rizoma
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Compilado de cuentos, ensayos y poesías. Editado en 2011.TRANSCRIPT
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Escrito, editado e impreso en la tierra en 2011.
En cuanto a la recreacin, reproduccin y/o destruccin de esta obra, lo dejo en sus manos. Otros escritos en https://sites.google.com/site/despertandom/creaturas.
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Gracias a los conceptos que me susurran, gracias a la libertad que me hace posible
encarnarlos como dios manda.
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A los locos, a los suicidas,
a los desvergonzados,
a los insumisos,
a los rebeldes de causas nobles,
a los resistentes,
a los subnormales,
a los anormales
a los de los mrgenes,
a los desbordados,
a los descosidos,
a los sensibles,
a todo espritu libre,
nos entregamos
en un abrazo fraterno.
las palabras
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EL PODER
El presidente subi al escenario como siempre lo haca. Su secretario le acerc el primer discurso que dara comienzo formal a su nuevo cargo
poltico. Cuando lo recibi, senta como si ya lo supiese, no obstante no
dud en leerlo, no quera cometer errores en su primer discurso como
presidente del pueblo.
Al terminar de leer, comenzaron los aplausos. De algn modo le
sonaban, como si los hubiese escuchado ya alguna otra vez, igualmente
dej que lo envolvieran, los senta como un abrazo, quizs un poco falto
de calidez s, pero no dejaba de ser un abrazo que lo reconoca como su
dirigente. Hubiese querido que ese momento, entronado como los
grandes reyes en la historia de las grandes civilizaciones, durara la
eternidad misma, que los aplausos que sonaban y resonaban en aquel
saln no terminaran jams, sin embargo l saba que, llegada una hora,
la grandeza tambin deba conocer su ocaso, y l se vera obligado a
entregar el poder.
Vencidos sus brazos, Juana seal la pgina donde qued, y cerr
Vigilar y castigar. Se ceb un mate ms y fue a darle un ltimo vistazo
a la maqueta con la que se recibira de ingeniera civil la maana
siguiente. En ella destacan montoncitos de papeles erguidos, la mayora
pegados sobre el piso y otros los menos- sobre una superficie ms elevada que simulaba un plpito, todo hecho a base de cartn y papel.
Juana se sonro y se fue a la pieza. Me hubiera gustado dedicarme a la
poltica -se dijo-, y apag la luz.
LA FLOR
Ya entrada la medianoche Horacio se encontraba lleno de pre-ocupaciones. Le haba quedado pendiente cambiar el pantaln que le
haba regalado su suegra, que era como tres talles menos que el que l
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usaba; hasta lea una intencin perversa en la vieja porque senta que lo
haba hecho adrede para exponerlo crudamente a su gordura que lo tena
angustiado ya haca unos meses. Tampoco haba podido terminar las
planillas que, junto a su compaero de oficina Armando, deban
presentarle a su jefe antes de que terminase el mes. Horacio
verdaderamente esa noche se haba derrumbado en la cama, agotado.
Sin embargo al otro da se haba despertado con mucha energa. Se
preguntaba por qu, lo nico que recordaba era un pedazo de un sueo
que haba tenido durante la noche: una flor abierta. Yendo ms lejos, si
no recordaba mal era una flor de loto, de aquellas que el buen sentido
dice que viven y florecen incluso rodeadas de putrefaccin. Qu tena
que ver una flor con l? Es decir, Horacio era consciente que estaba
rodeado de mierda, mierda en su trabajo, en su casa, en su interior
mismo, y esta mierda omnipresente que l senta quizs guardaba
conexin con aquel entorno putrefacto del loto, pero para Horacio
ahondar ms en esto era ya especular demasiado. Lo que le resultaba
cierto era el recuerdo de aquella flor abriendo, y su estado actual pleno
de energa, as que simplemente crey oportuno limitarse a sacar
provecho de su nimo.
Atravesando la noche, Horacio volva a estar des-bordado de pre-
ocupaciones. No haba podido cambiar el regalo, no haba terminado las
planillas que tenan que entregar con Armando, y no slo eso, sino que
haba perdido los diez pesos que guardaba en el bolsillo de su camisa
para comprar puchos, se haba puteado con un conductor porque le
haba salpicado con agua podrida el pantaln y los zapatos de laburo.
Senta como nuseas, como cuando coma de ms, hasta pens por un
momento en provocarse un vomito, quizs le aliviara de tantos eventos
que le haban quedado pendientes Pero no se anim.
