sábado 18 de enero de 1969 pagina el ejercito...

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Sábado 18 de enero de 1969 PAGINA BIERTA COLABORACIÓN UN MUNDO NUEVO Quizá no noa esUmn* dando cuenta de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Kntramos en «n año. ccm un sabor dulce de con- quistas espaciales, de viajes a la Luna que. posiblemente, me hagan realidad dentro <lp l%<t. Vivimos en la época de lo» trasplantes de oorairtn. Mailwn; llera más de un ano viviendo con un corazón pres- tado. ;,No es todo esto realmente maravilloso? Cirrtatm-nte:, asistimos a un progreso espectacular. Hemos entra- do en un mundo totalmente mwo; un mundo que se caracteriza por el despertar de la mente humana. ¿Pero .somos conscientes de que estamos, de verdad en este mundo nuevn? Creo rotundamente, que no. \ un mundo asi correspondería una mentalidad distinta. Posiblemente Is al can remos—ahí están los jóve- nes y algunas personas con espíritu joven—, pero mientras tanto, una Jtran parte de la Humanidad sigue anclada en las viejas lacran la- bradas por el hombre. Por ejemplo, muchas personan, cuando tratan de analizar alifo dtr lo que ocurre, se van—carentes de imaginación—a U historia. Buscan en ella desesperad ámente, tratando de ver en Grecia, en Ritma, en la revolución francesa en el siplo pasado, en episodios recientes explicaciones que, ló«:leanwntc, no pueden encontrar. Nos dicen, por ejemplo, que no pueden creen en la paz. em la justicia, en el derecho, porque la historia les cuenta que lo que ha triunfa- do es la fuerza. Ciertamente se trata de los que están al lado del fuerte y. por lo tanto, en la postura más cómoda. Pero la historia es, nada más, que historia, y puede llegar ej momento en que triunfen, no los que tienen la íueraa. sino la razón. Es decir, que en el mundo se está imponiendo—hagamos lo que hagamos por darle la espalda—ta fuerza de la razón, la justicia y el derecho. El hecho de que cuando se pisa, surja un dedo acusa- dor que no puede cambiarlo de posición ni esa misma fuerza, es ya Significativo di: que hemos entrado en un periodo donde la cri- tica y el juicio de lu humanidad son elementos fundamentales que hasta los poderosos temen y. aunque todavía desafíen, no cabe duda que cargan con sus consecuencias de Impopularidad. De esta forma, en realidad son pocas tas personas capaces de decir abiertamente—aunque en el fondo egoísta lo piensen—que, efectivamente, ha de haber pohres para que pueda haber ricos; carne, de cañón para que otros triunfen; seres olvidados, para con lo que se le quita de su auténtica pertenencia—educación, trabajo, formación, el-.—puedan vivir mejor otros estratos sociales. Naturalmente, ios anclados en esas preferencias cómodas—sin duda porque están al otro lado de la ventana, donde, no hace frío, donde se disfruta de la calefacción del inmovilismo—llaman dema- copas o cualquier otra lindeza por el estilo a los que. conscientes de U realidad del hombre, del mundo nuevo que se avizora, han salido (le su concha de tortuga. Sos seres serán tragados, apartados, como trastos inservibles puestos en un camino que ha de «star e&pejadu de estorhos. El camino st* llama evolución, projrreso, justicia, derecho, libertad, amor. Quien se ponga en medio cometerá un acto auténticamente antihumano. En ese mundo nuevo, naturalmente que habrá con- flictos, pero no debieran ser los promovidos por los anclados en los privilegios, en la comodidad, en el injusto reparta, en una se- lección al revés que viene siendo vieja tónica de los privilegios. A wi mundo nuevo, de conquistas planetarias, ha de irle, tam- bién, una nueva mentalidad, donde ta injusticia, la opresión y la violencia esté desterrada y prescrita. JUAN J. RUIZ MOLINERO EL AVISPERO DE ORIENTE MEDIO EL EJERCITO EGIPCIO SOLO ESTARA PREPARADO EN 1970 Por MANUEL LEGUiNECHE Todo» los domingos ULUIKMUN A MADRID Viajes INTEBALA — María Molina, 13 — Teléfono 234116 nr Que Nasser haya dejado de fu- mar, debe también de significar al- go, asi, en abstracto. Hace año y medio, el jueves de ta guerra, Ñas- ser iia sobrepasado por primera ve/ su dosis de tres cajetillas de tabaco diarias. Fuma «1,M». Dicen que detesta el tabaco egipcio. Kl coronel está en su residencia de IVfanchiet El Bakri. Tiene i» oreja pegada a la radio. Es el cuarto día de la guerra y las calles de Kl Cai- ro aparecen desiertas. ¿Dónde está el bullicioso pueblo cairo la? La ra- dio anuncia el descalabro de Is- rael en todos los frentes y unas hora i después, el