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    1RevistaNautilusN 13 - Otoo 2008 -Centro Cutural Rector Ricardo Rojas - Secretara de Extensin - Universidad de Buenos Aires

    RevistaNautilusn13

    150 aos despus... la tripulacin del Nautilus busca

    la carta perdida de Alfred Russel Wallace

    La carta perdida de Alfred Russel Wallacepg.2

    Imgenes de la ciencia: Wallace y Darwinpg.12

    El orgen de las especiespg.14

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    2RevistaNautilusN 13 - Otoo 2008 -Centro Cutural Rector Ricardo Rojas - Secretara de Extensin - Universidad de Buenos Aire

    La Carta Perdida DeAlfred Russel Wallace

    Era el 18 de junio de 1858 y Darwin le escriba a su amigo CharlesLyell para comentarle su preocupacin por la carta que Alfred Russel

    Wallace le enviara desde las lejanas islas del archipilago Malayo.Con cierto asombro le expres: Nunca he visto una coincidenciams sorprendente.

    Qu deca aquella nota para que Darwin le manifestara a Lyellsu desconcierto? Cul era la coincidencia que estaba esperandoocurriese y que, sin embargo, no dejaba de sorprenderlo?

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    3RevistaNautilusN 13 - Otoo 2008 -Centro Cutural Rector Ricardo Rojas - Secretara de Extensin - Universidad de Buenos Aires

    UN INGLS ERRANTE

    En un tiempo ligeramente diferente, casi veintids aos antes, en 1836, Darwinregresaba a Inglaterra tras un largo viaje alrededor del mundo en el bergantnHMS Beagle. Traa consigo notas, dibujos y recuerdos que seran fundamentalespara el desarrollo de sus ideas sobre el origen y el cambio de las formas vivas.

    Tambin era 1836 para Alfred Russel Wallace, un joven desconocido de treceaos que, obligado por el empobrecimiento de su familia, debi abandonar la es-cuela y emprender la mudanza, desde la ciudad de Hertford hacia Londres. All,en la capital del imperio britnico, iba a compartir su habitacin, su mundo, susesperanzas e ilusiones, con su hermano John, quien era un poco mayor que l.Aunque el tiempo de aquella vida en comn pudo haber sido extenso, Wallacepareca estar obligado a errar de ciudad en ciudad, de trabajo en trabajo y de unabrazo fraternal al siguiente. Tras un breve perodo se mud nuevamente, estavez, para realizar una labor que desconoca junto a otro de sus hermanos.

    Alfred Russel Wallace. Dibujo realizado por Alfred Russel Wallace.

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    William, el mayor de todos los varones de la familia Wallace, se desempeaba comtopgrafo: estimaba y meda diferentes terrenos para determinar su extensin y caractrsticas. Tal vez fue el entusiasmo por el trabajo al aire libre o por lo que poda aprendelo cierto es que el joven Alfred se comprometi a ser su aprendiz.

    Durante un tiempo, muchos propietarios les solicitaron a los hermanos Wallace questablecieran la dimensin de sus terrenos. Pero con los aos los pedidos fueron dism

    nuyendo y aquella empresa dej de parecer prometedora. Entonces Alfred se mud nuvamente, y una vez ms cambi de trabajo. Se dirigi a Leicester y all obtuvo un cargcomo maestro de dibujo, matemtica e ingls. Lea mucho, la biblioteca era uno de sulugares predilectos; tambin lo era para Henry Walter Bates, estudioso de los insectoy en particular de los escarabajos. Wallace y Bates se hicieron amigos, los una su intrs por el mundo natural. Tal vez en aquel momento no lo saban, pero esa amistad lollevara, en un futuro, hasta la selva del Amazonas. Pero el tiempo de cruzar el Atlntican no haba llegado y Wallace deba, antes de que eso ocurriese, continuar con su obgado errar por la geografa de Inglaterra, debiendo dejar su empleo como maestro paretomar su lugar como topgrafo o para vincularse nuevamente a trabajos relacionadocon la construccin.

