue un sacerdote celoso por el bien espiritual y material de su pueblo.A pesar de tantos y reconocidos méritos por los incontables bienes aportados al pueblo, a partir del 16 de febrero de 1936 don Gabriel fue objeto de persecución y al iniciarse la guerra tiene que refugiarse en su pueblo natal, San Carlos del Valle, buscando en sus paisanos, ancianos padres y hermano Félix el apoyo y auxilio que en Montiel no tiene. Pero tampoco en San Carlos del Valle cesaron las persecuciones. Las amenazas y las vejaciones empezaron enseguida en el hogar paterno.Obligado a comparecer ante el Comité rojo de Montiel vuelve enfermo de la impresión y tiene que guardar cama. Del lecho y de los brazos de sus padres fue arrancado violentamente el 18 de noviembre de 1936 para ser entregado a los milicianos de Montiel a donde es llevado y durante dos días le ocasionan los sufrimientos más horrorosos y despiadados.El martirio fue -junto con el de don Felipe Campos Rodríguez, cura de Torrenueva- de lo más cruel que pueda imaginarse: desnudo completamente y atado con fuertes ligaduras, le arrastraron por las calles del pueblo, aplicándole después velas encendidas, cortándole el brazo derecho y dándole a beber orines en la ardiente sed de su agonía. Fue rematado al fin por seis tiros de pistola, descargados en la cabeza mientras exclamaba: "¡Viva Cristo Rey!". Era el 20 de noviembre de 1936.Sus restos mortales fueron trasladados para recibir cristiana sepultura el 16 de octubre de 1939 de Montiel al cementerio de San Carlos del Valle; y, el día 6 de diciembre del año 1964, por orden del Sr. Obispo D. Emeterio Echevarría, fueron trasladados a la Iglesia Parroquial.Fue D. Gabriel el único natural de San Carlos del Valle asesinado; pero fuera de esta localidad, como consta por la información oficial emitida del Ayuntamiento el 17 de febrero de 1941: “…en este Término Municipal no hubo victima alguna durante la dominación marxista, si bien se tiene conocimiento que el natural de este pueblo D. Gabriel Campillo Sánchez, vecino y Párroco de Montiel, encontrándose en esta localidad, del domicilio de sus padres fue entregado por las entonces Autoridades marxistas al Comité rojo de Montiel en cuya localidad horrorosamente fue asesinado.”Desde su muerte fue reconocida la fama de mártir y perdura en la actualidad tanto en Montiel como en San Carlos del Valle.

 

 

RAMÓN CAMPILLO VILLENACoadjutor de Santa María de Daimiel

Nace el 10 de abril de 1888 en el seno de una familia acomodada de La Solana, su padre era médico, y muy cristiana, pues algún hermano más fue seminarista. El 1900 comienza los estudios eclesiásticos en el seminario de Ciudad Real y, aprobado el primer cursó, pasa a continuar los estudios en Toledo, donde ingresó en los Operarios Diocesanos, que completaron su formación en Burgos, donde cantó Misa en 1911.Durante cuatro años, fue Vicerrector en el seminario de Valladolid, regido por los Sacerdotes Operarios. Finalmente, por circunstancias familiares, se vio obligado a dejar a los Operarios y volver a la Diócesis de Ciudad Real, en la que se incardinó y ejerció su ministerio hasta sufrir el martirio.En su pueblo natal ejerce algún tiempo la Capellanía del Convento de las Dominicas. Pasa a Ecónomo de Alhambra y, sucesivamente, Coadjutor en Campo de Criptana; Cura de Cózar y, por fin, Coadjutor de Santa María de Daimiel donde le sorprende la persecución religiosa en julio del año 1936.Por motivos de seguridad sus hermanos le invitan a trasladarse a La Solana y no aceptó, ya que ellos "tenían hijos" y su presencia podría comprometerles, decía. Permanece en Daimiel acogido en casa de los señores de Herrero hasta que una criada lo delata y es

apresado.La madrugada del 18 de noviembre del 1936 es asesinado en las tapias del cementerio. El coche que le lleva al cementerio era conducido por un joven daimieleño de muy honorable familia y entrañable amigo suyo en días mejores.En octubre de 1939 al ser exhumados los restos para proceder a trasladarlos a su pueblo natal donde reposan se aprecia que el cadáver fue enterrado desnudo y descalzo. Por los testimonios escuchados y conociendo el talante de la persecución religiosa en Daimiel, la opinión común es que ejerció siempre el ministerio con ejemplaridad y la motivación de la muerte fue por ser sacerdote. (El perfil sacerdotal, así como la biografía, puede conocerse en el librito: El Beato Pedro Buitrago, sacerdote, mártir de Cristo, del que es autor Francisco del Campo Real, publicado en enero de 2012.

 

 

EMILIANO CAMPILLOS RÁEZCapellán de Las Mínimas de Daimiel

Emiliano nace en Daimiel el día 18 de septiembre del año 1897. Fueron sus padres José Joaquín Campillos Fernández de Silva y María Teresa Ráez de la Zarza. Bautizado el día 22 de septiembre en la parroquia de Santa María. Cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real, es ordenado sacerdote el 20 de junio de 1920 junto con D.

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Antonio Martínez Jiménez, natural de Terrinches y D. Rosario de Lope Castellanos, natural de Villanueva de los Infantes, por el Excmo. Sr. D. Javier Irastorza, Obispo Prior de las Órdenes Militares y celebra su primera Misa el día 24 de junio del año 1920 en la parroquia donde fue bautizado.Ordenado sacerdote fue nombrado secretario del Sr. Obispo (julio de1920); en octubre de 1922 pasa a Daimiel como Coadjutor de Santa María la Mayor; posteriormente, el 15 de febrero de 1929 de cura ecónomo a Torralba de Calatrava; y en diciembre de 1933 es nombrado Capellán de las monjas Carmelitas de Daimiel. A su vez daba clases de latín y de Ética en la Academia de 2ª Enseñanza de Daimiel.En compañía de su madre María Teresa y sus hermanas transcurre su vida de sacerdote en la calle Jesús n.1 de Daimiel, dedicado a su ministerio y a la familia y con un comportamiento correctísimo. Expulsada toda la familia de la casa en que vivían se refugia junto con su madre y hermanas en casa del otro hermano Juan Francisco, y en la persecución religiosa permanece escondido en la calle Maestro Baeza n.3, propiedad del mismo.Por esos días llega el Padre de la Compañía de Jesús D. Manuel González huyendo de Ciudad Real y pide ayuda y asilo al compañero sacerdote Emiliano. Es bien recibido y los dos sacerdotes permanecen escondidos en la misma casa de Juan Francisco. Ahí celebran diariamente la Santa Misa.Los milicianos de Daimiel, que buscan a ambos sacerdotes, apresan a Juan Francisco para que denuncie el paradero de éstos a lo que se resiste, a pesar de los malos tratos y palizas, que le dejarían huellas y lesiones para el resto de su vida. Al enterarse de la situación en la que se encontraba Juan Francisco, ambos sacerdotes salen del escondite y se presentan en el Ayuntamiento de Daimiel diciendo: “suelten a mi hermano que es un padre de familia. Es inocente y de mí hagan lo que quieran”. Era el día 17 de agosto de 1936 y el 21 fue asesinado en el lugar conocido por el “Carrerón”. Su hermana Matilde recogió en el Ayuntamiento los enseres del hermano sacerdote: el reloj, un crucifijo y una servilleta.El cadáver es recogido por la Cruz Roja el mismo día en un majuelo al lado de la carretera que de Daimiel lleva a Manzanares. D. Emiliano muere abrazado a su crucifijo; el mismo que su hermana Matilde recogería en el Ayuntamiento de Daimiel. El 29 de mayo de 1960 los restos mortales fueron inhumados en el Valle de los Caídos.

 

 

JUAN FELIPE CAMPOS RODRÍGUEZCura de Torrenueva

Juan Felipe Campos y Rodríguez nace el día 5 de febrero del año 1877 en la villa de Carrizosa (Ciudad Real) del Campo de Montiel y recibe el Sacramento del Bautismo al día siguiente de su nacimiento en la Parroquia de Santa Catalina administrado por el Cura Propio D. Manuel de la Mata.Hijo de Eulogio, veterinario de profesión y Victoriana Rodríguez, naturales y vecinos de Carrizosa, vive su infancia y se desarrolla en la calle del Altillo en un ambiente cristiano y, al parecer, de buena posición social.Cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y es ordenado de Presbítero en diciembre de 1906 (Témporas de Adviento), celebra su primera Misa el día 16 de diciembre en la Parroquia de Santa María del Prado de Ciudad Real.Ejerció el ministerio sacerdotal en Los Pozuelos de Calatrava, Villanueva de los Infantes, Cózar, Carrión de Calatrava, pueblos de Ciudad Real. Estando en Carrión de Calatrava participa en el Concurso de parroquias y obtiene en propiedad la Parroquia de Cózar en la que ya había servido como coadjutor. Para vivir con su hermana pide la coadjutoría de Santa Cruz de Mudela y, últimamente, pasa a Torrenueva en el mes de septiembre de 1930 done ejerce el ministerio sacerdotal hasta su martirio, el 9 de agosto de 1936.El mismo día 19 de julio de 1936 comienza la persecución y martirio que guarda mucha semejanza con el de don Gabriel Campillo Sánchez, párroco de Montiel, asesinado el 20 de noviembre de 1936. Su martirio fue de los más horrorosos de la diócesis, según los diversos testimonios recogidos referentes al martirio. Tal vez, el relato que mejor recoge los hechos, y que por su brevedad y precisión podríamos llamar relato “oficial”, sea éste: “Fue detenido el día 11 de agosto de 1936; procedieron a martirizarle destrozándole todos los dientes de la boca y sacándole los ojos. En este estado lo tuvieron al sol de agosto a medio día y desnudo durante más de dos horas; una vez muerto, lo arrastraron por la plaza pública, trasladándolo de una “checa a otra”, teniéndole tres días insepulto en la misma celda en que se encontraban los restantes detenidos de Torrenueva. Cuando por fin decidieron llevarlo al cementerio, a fin de meterlo en un saco, le cortaron las dos piernas” (Así resulta acreditado de la información practicada por el Ayuntamiento de la localidad expresada obrante al folio 77 vtº de la pieza separada de “checas”; (D. 3.216.906; A.H.N. Causa General).La narración popular sitúa el martirio en dos escenarios: la iglesia y el patio de las escuelas. Lo detuvieron primero en la iglesia, tratando de que dijera, “dónde estaban escondidas las armas”, acusación ésta muy generalizada, así como enemigos del orden establecido y del pueblo, contra los sacerdotes. Al no encontrar las armas, ya lo dejaron con los otros presos en la sacristía en donde empezó el martirio. Lo sacaban al presbiterio para que blasfemara y abjurara de su fe y a pesar de los golpes no consiguieron su propósito. Le pegaban golpes con el crucifijo metálico del altar derribándole los dientes y con candeleros grandes soportó golpes en la cara y en el cuerpo.Violentamente lo tiraron contra los confesionarios y le hicieron rodar varias veces por las escaleras del presbiterio. Después, viendo que no conseguían su propósito, medio desnudo lo ataron de los pies y metiéndolo en un saco, se lo llevaron arrastrando

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por el templo, y por las escaleras pétreas del atrio y por las de la plaza, a las escuelas municipales que estaban frente a la Iglesia, segundo escenario del martirio. Atado a los barrotes de una ventana, de donde colgaba como un crucificado, y después de una trilla contra la pared, fue sometido al tormento del sol, la sed y a los golpes, las mofas, los insultos más soeces y groseros. Con voz apagada pero firme don Felipe decía: “Dios mío perdónalos y da fortaleza a tu siervo” “Dios mío escúchame, que mi fortaleza no se quebrante”. Así entregó la vida el 9 de agosto de 1936. Se extendió por toda la diócesis, la fama de martirio y perdura en la actualidad

 

CLODOALDO CAÑIZARES TEJEROCoadjutor de Santa Quiteria

Nace en Almagro (Ciudad Real) a las doce de la noche del día 20 de octubre del año 1881 en el seno de una familia muy humilde pero de profundas raíces cristianas. Fue bautizado el día 26 del mismo mes y año en la Parroquia de Madre de Dios en Almagro por don Eduardo Escobar y Carrero, Coadjutor de la parroquia. Fueron sus padres Francisco Cañizares González y María del Sacramento Tejero Álvarez naturales y vecinos de Almagro. Francisco, el padre, panadero de profesión y, Sacramento, la madre dedicada a las tareas de la casa. La infancia transcurre en un ambiente sencillo, junto con sus dos hermanas, en la calle Granada, n. 15, hasta que pasa primero al Seminario de Toledo y, posteriormente al de Ciudad Real para cursar los estudios eclesiásticos y, es ordenado de Presbítero, en junio del año 1906. Fueron, pues, treinta los años de ejemplar vida sacerdotal.El año 1906 ya es coadjutor de Santa María La Mayor de Alcázar de San Juan y atiende el anejo de Alameda de Cervera donde se hace muy popular por su sencillez y cercanía. El año 1911 es trasladado de coadjutor a Manzanares. El año 1913 toma parte en el concurso

de parroquias y obtiene la de Cañada de Calatrava. Renuncia a la parroquia y pasa de Coadjutor a Santa Quiteria de Alcázar de San Juan donde acabará sus días el 30 de agosto de 1936. En Alcázar de San Juan vivía en la calle Trinidad con dos hermanas quienes se dedican a la venta de encajes y tejidos, actividades tan peculiares en Almagro y “así se ganaban la vida”.En la actualidad es recordado en Alcázar de San Juan por su humildad y sencillez. Sin especiales dotes oratorias, aunque bondadoso, cariñoso, solía celebrar la Misa para los niños cada domingo y el párroco D. Antonio Martínez, también mártir, administraba el sacramento de la Penitencia. Quienes le conocieron y trataron coinciden en afirmar que por su sencillez su vida pasó “sin ser notado” y que lo mataron “por ser cura”. Mediada la noche del día 17 de agosto es apresado en su domicilio de la calle Santísima Trinidad y llevado a la prisión donde permanece hasta la noche del 29 del mismo mes en la que, junto con don Ángel Abengózar, Coadjutor de la Parroquia de Santa María La Mayor, fueron sacados para ser asesinados y abandonados en la carretera de Herencia en el sitio conocido por “La Sevillana”. Localizados por miembros de la Cruz Roja sus cuerpos fueron llevados al cementerio de Herencia hasta que pasada la guerra civil son trasladados y reciben sepultura en el Panteón de Alcázar de San Juan. Es recordado en la actualidad como “hombre bueno; sacerdote humilde, servicial, fiel, amigo de todos”. Había cumplido 54 años de edad

 

ANÍBAL CARRANZA ORTIZPárroco de La Solana

Nace en Tomelloso (Ciudad Real) el 22 de junio de 1880 en el seno de una familia cristiana, registrado con los nombres de Aníbal, Mario, Eduardo, Eugenio y Marcial y en los primeros días recibe el Bautismo, sin que conste la fecha por haber sido destruido el Archivo Parroquial. Hijo de Eduardo Carranza Espinosa, zapatero de profesión y de Amalia Ortiz Martínez.Hace sus primeros estudios sacerdotales en el colegio de San José de Murcia, continuándolos en Ciudad Real. Toma parte, antes de ser ordenado de Presbítero, en el Concurso a Parroquias de 1904, obteniendo la de Valverde y recibido el Presbiterado, noviembre de 1905, se hace cargo de la parroquia.Siendo estudiante de Teología en el Seminario de Ciudad Real colabora eficazmente en la formación de los alumnos de la comunidad de teólogos, gozando de la confianza del entonces Rector del Seminario, Sr. Ilumdain, así como de la estima de los alumnos. Dotado de especiales virtudes humanas y capacidad intelectual es enviado, una vez ordenado sacerdote, a doctorarse en Sagrada Teología en Toledo.Posteriormente se le encomienda la Parroquia de Villahermosa. Concursa de nuevo el año

1913 y es nombrado Párroco del Santo Cristo de Valdepeñas que, al fin, permuta el 1924 por la Parroquia de La Solana.Podemos decir que fue dos veces mártir. La primera, apresado por los milicianos en la calle Cristo del Valle es llevado a la cárcel instalada en el Monasterio de las monjas dominicas y en el trayecto cae víctima de una descarga, presenciada por dos jóvenes, de profesión pastor, que lo postra en tierra durante largo tiempo, sin que muera, en la mañana del 10 de agosto de 1936, hasta que alguien lo recoge y lleva al hospital de la Cruz Roja, donde es atendido. La segunda cuando, después de recuperado de las heridas, es sacado de ésta con el engaño de ser trasladado a su pueblo de origen, Tomelloso y, en las tapias del cementerio, es asesinado, el

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30 de noviembre.Sacerdote celoso y ejemplar, trabaja incansablemente en vitalizar, tanto en Valdepeñas como en La Solana, la Pía Unión de las Marías y de los Discípulos de San Juan, así como en la Acción CatólicaEn los tres meses que precedieron a su muerte sufre en la cárcel insultos, amenazas y, especialmente por las noticias de asesinatos de compañeros sacerdotes y feligreses, desmanes sacrílegos en los templos de la localidad. Muere perdonando a todos, especialmente a dos milicianos (prescindo de identificación).Finalizada la guerra los restos son trasladados a su pueblo natal de Tomelloso donde reposan, en el cementerio de la localidad.

 

LUIS CASTELLANOS CARAVACAPárroco de Santa María La Mayor de Alcázar de San Juan

Luis Narciso Castellanos Caravaca nace en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el día 29 de octubre de 1897; hijo de Lope de Castellanos, sirviente de profesión y de Luisa Caravaca.Luis Narciso, el más joven de los varones de una familia humilde formada por cinco hijos (tres varones: Juan Antonio, Julio y Luís Narciso y dos niñas: Purificación y Margarita), pasa su infancia en la calle de las Peñas y es conocido por don José Jiménez Manzanares, que llega a la parroquia de Santa Quiteria como coadjutor el 12 de octubre de 1907 y vive en la planta alta de una casa propiedad de los padres de Luis, en la calle San Francisco n.18. Luis con su familia ocupan la planta baja de la misma vivienda lo que explica el trato familiar con el joven Luis.Luis al cumplir los 10 años es animado por D. José a ingresar en el Seminario. Y, en efecto, cuando don José Jiménez Manzanares deja Alcázar de San Juan trasladado a Valdepeñas, Luis era ya seminarista. Amistad entre sacerdote y seminarista se intensificará porque don José Jiménez vuelve a Alcázar de San Juan como Párroco de Santa María y, al dejar esta ciudad para ocuparse de la Parroquia de Infantes, el año 1913, Luis era ya un aventajado estudiante de Teología.Cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real con éxito; enviado a

Roma, se licencia en Sagrada Teología en la Gregoriana. Regresa a Ciudad Real por razones de salud y canta Misa el 26 de septiembre de 1920 en la Parroquia de Santa María. En tan solemne acto predicó el ya Canónigo de la Iglesia Prioral Catedral, M.I.S. D. José Jiménez Manzanares; oficiaron de Padrinos de Capa D. Daniel Martín de Almagro, Párroco de Santa María de Alcázar y el Lic. D. Miguel Alderete Heredia, Cura Ecónomo de Santa Quiteria de esta ciudad. En Ciudad Real ejerce el ministerio sacerdotal primero como Capellán en la Academia Pérez Molina y pasó después a Alcázar de San Juan como Ecónomo de Santa María, su parroquia donde hizo la Primera Comunión, sintió la llamada al sacerdocio y celebró su Primera Misa.Desde Alcázar de San Juan oposita en octubre de 1928 y obtiene una plaza de Canónigo en la Catedral de Ciudad Real. Fue Capellán y Profesor de la Academia General de Enseñanza y también, uno de los cinco Jueces pro- sinodales del obispado. Pero, al suprimirse las asignaciones del Clero, en 1932, el obispo le propuso volver, en 1933, a la Parroquia de Santa María, en Alcázar de San Juan.Desde el primer momento de la persecución religiosa en Alcázar, se vio acosado por su condición sacerdotal. Llevado preso a la capital, junto con otros muchos, alguien consiguió que lo devolvieran a Alcázar de San Juan. Pero vivió sólo dos meses más. Y, cuando los aviones nacionales volaron con sus bombas la gasolinera de Alcázar de San Juan, fue sacado, al fin, en represalia y el 15 de septiembre era asesinado en los términos de Herencia. Su cadáver fue arrojado a una sima, sin que haya sido posible recuperar. Don Luis encontró la muerte por ser sacerdote, como el resto de sus compañeros.Las palabras consignadas en una tarjeta de visitas definen la vida interior y probada virtud de D. Luís: “mi amor, Dios; mi tesoro: la pureza; mi único temor, perderla”.Sacerdote humilde, sencillo a pesar de su formación y condición de Canónigo era estimado y respetad por todos. Cuidó con especial esmero de la Acción Católica. Fue asesinado sólo por ser sacerdote. Perdura su fama de martirio, en la actualidad

 

DOMINGO CHACÓN Y BELLÓNPárroco de la Asunción y Arcipreste de Valdepeñas

Domingo Chacón y Bellón nace en Membrilla (Ciudad Real) el día 21 de mayo del año 1887. Fueron sus padres José Chacón y Jerónima Bellón. Su hermana Ana le había precedido, siendo los dos únicos descendientes de este matrimonio. Quedó huérfano de padre desde muy niño, al morir éste por causa de la viruela. En los primeros años de su infancia recibió una educación sólidamente virtuosa y cristiana; siendo pronto admitido como monaguillo de la parroquia en 1895.Ingresó a los diez años en el Seminario de Ciudad Real animado por su tío, el Ilmo. Sr. D. Antonio Chacón, que fue Rector del Seminario de Madrid, recién fundado, y cura de San José. En Toledo cursa el Doctorado en Sagrada Teología. Recibió el presbiterado en Toledo, en las Temporas de la Santísima Trinidad de 1910 y celebra su primera Misa en

