rezad el rosario todos los días - hermanitas de los pobres · testimonios ..... 10 de francia a...

E R M A N I TA S D E L O S P O B R E SEE R M A N I TA S D E L O S P O B R E S

Septiembre - Diciembre 2017 Núm. 223

Rezad el rosario todos los días...

Núm. 223Septiembre-Diciembre 2017

Hacia la VidaBOLETÍN CUATRIMESTRAL DE LASHERMANITAS DE LOS POBRESwww.hermanitasdelospobres.es

Colaboraciones Ctra. Virgen del Espino, 1 - T. 91 855 16 8028460 Los Molinos (Madrid)[email protected] provincialesZurbarán, 4. 28010 MadridPlaza Tetuán, 45-49. 08010 Barcelona

Dep. legal: M-22154-2016Producción: Impresión Offset Derra. Joan d’Àustria, 66. 08005 Barcelona

CRÉDITOS DE IMÁGENES: Contraportada y p. 5, 18: Santuario de Fátima; p. 17: vidriera de la Iglesia de

Santa Maria (Indianápolis, EE.UU.) (www.wikimedia.com_cc; Contraportada: Mathur Catholic news.org. uk/cc (www.fl ickr.com)

EDITORIAL... para alcanzar el fi n de la guerra ........... 1100 AÑOS FÁTIMABendición de los enfermos ............................... 2Fátima, Año Jubilar .................................................. 3Peregrinación Provincia de Madrid ...... 6Testimonios ....................................................................10De Francia a Portugal ......................................... 11

MEDITACIÓNMaría, Madre de Misericordia .................12

CONGREGACIÓN¡Un siglo y medio después!

Madrid ...................................................................19Jaén .............................................................................22

En el país de las Castas (2ª parte) .................24NOTICIAS BREVES ...........................................30

SUMARIO

Dios Todopoderoso,acoge con amor a

los que han muerto víctimas del odio, de la violencia o

de la guerra y dales el descanso eterno.

D

d

HACIA LA VIDA Septiembre-Diciembre 2017 1

E D I T O R I A L

En cada una de las seis apari-ciones de Nuestra Señora del Rosario de Fátima a los pas-

torcitos durante el año 1917, narra Lucía en sus memorias, la Virgen les pide que recen el rosario todos los días para alcanzar la paz en el mundo, el fi n de la guerra.

A nosotros, hoy, a cada uno des-de su situación, la Virgen nos hace el mismo pedido: reza el rosario todos los días por la paz del mundo, el fi n de la guerra. Este mundo, lo sabemos, tie-ne mucha necesidad de paz, necesi-dad de valores, necesidad de Dios.

El papa Francisco nos ha dicho en Fátima hace unos meses: «Tene-mos una Madre, una “Señora muy bella”»; ella nos lleva a Jesús, el ver-dadero Redentor de la humanidad.

Este rosario gigante que pode-mos ver en la imagen, en el recinto de oración del santuario, se iluminó por primera vez en la noche del 12 de mayo de 2017. Decía también el Papa que «cada vez que recitamos el Rosario, el Evangelio prosigue su camino en la vida de cada uno, de las familias, de los pueblos.»

¡Que no se apague nunca!, que nuestra oración diaria del santo rosario, sea luz que ilumina en me-dio de las tinieblas de este mundo. «Seamos en el mundo centinelas que sepan contemplar el verdadero rostro de Jesús Salvador».

1 0 0 A Ñ O S F Á T I M A

2 Septiembre-Diciembre 2017 HACIA LA VIDA

ante nuestros ojos tenemos a Jesús invisible pero presente en la Eucaristía, así como tenemos a Je-sús oculto pero presente en las llagas de nuestros hermanos y hermanas enfermos y atribulados. En el altar, adoramos la carne de Jesús; en ellos, descubrimos las llagas de Jesús. El cristiano adora a Jesús, el cristiano busca a Jesús, el cris-tiano sabe reconocer las llagas de Jesús. Hoy, la Virgen María nos repite a todos nosotros la pregunta que hizo, hace cien años, a los pastor-cillos: «¿Queréis ofreceros a Dios?» La respues-ta: «¡Sí, queremos!», nos ofrece la oportunidad de entender e imitar su vida. Ellos la vivieron con todo lo que conlleva de alegría y sufrimiento, en una actitud de ofrecimiento al Señor.

Vivid vuestra vida como una gracia y decidle a Nuestra Señora, como los pastorcillos, que queréis ofreceros a Dios con todo el co-razón. No os consideréis solamente como unos destinatarios de la solida-ridad caritativa, sino sentíos partícipes a pleno título de la vida y misión de la Iglesia. Vuestra presencia silenciosa, pero más elocuente que muchas palabras, vuestra oración, el ofrecimiento diario de vuestros sufrimientos, en unión con los de Jesús crucifi cado por la salvación del mundo, la acepta-ción paciente y hasta alegre de vuestra condición son un recurso espiritual, un patrimonio para toda comunidad cristiana. No tengáis vergüenza de ser un tesoro valioso de la Iglesia.

Jesús va a pasar cerca de vosotros en el Santísimo Sacramento para ma-nifestaros su cercanía y su amor. Confi adle vuestro dolor, vuestros sufri-mientos, vuestro cansancio. Contad con la oración de la Iglesia que, por vosotros y con vosotros, se eleva al cielo desde todas partes. Dios es Padre y nunca os olvida.