Finalmente, no encontr mejor opcin que recostarse. Se senta
hastiado, no quera saber ms nada. Otra noche ms, al cerrar sus
prpados algunos ptalos quedaron sobre su almohada; y otra noche
ms, el sueo lo venca.
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EL SUEO
Rodolfo se despert aquel da sobresaltado, y con una sed insoportable fue hasta la cocina para servirse un vaso de agua. Antes de acostarse se
haba prometido no ser ms aquel que haba sido hasta esa noche: aquel
que responda siempre a los reclamos de su madre, a las demandas de su
esposa, a las propuestas imperativas de su psicoanalista, a los
comentarios de sus amigos con quienes comparta todos los sbados,
pizza, cerveza y ftbol de ascenso. Treinta y dos aos se le haban
pasado, y si le preguntaban quin era, su respuesta slo poda ser un
silencio prolongado.
El ltimo sueo que recordaba haba sido posiblemente el
desencadenante de su sobresalto. Caminaba por una calle de algn
barrio del conurbano, l junto a otros hombres, pero slo haba hombres,
no haba autos, ni casas ni departamentos, slo una larga calle llena de
personas. Qu era lo que lo haba sobresaltado? Haba un detalle. Cada
uno de los hombres que lo acompaaban tena un espejo en lugar de un
rostro. Espejos rajados y en algunos casos hasta sin algn trozo. Sin
embargo, en todos reconoca ese Rodolfo treintaero, simptico, buen
tipo, y conformista, con el que acostumbraba identificarse. Rodolfo
entonces haba soado que era todos aquellos hombres que caminaban a
lo largo de esa calle interminable, y al mismo tiempo un sentimiento
profundo le deca que no era ninguno de ellos, ni siquiera aquel que
haba identificado con l mismo. Algo ms hubo en aquel sueo. All
lejos, casi al final de la calle, haba un hombre ms sentado sobre el
cordn de la esquina de la que pareca una calle sin fin. El Rodolfo
soado apenas lo avist, comenz a caminar hacia l, presuponiendo
que se encontrara con un Rodolfo ms. Cuando estuvo cara a cara con
aquel tipo, se sorprendi que este s tena un rostro propio, pero lo que
ms lo moviliz fue el momento mismo del reflejo. Rodolfo, por
primera vez en los ltimos veintipico de aos, sinti reconocerse, sinti
que autnticamente era l.
Cuando termin el vaso de agua volvi a su habitacin para recostarse.
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Todava le quedaba una horita ms para que su despertador le anunciar
que deba ir a laburar. Se dijo "seguramente fue un sueo", y ya ms
aliviado, se dej vencer por la comodidad. 2009
A IMAGEN Y SEMEJANZA
El creador se ha visto inquieto, y en busca de un espejo en donde verse, la creacin fue.
Pero la imagen para que lo semeje deba serle fiel, sincera. Sin embargo,
la imagen le fue devuelta a travs del caos y se le torn confusa. El
creador, turbado, no pudo re-conocerse en ella.
Acaso en un espejo quebrado, troceado, uno puede verse? Lo mismo
sinti el creador cuando se observ en aquella imagen que haba hecho a
semejanza de l, pero que se le haba distanciado tanto que no pudo ms
que sentirla ajena, y dej de verse en ella.
El creador abandon ese espejo, ya no se encontraba en l, ni tampoco,
claro, se re-conoca. Deba elegir entre adaptarse a esa imagen que se le
presentaba extraa o buscar un nuevo espejo donde pudiese
reconocerse.
En cuanto a su imagen, alejada de su creador, decidi re-interpretarse, y
en esa eleccin se volvi guacha. Haba negado a sus padres, haba
perdido su origen, y la distancia la forj ms ignorante, y ms necia.
GOBERNARNOS
Cuando los oprimidos reconocemos las mscaras que nos han ajustado los ajenos a nuestros rostros, y nos volvemos capaces de negarlas,
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despertamos y comprendemos la contingencia de estas imposiciones, y
las cadenas de las circunstancias exteriores se quiebran. Al des-vestir la
libertad de los atuendos serviles, el bien-estar asoma y nos cubre de
plenitud. All nos re-conocemos libres. Todos aquellos que nos
permitimos apoyar nuestros pies en el vaco pleno del ser despertamos a
una conciencia que nos susurra que slo de nosotros depende el
despliegue pleno de libertad en el mundo, el mismo mundo que hasta
ese momento se nos mostraba ajeno y hostil.
EL LENGUAJISMO
Al lenguaje le encanta edificar un mundo bien durito, todo lo constituye como sustancias duraderas, indestructibles, ocultando, en-
mascarando, la vitalidad que todo atraviesa.