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    INFORTUNIO EN EL ATLNTICOWallace senta un particular inters por el mundo natural que se trans-

    form, tras leer los relatos que Alexander von Humboldt y Charles Darwinhicieran de sus propios viajes, en un fuerte deseo por la aventura de reco-rrer lugares inexplorados. El libro de William Edwards, Un viaje por el roAmazonas, llev su pensamiento hacia la gran selva sudamericana. Pero, adiferencia de Darwin o de Humboldt, Wallace no tena ni una fortuna perso-nal ni alguien interesado en costear su empresa. Sin embargo, encontr unasolucin y, acompaado por Henry Bates, se embarc rumbo a las costasde Brasil. Aunque signicaba arriesgarse, supo que poda obtener el dinero

    necesario para su viaje vendiendo a coleccionistas de Inglaterra muchos delos raros ejemplares de animales que, no le caban dudas, iba a recolectaren la selva amaznica.

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    El 28 de mayo de 1848, ambos naturalistas llegaron a Par, en Brasil,y comenzaron su expedicin por el novelesco mundo de la Amazonia.Pero en poco ms de un ao, y despus de explorar juntos aquel fants-tico universo, Bates y Wallace se separaron. Cada uno sigui un caminodiferente, pero no slo a travs de los cursos de los ros y los exticospaisajes de la selva. Bates permaneci en la regin once aos, recolec-tando exitosamente diversos ejemplares de insectos, llevando nalmen-

    te sus muestras de regreso a Inglaterra. La suerte de Wallace fue unpoco diferente. Tras sus expediciones por el Amazonas y el ro Negro,algunos problemas de salud lo obligaron a decidirse por el regreso a sutierra, al otro lado del Atlntico. En ese momento pudo saber que granparte de los logros de su esfuerzo no haban salido del Brasil.

    Un naturalista en el ro Amazonas,libro de Henry Bates.

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    Durante los aos que permaneci en el Amazonas se preocup por enviarle aSamuel Stevens los especimenes que iba recolectando y que preparaba para supreservacin. Pero al llegar a Manaos comprob que muchas de sus muestras no

    haban sido despachadas hacia Inglaterra. Hubo, sin embargo, un hecho mucho mstriste. Poco tiempo antes se haba enterado que su hermano menor, Herbert, quienhaba viajado al Amazonas para ayudarlo en la recoleccin de aves e insectos, habamuerto de ebre amarilla.

    A pesar de que Wallace pudo sentirse apesadumbrado, era un hombre habituadoa lidiar con el infortunio. Al poco tiempo se embarc en el bergantn Helen. Ahoratodo pareca suceder como en algn momento lo haba imaginado, pero su suerte nocambiaba. Tras algunas semanas de navegacin, el Helen se incendi y naufrag enmedio del Ocano Atlntico. Wallace sobrevivi diez das en un bote salvavidas junto

    a otros tripulantes y algunos de sus cuadernos y dibujos. Sin embargo, su coleccinde especimenes sudamericanos se haba perdido y, con ella, la posibilidad de pensaren el tema que tanto le interesaba: cmo se origin la gran diversidad de formasvivas que pueblan la Tierra?

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    UNA CARTA DESDE EL LEJANO ORIENTE

    Fue un corto tiempo, un breve intervalo de ao y medio, entre aquella accidentadtravesa por el Amazonas y el gran viaje al archipilago Malayo, que hara de l uno dlos grandes naturalistas de su poca

    El 1 de octubre de 1852 regres desde Sudamrica. De nuevo en su tierra comenza redactar sus dos primeros libros, uno de ellos resuma su aventura como expedici

    nario, el otro describa algunas plantas caractersticas del Amazonas. Pero poco tiempdespus, tan pronto como en abril de 1854, Wallace se encontr nuevamente lejos dsu hogar, esta vez, en Singapur. Con el apoyo de la Real Sociedad Geogrca, hab

    podido embarcarse rumbo al archipilago Malayo, en el lejano Oriente, para continuaquello que haba empezado en Amrica del Sur. Bellas mariposas y coloridas aveproducan en Wallace una gran emocin.