alto el fuego. Los periódicos lanzan manchetas es- pectaculares. El 8 de junio, cuando las primeras columnas judias al- canzan Suez, la «Hgypcian ííazette» titula a toda plana, «Graves pér- didas de las fuerzas israelitas*. A] (lia siguiente el mismo periódico in- forma a sus lectores con más grue- sos titulares aún: «La R.A.V. aplas- ta a Israel. Nuevos reveses de los judíos». Al terminar la crónica, en letra menuda, añade: «Aceptado el alto el fuego». Después d?1 confu- sionismo inicial, de los gr'tos en las calles, ES Cairo empieza a com- prender que la guerra está perdida. Todo ha sido un colosal fraude in- formativo. LA BBC INFORMA No sólo los antiaéreos egipcios no han derribado cien aviones de Israel, sinti qiie en la mañana del día 5, arden en el Sinai los diez aeródromos principales. La avia- ción judía, volando a baja altura, luir! i las pantallas de radar y ha- ce blanco sobre el 80 por 1IW de los Migs e. Uiuchin aparcados en las pistas. «Los árabes tienen aviones pero no aviación», se apresura a decir un general israelita cuando llegan al cuartel iteoeral los prime- ros partes de combate. Pero, ¿qué hace el Presidente Ñas- ser pegado a la radio? Tiene los «.jos irritados por el humo del ta- baco. Se aprecian en su rostro tas huellas de la larga vigilia. Nasser escucha la BBC de landres. El Cairo está en «hlack out» y se cie- rra u noche, y hace muchas horas que el coronel-Presiden te no recibe noticias directas de su Estado Ma- yo r. Saltaron las conexiones ele ra- din, los radares, los enlaces telefó- nico';. Pnr increíble que parezca. Nasser no ve rttra solución uue se- Euir la murena de la guprra. del desastre, a través de la emisora bri- tánica. A su lado, los amigos fieles. Eiiardin silencio. El mismo silen- cio rúnrttrc oue cubre la canilal. Heiksl. rl portavoz de Nasser se prepara :i lanzar sit letanía de es- cusas para explicar la deirnta. Co- mo easi siempre, los americanos tienen la culpa. La flota americana ile.1 Mediterráneo, ha hecho de pa- raguas prolector 'Ir la otensivu aeren israelita. El viejo tnico de Nasser está en marcha para con- vertir una derrota militar e¡i utta victoria política. LA COMÜHNA t>K HK1KAL lie acostumbrado a. leer en El Cairo los artículos que todos los viernes publica en «Al Ahram», su redactor jefe, Mohamed Hasanein Heikal. Bueno, en realidad los leo al día siguiente vertidos al francés en «Le Journal d'Ejtyple». lleikai es el más r<tg<iso teórko del nas- serismo. Si el VÍPNIPS es el día de su columna «Hablando franca- mente» (lo que en rila escribe ílei- kal va a misa), el jueves e£ el día de Diini Kalsoiim en la radio. Pa- ra el día de la sanare, el sudor y las lacrimas de Nasser, la casi se jititnc Pilaría cantante nucida en tina aldea del Rif egipcio, va a po- ner a contribuclén otra vez sus pa- trióticas mentas bucales. Estamos a viernes 9, y el Presidente die-i* que se va. EL mcspEUTxrt Durante 37 minutos ba'ila en la televisión. I «lie tonudo una deri' sión y os pidn que l.i apoyéis. H Í decidido renunciar entera y de-flni- en quinta plana* NUEVA IGLESIA PRENSA EXTRANJERA EL MECANISMO JUDICIAL EN ITALIA Mario Cervi escribe, en «Co friere della Sera*, sobre la inau- guradón en Italia del año judi- cial y la manifestación de rnagis- traaos y abogados, pidiendo la reforma de la Administración de Justicia: *La inauguración oficial det año judicial, con togas, birretes y armiños, y la contra-inaugura- ción contestataria de lu Plaza Ca- vour, ante el «Palacio», se kan desarrollado sin colisiones. El despliegue de las fuerzas de Po- licía, que protegía el Aula Mag- na de la Corte de Casación, era poderoso e imposible de romper, pero no se ha pedido su actua- ción. La manifestación protes- tataria, aunque violenta desde el punto de vista polémico, no ha degenerado en intemperancias. XJn encuentro ocurrido entre los que se manifestaban y elemen- tos del M. S. I., que difundían octavillas en las que se hablaba de «puerca maniobra» y de apar- thiocracia pseudo democrática» se aplacó en seguida y hubo al- gún puñetazo sin consecuencias. En el Aula de la Corte de Casa- ción, en la exposición del Pro- curador General, Mario Durj, los defectos de la justicia fue- ron diagnosticados con técnica tradicional, con cautela de len- guaje y con un realismo cons- tantemente atemperado por ex- presiones de esperanza y de am- plios elogios a los trabajadores del derecho. Y, en la plaza, se invocaba la terapéutica contra el hurto de la que se ocupaba, ayer mismo, el Presidente de