revista ''pharmakon'', nº 2, diciembre 1994..pdf

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/l ?' I NS-TI'I-U-I'O D[1,L CAMPO FR[]UDIANO PHARMAKON Diciembre de 1994 2 PUBLICACION DE GRUPOS E INSTITUCIONES DE TOXICOMANIA Y AI,COHOUSMO DEL CAMPO FREUDIANO

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I NS-TI'I-U-I'O D[1,L CAMPO FR[]UDIANO

PHARMAKON

Diciembre de 1994

2

PUBLICACION DE GRUPOS E INSTITUCIONESDE TOXICOMANIA Y AI,COHOUSMO

DEL CAMPO FREUDIANO

il:,!. ::ie ;:,il ¡,u rf .ci.l_ ;crr f ,rar f r,.,lr i,, rl.,,rl,.r l, rrl,.r oJ

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q,., .;; ffi*iffi ;ñ .:;tc¡¡ra clc la Toxicu¡rranfa y clcl Alcilholisnlu.[:s crlitado ¡xrr TyA _ Buenos AiresDirección: Danier siilitti, Ernesto s. sinatra, Mauricio Tanab. I{c<lacción: Claudio Go«loy, F.lavia S«rl«lano ».f,.rul.Silvia Vclran«rGücnres 42Zl 4ts l)(1425) Buenos Aires _ ArgentinaFax: (0054 t) B3Z-9375

Asesora Editorial: Judith Miller

CorresponsalesI1s(cla l)askvan (Barcckrna)Jcsús Santiago (Bclo Horiz«rntc)Orfeo Ver<Jicchio (Milan)Mónica Unf erberger (Madrid)Alicia Arenas (Caracas)Rosa Manzetú (Torino)Berna¡d Leccur (parfs)J.L. Aucremans (Bruselas)Lenita Bentes (Río de Janeiro)

Ediciones AmaüsraDiseñada y diagramada por Silvina piniLá rlustración de tapa peflenece a Aubrey Beardsle.v

Para este segundo nú ntero, Pha rmakon ha rcci h i<lo

el impulso de la reunión que los rlifercntes gru¡xls delCam¡» Freudiano implicados en el [ema, rcaliz.aroncon la presencia de Judith Miller, en París cn elpasado mes «le julio. I)articiparon allí reprcscntantesrlc Brasil, Venezuela, España, Francia, Bélgica, Suiza,Italia, Chile, Argentina y hasta <le Ucrania.

En este número, se recogen algunos <le los trabajospresenl.ados en aquella ocasión durante la Jornada dclInstituto del Campo Freudiano , De la monotonío o ladiversidad. La totalidad de los trabajos <te «Iichajornada serán publicados en un volumen especial dela colección Sujeto, Goce y Modernidud, queaparecerá durante I 995.

Pharmakon II incluye también algunos trabajospresentados en Ia III Jornada de TyA, y otros que noshan sido enviados para su publicación.

También se pueden leer reseñas «le libros quehacen aportes a nuesüa investigación presentandoposiciones no analfticas que hay que conocer y conlos que debemos debaür.

Es esta I a oportu ni dad de i nform ar que I a Co misiónde Organizacióndel IX Encuentro Internacional delCampo Freudiano ,Los poderes de la palabra, que serealizuá en Buenos Aires en julio de 199ó, hacomunicado Ia decisión de realizar a continuación dedicho Encuentro, las Jornadas del Instituto tal comose realizaron en París este año.

La Jornada correspondiente a nuestro tema, cuyaorganización estará a cargo de TyA, se ütulará D¿lhacer al decir en la clínica de la Toxicomanía y delAlcoholismo.

I^a Dirección

li,ilt ).]I'lt'( ) lR lt Al[,

Acerca del informe de la AMpEs;tado, sociedd y Psicoanótisis"b)r gtrvenir der psk:oaruírisis depnde de ro que advendrá de ro rearpor e[et:t, de ra ciencia. Depnde de q,e ros gadgets se nos imp<tngrn.eue ,e¡¡uemos a estar animad,s gtrios gadgets. Eso mc parece pcoprobabre, porque lo es ahora tle ra manera nui,s obvia. B'evidento quese liene un auro cotno se liene a unafarsa mujer; uno se empña en quesea un fakt, eso que ar mismo tiempo nos impide que sea nuesrraconrraparrida sexuar- Eso que hace que cada quien se quede wr §ulado,'

J. t-acan

El pasado 14 dejurio en er marco de ra ren Asambrea Generar de ra AMp(Asociación Mundial de Psicoan¡ílisis) Eric t .,;t;. un detallado infqrne*dest'acó las respo.rsabilidades que caben al psicoanárisis al sih¡arse en el centn¡de la sociedad civir. Desde ra enseñanza-aL lacque, Lr"¡n, l-ar¡¡ent aflicó raIetra freudiana para cemir con exhausüvidad et esta¿o actual de las cos¡ls.Examinó en primer lugar las caracterfsticas del Estado moderno desde laperspectiva de la Salud Riblica a pártir de la subdivision entre un futadocontable (apremiado por ra rentabiüdad-de r.r p"liti*s de asistencia) y unEstado universitario (el que exige criterios d" üid""ión para cuantificar lautilidad pública de las prestaciones).Frcnte a estas demandas asisterrciales del Estado, lar¡rent utlica la f,rrción dctpsicmnalista on er saber demostrar er varor y priri*iia del psicoarulisis encontraposición a ra necesidad a ra que responde ra psicorogía crínica pordemostrar su utilidul pública; frente r l* póy..tos universitarios regidos porlas corrientes der psicoanárisis que respondén ar empirismo angrosajón enconcordancia con las demandas estataies Ia ,pu"ro de la AM"p opon"

"lrealismo a1 _Jaccues

[-acan para demostnar que er psicmná risis ,,desafia ra

* F¡ic l-aurent, "Estad{), sciedad y psicmnárisis,,, uflo ytr uno No 40,&I. EOLIA.

medidu y el registro, cualesquiera que seut lus cupacidades de los bcucos de

datos...tur psicoonálisis llevado a su térmiilo es muclto más que 458 sesiones.

Ntutcu lendre.ntos un registro de eso...no obslanle, ese infinito ptu.tle ser acnuil,puede. detenerse, eso es la apuesta de los motemos de lttctt¡t y lu apuesta de laexperiencia del plse"

Posteriornlente, el informe considera las relaciones del psicoanálisis con laSociccladcivil,es¡recialmenterespcctodelosel'ectossobrecl cuerpoproducidosen la modernidad.

Desde I a apare nte i noce nc i a del progreso de I a me d ic i n a c o s mética presentados-en general- como una reparación de las inevitables marcas de origen de lanaturaleza, hasta los avatares en laconcepción genética del mundo que prometende la mano «le a biotecnologfa w mtndo feliz, complementado por drogasmodenrus declaradas de uso coníente -Pro?flc-, asisünros a las respuestaslegales para limitar los alcances de aberrantes manipulaciones cientffico-comunitarias como los comités de bio-ética.

El informe finaliza refiriéndose a las relaciones del psicoanálisis con laciencia, delimitando explfcitamente el modo de prueba que le es particul ar: unaprueba por el deseo. Frente al estado de familiarismo delirante, burentrecturda que los "psicoanalistas no están para salvar al padre, sino paradevolver su Nombre a laconsideración científica" -por ejemplo- respondiendoen cada caso Eré fue un padre para un niño.

Al ñn de cuentas cada uno habrá podido responder a la pregunta ineludible:

¿qué deseo se saüsface? Las diferencias toman todo su peso ya sea que se trotede un deseo vergonzante o de un deseo responsable de sus consecuencias.

La vacilación del deseo -ante la cafda de los ideales sociales y polfücos,ideales promovidos hasta el cansancio por las imágenes infinitas de los metliosde difusión masivos- adquiere formas precisas en nuest-ra modernidad.

Es en estas coordenadas en las que el campo de acción de las toxicomanfasadquiere su marco. Campo de acción aravesado por el empuje tecnológico, enel que vemos larzu al mercado nuevas drogas cada vez más poderosÍts -ypeligrosas- paradójico "avance" de la ciencia que ofrece al sujeto ya casiinfinitas variantes para cumplir el ideal dc muerte que descansa tras la felicidadprometida.

Nos queda una advertencia por considerar y un llamado a nuestraresponsabilidad para responder. Ya que -en tanto psicoanalistas- la apuestaconsiste en "restaurar, en ese punto mismo, el deseo que hace vivir y no deimpulsar que el sujeto se identifique con su goce vivido en el registro de laculpabilidad. Este es nuestro modo de pnreba".

Aceptamos la apuesta.

Ernesto S. Sinatra

Sujeto, Goce y Modernidad IIPrescntación dcl libro a cargo de Juan Carlos Indart.,

como cierre dc la III Jornada tlc TyA

Agradezco a Mauricio T¿urab, y cn su no¡nbrc a to«Jos los «lrganizackrrcs «lc

cstas Jorna«las, el que me haya invita«Io a hacer un breve comentario sobre cstelibro titulado: Sujeto, (ioce y Modcrnidad II.

Si <lice "11", es porquc cs un tipn «lc publicación quc pcrsevera, quc anhelahacer una serie, inscribir un trabajo serio.

Tener este libro en mis manos, y leerlo un floco, me produjo entusiasmo, y unacierta emoción, que quiero transmitirles. Me hizo recordar el año 1980, me hizorecordar los años anteriores a 1980, me hizo recordar en Argentina unacomunidad psicoanalftica golpe ada y «le sorientada. Desorientada teóricamente,clfnicamente, éücamente. Y golpeada por unadécada de tuerte introducción dela droga en el país, también en sus sectores intelectuales, enre los que se

encontraban los psicoanalistas mismos. Me hizo evocar la cantidad de sesionesque para más de uno transcurrfan consumiendo droga, ya fuese el analizante, yafuese el analista, ya fuesen ambos.

Y me hizo evocar, de todos modos, el filón que se entrevió con la llegada dela enseñanzade [.acan, más allá de la diversidad de sus primeros efectos y deuna comunidad, como Ies der:ía, ya dispersa y condenada a ciertos agrupamientosque no parecían tener mucho más desüno que el de últimÍs sectas.

Esc filón tlio lugar dc pronto, a partir de 1980, a nuestra inserción en cl trabajo<lel Campo Freudiano, y a todo lo que fue desde entonces, por decir así, asumirun espfritu de trabajo nuevo. Aunque haya tanto aún que sacarde ahf, de entradafue un llamamiento a la novedad que era plantear el psicoanálisis como nudoentre intensión y extensión, a la novedad que era discutir de otro modo lo quese espcra del resultado de una cura analíüca, y a la novedad que era obtener una

otra inserción <Iel sujeto en el mundo de hoy, tal como es. No podemos decir que

en aqucllos años esto fucse arlgo imaginado ¡nr todos, pero sf lo fue al nrenos ¡»ralgunos. Los sulicicnlcs conro para lrabajar cn una Jxllftica psicoanalftica dc

largo alcancc, con cstratcgias que crcaron lugarcs para quienes quisicsen

acercarsc y colaborar, y que trascendió las fronteras «lc muy diversr:s pafscs.

Caracas 1980 fuc ese paso, tlarlo por [-acan, y a partir de entonces prosigue «le

muchos modos la aventuraqueestratarderealizar ese nudo intensión-extensiónpara el futuro del psicoanálisis.

Ahora bien, este libro, tanto en lo que contiene como discusión conceptual,

como en lo que es inclusive como objeto, por su diseño, y esta Jornada, d<lnde

se lo presenta, me indicarn,l5 años después, que no es ya sólo cuestión «le

cstudiar esc nudo al que nrc relbría,sino de posicionarse en é1. En efecto, esta

Jornada y cstc libr0 son ya lugilr de acciÓn y dc tratla.i0 ctt csc ttutlo lttisltltl. y

basta para indica¡lo lccr quc cl tenra "toxiconranía y alctllxtlisttttl" cstá clarantcnts

articula<lo cgn el de "segrcgación", uno de los trcs lugarcs tlcl horizonte «-le la

cxtcnsión psicoanalftica abiertos [»r l-acan'

Tantbién este libro rcprcscnta un lggrtl, e n l5 añOS, algo quc ya eS un hccho'

a Sabcr, la t¡ansntisiÓn gcneracional de cs.c proyecto. Ciertajuvcntud generalizada

que vc() en la sala, como la dc bastantes dc los colaboradores de este libro, me

indican que eso ha sido logratlo. No crcan quc n() cra un problenta en aquella

época, y no crean que no hubo gente que pensó que eso iba a ser imposible'

El libro tiene además unencuadreinstitucional preciso y consistente. Seubica

en el Instituto del Campo Freudiano, pero su articulación con la Escuela en el

sentido de Lacan es óvidente. No sólo es materialmcnte evidente por la

realización de esta Jornada en la Escuela «lc la Oricntación l-acaniana, sino

porque podrán leer en él que la investigación sobre toxicomanía y alcoholismo

é, uio*puñada por constantes ref'erencias a la posición ctel analista y a la éüca

«lel psicóanálisis. No se trata sÓlo de invesügaf esos problemas acuciantes, sino

de que respecto a ellos haya analistas.

En el esülo del libro se observa esa apertura, tlirfamos, internacional, propia

del Campo freudiano, y por eso colegas franceses y españoles figuran junto con

colegas áe aquf , en ta rtátización constante dc un trabajo común que va más allá

de nuestra propia escena, lo que esencial. Tienc una divisiÓn, el prólogo les

comentará muy claramente la organización del libro, por la que se ve de un lado

la refcrencia y rliscusión «lc los rccursos teóricos más prccisos ¡rosibles, y p<lr el

otro la presentación de una clfnica concreta: presentación de casos' caso por

caso. Se trata a mi juicio de una clfnica orientada, y por eso debaüble' cosa que

no haré hoy porque no eS el sentido de estas breves palabras.

Incluir -i á f iUio lo incluye- una referencia a la enseñanzade Lacan que haga

de nrojÓn para lo que se investiga, es crucial en nuestra orientación. A veces se

to pueáe hacer publicando un texto del mismo Lacan. otras veces selo consigue

pu'bticando atgtn comentario destacatlo y preciso sobre el montento de la

cnscñanz,a «Jc Lacan quc csf á cn jucgo. AI rcspccto cn cstc libro la clccción no

¡r,oclrfa ser mejor, y sc abre con un comcntario n0tatllc de Eric Laurcnt sobre una

frase dc l-acan qrt, crao, ha resonado intcnsamcntc cn csta Jornada. Es aquclla

cn quc l.acan enseña gueAQfQgacs lo quc prruútA]ltqpLgfa rlel matrimonio-

joll'"]jsg fálico Las t¡es consideracioncs que enconrarán en ese primer texto

sobre esa frase increíblemente pequeña en Su extensión, les dará la idea del

enorme trabajo de comentario que pue<le suscitar. se trata de ftases que son

Como fÓrmulas. Trabajar un Cuna"pt6 eS eso' eS tomar esas frases' variarlas'

aplicarlas en otfos.onl..*tos, fijarsé en el detalle de lo que dicen, la lógica que

pernútcnylaqueno,verificarquéalcancestieneloqug.a!If§9ll}en§ianaaalqggo-,c-c t4l-Ugrgldg'j-lacosila de har,erplpr", ver a qué se rellcre esa metáfora del

matrimonig, qué quierc decir ruptura, o liactura, etc. Y probarr su aplicación en* AMI] Presidcnte dc la liscuela tlc la Oricntaciótt Lac¿utiitna

las «Jistintas z.onas de la problcnráüca «Ic la d«rgadicción. Es cicfo quc a veccsnos dispersanlos en ese trabajo, y quc a vcces nos perdcmos. Dcs<Jc cstc puntodc visla, la publicación hace a la esructura misnra dc nuest«r trabajo. Hace a la¡xrsibilida<J, cada tanto, tlc precipitar los rcsultados, evitando la <Jis¡rcrsión. Esverdad que publicar, scgún el juego de palabras forjado ¡xrr l_acan, es dar anuestro trabajo el destino objctivo y de objeto de Io que pue<le ser tirado a labasura. Pero, justamente, no va a la basura inme<liatamente, denl.ro de la rapidezcon que todos vamos a Ia basura. El libro cs de las cosas que tar«la nrás en ir aparar a la basura, o, dicho de otra manera, ocurre que siempre hay alguieninteresado en encontrar algo en los tachos de basura. Y es esa permanenóiu luque puede asegurar un trabajo conceptual. Además, por el sólo hecho rle juntartextos para su publicación, incluso del modo más yuxtapuesto, son nuev¿» lascuestiones que aparecen y las construcciones que se pueden hacer. Hay nuevasdiscusiones sobre los temas que no se perciben en medio de un trabajo aislado.Sólo pueden repensarse luego, sobre la base de la recopilación y pubiicación delos diversos esfuerzos. En ese senüdo, mi homenaje, desde ya, al libro,acompañado de una pequeña críüca sobre algo muy superable. t.a edición üene,a mi gusto, un poquito en demasfa de errores üpográficos debidos, seguramente,al calor y rapidez con que intentamos hacer estÍts cosÍls. I-a corrección depruebas es un trabajo que vale la pena hacer porque -es de mi experiencia-cuando hay un poco de exceso en los errores tipográficos el lector puede tomaruna distancia que de ninguna manera el texto merece.

No puedo mencionar lo que me hizo reflexionar cada uno rle los distintosartfculos. Diré que pueden interesarse en ver cómo ciertas colegas analistasmujeres -es el caso de G. Musachi y D.Fleischer- coinciden en ubicar con ciertainquietudunacuesüónqueserepitecuandoseconsidera.@E-o[a rupDtil-AQn-et€pcÉ fáIiQQ, pues en ese caso el gfecto po_drfa toc_g¡ unterritorio que, al final de cuenüas, las mujeres podlan óreei qué, sl ño respertenece de derecho, al menos de hecho podrfan creer estar más cerca, a saber,la cuestión de un Otro goce como goce fenrenino. Ese debate pxrsible esráclaramente articulado, por ejemplo, en estos dos textos, en el modo y en losmaüces en que se discuten posiciones masculinas aferradas al vino, con másfuerza de lo que podrfa ser un alcoholismo en mujeres, o explfcitamenteabriendo a Ia cuesüón de Ia diferencia entre !!_gq§e femenino y el goce-¡¡¡fsüc-g,por un lado, y el goce más allá del falo obtenido por drogas, por el otro. Meparece que el comentario de Eric l-aurent muestra cómo el üpo de goce nlás alládel falo que en esa ruptura permite la droga, se lleva muy bien con el mercado.Es un goce que üene un significante muy preciso -un significante uno- elsignificant.e que nombra a la clroga como tal, un signiñcante del que tenemos Iacetleza en cuanto a que su ingesüón art"icula un goce. No es un significantecualquiera, nosotros, - se lo ve en todos los casos clfnicos presentados en estelibro - «lesdeel psicoanálisis, intentamos hacerde ese significante un significante

cquívoco; un signilicante que articulc la clivisión subjctiva, un significante quc

pudiese, aparte de su certcza dc articulación de un goce, abrir á ciertas preguntas

que sean desarrollables - y están «lesarrolladas en cada uno dc esos casos- sobre

el lugar que puede ocupar en una estructura subjetiva. Ifs un hccho a considerar

¡xlr cl momento, porque estamos en el libro II, habrá novcdadcs en el III, y en

otros que le seguirán, que los casos más propicios, que parecen haber llevado a

la necesida«l de ser escritos y publicados acá, sobre la ¡rosibilidad de abrir uninterrogante en ese significante uno, proceden en general de analizantes mujeres.

Incluso de ahf procedcn ciert.as curaciones sorpren«lcntcs a partir de un poqulto

de puesta en marcha, ¡»r decir asf, del disposiüvo analftico. Todo eso da másindicaciones precisas y clfnicas también sobre el interrogante profurxlo de lafenúneidad como deseo contra las soluciones misnras de la droga, inclusoobtenidas ¡ror mujeres.§[ _qgup_elto de qUg cl gocg por drogq-eg¡¡nn¡fAcert.,. .

_e_! gggg ülig.g, p-uede, por contar con un significante, resull^ar propug_s!? S eoce

U¡q-,ag&!UEI¡S9:" U_etgag$: Ie p-4t.e§-9 cri.l,erio.suliciente pÍuarhrcnelr¡D&buena diferenciació¡¡. No hay modo de hacer mercado con la cuestión del gocefemenino. No sabemos quées, pero sf sabemos que no podemos hacer mercadodel goce femenino. Eso nos ilustra que el más allá del falo abre a disüntasinterrogaciones, y que muchas veces lo hemos simplificado ¡rensando ese más

allá sólo en términos de femineidad.También el libro refleja inmediatamente en varios artlculos la necesidad de

reconsiderar, revisar, seguir trabajandolacl¡estiónéticaquee.seg0ce de ladrogFpropone al psicgSnálisis. Veo en esto un enriquecimiento en cuanto a lo que aveces ternrina siendo algo un poco vacío y monótono: nuestra discusiones sobrela eticidad del psicoanálisis en la clfnica que presentamos como clásica, comoneurosis obsesiva o histeria, sin estos golpes de la modernidad que son las

adicciones. Será un enriquecimiento, una extensión conceptual, plantearse ahfla cuesüón ética. Sobre este punto me ha pareci«lo que pueden encontrar en el

libro una remisión más precisa a la cuestión del deseo, presentada a veces de unmodo más equfvoco cuando discutimos la ¡»sición ética desde el psicoanálisis

en otra clfnica.§uando se trata de toxicomaníay dala.rele&ncia al deseo comoso]uciQUalaCUestióndel gocq.se p<lndera de otro modo la dificultail de obtener,hoy en dfa, que un sujeto se reencuentre con la cuestión de su deseo. Hay sobre

este problema en la clínica que ustedes abordan una apertura y una nitidez que

nre han interesado sobremanera.

Estas son las observaciones generales que puedo hacer sobre este libro. Las

concluiré con una breve mención de dos cxtrenlos quc conLiene, muy distantes,

y que son para mí una manera de metalbriz.arla articulación que me entusiasmay quc cspcro prosiga cn cl morJo dc trabajo quc ustedcs sc intponcn. Hay un

¿ntfcukr de A. Allcnde , S. I'icroni y S. Salvare't,za- colcgas dc Ncuquén- que nos

trae a la rellexión el caso de un alcohólico cuyo ser borracho viene a eslarimplicado, como idcntiflcación, en una posición en una cultura de las llamadas

primitivas,la cultura mapuche. ¿,Cómo sc arliculaeso con la<Jellnición lcgal qucla justicia hace de su posición como delicüva y con lo que podemos eluiubrardcsde la perspectiva freudiana? He ahf lo singular de un caso singular, un bordeen el que esperamos haya analista. En el otro extremo hay un artfculo de L.salomone y c.Godoy, parcial, porque lo han desarrollado más de Io que hanpublicado, donde se comprueba que una nueva generación de analistas puede,con criterios conceptuales, con suficiente bien decir, sacar a luz y criticarlo quefue historia psicoanalíüca sin respuesta de la IPA en Buenos Aires: el empleosistemático y pseudo-teorizado de la droga en el disposiüvo analfüco mismo,para esconder Io que tiempo después - y fue en la época tan diffcil para muchosdarse cuenta- se verfa como el tenue velo de unas andanzas canallas. ,

Que no haya II sin III.

