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Articulo sobre el AlcoyanoTRANSCRIPT
Alcoi, un lugar no comúnLes persigue el mito y no reniegan de él, pero aspiran a ser reconocidos por méritos más actuales. Representan a una ciudad que vivió durante dos siglos de la revolución industrial y ahora sufre su propia crisis dentro de la crisis. En mitad de esa gran depresión, va el equipo y sorprende a su propia afición con un ascenso a Segunda División. España les conoce como el equipo de la moral. A ellos mismos les gusta llamarse con un nombre que no consideran patrimonio de ningún otro. Revisamos la historia del Club Deportivo Alcoyano y sus valores.
Texto de Pau Rubio / @senildionFotos de Pau Rubio y Rubén Cervera
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El feo de la discoteca
"¿Qué? ¿Qué te parece el coche? Este
es el deportivo que me compré con el
dinero del ascenso".
La voz que se oye es la de Juan
Serrano, empresario del sector textil y
presidente del Club Deportivo Alcoyano.
Sabemos que bromea por su sonrisa
de oreja a oreja y, sobre todo, porque
el 'deportivo' al que se refiere es en
realidad un Opel Corsa con aspecto
de llevar unas cuantas ITV a cuestas.
Si algo queda claro tras un recorrido
por las instalaciones municipales que
acogen al club es que el ascenso a la
Liga Adelante no parece haber traído
una lluvia de millones. El orgullo que
se respira por los cuatro costados tiene
poco que ver con el dinero.
Situada al norte de la provincia
de Alicante, en el límite con Valencia,
Alcoi es una ciudad que tiene poco más
de 60.000 habitantes allí y otros tantos
repartidos por el mundo. Un lugar de
gente inquieta y viajera que en los últi-
mos años hace frente a su propia crisis
dentro de la crisis. La de no tener otro
lugar al que mirar que no sea al pasado.
La de no tener historia reseñable que
no sea en blanco y negro.
MITOS DE NAFTALINAEn mitad de un viaje de destino
incierto, Alcoi todavía se piensa a sí
misma como la localidad montañosa
en la que el terreno abrupto permitió
sacar partido de la energía hidráulica
mediante la instalación de molinos en
sus humildes cuencas fluviales. El lugar
en el que, con la revolución industrial,
los molinos se convirtieron en gigantes
que proliferaron a lo largo de todo el
término municipal hasta dar lugar a
uno de los centros de producción de
referencia del textil nacional. La ciudad
cuya identidad pétrea se sostenía sobre
tres pilares inamovibles: la industria,
las fiestas de moros y cristianos y el
CD Alcoyano, un club que se labró un
lugar en la leyenda en plena posguerra
y a golpe de crónica.
Cuatro temporadas en Primera
División, tan solo dos de ellas conse-
cutivas, bastaron para forjar el mito
de la moral. En una época en la que
la ausencia de cámaras en los campos
permitía que los cronistas aliñaran sus
relatos con grandes dosis de épica y al-
gún que otro pellizco de imaginación, el
Alcoyano se consagró como el equipo de
la garra. Los que, independientemente
del resultado, jamás bajaban los brazos.
Los que solían dejarse la piel y los pun-
tos en el campo pero nunca la dignidad.
Nunca faltan los que prefieren añadir
a la historia la referencia a un partido
o un resultado concreto. Tanto da. La
cuestión es que el Alcoyano acogió el
título de equipo de la moral con orgullo,
llegando con los años a adoptarlo como
lema y como parte central de su himno.
Le iba a hacer falta.
En Alcoi, la melancolía y la resignación no son propias del otoño, sino del pasado: el club
vuelve a competir en Segunda con nuevo lema, 'Moral y victoria'.
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El feo de la discoteca
Condenados a ir en paralelo, el
equipo y la ciudad empezaron a langui-
decer al mismo tiempo. Con la excepción
de las temporadas 67-68 y 68-69, en las
que se despidió de la división de pla-
ta, el club se hundió en el pozo de las
categorías menores. Por su parte, las
fábricas locales salían de la crisis de
los años 60 sólo para reincidir de forma
más profunda en otras posteriores. Ya
en los años 90 las autoridades munici-
pales tomaron una decisión totalmente
sintomática: desprenderse de la etique-
ta de ciudad industrial y presentarse
como ciudad de servicios. En esas, el
Deportivo Alcoyano descendía a Tercera
en la temporada 95-96.
A partir de ahí, el estribillo es
conocido. Competencia insostenible de
países emergentes, deslocalizaciones y
cierres de fábricas. Después, el pinchazo
de la burbuja inmobiliaria y el tsunami
posterior ahondaron en una herida que
no se cierra. El resultado, una ciudad
deprimida en cuyas calles a veces se
tiene la sensación de que generaciones
enteras han emigrado. La crisis aquí
es especialmente cruel porque afecta
a aquello de lo que estaban más orgu-
llosos: su identidad. Fundido a negro.
