revolución y constitución
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Revolución y Constitución
Pocas revoluciones -las que en verdad lo son- prevén el resultado final o la consecuencia
última de su acción.
La Revolución Francesa se lanzó en contra del absolutismo monárquico para desembocar,
ulteriormente, en Napoleón I, no sólo rey, sino emperador, con muchos mayores poderes de los que
había gozado Luis XVI, sobre todo después de que éste convocó a los Estados Generales.
La rusa, derribó a un autócrata, el zar Nicolás II, para que lo sustituyera, por largos y feroces
años, el dictador Stalin. Hoy día, gracias al presidente Gorbachev, esa etapa se encuentra
democráticamente superada.
Por lo que hace a la mexicana, ni Madero ni -al principio- Carranza, los dos grandes
iniciadores, respectivamente, de los movimientos de 1910 y 1913, previeron que se iba a lograr el
mejor fruto de, la Revolución: La Constitución de 1917.
. Fin de la era porfiriana
Porfirio Díaz, el "héroe de la Carbonera" y uno de los del 5 de mayo, el mismo que había
luchado en Tuxtepec bajo la bandera de la “no reelección” duró “sólo”, sumando sus dos etapas,
más de 30 años en la presidencia. Quizá el único que lo sobrepasó, si también se suman todos sus
periodos, fue Antonio López de Santa Anna.
Conocidas son las causas del malestar nacional al final de la era Porfiriana y las causas que
generaron la primera etapa de la Revolución (1910).
-El caciquismo, o sea, “la presión despótico ejercida por las autoridades locales en perjuicio de
las clases proletarias,...”
-El peonismo, es decir, "la esclavitud de hecho o servidumbre feudal en que se encuentra el
peón jornalero,. .."
-El fabriquismo, esto es, “la servidumbre personal y económica a que se haya sometido de
hecho el obrero fabril,...”
-El hacendismo, o sea, "la presión económica y la competencia ventajosa que la gran
propiedad rural ejerce sobre la pequeña..." que produce "la constante absorción de la pequeña
propiedad agraria por la grande".
-El cientificismo, es decir, "el acaparamiento comercial y financiero y la competencia ventajosa
que ejercen los grandes negocios sobre los pequeños..."
-El extranjerismo, esto es, "el predominio y la competencia ventajosa que ejercen en todo
género de actividades los extranjeros sobre los nacionales..."
En suma, la situación social., económica y política de fines del siglo XIX, y de la primera
década del XX, originó la Revolución Mexicana. Los campesinos no eran dueños de las tierras que
trabajaban y sufrían una vida llena de injusticias, pues los propietarios en lugar de explotar las
tierras, explotaban al hombre. Los obreros carecían de derechos e intolerables condiciones de
trabajo pesaban sobre ellos. La desigualdad entre las clases sociales eran cada vez más profundas.
La Constitución inicial de 1857 había cedido su vigencia a la dictadura de un hombre y el pueblo de
México, por alcanzar la democracia y la justicia social, empuñó las armas en lo que puede llamarse
la primera revolución social del siglo XX.
Orígenes de la Revolución. Fuentes. Planes
Resulta evidente que la Revolución Mexicana no nació por "generación espontánea", sino que
fue el resultado de un proceso en aceleración que, por un lado, destruyó un sistema injusto y
anacrónico y, por el otro, generó todo un cúmulo de nuevas situaciones, mejor dicho, de
oportunidades, hasta entonces negadas a un pueblo que ansiaba -y merecía- ingresar a la era
moderna.
Madero
Durante la presidencia de Porfirio Díaz y hasta su renuncia (25 de mayo de 1911) y postrer
salida del país, ya se habían presentado los primeros programas, planes y hechos que abrirían la
primera etapa de la Revolución. Principal y cronológicamente ellos fueron:
El lº de julio de 1906, desde Saint Louis, Misscuri, Estados Unidos, los progresistas hermanos
Ricardo y Enrique Flores Magón, en unión de otros precursores de la Revolución publicaron el
Programa del Partido Liberal Mexicano por el que, fundamentalmente, pedían la no reelección del
presidente y de los gobernadores, el mejoramiento y fomento de la instrucción y establecían algunas
normas sobre el trabajo (máximo de ocho horas, salario mínimo, etcétera) y en relación con las
tierras (productividad, repartición, etcétera).