TEN/flAS

DE LA MONOTONIA A LA DIVERSIDAD-Estela Paskvan ( B arce lona)

De la monotonfa a la diversidad es el recorrido propuesto para estas Jornadas

sobre Alcoholismo y Toxi«rmanía. Los términos elegidos, monotonfa y

diversidad, son una nueva oposición que revela cierta tensión. La monotonfa de

la que hablamos aparece en la clfnica ligada a los enunciados de quienes han

elegido la droga o el alcohol como objeüvos exclusivos de saüsfacción. Cuandoesta búsqueda de la satisfacción encuentra su más allá del placer, la estructura

social responde a fin de regular el exceso con la de la diversidad de sus prácticasjurfdicas, sanitarias, educativas, etc. Las respuestÍs eneste sentido son múlüples

e incluso contradictorias. Entonces, "de la monotonfa a la diversidad" pone de

relieve las variantes del Uno y lo múlüple. Intentemos acercarnos.

En la actualidad existe una gran profusión de publicaciones dedicadas a

explicar y advertir sobre la toxicomanfa y a concluir sobre lo que es el

toxicómano. Sin embargo, estos diversos discursos están ordenados en la lógica

que supone un sujeto, el adicto, y un objeto, el tÓxico. I-as definiciones, el

vocabulario y la terapéuüca que proponen, vadan según donde esté puesto el

acento, sobre qué polo de esta dfada.

Acentuar el problema del lado del objeto tóxico, inrplica que la causa está en

é1. Y es interesante observar en la teorfa psiquiátrica los deslizamientosproducidos y el valor otorgado a lo tóxico. Basta recordar que desde fines del

siglo XIX hasta los años veinte, se desarrolla la concepción de la psique como

un órgano cuyos trastornos se explican por procesos tóxicos. Se decfa que los

tóxicos intervenfan tanto en las psicosis llamadas exógenas como endógenas.

En consecuencia, la terapia consistfa en la introducción de otro tóxico para que

equilibrara o contrarestara el primero. Lo que al principio se planteaba como

la causa del fenómeno, se convirtió en el remedio para su cura.

Poco a poco se introduce el Eatamiento quimioterápico para todo tipo de

afección. Este deslizamiento, incluso a la inversa, se obserya en un perfodo muycorto de tiempo. La mayorfa de los medicamentos que se usan para curar las

adicciones tienen un valor de uso muy limitado. Se convierten rápidamente en

suStanCiaS "apeteCibles" pafa laS personas tratadas, y por lO tantO, pasan de

pronto a engrosar la categorfa de los tóxicos.* Apertura de la Jornada del Campo Freudia¡ro sobre Toxicomanfa y Alcoholismo.Parfs, iulio de 1994

ul0

En Barcelona, las autoridades han puepto en funcionanriento algunos centros

fijos o ambulantes de administración de Metadona. Los sujetos debidamentecensados firman un conlrato para entrar en Io que se denomina "el ftograma".Asf vemos, desde hace poco üempo, que algunos autobuses recorTen la ciudady se deüenen en lugarcs y horas previstos. Los sujetos sumamente puntuales,reciben e ingieren en presencia de su administrador la dosis pautada, Creo queFreud se quedarfa aónito, no sabrfa dónde colocar este Programa, si en elPrograma del Principio del Placer o en el Programa de la Cultura. Este simplehecho que ocurre en Barcelona, y en ot¡as ciudades del mundo, puede resultaranecdóüco. Pero también puede ser un avance del mundo que nos espera. Y elpsicoanálisis, al decir de Lacan, tiene un deber en el mundo. Son precisamenteestas nuevas formas del malestar las que nos interrogan sobre ese deber.

Si por el lado del objeto tóxico encontramos las propuestas que suponen queesa es la causa, veamos lo que ocurre cuando el acento está puesto del lado delsujeto.

Al respecto, el año 1965 tiene su importancia. [-os boletines de la OMSregistran por primeravez el concepto de "dependencia". Esta noción es la queorganiza muchas curÍrs. Dependercia, que por otra parte, es desdoblada: ffsicay psfquica. Primero, enton@s, corresponde una cura de desintoxicación paraliberar el organismo de la dependencia del tóxico y luego, el tratamientopsicoanalfüco que puede adquirir variantes pero que se empecina siempre enconvertir a estos sujetos en seres "independientes y maduros". Al respecto,dejemos por hoy en paz a la psicologfa del yo e intenoguemos nuesüa clfnicapara ver qué nos enseña.

Acerca del Uno que estáen juego en la monotonfa, nuestra experienciaclfnicaindica que es el Uno que se opone a los rasgos diferenciales. En este sentidoquisiera señalar:l) Del lado del sujeto, éste parece no tener nada que ver con aquel que Freudanalizaba a principios de siglo: sujeto diviüdo por un conflicto enre los ideales

del yo y las exigencias pulsionales. Este sujeto se nos presenta unificado por unmodo de goce. Lejos entonces, no sólo de aquel que Freud nos presentaba, sinotambién del sujeto de nuestra civilización que, al decir de Lacan en Radiofonía,parecerla saüsfacerse precisamente del renunciamiento al goce. Diferenciasentonces que nos interrogan.2) Del lado del objeto decimos que es un objeto de goce. Pero hay que hacer más

precisiones. La indicación de Lacan, única definición que hace de la droga comolo que rompe el matri monio del cuerpo con el "petit-pipi ", marca una disü nció n.

Al excluir este goce del goce fálico supone un objeto que no incluye lacastración. ¿Deberfamos seguir quizá, laruta de esos nuevos objetos que Lacannos presentaba ya en 1968, esos que denominaba "latosas" (lathouses), losobjetos de nuestro tiempo como productos de la ciencia de un saber que trabajasin que nadie pueda detener? Se puede responder que drogas y alcohol hubieron

siempre y esto es obvio. Lo que no hubo sientprc es un mercado común y el

imperativo de consumir como efectos de un nucvo discurso y que' como todo

discurso, oPera sobre lo real'

Muchas preguntas entonces. sin embargo, algo podemos adelantar: que las

respuestas que demos desde la experiencia del psicoanálisis a las variantes que

vandesdelamonotonfaaladiversidad,encontraránelcaminodelasubjetividad'aquella que siempre hacemos valer en la verdad subjeüva'

L2

r3

PHARMAKON Y CUERPO EN LA GRECIACLASICA-

Fl"avia Soldano Deheza (Buenos Aires)

Este trabajo intenta una lectura <le textos que recortan ciertos aspectos de laproblematización de las nociones de salud y enfermedad, en Ia Grecia Clásicade los siglos V y VI.

Conceptos que junto a la pregunta por el estatuto y el lugar que ocupa elcuerpo, se perfilan desde un ideal de armonfa que estructura a la época, y queexpresa la contiguración particular de la misma, encarnándose en Apolo comoportador del equilibrio y de la imagen de proporción.

Estéticamente este ideal se refleja en la escultura, donde la belleza del cuerpoes llevada a un lfmite tal, que hace decir a Plinio, el crftico romano, que elDiscóbolo de Mirón mulüplica la verdad.

Pero podrfamos preguntarnos entonces por qué, en la Tragedia de Eurfpidesllamada l-as Bacanres, Dionisio, dios del delirio mfstico y del vino, imrmpebrutalmente imponiendo los rituales báquicos, en las que todo el pueblo yesencialmente las mujeres, presas de cierta locura, recorren el campo profiriendogritos. Efecto de esta alienación en el rito es la ftagmentación del cuerpo dePenteo a manos de su madre, posefda por este delirio.

Este cuerpo despedazado muestra la inscripción de un orden que está más alláde la organización del ldeal. Se produce asf el corrimiento del velo que encubrea la imagen apolfnea. Dice Lacan que las referencias estéticas en el discurso alcampo convencional de la belleza, son correlativas de algo que se presentificaahf y que es siempre del registro de una pulsión destrucüva.

ElSabe*r_dp__l¿ "mpdiqinase_(esplie&udp¡f¡o_deesta ar$culaci,ón_de."armorrfa yproporg!_ó¡_e_luru.n_tgu!-o-üeSúelAf"A]¡n§"ueea.encuJa§.bQrdsulxiisr_enresid-uos

ds-un gose sexual. al q .

;Oué conceptos preceden a la mirada cientffica dg la medicina clásica sobreel cuerfn?

Desde la Antigüedad el t$_or a.la i[rpUrea, estuvo ligado al intento de Iapurificación mediante un riffi Katharsis.

Tan antiguo como esto, es la idea de enfermedad como casügo divino. Juntoa estos conceptos va aparejada Ia insütución del sacrificio, puente entre lohumano y lo divino.

Parahablardel sacrificio tomarélasdos tesisde Escohotado, pero siendo estas

sumamente generales trataré de particulaizw, comenzando por decir que

* Este trabajo es una versión corregida del que se presentó en la II Jornada de TyA bajoel mismo tftulo.

oxistcn a«Jenrás de los abajo dcscriptos, olras lbrntas dc sacrillcitl tlc una vfctinla

«lcdicada a los rlioses; ejentpkr rlc csto son los ritos tlc lccundldarl quc ntl

resp<rnden a la Katharsis.

La tesis del regalo exPiatorio:

Allf el sacrificio aparece como obsequio de una vfctinta a la dei«lad para

Congraciarse con ella. Un grupo o una persona ofrecen algo, a veces humano,

u.uirt io de sf mismos. La impureza se consiclera aquf infecciosa y hereditaria.

Es el reino del homicidio ritual.

En la fiesta de Las Targelias dedicada a Apolo, la vfctima del sacrificio

expiatorio se llamaba Pharmakos. La ciudad era anualmente purificada por el

sacrificio de los lúmpenes en el mes de mayo. Nótese que de esta festividad se

Eata en el comienzo de la Tragedia Edipo Rey.

Et ritual consistfa en encerrar a estos desechos sociales y alimentarlos por un

tiempo para luego exponerlos a la ciudad donde eran golpeados con cebollas.

Más tarde se decidfa su exilio o su muerte. Estos cuerpos encarnaban la

podredumbre de la ciudad.

En rel ació n a I as eti mol o gfas que toma Escohotatlo, creo que es vál ido recalcar

que el nominativo neutro singular Pharmakon, de donde se desprende por

asociación metonfmica Pharmakos como nominativo masculino singular, es

toma«lo ¡lor los filólogos como etimologfa oscura'

Se supone que el Pharmakos originario era un daimón que ocasionalmente

iba a laliuOaá y se llevaba los males de la misma. Un «laimón es una divinidad

intermedia, Como ErOS, un Ser vivO de naturaleza más que humana, mediadOr

entre dioses y hombres. En latfn se los denomina Genius.

Pero lo quó sf podemos decir en relación a la semánüca es que Pharmakos

es un tipo de Katirarmos: Iimpieza, purificaciÓn, también expiaciÓn y sacriñcio

expiatorio.pharmakos implicaentoncesunaclaseparticulardepurga. Katharma,

también un nOminativo, refiere a un objeto rechazado, vfctima expiatoria,

purificación, miserable, pillo. El plural de este es también Katharma'

Observamos en este*Spo**.dp;a.qqlc19--qq.9 p9-{- Urc$iq..de. ulr-a .operación

SiuDjil&a-qe-.Qxtlrpa-del querpe--soe ial-s-u-ff-e¡rla-u-¡- -dese§!¡o representado por

otro cuerpo qUq sg-g q§ 9- -e¡.! U g ALQ91 .§tqtt 9r.

KatharsiJés ta*biér!1éin i"o que uüliza Aristóteles para nombrar lo que

la tragedia producfa en los espectadores: se Eat.aba de una purificación simila¡

a los rin¡ales religiosos.

Tesis del banquete sacramental: (nótese el origen cristiano de estas

palabras)

Es concebido como un acto de participación, nexo entre lo profano y lo

sagrado, y reafirmación de la unidad de los miembros de un grupo.

t4r5

Un «lios se encarna en un anintal o en una planta psicoactiva y los participantesse idenüfican con é1. En el caso de la carne nos referimos al ritual dionisfaco queconstaba de una tridivisión:Dfas Paragmos, el momento del descuartizamiento.Homofagia, comer carne cruda.Enthousia, entusiasmo. A este último momento me he referido al comienzo deltrabajo.

En el caso de ser una planta psicoactiva el vehfculo del éxtasis, se llamabaPharmakon. Cornezuelo es el nombre vulgar de un hongo cientfficamenteconocido como Claviceps purpúrea. Este parásito de la cebada considerado unterrible veneno, hoy es utilizado en productos farmacológicos.

Sabemos que el mito sagrado que da lugar a Ia fundación «le los misterioseleusinos trata de cómo Perséfone fue raptada y llevada a la morada de losmuertos por Hades, y de los infortunios de Démeter, su madre, F)r recuperarla.

El rapto sucede mie4tras Perséfone cortaba un Narkissos. Se crefa quelsa florllevaba ese nombre por sus propiedades narcóticas. En determinado momentode la celebración de los misterios, los iniciados bebfan una poción de cebadacomo preparación para la visión culminante. Esta bebida era considerada unPharmakon, se cree que sus poderes venfan del Cornezuelo. Se presenciabaentonces el Phasmata, que se crefa era la aparición de perséfone. Variossfntomas ffsicos surgfan durante la visión: temblor, sudor ftfo, vértigo. Losiniciados juraban jamás relatar lo que sucedfa durante el ritual.

Aquf es el propio cuerpo el que se oftece, anulando asf cualquier posibilidadsubjetiva ante la embriagadora satisfacción que produce la sustancia. Sonformas de la carne y la sangre del dios con las que se comulga en el rito. Sinembargo, podríamos pensar qué aspectos de la identificación.ón

"re dios, tiene

su retorno perturbador sobre el cuerpo de los participantes.

I -a enf'ermedad es efecto de desarnronfa dc la physis quc pcrturba cl equilibriodinámico del interior del cuerpo y de éste con el cosnlos. I-a physis es armonfa

y causa de armonfa, principio de ordenación.

El gru¡xl de obras más antiguo es ubicado en el último tercio «lel siglo V, y entre

ellos se destaca el texlo De la medicina antipua. Allf el autor, quizás Hipócrates,

sosüene que la medicina nació cuando fue advertido que los hombres no pueden

comer l«ls mismos alimentos en estado puro que los animales, por lo tanto,

comenzaron a cocinarlos. Asf se suprime este carácter puro del alimento que es

lo que daña al hombre. Dentro del cuerpo lo que perturba este orden es tambiénlo que queda en estado puro y separado. Ya sea alimento o humores corporales.

Este objeto que ha quedado sin tramitar, causa del sufrinriento corpxlral debc

ser eliminado mediante procesos de üansformación para restaurar la armonfadel cuerpo y la physis , " ...estas cosas, en tanto están mezcladas y atemperadasentre sí, no son manifiestos ni hacen sufrir al hombre. Pero cuando unade ellasse separay queda aislada en sí misma, se torna manifiesta y provoca dolor alhombre..."t

En otros capftulos se habla de la cocción de la descarga mucosa o de la biliscomo lo que hace cesar la fiebre. Hay un proceso por el cual la sustancia en

estado puro se transforma y cesa Ia enfermedad. ". ..y el hombre se halla en lamejor condición posible cuando todo estó en reposo y en cocción, sin maslrarningún poder particular..." 2

Interesante resulta que

-t§xico. La toxicidad del Pharmakon dependfa de la canüdad, de la dosisadministrada. Es decir que el valor no está puesto sobre el Pharmakon. sinosobre la proporción y el uso que se hacfa del mismo. Tema ligado al ideal de

equilibrio y que podremos articular con la Eüca dejg§!§lg§ Dice Teoftasto:" se administa wt dracm.a si el paciente debe simplemente animarse, el doblede esta dosis si debe delirar y sufrir alucinaciones, el triple si debe quedarpeftnanentenlente loco, se administra una dosis cuádnuple si el hombre debe ser

muerlo."3Platón en un diálogo de juventud intenta ir más allá de Hipócrates y su ideal

de saludcorporal, planteando quelo queocurraen el cuerpo dependerádelo que

ocurra en el alma. Habrá que templar el alma, producir en ella sophrosyne por

medio del bello discurso y recién entonces el remedio hará efecto en este cuerposujeto del alma.

Dice Sócrates a Cármides: " ...pues es del alma de donde arrancan todos los

males y los bienes para el cuerpo y para todo el hombre ( ...) Así es el alma loprimero que hay que cuidar al máximo si es que se quiere tener bien lacabezl

I De la rn¿dicina antigua" cap.l42 O¡r.cit., cap l93 Ia curación por la palabra en la Antigtledad Clásica, pg. 185

Retomemos las etimologfas... La vfctima del sacrificio expiatorio se llamaba

larm=akos y el vehfculo del éxtasis psicoactivo,-plrarmakon.

* Losp-harmakongugproduelan K-atharsis eran.terapéuf,icor en c-uan__ro purgabantAutq_0lgAnpsdg!_cltAfpe_cem_o- et popio entpndimienro. El pharmako*s qfa_UqEhanmako n i nQiyldqaf 9¡ pq ls4ba de q n i ndi vi duo el mi as m a e n vez de puri fiiartoglg¡pqitándglo en otro ser humano.

Este concepto como elemento catártico, botánico y obj eti vo de fi ne el conj untode tratados médicos que comienzan areunirse en el siglo V bajo el nombre deCorpus Hifncrat¡cu- Por primeta vez se integran esüos saberes dentro de unprograma de técnicas y un sistema teórico de criterios para el diagnóstico ytfatamiento que toman a la dietética como norma de la salud de un cr..po qr.se lorna ¡rcr primera vez_objeto de estudios y descripciones. En el texto lttenfermedad sagrada,la epilepsia cae del lugar divino p*, r". una enfermedadque afecta el cerebro.

r6 t7

y el cuetpo. El alma se lrata... con ciertos ensalmos (epodé) y estos ensalm.osson los buenos discursos y de nles buenos discursos, nace en ella la sensatez(sophrosyne). Y una vez quc ha nacido y pernwnece, se puede proporcionarsalud a la cabezny a todo el cuerpo (... ) que no te convenza nadii de que lotrates con ese remcdio sin haberte entregado su alma, para que con el ensalmose la cures.,." 1

Los bellos discursos son ensalmos del alma cuya acción consiste en producirsophrosyne a quien ya ha ofrecido su alma para que se le procure salud. Bajo laacción de la palabra encantadora, el almadel oyente y consecutivamente sucuerpo' se serenan y se ordenan. La epodé consiste en el bello discurso y en elmito, que a diferencia del argumento racional, operan sobre el alma suscitandoen ella persuasiones y creencias no reductibles á la esúicta ruzón.La salud delhombre entero necesita la sophrosvne que el bello discurso de Sócrates debeproducir en el alma de Cármides.

Hatóq lla¡na putificapi.O¡ de-r 4rry¿ a ra.adcoq@ _rporde-qaa!ó.n.vp¡D.d_dp _r.CIc_reencias y gpgrirgs.que^dan contenido al alma humana. Xqdr_".pg{¡;:gq..u¡Pjarm¡ton v9¡Qat y- esto engendra sophrosynu. Si+^p[g*gg ñgy*-iafuOcoqloral. ¡''---¿-'---* "'-

Dice Foucault que en esta época ro que distingue a unos hombres de otros,tanto dentro de la medicina como dentro de Ia moral, no es et üpo de objetos alos que se dirigen ni er modo de práctica que prefieren, sino ante todo raintensidaddedichapráctica; laseparaciónestáéneimásoel menos, moderacióno incontinencia.

Sostiene el mismo autor que en la moral crisü ana encontramos u na codi fi caciónde actos y sujeciÓn a la pureza como obediencia a una reglamentación bienestablecida. [,os apetitos del cuerpo encuentran su principio en el pecadooriginal. El cuerpo es impuro por naturalezay tray que reOimirto. El plarcer delcuerpo entra dentro de Io prohibido.

El cuerpo en Aristóteles aparece como lo que si no es dominado por el alma,desencadena una fuerza que pasa ar exceso de satisfacción. La éüca aqufpresente, reside no en anular, sino en moderar esa saüsfacción para que noresulte de ello ningrÍn desorden que altere la armonfa de la justa-mediáa. Latemplanzaes para Aristóteles aquello quehace que nos conduzcamos en cuantoa los placeres del cuerpo como lo quiere Ia ley de la polis: mantener los idealesde equilibrio, armonfa y proporción. Un cuerpo sano debe estar entonces sujetoal eqúlibrio del alma

A t¡avés de este recorrido podrfapensarse que Ia Katharsis posibilita medianteel Pharmakon Ia recuper¿rción de ese Ideal de armonfa.

¿Qué se purga mediante la catarsis?

y a la descarga normal de un afecto intcnso, que vefa impxli«lo su acocy) y

hallaba entonces una derivación en la inervación somáüca. El levantamiento de

los sfntomas estaba ligado a la sugesüón. Cuando ésta se rompfa emergfan los

sf ntomas nuevamente. Esta descripción del anü guo método fr eudi ano teñido de

reminiscencias hipocráticas y platónicas nos lleva también a la pregunta por loque se intenta purgar con el Pharmakon, ya sea este verbal, psicoacüvo, o

hipnótico. ¿& tqt¡_gel__iryt_e0tq__0q _dpqrgs[§aI un quc{pg_ qF3yes*q$o_ pg¡ ef

q¡S!_ge{rtldgsc-o_q9§i-e¡«l_ola¡e_qlid$-se¡Uql"d-e-t_in99ps_gtgltgl

Para esta ética particular de la canüdad, el adicto es quien hace uso excesivo

de un Pharmakon. Desde el psicganáIisis preferimos ir-rterrogar qué funciónclmoJe Ia droga en cada caso. escuchar el hacer de cada sujeto con su goce.

Desde esta posición sf podemos hablar de un exceso de satisfacción que, comodice Miller, rechaza al Otro. Ya en aquellos tiempos quienes sostenfan el idealde armonfa observaban este exceso pulsional en el caso de Diógenes, de quiense cuenta que "...ejeculanda acciones torpes con las manos a la visn de

todos... ", es claro que se masturbaba, mientras decfa: " Ojalá que frotátdomeel vientre cesose de tener hanbre." sCuenla el mismo autor que Diógenes se

provocó la muerte releniendo la respiración.

