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62 AKOBE Conservación - Restauración Panorama de la indumentaria en los siglos XIII y XIV. Del Pellote a la Jaqueta. ARANTXA PLATERO Y MÓNICA MORENO. ALET RESTAURACION S.L. La indumentaria en el siglo XIV supuso un cambio de estilo pasando de los ropajes anchos, largos y sin formas de tradición oriental, a los modelos más ajustados y cortos de inspiración renacentista, marcando la diferencia del vestir entre el hombre y la mujer. A principios del siglo se siguieron utilizando los modelos del XIII, pellotes, garnachas, briales o sayas encordadas de fuerte influencia alto-medieval. A finales del XIV la moda había cambiado empujada y alentada por el incremento de la actividad urbana, que dio lugar a una evolución y diferenciación de las clases sociales, que se manifestó también en el vestido. La preocupación por el aspecto estético juega un papel importante en estos cambios empujados por los nuevos ideales artísticos y los cambios en el arte de la guerra. Esto dio lugar a nuevos modelos; jaquetas, hopalandas, jubones, y calzas de mayor longitud. Eran ropajes más ligeros que marcaban la silueta y facilitaban el movimiento, subrayando unas partes de de la figura y obviando otras. La clara influencia gótico tardía se observa en el diseño de tocados, bocamangas y calzados puntiagudos. Dentro de este marco, destacamos todo el conjunto de vestiduras del Panteón Real del Monasterio de Santa Maria la Real de Huelgas en Burgos, o el pellote femenino conservado en la Colegiata de San Isidoro de León como exponentes de la indumentaria civil de las clases altas. Fig. 1 Caza de jabalí (Arrocabes). Pintura sobre tabla. Palacio de Don Diego López de Zúñiga. Valladolid. S XIV. Museo Arqueológico de Madrid. Fig 2 Miniatura del Libro de las Cantigas del Rey Alfonso X El Sabio. Cántiga CLXIX. Biblioteca del Real Monasterio del Escorial. Fig 3 Bonete de ceremonia de Fernando de la Cerda. Real Monasterio de las Huelgas

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Panorama de la indumentaria en los siglosXIII y XIV. Del Pellote a la Jaqueta.

ARANTXA PLATERO Y MÓNICA MORENO. ALET RESTAURACION S.L.

La indumentaria en el siglo XIV supuso un cambio de estilo pasandode los ropajes anchos, largos y sin formas de tradición oriental, alos modelos más ajustados y cortos de inspiración renacentista, marcandola diferencia del vestir entre el hombre y la mujer. A principios delsiglo se siguieron utilizando los modelos del XIII, pellotes, garnachas,briales o sayas encordadas de fuerte influencia alto-medieval. Afinales del XIV la moda había cambiado empujada y alentada porel incremento de la actividad urbana, que dio lugar a una evolucióny diferenciación de las clases sociales, que se manifestó también enel vestido. La preocupación por el aspecto estético juega un papelimportante en estos cambios empujados por los nuevos ideales artísticosy los cambios en el arte de la guerra. Esto dio lugar a nuevosmodelos; jaquetas, hopalandas, jubones, y calzas de mayor longitud.Eran ropajes más ligeros que marcaban la silueta y facilitaban elmovimiento, subrayando unas partes de de la figura y obviando otras.La clara influencia gótico tardía se observa en el diseño de tocados,bocamangas y calzados puntiagudos. Dentro de este marco,destacamos todo el conjunto de vestiduras del Panteón Real delMonasterio de Santa Maria la Real de Huelgas en Burgos, o elpellote femenino conservado en la Colegiata de San Isidoro deLeón como exponentes de la indumentaria civil de las clases altas.

Fig. 1 Caza de jabalí(Arrocabes). Pintura sobretabla. Palacio de Don DiegoLópez de Zúñiga. Valladolid. SXIV. Museo Arqueológico deMadrid.

Fig 2 Miniatura del Libro delas Cantigas del Rey Alfonso XEl Sabio. Cántiga CLXIX.Biblioteca del Real Monasteriodel Escorial.

Fig 3 Bonete de ceremonia deFernando de la Cerda. RealMonasterio de las Huelgas

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Con motivo del 6º centenario y exposiciónsobre el Canciller López de Ayala se planteauna aproximación a la indumentaria de suépoca. Don Pedro López de Ayala, nacidoen 1332, hijo de Fernan Pérez de Ayala yElvira de Ceballos, señores de la Torre deAyala Quejana, Orozco y Llodio conocidopopularmente como el canciller, fue uno delos personajes más interesantes en la EdadMedia.

