rojos y falangistas

8/7/2019 ROJOS Y FALANGISTAS.

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CIRCULO DOCTRINAL JOS ANTONIO

Tribuna Libre

SINDICALISMO FALANGISTA Ceferino L. Maestu.

Conferencia inaugural del Curso 1962-63Pronunciada en el Saln de Actos del

Instituto Nacional de Previsin de Madrid.

En marzo de este ao, y con ocasin del IIPleno del Congreso Sindical, se plante, concierta violencia, el problema ms grave que, enmi opinin, tiene la C.N.S. espaola. Hbilmente

preparado, se intent pasar un proyecto que,para muchos falangistas, representaba, alparecer, la renuncia pblica a la viabilidad delsistema que se empez a construir en nuestropas despus del 18 de julio de 1936. En laprctica, todo consista en volver a los antiguossindicatos clasistas obreros y patronos -,aunque reunidos en una central sindicalexteriormente nica. Los enterados informabanpor los pasillos de que slo se trataba de unamodificacin formal, con vistas al juego polticointernacional, pero que el espritu segua siendoel mismo. Como en el mundo slo existensindicatos horizontales decan - , hay que

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horizontalizar los nuestros, que, de esa manera,

podran incorporarse a las organizacionesinternacionales correspondientes.

Pero el problema que afloraba era muchoms grave, mucho ms hondo, aunque muchaspersonas quiz no lo vieran. Y es que, pordebajo de la propaganda basada en la unidad

de las clases, en la cooperacin dentro de laempresa, en la solucin pacfica de losconflictos, existe una realidad que,peridicamente, se manifiesta con el escndalode los desrdenes laborales que,rutinariamente, siempre se achacan adeterminados planes polticos de subversinalentados desde el extranjero.

Emilio Romero, hombre que lleva muchosaos dedicado al estudio de los problemassindicales, public en 1951 un libro en el quehay muchas ideas claras sobre ellos. Conagudeza periodstica, describe as el panoramaque se palpa en el seno de la actual

Organizacin Sindical espaola:

La lucha de clases est viva. Lo queocurre ahora es que es sorda. Para verla nostenemos que asomar a la entraa misma de laempresa, a los ntimos y sencillos Tribunales deConciliacin Sindical, a las solemnes salas de

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las Magistraturas de Trabajo. Pero hay algo

todava ms curioso. Se ha arrancado de susantiguas asociaciones de clase a obreros y apatronos y se les ha instalado en una solaorganizacin y en una sola casa. En cuanto sehan visto, en cuanto se han sentido, hanestimado que deban seguir pegndose. Por lomenos en donde el oportunismo no ha cerrado

el paso a la sinceridad. Pero es que podaesperarse otra cosa?. Si no se han atacado losfundamentos de la lucha, quin poda esperarque se abrazaran?. Las mejoras en lascondiciones de vida de los trabajadores,manteniendo el mismo sistema de produccin,no es atacar la lucha de clases. La Poltica

Social sigue diciendo Emilio Romero irrita alos empresarios y les parece siempre poco a losobreros. Esto es hablar claro. Quin estmetido, inmerso, en la realidad, sabe hasta qupunto nos asiste la razn. Resultaba obligadoreunirlos. Hemos violentado los cauces delsindicalismo clasista. Haba que levantar

enseguida los bastidores de una nueva polticay se llamaba gozosamente- a lo sindical, a losocial, para esto. Lo que no puede admitirse esesa facilona actitud de suponer que meter a losobreros y a los empresarios en un mismaentidad, dejndoles sus querellas, era bastantepara que se conciliaran. Espaa no ha

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descubierto, ni sus sectores sindicalistas ms

responsables lo han intentado, una conciliacin,sin meterse quirrgicamente en las entraas dela lucha de clases. Es mentira si alguien tienebastante tontera encima para proclamarlo que los obreros y los empresarios espaolesvivan en paz dentro de los Sindicatos y fuera deellos.

Estas palabras de un hombre de tantaexperiencia sindicalista, como lo es EmilioRomero, constituyen un testimonio decisivopara descubrir dnde est el peligrosoproblema social que los sindicatos actuales nohan logrado an resolver, y que explicaba, encierto modo, la maniobra prevista para el IICongreso Sindical.

EXAMEN CRTICO DE LA SITUACIN ACTUAL.

Ahora bien, lo grave es que dirigentespolticos como Jos Antonio Primo de Rivera,

que intuyeron, perfilaron, pregonaron y hastadieron con su muerte valor de mito alnacionalsindicalismo, ya haban dichoclaramente lo que los futuros sindicatos estosde hoy - no deban ser. Podra interesar muchodescubrir por qu extraos caminos se han

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torcido las ideas y se han llenado de smbolos

falangistas, valiosos para nosotros y para loshombres que murieron combatiendo, en laguerra o en la paz, unas organizacionesbsicamente reaccionarias, inicialmenterepresivas, a las que se han asignado funcionesen muchos casos importantes, pero que nopodan estar ms lejos de la idea jos-antoniana

y hasta de la del propio Ramiro LedesmaRamos.

Jos Antonio, hablando el 9 de abril de1935 en el Crculo Mercantil de la capital deEspaa, deca:

Esto del Estado Corporativo es otro

buuelo de viento. Mussolini, que tiene algunaidea de lo que es el Estado Corporativo, cuandoinstal las veintids Corporaciones, hace unosmeses, pronunci un discurso en el que dijo:Esto no es ms que un punto de partida; perono es un punto de llegada. La organizacincorporativa, hasta este instante explica Jos

Antonio Primo de Rivera -, no es otra cosa,aproximadamente, en lneas generales, queesto: los obreros forman una gran Federacin;los patronos forman otra gran Federacin., yentre estas dos grandes Federaciones monta elEstado como una especie de pieza de enlace. A

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modo de solucin provisional, est bien; pero

notad bien que ste es, agigantado, un recursomuy semejante al de nuestros Jurados Mixtos.Este recurso mantiene hasta ahora intacta larelacin del trabajo en los trminos en que laconfigura la economa capitalista; subsiste laposicin del que da el trabajo y la posicin delque arrienda su propio trabajo para vivir.