Pero el lenguaje no puede expresar plenamente nuestras experiencias.
S, es nuestro instrumento por excelencia a la hora de comunicarnos, s
es el recipiente en el que volcamos nuestras experiencias, pero hay algo
que se derrama y que des-borda las formas cuando se rompen las
costuras. En el momento en que uno expresa -hace expreso- un
sentimiento, un pensamiento, un acto, la experiencia desaparece, decir,
ya-no-es, la experiencia se seca, muere, se convierte en idea. Lo que
simplemente es, no puede describirse con palabras plenamente, porque
las palabras encierran, aprietan, y la naturaleza del ser es derramarse,
soltarse y des-moldarse.
Lo que simplemente es slo es comunicable si otro-ser-humano vive
aquella experiencia, es decir comparte el mismo ser que subyace y
sostiene la experiencia. Cuando esto se da, las palabras sobran. 2010
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LA LIBERTAD Los sensibles sufrirn los tormentos antes que los
acontecimientos pasen, no los entendern sino
aquellos que saben ver ms all de los ojos.
Me gusta pensar que la libertad nos constituye, y que es imprescindible que decidamos sobre nuestros pensamientos y acciones.
Pensamientos y acciones que nos exigen, porque intuimos su poder
inmenso para modificar y de-formar todo aquello que tocan, porque
repercuten tanto adentro nuestro como todo nuestro derredor, as como
la piedra que se zambulle en el agua crea una novedad que las modifica
a ambas, y ya dejan de ser lo que hasta su encuentro eran.
Cuntos queremos vivir-en-libertad?, cuntos queremos cargar con
semejante responsabilidad? Es muy sacrificado! Ser conscientes de
todas nuestras elecciones, de instante a instante!... es una existencia
pesada. Demanda un laburo importante, no es ms fcil volvernos la
obra de un ajeno, un boceto de otro, y seguir bajo la ilusin del
dibujante seducidos por sus pinceladas?
Ser libres en verdad que no es para cmodos, es una responsabilidad, es
un compromiso con la coherencia, es en verdad un sacrificio. Un
sacrificio que lejos est de negar la vida, como normalmente se ha ledo
a lo largo de nuestra historia, sino ms bien un sacrificio que nos exige
afirmarnos en la vida a travs de la potencia de decir no. Esta negatividad es la que nos permite trascendernos, trascender los lmites
de lo que es y de lo que somos, y transformar nuestra humanidad,
porque lo que conocemos como humanidad no se ha encarnado para
conservarse para siempre como un arquetipo eterno, sino para
humanizarse, hacerse carne, y esto slo se resuelva en nuestras acciones.
Nietzsche una vez escribi: si, en todo lo que quieres hacer, empiezas por preguntarte: estoy seguro de que quiero hacerlo un nmero infinito
de veces?, esto ser para ti el centro de gravedad ms slido. Queremos depender de los dems eternamente? Cuando depositamos la
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libertad en otro u otros, nos alienamos, porque perdemos control sobre
nosotros. Cuando lo que nos constituye lo hacemos depender de un otro,
las acciones ya no nos pertenecen. Renunciamos libremente a nuestro
existir-libertario, y luego, caprichosos, ms de una vez reclamamos
libertad, olvidando que lo que se regala no se pide.
LA TARADEZ
La taradez no es una cualidad de unos pocos, como se cree. Es decir, no es que haya algn que otro tarado. Yo taradeo una que otra vez.
En algn momento de nuestras vidas, algunos antes otros despus,
existimos taradamente, taradeamos. Taradeamos cuando pensamos o
actuamos faltos de sinceridad, en des-armona, bloqueados u obstruidos.
Qu es aquello que nos obstaculiza, nos detiene o nos traba? Un tope,
un muro, un miedo, una comodidad, que se nos aparece bajo un disfraz
fsico, mental y/o emocional. Una tara.
Cuando sentimos una culpa, un remordimiento, una angustia, un
forzamiento, hemos quedado atados, enredados, y hemos enredado e
intentado suspender el natural fluir del ser, hemos quedado sometidos a
una tara. Hemos pasado a existir taradamente. He aqu la taradez.
Por eso la taradez puede que no sea un modo de existir particular de
algunos hombres, sino que parece que nadie est exento de ella, porque
justamente nadie puede evitar un error ya que los errores nos
constituyen, nos cincelan a travs de las vidas.