Y títulos de crédito. Ahí se acabaría la
película, de no ser porque esta vez el
Club Deportivo Alcoyano decidió sal-
tarse el guion e improvisar un ascenso
contra todo pronóstico cuando peor
están las cosas.
MORAL Y VICTORIARegresan a una Segunda Divi-
sión que abandonaron hace más de
cuatro décadas y que ahora se llama
Liga Adelante. Han tenido que cambiar
el césped del estadio por primera vez
en 82 años, contratar a un gerente y
preparar la reconversión en sociedad
anónima. Hecho el prodigio de llegar al
fútbol moderno, ahora andan detrás de
un segundo: mantenerse.
La historia en color del Depor-
tivo Alcoyano se construye, cómo no,
a partir de una derrota. La cosechada
el 24 de mayo de 2009 en el campo de
El Collao. Nunca antes en 40 años el
club había tenido tan cerca el regreso
al fútbol profesional. Le bastaba con
derrotar por la mínima al Cartagena
para poder reescribir su historia. Con
2-1 en el marcador y el Deportivo volca-
do sobre la portería rival, una prórroga
que hubiesen afrontado en superioridad
numérica parecía un trámite necesario
al cumplirse el minuto 90. Pero en el
descuento un error incomprensible del
último hombre de la zaga propició el
gol definitivo del Cartagena y el final
de una era para los de Alcoi.
Tras aquella derrota y la pos-
terior dimisión en bloque de la direc-
tiva, el club quedó a la deriva, con el
Ayuntamiento intentando encontrar a
alguien a quien encomendar la presi-
dencia. De ahí que ahora Juan Serrano
se autodefina como un "presidente
circunstancial". Fue el único que no
miró para otro lado y llegó decidido a
imponer criterios empresariales en la
gestión de la entidad. Entre las medi-
das adoptadas figuró la de prescindir
oficialmente del lema "más moral que
el Alcoyano" que durante tantos años
había acompañado a la entidad. No es
que en Alcoy renieguen de una frase que
al fin y al cabo les ha dado popularidad
y les ha hecho generar simpatías. Pre-
tendían actualizarla y desprenderse de
la connotación de equipo perdedor que
acompañaba a la vieja coletilla pero sin
renunciar a lo que consideran parte de
su imagen de marca. De ahí el nuevo
lema: 'Moral y victoria'.
Más allá de la imagen que pro-
yecta el equipo, la norma básica sobre
la que se asienta la actual gestión del
club es, a priori, bastante sencilla: no
gastar ni un céntimo más de lo que se
Toni Torres (izq.), director deportivo, ha forjado una plantilla austera y con muchas horas de vuelo, como las que acumula el portero Fernando Maestro.
La crisis en Alcoi es especialmente cruel porque afecta a aquello de lo que estaban más orgullosos: su identidad
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El feo de la discoteca
ingresa. De ahí que en la plantilla no
haya estrellas. Lograron el ascenso
dando continuidad a éxitos deportivos
anteriores en la cuarta promoción de
ascenso en cinco temporadas. Lo hicie-
ron, además, con una política de fichajes
a coste cero.
"Teníamos el décimo presu-
puesto del grupo III de 2ªB, aproxima-
damente el 40º de la categoría". Esta
vez quien habla es Toni Torres, director
deportivo y uno de los culpables de
que el Alcoyano haya logrado auparse
en la Liga Adelante con un plantel de
jugadores procedentes de 2ª B y Tercera.
Para la presente temporada, el reto era
todavía mayor. Confeccionar una plan-
tilla para garantizar la permanencia
con el menor presupuesto del fútbol
profesional español: tres millones de
euros. Ser un clásico de la 2ªB y cum-
plir escrupulosamente con el pago de
las nóminas no constituyen atractivo
suficiente en Segunda.
"Somos el feo de la discoteca",
llegó a afirmar Torres el pasado verano.
"Tenemos que esperar a que los demás
liguen para poder fichar". Razón no le
faltaba. Casi una decena de fichajes se
frustraron en el último momento, en
algún caso cuando tan sólo faltaba la
firma del jugador. "Es normal", expli-
ca con humildad. "Somos un recién
ascendido y el 50% de los recién as-
cendidos descienden el primer año.
A la dificultad que suponen nuestras
limitaciones económicas hay que aña-
dir que a igualdad de condiciones los
jugadores prefieren irse a otro club".
Mientras tanto, en El Collao
desoían cantos de sirena. "Desde el
mismo día del ascenso hasta ahora me
han ofrecido a más de 200 jugadores",
confiesa Torres. A las oficinas del club
llegaban cientos de vídeos con las mejo-
res jugadas de futbolistas desconocidos
de los países más variados y ex estrellas
de la Liga con más caché que ganas.