la Asociación Nacional de Magis- trados. Mario Barone. En más de un tema la dife- rencia (entre lo que se decía en l't Corte de Casación ;, lo que se decía en la plaza) ere de tono solamente. La admisión por par- te de Duni (el procurador ge- neral) de que «la justicia cwil es muy costosa y, por lo tanto, está prácticamente cerrada a los pobres», equivalía de alaún mo- do al «slogan» que podía léeme sobre un cartel: «La justicia es igual para todos los ricos». Uno de los magistrados que partici- pó en la manifestación de los contestatarios, el suplente del prorurarlnr. Fraileo Morrón? simpatizante de la extrema iz- quierda como casi todos sus co- legas que participaron en ella, expretÓ una indignación nada gratuita y nada irracional: «No estamos aquí para inaugurar —4iljo-~ sino para augurar. Pa- ra augurar el que un trabajador no deba esperar, durante siete años, el reconocimiento de sus derechos y que un acusado no tenga que esperar, durante tres años, ta consagración judicial de su inocencia» ¿Y no es esto mis- mo lo que el procurador gene- ral. Duni, ka dicho bajo la locu- ción «envejecimiento de las le- yes y lentitud de los jueces?». He aqut, pues, un mal denun- ciado par todos y un diagTiósti- co idéntico en sustancia... Vale la pena citar un párrafo de la moción propuesta por el magis- trado Marrone por su colega Pesce y por algunos abogados y que ha sido aprobada por la Asamblea (del Consejo de la Or- den Forense) y estigmatiza «la crónica, proterva inercia de la clase política en si poder, que ya lleva veinte años, frente a la transformada realidad social y que mantiene riuas estructuras jurídicas, propias del sistema autoritario del que derivan las leyes vigentes». De manera más cruda, naturalmente, los «slo- gans» (de los manifestantes de la Plaza) decían: «Ineficacia de la justicia, eficacia de la repre- sión». «El juez propietario agrí- cola juzga a los aparceros» «La justicia -propietaria es una pro- vocación antiproletaria»... Pero hay una cosa que me pa- rece significativa y que resulta común a los que inauguraban el año judicial y los que se mani- festaban. Entre tantos aspectos críticos, ha faltado la presencia de una autocrítica sin velos por parte de los trabajadores de la justicia. De esto no se ha ocu- pado ni el procurador general, que sin embargo no ha acusado a nadie, ni los contéstanos, que han sido tan severos con el Par- lamento y el Gobierno que sin duda merecen vivas censuras, aunque no son los únteos en me- recerlas... No basta, en efecto, cotí reconocer que la lentitud de Vi justicia favorece, sobre todo. al que no tiene razón, hay q-ue añadir que muchos, muchísimos de los que acuden a la justicia carecen siempre de razón y que se benefician de esta lentitud. En suma que, en Plaza Cavour, han faltado precisamente los re- presentantes de los ciudadanos que evitan llevar a los Tribuna- les a un deudor o se resignan a una transición ruinosa, porque, aun estando seguros d<>, su pleno derecho, temen la lentitud, los estancamientos y los gastos ex- cesivos de un mecanismo judi- cial en el que hay tantos artifi- ficios. Claro que hubieran que- rido manifestarse también ellos, pero han temido probablemente encontrarse al lado de ese deu dor dilatorio, protegido por 'as sinuosidades de la ley». Esto que ustedes ven no es un sombrero de mujer de los años treinta sino una iglesia. Una iglesia moderna, lina her- mosa iglesia. Lo que pasa es que tenernos un concepto de iglesia distinto y, de momento, nos sor- prende. Una hermosa iglesia re- cientemente inaugurada en Dus- seldorf, cuyo rabioso sentido ac- tual contrasta con la vieja ca- sa del fondü. Sí, suponemos que al princi- pio M les habrá hecho un poco cuesta arriba a las gentes de Dusseldorf pensar que estaban ante una iglesia. Luego se ha- brán fiado cuenta de que Dios baja lo mismo a una iglesia ro- mánica que a una iglesia gótica que a una iglesia moderna co- mo ésta. Que lo de menos es la arquitectura, y habrán cmpeía- do a sentir a Dios en la nueva iglesia; a comprender que Dios no es moderno ni antiguo, que nada tiene que ver con los cam bios que nos parecen transcen dentales pero que no lo son, ya que lo verdaderamente impor- tante es lo que permanece. Al so que nada tiene que ver ni con la madera ni con el cernen to nj con el hierro.,. Bienvenidas sean, pues, las nuevas iglesias como ésta de Dusseldorf. Las nuevas iglesias con los brazos abiertos para to- das las gentes. Como las iglesias anticuas. Como las iglesias de todos