La entrevista que concedió el presidente Díaz al periodista James Creelman el 17 de febrero
de 1908, primero publicada en el extranjero, (Pearsons Magazine en marzo de 1908) y luego en
México en El Imparcial, significó otro acontecer importante. En esa oportunidad Díaz declaró que
"Habla creído que podía prepararse al país para el ejercicio de una democracia". Agregó que estaba
dispuesto "no sólo a tolerar un partido de oposición, sino a protegerlo y aconsejarlo". En esta
ocasión, las palabras no se las llevó el viento pues, cuando el dictador ,aceptó otra vez su
reelección, la corriente antirreleccionista estaba ya en plena marcha.
También en 1908, apareció el célebre libro de Francisco 1. Madero intitulado La sucesión
presidencial en 1910. En esa obra aceptaba, entonces, que Díaz continuara como presidente, "pero
que el vicepresidente (que lo era Ramón Corral), parte de las cámaras y de los gobernadores de los
Estados serían del partido antirreleccionista", partido cuya creación y lema -Sufragio Efectivo. No
Reelección- proponía.
Ante la reelección de Díaz, Madero expidió, el 5 de octubre de 1910, el Plan de San Luis
Potosí, por el que declaraban nulas las elecciones que se, habían realizado en junio y julio de ese
año, las de presidente, vicepresidente, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y
diputados y senadores; desconocía el gobierno del general Díaz, asumía -Madero- la presidencia
provisional y el 20 de noviembre, "de las seis de la tarde en adelante todos los ciudadanos de la
República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente gobiernan"
(punto 7º del Plan).
En el Sur surgió el descontento con Emiliano Zapata a la cabeza. Merced al Plan de Ayala de
28 de noviembre de 1911, desconoció a Madero y adicionó el Plan de San Luis Potosí. El de Ayala
se convertiría en uno de los importantísimos precedentes del Constituyente del "17" y de uno de sus
más acabados logros: la reforma agraria (artículo 27 de la Constitución).
La paz no podría lograrse por los cauces de armonía anhelada por el presidente mártir, sus
enemigos crecían y la tragedia se avecinaba. Traicionado por Victoriano Huerta, murió asesinado y,
otra vez, con el usurpador, se entronizó la dictadura. Se iniciaba la segunda, sangrienta, etapa de la
Revolución. Otro visionario, Venustiano Carranza, que también sucumbiría años después (1920)
ante una artera agresión, iniciaría la Revolución constitucionalista, así llamada porque pretendía
reimplantar en el país la vigencia de la carta de 1857, que la dictadura de Huerta estaba violando.
Los tres principales planes, arriba esbozados, de las dos etapas de la Revolución fueron,
sobre todo, políticos, fundamentalmente dirigidos, en sus respectivos casos, a desconocer a Díaz,
Madero y, finalmente, a Huerta. Sin embargo, el programa del Partido Liberal y el Plan de Ayala
tuvieron decisivos pronunciamientos sociales que habrían de trascender al Constituyente del "17" en
sus grandes innovaciones de la reforma agraria (articulo 27) y del trabajo (artículo 123). De Madero,
y su Plan de San Luis Potosí, trascendió el principio de la no relección.
Leyes Pre-Constituyente
La idea original de la revolución constitucionalista de que, triunfada su causa y lograda la paz,
simplemente se reimplantara la Constitución de 1857, fue perdiendo vigencia. Se había combatido,
no sólo por el cambio de hombres, ambición inmediata de las simples rebeliones, sino por el cambio
de las instituciones y por la obtención de una vida distinta -sobre todo para, según los nombró
Mariano Azuela, "los de abajo"-, que es la legítima pretensión y el logro final de las revoluciones,
cuando en verdad lo son.