Un camarada nuestro, que ocupa un altocargo en uno de los Sindicatos nacionales, yque es una figura prestigiosa de la ViejaGuardia, intentaba explicarme hace unosmeses, con la mejor buena fe, cmo laestructura sindical actual era la mejor, y cmoera necesaria la presencia de una lneapoltico-administrativa, encargada del arbitrajeentre patronos y obreros. Como l, son muchoslos hombres de la Falange que no han tenido,al parecer, el tiempo de meditar a losfundadores para comprender, a la luz de lapropia experiencia y evolucin personal, elpenetrante mensaje que Jos Antonio lleg a

exponer, a pesar de la mentalidad de loshombres de su poca, para entregarlo ahora,vivo y fresco, como una fruta de este tiempo.

Hay una explicacin a todo esto, quequiz convenza: La Falange naci y creci al

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amparo de un estado general de subversin

creciente, con peligros tremendos para losvalores fundamentales de la tradicin nacional,para todos los valores patriticos. Aunque JosAntonio y Ramiro quisieron poner el acentotanto en lo patritico como en lo social, lamsica de aquel tiempo desequilibrampliamente, en la calle, en los campos, en la

universidad, en la fbrica, el problema hacia lonacional. Muchsimos falangistas de la ViejaGuardia llegaron a la Falange por patriotismo yno tanto por la atraccin de sus ideas sociales yeconmicas. Y estos hombres combatieron conuna camisa azul y hasta murieron muchos conella, conociendo slo una parte del mensaje de

la Falange Espaola de las J.O.N.S. A pesar de laenorme actividad desplegada por losfundadores, stos no pudieron llegar todas lasveces que hubieran deseado al contacto directoy pblico con la totalidad de los militantes, y losmedios de difusin de las ideas, con los queellos contaban, en aquel momento, no eran

tampoco suficientes para entregar y propagarel mensaje completo. La mayora de losfalangistas de la Vieja Guardia y la mayora delos que se incorporaron durante la guerra civil,y que han tenido en sus manos la oportunidadde construir polticamente desde 1939, ve-nancon un bagaje ideolgico no falangista, en

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muchos casos, o se cargaban precipitadamente

con las experiencias socialistas de moda delfascismo y del nazismo. Pocos fueron capacesde creer sin duda por ignorancia, como digo en la originalidad posicional de Jos Antonio, yla historia contempornea lo demuestra, quizporque, en el fondo, muchos de ellos no habantenido ni tiempo de descubrir an en l al jefe

indiscutible, al jefe que en plena juventud habasido capaz de dar en la difcil diana de losproblemas de su tiempo.

Pero lo que me sorprende ms, muchoms, y supongo que a vosotros igual, es queincluso algunos de los ntimos colaboradores deJos Antonio Primo de Rivera en la obra de laFalange tampoco conocieran a fondo supensamiento sindicalista y ni tan siquierahubiera reparado en las ideas claves hechaspblicas por l. Por otra parte, Jos Antonio,jefe poltico, tampoco alumbr de la nada suideologa sindicalista. Las corrientes depensamiento estaban en la calle desde mucho

antes, no eran una completa novedad. JosAntonio, como todos los hombres geniales de lapoltica, se limit a una formulacin nueva demuchas ideas de otros, descubriendoposibilidades, soluciones inditas, caminosescondidos.

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La realidad es que las ideas sindicalistas

proclamadas pblicamente por Jos Antonio, ydispersas en sus discursos y conferencias, comohe dicho anteriormente, eran desconocidas alterminar la guerra por un nmero quizdemasiado grande de sus camaradas, y hastade sus ms importantes camaradas.

As, a nadie debe extraar que seimpusiera la mentalidad derechista-nacional,combinada con las concesiones socialistas delfascismo, llegado el momento de construir losSindicatos actuales, alumbrando esta realidadde unos sindicatos verticales que no lo son msque en el papel, en la intencin, de nombre; deunos sindicatos que hubieran horrorizado, sinduda, o por lo menos sorprendido, al propioJos Antonio.

En la conferencia del Crculo Mercantil deMadrid, deca tambin el Primer Jefe Nacionalde la Falange: Pues con estas vaguedades deuna organizacin corporativa del Estado y del

Estado fuerte, y de armonizar el capital y eltrabajo, se creen los representantes de partidosde derecha que han resuelto la cuestin social yhan adoptado la posicin poltica ms modernay justa.

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Pero, como explicaban anteriormente las

palabras de Emilio Romero, el problema sigueen pie, la lucha de clases, ms o menosapagada o dominada, contina, y los Sindicatosactuales no son capaces de acabar con ella.

Hay quienes defienden a la OrganizacinSindical diciendo que construye millares de

viviendas, que tiene parques sindicales yresidencias de descanso, que cuenta concentros de formacin profesional y hasta quedesarrolla una interesante labor de estudio y deplanificacin terica. Pero, volviendo a EmilioRomero, podramos decir, con sus mismaspalabras: Mas de una vez se ha escuchado quelo asistencial es tarea esencial de losSindicatos. Cuidado con esto. Este es el ataquems sutil a la frmula de una organizacin debase y de sentido sindicalista .Lo asistencial,sin embargo, tiene races sentimentales. Puedemovilizar satisfacciones, y hasta puedeembaucar de tal suerte, a algunos, para que loasistencial pase a ser de adjetivo a sustantivo.

No, desde luego, lo asistencial no puedejustificar la existencia del gigantesco aparatodel sindicalismo actual. Son adornos, perifollos,pero no lo llenan.

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Otros, durante muchos aos, han estado

esgrimiendo a los sindicatos como una frmulagenial de representacin poltica. Y en relacincon su autenticidad o no autenticidadrepresentativa se han roto muchas lanzas.

A principios de verano, un antiguocamarada, miembro de mi centuria, que ahora

milita destacadamente en el socialismoclandestino, discuta, sobre el sindicalismoespaol. El primero deca que los Sindicatoseran una farsa y que no eran representativos,mientras que el otro sostena que slo eranparcialmente representativos. Pues bien, todoesto, para nosotros, falangistas, nacional-sindicalistas, no es fundamental, aunque seaimportante. El acento de nuestro sindicalismono est en su capacidad o en su posibilidadrepresentativa. Jos Antonio, en la apertura delPrimer Consejo Nacional del S.E.U., el 11 deabril de 1935, dijo: Los Sindicatos no sonrganos de representacin, sino de actuacin,de participacin, de ejercicio. Y en el nmero

28 de Arriba, en enero de 1936, sostena queel Sindicato no lo conceba como simplerepresentante de quienes tienen que arrendarsu trabajo.