los tiempos. Que eso es lo permanente, lo que no podemos modificar los hombres, lo que hace que sea igual una iglesia de hoy que una Iglesia de hace diez siglos, que una iglesia de mañana. Porque Dios es el mis- mo y es la misma su eterna, paciente llamada. FÉLIX ANTONIO LAS IDEAS AJENAS DISMINUYE LA CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS Menos viviendas. Un editorial de "Nuevo Diarlo" YA ritmo de construcción de viviendas <;n España ha si- tio sensiblemente, superior, en la última década, al de la mayoría de los países europeos. Hay síntomas, sin embar- So, de Que la aceleración se está convirtiendo en frena/o. t'.n muchas ocasiones parece como .si el Ministerio de la Vivienda careciera tle medios eficaces para controlar la especulación del suelo y para prever las necesidades reales de viviendas. Es un hecho repetidamente comprobado que existe un exceso en la oferta de pisos de lujo en venta. Fallan, en cambio, viviendas modestas. Hay. pues, un de- sajuste claro entre lo qiie la iniciativa privada cree le in- teresa y conviene, y lo «ue a la comunidad le resulta más imperioso resolver Y éste rs el dilema que no se ha afron- tado de nv.inpr.1 decidida y realista. Lo verdaderamente frave es tiue mientra >uhsi>te la carencia de viviendas, la comunidad no haya acertado con unos estímulos o con- troles iiur impidan que disminuya Lt actividad en el sector. LA REFORMA TRIBUTARIA DE 1969 Manuel Funes Robert. en "Primera Página". trata de la reforma tributaria. El plan de austeridad no aólo perjudicó a los obrerus y a ¡os empresarios, t&mbién había de alcanzar en sus efectos n.egativus a la Hacienda publica, y lo que ésta ahora nota —falta de ingresos— «,-, la con secuencia de la innecesaria destrucción de ba.-w imponible, -dimanante eu directo de la austeridad. Los cientos de miles de millo- es de pesetas perdidos en producción posible supone una base imponible que ha desaparecido a efectos fiscales. De lo cuaj se Infiere que la medida y la política adecuada de la Hacienda en esta coyuntura es la de lanzarse a las más Intensa reactivación posible y no percutir aún más de mo- do negativo en el nivel de actividad económica, con un desmoralizador aumento caM generaí tte los impuestos. Es verdad que no se grava en la reforma prevista para 1969 ei Dan ni el agua, pero, ¿«s que después de tanto de- sarrollo, de tantos logros políticos y sociales, todo lo acep- tamos y todo nos parece bueno si se nos mantiene la cesta de la compra en su nivel más humilde y pobre? LA IGLESIA FORMULA, EL ESTADO LEGISLA Letmos e; siguiente comentario en "E3 Dia- rio de Avila": Después de las conclusiones del Congreso .Sindical de Tarragona y conociendo el documento de la Vil Asamblea Pl«naria de la Conferencia Episcopal Española que ba. fi- jado la actitud oficial de la Iglesia «apañóla, pontificia 7 conciliar; d«spués del mal humor de algunos elementos sindicales ante tal documento hasta llegar a calificarlo como simple opinión de los oblaos, e incluso como inge- rencia de la jerarquía en asuntos que no son de su juris- dicción, se han publicado juicios de personalidades sindi- cales también, que ban visto el documento de la Confe- rencia episcopal conforme a los acuerdos del Congreso tarraconense, -sin plantear problemas a los redactores de la nueva Ley Sindical. Parece aue "no todo" sea exacto si tenemos en cuenta que "en sana doctrina sindical es difícil admitir que la de- claración del Episcopado coincida en lo fundamental con las directrices y programas del actual desarrollo sindical" (doctor Añoveros, obispo de Ceuta) y que el documento episcopal es un acto oficial del magisterio eclesiástico "j su valor, por tanto, no es el valor de una opinión colec- tiva más o menos autorizada, sino el valor doctrinal 7 moral de las directrices de la doctrina social de la Iglesia" (doctor Cantero, arzobispo de Zaragoza). El Estado español, según la le? de PincLpios, tiene la obligación de legislar conforme a la doctrina católica; quien formula esta doctrina es la Iglesia... Nuevamente íe ofrecemos Zapa- tos, notas y Bolsos sobrantes de nuestras colecciones, a precios interesantes. En /o sección de Caballero,, también encontrará grandes oportunidades. X BOUTiqUE # X '*"•••<••••••** NUEVOS Y KENCMDOS ARTÍCULOS muchas prendas que no se pudieron rebajar en los primeros dias. se liquidan ahora VEA ESCAPARATES TOTALMENTE RENOVADOS Papeles pintados. Parquets tropicales. Pavimentos y moquetas Superflex y Tapisín. TOQUERO Paseo de Zorrilla, 112