5 l-os filósofos t¡tás ilustres, Diógenes Laercio

BibliograffaEntralgo, Pedro t ain . l,a curación por la palabra en la Antiguedad Clásica, Anthropos.Escohotado, Antonio, H isto ria de las dro gas, Alianza.Platón, Diálogos, Cármides. Biblioteca Clásica Gredos, tomo 37.[Iipócrates, De la ¡¡udicina antigtu. Universidad Autónoma de México.Grimal, Pierre. Diccionario de Mitología Griega y Romana.Eurfpides, I-as Bacantes.Aristóteles . Et ica N ico maque¿. B iblioteca Clásica Gredos.Freud, Sigmund. Obras Completas, Biblioteca Nueva.Diógenes l-aercio. Vida de los filósofos ntós ilustres, El Ateneo Editor.Foucault, Michel, Historia de la Sexualidod. El uso de los placeres. Siglo XXIGordon Wasson, R. El camino a Eleusis, Fondo de cultura económica.PaMn de Urbina. Diccionario Manual Griego-Español,Yox Bibliograf.

§HLa catarsis freudiana consistfa en abrir un camino conducente a Ia conciencia

Iti

4 Cármides, pg. 331, 332,333, a

l9

UNA SOLUCIÓN, LOS USOS-

Vincent C al"ais ( Burdeos )

A partir de este [ema: "De la monotonfa a la diversidad", he desarrollado laperspectivasiguiente: delamonotonfadel fenómeno aladiversidaddel síntomapor venir. En una palabra, el hilo serfa el siguiente: hacer que advenga elsfntoma-

De la monotonfa, a la diversidad, eso es una orientación, que no es sin un mat^i zde esperanza. Hacer advenir el sfntoma, he allf después de todo, una posiciónque no va de suyo.

Midamos aquf I a di ferenci a co n esta otra, que es la de prestarse a complementarun sfntoma.

EI peso de este término en la práctica me ha detenido, y me he rendido a laevidencia de que en cuanto al sfntoma que he marcado como "a advenir", algode esta monotonfa de las toxicomanfas queda por elucidar.

Para anticipar, opongamos aquf el inconsciente, sus sorpresas, su espfritu: allfhay de todo menos monotonfa.

Observemos que las indicaciones de Lacan sobre la droga reenvfan al aspatode la monotonfa. En 1966, él nota que el problema que se califica policialmentede toxicomanfa, se complica singularmente si situamos sus diversos productos,que van desde tranquilizantes hasta alucinógenos, como efectos de la cienciasobre el cuerpo, precisamente sobre la dimensión de goce del cuerpo.

Es decir, que a ladiversidad de los tóxicos responde el único, de su plnto deimpacto, o sea esta dimensión de goce.

Lo mismo, esta definición de la droga que da Lacan en 1975: no hay otra,subraya allf , "la droga es lo que permite romper el nwtrirnonio con el pequeñopipí".

De esta fórmula precisa, exclusiva, que vale como un cuasi-matema, retendrélo que sigue: la droga no permite más que una sola y misma cosa, que se puedeescribir de manera monótona: RMPP (Romper el Mat¡imonio con el Pi-Pi).

Monotonfa quiere decir: uniformidad, hastfo.

Volvamos a esta función de ruptura que Lacan le asigna a la droga. Nosunimos con ella al senüdo común, que sitúa a la droga como medio de olvido,fuga de la realidad, evitamiento del suftir... "Romper" hace un notable eco conel término usado por Freud: sorgenbrecher, destrozar, romper; la droga esequiebra-preocupación. (souci )

Die sorge, la preocupación, he allf un término extenso que puede designarpoco y mucho.

* Trabajo pres€ntado en la Jornada del Instituto del Campo Freudianq D¿ la monotoníaa la diversidad, Parfs, 1994.

Souci: preocupación que preocupa' que inquieta'

Iteocuparse...por. .., i", ábsorbido por un objeto, encontfarse en problemas,

inquietado, hasta el sufrimiento moral'

Hagamos oos peq,reñas observaciones: estc término puerle tener dos senti&s

opuestos.Sorgen:estafinquieto,temer,perotambiénvelarpor,tomualcuidado; de modo que te soici incluye siempre, arln si es tenue' la presencia de

lo inquietante.Recordemos sobfetodo que die sorgees el término, el concepto al cual arriba

Heidegget en El ser Y el tiemPo'

Volver a la cuesüén del ser (es asf como Heidegger define su obra) por el

método fenomenológico, interroga al ser que es ser ahí, este se deja descubrir

notablementa ,ornJ un ser-en-el-mundo, ser-con, Ser-en' Los principales

ca.racteres ontológicos de este ser-ahf: existencialidad' facücidad' cafdq

encuentransegún ñeiOegger su unidadbajo el conceptode "cura"' Digamosque

el Dassein se descubre üi¡o er modo de ser esencial a la "cura"'r

uno no puede *¿. qu. seguir a Heidegger cuando designa en el fenómeno de

la angustia la manifestación privilegiadááel ser-ahf' Cuando el ser-ahf' escribe

é1, se encuentra librado al ser'

¿Dónde, CuándO, el hombre está en su "casa"? El está ahf en Su CaSa en la

coüdianeidad, Ia familiuidad, la facticidad del ser-atrf, es decir cuando se

absorbe en el "se", el "mundo", y puede perderse en la charla' la curiosidad'

Por el conEario, es cuando esrc sef-ahf en tanto que preocupación desnuda'

;*d;'iir. pr.dg*ra como ser de preocupación (souci) (y se tealiza en su

autenticidad de ser-ahf; cf: subjetivación del ser-para-la-muerte) que él se

encuentfa entregado a su extfanieridad original'

Retomaré e$e bello eco al wo es war. . .y el unheimliche fteudianos por estas

pal abras de Lacan : la an gus t ia s i gna la pre se nc i a del obi e to' e src s er de goc e que

es el Dasein.Al clespejar asf la preocupación (souci) de su lugu común, el sorgenbrecher

se devela en su fondo: ruptura con el ser'

La droga, relata un paciente, ¿s para no pensar-má's en mí

Recuerdo los términos de H. Freda (diciembre del '93) que nos invitaba a una

clfnica del ser.

No pensarmls. sabemos la insistencia, de aquellos que se drogan' en este

planteo: eso me toma la cabeZa,y esta casi asimilación de la toma de droga a un

yo-no-pienso.Yo-no-pienso, es en eso en Io él encalla. Es allf que él no oseSura' Y si nos

atenemos sólo J nivel empfrico, debemos constamr que no hay' para este sujeto

ahf, el tiempo del sfntoma: hay una urgencia donde lo reüene el afecto' el afecto

de pensar. Va que es ese estatuto det alecto el que üene aquf la res cogitans' este

homúnculo, dice W. Burroughs, qle]gjgglTe la.nuca' --- ^.-:

ón' Pjro se usa cura Por cuidado del

ser.

2A

2l

Hace falta, para ubicar esto, el psicoanálisis; el sujeto del inconsciente y lo quecomf[rta de minoración, de reenviar a su lugar al .,¡rcnsar".

Hace lalta tanrbién retomar cl estatuto del sujeto en psicoanálisis, cn tanto queticne por condición esta rerlucción del hombre al sujeto de la ciencia. Elmomento inaugural «le esta reducción, es decir el cogito cartesiano, conocemosIa reformulación de Lacan: el vel: o yo no pienso o yo no soy.

Dc esta mafriz, es de la elección forzatla «Ie "yo no pienso,'que el hombrentoderno extrae su cimiento subjet"ivo, su Yo (e) del Yo Soy se erige rlel act<lresolutorio de una tcnsión lógica. Subrayenros que este yo (ie) de alienación,cste yo (e) de certiduntbre se identifica a su falso scr, sc funda en su rechazo.I"-orclusión del oro, y se consLiluye con una parte, una parte del ser, ..no_yo,,:"es eso lo que lo designa".

Quiero hacer aquf referencia a la exposición de Dimitri Vergeüs (en lasJornadas de Reims '93), en la que ha demostrado en que este ..yo no pienso',afirmado del toxicémano, puede situarse como paradigma del ñombremoderno.

Subrayemos que si el toxicómano vfa su droga reitera efectivamente su..yo nopienso", lenemos desde entonces que tener en cuenta que su toxicomanía,autotrat¿rmiento de un Yo ontológico, no depende del inconsciente, sino «le surechazo repetido.

Hay pues que despejar, allí, un "previo" a lodo traramiento posible de unaÍoxicomanía, resituando el modo bajo et cual el sujeto se presenta: no como unsujeto determinado por el significante, sino como un yo existencial.

una frase de un resi«lente en post-cura, me ha quedado en Ia memoria. ..conla droga," -decfa- "no es que los protllemas no estén más, que desaparezcan, esque yo no estoy más allf."

A partir de este caso de deserción, arriesgaré una pequeña reconstrucción.¿Cuál es el lugar -donde el Yo (e) no está más -este lugar que se indica aquf

como aquel donde los problemas esperan al sujeto? ¿No es precisamente aqueldes<le donde le intiman los pensamicntos,los pensamientos que son problemasdel ser plenos de significación? Los pensamientos en tanto que ellos sonvectores de goce.

"El significanteconlo causa «legoce":he allf contraqué laentprende la«lroga.Ahora, ¿cómo se las arregla para no-ser-más? Por este atajo, de tratar esto que

"toma la cabeza" actuando sobre el residuo corporal. O sea, tratar el ..ellopiensa" de donde inadia el goce, y sustituirlo por otro goce, desarticulado de Iasignificación, que se origina en la Bedeutung del falo.

Es lo que se indica en Ia definición de Lacan: Io que la droga permite es romperallf donde el pipi es llamado a su función de falo.

Esta corta definición de Lacan, que puede parecer dada al pasar, hay que medirque ella contiene al psicoanálisis en lo que él tiene de central.

ya que <lcfinir la droga exclusivanlcnle conto un ltMl'l), culrt¡xlrta quc csta

Cuestión cxistencial no puedc ser abortlada nrás quc a partir dcl gocc, y de su

significante: el falo. Esto quiere decir que la prcgunta ¡xlr cl sentido del ser,

según los términos de la filosofía, es aquella que se hace el sujeto cuando se

confronta con el goce, goce llegado el caso intrusivo, extraño: "¿qué Soy yo,

ahf'f"l)ccimos con [-acan: el objeto a incluye cl -fi. Del gocc en la droga, que no

tiene necesi«lad dc nadie, sabcmos al mcnos eslo: que él cstá limpio, vaciado de

-ll. Por esto, la droga cs cl nombrc de un goce cstrictanlentc competitivo al del

objeto a. Pero es «lecir también que cl psicoanálisis es la única propuesta, el único

dcsaffo rcal a la ética de la droga.Hace falta repetir aquf, quc es en primer lugzrr al discurso «le la ciencia al que

el psicoanálisis se opone. A los objetos de la ciencia, aquí a sus efectos, como

dice l-acan, sobre la dimcnsión del gocb, ya que estos e fcctos se definen en

primer lugar gtr su capacidad de suturar la pregunta por e I ser, anudando cuerpo

y gocc no desde la estructura del lenguaje, sino desde la estructura ntolecular y

su opcratividad sobre lo real.

Habría que pregunlar al toxicómano, ese chico quc sc lrata como una r¿s

exteilsl, si está Seguro de ganar en el cambio, cuando ¡lr ejcmplo él se enfegaa la metadona, esta lbrclusión de la ver«lad del goce. Bstos efectos de la ciencia,hay que tomarlos también en su historia, «londe se atestigua que en la sucesión

de nuevas moléculas aisladas, nuevos productos respondían y otras tantas olas

de neotoxicomanfas. Estarfa justificado hablar aquf de epidemias cientfficas.

La cuestión <lel psicoanalista podrfa formularse del siguiente modo: ¿Qué es

lo que da cuenta de que estos sujetos elijan, un arreglo del goce a partir de estos

productos, es decir a partir del saber en lo real?

Terminaré trabajando uno de los aspectos de esta cuesLión.

Para la neurosis, sabemos que el "yo nO pienso" Se paga, Se gana también, en

un trayecto que va del sfntoma al fantasma y retorno. Trayecto que ha de pasar

por el Otro y que implica la heterotopía del goce.

En cambio, del lado toxicomaníaco, ¿qué comporta pasar, llamar a lo real?

¿Qué desfallecimiento puede afirmarse allf?El sfntOma, estruCtura lenguajera, Se consütuye, Se Sostiene de una nueva

abertura en el Otro. El cs creación -metáfora-. Pero implica, por lo mismo que

el Oro no existe, que él es incompleto, quc ¡rcrmite lo nuevo. ¿debemos plantear

queel recurso aladroga,esun llamado alo llcal pordcfecto, y estácondicionadopor una figura dcl Otro cerrada al sujeto?

Traducción: n. SittittiCorrección: S. Vetrano

22 23

Tiene 27 años y es arquitecto.consumió drogas desde ros ló a ros 2ó años. A esa edad, y ante unaencrucijada donde Io ubica ra madre, decide dejar de hacerro. Recune a grupos

de autoauyda y -como parte del t¡atamiento- ¡nicia las entrevistas prelimin¿ues.Hijo de un ex-vendedor de autos (farecido hace dos años y medio en unaaccidente auÚomovilfsüco) es el mayor de cinco trermanos y el preferido de lamadre.Estando su padre en_vida, solfa provocarlo hasta la exasperación. Dice: ..lo

sacaba de ras casilas, Io enceguecia, hasta rograr que me gntefaropiri.,,,La búsqueda de un "padrinazgo" o un "tutelap" ,on r*urrntes en su historia,situaciones estas que no nos remiten a Ia ru..L de su padre en la realidad, sinoque lo acompañan desde ra infancia: hubiese querioo sei ñ:" á. r"r"ñ,Nombra a esrc rcma (er de la relación paore-tri¡o¡, er ;.tema

de mis desveros,,.La pobreza de su vida afecti va conEasta con I a exhuberancia de su vida sexual :prostitutas, travesüs, resbianas, sexo sadomasoquista, voyeurismo. variabresque le han servido hasta el momento como marco donde se ha desarrollado lamisma. Requisito indispensabre: que se trate de sexo pago.Este detalle üene antecedentes: en tercer grado le gustaba jugar con unacompañerita' El juego consistfaen iral baño yqueella se fuesedesvistiendo. por

cada prenda que ra niña se quitaba ér re hacfá éntrega de un gajo de mandarina.Ya sin el recurso de las drogas algo lo empieza a-inquietaren el terreno de Iasexualidad: "es bueno que Ia palabra sexo rcnga una x,,, dice.Esa x va a recaer fundamenüalmente en el encuentro con mujeres. sobre todosi la mujer en cuesüón le resulta atractiva. Más arÍn si percibe que ella podrfa

estar interesada en é1.

Dice: "estar habrando con eila (se refiere a unajoven de su agrado) me produjoun miedo que me pararizó. No sé que es. Argo qu. r., con ra vergüenza... conno aceptar la vergüenza... me hubiese gustadoiener algo en Ia mano, pero notenés nada. No aguanté más- Agané un vaso «re whisky y tomé,,

Parecieraqueeste sujeto no puede arregrárseras con roqueüene a mano, o sea,

viembre dJe lgglI Falopero: drog«licto, en lunfardo

F'UNCION DE LA DROGA EN UN CASO

DE FETTCHTSMO-

Silvia Bonzini (Buenos Aires)

con el significante, entramado en torno de la falta. Quiere un objeto, y un objetoposiüvo.

Ha estado preso en varias o¡»rtunidadcs. [,a úlLinra, grr intcntiu forzar a un

ravesü a tener relaciones sexuales. La primera, en cambio, fue en Barón (pueblo

de la provincia de Santiago del Estero): "tengo una causa p,«rr lcsiones", dice.La última vez que sale de la cárcel, va al cementerio y hace al padre un

juramento: con [avestis nunca más.

A partir de ese momento el encuentro con los mismos sc transforma en algoque se impone. No puede dejar de hacerlo. Dice: "desde que lo pienso hasta que

lohago mecambiael ritmorespiratorio, tiemblo". Esta"clesviacióncompulsiva",como da en llamarla, le pasa fundamentalmente cuando está arriba del auto.

Más adelante llamará a estos episodios, su "enfermedadcrónica". Se preguna-entonces- acerca de su identidad sexual: "¿Yo que soy: un homosexual, unbisexual, un desviado, un degenerado?"

Un sueño desenmascara la verdad de su posición sexual y nos permite pensarqué estatuto ha tenido la droga para este sujeto.

Consta de dos partes:"Primera parte: estaba haciendo punta para comprar una pala"'."Segunda parte: hay dos minas gemelas, üenen una mirada andrógina.

Cuando veo Ia mirada de estas dos, me doy cuenta de que me tengo que ir.Estábamos mi primo y yo y escapábamos. A mi primo le salen cuatro minas conparaguÍrs y anzuelos. Lo cortan todo y lo empiezan a matar. Tengo un segundode pensamiento solidario y lo voy a socorrer.

Al costado hay dos o tres palas. Agarro una y las amen¿vo. Logro detener sobretodo las miradas. Las minas son pendejas (15-ló años). Se levantan la pollera:son travesüs. Yo estaba asustado y eso terminó de impresionÍume.

Habfa una atracción. Como que ellos optaron por no atacarme por el hecho deintuir que me podla interesar estar con ellos."

Asocia el sueño con las dificultades en la relación madre-hijo. El miedo a quesu madreo su hermana se Io quierancojer. Temor averseen una situación dondese pueda desconocer (tener sexo con su hermana, por ejemplo).

Cuando Ie pido asociaciones en relación a los cortes que en el sueño recaensobre el primo, un recuerdo infantil lo conmueve: tenfa un año y medio. Sumadre lo pone en penitencia encerrándolo en un baño a oscuras. Al cerrar lapuerta Ie agarra un dedo y prácticamente se Io corta.

Este sueño -entonces- desenmascara la verdad de su posición sexual: se revelala mirada como sostén de una imagen (la madre fálica) sostendia clínicamenteen su elección de objeto (los travesüs).

En el Semínario IV Lacan habla de un film que se congela en el nromenloprcvio a que se vea el f alo que la madre üene y no üene. No es simplemente una

, Pala, t nombrar la cocaína.

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instantánea, -dice- es una interrupción de la historia Recordemos lo que elpaciente dice: "logro detener las miradas". Recordemos también que en elsueño, peligroso eran, en primerlugar, la mirada de las gemelas (miradaen tantoobjeto a, sfmbolo de la falta central) y en segun«lo lugar "las pendejas", (para sermás precisos y ya que se revelaban como Eavestis: los pendejos) Los pendejos,punto de detención de la mirada que preserva una imagen: la madre fálica.Podemos asf entender a la preservación como recurso defensivo (de estructura)ftente a la visión originaria del trauma.

En este sujeto los travestis actúan al modo de fetiche, que es, para Freud, elsustituto del falo en la mujer (la madre), en cuya existencia el niño creyó y alcual, por miedo a la castración, no quiere renunciar. El feüche representaentonces al falo simbólico (o sea al falo en tanto que ausente).

En 1927 Freud se pregunta por qué, a cons@uencia de la amenaza decastración, algunos suietos se lornan homosexuales, otros crean unfetiche y lamayoría lo supera.3

La respuesta hay que buscarla en la función paterna (función fálica) que hasido en estos casos una función fallida.

El ha apaciguado el miedo a la castración poniendo un fetiche en el lugar dela falta.

Para poner en función el significante Nombre del Padre, la madre deberátacharse del lugar del Oro. Esta modalidad podrfa formularse de Ia siguientemanéra: "yo no soy el otro, hay otro, es aquél que nombro como padre, aquélque signifique cono padre: el significante del Nombre del padre"a. En el casode tratarse de una perversión (o sea el caso que nos ocupa), la madre se tacha ynombra a un padre, pero luego Io desmiente, lo des-oye. Es decir: la madreacepta la pérdida del hijo comofalo pero no la pérdida del goce instituido consu hijo.s

El otro tema que nos permite pensar el sueño es el de qué función ha tenidola droga para este sujeto.

Con la "pala" se defiende.Con la "pala" "detiene las miradas".La droga es una defensa entonces que le ha permitido durante diez años evitar

encarar el "problema sexual".ó

Es por eso que este sujeto se presenta al inicio de las entrevistas preliminarescomo un perverso polimorfo y es -al üempo de dejar la droga- que se precipitala verdad de su voluntad de gozar.

3 S. Freud, "Fetichismo", Obras Completas, Volumen III! "Afgunas puntuaciones sobne la temática de la perversión", Contribución de laFundación de Estudios Psicoanalíticos. Rasgos de perversión en las estructurasclínicas. Fundación del Campo Freudiano.5 ibid.g J.+. Millqr, 'Para una invesügación sobre el goce autoeróüco", sujeto, Goce yModernidad I,U. Atuel - TyA

LA CLINICA DE JACQUES LACAN EN UNCENTRO PARA TOXICOMANOS Y

ALCOHOLICOS-OrÍeo Verdicchio y Carlo Viganó (Macerata - Italia)

En la ciudad de Macerata, desde hace una decena de años, la enseñanza de

I-acan fue descubierta por personas que trabajan en el campo de las toxicomanfas.

Ellos no adhirieron a la Escuela Europea, cuando fue consütufda (1990): mi

hipótesis es que habfan puesto un grano de lo real de la Escuela, su formación,

en el interior mismo del espacio público que toma a su cargo la toxicomanfa- Elpunto de partida fue una propuesta que Orfeo Verdicchio hace a la insün¡ciónpública, donde él trabajaba con toxicómanos; propone una hipótesis alternativa

a la que la institución habfa promovido en la ciudad. Habfa en ésta un Centro de

Dfa que recibfa toxicómanos y alcohólicos teniendo como propósito el de

preparar la entrada de éstos "usuarios" a las comunidades terapéuticas

residenciales donde tendrfan una puesta en acto de una cura.

Constitución de la Comunidad et7*rott

La apuesta fue la de considerar a la Comunidad no como previa a una

respuesta, sino como previa a una deman«la: está serfa la de la ocasión de

construir la demanda del sujeto en lugar de su adaptación a la respuesta de la

comunidadresidencial. Preciso: lo previo no es untrabajo sobrelas moüvaciones

para entrar en un programa.En 1992 fuimos invitados, Hugo Freda y yo, por Orfeo Verdicchio y

comenzamos a trabajar regularmente con un pequeño grupo Se operadores a

partir de esta hipÓtesis.

La mayor parte de éstos eran miembros de GISEP y la dirección del centro

estaba a cargo de Orfeo Verdicchio. Nuestros encuentros fueron definidos por

nuestra insütución ComO "una puesta al dfa del personal"; yo propuse, entonCeS,

experimentar de qué nranera el psicoanálisis actualiza no solamente el personal,

sino también la operación misma de la insütución, el lazo social que la sostiene.