Si re-flexionamos y nos detenemos un poco, observamos que los errores
fundan la mayora de nuestras prcticas, y nos permitimos comprender
que es a travs de los errores, de las desviaciones, que podemos
observar de modo ms amplio, de modo integral, aquello con lo que
dialogamos -existencialmente-. Es a travs de lo confuso, de lo oscuro
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que tenemos certeza de la claridad, de la luz, es a travs de los desvos
que tenemos certeza de la inmensidad del camino, y es a travs de la
taradez, creo, que podemos llegar a vol-vernos sabios.
LAS HERRAMIENTAS
A las herramientas les es imposible posicionarse por s mismas, tomar un lugar, tener intenciones, les es imposible asumir posiciones poltico-
existenciales, ni ms ni menos porque son herramientas. Sin embargo,
cuando se utilizan parecen personificarse, parecen contagiarse de
humanidad a travs de quienes las usan: nosotros. All se trans-forman y
se convierten en herramientas humanas, y comienzan las reflexiones
ticas.
Hasta las herramientas que a simple vista nos parecen de lo ms
miserables podemos apropirnoslas, fsica y simblico-virtualmente, y
convertidas y re-significadas podemos utilizarlas para agitar esta
realidad que nos ha tocado en la tirada de dados, podemos utilizarlas
para trans-formar y trans-mutar lo insoportable de la cuestin, es decir,
podemos no slo cambiar su forma (formal), sino tambin su contenido
(mutante).
LA LIBERTAD INASIBLE
La libertad est ah noms, pero recorrer esa distancia puede demandarnos toda la vida.
2008
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EL PRESENTE
Al vivir apoyados en recuerdos o en proyectos, el presente nunca encuentra su lugar para manifestarse.
2008
EL ESTRUJAMIENTO
El hombre no slo exprime hasta que desangra y seca a sus hermanos, los hombres, sino que re-produce ese estrujamiento en todo. As, no slo
le quita la vida a sus hermanos y los sumerge en la miseria, sino tambin
hace miserables a los minerales, las plantas, y a los animales, incluso la
tierra misma que nos alberga a todos, estrujados y estrujadores, es
traicionada y exprimida hasta que ni lgrimas le caen de tanta sequedad
y vaco en la que se conserva, sufriendo.
LAS IDEAS
En la vida uno camina, y va dejando sus pasos en el suelo de la historia. Todo nuestro andar est marcado de sentido e intencin,
penetramos en el mundo siempre con intenciones, seamos o no
conscientes de ello. Justamente es la inconsciencia la que mueve a
algunos a creer que no dejan marca alguna en esta vida, dicen estar de
paso, de pasada, y as, se engaan ellos mismos y a los dems. No slo
son necios, sino tambin hipcritas. Esta idea, de que es posible un
modo de vida objetivo, carente de subjetividad, a-poltico, si nos
detenemos un poco y la sometemos a examen, observndola con
consciencia, le des-cubrimos su verdad: una figura sin rostro, vaca, que
intenta penetrar la realidad como todas las ideas, pero fracasa, porque la
realidad es dinmica, cuenta con el dinamismo propio de la historia, y
su mismo movimiento repudia este tipo de ideas ilusorias.
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EGOISMO
Qu egosta el hombre a quien se le ha regalado la vida y a lo largo de ella no piensa ms que en la muerte!
2003
ESTRUC-TURRAS
Cuando una mayora se haga consciente de sus posibilidades para
gobernar su ser, las estruc-turras se aflojarn y terminarn cayendo, y
con ellas todos aquellos que han robado el poder divino particular de
todos y cada uno de los hombres para mantener la subyugacin y la
opresin. Ese da todos ellos tropezarn con sus mscaras y con los
espejos rotos ya no habr reflejos ni ilusin. 2009
RASGARNOS EL ROSTRO
Es cuando abrimos nuestro rostro que nos ha constituido hasta ahora, cuando asoma algo-ms, algo olvidado, un trasfondo de aquel trozo de
existencia que es una especie de terminal que llamamos "yo", terminal
que si bien configura nuestro ser-en-el-mundo, apenas conocemos, hasta
ni siquiera percibimos, y sin embargo nos mantiene unificados,
acompaando cada una de nuestras vivencias.
Cuando ntimamente nos encontramos con aquel trasfondo, sentimos
una unin, sentimos que ese algo-ms es com-partido con todos.
All comprendemos que yo, vos, l, nosotros y ellos no son ms que
signos para adentrarnos en eso que a todos nos atraviesa, un nos-otros
que hemos perdido de vista, que desborda los conceptos que intentan
asfixiarlo, retenerlo, y forzarlo para que no se desenvuelva en su plena
libertad.