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    9RevistaNautilusN 13 - Otoo 2008 -Centro Cutural Rector Ricardo Rojas - Secretara de Extensin - Universidad de Buenos Aires

    En febrero de 1858, estando en las ilas Molucas, redact un artculo dondpropona una explicacin sobre el camb

    de las formas vivas y el origen de nuvas especies. Supuso en ese escrito qula lucha por la existencia posibilitaba supervivencia de algunas variedades etanto otras, por sus caractersticas, svean desfavorecidas en la posibilidad dsobrevivir y tener descendientes.

    Tiempo despus envi este artculoun reconocido naturalista a quien admir

    ba y que saba estaba preocupado por origen de la diversidad de las formas vvas y su adaptacin a las condiciones dmedio. En Down House, un da como tatos otros, Charles Darwin recibi y ley carta y el artculo de Wallace.

    Cuando nalmente le escribi a Ly

    aquel 18 de junio de 1858, no pudo evitdecir: Nunca he visto una coincidencms sorprendente.

    La carta escrita por Wallace est perdda, pero no la comunicacin que la acompaaba. All, Wallace enunciaba una expcacin para el origen de las especies quera extremadamente similar a las ideaque Darwin tena anotadas en sus cudernos. La desazn del naturalista dBeagle era justicada, cmo volcar e

    un libro que deseaba publicar las nota

    surgidas de veinte aos de trabajo, sque se sospechase que eran una copde aquellas que Wallace haba expresaden el breve escrito que le remitiera?

    Charles Darwin, Charles Lyell, Joseph Hooker.

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    EN LA SOCIEDAD LINNEANA

    Era domingo. Charles Lyell y Joseph Hooker visitaron a Darwin en Down Housecon la nalidad de resolver el problema planteado por la carta de Wallace. Haban

    ideado un plan que, estaban convencidos, le haca justicia a ambos pensadores.Consista en presentar de manera conjunta, el artculo de Wallace y los escritosde Darwin de 1844, elaborados mucho antes de que Wallace realizara su primerviaje al Amazonas.

    El 1 de julio de 1858 en la Sociedad Linneana de Londres se lea el siguienteencabezado:

    Los trabajos que tenemos el honor de presentar a la Sociedad Linneana,

    ambos relacionados con el mismo tema, las leyes que afectan a la produc-

    cin de razas y especies, contienen los resultados de dos naturalistas infa-

    tigables, el seor Charles Darwin y el seor Alfred Russel Wallace.

    Estos caballeros, en forma independiente e ignorada por el uno y el otro,

    concibieron la misma teora ingeniosa acerca de la aparicin y perpetua-

    cin de las variedades y de las formas especcas en nuestro planeta

    Aquel da Wallace estaba ausente, se encontraba en el archipilago Malayoy Darwin permaneci en Down House, su hijo Charles haba muerto unos dasantes. Pero se haba dado el primer paso en dar a conocer una de las ideas msimportantes de toda la ciencia moderna: la teora de la evolucin por seleccin na-

    tural. Un ao ms tarde Darwin public su gran libro El origen de las especies.

    Dibujo del libro El archipilago malayode Alfred Russel Wallace.

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    LA NATURALEZA Y EL HOMBRE

    Wallace regres denitivamente a Inglaterra en 1862. Comenz a escribir li-bros y artculos, algunos sobre historia natural, otros relacionados con la pobre-za, los derechos de las mujeres, la vacunacin o incluso la posibilidad de queexista vida en Marte.

    A diferencia de Darwin, pens que el origen de la mente humana era sobrena-tural, una idea bastante extravagante para un hombre de ciencia y que le valienormes crticas. Pero, al mismo tiempo, no se dej seducir por la eugenesia queatrap a muchos bilogos que, con las mejores intenciones, apoyaron la peor delas ideas. La eugenesia propona que no todos los seres humanos deban tener

    hijos, sino slo aquellos que poseyeran una mayor aptitud fsica y una gran inte-ligencia. Esta teora deriv en trgicos hechos durante el Siglo XX, cuya mximaexpresin fue el genocidio concretado por el rgimen nazi.