Queridos peregrinos,

Bendición de los enfermosPapa Francisco, Fátima 13 de mayo 2017



FÁTIMA,Año Jubilar

El Año Jubilar con motivo del centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima,

inició el 27 de noviembre del año pasado, y se terminará el próximo 26 de noviembre. El lema del jubi-leo, retomando las palabras de con-suelo que la Virgen dijo a Lucía en la aparición del 13 de junio de 1917 es: «Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te con-ducirá hasta Dios.»

El papa Francisco se hizo pere-grino de la Esperanza y de la Paz. Siguiendo los pasos de los santos Francisco y Jacinta Marto, fue a Fá-tima para encontrarse con «la bella señora» justamente 100 años des-pués. Ahí, como Pastor Universal, entregó a María los dolores de la familia humana, sus angustias y su-frimientos: «En tu Corazón Inmacu-lado sé el refugio de los pecadores y el camino que conduce a Dios.»

Son muy numerosos los peregrinos que a lo largo de este año se colocan bajo el manto de luz que la Virgen en Fátima ofrece a todos los fieles.



El 12 y 13 de mayo, la Congre-gación de las Hermanitas de los Pobres estuvo bien representada por un grupo de Hermanitas. El 11 salieron de LISBOA, en dirección para Fátima donde las Hermanitas de Jesús tuvieron la amabilidad de acogerlas, con muchas otras per-sonas. Por la tarde, fueron al san-tuario, donde muchos grupos de peregrinos ya comenzaban a llegar. Después de saludar a la Virgen en la Capelina, fueron a rezar a la ba-sílica donde están las tumbas de los pastorcitos. Fue una buena inspiración, ya que al día siguiente el acceso a la basílica es-taba cerrado. Hasta ese momento, les acompa-ñó la lluvia, pero el 12 por la mañana, estaba despejado. Desde las 10h estaban en la expla-

nada y se instalaron en un espacio libre cerca de una valla, frente a una pantalla gigante, con una espléndi-da visión de conjunto. Pasaron allí 28 horas... y sin dormir, pues por la noche hacía mucho frío y una gran humedad que penetraba por los huesos… Como buenas peregrinas lo vivieron como una llamada a vivir un aspecto esencial del men-saje de Fátima, la penitencia para la conversión de los pecadores, al que añadieron la intención de las vocaciones y muy especialmente de Hermanitas de los Pobres. El día 12, siguieron la llegada del Santo Padre a Portugal a través de las pantallas, después vieron el helicóptero que sobrevoló varias veces todo el recin-to. El ambiente era al mismo tiempo festivo y sagrado. Hermosa fue la oración del papa Francisco en la Ca-pelina. La explanada se convirtió en un océano de luz con las antorchas iluminadas durante el recorrido de



la Virgen. Toda la noche, se fueron sucediendo momentos de oración para los peregrinos que pasaban la noche «in situ», Misa, Viacrucis, Rosario, Lau-des… La gente comenzó a lle-gar muy temprano. Cuando el Santo Padre llegó, se detuvo un buen momento en oración ante las sepulturas de Francis-co, Jacinta y Lucía.

La celebración de la Eucaristía de ese 13 de mayo, centenario de las apariciones, con la cano-nización de los dos pas-torcitos Jacinta y Francis-co, fue la cima del fervor y de la emoción. Al aca-bar la misa, después de la bendición de los enfer-mos con el Santísimo, la imagen de la Vir-gen se dirigió nuevamente a la Capelina; con todos los pañuelos blancos al aire en signo de despedida a la Virgen. Pidieron que los peregrinos no se movieran de sus sitios porque el papa Francisco iba a ha-cer un recorrido con el papamóvil. Como este estaba aparcado cerca de donde se encontraban las Hermanitas, su esperan-za era grande de ver de cerca al Santo Pa-dre. Efectivamente, pasó muy cerca y sus miradas se cruzaron. Las Hermanitas le hicieron señal de que rezaban por él y les respondió con una sonrisa.


Peregrinación Provincia de Madrid

Los residentes de nuestras casas de la Provincia de Madrid, acompaña-dos de hermanitas y algunos amigos y colaboradores, se preparaban desde hacía unos meses, para esta peregrinación al Santuario de Nues-

tra Señora de Fátima, en Portugal, con motivo del centenario de las aparicio-nes de la Virgen a los Pastorcitos.

La salida tuvo lugar el día 28 de junio por la mañana. Los peregrinos de las casas de España se agruparon en 4 autobuses que fueron llegando durante la tarde. ¡Qué alegría en todos los corazones vislumbrar de lejos la corona de la Virgen de la torre de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario! Poco después los viajeros dejaban sus autobuses con el fondo mu-sical de las campanas al son del Ave María de Fátima. Todos se alojaron justo detrás de A Capelinha y desde la primera noche, a pesar del cansancio del viaje, muchos quisieron participar en el rezo del Santo Rosario y la Procesión de las Antorchas. Al día siguiente, algunos fueron directamente a la Capilla de la Reconciliación, y pudieron confesarse; otros a comprar algún recuerdo para sus seres queridos, otros

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a orar en silencio en A Capelinha, o en la adoración del Santísimo Sacramento, etc. Durante la mañana llegaron los dos autobuses provenientes de Lisboa y Oporto con los peregrinos de ambas casas, felices de volver a este lugar tan querido y familiar para ellos. Enseguida se colocaron a los pies de Nossa Senhora en A Capelinha, confi ando todas las intenciones y ne-cesidades. La Virgen congregaba, ahora sí, a todos los peregrinos para el rezo del rosario del mediodía, seguido de la Eucaristía, en lengua portuguesa. Fue con toda solemnidad, ya que la Iglesia celebraba en ese día la fi esta de los Santos Pedro y Pablo. Ahí tuvieron una buena oportuni-dad de orar por el Papa, como los Pastorcitos hacían con tanto fervor.