El propio Carranza así lo intuyó con las adiciones que, por decreto de 12 de diciembre de 1914
hizo al Plan de Guadalupe. En su carácter de Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, encargado
del Poder Ejecutivo, expidió leyes que incluirían varios de los nuevos anhelos revolucionarios como
fueron, entre otras: la Ley del Municipio Libre y la del Divorcio (25 de diciembre de 1914); la Ley
Agraria (6 de enero de 1915); la de Reformas al Código Civil (29 de enero de 1915); y la de la
Abolición de las Tiendas de Raya (22 de junio de 1915).,
La Constitución de 1857 no se ajustaba a las nuevas reformas porque la vida había superado
algunos de sus principios básicos y el derecho debe normar la existencia real de los hombres. Así,
con sagaz visión del presente y del futuro, fue surgiendo entre los principales jefes carrancistas la
idea de convocar a un congreso -constituyente que reformara la ley suprema, y la pusiera acorde
con el nuevo México que de la Revolución estaba surgiendo.
La Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos de 1917
Durante los últimos años del régimen de Porfirio Díaz proliferaron los periódicos de oposición
al gobierno, como los llamados Regeneración de los hermanos Flores Magón y Redención, cuyos
líderes, junto con los de los clubes políticos, fueron duramente reprimidos y posteriormente exiliados.
En estas circunstancias nos encontramos, por ejemplo, al Partido Liberal Mexicano, que lanzó su
Programa y Manifiesto el lo. de julio de 1906 en San Luis Missouri. El proponía varias reformas
políticas y reivindicaciones sociales.
Por otro lado, el régimen de Díaz padecía divisiones internas, principalmente la pugna entre
los "científicos", encabezados por José Yves Limantour, y la del grupo encabezado por Bernardo
Reyes, originada por el deseo de ambos de quedarse con el cargo de presidente debido al inminente
retiro del general Díaz por su avanzada edad.
Estos hechos, aunados a las declaraciones del mismo Porfirio Díaz en la entrevista concedida
al periodista estadounidense James Creelman, y a la aparición del libro de Francisco I. Madero, La
sucesión presidencial, en 1910, formaron un ambiente de gran tensión y agitación política, que dio
origen a diferentes partidos políticos que competirían por la presidencia en la elecciones de 1910, las
primeras que prometían ser verdaderamente limpias y democráticas. Entre los candidatos se
encontraba el señor Madero.
En 1910 Díaz volvió a postularse a la presidencia y ganó. La actitud de Madero en un
principio fue de aceptación de la presidencia de Díaz, pero pretendió que la vicepresidencia fuera
ocupada por una persona elegida democráticamente; posteriormente cambió de idea, y en la
Convención Nacional Independiente de los Partidos, Nacional Antirreeleccionista y Nacionalista
Democrático del 15 de abril de 1910, se eligieron como candidatos a la presidencia y
vicepresidencia, al mismo Madero y a Francisco Vázquez Gómez.
Con el paso del tiempo el señor Madero fue viendo la necesidad de la rebelión armada para
lograr imponer los cambios en la estructura del país; se formuló, por tanto, en San Antonio Texas, el
Plan de San Luis llevado a cabo por Gustavo A. Madero el 5 de octubre de 1910. A finales del mes,
dicho Plan fue revisado por una comisión que lo reformó y adicionó.
El Plan se extendió por todo el país a partir de marzo de 1911. Fue entonces cuando Madero
pudo regresar a México. Entró por Ciudad Juárez, ciudad atacada en abril por Orozco. En esta
situación, el gobierno acordó negociar un armisticio, roto, posteriormente, el 10 de mayo, debido a la
toma de la ciudad en manos de los rebeldes
Pronto surgieron nuevos movimientos que pretendieron llenar las lagunas dejadas por el
régimen maderista, como el de Zapata en Morelos, que con el Plan de Ayala buscó la reforma
agraria, o también el movimiento de Orozco en el norte del país.
En este contexto hubo quienes reaccionaron en contra, como el gobernador de Coahuila,
Venustiano Carranza, que el 19 de febrero de 1913 expidió un decreto en el que desconocía a
Huerta como presidente. Días después, el 4 de marzo, el gobernador de Sonora hizo lo mismo.
Con este movimiento se inició la etapa de la Revolución conocida como constitucionalista,
cuya principal pretensión era restaurar la vigencia de la Constitución de 1857. El 26 de marzo de
1914 se firmó el Plan de Guadalupe en el que se suscribió, entre otros aspectos, la promesa de un
programa de reformas de carácter social, una vez derrocado el usurpador.