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Es cuando rasgamos nuestra ms-cara cara, cuando nuestras races se
sacuden y encaran su fuente re--encontrndose con su libertad, y dejan
atrs incluso su disfraz de races.
Distanciados de la mscara, comenzamos a reconocer un resto del ser,
que no asomaba porque el yo era el rey. Un ser que nos sostiene en vida.
Distanciados de la mscara, abrimos la posibilidad de volver a abrazar
nuestra plenitud.
Es cuando abrimos nuestro rostro, cuando podemos re-tomarlo y re-
apropirnoslo con ms humildad, asumindolo tal cual es: una terminal
con sus perspectivas limitadas y limitantes, un fragmento ms de
aquello que somos. As re-significado, el yo retorna ms humilde y
sincero para continuar nuestro camino conociendo y des-conocindonos,
vivenciando fragmentos de existencia, eligiendo a veces desbordar el
dique yoico y otras contenernos por temor a des-garrarnos y volvernos
silencio.
LOS TERICOS No existen caminos que conduzcan a la justicia, la
paz, el amor y el respeto a todo ser vivo. Son la
justicia, la paz, el amor y el respeto el camino
Sospechemos de los tericos del cambio. Muchas veces son la herramienta de dominio ms sutil porque permiten que la materialidad
siga desplegndose como hasta hace un momento, y al mismo tiempo
dejan conformes a todos aquellos que slo piensan en transformarla.
No alcanza con pensar la realidad. El cambio, la trans-formacin no se
realiza con simples deseos, con slo querer. En nuestra historia, los
deseos de paz, libertad, igualdad, ms de una vez se han tornado
confusos, y su debilidad les ha posibilitado su devenir miserable bajo
los disfraces de la guerra, la esclavitud, la opresin, la marginalidad, la
des-igualdad.
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Los que materializan los cambios, perciben sus mscaras... y sospechan
de ellos. La libertad, la igualdad, la hermandad, la paz, en sus labios siguen siendo meras palabras que la ms leve ventisca dispersa y acaba
silenciando -les sentencian los hacedores de la transformacin. 2008/2011
PADECEMOS LO QUE CREAMOS
Los que sinceramente desean el cambio de nuestras condiciones de existencia tienen que hacerse conscientes que las modificaciones en la
materialidad slo tienen lugar cuando intervenimos en ella, y esto slo
se lleva a cabo mediante la accin.
Los que sinceramente desean el cambio, cambien!, y el cambio
empieza por casa, en nosotros, cmo aspirar a cambiar lo que est ms
all si ni siquiera empezamos por lo ms prximo?, cmo cambiar la
realidad si nosotros, partes de ella, nos mantenemos in-mutables?,
cmo cambiar la realidad si nos empecinamos en conservar
diariamente todo como est? No hay convulsin que tenga sus frutos si
es impuesta desde lejos, si se dicta desde afuera. No hay trans-mutacin
sincera si no brota desde un sentir ntimo y libre de cada uno de los que
dicen alentarla. Los que desean el cambio y dejan todo como est,
quizs sean ms coherentes si dejan de gritarnos en la cara la palabra
revolucin, y siguen sus deseos ms autnticos que son los que los
mueven a seguir eligiendo esta realidad tal como est. 2009
LA REALIDAD ESPECULAR
Comprendernos es mirarnos en espejos vivos, en los otros. La fidelidad de ellos incluye el que nos distorsionen, qu sera una imagen
sin la distorsin que se le devuelve?
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Todos estos espejos nos flexionan para que seamos capaces de
observarnos, re-flexionarnos, y all, en el contacto ms ntimo,
comprehendernos.
EL TIEMPO
He conocido al tiempo, qu difcil es tratarlo! A veces hasta resulta imposible que entre en razn: cree que nada existe fuera de l.
Cada vez lo frecuento menos. Quizs sea su seriedad, quizs su
incapacidad para rerse de s mismo. Pero esa inmutabilidad es la fuente
del poder que posee para rerse de todos los que creen en l. Siento que
este es su nico gozo, pero tambin su mayor des-gracia.
Le perd un poco el respeto, y ya no me pre-ocupa su miedo. Ando des-
preocupado; he muerto y vuelto a nacer tantas veces ms all de sus
dominios! Me he permitido experimentar la inmortalidad.
AUFHEBUNG Una cosa no es viviente sino en tanto encierra en
ella misma la contradiccin, y es, en verdad, la
facultad de comprender y soportar en s la
contradiccin (Jorge HEGEL)
Constantemente nos volvemos absurdos y nos contradecimos, negamos lo que hemos sido, aquello que fuimos hace un instante, para
afirmarnos como somos ahora. Esta negacin de lo pasado, de lo que ha
sido, no es ms que nuestro movimiento en el da a da.
