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‘L4L vV2 ? S. GUIJARRO La familia en el movimiento de Jesus Separata de <<Estudios Bfblicos>> Vol. LXI, Cuaderno 1, 2003 FACULTAD DE TEOLOGIA <SAN DAMASO

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‘L4L vV2 ?

S. GUIJARRO

La familia en el movimiento de Jesus

Separata de <<Estudios Bfblicos>> • Vol. LXI, Cuaderno 1, 2003

FACULTAD DE TEOLOGIA <SAN DAMASO

LA FAMILIA EN EL MOVIMIENTO DE JESUS

SANTIAGO GUIJARRO OPORTOUNIVERSIDAD PONTIFICIA

SALAMANCA

Uno de los aspectos mãs (lamativos y sun no suficientemente aclaradosen Ia historia del cristianismo naciente es Ia evolución quo Se observa en éIrespecto a Ia valoraciOn de Ia familia y de Ia casa. Los textos producidosdurante las dos primeras generaciones cristianas testimonian un proceso quecomienza con Ia actitud aparentemente antifamiliar de Jesus, continua conuna aceptaciOn critica de Ia familia en Ia primers generaciOn cristiana (cartasde Pablo y Mc) y concluye con una aceptacian entusiasta de Is estructura deIa casa en a segunda generaciOn (Lc, Hch, y sobre todo I Tm y Tito).

El aspecto más problemãtico de esta evoluciOn es Ia discontinuidad queparece existir entre el movimiento de Jesis antes de su muerte y el de losdiscIpulos después de su resurrecciOn, es decir, entre Jesus y los grupos deIa primera generaciOn’. B. J. Malina ha mostrado acertadamente que entreuna fase y otra del movimiento se paso del ãmbito do Ia religion politica al deIa religion doméstica, lo cual explicaria Ia diferente actitud con respecto a Iafamilia y a Ia casa2.Tamblén se ha señaiaclo que este cambio de actitud fue

1 H. I-IELLERMAN, The Ancient Church as Family (Minneapolis 2001) 64-72, relativiza estadiscontinuidad, subrayando Ia importancia qua tuvo Ia metãfora del parentesco en el ministericde Jesus.

2 En Ia sociedad mediterránea del siglo primero Ia religion no era un sistema independiente,como en las sociedades post-industriales, sino que existia una religion politica (cultos del estadoo de Ia ciudad) y una religion domestica (cultos familiares). Véase: B. J. MALINA, The SocialGospel of Jesus. The Kingdom of God in Mediterranean Perspective (Minneapolis 2001)154-159.

Estudios BIblicos 61(2003) 65-83

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debido, principalmente, a Ia necesidad de hacer viable el movimiento de JesOs en una scäieclad que pivotaba sobre Ia instituciOn familiar3.

En las pãginas que siguen me propongo abordar un aspecto concreto deesta problematica. Me preguntaré, en primer lugar, cuál fue Ia actitud de JesOs hacia Ia familia, qué papel desempenO ésta en el movimiento iniciado porél y si JesUs utilizó Ia metáfora del parentesco para definir las relacionesentre sus discIpulos. La respuesta a estas preguntas será el punto de partidapara averiguar Si existe o no continuidad en este aspecto concreto entre elperiodo prepascual y el posterior a Ia pascua.

I. LA ACTITUD DE JESUS HACIA LA FAMILIA

Una buena parte de las tradiciones prepascuales procedentes de JesUsrevelan una actitud afamiliar, e incluso antifamillar. Esta actitud se manifiesta,sobre todo, en Ia exigencia de ruptura con a propia familia que impuso confrecuencia a sus discIpulos más cercanos (Mc 1,16-1 8; 19-20 y 10,28-30; Q12,52. 53; 14,26; Q 9,57-58. 59-60). Esta exigencia es especialmente significativa, porque es coherente con su propio estilo de vida, que se caracterizó,entre otras cosas, por Ia falta de un domicilio fijo (Q 9,58), por su actividaditinerante (Mc 1,14-39), y por Ia renuncia al matrimonio (Mt 19,12). Este estilode vida presupone una cierta ruptura con su propia familia, que aparece deforma explicita en algunos pasajes del evangelic (Mc 3,20-21. 31-35; 6,1-6a)4.

Sin embargo, existen también otras tradiciones en las que se percibe unavaloraciOn mucho más positiva de Ia instituciOn familiar. JesUs valora positivamente las obligaciones de los hijos hacia los padres ancianos (Mc 7,6-13)y el matrimonio (Mc 10,2-12), e incluso Ilega a proponer las relaciones famihares como modelo a sus discipulos (Mc 3,31-35: 10,28-20). Los evangelioshan conservado también el recuerdo de que enviO a sus discipulos para queanunciaran el evangelio del reino por las casas (Mc 6,10; Q 10,5-7) y Ia noticia de que él y sus discIpulos eran acogidos por algunas famihias (Mc 11,11;

Z R. AGUIRRE MONASTERID, Del movimiento de JesUs a Ia iglesia cristiana (Estella 21998)100-110.

Estos pasajes, sobre todo os dichos de Jesus sabre Ia ruptura con su propia familia (Mc3,31-35), poseen un fundamento histOrico muy sOhdo y constituyen, portanto con toda probabUidad una tradiciOn prepascual; véase: S. GUIJARRO OPORTO, ‘Reino y familia en conflicto: unaaportacion al estudio del JesOs historico”: Estudios BIblicos 56 (1998) 507-541, aqui 509-522.

LA FAMILIA EN EL MOVIMIENTO DE JESUS 67

14,3; etc). Finalmente, es significativo que JesUs celebrara Ia cena de pascuacon sus discIpulos (Mc 14,12-24), y que fueran sus discIpulos y discipulasquienes se ocuparon de su sepultura (Mc 15,42-47), porque Ia cena pascualera una celebración familiar y sepultar a los muertos una obligaciOn de losparientes mãs prOximos5.

La contradicción que se observa en estas tradiciones ha planteado doscuestiones interesantes sobre las que aUn no se ha alcanzado un consenso.La primera es si JesUs tuvo o no una actitud contraria a Ia familia. Y Ia Segunda, si utNizô a no Ia metáfora del parentesco para referirse al grupo de losdiscipulos. Estas dos cuestiones tienen que ver con Ia continuidad entre afase prepascual del movimiento de JesUs y Ia postpascual. Si JesUs no tuvouna actitud contraria hacia Ia familia y ademãs utiIizO Ia metãfora del parentesca para referirse al grupo de sus discipulos, Ia continuidad entre ellasseria mayor de Ia que comUnmente se reconoce.