Militar, humanista, diplomático, poeta,jurídico y político, vivió una época convulsaen la que Francia e Inglaterra libraban la“Guerra de los cien años”, el cisma deOccidente, y Europa, victima de la pestenegra, que acabo con un tercio de lapoblación.

Don Pedro un hombre adelantado a sutiempo, típico personaje del Renacimiento.Instruido por su tío el Cardenal PedroBarroso entro al servicio del Rey Pedro I, fuealcalde de Toledo y de Vitoria, actúo comoembajador y diplomático en el reino deFrancia, escribió las crónicas de los reyes deCastilla: Pedro I, Enrique de Trastámara, JuanI, y Enrique III. Tradujo a los clásicos, yescribió libros de carácter moralizador,didáctico y religioso como fue “Rimadodel Palacio” o “El libro de la caza de las aves”.

En este contexto no es difícil imaginar aeste personaje, cabalgando, trabajando,viajando, leyendo. Apenas han llegadohasta nosotros documentos que describana Don Pedro, pero si lo contextualizamosen su época, podremos hacer una descripciónde la moda, usos y costumbres de las cortesdel siglo XIV. Destaquemos que su juventudla pasó en Vitoria y Toledo, pero a los 21años paso a servir al rey con lo que siguióla moda de la corte castellana, y luego dela corte francesa en su actividad diplomática.Además fue uno de los precursores que abrióen Castilla la ruta de la lana. Fig 1 Personajea caballo con la indumentaria típica del S.XIV, jaqueta con abotonadura y calzas quecubren toda la pierna.

Debido a que los materiales usados enla indumentaria, desde sus orígenes, fueronmuy perecederos apenas nos han llegadorestos físicos para poder recrear con exactitudlas modas pretéritas, por lo que el escasoconocimiento de la moda de la época quenos ocupa lo tenemos a través de las diversasmanifestaciones artísticas; documentosgráficos, pintura, escultura y las vestidurasprovenientes de enterramientos casi siempre

de las clases altas. Un caso clarísimo nos lada la Cantiga CLXIX de Alfonso X el sabioFig 2, en la que se ve al rey con idénticobirrete al de la Fig 3. O el caso del Libro deAjedrez, dados y Tablas conservado en labiblioteca del Monasterio de San Lorenzodel Escorial, en el que se ve a Alfonso X Fig4 con una capa similar a la que se custodiaen la Catedral de Toledo perteneciente aSancho I.

Estas fuentes nos informan, que el adornoy el vestido vienen estrechamente ligadosal ser humano, el primero como necesidadde protegerse, y el segundo como búsquedade diferenciación. Estas artes suponen,hasta la aparición de las revistas de moda,la fotografía y el cine, el soporte documentaliconográfico más importante para conocerlos vestidos de nuestros antepasados.

En la indumentaria alto medievalpredominaban los vestidos holgados, deinspiración oriental, de corte sencillísimo quedejaban plena libertad de movimiento. Lamoda en este siglo es uniforme e impersonalcon apenas diferencia entre las vestidurasfemenina y masculina cuyo rasgo diferencialse encontraba en el largo de la falda. En eltraje románico, la supervivencia del mundoclásico y la influencia de oriente fuerondos factores decisivos, presentandofundamentalmente dos versiones: el trajesolemne de las clases altas y el sencillo,anodino e impersonal del resto de lapoblación.

Los hombres llevaban calzones y calzas(pantalones cortos y medias). Las longitudesde ambos fueron variando, y a finales delgótico las calzas eran tan largas que casieliminaban los calzones. Hasta la llegadade los tejidos de punto, prácticamentedesconocidos en la edad media, las calzaseran de lino o lana y se cosían para quequedaran ajustadas. En el siglo XIII lascalzas llegaban a la altura de medio muslopor debajo de los calzones cortos.

A partir de la conquista por los musulmanes(grandes virtuosos de la industria textil), lacategoría que se le dio a los tejidos fueextraordinaria llegando a considerarloscomo joyas, utilizándose en actos importantesy grandes conmemoraciones.