Muchos peregrinos encienden una vela a Nuestra Señora confiándole sus intenciones.

Los Residentes, Hermanitas y Colaboradores de la casa de Oporto confeccionaron rosarios de crochet con sus bolsitas, bolsos bordados a punto de cruz, etc… Un trabajo artesanal realizado en equipo, donde cada uno puso lo mejor de sí mismo para llevar de Fátima un recuerdo a los que no pudieron estar presentes físicamente en esta peregrinación, pero sí que lo estuvieron por la oración, ¡¡¡hicieron unos mil!!!



Esta noche, por ser jueves, la procesión fue con el Santísimo Sacramento. Un Re-sidente de una casa, en su oración pedía a Jesús por su familia, y en particular para poder ver pronto a alguno de sus hijos, que

ve muy de tarde en tarde. Unos minutos más tarde, encontró a una de sus hijas.

Al dia siguiente, la visita del pueblo de Aljustrel, dio a los peregrinos la oportunidad de visitar las humildes casas de los pastorcitos. Muchos recordaron

sus casas en su infan-cia y juventud, con los instrumentos para las labores del campo, etc. Seguidamente aquellos que tuvieron más valor o mejores piernas, fue-ron a pie, como hacían antaño los niños con el rebaño de ovejas, a visi-tar los lugares donde tu-



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vieron lugar las apariciones del Ángel en el año 1916.

Por la tarde tuvo lugar el itinerario jubilar, para ganar el jubileo del cente-nario. Reunidos en el pa-tio de la casa de acogida, fueron dirigidos por el Capellán de una casa de Madrid, en oración, rezando el Rosario, cantando, haciendo las oraciones propias para la ocasión. Una vez ter-minado, se reunieron todos en lo alto de la explanada del Santua-rio para poder hacer una foto de familia, fe-lices de haber podido hacer la peregrinación.

Después de estas dos grandes jornadas y una última Eucaristía en una de las capillas de la casa de acogida, hubo que dejar este lugar de paz. Todos se llevan en su corazón estas palabras de María a Lucía: «No tengas miedo, porque mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.» Todos con corazón agradecido y llenos de alegría volvieron a sus casas.



Testimonios«En estos días pasados en Fátima, he sentido la protección de la Santísima Virgen en todo momento. Fue importante el encuentro que tu-vimos con la sobrina de Lucía. Tan mayor que es, ¡ahí está rezando por la paz del mundo y acogiendo a los peregrinos! Quiero destacar el buen espíritu de familia que reinó a lo largo de esos días pasados en Fátima. Al llegar de nuevo a Talavera entré en la capilla para dar gracias al Señor y pedirle que bendijera a esta gran fa-milia de santa Juana Jugan que Él me ha dado para vivir el fi nal de mi vida.»

Mª Antonia Moral, residente de Talavera de la Reina

«Esta peregrinación jubilar ha sido para mí una llamada a la ver-dadera conversión. Me llamó la atención la actitud de devoción y Fe en la multitud de personas ahí congregadas, orando con gran re-cogimiento y silencio. A pesar de la diversidad de culturas y len-guas nadie se sentía extraño. Sin lugar a dudas el Amor de Jesús y la presencia de la Madre, nos aco-gía a todos con paz y serenidad.

Muchos comentaban: «los seguidores de Jesús somos muchos más de lo que se dice o se publica». Agradezco a Dios Padre esta magnífi ca oportu-nidad que nos ha ofrecido en este centenario de las apariciones de Fátima.»

Sor Mª del Carmen, de la casa de Bilbao, a la izq. en la foto.En la foto junto a su hermana también Hermanita de los Pobres.



De Francia a PortugalEl 8 y 9 de julio, las madres

asistentas generales Nicole Emmanuel y Patricia Ivonne del Espíritu Santo, depositaban a los pies de la Santísima Vir-gen de Fátima todas las inten-ciones confi adas. Las dos casas existentes en Portugal, Lisboa y Oporto, acogieron con gran alegría a las viajeras, veni-das desde Francia. Tanto en Oporto como en Lisboa, como podemos apreciar en estas imágenes, recibieron signos de gratitud y amistad de Residentes, Hermanitas, Colaboradores, etc.

Oporto

Lisboa

Fátima


MARIA, madre de Misericordia

Bajo este título, del 17 al 22 de mayo, tuvo lugar en la UCAM (Universidad Católica de Mur-cia) el 1er Congreso Internacional universitario sobre Mariología. Allí se dieron cita expertos de todo el mundo, como el presidente de la Pon-tifi cia Academia de Mariología Internacional, Stefano Cecchin, el obispo de Leiria –Fátima, Serafi m de Sousa, o el arzobispo del patriarcado de Antioquía, Ignace Youssif III, entre otros.

Entre numerosos e inte-resantes actos, destaca-mos el que tuvo lugar el

día 18 por la tarde. Una mesa redonda sobre María en la vida religiosa agrupó a cuatro supe-rioras mayores de diferentes congregaciones religiosas en-tre las que se encontraba una Hermanita de los Pobres, Sor Mª Concepción de la Cruz, responsable de la Provincia Barcelona-Sevilla desde el año 2016. Con agrado de to-

dos los asistentes, dio a conocer el rol de María en la vida de las Hermanitas, a partir de la espiritualidad mariana

de santa Juana Jugan, y cómo éste se traduce en el voto de hospitalidad. Con sumo agrado compartimos a continuación

con todos los lectores de Hacia la Vida esta maravillosa meditación.

PROGRAMA


M E D I T A C I Ó N

Amen mucho a la Santísima Virgen, Ella será vuestra Madre.