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Membrilla el 19 de junio.Ejerce el ministerio sacerdotal al principio como Capellán de los Maristas, en Valdepeñas, pasando de Coadjutor a Manzanares, en junio de 1915. De allí, fue a Argamasilla de Alba como Ecónomo y dos años más tarde a La Solana en calidad de Vicario. En 1918 fue designado junto con don José Jiménez Manzanares para difundir la doctrina de la sindicación católica agraria, recorriendo con esta misión numerosos pueblos de la diócesis como San Carlos del Valle, Pozo de la Serna, Alhambra, Ruidera y Montiel etc. Más tarde don Domingo Chacón y don José Jiménez Manzanares fueron nombrados secretario y presidente, respectivamente, de la comisión que había de propagar la sindicación católica agraria en los arciprestazgos de Ciudad Real, Daimiel y Manzanares.En junio de 1925 llegó a la Parroquia de Malagón con carácter de Cura Regente y, presentado por los Duques de Medinaceli (poseedores del Derecho de Patronazgo sobre la parroquia de Malagón), al morir don Francisco Quintana, Párroco en propiedad, hecho previamente y con brillantez el necesario examen para Concurso particular. Tomó posesión de dicho beneficio el 1 de enero de 1927 y lo rigió, como todos los cargos anteriores, con sumo celo y con patentes frutos espirituales de la feligresía, hasta abril de 1936 en que tomó posesión, como cura en propiedad también, de la Parroquia de la Asunción de Valdepeñas, previa presentación de los Marqueses de Santa Cruz y habiendo recibido la colación Canónica de manos del señor Obispo Narciso de Estenaga que seguidamente le nombró Arcipreste de Valdepeñas.Durante los diez años y cuatro meses años que ejerció el sacerdocio en Malagón - tiempos difíciles- (recios, con expresión de Santa Teresa) desarrolló una labor de formación cristiana humana y social extraordinarias y, siempre respetuoso con la autoridad civil, aportó soluciones y fiel colaboración con las autoridades municipales para mitigar la pobreza y el paro de un gran sector de la población.Lo cierto es que, gracias a la inquietud social y actividad de don Domingo empezó a funcionar en 1932 el Sindicato Católico Agrario, con su sección de socorros mutuos, la cimera obra social de don Domingo, que plasmaron su ilustración, su experiencia y su celo de sacerdote apostólico, patriota y; deseoso de pacificar siempre y hermanar las distintas clases sociales pero inclinado siempre a los más débiles y necesitado, fue un sindicato en que figuraron solamente obreros pobres y agricultores medianos, lo cual no fue un obstáculo para su bienhechora eficacia a favor de los pequeños, ni siquiera para su prosperidad y su engrandecimiento.Este sindicato tuvo su sección de Socorros mutuos para los braceros enfermos, su Caja Rural de Ahorro y préstamos para productores medianos y aun ínfimos. Don Domingo sacó sus primeros colaboradores de la cantera de la Acción Católica, hombres todos modestos y de espíritu abnegado y cristiano como Dionisio Pérez Lucendo, Presidente.Pero la cumbre gloriosa de esta obra social cristiana fue la creación de la gran Cooperativa Olivarera, fundada, con las dificultades que pueden suponerse por el tesón sacerdotal y la hombría de don Domingo en octubre 1934. Su título de Cooperativa Agrícola del Santísimo Cristo del Espíritu Santo -el Patrono de Malagón, dice bien claramente cuál fue el espíritu de esta obra social y de sus iniciador, don Domingo, y el de los primeros fundadores Amador Merino, Zacarías Ferrer, Adrián García de Marina y Afrodisio Bravo, presididos por el referido Dionisio López Lucendo. No era la misericordia de don Domingo simple conmoción de un ánimo sensible ante las calamidades del prójimo desgraciado. Se abría su corazón a comprensión y su boca a las palabras afectuosas, y se abría también su mano al socorro dadivoso y a la limosna, como corresponde a un párroco perfecto y cabal.Don Domingo con una vida modesta en su hogar familiar y con una acertada administración de la herencia de su tío don Antonio – la fértil viña de la Espartosa – percibía cada año unos ingresos considerables. Y, sin embargo, ni subió jamás el tono de su vivir modesto y austero, ni aumentó su peculio apreciablemente.En sus visitas a los enfermos pobres y en su trato preferente con los feligreses necesitados, éstos y aquéllos supieron de su caritativa generosidad y gozaron del positivo auxilio de sus limosnas.El Asilo de los Ancianos Desamparados que existía ya desde el año 1917 en Malagón, y al cual siempre atendió con solícita diligencia auxiliando cuanto podía a las Hermanitas y teniendo su satisfacción en conversar con los ancianos que gozaban a su vez con el trato bondadoso y la conversación afable y sencilla del buen párroco, puede dar fehaciente testimonio de la caridad abnegada y eficaz de don Domingo.La vida económica del bienhechor centro pasaba a menudo por estrecheces y apuros económicos angustiosos, a los que el generoso Párroco, alma y gestor principal del Patronato, tenía que hacer frente. Y como la administración y las necesidades de la casa no podían soportar el enorme retraso con la Hacienda satisfacía ordinariamente los menguados intereses del capital fundacional, era corriente que don Domingo saliese en auxilio de las necesidades del centro.La vida ejemplar y la gran caridad de don Domingo, sin él pretenderlo, trascendía a sus feligreses todos y le ganó el aprecio, la simpatía y la veneración del pueblo, señaladamente de los menos adictos a la religión y al sacerdote, que son los que, extrañados del bien que realicen los curas, más se impresionan por sus acciones caritativas y generosas.Buena prueba de ello fue la despedida que los elementos más avanzados de Malagón hubieron de hacer a don Domingo al salir en abril de 1936 para la Parroquia de Valdepeñas. Esperaba en la estación el momento de que llegara el tren cuando unos obreros, tildados de comunistas, se le acercaron muy comedidos al darse cuenta de su marcha y le dijeron:“Señor Cura, ¿se va Vd. Por miedo? Puede Vd. Continuar tranquilo entre nosotros que nada ha de sucederle ni nadie se ha de meter con Vd. –Es el superior, dijo don Domingo a los emisarios de la Casa del Pueblo, el que me manda trasladarme a Valdepeñas. Voy por obedecer; no porque tenga miedo en Malagón.Hay que decir que igualmente recibió en Valdepeñas seguridades de alguien al llegar pues también en Valdepeñas tenía sembrada de antiguo la buena semilla de acciones bienhechoras en los primeros años de su sacerdocio, junio de 1910, como Capellán de los Hermanos Maristas, hasta que el año 1915 fue nombrado coadjutor de Manzanares. Lo que no bastó para arrancarlo a la muerte.El viernes de Dolores empezó en Valdepeñas su gestión parroquial que tan dolorosa iba a serle, verdadero calvario en el que consumaría su sacrificio unos meses después.El día 24 de julio de 1936 fue detenido con sus coadjutores (D. José García Carpintero y D. Juan Pedro García Sotoca y Marqués) y sacristanes reunidos muy de mañana en la casa rectoral para estudiar la situación planteada por la orden recibida del señor

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Alcalde con la prohibición de celebrar la Santa Misa, así como el mandato de cerrar las iglesias. Son conducidos detenidos a la Delegación de Policía donde son interrogados durante varias horas hasta ser trasladados, finalmente, el día 25 de julio a la cárcel del partido, atravesando las calles de Valdepeñas los tres en medio de los mayores atropellos, escarnios, befas e insultos. Tras un mes de prisión sobrellevada con edificante paciencia y serenidad y dando pruebas de celo apostólico con sus compañeros sacerdotes y laicos a quienes confortó con los Sacramentos, ejercicios piadosos y acompañó en los trágicos momentos del martirio. La madrugada del 30 de agosto de 1936 en el Cementerio de Valdepeñas fue asesinado por ser sacerdote y párroco ejemplar.

 

EDUARDO DE DIOS VILLACAÑASBeneficiado tenor de la S. I. Prioral

Eduardo Simón del Corazón de Jesús de Dios y Villacañas nace en Jaén, el día 1 de junio de 1891. Hijo de Francisco de Dios de la Cruz, empleado de profesión y de Francisca Villacañas y Quesada. Bautizado el día 3 de junio por D. Juan Garrido Quesada, párroco de San Juan y San Pedro de Jaén. Cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Jaén y recibe la ordenación de Presbítero en Segovia.Destacó por su excelente voz y su instrucción musical, por lo que al quedar vacante - por traslado de don Antonio Margelí- la plaza de Tenor en la Iglesia – Prioral de Ciudad Real, cuando sólo era Diácono, se presentó como opositor y, aprobado el concurso, tomó posesión de dicha plaza de Tenor Segundo el 1 de agosto de 1914.El 19 de septiembre del mismo año fue promovido al sacerdocio en Segovia por el señor Obispo Dr. D. Remigio Gandásegui y Gorrochátegi a la vez que don Miguel Ruiz Pérez que fuera Director de “El Pueblo Manchego (+ 23-24.11.1936 en Paracuellos) y don Especioso Perucho Granero (+ 19.8.1936 en Campo de Criptana).Don Eduardo -sencillo, amable y servicial- se ambientó fácilmente en la diócesis y Ciudad Real, como Tenor de la Catedral y Capellán de las Monjas Concepcionistas. Éstas le estaban muy agradecidas por su disponibilidad para servirlas. Fue muy conocido y querido en la Diócesis por haber cantado asiduamente en las fiestas y grandes solemnidades religiosas celebradas en la mayoría de los pueblos. Arrojado de la casa- capellanía del Convento, en julio del 1936, se cobijó en la hospedería de la calle Montesa nº.6, propiedad de Dª Ramona Navalón, viuda de Martínez.En efecto, cuando el día 25 de julio de 1936 D. Jesús Hita Miranda (Marianista, beatificado por Juan Pablo II, el 1 de octubre de 1995) se refugia en dicha pensión ya estaba alojado don Eduardo de Dios Villacañas con quien compartirá la habitación. Dos días antes, habían llegado dos religiosos Pasionistas de Daimiel: el P. Juan Pedro de S. Antonio y el Hermano Pablo María de S. José (beatificados por Juan Pablo II, el 1 de octubre de 1989). El 28 de julio se refugió en la fonda el P. Tomás Ramos Muñoz, misionero del Corazón de María, quien compartió la habitación con los dos Pasionistas. “Los cinco vivían casi como en una comunidad rezando”, dijo uno de los hospedados en dicha fonda.El 25 de septiembre, diez de la mañana, unos milicianos irrumpen en la pensión y se llevan a los cinco huéspedes a la “checa” del Seminario Conciliar. Los cinco fueron fusilados en Carrión, a las 11 de la noche, aproximadamente, y arrojados al fatídico “pozo de Carrión”. En noviembre de 1960 se hizo la exhumación de los restos del famoso pozo de Carrión, para trasladarlos al Valle de los Caídos".La razón por la que les dieron muerte la indicó claramente el Frente Popular por boca de uno de sus elementos ejecutores de la pena capital: “elementos muy peligrosos”. Peligrosos… ¿Enemigos de quién, unos hombres que habían dedicado todas sus vidas al servicio de los demás? Don Eduardo de Dios y compañeros de la pensión fueron asesinados por ser cristianos, es decir, por “odio a la fe” que valientemente confesaron.La Iglesia ha reconocido públicamente el martirio de los cuatro compañeros de prisión. El nuevo y peor de los martirios que podríamos cometer con don Eduardo sería condenarlo al olvido y no reconocer la palma del martirio de la que gozan ya sus compañeros de cautiverio y persecución.

 

TOMÁS DOMÍNGUEZ BAEZACoadjutor de Pedro Muñoz

Nace en Grajal de Campos (León), el día 18 de octubre de 1906. Los padres Tomás Domínguez Antolinez, Secretario de Ayuntamiento de profesión e Irene Baeza Díaz – Otazú, le impusieron los nombres de Tomás Rafael en el Bautismo administrado por el Presbítero D. Nicéforo Soto González el día 23 de octubre en la Parroquia de San Miguel de Gramal de Campos.Estudia en el Colegio de Huérfanos pobres de Toledo, que fundara el sacerdote don Joaquín de La Madrid, Canónigo de la S.I. Primada de Toledo y mártir también en la persecución religiosa del 1936, beatificado el 28 de octubre de 2007 en Roma.Tomás de Toledo pasa al Seminario de Ciudad Real donde termina los estudios eclesiásticos. Ordenado de presbítero a finales del mes de marzo del 1931, celebra su primera Misa en la Parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel, de Madrid, el 12 de abril del

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mismo año 1931, día tristemente célebre en la historia de España. Ejerce como Coadjutor en Almagro de donde en 1932 pasa de Regente a Albaladejos distinguiéndose por su sencillez, amabilidad y bondad. En marzo del 1936, llega como Coadjutor a Pedro Muñoz.Estimado por su juventud y aspecto de niño, ante los sucesos del 1936, algunos feligreses le aconsejan dejar la Parroquia, partir para Madrid y ponerse a salvo con algunos familiares. Pero prefirió permanecer en el pueblo. A primeros de agosto es detenido en su casa y después llevado a la cárcel.El 14 de agosto llega a Pedro Muñoz un grupo de la C.N.T. de Madrid y de Alcázar de San Juan y, en la madrugada del 15 don Tomás Domínguez, en unión con otros vecinos de Pedro Muñoz fue asesinado junto al cementerio mientras aclamaban a Cristo Rey. Era el 15 de agosto, día de la Asunción de Nuestra Señora a los Cielos. Apenas llevaba unos meses en la Parroquia por lo que no podría existir otro motivo para condenarle a muerte que el hecho de ser un sacerdote, sin deshacerse del breviario y Rosario que no dejó de rezar incluso en la prisión.

 

ANTONIO ESPADERO MORALESCoadjutor de Villanueva de los Infantes

Antonio Espadero y Morales, hijo de José y Consuelo, nace en La Solana el día 21 de enero de 1899. Cursa los Estudios Eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y, ordenado Sacerdote el día 22 de diciembre del año 1923 por D. Narciso Echevarría, Obispo Prior de Ciudad Real, canta su primera Misa el día primero de enero de 1924, en su pueblo natal. Enseguida es nombrado Cura de El Hoyo y El Tamaral de donde en 1926 pasa como Coadjutor a Fuente el Fresno. Más tarde, en octubre de 1927, es nombrado Coadjutor de Villanueva de los Infantes donde le sorprende la persecución religiosa.El alcalde de Villanueva de los Infantes, primo del sacerdote D. José Martín Jiménez (martirizado en Valdepeñas el 10 de agosto de 1936), ordena que todos los sacerdotes salgan del pueblo por seguridad de los mismos sacerdotes. Y, al mismo tiempo el alcalde, emparentado con el clero, aleja el problema que podría plantearle la presencia o muerte de curas en el pueblo.El 16 de agosto de 1936 don Antonio parte para La Solana, su pueblo natal y permanece a salvo con sus familiares hasta que el 10 de octubre es encarcelado con D. Alfonso Martín de las Mulas y D. Eloy Serrano, y fueron asesinados, junto a las tapias del Cementerio de Membrilla que miran a La Solana, el 2 de noviembre de 1936.El Dr. Jiménez Manzanares describe las disposiciones de D. Antonio y compañeros ante el martirio: "La marcha o paseo de las víctimas en el camino desde La Solana fue, por la valentía de los tres sacerdotes que rezaban oraciones y entonaban cánticos religiosos y aclamaban a Cristo Rey, una emocionante misión sacerdotal y apostólica".Había cumplido 37 años y al practicar la exhumación se le apreciaban tres agujeros en la cabeza, como declaraba su hermano Ramón Espadero el 24 de abril de 1944: "Que su hermano D. Antonio Espadero Morales… fue detenido en el domicilio de su madre, siendo conducido a la Checa de las Monjas en esta villa… su cadáver fue hallado en Membrilla, Kilómetro 7 de la carretera La Solana- Manzanares" (A. H. N. Causa General, N. 3.197.253).El 24 de abril de 1944 el Sr. Juez Municipal de La Solana D. Jesús Campillo Villena tomó declaración como testigo a Ramón Espadero Morales, de 47 años de edad, casado, natural de La Solana, de profesión carpintero y dijo: "Que su hermano D. Antonio Espadero Morales, de profesión sacerdote de 37 años de edad, con domicilio en Infantes (Ciudad Real) fue detenido (se omiten los nombres de cuantos intervinieron en esta muerte por respeto tanto a la memoria de estas personas como al honor de sus familiares) en el domicilio de su madre, siendo conducido a la Checa de las Monjas en esta villa. Su cadáver al practicar la exhumación se le apreciaban tres agujeros en la cabeza, fue hallado en Membrilla, Km. 7 de la carretera La Solana — Manzanares. ". (A. H. N. Causa General, D. 3.197.253)

 

RAFAEL FERNÁNDEZ Y FERNÁNDEZPárroco de Abenójar

Nace en Hinojosas de Calatrava (Ciudad Real) a las once de la noche del día 24 de octubre del año 1872. Hijo de Esteban Fernández Moreno, de profesión labrador y de Cesárea Fernández. Bautizado el día 28 por don Lorenzo Ramírez, coadjutor de la Parroquia. Su infancia transcurre en la calle de San Antonio nº 4 de su pueblo natal en un ambiente sencillo y cristiano.En el Seminario de Ciudad Real cursa los estudios eclesiástico y ordenado de presbítero celebra su primera Misa solemne el 25 de marzo de 1901. En sus años de seminarista y después como sacerdote era tal la aceptación que tenía entre sus compañeros por su optimismo, facundia y gracejo que le llamaban el” insigne", comenta D. José Jiménez Manzanares en el Martirologio Diocesano, año 1947. Sin duda, el ambiente religioso de su pueblo natal, influyó en el hecho de su vocación.Enseguida fue nombrado Coadjutor de Granátula de Calatrava. Participa en el concurso a Parroquias del año 1904, siendo obispo Prior D. Casimiro Piñera y Naredo y obtiene en

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propiedad la Parroquia de Poblete, y más tarde, en el Concurso convocado por el obispo Gandásegui, nuevamente oposita y obtiene la Parroquia de Abenójar, catalogada de ascenso de la que toma posesión el 9 de mayo de 1914. Estuvo al frente de la Parroquia de Abenójar 22 años ininterrumpidos. Sumaba 3400 habitantes la Parroquia de la Asunción de Abenójar y su anejo Navacerrada, atendido éste por don Pablo Navas Barranquero (nacido el año 1894 y ordenado de presbítero el año 1929).Con la llegada de la República sufrió por parte de la revuelta “Casa del Pueblo” un continuo y arduo tropiezo que, lejos de aminorar, enardecía su fervor de sacerdote en defensa de los derechos de la Iglesia. Al fin, en julio de 1936, es detenido y llevado al templo parroquial. La desolación del lugar santo, ya devastado y profanado, le hizo sufrir un síncope. Después se le encerró en un calabozo inmundo del que fue sacado gracias al valor de un anciano médico que certificó la insalubridad del lugar. Entones se le condujo a la cárcel con los demás presos. El 20 de septiembre, con el consabido achaque de que le llevaban a prestar declaración, fue sacado en un coche llegado de Ciudad Real, junto con don Juan Samper Gómez, vecino de la localidad, siendo ambos asesinados a corta distancia de Corral de Calatrava.Finalizada la guerra civil, un sobrino, llamado como él, Rafael, con fecha del once de junio de 1939 solicitó el traslado de los resto del cementerio de Corral de Calatrava al de Puertollano y recibieron cristiana sepultura.Don Rafael causó la admiración de todos en el momento de su muerte. Así lo reconoció posteriormente uno de sus asesinos que confesó cómo le temblaba la mano en el momento fatídico. Recordaba también cómo don Rafael le recriminaba su proceder y la inutilidad de sus ataques a la religión de Cristo. También animó a un compañero de martirio, diciéndole que “los hombres no deben llorar ante la muerte por Dios y por la patria”. Y le recordaba que pronto iban a comparecer ente el Señor, que los recibiría como mártires en su gloria

 

GABRIEL FERNÁNDEZ-ARROYO MASCARAQUECoadjutor de Manzanares

Gabriel Dionisio Perpetuo nació en Manzanares a la una de la tarde del día 8 de abril de 1888. Bautizado el 11 de abril en la Parroquia de la Asunción por don Gregorio Almagro y Rivas, Cura Rector de la Parroquia. Hijo de Juan José Fernández Arroyo, de profesión sacristán, y de Lorenza Mascaraque, creció en un ambiente humilde y cristiano. Instruido por el padre -sacristán de la parroquia- y familiarizado con las "cosas santas", sintió la llamada de Dios al sacerdocio y, en el Seminario de Ciudad Real, cursa los Estudios Eclesiásticos desde el 1899 al 1908 en que pasó a Toledo para el curso universitario obteniendo con brillantez la Licenciatura en Teología.Ordenado de Presbítero cantó la primera Misa en la parroquia el 18 de junio de 1911. Desempeñó durante varios cursos la Cátedra de Latinidad en el Seminario de Ciudad Real, atendiendo a la vez la Parroquia de Las Casas. En 1923 pasó a Manzanares en calidad de Capellán de los Maristas y Coadjutor de la Parroquia.Don Gabriel fue detenido el 30 de julio y el 8 de agosto de 1936 fue asesinado junto a D. Vicente Mascaraque y D. Tomás Mellado, mientras de rodillas besaba el escapulario del Carmen e invocaba a Jesucristo. Eran las 12 de la mañana. El ardoroso celo apostólico y la caridad desprendida y abnegada con que don Gabriel se había entregado al ejercicio de su ministerio sacerdotal no impidieron que, por ser sacerdote, fuese perseguido y martirizado. Su padre, que había sido sacristán, soportó con ejemplar fortaleza y fe inquebrantable la muerte del hijo sacerdote, el 8 de agosto de 1936. Falleció en la carretera de La Solana

 

 

ENRIQUE FISAC ARANDAAdscrito a San Pedro de Daimiel

Enrique Fisac Aranda nace en Daimiel el 5 de noviembre de 1883 en el seno de una familia de profundas creencias católicas, en cuya fe fue educado. Bautizado en la Iglesia Parroquial de Santa María de dicha localidad el 8 de noviembre de 1883, por D. Ramón Rodríguez Barbero. Hijo de Ramón Fisac Valverde, médico de profesión y Enriqueta Aranda Cruz, naturales y vecinos de Daimiel. La desahogada posición económica de la familia permite que inicie estudios de bachillerato en el Instituto de Daimiel y pasa a cursar los estudios eclesiásticos en el seminario de Ciudad Real para acabar en la Pontificia de Toledo con el grado de Doctor en Teología, previo el bienio universitario.Ordenado de Presbítero con dimisorias en Madrid el día 21 de diciembre de 1907, celebra su primera Misa en la Parroquia de Santa María, de Daimiel, el 25 del mismo mes y año, y es nombrado Coadjutor de San Pedro de Ciudad Real, en octubre de 1910, único cargo que

desempeñó en nuestra diócesis.Tras varias oposiciones a canonjías (Plasencia, junio de 1909 y Zamora, mayo 1910), las hizo a Castrense. Y, desde el año 1912, desempeñó ese cargo casi toda su vida, llegando a alcanzar el grado de Coronel. Tras causar baja obligatoria como militar (debido a la Ley de Azaña), fija su residencia en Daimiel, en el domicilio que su hermana Consuelo Fisac tenía en la calle Monescillo de

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dicha localidad.Hasta el día 18 de julio de 1936 celebra Santa Misa diariamente a las 9 de la mañana en la Iglesia Parroquial de Santa María. El día 19 de julio ya no puede celebrar dicha Misa, al haberse suspendido los cultos religiosos en todas las iglesias de Daimiel por orden del entonces alcalde. A pesar de ser consciente del peligro que corría en esos momentos si permanecía en Daimiel, donde era muy conocido y podía sufrir las represalias de la persecución religiosa, prefirió no huir a otro lugar y dar testimonio de su fe e ideales. No estuvo en prisión, aunque sí vigilado, ni tuvo juicio antes de ser martirizado. Trabajó con especial esmero como consiliario de la Acción Católica de Daimiel y participando en diversos actos organizados en pueblos de la diócesis., como constas en la documentación conservada en el Boletín oficial de la Acción Católica de la diócesis de Ciudad Real en las fechas de primero de marzo de 1934 a 1 de julio de 1936..El 13 de agosto de 1936 fueron a buscarlo a casa de su prima Ramona dos milicianos, los cuales le dieron un plazo de veinticuatro horas para preparar 5000 pesetas, y le informaron de que al día siguiente pasarían a recogerlas personalmente. El día 14 de agosto de 1936 volvieron a la casa los mismos dos milicianos, y le dijeron que en lugar de darles el dinero a ellos lo cogiera y les acompañara a ver a Juan Escalona (jefe de milicianos). Éste le somete a un intenso interrogatorio y le deja volver a casa de su prima Ramona, donde contó lo sucedido; y cómo lo último que le dijo Escalona fue: "A una persona se le puede condenar a muerte por uno sólo de estos tres motivos: por ser sacerdote, por ser militar o por ser de derechas; a usted le acusamos al mismo tiempo de los tres motivos". El 15 de agosto fue asesinado en el camino que va al Santuario de la Virgen de las Cruces. Algunos familiares y amigos trasladaron su cuerpo hasta el Cementerio Católico de Daimiel el 18 de agosto de 1936.En junio de 1939 se erige en su memoria una Cruz de granito en el lugar del martirio; y finalmente entre los años 1940 y 1945 los restos son trasladados del cementerio hasta la Iglesia de Santa María. Todos estos gestos son pruebas de afecto, estima, consideración y del reconocimiento de la fama de martirio del sacerdote.

 

SANTIAGO GARCÍA DE MATEOS Y CHAPARROPárroco Arcipreste de Daimiel

Santiago García de Mateos y Chaparro nace el 6 de febrero de 1869 en La Solana (Ciudad Real). Estudia en el Seminario de Ciudad Real con brillantes resultados académicos y es ordenado Presbítero de manos del Obispo Prior, doctor Josemaría Rancés Villanueva, el 14 de octubre de 1894, "extra tempora", en Ciudad Real.Como estudiante y seminarista, primero; después, apenas terminados los estudios eclesiásticos, como profesor del seminario, y al final como sacerdote y Párroco, gozó del máximo prestigio en la diócesis y fue uno de los nueve párrocos consultores en la Curia Diocesana.Desempeñó cargos parroquiales como Vicario de la Parroquia de San Pedro de Daimiel desde el 1900 en que llega a esta ciudad, hasta su muerte en 1936 siendo Cura Propio de Santa María por el Concurso de 1904. Declinó los honores de la Catedral y de las canonjías que el obispo Gandásegui le brindara.Iniciada la guerra de julio del 1936, fue obligado a entregar las llaves del templo de Santa María y a pagar el sueldo de los que montaban guardia -"custodiarlo"- profanándolo, devastándolo y arrasándolo.Personalmente fue objeto de incesantes vejaciones, insultos y despojos, hasta verse obligado

a dejar la casa rectoral y es acogido en casa de don Joaquín Fisac, feligrés de la parroquia.Citado reiteradas veces a declarar en la “checa de las Mínimas”, en la noche del 23 de agosto de 1936, habiendo sido encerrado a las doce del día, se dijo que fue arrastrado por un auto en veloz carrera a todo lo largo del camino del cementerio, espectáculo horroroso presenciado por el Coadjutor, don Francisco Rodríguez de Guzmán, martirizado el mismo día 23 de agosto, hecho que al parecer fue desmentido en los procesos posteriores a la guerra. Sacerdote ejemplar, cura párroco y Arcipreste de Santa María, desde el momento de su muerte, así como los nueve compañeros sacerdotes ejemplares de Daimiel, han sido considerados por el pueblo de Daimiel como mártires y la motivación de la muerte, sola y exclusivamente por la condición de sacerdotes, según el testimonio del Párroco, testigo de los acontecimientos de la guerra y consignado con detalle en el libro de Bautismo, fol. 29 vt y 30s.