La vida que vivimos, sin la negacin que nos permite volver a
afirmarnos ms frescos, no sera. Seramos slo un posible junto a otros,
dentro del espacio inmenso de las potencias.
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Con nuestro primer no, dejamos de ser un posible, nos negamos como
posibilidad. Una renuncia original nos arroja a la vida.
Si vivimos por una contradiccin original, quin vacilara en seguir
diciendo no!, en seguir diciendo ya basta!? 2008
RELACIONARNOS
Siento que vinimos al mundo a relacionarnos y no a establecer relaciones.
Las relaciones, como tienden al estatismo, nos atan, nos imponen un
modo de ser que pareciera nos permite vivir junto a otros, pero esta vida
social tarde o temprano se muestra incompleta, truncada.
Estamos rodeados y atravesados por miles de relaciones, y sin embargo
la tristeza y la miseria que sentimos son cada vez ms grandes y
profundas, estos no son signos de que los fundamentos que nos
sostienen estn rancios ya? 2009
LA CORDURA
Finalmente decidido, des-cargo de mi ser
un elemento que sin saber por qu
continuaba llevando sobre mi espalda:
la cordura.
Cmo a travs de la cordura
puedo explicar
lo que no se deja explicar?
Cmo a travs de lo cuerdo,
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de las cuerdas,
uno puede abrirse en dilogo
con la libertad?
La cord-dura,
aquel corazn duro,
nos impide vivenciar
el espritu danzante.
LA VERDAD
La verdad siendo una insiste en aparecerse mltiple.
Ser porque cada uno
accede tan solo
a un pedacito de ella?,
ser que cada pedacito
contiene tanta verdad
como los otros?
En el olvido de la humildad
de nuestro trocito de verdad,
creo encontrar el origen
de nuestras des-gracias.
En la unin
de los mltiples
y humildes trocitos,
no podremos penetrar
aquella unidad?
Quizs all,
la verdad,
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que siendo una
insiste en aparecerse mltiple,
asome.
LA IGNORANCIA GRITA FIRRRMS!
La ignorancia marcha firme, 1, 2, 1, 2, 1, 2!. Ilumina, trae el progreso,
nos robotiza y nos hace ms efectivos,
ms efectivos para humillar al otro,
ms efectivos para extraer sudor y vida,
ms efectivos para silenciarnos.
As ilumina,
con bombitas y bajo consumo.
Tanto ilumina que enceguece,
cegndonos con falsa educacin,
con tetas, culos y sonrisas de pasta dental,
con costumbres sostenidas sinsentido,
con infinitos porque s, -y si no?, -no, porque s!,
si no la realidad se desplomara,
y qu haramos entonces?!,
cegndonos con falsas religiones,
que ms que religarnos nos desligan,
perdiendo el rumbo, el sentido,
perdindonos a nosotros mismos,
santa ignorancia...
Nos vuelve ajenos,
y en-ajena-dos y extraos
lastimamos todo aquello
que no nos pertenece,
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que no sentimos nuestro,
todo destruimos,
excepto claro, la ignorancia,
a ella la cuidamos,
porque tememos que nos deje,
y si bien nos esclaviza,
nos limita y anestesia,
tambin nos da seguridad y comodidad,
con ella vivimos conformes,
conformes con una vida
que ignoramos de qu trata,
y que nos la han vendido
por unos mangos de felicidad.
La ignorancia marcha firme,
1, 2, 1, 2, 1, 2!, mata, pega, lastima.
se encierra en la cueva de las sombras,
y all, se regocija en su tristeza,
creyndose plena, feliz.
Ella ignora que ignora,
se ignora a s misma
porque no se quiere ver,
tal vez tenga miedo de no gustarse,
o tal vez tenga miedo
de que al mirarse en el espejo,
ste no le devuelva reflejo alguno.
La ignorancia grita firrrms!, prohibindonos dudar,
sin dejarnos vacilar. 2010
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LA LOCURA
La locura nunca se dejar encerrar.
No la pueden asir,
s a nosotros,
los locos,
pero la locura
nos trasciende,
danza
de loco en loco,
viene y va.
Cuando vengan a silenciarla,
ella habr partido,
Cuando se vayan
puede que decida volver,
tal vez hasta se quede
quin sabe!
la locura loca es.
Y si la locura
lo-cura a usted?
Qu puede arriesgar
sino su cordura?