Esta recomendación, que nuestra madre fundadora, santa Juana Ju-gan daba a las novicias, con las que convivió durante la última etapa de su vida, habla bien del lugar que María ocupaba en su corazón y a lo largo de toda su existencia.

No podemos hablar de la espi-ritualidad mariana de las Herma-nitas de los Pobres, sin mencionar la devoción sencilla y profunda de nuestra fundadora, y su amor fi lial a la Madre de Dios.

En efecto, María estuvo presen-te desde el amanecer de su vida, encontrando en Ella un modelo y el camino seguro para ir a Jesús, a quien deseaba consagrar su existen-

cia desde muy joven. Formada en la escuela de San Juan Eudes, prime-ro como Hija de María y después como miembro de la Orden Tercera de la Madre Admirable, aprendió a amar el Corazón de María, y por ahí, ir al Corazón de Jesús y a com-prender mejor que Jesús debía ocu-par todo el lugar en su vida. Vamos a descubrir cómo, en el libro de su vida, María se esconde en todas sus páginas.

Sabemos que María está presen-te en los humildes comienzos de la obra (1839), en aquella buhardilla de la casa donde alojó a la prime-ra anciana y le dio su propia cama. Ahí se encuentra aún hoy la imagen de María que recogía cada anoche-cer la plegaria confi ada de las pri-meras Hermanitas, depositando en el Corazón de la Madre su jornada enteramente dedicada a los ancia-nos pobres que iban acogiendo su-cesivamente.

Ante esa misma imagen, Juana y sus primeras compañeras, pronun-ciaron sus primeros compromisos en las fi estas de la Asunción, de la Presentación de María o de la Inma-culada. Pronto, bajo esta advoca-ción, María Inmaculada (cuyo dog-ma, la Iglesia no había proclamado aún), se convirtió en patrona de la naciente Congregación.

«



Providencialmente, ella pronunció sus votos perpetuos el 8 de diciembre de 1854, el mismo día en que el papa León XIII proclamaba en Roma el Dogma de la Inmaculada Concepción. Con esta muestra de afecto materno, María qui-so unir a su humilde hija más íntima-mente a Ella y a la Obra de la Reden-ción de su Hijo.

Las necesidades de las casas que pro-gresivamente se iban fundando, donde

a menudo faltaba lo indispensable, le ha-cían dirigir sus peticiones a María. Nadie como una Madre sabe comprender las ne-cesidades de sus hijos.

Los testimonios de las Hermanitas que la conocieron subrayan su amor a María

y su confi anza en su maternal protección: “Cuando hablaba de la Virgen —dicen los

testimonios— tenía una cara de cielo”. “Le gustaba ir a la tribuna, y allí, con las manos juntas y los ojos bajos, rezaba el rosario”. “Voy

a rezar un Avemaría por usted” —decía para agradecer cualquier ayuda recibida.

Esta devoción sencilla y profunda transformó la vida de nuestra madre fundadora quien, por la continua me-ditación del rosario, penetró en los se-cretos del Corazón de Jesús y de María, porque, “ir al Corazón de María es ir al Corazón de Jesús”. “Por el Avemaría iremos al cielo”. Esta frase era en ella como un estribillo. María es el camino. Dios nos la ha dado para esto: Madre, Maestra, Puerta del Cielo.



Su viejo rosario —del que se ha dicho que era el único objeto al que estaba apegada— fue su compañero de camino a lo largo de su vida, lo tenía siempre entre sus manos y con él ellas se cruza-ron para siempre. María, siempre fi el, estuvo pre-sente en el atardecer de su vida, para recibir de sus la-bios sus últimas palabras: “Oh Ma-ría, mi buena Madre, venid a mí. Sabéis que os amo y tengo grandes deseos de veros”.

Así pues, desde los orígenes, nuestra familia hospitalaria se ha desarrollado bajo la protección especial de María Inmacula-da, nuestra Madre, modelo, alegría y pro-tección. El hecho de que todas las capillas de nuestras casas estén consa-

gradas a la Virgen Inmaculada y que el sello de la Congregación

lleve su imagen, prueba que María ha estado siempre presente en nuestra vida, y nos sostiene con su mirada

materna y continua inter-cesión. Ella es nuestra Ma-

dre y nuestra Maestra, nos ayuda a profundizar nuestra fe,

nuestra esperanza, nuestro amor a Dios y a los hermanos, nos guía en el camino de la santidad.

Cada día, el rezo del rosario nos hace contemplar la vida, la pasión y la resurrección del Hijo de Dios hecho hombre, introduciéndonos así más íntimamente en los mis-terios de la salvación; María, Ma-dre de Jesús, Madre de la Iglesia y nuestra Madre, atrae a nosotras al Espíritu Santo, quien nos hace co-mulgar a los estados y misterios del Hijo de Dios.

Desde 1846, fielmente las Hermanitas recitan cada día, con las manos elevadas y extendidas, una oración a María.



Nuestra jornada está salpica-da de diversas oraciones a María, nos alegra el pensar que la Virgen es nuestra Madre, nos conforta el contemplarla en los misterios de la salvación, nos consuela el hecho de poder acudir siempre a Ella. Está presente a lo largo de nuestras jor-nadas, en los momentos de oración como en el trabajo, en medio de las alegrías como de las penas. Ella es la Madre, siempre inclinada hacia sus hijos, derramando consuelo y misericordia.