 

ANTONIO GARCÍA–CALVILLO Y COBOSAdscrito a la Parroquia de Herencia

Nacido en Herencia (Ciudad Real) el 10 de mayo de 1885 y educado cristianamente en el seno de su familia, destacó por su piedad, haciendo la primera Comunión a los cinco años de edad. Así continuó bajo la dirección de los sacerdotes don Manuel Utrilla y de su tío don José Callejas, al que diariamente ayudaba a Misa.Los mercedarios de Herencia lo llevaron a su Orden. Por eso, comenzó los estudios en el Convento de Sarria (Lugo), el 11 de marzo de 1900 y se trasladó después a Poyo (Pontevedra), donde concluye los estudios, es ordenado sacerdote y celebró su primera Misa el 21 de junio de 1908, día de San Luis Gonzaga.

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Hasta el año 1922 en que fue recibido en este Priorato, por el Rvdmo. Sr. Irastorza y quedó incardinado, ejerció por tierras de Galicia, en las comarcas y pueblos de Verín y El Ferrol.Incardinado en Ciudad Real regentó la Parroquia de Las Labores algún tiempo, retirándose finalmente a Herencia, donde se dedicó preferentemente a la enseñanza por la que sentía especial vocación. Era notable su dominio del francés y de la taquigrafía.El día 20 de julio de 1936 celebraba, como de ordinario, la Santa Misa en la ermita de San José, cuando se le ordena que la interrumpiese, a lo que se negó enérgicamente, no retirándose del altar hasta haber terminado la Santa Misa.Es detenido el 1 de agosto de 1936 y multado con mil pesetas por supuesta tenencia de armas y, el día 5 de agosto, es obligado a llevar dicha cantidad al Comité, por un vecino que le condujo a golpes de fusil. Y, cuando, depositado el importe de la multa, regresaba con su hermana al domicilio familiar, nuevamente es detenido y se le encierra en la cueva dispuesta a estos efectos por el Comité en la "checa" de Herencia, y queda incomunicado totalmente. Al amanecer del día 7 de agosto de 1936, es conducido como tantos otros a la siniestra mina abandonada en los términos de Camuñas (Toledo) a la que fue arrojado vivo al tiempo que gritaba ¡Viva Cristo Rey! El hecho causó gran impresión entre los vecinos.Fue perseguido y arrojado vivo a la mina sólo por ser sacerdote y haberse resistido a la prohibición de celebrar la Santa Misa.

 

JOSÉ GARCÍA-CARPINTERO Y GUTIERREZCoadjutor de Valdepeñas

Nace en Alcázar de San Juan (Ciudad Real el día 5 de diciembre de 1898. Hijo de Manuel García - Carpintero, empleado de Telégrafos de profesión y María Gutiérrez, naturales de Daimiel (Ciudad Real) y Bargas (Toledo), respectivamente; bautizado en Santa Quiteria con los nombres de José Manuel, Sabas y Anastasio, sin que conozcamos detalles del mismo por haber sido destruido el Archivo Parroquial. Vive su infancia en la calle Jesús, n. 2, estudia en el Colegio de los Padres Trinitarios.Inclinado desde pequeño al sacerdocio, cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y es ordenado de Presbítero en septiembre del año 1923, por D. Narciso de Estenaga. Canta su primera Misa en Ciudad Real donde vivía la familia por haber sido trasladado el padre como jefe de Telégrafos.Ejerce el ministerio sacerdotal primeramente como Coadjutor en La Solana donde fue destinado el año 1923, pasando en el mes de julio de 1927 a Valdepeñas, con el mismo cargo de Coadjutor en la Parroquia de la Asunción. Jubilado ya su padre, vivieron todos en Valdepeñas

hasta que él faltó, asesinado el 30 de agosto de 1936.Al conocer la orden de cerrar las Iglesias y prohibición de celebrar culto religioso se reúnen, a primera hora de la mañana del día 24 de julio de 1936, los coadjutores y sacristanes en la casa rectoral habitada por el Párroco don Domingo Chacón, para decidir si procedía seguir celebrando la Misa a puerta cerrada. Sin que los reunidos se dieran cuenta, la casa fue rodeada y acordonada por escopeteros. Y, antes de poder dar explicación alguna, fueron arrestados por milicianos y conducidos detenidos a la Delegación de Policía, sita en el Ayuntamiento. Los sacristanes son dejados en libertad al día siguiente.Detenidos junto con el párroco, don Domingo Chacón y el otro Coadjutor, don Pedro García - Sotoca y Marqués, son conducidos a la Cárcel del Partido. Es registrada su casa; y él, acusado en su honor por un perturbado, sufrió bastantes humillaciones hasta que en la noche triste para Valdepeñas del 30 de agosto fue sacado con sus compañeros sacerdotes y muchos seglares -hasta cuarenta- y asesinado como todos en el cementerio. Igual que los demás sacerdotes recibió la absolución del heroico don Domingo Chacón y Bellón que fue presenciando la suerte de sus compañeros siendo el último en morir.En cuantos conocieron la vida y comportamiento, de don José García Carpintero y sus compañeros, ante la muerte, por la única razón de ser sacerdote, es unánime la creencia en el martirio de los sacerdotes asesinados en Valdepeñas.Los restos mortales de don José descansan en el Panteón del Cementerio de Valdepeñas junto con don Domingo Chacón y Bellón, Párroco Arcipreste de Valdepeñas; Don José Martín Jiménez, Capellán de Prisiones de Valdepeñas; Don Manuel Maroto Sánchez, Capellán del Cementerio de Valdepeñas; Don Jesús Gigante y Ruiz, Coadjutor del Santo Cristo de Valdepeñas; Don Juan Pedro García - Sotoca y Marqués, Coadjutor de la Asunción de Valdepeñas;; Don Tomás Bautista P.- Serrano, Párroco de Villahermosa y Vicario de Infantes; Don Manuel López – Villalta y Menchén, Coadjutor de Membrilla; Don José María Rodríguez Madridejos Marchán, Capellán de Mudela; y Don Cristino Gaviña y Heredia, Coadjutor de Membrilla.De los asesinados en las misma circunstancias y enterrados en fosas comunes del cementerio de Valdepeñas, un grupo de nueve han sido beatificados en Roma el 28 de octubre del año 2007: Félix González y Bustos, Cura Regente de Santa Cruz de Mudela; Don Pedro Buitrago Morales, Coadjutor de Santa Cruz de Mudela; Don Justo Arévalo y Mora, Capellán de los Hermanos de la Doctrina Cristiana; Cinco hermanos de estas escuelas.

 

ENRIQUE GARCÍA–MATEOS APARICIOPárroco de la Asunción de Puertollano

Enrique García-Mateos Aparicio nace en La Solana (Ciudad Real) el día 15 de julio de 1891, aunque se crió en Valdepeñas (Ciudad Real). Fueron sus padres Ángel y Carmen. Hizo todos sus estudios en el Seminario de Ciudad Real y fue ordenado de Presbítero el año 1916. Antes de llegar a Puertollano, por el año 1932, ejerció el ministerio sacerdotal en Moral de

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Calatrava (Ciudad Real) como Coadjutor y Ecónomo de Pedro Muñoz. En Puertollano trabajó incansablemente en organizar la Acción Católica en sus diversas ramas, y por orden del Sr. Obispo, procedió a inscribir en el Registro de la Propiedad, todos aquellos inmuebles que pertenecían a la Iglesia y pudieran inscribirse, como la ermita de la Virgen de Gracia y la plaza con la vivienda del santero (864 metros cuadrados) el terreno de un solar al lado de la Iglesia de El Villar, la Plaza de la Puerta de El Sol, de la Parroquia de la Asunción, etc.Llegado el 18 de julio de 1936, bien temprano comenzó la persecución de don Enrique, yendo a por él. Logra esconderse y cuando a media noche, creyendo haber pasado el peligro, sale de su escondite, al ir por la calle San José es descubierto por una mujer, conocida por la "Botonera" y a gritos lo denuncia a los vendedores de la plaza pública, lo detienen y quisieron matarlo con los cuchillos de los carniceros y pescadores, pero el alcalde, que por allí se encontraba, pudo subirlo a su coche y trasladarlo a la cárcel de Almodóvar del Campo para ponerlo a salvo de las furias del gentío, donde estuvo hasta que el 5 de agosto, tras confesarse con otro compañero, D. Alejandro Prieto, sacerdote de las Escuelas del Ave María y ambos sacerdotes fueron asesinado ante las tapias de la fábrica de orujos de D. Miguel de la Vega. Era el 5 de agosto de 1936.Don Enrique, desde la cárcel contestaba a una carta del compañero sacerdote don Gaspar Naranjo Molina, que sobrevivió a la persecución, en la que decía: “Prisión Preventiva de Almodóvar del Campo: 30-VII-1936. Sr. D. Gaspar Naranjo. Mi estimado amigo y compañero: Ya más templado el ánimo y más en equilibrio los nervios, no quiero dejar pasar más tiempo sin responder a su cariñosa carta, expresándole mis sentimientos de profunda gratitud. Ya supe también la salida de Vd. y me alegró mucho la noticia en que se encontrara Vd. allí libre y entre los suyos. Aquí estamos unos treinta sólo de Puertollano y nos animamos mutuamente hasta que Dios Nuestro Señor se disponga disponer otra cosa. Ya sabe Ud. lo del pobre compañero D. Jaime. ¡Que él interceda por nosotros desde el Cielo, en donde estará seguramente gozando el premio de sus virtudes y de su martirio! Afectuosos saludos a los suyos y encomendándome muy de veras a sus oraciones, le abraza su Afmo. Amigo. Enrique García -Mateos. Aquí está también D. Alejandro, el del Ave María”.Don Enrique fue fusilado con don Alejandro Prieto Serrano, el día 5 de agosto de 1936. Los cuerpos de ambos fueron enterrados con otros de Puertollano, en el Cementerio de Almodóvar, que una vez terminada la guerra, fueron todos trasladados al Cementerio de Puertollano.

 

JUAN PEDRO GARCÍA-SOTOCA Y MARQUESCoadjutor de Valdepeñas

Juan Pedro nace en el seno de una familia cristiana y muy humilde en la calle Calvario nº 8 de Valdepeñas (Ciudad Real) el día el 18 de marzo de 1903. Hijo de Julián García–Sotoca Hervás, de profesión jornalero y de María del Carmen Marqués López de Lerma, naturales de Valdepeñas. Fue bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción el día 21 de marzo del mismo año, por el Lic. Canuto García Barbero, Cura Párroco-Arcipreste y se le puso por nombre Juan Pedro.Huérfano de padre, y el mayor de los hermanos de una familia numerosa y pobre, hace sus primeros estudios con los jesuitas y pasa después al Seminario de Ciudad Real donde termina los estudios eclesiásticos con gran aprovechamiento, ordenándose de sacerdote en Ciudad Real por D. Narciso de Estenaga, el 24 de enero del 1930 y canta su primera Misa el 29 del mismo mes. Después de superar muchas dudas, por su excesiva delicadeza de conciencia, llegó al sacerdocio. Otro hermano, José, también seminarista no llegó al sacerdocio por haber enfermado y fallecido siendo aún seminarista.Antes de ser nombrado coadjutor de la Asunción de Valdepeñas, su último cargo pastoral, ejerció el ministerio sacerdotal como cura de Solana del Pino, coadjutor de Miguelturra y del

Santo Cristo de Valdepeñas.Apresado, como los demás sacerdotes de Valdepeñas, primero en la Delegación de Policía, en la cárcel después con sus compañeros sacerdotes D. José García Carpintero, D. Domingo Chacón y, por último, en el Cementerio de Valdepeñas, la noche de 29 al 30 de agosto del 1936, los milicianos del batallón Torres, dieron fin a su vida ejemplar de sacerdote, no sin antes haberle sacado los ojos, fracturado un brazo, sacado la lengua con la que pronunciaba palabras de perdón para quienes acabaron con su vida.D. Juan Pedro, como el resto de los sacerdotes de Valdepeñas martirizados con poca diferencia de días en el mes de agosto, goza de fama de martirio, ejemplar sacerdote, que a pesar de ser bárbaramente torturado se mantuvo fiel a su condición sacerdotal por la que moría. Sus restos reposan en fosas comunes y su nombre es recordado junto con los de sus compañeros sacerdotes en el Panteón del Cementerio de Valdepeñas.

 

CRISTINO GAVIÑA Y HEREDIACoadjutor de Membrilla

Cristino Eusebio Casiano de Gaviña y Heredia había nacido en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) el día 13 de agosto de 1892. Bautizado el día 19 del mismo mes en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Villarrubia de los Ojos, por don Anacleto Sánchez de Milla, Coadjutor de la Parroquia y se le impuso los nombres de Cristino, Eusebio y Casiano.

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Hijo de Eduardo y Vicente, crece en un ambiente cristiano y sacerdotal. Sobrino de don Cristino Heredia, como él natural de Villarrubia de los Ojos, desde muy niño afirmaba que había de ser "Cura o nada". Y, consecuente con su inclinación, celebraría su primera Misa el 3 de julio de 1917, después de estudiar en Alcalá de Henares y en el Seminario de Ciudad Real.Antes de llegar como Coadjutor a Membrilla (finales del año 1929) ejerció el ministerio sacerdotal, igualmente, como Coadjutor en Granátula de Calatrava y en Pedro Muñoz, así como de Ecónomo en Almuradiel, pueblos de Ciudad Real.El 23 de julio del 1936 fue apresado en su casa. Se despide de su hermana Isabel con quien vivía y encomendándose a Dios recoge su breviario y es encerrado en la "Cochera" (Lugar destinado a guardar el coche fúnebre) donde sufre vejaciones y torturas; y, en la madrugada del 7 de agosto de 1936, es llevado a las afueras del pueblo con la finalidad, al parecer, de arrancarle alguna declaración comprometida con su ministerio sacerdotal a lo que él se niega rotundamente, prefiriendo antes morir. Es encerrado e incomunicado, de nuevo, en el camaranchón que servía de pajar, lugar inmundo con abundantes ratas y ratones como compañía.Al fin, en la madrugada del día 15 al 16 de agosto fue sacado como don Manuel López –Villalta Menchén, su compañero de Coadjutoría, y otros diez seglares; y, todos fueron asesinados en el término de Valdepeñas. Los restos mortales reposan en una de las fosas comunes del cementerio de esta localidad junto a las que se ha levantado un Panteón en memoria de los asesinados en esas fechas.Coinciden en su declaración ante el juez de Membrilla el 9 de mayo de 1942, Vicenta Elipe Marchán, Tomás Sánchez Patón, Pascual Ramos y Díaz Pintado, Vicente Muñoz Pardilla: “ Que don Cristino Gaviña Heredia al que conoce perfectamente, fue asesinado (…) siendo maltratado antes de salir de la cárcel y una vez conducido en un coche al termino municipal de Valdepeñas, en unión de otros mártires, fueron bajados haciéndoles disparos de escopeta, caído éste después de recibir algunos disparos, con vida las dos horas, al volver los marxistas comprobaron se encontraba con vida haciéndole unos disparos le causaron la muerte…” (H.H.N. Causa General, A. 4º88.343).Los últimos momentos de su vida fueron ejemplares, bendiciendo a Dios y perdonando a sus enemigos. Sus manos apretaban el Rosario del que era muy devoto y que había rezado diariamente en la prisión animando a sus compañeros.

 

JESÚS GIGANTE RUÍZCoadjutor de Valdepeñas

La Parroquia del Santo Cristo de Valdepeñas (Ciudad Real) contaba el año 1936 con 13.200 feligreses, atendidos por un párroco, D. Vicente Benítez García, de 71 años de edad y un coadjutor, D. Jesús Gigante Ruiz, 55 años. De ambos sacerdotes sólo D. Jesús Gigante Ruiz fue asesinado.D. Jesús Fortunato Gigante Ruiz nace en Valdepeñas (Ciudad Real) el 1 de junio de 1881; y recibe el Bautismo a los pocos días de nacer en la Parroquia del Santo Cristo imponiéndosele el nombre de Jesús Fortunato, sin que sepamos conocer el día por haber sido destruido el Archivo parroquial en la Guerra Civil del 1936.Fueron sus padres Ruperto Gigante y Hurtado de Mendoza, carretero de profesión y Francisca Ruiz y Castro, naturales de Valdepeñas y residentes en la calle Ancha, número ochenta y cinco.Inicia los estudios eclesiásticos, como tantos otros manchegos, en el Colegio de San José, de Murcia; termina los estudios eclesiásticos en Toledo, bajo la protección sin duda de don Gabino Marqués, Ilustre Valdepeñero, dignidad de la Catedral de Toledo, y es ordenado de Presbítero por el Excmo. Sr. D. Remigio Gandásegui, el día 21 de diciembre, en Madrid; y en su parroquia celebra la primera Misa en 1907.Ejerció el ministerio en Valdepeñas como Capellán de las Agustinas y Coadjutor de la Parroquia del Santo Cristo. Es trasladado a Daimiel como Coadjutor de Santa María y posteriormente pasa de Ecónomo a Pozuelo de Calatrava. Regresa de nuevo como Coadjutor a Valdepeñas al morir su padre y quedar en desamparo sus hermanas. Fue muy querido y admirado por su laboriosidad y por su caridad sacerdotal, que demostró en Daimiel cuidando al sacerdote D. Ramón Rodríguez, que padecía una enfermedad contagiosa. En Valdepeñas le coge la persecución religiosa de 1936 y se recluye en su casa desde el primer momento; pero el 16 de septiembre de 1936 fue llevado también él, como a sus compañeros sacerdotes de Valdepeñas a la checa de "La Concordia", donde fue bárbaramente apaleado y torturado, a consecuencia de todo lo cual tuvieron que hospitalizarle poniéndole guardia de milicianos en la habitación.El 19 de noviembre de 1936, engañado con la excusa de ser trasladado a su casa, y después de avisar a la familia para que preparen una cama por hallarse muy enfermo, es conducido al Retén y al fin es asesinado el día 22 de noviembre de 1936. Varios testigos en juicios para esclarecer las torturas a que fue sometido decían: “Que por razones de vecindad y por referencias le consta al declarante que el sacerdote D. Jesús Gigante Ruiz asesinado (…) en época marxista, le cortaron sus partes genitales llevándoselas a la boca, antes de ser asesinado”. (Cf. Causa General. A.H.N; declaración del testigo J.G.C, mayo 1942).Sus últimas palabras fueron para perdonar a quienes le torturaron y dieron muerte; y aclamar a Cristo Rey. Sus restos descansan en el Panteón del Cementerio de Valdepeñas, gozando de la consideración de mártir, junto con el resto de sacerdotes Valdepeñeros sacrificados por su condición de sacerdotes.

 

MIGUEL GONZÁLEZ–CALERO DOMÍNGUEZ

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Párroco de Puebla del Príncipe y de Hinojosas de Calatrava

Miguel González-Calero Domínguez nació el día 24 de septiembre del año 1905 en Manzanares (Ciudad Real). Es bautizado el día cinco de octubre del mismo mes en la Parroquia de La Asunción de Manzanares. Fueron sus padres Enrique Gonzáles -Calero y Carmen Domínguez. El año 1922 ingresó en el Seminario de Ciudad Real a los 17 años de edad. Ordenado de Presbítero el 23 de diciembre del año 1933, por el Sr. Obispo mártir, D. Narciso Estenaga, después de haber estado en el Seminario de Málaga, donde conoció a don Manuel González, Fundador de las Marías de los Sagrarios, hoy beatificado por S.S. Juan Pablo II, quedando impregnado del amor a la Sagrada Eucaristía y a los niños como después tuvo ocasión de demostrar en las diversas parroquias en las que ejerció el ministerio sacerdotal.Ordenado sacerdote es enviado inmediatamente a la Parroquia de Alamillo y encargado de la de San Benito. Nombrado Cura de Puebla del Príncipe, llega al pueblo el día 1 de febrero del año 1934, especial campo de su apostolado heroico y fructífero con niños y jóvenes, realizando de esta forma un eficaz apostolado familiar. El 5 de febrero de 1935 es nombrado también Cura Ecónomo de Alhambra y encargado de Ruidera.En la madrugada del 25 de abril de 1936 alguien prendió fuego a la iglesia parroquial de Puebla del Príncipe y acusaron al cura de ser el incendiario. Se vio obligado a huir para salvar la vida, pero fue detenido en Valdepeñas. El Sr. Obispo decidió su traslado a Hinojosas de Calatrava y toma posesión de la Parroquia el día 6 de mayo de 1936. Bien

poco iba a durar en la parroquia. Fue encarcelado a raíz de los sucesos del mes de julio y en la prisión escribió su testamento, (fechado el 13 de septiembre) sencillo y conmovedor, cristiano y ejemplar del que se conserva el original y numerosas copias que se distribuyeron por la diócesis después del martirio de don Miguel. En el testamento decía don Miguel: “Hace ya un mes que el Comité revolucionario de ésta me tiene encarcelado por ser sacerdote…”. Y, plenamente consciente de su martirio concluye: “así mismo perdono de todo corazón a cuantos me hayan perseguido. A todos perdono y perdón para ellos pido a Dios”.En la cárcel, sin ocultarse, rezaba el Oficio Divino y guiaba el santo Rosario todos los días e hizo la Novena a Santa Teresita a quien profesaba especial devoción, confortó, consoló y administró el Sacramento de la Penitencia a encarcelados. El 15 de septiembre llega a Hinojosas de Calatrava un grupo de personas de La Puebla del Príncipe reclamando al prisionero y sin más es entregado. Llegados a La Puebla, don Miguel fue de nuevo encarcelado. Pretendía que don Miguel acusara a algunas personas del incendio de la iglesia. Jamás pudieron lograrlo.Al fin, en la madrugada del 18 de septiembre de 1936 fue destrozado a tiros en el pecho, en el vientre y en la cabeza y arrojado a un barranco muy profundo en el camino de la Puebla a Villamanrique. Un vecino, don José Medina Arcos, pidió su cadáver y lo llevó a Villamanrique donde se le dio cristiana sepultura. En el lugar de la muerte permanece levantada una cruz conmemorativa: Tumba y cruz son visitadas y adornadas con flores por los habitantes de la comarca y Campo de Montiel gozando de fama de martirio

 

 

FRANCISCO DE PAULA HERREROS GONZÁLEZCura de Las Labores

Francisco de Paula Herreros González nació en San Carlos del Valle (Ciudad Real) el 21 de marzo de 1875, hijo de Francisco y Ruperta; aunque toda su infancia transcurre en Membrilla y es educado en un ambiente cristiano y piadoso con sus dos fervorosas tías, Teodora y Josefa.Fue enviado a Madrid para iniciar los estudios eclesiásticos al lado de su tío don Juan Herreros, Capellán de las Salesas Reales. Después pasó a Toledo, donde finaliza los estudios con el título de doctor en Teología.En Toledo recibe las Órdenes Menores y Subdiaconado (25 y 26. 3.1898) en la capilla pública del Palacio Episcopal, por el Emmo. Y Rvdmo. Dr. D. José María de Cos, Arzobispo de Madrid; Diaconado (16 y 17.12.1898) y Presbiterado en las órdenes generales del 27 de mayo de 1899 por el Emmo. Y Rvdmo Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo D. Ciriaco María Sancha y Hervás. Ordenado sacerdote celebra su Primera Misa el 27 de mayo de 1899.Inmediatamente fue nombrado Cura de la Puebla del Príncipe (Ciudad Real), pasando después como Coadjutor a Villanueva de los Infantes y luego a Chillón, Manzanares, Argamasilla de Alba, Cura de Alhambra de donde fue trasladado a San Carlos del Valle y,

por último, a las Labores donde permanece hasta la fecha del martirio, el 31 de agosto de 1936.Es digno destacar que el veinte de abril del año mil novecientos dieciocho expedía una certificación como Párroco de San Carlos del Valle en la que se dice que: “en el libro tercero de partidas de bautismo, al folio doscientos cincuenta y dos se halla el acta de bautismo de D. Gabriel Campillo Sánchez, nacido el 18 de marzo del año 1886, natural de San Carlos del Valle” y que sería martirizado salvajemente en Montiel el día 20 de noviembre del año 1936 y sus restos mortales trasladados a San Carlos del Valle.Como último destino fue enviado a Las Labores donde, ya sexagenario y después de haberse ejercitado en hacer mucho bien a todos y socorrer a los necesitados, cobardemente y por la espalda, lo mataron de un tiro en la nuca. Y, ya caído en tierra, una escopeta le destrozó el vientre. Quedó abandonado en la cuneta de la carretera, cerca de Puerto Lápice. Después se le arrojó, como

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a tantos otros, a la "Siniestra mina de Camuñas". Era el 31 de agosto de 1936. La defunción de Don Francisco se inscribió con el num. 103 de la Sección de dfunciones del Registro Civil, con fecha dos de enero de mil novecientos cuarenta, en cumplimiento de auto del Sr. Juez de Instrucción del Partido con fecha treinta de diciembre de mil novecientos treinta y nueve (A.H.N. Causa General, Ciudad Real).En Las Labores, sus asesinos presumían diciendo: "Aquí no hemos matado a nadie… más que…al Cura… ". Valioso testimonio y prueba de martirio de D. Francisco por su condición de sacerdote.Finalizada la guerra civil, en el Ayuntamiento de Las Labores se recibe una “Providencia del Sr. Fiscal Instructor” de Ciudad Real, con fecha de del 22 de enero de mil novecientos cuarenta y dos, para que se proceda a la exhumación de los restos del Cura Ecónomo de Las Labores don Francisco de Paula Herreros arrojado su cadáver a una mina existente en el término de Camuñas; y el 29 del mismo mes el Ayuntamiento de Las Labores responde en los siguientes términos: “Consecuente con su oficio fecha 22 del mes en curso, tengo el honor de participarle no es posible a juicio de esta Alcaldía proceder a la exhumación del cadáver de D. Francisco de Paula Herreros Cura Ecónomo que fue de esta localidad, toda vez que se encuentra en una mina en término de Camuñas, cuya profundidad se desconoce en unión de otros muchos cadáveres caídos en diferentes pueblos durante la dominación marxista y por cuya imposibilidad surgió el acuerdo de erigir un monumento en el sitio indicado que perpetúe la memoria de todos ellos, cuya mina o pozo se encuentra tapado actualmente según se informa”.