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Sábado 18 de enero de 1969

PAGINABIERTA

COLABORACIÓN

UN MUNDO NUEVOQuizá no noa esUmn* dando cuenta de lo que está ocurriendo a

nuestro alrededor. Kntramos en «n año. ccm un sabor dulce de con-quistas espaciales, de viajes a la Luna que. posiblemente, me haganrealidad dentro <lp l%<t. Vivimos en la época de lo» trasplantes deoorairtn. Mailwn; llera más de un ano viviendo con un corazón pres-tado. ;,No es todo esto realmente maravilloso?

Cirrtatm-nte:, asistimos a un progreso espectacular. Hemos entra-do en un mundo totalmente mwo; un mundo que se caracteriza porel despertar de la mente humana. ¿Pero .somos conscientes de queestamos, de verdad en este mundo nuevn?

Creo rotundamente, que no. \ un mundo asi correspondería unamentalidad distinta. Posiblemente Is al can remos—ahí están los jóve-nes y algunas personas con espíritu joven—, pero mientras tanto, unaJtran parte de la Humanidad sigue anclada en las viejas lacran la-bradas por el hombre.

Por ejemplo, muchas personan, cuando tratan de analizar alifodtr lo que ocurre, se van—carentes de imaginación—a U historia.Buscan en ella desesperad ámente, tratando de ver en Grecia, enRitma, en la revolución francesa en el siplo pasado, en episodiosrecientes explicaciones que, ló«:leanwntc, no pueden encontrar. Nosdicen, por ejemplo, que no pueden creen en la paz. em la justicia,en el derecho, porque la historia les cuenta que lo que ha triunfa-do es la fuerza.

Ciertamente se trata de los que están al lado del fuerte y. porlo tanto, en la postura más cómoda. Pero la historia es, nada más,que historia, y puede llegar ej momento en que triunfen, no los quetienen la íueraa. sino la razón.

Es decir, que en el mundo se está imponiendo—hagamos lo quehagamos por darle la espalda—ta fuerza de la razón, la justicia yel derecho. El hecho de que cuando se pisa, surja un dedo acusa-dor que no puede cambiarlo de posición ni esa misma fuerza, esya Significativo di: que hemos entrado en un periodo donde la cri-tica y el juicio de lu humanidad son elementos fundamentales quehasta los poderosos temen y. aunque todavía desafíen, no cabeduda que cargan con sus consecuencias de Impopularidad.

De esta forma, en realidad son pocas tas personas capaces dedecir abiertamente—aunque en el fondo egoísta lo piensen—que,efectivamente, ha de haber pohres para que pueda haber ricos;carne, de cañón para que otros triunfen; seres olvidados, para conlo que se le quita de su auténtica pertenencia—educación, trabajo,formación, el-.—puedan vivir mejor otros estratos sociales.

Naturalmente, ios anclados en esas preferencias cómodas—sinduda porque están al otro lado de la ventana, donde, no hace frío,donde se disfruta de la calefacción del inmovilismo—llaman dema-copas o cualquier otra lindeza por el estilo a los que. conscientes deU realidad del hombre, del mundo nuevo que se avizora, han salido(le su concha de tortuga.

Sos seres serán tragados, apartados, como trastos inserviblespuestos en un camino que ha de «star e&pejadu de estorhos. Elcamino st* llama evolución, projrreso, justicia, derecho, libertad,amor. Quien se ponga en medio cometerá un acto auténticamenteantihumano. En ese mundo nuevo, naturalmente que habrá con-flictos, pero no debieran ser los promovidos por los anclados enlos privilegios, en la comodidad, en el injusto reparta, en una se-lección al revés que viene siendo vieja tónica de los privilegios.

A wi mundo nuevo, de conquistas planetarias, ha de irle, tam-bién, una nueva mentalidad, donde ta injusticia, la opresión y laviolencia esté desterrada y prescrita.

JUAN J. RUIZ MOLINERO

EL AVISPERO DE ORIENTE MEDIO

EL EJERCITO EGIPCIO SOLO ESTARAPREPARADO EN 1970

Por MANUEL LEGUiNECHE

Todo» los domingos ULUIKMUN A M A D R I DViajes INTEBALA — María Molina, 13 — Teléfono 234116