La idea de la reforma de carácter social se desarrolló en las adiciones al Plan de Guadalupe
del 12 de diciembre de 1914, por las cuales se mandó revisar prácticamente toda la legislación y
reformarla en lo necesario para lograr con ello la plena igualdad entre los mexicanos. En este
contexto se circunscribieron las leyes que se dictaron sobre el Municipio Libre y del Divorcio del 25
de diciembre de 1914, la Ley Agraria y Obrera del 6 de enero de 1915, las reformas al Código Civil
del 29 de enero de 1915 y la Ley de Abolición de las Tiendas de Raya del 22 de junio de 1915.
Una vez reducidos Villa y Zapata, el régimen de Carranza contempló la necesidad de
restablecer la vigencia de la Constitución de 1857, pero su restauración o su reforma por medio del
mecanismo establecido en ella misma hubieran significado gran demora y menoscabo en el
beneficio de las reformas sociales que se pretendían. Para conseguir las reformas sociales,
Carranza expidió un Decreto de Reformas al Plan de Guadalupe, el 14 de octubre de 1916, en el
que se contenía la convocatoria a un Congreso Constituyente, que estaría integrado por
representantes de los estados, pero excluyéndose de él a aquellos que hubieran colaborado con
alguna de las facciones opositoras al movimiento constitucionalista y sólo se le facultaba para
discutir y promulgar el proyecto de reformas constitucionales que Carranza presentaría.
El Congreso Constituyente se instaló en Querétaro e inició labores el 21 de noviembre de
1916. Se formaron dos comisiones de Constitución, pero por el exceso de trabajo hubo necesidad de
formar otra más.
Se introdujeron algunos principios en materia de organización política y cambios en lo
referente a las relaciones de la Iglesia con el Estado. En materia agraria surgió una iniciativa sobre el
artículo 27, para el que también se formó una comisión especial que elaboró un proyecto, que
aunque fue ligeramente adicionado y modificado, se conservó casi íntegramente.
El 31 de enero de 1917 se firmó la Constitución y los diputados y Carranza rindieron su
protesta. Fue promulgada el 5 de febrero y entró en vigor el lo. de mayo del mismo año.
Fondo histórico general
Después del asesinato de Venustiano Carranza se inició la fase, de 1920 a 1982 en la que se
institucionalizaron muchos logros de la Revolución. Luego, en el otoño de 1982, se manifestó la
profunda y larga "crisis mexicana", con lo cual comenzó un nuevo capítulo en la historia de
nuestro país.
Las consecuencias inmediatas de la revolución fueron, en parte, transitorias: el relajamiento de
la moral pública, el hambre, el vandalismo, etcétera. Sin embargo, la herencia más importante que
nos dejó la lucha de 1910 a 1920 ha sido de índole Ideológica, en forma de una mayor
permeabilidad a las ideas progresistas y de índole sociológica, en forma de una mayor capilaridad
social.
En cuanto a la ideología que nació de la Revolución Mexicana, no es monolítica, dogmática,
sino flexible y evolutiva.
Después del presidente interino Adolfo de la Huerta (que no debe confundirse con el general
Huerta, que jugó tan siniestro papel en la caída del régimen maderista), Álvaro Obregón llegó a ser
presidente. Bajo su régimen se llegó a un acuerdo con intereses norteamericanos sobre la no
retroactividad del artículo 27 de la Constitución, comprometiéndose el gobierno mexicano también a
no expropiar sino mediante una indemnización que se pagaría en efectivo (Tratados de Bucareli).
Importante fue, bajo este régimen, el restablecimiento de la Secretaría de Educación (1921), y
uno de los méritos de Obregón consiste en la oportunidad que brindó a Vasconcelos de llevar a la
práctica varias de sus ideas sobre la instrucción pública. En esta época también surgió la CNC,
fundada por Antonio Díaz Soto y que pronto llegaría a ser en materia agraria lo que la CROM era en
materia obrera.
Después de liquidarse una rebelión por parte de Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles
llegó al poder; era un fanático anticlerical, cuya interesante trayectoria de maestro socialista a
general y a rico "fascista" .