 

BERNABÉ HUERTAS MOLINACura de Socuéllamos

Bernabé Huertas Molina1 nació en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), pueblo manchego en el “corazón de La Mancha,) el 11 de junio de 1903, en la calle de la Cruz, n. 11. Sus padres se llamaban Joaquín Huertas y Campos, de profesión pastor y Francisca Molina y Quiralte. Fue bautizado el día 15 del mismo mes en la Parroquia de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan por el sacerdote don Manuel Moreno, Coadjutor de la Parroquia. Fue su madrina Isidra Jiménez.Nació y creció en un ambiente sencillo, pobre, pero muy cristiano. Desde niño se caracterizó por una simpatía atrayente y encantadora, a pesar de sus limitaciones físicas, como una mano mutilada, mordida del terrible bacilo y siempre protegida de negra envoltura; y, sin embargo siempre con la sonrisa en los labios y dulce mirada.Inicia sus estudios en el Seminario de Ciudad Real el año 1913 completando su formación intelectual en Toledo con el Doctorado en Sagrada Teología. Cantó su primera misa en Alcázar de San Juan con sólo 22 años de edad, el 31 de mayo de 1926, en la Parroquia Santa María de Alcázar de San Juan donde fue bautizado.El 26 de julio 1926 es destinado a Tomelloso, como Coadjutor, permaneciendo nueve años en el cargo hasta que el 15 de febrero de 1935 fue designado como Cura Ecónomo de la Parroquia de Socuéllamos. Pronto se hizo famoso por su facilidad oratoria y fervor; y, como

predicador recorrió la mayoría de las parroquias de la comarca en la diócesis.Los frutos de su predicación apostólica y de su celo sacerdotal no tardaron en hacerse notar. En Tomelloso muy pronto se rodeó de un buen grupo de niños y jóvenes. El Párroco don Vicente Borrell Doz (mártir de la persecución religiosa en Tomelloso, 16.08.1936), viendo1 Puede verse el Perfil biográfico en Martirio en el corazón de La Mancha, pp. 163 y 164, EDIBESA. Madrid, 2009; Y Biografía en imprenta: El Siervo de Dios Bernabé Huertas Molina. Imán de Dios para la juventud. sus cualidades le encargó la dirección de los Jueves Eucarísticos. Y con los monaguillos y jóvenes organizó todos los jueves del año la Misa de Comunión y por la tarde Hora Santa.Por el año 1932-33 se organiza la Acción Católica y es nombrado consiliario. Para llevar adelante su obra ya cuenta con un plantel de jóvenes seleccionados por él de los Jueves Eucarísticos, que los pone al frente, no sin antes formarlos. Entre esos jóvenes estaba Ismael Molinero Novillo, que moriría en Zaragoza el 5 de mayo de 1938 en olor de santidad, a la edad de 21 años, cuyos restos, por iniciativa de don Emeterio Echeverría Barrena, Obispo Prior, fueron trasladados a Tomelloso el 14 de mayo de 1950 y en la actualidad en proceso de canonización, habiéndose clausurado la fase diocesana el día 3 de diciembre del año 2009.En circunstancias ya bien amenazadoras llegó a Socuellamos como Cura de aquella Parroquia el 15 de febrero de 1935. El 24 de julio de 1936 fue cerrada la iglesia y precintada la puerta que comunicaba la casa Rectoral con el templo. En septiembre, unos días antes de ser asesinado, don Bernabé desprecinta la puerta que comunica con la iglesia y revestido de sus mejores ornamentos celebra la Santa Misa acompañado de sus padres y hermana; presentía el martirio.Llega la mañana del 5 de septiembre y es sacado de la casa con el pretexto de hacer unas declaraciones en el Ayuntamiento. Y, al amanecer del día 6 de septiembre, es llevado por la carretera de El Bonillo (Albacete) y, en el sitio denominado “Cuesta de la Herradura”, fue asesinado. En el lugar se levantó un monumento con una cruz, que ha sido respetado, a pesar de las obras y nuevo trazado de la carretera, y nunca faltan flores.El 4 de septiembre de 1992, por mandato del Sr. Obispo de Ciudad Real don Rafael Torija de la Fuente se recogen los testimonios en pro de la causa de canonización y se crea, tanto en Alcázar de San Juan como en Socuéllamos, una congregación o asociación de fieles con esta finalidad. Son numerosos los testimonios escritos que se han tomado de la fama de martirio y favores por intercesión de don Bernabé no sólo en esa comarca sino en la diócesis. Perdura la fama de santidad y martirio.

 

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PRISCO RAMÓN ISASI MARTÍNCura de Corral de Calatrava

Prisco Ramón Isasi Martín nació en Caracuel el día 19 de enero de 1887. Bautizado al día siguiente por don Diego Fernández, Cura Párroco. Hijo de Marcelino Isasi y Antonia Martín. De edad un poco adelantada empezó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real. Ordenado de presbítero celebró la primera Misa en su pueblo natal el 6 de enero de 1915.Ejerció el ministerio sacerdotal sucesivamente en los pueblos de la diócesis como Ecónomo de San Lorenzo, Coadjutor de Miguelturra, Valdepeñas y Corral de Calatrava y finalmente fue nombrado Ecónomo de este último pueblo y su anejo Caracuel.Ya en las elecciones del 36, tuvo que presidir a la fuerza uno de los Colegios Electorales. Luego, el 16 de julio de 1936, fue acusado de haber incendiado el Cementerio junto con el sacristán.Había terminado el triduo a la Santísima Virgen del Carmen, salió don Prisco de su iglesia (a la que ya no volvería) y acompañado de su fiel sacristán Paco, se dirigió al Cementerio Parroquial. Alguien había quemado unos pastos próximos al cementerio y esta fue la excusa para culpar al párroco y sacristán: "El Cura ha pegado fuego al cementerio".

En la entrada del pueblo son esperados el cura y el sacristán; y con insultos y portando en las manos piedras les siguen hasta el Cuartel de la Guardia Civil. Momentos después, se les comunica la orden de detención y encarcelamiento y desde la cárcel, esa misma noche, son trasladados al Gobierno Civil de Ciudad Real. Convencidos de la inocencia de ambos son dejados en libertad, pero con la prohibición de regresar a El Corral hasta nueva orden.Una vez en libertad informa al Sr. Obispo, Don Narciso de Estenaga y se dirige a Caracuel, su pueblo natal, para despedirse de su madre y recoger algunas cosas personales, y en Caracuel le sorprende el 18 de julio. A su paso por Ciudad Real para dirigirse a Valdepeñas es conocido y delatado por un paisano y de nuevo es conducido a las dependencias del Gobierno Civil, donde permanece algunos días. Se le permite hospedarse en una pensión de la calle de la Rosa, 2 y de allí lo sacan en la noche del 28 de agosto, camino del cementerio donde recibió el martirio, no sin antes uno de sus guardianes haberle fracturado una pierna con la culata del fusil al llegar a la Puerta de Toledo, ya próximo al Cementerio de Ciudad Real. Era el 28 de septiembre de 1936.Acabada la guerra, identificados sus restos, recibieron sepultura en el cementerio de Caracuel. Una lápida perpetúa su memoria en la Iglesia de Caracuel, donde fue bautizado, recibió la Sagrada Comunión y cantó su primera Misa. La fama de mártir perdura en la actualidad.

 

FRANCISCO LÓPEZ DE LA MANZANARA Y PEÑUELASConsiliario de la Acción Católica y Coadjutor de Manzanares

Francisco López de la Manzanara y Peñuelas nació el 22 de noviembre del año 1886 en Manzanares (Ciudad Real); bautizado el día 28 de este mes por D. Patrocinio Beltrán, coadjutor de la Parroquia de la Asunción; hijo de Francisco López de la Manzanara, sirviente de profesión y de Isabel Peñuela Paz. De familia muy modesta, pero muy cristiana, cursa los Estudios Eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y ordenado Presbítero, en junio de 1911 celebró su primera Misa privadamente en Manzanares, por luto reciente. Designado "familiar o secretario" por D. Remigio Gandásegui, fue nombrado profesor de Latinidad. Después, al ser trasladado el Sr. Obispo a Segovia, pasó a ser Coadjutor de la Parroquia de Manzanares.Instituida la Acción Católica en nuestra diócesis por el “Obispo mártir”, D. Narciso Estenaga: “en horas de amarga zozobra, que recordamos con tristeza, cuando temblaban los fuertes y huían los animosos…”, con fecha del 1 de marzo de 1934 se edita el Boletín oficial de la misma en el Obispado Priorato: “Hoy nace un simpático retoño de esta admirable organización, que se entrega a la solicitud cariñosa de todos nosotros…el hilo directo de comunicación entre todos nosotros, el que nos cuente las alegrías y aún las tristezas de nuestros hermanos en la “Acción Católica…” (Alocución del Excmo. Prelado, año I, Nº 1), en 1934 D. Francisco López de la Manzanara es nombrado Consiliario de la Acción Católica masculina de Manzanares y participa en la peregrinación a Roma de la juventud Católica Española del año 1933.Durante veinte años desarrolló una ardua y provechosa labor entre las capas más humildes y jóvenes, como Consiliario de la Juventud Masculina y como Director de las Conferencias de San Vicente de Paúl. Trabajó con entusiasmo en la apertura del Círculo Católico para obreros y, debido a sus buenas disposiciones para tratar a todos, consiguió lo que se proponía, es decir, reunir a los obreros en un circulo donde se hablara de Dios y se abordara la problemática del mundo obrero. A su lado se formó y trabajó un nutrido grupo de jóvenes militantes de Acción Católica que llegado el momento de la persecución religiosa no dudaron en aceptar el martirio por la condición de militantes cristianos: Pablo Naranjo Díaz – Albo (Secretario), Julián Mellado Noblejas (tesorero), José Díaz López de la Manzanara (fundador y primer secretario), Andrés Sánchez Serrano (vocal) y Julián Sedano López de los Mozos.

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Sobrecogido, como todos, por la sangrienta persecución en julio del 1936, se ocultó en el domicilio de una familia amiga, donde pudo pasar desapercibido hasta el 26 de agosto de 1936 en que, denunciado por una mujer que en un descuido pudo verle, fue inmediatamente detenido en el Ayuntamiento, y asesinado aquella misma noche en el camino del Cementerio donde luego fue enterrado.

 

JULIO PEDRO LÓPEZ DE SANCHO DONOSOPárroco de Retuerta y Navas de Estena

Julio Pedro López de Sancho Donoso nació en Ballesteros de Calatrava (Ciudad Real) el día primero de febrero 1910. Recibió el Bautismo el 11 de febrero del mismo año en la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de la misma localidad, de manos de D. Manuel Rodríguez, con licencia del Párroco y se le puso por nombre Julio Pedro. Fueron sus padres Pelayo López de Sancho y Donatila Donoso, naturales y vecinos de Ballesteros de Calatrava. Es el benjamín de todos nuestros sacerdotes sacrificados, apenas contaba 26 años de edad puesto que había cantado su primera Misa en su pueblo natal, el 13 de junio de 1936.Desde muy niño estudió en el Seminario de Ciudad Real; extremadamente bondadoso y muy apto para los trabajos manuales y mecánicos, era llamado por sus compañeros de Seminario cariñosamente "San José".Finalizados los estudios eclesiásticos recibió el Subdiaconado en febrero de 1936 y ordenado de Presbítero al finalizar el curso en el mes de junio de este mismo año por D. Narciso de Estenaga, Obispo- Prior de las Órdenes Militares; fue destinado en seguida a Retuerta del Bullaque (Ciudad Real) con una población de 1372 habitantes como Cura Ecónomo y encargado, además, de Navas de Estena (778 hab.), en sustitución de D. Eugenio López Ruiz.A primero de julio llegó a la parroquia. Respetado y querido en Retuerta del Bullaque; Salvador, vecino del pueblo, en varias ocasiones pidió a don Julio que se fuera con él al monte, cosa que consiguió en una ocasión, aunque se volvió enseguida al pueblo y el alcalde de la localidad llamó a sus paisanos de Ballesteros de Calatrava para que fueran a recogerlo y pudieran salvarlo. Así lo hicieron. Pero elementos de la FAI y de la CNT venidos de Toledo no lo permitieron. Y lo asesinaron casi en el mismo pueblo, en el arranque de la carretera.Finalizada la guerra civil los restos fueron llevados a Ballesteros donde recibieron sepultura en el cementerio. El recuerdo y la admiración permanecen en Retuerta del Bullaque, donde se le dedicó el nombre de una calle que ha sido respetada a pesar de los cambios vividos en estos tiempos; y especialmente en su pueblo de Ballesteros, pues era considerado como una persona buena y fiel sacerdote, independientemente de su muerte.En Retuerta del Bullaque se conserva perfectamente identificado el lugar donde fue asesinado. Por cierto, es la única encina que queda de todas las que había en ese lugar, era el día 16 de agosto del año 1936.

 

BERNARDO LÓPEZ-ATOCHERO Y LÓPEZ-PELÁEZAdscrito a la Parroquia de San Pedro de Daimiel

Bernardo López-Atochero y López-Peláez, nace en Membrilla (Ciudad Real) el 6 de enero del año 1865, fue bautizado en la Parroquia de Santiago el Mayor en los próximos días y su partida de bautismo se encontraba en el Libro 29, folio 184, del Archivo Parroquial, según se desprende del Libro de Índices de dicho Archivo, no constando la partida original por haber sido destruidos los libros del Archivo Parroquial en el año 1936.Cursa los estudios eclesiásticos (la llamada "carrera breve") en el seminario de Ciudad Real y, ordenado de presbítero en Ciudad Real el año 1890 por el Excmo. Sr. D. José María Rancés Villanueva, pasa en seguida de Coadjutor a Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), donde estuvo unos dos años. Después se le nombra Coadjutor de San Pedro, de Daimiel y, en ésta pasa el resto de su vida hasta su muerte el 25 de agosto de 1936.Su sencillez, amabilidad y candor le llevaron a hacer amable y llevadera la vida a los pobres a través de la caritativa obra del “Pan de los Pobres” bajo el patronato de San Antonio. ¡Cuántos panes habrá repartido a los pobres, incluso a domicilio, en sus cuarenta años de ministerio sacerdotal en Daimiel!, dice don José Jiménez Manzanares en el Martirologio Diocesano del año 1947.Por su condición de hijo de labrador cuidó con especial esmero y celo apostólicos a cuantos estaban afiliados a la Cofradía de San Isidro Labrador.Las circunstancias del arresto, persecución y malos tratos son comunes al resto de los sacerdotes de Daimiel. Presos en la "checa" de las Mínimas pretenden que abjuren de la fe y blasfemen. Pero permanecieron fieles hasta entregar la vida.Destaca por su carácter impresionante su asesinato: “le condujeron al cementerio, obligándole a cavar su propia fosa, disparándole a continuación un tiro sin conseguir matarle, a pesar de lo cual le arrojaron con vida a la misma, entre los gritos de dicho sacerdote que suplicaba por piedad le dispararan más y no le dejaran con vida; lo que realizaron sin conseguir tampoco matarlo. A la media hora le arrojaron una esportilla de cal; y al caerle en las heridas, gritó de nuevo el mártir de referencia, diciendo que estaba vivo;

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suplicando terminaran de matarle. Entonces los dirigentes rojos, lo enterraron hasta los hombros, dejándole la cabeza fuera, a la que empezaron a darle puntapiés como a una pelota, consiguiendo de esta forma asesinarlo”(A.H.N. D.3.216.905). Así resulta acreditado fehacientemente de la información practicada por el Ayuntamiento de Daimiel obrante al Fol. 64 de la pieza separada de “Persecución Religiosa” y de la declaración prestada al fol. 90 y 91 vtº de la misma pieza por D. Tiburcio Ruiz de la Hermosa.Finalizada la persecución religiosa D. Tiburcio, párroco de San Pedro inicia los trámites de recogida de testimonios para el proceso de declaración de martirio de D. Bernardo y D. Rafael Sánchez Milla, coadjutores de la parroquia, aunque no se llevó a su término. Gesto que indica la fama de martirio de D. Bernardo y demás compañeros sacerdotes muertos en la llamada "noche de los curas" en Daimiel, la del 25 de agosto de 1936.

 

MANUEL LÓPEZ-VILLALTA Y MENCHÉNCoadjutor de Membrilla

Manuel López-Villalta y Menchén nació en Membrilla (Ciudad Real) el día 24 de septiembre de 1872. De humilde condición, fue de los primeros aspirantes al sacerdocio que marcharon a estudiar a Murcia desde Membrilla. Después regresa al Seminario de Ciudad Real, culmina los estudios eclesiásticos y en Ciudad Real es ordenado de Presbítero el 23 de febrero de 1901 por el Excmo. Sr. D. Casimiro Piñera Naredo.En septiembre de 1901 es destinado a la Parroquia de la Puebla del Príncipe (Ciudad Real); y al principio del 1904 es destinado a Membrilla donde permanecerá 30 años, hasta su muerte en la madrugada del 15 de agosto de 1936, a la edad de 64 años.Madrugador incansable, servicial, afable, chistoso, alegre, modesto, solícito, caritativo y celoso. Así se nos describe a D. Manuel por parte de quienes lo conocieron y trataron; y se explica el terrible desencanto y depresión que produjo en don Manuel la detención por sus paisanos la noche del 28 de julio de 1936, hasta el punto que al sacarlo para ser conducido a la muerte, fue preciso subirle al camión a empujones; él no podía hacerlo. Fue asesinado en la desolación del campo y de la noche, en el término de Valdepeñas a cuyo cementerio fue llevado después para ser inhumado en fosas comunes en el Panteón levantado en el cementerio de Valdepeñas, junto con otros muchos.

 

JUAN LORENTE Y GÓMEZCapellán de Manzanares

Juan Lorente y Gómez nacido en Alustante, diócesis de Sigüenza y provincia de Guadalajara, a las diez de la noche del día 27 de mayo de 1891, recibió el Bautismo el día 30 de mayo del mismo año, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de manos de don Marcelino Pérez Izquierdo, Párroco de la misma. Fueron sus padres Juan Lorente Esteban, de oficio labrador, y Leona Gómez Lorente, naturales y vecinos de este pueblo, y casados en esta parroquia.Cursa los estudios eclesiásticos y obtiene el doctorado en Sagrada Teología en Valencia. En Ciudad Real ordenado de Presbítero el 23 de septiembre de 1916 por el Excmo. Sr. D. Javier Irastorza Loinaz.En 1923 fue nombrado Cura de Castellar de Santiago (Ciudad Real); en diciembre del 1929 pasó de Ecónomo a Chillón (Ciudad Real) y es trasladado a los tres años a Villanueva de la Fuente y a Manzanares, últimamente, en noviembre de 1933, como Capellán de Ntra. Sra. de la Paz.Vivía en Manzanares con un hermano cuando le sorprendió el 18 de julio de 1936. Fue detenido, el 27 de agosto, y por la noche asesinado en el cementerio municipal a la edad de cuarenta y cinco años. La generosidad y el deseo de atender y obsequiar a todos eran las virtudes humanas características de don Juan, que se hizo así popular y muy apreciado en cuantos pueblos estuvo como sacerdote. Merece especial mención la solicitud afectuosa y magnánima con que acudió al consuelo y alivio del tan querido, recordado y fiel sacristán Antonio Camuñas, con ocasión del trágico accidente sufrido por un hijo de éste al caer desde lo alto de la bóveda hasta estrellarse con el pavimento de la iglesia de Castellar de Santiago.Las circunstancias de persecución y martirio fueron las comunes al resto de los sacerdotes fallecidos en Manzanares.

 

MANUEL MAROTO SÁNCHEZCapellán del Cementerio de Valdepeñas

Manuel Maroto Sánchez, nació en Moral de Calatrava (Ciudad Real) el 14 de abril de 1871 de familia muy humilde; su infancia y niñez las pasó ayudando a su padre en la finca donde trabajaban en las faenas del campo y de porquerizo. A la edad de 14 años despertó en

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Manuel su vocación por ser fraile franciscano. Sus padres intentaron por todos los medios quitar de la cabeza de Manuel la idea de ser fraile, por si era una ocurrencia pasajera del muchacho. Pero el empeño de Manuel por su vocación era mayor cada día que pasaba. Ante esta situación, sus padres decidieron llevarlo a la escuela llamada” del Rincón” en Moral de Calatrava, para que aprendiera sus primeras letras, pues hasta entonces Manuel era analfabeto. Su progreso en la escuela fue espectacular, y a la edad de 16 años pudo ingresar en el seminario franciscano de Consuegra (Toledo).Haciendo realidad su vocación religiosa, tomó el hábito franciscano y sucesivamente hizo su Profesión religiosa y recibió el Sacramento del Orden Sacerdotal distinguiéndose por su celo misionero al marchar a Filipinas donde a duras penas se salvó de los tagalos y sus matanzas, regresando a España, tras penoso viaje de vuelta, el año 1898.Después de varios meses en el convento franciscano de Pastrana obtuvo las licencias para pasarse al clero secular en 1904 y poder atender la situación tan dramática y angustiosa de su familia: vejez de su madre, graves y constantes enfermedades de su hermana, penuria económica etc. En realidad, asumió la condición de enfermero para su familia que generosamente prescindió del hijo y hermano para entregar su vida a Dios y los más necesitados, sirviendo a todos como religioso franciscano. Y desde entonces y hasta su martirio y muerte vivió y ejerció su ministerio sacerdotal en Valdepeñas, como coadjutor de la Parroquia de Ntra. Sra. De la Asunción y Capellán del Cementerio municipal de esta Ciudad.En Valdepeñas gozó de gran popularidad, donde era conocido como el “Padre Maroto”. Por su capacidad de consolar y acompañar en momentos de sufrimiento por la muerte de un ser querido, desgracias y adversidades, y por su sencillez y genio desenfadado, era querido de todos. Cuidó con esmero la predicación, y, sobre todo, la celebración de los Sacramentos, en especial la Santa Misa y atención a los fieles en el Confesionario. Toda su vida fue un testimonio, de un sacerdote del pueblo y para el pueblo, pobre y servicial, humilde y modesto por su origen y por su profesión de franciscano con un corazón que rebosaba bondad para todos.En la persecución religiosa del verano de 1936, fue de los primeros detenidos y sacrificados en Valdepeñas por ser sacerdotes. Conducido por los milicianos del Frente Popular a la checa de "la Concordia” donde comenzaron sus torturas, vejaciones y calumnias, coincide en la cárcel con el sacerdote don José Martín Jiménez, capellán de Prisiones no sólo en la fecha del martirio, madrugada del 10 de agosto de 1936, sino también en torturas y sufrimientos. De la checa “La Concordia” fue llevado al cementerio de Valdepeñas donde con saña fue torturado y martirizado. El Padre Maroto murió perdonando a sus asesinos. Sus restos mortales descansan en el Panteón del Cementerio de Valdepeñas.