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Emilio Romero, en su libro titulado La

conquista de la libertad, dice: Los Sindicatosse constituirn para el ejercicio de la funcineconmica solamente, en el caso de estar yareformada la empresa...

Como es lgico, esta organizacinnecesitara de una asamblea deliberante, de

unos instrumentos de planificacin y decoordinacin, de un aparato tcnico, de unsistema de arbitrajes y hasta de un Ejecutivo,individual o colegiado.

En el nmero 20 de Arriba, el 21 denoviembre de 1935, escriba Jos Antonio: Estasolucin nacionalsindicalista ha de producir las

consecuencias ms fecundas. Acabar de unavez con los intermediarios polticos y losparsitos. Aliviar la produccin de las cargascon que la abruma el capital financiero.Superar su anarqua, ordenndola. Impedir laespeculacin con los productos, asegurando unprecio remunerador. Y, sobre todo, asignar la

plusvala, no al capitalista, no al Estado, sino alproductor encuadrado en sus Sindicatos. En elfrontn Betis, de Sevilla, confirm: queconsideraba a los futuros sindicatos comodepositarios de la autoridad econmica que se

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necesita para cada una de las ramas de la

produccin.

Por lo que se refiere a los sistemas definanciacin, hay que recordar lo que ya dijimosantes, que Jos Antonio prometi, en el teatroPereda, a los quince das ser nacionalizado elservicio de crdito, y que las empresas, en

virtud de la organizacin nacionalsindicalista,podran suministrarse gratuitamente los signosde crdito. Ms tarde, el 8 de febrero de 1936,en el Teatro Principal de Sanlcar deBarrameda, aadira: Cuando todos nosunamos y nos constituyamos en nuestrospropios banqueros y tengamos unaorganizacin corporativa propia, en una unidadde intereses y de aspiraciones.

Pero otra cosa bien importante a destacares que los Sindicatos no seran sindicatosestatales, sino libres, rganos vivos eimprescindibles en el cuerpo de la Patria(como deca el Primer Jefe Nacional en la

conferencia pronunciada en 1935, en el cursode formacin de F.E. de las J.O.N.S.), en los queel Estado se descarga de mil menesteres queahora, innecesariamente, desempea. Slo sereserva los de su misin ante el mundo, ante laHistoria. Anteriormente, en el discurso de

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proclamacin de la unidad de F.E., de las

J.O.N.S. en Valladolid, ya lo haba dichotambin: Y el Estado espaol puede ceirse alcumplimiento de las funciones esenciales dePoder, descargando no ya el arbitraje, sino laregulacin completa, en muchos aspectoseconmicos, a entidades de gran abolengotradicional: a los Sindicatos.

Tambin en el discurso de Valladoliddeclar: El liberalismo dijo al hombre quepoda hacer lo que quisiera, pero no le asegurun orden econmico que fuera garanta de esalibertad. Es, pues, necesaria una garantaeconmica organizada; pero dado el caoseconmico actual, no puede haber economaorganizada sin un Estado fuerte, y slo puedeser fuerte, sin ser tirnico, el Estado que sirve auna unidad de destino. He ah cmo el Estadofuerte, servidor de la conciencia de la unidad,es la verdadera garanta de la libertad delindividuo.

Continuando con la concepcinjoseantoniana del Estado, en sus relaciones conel Sindicalismo, hay que leer el artculopublicado en el nmero 2 de Arriba, el 28 demarzo de 1935, con el ttulo: La Revolucinnecesaria. En l se dice:

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El Estado debe tener autoridad e

independencia para:

a) Coordinar los intereses, casisiempre divergentes, de loscuerpos econmicos y sociales(sindicatos, regiones) y arbitrar susdiferencias.

b) Asegurar una disciplina, a la vezlarga y estricta, con vistas aorientar las actividades particulareshacia el sentido de inters general.

c) Defender eventualmente losderechos y las libertades de lapersonalidad individual contra losabusos de la autoridad de lascolectividades econmicas ysociales.

Como puede verse, el Estado dejara a losSindicatos, como instrumentos de organizacin

libre de la sociedad, la direccin de laEconoma, descargando en ellos gran parte delas funciones que actualmente le corresponden,lo que tambin implicara lgicamente unareduccin proporcional de las cargas tributariasde las empresas. Pero el Estado permanece

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como supremo representante del Poder, como

figura cumbre del poder poltico, en el queresiden siempre las ltimas exigencias delmando para la defensa de los superioresintereses individuales y colectivos.

Qu lejos est este sindicalismo de loactual y de lo que nos echan como baldn

totalitario los enemigos de la Falange!. En lafamosa conferencia del Crculo Mercantil, dijoJos Antonio: Esta revolucin en la economano va a consistir, como lo dicen porque se lespega al odo, sin dedicar cinco minutos aexaminarlo, en la absorcin del individuo por elEstado, en el pantesmo estatal.

En el prlogo al libro de Prez de Cabo,sobre la Falange, deca tambin: Como uno delos rasgos caractersticos del espaol es superfecto desinters por entender al prjimonada puede parecerse menos al sentidodramtico de la Falange que lasinterpretaciones florecidas a su alrededor en

mentes de amigos y enemigos.

BASES PARA UNA LUCHA

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Quines tienen una visin clara y

generosa de lo que es realmente la Falange?.Contra nosotros se han dicho muchas cosas,con buena y mala intencin, y quiz seamos engran parte merecedores de ello,correspondiendo bastante de la culpa a losdirigentes de estos aos, desde 1936, porque,en muchas ocasiones, no acertaron a mantener

el rumbo, no han sabido o no han querido.

Deca Jos Antonio: Fruto de estainquietud de unos cuantos naci la Falange.Dudo que ningn movimiento poltico hayavenido al mundo con un proceso interno de msausteridad, con una elaboracin ms severa ycon ms autntico sacrificio por parte de susfundadores, para los cuales pocas cosasresultan ms amargas que tener que gritar enpblico y sufrir el rubor de las exhibiciones.

Cuntas lecciones para todos hay enestas palabras de nuestro Jefe Nacional!. Eldaba siempre ejemplo de rigor intelectual, de

austeridad, de espritu de sacrificio. Sloponiendo en juego esas virtudes es posibleserle fiel, y, con l, a los millares de hombresque han servido y han muerto por la banderaque l representaba.