PERMTANME TRAICIONARME
A veces decidido traicionar al que fui,
cmo serle fiel
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si ya no me re-conozco all?
Estimo la traicin a lo que fue
cuando mi causa est
en mantener el dinmico
estado de superacin.
Siento la traicin
como el movimiento
que nos permite negar
algunos trozos
que re-conocamos como nuestros,
que ayer se arrimaron
y nos construyeron,
y hoy ya no nos espejan;
se nos han vuelto extraos,
como colgados en(lo)ajeno.
Traicionndolos,
los dejo ir,
les otorgo libertad,
y ellos la aceptan.
La traicin expresa
un existir-sincero.
La sinceridad nos exige
que aquello
que ya no nos constituye
lo donemos,
si no es nuestro es de otros,
y si lo re-tenemos,
somos cmplices
de la avaricia contenida
en toda explotacin.
Dmoslo entonces!
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El multi-verso
tiene un lugar
para todos sus trozos;
a cambio l
nos obsequiar
otro fragmento
que se haya movido,
que haya sido traicionado.
Sin traicin
no hay movimiento,
y sin movimiento
cmo se expresa la vida?
Ahogada,
silenciada
en una eterna quietud,
no sera.
Incluso ahora,
mis yemas se arrastran
sobre el teclado,
y sus cadenas de ADN
danzan y se conjugan,
rozando algunas teclas
regalndoles fidelidad,
traicionando otras
que han dejado atrs.
Son mis yemas promiscuas
las que hacen posible
que estas palabras
lleguen a ustedes.
Gracias a la infidelidad,
gracias a la traicin,
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21
la vida vive y escribe.
TRANSGREDIR NO ES AGREDIR
Transgresin comete la flor,
que renuncia a ser
meramente planta
y la trasciende.
La semilla,
que reniega
de su existir como flor
y la trasciende.
Transgresin
hay en los bebs,
que deciden
dejar la teta,
a veces por tetas ajenas,
a veces por otras cosas,
y pasar a ser nios.
En los nios,
cuando preguntan
por qu?.
En nuestros hijos,
cuando nos contestan
por primera vez.
En los hombres,
cuando las leyes
ya no se amoldan
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22
a sus voluntades.
Transgresin
comete la historia,
cuando no se conforma,
y cambia y
se transforma
mediante revoluciones,
reclamos, y protestas.
El presente,
que niega su pasado
para seguir camino,
y, sacrificndose,
se niega tambin l,
para dar paso a otro presente.
Nuestra historia
es pura transgresin,
nuestra vida
es pura transgresin,
puro movimiento.
Slo el miedo
no transgrede,
no cambia,
slo el miedo
pretende inmovilidad,
estancamiento,
conformidad.
Es que teme desaparecer,
teme desdibujarse,
y perecer
ante la transgresin.
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23
La transgresin
es pura vitalidad,
el miedo,
vaco, silencio, muerte.
La vida
no para,
no espera,
no se conforma
ni se amolda
a las leyes.
La vida
no se aquieta,
rechaza contenerse
bajo la ley.
La vida
no teme
la transgresin:
moverse,
cambiar,
transformarse,
transgredirse
es su devenir nato.
La vida
avanza, vive,
es posible vivir
sin transgredir
el instante que pasa?
Gracias a Dios
existe la transgresin,
aburrido sera vivir
si se nos prohibiese
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24
dejar de ser.
Dejar de ser
lo que no nos gusta,
lo que nos hace mal,
lo que nos daa,
lo que nos da asco,
lo que ya no soportamos. 2010
Y DE REPENTE EMPEZ A HABLAR...
Y de repente empez a hablar.
El libro tena una voz
o la voz era de papel.
El espritu desgarrado,
acaso usted no siente?,
acaso es un ser-humano?
Las pginas pasan,
dan vueltas,
giran,
pero no sienten,
no se sienten.
Si no sienten
no dialogan,
porque el libro monologa,
no habla,
est descarnado,
ms bien est carneado.
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Carne descompuesta.
Todas sus letras
suenan igual,
todas las palabras
se construyen en serie,
sin gesto alguno.
Libro gastado,
ledo y reledo,
mas nunca
reinterpretado.
Libro con olor
a humedad.
Sus palabras
moribundas
nos rompen la cara.
Una por una
las letras
nos abren la piel,
nos lastiman,
y las sentimos.
Pero no nos hacen
sentir bien.
Sentimos malestar,
pesar.
Nos hablan
pero con ausencia,
con pre-esencia,
sin presencia.
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Ms bien nos gritan.