Pero al escuchar a los responsables
de este equipo, da la sensación de que
cuando afirman que el objetivo es la
permanencia se refieren a algo mucho
más amplio que a salvar la categoría.
Con una masa social de sólo 3.000 socios
y en un contexto de crisis, su política
de austeridad es también una necesidad
de supervivencia.
Tras el ascenso, el Deportivo re-
novó al bloque del éxito y declaró que
no ficharía a ningún jugador a quien
no hubiesen visto jugar en acción per-
sonalmente. Entre los 25 integrantes
de la plantilla -la totalidad de cuyos
refuerzos llegó a coste cero-, sólo hay
dos casos excepcionales. Anthony 'Cho-
co' Lozano, un delantero hondureño que
no llegó a través de la secretaría técnica
local, sino cedido por el Valencia y el
centrocampista 'Miki', que a pesar de
que solo disputó 16 partidos con el Nàs-
tic es el único que la temporada pasada
militaba en el fútbol profesional.
Ante la imposibilidad de compe-
tir en igualdad de condiciones económi-
cas con sus rivales, han apostado por
un inequívoco retorno a sus orígenes:
"El Alcoyano es un equipo con hambre.
Hemos buscado un perfil de jugador
diferente. Jugadores con deudas pen-
dientes consigo mismos que estén
ansiosos por demostrar que pueden
jugar en Segunda", dice Toni Torres.
"Tenemos la filosofía futbolística de
un club aguerrido a nivel defensivo
y descarado a nivel ofensivo, con la
mentalidad de robar el balón rápido
Un club que se puede explicar sin la ciudad
a la que representa no es un club, sino
una franquicia. Y si de algo presumen los
alcoyanos es de ser diferentes
El menor presupuesto del fútbol profesional obliga a ajustar las cuentas: una plantilla sin
estrellas y fichajes a coste cero.
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El feo de la discoteca
para poder salir al ataque", explica Da-
vid Porras, el entrenador del conjunto
peladillero.
Perteneciente a una saga de
futbolistas de los que no firman autó-
grafos, este alcoyano de 38 años que
meses atrás ejercía de segundo entre-
nador construye su discurso en torno
a palabras como "trabajo", "esfuerzo",
"lucha", "unión", "fortaleza mental" o
"afán de superación". Si este reportaje
lo hubiese escrito él, le hubiese bastado
con tan solo una frase: "Partimos de
ser un club humilde, pero al mismo
tiempo somos conscientes de que con
el trabajo y con el esfuerzo somos ca-
paces de ir a cualquier lado. Esa es la
mentalidad de los alcoyanos". Tal vez
es aquí donde está lo que diferencia a
este equipo de otros. Porque un club
que se puede explicar sin la ciudad a
la que representa no es un club, sino
una franquicia. Y si de algo presumen
los alcoyanos es, sobre todo, de ser
diferentes.
NI ALICANTINOS NI VALENCIANOS"Aquí no se consideran alican-
tinos ni valencianos, se consideran
alcoyanos", opina Toni Torres, tras
cuatro temporadas en el club. "Son
orgullosos y cabezotas y eso les hace
ser especiales." Otra voz autorizada es
la del portero Fernando Maestro: "No
hay mucha oferta lúdica, no hay nada
cercano. Aquí la gente está acostum-
brada a trabajos muy duros en los que
hace muchas horas y cuando llega el
fin de semana lo disfruta al máximo".
Cuando llegó a Alcoi "por motivos per-
sonales", con 30 años y un currículum
que incluía 25 internacionalidades en
categorías inferiores, muchos conside-
raban que había hecho lo mismo que
las ballenas: buscar un lugar tranquilo
para morir. De eso hace ya ocho tempo-
radas y Maestro no sólo sigue vivo, sino
que celebra con la titularidad el hecho
de haberse convertido en el futbolista
más veterano de la Liga Adelante. "To-
dos esos sentimientos de los que los
alcoyanos se sienten tan orgullosos se
notan en el terreno de juego", afirma
el guardameta. "Estos colores te hacen
sentir lo mismo que la gente que los
sigue".
Los sentimientos de los que
habla Maestro son probablemente los
mismos a los que aludía su entrenador:
orgullo, esfuerzo, trabajo, austeridad
y —¿por qué no?— moral. Requisitos
indispensables para, cuando llegue
el momento, poder entregarse a la di-
versión. Como si, mientras la ciudad
de Alcoi se plantea qué será si no es
industrial, su equipo de fútbol hubiese
sentido la necesidad de recuperar las
señas que forjaron su identidad. Como
si en mitad de esta crisis que ya gana por
goleada, todos los jugadores que han
vestido la camiseta se hubiesen visto
obligados a recordar que al campo se
sale a luchar y que el partido jamás se
da por perdido mientras el árbitro no
haya pitado el final. t
Ver al Alcoyano en directo es la mejor oferta lúdica de una ciudad muy orgullosa de sí
misma y que presume de ser diferente.