Hay algo en lo que nuestra madre fundadora se asemeja mucho a la Santísima Virgen: no escribió nada. Lo poco que conservamos de ella son sus palabras repetidas muchas veces, tantas que, 50 años después de su muerte (que pasó en el olvi-do), las Hermanitas que la conocie-ron las recordaban con exactitud. Así transmitió el espíritu de la Con-

gregación, como María, con pocas palabras, sin ningún escrito, pero con una vida plena de actos de fe, de humildad, de caridad, de conti-nuo olvido de sí, para dejar a Dios hacer su Obra en ella.

Recordando las palabras de Ma-ría en el Evangelio, descubrimos cómo nuestra vida de Hermanitas de los Pobres al servicio de las Per-sonas Mayores, transcurre en para-lelo con el Corazón de María. Tene-mos un carisma que nos hace, como Ella, hospitalarias:

En la Anunciación, descubrimos a María acogiendo la llamada de Dios.

María de Nazaret, aceptó ponerse al servicio del plan divino en la do-nación total de sí misma. Toda vida consagrada comienza con esta mis-ma actitud manifestada por María en la Anunciación: “He aquí la es-clava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.

Aquel SÍ de María lo hacemos nuestro todos los días, ella nos acompaña con su presencia mater-na en nuestro apostolado junto a los Ancianos Pobres. En la Anun-ciación, María acoge en su corazón la Palabra hecha carne y la da al mundo. Por nuestro voto de hospi-talidad, nosotras acogemos esta Pa-labra, hecha carne en el Pobre.



En la Visitación, descubrimos a María en actitud de servicio.

“María se levantó y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá”... Admira-mos la prontitud de María, que es la prontitud del amor. María lleva a Jesús en Ella, y lo da en sus obras.

Dócil al Espíritu Santo, María deja todo para emprender el cami-no que Él le indica, con la prontitud gozosa de un corazón libre. También nosotras nos ponemos en camino cada día, para responder a la in-vitación del Señor, encontrándole en el Sagrario, en nuestra vida fraterna en comunidad y en el servicio a los Ancianos.

Nuestra vocación de Herma-nitas de los Pobres, nos hace vivir realmente el verdadero espíritu de caridad que nos reúne en una sola familia, Hermanitas y Ancianos. Estos últimos se sienten felices en nuestras casas, encuentran una familia, recibiendo de las Her-manitas todo el respe-to, el amor, la pacien-cia, la comprensión de sus necesidades y la satisfacción de sus deseos. Vela-mos para respon-

der al deseo de nuestra madre: “Vean cómo Jesús, María y José se amaban los tres, qué buen semblan-te tenían, con qué bondad, con qué dulzura se hablaban. En nuestra pequeña familia tiene que ser así”.

Nosotras seguimos el ejemplo de María viviendo nuestro voto de hospitalidad. Unidas a Jesús, pode-mos reconocerle y servirle, con hu-mildad y prontitud, en los Ancia-nos. Ella es para nosotras modelo de amor a Dios y al prójimo.

En Caná, descubrimos a María intercediendo por nosotros.

María está atenta a las necesi-dades de los novios, intercede por ellos ante su Hijo, y les dice: “Haced lo que Él os diga.”

Cada día, las Hermanitas, atentas a las necesidades de los Ancianos, nos esforzamos por responder a ellas, con respeto y atención para con cada uno. Una mirada de fe nos hace descubrir al Señor en ellos e impreg-na nuestra acción de ca-ridad ingeniosa a fi n de consolarlos y alegrarlos, con diligencia, pacien-cia y dulzura.

Atentas a la r e c o m e n d a c i ó n de nuestra madre



Juana Jugan, “Llamen, llamen a la puerta del cielo por las almas”, po-nemos vivo empeño en orar mucho por los ancianos, confi ándolos a la Santísima Virgen María. Con tacto y discreción, favoreceremos el en-cuentro con Cristo de los que com-parten nuestra fe. Nuestro celo res-peta la libertad, dignidad y creencias de cada persona. Damos siempre testimonio de respeto por la vida.

Al pie de la Cruz, descubrimos a María, en silencio, en actitud de oración y de ofrenda.

“Junto a la Cruz de Jesús, estaba su Madre”.

Junto al anciano que sufre, esta-mos nosotras, como María, conso-lando, orando, ofreciendo.

Nuestra misión hospitalaria nos da la alegría de asistir a los ancianos hasta el fi nal, en unión con María, al pie de la Cruz. Esta preparación de su alma al eterno encuentro, es la meta de nuestra acción apostóli-ca. Ella nos asocia al misterio de la agonía del Salvador, unidas a Ma-ría, Puerta del Cielo.

Pido a María que, como Madre atenta a las necesidades de sus hi-jos, nos ayude a mirar con su mira-da maternal las realidades huma-nas que nos rodean, especialmente sus hijos más necesitados de aten-ción y afecto.

Termino con estas palabras del Santo Padre Francisco (en Para-guay), dirigiendo una mirada a María, Virgen acogedora, Madre del más puro don:

“María es Madre. En ella tenemos un modelo de hospitalidad: ella no se adueñó de la Palabra encarnada, sino que la hospedó, la cuidó y la entregó. Hizo como la tierra, que no domina la semilla, sino que la recibe, la nutre y la germina. Así queremos ser los cristianos, así queremos vivir la fe, como María, alojando la vida de Dios en nuestros hermanos, con la confi anza de que El Señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su fruto”. «


¡Un siglo y medio después!La caridad es como un incendio que se propaga rápidamente. Así fue el desenvolvimiento de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres en España. Esta obra naciente se había asentado en nuestra Patria en 1863, tomando como punto de partida Barcelona. A esta siguió Manresa, después Granada, Málaga, Antequera, etc... Hace ahora 150 años, en 1867, la chispa también prendió en Madrid y Jaén.