Desde el siglo XIII el panorama de lacultura europea acentuó en todos susaspectos la evolución hacia un mundonuevo. Oriente deja de ser la referencia yse adoptan modas de acuerdo con las

Fig 4 Libro de ajedrez, dados ytablas

Fig 5 José de Aimatea.Madera tallada y policroma-da. 133 x 40 x 35 cm.Fundación Francisco Godia,Barcelona

Fig. 6 Pellote de Don Fernandode la Cerda. Museo de telasmedievales, Santa María laReal de Huelgas.

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nuevas técnicas de combate y de acuerdocon los nuevos ideales de una Europa enconstrucción donde prevalecen los idealescaballerescos de la Edad Media. A Franciale corresponde, sin duda, un papel importanteen la creación de la nueva moda europea.

Las prendas masculinas presentabandiferentes longitudes, amplitudes y adornosasí como diferentes nombres para la mismaprenda. Básicamente constaban de treselementos: una en contacto con el cuerpo,camisa; sobre esta otro traje, el brial; en elcaso de los hombres era la saya y cubriendolas anteriores un sobre todo, pellote. Aveces se completaba con la capa. Fig 5 y6. Un cambio importante fue que la capuchapasó a ser una prenda independiente.

La pujanza de las ciudades incrementala actividad urbana dando lugar a unasociedad más compleja y rica, agudizándosecon mayor énfasis la diferencia social en elvestido; la moda románica buscaba losolemne, la moda gótica la elegancia ynaturalidad sin perder libertad demovimientos.

La revolución económica impulsada porel nacimiento de la clase burguesa trajoun verdadero desarrollo de la industriatextil. Se introducen el damasco y elterciopelo, se incrementa el uso de la seday se enriquece el repertorio de las pielesusadas hasta entonces. El lujo se extendióa la burguesía dando lugar a la apariciónde las primeras leyes suntuarias. Duranteel reinado de Alfonso X se promulgaron leyesmediante las cuales se regulaba el uso demateriales, tejidos y joyas y se prohibía ellujo del estilo oriental con intención deimplantar la austeridad en el vestir.

Las principales prendas en los hombreseran: la saya o gonela, la aljuba o cota, elpellote, la garnacha, el tabardo y los mantosy capas.

El brial y la saya eran trajes de debajo Fig7 y se diferenciaban entre ellas, no en lahechura, sino en la calidad de la tela y losadornos. Junto a las sayas y briales holgadosy ceñidos con cinturón, los españolesusaron otros encordados y ajustados.Durante los primeros años del siglo XIV, seconservó el estilo creado en el siglo XIII.

A mediados del XIV, por el contrario, seproduce una revolución técnica y estética,creándose una diferencia muy notoriaentre los vestidos de ambos sexos. Aparecenlas prendas cortas para los hombres que

dejaban al descubierto las piernas hasta loalto de los muslos: jaqueta, calzas, capirotey calzado de punta larga y afilada. El trajede encima solía tener mangas más cortasy anchas que los de la saya, ensanchándoseen las bocas. La garnacha se transformó,prolongando hacia abajo las aberturas yadornando el escote con dos pequeñaslengüetas.

Como se puede observar Fig 8, laindumentaria armonizaba con los edificiosgóticos en su preferencia por las formasalargadas y puntiagudas. El remate enpunta de capuchas y capirotes, se hizomás largo. Los botones comienzan a adquiririmportancia, empleándose en sustituciónde los cordones y cintas. Aparecieron losprimeros tocados, en forma de tronco decono. Seguía estilándose el peinado concopete y con bucle, pero se llevaba tambiénla melena larga con el pelo retirado de lafrente.

Pasados los primeros cuarenta años, eltraje masculino acusó transformacionesimportantes debidas en gran parte a lainfluencia de un nuevo atuendo militar. Elempleo de placas metálicas para protegerlos miembros permitió sustituir la antiguay pesada cota de malla por otra máspequeña; en consecuencia se acortó eltraje que sobre ella se vestía, situando elcinturón de la espada por encima de lascaderas para mayor comodidad.

Este traje militar pronto trascendió alcivil, creando una nueva silueta masculina,con el talle bajo y la cintura sin marcar. Afinales de siglo, la moda aceleró su ritmo,creando un estilo de contrastes, creandosiluetas recortadas, subrayandoexageradamente ciertas partes del cuerpoy borrando otras.