La cuestión de cuál fue Ia actitud de JesUs hacia Ia familiase ha respondido básicamente de dos formas. Algunos autares opinan que JesUs no tuvouna actitud contraria a Ia familia y explican Ia exigencia de ruptura familiarimpuesta a sus discIpulos más cercanos como una estrategia que no afectaba a Ia instituciOn familiar en cuanto tal. Otros, sin embargo, piensan queJesUs atacô directamente a Ia familia en cuanto soporte de Ia ideologia patriarcal. Entre los primeros se encuentra G. Theissen, quien propuso distinguir dos grupos de discIpulos: los carismáticos itinerantes, a los que JesUshabria exigido renunciar a los lazos familiares; y los seguidores sedentarios,que habrIan permanecido en sus casas prestando apoyo a los primeros.SegUn él, las palabras de JesUs sabre Ia ruptura familiar y los recuerdos sobre su estilo de vida sin domicilio ni familia no implican necesariamente unaactitud antifamiliar, porque sOlo habrian afectado a un pequeno grupo de susdiscIpulos6.Entre los segundos es representativa Ia postura de E. SchUssler

Estos dos ültimos detalles fueron ya obervados por B. LANG, Charisma and the Disruptionof the Family in Early Christianity”, en: K. H. KOHL-H. MuzINsKI-I. STRECKER (eds.), Die Viefalt derKultur. Ethnologische Aspekte von Verwandschaft, Kunst und Weltanfassung. Ernst WilhelmMailer zum 65 Geburgstag (Berlin 1990)278-287,281. Véase tamblén HELLERMAN, o. a., 67. Hayque observar, sin embargo, que el hecho de sepultura no implica necesariamente una relaciônde tipo familiar, pues también los discipulos del Bautista sepultaron a su maestro (Mc 6,29) y nohay indicios de que mantuvieran con él este tipo de relacióri.

6 G. Theissen distinguio inicialmente entre los carismáticos ambulantes y los seguidoressedentarios en un estudio sobre el movimiento de JesUs después de Ia pascua: G. THEISSEN,SociologIa del movimiento de JesUs. El nacimiento del cristianismo primitivo (Santa nder 1979)Posteriormente Ia ha aplicado al periodo prepascual: G. THEIsSEN-A. MERz, El JesUs histdrico

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Fiorenza y R. Horsley, los cuales coinciden en afirmar que Jesus no sOloexigiO Ia ruptura con Ia familia a un grupo reducido de discipulos, sino a to-dos; y que en los dichos que hablan de ella se percibe una crItica de JesUs aIa familia patriarcal7.

La segunda cuestión que plantean las tradiciones mencionadas se refierea La utilizaciôn de Ia metáfora del pareritesco para referirse al grupo de susdiscIpubs y podria formularse asI: tconcibiO JesUs este grupo como unaespecie do famHia sustitutoria?8.B. J. Malina, partiendo del principio de queel anuncio de JesUs se sitUa en el ámbito de Ia religion politica y no en elde Ia doméstica, piensa que estas afirmaciones de JesUs sobre Ia familiasustitutoria reflejan una situaciOn posterior a su muerte, cuando sus discipulos comenzaron a organizarse segUn el modelo de Ia casa9. Pero muchosotros autores sostienen que JesUs concibiO el gwpo do sus discIpulos teniendo como moclelo las relaciones do parentesco, aunque con una novedadimportante: en Ia nueva familia formada por eHos no habria lugar para el padre, sImbolo de Ia autoridad patriarcal (Mc 3,31-35; 10,28-30). Los discipulosformarIan, por tanto, una nueva familia de hermanos que tiene como Unicopadre a Dios (Mt 23,9)10.

Las diversas respuestas a las preguntas que plantean las tradicionesevangelicas en las que aparece Ia actitud de JesUs hacia Ia familia indicanque aUn no se ha alcanzado un consenso sobre este tema. Y esto se debe,en parte, a quo algunas de estas respuestas están condicionadas por presupuestos ideolOgicos propios de Ia cultura del occidente industrializado. Para

(Salamanca 1999)244-250. Seglin el, a ruptura con Ia familia serla una forma de “autoestigma..tización”, que tendrIa como resultado Ia carismatización de Jesus y sus discipulos.

E. ScHUssLER FIORENZA, En memoria de ella. Una reconstrucción teologico-feminista delos origenes cristianos (Bilbao 1989)193-196. R. HORSLEY, Jesus and the Spiral of Violence.Popular Jewish Resistance in Roman Palestine (Minneapolis 21993) 231-245.

La expresion “familia sustitutoria” se refiere a un grupo de personas que, no teniendo relaclones de parentesco, se relacionan entre Si como silas tuvieran. El parentesco ficticio era yesmuy comUn en Ia cultura mediterránea. Debido a Ia centralidad que Ia familia tiene en ella, Iamayor parte de las relaciones significativas se configuran siguiendo el modelo de las relacioriesfamiliares. Se trata de un fenómeno que se observa también en otras sociedades. Vease: J.PITT-RIVERS, Kinship: Ill. Pseudo-Kinship”, en: D. L. SILLS (ed.), International Encyclopedia ofthe Social Sciences (New York 1968) 408-413.

B. J. MALINA, uCriteria for Assessing the Authentic Words of Jesus: Some Specifications”,en: B. D. CHILTON-C. A. EVANS (eds.), Authenticating the Words of Jesus (Leiden 1999) 27-45,30-32.

10 SCHUSSLER, o. c., 196-200; HORSLEY, o. c., 238-245; THEISSEN-MERZ, o. c., 248-250.

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avanzar en el esclarecimiento de este problema fundamental del cristianismonaciente es necesario situar dichas tradiciones en el contexto del movimientoiniciado por JesUs, sin olvidar que dicho movimiento nació en el marco de Iasociedad mediterrãnea del siglo primero, que era una sociedad agraria. Esen este contexto donde debemos situar su estilo de vida y el de sus discIpulos mãs cercanos, asi como Ia relaciôn que establecieron con otros discipulos que permanecian en sus casas y con aquellas otras casas a las que losdiscIpulos fueron enviados como mensajeros del reinado de Dios.

II. EL MOVIMIENTO DE JESUS ANTES DE SU MUERTE

Voy a partr de una caracterizaciOn del movimiento de JesUs que a mlmodo de ver cumple los requisitos mencionados. Ha sido propuesta recientemente por D. Fiensy11.SegUn el, JesUs fue el lider de un movimiento campesino de masas, semejante en muchos aspectos a otros que surgieron porentonces en el imperio romario y en Palestina12.

Desde el punto de vista de las ciencias sociales un movimierito es algomãs duradero que una revuelta o una protesta puntual y menos que un partido organizado. Es de masas cuando sobrepasa las fronteras de Ia familiaextensa o de Ia aldea. Y es campesino cuando Ia mayor parte de sus miembros proceden del campesinado, que en las sociedades agrarias constituyeIa inmensa mayorIa de Ia pobtación13.Estos movimientos pueden tenerfinalidades diferentes, pero en el mundo antiguo siempre tenlan un componentereligioso, que les conferIa legWmidad14.