    Wallace descrea de la ecacia de la vacuna contra la viruela y escribi contra

    su uso. Por suerte no tuvo xito en su accin, porque a travs de esa vacunaes que nalmente la viruela fue erradicada y hoy nadie debe temer a tan grave

    enfermedad.A Alfred Russel Wallace la fortuna lo acompa pocas veces. Sin embargo,

    cada vez que la suerte le fue adversa tuvo la voluntad para torcerla a su favor y

    la ayuda de quienes lo apreciaban. Se preocup por entender el mundo natural,realiz estudios y propuso ideas extraordinarias, pero tambin defendi concep-tos que el tiempo demostr eran errneos. Con la misma intensidad se interespor la suerte social de los hombres y las mujeres de su poca y de los tiempospor venir.

    Muri en 1913, poco antes de que la historia humana diera un vuelco con elinicio de la Primera Guerra Mundial.

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    Wallace y DarwinImgenes de la ciencia

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    El enigma de los nmerosresuelto?

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    EL VIAJE DEL BEAGLE

    Completar el reconocimiento de Patagonia y Tierra del Fuego, comenzadobajo la direccin del capitn King de 1826 a 1830; hacer un estudio de las costasde Chile, Per y algunas islas del Pacco y conseguir una serie de medidas cro-nomtricas por todas las partes del mundo: esta era la misin que deba comple-tar el Beagle,un buque de 10 caones que al mando del capitn Robert FitzRoyparti de Devonport, Inglaterra, la maana del 27 de diciembre de 1831.

    Entre la tripulacin y como acompaante de FitzRoy se encontraba CharlesRobert Darwin, quien poco habituado a los vaivenes del mundo marino sufrimareos casi todo el viaje. Sin embargo, era un joven apasionado por la vida alaire libre y por el estudio de la geologa, materia en la que se haba formado conel profesor Adam Sedgwick durante una expedicin que hicieran por el nortede Gales. Adems era un acionado a la lectura. Entre sus libros predilectos se

    encontraba la Narrativa Personalde Alexander von Humboldt, quien fue uno delos grandes viajeros y naturalistas que en los comienzos del siglo XIX explorarony relevaron las tierras de Amrica del Sur. El inesperado viaje en el Beagle leofreca la oportunidad de realizar sus sueos de naturalista: estara en contacto

    con los paisajes ms variados, desde los archipilagos tropicales y las selvasbrasileras, hasta los fros polares y los das tormentosos en Tierra del Fuego ypodra realizar registros y observaciones que ningn otro hombre hubiese hechohasta ese momento.

    En su periplo alrededor del mundo el Beagle visit, entre otros lugares, las Is-las de Cabo Verde, las costas de Brasil, Argentina y Chile, las Islas Galpagos,la costa australiana, y el sur de frica. Darwin tomaba detalladas anotacionessobre la vegetacin, las formas animales, la geologa y las costumbres de loslugareos de las diferentes regiones que visitaba.

    En ciertas ocasiones el itinerario de viaje del Beagle le permita realizar trave-sas de varios das por tierra, las cuales planicaba cuidadosamente con la ayuda

    de los habitantes propios del lugar. As fue como en sucesivas expediciones reco-rri a caballo parte de la Patagonia argentina, desde Carmen de Patagones hastaBuenos Aires y la regin correspondiente a las provincias de Entre Ros y SantaFe, retornando a Buenos Aires a travs de Montevideo, en el Uruguay.

    El Origen De Las Especies

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    Tambin tuvo la ocasin de atravesar la Cordillera de los Andes, la vez que elBeagle ancl en el puerto de Valparaso en Chile.

    En algunas de sus cabalgatas y recorridos de a pie hall restos fsiles de ani-males que haban habitado estas regiones en tiempos pasados. Fue, adems,en esos recorridos que Darwin se detuvo a considerar con particular atencin aun habitante de estas tierras: la vida del gaucho cautiv especialmente su inte-

    rs, quizs recordndole aquella independencia que experimentaba en tardes alaire libre en las que sola pescar o cazar. En su Diario de Viaje lo describi deesta manera:

    En la vida independiente del gaucho hay una ntima satisfaccin en el

    hecho de apearse en cualquier momento y decir: aqu voy a pasar la no-

    che . El silencio fnebre de la llanura, los perros haciendo de centinelas, y

    el gigantesco grupo de los gauchos en torno del fuego, han dejado en mi

    nimo una pintura indeleble de esta primera noche, que nunca olvidar.