En 1926, la Ley Calles manifestó el anticlericalismo del presidente y ocasionó el cierre de
iglesias, y desde 1927, la revolución de los cristeros. Mucho mejoró la perspectiva para un posible
armisticio entre Estado e Iglesia cuando Dwight Morrow fue nombrado embajador de los Estados
Unidos, en México; este hábil diplomático ayudó a preparar el ambiente para la reapertura de las
iglesias, que sobrevino en 1929.
En 1928, la reelección de Obregón (después del sacrificio del otro candidato, general
Francisco Serrano) llevó hacia el asesinato de Obregón por un joven dibujante, Toral.
Entre 1928 y 1934, tres presidentes se suceden, relativamente dependientes del jefe máximo -
Estos tres presidentes fueron Portes Gil (1928-1930), Pascual Ortiz Rubio (1930-1932) y Abelardo
Rodríguez (1932-1934), el opulento "amigo de los pobres", que conservó el orden en parte gracias a
sus "camisas doradas". El árbitro político, Calles, entretanto había creado el Partido Nacional
Revolucionario (1929), actualmente llamado el Partido Revolucionario Institucional (PRI), como
marco general, en aquel entonces de estructura sobre todo regional, dentro del cual cada miembro
de la familia revolucionaria, con su grupo, encontraría su función y cierta recompensa.
Los ex revolucionarios en el poder estaban plutocratizándose más y más, y cuando el jefe
máximo regresó de un viaje a Europa con la convicción abierta de que el socialismo no funcionaba,
importantes intelectuales izquierdistas comenzaron a organizarse para salvar el mensaje
revolucionario, entre ellos Narciso Bassols y Vicente Lombardo Toledano, que organizó la CTM
(como alternativa para la CROM de Morones, ya inútil goma instrumento de lucha).
El ideario revolucionario se conservó en México gracias a un error de Calles; su candidato
para el nuevo periodo presidencial (ahora de seis en vez de cuatro años) era Lázaro Cárdenas,
aceptable para el grupo de molestos críticos intelectuales, pero también, en opinión de Calles,
domesticable.
Pronto, la tolerancia de Cárdenas frente a una oleada de huelgas acentuó las diferencias con
las Calles, pero antes de que el grupo Calles-Morones pudiera remover a Cárdenas, éste los puso
junto con unos veinte incondicionales, en un avión para Texas con estrictas instrucciones de no
regresar a México, salvo por invitación especial.
Después de la poderosa figura de Cárdenas, cualquier sucesor debía parecer al incoloro, y
éste fue el caso, especialmente, del decente general Ávila Camacho (1940-1946) "el soldado
desconocido", candidato de partido oficial (todavía PRM en aquel entonces), que triunfó 110 sin
problemas- sobre su opositor, Almazán, apoyado para la "derecha" (aunque Diego Rivera de pronto
apareció como su secretario). El catolicismo del nuevo presidente ayudó para eliminar los restos del
viejo conflicto Estado-Iglesia, y la legislación anticlerical se vio reducida al nivel de una "legislación"'"
amenaza" para casos de emergencia.
También se colocó la base para el Seguro Social. En materia educativa (Torres Bodet) se
destaca la campaña de alfabetización.
Sin problemas, Ávila Camacho fue sucedido por Miguel Alemán (1946-1952), primer abogado
presidente después de una larga serie de generales. El resultado del estímulo económico que
Alemán dio al país fue notable. En muchos campos de la vida pública, el régimen del presidente
Alemán significó la sustitución de la improvisación por una labor de especialistas. Durante estos
años, la guerra de Carea ayudó en forma indirecta para el auge de la economía mexicana.
Obras hidroeléctricas, la construcción de carreteras y el ( relativo) éxito del grandioso proyecto
de crear una región fértil y próspera en el Papaloapan se cuentan entre los aciertos de este régimen.
A pesar del estímulo dado a la industrialización, la agricultura de ningún modo se encontraba
descuidada. A este presidente también debemos la Ciudad Universitaria. Mencionemos también la
lucha contra la fiebre aftosa, y el incremento del bracerismo, durante este régimen.