El sábado 20 de mayo fue el día escogido para celebrar el 150 aniversa-rio de la llegada de las Hermanitas de los Pobres a Madrid. La tarde se vistió de primavera para acompañar a los Ancianos, Hermanitas,

Colaboradores, Asociados, Familiares, Bienhechores y Amigos de las tres casas que se encuentran en la diócesis hasta la Catedral de la Almudena, donde tuvo lugar la celebración de la Eucaristía, que fue presidida por el señor cardenal D. Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid, junto a otros sacerdotes capellanes y amigos de la Congregación, entre ellos el vicario episcopal para la Vida Consagrada en Madrid, D. Elías Royón, S.J. y su predecesor en el cargo D. Joaquín Martín Abad.

En su homilía el Señor Cardenal, tras evocar los humildes comienzos de la obra en la capital de España en aquel lejano 1867, dio gracias a Dios por el ejemplo y valentía de las primeras Hermanitas y porque el carisma de santa Juana Jugan de humilde servicio, sigue vivo en la diócesis de Madrid. La coral de la Catedral que acompañó muy bien toda la celebración, tuvo la delicadeza de terminar con el himno a santa Juana Jugan. Al fi nalizar, D. Carlos Osoro saludó uno por uno a todos los que participaron en esta entrañable celebración.


C orrían tiempos nada fáci-les. En el año 1864, D. Juan Ortí, profesor de Filosofía

en la Universidad y gran amigo y bienhechor de las Hermanitas en Barcelona, trasladado ahora a la capital de España, deseaba de todo corazón que la obra se implantara en Madrid. Dos años después, el 26 de noviembre de 1866 llegan dos Hermanitas para fundar una casa, la madre asis-tenta general Mª de la Concep-ción y sor Stephanie Marie de la Visitation. El Señor dispuso los corazones de las autoridades religiosas y civiles que dieron en-seguida todas las autorizaciones.

1867Mirada a la historia

Pero la prueba no se hizo esperar. ¡No había manera de encontrar una casa apropiada! El resto de Hermani-tas que vinieron de Francia para la fun-dación tuvieron que esperar en Barce-lona hasta que se encontrara una casa en Madrid. Estaban seguras que san José no podía abandonar a sus pobres.

Con una fe profunda, las Hermani-tas se lanzaron a su búsqueda reco-rriendo la ciudad en todas las direc-ciones. Otras muchas personas que se interesaban vivamente por la Obra hacían lo mismo. Por fi n el miércoles 2 de enero de 1867 se instalaban en una casita en la calle Hortaleza, con gran agradecimiento; el sábado siguiente recibían ya las primeras ancianas.

Los comienzos fueron pobres y sen-cillísimos. Pero la Providencia vela incansablemente como siempre, para que los pobres no carezcan de nada. Los madrileños se declaran partida-rios de una Obra que les va derecha al corazón.

A las pocas semanas la naciente ins-titución albergaba ya doce ancianas. Entre ellas una de 104 años, lista como un lince, que enseñaba a las Hermani-tas la cocina española.

madrid


El número aumentaba de día en día; a los po-cos meses eran cincuen-ta los acogidos. El local resulta insufi ciente. Las difi cultades de la época son muchas, la pobreza, la revolución en 1867; pero las Hermanitas no desisten, avanzan re-sueltamente con el arma de la fe.

Otro miércoles, el 24 de agosto de 1870, se compró el terreno que la madre asistenta ge-neral Mª de la Concep-ción había escogido tres años y medio antes, se llamaba El Jardincillo del Paraíso. En abril de 1875 tuvo lugar la colocación de la primera piedra del

actual edifi cio en la calle Almagro; estuvieron presentes muchas autoridades de la época, en-cabezadas por el rey Alfonso XII. En marzo de 1878, se trasladan a la nueva casa, aún sin ter-minar. La Capilla fue bendecida en el año 1886.

¡Cuánto agradecimiento por tantos gestos de generosidad a lo largo de estos 150 años! ¡Cuán-tos miles de ancianos, al fi nal de sus días, han sido felices y se han encontrado con su Crea-dor! ¡Cuántas Hermanitas han entregado sus vidas a través de gestos humildes y sencillos! ¡Gracias de corazón a todos!

Hacer felices a los Ancianos,¡todo está

ahí!


E n la tierra de olivares, desde el año 1864, el señor Esco-lano, director del Banco de

Barcelona, y otras varias personas, hacían gestiones para tratar de im-plantar ahí la Congregación. Los primeros intentos fracasaron, pero la Sra. de Vadillos, hermana del Se-ñor Obispo, no desistió. En 1865 la superiora de la casa de Granada, es enviada a Jaén para entrevistar-se con las autoridades, y todo fue favorable. El Señor Obispo, el Go-bernador y el Alcalde de la ciudad prometen su ayuda.

El 2 de abril de 1867 llegan a Jaén dos Hermanitas para llevar a cabo la fundación. De nuevo la madre asistenta general Mª de la Concep-ción, como en Madrid unos meses antes, y Sor Bernardina de Siena. Son acogidas por Dª Concepción Escolano, quien les ayudará a bus-car una casita que podría albergar unos diez ancianos. El 11 de abril se instalan en la calle Higueras.

En una carta a Francia escriben: «Estamos muy bien instaladas, pero todavía no ha llegado ningún anciano. El otro día nos indicaron

1867Mirada a la historia jaén


que había una señora ciega, que vivía sola; me dio lástima pero al mismo tiempo alegría pues ella puede ser nuestra primera acogida.» En efecto, no tardó en llegar acompañada de una veci-na. Dijo a las Hermanitas: «Ella está sola, no tiene a nadie, y he pensado que donde mejor está es aquí.»