    Pero no menos profunda fue la impresin de los yaganes en el intenso paisajede Tierra del Fuego:

    la sensacin de sublimidad que excitaron en m los grandes desiertos

    de Patagonia y las montaas cubiertas de bosques de la Tierra del Fuego

    me han dejado una huella imborrable. La visin de un salvaje desnudo en

    su propio terreno es un acontecimiento que nunca se olvida.

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    En su recorrido por la Cordillera de los Andes, la presencia de fsiles de conchasmarinas en los picos andinos lo llev a pensar que esas mismas tierras alguna vezestuvieron sumergidas formando parte del fondo marino. Impresionado por estehecho escribi:

    Cada da se arraiga ms en el nimo del gelogo la conviccin de que

    nada, ni el mismo viento que sopla, es tan inestable como el nivel de la cor-

    teza terrestre.

    Durante el viaje, Darwin disfrut de la lectura del primer volumen de los Princi-pios de geologa,de Charles Lyell. En aquel libro se defenda la idea de una Tierratan antigua que era imposible determinar el tiempo de su existencia. Por el contra-rio muchos naturalistas de la poca pensaban que la Tierra tena miles o a lo sumounos cuantos millones de aos de antigedad.

    En las Islas Galpagos, los lugareos le llamaron la atencin sobre la posibili-dad de discernir entre especies de tortugas de una y otra isla respectivamente. Lomismo ocurra con varias especies de aves, como por ejemplo los pinzones, cuyospicos diferan en forma y tamao, y cada especie habitaba islas diferentes.

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    De todas sus observaciones tomaba detalladas anotaciones, y gran parte deltiempo en alta mar se dedicaba a clasicar y describir con mucho cuidado el ma-terial recolectado. Desde los puertos que visitaba enviaba, cuando le era posible,

    sus colecciones a Henslow y mantena asidua correspondencia con su familia yamigos.Al llegar a Inglaterra, su labor ya le haba otorgado fama y renombre, todos

    estaban ansiosos de escuchar su relato. Pero el trabajo estaba a medio hacer.Quedaba mucho por recolectar, clasicar y relacionar

    En suAutobiografaCharles Darwin recordaba:

    El viaje del Beagle ha sido con diferencia el suceso ms importante de mi

    vida y ha determinado toda mi carrera. An as dependi de una ci rcuns-

    tancia tan insignicante como la oferta de mi to para llevarme en coche

    las treinta millas que me separaban de Sherwsbury, algo que pocos toshabran hecho, y de una bagatela tal como la forma de mi nariz.

    Macho y hembra de una especie de tritn. Macho y hembra de una especie de camalen.

    Dibujos que ilustran la primera edicin de El origen del hombre y la seleccin en relacin al sexode Charles Darwin

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    EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

    La habitacin estaba llena, ms de setecientas personas se apiaban en lamayor sala del museo zoolgico de Oxford. Era sbado, ms precisamente el 30

    de junio de 1860, y la Asociacin Britnica para el Avance de la Ciencia habaorganizado un debate alrededor del libro de Charles Darwin, El origen de lasespecies.Tan slo unos meses atrs, en noviembre de 1859, haban salido ala venta mil doscientos cincuenta ejemplares de la primera edicin. El alborotoproducido por aquel libro se deba a la idea de cambio de las formas vivas y queadems insinuaba que los hombres estaran emparentados con formas animalescomo el chimpanc.

    Por qu Darwin haba escrito aquel libro? Tena alguna relacin con el viajeque haba realizado ms de veinte aos atrs en el Beagle?

    El Beagle en Tierra del Fuego, segn Conrad Martens.