Uno de los rasgos más caracterIsticos de este tipo de movimientos es quesus Ilderes no proceden del campesinado, sino de un nivel social diferente.En general, los campesinos son reacios a las revueltas. Son conscientes deque una situaciOn inestable harã peligrar su subsistencia, y además no perci

D. FIENSY, “Leaders of Mass Movements and the Leader of the Jesus Movement”: Journalfor the Study of the New Testament 74 (1999) 3-27.

12 Cita catorce movimientos de este tipo en el imperio romano, y diecinueve en Palestina:ibid., 10-14.

13 El término campesino incluye a todos aquellos que Se dedican a Ia que en las sociedadespost-industriales se conoce como sector primario: agricultores, ganaderos, pescadores, etc. Seestima que en as sociedades agrarias constitulan el 70% de Ia poblaciOn total. Véase: G. LENSKI, Poder y privileglo. Teoria de Ia estratificaciOn social (Barcelona 1969) 278-291.

14 FIENSY, “Leaders of Mass Movements”, a. c., 3-4.

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ben que Ia raIz de su situaciôn se encuentra en el sistema. SOlo cuando susituaciOn se hace insostenible se adhieren a un movimiento con el ünico objetivo de hacer su situación más tolerable. En esas circunstancias el lidervenido de fuera, generalmente de un nivel social superior, les presta dosservicios: organiza Ia acciOn .y articula los fines. Los artesanos, sacerdotes yfuncionarios suelen ser los lideres de este tipo de movimientos, porque susituaciOn de intermediarios entre las elites y los campesinos les proporcionaun cierto acceso a Ia gran tradiciOn, que es necesaria para Ilevar a cabo estos fines15.

Los datos que poseemos sobre el movimiento de Jesus antes de su muerte encajan muy bien con esta descripciôn. Por un lado, Tácito (Ann. 15,44),Flavio Josefo (Ant. 18,63) y los cuatro evangelios coinciden en que eran muchos y venidos de diversas partes los que siguieron a Jesus. Por otro, sabemos que Jesus no era un campesino, sino un artesano (Mc 6,3) acostumbrado a moverse entre los miembros de Ia elite. Por eso, aunque su predicaciOnse dirige a los campesinos, sus enseñanzas revelan una mentalidad que noes propia de los campesinos’5.

La situaciOn de Palestina era muy propicia para que apareciera este tipode movimientos. El proceso de urbanizaciOn y Ia mercantilizaciOn de Ia economia promovidos por los gobemantes herodianos estaban teniendo consecuencias muy negativas para el campesinado. En una situaciOn como esta,un profeta que anunciaba Ia intervenciôn inminente de Dios fãcilmente podiasuscitar un movimiento que atrajera a un buen numero de campesinos. Dehecho, sabemos que el de Jesus no fue el ünico que surgiO en aquel momento17.

Ahora bien, el éxito que tuvo el anuncio de Jesus entre las masas decampesinos que le segulan seria muy difIcil de explicar si hubiera tenido unaactitud claramente antifamiliar. La familia no solo era Ia base de Ia sociedadisraelita, sino también Ia principal fuente de identidad de los individuos, de

15 FIENSY, “Leaders of Mass Movements”, a. c., 6-10

ibId., 14-20. En un trabajo precedente, D. Fiensy habia estudiado Ia condición social deJesus, véase: D. A. FIENSY, “Jesus Socio-Economic Background”, en: J. H. CHARLESWORTH-L. L.JOHNS (eds.), Hillel and Jesus. Comparative Studies of Two Major Religious Leaders (Minneapolis 1997) 225-255. Ya hace unos años G. THEISSEN, “Jesusbewegung als charismatische Wertrevolution”: New Testament Studies 35 (1989) 343-360, habia subrayado acertadamente el hechode que Ia predicación de Jesus proponia a los campesinos valores aristocrãticos.

17 El fariseo Gamaliel cita dos de ellos, el de Teudas y el de Judas el Galileo, en su en discurso ante el Sanedrin (Hch 5,36-37) y Flavio Josefo menciona algunos más; véase: THEISSENMERz, o. c., 167-1 72.

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modo que un ataque a Ia familia habrIa sido interpretado como un ataque alos valores tradicionales de Ia sociedad y Ia religion israelita. Par otro lado Iafamilia no era Ia causa de Ia progresiva degradacion social que estaba viviendo Ia Palestina herodiana sino su principal victima, y es poco verosimHque JesUs haya tenido el proposito de contribuir aUn mãs a Ia destrucciOn deIa familia tradicional.

El anuncio de JesUs se sitUa a un nivel diferente. Su mensaje pertenececlaramente al ãmbito de Ia religion polItica de Israel, pues proclama y hacepresente Ia intervenciOn definitiva de Dios coma rey y patrOn de su pueblo.Este anuncio de JesUs no tiene que ver directamente con Ia familia y es unanacronismo ver en sus palabras sabre Ia ruptura familiar un ataque explicitocontra ella. Estas palabras y las exigencias que encierran pueden explicarsemejor teniendo en cuenta el tipo de movimiento iniciado por él, sabre todocuando advertimos que se dirigen siempre a sus seguidores más cercanos, alos que confiô una tarea muy especifica.

Ill. EL LIDERAZGO EN EL MOVIMIENTO DE JESUS

Uno de los rasgos mãs caracteristicos del movimiento de JesUs fue IaconstituciOn de un grupo de discipulos que compartlan con él las funcionesde liderazgo. A estos seguidores más cercanos JesUs los llamO de formaexpresa para que le ayudaran en Ia tarea de anunciar Ia inminente Ilegadadel reinado de Dios. En los evangelios este grupo, formado simbólicamentepor doce discipulos, se distingue netamente de las multitudes que van detrásde JesUs y de los individuos que se acercan a éI para solicitar alguna graciao favor18.Con frecuencia los miembros de este grupo reducido de discipulosfuncionan como intermediarios entre JesUs y Ia gente, y existe una tradición

Los evangelios no están de acuerdo a Ia hora do determinar quiénes formaban parte delgrupo de los discipulos más cercanos de JesUs. Los Evangelios Sinópticos y el libro de losHechos presuponen que este grupo estaba formado por los Doce, pero Juan los mencionasolamente una vez y concede un mayor protagonismo a otros discipulos. Per otro lade, entre ascuatro listas que recogen sus nombres (Mc 3,16-19; Mt 10,2-4; Lc 6,13-16; Hch 1,13), existennotables divergencias. Estos datos indican que los discipulos mãs cercanos do JesUs pudieronhaber sido mãs do doce, e incluso es posible que Ia identidad de los mismos variara con eltiempo. Pero tamblén muestran que a institución do los Doce estä muy arraigada en Ia tradiciOn.Parece evidente quo JesUs quiso dar a este grupo un valor simbOlico con relaciOn a Israel, aunquo su composicion concreta variara con el tiempo. Esta forma do concebir el grupo habriafacilitado a los discipulos Ia reconstrucciOn del mismo despues de Ia muerte do Judas (Hch 1,15-26).