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Verdad que el mensaje de Jos Antonio

est vivo?. Verdad que al escuchar suspalabras, las que con toda modestia y respetome he permitido alinear en estos minutos decharla, sentais escalofros de emocin?. PorqueJos Antonio s dijo cosas, s nos dijo claramentelo que haba que hacer. En su mensajeidentificamos la pureza de nuestra doctrina y

de nuestro programa. Verdad que eso s es laFalange?. Verdad que esas ideas si soncapaces de volver a entusiasmar a la nuevajuventud espaola, a los campesinos, a lostrabajadores, a nuestro pueblo sencillo, queest cansado de tanta palabrera sin contenido,de tanto paternalismo, de tantos mensajes

vaticanos a la bondad de los hombres, y desea,simplemente, encontrar un sistema por el quepueda recobrar el puesto que en la tierra leconcediera a los hombres nada menos queDios?.

No s cuantas posibilidades inmediatastendremos ya, como dije anteriormente, de

realizar estas ideas olvidadas, pero s creo queen ellas est la solucin y, por lo menos,debemos transformarnos en sus apstoles, ensus patrocinadores infatigables, para ver sillegamos a las conciencias de todos y, conespritu de sacrificio, logramos despertar

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nuevamente la fe y el entusiasmo de los

hombres de Espaa en nuestra generacin.

Slo se alcanza dignidad humanacuando se sirve, deca Jos Antonio. Y en otraocasin aadi: Cuando se ha aprendido asufrir se sabe servir. En el nimo de servicioest el secreto de nuestro triunfo. Si sabemos

actuar as, con pasin y generosidad, loscaminos no se nos cerrarn nunca y nuestrasbanderas permanecern en alto.

Habr quienes seguirn diciendo que todoel esquema de ideas anteriormente expuestono basta. Es verdad, pero ah est el norte ycon l a la vista resulta difcil perder el rumbo.

En la vida, lo ms importante no es saber pordnde hay que ir, sino adnde hay que ir.Despus, los que tengan que resolver losproblemas tcnicos del mejor camino, tendrnque enfrentarse con ellos y proponer lassoluciones tcnicas ms satisfactorias.

Camaradas, el mensaje de Jos AntonioPrimo de Rivera llega hasta nosotros, en 1962,como si estuviramos en 1936. Los que nopudimos verle en el cine Madrid, con los puoscrispados, sobre el teln de fondo de losmuertos gloriosos de la Falange, cerramos losojos y le escuchamos. Sus palabras vibran en

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nuestros odos y remueven el corazn. Jos

Antonio, para remordimiento y sobresalto demuchos, no ha muerto, est con nosotros ycontina con sus flechas y su voluntad demando, nos sigue guiando y descubriendo a losque quieren meternos el contrabando de lavieja poltica. Quin ha dicho que nos faltanjefes?. Jos Antonio lleva ms de veinte aos

ganando batallas. Muchos de nosotros noshemos hecho falangistas por l, y slo por l; lalectura de sus discursos y de sus artculos nosdescubri un mundo distinto, nuevasposibilidades para la accin y la realizacinpoltica. Han sido muchos los que, colocndoseentre l y sus gentes, han intentado darnos sus

propias y particulares ideas, sin estar en lalnea de pensamiento y de conducta del JefeNacional. Pero pronto los hemos descubierto.No es verdad?.

Ahora, los falangistas estamos dispersos.Como deca un viejo camarada: Hayfalangistas, ms no tenemos Falange. Pero no

todos los que visten la camisa azul sonfalangistas; no basta llamarse falangista paraserlo, ni bastan los mritos personales en elservicio. Hay muchos que estn cuajados devictorias para la Falange y, sin embargo, nosaben an lo que es la Falange. Toda esta

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cizaa hay que cortarla, si queremos que grane

el trigo limpio o, por lo menos, identificarla yapartarla para que no siga haciendo mal.

Pero cmo identificar a los autnticosfalangistas?. No es tan difcil. Basta escuchar aJos Antonio. Estas frases suyas son toda unadefinicin.

1. La vida no vale la pena si no es paraquemarla en el servicio de una empresagrande.

2. Nosotros renunciaremos, nosotros nossacrificaremos y de nosotros ser eltriunfo.

3. El estilo preferir lo directo, ardiente ycombativo.

4. Si nos plegsemos al gusto zafio y tristede lo que nos rodea, seramos iguales alos dems.

5. Sea cada uno de vosotros un aguijncontra la somnolencia de lo que oscircunda. Espaa nos tiene que serincmoda. Nosotros la amamos convoluntad de perfeccin.

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6. No os invitamos a cantar a corofanfarronadas. Os llamamos a la laborasctica de encontrar..

7. Esta generacin, depurada por el peligroy el desengao, puede buscar en suspropias reservas espirituales acervos deabnegada austeridad. Cuando se ha

aprendido a sufrir se sabe servir. En elnimo de servicio est el secreto denuestro triunfo. Queremos ganar aEspaa para servirla.

8. Slo la fe remueve montaas, y la fe, enun gran destino espaol, es el patrimonio

de ese movimiento que nos convoca asus filas. La revolucin es la tarea de unaresuelta minora, inasequible aldesaliento.

9. Nosotros no aspiramos a nada. Noaspiramos si no es, acaso, a ser los

primeros en el peligro. Nosotros nosomos revolucionarios como esos queempiezan a ser revolucionarios paraacabar encaramndose sobre suscompaeros de revolucin y pasear eltriunfo final en automviles oficiales.

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10. Hay que considerar la vida como

milicia, disciplina y peligro, abnegacin yrenuncia a toda vanidad, a la envidia, a lapereza, a la maledicencia. Hay queensear a creer en Dios, en la Patria y enla obra de salvar a Espaa, mediante unaalegre vida de trabajo y de milicia.Porque nuestros hombres han de ser

mitad monjes y mitad soldados.

Quiz resulte difcil para muchos denosotros llenar plenamente este ideal, pero loimportante es creer en l. Si no se cree en l, sino se cre, al menos, que eso es lo que se debeser, no se es falangista; si no se hace unmnimo esfuerzo para alcanzar esas metaspersonales, no puede nadie considerarsefalangista, militante falangista, ni nadie puedeser considerado como tal por los dems. Elhombre es el sistema. Los movimientospolticos, viejos preferan a los ms hbiles, alos ms cucos a los que tenan mayor capacidadpara la maniobra y el engao, porque lo

importante era triunfar de cualquier forma. Asse desprestigi la poltica y sus hombres.Nosotros, los falangistas, aportamos a la vidapoltica espaola algo nuevo, distinto, que estambin, quiz, lo ms importante que trae laFalange: un estilo nuevo de entender y de

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hacer la poltica. Por ello, no podemos ofrecer

puestos de servicio militante y mucho menos demando, a quienes no hacen honor a nuestroestilo. Porque la Falange no es slo una formade pensar, sino un modo de ser, un modo devivir lo que se cree. Queremos hombreshonrados, que construyan sus vidas condignidad, a quienes pueda mirarse porque sus

caras estn limpias y sus ojos sigan siendoclaros.