La túnica se estrechó y acortó hastaadquirir un aspecto más ajustado, queevolucionaría hacia la casaca. Sobre ellatodavía se llevaba la antigua sobre túnicapero adornada con un cuello, que recibióel nombre de cota. La hopa u hopalandaFig. 9, una prenda exterior de cuerpoentero, larga y con mangas anchas yacampanadas, se utilizó hasta finales del sigloXIV y se mantuvo durante los siglos XV yXVI formando parte del traje de abogados,hombres de letras, del clero y de losancianos como símbolo de distinción.

Hoy día se mantiene como toga deacadémicos, de la judicatura y de la abogacía.

Fig. 7 Saya encordada deDon Fernando de la Cerda.Museo de telas medievales,Santa María la Real deHuelgas.

Fig. 9 Tabla del XIV con perso-najes que llevan hopalandas.

Fig.8 En esta pintura del sigloXIV aparecen algunos ejem-plos de los trajes que se usa-ban entonces. El joven en elcentro lleva unas calzas ajus-tadas, puntiagudos zapatos decuero y un jubón encima de lacamisa. Algunos niños llevancalzas multicolores, típicas dela época.

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La casaca evolucionó hacia una prendatotalmente confeccionada, y a menudoforrada, que sobrevivió bajo diversas formascomo la prenda exterior básica masculinadurante mediados del siglo XVII. Derivó enel chaleco.

Uno de los acontecimientos decisivosfue la aparición de la jaqueta o jubón, estase forraba de algodón para eliminar plieguesy arrugas y amoldarla al cuerpo. La modade los hombres en este periodo dejaba aldescubierto las piernas desde lo alto de losmuslos, el torso abombado en el pecho yla cintura muy marcada. El jubón era unaprenda semi interior, de la que solo seveían las mangas. La jaqueta se vestíasobre el jubón.

El justillo o farseto (prenda de vestirinterior parecida al corsé) fue junto con loscalzones de malla el elemento característicoy fundamental del vestir masculino delsiglo XIV. Además llevaban un sobretodosin mangas. La capa sustituyó al abrigo demangas anchas con gorro que setransformarían en la prenda de loscampesinos del siglo XV.

La indumentaria de los hombres en estesiglo tenía algunas diferencias con las delsiglo anterior. El vestido se simplifica,ajusta al cuerpo y adquiere mayor sutilezay proporción. Los peinados atusados concabello corto y barba. Aparecen los primerostocados en forma troncocónica Fig 10.,morteretes de fieltro sin alas, en punta ocilíndricos, altos y bajos; capirotes (gorroen forma de cucurucho cubierto de tela)en forma de rodete, con cresta alta, openachos de plumas.

Si de adornos se trata un sombreropuntiagudo con una pluma en su extremofue puesto en las cabezas de los hombresy en los pies calzaron babuchas. Los soldadosque regresaban de las Cruzadas traíannoticias de como se vestía la gente enotros rumbos

El traje en la mujer repetía el mismoesquema que en el hombre: la saya, elbrial, la piel, el pellote, la almexía, la cota,la aljuba, el manto, la garnacha, el cendaly el tabardo.

En la moda femenina se conservó durantelargo tiempo las sayas y briales Fig 11,que seguían siendo ajustados o ablusados,con mangas estrechas. En la segunda mitaddel siglo fue evolucionando en el sentidode exagerar progresivamente sus elementos

más característicos. Cada vez se fueronajustando más al cuerpo y aparecieron losescotes redondos.

El uso de algodón para moldear la siluetase generalizó, el vuelo de las faldas aumentónotablemente, llegando a tener grandes colasque se arrastraban o se recogían sobre elantebrazo

Las mujeres también adoptaron unacapa oriental con mangas largas y ampliasFig 12 sobre el brial, prenda confeccionadacon tejido fino fruncido o plisado, era unaprenda amplia y con caída como la de loshombres.

Otro aspecto nuevo de la indumentariafemenina fueron los vestidos desprovistosde mangas, con sisa en ángulo, tan grandesque dejaban al descubierto partes de loshombros y pecho, y dejaban ver las ricascamisas margomadas (bordadas con sedasde colores) del interior. En esta época setiene el primer testimonio del uso del corsépara realzar la figura femenina.

En las mujeres, análogas piezas que enel traje masculino, vestidos cerrados por elcuello, ajustados al talle sin ceñidor y conaberturas laterales. Capas de alto cuello.

