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RIÑON DIABETICOCONFERENCIA CLlNICO - PATOLOGICA
Hospital México· Sección de Medicina y Patologia
DR. LL'fS F. ARDÓN ENR1QUEZ *DR. FEJ1.NA]\!DO ALVARADO ACOSTA ~":'
• Servicio de Nefrología . Hospital México,ees.s.
•• Servicio de Patología - Hospital í\lé~,¡(Q.
c.es.s.
Un hombre de 58 años, agricultor, teniendo dos años de no trabajar, residenteen Monterrey de San CarIas, ingresó alHospital por tener un cuadro de un díade duración caracterizado por iniciar súb¡·tamente disminución de la agudeza visual,(osfenos y pocas horas después acus3 ;;ensación de adormecimiento del hemicuuFoderecho, no puede sostener objc:tos con bmano derecha ni deambular, prestota dificultad para hablar. El padre fue diabético.Negó tabaquismo y el alcoholismo fue defines de semana por más de 40 años;buena alimentación.
Catorce años antes del ingreso habíasido operado en el Hospital S;m Juan deDios por quiste pilonidal, donde le fue di·cho era diabético. Seis años antes había sid,)internado en San Carlos por herida infectada y tuvo dos internamientos posteriorespo rdescompensación de su diabetes y al parecer insuficiencia cardíaca. Dos años ant,::sfe había sido dicho de ser hipertenso. Ha·bía estado en control con dos pastillas deRastinón diarias, dieta y pastillas para lahipertensión de las que desconocía su nombre. El paciente estaba lúcido, bien orientado, caminaba desviándose hacia h1 derecha.En esa ocasión los hallazgos positivos fEcron cataratas bilaterales, un soplo sistó['cogrado 1 en ápex, hepatomegalia m~derada,
hernia inguinal izquierda, próstata grado
L.Z.l\1. Primera admisión: 15-3-1973. 1-n, edema podálico 1 bilateral, disminuciónde sens~bilidad y fuerza de miembros d,,>fechas, una presión arterial que: osciló cntrc200/120 y 130/90. Los exámenes de LIbon:torio mostraron en sangre: g!llCOS~ 95100 mg.% U.N·. 64 mg.% C:'eatinina 4mg.)t". C02 15 mEq/L. Proteínas totalesG.1, alb0.minas 3, globulinas 3.1. Colesterol49'1. Proteinuria 6.4 gramos/Lo LC.R.: leucos 2, glucosa 119, proteínas totales 65,globulinas positivas, cloruros 710. El análisis dc orina mostró una densidad elc 1010,proteínas + ++ +, azúcar indicios, 3 céJulns rojas por campo, 4 células blancas porcampo, cjlindro~ granulosos. Se trató conJasix, hnicor, dieta hiposódica. Debido ;¡
Cjue durante el internamiento hizo crisis hipoglicemia (72 rng.%) se suspendi,'> el Ras·tiñÓn.
Segunda admisión: (5 - 1 • 74, nueve mesesmás tarde).
La terapia en el intervalo coosistió enlan:cor, h-six y dicta G.G. sin sal. Las "isitasperiódicas revelaron en varias oea~;;one) ritmo de galope, tercer ruido, edemas podálieos, cr¿pitos bibasal~s. Ingresó al HospiLll en fase de descompensación de su insuficiencia cardíaca en forma gIob:ll, aclemásde su insuficiencia renal cróniOt. Se tratócon r~poso, lanicor, diurético~, hipotensores,dieta hipcproteica e hiposódica, con lo queel paciente se compensó en forma adecuada. Durante Su internamiento hizo cuadrocle retenci:m urinaria; ameritó cateterización uretral, sonda Foley fija ror variosdías; la pr6stata se creyó no estaba creciJa
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y la retención urinaria ser causada por lascondiciones del paciente y medicamentossuministrados (valium) . Una foliculitis enmiembros inferiores rápidamente cedió condicIocil parenteral. Al examen físico aparecía lúicdo, P.A. 160/100, 200/100. ER.30. TemE, 379C Ingurgitación yugulas grado III a 45 9 ; escasos crépitos bibasales, hepalomegalia dolorosa a 5 eros. del bordecostal, edemas podálicos no cuantificados.Exámenes de laboratorio mostraron en sangre: glucosa 130mg.%, Bto. 34, VES. 70,N.U. 83-126 mg.%. Creatinina 4.5 - 5.5mg.%. Colesterol 285 mg.%. Un análisisde orina mostró densidad 1005, proteínas+ ++ +, azúcar indicios, 2 células rojaspor campo, 2 células blancas por campo,cilindros hialinos escasos. Un E.E.G. fueanormal, groseramente lento y desorganizado en forma difusa.
