ruidos acuáticos

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Ruidos acuáticos) Este video fue filmado en el laboratorio submarino Aquarius que se encuentra a 6,4 km de la costa de Cayo Largo, a unos 18 metros bajo la superficie. La NASA usa este ambiente extremo para entrenar astronautas y buzos, y el año pasado fuimos invitados a participar. Toda la secuencia fue filmada por nuestro robot abierto, un robot que construimos en nuestro garaje; un vehículo a control remoto, que en nuestro caso significa que nuestro pequeño robot envía video en directo a través de este conector ultra delgado a la computadora en la superficie. Es de código abierto, lo que significa que nosotros publicamos y compartimos todos nuestros archivos y todo nuestro código en línea, lo que permite a cualquiera modificar, mejorar o cambiar el diseño. Está construido en su mayoría con piezas en serie y es 1000 veces más barato que los robots que usó James Cameron para explorar el Titanic. No son algo nuevo. Existen desde hace décadas. Los científicos usan robots teledirigidos para explorar océanos. Las compañías de petróleo y de gas los usan para exploración y construcción. El nuestro, no es único. Lo que lo hace realmente único es la forma en que lo hicimos. Quiero contarles brevemente cómo comenzó este proyecto. Hace unos años, mi amigo Eric y yo decidimos explorar esta cueva submarina en las estribaciones de las Sierras. Habíamos oído la historia del oro perdido de un robo ocurrido en la fiebre del oro, y queríamos ir hasta allí. Desgraciadamente, no teníamos dinero ni herramientas para hacerlo. Eric había hecho un diseño inicial para un robot, pero no teníamos el cuadro completo de la situación, así que hicimos lo que haría cualquiera en nuestra situación: pedimos ayuda en Internet. En concreto, creamos este sitio web, OpenROV.com, donde compartimos nuestras intenciones y planes. Durante los primeros meses, solo Eric y yo discutíamos en los foros, pero pronto empezamos a recibir comentarios de fabricantes y aficionados, y luego de ingenieros oceánicos profesionales que nos hacían sugerencias sobre qué teníamos que hacer. Continuamos trabajando. Aprendimos muchas cosas.Seguimos construyendo prototipos y, al final, decidimos ir a la cueva. Estábamos listos.

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Descripcion de formas de exprecion y comunicacion en animales

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Page 1: Ruidos acuáticos

Ruidos acuáticos)

 Este video fue filmado en el laboratorio submarino Aquarius que se encuentra a 6,4 km de la costa de Cayo Largo, a unos 18 metros bajo la superficie. La NASA usa este ambiente extremo para entrenar astronautas y buzos, y el año pasado fuimos invitados a participar. Toda la secuencia fue filmada por nuestro robot abierto, un robot que construimos en nuestro garaje; 

un vehículo a control remoto, que en nuestro caso significa que nuestro pequeño robot envía video en directo a través de este conector ultra delgado a la computadora en la superficie. Es de código abierto, lo que significa que nosotros publicamos y compartimos todos nuestros archivos y todo nuestro código en línea, lo que permite a cualquiera modificar, mejorar o cambiar el diseño. Está construido en su mayoría con piezas en serie y es 1000 veces más barato que los robots que usó James Cameron para explorar el Titanic. No son algo nuevo. Existen desde hace décadas. Los científicos usan robots teledirigidos para explorar océanos. Las compañías de petróleo y de gas los usan para exploración y construcción. El nuestro, no es único. Lo que lo hace realmente único es la forma en que lo hicimos. 

Quiero contarles brevemente cómo comenzó este proyecto. Hace unos años, mi amigo Eric y yo decidimos explorar esta cueva submarina en las estribaciones de las Sierras. Habíamos oído la historia del oro perdido de un robo ocurrido en la fiebre del oro, y queríamos ir hasta allí. Desgraciadamente, no teníamos dinero ni herramientas para hacerlo. Eric había hecho un diseño inicial para un robot, pero no teníamos el cuadro completo de la situación, así que hicimos lo que haría cualquiera en nuestra situación: pedimos ayuda en Internet. En concreto, creamos este sitio web, OpenROV.com, donde compartimos nuestras intenciones y planes. Durante los primeros meses, solo Eric y yo discutíamos en los foros, pero pronto empezamos a recibir comentarios de fabricantes y aficionados, y luego de ingenieros oceánicos profesionales que nos hacían sugerencias sobre qué teníamos que hacer. Continuamos trabajando. Aprendimos muchas cosas.Seguimos construyendo prototipos y, al final, decidimos ir a la cueva. Estábamos listos.

 En ese momento, nuestra pequeña expedición era noticia y la cubrió The New York Times. En pocas palabras, quedamos abrumados por el interés de la gente que quería un kit para construir su propio robot.

Decidimos publicar el proyecto en Kickstarter, y al hacerlo, llegamos a nuestra meta financiera en un par de horas, y, de repente, teníamos el dinero para construir estos kits. Pero luego tuvimos que aprender a hacerlos. Es decir, tuvimos que aprender a fabricar pequeños lotes. Rápidamente nos dimos cuenta de que el garaje no era lo suficientemente grande para acomodar nuestro creciente negocio. Pero lo logramos. Hicimos todos los kits, gracias en gran parte a TechShop, que fue de gran ayuda, y enviamos los kits por todo el mundo justo antes de la Navidad pasada, es decir, hace apenas unos meses. Pero ya estamos empezando a recibir videos y fotos de todo el mundo, incluyendo esta imagen tomada bajo el hielo en la Antártida. También aprendimos que los pingüinos aman los robots. 

Page 2: Ruidos acuáticos

(Risas) 

Seguimos subiendo todos los diseños en Internet para animar a la gente a construirse uno. Solo así podíamos hacerlo. Al ser de código abierto, hemos creado esta red distribuida de investigación y desarrollo, y estamos creciendo más rápido que cualquier otra entidad de capital riesgo. Pero el robot en sí es solo la mitad de la historia. El verdadero potencial, el potencial a largo plazo, está en esta comunidad de exploradores "hogareños" del océano, que está surgiendo en todo el mundo. ¿Qué podemos descubrircon miles de estos dispositivos deambulando por los mares?

 Probablemente se estén preguntando: ¿Y la cueva? ¿Encontraron el oro? Bueno, no encontramos oro, pero lo que encontramos fue mucho más valioso: la visión de un futuro potencial para la exploración del océano. No es algo reservado a los James Cameron del mundo, sino algo en lo que todos podemos participar. Es un mundo submarino que exploramos juntos.

 Gracias. (Aplausos)