1958, el régimen de Adolfo Ruiz Cortines, menos espectacular pero sano, trajo cierta
estabilización, Rasgos importantes de este régimen fueron también la modificación constitucional
que concedió el derecho del voto a la mujer, la Incrementada protección a la infancia, y el control de
los precios de artículos de consumo popular.
La política agraria no fue descuidada, y varios importantes latifundios fueron repartidos
(Cananea y otros).
El presidente Adolfo López Mateos (1958-1964), los intentos y aciertos de este régimen cabe
mencionar también el Instituto Nacional de la Vivienda, el INPI, la construcción de espectaculares
museos, la Implantación del libro de texto gratuito, y la sistemática inserción de los ex presidentes en
la administración pública
Un movimiento agrario activista en el noroeste, apoyado en poderosos elementos
gubernativos, dejó a José López Portillo, sucesor de Echeverría, una situación inicial muy delicada.
Sin embargo, el nuevo presidente supo conservar un ambiente de estabilidad y prosperidad, con tres
grandes errores: una inflación cada vez más acentuada; un crecimiento inquietante de la deuda
pública exterior (que alcanzó al final del sexenio unos 80 billones de dólares); y una dependencia
excesiva del petróleo. En el otoño de 1982, la realidad se impuso a ¡as ficciones, y se inició la grave
crisis mexicana. La herencia que dejó López Portillo a su sucesor. De la Madrid, resultó mucho más
difícil de manejar que la situación que él mismo había recibido de Echeverría.
La base del derecho constitucional sigue siendo hasta la fecha la Constitución de 1917.En
realidad, como el proyecto de Venustiano Carranza habla de "reformas", se puede sostener que no
se trata de una "nueva obra" sino de la Constitución de 1857, aunque reformada, modificada; y
efectivamente, la arquitectura general de la Constitución de 1857 es claramente visible en la actual.
Las principales modificaciones en 1917 han sido: la añadidura de "garantías sociales" a las
individuales en primer lugar, dentro del artículo 27; originalmente dedicado al derecho del individuo
a la propiedad, pero que ahora restringe este derecho en beneficio de la comunidad. Allí se
incorporó ahora la base de la reforma agraria. En segundo lugar -fuera del capítulo de las "Garantías
Individuales"-, se introdujeron otras garantías sociales mediante la añadidura del artículo 123, con
las bases del nuevo derecho laboral. Es sobre todo en estos artículos 27 y 123 que uno pudo ver
cómo el antiguo liberalismo individual estuvo cediendo su lugar a un nuevo' ambiente de
intervencionismo estatal.
Además, deben mencionarse el regreso al principio de que el subsuelo pertenece a la Nación
(también en artículo 27); el marcado anticlericalismo del nuevo artículo 130 (y, además, disperso en
varios artículos como el 3ro. 5to. y 7mo.); la abolición de la vicepresidencia y la introducción de
reglas sobre el Municipio Libre.
La legalidad formal inicial de esta Constitución podría impugnarse; no hubo refrendo popular
en los primeros años de su existencia -y posiblemente tal refrendo, en caso de que se hubiera
organizado con absoluta objetividad, habría dado un resultado adverso a la Constitución Sin
embargo, la íntima convivencia del pueblo mexicano con esta Constitución, durante más de medio
siglo, y el reconocimiento, por parte de otros estados y de organismos internacionales, de las
autoridades apoyadas en ella hacen ahora incuestionable -por tácita ratificación- la validez formal de
este documento.
.
El derecho penal.
El 30 de septiembre de 1929 fue expedido un nuevo Código Penal, del que fue, autor,
principalmente, José Almaraz. Aquél quiso modificar la orientación del derecho mexicano en favor
del positivismo. Tuvo al delincuente como preocupación central. Severamente criticado, sólo se
mantuvo por dos años. Con todo, quedan en la cuenta de las leyes penal y procesal de 1929
numerosos aciertos fundamentales: entre ellos, la supresión de la pena de muerte, el ampliado
arbitrio judicial, la decadencia del jurado, la reclamación oficiosa del resarcimiento del daño privado,
la organización de la ejecución de penas, y algunos más.