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    Recordemos que poco despus de haber arribado a Inglaterra, en octubre de1836, Darwin se traslad a Cambridge para visitar al profesor Henslow, quienguardaba las colecciones del material que el propio Darwin haba recolectado

    durante su viaje. Aquellas colecciones eran por dems interesantes, en particu-lar la de los mamferos de Amrica del Sur. Entre los tipos fsiles de aquellosmamferos se encontraba, entre otros, el imponente megaterio. Haba ademsun esqueleto casi completo de scelidoterio, animal grande como un rinoceronte,pero de la familia de los perezosos. Formaban parte de la misma coleccin lamacrauchenia, un animal enorme con un largo cuello de camello y una gran se-mejanza con el guanaco y el toxodonte, similar al carpincho. A Darwin le llamla atencin la semejanza de cada una de estas especies extintas con mamferosmodernos que viven en la actualidad. Haba observado la misma relacin entre

    los marsupiales fsiles y los que actualmente habitan Australia. Se refera a ellode esta forma:

    Esta admirable relacin entre las especies vivas y muertas en un mismo

    continente debe arrojar luz sobre el aspecto exterior de las formas orgni-

    cas en nuestro planeta.

    El Beagle en los canales fueguinos, acuarela de Conrad Martens, el dibujante que

    acompa a Charles Darwin durante parte del viaje.

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    20RevistaNautilusN 13 - Otoo 2008 -Centro Cutural Rector Ricardo Rojas - Secretara de Extensin - Universidad de Buenos Aire

    Toxodonte, (Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, Ciudad de Buenos Aires).

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    Aquella similitud entre las especies vivas y las extintas poda explicarse si te-nan algn parentesco. Las especies no parecan ser creaciones aisladas, sinoque era posible especular que unas derivaban de otras.

    Pensemos por un momento en las variedades de perros que el hombre ha ge-nerado, o en las del ganado vacuno, donde hay tipos que producen buena lechey otros que son buenos productores de carne. A lo largo del tiempo, diferentespueblos y grupos humanos seleccionaron unas pocas caractersticas en los ani-males y plantas que les eran de utilidad y favorecan la reproduccin de aquellosindividuos que mejor manifestaban la caracterstica elegida. Las variedades de

    animales y plantas domsticas fueron tradicionalmente creadas de esta forma.Este hecho no pas desapercibido para Darwin, quien era un reconocido criadorde palomas. Si en poco tiempo los hombres pueden generar nuevas variedadesde animales y plantas, por qu no iba a ocurrir algo similar, pero de mucha mayormagnitud, en la naturaleza.

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    22RevistaNautilusN 13 - Otoo 2008 -Centro Cutural Rector Ricardo Rojas - Secretara de Extensin - Universidad de Buenos Aire

    Darwin trabaj en la idea de evolucin desde el ao 1837. Registr sus ideas en sucuadernos personales y comenz la redaccin de un libro que sin embargo no lograbconcluir para su publicacin. Pero en el ao 1858 recibi una carta de Alfred Russel Wllace, un naturalista ingls que en aquel momento se encontraba en un punto lejano dAsia. Aquella carta estaba acompaada por un articulo en el cual Wallace describa laideas sobre el cambio de las especies en forma muy similar a como lo propona Darwin esus notas. Esto alarm a Darwin y lo anim a concluir su obra El origen de las especie

    Muchos vieron, en ese libro, una amenaza a sus creencias religiosas y comenzaron lodebates, como el de aqul sbado 30 de junio en el que el obispo Sam Wilberforce, assorado por el gran zologo Richard Owen, se propuso demostrar lo erradas que debaestar las ideas de Mister Darwin, defendidas aquel da por Thomas Henry Huxley.

    El obispo Samuel Wilberforce (1805 1873).

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    Thomas Henry Huxley (1825 1895) y Richard Owen (18041892)

    segn caricaturas de la revista Vanity Fair.