— n r —Que Nasser haya dejado de fu-

mar, debe también de significar al-go, asi, en abstracto. Hace año ymedio, el jueves de ta guerra, Ñas-ser iia sobrepasado por primerave/ su dosis de tres cajetillas detabaco diarias. Fuma «1,M». Dicenque detesta el tabaco egipcio. Klcoronel está en su residencia deIVfanchiet El Bakri. Tiene i» orejapegada a la radio. Es el cuarto díade la guerra y las calles de Kl Cai-ro aparecen desiertas. ¿Dónde estáel bullicioso pueblo cairo la? La ra-dio anuncia el descalabro de Is-rael en todos los frentes y unashora i después, el alto el fuego.Los periódicos lanzan manchetas es-pectaculares. El 8 de junio, cuandolas primeras columnas judias al-canzan Suez, la «Hgypcian ííazette»titula a toda plana, «Graves pér-didas de las fuerzas israelitas*. A](lia siguiente el mismo periódico in-forma a sus lectores con más grue-sos titulares aún: «La R.A.V. aplas-ta a Israel. Nuevos reveses de losjudíos». Al terminar la crónica, enletra menuda, añade: «Aceptado elalto el fuego». Después d?1 confu-sionismo inicial, de los gr'tos enlas calles, ES Cairo empieza a com-prender que la guerra está perdida.Todo ha sido un colosal fraude in-formativo.

LA BBC INFORMANo sólo los antiaéreos egipcios

no han derribado cien aviones deIsrael, sinti qiie en la mañana deldía 5, arden en el Sinai los diezaeródromos principales. La avia-ción judía, volando a baja altura,luir! i las pantallas de radar y ha-ce blanco sobre el 80 por 1IW de losMigs e. Uiuchin aparcados en laspistas. «Los árabes tienen avionespero no aviación», se apresura adecir un general israelita cuando

llegan al cuartel iteoeral los prime-ros partes de combate.

Pero, ¿qué hace el Presidente Ñas-ser pegado a la radio? Tiene los«.jos irritados por el humo del ta-baco. Se aprecian en su rostro tashuellas de la larga vigilia. Nasserescucha la BBC de landres. ElCairo está en «hlack out» y se cie-rra u noche, y hace muchas horasque el coronel-Presiden te no recibenoticias directas de su Estado Ma-yo r. Saltaron las conexiones ele ra-din, los radares, los enlaces telefó-nico';. Pnr increíble que parezca.Nasser no ve rttra solución uue se-Euir la murena de la guprra. deldesastre, a través de la emisora bri-tánica. A su lado, los amigos fieles.Eiiardin silencio. El mismo silen-cio rúnrttrc oue cubre la canilal.

Heiksl. rl portavoz de Nasser seprepara :i lanzar sit letanía de es-cusas para explicar la deirnta. Co-mo easi siempre, los americanostienen la culpa. La flota americanaile.1 Mediterráneo, ha hecho de pa-r a g u a s prolector 'Ir la otensivuaeren israelita. El viejo tnico deNasser está en marcha para con-

vertir una derrota militar e¡i uttavictoria política.

LA COMÜHNA t>K HK1KALlie acostumbrado a. leer en El

Cairo los artículos que todos losviernes publica en «Al Ahram», suredactor jefe, Mohamed HasaneinHeikal. Bueno, en realidad los leoal día siguiente vertidos al francésen «Le Journal d'Ejtyple». lleikaies el más r<tg<iso teórko del nas-serismo. Si el VÍPNIPS es el díade su columna «Hablando franca-mente» (lo que en rila escribe ílei-kal va a misa), el jueves e£ el díade Diini Kalsoiim en la radio. Pa-ra el día de la sanare, el sudory las lacrimas de Nasser, la casise jititnc Pilaría cantante nucida entina aldea del Rif egipcio, va a po-ner a contribuclén otra vez sus pa-trióticas mentas bucales. Estamosa viernes 9, y el Presidente die-i*que se va.

EL mcspEUTxrtDurante 37 minutos ba'ila en la

televisión. I «lie tonudo una deri'sión y os pidn que l.i apoyéis. H Ídecidido renunciar entera y de-flni-

en quinta plana*

NUEVA IGLESIA

PRENSA EXTRANJERA

EL MECANISMO JUDICIAL EN ITALIAMario Cervi escribe, en «Co

friere della Sera*, sobre la inau-guradón en Italia del año judi-cial y la manifestación de rnagis-traaos y abogados, pidiendo lareforma de la Administraciónde Justicia:

*La inauguración oficial detaño judicial, con togas, birretesy armiños, y la contra-inaugura-ción contestataria de lu Plaza Ca-vour, ante el «Palacio», se kandesarrollado sin colisiones. Eldespliegue de las fuerzas de Po-licía, que protegía el Aula Mag-na de la Corte de Casación, erapoderoso e imposible de romper,pero no se ha pedido su actua-ción. La manifestación protes-tataria, aunque violenta desde elpunto de vista polémico, no hadegenerado en intemperancias.XJn encuentro ocurrido entre losque se manifestaban y elemen-tos del M. S. I., que difundíanoctavillas en las que se hablabade «puerca maniobra» y de apar-thiocracia pseudo • democrática»se aplacó en seguida y hubo al-gún puñetazo sin consecuencias.En el Aula de la Corte de Casa-ción, en la exposición del Pro-curador General, Mario Durj,los defectos de la justicia fue-ron diagnosticados con técnicatradicional, con cautela de len-guaje y con un realismo cons-tantemente atemperado por ex-presiones de esperanza y de am-plios elogios a los trabajadoresdel derecho. Y, en la plaza, seinvocaba la terapéutica contra elhurto de la que se ocupaba,ayer mismo, el Presidente de laAsociación Nacional de Magis-trados. Mario Barone.