Se cuenta en el libro de fundación que en los prime-ros años la esca-sez era la nota co-mún. Hermanitas y Ancianos tuvie-ron que conten-tarse durante seis años con cabras para tener leche.

Pasado un tiempo consiguieron una vaca con su ternera y fue un consuelo para todos, ya que este hecho supuso una gran mejora en la alimentación de todos.

Otra de las anécdotas que encontra-mos en el citado libro, denota el espíri-tu de familia que reina en la casa desde sus orígenes. Se cuenta el caso de un Anciano de 91 años que ayudaba to-dos los días con ilusión a los compañe-ros ciegos de la casa.

El número de acogidos crecía día a día. La casa quedó pequeña y tuvieron que cambiarse a otra en la calle Pilar de la Imprenta.

Pronto esta tampoco era sufi ciente, por ello en 1890 compran un terreno en el Paseo de la Estación y comien-zan a levantar la casa actual, confi ando siempre en la Providencia. Ahora, en este 150 aniversario, todos han agrade-cido la protección de san José a lo largo de este siglo y medio de existencia.


El 6 de febrero, dejando atrás la Ciudad del cúrcuma, pasando por paisajes esplén-didos, con un sol radiante, llegaron a Tu-ticorín, la Ciudad de la perla. La fundación de esta casa fue realizada en el año 1975.

El jardín estaba lleno de colores y las viajeras fueron acogidas con guirnaldas de jazmín natural, mientras que una ban-da tocaba una melodía muy animada.

Los residentes más jóvenes, ataviados con sus trajes de fi esta, el personal con sus saris-uniforme y las Hermanitas, for-maban una larga cadena acogedora. Reci-bieron la mayor muestra de respeto dada a un invitado con la ofrenda del Purana Kumban Arathi, un recipiente bañado en plata que contenía hojas de mango con un coco encima.

Estatua de San José en el jardín de la casa donde las personas se encomiendan a su intercesión.

EN EL PAIS DELAS CASTASEchamos la vista atrás para seguir los pasos de nuestra Madre General María del Monte Auxiliadora, y la Madre Asistenta General Maria Clarette (de Sri-Lanka). Tuvieron la alegría de visitar del 20 de enero al 28 de febrero, algunas de nuestras casas que se encuentran en la India.

2ª parte

Tuticorín


C O N G R E G A C I Ó N

Los residentes más enfermos también las es-peraban alegres en unos pasillos muy bien decora-dos con ramos y poder saludarlas con entusiasmo.

El día 7 de febrero fue el Vicario ge-neral de la diócesis quien concelebró la Eucaristía. Seguidamente fue la visita a toda la casa. Los señores las acogieron con una danza, mientras que las seño-ras lo hicieron con una orquesta. En el salón de actos las esperaban las familias de Hermanitas y los bienhechores que respondieron a la invitación. Danzas interpretadas por jóvenes y residentes gustaron a toda la asamblea. Al fi na-lizar esta tarde de encuentro, nuestra Madre General leyó todo su mensaje en inglés, por lo que fue muy aplaudida. Saludo de la paz durante la

celebración de la Eucaristía.



MadrásEl 10 de febrero, después de

visitar la basílica de la Virgen de las Nieves, las viajeras cogieron el avión para la casa de Madrás (Chennai), fundada en 1934. La llegada de la Madre General a esta casa fue todo un aconteci-miento, ya que era la primera vez que esto ocurría.

Santo Tomás, patrón de la ciudad, fue la primera persona que las reci-bió. En tamil, manifestó su alegría de haber bajado del Cielo para este acontecimiento. Como en las otras casas, se sucedieron los ritos tradicio-nales de acogida según la costumbre tamil: guirnaldas, arathi, tilak, ofrenda de azúcar, etc. Durante el recorrido que lleva a la capilla, varios grupos de chicas bailaban y tiraban fl ores.



Al día siguiente, fi esta de la Virgen de Lourdes, la Eucaristía reunió a todos. Las invitadas saludaron a los residentes en sus comedores respectivos haciéndoles un pe-queño obsequio de Lourdes.

La tarde, que se abrió encendiendo la lámpara, estuvo bien animada, con diferentes espectáculos y variados encuentros: Aso-ciados Juana Jugan, Bienhe-chores, Amigos, Familiares de Hermanitas, etc...

Esta casa, que alberga unos 120 residentes, está muy bien protegida, puesto que San José es su patrón.



GunturDe nuevo en ruta, esta vez cami-

no de Guntur. El carisma de Juana Jugan arraigó en esta ciudad en el año 1982.

Nuestras viajeras llegaron a la casa sobre las 15h. Como es tradi-ción algunas jóvenes arrojaban fl o-res. Hojas de cocotero cubrían el ca-mino y la puerta de entrada, con un platanero a cada lado... Durante el recorrido fueron acompañadas de danzas y de ritos de acogida.

En el pasillo, madre Mª del Mon-te Auxiliadora se emocionó al ver que todos los Ancianos la espera-ban para darle una rosa, según la costumbre regional, para expresar el amor. Dos residentes ofrecieron

plantas de algodón y de guindillas ya que su producción es célebre en la región.

Al día siguiente Mons. Bhagyaiah Chinnabathini, obispo de Guntur, celebró la Eucaristía junto a otros sacerdotes concelebrantes, uno de ellos era español. Imaginamos fácil-mente la alegría, tanto del sacerdote como de nuestra Madre General, de intercambiar algunas palabras en la lengua materna de ambos.