Tercera admisión: (4 meses más tarde)
Ingresa nuevamente el 23-5-74 para fallecer el 1-6-74. Desde 15 días antes delingreso el paciente se queja de astenia y adinamia importante, ortopnea, mareos y oliguria. Al examen físico tenía T.A. 100/70.PIusa 84 por minuto, Temperatura 379C,se describe consciente, quejumbroso, pococolaborar, aunque bien orientado, disneico,bien hidratado, con ingurgitación yugular a45 9 • En el área precordial los ruidos erandébiles y había un soplo sistólico descritocomo mitral. En los campos pulmonares seauscultaron estertores crepitante en base pulmonar izquierda. El abdomen presentó hepatomegalia moderada. Se decide suministrarle oxígeno, lasix y valium diariamente ydieta hiposódica. El día 25 - 5 - 74 iniciafebrícula que aumenta a 38.29C el 26 y38.69C el 27; se continuan auscultandocrépitos en la base izquierda. El día 28 seinicia antibióticoterapia con dicIoxacilina yla fiebre cede rápidamente. Ese día es visto por primera vez por el Servicio de Nefrología encontrándose un paciente de aspecto senil, somoliento, febril, con una T.A.130/100, una F.C 96/minuto, con ritmode galope; habían estertores crepitantes enbase izquierda; el hígado estaba aumentadode tamaño, la piel estaba seca, hipoelástica,con signos de deshidratación. Continuó enlos días sucesivos decaído, somnolento, obnubilado, mejor hidratado, afebril, con alienurémico, con heces diarréicas. Llamada laatención la desproporción entre el N.U. y
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la creatmma en un paciente afebril, mejorhidratado, cardiovascularmente compensado,sin importante ingesta proteica, persistíanabundantes crépitos en base izquierda. Presentó globo vesical doloroso, por 10 que sepuso sonda Foley y se describe una fimosisimportante. El 1-6-74 a la 1 de la mañanaes descrito soporoso, con escasa respuestaa estímulos dolorosos, glácido y sin signosde lateralización, con pupilas isocoricas reactivas a la luz, sin rigidez de nuca, conR.CR. a n/minuto, con crépitos en baseizquierda. Estaba afebril y la T.A. en 130/SO, de difícil ausculación. La diuresis delúltimo turno fue de 400 e.c. A las 2 de lamañana se lee en cartulina: paciente faIIecesin presentar nada especial.
En sangre, el día posterior al ingreso,la Hb. era de 9.5 gr.%., Hto. 26 cc%.Los leucocitos de 10.000 con 86 segmentados y 8 bandas, 5 linfocitos y 1 monocito.El N.U. 96 mg.%. La creatinina 5.8 mg.%.El Na en 132 mEq/ el K en 4.2 mEq.El coz 17 mEq. Proteínas totales 5.2 gr.%,albúminas 2.8 gr.%, y las globulinas 2.4gr.%. Colesterol 300 mg.%. Glicemia 84mg.%. Acido úrico 10 mg.%. Tiene unaclaramiento de creatinina en 9.3 e.e./minuto y una proteinuria de 24 horas de 3.5mg/L.
El análisis de orina mostró densidad1006, proteínas ++ ++, azúcar indicios,8 células rojas por campo, una célula blanca por campo y cilindros granulosos escasos. El día antes de su muerte el N.U. erade 192 mg.%, la creatinina 8.5 mg.%, elNa 135 mg.%, K. 4.1 mEq/L., glicemia74 mg.%. Orina: densidad 1010, proteínas+ ++ +, 1 célula roja por campo, unacélula blanca por campo, con escasos cilindros. Había un urocultivo del 27 con 25.000bacterias/e.e. de enterobacter sp y otro del28 con 1000.000 bacterias/e.e. de enterobacter sp.