Código de 1931, el nuevo texto quiso huir de cuestiones doctrinales, reducir el casuismo,
ampliar el arbitrio judicial, favorecer la individualización de las sanciones y la eficaz reparación del
daño, y simplificar el procedimiento, entre otros extremos.
CÓDIGOS Y PROYECTOS PARA LOS ESTADOS
El carácter local de la legislación penal, en los términos del sistema federal mexicano, asunto
del que nos ocuparemos al hablar del problema de la unidad penal, ha determinado que cada
entidad federativa cuente con sus propios ordenamientos de la materia.
Es pertinente hacer especial referencia, por su fecha y características, al proyecto de Código
Penal para Veracruz, redactado en 1979 en el Instituto Nacional de Ciencias Penales, por una
comisión de la que formaron parte Celestina Porte Petit, Sergio García Ramírez, Luis Marcó del
Pont, Moisés Moreno, Ezequiel Coutiño y Carlos Vidal Riveroll, a quienes otros juristas y
criminólogos asistieron en puntos específicos. Este proyecto, con diversas modificaciones, adquirió
vigencia en 1980 y sustituyó al Código de Veracruz, de 1947, a su vez inspirado por el estimable
Código de Defensa Social de dicha entidad.
El Código veracruzano, al que con frecuencia nos referiremos, se halla dominado por las
modernas corrientes de la defensa social, y la peligrosidad y readaptación del infractor. En tal virtud,
asocia las preocupaciones de la técnica jurídica con las aportaciones de la criminología. En materia
de sanciones contiene importantes novedades reduce el papel de la pena de prisión y organizan,
bajo un amplio arbitrio judicial, los sustitutos de aquélla (libertad bajo tratamiento y semilibertad) y
algunos de los correctivos de la pena de duración judicialmente determinada.
En cuanto a nuestras relaciones con los Estados Unidos, ya hemos mencionado el problema
de las reclamaciones contra México por los daños sufridos durante la revolución, y la discusión
surgida con empresas y autoridades extranjeras sobre la aplicación retroactiva de ciertas
innovaciones, contenidas en la Constitución de 1917.
En 1923 fue creada la Comisión General de Reclamacionés (que encuentra antecedentes en
los tribunales especiales, establecidos en 1839 y en 1868 para decidir sobre las reclamaciones de
extranjeros contra México), cuya labor terminó finalmente en el Convenio de Finiquito de
Reclamaciones del 19 de noviembre de 1941.
Recordemos al respecto la adhesión de México a las doctrinas Calvo y Drago, y el punto de
partida para la obligatoriedad de la "Cláusula Calvo", que encontramos en el artículo 27 de la
Constitución de 1917, en relación con tierras, aguas y sus accesiones, cuya propiedad
correspondiera. a extranjeros. Importante para el derecho internacional público mexicano es la
doctrina Estrada, surgida de una declaración del secretario de Relaciones Exteriores, Genaro
Estrada, del 27 de septiembre de 1930, consecuencia del recuerdo de tantos perjuicios sufridos por
México en su regateo con Washington sobre el reconocimiento de ciertos gobiernos mexicanos. Esta
doctrina enuncia que México no seguirá la práctica denigrante de negociar el reconocimiento, en un
ambiente do ut des de los gobiernos de países afectados por crisis políticas, sino que se limitará a
mantener o retirar a sus agentes diplomáticos.
El derecho civil entre 1920 y 1982
Cuando esta materia inició su vida posrevolucionaria, ya se le había amputado (a causa del
artículo 123 constitucional) la materia laboral. También tratándose de la tenencia de la tierra y de los
contratos agrícolas, el tradicional ambiente civilista tuvo que retroceder ante el nuevo derecho
agrario.