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muy antigua en Ia que Jesus los envia a anunciar el mismo mensaje que élanuncaba.

Coma se ha observado repetidamente, el discipulado de Jesus se diferencia de otras formas de discipulado canocidas en Palestina en aquellaépoca19. La principal diferencia estriba en Ia finalidad para Ia que Jesus losIlamO, porque fue esta finalidad Ia que determinó Ia naturaleza y exigenciasde su Ilamada, asi coma Ia forma de vida que asumieron y Ia relación con él.Tambien es determinante el hecho mismo de que los Ilamara para formarparte de un grupo con una finalidad concreta. Las estudias sabre Ia dinämicade los grupos han mostrado que éstas pueden tener una finalidad externa almismo o interna. Los grupos que poseen una finalidad externa dan prioridada Ia tarea para Ia que han sida convocados, mientras que los que poseenuna finalidad interna están más centrados en Ia satisfacción de las necesidades de los miembros. En realidad estas dos finalidades suelen convivir entodos los grupos, pero siempre una de ellas prevalece sabre Ia otra y defineIa naturaleza del grupo.

El grupo de los discIpulos de Jesus es claramente un grupo con una finalidad externa orientado a una tarea20, y este tipo de grupos suelen ser organizaciones que están al servicio de movimientos sociales. Esto es precisamente to que observamos en el grupo de los discipulos reunidos en torno aJesus, pues fueron convacados par él con el objeto de pramover, sostener eimpulsar el movimiento campesina de masas que aguardaba Ia inminenteintervenciOn de Dios en Ia historia coma rey y patron de su pueblo.

El estilo de vida de Jesus y las exigencias que impuso a sus discIpulosson significativos en este contexto porque muchos de ellos pracedlan defamilias que podian ofrecerles seguridad, apoyo e identidad, y par tanto renunciar a ellas era alga poco comUn. Los cinco discipulas de los que tenemos alguna informaciOn (Pedro, Andrés, Santiago, Juan y Levi) no sOlo noeran campesinos, sino que gozaban de una situaciOn en cierto modo privilegiada con respecto a Ia mayorIa de Ia poblaciOn de su entorno21.Además, su

19 M. HENGEL, Seguimiento y carisma. La radicalidad de Ia Ilamada de Jesus (Santander1981) 76-108. El discipulado de Jesus se ha comparado, sobre todo, cone! discipulado rabinico:M. PESCE, “Discepolato gesuano e discepolato rabbinico. Problemi e prospettive della comparazione”, en: H. TEMPORINI-W. HsE (eds.), Aufstieg und Niedergang derromishen Welt II, 25.1(Berlin/New York 1984) 351-389.

20 MALJNA, The Social Gospel of Jesus, o. c., 152-153.21 En Ia Galilea del siglo primero edstian diversos tipos de familia, y no todos podian ofrecer

a sus miembros el mismo five! de apoyo e identidad. Los discipulos cercanos de Jesus no pertenecen a! nivel más bajo, representado por las familias campesinas, sino a un nivel superior

LA FAMILIA EN EL MOVIMIENTO DE JESUS

posiciOn social era muy parecida a Ia de Jesus, pues sus oficios les permitIanestar en contacto, al mismo tiempo, con los campesinos y con las clasesaltas, de modo que reunlan los requisitos bãsicos para convertirse en lIderesde un movimiento campesino22.

Esta opcion existencial de Jesus y sus discIpulos es significativa tambiéncuando Ia contemplamos desde Ia situación de las masas de campesinosque estaban sufriendo las consecuencias de Ia politica Ilevada a cabo por losgobernantes herodianos. Dicha politica, apoyada por los terratenientes, loscomerciantes y los funcionarios, que se beneficiaban de ella, estaba teniendoconsecuencias dramãticas para las familias campesinas. La más notable detodas era Ia pérdida de las tierras, que inexorablemente pasaban a manos deunos pocos23.Ahora bien, Ia tierra era el soporte básico de Ia familia tradicional, de modo que Ia pérdida cle las tierras ten ía como consecuencia Ia desintegración de las familias campesinas. Sin tierras y sin el soporte de Ia familia,los individuos tenian que trabajar como jornaleros para los terratenientes,pasaban a engrosar las filas de los grupos de resistencia, o sembraban lasciudades de mendigos.

,Qué sentido pudo tener que Jesus invitara a sus discIpulos a renunciarvoluntariarnente a Ia familia cuando Ia mayorIa de los campesinos tenla quehacerlo forzosamente? tNo es posible que se trate de una forma de identificaciOn, a través de Ia cual los l(deres del movimiento, incluido el mismo Jesüs, asumieron vitalmente Ia situaciOn de aquellos a quienes se diriglan? En

como indica claramente el case de Santiago y Juan, cuyo padre posela una barca y contratabajornaleros, o el de Levi que tenia un puesto para Ia recaudación de impuestos. Véase: S. GUIJARRO OPoRTo, “La familia en Ia Galilea del siglo primero”: Estudios BIblicos 53 (1995) 461-488,481-485.

La renuncia al trabajo forma parte de esta renuncia a Ia familia, porque-la familia era entonces Ia principal unidad de producciOn. Este es un aspecto relevante, porque los discipuloscercanos de JesUs estaban implicados en el proceso de mercantilizaciôn promovido per losgobernantes herodianos. Hace unos años S. FREYNE, “The Geography, Politics and Economicsof Galilee and the Quest for the Historial Jesus”, en: B. CHILTON-c. EVANS (eds.), Studying theHistorical Jesus. Evaluations of the State of Current Research (Leiden 1994) 75-121, 110-112planteó algunas cuestiones interesantes sobre a coincidencia de Ia actividad de JesUs y elsurgimiento de Séforis y Tiberias, y con ellas de Ia nueva economia. En ml opinion, todos estosaspectos están relacionados y revelan Ia enorme carga simbOlica de a renuncia voluntaria a Iafamilia.

23 Una exposiciOn detallada de este proceso puede verse en: D. A. FIENSY, The SocialHistory of Palestine in the Herodian Period. The Land is mine (Lewiston-Queenston-Lampeter1991) 75-132. Véase también: FREYNE, a. c., 105-112; GUIJARRO, “La famitia en La Galilea delsiglo primero”, a. c., 463-467.

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los movimientos campesinos cle masas los lIderes son creibles en Ia medidaen que asumen las condiciones de vida de los campesinos y, dada Ia centralidad de Ia familia en aquella sociedad, el rasgo que mejor definIa aquellasituación era, probablemente, Ia desintegracion de Ia familla.