DISCUSION CLINICO-PATOLOGICA.RIÑON DIABETICO
Nos encontramos ante un hombre de59 años, quien tuvo la estigma hereditariapor la rama paterna de la diabetes, que seconocía diabético desde 15 años antes desu último ingreso y quien a través de losaños desarrolla las complicaciones características de esta enfermedad. Así vemos que
padeció importantes infecciones, habiendosido internado en San Carlos por heridainfectada, tuvo una foliculitis en miembrosinferiores, presentó un cuadro neumónicoe hizo un cuadro de sepsis urinaria. Comoera de esperarse, 10 acompañaba un compromiso vascular importante, presentandoepisodios de isquemia cerebral radiografíasque muestran calcificación de vasos y ateroma de la aorta, cuadros repetidos de insuficiencia cardíaca. La hipertensión arterialdocumentada, de larga duración, ayudó aagravar el daño cardiovascular, produciendouna cardiopatía hipertensiva sobre un miocardio de mala calidad, que por la aterosclerosis generalizada de pequeños y grandes vasos que todos estos diabéticos delarga evolución tienen y. entre los cuales loscoronarios no pueden quedar excluidos, sehace cardioesclerótico con fibrosis difusa,si es que no tiene además daño localizadoque no fue posible detectar en este paciente. Se le agrega a nuestro paciente otra delas complicaciones de la diabetes, la amaurosis por cataratas bilaterales y finalmenteconcluye haciéndonos la nefropatía diabética con su clásica sintomatología, el síndrome nefrótico.
En su primer ingreso el cuadro predominante fue el cerebral, tuvo un episodiode importante isquemia cerebral que evoluciona favorablemente en pocos días y queposiblemente se acompañó de foco de reblandecimiento en el hemisferio izquierdo.Ya para esa época tenía importante insuficiencia renal con un N.U. de 64 mg.%,una creatinina de 4 mg. %, acidosis y síndrome nefrótico manifestado por una proteinuria de 6 grs. en 24 horas, una inversión A/G, un colesterol de 494 y edemas.haber jugado papel importante.
En su segundo ingreso, el cuadro deinsuficiencia cardíaca dominó el panorama.Tuvo un episodio de retención urinaria endonde además del valium administrado, elestrato neuropático del paciente debe habertenido importancia primordial. Se observaen la insuficiencia renal de ese momentouna desproporción entre su creatinemia de5.5 mg.% y su N.U. de 126 mg.%, perdiéndose la relación de 1 a 10 y signo decompromiso pre-renal asociado en el que la
Llegamos finalmente al tercer ingreso,insuficiencia cardíaca, con su correspondiente disminución del flujo renal, debeen donde existe cuadro previo de impor-
tante astenia y adinamia, el paciente cursacon inusuales presiones arteriales bajas, hayinsuficienica cardíaca (incurgitación yugular,hepatomegalia, etc.) , 10 que nos pone elinterrogante de una accidente miocárdicoocurrido en un diabético, que pudo habercursado sin dolor por su neuropatía, peropudiendo ser la causa de la disminuciónde la presión arterial y 10 que precipitó lainsuficiencia cardíaca, cuya documentaciónelectrocardiográfica, sin embargo, no pudoser demostrada y para el cual no tenemostampoco ni enzimas ni otros datos de laboratorio para sustentarlo.