 

 

ALFONSO MARTÍN DE LAS MULAS MOYACapellán de La Solana

Alfonso Martín de las Mulas Moya, hijo de Pedro y Catalina, nació en La Solana (Ciudad Real) el 22 de agosto de 1899, ingresó en el Seminario de Ciudad Real con muy patentes pruebas de vocación y sin deslumbrar por su capacidad intelectual, fue siempre apreciado por su buena voluntad, constancia y virtudes humanas. Terminó felizmente los estudios eclesiásticos y ordenado de presbítero celebró su primera Misa en su pueblo natal el 26 de diciembre de 1924. A raíz de este grato acontecimiento tuvo que cumplir el servicio militar en África, durante veintisiete meses. A su vuelta en 1927 fue destinado primeramente a las parroquias de Valverde y Alhambra. Por fin (1934), ocupó la Capellanía del Asilo de La Solana en el año 1934.El 2 de noviembre de 1936 son fusilados en La Solana siete personas en el cementerio de Membrilla. En la expedición figuran tres sacerdotes, que nada tenían que ver con los diferentes grupos políticos, el capellán del Asilo Alfonso Martín de las Mulas, así como los sacerdotes nacidos en La Solana pero que ejercían su ministerio en otras poblaciones y que al comenzar la guerra estaban en la localidad al amparo de sus familias y paisanos: Antonio Espadero Morales (Coadjutor de Villanueva de los Infantes), Eloy Serrano Díaz Mayordomo (Párroco de Santa Olalla de Toledo).Don Alfonso, por motivos de seguridad, se vio obligado a salir del Asilo, en el que tenía sus habitaciones de capellán, y refugiarse en el domicilio de su hermana donde permaneció desde el 25 de julio de 1936 hasta el 10 de octubre, fecha en la cual por el solo hecho de ser sacerdote, como todos sus compañeros, fue detenido y encarcelado en unión de D. Antonio Espadero Morales y de don Eloy Serrano, hijos también de La Solana.El 2 de noviembre de 1936, día consagrado por la Iglesia a la conmemoración de los fieles difuntos fueron asesinados junto a las tapias del cementerio de Membrilla y, a la terminación de la guerra, fueron trasladados al cementerio de La Solana. Josefa Gertrudis Martín de las Mulas, de 34 años de edad, soltera, dedicada a sus labores y sobrina de D. Alfonso en la declaración que hizo el día 26 de abril de 1944 narra los hechos: “Que su tío D. Alfonso Martín de las Mulas, de profesión sacerdote, de 37 años de edad, con domicilio en la Solana fue detenido (prescindo de la identificación de quienes intervinieron en la detención y muerte por respeto tanto a la memoria de estos como al honor de los familiares) en La Solana el 9 de octubre de 1936 siendo conducido a la Checa de las monjas, donde permaneció hasta el 2 de noviembre en que fue inmolado. Su cadáver al ser exhumado aparecía con heridas en el pecho por haberle quitado la chaqueta en el momento del crimen, y fue hallado en el Km. 7 de la carretera de ésta a Manzanares” (A.H.N. Causa General). Había cumplido 37 años de edad. Sacerdote sencillo y dedicado a los más desfavorecidos, los ancianos, fue llorado por todos – especialmente por aquellos a quienes cuidó, consoló y practicó las bienaventuranzas en el asilo de ancianos.

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JUSTO MARTÍNEZ RODRÍGUEZArcipreste de Almodóvar

Don Justo Martínez Rodríguez nació el día 2 de julio del año 1889 en Villahermosa (Ciudad Real), de familia muy religiosa y bien acomodada. Fueron sus padres Clemente Martínez Tercero, natural de Campillo de las Dueñas (Guadalajara), comerciante de profesión; y Cándida Rodríguez Martínez, natural de Villahermosa (Ciudad Real). Cursó los estudios eclesiásticos en la Pontificia Universidad de Toledo, licenciándose en Teología. Celebró solemnemente su primera Misa el día 16 de julio de 1912, festividad de Nuestra Señora del Carmen, en la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción en su pueblo natal.Fueron padrinos de capa D. Aníbal Carranza Ortiz cura ecónomo de la Parroquia, natural de Tomelloso y después asesinado el 3º de noviembre de 1936 en La Solana; y D. Domingo Vázquez Andújar; padrinos de honor, Clemente Martínez Tercer – su padre- y María Agustina Martínez Andújar- abuela materna, a quien la madre del “misacantano”, generosamente, cedió el honor de ser la madrina a su madre viuda y ya muy anciana que deseaba fervientemente llagar a ver a su nieto sacerdote; y orador sagrado, D. Adolfo Orduña Racín, compañero del Seminario de Toledo.Fue nombrado enseguida capellán del Asilo - Colegio de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), año 1912, hasta que toma parte en el concurso a parroquias celebrado en Ciudad Real el 1913 y es nombrado párroco de Fuenllana (Ciudad Real). Posteriormente pasa a Villanueva de la Fuente (Ciudad Real) en agosto de 1922 y, por último, en julio de 1926 es nombrado Párroco y Arcipreste de Almodóvar del Campo (Ciudad Real).Destacó por su caridad en los lugares donde ejerció el ministerio sacerdotal. El mismo Obispo D. Narciso de Estenaga llegó a decir de él estando de cura en Villanueva: “Lejos de lucrarse con la Parroquia, le cuesta dinero”. En Almodóvar sirvió de enlace con don José Jiménez Manzanares (Presidente del Montepío del Clero) para atender, visitar y dotar de toda clase de ayuda a cuantos sacerdotes estuvieron en la cárcel de Almodóvar del Campo, sin escatimar esfuerzos y sin miedo al riesgo que corría como sacerdote. En su condición de Arcipreste se preocupó de visitar a los sacerdotes en la cárcel y facilitarles alimento, ropa, cama, etc.De los presos atendidos por D. Justo, los sacerdotes de Puertollano, D. Enrique García - Mateos Aparicio y D. Alejandro Prieto fueron asesinados el 5 de agosto de 1936.El 23 de agosto de 1936 es encarcelado en Almodóvar del Campo junto con su coadjutor D. José Velasco. Y ambos son asesinados, en las primeras horas de la madrugada del día 3 de noviembre, en el kilómetro 12 de la carretera de Ciudad Real a Puertollano cerca del Río Jabalón en el término municipal de Poblete, siendo ambos enterrados también juntos en una misma fosa en el cementerio del mismo Pobrete.Finalizada la guerra civil, se exhumaron y reconocieron los restos mortales de ambos sacerdotes D. Justo y D. José por la diferencia de estatura, la dentadura y porque en uno, en la ropa aparecieron las iniciales J.M.R.Los familiares de D. Justo trasladaron los restos al cementerio de su pueblo natal, previa autorización del Gobierno Civil de Ciudad Real, con fecha del 4 de julio de 1939, y fueron inhumados nuevamente en el lugar de enterramiento familiar.En la actualidad perdura su recuerdo en las parroquias por donde pasó como hombre sencillo y bueno, sacerdote ejemplar y virtuoso, párroco generosos y caritativo hasta el extremo. Y, en especial, destacó por ejercer la fraternidad sacerdotal. Es clara su fama de sacerdote mártir.

 

 

VICENTE MASCARAQUE GONZÁLEZ-CALEROAdscrito de Manzanares

Vicente Aquilino Mascaraque González-Calero nació en Manzanares el día 4 de enero 1884. Hijo de Gabriel Mascaraque, agricultor de profesión, y de Ángela González Calero, recibió el Bautismo el día 7 del mismo mes de manos de don Pedro José Roncero, coadjutor de la parroquia de la Asunción.Estudió en el “Colegio Josefino” (Operarios) de Murcia los primeros cursos. Finalizando los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real. En virtud de Letras Dimisorias del Sr. Obispo Prior de las Órdenes Militares, D. Remigio Gandásegui, es ordenado de Presbítero en Madrid el día 20 de diciembre de 1907 y, en su pueblo natal, canta su primera Misa en la Navidad de 1908.La abundancia de sacerdotes que entonces había en la diócesis permitió a D. Vicente permanecer en su casa y en su pueblo toda su vida al cuidado de su madre y de su hacienda familiar.Adscrito a la Parroquia y capellán de Nuestro Padre Jesús del Perdón y sin encargo pastoral oficial, pasó desapercibido. No obstante las circunstancias de su muerte son las mismas que rodearon al compañero sacerdote y paisano D. Tomás Mellado a quien superaba en edad en unos meses y que habiendo sido compañeros en la prisión murieron el mismo día 8 de agosto de 1936, en la carretera de La Solana.

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JOSÉ MARÍA MAYOR MACÍASCoadjutor de Tomelloso

José María Mayor Macías nació en Navalpino (Ciudad Real) el día 13 de agosto de 1897 y es bautizado el día 15 del mismo mes en la parroquia de San Bartolomé Apóstol de su pueblo natal. Los padres, Alfonso y Teresa procedían de Zamora, después se trasladaron a Navalucillo (Toledo), Navalpino por razón de llevar el padre un negocio del “corcho”.Estando la familia en Navalpino por razones de trabajo, nació José María. Finalmente la familia se instala definitivamente en Ciudad Real y levantan una pequeña fábrica para tratar el corcho. José María ingresa en el seminario para cursar los estudios eclesiásticos. Fue el cuarto hijo de los siete frutos de la unión matrimonial de Alonso y Teresa: Isidoro, Mateo, Amadeo, José María, Cristeta, Ester y María Josefa. José María quedó huérfano a la edad de 16 años.Cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y es ordenado de Presbítero el sábado de Témporas de Pentecostés, 21 de mayo de 1921 y, celebrada su primera Misa el 22 en el Seminario.Fue nombrado enseguida cura de Solana del Pino, El Hoyo y El Tamaral. Después fue enviado a la parroquia de Santiago de Ciudad Real, como coadjutor, pasando a Porzuna como párroco el 1925 y a Villamayor de Calatrava el 1927 de donde se le trasladó a Villarta de San Juan y en 1933 a Torralba de Calatrava.El Miércoles Santo del 1935 se vio obligado a salir de Torralba de Calatrava, permaneciendo con su familia en Ciudad Real, hasta que en diciembre del mismo año fue nombrado coadjutor de Tomelloso.Detenido en Tomelloso y puesto en libertad, se confió y no quiso ocultarse. El 5 de septiembre es apresado de nuevo en Tomelloso y llevado a la cárcel donde permaneció tres días y un solo día en la “Checa” del Seminario de Ciudad Real de la que fue sacado y llevado a la aldea de Las Casas la noche del 8 de septiembre de 1936 y en unión de los Padres Jesuitas Manuel González, Domingo Ibarlucea Oregui y algunos seglares fueron asesinados. Los pusieron apilados y enterrados debajo de una cuneta junto al cementerio de dicha aldea, donde recibieron sepultura al día siguiente.Finalizada la guerra civil, se procedió a la exhumación de los cuerpos. El último y primero en rescatar estaba D. José María: Las manos fuertemente amarradas e incrustados los hierros en la carne y encima tapados con cal viva. Por esto, al moverlo, cuando sacamos sus restos, se le desprendió la cabeza (pensé – dice- la testigo, se la habían cortado). Los restos mortales de don José María fueron exhumados del cementerio de Las Casas y con fecha de 8 de julio de mil novecientos treinta y nueve recibieron cristiana sepultura en el cementerio de Ciudad Real.Quienes conocieron de cerca a don José María testifican que más que por la penetración intelectual o la brillantez científica o la variada y copiosa erudición, don José María se distinguió por una voluntad recia y fuerte, a tono con su complexión física. Voluntad fuerte y recia, buena siempre y recta como de sacerdote celoso y si no siempre susceptible de adaptarse a las costumbres y a los gustos de los diferentes pueblos en los que ejerció el ministerio.

 

TOMÁS MELLADO Y PÉREZ VALIENTECapellán del Hospital de Manzanares y Secretario del Círculo Católico de Manzanares

Tomás Mellado y Pérez Valiente, nació el 22 de octubre del año 1884 en Manzanares (Ciudad Real) y al día siguiente de nacer recibió el Bautismo, con los nombres de Tomás Rafael, de manos de D. Pedro José Romero, Coadjutor de la Parroquia de la Asunción.Los padres, Julián Mellado y Catalina Pérez Valiente, eran personas muy piadosas y religiosas en cuya casa y en presencia de todos los suyos, se leía la vida de los santos y se rezaba el Santo Rosario todos los días por lo que es normal que brotara la vocación sacerdotal de Tomás.Tomás cursó los estudios eclesiásticos primero en Murcia y luego en el Seminario de Ciudad Real hasta su terminación siendo ordenado con dimisorias en Madrid, el 21 de diciembre de 1907.Destinado algún tiempo como Coadjutor del Santo Cristo de Valdepeñas (Ciudad Real), enseguida fue enviado a su pueblo natal como Capellán del Hospital de Manzanares, de las Hijas de la Caridad y, como secretario del Círculo Católico de Obreros de Acción Católica, ayudó tenazmente en su construcción al promotor don Inocente Hervás.

Obviamente don Tomás, era totalmente consciente del peligro que corría en aquellos momentos tan delicados. Concretamente, el 3 de agosto de 1936 y a las 6 de la mañana, personas denominadas "milicianos" armados con fusiles y metralletas se presentaron en su casa y sin más explicaciones se llevaron a él y a su hermano Francisco, que también sufriría martirio junto a su sobrino Julián, el mismo día y a la misma hora que su hermano y tío Tomás, a la cárcel de Manzanares. Estuvo preso 5 días, del 3 al 8 de agosto de 1936 fecha ésta en que recibió el martirio junto a un grupo de sacerdotes y seglares de Manzanares.

 

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JUAN FÉLIX MOLINA TREVIÑOCura de Almedina

Juan Félix Molina Treviño nacido en Montiel (Ciudad Real) el 18 de agosto de 1884, recibió el Sacramento del Bautismo el día 31 de agosto del mismo mes en la parroquia de San Sebastián. Hijo de Antonio Molina y Ramona Treviño, naturales y vecinos de Montiel (Ciudad Real); pasa su infancia en la calle Cerrillo y se cría en un ambiente familiar regularmente acomodado y de buenas costumbres, dedicados a la agricultura y cristianos ejemplares.Cursa los estudios eclesiásticos en el seminario de Ciudad Real con normalidad y, ordenado Presbítero el año 1910, es nombrado Coadjutor de Agudo primeramente; pasó después a Argamasilla de Alba, posteriormente a Bolaños, luego a Terrinches y más tarde a Villahermosa, cogiéndole la revolución del 1936 en Almedina como Cura Ecónomo desde octubre de 1923.Iniciado el Movimiento, celebró la Misa en sufragio de Calvo Sotelo, por lo que desde Santa Cruz de Mudela llegaron algunos milicianos, enviados por las autoridades marxistas y asaltaron su casa. El 23 de julio estos mismos le cerraron la iglesia, en vista de lo cual los dirigentes de Almedina, que siempre le apreciaron por su generosidad, lo trasladaron el día

25 de julio a Montiel, pensando que allí estaría más seguro por la compañía de sus hermanos y paisanos. Pero no fue así, sus paisanos, se cebaron en él como lo hicieran con el propio Párroco don Gabriel Campillo Sánchez. Fue detenido primero el 28 de agosto y definitivamente el 11 de septiembre. Un vecino contaba cómo don Juan Félix estuvo largos ratos encerrado en lugares inmundos y sin comer, siendo objeto de malos tratos y de palizas crueles. Con fecha de 29 de septiembre de dos mil cuatro, Dª Francisca Galiano Molina, sobrina de D. Féliz, en representación de 18 personas, aclaraba por escrito detalles de la muerte de su tío: “Mis familiares (abuelos, madre, tíos y tías), ya todos fallecidos, me contaron lo siguiente: Cuando fueron los milicianos a por mi tío don Félix, a su casa, mi madre que vivía con él le dijo que no se fuera, que se escondiera, a lo que él respondió que no, que se entregaba para ver si dejaban tranquilos y en paz a su hermanos Sebastián y Daniel. Cosa que no ocurrió, pues el primero tuvo que irse del pueblo y esconderse en Bolaños durante toda la guerra, y Daniel, mi abuelo, tuvo que hacer lo mismo en el vecino pueblo de Villanueva de la Fuente. Acto seguido, cogió su rosario y se lo colgó del cuello, salió a la calle donde lo apresaron y condujeron a una casa decomisada por las turbas en la Plaza Mayor de Montiel, donde sufrió malos tratos de todo tipo: físicos y psíquicos. Durante el tiempo que mi tío estuvo preso en Montiel, junto con otros convecinos, fue objeto de todo tipo de ultrajes con el fin de que renegara de su fe, cosa que no consiguieron, no pudieron quebrantar su voluntad de hierro, su gran fe en Cristo. Sabemos que no le daban de comer, ni siquiera la comida que le llevaban mis familiares, riéndose y burlándose de él en todo momento. Todos los presos estaban atados con alambre, no con cuerda, y fueron objeto de tremendas palizas. En una de éstas, poco antes de ser asesinado, mi tío recibió un golpe en la cara con la culata de una escopeta, rompiéndole las gafas, inscrustrándose varios trozos de cristal en los ojos, saltándole uno de ellos y quedando ciego. Ya en las inmediaciones del Pozo de la Serna, en la sima conocida por Mina de la Jarosa, mi tío perdonó a sus verdugos y, momentos antes de ser empujado a la sima, con palos y con horcas de hierro, pronunció repetidas veces la frase ¡Viva Cristo Rey!. Mi tío fue asesinado por sus creencias, por su adhesión a la fe cristiana”.Los trabajadores de aquellos campos cuentan que solían oír consternados los quejidos y tristísimos lamentos de los que se debatían en las angustias de la agonía y del desamparo hasta que morían.Los restos pertenecientes de D. Félix fueron exhumados de la “mina Jarosa” y se hallan depositados desde el día 17 de octubre de 1959, en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, columbario núm. 2222, piso 4º, cripta Dcha, e inscrito con el núm. 11.203 en el libro de inhumaciones (Patronato de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos; Fernando Fuertes de Villavicencio, Consejero Delegado Gerente, 3 de febrero de 1961).

 

 

ANTONIO MORALEDA GONZÁLEZCoadjutor de Campo de Criptana

Don Antonio Cirilo M. Moraleda González nació en Herencia (Ciudad Real) el 4 de abril de 1907 y bautizado el día 8 de abril del mismo año por don Carlos Álvarez Rodríguez -quien también moriría mártir- coadjutor de la Parroquia de la Inmaculada. Sus padres Benjamín Martín Moraleda y María Teresa González Ortega procedían de una familia muy religiosa, que contaba con dos tíos sacerdotes (uno, Operario Diocesano y mayordomo del Seminario de Toledo, don Miguel Amaro; otro, ex trinitario P. Jesús Sánchez, adscrito a la Parroquia de HerenciaEra este joven alegre y de carácter festivo. Por influencia del tío “Operario” estudió, primero en Toledo, y en Valencia finalizó los estudios eclesiásticos. Ordenado Presbítero y celebrada su primera Misa en Herencia el 10 de abril de 1931 fue destinado,

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primeramente, a Villanueva de los Infantes como Capellán del Asilo Hospital; y en 1934 pasó de Coadjutor a Campo de Criptana. En ésta desempeñó con toda abnegación y ardiente celo apostólico el cargo de Consiliario de los Jóvenes de Acción Católica. Esta misión, a la que se entregó con alegría, le proporcionó sus mayores satisfacciones y también sus sinsabores más acerbos.El Centro de Acción Católica era visto por la Casa del Pueblo como su enemigo más significado. Don Antonio era el alma de la entidad juvenil y allí se le encontraba a todas horas. Ya en 1936 tuvo el valor varias veces de elevar su protesta a las autoridades socialistas por los desmanes que se estaban cometiendo y de abogar por los jóvenes católicos injustamente detenidos.El 20 de julio se hicieron dueños, al fin, de la iglesia parroquial impidiendo la continuación del culto. Don Antonio celebró Misa el 21 en un oratorio particular y, dos horas más tarde, era detenido. A partir de este día sufrió cruel y prolongado martirio y en las primeras horas del 19 de agosto de 1936, sacado de la prisión fue asesinado en las inmediaciones del pueblo. Murió diciendo: "Padre mío, no se haga mi voluntad sino la tuya". Exhumados sus restos tres años más tarde, se hacía difícil reconocerlos a causa de las terribles mutilaciones que sufrió. Fue identificado principalmente por un Crucifijo de los llamados del P. Claret que siempre llevaba y fue hallado con manchas de su propia sangre entre las ropas. Testimonio de su temple varonil, de su fe cristiana y de su espíritu sacerdotal son unos versos que, improvisó la misma noche de su martirio: “Unido al Divino Agonizante, quiero repetir en todo y siempre la oración de abandono total, completo, absoluto: ¡Padre mío, no se haga mi voluntad, sino la tuya!...”. Así quedó escrito en el recordatorio de su muerte, guardado como reliquia por su familia. En Villanueva de los Infantes donde impartía clases para subsistir económicamente, es recordado aún por algún alumno como sacerdote alegre, sacrificado, fiel y apóstol de la juventud.

 

 

 

AURELIO MORENO CRUZCapellán de las Mínimas de Daimiel

Aurelio Moreno Cruz había nacido en Daimiel el 15 de diciembre de 1896 en el seno de una familia cristiana. Fueron sus padres Francisco y Matilde y recibió el Sacramento del Bautismo el día 26 de diciembre de manos de D. Juan Ramón Cejuela.Viviendo con su familia en la provincia de Teruel, por ser allí su padre empleado de Correos, estudió en el Seminario de Teruel. En la Iglesia que los Jesuitas tenían en la calle de la Flor, de Madrid, tristemente famosa por haber sido la primera que incendiaron y destruyeron el 11 de mayo de 1931, recién proclamada la República, cantó su primera Misa el 18 de junio de 1922, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Comenzó el ejercicio del ministerio en la Diócesis de Teruel, desempeñando el cargo de Coadjutor de Celadas (Teruel), y, más tarde, el de Ecónomo de Campillo (Teruel).En el año 1924, fallecido el padre, vino a Ciudad Real, concretamente a Daimiel, su tierra de origen, acompañado de su madre y sus hermanas, y ejerce como Capellán de las RR. Mínimas.El 22 de agosto de 1936, igual que otros compañeros, es detenido y llevado al Convento de las Mínimas, convertido en "checa", antesala auténtica de la muerte y del martirio. Una de sus hermanas siguió a Aurelio hasta la prisión, poseída de la más amarga pena; y, es encerrada en la prisión con el hermano, por algunas horas. Esa misma noche del 22 de agosto de 1936, fue asesinado por el único motivo de ser sacerdote.