En más de un tema la dife-rencia (entre lo que se decía enl't Corte de Casación ;, lo que sedecía en la plaza) ere de tonosolamente. La admisión por par-te de Duni (el procurador ge-neral) de que «la justicia cwiles muy costosa y, por lo tanto,está prácticamente cerrada a lospobres», equivalía de alaún mo-do al «slogan» que podía léemesobre un cartel: «La justicia esigual para todos los ricos». Unode los magistrados que partici-pó en la manifestación de loscontestatarios, el suplente delprorurarlnr. Fraileo Morrón?

simpatizante de la extrema iz-quierda como casi todos sus co-legas que participaron en ella,expretÓ una indignación nadagratuita y nada irracional: «Noestamos aquí para inaugurar—4iljo-~ sino para augurar. Pa-ra augurar el que un trabajadorno deba esperar, durante sieteaños, el reconocimiento de susderechos y que un acusado notenga que esperar, durante tresaños, ta consagración judicial desu inocencia» ¿Y no es esto mis-mo lo que el procurador gene-ral. Duni, ka dicho bajo la locu-ción «envejecimiento de las le-yes y lentitud de los jueces?».

He aqut, pues, un mal denun-ciado par todos y un diagTiósti-co idéntico en sustancia... Valela pena citar un párrafo de lamoción propuesta por el magis-trado Marrone por su colegaPesce y por algunos abogados yque ha sido aprobada por laAsamblea (del Consejo de la Or-den Forense) y estigmatiza «lacrónica, proterva inercia de laclase política en si poder, queya lleva veinte años, frente a latransformada realidad social yque mantiene riuas estructurasjurídicas, propias del sistemaautoritario del que derivan lasleyes vigentes». De manera máscruda, naturalmente, los «slo-gans» (de los manifestantes dela Plaza) decían: «Ineficacia dela justicia, eficacia de la repre-sión». «El juez propietario agrí-cola juzga a los aparceros» «Lajusticia -propietaria es una pro-vocación antiproletaria»...

Pero hay una cosa que me pa-rece significativa y que resultacomún a los que inauguraban elaño judicial y los que se mani-festaban. Entre tantos aspectoscríticos, ha faltado la presenciade una autocrítica sin velos porparte de los trabajadores de lajusticia. De esto no se ha ocu-pado ni el procurador general,que sin embargo no ha acusadoa nadie, ni los contéstanos, quehan sido tan severos con el Par-lamento y el Gobierno que sinduda merecen vivas censuras,aunque no son los únteos en me-recerlas... No basta, en efecto,cotí reconocer que la lentitud deVi justicia favorece, sobre todo.

al que no tiene razón, hay q-ueañadir que muchos, muchísimosde los que acuden a la justiciacarecen siempre de razón y quese benefician de esta lentitud.En suma que, en Plaza Cavour,han faltado precisamente los re-presentantes de los ciudadanosque evitan llevar a los Tribuna-les a un deudor o se resignan auna transición ruinosa, porque,aun estando seguros d<>, su plenoderecho, temen la lentitud, losestancamientos y los gastos ex-cesivos de un mecanismo judi-cial en el que hay tantos artifi-ficios. Claro que hubieran que-rido manifestarse también ellos,pero han temido probablementeencontrarse al lado de ese deudor dilatorio, protegido por 'assinuosidades de la ley».

Esto que ustedes ven no esun sombrero de mujer de losaños treinta sino una iglesia.Una iglesia moderna, lina her-mosa iglesia. Lo que pasa es quetenernos un concepto de iglesiadistinto y, de momento, nos sor-prende. Una hermosa iglesia re-cientemente inaugurada en Dus-seldorf, cuyo rabioso sentido ac-tual contrasta con la vieja ca-sa del fondü.

Sí, suponemos que al princi-pio M les habrá hecho un pococuesta arriba a las gentes deDusseldorf pensar que estabanante una iglesia. Luego se ha-brán fiado cuenta de que Diosbaja lo mismo a una iglesia ro-mánica que a una iglesia góticaque a una iglesia moderna co-mo ésta. Que lo de menos es laarquitectura, y habrán cmpeía-do a sentir a Dios en la nuevaiglesia; a comprender que Dios

no es moderno ni antiguo, quenada tiene que ver con los cambios que nos parecen transcendentales pero que no lo son, yaque lo verdaderamente impor-tante es lo que permanece. Also que nada tiene que ver nicon la madera ni con el cernento nj con el hierro.,.