La consulta nefrológica llegó cuatro díasdespués del ingreso del paciente; en eIlaanotamos los siguientes diagnósticos: 1)Diabetes mellitus; 2) arteriaesclerosis sistémiac; 3) gloméruloesclerosis diabética; 4)cardiopatía isquémica e hipertensiva; 5)infección aguda (neumonía, infección urinaria?); 6) deshidratación con depleciónsódica y acidosis metabólica; 7) insuficiencia renal crónica descompensada. El primero de ellos es la razón fundamental por lacual nos encontramos discutiendo este caso;paciente con franca diabetes tipo adulto quela heredó de su padre. El segundo sustentado por los vasos calcificados, el ateromaaórtico, el cuadro de isquemia cerebral, lasinsuficiencias cardíacas y esencialmente porser diabético. El tercero, por los 15 años deconocerse diabético, el síndrome nefróticocon hipertensión, los riñones de tamaño normal a pesar de tener una insuficiencia renaltan severa. El cuarto, por la hipertensión delarga data, el E.CG. y la radiografía detórax. El quinto, porque había un estallofebril importante, se auscultaban crépitospulmonares en base izquierda que nos hacían pensar en neumonía y la posibilidad desepsis urinaria por las mismas razones,fiebre en un diabético que había presentado cuadro de retenciones urinarias y queobligaba a descartar tal posibilidad. El ~exto,
porque era un paciente con piel seca e hi·poelástica que había sido tratado con diuréticos y que tenía nu sodio en 132, ademásde un C02 en 17. Este sexto punto, juntocon la infección que el paciente t.enÍa confiebre alta, eran la causa de la sétim'l consideración anotada, es decir, de la descompensación de la insufiicencia reml crónica,de la cual el paciente era ya portador (gloméruloesclerosis) .
Es de todos conocido que cuando la fun·ción renal ha disminuido aproximadamente
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~ un30% de lo normal, una ulterior disminución por pequeña que ésta sea, produce importante aumento en el N.U. En elpaciente que tiene enfermedad renal crónica tal cambio puede llevar a la uremia. Esmuy importante en el manejo de estos pacientes, reconocer los factores que pl!edenagravar la función renal y corregirlos, paraevitar así el deterioro ulterior de una función renal ya comprometida. Vale la penarecordar que en N.U. normal significa solamente que la filtración glomerular se encu2ntra entre 35 y 100% de lo normal.Entre las causas que conllevan a esta situación tenemos específicamente la depleciónde sodio y la deshidratación. El pacienterenal crónico es incapaz de conservar el sodionormalmente V pacientes con insuficienciarenal desarrollan con facilidad depleciónde sodio (pocos nefrones funcionando forzados por una diuresis osmótica). Si a estose le agrega el uso de diuréticos como en elca-o que discutimos, o vómitos o se le suministran líquidos intravenosos sin sodio,hay una disminución más acentuada de este elemento en la sangre. Con hiponatremía, hay restricción del volumen plasmático y del flujo con disminución de la perfusión y por ende, de la filtración glomerular,el nitrSgeno ureico sube y los síntomas dela uremia aparecen. Otras causas de reversibilidad en la insuficiencia renal crónica(LR.C.) son las infecciones, específicamente las urinarias, como presenta nuestrocaso, urocultivo con má, de 100.000 colonias de enterobacter. Además, nuestro paciente tenía fiebre, que como sabemos aumenta el catabolismo y consecuentemente laproducción de urea, al igual que el trauma,el stress quirúrgico, el uso de altas dosisde esteroides, o similarmente aquellas sustancias que interfieren con la síntesis proteica como son las tetraciclinas; todos estoselementos son factibles de reversibilidad enla LR,C. Nuestro caso presentó también insuficiencia cardíaca, que al igual que lasobstrucciones, la hipercalcemia o los agentesnefrotóxicos, son factores reversibles en laI.R.C.
A nuestro paciente se le compensarenlas causas de reversibilidad que nosotros pudimos conocer, quedando, por supuesto,otras que el p:ltólogo posiblemente n03 in·dicará, pero que fueron ignoradas por nosotros y que fueron la razón para que ensus últimos días el N.U. ascendiera en forma desproporcionada a la creatinina a pesar,
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como anotamos, de haberse logrado unabuena hidratación, una compensación cardiovascular y electrolítica, de encontrarse sicfiebre y de téner una pobre ingesta proteica. El episodio final sin signos neurológicos de lateralización en un paciente quesúbitamente se encuentra soporoso, podríacorresponder a un cuadro vascular torácicofinal, un infarto del miocardio, una embolia pulmonar, posibilidad que no tiene otrosustento que la muerte descrita como súbita.