 

 

 

ÁNGEL MUÑOZ DE MORALES Y SÁNCHEZ CANOCoadjutor de Almadén

Ángel Muñoz de Morales y Sánchez - Cano nace en Daimiel (Ciudad Real) el día 17 de julio del año 1911. Hijo de Cándido Muñoz de Morales Maján y María de los Ángeles Sánchez–Cano Fernández Infante. Bautizado en la Parroquia de Santa María la Mayor el día 23 de julio de 1911, con los nombres de Ángel Carmelo Alejo, por el sacerdote D. Ángel Fernández Infantes, tío abuelo de su madre. Ángel fue el segundo de seis hermanos: Teresa, la mayor y luego por este orden, Ángel, Juan Pablo, Joaquín, Ramón y Cándido. Vivía la familia en el número 3 de la calle de Emilio Nieto.El padre fue sastre de profesión. Además atendía un estanco de la que era titular su madre a la que fue concedido como consecuencia de la actuación en la guerra de África de su esposo Pablo Muñoz de Morales López Menchero. Además Cándido –y éste es un dato muy importante para identificar el origen de la vocación sacerdotal de Ángel-, era sacristán del

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Convento llamado de las Mínimas de Daimiel. Ángel acompañaba a su padre a la preparación de las celebraciones litúrgicas y aprendió siendo muy niño los nombres de todas las prendas litúrgicas, y de todo lo que se utiliza durante la celebración Eucarística y, por supuesto, desde muy joven fue un buen acólito en la Misa que oficiaba el Capellán de las Mínimas que era entonces D. Aurelio Gómez Rico.Ángel estudió la instrucción primaria en el Colegio Público de Daimiel que se denominaba Corrales.Al comienzo de la década de los años 20, la familia se traslada a vivir a Ciudad Real. El padre de Ángel había enfermado gravemente y padecía una enfermedad cardiaca. Alguna esperanza sobre mejoría de su dolencia y un nuevo trabajo relacionado con el comercio del tabaco, fueron determinantes para el traslado. Se instaló la familia en una vivienda de la calle de Toledo, en su número 23. Inclinado al sacerdocio desde sus primeros años, cuando Ángel cumple 12 años, en 1923, da respuesta a la llamada de su vocación e ingresa en el Seminario de Ciudad Real. Pero Cándido, su padre, no mejoró con el traslado y su dolencia se agravó de manera tal que murió cuando apenas había cumplido 44 años. Esto sucedió el 12 de febrero de 1924.Cándido, como sucedía habitualmente en casos similares, se llevó consigo la llave de la despensa. Su viuda, María de los Ángeles y sus hijos, Teresa, Ramón y Cándido (Joaquín y Juan Pablo habían muerto a edad temprana) difícilmente podían hacer frente a la situación. Ángel estaba en el Seminario pero su permanencia peligraba por el coste que ello suponía para la difícil situación económica de la familia.Pero la Providencia vino en su auxilio. Ángel obtuvo una beca, Teresa consiguió por oposición una colocación en la Caja de la Cooperativa Ferroviaria y Ramón en cuanto logró la edad mínima para ello, también contribuyó al sostenimiento de la familia con empleos apropiados a su edad. Así fueron transcurriendo aquellos años de penuria y privaciones.Ángel cursa felizmente todos los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real hasta recibir el Presbiterado de manos del Sr. Obispo mártir, beato Narciso de Estenaga, el 24 de diciembre de 1933, a la edad de poco más de 22 años; canta su primera Misa en Ciudad Real el 27 de mismo mes y permanece en Ciudad Real por razones de familia hasta que unos días después, o sea el 19 de enero de 1934, fue destinado como Coadjutor a la Parroquia de Almadén (Ciudad Real), a donde marchó acompañado de su madre, Ángeles.Toda la familia se traslada a Almadén donde comienza una nueva etapa que dudaría tan solo apenas dos años y medio. La viuda y sus cuatro hijos se instalan en el piso bajo de un edificio de dos plantas situado en la calle de Cervantes número 9.En lo eclesiástico la Parroquia de Almadén estaba catalogada como parroquia de “término”, sede del Arciprestazgo y de titular Santa María de la Estrella con 11.800 habitantes, estaba asistida por un cura ecónomo, don Víctor Serrano Martínez (nacido el año 1890 y ordenado sacerdote el año 1913) y el joven coadjutor, Ángel Muñoz de Morales y Sánchez Cano.Contaba además la Parroquia con dos Congregaciones religiosas: HH. de la Caridad de San Vicente de Paúl, atendidas por el capellán don Venancio Pardo Fuentes (nacido el año 1878 y ordenado de sacerdote el año 1907); y un Colegio dirigido por las RR. Concepcionistas de la Enseñanza y atendidas por un capellán don Felipe Sánchez Aparicio (nacido el año 1876 y ordenado de sacerdote el año 1905).En lo social Almadén era un pueblo esencialmente minero donde había calado el radicalismo de la izquierda más extrema. Desde la revolución del 1934 los mineros sufrían una excitación revolucionaria y se creían invencibles en la lucha para el logro de sus objetivos políticos. En consecuencia con el pronunciamiento militar del 18 de julio de 1936 el odio y la venganza se hicieron dueños de Almadén y dio comienzo una campaña de persecuciones y asesinatos. Por si los de casa no fueran suficientes llegaban individuos de otros pueblos que arrogándose el oficio de comisarios inquirían e investigaban la “justicia” de los tribunales populares revisando las sentencias y dando lugar a los “paseos” detenciones con final irremediable.Este era el ambiente en Almadén. El 19 de julio de 1936, Ángel al salir de casa para celebrar la Misa de las 7 de la mañana en la Parroquia fue, por un miliciano devuelto a casa diciéndole que “ya se habían terminado los curas”. Al poco rato de aquel mismo día recogen la llave de la Iglesia de San Juan situada en la plaza y que don Ángel tenía en su poder para celebrar la Misa de los domingos a las 12 de la mañana. Y a partir de esa fecha se suspenden los actos religiosos y arrecia la persecución.Finalmente, el viernes 18 de septiembre de 1936, un grupo encabezado por el llamado Gregorio Herrera Almodóvar, apodado “el Chichi”, se presentó en el domicilio de Ángel. Serían, según Ramón el hermano de Ángel que se encontraba en la habitación con él, como las cuatro y media de la tarde:–“El cura…”“El cura…”.”que salga que nos lo llevamos”. Ángel estaba estudiando, y tal y como estaba, sin que se le concediera tiempo para arreglar su indumentaria fue detenido y conducido a la cárcel de Almadén. Lo único que pudo llevar consigo fue el breviario. Y algunas pertenencias que siempre portaba: un escapulario, un rosario, el reloj de bolsillo y poco más. Los familiares quedaron como inmovilizados. Tres sacerdotes más había entonces en Almadén y los tres fueron respetados: D. Venancio González Sanz, D. Felipe Aparicio y D. Leovigildo Tena. Los familiares de Ángel visitaron nada más producirse la detención al Párroco que les tranquilizó puesto que Ángel era el más joven y de nada le podían acusar. Ramón cuenta que le fue encomendado llevar a la cárcel un somier y alguna ropa de cama, sábanas y una manta, alimentos y ropa de vestir que complementase adecuadamente la que portaba cuando fue detenido. Así lo hizo.En la cárcel se encontraban otras cuatro personas que correrían la misma suerte que Ángel. Sus nombres son: Fernando SánchezGrande y los hermanos Pedro, Gustavo y Nivardo Ruiz de Ayllón Moreno.La visita se volvió a repetir el sábado y también el domingo, proporcionando alimentos y comprobando el buen ánimo del detenido pues suponía que en el juicio que habría de celebrarse no se encontraría delito o falta que impidiera ponerle inmediatamente en libertad.El lunes, 21 de septiembre, la madre de Ángel y su hermano Ramón se dirigieron a la cárcel a primera hora de la mañana con un desayuno que habían preparado para el encarcelado. Pero al llegar a la entrada de la cárcel la persona que estaba en la puerta les dice que ya no es necesario, que se lo pueden llevar y que no vuelvan más. La madre comprende inmediatamente lo sucedido. Pierde el conocimiento y ha de ser asistida.¿Qué había sucedido? Hacia las cinco de la madrugada del día 21 la banda que encabezaba el tal “chicha”, se presentó en la cárcel y en una camioneta condujeron a los cinco presos hasta el kilómetro 17 de la carretera que conduce a Agudo y allí en el borde de

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la calzada, en la cuneta, fueron fusilados. El motivo de su prisión no era otro que el ser sacerdote y su juventud. El martirio se produjo en la madrugada del 20 al 21 de septiembre de 1936.Los cuerpos fueron cubiertos con una tenue capa de tierra…Los asesinos debieron de sentir frío, más en su cuerpo que en el alma, por cuanto que según aseguraron días después, testigos lejanos procedentes de Chillón, entraron en un bar de la carretera en la cercanía del lugar del crimen a tomar café. Después desaparecieron…¡¡Habían hecho justicia!!Habían eliminado a los “fascistas” más singulares del pueblo y entre ellos ¡como no!...A un cura, que no tenía sobre sí más delito que el de ser cura, ser forastero y tener veinticinco años. Días más tarde alguien denunció que había visto a algunos perros arañando la tierra que cubría los cuerpos…Las autoridades o personas del pueblo con la autorización oportuna, tuvieron la caritativa idea de echar más tierra encima y así quedó la tumba de aquellos cuerpos hasta el 14 de abril de 1939.Almadén fue liberado el 27 de marzo de marzo de 1939. Pocos días más tarde un grupo de personas encabezadas por el Médico D. Lorenzo Cabanillas y el Párroco D. Venancio Morales González Sanz exhumaron los cadáveres y en un camión cedido para la ocasión por la Dirección de la Sociedad Minera fueron conducidos al depósito del Cementerio para su identificación y llevar a cabo los trámites judiciales antes de su enterramiento definitivo.Según el testimonio que dieron el Sr. Cabanillas y el Rdo. D. Venancio González el cadáver de Ángel fue identificado, entre otras circunstancias por el rosario enredado entre los dedos y el escapulario, a pesar de que la humedad y los más de 30 meses enterrados habían deteriorado muchísimo esos objetos. No se sabe el destino que tuvieron el breviario y el reloj.El 14 de abril de 1939 los restos mortales de Ángel fueron enterrados en el Cementerio Católico de Almadén según certifica el Párroco citado en un asiento que de puño y de letra escribe en el libro parroquial correspondiente.Que el joven sacerdote Ángel fue considerado un mártir así se dice y se expresa por todos los que han sido interrogados e incluso los documentos facilitados del Archivo Municipal, dedicación de una calle que ha sido respetada al llegar la democracia, etc. Se conserva y respeta la cruz levantada en el lugar donde fue asesinado, sustituyéndose últimamente por otra de hierro; en la Parroquia se mantiene vivo el recfuerdo del martirio con una placa conmemorativa.La Iglesia antes de proclamar el martirio de un cristiano – uno por uno - quiere cerciorarse de que se dan en él todos los elementos teológicos y canónicos por los que se le pueda declarar que fue mártir. Y así lo creemos quienes hemos dedicado nueve años a recoger testimonios y documentación sobre el martirio de Ángel, sinque esto signifique adelantarse lo más mínimo del criterio y decisión de la Sagrada Congregación.

 

 

MANUEL ANTONIO MUÑOZ PEDREROAdscrito a la Parroquia de Campo de Criptana

Manuel Antonio Muñoz Pedrero nació en Campo de Criptaza (Ciudad Real) el 18 de mayo de 1874 donde fue bautizado a los pocos días de nacer. Transcurrió su infancia en el seno de una familia humilde, honrada y cristiana, así como prácticamente toda su vida ya que siempre ejerció el ministerio en su pueblo natal, excepto un breve paréntesis en Valdepeñas como coadjutor, donde fue querido por todos.Fueron sus padres Rafael Muñoz y Acuña, sirviente de profesión y de María Antonia Pedrero, naturales de Alcázar de San Juan. Comenzó sus estudios en el Seminario de Murcia, pasó después a Toledo y los concluyó en Ciudad Real donde fue ordenado Presbítero y celebró su primera Misa el 13 de abril de 1901.De familia humilde, sencillo y bueno, que voluntariamente se "oscureció" quedándose en su pueblo, desde que en mayo de 1927 con alegría dejó Valdepeñas para acabar en su pueblo y entre los suyos, como adscrito a la Parroquia de Campo de Criptana.Fue perseguido y asesinado con tres de los compañeros sacerdotes de su parroquia, sólo por ser sacerdote y servidor de la Iglesia. En las mismas circunstancias que don Antonio Moraleda y don Especioso Perucho, en la madrugada del 19 de agosto 1936, a la espalda

del cerro de la Virgen de Criptaza Patrona de la localidad, era asesinado también don Manuel Antonio Muñoz. Es recordado por todos como sacerdote humilde, bueno y fiel; en definitiva, como mártir.En el mes de julio del año 1936, la Parroquia de la Asunción de Campo de Criptana, con una población de 13482 habitantes, era atendida por 7 sacerdotes: D. Juan José Sánchez y Ruiz del Valle, párroco; tres coadjutores: D. Especioso Perucho Granero, D. Antonio Moraleda González y D. Victoriano Beamud Sañoso; tres adscritos: D. Manuel Muñoz Pedrero, D. Ángel Briega Campos y D. Julián Carrasco Moreno. Sólo el párroco y dos de los adscritos (D. Ángel Briega Campos y D. Julián Carrasco Moreno) sobrevivieron a la persecución religiosa de Campo de Criptana en julio de 1936.Días antes, aunque en Madrid el M.I.Sr.Dr. D. Evaristo Quirós y Quirós, natural de Campo de Criptana, Canónigo (Dignidad de Chantre) de nuestra Catedral, fue asesinado el 15 de agosto de 1936 en Chamartín de la Rosa (Madrid).

 

SANTOS NARANJO MUÑOZCura de Madre de Dios de Almagro

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Santos de la Consolación Naranjo Muñoz había nacido el día 6 de septiembre de 1868, en Manzanares (Ciudad Real). Hijo de Manuel Naranjo y Apolonia Muñoz, naturales de Membrilla (Ciudad Real), fue bautizado al día siguiente de su nacimiento, 7 de septiembre, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares y fue su madrina Teresa Nieva, tía política.En Manzanares comenzó primeramente sus estudios algo adelantado ya de edad, bajo la dirección del sacerdote D. Esteban Galindo, entusiasta fomentador de vocaciones. Ordenado Presbítero el 31 de diciembre de 1893 y celebrada su primera Misa en Manzanares, se le destinó a Luciana (Ciudad Real) donde permaneció un año. Después fue trasladado a Almagro como Coadjutor de la Parroquia de San Bartolomé y, posteriormente, Cura de Madre de Dios, donde pasó entera su vida ministerial a lo largo de cuarenta y tres años siendo muy querido por todos.Con el ambiente muy crispado y revuelto, Donato, hombre respetado y con cierto prestigio, y padre del sacerdote almagreño D. Gregorio Bermejo, instó al Sr. Alcalde a que reuniera a todos los sacerdotes del pueblo, y los distribuyera por domicilios particulares con la intención de que se sintieran más protegidos y seguros.Un día prendieron fuego a la Iglesia de Madre de Dios. Las monjas dominicas mandaron a su sacristán Nemesio a que salvara el Sagrario del fuego. Él con muchos peligros y con quemaduras en las manos lo sacó de la Iglesia y llevó al Ayuntamiento. El Alcalde y algunos más, después de deliberar sobre el tema, dispusieron que el Sagrario se lo llevaran al Párroco, que entonces estaba en su casa.Al cabo de 4 ó 5 días, D. Santos, cediendo al requerimiento de algunos familiares, se fue a Argamasilla de Alba y allí encontró la muerte. En Argamasilla de Alba se vio acosado por un feligrés almagreño empeñado en lograr cierta cantidad de dinero de D. Santos. Como éste se opusiera resueltamente al injusto chantaje, fue sacado de su retiro y traído a la cárcel de Ciudad Real el 13 de septiembre de 1936. El 24 de octubre de 1936 se le dio muerte y fue arrojado al fatídico "Pozo de Carrión", sin que haya sido posible recuperar los restos.Gloria de D. Santos –tal vez uno de los gestos que el pueblo jamás ha olvidado– fue la Coronación de la Virgen de las Nieves, el 20 de octubre de 1929.

 

AMADOR NAVARRO LORENTECoadjutor de Tomelloso

En 1936, la parroquia de La Asunción de Tomelloso (Ciudad Real), con una población de 26.442 habitantes era uno de los núcleos urbanos más poblados de la provincia de Ciudad Real. La feligresía estaba atendida espiritualmente por un Párroco (D. Vicente Borrell Dolz); tres coadjutores (D. Juan Núñez Cacho, D. Amador Navarro Lorente, D. José María Mayor Macías; un capellán (D. Eliseo Ramírez Pozuelo) y un Adscrito a la Parroquia (D. Pedro Antonio Serrano Cañas).El comportamiento del pueblo con los sacerdotes fue muy desigual: el Párroco, fue asesinado el día 16 de agosto de 1936 en el cementerio local. De los demás sacerdotes que había en Tomelloso, ninguno- excepto el párroco- fue asesinado en el pueblo. A dos coadjutores recientemente llegados a la Parroquia, D. Amador Navarro Lorente y D. José María Mayor Macías, les detuvieron

y, trasladados a la Prisión Provincial y a la “Checa” del Seminario y fueron asesinados. De los que quedaron en el pueblo, al sacristán y a D. Eliseo Ramírez los dedicaron a barrer la plaza del pueblo durante varios días, mientras que los demás permanecieron en sus casas.Tan solo el 3 de septiembre de 1936, El Pueblo Manchego, en la sección de información local, se hacía una referencia a los detenidos e ingresados en la cárcel, entre los que se encontraba el “ex –duque” de San Fernando, así como los sacerdotes de Tomelloso Amador Navarro Lorente y José María Mayor, añadiendo: “Se cree que a todos ellos los juzgarán rápidamente el Tribunal del pueblo, ya que se tienen fundados motivos para suponer que se encuentran mezclados en el actual movimiento sedicioso”. Y, efectivamente ambos serían asesinadosDon Amador Navarro Lorente nació en Carrizosa (Ciudad Real) el día 11 de julio de 1905 y fue bautizado el día 13 por D. Pedro José Chaparro, Cura Ecónomo de la Parroquia de Santa Catalina. Sus padres, Lorenzo Navarro Palomo, comerciante de profesión, y Rosa Lorente Palomo, de veintisiete y veintidós años de edad, respectivamente, le impusieron por nombre Amador Pío, a quien educaron cristianamente. En su porte era serio, de pocas palabras, tal vez tímido. Sin embargo, resultaba agradable en su trato, y era muy austero.Paisano de don Felipe Campos Rodríguez al que profesó siempre una reverencial amistad no sólo por aventajarle en 28 años de edad sino también por su ejemplar vida sacerdotal, y sin

duda fue él quien influyó y orientó en su vocación al sacerdocio.Cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y en Toledo dos cursos superiores y, finalmente se licenció en Valencia, cantando su primera Misa el 11 de julio de 1928 a los 23 años justos de edad.Antes de ser nombrado Coadjutor de Tomelloso en marzo de 1935, había ejercido el ministerio sacerdotal en Puebla del Príncipe y Alhambra, sucesivamente, dejando en todas partes el recuerdo imborrable de su cultura y prudencia, así como su ejemplaridad sacerdotal y apostólica.Fue detenido el 18 de agosto en Tomelloso, donde ejercía como Coadjutor y, trasladado a Ciudad Real, el 3 de septiembre con su compañero de ministerio don José María Mayor Macías. Murió asesinado el 24 de octubre por la mañana, ignorándose el lugar donde yacen sus restos, si bien se cree que fue arrojado al fatídico Pozo de Carrión de Calatrava, como don Santos Naranjo, párroco de Almagro asesinado el mismo día.

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FRANCO NIETO Y GALLEGOCapellán de Campo de Criptana

Franco Nieto Gallego nació en Carrión de Calatrava (Ciudad Real) el 17 de diciembre de 1867. Bautizado en la Parroquia del Glorioso Apóstol Santiago el día 18 de diciembre por D. Juan Coello Presbítero Teniente Cura. Fueron sus padres Ramón Nieto y Teresa Gallego.Cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y ordenado sacerdote en Ciudad Real el 17 de febrero de 1894, por el Ecmo. Sr. D. José María Rancés Villanueva, celebra su primera Misa en la Parroquia de Carrión el 19 del mismo mes.Ejerció el ministerio sacerdotal en las Parroquias de Mestanza, el Corral de Calatrava y Villanueva de la Fuente. Próximo a los setenta años y jubilado se retira a Campo de Criptana, como Capellán de la Virgen de Criptaza, patrona de la localidad.De bondad y humildad natural, era respetado por todos; y sin duda Dios premió su celo y sus virtudes sacerdotales con la estimación de sus feligreses, como sus desvelos en el hogar con la agradecida veneración que le profesaban sus sobrinos, que le tuvieron como padre y cuidaron en su ancianidad.Cuando D. Frando dejó la parroquia solía pasar temporadas en Villarrubia de los Ojos donde era secretario del Ayuntamiento su sobrino Ramón Nieto y otras veces vivía en Campo de Criptana con Pablo Nieto, Inspector veterinario, y con esta familia le cogió la persecución de 1936.Cenaban una noche el matrimonio y su tío D. Franco cuando fueron sorprendidos por milicianos. D. Franco, asustado o llevado de la necesidad, se refugió en el corral de la casa. Mientras los esposos eran detenidos e inmediatamente se obligó también a D. Franco a salir y seguir a la comitiva siendo paseados por el pueblo en medio de burlas, insultos y malos tratos hasta el cementerio lugar del martirio de D. Franco y sobrinos, un matrimonio que esperaba un hijo. Era el 18 de septiembre de 1936.

 

 

CANDELAS NÚÑEZ POLO Y ROMEROCapellán de la Virgen de la Sierra en Villarrubia de los Ojos

Candelas Nuñez Polo y Romero nació en Urda (Toledo) el 2 de febrero de 1869 y recibió el Sacramento del Bautismo al día siguiente de su nacimiento en la Parroquia de San Juan Bautista por don José García del Pozo, cura Prior Párroco de dicha parroquia y se le puso por nombre Segismundo Candelas. Hijo de Vidal Nuñez – Polo, de oficio sacristán, natural de Urda (Toledo) y de Florentina Romero, natural de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real).Estudió Humanidades y Filosofía en Valencia, pasando a Toledo después para cursar la Teología. En La Solana (Ciudad Real) cantó Misa el 2 de febrero de 1894 y fue destinado enseguida como Ecónomo a las Labores (Ciudad Real). Participó en el concurso a parroquias en Toledo y obtuvo la de Cabanillas del Campo (Toledo), que regentó hasta 1930 en que se trasladó a Villarrubia de los Ojos como Capellán de la Virgen de la Sierra.En Villarrubia de los Ojos le cogió la persecución religiosa de julio 1936, ya anciano de sesenta y siete años de edad. Muy popular y querido en Villarrubia de los Ojos por su sencillez y por su llaneza en el trato, pasado el primer temor de la persecución se creyó seguro y salió del domicilio de unos parientes, donde de primeras se había refugiado, para trasladarse al propio, con traje talar

y a plena luz, el 8 de agosto de 1936. Fue detenido en la calle y llevado preso.En la cárcel se le despojó brutalmente de la sotana y se le sometió a crueles torturas y trabajos impropios de su edad y de su carácter sacerdotal. Se mantuvo firme en su fe, a pesar de las torturas a que le sometieron para que renunciara a ella o simplemente cambiara el saludo "buenos días nos dé Dios" por el de "salud".Devoto del Santo Rosario y ejemplar Capellán de la Patrona continuamente se le veía con el Rosario entre sus dedos y sin disimulos ni miedos no dejó de exhortar a sus compañeros de cárcel a mantenerse firmes y con valor ante la persecución y aún la misma muerte si llegaba el caso.El día 2 de septiembre don Candelas fue sacado de la prisión y se le dio muerte en el término de Malagón (Ciudad Real) mientras con heroica constancia y persuasión con el Santo Rosario en alto gritaba ¡Viva Cristo Rey! Fue el único sacerdote asesinado en Villarrubia de los Ojos

 

 

AVELINO ORTIZ CARRASCOPárroco de Membrilla

En el mes de julio de 1936 la Parroquia de Santiago el Mayor de Membrilla (Ciudad Real)

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con 7101 habitantes estaba atendida por tres sacerdotes: D. Avelino Ortiz Carrasco (Párroco), de 57 años de edad y 34 años de sacerdocio; D. Manuel López Villalta y Menchén (Coadjutor), de 64 años de edad y 35 de sacerdocio y D. Cristino Gaviña Heredia (Coadjutor), de 44 años de edad y 19 años de sacerdocio.Don Avelino Ortiz Carrasco nació en Campo de Criptana (Ciudad Real) el día 8 de enero del año 1878. Sus padres Santos Ortiz Quintanar, comerciante de profesión y Micaela Carrasco, lo llevaron a bautizar a los pocos días de nacer, sin que podamos conocer más detalles por haber sido destruido el Archivo Parroquial en la guerra civil del 1936.A los trece años, como era corriente entonces, y después de una buena preparación escolar, empezó los estudios eclesiásticos en Murcia, pasando más tarde a Toledo y viniendo por ultimo a Ciudad Real el curso 1901 al 1902, último de los estudios.Al cumplir 24 años de edad, en Ciudad Real es ordenado de Presbítero el día 1 de junio de 1.901 por el Excmo. Sr. D. Casimiro Piñera Naredo y el 11 de junio cantó la primera Misa en la iglesia parroquial de Campo de Criptana. Inmediatamente fue nombrado Coadjutor de Bolaños y de Tomelloso sucesivamente y en 1906 pasó a Malagón como Cura Vicario. Destacó por su labor catequística, verdadera especialidad de su apostolado.Hecha previamente la Licenciatura en Teología, tomó parte en el concurso a Parroquias convocado por el señor Obispo D. Remigio Gandásegui del año 1913 y en las segundas propuestas obtuvo la Parroquia de Membrilla, que dejaba vacante don Patrocinio Gómez.En Membrilla fue objeto principal de sus trabajos la Catequesis de niños, el Sindicato Agrícola Católico y las Cofradías de la Virgen del Espino, la Patrona del pueblo y de Nuestra Señora del Carmen, tal vez por la influencia de los años vividos en Malagón, lugar donde Santa Teresa de Ávila dejara la tercera fundación carmelitana del Convento de San José, el año 1568.El 19 de julio de 1936, domingo, celebrada la Misa temprana, salió de vacaciones para el pueblo natal, como era su costumbre todos los años, pasada la festividad del Carmen. Por unas horas no fue sorprendido en Membrilla, aunque no desistieron en el empeño de apresarle y a Campo de Criptana fueron reiteradas veces a molestarle y hacerle chantaje de dinero.Finalmente puestos de acuerdo los marxistas de ambos pueblos, fue detenido en Campo de Criptana y al menos, estuvo en prisión unos cincuenta días, sufriendo toda clase de torturas y bárbaros castigos, hasta el punto de haber hallado después sus ropas de cama y de vestir con manchas de sangre y rotos los antebrazos lo que prueba que en la cárcel misma fuera rematado a palos.La noche del 18 de septiembre de 1936 acabaron, al fin, con su vida, y fue abandonado a distancia de unos doscientos metros del cementerio de Campo de Criptana. Murió asesinado junto con don Franco Nieto Gallego, Capellán de Criptana. Y al ser exhumados, los cadáveres tenían fuertes ligaduras en manos y pies. La memoria del martirio perdura en Membrilla y Campo de Criptana y es recordado como sacerdote fiel, martirizado por su condición sacerdotal. Tenía 61 años de edad.