Situada en este contexto vital, Ia renuncia a Ia familia, que parece habercaracterizado el estilo de vida de JesUs y de sus discIpulos mãs cercanos,adquiere un significado nuevo. Su finalidad no fue criticar las estructuraspatriarcales ni proponer un modelo de ascetismo, tampoco fue el resultadode conflictos puntuales ni una forma de autoestigmatización encaminada auna ulterior carismatizaciOn, sino un gesto profético coherente con Ia imagende un Dios que se pone al lado de los pobres y los desamparados, y deaquellos que son vIctimas de Ia injusticia24.

La renuncia a Ia familia fue, par tanto, una condición que JesUs impuso aquienes invitO a compartir con él el Iiderazgo del movimiento que estaba surgiendo a partir de su predicaciOn y sus acciones. En tiempos de Jesus estarenuncia ten ía consecuencias difIcilmente imaginables para nosotros, pues Iafamilia tenia entonces una importancia decisiva en Ia vida de los individuos,hasta el punto de que Ia mayor pobreza consistia en carecer del apoyo deuna familia y no, como entre nosotros, en carecer de recursos econOmicos25.Al distanciarse de sus familias los discípulos se convertian en verdaderosmendigos (ptOchoi) y asumian un estilo de vida desarraigado e itinerante quelos hacia creIbles para los campesinos que se encontraban en una situaciOnsimilar. En este contexto cobran un especial sentido las bienaventuranzas oIa enseñanza en a que Jesus es exhorta para que no se preocupen ni si

24 En un estudio anterior, despues de enumerar las diversas iriterpretaciones propuestas, meinclinaba por una explicaciOn que daba más importancia al conflicto que provocO en las familiasde los discipulos de Jesis el estilo de vida que éstos asumian al seguirle. Véase: S. GUIJARROOPORTO, Fidelidades en conflicto. La ruptura con Ia familla por causa del discipulado y de Iamisión en Ia tradición sinóptica (Plenitudo Temporis 5; Salamanca 1998)330-340. Sigo pensando que este aspecto es importante, pero Ia ambientaciOn de Ia ruptura con Ia familia en el marcodel movimiento campesino convocado por Jesus me ha convencido de que Ia principal finalidadde esta renuncia fue compartir existencialmente Ia situación de los campesinos. Por un ado setrata de una estrategia muy comün en lideres de los movimientos campesinos. Y por otro reflejael modo de actuar del Dios de Israel que se pone aT lado de su pueblo para compartir su situadOn.

B. J. MALINA, Wealth and Poverty en the New Testament and its World”: interpretation 41(1987) 354-367.

l.A FAMILL EN EL MOV1MIENTO DE JESUS

quiera por las cosas mãs necesarias (Q 12,22-32) o Ia peticiOn del pan decada dia (Q 11,3)26.

Es interesante observar que en todas estas enseñanzas encoritramos unareferencia a Dios como padre que cuida de sus hijos y les proporciona lonecesario. El recurso a esta metãfora del parentesco es especialmente frecuente en las instrucciones a los discIpulos, rnientras que Ia imagen de Dioscomo rey predomina en Ia enseñanza de JesUs ala gente (Mc 1,15; 4,26-32).Los discipulos cercanos a los que JesUs llama para qua compartan su tareay su estilo de vida entablan una relación filial con Dios: han de poner toda suconfianza en él, Ic esperan todo de éI y por eso se Ic piden en Ia oración, ydeben actuar como éI actUa27.Esto significa qua los discipulos pueden encontrar en Ia relación con Dios aquello a lo que han renunciado al desvincularse de sus propias familias.

Junto a estas instrucciones que se refieren a Ia relaciôn de los discipuloscon Dios, encontramos otras que se refieren a las relaciones de los discipulos entre si. En ellas JesUs rechaza las actitudes propias de Ia interaccióncon los extraños (competitividad, bUsqueda de honor y poder, etc.) y proporiecomo modelo Ia solidaridad recIproca, que es el rasgo más caracterIstico delas relaciones del grupo de parentesco (servicio, colocarse en el Ultimo lugar,etc.)28.

Estas enseñanzas sobre Ia relaciOn de los discipulos entre Si y con Diosrevelan que JesUs configuro el grupo de sus discipulos más cercanos segUnel modelo de las relaciones de parentesco y que formo con ellos una familiasustitutoria en Ia que podlan encontrar apoyo, protecciOn e identidad. Laescena evangelica en Ia que JesUs declara que su verdadera familia son susdiscIpulos mãs cercanos, aquellos que ponen en prãctica Ia voluntad de Dios

26 Las bienaventuranzas están dirigidas a los discipulos que se han convertido en pobresdebido a su renuncia a Ia familia. Véase: J. NEYREY, Loss of Wealth; Loss of Family and Loss ofHonour. The Cultural Context of the Original Makarisms in Q”, en: PH. F. ESLER (ed.), ModellingEarly Christianity. Social-Scientific Studies of the New Testament in its Context(London and NewYork 1995) 139-158.

27 La imitatlo patris es una de las principales motivaciones del comportamiento de Jesus yfundamenta algunas de las enseñanzas a sus discipulos más cercanos. Véase: S. GUIJARROOPoRTo, “Dios Padre en Ia actuaciOn de JesUs”: Estudios Trinitarios 34 (2000) 33-69, 61-62.

Un grupo de estas instrucciones especialmente dirigidas a los Doce se encuentran despues del segundo y tercer anuncio de Ia pasiôri en Marcos (Mc 9,35; 10,43-45). En Marcosestas instrucciones van dirigidas a los lideres de Ia comunidad, pero en los dichos de JesUs apartir de los cuales han sido compuestas reflejan una instrucciôn que tiene como centro Ia soIldaridad reciproca que es propia de las relaciones de parentesco.

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(Mc 3,31-35), refleja, por tanto, lo que tue el grupo formado por Jesus y susdiscIpulos29.

Estas constataciones sobre el liderazgo en el movimiento de Jes(is nospermiten deducir tres conclusiones. En primer lugar, podemos afirmar que elgrupo formado por Jesus tuvo una finalidad externa, pues estaba orientadohacia Ia tarea concreta de promover e impulsar un movimiento campesino demasas que anunciaba Ia Ilegada inminente del reinado de Dios. En segundolugar, es muy probable que para Ilevar a cabo esta tarea aquellos discipulosmãs cercanos, que no proced Ian del campesinado sino de estratos socialesmejor situados, tuvieran que asumir un estilo de vida que implicaba Ia rupturacon sus propias familias. Finalmente, este grupo de discipulos no quedó enuna situaciOn de total desamparo, sino que formaron, junto con Jesus, unanueva familia de hermanos que tenla a Dios como padre.