Y supuramos,
sangramos,
pero
sin sentido,
o con un
sentido-no-sentido,
que nos desgarra
y se nos hunde
bien adentro.
Y lloramos.
Lloramos
por el sin sentido,
sin sentido
que no sentimos.
Lgrimas desbordantes
de sentir,
pero por qu?
Slo son
lgrimas vacas.
Pasa la pgina,
y el mismo rostro:
blanco,
rayado,
simtrica y pulcramente
rayado,
eternamente
idntico,
eternamente
el mismo.
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Bien humano,
tan humano
que deshumaniza.
Las mismas pginas
que las anteriores.
Rostro?
Slo un contorno
que se repite.
Celulosa y papel.
La unicidad,
la irrepetibilidad
de los rostros,
de lo humano,
no se halla
en estas pginas.
Las palabras
marcan,
abren surcos
en nosotros,
y all,
cuando las sentimos,
algo mut,
algo cambi.
Y nos transformamos,
desbordamos
la forma,
desbordamos
los bordes.
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Pero si slo somos
libros muertos,
envejecidos,
de carne ptrida
descomponindose,
el dilogo no tiene lugar,
nos cerramos.
Nuestras pginas
se cierran.
Silencio,
negativo silencio.
Tristeza.
Si todo
lo mostramos
con el mismo rostro,
cmo despertar
a un mundo distinto?
Una simple cara de libro.
Un libro abierto,
parado,
de frente a muchos
que esperan.
Al sentido
le incomodan
las caras de libro.
No soporta
el sinsentido,
lo evade.
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Pero al mismo tiempo
lo siente
profundamente.
Siente su apata,
su sinsentir,
su simple
cara de libro.
Da a da,
a cada segundo
acontecido,
una herida,
se abre,
y el espritu olvidado
agoniza,
se fatiga al respirar.
Respira
y se va secando.
Se vaca.
Pierde su sentido.
Se desintegra
segundo a segundo.
Y el tiempo
tambin sufre.
Se mira al espejo
y se ve
como una simple
lnea de tiempo,
como un segmento
que poco dice,
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como un camino recto,
estrecho y acotado.
Y luego,
espritu y tiempo,
ambos,
sienten su muerte.
Las muertes,
del espritu
des-encarnado,
y del tiempo
segmentado.
Muertes siniestras.
Mas no trgicas;
evitables.
La cara de libro
se ha abierto
y se ha cerrado
sin superarse.
Un cierre
que nada dice,
un transcurrir
que es puro pasar.
Empobrecimiento.
La cara de libro
se cierra,
no ms que
por terror
al sentido,
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no ms que
por terror
a sentir.
Aptica
se arrastra,
y babea
todo su existir.
Pura muerte.
Tristemente muerta.
La cara de libro
se pliega,
se sienta,
contiene el aliento,
percibe un signo...
y se deja morir. 2010
LA NO-MADS
Un n-made, simplemente es.
Un no-hecho,
una unicidad
no fabricada,
sin un made in
que los estaque
a un algo,
temporal, espacial,
o lo que sea.
Un n-made,
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simplemente es.
Creado
desde siempre,
moldeando su vida
sin un molde
pre-establecido,
vino nuevo
en odre nuevo.
Un n-made,
simplemente es.
Moldeando su vida,
vida mediante,
viviendo.
EL HOMBRE ETIQUETA
El hombre etiqueta, hastiado,
siempre mira
sobre su hombro,
all lejos,
afuera,
y condena,
exigiendo
las penas
ms duras.
Pero la pena
que l sufre
es ms honda:
ocupado siempre
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afuera,
se ha abandono
l mismo,
y sufre,
y le quema.
Triste,
el hombre etiqueta,
vuelve a mirar
sobre su hombro,
all afuera,
lejos...
y condena.
VOLVERNOS NIOS
Escuchemos al nio, arrojemos
nuestro odre reseco,
nuestras formas viejas,
inflexibles y reaccionarias,
abracemos la sabia inocencia,
esa sabia inocencia
que nos permite,
desde la humildad
ms profunda,
desarrollar la sensibilidad,
y comprender,
esa sabia inocencia
que todos compartimos.
Escuchemos al nio,
el vino nuevo nos exige,
y si no es contenido sabiamente,
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se derrama,
y termina diluyndose.
A lo viejo,
le resulta incontenible,
le resulta incomprensible.
De all la necesidad
de decidirnos por lo imposible,
de all la necesidad
de volvernos nios,
de volver(a)vernos nios.
--- FIN DE UN COMIENZO, ORIGEN DE OTRO --