Este caso clásico de diabetes, en el quehemos podido seguir la evolución naturalde una enfermedad, nos brinda además laoportunidad de recordar lo que es la ncfropatía diabética. Y recordemos sin empacho,que cuando se discute nefropatía diabéticahan proporcionado a esta entidad. Alexander Marble estudió la causa de muerte en600 jóvenes diabéticos que murieron entre1898 y 1953. El no encontró ninguna muerte atribuible a insuficiencia renal antes de1922, la fecha de introducción de la insulina; sin embargo, la insuficiencia renal fueresponsable por el 63% de las muertesentre 1950 y 1953. El descubrimiento de lainsulina y antibióticos resultó en una signifiCante disminución del coma diabética yde las infecciones como causa de muerte enlos diabéticos, aumentando la vida mediade ellos.
Enfermedades cardiovasculares son en elmomento actual la más frecuente causa demuerte dc los pacientes diabéticos. La ¡:efropatía diabética es la más frecuente causade morbilidad y mortalidad en pacientes cuyadiabetes tiene inicio en la vida temprana.En 6800 diabéticos de la Clínio Toslin,5.7% murieron de nefropatía diabética, el9% si sumamos todas las enfermedades rcnales; el 67.9.% murieron de enfermedadescardiovasculares. Pero si analizamos el grupo con edad menor de 20 años, la mortalidad por nefropatía diabética fue de 42.4%.
El Dr. Balodinos define esta ent~daJ
como un cuadro clínico-patológico complejo de gloméruloesclerosis difusa y nodulargeneralmente asociado a pielonefritis crónica, arteria y arterioloesclerosis y que se manifiesta por un mezclado síndrome de edema, proteinuria, infección urinaria, hipertensión y azotemia, asociados con diabetes.
Las complicaciones renales de la diabetes se pueden clasificar como sigue:
1) Vasculares:
a) Arteriosclerosis:
1) Calcificación medial(Monckeberg) .
2) Aterosclerosis.3) Fibrosis difusa de la íntima.
b) Microangiopatía:
1) Arteriolosclerosis.2) Glomérulosclerosis nodular
(K y W) y difusa.
2) Infecciosas:
1) Pielonefritis.2) Necrosis papilar.3) Abcesos perirrenales.4) Neumaturia primaria.
3) Las complicaciones renales de laacidosis diabética.
La primera de las complicaciones es laque más polémica ha suscitado. Debemosanotar que además de los cambios ateromatosas en los grandes vasos, las personas diabéticas tienden a desarrollar específicas lesiones de los pequeños vaSos (capilares, arteriolas y vénulas) de los glomérulos rena·les, retina, músculo y piel, caracterizada porengrosamiento de la membrana basal. Enlos glomérulos, acumulación nodular de est~
material en la región mesangial resulta enlas lesiones características descritas por PaulKimmelstiel y Clifford Wilson en 1936.Ellos describieron los hallazgos de autopsia de 8 viejos diabéticos de masas hialinaslocalizadas en la parte central de los glomérulos, aparentemente entre los capilares yllamaron la condición "gloméruloesclerosisintercapilar". Las características histológicasy de tinción de este material, tanto al microscopio de luz o electrónico, son indistinguibles de las de las membranas basal.Según Beisswenger y Spiro, la membranabasal glomerular de los humanos pertenecea la familia del colágeno en lo que se refiere a proteínas y normalmente contieneun 7% de carbohidratos, cerca de la mitadde los cuales están en la forma de unidadesde disacáridos de glucosa-galactosa. En eldiabético, hay un significativo aumento enel contenido de glucosa de las membranas; sin embargo, la concentración de los
otros azúcares no varía. Como la incorporación de glucosa en las glicoproteínas no esdependiente de la insulina, se postula queel aumento de la concentración de la glucosa en el plasma aumenta la disponibilidadde glucosa en la célula diabética, lo queresulta en una elevación en el contenido deglucosa de la membrana basal. Además, enlas proteínas del colágeno la sustitución decarbohidratos en la constitución de las cadenas péptidas, interfiere con el modo de entrelazamiento de estas cadenas de péptidosy la formación de una membrana compacta.El exceso de glucosa de la membrana glomerular diabética, puede llevara un defectodel entrelazado, resultando tin áumento dela permeabilidad manifestado por proteinuria. Esto tiende a darle soporte a una relación directa entre el desorden metabólicoy las lesiones vasculares en la diabetes me·llitus.
