ROBERT OWEN

BIOGRAFÍA

Nacido en Montgomeyshire, País de Gales, en 1771, pertenecía a una familia humilde. Estudó hasta los 10 años, momento en el que empezó a trabajar en una imprenta. Vivióp de primera mano la Revolución Industrial, y se asqueó del sistema capitalista imperante en el Reino Unido en aquella época. Esto le llevó a formar la Harmony Society, para años más tarde comprar New Harmony, en el estado americano de Indiana, donde llevó a cabo sus experimento sociales. Fracasaron, por supuesto, debido a la participación en el experimento de una serie de individuos que no participaban de sus ideas sociales, pero si de los beneficios de New Harmony.

INFLUENCIAS

Algunos de los autores que han influenciado el pensamiento de Owen son Rosseau, con sus ideas de los premios y castigos naturales, Godwin, de quién obtuvo las ideas de que el hombre no es otra cosa sino el resultado del medio en el que se ha criado, a nivel intelectual y moral, que puede remediarse, si fuere malo, con educación y con una formación adecuada.

De David Williams, otro seguidor de Rosseau, adoptó sus ideas educativas, establecidas en la escuela de Chelsea. Por último, Pestalozzi fue uno de los pilares básicos en las influencias de Owen, por sus teorías sobre la educación en las escuelas.

IDEAS PEDAGÓGICAS

Dentro del amplio marco teórico que llegó a desarrollar Owen, se incluyen ideas tan notables como la de que el medio que rodea al individuo no es un factor determinante del mismo, así como un equilibrio entre la educación como tal y la formación como medio para alcanzar una profesionalidad. Owen contempla la educación como un derecho inherente al ser humano en general y al niño en particular, y, como empresario, sus ideales éticos y morales le impidieron emplear a niños menores de diez años en sus factorías y fábricas, del mismo modo que redujo el horario laboral de los alumnos más mayores para que éstos pudieran asistir a clases por las noches (iniciativa creada por el mismo y en la que participó activamente)

APORTES A LA DIDÁCTICA

Owen revolucionó las teorías pedagógicas imperantes en el siglo XIX proponiendo clases cuya duración no sobrepasase los 45 minutos, inculcar valores de limpieza e higiene en las aulas, el respeto mutuo y la afectividad, así como un cuerpo docente que simpatizase con los niños, y a los que querer y cuidar debía ser un atributo innegociable. Fomentó actividades como la gimnasia y el canto en actividades como la memorización de los números. Otorga un gran valor a la apreciación de la naturaleza y la danza.

Algunos de sus otro principios más interesantes incluían la desapareción de un guión preestablecido para dar las clases, ya que propugnaba por un sistema educativo en el que la enseñanza fluese y los alumnos decidieran democráticamente qué les interesaba más aprender, dejándose llevar por la intuición.