Camaradas, nuestro Sindicalismo esta porconstruir, es slo una posibilidad en nuestrasmanos y tenemos que defenderlo con uas ydientes. En ello nos va la vida. Como ya le fuehace aos, en aquel lejano 1935, a Jos GarcaVara, el primer cado de nuestros Sindicatos, ydel que tan pocos se acuerdan ya. En aqullatriste fecha heroica, como si fuera hoy, JosAntonio Primo de Rivera dijo: Yo os pido queles demostris con vuestra conducta cmosabemos sufrirlo todo, recogiendo de entre lasangre de nuestros hermanos su animoso

espritu, para seguir imperturbables nuestraruta.

Esas palabras son toda una leccin. Ya noes hora de hablar. Hay que dar descanso a laretrica. Los duros combates, los violentos

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agostos de estos aos han servido para eliminar

a los flojos y a los cobardes. Ahora es elmomento de recoger otra vez la cada banderade los camaradas muertos, la que abrazancontra su pecho en sombra, para que la fetenaz de unos hombres sin descanso la hagaondear, algn da, con la risa juvenil de laprimavera, esa primavera que alguna vez,

quiz, llegamos a creer perdida para siempre.

Por el Pan, la Justicia y la Libertad.

Arriba espaoles!

Arriba Espaa!

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ANTOLOGIA DE COMENTARIOSRECIBIDOS

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Cortes EspaolasProcurador en Cortes

Madrid, 22 de Noviembre de 1962

Ante todo muchas gracias por tu atencinal enviarme el texto de la conferencia que haspronunciado en el Circulo Jos Antonio sobre:Sindicalismo Falangista.

Estoy de acuerdo contigo sobre la

verdadera concepcin joseantoniana delsindicalismo; en lo que ya no lo estoy tanto esen que los que hemos tenido la responsabilidadde la Falange en los ltimos tiempos, nohayamos comprendido esa concepcin. Nuestrafalta, si ha existido, consistira en no haberconseguido implantarla. Pero Era posibledadas las circunstancias?; No era mejor irconvirtiendo en realidad una parte de esepensamiento que renunciar a ella por no lograrel todo?.

Pestaa, segn recuerdo, no lleg aformalizar su ingreso en Falange; celebr varias

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conversaciones con Jos Antonio y Julio Ruz de

Alda y estaba resuelto a su incorporacin

Aprovecho esta ocasin para saludarte, tuamigo y camarada que te enva un abrazo,

Raimundo Fernndez-Cuesta

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Jess Suevos

Madrid, 7 de Diciembre de 1962.

Desde hace casi un mes tengo en mi

poder el texto de tu conferencia en el CrculoCultural Jos Antonio, Sindicalismo Falangista,que has tenido la amabilidad de enviarme. Nopude asistir, personalmente, a tu conferencia, ycreme que lo sent, pues nada me interesatanto como seguir el pensamiento de lasnuevas promociones falangistas. Perdnameque no te haya contestado antes, pero es queentre viajes, gripes y trabajos urgentes, me hepasado el tiempo con tu conferencia sobre mimesa de trabajo sin poder echarle el ojoencima. Hoy, al fin, lo he hecho y te aseguroque pas un buen rato.

Desgraciadamente no soy un especialista

en cuestiones sociales y sindicales, pero stengo grabadas en mi conciencia las lneasfundamentales de lo que Jos Antonio sepropona en tan crtico terreno. Sinceramente tedigo que tu conferencia me parece excelente:sistematizadora, orientadora y clara. Es posible

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que muchos falangistas domesticados

prefieran cerrar los ojos a la realidad ycontentarse con lo que de nuestra ideologaconseguimos insertar en las constelacionescapitalistas que en realidad dominan la vidanacional. Pero las nuevas promociones nopodis, en modo alguno, contentaros con eso.Probablemente en el nimo de Franco est el

hacer al mismo tiempo la revolucineconmica, que hizo el capitalismo en otrasparte, en el siglo XIX y la revolucin social que,sobre las base de la economa capitalista, seest haciendo en el siglo XX. Es probable, peroes peligroso. Porque puede quedar prisionerodefinitivamente de la reaccin capitalista que,

por otra parte domina descaradamente eso quese suele llamar mundo libre.

Nuestro sindicalismo, aunque sea elfantasmagrico que vivimos y al que t acusas,est sufriendo ahora el embate de lostecncratas neocapitalistas indgenas enconexin y contubernio con los forneos.

Porque mientras el sindicalismo espaolpermanezca en el rea falangista siempre hayel peligro de que caiga en unas manos y unasmentes revolucionarias que perturben laoperacin la Espaa de los negocios en la

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Europa de los negocios. Pero hablando de

estas cosas no acabaramos nunca.

Mi enhorabuena, pues. Ningn consejopuedo darte; ninguna sugestin se me ocurre.Guardo tu conferencia que, sin duda, me sertil en algn momento y que consultar conmucho gusto. Y a ver cuando nos vemos y

charlamos un poco.Esa es una de nuestras mayores

necesidades: la comunicacin para que puedahaber una autntica comunin.

Un fuerte abrazo de tu camarada y amigo

Jess Suevos

Rodolfo Argamentera y GarcaCatedrtico

Tcnico Comercial del Estado

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Agente de Cambio y Bolsa.

Madrid, 17 de Noviembre de 1.962

Acabo de recibir tu cariosa cartaadjuntndome el texto de tu conferenciapronunciada con ocasin de la inauguracin delcurso en el Crculo Doctrinal Jos Antonio.

Te agradezco ante todo el que me citasesen el curso de la misma y puedes tener laseguridad de que tu deseo de que te hagaalgn comentario a la misma lo tendrs aunqueen general estoy de acuerdo con todo lo que enla misma indicas con gran abundancia de citasde nuestro Fundador.