Se trataba de crear un lugar para la acogida de una necesidad y nosotros

sabfamos que ésta no se logra sino a partir de la demanda de un sujeto, se t¡ataba

entonces de crear un espacio para permitir el surgimiento de la demanda

subjeüva.

t26

* Trabajo presentado en la Jornada del Insütuto del Campo Freudiano, Parfs' 1994'

27

comenzanlos con una refundación dcl centro «Je dla llamán«lolo ccntrocomunidad rerapéutica de día zero.Estc nonlbre parecc indicar ,r;;;;vaciamiento necesario del saber terapéutico de ras comunirlades existentes, y almismo üempo ra función que es rfmite para er comienzo de una serie.Ella tendrfa entonces tres ca¡acterísticas distintivas, frente a las orascomunidades que funcionan en Italia:' se trata de una insütución pública en oposición a las oftas que son privadas' Está abierta sól o de dfa y mantiene de está m anera u na frontera que no es rfgida:el huésped de la comunidad vuelve a la casa todas las noches y no abandona suciudad.

' Los analistas son convocados regularmenrc a la casa para una actual ización.veremos que esta úl üma fu e decisiva para dar una si gnificación a I as otras dossingularidades: c¡eó en la lógica discursiva de la comunidad, un üemporeüoacüvo; que dio el modelo para los oüos espacios de la vida institucional queintroducen la función de un sujeto supuesto saber. para los huéspedesabsolutamenE supue§to: por ejempro yo jamás encontré ninguno.

I

Editamos una publicación reaizioa ioát*ent por los hués@es: el botetfntrimestral de la comunidad 7*ro quecontiene testimonios y reflexiones de losoperadores y de los huéspedes. También transcribimos conüoles.La transcripción de los controles hechos conmigo y las conferencias de HugoFreda.

TerapéuticaArribamos a ra cuestión "terapéutica": nosotros no bonamos esta palabra,pero especificamos "de dfa", la cosa adquirió valor aprés_coup. Hubiéramospodido imitar los modelos difundidos en Italia y que, como el famoso s.Patrignano, están cenrados en er objetivo de ta inágración y de la adaptac¡ón

social.La adaptación es concebida como sustituto de la dependencia de Ia droga.

Queda enteramente en er principio der pracer: rú dejas ra droga y tendrás acambio, la satisfacción der trabajo y er caror humano oet grupoVemos que esta sustitución significante no realiza una metáfora, sino que esel goce promeüdo bajo una nueva forma. Del goce de ra qufmica al goce delrenunciantiento, quedamos en el discurso capitalista y lo que cambia es lanominación social del goce.

¿Cómo se puede obtener tal resultado?La vfa es la ley del superyó. Ella emplea reglas establecidas, muy precisas ypuniciones también establecidas en caso de transgresión. Esta vía'superyoica

está media¡tzadapor la identificación imaginaria óon el operador, con el Ifderde la comunidad, y con er idear de vida própuesto por eilos.

Este procedimiento se apoya en ra rey der iuperyé qur er toxicómano conocebien, a partir de lo que Io hace gozar, a saber, rr óorá que no se_debe saber.

El resultado es que el toxicómano puede aceptar por mucho tiempxr, tal vcz

durante toda la vida, la prohibiciÓn de Ia droga; pero ella no picrde por esto el

valor que tenfa. Prohibida manüene su poder, ni siquiera deviene objeto fóbico.

Se producen toxicómanos sin droga y esto es coherente con una sociedad de

consumo.La apuesta que impulsa el rabajo de la ComunidadZ*ro es que habrfa otro

tipo de curación, aquella que puede llevar al sujeto del goce de la droga a oEa

satisfacción. Sabemos -es la puesta al dfa de la teorfa psicoanalftica- que la

identificación imaginaria no cancela la pulsión, que hace que el sujeto quede en

el malestar. Y es justamente el malestar lo que el toxicómano se esñ,lena por

paliar con Ia droga.Entonces ni nguna garantfa de estabilización, hasta que operen los mecanismos

que alejan aI sujeto de la propia división subjetiva, del toma¡ a su cargo el

malestar pulsional.A partir de estos datos de la teorfa, pusimos las condiciones existenciales en

la vida del Centro, para la sujetivación de la demanda. En el Centro ex-iste un

espacio, el afuera, la noche, ¡lero tantbién el deseo de los operadores, que puede

reabrir la experiencia de la falt¿ y su elaboración.Elaboramos, entonces, un nuevo reglamento que apunte sobre todo a favorecer

la autogesüón del espacio comunitario,la creación de ocasiones de palabra y de

dramatización entre los huéspedes y los operadores, y un compromiso que liguela elaboración del programa terapéutico individual a la lectura aprés-coup de los

actos y de las palabras del hués¡red.

Del programa a Ia construcciónAntonio es unjoven de23 años, frecuenta el cenEo desde hace un año y medio.

Su historia con la droga se entrecruzó con Ia relación sentimental que lo liga auna joven desde los 15 años; en ese tiempo comienza la relación con la joven ya usar drogas "ligeras". Posteriormente cometuuácon la herofna y la joven loabandona presionada por sus padres cuando se enteran de que él se droga.

Reacciona drogándose cadavez más y se ve clandesünamente con su amiga,quien en ese tiempo se pone de novia con oúo.

Todo elto hasta que hay u n col apso "los carabi neros -l a pol icfa- me enco nEaron

en el auto, desvanecido. Hubiera podido parecer dormido si no hubiera tenidola aguja clavada en mi brazo"

En ese momento, toma la decisión de parar con las drogas y con la joven y

viene a la Comunidad.Durante los primeros meses no habla en el grupo, le dice a un operador que

es porque üene miedo de que los otros se burlen de é1. Durante su pennanencia

en el centro es preciso y fiable, pide ocuparse de la cocina y lo hace con pasiónEstudia recetas, inventa platos también.

Comi enza a habl ar en el grupo, sobre todo habl a de amor, par@e saber muchas

28 29

cosÍts del amor- Comienza a dialogar con una operadora -que está aquf- hablade su relación con la madre, cuando era chico ella se burlaba de él a causa de suaspecto -era gordo y con estrabismo- y le pegaba por tonterfas; mientras que porcuestiones graves, por dificultades escolarós y oespués por la droga, .il, ru.cómplice para esconder estas cosas a su padre

cuenta que habfa sido siempre taciturnb y sin amigos. Dice: ..yo me bastaba

a mf mismo"- Dice inmediatamente que un problJma ro atormenta, se tratade una prácüca masturbatoria que define como excesiva y que nuncaintemrmpió, aún cuando tenfa una historia senümentar. ..Es más fuerte queYo", dice.

En ese punto se da cuenta de estar confundido a propósito del amor: ..yo eraun experto y ahora no sé más nada".

La regularidad de su vida en ra comunidad es intem¡mpida de fiempo entiempo por episodios en tos cuales se conduce autoritaria y violentamente; hapegado a otros hués@es y todas las veces sólo llega a decir: '.se burlaba de mf ,.Inmediatamente después de un episodio oe estas caracterfsticas, dondeparecfa completamente loco, au[aba y empujaba violentamente a un fipo que

acababa de ingresar y que no respondra a su agiesión, hablamos de este episooioen el grupo. como siempre él daba su explicación: .,se burlaba de mf,,.

Requerido de decir más, añade "es más fuene que yo", y riga estas repeücionesa un hecho que habfa acontecido cuando tenfa seis anos. Unos muchachos lohabrfan empujado a pnácticas sexuales hasta que, p¿ua salir de ello se lo contóa su madre' "Mi madre se rió de rnf', y ag[ega que en su familia todos se burlabande él por este episodio.

- El ¿cüng-out que se repite bajo ra presión de una fuerza ..más

fuerte que yo,,,al relacionarse con un recuerdo de lá infarrcia produjo un desplazamiento, unasusütución que no es más razónde goce, qur ér sigriificante: "los otros se rfende mf', deviene "mi madre se rfe oe mf'. Esta su"stitución abre la paabia deAntonio a la dimensión de su historia, fuera de la identiñcación.

El grupo permiüó atrapar un fantasma y ponerlo en una cadena discursiva.En la conversación posterior con la operadora, él habla de un problema que

lo persigue desde hace años y se refiere a la eyaculación precoz. Tenfa l5 añoscuando leyó en la Enciclopedia de la vida sexual que existe este problema y sequedó "petrificado".

Recuerda que a los I 5 años fue cuando tu vo su pri mer encuentro con u na mujery con la droga. su miedo de no ilegar a satisfacer a una mujer, ra prácticamasturbatoria, a la droga, "está todo ligado", dice y en este punto demanáa podersalir de la comunida«t y seguir este discurso apena, comenzado y .,en

el iual,,dice- "hay algo que me fascina,'.Se debe' entonces, cuesüonar cómo en esta experiencia comunitaria el objeto

droga no está sustituido sino por un objeto t¡ansferencial, un rgar*r, qu..,vaciamiento de lo§ programas, a partir del encuentro con su fantasma.

Dicho de otro modo, es la p<lsibilidad «le pasar a través la falta para tener

acceso a una saüsfacción, que no sea simplemente el renunciamiento a la droga.

El lugar del sujeto supuesto saber

El rol de los operadores deviene fundamental. Ellos ya no tienen que tratar de

vigilar ni casügar, ni poner en función el superyó, pero sf escandir la relación

de los sujetos con los otros, sus acüngs asf como sus palabras, de marcar lapuntuaciónquehaceun discurso del cual el sujetoresponsable. Estaintervencióndeviene posible gracias a la circulación de información dentro del equipo y alalectura que se hace. La palabra que circula entre los operadores y de la cual sus

actos dan testimonio, hace surgir la rel'erencia a un sujeto supuesto saber.

Supuestojustamcnte porqueestapalabra noes dicha. Nohacen interpretaciones,no hacen psicologfa.

Un espacio fue creado para el equipo, espacio de formación y de control, si se

quiere, de contratransferencia.Más precisamente decimos que se trata de hacer pasar la transferencia

imaginaria del operador al nivel del deseo. Esu lectura toma a cargo el fantasmaque sostiene ciertas re¡reüciones crn el comportamiento dc los huéspedes, con latinalidad detomarnotadeladernandaqueél encubre. Este trabajo, no serealiza,entonces, para restituir un significante al sujeto, quien lo verfa demasiado tartley resultarla ineficaz, sf para darle al operador la positlilidad de una respuestaparadojal, cortarel discurso repetitivoconel real, con lo querestadel significanteñ¡era de la palabra.

Esta lectura es una elaboración dcl saber que apunta a dar la estructura de larelación del sujeto con el Otro, su manera masoquistade atraparun goce, cuandono es más positivizada por la droga. No se Eata, entonces, de suponer uninconsciente a los huéspedes, sino de poner en función su propio deseo

inconsciente en la dirección de acoger el acüng como una demanda.

No hay apuro por interpretar el senüdo del comportamiento, que serfa

completamente alienado enel sentido común, porel contrario, se intentadevenirel Otro de una demanda.

El huésped no demanda sentido, dirfa que lo tiene en exceso; demandareconocimiento, demanda ser amado como es, ser comprendido, y encuentraque se comprende otra cosa que viene de é1, pero que experimenta comoenigmática: ¿qué qucrrá este tipo de mf?, se pregunta.

El huésped no está obli gado, como en el pasado, a habl ar en dfas determi nados,

tampoco le demandÍrmos su palabra. Ella es demasiado frágil, serfa una palabracasi sin sujeto y entregada al hambre terapéuticadel Otro que se lademanda. Detodos modos sucede que los huéspedes requieren a menudo de coloquios con unoperador o con el director.

No nos negamos, pero aclaramos que la verdadera demanda, aquella que

U@i¡ige-a-r¡mtrolugarrpoLQ¡era de la comunidad.

t 3l

El operador está desünado a constnrir una verdadera nueva ftontera, debeayudar al sujeto a sustituir la que separa el goce de la droga de Ia realidad porla de otro goce que lo separa del Otro, en particular de la idealización del OEo.Se Eata de una causa que es muy dura de sostener y que hizo pagar un precio alo largo de un año a tres operadores, quienes cedieron exactamente en este puntoy dejaron esta experiencia para dar lugar a otros. l¿ es demandado al operadorno alimentarse del deseo del hués@ y debe, entonces, tener claro su propiodeseo.

El toxicómano demanda amor como buscaba la droga, confunde el goce de Iadroga y el amor, no soporta la ffrdida que comporta I a demanda dirigiáa al ot¡oy es eso lo que debe experimentar, que se tenga en cuenta su demanda. I-acomunidad no debe obturar con un oftecimiento ideal. Lo que noso[os le damoses el ofrecimiento de una falta: el deseo del operador.

Identidad del toxicómano y desvalorización de la función paternaSe debe ver más de cerca cómo el agalma de la transferencia toma el lugar del

objeto droga.Sabemos que la toxicomanfa no es un sfntoma, no tiene la estructura metafórica

que el anáIisis destacó en el sfntoma. La herofna no es un significante que vienea susütuir la función paterna, tampoco es un objeto sustitutivo como sucede enuna fobia. Veamos cómo funciona. "Yo soy un toxicómano" es un enunciadoque no parece admitir cuestionamiento. Es una suerte de diagnósüco que escomunicado previamente, en una anticipación.

El es el resultado del discurso de otros y viene al lugar del Nombre propio, esdenotativo, en un discurso que no üene fallas. Et sujeto se encuentra allf sinpérdida en su ser, sin connotar ningún tener.

A esta autodefinición no queda nada para añadir. Es por esto que ella eclipsaal sujeto.

El sujeto se autoexcluye como sujeto de Ia palabra, si no es por la sustanciade su necesidad

El efecto de este tipo de identificación es el de congelar el discurso. Si "yo soyx" y x concierne a mi relación con una sustancia exterior que define aquello deloque yotengo necesidad ode lo que medebo proteger, el discurso estácerrado,absorbido por Ia urgencia, no tiene el tiempo de una apertura. ¿De qué hablar?

La función paterna es una ficción, ella no corresponde de ningún modo al idealde padre, pero ella permite que el sujeto entre en relación con el ideal, esta esla ventaja secundaria del sfntoma. El toxicómano padece las consecuencias deuna desvalorización masiva de esta función del padre.

Su relaciónconel ideal sefabricaa nivel delosideales sociales, dondesesitúade una manera negativa, de rochazo ideoldgico. El saca de esto una ventaJa alnivel de la identificación, él es nombrado toxicómano, más que una imputaciónse trata de una nominación. Todo esto üene consecuencias a nivel del goce: el

sfntoma compor0a un goce escondido, que cs scntido conlo displaccr, la drogapor el contrario lleva a un goce que no está oculto. No es dc tipo sexual, no

implicaaunOtrodeterminado, noesheterosexual. Es porestoquelatoxicomanfano es interpretable; su manera de sustituir el goce sexual es muy tábil y no es

enigmática.La droga misma es intercambiable. El goce toxicómano no está

barrado por la significación fálica.

El fantasma disputa la identidadCuando decimos sustituir el objeto droga con el agalma de la transferencia" no

pensamos en una sustitución significante. Se trata de hacer entrar al sujeto en latransferencia con sus identificaciones imaginarias, sustrayéndolas de la capturaidealizante de la toxicomanfa.

¿Cómo lograr que el discurso pueda reabrirse?Setratadeunprimertiempoesencialmenteestratégico,el deladesidentificación

del sujeto de su llamado sfntoma. "¿Quién eres tú, si no eres este x con el que

fuiste llamado hasta este momento?" ¿Y si el toxicómano no existe? Se trata de

una operación diffcil porque se fue estabilizando sobre esta idenüdad, asf

aprendió a nombrarse. Es una denominación anónima y puesta fuera de

discusión por el sujeto y la sociedad. Es el efecto paradójico de una sociedad

sanitaria en su principio constitutivo.Para relanzar una interrogación sobre sf mismo, debe salir de este tiempo de

urgencia, encontrar el tiempo para poner en juego sus fantasntas. Se dice que

están empobrecidos, en efecto no sostienen el deseo del sujeto. Propongopensarlos como semblantes, el costado semblante del significante Nombre-del-Padre. No somos nosotros quienes contestamos su "yo soy x", sino su propiocomportamiento en el grupo, ahf donde él actúa como alguien que puede sernombrado. Antonio reencuentra en lo real el semblante del Nombre del Padre

cuando se burlan de é1, el semblante "mi madre se rfe de mf '. Cuando el fantasmano se inserta en la cadena significante puede mostrarse. Se debe reacüvar la leydel discurso, que fue holofraseada por la respuesta de la droga, por su nominaciónsocial. El sujeto nombrado también toxcicómano por el Tritlunal que lo envfaa la Comunidad, deja vacfo el lugar de la verdad en el Discurso del Amo.

La separación es incompleta y el sujeto se separa masivamente del Otro en una

suerte de contra-alienación, tomando partido contra la metáfora. Insisto en que

no tenemos que tratar la insuficiencia de la función paterna, como correspondeen la metancolfa, sino que debemos tener en cuenta su desvalorización social,en las relaciones sociales y entonces, en la función de la palabra.

No hay debilidad de la ley, por el contrario, ella es casi todopoderosa,superyoica. El poder del superyó favorece el rechazo del discurso, de sus

consecuencias, a saber: división subjetiva y producción de un resto inasimilableal significante. Para el sujeto,la ocasión de tener en'cuenta lo que quiere decirhablar, es la vida misma de la comunidad, las producciones imaginarias del

t

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grupo. La vidaen el grupo hace emerger las i«lentificaciones imaginarias y llevaa actuar los fantasmas inconscientes.

Podemos, entonces, intervenir de diferentes maneras. _por ejemplo, elcomport¿rmiento de Antonio podrfa tener como respuesta una sanción o unaacütud @agógica del tipo "asf no se hace". El sujeto en su relación con los otroshuéspedes revela su fantasma, pero esto no opera de encuentro y punto deinterrogación si el deseo del operador no está ahf presente para hacerlajugar connuevas escansiones. Su deseo no es el de enseñar, ni de normalizar o de curar.Es un deseo sin objeto, que se dirige al saber, saber no de la abundancia deltoxicómano, sino del inconsciente tomado como el discurso del otro.

Toda la vida de la comunidad puede ser considerada como un continuopsicodrama, donde los fantasmas son actuados o representados. Tenemos quetener en cuenta esta representación, hacerla arribar a la dignidad del discurso delAmo. ¿Nos burlamos entonces, del tribunal y de la ley? Podrfamos respondercon un juego de palabras: se debe Eansformar un veredicto de juez en un dichoverdadero de un sujeto. Esta es la pregunta hecha por Antfgona, representadamás por el lado de la comedia probablemente: es gracias a la ficción del juegoque la verdad encuentra su lugar en el discurso; no la decimos, pero ella puedecomenzar a interrogar al sujeto, cuando tomamos nota de ella-

Traducción: Graciela Del TroncoConección: Silvia Vetrano

LA SEGREGACION DEL OTRO-

Mauricio Tarrab (Buenos Aires)

IntroducciónEl tftulo general del trabajo del TyA para esta jornada, que ha sido dividido

en dos presentaciones es: l,a segregación del Otro. Un tftulo que encierra un

equfvoco, que requiere una introducción aclaratoria.

La ..gr"gación del Otro: por un lado esa segregación que serfa ejercida por el

Otro social sobre el sujeto, al que se llama toxicómano, Y Por otro lado esa oüa

segregación: aquella que el sujeto, al que se llama toxicómano, hace del Otro,

rechazando ubicarse bajo su determinación inevitable.

Una segregación que fuera ejercida por el Otro social sobre los particulares

supone ia forma que adopta en el tema de las toxicomanfas la tensión estructural

entre lo universal y lo particular, entre la multiplicidad de lo social y laparticularidad subjetiva. En esa tensión se ubican los polos de la exigencia de

renuncia pulsional que impone el Otro y las condiciones de satisfacción de cada

uno. El Otro social obliga a ceder ese poco de satisfacción en aras del Bien

común.El fenómeno de las toxicomanfas en el marco de la modernidad, no escapa a

los efectos que esta época impone a los sujetos, y debe ser pensada dentro de la

problemática más general de la actualidad del occidente desalrollado donde

encontramos la paradoja de que el incremento de libertad y el bienestar va

acompañado de mayores efectos de segregación, como lo anticipara J. Lacan en

la década del '70.'La segregación es un efecto estructural del lazo colecüvo. No se trata de un

mal arreglo social. Se üata de que no podrfa no haber segregación por razones

de estructura. Aplicar esta premisa al tema de las toxicomanfas, nos hace

sostener que aunque hay toxicómanos uno por uno, la colecüvización de los

sujetos particulares bajo ese significante que los designa por una particular

relación al goce, al goce producido por una sustancia, no puede sino tener

efectos de segregación. El "mírenlos cómo ¡ogn" que lanzata Lacan para

designar un lugar de estructura, vale para los llamados toxicómanos porque por

su "gozan" son nombrados como tales por el Otro. Se trata de la cuestión que

el toxicómano le plantea al cuerpo social. Cuestión que se plantea aquf mismo,

en el centro de las ciudades, en el seno de las familias. El goce, eso que va desde

la cosquilla hasta la parrilla.* Ponencia del TyA en la Jornada de I.C.F., Parfs, 199-4

^Relevamiento biú[ográfico y temático: D. Fleischer, L. Salamone, C. Godoy.

t3435

Sin cnrbargo, tanrbién se tratade quc incvitablemente, como lo scñala J. l.acan

cnTelevisió¡t, " en el desvurío de nwstro goce sólo existe el Otro para siluarlo. "Seamos o no llamados toxicómanos.

La segregación opera sobre los rasgos diferenciales con una lógica del Todoproduciendo «los conjuntos ordenados, jerarquizados e identificados. De estos

dos conjuntos, uno funda la colectividad, el otro es definido por exclusión. Loexclufdo,lo extranjero, puede tomar la forma de lo exótico cuando perrnanece

suficientemente alejado, o de lo xeno, cuando está aquf mismo dentro de Iacolecüvidad. La xenofobiaes una formade tratar esoexüanjero que es éxümo.

Las precisiones que da Lacan sobre el racismo, nos permitirá tomarlo comoejemplo exlremo del riesgo que la segregación del Otro en relación a Iatoxicomanfa puede tomar en la actualidad. Para J. Lacan el racismo es el odioal goce del Otro. Es no soportar el goce del Otro. Pero, ¿quién es ese Otro? Es

el semejante. Pero es el semejante, sf y sólo sf, ese semejante es Parte de unconjunto que lo excede como semejante. Sf y sólo sf su pertenencia a ese

conjunto, lo borra como particular. Sf y sólo sf ese semejante, en su mismo ser,

encÍuna al Ofro como exüanjero. No es un semejante cualquiera el que está

implicado en el racismo. Y es ubicado en ese conjunto no sólo por sus

idenüficaciones, no sólo por las diferencias narcisistas, sino por cómo se las

arregla con su ser de goce.