Así, para explicar la neuropatía se hadicho que por la falta de insulina la glucosa por otra vía se convierte en sorbitoly fructosa y la deposición de sorbitol en lasvías nerviosas se asocia con una disminuciónen la conducción nerviosa. Así, la formación de cataratas se ha atribuido a los efectos osmóticos de la acumulación de sorbitoly fructosa en los tejidos del cristalino.'
Una segunda idea es la sostenida por Siperstein quien ha considerado la posibilidadque las complicaciones microvasculares nosean reflejo del desorden metabólico, sinomás bien el resultado de una anormalidadgenética, la cual ocurre concomitantementecon la enfermedad metabólica, o más aún,puede ser causa de la enfermedad metabólica por sus efectos en los islotes delpán.creas .Tanto Alexander Marble o WilHanson, no soportan las ideas de Siperstein;sostienen que el engrosamiento de la membrana basal no se encuentra en prediabéticosy concluye que estos cambios se deben a lasanormalidades metabólicas.
Todo esto en la biopsia renal se traduce en gloméruloesclerosis difusa que se presenta con un engrosamiento diseminado de::las ramas del tronco mesangial, proveniendo del hilio hacia los lóbulos p~riféricos yel tipo nodular que es la forma más avanzada del proceso. En cuanto a las mani.festaciones clínicas de la glomerulopatía diabética, nuestra paci~nteha sido un magnífico ejemplar. No hay hada espeCífico sobreellas, siguen el patrón de cualquier formade glomérulonefritis crónica. El momento
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Fig. N° 1
Ritmo sinusal. Crecimiento dl'lventrículo izquierdo, con sobrecarga sistólica.
Fig. N° 2
Se observa un glomérulo au·mentado de tamaño que contienevarios nódulos hialinos, lami.nadas y con los núcleos en laperiferia. Hay aumento de tejidohialino principalmente en el me·sangio. H.O. 250 J(
Fig. N° 3
Con coloración de PAS se observa el depósito material hialino en la membrana basal y elmesangio. Las arteriolas se observan engrosadas con materialhialino y otras por hiperl?lasiafibrosa. PAS 250 x
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en que e! diagn6stico se hace depende de lasupervisión que se hace de! paciente, presi6narterial, proteinuria, función renal. La edadde! paciente y especialmente la edad a queempieza la diabetes, tiene una acci6n en lafrecuencia de la nefropatía. Entre más jovenla edad en que empieza, mayor la posibilidad de nefropatía como causa de la muerte.La proteinuria es e! primer signo en lamayoría de los casos, heralda e! principio deun grave problema que a pocos años plazoconduciría al síndrome nefr6tico con hipertensión arterial y posteriormente a la insuficiencia renal. El síndrome nefr6tico esraro antes de 10 años de padecer diabetes;se acompaña en la mayoría de los casos dehipertensión, retinopatía y conduce, comodijimos, a la insuficiencia renal.
Nuestro paciente es el caso típico quenos mostrará en la histología la gloméruloesclerosis avanzada nodular y difusa. Importante señalar que durante sus estadíasfinales el paciente con glomerulopatía experimenta una disminución en los requerimientos de insulina. En este importanteproblema existen varios factores, entre ellosla disminución de la ingesta de alimentosy la pérdida de peso de! paciente, con lacorrespondiente disminuci6n de la masa muscular por la cronicidad de la enfermedad.Por otro lado, la insulina metabolizándoseen e! hígado y en e! riñón y estando esteúltimo dañado, dura más circulando. Se hadicho además que los posibles anticuerposantagonistas de la insulina se pueden perdercon la proteinuria. Importante anotar quela cIorpropamida es sumamente peligrosaen estos casos y que se han descrito múltiples casos de comas hipoglicémicas cuandoha sido usada. La tolbutamida siendo metabolizada especialmente en e! hígado, resulta de menor peligro. Recuérdese que nuestro paciente estuvo hipoglicémico y que huboque suspendérseIe los hipoglicemiantes orales.