Las Hermanitas de la casa de Se-cunderabad (fundada en 1903) tu-vieron el gozo de estar presentes uno de estos días y compartir la co-mida con las Hermanitas de la casa de Guntur junto a las convidadas de honor.

El día 15, después de la celebra-ción de la Eucaristía, tuvo lugar el



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encuentro con las Familias, Ami-gos y Bienhechores. Después de encender la lámpara tradicional, y la danza del kuchipudi, danza de bienevenida de la Adhra Pradesh, hubo todo tipo de danzas y músi-cas, muchas de ellas interpretadas por los residentes.

Gráfi camente podemos ver aquí el toque fi nal de estas entrañables jornadas de encuentro: alegría, hu-mor, acogida, respeto mutuo, etc.

Con la fi esta de Santa Bernardita, 18 de febrero, el recorrido por la In-dia de nuestras dos infatigables via-jeras, llegaba a su fi n. Dejaron Gun-tur para volver a Bangalore donde,

de nuevo, con humor, recibieron sendos diplomas, por el buen Inglés de la madre general Mª del Monte (española) y por las magnífi cas tra-ducciones de la madre asistenta Mª Clare e (srilankesa).

Se siguieron unos días de traba-jos con las Madres Superioras de las trece casas existentes en este país. Al fi nal de estos 40 días con sus 40 noches, todos los corazones se elevaban agradecidos a Dios por el espíritu de familia que reina en la Congregación como legado de san-ta Juana Jugan.

Los encuentros con el personal asalariado de las casas se han ido repitiendo a lo largo de todo el recorrido.

N O T I C I A S B R E V E S


Cadena de Oración-Granada

Nuestra madre general María del Monte Auxiliadora propu-

so a cada una de las comunidades de Hermanitas de los Pobres dis-persas por los 31 países donde la Congregación está extendida, una cadena de oración por las vocacio-nes, entre la fecha de la 1ª aparición de la Virgen de Fátima y la última.

Todos unidos en una oración in-tensa al Corazón Inmaculado de María, que ella interceda ante su Hijo para que suscite nuevas voca-ciones, jóvenes deseosas de consa-grarse al Señor, viviendo el carisma

de humilde servicio de santa Juana Jugan.

Cada casa tiene un día asignado para así formar todas unidas esta cadena de oración.

En Granada, por ejemplo, cada día, después de la oración de la ma-ñana, los residentes se reúnen en el vestíbulo donde hay un mapa junto a la Virgen de Fátima y los pastorci-llos. Sitúan la casa que toma el rele-vo de la oración, hacen una petición por las vocaciones y cantan.

El 31 de mayo, fue el turno de esta casa. A las 7.30 h ya se rezó el rosa-rio de la aurora, yendo en procesión hasta la gruta de Lourdes en el jar-dín. Al acabar la misa se expuso el Santísimo Sacramento y el rosario continuo prosiguió hasta las 17.00 hAl fi nal de la tarde en el salón de actos un grupo de residentes y co-laboradores, representaron las apa-riciones en Fátima.


N O T I C I A S B R E V E S

Oporto

Cáceres

Los aniversarios en cualquier familia son un motivo de

fi esta y una oportunidad muy adecuada para hacer crecer la unidad. Es lo que ocurrió el pa-sado 22 de agosto en la casa de Oporto; todos celebraron los 25 años de presencia en la casa de Maria Natividade Caires. Ya que su única familia es la familia de santa Juana Jugan, todos se hicie-ron una piña para este aniversa-rio. Después de la celebración de la Eucaristía por sus intenciones, los Residentes, Hermanitas, Co-laboradores, Personal de la casa,

se reunieron en el salón de actos para una tarde de fi esta con can-tos de su tierra natal, la isla de Madeira. Después de la entrega de algunos regalos que apreció mucho, no dudó en acompañar danzando con gusto y energía O bailinho da Madeira.

En la solemnidad del Apóstol Santiago, los Residentes de

la casa de Cáceres, con sus con-chas en mano, mochilas, bastón y capa, para los que dirigían los grupos, tuvieron la oportunidad de realizar el camino de Santiago sin salir a la calle. Cada uno ha-bía escogido previamente la ruta a seguir entre las de la Plata, la Francesa o la Italiana. Ubicadas en diferentes pasillos, salones, recibidores y despachos, se en-contraban las ciudades más em-

blemáticas de cada ruta. Al fi nal, el Apóstol los esperaba para dar-les el abrazo, a lo que siguió una merienda bien merecida.

Desde 1960 las Hermanitas de los Pobres publican esta sencilla revista, que quiere ser un eco del carisma de santa Juana Jugan, vivido en sus casas a lo largo de los cinco continentes. No-ticias de la Iglesia, de la Congregación, refl exiones acerca de la última etapa de la vida, etc...Si desea recibir la revista Hacia la Vida, o hacer una suscripción para uno de sus familiares y amigos, no dude en rellenar esta hoja y enviarla a: Hacia la Vida - Hermanitas de los Pobres - Ctra. Virgen del Espino, 1 -28460- LOS MOLINOS (Madrid) o bien llame al 91 855 16 80 o escríbanos a: [email protected]

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1792 - 2017

225o aniversario de su nacimientoSanta Juana Jugan

25 de octubre

Hay que decir siempre: ¡Bendito sea Dios, gracias Dios mío,

Gloria a Dios!

Casa natal, Cancale (Francia)

SANTA JUANA JUGAN

«Yo nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón

será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios.»

Palabras de Nuestra Señora de Fátima a Lucía en su 2ª aparición (13 de junio 1917)

rezad el rosario todos los días - hermanitas de los pobres · testimonios ..... 10 de francia a...

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