 

 

JUAN ORTIZ CARRILLO

Párroco de Valenzuela

Juan Antonio Ortiz Carrillo aunque nace el 15 de marzo de 1905 en Manzanares (Ciudad Real); sus padres Ramón y Carmen, naturales de Membrilla, a los pocos días de su nacimiento, 27 de marzo, llevaron a bautizar al hijo en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de manos de D. Julián Benito y Carrasco, coadjutor de dicha parroquia.Cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y, ordenado de Presbítero el 8 de julio del año 1928, celebra su primera Misa solemne el día 13 del mismo mes en la Parroquia de Membrilla.De inmediato fue enviado a Solana del Pino como Ecónomo y después pasa de cura vicario a Valenzuela de Calatrava (abril de 1930). En febrero de 1932, toma posesión como Párroco en propiedad, propuesto por el Excmo. Señor Marqués de Torremejia - poseedor del privilegio de patronazgo- y aprobado el Concurso a parroquias.Aunó su frágil salud, debido a una grave enfermedad cardiaca, con su recia voluntad, carácter perfectamente templado, celo apostólico y fidelidad al ministerio sacerdotal. El 23 de julio de 1936 unos milicianos ocuparon el templo parroquial. También lo arrojaron de la casa rectoral, siendo recogido en casa de unos feligreses caritativos.

El 18 de agosto, fue llevado preso a la cárcel de Almagro (C. Real). Lo fusilaron el 24 del mismo mes, fiesta de San Bartolomé, que es titular de la Parroquia de Valenzuela, en “camino vecinal Almagro a ésta”. El más joven de los párrocos en propiedad, querido de todos por su sencillez, juventud y celo apostólico, fue martirizado por su condición de sacerdote. El cadáver recibió sepultura en el cementerio de Valenzuela de Calatrava.

 

 

JOSÉ PARDILLA Y MORALEDACoadjutor de Manzanares

José Pardilla y Moraleda nació el 10 de julio del año 1878 en Membrilla (Ciudad Real) y fue bautizado en ésta a los pocos días, el 12 de este mismo mes. Hijo de Antonio y Javiera. Inició

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los estudios eclesiásticos en el Colegio de Orihuela y pasó después al Seminario de Ciudad Real donde concluyó los estudios, fue ordenado de Presbítero y en su pueblo natal celebró la primera Misa el día el 29 de septiembre de 1907.Desde su infancia se caracterizó siempre por la ingenuidad más sencilla y la jovialidad más cordial y festiva, aunque con su madurez el dolor y los sufrimientos fijaron en él con frecuencia una mirada dura. Después de asistir a la muerte de varios hermanos tuvo que presidir en un mismo día el doble entierro de su padre y de su madre. La vida le trató con dureza.Ordenado de Presbítero su primer encargo fue en Valverde (Ciudad Real), sustituyendo a don Aníbal Carranza mientras cursó en Toledo los dos años del doctorado. En abril de 1910 fue nombrado Coadjutor de Chillón (Ciudad Real). Después llega de Coadjutor a Manzanares donde pasó más de veinte años hasta su trágica muerte. Buen compañero y buen amigo, con una jovial campechanía para todos, fue a la vez edificante sacerdote, trabajador y celoso, y sobre todo, asiduo administrador del Sacramento de la Penitencia, era muy buscado en el confesionario para recibir este sacramento.El martirio fue desolador. Sacado de la casa el 9 de agosto de 1936 en pleno día y en el camino hacia la cárcel se cebaron de tal suerte en él con castigos, golpes y disparos que cayó gravemente herido antes de llegar a la prisión, quedando agónico, sobre la dura calzada donde pasó largo rato abandonado completamente, exhalando ayes e invocando la asistencia de la Virgen del Espino, Patrona de Membrilla, hasta dar el último suspiro y fallecer en el denominado “Sitio La Candelaria”. Su única hermana murió bien pronto, víctima a la vez de la amargura, del desamparo y de falta de recursos económicos.

 

 

TOMÁS BAUTISTA PEREZ SERRANOPárroco de Villahermosa y Vicario de Villanueva de los Infantes

Tomás Lázaro Bautista y Pérez Serrano nació en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) el día 17 de diciembre de 1881. Hijo de Jesús bautista Cámara y López, procedente de Almagro, propietario de profesión, y Teresa Pérez Serrano y García Minguillán, natural de Almodóvar del Campo. Fue bautizado a los pocos días de nacer en esta parroquia y transcurrió su infancia en el seno de una familia acomodada y muy cristiana en la calle Trinidad.Muy joven ingresó en el Seminario de Ciudad Real donde cursa los estudios eclesiásticos y finalmente pasó en Toledo el curso académico de 1902 al 1903 doctorándose en Sagrada Teología, ocupando enseguida y por tres años consecutivos una cátedra de Filosofía en el seminario de Ciudad Real.El 19 de marzo de 1906, ordenado por el Obispo don Remigio Gandásegui y Gorrochategui, celebró la primera Misa en Almodóvar del Campo. Pasó dos años como Coadjutor en Valdepeñas y posteriormente fue trasladado a Moral de Calatrava.En el Concurso a parroquias de 1913 fue nombrado Cura en propiedad de Villahermosa, parroquia que con gran aceptación dirigió durante bastantes años. Por último fue trasladado a la Parroquia de San Andrés de Villanueva de los Infantes con carácter de Vicario en julio de

1926.En Villanueva de los Infantes afronta los riesgos de la revolución del año 1936, decidido y negándose a abandonar su feligresía, dispuesto a dar su vida por ella si es preciso. Y esto, a pesar de los medios y garantías que insistentemente le ofreció su hermano en Almagro. Lo echan de la casa rectoral que se convierte en cárcel, le despojan de todos sus bienes y el día 14 de octubre de 1936 lo llevan, junto al joven Patricio Rodríguez Marín, de familia muy cristiana, a Valdepeñas, donde párroco y feligrés fueron asesinados en el Cementerio de esta localidad al amanecer del día 16 de octubre de 1936.En Villanueva de los Infantes, don Tomás Bautista es recordado como sacerdote muy austero, serio y fiel. Ha sido considerado por todos como mártir.

 

ESPECIOSO PERUCHO GRANEROCoadjutor de Campo de Criptana

Especioso Francisco Perucho y Granero nació el día 6 de noviembre de 1890 en Campo de Criptana (Ciudad Real), de familia acomodada, noble ascendencia y muy cristiana. Hijo de Andrés Perucho y López Gascón, de profesión comerciante; y de María del Rosario Granero y Pulpón, naturales y vecinos de dicha ciudad.Vivió en la calle Miguel de Cervantes nº 1 y desde pequeño mostró deseos de ser sacerdote, si bien, en principio estudió Magisterio, carrera que simultaneó con los estudios eclesiásticos, cursados en el Seminario de Ciudad Real.Ordenado sacerdote en Segovia junto a D. Miguel Ruiz Pérez y D. Eduardo de Dios Villacañas el día 19 de octubre de 1914; cantó la primera Misa en su pueblo natal y es destinado como maestro a La Solana (Ciudad Real) para que regentara las escuelas que a cargo del “Legado Bustillo” se fundaron en esa localidad en beneficio de los obreros y pobres.Delicado de salud se reintegró a su pueblo natal y hogar familiar y es nombrado Párroco de la entonces pedanía de Arenales de San Gregorio desarrollando una intensa labor ministerial.

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Nombrado Coadjutor de Campo de Criptana desarrolló en ésta una intensa actividad como predicador, atención a los pobres, a través de la Conferencia de San Vicente de Paúl de la que fue un entusiasta impulsor y era muy querido de los niños a los que recibía y atendía constantemente.En los días precedentes a la triste guerra civil y con ocasión de que las autoridades del pueblo prohibieron la traída de la imagen de la Virgen de Criptana al pueblo, como era tradición desde tiempo inmemorial, viendo el cariz que tomaban las cosas y que algunos concurrentes al santuario querían traerla al pueblo a toda costa, se apresuró él, para evitar males mayores, acompañado de algunos, a solicitar el permiso de las autoridades y éstas lejos de otorgar el permiso para trasladar la imagen acusó a D. Especioso de “sedicioso”, quedando por unas horas detenido y puesto en libertad. Finalmente, el 20 de julio de 1936, al regreso de celebrar su última Misa es detenido de nuevo y conducido con los brazos en alto hasta la cárcel, en la que permaneció hasta el día 19 de agosto de 1936 que fue asesinado. En la cárcel fue objeto de los mayores vejámenes hasta el punto de que mofándose de la fama de escrupuloso le hacían coger con las manos los excrementos de los retretes para que los vaciase en un cubo.En las declaraciones, efectuadas ante el Juez en Campo de Criptana el día 19 de enero de 1941, coinciden los declarantes en decir: “Don Especioso Perucho fue uno de los primeros detenidos de esta localidad, siendo maltratado desde el momento de su detención, abofeteándole los milicianos cuando le conducían a la prisión en plena plaza, escarneciéndole públicamente. En la cárcel se le obligaba a hacer trabajos denigrantes, entre insultos y golpes fue sacado de la prisión en la noche del 18 al 19 de agosto de 1936, con otros diez cautivos, y conducido a la carretera de Pedro Muñoz, pasado el cementerio…en donde le asesino el miliciano (nombre del asesino), disparándole varios tiros, primero desde lejos y después a quemarropa. Al ser recogido el cadáver tenía quemada la ropa en la parte del bajo vientre”(A.H.N. Causa General).Murió perdonando a sus enemigos a quienes pidió le dejasen unos momentos para prepararse a morir. En las primeras horas del 19 de agosto de 1936, con don Antonio Moraleda González, don Manuel - Antonio Muñoz Pedrero y otros seglares, entre ellos Celedonio Cedenilla Fernández, organista de la Parroquia, don Especioso fue asesinado en la carretera de Pedro Muñoz y los restos descansan en el Cementerio de Campo de Criptana.Considerado mártir desde el principio, permanece en la actualidad dicha fama de martirio.

 

 

ALEJANDRO PRIETO SERRANOSacerdote, Maestro del “Ave María” en Puertollano

Alejandro Prieto Serrano nace día 13 de agosto de 1889 en la villa de Villarramiel provincia y obispado de Palencia. Hijo de Matías Prieto Pérez, de profesión fabricante de curtidos, y de María Manuela Serrano López, naturales y vecinos de esta villa. Nacido en un ambiente cristiano recibió el Bautismo el día 15 de agosto del mismo año en la Parroquia de San Miguel. Fue ordenado de Presbítero, en los días 18 y 19 de diciembre del año 1914, a título de su Capellanía y dispensados los instersticios, por D. Ramón Barberá y Boada, Obispo de Palencia.Fue don Alejandro un palentino que el año 1927 llega a Puertollano (Ciudad Real) como Maestro “manjoniano”, a fin de vigorizar las Escuelas del Ave María.Simpático, sencillo, sonriente y bonachón, era venerado por los chicos de sus escuelas y por las familias de éstos, así como por los compañeros sacerdotes de la ciudad. Las Escuelas del Ave María prosperaron hasta formar seis grupos de trescientos alumnos. Esta fue su obra, en un pueblo de población minera y tendencia laicista.Se cuenta de su caridad que, con frecuencia, se quedaba sin camisa por dársela a los pobres. Y lo mismo sucedía con su comida. ¡Cuántas veces hubo de recibirla él de

personas que lo socorrían al verle tan desprendido! Todo su ajuar fue un Crucifijo, un camastro desvencijado y dos sillas viejas. Y todo su haber, unas cabras cuya leche le servía para los niños de sus EscuelasEl 26 de julio de 1936 es apresado y conducido a la cárcel de Almodóvar del Campo, pudiendo ver ya en su camino el cadáver de D. Jaime Cabañero y Cabañero, Coadjutor de Puertollano, asesinado este mismo día, tirado a la salida de Puertollano. Don Alejandro coincide en la cárcel con D. Enrique García de Mateos y Aparicio, Cura Párroco de Puertollano. Y ambos son fusilados el mismo día cinco de Agosto del 1936 en el sitio denominado "Fabrica de Orujo del Capitán don Miguel de la Vega", en Almodóvar del Campo.Los cuerpos fueron enterrados con otros de Puertollano en el Cementerio de Almodóvar del Campo y, una vez terminada la guerra, fueron todos trasladados al cementerio de Puertollano, y hoy están todos ellos, en un mausoleo común para todos los fusilados en la guerra civil del 1936, excepto D. Jaime Cabañero y Cabañero enterrado en tumba familiar en el cementerio de Puertollano.La motivación de la muerte fue su condición de sacerdote. Hombre sencillo, trabajador con la juventud, cuya fama de santidad y martirio fue reconocida desde el primer momento y aún hoy perdura entre un buen grupo de sus alumnos, cristianos fervorosos y, algunos siguieron su ejemplo, como maestros de profesión.

 

 

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ROQUE RIBAS PERALTAAdscrito a Moral de Calatrava

Roque Ribas Peralta nace el año 1866 en Moral de Calatrava donde recibe el Bautismo a los pocos días. Cursó la « carrera breve» en Badajoz y en Zaragoza. Ordenado de Presbítero canta su primera Misa en abril de 1898, es decir, a los treinta y tres años de edad.Ejerce el ministerio sacerdotal primeramente como cura de Fuenllana y en la estadística de la Diócesis publicada el 1902 por el Sr. Obispo D. Casimiro Piñera y Naredo aparece como Ecónomo de Valverde. E1 28 de abril de 1903 es nombrado cura de Navalpino. Después pasa de Coadjutor a Santa María de Alcázar de San Juan y, por último, desempeña el cargo de Capellán de las MM. Concepcionistas de la Enseñanza en su pueblo de Moral de Calatrava, desde 1926 hasta que desaparece la Comunidad y permanece en Moral como adscrito a la parroquia. Vivió en la calle las Moyas, junto con sus hermanos José María, Juan Vicente, Roque y Josefa.Cuando estalla la persecución religiosa del 1936 se recluye en su casa y es sometido al chantaje de fuertes y repetidas multas de dinero. Josefa Ribas Guzmán, testigo visual cuenta como al llegar la guerra los familiares, amigos y vecinos le aconsejan que se marchara a Viso del Marqués, con unos parientes que por su ideología le podrían proteger y salvar. Pero no se decide a salir del pueblo porque decía: «yo nada malo he hecho y por lo tanto nada malo pueden hacerme». Sigue su tarea ordinaria y celebra la Santa Misa diariamente en las Concepcionistas.Finalmente, es detenido el 16 de octubre de 1936 y, corre la misma suerte que el compañero sacerdote Ángel Velasco Linares. Fue uno de los más ancianos de los sacerdotes inmolados en la diócesis, tendría unos 70 años. Al parecer le cortaron las orejas antes de morir.

 

FRANCISCO RODRÍGUEZ DE GUZMÁN Y CARRANZACoadjutor de Santa María de Daimiel

Nacido en Daimiel el 9 de febrero de 1883 fue bautizado en la Parroquia de Santa María La Mayor el 11 de febrero por don Juan Ramón Cejuela, cura teniente de dicha parroquia y se le inscribió con los nombres de Francisco Jesús Alejandro; hijo de Saturnino y Paulina. Inicia sus estudios en el Colegio de Getafe con los PP. Escolapios, continuando después los estudios eclesiásticos en el seminario de Ciudad Real hasta terminar.Es ordenado de Presbítero en las Témporas de S. Mateo del año 1909 y canta su primera Misa en la Parroquia de Santa María el 29 de septiembre de 1909.Los primeros pasos como sacerdote los recorre como coadjutor ayudando a don José María Rodríguez de Guzmán, su tío, de avanzada edad y enfermo. Así permanece en Daimiel hasta que en mayo de 1917 pasa como coadjutor a Argamasilla de Alba, de donde en 1922 es trasladado a Torralba y muy pocos meses después a Santa Cruz de Mudela. Y, finalmente es nombrado coadjutor de Santa María de Daimiel, el año 1926, y en este cargo permanece hasta su muerte el 22 de agosto de 1936.Por dos veces fue encarcelado; ninguna de las personas que llevaron a cabo la detención viven en la actualidad; la primera vez fue apresado en su domicilio el 11 de agosto de 1936 y conducido al Ayuntamiento. La segunda el 22 de agosto del mismo año y es llevado al convento de las Mínimas convertido en cárcel y esa misma noche es asesinado. Los restos reposan en el Valle de los Caídos.Antes de morir deja una carta a sus familiares, que conserva Paulina González de la Aleja Rodríguez de Guzmán, sobrina carnal (vive actualmente). En dicha carta perdona a sus verdugos y anima a sus familiares a seguir constantes en la fe católica y en el amor a Dios y a la Virgen de las Cruces por los que él moría. Quienes conocieron a don Francisco consideran plenamente fundamentada la fama de martirio por haber sido testigos de su vida de entrega a Dios, a su vocación y a su familia, así como de su muerte, de su perdón y del amor a Dios y María santísima de las Cruces.

 

JOAQUÍN ROLDÁN FERNÁNDEZCura de Miguelturra

Joaquín Roldán Fernández nació el 26 de julio de 1868 en Miguelturra (Ciudad Real) y bautizado a los pocos días en esta localidad; fueron sus padres Hermenegildo y Ramona, vecinos de Miguelturra. Cursa los Estudios Eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y ordenado de Presbítero celebró su primera Misa el 18 de marzo de 1892 en su pueblo natal. Ejerció el ministerio sacerdotal en las Parroquias de El Hoyo, Solana del Pino; Coadjutorías de Puertollano y Valdepeñas y Párroco de Argamasilla de Calatrava. Culmina su larga vida de ministerio como Párroco en la Asunción de Puertollano. Don Joaquín es recordado, entre otras cosas, por la gesta memorable del 29 de junio de 1930

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por la que el Sagrado Corazón de Jesús en actitud de bendecir, fue entronizado en lo alto de la gran torre de la Iglesia Parroquial para atraer las miradas y afectos de todos los fieles de la populosa urbe minera de Puertollano, como rey de gracia y de misericordia. Imagen que es divisada desde todos los accesos a Puertollano por cuantos llegan a esta ciudad industrial; y por el Comedor de Caridad que fundara en la ermita de la Soledad para dar de comer a los pobres. A los tres años de la entronización del Sagrado Corazón, en agosto de 1933 deja la parroquia por motivos de salud y marcha en plan de reposo y bien ganado descanso a Canarias donde un sobrino ejercía como médico.Recuperado de su enfermedad y al quedar vacante la Parroquia de Miguelturra su pueblo natal, en abril del 1936, por muerte de don Patrocinio Gómez pide al señor Obispo hacerse cargo de la Parroquia y el 27 de mayo ya está al frente de dicha parroquia. Aquí encontró la muerte, a dos pasos del pueblo, en el lugar conocido por el "Terrero". Antes perdonó y bendijo a sus verdugos, como ellos mismos confesaron después. En la actualidad viven algunos testigos, jóvenes de entonces que presenciaron la detención y muerte de don Joaquín. Alberto Martín Castellanos y Antonio Martín Sánchez y otros chicos de su misma edad, de unos 12 años, estaban jugando a pelotearse en un callejón cerca de donde iba a consumarse el martirio, el "Terrero". “Aquella tarde había llovido –cuentan - éramos trilladores y por las tormentas no fuimos a trillar. Yo tiré la pelota y fue a dar a la pared de enfrente. Cuando fui a por ella y me agaché, me vi sorprendido por un hombre armado con escopeta, que me dio un cogotazo y me dijo que me apartara de allí. Entonces es cuando vi a don Joaquín, vestido de sacerdote, con sotana y bonete, marchando entre 15 ó 20 hombres armados con escopetas y leyendo un libro, que tenía entre las manos. Caminaba muy despacito y sereno….Parece que iba rezando. Al volver la esquina lo mataron. Oímos la descarga de tiros y nos asustamos. Los chicos salimos corriendo hasta la cercana ermita de San Antonio. No lo mataron por ideas políticas, sino por ser sacerdote, por su fe. El cuerpo no lo encontraron. Parece ser que lo enterraron en una fosa común, junto a los frailes dominicos de Almagro y otros muertos de Carrión. Al final de la guerra, registraron esa fosa; pero nadie identificó ningún cuerpo como el de don Joaquín”. El acta de defunción, dice: “falleció en esta localidad el día tres de septiembre de mil novecientos treinta y seis a las veintiuna horas, a consecuencia de asesinato por los rojos”.

 

OROSIO SÁNCHEZ ALCÁNTARAPárroco de Argamasilla de Alba

Orosio Sánchez y Alcántara nació en Argamasilla de Alba (Ciudad Real) el 25 de junio de 1887, y recibió el Sacramento del Bautismo a los pocos días de su nacimiento, aunque se ignora la fecha exacta por haber sido destruido el Archivo Parroquial en su totalidad con ocasión de la guerra civil del 1936.Hijo de Antonio Sánchez, natural de Argamasilla de Alba y de profesión Auxiliar del Ayuntamiento de esta villa y de Carmen Alcántara, natural de Madrid. Transcurre su infancia en la calle La Plaza de Argamasilla de Alba en un ambiente cristiano y aprende sus primeras letras hasta que sintiendo la llamada de Dios al sacerdocio marcha a Toledo donde estudió inicialmente y después continúa en Ciudad Real (de 1900 a 1911) los estudios eclesiásticos con brillantez, pasando nuevamente a la Universidad Pontificia de Toledo el curso 1911 al 1912 para obtener la Licenciatura en Sagrada Teología.El 2 de marzo del año 1912 fue ordenado de Presbítero, con dimisorias, en la capilla del Palacio Arzobispal en las Órdenes generales que confirió el Emmo. Y Rvdmo. Cardenal Arzobispo Fray Gregorio María Aguirre y García.El primer destino fue atender la finca de Mudela (Ciudad Real), propiedad de los Condes de Gavia. Después ejerció el ministerio en las Parroquias de Luciana y de Ballesteros. Destacó, sobre todo, por su poderosa inteligencia y, desde Ballesteros de Calatrava en 1814, fue Profesor del Seminario. Tomó parte en el Concurso a parroquias de 1913 y obtuvo la más alta puntuación académica y, opositó en 1916 a Canónigo de la S. I. Prioral de Ciudad Real junto a don José Jiménez Manzanares, sin conseguir dicha Canonjía que ganó el Párroco de Villanueva de los Infantes. Al tomar posesión de la Canonjía don José Jiménez Manzanares, don Orosio pasó a ocupar la Parroquia de Villanueva de los Infantes en sustitución del nuevo canónigo.En 1919 fue nombrado Arcipreste de Almodóvar del Campo y, al fin, por su deseo, fue trasladado a Argamasilla de Alba, su pueblo de origen, donde le cogió la revolución marxista. Conminado el 1 de septiembre de 1936 a salir del pueblo en un plazo de 24 horas, cuando se dirigía a Madrid, buscando refugio en casa de unos parientes, fue sorprendido en la estación de Cinco Casas (Ciudad Real), donde fue asesinado por ser sacerdote a las once de la noche del 2 de septiembre de 1936. Aunque sus restos mortales no se han encontrado, sí consta la inscripción de la muerte en el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba (Defunciones, tomo 45,fol. 278).