Muy bien, pero, ¿qué hacer con el modo de goce del Otro? ¿Cómo tratarlo?Lacan lo plantea en la conünuación de la frase deTelevisiónquehemos citado:"En el desvarío de nucstro goce sólo existe el Otro para situarlo" y continúa"lo que no se podría es abandottar a ese Otro a su modo dc goce, sino acondición de no imponerle el nuestro, de no tenerlo como un subdesarrolla"do.."

Abandonar al Otro a su modo de goce, no tomarlo por un subdesarrollado, eso

no es parte de la lógica del discurso del Amo. Por el contrario, es inevitable el

control del goce del Otro bajo Ia forma de imponerle el nuestro. Es el caminono sólo del control, sino de la uniformización de los modos de gozar.

Es en esta encrucijada estructural donde se ciftan las formas, los matices, las

diversidades, que en cada circunstancia social adopta el tratamiento del tema dela toxicomanfa.

Ese semejante, el toxicómano, corre el riesgo de ya no ser semejante, al ser

ubicado en un todo, por efecto de ese Sl, Toxicómano, que lo nombra por su

goce. De esa manera querfamos también agregar otro aspecto de la importanciadel "soy toxicómano". "Soy toxicómano" es también un modo de consentir unaforma de segregación. Es asentir a ser designado por una forma de gozar. Eltoxicómano, ahf donde es sólo ese que goza donde Su ser de goce es nombrado,

ya nO eS máS un Semejante, SinO un "OtrO", SubSumido en el tOdO de "lOS

toxicómanos". Un nuevo extranjero, Oüo, en el seno mismo de la trama social.

Extimo.

El riesgo extrem0 de este tratamiento moderno «lc la cucstión cs siemprc cl

mismo: el campo de concentfación. Puede muy bien adoptar el bcnéñco nomtrrc

de "comunidad terapéutica", ¿por qué no? ¿Acaso allf no se exige a cada quien

que renuncie a su goce como condición de ser aceptado otra vez en la

comunidad? Fuede tamuien ser tomado a tftulo de "estilo de vida"' tóxico'

Los intentos delo social, reeducaüvos, preventivos, de medidas de seguridad

curativas, aunque legales y legfümos, colren el riesgo de encubrir una forma

renovada de racismol fun Ui¿n el riesgo de alentar una causa toxicómana que

reivindique el derecho de gozar como le quiera' Patotogfas de la ética' del otro

fO"t ,u¡eto, que llevan al no querer saber, a rechazar el saber; formas extremas

de pasión de la ignorancia, de iechazo del inconsciente' El rechazo del Otro está

en juego en la Operación Toxicómana. En ruptura con el Otro' del lado del "yo

no pienso",laoperagióntoxicómana no se reducealaCombinatoriasignificante

y se sitúa frente ala encrucijada sexual no con una ficción' sino con un goce (el

de la intoxicación) que estáin ruptura con toda ficciÓn' Un goce no ftacturado'

a-sexual. Una elección .onttu la castración, contra la división del sujeto' con6a

el inconsciente.Por cierto que el psicoanálisis se enfrenta también con lo éxtimo' pero lo trata

con un esnrerzo éiico para subjetivar el propio ser, sin caer en el goce de la

muerte (en el caso del tóxicómano .*tr.ró), ni empujar la muerte sobreel OEo'

comoenelracismo.Tantoenlasoledaddelconsultorio'comoenlasinsütuciones'se trata de hacer del caso por caso una condición indispensable para tratar lo

intratable. se trata umbié; de afrontar más el fracaso que el éxito' Estaes una

forma de decir lue et psicoanálisis está en el extremo ético opuesto de la

segregación y nopor razones ligadas sólo al ideal'

i

L3637

Un joven cínicoHace ya varios años, un joven narraba particularizadamenrc sus peripeciascon el arcohor y ras drogas, en ocasión ¿e su ;;;; en[evista conmigo.sus anécdotas eran muy interesantes, sus preocupaciones muy atinaáas y ersufrimienro que re afligfaeran poio.rrá, indri.d;; _ya que sus sensacionescorporales comenzaban a distorsionarse, que su percepción der espacio y dertiempo ya no era ramisfifl, gu€ tenra antes o. .tá,

orogadicto,,: su .,memorialarga" funcionaba a ra perfecóion, p"- su ,.memoria corta,, ya no era ra misma,pues olvidaba frecuentemente Ioque acababandedecirre. Er querfasabersi esos

;fr:Ttr:Í*:ff'se a Ia ma'it ruru o a Ia cocarna, pues era ro que re habran

Transcurridos varios minufos drverdaderarección.Mienrrevirdl*r1;+ffi hí:r1-,'L§'fl.r:rh:l;' de las condicionel de goce que arguien podf;

"ñ;., p"r medio de ras drogasy el alcohol: cómo se potenciaban la.od"rnu olu iiift,urn. ar ser antecedidaspor Ia ce*eza-es decir, ra importancia que tenfa corrar siempre con suficientedinero para "atender a Ios ücios parareros,, a las drogas; ros recursos derIunfardo que distribuyen bando, anoa ros.,duros,, , ,* ..caretas,,, a ra par quelas sutilezas del lenguaje permiten obviar las interíerencias de ros ..caretas,,al

denominar a sus produótoi de consumo cor nombre propio cuyos equivarentesson precisados en er código que ros ..duros-,, ññ;;, para _de esre modo- noser descubiertos; ras múrtiprei respuestas de despiecio áezcraoo con ironfa quelos "duros" devuelven a roi oarraiot ¿e ra sociedad -careta,, y a los ..cuidados,,que sus emisarios les ofrecen, sin haberlos eUos soi¡citado; pero ftmbién Iadesesperación y la soledad ante la .,fisura,,

en el .,spiedo,,, cuando los ,.duros,,

deben soportar ros efectos de ra abstinencia de ta orógatbre er cuerpo, cuandoel sudor y la desesperación ros posee. Aunqu. r r;;;;;Lan i ntenrar desafi arr a,

:?,tt'f.]ff$Í:''" o"' no ün.. tue seguir erp.runoo que rregue, ra .,fisura,,,

Todos estos enunciados se haraban sostenidos por una premisa: ra búsquedade un contror absoruto soble Ia orogr, tar que iu«riera permitirres regurar avoluntad, ras sensaciones de prenitud corporar y personar que aqueila lessuministrara. Es decir, si fuera posible no caer en la ..fisura,, de la absünencia,"ellos" -los "duros,'- no llegarfan u

i norot os,, _,,caref,as,,_ .El cinismo de tal posicióñ resulta evidente.

EL CINTSMO DEL GOCEErnesto S. Sinatra (Buenos Aires)

El, ahora dice saber que ese control es inr¡xrsiblc, pcro no dcja «lc soñar c«rn

alcanzarlo algún dfa. Por eso él estaba en csc nlomento frcntc a nrf, sin crecr cnlo que hacfa en ese lugar.

Todo el discurso de este joven, me advertfa sobre el riesgo de ubicarme frentea él como quien supone saber lo que le hace falta, porque él estaba dandosuñcientes evidencias, de poseer ya ese saber.

Para aquellos que obüenen un goce con objetos producidos por la técnica enlas condiciones de nuestra modernidad, ¿cómo maniobrar para que esténdispuestos a trocar ese goce por amor al saber a partir de una demanda que nossea dirigida? Y sobre todo, Iuego de haber perdido una felicidad que -aunquefugazmente- habfan enconüado en el usufructo de una substancia, ¿qué ofrecerlespara apaciguar ese dolor que dicen que es inexünguible? Verdaderamente,tenemos poco para ofrecer.

En este caso la ocasión pareció favorable para el psicoanálisis. Para que estehombre pudiera afrontar lo que decfa haber decidido: realizar un duelo por unobjeto de goce, objeto que venfa -muy precisamente- a ocupar el lugar de unaelección de objeto que -en aquel momento- se habfa tornado imposible.

Luego de aquel discurso tan lleno de sf mismo, informándome sobre sushazañas en el campo de las drogas, surgió -como al pasar- un comentario sobresu relación con las mujeres: se habfa dado cuenta de que tanto él como susamigos, a partir de su relación con las drogas, habfan "olvidado" a las mujeres,las que a él tanto Ie gustaban. Tan sólo -y eventualmente- acudfa a la masturbaciónpero ya casi no le proporcionaba ningún placer. Sin saber cómo ni por qué, se

habfa apartado de ellas, lentamente.Al interrogarlo, surge ahora una mujer "imposible" para é1, frente a la que

habfa decidido no "apostar", ltt QUe sólo era su mejor amiga, a pesar del amory el deseo que por ella sentfa...no iba a ser tan "blando" como para arriesgarse,y no ser correspondido. A partir de ese momento -también sin notarlo- habfacomenzado a transformarseenun "duro", es decir, adrogarse. Sólo enestepuntopude formul arle I a pregunt a: ¿ qué e s lo q ue le p re oc up a alw ra v e rdade ramcnte ?

Su respuesta erade esperar.Pronuncióel nombrede ella, el nombre de esa mujera la que temfa enftentar. Allf finalicé la primera entrevista.

El cinismo del goce

"...existe otro tipo de goce que no pasa por el cuerpo del otro sino por elpropio cuerpo que se inscribe bajo la rúbrica del autoerotismo. Digamos que

es ungoce cínico, que rechazaal Otro, que rehusaque el goce delcuerpopropiosea metaforizado por el goce del cuerpo del Otro -y que queda en la historia,ligado a lafigura de Diógenes- que opera ese cortocircuito llevado a cabo enel aclo de la masturbación, que precisamente asegura al sujeto su casamientocon el pequeño pipí" (Jacques Alain Miller, "Para una investigación acerca delgoce autoeróüco", Sujeto, Goce y Modemidad I).

38

39

Diógenes de Sfnope, el cfnico, fue más allá que su maestro Antfstenes en eldesprecio y rechazo de lo más estimado por los hombres: el reino del semblante.

No sólo negó absolutamentelaexistenciadeDios, el valordelasleyes y laideade la madre patria, incluso llegó a defender el canibalismo. El placer le erairrelevante, practicaba ftecuentementela masturbación y seoponfaenérgicamentea quien pretendiera legislar sobre sus condiciones de vida.

La afirmación del goce del Uno encuentra en esta figuración el lfmite más

claro que se pueda trazar al deseo del Otro.Pero la práctica de Ia masturbación parecfa responder a dos orientaciones

diferentes: una -tanto en la vfa neurótica como en su correspondiente perversa-parecerfa hallarse determinada por la vfa del fantasma y del goce fáIico que deallf se extrae (lo que indica su lazo con la culpa); otra parece -por el contrario-inducir un cortocircuito en esa misma vfa, y que conduce a un goce cínico,autoerótico.

Desprendemos una paradoja teórica: en sentido estric3o, el gacr.Jálica se

opone al SAsf.runf,fáli99-El primero se sitúa fuera del cuerpo, y configura losescenarios que promueve el fantasma a partir de la creencia del sujeto en las

figuras del Otro privador.No serfa ésta la posición cínica ni la del verdndero toxicómano', yaque en

ambos casos se producirfa un cortocircuito que intemrmpe la conexión entre elOt¡o, el fant¿sma y el goce fálico. Ya qua para el verdadero cínico no existe elOtro, no es necesario efectuar cruzada alguna para dedicarle sacrificios niofrendas. Sólo, tal vez, petendaincomodaraquienpretendainterferirensu vidaen nombre de su bien, o del bien comtin, al encarnar al Otro investido delsemblante fáIico.

Deducimos gue un cínico verdadero no podrfa ser un peryerso, ya que suposición prescinde de Ouo goce que el goce del uno.

El toxicómano -ya sea el verdadero producto de la ciencia, como aquel quehace uso del flash de un modo ptntual- parece inscribirseen las coordenadas de

la poclgi{LsÍnis¿ por este sesgo. Desde allf el sujeto llega a identificar su goce-Uno- con el Otro. Pero al mismo üempo rechaza al Otro que consEuye elfantasma, rechaza al Otro del significante porel cual aceptarfa trocar goce pordichos -hacer por decir-,y rwhaza al partenaire de la apuesta sexual.

Aquet joven cínico del inicio de mi presentación, demostró en el curso de las

entrevistas tener la "aptitud" de canalla: se colocaba en el lugar del duro para

transformarseen alguienque siempreencontrabajustificaciories para sus actos,

ftecuentemente delictivos. En este sentido, los cínlcr»s que se transforman en

canallas, quizás sean los más peligrosos. Ya que en tanto cfnico' el sujeto sabe

que no hay otro, pero en tantocanalla él decide transformarse en ese otro 4el

otro, que él sabe que no hay- y mientras tanto, ei sujeto oculta que él cree que

sóloexistesupropiogoce.Talsucanallada:intentartransformarseeneseOtrOdel goce -que es un iñvención de las personas y que las hace imaginar con sus

pensam ientos que gozan, mientr^ *n go,,dos por sus fant asm as., o en ese otro

simbólico, tesoro del significante' lugar vacfo' r -^-^.:aTal vez un

"¡"*pfo áe tales clnicos devenidos canallas lo constiu'¡ya.la

ac$atidad del mercado capitalista con su ejército de yuppies' funcionarios

dedicados at rendimi.rto *á*i *o (sin presci ndir en muchos casos de I a cocafna

-especialmente y/o de otras drogas), enarbolando el éxito como bien supremo'

o tal vez el verdadero deseo del polftico, promoviendo "segregaciones

renovadas", responda -de este modo- at discurso del amo moderno' En cuanto

al discurso psicoanalftico, en tanto envés del discurso del amo: lo que Jacques

Lacan caracterizu-.o*o el saldo cínico de un análisis' momen¡o de cafda del

otrosupuestogozardelasdesgraciasdelsujeto,¿quérelaciónüeneconlaposición cínica que hemos intentado desplegar?

La conclusión es que se oponenpo sicióncfnica y saldocfnico de un análisis'

El ..permiso para ta p"rr.riión" -que destacara Jacques Lacan en el final de

análisis- posiciona alsujeto en unaielación al goce más allá del pa&e' es decir

delgoceoetrengua¡.qu"cifraelgocefálico.-Luego,atravesarelfantasmasingular y ua.ptultalastración -es dLir la falta "mortal" de goce qtre nos afecta

atodos por igual- üene por consecuencialógicala inexistenciade Otro goce que

el goce de uno. Pero esie goce de ur¡o (con-minúsculas)' lleva marcada no sólo

la inexistencia del Otro sino -y de modo fundamental- la inexistencia de la

pfetendida mismidad del Uno. Parecerfa que en lappsiCiÓLCiniC'g'la castración

del goce alcanzara al Otro, mostrando iu inexistencia' pero no al Uno' k

producirfa un clivaje entfe la creencia en el otro -que no hay-' y la saüsfacción

obtenidaconelcuerpo.quesemanüene-.Laimposibilidaddelgocedelcuefpo..propio" que metaforizaia prohibición del incesto es el escollo úlümo que cada

cual debe atravesrlr.

si no hay otro -es decir, y exuemanrlo la posición, si no existe el goce situado

en el ..propio,, cuerpo ni en el cuerpo del semejante (et que serfa "elevado" a esta

figuracióndelot¡o)-,elgocequet,ay,etpatrimoniosingularquecifralascondiciones eróticas de cada uno, .onrtituye el patrimonio inalienable de la

subjetividad. El fantasma consiste en la construcción de una relación sexual

inexistente, a partir del goce fáticoque -por asf decirlo- "sobre-existe" en las

neurosis.Elpsicoanálisisporestesesgo,consütuyelaapuestaquepermiteEanrlos

impasses subjetivos del goce poi er urnor, dundo'lugar al deseo articulado en

cada uno.

* Eric Laurent se refiere al "verdadero toxicómand'como aquel que obüene un goce deun modo indiferenciado con cualquier tóxico. (Eric Laurent, "Tres observaciones sobrela toxicomárh", Sujen, goce y nwdernidod II, U. Atuel-TyA. A partir de estadenominaciónhedeétomarunahipótesisquedesarrolléenlasJonudasdeToxicomanfay Alcoholismo en Parls: considenu-este "vCrdadero toxicómano" en tanto el consumidori¿eat Oet discurso del capitalismo, y verdadero producto del discurso de la cierrcia.

40

4r

C<¡n una verthtderaironía diríamos que et verdtulcr,toxicómano, esüaría máscerca de ra sarida det anárisis -ya que ér no cnee en er otro-. pero este verdaderohereje de ra'unción fárica, r¡ni.uurgo, -prccisamente por no cneer en er Gro:I'#lr"'re

soporra un anátisis, upr"rt" que ro condrrciría a rrocar goce porAdemás' el gee -tóxico' que extrae del cuerpo con una substancia prodr.rcidapor la récnica, es ra vía de aüanza. ru ¡nr.n"iá-¿J'LL

", et cuerpo propio-renegando de la impropiedad conceptual del términofantasma y el goce fálico. !v*¡a¡ ucr tcrrnlno- por otra vía que la del

I-a ética del psicoanálisis recono(taresno-in"uu,á.,-"ncrados9"rr^i;ii|Ylj,;r..[jr:r:frT:il:,T*';;"objeto causa de gooe" -según u ,#¡*"ión de ¡á. rr,r¡u.r-, a transformarse enun incauto, fiel, creyente en el Otro, amante del saber?Pero acompañar a un canalla para que se yuelva úonto por la mediación delamor al saber, y ruego incauto deia estn¡ctuna perc..curadoi a"r ot,o,*nriit y.una apres&a ética decisiva cuya poutuT debe ser **-*0" con extrema pnrdenciaen cada caso para ef'ectuarta o p"o abstenerse de hacerla.

r§r§F§

DESPISTADOI

Fabián Naparstek (Buenos Aires)

Una historia accidentada"El ot¡o dfa me di con todo, tomé cle más (cocafna, marihuana y alcohol), pensé

que me persegufala policfa y fueun susto muy grande. Estaba seguro que ya mevenfan a buscar. Cuando nri padrc vivfa no me descontrolaba" . Agrega que alos 23 años empieza a consumir y que tiempo después fallece el padre en unaccidente de autos. El dfa del accidente, el padre le dice q B (así llamaré al sujeto)que no lo va a llevar en el viaje con él (viaje en el que oiurte el accidente) y que

quiere que B se quede cuidando a su madre y a sus hermanas.

"Todo lo que me pasa -dice B- es porque mi papá se murió. El tema es que

pierdo el control con las drogas.Mientras mi padre vivfa yo las utilizaba, pero

nunca me descontrolaba.El me había dicho que había consumido y que Ias habfapasado todas.También sabfa que yo tomaba y nunca me dijo nada" y agrega:"Hubiese hecho falta que me ag¿ure de los pelos y me de una bofetada. ¿Se matóporque yo me drogaba ?", se pregunta. No puede entender cómo su padre pudo

moriren un accidentede autos yaqueera"pistero" 2yeracomúnque viajea altas

velocidades por Ia ruta. Es por esto que empieza a pensar que quizás se quiso

matar.

"Salirse del camino"A partir de este momento se percata que no sólo pierde el control cuando se

droga, sino que hay una serie de sucesos con mujeres -entre las cuales están sus

hermanas, su ntadre, sus novias, contpañeras de trabajo- en los que tambiénpierde el control y esto le produce dependencia. Por otro lado hay otra serie en

el trabajo, en donde de igual forma pierde el control.Esta pérdida de control se presenta por un lado ante situaciones con mujeres

que -como dice- " me sacan del cami no", y requeri mientos l aborales en cualquierlugar y hora que debe hacer sin dormir y a cualquier precio, ya que él es el que

mantiene la casa y de eso dependen.

Sustentado esto en una frase del padre que decfa: "Al trabajo hay que

SOstenCrlO hasta la muerte". Añade que éste Se realiza "a mil por hora", perO fue

I Trabajo presentado en las III jornadas TyA. (199a). Dos acepciones del términodespistado:a) Salirse de la pista. Pista puede ser el camino, pero también las señales que

in«lican al perseguidor por donde va el perseguido. b) Desconcertado,desorientad o D icc io nar io P é que ño La ro u s se I I u s t r ado.,2 Modismo que indica que un individuo es aficionado a las calreras y a las altas

velocidades con los autos.

43

to

siempre asf, salvo que ahora lo dcscont¡ola. Y es allf que se percata del nombrede la persona con quien principalmenLe lrata en el trabajo, se llama "Blanca".3Si al principio viene porque pierde el cont¡ol con la droga, luego vislumbra queesa pérdida de control estaba presente en su relación con las mujeres y en eltrabajo, lo cual lo hace reflexionar que "ambas cos¿ls son como una droga" .

Llega asf a nombrar la pérdida de control como un "despiste"a, "salirse de pista","estar despistado", ! la única manera de frenar ese despiste es "contra unparedón, frenar con un choque". Ante lo cual surge el lamento de por qué elpadre, cuando se salió del camino en el accidente, cuando muerde la banquina,no volanteó en vez de ftenar, ya que sabfa, por ser "pistero", que esa era la mejormaniobra en esas situaciones.

Recuerda asf otros "despistes"del padre". Despistes "dedinero, con mujeres",y "despistes" de amor. Piensa entonces que era el tema de las mujeres lo que alpadre lo "sacaba del camino". Momento en el análisis que se plantea: cómoponerles lfmites a estas "mujeres-droga" que lo tlnico que quieren es que se

"mate" con el trabajo y con la droga, el "despiste mas peligroso".

El analista padre

Haciéndose esa pregunta (con la resignación que implicaba para el sujeto, yaque crefa que no habfa manera de poner esos lfmites), aparece una propuesta dela madre para que el sujeto salga como gÍ¡rante "con su firma", en un negocioque, a su parecer, era turbio. Ante esto se queja: que "eso va a terminar mal" yque le "ponen la soga al cuello". En una sesión posterior, y ante la insistenciadelaqueja queporculpade su madre, él va atenerque pÍ¡sarse suvidatrabajandopara ellos,le pregunto - intentando interpretar -:"¿Qúén va a firmar?" y cortola sesión.

A la sesión siguiente dice: "soy yo solo quién se mete en problemas" y por lotanto decidió detenerse antes de firmar cualquier cosa. Agrega que desde quesalió de la sesión anterior está mas tranquilo y que ahora quiere "elegir sucamino". De mi intervención dice lo siguiente: "Lo de la otra yezyo lo tomé nocomo que me retaste, pero sf como un llamado de atención ". A partir de esemomento dice estar "estabilizado" y empieza a viajar sucesivos fines de semanapara descansar, al lugar donde iba el padre cuando tuvo el accidente.