IV. EL ENVIO DE LOS DISCIPULOS A LAS CASAS

Hemos dicho más arriba que este grupo de discIpulos más cercanos fueron Ilamados por Jesus para que le ayudaran en Ia tarea de anunciar conpalabras y signos Ia inminente Negada de Dios como rey de su pueblo. Estafinalidad de Ia Ilamada aparece de forma explicita en las tradiciones sobre elenvIo de los discipulos. En ellas encontramos una serie de recomendacionessobre la acogida y el rechazo en las casas, que pueden contribuir a esclarecer un poco más cuãl tue Ia actitud de Jesus hacia Ia familia. Para ello debemos aclarar cuál fue Ia funciOn de Ia casa en Ia misiOn encomendada a losdiscipulos, preguntandonos si efectivamente Jesus los enviO a las casas paraque anunciaran en ellas Ia Ilegada del reinado de Dios, y si algunas de ellaslos acogieron y les brindaron un apoyo efectivo.

La tradiciOn del envio de los discipulos posee un sOlido fundamento histOrico. Ha Ilegado hasta nosotros en tres versiones (Q 10,1-12; Mc 6,7-13 yEvTom 14). Las numerosas coincidencias entre las dos primeras son un mdido que ambas dependen de una composición precedente30.Mientras que Ia

29 Sobre Ia historia de Ia composiciôn de este pasaje, véase: GUIJARRO, Fideildades enconflicto, o. c., 326-330. El caso de Mc 10,28-30, en el que Ia nueva familia es una especie derecompensa, no refieja en ml opinion el contexto vital del grupo de Jesus, sino una problematicaposterior.

30j• D. CROSSAN, The Birth of Christianity. Discovering What Happened in the Years

Immediately after the Execution of Jesus (Harper 1998)253-256, denomina a esta fuente comünCommon Sayings Tradition”.

LA FAMILIA EN EL MOVIMIENTO DE JESUS 77

relaciOn de ambas con el dicho de EvTom revela que esta instrucciOn seformo a partir de palabras de JesUs que fueron pronunciadas en cliversascircunstancias. Este agregado de dichos es, en opinion de J. D. Crossan “Iaunidad más importante para comprender al JesUs histórico, Ia tradiciOn comUn de dichos, y Ia continuidad entre uno y otra”, y constituye “Ia prueba másevidente de que JesUs y sus primeros compañeros no sOlo ten Ian una intuidOn, sino un programa”31.He aqul Ia sinopsis de ambas instrucciones:

Mc 6,10-12 Q 10,5-12’

10 Cuando entréis en unacasa,

quedaos allI

hasta que os marchéls de eselugar.

11 Si en algt2n sitiono os reciben ni as escuchan,saud de all! y sacudid el polvode Ia planta do vuestros pies,como testimonio contra ellos

5 En Ia casa en quo entrélsdecid primero: Paz a esta casa.6 V si all! hay un hUo de paz, que vuestra pazvenga sobre éI. V si 1)0, quo vuestra paz vuelva avosotrns.7 Quedaos en esa casa,corniendo y bebiendo lo quo tengan,pues el trabajador merece su salario.No vayáis do casa en casa.

8 Yen ía ciudad en quo entréls y as reciban,corned ía que as pongan9 y curad a los onfermos quo haya en ella,y decidles: El reino do Dios ha llegado a vosotros.10 En Ia ciudad en quo entréisy no as reciban,saild fuera de ella 11 y sacudid ol polvodo vuestros pies.12 Os digo que aquel d!a será más lievadero paraSodoma quo pare osa ciudad.

En Ia versiOn de Marcos se exhorta a los mensajeros a permanecer en lascasas que los acojan y a sacudirse el polvo del lugar que no les reciba (Mc6,10-11). En Ia versiOn de Q, sin embargo, Ia instrucciOn es mucho mãs deta

CROSSAN, o. c., 325-326.

32TeO de Q segUri: 1. ROBINSON-P. HOFFMANN-J. S. KLOPPENBORG (eds)-M. MORELAND(ed. ejecutivo)-S. GUIJARRO (ed. española), El documento Q en griego yen espanol con paralelos del evangello do Marcos y del evangeio de Tomás (Salamanca 2002) 132-134.

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Ilada y Ia misión a las casas (Q 10,5-7) se distingue claramente de Ia misióna Ia ciudad (Q 10,8-12). En Ia primera se considera solo Ia posibilidad de Iaacogida, mientras que en Ia segunda encontramos tamblén instruccionessobre cOmo actuar en caso de rechazo33.Tanto en Marcos como en Q lasinstrucciones sobre Ia misiOn a Ia casa se encuentran en primer lugar, y sutono es claramente mãs positivo que las de Ia misiOn a La ciudad.

El hecho de que estas instrucciones sobre Ia misiOn se hayan transmitidode forma indeperidiente en Mc y en Q indica que se trata de una tradiciOnmuy antigua, que segula siendo significativa para los discIpulos de Ia primerageneración. Sin embargo, para captar su tenor original hemos de tener encuenta que fueron pronunciados en el marco del movimiento de Jesus antesde su muerte, es decir en el contexto del movimiento campesino de masasliderado por él y sus discipulos mãs cercanos. Ambientadas en este marcovital, las instrucciones sobre Ia misión a las casas plantean tres cuestionesinteresantes para el tema que nos ocupa.

La primera cuestiOn tiene que ver con Ia finalidad y podria formularse asI:tCuál fue el objetivo de JesUs al enviar a sus discIpulos más cercanos a lascasas? Segun Marcos los enviO con poder para expulsar demonios (Mc6,7) y segUn Q para anunciar Ia paz compartiendo Ia mesa (Q 10,5-7). Estas dos acciones, el exorcismo y Ia comensalidad abierta, que aparecen enlos dichos de JesUs como Ia finalidad del encargo misionero, revelan Ia situaciOn de las familias campesinas a las que son enviados los discIpulos. Sonfamilias sometidas a una presiOn inducida por Ia mercantilizaciOn de Ia economia y el proceso de urbanizacion, que corren el peligro de cerrarse sobresi mismas olvidando los valores tradicionales de Ia hospitalidad y Ia solidaridad35. En esta situaciOn los enviados de JesUs les anuncian con sus gestosque Dios está a punto de intervenir como rey y patron de su pueblo, y de esta

El dicho de EvTom 14 posee una ambientaciôn mbs difusa, aunque su forniulaciOn es muycercana a Ia instrucciOn de Q sobre Ia misiön a Ia ciudad.

La referenda de Mc 612 ala predicaciOn para que se conviertan es claramente redaccionaT, y por tanto sOlo queda como finalidad Ia de Mc 6,12:

...y comenzO a enviarlos de dos en

dos, y es dio poder sobre los espfritu inmundos’. Véase: G. H. TWELFTREE, Jesus, the Exorcist.A Contribution to the Study of the Historical Jesus (Peabody 1993)122-127.

Sobre a intima relaciôn que existe entre presiOn social y posesiOn, véase: S. GUIJARROOPORTO, La dimensiOn politica de los exorcismos de Jesus. La controversia de Belcebü desdeIa perspectiva de las ciencias sociales”: Estudios Blblicos 58 (2000) 51-77, 65-70.

LA FAMLIA EN EL MOVIMIENTO DE JESUS

manera no sOlo evitan su desintegraciOn, sino que van creando pequenascélulas en las que se hace ya presente el reinado de Dios36.