 

 

ANTONIO SÁNCHEZ AMADORCoadjutor de Fuente el Fresno

Antonio Sánchez Amador nació en Montiel (Ciudad Real) el día 29 de abril de 1908. Hijo de José Sánchez Bustos, jornalero de oficio, y de Francisca Amador, fue bautizado a los pocos días de nacer, el día 8 de mayo de 1908, por D. Félix Martínez Pacheco, cura propio de la

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Parroquia de San Sebastián de Montiel y se le puso por nombre Pedro, Antonio, Rosario. En esta misma parroquia hizo su primera comunión, el día 22 de diciembre del año 1914. Desde el mismo día de su primera comunión empezó a ser monaguillo familiarizándose con el párroco y cuidado de cuanto se refiere al culto divino. Crece en un ambiente familiar humilde, once hermanos para sentarse a la mesa diariamente, pero sano y religioso.Cuando alcanza la edad prevista para iniciarse en los estudios ingresa en el Seminario de Ciudad Real con la ayuda económica del señor Marqués de Casa Treviño y obtiene al mismo tiempo la beca que para hijos de Montiel fundara el benemérito sacerdote D. Ramón Díaz García, antiguo cura de Montiel.Cursa los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real donde recibe el Subdiaconado el día 20 de julio del año 1930 y, ordenado de Presbítero, celebra la primera Misa en su pueblo natal el 13 de junio de 1931De inmediato es destinado a Solana del Pino como Ecónomo donde permanece 5 años antes de pasar a la Coadjutoría de Fuente el Fresno y encargado de los Cortijos, a finales de 1935 o primeros de 1936.Iniciada la Guerra, en el pueblo de Fuente el Fresno sobre el 19 ó 20 de julio de 1936, clausurada el culto en la Iglesia, D. Desgracias García de León, el Cura Párroco e hijo del pueblo, se marchó a una huerta que tenían sus familiares en la “Rosela”, donde permaneció durante toda la contienda sin ser molestado, al contrario, allí acudían con algunos recién nacidos para que fuesen bautizados. Don Antonio Sánchez Amador, al inicio de la Guerra se marchó del pueblo en busca de refugio al amparo de sus familiares y en su desesperada huida llegó hasta Solana del Pino, en donde algunos destacados miembros de izquierdas de Fuente el Fresno, interesados por conocer su paradero no descansaron hasta encontrarlo, organizando una expedición para conducirlo detenido hasta Fuente el FresnoEn el viaje de regreso de La Solana a Fuente el Fresno fue objeto de múltiples sufrimientos, sobre todo en el matadero de Puertollano donde colgado de los pies, como las reses, era balanceado por unos mientras otros le recibían con pinchos de hierro, hasta quedar sus ropas empapadas en sangre. Sus guardianes, con la intención de que revelase algunos secretos en Fuente el Fresno, no quisieron rematarlo y llegó al pueblo el 21 de agosto de 1936.Al fin, en la noche de 21 al 22 de agosto de 1936, don Antonio Sánchez Amador y un vecino del pueblo, fueron sacados en coche por unos milicianos llegados de Madrid y de los pueblos vecinos, llevándolos a la carretera de Urda (Toledo), recibiendo durante el viaje, gran cantidad de golpes con las culatas de los fusiles, vejaciones e insultos y con las manos atadas a la espalda, fueron fusilados. Momentos antes de morir, don Antonio, pidió poder hablar y, lejos de blasfemar, como pretendieron de él sus asesinos, dijo: ¡Viva el Corazón de Jesús!Sus restos recibieron sepultura primero en el Cementerio de Urda (Toledo) hasta que en mayo del 1940 fueron exhumados y trasladados al Cementerio de Montiel, su pueblo natal.

 

 

JESÚS SÁNCHEZ DE LA NIETAAdscrito a la Parroquia de Herencia

Jesús Sánchez de la Nieta nació en Herencia (Ciudad Real), el día 25 de diciembre del año 1872, a las dos de la tarde. Fueron sus padres Miguel Sánchez de la Nieta y Mauricia García de la Cierva, naturales y vecinos de Herencia. Fue Bautizado con el nombre de Eustacio Jesús al día siguiente de nacer, 26 de diciembre, por don Pedro Ruiz, Cura Teniente de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora en Herencia.De pequeño marchó con los P. Trinitarios y con estos religiosos hizo los estudios eclesiásticos, la profesión temporal, perpetua y fue ordenado de Presbítero celebrando su primera Misa el 9 de junio de 1895, en Villanueva del Arzobispo (Jaén), donde residía entonces como religioso trinitario.Razones de familia le llevaron a pedir la exclaustración y ser admitido como adscrito de la Parroquia de Herencia en el Obispado Priorato de las Ordenes Militares. Don Jesús era de aspecto serio, retraído y de baja estatura, pero muy sencillo y buen sacerdote.Don Jesús, a la vez que don Carlos Álvarez y don Federico Abengoza, fue conducido desde la "checa" de Herencia a la mina de Camuñas (Toledo), por la única razón que ser sacerdote, como el resto de sus compañeros martirizados. Era el 25 de noviembre de 1936.

Sus cuerpos no pudieron ser sacados de la mina para recibir cristiana sepultura.

 

 

RAFAEL SÁNCHEZ DE MILLA Y GÓMEZ CARPINTEROCoadjutor de San Pedro de Daimiel

Rafael Sánchez de Milla Gómez Carpintero, hijo de Antero y de Emilia, nace el 13 de marzo del año 1882 en Daimiel. Fue bautizado en la Parroquia de San Pedro Apóstol de Daimiel por don Juan Andrés Gómez Rico el día 16 de marzo de 1882 e inscrito con el nombre de Rafael- Leandro.

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Inicia los estudios eclesiásticos en Toledo y, ordenado Presbítero en Ciudad Real el día 18 de diciembre de 1909 por el Excmo. Sr. D. Remigio Gandásegui Gorrachategui, canta su primera Misa en Daimiel el 25 de diciembre de 1909.Ejerce el ministerio en las parroquias de Agudo, La Solana, Argamasilla de Alba y Daimiel. Sus cualidades características, la prudencia, la seriedad, la rectitud hicieron gozar de gran estima y prestigio como sacerdote.Varias veces fue requerido para ser interrogado en la checa de las monjas Mínimas. Y, al fin, en la noche del 22 al 23 de agosto del 1936, desde la checa de las Mínimas, fue sacado con otros compañeros sacerdotes y varios seglares y muerto en la carretera que va hacia manzanares desde Daimiel, en el sitio conocido por "Carrerón".Perdonó a sus verdugos antes de morir y les agradeció haberle permitido orar y recogerse unos minutos para mejor disponerse al martirio.

 

 

 

VICTORIANO SÁNCHEZ-CAMACHO ALCÁZARCura de Terrinches

Victoriano Sánchez - Camacho Alcázar nació el 10 de agosto de 1904 en Daimiel (Ciudad Real), hijo de Tomás y Francisca. Ingresó en el Seminario de Ciudad Real a la edad de once años. Finalizados los estudios eclesiásticos y ordenado de sacerdote celebró su primera Misa en el propio Daimiel el 19 de mayo de 1927, pocos días después de D. Matías Álvarez Rivera, su condiscípulo y paisano, mártir también (22.8.1936).Ordenado de Presbítero fue enviado a Santa Cruz de los Cáñamos y pasó después como Párroco a Terrinches, parroquias en las que, llevado de su juventud, fervor y celo sacerdotal trabajó intensamente, sin miedo ante las dificultades y movido en todo momento por la fuerza de su fe.El 25 de julio de 1936, se atrevió a tocar a Misa, dispuesto a continuar en su sitio y cumplir con su deber de sacerdote, desobedeciendo las disposiciones de la autoridad local que, como en otros lugares, cerraron las iglesias, prohibieron celebrar el culto y tocar las campanas.Fue apresado y trasladado a la cárcel provincial y privado de libertad desde el día 29 de octubre y, el 6 de noviembre de 1936, acusado de “rebelión contra los poderes legítimos de la República y, junto con otros, procurase armas que no excedían de tres y adquirir municiones con el propósito de ayudar al alzamiento del 18 de julio de 1936”, fue juzgado y condenado, “como autor de un delito de auxilio a la rebelión a la pena de 14 años de prisión y ocho meses de reclusión temporal.” (A.H.P. secc. Justicia, sig. 290B). Sentencia que no llegó a cumplirse porque esa misma noche del juicio, 11 de noviembre 1936, fue asesinado en el cementerio de Torralba de Calatrava. Todo fue un simulacro de legalidad.Don Victoriano, según el testimonio de un vecino de Terrinches, compañero en la prisión de Ciudad Real y de los guardianes de la misma, edificó a todos por su piedad constante e intrépida, con sus rezos no disimulados y los sacramentos administrados a sus compañeros de prisión y de suplicio a quienes alentaba y consolaba muy animoso.Como buen daimieleño se distinguió por su devoción a la Virgen de las Cruces y al nos disponer en la cárcel de rosario, lo sustituyó con un bramante anudado.

 

 

 

FAUSTINO SANTOS JIMENOCoadjutor de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan

Faustino Santos Jimeno, nace en Almedina (Ciudad Real) el 21 de febrero del año 1906 en el seno de una familia humilde, numerosa y muy cristiana. El mayor de diez hermanos de los que sobrevivieron cinco (tres chicas y dos chicos). Hijo de José Santos Serrano, jornalero de profesión y Servanda Jimeno Estacio, naturales y vecinos de Almedina (Ciudad Real). Bautizado en la Parroquia de Santa María de Almedina (Ciudad Real) el día 25 de febrero por D. Orencio Carriazo Casanova), se le impuso el nombre de Maximiano Faustino.Frecuenta la Parroquia como monaguillo y pronto el Párroco D. Orencio descubre sus cualidades humanas, facilidad en el estudio y amor al trabajo ayudando a su familia a salir adelante; y, al cumplir los catorce años se plantea, ayudado por su párroco, la posible vocación al sacerdocio.En verso transmite Faustino las dificultades y barreras que hubo de superar para obtener el permiso de su buen padre y dejar su hogar pobre y necesitado de los ingresos económicos

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que Faustino a la edad de catorce años pudiera aportar para sacar adelante la familia:Mis recuerdosArrullado por palomas / Y besado por las brisasYo enviaba mis suspiros / Mis tonadas y mis risas.A la edad placentera de mi vida / Contemplando sus deliciasRecordaba con ternura / Cuando ablando con mi madreDeseaba yo ser cura, / Y mi madre me besabaMe abrazaba veces mil / Y enterándose mi padreCon carácter muy severo / Deplorando su fortunaY carencia de dinero / Y se oponía por esto A mi vocación sacerdotal.Y mis ojos arrasados / Por las lágrimas sincerasLe rogaba intensamente / Le pedía muy de verasMe llevase al Seminario. / Por mi grande amor filialY con lengua de querube / Le pintaba yo inocenteCon palabra entrecortada / Y con boca balbucienteBellas cosas, cosas que mi lengua / No podría decir ahora;Y mi padre se serena / Se sonríe placenteroEl me mira y abrazándole /Amoroso yo primeroMe suspende de sus brazos / En dulcísimo sentir.Y recuerdo con ternura / Entre lágrimas y llorosLas palabras de consuelo / Cual sonidos muy sonorosResonaron en mi oído / Rebosando intenso amor:Llevarete al Seminario / Emocionado me decíaEn el día que tú quieras / Dulce amor, sí, vida mía.Sus palabras esperando / De sus labios al calorMe fortaleció su nueva / Muchas gracias di a Dios.(26.10.20)Por fin, ingresa en el seminario el año 1920 y destaca por su aplicación desde el primer curso de Latín y Humanidades (1920 -1921) y fue distinguido con el "Accésit" en Gramática Latina (5 de junio 1921); en el curso académico 1927- 1928 estudia el primer año de Teología y, se traslada a Granada para hacer los cursos universitarios, acogido por el canónigo don Juan Arias, natural también de Almedina (Ciudad Real).El 28 de enero del año 1928 desde el Seminario envía a sus padres una fotografía con los 36 compañeros del primer curso de Teología con unos versos que expresan el cariño y agradecimiento a sus padres que a pesar de los escasos recursos económicos se sacrifican para sacar adelante al futuro sacerdote:Aunque estoy lejos de Vds. / No por eso les olvido.Que les diga mi retrato / Las cosas que yo le he dicho.Soy paloma mensajera. / Hoy aquí, mañana allí.¡Cuándo llegará aquel día!Que yo les pueda decir: / ¡Juntitos toda la vida!.Su hijo: Faustino.En mayo de 1931 es asaltado el Seminario de Granada y Faustino tiene que huir junto con sus compañeros; regresa a Ciudad Real, finaliza los estudios eclesiásticos, recibe el Subdiaconado el 5 de junio de 1932 y, finalmente, es ordenado de presbítero en Ciudad Real, el 19 de junio del año 1932.Ejerció el ministerio sacerdotal como Coadjutor de la Parroquia de Santa María en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), - primero y último destino-, y, a la vez impartía enseñanza privada, como medio para ayudarse y ayudar a su humilde familia. La República había suspendido las ayudas a la Iglesia y al clero.Entre los causantes de la muerte estaba precisamente un alumno, al que Faustino en repetidas ocasiones ayudó económicamente y acogió en su casa, etc. Faustino fue arrojado vivo a una mina, entre Herencia y Puerto Lápice el 30 de agosto de 1936. A penas había alcanzado los treinta años de edad y tres de ministerio sacerdotal.La muerte de Faustino fue muy sentida y llorada por cuantos le habían conocido y tratado como sacerdote y profesor. Asesinado Faustino, la familia permaneció en Alcázar de San Juan hasta que fallecen los padres. Ramona, la mayor de las hermanas y Juliana que trabajaba como empleada de Telefónica en Alcázar de San Juan se trasladan a Ciudad Real donde han vivido hasta la muerte de Ramona. La única razón de su muerte fue su condición sacerdotal y perdura la fama de martirio. Son numerosas las personas que desde su muerte se han encomendado a Faustino como intercesor para obtener gracias y favores de Dios. Juliana reside en la actualidad en Barcelona

 

 

 

SEBASTIÁN ALFONSO TAPIA JIMÉNEZ–AVENDAÑOCoadjutor de Herencia

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Sebastián Alfonso Tapia Jiménez-Avendaño nació en Herencia (Ciudad Real) a la una de la noche del día 20 de enero de 1876. Bautizado al día siguiente de nacer, el 21 de enero, en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, por don Pedro Ruiz, Cura Teniente de la misma y se le puso los nombres de Sebastián, Fabián, Alfonso y José María; hijo de Luis Tapia y de Luisa Jiménez.Estudió primeramente en el Seminario de Ciudad Real y los años de Teología los cursó en Toledo, celebrando su primera Misa en su pueblo natal, el 7 de abril de 1901. Hombre sencillo, austero, humilde y quizá por su sordera era parco en sus palabras y comunicación con los vecinos.Mortificado y sobrio en sus aspiraciones, por algún tiempo fue Coadjutor de Santa Cruz de Mudela hasta que llegó a su pueblo definitivamente con el mismo cargo de Coadjutor de la Parroquia en el que permaneció hasta su muerte.Buen madrugador, fue el primero que llegó a la Iglesia el 19 de julio de 1936. Era domingo y don Sebastián Alfonso se dirigió a la parroquia para celebrar la Misa temprana. Con sorpresa vio que otros le habían ganado la mano. Los milicianos habían ocupado y cerrado la Iglesia, impidiendo la celebración del culto.El día primero de agosto fue conducido a la Iglesia para que hiciese entrega de los objetos de culto y de valor que poseía la parroquia. Pero antes don Sebastián, valientemente, consume aproximadamente trescientas o más formas consagradas y después hace entrega del copón a sus guardianes.De todos los sacerdotes de Herencia fue el primero en ser detenido el 4 de agosto de 1936. Y, como se resistiese a desprenderse de la sotana, confesándose sacerdote fiel a su dignidad y al compromiso contraído en su ordenación, fue terriblemente atormentado a martillazos en la cabeza. Cuando sus perseguidores ya le creían muerto pudo incorporarse con gran dificultad para perdonarlos. Su cuerpo muerto fue arrojado a la mina de la carretera de Puerto Lápice, sin que fuese posible recuperar para darle sepultura cristiana en lugar sagrado.

 

 

EUFEMIO TERCERO RODRÍGUEZAdscrito de Carrión de Calatrava

La Parroquia de Santiago Apóstol de Carrión de Calatrava -Arciprestazgo de Almagro- con 3909 feligreses en el verano de 1936, estaba atendida por dos sacerdotes: D. Eugenio Zaballa y J. Montero (Párroco) y D. Eufemio Tercero Rodríguez, adscrito a la Parroquia.D. Eufemio Tercero Rodríguez, hijo de Gregorio Tercero y Dionisia Rodríguez, nació el 20 de marzo de 1869 en Carrión de Calatrava y recibió el Bautismo en la Parroquia de Santiago Apóstol de ésta el mismo día 20.Ordenado de Presbítero en el Monasterio de Uclés (Cuenca) el día 10 de junio de 1892, celebra su primera misa en Velisán (Cuenca), el 12 de junio de 1892.Fue Cura primeramente de Santa Cruz de los Cáñamos (Ciudad Real) (a.1893), de Carrizosa y de Albaladejo, respectivamente. Finalmente, se retiró a Carrión de Calatrava como adscrito a la parroquia de esa localidad y dedicado a cuidar su hacienda familiar.En la primavera del año 1936, después del triunfo izquierdista, don Eufemio sufrió ya cierta persecución y con la acusación de poseer un arma de fuego, se le llamó al Ayuntamiento para ser registrado y el encargado de ello le sacó del bolsillo una pistola, que él mismo llevaba prevenida y cautelosamente le había puesto en el bolsillo con disimulo. Por este motivo fue llevado a la cárcel provincial.Lo vimos entonces en la cárcel sereno y tranquilo, aunque amargado por la villanía –cuenta D. José Jiménez Manzanares, cura de Carrión en el mes de febrero del año 1911 que conoció y convivió en la parroquia a D. Eugenio- y en el juicio salió absuelto. Alguien había introducido una pistola en un bolsillo de D. Eufemio con el fin de poder acusarle.Juliana Tercero Rodríguez, hermana de D. Eufemio, finalizada la guerra declaró que el día 20 de julio de 1936 fue detenido y fue objeto de crueles tratos y torturas que soportó con imperturbable entereza, sin despegar sus labios y sin abatirse nunca. Y, al fin en la madrugada del 24 de agosto de 1936 se le dio muerte en un carril del término de Miguelturra. Su cadáver fue enterrado en el cementerio de Miguelturra y trasladado al finalizar la guerra civil al cementerio de Carrión y la inscripción de su defunción se hizo en el Registro Civil de Carrión. Había cumplido sesenta y siete años. Con D. Eufemio fueron asesinados, un hermano y cuñado; Joaquín y Emilio Jiménez Muñoz, respectivamente (A. H. N. Causa General, Carrión de Calatrava, Caja 1027-2, p.2 y 17v y 18).

 

 

JOSÉ VELASCO JIMÉNEZCoadjutor de Almodóvar del Campo

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José Velasco Jiménez nació a las cuatro de la tarde del día 27 de agosto del año 1882 en la aldea de Minas del Horcajo, del término de Almodóvar del Campo y bautizado a los pocos días de nacer. Hijo de Críspulo Velasco, veterinario de profesión y de Alejandra Jiménez, naturales de Almodóvar del Campo y Puertollano, respectivamente y domiciliados en Minas del Horcajo.Cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Ciudad Real y, ordenado Presbítero a finales de diciembre del año 1908, cantó su primera Misa el día 1 de enero de 1909 en Minas del Horcajo donde residía entonces su familia. Fue enseguida nombrado Coadjutor de Almodóvar del Campo donde pasó toda su vida sacerdotal, eficaz y edificante, laboriosa y ejemplar, sumisa y virtuosa.Consciente del riesgo que corría, todavía el 19 de julio de 1936 se desplazó a celebrar la Santa Misa en el anejo del Retamar. El 15 de agosto de 1936 a altas horas de la noche, fueron a molestarle, como lo habían hecho ya con el Párroco don Justo Martínez, para insultarle y humillarle, proponiéndole un ridículo "casorio", que, lógicamente, rechazó aun a costa de sufrir la muerte.El 23 de agosto ambos sacerdotes, don Justo y don José fueron encerrados en la cárcel del Partido

judicial en Almodóvar del Campo, y juntos en la misma celda sufrieron toda clase de oprobiosas y crueles ofensas, alentándose ellos mutuamente con su paciencia y piedad. Después de setenta días de dolorosa prisión, fueron sacados en la madrugada del 3 de noviembre y asesinados en las cercanías de Pobrete (Ciudad Real) al borde de la carretera que lleva a Ciudad Real y recibieron sepultura en una misma fosa del cementerio de Poblete.Finalizada la guerra civil, los restos de don Justo Martínez fueron trasladados a Villahermosa donde recibieron sepultura y, del mismo modo, los familiares de don José Velasco, trasladaron y dieron sepultura a sus restos mortales, el día 29 de junio de 1939, en Almodóvar del Campo (Libro de defunciones nº 24; folio 162 vto. - de la Parroquia Nuestra señora de la Asunción, de Almodóvar del Campo).La memoria de ambos sacerdotes perdura en Almodóvar donde desde el primer momento de la muerte fueron considerados como mártires.

 

 

ÁNGEL VELASCO LINARESCoadjutor de Moral de Calatrava

Ángel Velasco Linares nace en Moral de Calatrava (Ciudad Real) el día 23 de marzo de 1874, hijo de Antonio, herrero de profesión y Visitación Linares y es bautizado a los pocos días de nacer, aunque se desconoce la fecha exacta por haber sido destruido el Archivo Parroquial en la Guerra Civil del 1936.Cursa los estudios eclesiásticos en el seminario de Ciudad Real donde es ordenado el 4 de junio de 1902 y celebra su primera Misa el 15 de de este mes por el Sr. Obispo D. Casimiro Piñera NaredoEjerció el ministerio sacerdotal en las parroquias de Luciana, Agudo, Tomelloso, Valdepeñas, Daimiel y en 1926 es nombrado Coadjutor de Moral de Calatrava. Vivía acompañado de su hermana Filomena y su sobrina Fausta.El 21 de julio de 1936 es detenido aunque a las pocas horas le dan libertad para volver después a encarcelarle de nuevo. En la primera detención se le exigió como rescate 25.000 pesetas, imponiéndole también la obligación de presentarse diariamente al Comité. El 16 de octubre de 1936 es asaltada la casa donde vive y detenido de nuevo. Conducido al antiguo Colegio de las

Concepcionistas, convertido en “checa” se le tortura bárbaramente hasta quedar medio muerto e incapaz de moverse.Y, al fin en la madrugada del día 17 de octubre, junto con don Roque Ribas Peralta, también sacerdote adscrito de Moral de Calatrava, y un grupo de diecisiete seglares, es llevado a Valdepeñas para "darles el paseo", es decir, asesinarlos. Pero antes de partir para Valdepeñas, como sabían que les esperaba la muerte, los sacerdotes se confesaron mutuamente como preparación para el martirio y administraron el sacramento de la confesión a los presos que lo pidieron. En el colchón de don Ángel fueron encontradas esquelas de varios seglares dirigidas a sus familiares en las que les decían: "Estad tranquilos: morimos cristianamente. Todos hemos confesado”.

 

 

 

DOMINGO VILLEGAS MUÑOZCoadjutor de La Solana

Domingo Villegas Muñoz nació en Hellín (Albacete) el día 23 de octubre de 1902. Hijo de Virgilio y Segunda. Estudió en el seminario de Ciudad Real y ordenado sacerdote, celebra su primera Misa en junio de 1926 siendo nombrado enseguida Coadjutor de Abenojar (Ciudad

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Real) y al año siguiente, 1927, fue trasladado a Pedro Muñoz (Ciudad Real), igualmente de Coadjutor. En 1931 llegó a La Solana (Ciudad Real) como capellán de las Monjas Dominicas, por último, en febrero de 1935 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia. Destacó por su pobreza y humildad. Era, además de Coadjutor de la parroquia de La Solana, Consiliario de la Juventud masculina de Acción Católica, así como director de su grupo artístico.Al iniciarse la guerra civil los milicianos tomaron desde el primer momento su modesto hogar por blanco de sus iras con registros, visitas a horas intempestivas, hasta tener que abandonarlo el 21 de julio de 1936 instalándose con su hermana Dolores en la hospedería de Juana Martín de las Mulas. Fue acusado de ser “enemigo del Régimen Republicano siendo por lo tanto de los trabajadores al mismo tiempo los más grandes enemigos…”(A. H. P. Ciudad Real, sección justicia, signatura 20, B).La declaración de testigos, en mayo de 1944, nos ofrece algunos detalles de la persecución y muerte: Sus dos hermanas Dolores, de 32 años de dad, soltera y residente en Puertollano, calle Atajo Alto, 27; y Prudencia, casada con la misma residencia, coinciden en la declaración del año 1944 ante el Juez Municipal: “Fue detenido por dos milicianos a quienes no conoce en su domicilio, calle de las Monjas, 8, el treinta de agosto de 1936, siendo conducido a la Iglesia o capilla de las Monjas, convertida en cárcel o depósito de detenidos, en donde estuvo desde las 5 de la tarde hasta el 12 de la misma noche en que fue asesinado. Su cadáver presentaba heridas de arma de fuego y fue hallado en el interior del cementerio” (A. H. N, Causa General). D. Domingo, apenas tenía 34 años de edad. En la madrugada del 31 de agosto de este mismo año, tras una noche de angustias y sufrimientos en la checa, se le dio muerte en el recinto del cementerio y sobre la tumba de un antiguo rebelde de la Casa del Pueblo al que por lo visto se le quiso ofrecer esta revancha. El sacerdote había pedido ser rematado y enterrado en la sepultura de su madre, fallecida tiempo atrás.