Descansado y tranquilo, un dfa cuando llega a sesión y antes de recostarse en

el d.iván, me pregunta si sé dónde queda el apéndice, ya que tiene un dolor muyfuerte en la ingle. tr digo que se acueste en el diván y le pregunto por esto. Diceque ya le sucedió una vez en seüembre del año anterior, que por eso no podfahacer acüvidad ffsica, y relata que previo a la muerte del padre estaba porempezar a dedicarse a una acüvidad artfsüca que implicaba la utilización del

3 Nombre de mujer, pero que nombra también comunmente, por su color, a la cocafna4 a) Acción de despistarse, desorientación. b) Movimiento bru_sco que saca al vehfculode la direcciót qui segufa ". Diccionario Peqwño Larousse llustrado

M

cuerpo. El suceso del accidentc Suspcndc tlichtl proyccto, ya quc tlcbc uabaju.

Recuerda"ntont"l]q'"-* t" ':ti*ñ

oel ano del acciáenit q'" empezarfa

dicha actividad, yüü Á,nrtimo fin O.L*.nu, cuando empieza nuevamenteel

dolor, habfa rid" ;ü"f;;iñ;:;; b ;rál ubico la relación enue el dolor

y el padre r y r"rpo'noÜ'ioio p"n'é';;;p"'ÑT:)"oigas vos'porquesino

quedamos .ng*.t rOos". A la vez .íg,ri.n* comenta qut á dotor-desapareció

y dirigiéndose a *i' oit" ::o-o,:l il*o'la sacasteo! ta gatera"' A Partirde

ese momento empieza a falur s"*rir*i"'ii Uu*tnOo cadá vez para avisar de

su falta..Hasta aquf el caso'

Et sujetor la droga Y la carretera

TenemosaqufunsujetoeletouesurelaciÓnconladrogaapafececondoscaras.Unprimerüempo,mientrasltpadreYj,.,:Túnel-pacientemismolodice: "me drogaba pe'ó 19

*: q":;il;laba"' y et momento posrcrior cuando

üeX**iirof '*:1;1,ffi :il[t,lllf :yo.dersujetocolradroga

que, en términos JJ.* anatizante,lt'"iu "f ación que no se'tale del camino"

y aunque s....u *il pof hora", *.,*á.i;;dt;-.t "pistero"' debemos decir que

se sosüene .n rr:tulr.üra princip.r;;. r, una üoga que' aunque lo lleva a alus

velocidader,tiJn -*timite.Esunrl.iu.ionquelepermite al sujeto arrdarapaso

tuerte, seguro v n.*e.Segr1n un;;;j" pt*?'taá34 año anterior'5 entiendo

esta relació" ,I"r,"ilil;;l;;J#;;áiica'Funcion que le pone lfmirc a la

velocidad de la droga, a.'Blancai. rn rr momento en que imlmpe el trágico

accidente del padre (en ranto #.;;;;q;:lt:: ta salida de la canetera) esa

relación runtl#iJ"i"l" *d;;el sujeto "" oo"ouuiliza v pierde toda

medida, debemos decir fálica, v ,ri" oue ár ¡u1-e1o

notnutt comó "6s5s6ntrol"

...Descontrol,ü;; está anuoado ui].J.]po*,,. §i l. manera en que nombra a su

padfe es en ";il ür,.*,1, .j;oonirt " es aquello que el nomtre en tanlo

sembtanre no ha podido arücutuJ o.n.¡ *o1"¡f io en et que el "despiste" se

anuda a un real, la muerte, qu;'.on*otiona la lü.ot fhica del "pistero"'

Momento del desencaoenamieniolñ;it ;11 manf a del tÓxico' Tóxico que crea

dependenci..l;,[ña,,,la..bl'iiJa,iertranuro,ruJui*ra"mujer,ra"blanca"deladroga.Aquellodelgocequ,"ntantoirrumg^eporfuerade.lacarretera,entanto "*ut'otiu uanquiñ¿:' y ro:'ntt"olt""'

;l-o1; vuelta"' u pero fuera del

camino. Es lo que del tóxico crJa *uJ., manf-a-oue es tal, pofque no encuentra

una función qu.lo anude u ru.o"'"n" oet rató'? La sobredosis que lo trae a

análisis, ", ñiiuuerse salido. de la mediou, *u' ttá ott falo que lo "asusta" e

intenta r".rr'.*r* con "la pdi;ft1 Es el analistu i"'in"ntanáo interpretar' lo

vuelve al "camino"' cono "";;d;':': ']T; la atención y lo reta"'

Efectivamente,elprimergro""*.t,,tonu,,.*enteenlacaffetefa,..estar#liilhtr.il+";r"''

lnédito'

"encaminarlo". Camino que pareciera empezar a tener las vueltas de un análisisbajola aparicióndeun sfntoma, que interrogaahora, el goce articulado al cuerpopor la metáfora significante. Y que ubica al analista ya no sólo como padre, sinocomo "eI mago que desde su galera" lo puede tocar en el sfntoma. Vemos aposteriori de esta situación, que parado en el comienzo del camino no hadecidido todavfa recorrerlo y que las sucesivas faltas a las sesiones lo detienenen ese lugar, sin dejar la referencia al analista padre (ya que se ocupa de llamarconstantemente para suspender las sesiones, pero no el análisis). Es decir,sostiene el análisis sin hablar y a un analista padre que supiese de sus cosas porsi se "despista". Entonces, no se larga a hacer el "camino" del análisis, perotampoco se larga a caminar solo. Que en un sentido van para el mismo lado, yaque este, el análisis, va por la vfa de interrogar su manera de andar por losandariveles de la estructura.

Algunas consecuencias

Me parece un caso ilusrativo para ubicar I a relación de un sujeto con la droga.Por un lado tenemos un primer movimiento donde üoga y sustancia se separan,

hay un desplazamiento de la sustancia al significante por el nombre "Blanca".Lo cual nos permite pensar que la manfa del tóxico no está articulada a unasustancia, sino a un goce que en este paciente aparece por fuera de Ia carretera.Como ya Io dijo en un trabajo Mauricio Tarrab, "el gocees tóxico",t agregamosaquf que no es un goce fáIico, sino el goce de la sobredosis, mas acáde la dosis-ficación del falo. El "sobre" de la sobre-dosis, creo que hay que entenderlo en

el sentido, como lo dice este paciente, de " salido del camino". "Salido delcamino" o "despistado" son los nombres que tiene para decir de un gocediferente al de la dosis. Entiendo que la función del falo es, entre otras, hacer de

lo tóxico del goce un goce de la dosis.Darle una uülidad a lo que como goce "nosirve para nada" a lo que es una "instancia negativa".e Como dice Lacan "lo quepredesüna al falo a darle cuerpo al goce",ro darle forma a un goce que porestructura es deformado. Hablé también del desencadenamiento y me parece

que hay que ubicarlo en cada caso.Por desencadenamiento entiendo lo que J.

Lacan liamó, ruptura "con la cosita de hacer pipf''t t El momento a partir del cualse desencadena, se desanuda, hay una "ruptura con el falo"r2 y manda al sujeto

6 E-p. mo el efecto que produce la drogaa quien la consume:"Esüar dado vuelta".7 No voy a abordar el tema de la idenüñcación, sólo quiero precisar que ambasposiciones que estoy destacando van articuladas al padre. Tanto la carretera como labanquina son el campo del padre. Pero hay que diferenciar lo que del padre nombra yordeha (en su doble sentido), y lo que del padre lleva " a lo peor ".8 Mau¡icio Tarrab, "El goce es tóxico". El caldero dc la Escuela, N" 10.

9 J. Lacan, Seminario )ü, Aún. &1. Paidós, pg. ll.l0 J. Lacan, Escritos. Etl. Siglo XXI, pg. 802.I I J. Lacan; Clausura de lal¡ornodai de carteles de la E. F. P.,1975, Inédito.l2 E. L¿ureng" Tres observaciones sobre la toxicomanfa" . Sujeto, Goce y Modernidad.Fundamcntos de la clínica II,H. Atuel - TyA.

46

a la <leriva de un goce tóxico'

Por último nombré un pasaje a la manfa del tóxico' in«licación quc permite

separar aqueltos;jilr,ire ieniendo relación con una susrancia, no hacen de

esounatoxicomanfa,deaquellosquesflohacen.Unacosaesladependenciaa la siempre igual dosis oei fato y ora cosa es la dependencia a la manfa' Por

tanto,tambiénpodemossepararenunmismosujetodosposicionesdiferentesendosmomentosdisüntos.Entonces,loquehacealamanfaesaquelloque'rompiendo con la cadena, nos oeslizu'oor io tó-xico del goce' Por cierto queda

precisardequégo..,"trata.Heoicnomasacádelfalo,separándolodeloqueLacanllama*ourredetfalo.J.A.Millerhabladeunsujetocfnicoquenoprecisapasarpo,_"totro.l3Yquisieraagregarunapregunta,yaquepormomentos tengo la impresión de que hay un intento de un goce sin cuerpo'

siguiendo ra oescripc-ion de un *i:b en él momento del consumo tlamándolo

,.out of body,,, tná. del cuerpo) lo cual es imposible tomando la definición

donde el goce...,lu relación oet ser n{ante^c^1 ll.:u..po,' y que..hace falta

un cuerpo,t,ra paf& gozaf .Este intentó, de un goce sin Cuerpo' permiürfa pensar

la tendencia hacia la muertg'15 -- r r ! ^-¿^ r^r r¡nhoin a seor

Reflexion.,' o.* úlümas, que indican el horizonte del tfabajo a Segulr.

'i,iar?; a ü.í; i ^al,*i1l¡ a 9 m lr!7.i91' T: - TvA.

Yf f {X!#:Y,Yfif Yfr'fr;,n:^i.ri;,i'}f:^:*"'*x*li1"e'Jlil3l1.lfi lS;14 J. Lacan, El saber det pstcouttu"r'u ;;ffiñ.il;*ió" del goce para el cuerpo, es

ii;',H']"?rql,'^:um"',1f.:,fllf ,1.,í&a'. rdemr4 .,,a m-p.pla dimensión del descenso

3.9;t:iifü"ftiffi:t?tT:[lü:!1; oónáe er soc9l1en er cuerpo; v ra muerte

misma. se deja entrever la religiÓn ** qüP,d:lig'm*lá de la muerte' un soc€religión que propon..';. dgf.ryalláde la muerte' un goce

mlsma. )eoeJatrttusYet ro¡vrró '-rtábl, de látentación.;ffi;;tp., in lo terrenal, sin lo insoPor

4',

[,ECT'UR.AS

Nuestro derecho a las drogassu..,#llff l?fo1;:f ::fl,*iiffi1n**"

Esta obra intenta desmontar los supuestos sobre rgr- gy. se basa ra ..guerracontra las dro sas" de§de unu pori á on ñttr;j;;, ü or, Ii berari smo capi hlista..En efecto, Ia Lgumentación o, §r-, -íirieñ;r* o*.urarmen*ir r.rto,norteameri"*t: radica en pririr o.r pri*iii'o-0.ü,i. ,, $oga es un .;biln,,,

po,Io tanto' laguerra contra lasmismas constiiuye uria veroaoera guera cont¡a lapropiedad' En esrc-senddo, órirLq qr" n"áá.'ü*oo er deiecho a ciertos"bienes" ,,*T:: g"g;i¡ffi;ñ; ffiñffis cuerpos, en manos de un,::f:,ffi*f:,l:Pl'¡'" fie contraoice ras reyes der mercado que deben

$:*ffi ,ñilHy¿T,ffi ff :1lr.T'H::*#i:":¿",*f,'ig:lg

Puede enronces {iferenciar;;o polfticas con rt

3[frñXtr,,;;1,r,"¡r¡,"á*]',iT".transrorma;;ffiAf, Hr*"rrái;llá.0. .o n

_¿.¿"J:HtffiL:ue debe ser.rrt¡güo,.99mo en un pacienre que

uncierroconlor:.esisnaoo;;ñ;i:ár.1?.T?ilrffi :?'"?ffi }i#",;x

mtgr::xlJ'.Tui¿i", *" rn?Jnoporio oerlsiaoi, considerando a ros quepar,dar,as;,ifffl H;.ilf iti{1tr§,ffit1i1lT#1n,;xtodas ras susrancias ¿rcruarment" rórqngiáüffi.irl rylriridas por adurros,haciendo uso der ,* ¿" or"e;ü?,^,ó*;;*, q**do asriaidárogramédica de que el auuso setia',ñiürr"*ü.ñ üffi Eakrse. Esta posiciónIiberarizadora se hace.*i.*iru a"mercaoo ,at1,rá á. *orrr, es decir aquerasque se expenden con recetas: en un libr;;;;;rjr;",r.ra*.oicación

es underecho. Er mismo consiste t nto.n poor, **ur¡?rr. orog* que se quieren,como re*hazar ras-que ros meo¡cás irnponLn. r-"ii¡firu en,,e el Estado y rafifffiIffi'.ffi: bia'o'-¡áá,ü o.' p"iiiiñ]l' .or,ror transrorman,rnoso_J;ffi .XTfrffi'illi#;"8;..1.U:it**m.Xi*:lencarnacionesder mal",yrasa.ogr.itlrecetadevi.nrnunn.gociomonopórico_

3}.'ffiÍff,".flX'.:?*'g;ilÍH"t.*i0.¿o.r;ñffi io.,pacienre,rareserAsf se consütuve un eshtismo qufmico que er autor no vaci Ia en comparar conla fenecida unioi sr.riéii.., ñffi; er ó¡roi,-derrioo arr con rodo ripo debienes, en ros Esrados úil;;rure.r, n r¿rr'.náLenrc en los ..bienes

4849

qufmicos". Esta contradicción es ubicada en las rafces mismas de la ideologfaamericana. Si bien por un lado ésta se proclama partidaria de una sociedad llbre,basada en la supuesta autonomfa del ciudadano, por otra parte -en especlal ensu polfüca exterior- ha sido proclive a la reforma moral de los otros y a lacreación de chivos expiatorios. De allf su facilidad para embarcarseapasionadamente en "cruzadas morales" que, debido a la moderna medicalizaciónde Ia ética, han devenido "cruzadas contra la enfermedad". t¡s Estados Unidosserfan asf una nación redentora, siempre dispuesta a universalizar sus"soluciones".

Es asf que las leyes que simulan basarse en criterios cientfficos, sólo sesostendrfanenideologfas pseudocientfficas, falsos diagnósticos y tratamientosde enfermedades inexistentes que, a su vez, abundan en una mala informaciónsobre drogas al igual que con el sexo y el Sida. En esta lfnea se transforma a losindividuos en irresponsables y sometidos aI paternalismo del Estado.

Otro punto de interés que aborda el texto es la relación de la guena contra lasdrogas y el racismo, que el autor encuentra en el modo en que se piensa larelación entre los negros y el "crack" en Estados Unidos. Negros e hispanos enel interior y latinoamericanos en el exterior son considerados los que dominanel mercado de las drogas,lo cual produce nuevas formas de racismo sin observarque dicho mercado es generado por las prohibiciones que introducen incenüvoseconómicos poderosos para grupos socialmente segregados. Pero también loslfderes negros c¿rcn en esta lógica cuando suponen el crack como un genocidiolanzado porlos blancos o una nueva formade serreducidos alaesclavitud, puesla retórica de Ia vfctima desresponzabiliza al sujeto y vela las causas delproblema bajo un manto de demagogia racial. Sólo los musulmanes negrosbasan su absünencia con respecto a las drogas en razones éüco-religiosas y nomédico terapéuticas, yr que advierten que el medicalismo agrava y perpetria elproblema del negro haciendo de él un permanente inválido social y un pacientevitalicio. Bajo la excusa de protegerlo se lo reprime, estigmaüza y margina.

En otro orden de cosas, el libre uso de drogas toca problemas como los delsuicidio. AlrespectounaEadiciónjudeo-crisüanacondenaal suicidioponiéndoloen el mismo rango que el asesinato y, en su versión moderna, transforma el deseode morir en enfermedad mental. La liberalización de las drogas va de la manode un derecho a morir -no porque necesariamente el consumo de drogas llevea una pendiente mortffera, sino como elección posible- sin que el Estado y lamedicina dictamine cuando y cómo debemos hacerlo en manos de la modernamaquinaria biotecnológica. En este sentido, opone la "eutanasia", que serfa lamuerte instrumentada por la medicina, al "derecho a morir" como eleccióninalienable de un sujeto.

Se puede observar entonces, en este libro de Szasz una crftica aguda de losdiscursos amo y universitario, pero que se hace en nombre del discursocapitalista. Para eso moviliza una serie de citas de los fundadores del überalismoy de Ia nación norteamericana que avalarfan un libre mercado de drogas. En estesentido, no es de exrañarse que cite a Sigmund Freud como "un enemigo delcapitalismo y Ia libertad" (por no afirmar las bondades de la propied«l privada

en el Maleslar en lo culturu), para contrapxrnerlo a su contemporáneo yconciudadano Ludwig von Mises, considerado por T. Szasz como un verdadero"genio.de nuestro siglo", quien hace de la misma una fuente de "felicidad".

Este libro realiza una -por momentos- interesante crítica del Bstado y dela ideología médica que lo sirve, con una retórica que lleva al terreno de lastoxicomanías et discurso quer sobre la locura, enarbolaba la antipsiquiatríadurante los años sesenta y setenta. En efecto, el propio Szasz -profesor depsiquiatrfa en el Health Science Center de Syracuse- se inscribió en esta lfneacuando publicó, hace treinta años, El mito de la enfermedad mcntal. Pr¡ede

encontrÍrrse en este punto cierto optimismo ingenuo sobre la "libertad" que vade la mano del desconocimiénto sistemáüco -ya menos ingenuo- de los efectosde estructura del discurso del capitalismo.

El psicoanálisis no es servidor del amo pero tampoco idolatra "la manoinvisibledel mercado", másbiendebeestar ala alturadel malestarcontemporáneopara abrir una salida desde una ética del deseo, al sujeto proletarizado delcapitalismo moderno. ¿Huáesto del psicoanalista su enemigo?

Claudio Godoy

Bebidas y exc¡tantesFernand Braudel, Alianza Editorial. Alianza Cien, 1994

Este breve texto es en realidad un capftulo de la obra de Fernand BraudelCivilización material, economíay capitalismo, siglos XV - XVIIL y forma partedel tomo I subütulado l-as estracturw de lo cotidiano.

El autor se propone realizar una breve lústoria de las bebidas. Bebidas que,más allá de una función alimenticia, han desempeñado desde siempre el papelde esümulantes, de instrumentos de evasión. En ocasiones el embriagarsetambién llegó a ser una forma para comunicarse con lo sobrenatural.

Braudelrastrealosorfgenesylaexpansióndebebidasyexcitantes,comenzandopor el agua, continuando con diferentes bebidas alcohólicas e infusionesestimulantes, hasta llegar a una sustancia que considera inclasificable, en tantono es alimento ni bebida: el tabaco.

Respecto del vino, luego de mencionar su posible origen, las zonas en que se

difundió y sus diferentes variedades, trabaja la problemática del alcoholismo ensu relación con el mercado. En Europa el vino solfa bajar de precio cada vez queel trigoencarecfa,loque llevó aWitold Kulaalateorfadequeel alcoholpermitfauna compensación de calorfas que, debido a su precio, no podfan ser aportad¿§por el pan. Pero más allá de esúo, es destacada su función de evasión, a partir deuna forma en que en Casülla se suele hacer referencia al vino: "el quitapenas",apelaüvo que también Freud uülizó para referirse a Ia t'unción de cie4osnarcóücos.

50

La historia de la cerveza es relatada mosrran«Jo cór¡r. sc abrió carli¡ur c¡r ta¡rr,

recursoparaembriagarse,gartiSt|odclmomcntoenquccraunabcbitlapafapobres, pasando porió"paises Bajos, donde se consumfa una ccrvcz'a dc lujo'

hastacuando r".oiui*iO enobjeto d"iütrttion' I-asidra fue una cgmpctcncia'

en ocasiones exitosa, para la ""*"ru1,i"*uien

riunfÓ como consumo de los

*$:ffi:iiJ,tirt;*ienre, ry".* de v,anova, en su obra cons ervación de ta

juventud,relata ras ,irtuoe s aet ag';a i¡i'' capaz de provocar milagros' de

disipar los humoies superfluo'' "ñ" á córuzOn' curar los cólicos y la

hidropesfa, ru p*iilrir, ioi áorores oe muetas, e incluso preserv¿u de la peste' se

lo consideró por mucho tiempo unu.p*'."a, medicamento eficaz cont¡a la

peste,la gota y fu Jánf.. Se to deno*inO vinumsublimatum' Pero poco a poco

pasó de la esfera dt[ médico y Uoticarios a la de los vinagreros y Bberneros'

llevando a disputas por los intereses económicos en juego' El consumo fue

creciendo p.ur.ti*rñ"nt" y llegóa ior*, parte de la industria militar' ya que

se actoptó ta cos'nñüi. Oó da; alc;l;i ' fot soldados antes de las batallas'

considerándoseindispensableparllabuenasaluddelatropa.'Resulta de interés óomprobar.6[;1. mayorfa de las bebidas alcohólicas'

inclusive el marrasquino, fueron consideradas como medicamentos mágicos'

atribuyéndor., tolJtipo ár r,|rygr.r r"raüvos, al igual que alos esümulantes no

atconélicos como el té Y el café' -

Finalmente Braudel se refiere al Bbaco, considerando también su desarrollo

como una con p"iloion .nt .r tgtur*itnto oe serias di ñculmdes ali mentarias'

Al igual que en los casos yu *.n ió*áór, en algún momento se le otorgó las

virtudes de un remedio universal, .á.t"* bt t'ñt ¡¡ohibiciones

por parte de

algunos gobiernos, pero esto antes de que se consitlerara lo beneficioso que

podrfa resultar, no iu en el camp" J. ft=*edicina, sino en el de la economfa'

debido a las entradas fiscales que oiorgaUan las recaudaciones de impuestos'

Luis Darfo Salamone

N

51

Morir de alcohol. Saber y hegemonía médicaEduardo Menéndez. Colección "Los Noventa". Consejo Nacional

para la Cultura y las Artes, Alianza Erlitorial Mexicana, 1990, México D.F.

[a prácüca y la ideologfa médica han evidenciado marcadas limitaciones, asfcomo una notable falta de eficiencia para resolver, conffolar o al menosdisminuir las consecuencias del alcoholismo. Este es el punto de partida deltrabajodeEduardo Menéndez,quien,desdeunaperspecüvasocioantropológica,aborda esta problem áüca en laü noamérica -en especi al en Mé xico, do nde es u nade las causas más importantes de mortalidad- analizando las diversasinvestigaciones que se han realizado y las estrategias implementadas por laspolfticas de salud.