    Charles Darwin

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    UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

    Rector

    Rubn Hall

    Secretara de Extensin Universitaria y Bienestar Estudiantil

    Oscar Garca

    Centro Cultural Ricardo Rojas

    Coordinacin general de cultura:Cecilia Constanza VzquezPublicaciones:Andrea Cochetti

    ProyectoNautilus

    Coordinadores:Eduardo Wolovelsky, Pablo Bolaos

    Colaboradores:Mara Antonia Kal, Gustavo Lema

    RevistaNAUTILUS

    Direccin:Eduardo Wolovelsky

    Textos:Eduardo Wolovelsky

    Colaboracin:Mara Guillermina Bilbao

    Consejo Consultivo:Gabriel Bilmes, Alejandro Cerletti, Andrea Costa,

    Graciela Domenech, Diego Hurtado de Mendoza, Alicia MassariniIlustraciones y concepto grfco:Pablo Bolaos

    Correccin de estilo:Natalia Calzn Flores

    www.proyectonautilus.com.ar

    [email protected]

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    IMGENES DE LA CIENCIAEl enigma de los nmeros resuelto?

    Desde la ms temprana historia, pueblos y civilizaciones encontraron en las estrellasformas y representaciones que crearon en el cielo constelaciones de bellos dibujos. Sinembargo no todas las culturas vieron en las mismas estrellas los mismos motivos. En elnorte algunos percibieron, en un conjunto particular de astros, la cola de una gran osa, perootros vislumbraron all la forma de un carro o un gran cucharn. En el sur un grupo particu-lar de estrellas fue identicado como Crux o La Cruz del Sur, pero tambin fue visto porpueblos de Amrica como la cabeza del Suri que en quechua quiere decir and o comola huella del Choique, nombre en mapuche para la misma ave.

    Los hombres que intentan conocer la naturaleza suponen que en el Universo hay un cier-to orden, pero tambin saben que muchos fenmenos se deben a simples casualidades

    Cmo estar seguros de que aquello que nos parece preciso y ordenado no es slo unailusin? Por el contrario cmo decidir que la sorpresa de lo inesperado nos asombra sloporque no hemos comprendido lo suciente sobre la naturaleza? Hay un ordenamientoparticular en las estrellas? Cul es la forma correcta de verlo?

    Los nmeros que acompaan a cada una de las guras del centro del Nautilus siguenalgn orden o simplemente fueron colocados all como producto de un sorteo? Una primeraaproximacin parece mostrar una cierta intencin en la numeracin: hay trece guras en elcentro de la revista Nautilus que lleva casualmente el nmero trece. Pero esto no contestaotra importante pregunta qu signican cada uno de los nmeros en particular? Una prim-era idea nos lleva a relacionar los nmeros con las pginas en las que se encuentran losdibujos con los cuales estos nmeros estn asociados. Siete imgenes cumplen con estacondicin, pero las otras seis, no Es suciente esta leve mayora para pensar que hay un

    ordenamiento entre los nmeros en los dibujos y las fotos y las pginas a las que pertene-cen? deberamos atribuirlo slo a la casualidad?Podra ocurrir tambin que la tripulacin del Nautilus hubiese decidido que el joven Wal-

    lace como personaje relevante de nuestras historias mereciese el nmero uno y que losotros nmeros hayan sido el producto de tirar cada vez cuatro dados, con los cuales sepuede obtener como mximo el nmero veinticuatro que coincide con el tamao, en pgi-nas, de nuestra nave Nautilus. Sin embargo, por los nmeros obtenidos, es poco probableque el resultado se deba a cuatro dados arrojados simultneamente cada vez. Orden oazar? Es difcil decidir y por lo tanto el juego de encontrar un posible patrn o de descartarlocontina.

    A comienzos del siglo XX, el astrnomo Percival Lowell vio una cierta organizacin sobrela supercie de Marte y supuso que eran canales trazados por seres inteligentes. Esta ob-servacin no pudo ser conrmada. Lowell vio un cierto orden donde no lo haba.

    En 1928, donde muchos notaron un hecho azaroso, Alexander Fleming detect unacierta regularidad que lo llev a descubrir la penicilina, que es uno de los grandes logros dela medicina moderna en el intento por curar las enfermedades que padecemos.

    Orden o azar? Una de las grandes cuestiones de la investigacin cientca sobre la cualcomenzamos a pensar gracias a los extraos nmeros de las imgenes en este Nautilus.