Tan pronto tenga unos momentosdisponibles te corresponder a tu peticin consumo gusto. En estos momentos estoyautnticamente desbordado de trabajo, entreclases, Ministerio de Comercio, Publicacionesetc.

Con el afecto de siempre recibe el afectode tu incondicional.

Instituto de Estudios PolticosDirector

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Acuso recibo de tu conferencia sobre elSindicalismo Falangista, que me pongo aestudiar con el mayor inters.

Espero en plazo breve poder formular las

observaciones que se me ocurran, aunquecomo la o pronunciar, me sent esencialmenteidentificado con tu tesis.

Sin otro particular de momento, recibe unabrazo muy cordial de tu buen amigo que sabeste aprecia,

Jess Fueyo.

Cortes EspaolasProcurador en Cortes

Diego Salas Pombo.


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Me es muy grato acusar recibo a tuafectuosa carta de estos das, a la que no hepodido contestar antes, por motivo de haberrealizado unos desplazamientos de carcterprofesional y el consiguiente cmulo de cosaspendientes que en estos viajes me han

ocasionado. Por ello, no he podido leer el textode la conferencia que pronunciaste en el CrculoJos Antonio, y que gustosamente leer condetenimiento.

Aprovecho la oportunidad para enviarteun afectuoso saludo de tu buen amigo ycamarada:

Diego Salas Pombo.

Jose Molina PlataSubdirector Generalde Prensa


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Ha llegado a mis manos el texto de tuconferencia sobre Sindicalismo Falangista en elCirculo Jos Antonio.

Te digo con alegra, que estoyabsolutamente de acuerdo contigo.

Un abrazo,

Molina Plata.

Salvador Gay MartnezIngeniero Naval.

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Muy agradecido por el texto de tu

Conferencia que le, puedes creer, converdadero inters. El mismo que siempre tuvepor los temas polticos y con la apasionadaafinidad que los temas falangistas siguensugiriendo en m. Todo ello a pesar de lasensacin de destierro que residir en Cdiz meproduce.

Repito las gracias por recordar miexistencia y ahora un favor, querras dar midireccin a la Asociacin de Antiguos miembrosdel FF.JJ., para que me sigan considerando unode ellos y de vez en cuando me envenmuestras de su actividad.

Un cordial saludo,

Salvador Gay.

Dr. Narciso Perales y HerreroMedicina Interna

Madrid 23 de Noviembre de 1962

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Te felicito de verdad. Tu conferenciaesplndida. Lo nico que no me agrada es loque dices de tantos mensajes vaticanos a labondad de los hombres. Lo dems y muyespecialmente la descripcin de los sindicatosfalangistas es un acierto rotundo. Hay que

hablar mucho para que nos oigan los sordos.Los sordos de verdad y los que no quieren or.Aunque todo sea intil, justamente por la faltade bondad de los hombres. En mi prlogo aOccidente en Peligro deca mucho de esto.Lo has ledo?. Querra conocer tu opinin,sobre todo en relacin con la crtica delcapitalismo, la descripcin de la luchacapitalismo, comunismo y el planteamiento delas soluciones.

Yo estoy viejo con 48 aos pero siinicias la batalla, como debes, cuenta conmigo.Hay mucho que hacer. Aunque pienso quedesgraciadamente los nicos que podran hacer

algo seran los que no necesitaran trabajar parasostener a sus familias y estos claro que no loharn. Este, creo yo que es el verdaderofatalismo de la historia.

Un abrazo,

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Dr. Francisco Villena VillalainAbogado.

Madrid, 17 de Noviembre de 1962.

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Recibo tu carta en la que me adjuntas eltexto de la conferencia que pronunciaste en elCrculo doctrinal Jos Antonio.

La he ledo despacio y te felicito por loque ella supone de lealtad e inquietud por unasideas que entre unos y otros las han dejado

como dej D. Juan a Da Ana. Hablas en tuconferencia sobre que hay que cortar la cizaa(en el fondo ambicin sin escrpulos,resentimiento y envidia, mucha envidia) perono crees t que todo eso hace ya tiempo querebas la lnea de seguridad de la Falange?. Loque no comparto es tu punto de vista sobre que

hay que dar descanso a la retrica. Escurioso, desde pocos das despus del 18 deJulio hasta que la Falange fue desplazada deeso hace ya muchos aos del primer plano dela poltica espaola, la Falange ha venidoviviendo en precario, precisamente a base deretrica, claro es que esgrimida por aquellos,

muchos que no tenan otra idea de la Falangeque haber sido est el medio por el que habanconseguido unos ms o menos, ticos o noticos, fines de vida, pero cuando otros gruposhan pretendido ahora liquidar lo poqusimo quela Falange pudo incorporar a un Estado, es

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precisamente esa Falange la que evidencia una

absoluta falta, ya no slo a la dialctica, sinoincluso de retrica. Da pena leer los pobresargumentos de los rganos de opinin de esaesmirriada Falange para defenderse de lascrticas de ciertos santones del catolicismoespaol, contra lo poco que la Falange pudoconseguir dentro de la estructura del

Sindicalismo, santones por cierto que lo nicoque han hecho y hacen es explotar la libertadde accin que les permite un Estado de fuerza,pero que no aguantaran un segundo derevolucin, de esa Revolucin que de tiempo entiempo estalla en nuestro pas.

Admiro pues tu honradez poltica, tubuena fe. Pero t no crees que desde el 18 dejulio en Espaa hemos dejado muchas cosas decuerpo presente, tales como la Ley, ahora laFalange, que es hora ya de enterrarlas?, porquemal est que en estos das de 1962 se exploteseres vivos, pero mucho peor es explotarcadveres sin enterrar.