Las mujeres se enfrascaban en largosfaldones de colores claros ceñidos hasta lascaderas y desde ese punto salía una ampliafalda. A eso había que agregar un cinturón,las mangas largas y estrechas. Algunasexcepciones eran los modelos que llevabanuna manga que del codo caía hasta elsuelo Fig 13.

Grandes y fastuosos adornoscomplementaban el vestido. Bordados deoro, piedras preciosas, escotes, sobretodosy capas forradas en piel. El pelo se llevabasuelto o recogido en trenzas y la cabeza podíallevar un cónico sombrero desde el cual salíanvelos que llegaban al suelo. Peinado en rayacon bucles o rizos, rodetes laterales, redecillasy adornos de cintas; cerquillo y velo caído.Zapatos y chapines con alta suela de corchoy punta aguda con alta suela de corcho ypunta aguda.

Las armaduras

Esta indumentaria fue utilizada por loscaballeros del medioevo, que también fueevolucionando. De la cota de malla (sigloXIII) se pasó a la armadura de placas (sigloXIV). El objetivo principal era protegerciertas partes del cuerpo de las agudas

Fif. 10 Escena de una bodacortesana. Miniatura delS.XIV

Fig 11. Saya encordada o bri-dal perteneciente a Leonor deCastilla, reina de Aragón.Museo de telas medievales,Santa María la Real deHuelgas. S. XIII

Fig 12. Pintura de AndreaFirenze. La Iglesia Militantede Santa María Novella.Florencia 1365-68. Mujeresvistiendo briales y sayas

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flechas y ágiles espadas. En el siglo XVapareció la armadura que se caracterizabapor estar hecha completamente de planchasde metal de acero templado. Las planchasajustaban perfectamente entre sí y estabanunidas por remaches. Los codos, las rodillasy debajo de los brazos se protegían con cotade malla. Los cascos eran de diferenteforma pasando de los esféricos a losaplanados. Fig 14 en estas líneas vemos unailustración de un caballero con armaduray como se decora con emblemas heráldicosla gualdrapa y el escudo.

Los Talleres textiles en el s. XIV

La industria más significativa de todo elMedievo fue, sin duda alguna, la textil. Enlos siglos finales de la Edad Media sebenefició de una importante novedadtécnica, la rueda de hilar. Dicho instrumentoya era conocido en la segunda mitad delsiglo XIII, pero su uso se generalizo en eltranscurso del XIV. De todas formas elmapa textil europeo experimentó en laépoca que nos ocupa algunas variacionesimportantes con respecto al de periodosanteriores.

Hasta el siglo XIV, los talleres de Flandesfueron un importante foco de producciónen Europa pero pronto se extendió a otrasciudades vecinas. Estas urbes intentaron hacerfrente a las dificultades poniendo trabascrecientes a la producción textil de losnúcleos rurales y, en general, fomentandolas medidas monopolísticas. Pero el éxito,ciertamente, no las acompañó. Ahora bien,no es menos cierto que, al mismo tiempo,otros centros fabriles que hasta aquellaépoca apenas habían destacado conocieron,a partir del siglo XIV, un notable progreso.El hito de esta región fue la fabricación dela primera aguja de acero, en 1370, en laciudad alemana de Nuremberg. De todasformas lo más significativo, siempre pensandoen lo acontecido en los siglos finales de laEdad Media, fue el auge de la pañería deterritorios vecinos de Flandes, como Brabanteu Holanda.

Si pasamos de Flandes a otras regioneseuropeas que contaban desde el pasadocon una producción de tejidos significativaencontraremos un panorama muydiversificado. Italia, en términos generales,conoció en los siglos XIV y XV una expansiónde la pañería, mas no sin notables altibajos.

La respuesta de Florencia fue la dedicaciónpreferente a la fabricación de tejidos de máscalidad, de forma que su mayor preciopudo compensar sobradamente el descensodel número de piezas producidas. EnFrancia, por el contrario, las cosas nofueron tan bien. La guerra de los CienAños afectó de manera negativa a la pañeríafrancesa, aunque no es menos cierto quedesde mediados del siglo XIV ya se anunciauna indiscutible recuperación en laproducción textil de regiones comoNormandía, Champagne o el Languedoc,sobresaliendo entre todas la pañería deToulouse.

No obstante, lo más significativo de laindustria textil europea de los siglos XIV yXV fue la incorporación de nuevos focosproductivos. El más importante de todoslo constituye Inglaterra. Desde su viejaposición de potencia exportadora de lanaInglaterra se convirtió, en un periodo detiempo relativamente breve, en un paísproductor de tejidos. El proceso se inicióa fines del siglo XIII, en tiempos del monarcaEduardo I.