La segunda cuestiOn tiene que ver con Ia estrategia. Hemos dicho que elanunclo de JesUs se sitUa en el ámbito de Ia religion politica de Israel. Entonces cabe preguntarse: ,Por qué enviô JesUs a sus discIpulos a las casas, Sisu mensaje tenia un horizonte politico? Para responderla hay que decir queIa contradicciôn que percibimos entre el horizonte politico del mensaje deJesUs y su estrategia doméstica es sOlo aparente. En el mundo helenisticoromano Ia casa y Ia ciudad no eran dos realidades separables. La casa era Iacélula básica de Ia ciudad, Ia cual no era sino el resultado de Ia uniOn devarias casas37.Es, por tanto, perfectamente explicable que Ia estrategia deJesus combinara Ia actuación en las plazas o en los lugares abiertos con Iaacción en las casas. Si Ia casa era el nUcleo de Ia sociedad, JesUs no podiaprescindir de ella en su propOsito hacer Ilegar a todos Ia buena noticia, porque este era el mejor camino para recrear Ia sociedad desde sus raIces.

La Ultima cuestión tiene que ver con el resultado de esta misiOn y podriaformularse asi: tCuãles fueron los efectos de esta misiOn de los discIpulosen las casas? Poseemos dos datos para responder a esta pregunta. El primero es el contraste que advertimos en las instrucciones antes mencionadasentre Ia acogida en las casas (Q 10,5-7; Mc 6,10) y el rechazo en las ciudades (Q 10,8-12; Mc 6,11). Da Ia impresión de que en eltas se habla de dosfases sucesivas de Ia misiOn, La primera de las cuales, dirigida a las casas,tuvo un resultado mucho más positivo que Ia segunda dirigida a las ciudades.El segundo dato es que el resultado de esta misiOn a las casas fue, probablemente, Ia vinculaciOn activa de algunas de ellas al movimiento de JesUs.En ellas se ofrecIa hospitalidad y apoyo a JesUs y a sus discipulos mãs cercanos, tanto en Galilea (Mc 1,29-31; 2,15-17, etc.) como en Jerusalén ysusalrededores (Mc 11,11; 14,3-9. 12-16; Lc 10,38-42).

Podemos concluir, por tanto, que JesUs enviO a sus discipulos a las casaspara que anunciaran Ia buena noticia del reino a través de là sanación y Lacomensalidad abierta. La finalidad de este envIo era reconstruir Ia sociedaddesde sus raices, recreando en sus células bãsicas los valores tradicionales

I-IORSLEY, o. c., 231 -245, insiste mucho en Ia renovaclôn de las cornunidades campesinas,pero en ml opinion no subraya suficlentemente Ia importancia de Ia familia como celula básica deaquella sociedad.

La tesis básica de AristOteles, segUn Ia cual toda ciudad está constituida por casas y “todacasa es una parte de a ciudad” (Polltica 1252a-1253b) era un axioms en el mundo helenisticoromano. Vease, por ejemplo: CIcERON, De officiis 1,17, o FILON, De losepho 38-39.

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de Ia solidaridad y Ia hospitalidad e instaurando en ellas nuevas relacionesde fraternidad. El resultado de esta misión fue que algunas de estas casas seincorporaron activamente al movimiento de Jesus briridando acogida y apoyoa! grupo de sus dirigentes.

V. FRACASO Y CONTINUIDAD DEL MOVIMIENTO DE JESUS

El movimiento campesino de masas iniciado por Jesus, lo mismo queotros movimientos similares, terminó en el fracaso. La oposición de que fueobjeto en Gaillea fue sembrando el desánimo entre muchos de sus seguidores38, pero fueron sobre todo los acontecimientos de los ü!timos dias en Jerusalén los que desencadenaron el final del movimiento. En los relatos de IapasiOn, compuestos con una intenciOn catequetica, se insiste en Ia traiciónde Judas, el abandono de los Doce y las negaciones de Pedro, pero to queresulta verdaderamerite sorprendente en ellos es el cambio de actitud que seda en las multitudes que antes segulan a Jesus.

Hay que tener en cuenta que el arresto y muerte de Jesus tuvo lugar durante las fiestas de Pascua, en las que muchosjudios piadosos peregrinabana Jerusalén. Es probable que entre aquellos peregrinos se encontraran algunos de sus seguidores gailleos, que le habian acompañado para presenciarsu manifestacion en Ia ciudad santa39.En cualquier caso, hay un fuerte contraste entre Ia actitud inicial de las multitudes, que hablan seguido a Jesus enGalilea, y que incluso le hablan aclamado at entrar en Jerusalén, y Ia reacciOn final de rechazo y condena hacia él.

En los evangelios encontramos algunos datos que pueden ayudar a explicar este cambio de actitud. En primer lugar, debió pesar mucho Ia actitud deIa clase sacerdotal, que vio en Jesus y en el movimiento iniciado por él unaamenaza. Es muy posible que utilizaran el episodlo del templo para poner alas multitudes en contra de Jesus, dando a este gesto simbólico un significado muy diferente a! que pretendió dane é!40. En las sociedades agranias el

Algunos pasajes evangéhcos, entre ellos Jn 6,66-71 y Mc 8,27-30, reflejan esta “crisisgalilea”, que también se percibe en algunas parábolas de Jesus.

Este hecho explicàrIä ci episodio de Ia entrada triunfal de JesOs en Jerusalén (Mc 11,1-10), que podrIa tener un fundamento histôrico, aunque en su forma actual haya integrado motivos que proceden claramente de Ia fe postpascual.

40 El episodio del templo, y sobre todo ci dicho de JesOs sobre ci templo, se ha transmitidoen versiones muy diversas, que revelan las diversas interpretaciones del gesto de Jesus. VéaseE. P. SANDERS, Jesus ard Judaism (Philadelphia 1985) 71-75.

LA FAMILTA EN EL MOVIMIENTO DE JESUS 81

influjo de las clases dominantes sobre los campesinos es muy grande, porque éstos saben que su subsistencia depende de aquellos. Si a esto añadimos que los peregrinos, y sobre todo el pueblo residente en Jerusalén, inducidos por los sacerdotes, pudieron percibir en Ia acciOn del templo un gestode irreverencia hacia el gran simbolo de Ia tradicion israelita, entonces no esdificil explicar el cambio de actitud de las multitudes que percibimos en losevarigelios41.

El movimiento de JesCts no fue en esto diferente a otros movimientoscampesinos de masas. La mayorIa de ellos suelen fracasar, porque los campesinos no acaban de descubrir que los males que es aquejan tienen raIcesprofundas. Su principal preocupación es Ia subsistencia a corto plaza, ycuando Ia yen peligrar abandonan al lider al que hablan seguido con entusiasmo. La historia de Palestiria en el periodo romano ofrece algunos ejempbs de este fenómeno42.