Esta obra introduce ciertas disünciones conceptuales con las que ordena laproblemáüca abordada. Llama asf alcoholización a los procesos y estructuraseconómico-polfücasysocioculturalesqueoperanenunasituaciónhistóricamentedeterminada para establecer Ias caracterfsticas básicas del uso y consumo(implicando el no consumo) de alcohol por parte de los conjuntos sociales. Esteproceso incluye el complejo alcohólico, conjunto de consecuencias patológicas(directas e indirectas) del consumo de alcohol : el alcoholismo, término de diffcilprecisión y fuerte c:rga ideológica que intenta situar las consecuencias ffsicasy mentales del uso de alcohol;y el alcohol mismo, incluyendo sus condicionesde producción.

El modelo médico hegemónicoUno de los ejes de la obra es entorrces el estudio de lo que llama el modelo

médico hegemónico (MMH), con sus crisis y limitaciones en relación alalcoholismo. EL MMH consiste en el conjunto de prácticas, saberes y teorfasgeneradas por el desarrollo de la denominada "medicina cientffica", que hatendido desde fines del siglo XIX- a dejar como subalternas a otras prácticasy saberes sociales hasta lograr identificarse como la única forma de atender laenfermedad, legiümada tanto por los criterios cientfficos como por el Estado.Estemodeloestácompuestoporunaseriederasgosestructurales:elbiologismo,I a concepción teórica evol ucio nista/posiü vista, la ahistoricidad, I a asocialidad,el individualismo,laeficaciapragmáüca,lasalud/enfermedadcomomercancfa,la concepción de la enfermedad como rupn¡ra y desviación, la prácüca curativabasada en la eliminación del sfntoma, Ia subordinación social y técnica delpaciente,entreotros. El biologismoesel factorque garanttzalacientiñcidaddelmodelo alavezque sujerarquizaciúnfrente aotros factoresexplicaüvos. Ensusprácücas y estadfsticas prevalecen las variables biologizadas relegando a lasotras a meros elementos descriptivos. Esto es solidario con la ahistoricidad, yaque lo biológico no üene historia.

Por su parte el acto médico, al ser reducido a un acto técnico, deja de lado sus

implicancias sociales e ideológicas; esto dará laruzón de su asocialidad. Porconsiguiente el MMH, enraizado en la ideologfa burguesa en ascenso, será

52

jerárquico,asimétrico,clasistayracista.Elracismo'fntimamcnteligadoalbiologismo, ,. pu.á. apeciar -óo*o O.ttaca MenÓndez'- cn los manuales «h

anatomlade Testut, con el que se forman numerosas gencracioncs dc médicos

ladnoamericanos,saturadoso..on..p.ionesracislT:lsuvez,lareducciónalo biológico üendsa disolver Ago coñún a todos los padecimientos (incluidos

losdecausalidadbiológica):elhechodequelasenfermedadesproducensignificaciones y ,"n,iool ruL¡etiro, y colectivot.q:. operan sobre el proceso

salud/enfermedad.Unbuenejemppp"tti absurdodeiredüccionismobiologicista

del MMH lo constituye que en los rstaáos Ünidor, según sus propi as estadlsücas'

se esüma que 34 *iífon* Oe perrorñslJ*.n'ptótetnasde salud mental' lo

cual, si se considera a estos frttot*i'proOucto de una causalidad biológica

harfa afirmar qJ;;,á, ón.r. p.f;;-pr.*ncia de un "desastre genético"'

Las funcionesoet pn*,ni no soto-soncü.ñu*, p..uentivas y de mantenimiento;

Bmbién incluyen tanto funciones O..",tt"f y iegitimación como económico-

ocupacionat. Bsto *rtt.r. atas impiic*.i..ínoáes-reformistasdelapráctica

médica. f^ proi.rionur.r de la tn;á;;ogan la facultad de determinar la

moralidad de los diferentes üpos de_conducta; con supuestos criterios "cientfficos"

selegitimanraeriiJnuciéno'*oon.u.ién-li.gunoóincluso alacriminarización-

de los comportamientos'

El alcoholismo en el saber mdico

El alcoholismo, si bien surge como proble-qa Tfl:o a fines del siglo XVI['

no suscita ,,r,oriri.iJs sinJreci¿n JUit el final del siglo {ry y en particulu

aoartirde lg4¡cuandoseartict¡lr**l;tnfó*tOuO"apártirdelacategorizas6nT; ;rü ; ;;"t ab s t in e nc i a. Ermii mo se muestra ak amente i nco ns i stente' y a

que la meaicina nó tra podido e§ñi;; qué es el alcoholismo ni definir con

orecisión sus clases; sÓlo nt tttuüiüido'discutibles criterios de cantidad y

^ftecuencia. Jellinek produjo ,rr, .lió. años cincuenta, sus clásicos Eabajos

sobre el al coholi smo como "enfermáad"' La misma §e sosuene en la arti cul ación

conla..dependencia,, yaquees-unronüpoqresinrrcparaerüazarlaproblemáüca

a lo ffsico y lo biológico, condic.iOr.-tá.ii parala inscripción de un trastorno

en el saber o.í'ü1ffi- La meoiáñió" o"t u*nolismo trae aparejada la

inesponsauitioa] áeisu¡eto .rquü'* lactetizado oor una incapacidad pua

contfolarse ala vez que, puadójicÑntt, " plantea io*o criterio de curación

la absünencia. La .'dependenci;üpo;e ii i*uit uilidad del consumo de

alcohol y tteva I ,neáiro a ela6oru un saber producido por la mezcla de

caracEres biológico, sazonadoJ; Ñ*togfa conductista moralizante y

Agunot difusos ingredientes sociales'

Algo que se álJr". á. fo antedictlsia utif ización del consumo solitario como

indicador parológico. Es1o par6 de;;á;;;;" "normal" los compoftamientos

colectivos: el que bebe solitari.*ánt" * puÍg r.r.onrolado socialmente' El

ftacaso de la nóción de ..depeno.n i.; se iefleja en su inoperancia para derivar

de allf criterios de diagnóru*'v-ü^tffi"l q _adecuados o, como señala un

informe de la oMS, no da.u"ntJoe ffi-qué .lgT9s dejan de beber o adopmn

formas de consumo socialment "".pt.Oful 'o" iin ningún tratamiento' La

ineficiencia ftente a la problÁátiáñJtevado a un desentefidimiento en

rcración a hacerse cafgo coherenrcmenrc de ra misma pero sin dejar deapropiarse dc ésta, ro cuar obstacuriza oros ;;d; de intervención.La estrategia que ha ganado t*.ro_"nros mergánes y fisuras der MMH es rade Arcohóricos Anóni-mos. Es-a pane oe auoríar ar arcohorismo como unaenfermedad incurabre. Con una ioéorogra aüi;;nisra controra y organiza elmanejo de ra enfermedad para que er ñconoiíco-Jr..rro.on'ore,,, y para esoes necesario que,se considbre pe.manentemente enfermo. pero, como señaranalgunos autotes,los AA -.orro'a¡rrtos tratamientos médicos- sólo fortalecen laconvicción der arcohórico acerca de ras pooerosar".'rrr.r..rrdcas der aconot yros mitos que ro1-odean. por otra p*" tvtenénoez oñu., que er arcohorismo deIos médicos -que según.ttr¿rrti.m asciende a taq"en los Estados unidosconstituyendo un grave probrema- no entra en er discurso médico ya que ésrcliende a esügmaizw al* ;üü. subarternas, ; particurar a los s..roresdenominados como tumpen, r".tin"l.i ;-püá.-"Estrategias det Estado

señara er autor que, en lrléxico, hasüa ra dé*adader ,50 er arcohorismo eraconsiderado un o¿decimiento ligaáoalas conaicionei'nutricionares yde vidadeIos estratos subarternor. o.ráEli p.rr*tiva médica se operaba sobre rasconsecuencias del consumo de arcorror, oeioeüp",'f,ü *t.tar se impremen[arondosestrategiasbásicas: r)Aumento-corgnuooeimp,ioor.rracomerci

arizacióny producción,2) Impurso conünuo de Ia producción arcoholera.A parir de la décaáa del '50 se áásanonó una perspectiva médica asistenciarmás especffica' creándose los centros oe n ienoá §ói al Rural por I a secretarfade satubridad v Asisrencia§laji 1os

g:r"q * á".]orurirnro Morar, cfvicoy sociar por ra secrerarfa oL couérnagi-ón y c.rt orL sarud Mentar.La dirección de Rehabi I i taci ónáe la ss A ínro.rno .r, I 959 que I as acü vi dadesdesarroradas rendf an a !y]

tg .rjlbrema en uooiár..rres y en adurtos jóvenes,descartándose tácitamente al aoülto. n.rp..tóáái.Jirri,u.iones hospirarariasen donde se arienden casos aguoos, se. úabaja ,rp".ñil;r"ffiil:r, X;""ffsico y los prob,:Tr somáüóosq;; gl .^oirqri.r-.,-rrn manejar er probremaa fondo' En consecuencia, se creó1in centro o.-ñ.t.üilitación de Alcohólicoscon una sección médiqa, oEa psicológica y "L,

o. *r¿iestramiento manual.se crearon erup.: oe autoáyuál .:p AMAR (Asociación Mexicana deArcohóricos Renabirirados), eÁ iÁrconóücos enonimos) y ALAN.N. DestacaMenéndez que si bien ciertls..ri.L.rrtirur orr üünlorou.rn a cuesrionar elrabaio con AA' Ia existencia áe simil¡tuom én -t.-.on*ptuarización

delalcoholismo como.enfermedrá, .r criterio o. .riüon y especiarmente Ialimitaciónydisconünuidad«teroi.*rrror.statares,[evanauntrabajocad avezmás próximo entre el Sector SAuO y los grupos de AA.Diez años de investi.gacionq te peímiteñ ariutor ve¡R., qu. er arcohorismoen México nunca ha siáo trataoo cámo un probrema prioritrrio, sarvo en er casode AA o de argunas experiencias comunitarias, a pesar de que evidenció suconsranre incidencia en ra mortaridad q**fl-G;.ípr.¡a hasta rgg0).En las décadas qolterigrgt, tlgunor especialistas plantearon la existencia deun comprejo patorógico de ra poúreza, en er cual er .,ircohorismo,,es

uno de ros

5455

padecimientos constitutivos. Estos méclicos quc sollan asistir a pacicntespertenecientes a los estratos sociales más bajos, considcraban a la cirrosis una"enfermedad social". De esta forma, el "alcoholismo" es pcnsado como una

. "enfermedad de Ia pobreza", sin embargo, como puntualiza Eduar«lo Menéndez,a pesar de reconocer la relación entre alcoholismo-pobreza-desnutrición-mortalidad temprana, no se han efectuado las investigaciones ¡rertinentes, y enconsecuencia, es por tal carencia que no se pudieron implementar programas"anüalcohólicos". Asimismo, el "alcoholismo" no aparece en estadfsticas comocausa de mortalidad significativa, no obstante, reaparece transformado encirrosis hepática, homicidio y accidentes.

Para el autor, a partir de los años '50 operó una especie de escisión entre el"alcoholismo" como enfermedad mental y la mortalidad por cirrosis y otrascausas, conduciendo a que el "alcoholismo" fuera asumido como problemapsiquiátrico y ocultado como problema ffsico, social y económico. Este últimofactor es de suma importancia en México ya que las bebidas alcohólicasconstituyen una de las principales fuentes de ingreso del gobierno y a su vez,lareducción en su fabricación y venta se traducirfa en un notable aumento de ladesocupación.

Entre l98l y 1984 Eduardo Menéndez realizó una investigación sobre lacapacitación de los médicos y paramédicos respecto del tema "alcoholismo".Todos estos profesionales lo reconocen como un problema, aunque secundarioen relación a otros de orden social como la pobreza, la desocupación, lasenfermedades infecto-contagiosas. Los psiquiatras lo califican como la princi-pal patologfa que acosa a México. La mayorfa plantea como solución laeliminación o disminución de la publicidad y venta de bebidas alcohólicas,aconsejando pláticas educativas. Los psiquiatras sugieren impulsar estrategiaspsicoterapéuücas y expandir los grupos de AA. Los médicos en su conjuntosostienen que la función del alcoholismo apunta a: l) facilitar el escape o lanegación de la realidad inmanejable, 2) facilitar rituales de sensibilidad en losgrupos y en las comunidades. La función psicotrópica es la más ponderada yreferida a las condiciones socioeconómicas de una vida poco soportable, quemantiene gran parte de su negatividad a través de las relaciones familiares.

Perspectivas éticasEntre 1982 y I 984 I a más i mportante compil ación de trabajos científicos sobre

el alcoholismo editada en México fue financiada parcialmente por un sector dela industria alcoholera, que también auspició cursos informativos y educativos.Una parte de la investigación trata de demostrar que el consumo de alcohol nogenera necesariamente "alcoholismo", que la publici«lad no es lacausaprincipaldel mismo, que el creciente proceso productivo puede posibilitar, no obstante,un consumo moderado, y que son especialmente las personas las que tienen laresponsabilidad sobre su propio consumo. Destaca Menéndez que esta úlümaafirmación es la que constituye cl núcleo ideológico explicativo y a Ia cual sonreferidas los fundamentos culturológicos y las aplicaciones educacionales. Por

otra parte señala que el complejo alcoholero est¿blece una división entreindividuoconsumidorysociedadproductiva,radicandoenla"irresponsabilidad"del sujeto la culpabilidad de las consecuencias.

Finalmente esta obra destaca que la medicina deberfa asumir pública yexplfcitamente sus limitaciones e imposibilidades, propiciando la consEucciónde un enfoque unificado que incluya, no hegemónicamente, a las insütucionesmédicas.Cuandoelaparatomédico-sanitarioestableceunaseriedepohibicionesque después no puede sostenetr,lo que manifiesta es la necestdad de colocar elproceso en otra perspectiva de anáIisis. Poner en primer plano una mezcla demedidas educativas y prohibitivas referidas casi con exclusividad al consumo,no sólo supone el reconocimiento de los organismos de salud de las limitacionesde las técnicas curativas,'sino el paso a primer plano de una concepciónideológita que vuelve a errconüar en el sujeto -en el sujeto moralizado- laposibilidad de controlar el problema.

Consideramos entorices que la obra de Menéndez señala de una manera muypertinente, / cori una invesügación sociológica muy sólida los impasses de losmodos clásicos de abordar el alcoholismo que oscilan entre la ineficacia y losintentoseducaüvo-moralizadores. Esel valorcrfüco del anáIisisdeestospuntoslos que aportan elementos de reflexión imporhntes al psicoanalista para pensarcómo ubicar la relación del sujeto y el consumo de alcohol en la perspectiva deldiscurso psicoanalfüco, y en una éüca que, sin desconocer los problemas de Iamodernidad y de las coyunturas locales, posibilite una clfnica que no se banaücey degrade en la "moralina".

Silvia Andretta - Claudio Godoy

ACT'NVNDADES

FRANCIAParísJornada del Instituto del Campo Freudiano

"De la monotonía a la diversidad"Julio de 1994

150 inscriptos, 15 expositores y 15 discutidores, representafon el Eabajo que

realizan insütuciones, grupos y personas en el campo Freudiano en 8 paises:

i.ñ;i., Bétgi.", §riii ripana, lt¿ut, Brasil, Venezuela y Argentina'.

Esta Jornada, que seguramente será la primera de una serie, ha dejado el

tesümonio, no sOtoáetíimportanciadel tema, sino también de la seriedad y de

la prudencia con que se lo áborda dentro del.Camry^Freudiano'

Se ha dado aOem¿s un paso. Los contactos ocasionales entre cOlegas' el

conocimiento ,up"rnóiaf sóUre ta práctica de los otros, ha venido a precipitarse

en una jornada que ha sido un encuenfo. El encuentro con la evidencia de que

ñay un LaUajo qüe está orientado. Con diversidad, con di ferenci as' pero con una

orientación que.. n. construyendo en un campo abierto a la invesügación'

En la apertura se presentó Pharmakon'Las lfneas t"rnátióu. que se pueden extraer de la Jornada son dos:

1 - La pr*"up."iOl$i fot'obrtá"utot y l§ direcciones apropiadas en la

conducción oe ta cuta y a papel del psicoanálisis e-n las instituciones'

z -Enugar qu" r. ñ-gría áá io*¡cóm'ano revela en la cultura y su implicación

con la suf¡etiviOad de ñn de siglo'

La coexistencia de tres .'discursos", médico, humanituio y educativo enuna

institución rr r.*1..n ia posición de los pacientes que aceptan ser objetos de

la invesügación médica, eñ el intento de devolverles capacidad:9 t tn:linfasis

en la ayuda, *i.ot rs só planteó la dificultad de sostener una clfnicadel sujeto

en estas insütuciones (N.Feldman - suiza). Asimismo laparticul"i.d.td de una

institución orientadapor el discurso analfúco (C. Vigano O' Verdicchio- Italia)'

llevaa siruar fa impoñancia de lo pt.fi*i* y'Oe saf ir Oel tiempo de la urgencia'

De la recepción del sujeto a la promoción de la Demanda' Del goce de la üoga

a ora satisfacción. r.,re, allá -de

rori.n r que la qácti.ca.in0ic-1 T.: ?: hty

garantfa oe estabitización, se plantea una'dirección de la cura que intenta

it.*prrrr la droga por el agalma de la Eansferencia'

se estableció un contfapunto entre ladiversidad de estructuras clfnicas enlas

que se puede ubicar el recurro u ta Oiol.lU i"1" de B,arcelona - R' E' Manzetti

de Turfn) y la especiñcidad Oe f a opei'aciii" O"f toxicómano (J' Sanüago - Belo

57

Horizonte). Itrr 'tra

parte se señaró ra importancia de ubicar er ..punto dearranque" de ra reración a ra droga y ra afirmal¡on ¿. qr. ..en

sus fijaciones todosujeto es toxicómano" (J.L. euiiemans _ Bruselas)Ex ami nar r a c y3$!n de l a segreg aci ón, permi ü o rírr rr.r r u gar der toxi cómanocomo el de un nuevo extranjeio, óro, ó; á ;;;"0" r, trama social y adverrircontra er riesgo exrremo que ér trataml.lp ,+rirfru" * hace der rema, puedeadoptar: una forma renovada de racismo y ptantear';irñ;;iffi; que elpsicoanáIisis tiene de üatar ro éxt¡mo. or. ianab-- Br.no, Aires¡r.con una referencia a ra escraviLo t¡.pr. eirur", - Barcerona) se ubicó a ratoxicomanfa en relación al patho, d"l dir.urro.

Las caracterfsticas de lasieyesiocates, permiüó debaür la diversidad de Ias[*r§if'"nes

ügentes en los dlrerentes paiies lo.siiritti, r.saramone ñuenosLas caracterfsticas diferenciales que adquiere el fenómeno en Ias realidadesnacionares fue discutida, asf como-ra ryi'oio *.n;, presencia der discursoanalfüco (M. unterberger - Madrid, E. irrrr,r* r"narcerona, A. Arenas -Caracas). El dicho ge u-n paierie.."La &oga-.ilu. p*. no pensar más en sfmis mo", ¡rcrmire ubicar

"sü di m"ns on t r."áá;; ;;ri" ror ucióq pero umbiénmostrar er paradigma de ta condición der t omuiámde.no: .!o

no pienso,,. Hayque despejar algo previo a todo tratamiento ¿e la iár"ámanfa: resituar el modo:,:'::::' ruj:ro t_Tlmoniade su posición' ,o r*o rn sujero der irrconscienresrno como un Je 9pt9ngial (v. Calai, - B*d;;J:" -'La argumen[ación de E. l-autent en- su trabajo

'Tres obseryaciones sobre latoxicomantía fue exü9m1fa a panir. de dos hiiñil, a) er roxicómano es erconsumidorideal producido poret discurso d; i;-ñ;ay b) raposicióncfnicadel goce roxicomanfaco r. ofurr" ar sardo

"fr,ñ6ihna del anáIisis. (E. s.Sinat¡a - Buenos Aires¡*Finarmen* Ia temática de ra bxicomanfa y del arcoholismo -y esm Jornadamisma- fue enmarcadaen relación al documen'to Es üi, snu¿o¿ psicoanálisisde Ia Asociación Mundial de Psicoanálisis (ffi]Érto permiüó ubicar Iaactualidad de nuestro qablJo y de nuestro debate, pero hmbién mosEar unaproyección que lo excede: "La íoxicomanfa es paradigmática de la tendencia delmundo" (H. Freda - parfs).se aprecia efectivamente una orientación; una orientación que se preocupa dela particuraridad crfnica y sus aincurtaoe;, i q;;;o}uo. ra cuesüón de rasubjetividad de nuesra éoru ar participrr;.ü;;;* ., er debate que er

fi:n3fl*is debe dar en ieración'con rá ciencia r;;; ra Écnica oei rüunoo

BRASILRío de JaneiroLenita Bentes y Vera Paz, pertenecientes ahora a la sección Rlo, vienen

realizando desde l99l una tarea en lo que se ha Ilamado El corte freudiano,(Oficina cllnica de toxicomanfa).

Se han realizado jornadas y editado una publicación:A-dictos.Sereúnenenestatareacolegas que trabajanen instituciones parael tratamiento

de toxicómanos y alcohólicos que plantean cuestiones teóricas, y se presentancasos clfnicos.

Se trabajó sobre los siguientes temas:La entrada en análisis.El sfntoma.La relación de objeto en la toxicomanfaTo xico m anf as medic ame ntos as. Las i nsti tuci ones para su tratam i ento.La dirección de la cura.La toxicomanfa y las estructuras clínicas.

Se establecen lazos con la Universidad Celso Lisboa y con Ia Universidad deRfo de Janeiro.

La pronta fundación de la Escuela Brasilera de Psicoanálisis en el próximomes de abril dará un nuevo carácter e impulso a este trabajo.

Información:Lenita BentesR. Marqu€s di alrantes 192 I 403 BFlamingoRfo de JaneiroBrasil

BELGICAGR"ETA - Grupo de Estudio e Investigación sobreToxicomanía y Alcoholismo

Freud presenta en varios desarrollos al alcohol o a la droga como solución: a

lo imposible de la relación entre los sexos, o a las desgracias de la existencia.En cuanto al t¡atamiento, tempranamente su posición es consecuente con su

descubrimiento de la causa sexual: como por la masturbación se pueden hacer

todos los "destetes" que se quieran, deberá hacer hincapié también de su rol de

"susütuto del goce sexual faltante". En tanto que se constata que los tratamientoscentrados sobre la toxicomanfa son problemáticos.

A partir de estas evidencias nosot¡os retomamos la cuestión del tratamientode los toxicómanos, teniendo en cuenta la "causa sexual".