Bienvenidas sean, pues, lasnuevas iglesias como ésta deDusseldorf. Las nuevas iglesiascon los brazos abiertos para to-das las gentes. Como las iglesiasanticuas. Como las iglesias detodos los tiempos. Que eso es lopermanente, lo que no podemosmodificar los hombres, lo quehace que sea igual una iglesiade hoy que una Iglesia de hacediez siglos, que una iglesia demañana. Porque Dios es el mis-mo y es la misma su eterna,paciente llamada.

FÉLIX ANTONIO

LAS IDEAS AJENASDISMINUYE LA CONSTRUCCIÓN DEVIVIENDAS

Menos viviendas. Un editorial de "NuevoDiarlo"

YA ritmo de construcción de viviendas <;n España ha si-tio sensiblemente, superior, en la última década, al de lamayoría de los países europeos. Hay síntomas, sin embar-So, de Que la aceleración se está convirtiendo en frena/o.t'.n muchas ocasiones parece como .si el Ministerio de laVivienda careciera tle medios eficaces para controlar laespeculación del suelo y para prever las necesidades realesde viviendas. Es un hecho repetidamente comprobado queexiste un exceso en la oferta de pisos de lujo en venta.Fallan, en cambio, viviendas modestas. Hay. pues, un de-sajuste claro entre lo qiie la iniciativa privada cree le in-teresa y conviene, y lo «ue a la comunidad le resulta másimperioso resolver Y éste rs el dilema que no se ha afron-tado de nv.inpr.1 decidida y realista. Lo verdaderamentefrave es tiue mientra >uhsi>te la carencia de viviendas,la comunidad no haya acertado con unos estímulos o con-troles iiur impidan que disminuya Lt actividad en el sector.

LA REFORMA TRIBUTARIA DE 1969

Manuel Funes Robert. en "Primera Página".trata de la reforma tributaria.

El plan de austeridad no aólo perjudicó a los obrerusy a ¡os empresarios, t&mbién había de alcanzar en susefectos n.egativus a la Hacienda publica, y lo que éstaahora nota —falta de ingresos— «,-, la con secuencia de lainnecesaria destrucción de ba.-w imponible, -dimanante eudirecto de la austeridad. Los cientos de miles de millo-

es de pesetas perdidos en producción posible supone unabase imponible que ha desaparecido a efectos fiscales. Delo cuaj se Infiere que la medida y la política adecuada dela Hacienda en esta coyuntura es la de lanzarse a las másIntensa reactivación posible y no percutir aún más de mo-do negativo en el nivel de actividad económica, con undesmoralizador aumento caM generaí tte los impuestos.Es verdad que no se grava en la reforma prevista para1969 ei Dan ni el agua, pero, ¿«s que después de tanto de-sarrollo, de tantos logros políticos y sociales, todo lo acep-tamos y todo nos parece bueno si se nos mantiene la cestade la compra en su nivel más humilde y pobre?

LA IGLESIA FORMULA, EL ESTADO LEGISLALetmos e; siguiente comentario en "E3 Dia-

rio de Avila":Después de las conclusiones del Congreso .Sindical de

Tarragona y conociendo el documento de la Vil AsambleaPl«naria de la Conferencia Episcopal Española que ba. fi-jado la actitud oficial de la Iglesia «apañóla, pontificia 7conciliar; d«spués del mal humor de algunos elementossindicales ante tal documento hasta llegar a calificarlocomo simple opinión de los oblaos, e incluso como inge-rencia de la jerarquía en asuntos que no son de su juris-dicción, se han publicado juicios de personalidades sindi-cales también, que ban visto el documento de la Confe-rencia episcopal conforme a los acuerdos del Congresotarraconense, -sin plantear problemas a los redactores dela nueva Ley Sindical.

Parece aue "no todo" sea exacto si tenemos en cuentaque "en sana doctrina sindical es difícil admitir que la de-claración del Episcopado coincida en lo fundamental conlas directrices y programas del actual desarrollo sindical"(doctor Añoveros, obispo de Ceuta) y que el documentoepiscopal es un acto oficial del magisterio eclesiástico "jsu valor, por tanto, no es el valor de una opinión colec-tiva más o menos autorizada, sino el valor doctrinal 7moral de las directrices de la doctrina social de la Iglesia"(doctor Cantero, arzobispo de Zaragoza).

El Estado español, según la le? de PincLpios, tiene laobligación de legislar conforme a la doctrina católica;quien formula esta doctrina es la Iglesia...

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