Y sin embargo el movimiento de JesUs, a diferencia de otros movimientospopulares contemporãneos, continuo después del fracaso que supuso Iamuerte de su lider. Pero no continuó como un movimiento campesino demasas, sino coma el movimiento de sus discipulos més cercanos, de aquelbs que le hablan seguido formando una nueva familia en torno a él. A estegrupo, que constituyO el nücleo de Ia nueva comunidad segCin el libro de losHechos (Hchl,12-14) se unieron algunas de las casas que hablan acogidosu anuncio y les habian prestado apoyo y hospitaNdad durante el tiempo quedurô Ia actividad de Jesus. Fue este grupo quien continuó su obra despuésde Ia experiencia de haberle visto resucitado de entre los muertos. Esta esuna observaciôn decisiva para comprender por qué Ia familia tuvo un papeltan importante en el movimiento de los discipulos después de Ia pascua ypara explicar Ia aparente discontinuidad entre Ia fase prepascual de dichomovimiento y Ia postpascual en lo que se refiere a Ia actitud hacia Ia familia.

Al perder el apoyo de las multitudes, es decir, de los campesinos a losque se dirigia el anuncio de JesUs, el movimiento iniciado quedo reducido algrupo de los discipulos que él habia Ilamado para que le ayudaran a ilderardicho movimiento y a las familias que habian aceptado el mensaje anunciadopar ebbs. Los primeros habian vividojunto a JesUs como una familia de her-

41 s• VIDAL, Los tres proyectos de JesUs y el cristianismo naciente (Salamanca 2003) 237-240.

42 Podemos recordar, una vez mãs, Las palabras de Gamaliel ante el Sanedrin (Hch 5,36-37).Su argumento se basa en un axioma de experiencia: este tipo de movimientos, una vez desaparecido su jefe, no prosperan.

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manos que tenla a Dios como padre. Los segundos habian aceptado viviresos mismos valores en ef seno de sus famihas. Estos dos grupos de discIpubs fueron los que dieron continuidad al movimiento de Jesus, y ello exphca que Ia familia tuviera un lugar tan importante en los grupos cristianos surgidos despues de Ia pascua.

VI. CONCLUSION

El objetivo de este estudio ha sido aclarar si Ia importancia de Ia familia enIa configuracion de los grupos de discIpulos de Jesus después de Ia pascuafue sOlo el resultado de un proceso de adaptaciOn al contexto social, o Si, porel contrario, ya en Ia fase prepascual de dicho movimiento Ia familiay lasrelaciones familiares sirvieron pars configurar dichas relaciones. Para ello,nos hemos preguntado cuãl fue Ia actitud de Jesus hacia Ia familia, qué papeldesempeño ésta en el movimiento iniciado por éI, y si Jesus utilizO Ia metáfora del parentesco para definir las relaciones entre sus discIpufos.

Hemos partido de una caracterizaciOn del movimiento de Jesus como unmovimiento campesino de masas, semejante en algunos aspectos a otrosmovimientos surgidos en Ia Palestina del periodo romano. El de JesUs fue,sin embargo, un movimiento peculiar, y entre sus peculiaridades hay una quefue decisiva pars su continuidad: el discipulado. JesUs reuniO en torno a SI Ungrupo de discipulos y las pidiO que asumieran Ia forma de vida de los campesinos desarraigados a los que deblan anunciar Ia buena noticia de Ia inminente intervenciOn de Dios como rey y patron de su pueblo. Esta nueva for-ma de vida inclula Ia renuncia a Ia familia y a todo lo qua ella significaba enaquelta sociedad, pero a cambio JesUs les ofreciO una nueva familia en Iapod Ian vivir como hermanos teniendo a Dios como Padre. A estos discipulosles encomendO que fueran anunciando por las casas Ia buena noticia delreino, que se hacia presente a través de Ia sanaciOn y de la comensalidadabierta, y el resultado de este anuncio fue Ia adhesion al mövimiento de algunas casas, que se convirtieron en Ia base de implantaciOn social del movimiento, y en lugar de acogida y apoyo pars JesUs y sus discIpulos.

El rechazo de JesUs en Jerusalén y su muerte hizo que el movimientoperdiera su base social y fracasara como movimiento de masas. Sin embargo, el grupo de sus discipulos mãs cercanos y las casas qua hablan acogidosu mensaje, impulsados por Ia experiencia de Ia resurrección, continuaron loque JesUs habia iniciado. Ambos grupos se habian configurado internamentesegUn el modelo de las relaciones familiares, reformuladas a partir de Ia experiencia de Ia paternidad de Dios. Este hecho explica Ia importancia que

LA FAMILIA EN EL MOVIMTENT0 DE JESUS 83

tuvo Ia familia en los grupos de discIpulos de JesUs en las generaciones p05-teriores.

La conclusion mãs importante de este estudio es, por tanto, que existeuna continuidad fundamental entre el periodo prepascual y el postpascual enlo que se refiere al papel de Ia familia. Ahora bien, el estudio del proceso através del cual se dio esta continuidad ha sacado a Ia luz otro aspecto degran relevancia para entender Ia continuidad entre JesUs y Ia Iglesia. Comosostiene Ia eclesiologla tradicional, el origen de Ia Iglesia se encontrarla en elgrupo de los discipulos mãs cercanos de JesUs, principalmente en los Doce.El germen de Ia comunidad que surgió después de su resurrecciOn no fueronlas multitudes que siguieron a JesUs, sino este grupo cercano de discIpulosreunido en torno a los Doce.

Resumen.- El propásito de este estudlo es aclarar si existe continuidad entre el movimiento deJesus antes de su muerte yet movimiento de sus discIpulos despues de su resurrecciôn en aactitud hacia Ia familia. Se estudian los dichos “antifamiliares” de Jesus, junto con otras tradiciones evangelicas que revelan una actitud més favorable hacia Ia familia. Situando estos dichos en•el contexto del movimiento de masas iniciado por él, se puede precisar cuãl fue Ia tarea de losdiscipulos en dicho movimiento. Esta investigaciOn revelará Ia importancia de dicho grupo y delas casas que acogieron su anuncio para explicar Ia continuidad entre Ia fase prepascual y Iapostpascual del movimiento de JesUs en to que se refiere a su actitud hacia Ia familia.

Summary.- The purpose of this study is to find out whetherthere is continuity between the Jesusmovement before his death and the movement ofhis disciples after his resurrection concerningtheir attitude towards the family. The “anti-familial” sayings of Jesus are studied, together withother gospel traditions which reveal a positive attitude towards the family. By placing these sayings in the framework of the peasant mass movement launched by Jesus, it is possible to bemore precise about the task of the disciples within that movement This research reveals theimportance of this group and of the households which received theirpreaching in orderto explainthe continuity between the pre-Easter and the post-Easterperiods of the Jesus movement in theirattitude towards the family.