Pero desgraciadamente en Espaa elcinismo ha tomado carta de naturaleza, ahorapor ejemplo, sin ir ms lejos, dan nauseas leerlos comentarios de la Espaa oficial sobre elproceso de Lieja, pero esos comentarios ellos

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mismos se denuncian la podredumbre moral de

su mentores. No matars! Parece como si laLey de Dios no tuviera ms que unMandamiento, quiz porque los que tal dicen ycomentan estn incursos en los otros nueve.Cuando el proceso de Lieja es una consecuencianatural del fenmeno social de nuestra poca, yms concretamente de una sociedad que se

debate en su corrupcin, prueba de ello elpropio Concilio, la propia reaccin de Kennedyante la cuestin cubana, cuando no es ni ms nimenos, que los estertores de esa sociedad quepresiente su fin prximo ante el peso arrolladorde una estructura econmico-social, que comoel comunismo, cuando menos de momento,

pretende y lo est consiguiendo hacer lafelicidad del hombre sin espiritualidad. Hay unasecuencia de la cinematografa de estos ltimosaos que se ha venido repitiendo y que a mifrancamente me ha impresionado. El guin viveen primer plano un problema humano, susprotagonistas se debaten y luchan ante los

imprevistos de la realidad. Estn sucumbiendoante una evidente impotencia. Por qusucumben?. La explicacin est o nos la explicael guionista y el director de la pelcula por unfondo musical, un movimiento de masa, unritmo en una palabra cada vez ms prximo yms intenso que termina dominando la

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secuencia y aplastando el pequeo problema

humano que poco a poco pasa a segundo ytercer plano para terminar desapareciendo. SiDios no lo remedia y a Dios el Occidente llevaya muchos siglos y aos pidindole milagros nuestra civilizacin occidental terminarsucumbiendo como sucumbieron tantas ytantas civilizaciones.

Volviendo al crimen de Lieja, losprocesados del crimen, efectivamente, fueronabsueltos. Pero por quien?. Ms an que por elJurado por una Ley no escrita hecha por laSociedad actual, por esa sociedad que no es lade la crtica ni la de los comentaristas, por unasociedad que es ese lechero del jurado, esedependiente, ese empleado de Banco, que nopuede hacer en el caso del proceso de Lieja unaexcepcin en un medio de vida que da a da leviene siendo impuesto, de falta de caridad,solidaridad, desprendimiento, y en una palabra,falta de amor. Ya que t has recogido en tuconferencia el pensamiento de Jos Antonio,

debo recordarte a este propsito que el mejorpensamiento de la Doctrina de Jos Antonio esaqul en el que se expresa en los siguientestrminos: Quiero que un espritu de amor unaa los hombres, sin el de la convivencia es unarida manera de soportarse. Los hombres del

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jurado de Lieja, da a da minuto a minuto, al

igual que el resto de los hombres de nuestrasociedad, nos han hecho ms que soportarse,Es que podemos exigirles amor y caridadcuando estas son unas virtudes que nuestrasociedad occidental las ha olvidado hacemuchsimo tiempo?. Para terminar me pidesinformacin sobre la etapa entre el 18 de Julio

de 1936 y el 1 de Abril del ao siguiente. Sincaer en falsa modestia creo que esa etapa laconozco mejor que nadie, porque de ella fui enmuchos momentos protagonista, miexperiencia, mis conocimientos y los datos quede ella tengo los tienes a tu disposicin. Tienespues esos quince minutos que me pides y los

que quieras, solo falta que me indiques cuandoy donde.

Ni que decir tiene que te devuelvo tufuerte y cordial abrazo,

Francisco Villena.

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Casa Profesa de laCompaa de JessJos Mara de Llanos, S.J.

21 de Noviembre de 1962.

Cre que ya no recordabas nada denuestro ayer ms o menos interesante. Tu cartay tu conferencia me convencieron de locontrario. Y record yo tambin. Cosa que no

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hago de ordinario. No creo absolutamente nada

en eso del cualquier tiempo pasado.. Y bien:te le, te encontr bastante idntico a aquelextrao amigo. Y quiero responder a tuconfianza con la ma. Ms an, te agradezcoque me hayas hecho pensar en problemas quetena hace mucho tiempo almacenados en elsubconsciente. Permteme pues que a tu

conferencia responda con una carta en elterreno de la intimidad. As se puede hablar.

Y en primer trmino. Precisamente poreso, por eso y por otras causas, me retir deMadrid y de tantas amistades y colaboracionesde antao, por eso, porque empec a dudar detodo y a asquearme de mucho. Y como unsacerdote no puede ni debe tomar actitudesduras, no haba apenas opcin. El retiro seimpona como un imperativo. Lo llevocumpliendo hace siete aos.

Es decir, en el panorama desconcertante,ese punto que tocas con valor me dola y me

duele como sacerdote y como publicista. En unasociedad super-capitalista con unaestructuracin de las empresas integra yescandalosamente capitalista, unos sindicatosverticales no vienen a ser ms que una bromapesada que se est gastando a los hombres de

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nuestro pueblo. Item ms: si los tales

sindicatos, sobrepuestos a la sociedadcapitalista estn coronados por encimaestatalmente, entonces la broma deja de sertolerable y no resta ms feliz resultado que elorden pblico. El orden de la injusticia que es elms tranquilo y el ms indigno de todos losdesrdenes.

Estamos conformes, como lo estoycontigo plenamente, despus cuando trazas confrases sueltas de Jos Antonio un horizontesindicalista. Ms an, te encuentro en estepunto encantadoramente prudente y discreto.Conforme y desde hace mucho tiempo en ladistincin entre capital y propiedad que porcierto no aprend de ningn texto de JosAntonio - . Todo esfuerzo que venga a restarpodero del capital reducindole a lo que es ens, un instrumento econmico, todo es poco ytodo ser cristiano. Por aqu radica un puntoneurlgico de todo el lo.

Conformes en ese convento del capital,conformes en que hoy por hoy habra queseguir aguantndolo en la empresa nueva queensoas, pero siempre que los poseedores delcapital no viviesen a costa de los que lo hacenproductivo y que los intereses que todava

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concedis a ese capital, se redujesen a

garantizar su existencia y mantenimiento,apenas ms.

Pero yo aadira, amigo Ceferino, que conel tiempo habra que aspirar t dices que loimportante es saber a dnde se va, msimportante que saber por dnde se va a que

ese capital volviese a identificarse en la nuevaestructura con la propiedad de todos losmiembros de la empresa que deberan llegar aser no solo propietarios de la misma desde sucomienzo, sino dueos del instrumento capitalnecesario para producir. No s si esto es lo quese entiende por autofinanciacin, pero no meimporta. Lo que importa es ir dotando a lospropietarios miembros de la futura empresa detodos los resortes necesarios para queproduzcan libre y desahogadamente.

Y entonces por supuesto tus sanas y parami nicas soluciones sindicalistas. Sindicatoslibres formados por todos los hombres que

producen en el puesto que sean y constituidospor todas las empresas de similar sentido,sindicatos no estatales pero en sus alturascontrolados por el Estado cuando se trate dearmonizar toda la economa nacional. El bien decada sindicato es bien que no compete al

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Estado el cual tan solo comienza a tener sus

derechos cuando surge el bien comn de lasociedad.