También data de estos siglos los iniciosde la pañería en tierras catalanas. Las másantiguas ordenanzas conocidas que tenganrelación con la producción textil son las delos trabajadores de la lana de la ciudad deBarcelona, fechadas en el año 1308. Porlo demás, pronto comenzó Cataluña aexportar tejidos, básicamente en direcciónal norte de África y hacia las islas delMediterráneo, es decir, hacia las áreas pordonde discurría su expansión política. Encambio la Corona de Castilla, gran productorade lanas, en su mayor parte exportadas, noconsiguió despegar como potencia textil.

La materia prima más importante en lasmanufacturas textiles era la lana, perotambién se trabajaban otros materiales,particularmente el algodón, el lino, elcáñamo y la seda. El algodón procedía deOriente o del norte de África, pero tambiénse cultivaba a fines de la Edad Media enalgunas regiones del sur de Europa. Ungénero que alcanzó gran popularidad enla época fue el fustán, mezcla de algodóny de lana. Por lo que al lino se refiere, losnúcleos que más sobresalían se hallabanen los Países Bajos y Flandes. La industriadel cáñamo se localizaba en primer lugaren regiones occidentales de Francia.

La industria de la seda, por su parte,

Fig.13 Escena amorosa en unjardín. Miniatura siglo XIV

Fig 14 Caballero. Pintura sobretabla. Palacio Marqués de Llió. S.XIV. Museo Nacional de Arte deCataluña.

Fig,15 Tema decorativo con moti-vos heraldicos. Samito. Pellote deFernando de la Cerda. RealMonasterio de Huelgas en Burgos.

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conoció un notable auge, debido al consumocreciente de paños de esa materia porparte de los sectores aristocráticos. Elprincipal centro productor de tejidos de sedaseguía siendo la localidad italiana de Luccay Venecia. También había importantescentros sederos en tierras hispanas,principalmente en Valencia, en zona cristiana,y en Granada, en territorio musulmán.

Tejidos ricos y su decoración

El siglo XIII se caracteriza por el desarrollode la vida urbana y la tendencia refinadaen el vestir. La industria textil recrea latradición a la par que innova nuevas texturasy se incrementa el uso de materiales ricoscomo la seda. El comercio de la lana y lasferias potenciaron una industria pujante enEuropa, una auténtica eclosión que coincidirácon el afán de ostentación externa de lasociedad europea.

Los siglos XIV y XV se caracterizan pordos tendencias en apariencia divergentespero que vienen a configurar las premisasde lo que en el siglo XVI será la modaespañola, principalmente en lo referenteal traje femenino; por un lado están lastendencias internacionales irradiadas desdelas cortes borgoñona, flamencas e italianas;por otro, los préstamos debidos a las modasmoriscas que configurará de forma específicala indumentaria española, imprimiéndole

unos rasgos característicos.A partir del siglo XIV los artesanos

comenzaron a fabricar telas más elaboradasque causaron furor dentro de la rígidasociedad medieval. A las tradicionales fibrascomo la lana, el lino, y los hilos de oro yplata se agregaron la seda, el terciopelo yla gasa. La moda comenzaba a cambiar yla elegancia en el vestir despegaba.

La pujanza económica dio lugar a undesarrollo de la industria textil, apareciendoel terciopelo e incrementándose el uso dela seda para tejidos labrados con oro y platade gran complejidad, realizados, muchosde ellos, en los telares de origen andalusíde la península: brocados, lampás (pannitartarici) y samitos, etc….

La decoración seguía teniendo dos vías.Por un lado encontramos los temasheráldicos, en el que predominaban losblasones identificativos de familia, y por otro,una tipología de clara inspiración persasasanida, andalusí o musulmana deproducción peninsular.

Era una ornamentación geométrica dezigzag, estrellas de diferentes puntas, floreslobuladas, lacerías, hexágonos, medallones,franjas horizontales con leyendas en suinterior con caracteres cúficos, el hom o silabasacrosanta; y otros más naturalistas configuras de grifos, águilas bicéfalas o palmetasenfrentados con el árbol de la vida en elcentro

Fig. 16. Tema decorativo conmotivos orientales. Lampas.Ropas de Berenguela reina deLeón y Castilla. Real Monasteriode Huelgas en Burgos