Lugar: Este seminario tendrá lugar los jueves a las 21 horas en el local de laACF, I rue du Champ de Mars tr lxelles.

Fechas: Los jueves I 3 de octubre, l0 de noviembre y 8 de diciembre de 1994,y 12 de enero, 9 de febrero, 9 de marzo, I I de mayo y 8 de junio.

Mauricio Tarrab

58

t En los trabajos de TyA pltigiparon .d"Tá. de los relarores: G. Drikier, s. vetrano,G' Rafces' D. Freischer, r-. sara¡iáne, ü can o, Á. ü;;iri, E. vinagra, c. Godoy,J' Leires (Tucumán), a. cutiele;tÉ:c""r.¡ó ts.rüJ, §l^ru*.rza (Neuquén)

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ESPANAMadrid

Se están realizando gesüones para poner en funcionamiento un Espacio parala Investigación en Toxicomanfa y Alcoholismo.

Miembros del GEM de Madrid (Gloria Fernández l,oaysa y otros) hanparticipado con sus ponencias en las III Jornadas Regionales de Salud Mental.Talavera de la Reina 3O de noviembre, I y 2 de diciembre.

Javier Ruis Roncal participa en la 9 Jornadas Estatales de Profesionales deComunidades terapéuticas para Toxicómanos como coordinador del Taller"Relación Transferencial. Consumo de drogas e insütución"

Referencia: Mónica Unterberger, fur 9 l - 350-9378

Barcelona

Durante todo 1994 se ha sostenido un espacio mensual en Ios locales de laEscuela dedicado fundamentalmente a los problemas clfnicos en este carnpo.Fue anunciado como '"Tres carteles de Barcelona sobre Toxicomanfa yAlcoholismo".

Para el primer trimestre de I 995 el trabajo estará cenrado en la i nvestigación:. Relevamiento de las referencias clásicas en el psicoanálisis: Freud,di scfprlos, post-fteudi anos.. Traducción y publicación de aquellos artfculos que lo merezcan encolaboración con ta Bintioteca del Campo Freudiano de Barcelona". Exposici ón de los resultados de I a Invesü gación en reuniones de trab ajoabiertas y de cara a la extensión.

Acüvidades de Investi gación :

lr trimest¡e de 1995: Sobre el Alcoholismo. [,ectura y comentario de las referencias de Freud. Revisión de las aportaciones de los discfpulos de Freud: K. Abraham yS. Ferenczi. Examen de casos paradigmáücos que figuran en la literatura clfnicaclásica.

Fechasl7 deenero14 de febrero14 de mayo

PartlcipanLuis Miguel Carrión,Myriam Chang, Elvira GuilañaMarfa Sánchez Jubiene, Estela PaskvanEugenio Dfaz, Marfa José Freiri a, Juan Ramó n Lairi sa

Las actividades son abiertas al público y comenzarán a las 21.30 hs. enla sede de la EEP-Catalunya: Diagonal 333 3' lo, Barcelona.TE.:2075619Actividad declarada a la Sección Clfnica de BarcelonaColabora: Escuela Europea de Psicoanálisis, Sección CualunyaReferencia: Estela Paskvan, fax (00343) 419ó851

60

6l

ARGENTINABuenos AiresTyA - Institu3o del Campo Freudiano

Seminario del TYA 1994

En 1994 el Serninario de TyA se dedicó a cstudiar los fcnómenos de

toxicomanfa y alcoholisnro interrogando en la particularidad rJc cada caso la

relación qr" ét sujeto manüene consu gocc. Es asf quc cl cje de este año pasó

por los.f..tor ctinicos de la confrontación de un pretendido goce autoerótico

versus la segregación del goce del cuerpo.Dicho eje artiiuló los textos de los relatos que se glYiaton a Parfs, ala Jornada

que se ,éAiró sobre el tema en el marco del VIII Encuentro del Campo

Freudiano, con el trabajo de investigación del Ateneo sobre "Modalidades del

goceautoerótico" (insóriptoenla seriede Ateneosde invesügacióndel Insütuto

del Campo Freudiano).El Semi nario, coordi nando este año por Deborah Flei scher, Guillermo Rafces

y Luis Salamone constó de tres partes:

La segregación; el alcoholismo; y el goce autoeróüco'

En el-pñmer trimestre del Seminario, a cargo de Deboratr Fleischer, se

establecieron las distintas relaciones entfe toxicomanfa y SegregaciÓn. Se ubicó

u- tu r.gr.gaciÓn en relación a la masa (fenómenos imaginarios como la

r"gtegi.iói de la mirada en la hipnosis o el narcisismo de las pequeñas

diflere--ncias); la segregación del otro, der Fremde y su relación con Das Ding y

con los fenómenolde-racismo, donde se pone en juego la segregación del sujeto

por ta ciencia; la segregación social, en tánto el toxicómano abrela preguntade

si es un exponenteá.t-pro..to de subjeüvación que la ciencia propone o si su

posición révela un iniento, fallido por cierto, de recuperación del espacio

subjetivo.- Ápartir del 28 de junio, se hizo responsablg d9l seminario Luis Salamone. El

e¡e áe este segundo trimestre fue el alcoholismo. En la primer clase los

résponsables dét TyA presentaron los trabajos llevados a Parfs a la Jornada

ütulada: "Alcoholiimoy foxicomanía: De lamonotoníaa ladiversidad". En las

clases siguientes se traúa¡aron referencias del campo de la filosoffa, apuntando

a la cuesiión éüca, se recórrieron textos fteudianos, postfreudianos y de Lacan'

Se tomó en cuenta tesümonios de consumidores de alcohol como Omar

Khayyan, Edgar Allan Poe, Margeritte Duras, Charles Bukowski, entfe oüos'

Se intentó dar cuenta del lugar qué et alcohol cumple en las prácticas religiosas,

valor simbólico que contrasta en muchos casos con lo que en la-dirección de la

cura de alcohóliios se observa. Se cuestionó el abordaje terapéutico realizado

por algunas insütuciones.Finalmente la tefcef parte del Seminario, a cafgo de Guillermo Rafces'

desarrolló el tema "Autoerotismo".se tomaron como cuestiones temáücas una introducción al autoe¡otisnto y las

toxicomanfas; el concepto de autoeroüsmo en Freudi el tema del goce y el

cuerpo como O[o, en la obra de l-acan.

Irn cl l¡anscurso rlcl Seminario sc contó con múltiples invitados. Ha tcnidocs¡recial rclevancia la participación dc Colette Soler, con una disertación sobrela segregación efectuada el 25 e, octubre. Participaron también H. Freda, R.Nepomiachi,D.Sillitti,M.Tarrab,E. Sinatra,E.Dfaz,G. Drikier,H.Lachavanne,S. Andretta, C. Godoy, S. Vetrano.

Colette Soler en el Seminario del TyA

El24 de octubre de 1994 el TyA tuvo como invitada a Colette Soler quienhabló sobre la segregación a la que definió como laforma de tratar lo imposiblede soportar.

Disünguiendo discriminación y segregación, indicando que por ejemplo, lassociedades anüguas eran fuertemente discriminatorias (nobles, plebeyos,esclavos, todos tenfan sus derechos, deberes) pero no eran segregativos,compartiendo lugares comunes. Mientras que en la civilización de la ciencia,donde la universalización pasa por el mercado y no por la proliferación del ideal,la diferencia se trata espacialmente. Reparto de tenitorios, del que sonejemplos: a) desde la zona "franca" de Zurich para toxicómanos, b) hasta laautosegregación de los clubes privados europeos. Como contfapartida, lacultura de lo "pintoresco", con lo que Colette Soler nombraba lo exótico.

A continuación ubicó el discurso psicoanalftico como discriminativo en tantososüerrcladiferenciadelossexos,(discriminaciónque[¿canllamabasegregaciónurinaria en La instanciade ln letra) y se preguntó si podrfa ser no segregativo.La respuesta fue que resiste mejor o más que los otros discursos a la ideologfaigualitaria. El discurso psicoanalfüco pretende escapar a Ia segregación por Iavfa del uno por uno.

Indicó t¿mbién que los tratamientos susütuüvos con metadona, y la discusiónpor la libertad de comercialización de la droga pretenden separar el elementodelictivo de aquel del consumo.

La hipótesis planteada fue que el toxicómano se rehusa a entrar en el gocefálico dado que este es el que sosüene la emulación social. El toxicómano -paraC. Soler- no acepta correr para lograr algo en la vida. En este sentido habló deltoxicómano como objetor de conciencia.

Esta hipótesis fue parcializada a partir de una pregunta gn la que se lerecordaba que hay toxicómanos que usan la droga para estar en "carrera". Estopermitió reiterar que no se puede hablar de los toxicómanos en general.

Ubicó posteriornente la relación enúe el toxicómano y el cfnico por suoposición al goce fálico indicando que el amo último del toxicómano es lamuerte, el goce mortffero.

Frente a la pregunta de si la oposición al goce fálico llevaba al Otro goce,Coleue Soler contestó que si bien no habfa pensado en ello, una primer respuestaque podfa dÍr era que no se trataba en la toxicomanía del empuje a la mujer, sinodel empuje al dormir.

seminario 1995: clínicas de la Tttxicom«ntct y del

Alcoholismo- Casos Y Furulamentos

se ratará del cuarto año del seminario de TyA y esta vcz. eslará ccntrado en

la diversidad de enioques clfnicos en torno de Ia toxicontanfa y clel alcoholismo,

dentro y fuera del campo psicoanalfüco'

Procederemos a sucesivas presentaciones de casos a cargo de invitados de

di ferentes instituciones asi stenciales -hospi tales, cl f nic as pri vadas' centfos de

salud, etc.- quierá. not enseñarán las diversas respuesms asistenciales que

ofrecen en este .u*po, como asimismo los fundamentos teÓricos con los que

orientan tales Prácticas.

La metodologfa del rabajo consisürá en una pfesentación clfnica y sus

fundamentos por¡ornada deiseminario,las que serán coordinadas por uno de

los responsables del seminario.La alrcrnancia quincenal- será la siguiente: dos reuniones consecutivas

dedicaremos a estas presentaciones y uná Ercera a la elaboración docginaria'

Al finalizar, volveremos sobre el panorama que hayamos obtenido para

extraer las conclusiones cle tales enseñanzas'

Iniciación: Mar¿o de 1995. En la EOL: Callao 1033 5a p.

Responsables del seminario TyA-1995: Deborah Fleischer, claudio Godoy'

Horacio Lachavanne, Luis Sálamone, Daniel Sillitü, Ernesto S' Sinatra y

Mauricio Tarrab.

Jornada AnualEl 5 de noviembre de 1994 se realizó la III Jornada del TyA bajo el tftulo

Toxicomanía y Segregación, crtyaconvocatoria tuvo una amplia rePercusión'

La apertur...*'ro i;gó debraciela Brodsky, Directora de la EOL' quien

subrayó la pertinencia de eita Jornada en el marco de la Escuela' y de G' Rafces'

Se presentuon i7 ua5ajos distribuidos en 9 mesas simultáneas en las que

prrt¡áp*on, además de miembros del TyA, colegas del interior y grupos

representantes de distintos servicios nospitatarios§égfectuaron dos plenarios'

el primero contó .on rt participación dó susana Toté, cuya ponencia se tftulo

I m.ó g e n e s en e I tr i p e rc o n s wno, c on s wo de i má ge n e s del Dr' Edu ardo G onzález'

funcionario de ta Secretarfa de Prevención Oe lá Drogadicción de la Presidencia

de la Nación, y O" fUuuricio Tarr"U qu. p.eseniló un tfabajo denominado

Encruciiadas es;tructurales.El segunáo pttnttio tttuvo a cafgo de Daniel Silliü'

su ponencia se llam 6 ¿Romper-el mnirimonio?, y de Ernestci sinatra' cuyo

traUajo se tituló Paradoias toxicómanas'

La exposici ón de casoi clf nicos reta-O una vez m ás el debate sobre la fu nción

del tóxico enlaparticularidad d*..áu t*o, apartir delarelaciónquecadasujeto

establece con ese objeto de ta tecnica del qu. intenta extraer uná saüsfacción'

Se propició la reflei.ión ..rrcu O.iáitpotitiuo analftico, que sólo puede ser

ofertado al sujeto ético, es decir, a ese sú¡eto que tome a su cafgo sus actos y su

decir.

62

Deborah Fleischer

63

l,a t(:r¡rálica dc la Scgrcgación luc ampliamentc dcsarrollada. Sc «liscuticronl«rs cll'clos rlc la ntisnla con¡o consccucncia rle la univcrsaliz.acióndc la cicncia,a¡rclación a la igualdad, a la unifornrización de los goces intcntando hacerluncionarel "para todos" y borrarladiferenciaqueconllevarfaalaconfrontacióncon la castración.

Como quedó claranlente planteado en esta Jornada "el dispositivo deberesponder a los intentos dcl discurso social de borrar al sujeto tras los fenómenosde masificación".

En el cierre de la actividad Juan Carlos Indart, Presidente de la EOL, comentóel libro Sujeto, Goce y Modernidod II de reciente aparición, y D. FleischerrealizÓ el cierre.

Silvia Andretta por Comisión Organizafura

LibroSe publ¡oó el libro Sujeto, Goce y Modernidad II, Ed. Atuel-TyA. Incluye

trabaps de E. [^aurenf A Analó, H. Freda, miembros de TyA y colegasexlranjeros.

CursosSe realizaron en 1994 en los Hospitales Evita, Piñero, Alvear, Argerich,

Zubizureta, Rivadavia y en Centros Municipales de Salud diferentes Cursos,Conferencias y actividades de supervisión que se conünuarán durante 1995.Miembros y concurrentes de los servicios de los hospitales mencionados,parüciparon con üabajos en la III Jornada de TyA.

Se dictará un Seminario Clfnico en la Facultad de Psicologfa de la U.B.A.

CartelesHay en funcionamiento un ntlmero de carteles y GEM inscriptos en la EOL

que se orierran en el estudio de este tema.

centro Descartes - Asociado al Institrrto «lel canrpo lfrcudiano

M óduto de Investigac ión

Consumos fatídicos

Investigación y enseñanza son las dos instancias tlásicas quc dan curso y

orientan el programa de actividades que Se desarrolla cn el Ccntrtl f)escartes'

La investigación está organizada en módulos, cuyos temas son propuestos por

inrcgrantes del CenUo intáresados en buscar y encontrar raz'ones sobre aquellos

tópicos comunes que aparecen con et peio de la redundancia tanto en la

[ansmisióndelaclinicaiomo de laenseñanza, con la sorpres-a siempre presente

de encontru pr..irumente allf donde no se busca. Los módulos se fOrman a

;ñ;;;i ieunion mfnima de un responsable, dos coordinadores y un asesor'

La inscripción de carteles que los módulos realizan en la Escuela de la

orientación Lacaniana (EOL), con la cOrrespondiente participación en las

Jornadas eruu".liÁriu¡it.líincidencia de e§ta investigaciónen la.dirección

de un programa ro*ún articulado con el Instituto del campo Fteudiano'

Este es el marco en el que se realiza la investigación sobre drogas' alcoholes'

medicamentos psicotrópicos...que reunimol bajo el nombre común de

.'consumos" y que fuimoi calificanáo de modos diferentes: "intoxicantes"' en

tanto afectan ¿1 ,rj.iá que los incorpora; "malditos", pof ser figura -en particular

la droga- Oe fa puia ne!-aüviOad-, obienpodemos deóir con George Bataille' de

la parte nraldita, reve.io de toda economfa que regula los intercambios y sus

excedentes; "fatfdicos", por lo que tienen áe fatum, es decir, «le destino /

fatalidad / vaticinio.Hay consumos, es decir, usos heterogéneos cle productos múltiples' cuyas

dimensiones y tensiones consütuyen un"campo a indagu' Desde este punto de

mira, ¿"toxicom;nf;" y "alcoholismo", .on cat.gorfal que en la sensibilidad

co ntemporánea pueden resumi r la variedad de los usos de dro gas? Esta pregunta

presenre en ef cánjunto-6" fgs 1,f-ajos recopiladot ryt Alain Ehrenberg en el

ribro/ndiv rauor"u-i¡á-inftiin ¡o(t99,i)rraamptiado,másalládeestarecopilación,

nuestro norizoniá Uiütiográfico, y por ende las perspectivas de nuestfa

investigación.Es un hecho corroborable, hay estudios especfficos que asf lo demuestran: el

consumos de alcohol está sociátmente aceptado, mientras q:. .l .^o:^tlmo de

drogas está considerado como-.un mal que diferencia las capas sociales en

tétrñinot de mayor o menor peligrosidad'" ltt risa del blbedor " por un t iOo, " el ricttts del to xic ómntlo "' por el otfo son

los dos gestos con los que V. Nanoum-Crappc-tlistingue las escenas urbanas del

alcohólico y del dro gadi cto respectir unr.ni.. Si n emb ugo, en el extremo comú n

de la adicción ;zl'áiArOlico adicto se parece ex-t.rañamente a su herm"ano

bxicómat o ¡tori'y-grit, pálido y anoréxico" (ver libro antes citado)'

Un fenómeno relevante atenerencuantaeslo que A' Ehrenbergha nominado

,,el estttllido de la ¡ociótt de drogas" a parlir dó mc«liados «le los ochcnta' cs

6465

«lccir, la extensión y Ia disolución simultánea de csa noción. La entra«la de losmedicamentos psicotr{Rjcos en la epidemiologfa de la droga, como drogas deperformance y de socialización, desdibuja lai fronteras claras en¡e diogas,medicamentos y alcoholes. Sin lugar a dudas ese esüallido es signo de unareorganización de los criterios de clasificación y de juicio social.

Podemos Ú*q entoncbs que junto con la [eneiatiración de ta figura delconsumidor, correlato de la economfa de merCado, ciertos consumoi se hanvuelto peligrosos. Pues el consumidor no sólo persigue lo que se le ofrece parasatisfacer su necesidad, su placer y su deseo dé sabér, sino-que también buscael revés de esta oferta en Io que ella excluye: drogas, alcohoies, psicotrópicos,etc. Son estos los objetos que generan la creación de lacirculación maldila queacompaña como un desüno mortffero (fatum) Ias esperanzas de felicidad quela sociedad misma promete.

Los integrantes del módulo nos reunimos con un frecuencia mensual con la!.nati-oa«toe cotejar y discutir ras lecturas que estamos realizando, y que hemosdistribuido según los intereses de cada uno, en vistas a realizu con susresultados -no necesariamente ñnales- publicaciones, o bien orga nizaroportunamente alguna acüvidad abierta en el contexto del centro.

Composición del móduloResponsable : Paricia TorresCoordinadores: Carlos Cohen y Adriana TestaAsesor: Guillermo BelagaIntegrantes: Graciela Awam

Alicia DellepianeGermán L. GarcfaValeria MendizábalVirginia NotensonElena PérezDaniela Rodrfguez de EscobarOfelia ScoccimarroFernanda Tezón

Salta

El 2 de noviembre se realizó la Jornada Psicoanalftica del Norte organizadapor el cfrculo de la EOL-Salta y convocada además por los cfrculos de IaEOL-Jujuy y cfrculo de la EOL-T[cumán y por la Biblioteca Freudiana deSalta.

En relación al tema de ra toxicomanfa Marta verde y Estela cornejopresentaron sendos gasos clfnicos que'fueron comentados por Guy Clastres,AME de la ECF de Parfs invitado especial de la Jornada.Informes: Estela Cornejo (082) 3lZW7

RosarioI.D.E.P.Instituto de Estudios Psicoanalfücos

Grupo de Trabajo e InvesügaciónMartes 21.30Modalidad: semanal

Comienzo: 3 de abril

Dro gadicc ión y P sicoanólis isLadrogadicciónensurelaciónconel sujeto ylaculturainterpelaal psicoanálisis.

¿Cómo un objeto funciona como lugar de goce? ¿Cómo se goza? ¿Es posible"encontrar" enuntlnico y mismo objeto lasaüsfaccióndel deseo y lanecesidad?Desde el psicoanálisis, intentaremos dar cuenta del sujeto y de la culturaen lasproblemáticas del consumo y de la clfnica de las adicciones.Coordinadora: Silvi a InchaurragaInformes: Santa Fé I154 2" Of."22"

2000 Rosario

Neuquén y Río Negro

Cfrculo psicoanalfüco de Neuquén y Rfo Negro

Se ha consütuido un grupo de trabajo a cargo de Silvia Salvarezza, MarioRodrfguez Gómez y Adriana Allende sobre el tema de "La segregaciórr".

Esta prevista la reali zaciónde una Jornada Regional para mediados de 1995.

Durante 1995 en fecha a definir se realizaráun Seminario a cargo de MauricioTarrab.

Informes: Alderete 165 Neuquén

fax: (@9) 22951

Chubut - Comodoro Rivadavia

El Ateneo Lacaniano del Chubut -grupo en formación, coordinado por MarioKorman y Daniel Vecchio- realizó el I 6 y 17 de diciembre un encuenfo en torno

del Alcoholismo y de laToxicomanfa, e invitó a Ernesto S. Sinatra a dictar una

serie de conferencias y a coordinar una sesión de testimonios de la clfnica.

66 67

\r /ltt'L+-,

Para que las acüvidades, informaciones, o affculos, que se deseen dar a conocersean inclufdos en el próximo ntlmero, deberán ser enviados hasta el 30 de abrilde 1995. Los textos deberán enviarse en dos copias bien legibles, ypreferentemente también en diskette. Si se trata de textos ya editados, indicardatos editoriales y/o lugar de exposición. Los que no fueran escritos en español,deberán adjuntar su cofrespondiente fiaducción.Dirección para el envfo de textos:Pharmakon: Güemes 4227 {o 'rtPtt

(1425) Buenos Aires - ArgentinaFax: (00541)832-9375

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Indice

Editorial .. ., .. 4

Presentación del libro Sujeto, Goce y Modernidadfl a cargo de

J. C. Indart.. .. 6

Temas

De la monotoníaaladiversidad(E.Pashtan) l1Pharmakon y el cuerpo en la Grecia Clásica (F. Soldano Deheza)... 14

Una solución, los usos (V. Calais) ... 20

Función de la droga en un caso de fetichismo (5. Bonzini) . 24

La clínica de Jacques Lacan en un Centro para toxicómanos

(C. Viganó - O. Verdicchio) ... 27

La segregación del Otro (M. Tarrab) ... 35

El cinismo del goce (8. S.Sinata) 38

Despistado (F.Naparstek) ... 43

LecturasNuestro derecho a las drogas (C. Godoy). 48

Bebidas y excitantes lL D. Salamone) . 50

Morir de alcohol (5. Andretta - C. Godoy). 5l

ActividadesFrancia 57

Brasil 58

Bélgica 58

España. 60

Argentina.... 6l