Hasta aqu pues bastante conformecontigo y con ese puado de disconformes queno se contentan con ser anticomunistas -conoces un denominatico ms feo?, pero

posiblemente hasta aqu nada ms. Porquedesde aqu comienzan para Ceferino Maestuesas razones del corazn que ya no comparto. Yaunque se trata de asuntos meramentepolticos, vuelve a permitirme en recuerdo de laantigua amistad, que tambin tercie en el temalgido de tu discurso.

No, amigo Maeztu, con todo el dolor quepodis sentir los inasequibles, creo que vuestrabandera est ms que arriada en el curso deuna historia que no nos es ni lcito ni posibleviolentar. Te confieso que visto desde aquvuestro ideal va sobrado de algo no solotrasnochado sino peligroso y a lo que hay que

acusar como verdadero opio del pueblo. Merefiero a vuestro nacionalismo o como querisllamar, a esa excesiva valoracin de la patriacon perjuicio de algo muy superior que es elhombre. El hombre, esta gran vctima del mito-patria, el mito que ha costado ms vctimas a la

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humanidad, que ha devorado ms sangre del

pueblo, que ha robado el mismo Dios las msapasionadas adoraciones. No, no te preocupesno soy, no puedo ser aptrida, pero si creo queha llegado la hora de acusar a diversospatriotismos que van desde el de derechastozudo y romo hasta el vuestro ms filosfico ypotico fijaos como a la hora del clarinazo

agudo, vosotros peleasteis por lo mismo al ladode los patrioteros derechistas ha llegado lahora de acusar a este culto de haberdesangrado a la humanidad engaando,encandilando a las masas alocadamente. Nosoy aptrida, creo que la patria es una realidaddel orden temporal como lo es la ciudad, la

regin, el barrio, es cuestin de un nivelsuperior, de un reconocimiento sereno, de unservicio sincero, pero no de un cultoapasionado. Por ello rechazo vuestrosindicalismo, porque le anteponis algo que nopinta a la hora de estructurar la economa deun pas.

Ms an: contra lo vuestro acuso en lamisma direccin, ese afn por hacer literatura yhasta poesa con buena intencin sin duda,como los grandes nios de nuestro tiempo.Citas en tu discurso frases de Jos Antonio enlas que se mete con las frases de los polticos

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contemporneos. Y las suyas?, es que por ser

indiscutiblemente ms bellas y ms sincerasque las de aquellos, dejan por eso de serfrases?.Y t mismo, mi querido Ceferino lashaces a continuacin dejndote arrebatar trasel bello verbo de Jos Antonio?. No una vezms, tambin por aqu se fue encendiendo enlas almas de los pequeos, de los indotados, de

los sumisos, el peligroso fuego que encenditanta plvora. Ah! la literatura toda, la de malcorte y la de bello decir, cuantos crmenes secometieron en tu hechizo!.

Pero si de ambos pies coje vuestro ideal,pies de movimiento joven y arrebatado, lo dehoy ya es ms grave. Tu dices que a pesar detanta traicin, lo vuestro permanece intacto yque hay que volver a airearlo a la cara delpueblo aburrido. Pues creo sinceramente queno, y lo creo por que el movimiento que no fuecapaz de mantenerse suficientemente fiel a simismo y se dej traicionar y descartar y no tuvovitalidad para defender sus esencias, dejndose

disfrazar como un pobre payaso y permitiendoque toda su noble ideologa quedase maculaday envilecida en una sociedad supercapitalistaque gustaba y pagaba para que siguiese elcirco de vuestras juventudes y de vuestrosdiscursos y de vuestros smbolos, el

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movimiento que a travs de 25 aos aguant

en un rasgo de lealtad tanta vileza, o fue unmrtir y en poltica no creo en los mrtires ose desacredit para siempre por impotencia.Aunque surjan voces tan limpias como la tuyadiciendo que se puede coger del barro lo quetantos pisaron. Amigo Ceferino, bien sabes quetambin la poltica puede ser violada y que la

virginidad no se recupera.

Pas vuestra hora, como un episodio msde la historia de este pas extrao que hay quesaber amar encuadrado en la humanidad anchay constituido ante todo por hombres de carne yhueso que tienen hambre y sed de justiciadesde hace siglos, a los que se ha engaado demodos diversos y a los que se les ha robadohasta su esperanza en un Dios Padre de loscielos. En nombre de todos estos pequeos, ensu nombre es en el que hablo, harto de tantabandera y bandera y esperando algo nuevoque no puede ser ms que la realizacin sinceradel programa de Jess, que no vino a hacer

poltica en la tierra, pero seguramente si aarrojar a los mercaderes de templos, cuartelesy congresos.

Perdname, me he sobrepasado, tambinhe hecho mis frasecitas, contaminado de tanta

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literatura nacional. Ah! y para terminar mi

protesta de algo que me doli por injusto. Dicesen tu conferencia que el pueblo sencillo estestragado entre otras cosas de tantosmensajes vaticanos a la bondad de loshombres. No amigo Maeztu, no soy, bien losabes, lo que por ah se dice un vaticanista,deseo ms ardientemente que nadie muchas y

muy serias transformaciones en las estructuraseclesisticas, pero el mundo de los pequeosno est estragado de los mensajes papales porla sencilla razn de QUE NO LOS OYE, de queno le dejis que los oiga. Qu hijo de estepueblo sabe una sola palabra de lo que el Papadice hoy da a los hombres?.

Y se acab. Aqu me tienes a tudisposicin. No salgo, no hablo con nadie, melimit a escribir ms que por vocacin, por traerunas pesetas a estos pequeos sobre los cualeshago paternalismo porque entre todos no medejis hacer otra cosa. Y bien que me duele yme avergenza. Todas las noches le pido

perdn a Dios. Y frecuentemente se lo pidotambin a ellos.

Repito: estoy a tu disposicin, no paradiscutir. Nos conocemos. Tampoco para pasarel rato. Ya no lo necesito. Pienso en la

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eternidad y me cansa jugar a los ratos de los

hombres. S para darte un abrazo y decirte queen la amistad que no necesita de cartas comoesta, en esa si sigo creyendo. Y a tu mujer y atus hijos mi saludo. Tuyo:

Jos Mara de Llanos.

rojos y falangistas

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