Durante la fase posrevolucionaria, el tradicional prestigio de la escuela exegética, con autores
como Aubry y Rau, o Laurens cedió ante actitudes más modernas, como la de Planiol. Esta
innovación de la dogmática, junto con las ideas socialistas y la modernización general del ambiente
mexicano, impulsó hacia un rejuvenecimiento de la legislación civil, y siendo el Código civil del
Distrito y Territorios Federales (1928-1932) el habitual código modelo para las entidades de la
República, el gran acontecimiento posrevolucionario en esta materia ha sido la expedición del
Código Civil Distrital de 1928, elaborado desde fines de 1926
Este código que entró en vigor el 10 de octubre de 1932, es menos individualista que su
predecesory la Comisión Redactora habla incluso de un "código privado social" a cuyo respecto es
lícito suponer cierto impacto de Duguit. Sufrió varias importantes modificaciones (la introducción del
principio de la responsabilidad objetiva; la referencia, por lo que se refiere a indemnizaciones por
muerte o invalidez temporal o permanente, a las cuotas de indemnización, previstas en la Ley
Federal del Trabajo -modificación de 1939-, etcétera).
Durante este periodo, varios nuevos problemas se asomaron alrededor del derecho de familia:
la cuestión de si conviene separar esta materia de los códigos civiles, la multifacética discusión
alrededor del aborto, del control de la natalidad en sus múltiples formas, y de la eutanasia, además
de la repercusión de varias innovaciones en el campo médico, como son la técnica de los trasplantes
y, con ella, la donación o venta de órganos, el análisis de ADN para la determinación de la
paternidad, los cambios de sexo, el arrendamiento o préstamo de la matriz, la congelación de
embriones, la inseminación artificial, etcétera.
Último período
Entre los demás cambios constitucionales (¡que son muchos!) durante el periodo de 1982 a
1997, conviene mencionar el cambio del sistema educativo, .necesario por las nuevas relaciones
entre la Iglesia y el Estado; la formal obligatoriedad de la educación secundaria 1993); el
reconocimiento del pluriculturalismo de la nación mexicana (1992; concesión al nuevo indigenismo);
la modificación del sistema agrario, con una capitis deminutio del ejido y lla autonomía del Banco de
México respecto del Ejecutivo Federal (1993); la abolición del principio de que el Presidente Federal
debe ser hijo de mexicanos que a su vez sean mexicanos por nacimiento; la reforma zedillista de la
S. Corte (1994); la separación entre la PGR y la asesoría jurídica del gobierno federal (1994); el
fortalecimiento del sistema de defender la Constitución mediante la creación de las acciones de
inconstitucionalidad (reforma al artículo 105, en 1996), y la revisión total de la relación entre Estado e
Iglesia, heredada de la fase juarista y de la Revolución Mexicana (enmienda del artículo 130, en
1992).
Derecho agrario, 1982-1997; capitis deminutio del ejido-Al comienzo de esta fase de depresión
seguía el descontento sobre la pretendida insuficiencia de los precios-garantía, y como la agricultura
ya resulta totalmente incapaz de cubrir las necesidades de alimentación de nuestra población, y
nuestra ganadería no ha podido evitar que nos convirtiéramos en el primer país importador de leche
de todo el mundo, ha continuado la discusión sobre la conveniencia de perpetuar el sistema ejidal y
otros aspectos de la política agraria actual: a la luz de hechos tan tremendos, el argumento
emocional de "ni un paso atrás" ya no suena muy convincente.
En 1991, Salinas dio otra sorpresa, al tocar enérgicamente una institución tradicionalmente
considerada como "intocable": el ejido. Modificó la Constitución introduciendo una libertad mayor
individual del campesino en su decisión de quedarse dentro del sistema ejidal, o de sustituir sus
derechos ejidales por formas más tradicionales de propiedad y abriendo el campo para la inversión
de parte de sociedades anónimas, inclusive con participación extranjera, cuyos terrenos pueden
tener hasta 25 veces el tamaño máximo que la Ley ahora permite que individuos tengan en
propiedad: un cambio megatónico en esta materia.
Protección del consumidor,-La segunda Ley Federal de Protección al Consumidor (1992), más
eficaz que su predecesor de 1975, introduce en México el fenómeno de las acciones de grupo, class
actions, que la Procuraduría Federal de la Defensa del Consumidor puede ejercer en representación
de todo un grupo de consumidores, no individualmente señalados
Derecho familiar-En Hidalgo (1983) yen Zacatecas (1986) ha prosperado la tendencia del
derecho familiar de salir de los códigos civiles, para tener un propio domicilio en Códigos Familiares.
(En Hidalgo, el Código Familiar queda incluso completado por un Código de Procedimientos
Familiares.)