En cuanto a las infecciones renales tanfrecuentes en estos pacientes por su disminuida resistencia a las infecciones, la glicosuria que mejora e! medio de cultivo, lafrecuente disfución vesical y la enfermedadvascular, creemos que nuestro paciente tuvopieIonefritis documentada pero no llegó ala necrosis papilar. El paciente no estabatóxico, e! leucrograma no llegó a cifras desproporcionadas, e! sedimento no fue compatible con necrosis papilar y e! pacientemantuvo hasta el final diuresis aceptable.
Hagamos hincapié que no existe trata·miento efectivo de la nefropatía diabética.Los esteroides no están indicados en e! S.N. Lo único es corregir y evitar las causasreversibles de la insuficiencia renal, comoya anotamos anteriormente.
En cuanto a diálisis y transplante, debemos agregar lo siguiente: todas las compliacciones sistémicas de este desorden me·tabólico crónico generalizado que es la diabetes meIlitus, es decir, las anormalidadesvasculares, con sus manifestaciones de ceguera, hipertensión, insuficiencia cardíaca,infartos de! miocardio, enfermedad vascular periférica con ulceraciones, mal plantar,gangrena de los pulgares; los varios desórdenes neurológicos, neuropatía periférica,enteropatía, la tendencia a las infecciones,vu1vitos, forunculosis, cistitis, pieIonefritis,tuberculosis; los episodios de queto-acidosiso como con hemorragias cerebrales, todaesta constelación de hechos parece que seagravan, se aceleran, cuando e! estado finalrenal se hace realmente manifiesto. En estesentido, diálisis y transplante, mucho mejortransplante, mejorando las manifestacionesurémicas, pueden prolongar la vida de estos pacientes pero no se puede detener lahistoria natural de la diabetes en e! restode! organismo, siendo entonces estas mediodas paliativas en e! tratamiento de la diabetes mellitus.
HALLAZGOS DE AUTOPSIA
En e! cuello e! tiroides pesó 47 gms., deaspecto carnoso. En la cavidad torácica elcorazón pesó 500 gms. con hipertrofia deambos ventrículos e infarto antiguo en tabi·que y pared libre de! ventrículo izquierdo.La válvula aórtica era bivalva con velosmuy rígidos, calificados; las coronarias mas.traron múltiples placas de ateroma no comoplicadas en un 75% de la superficie interna.La aorta mostró ateromas ulcerados y trom·basados en toda la superficie. Los pulmonesestaban aumentados de peso, congestivos yhabía un infarto reciente en lóbulo inferiorde pulmón derecho. En la cavidad abdominal en e! estómago, se encontraron varias úlceras agudas y el hígado era de aspecto congesitvo. El bazo pesó 350 gms.,de consistencia firme y con superficie decorte rojo violáceo. Las suprarrenales pesaron 12 gms. ambas y no mostraron lesio·nes. Los riñones pesaron, el derecho 12gms., y e! izquierdo 121 gms., con cápsula
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muy a:dherida y de superficie externa pálida, finamente granular. Al corte la superficie mostró una corteza delgada y las arteriasrenales presentaban placas de ateroma. Enel cerebro no se encontraron lesiones. Elexamen microscópico mostró en el tiroidesdatos histológicos de bocio coloide, en elcorazón había infarto antiguo extenso y signos de hipertrofia de fibras miocárdicas.En el riñón los glomérulos mostraron engrosamiento nodular y difuso de la paredcapilar con pequeñas arterias y arteriolas depared hialina y con hiperplasia fibrosa. Como hallazgo microscópico se observaron múl·tiples granulomas típicos de tuberculosis condiseminación miliar en pulmones, gangliostraqueobronquiales, hígado, bazo, médulaósea y riñones.
Diagnóstico anatomopatológicos prIncipales:
1) Diabetes mellitus.
2) Glomeruloesclerosis diabética.
3) NefroescIerosis.
4) Cardiomegalia con infarto antiguo delmiocardio.
5) ArterioescIerosis aórtica.
6) Tuberculosis miliar.
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