revista literaria la pajarería de javier y calíope y la nueva lef a de javier septiembre 2013 nª...
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poesía, cine EN ESTE NÚMERO COLABORAN: MARÍA GRACIANI, VACHEL LINDSAY, FRANCISCO JAVIER GARCÍA GARCÍA TOLEDO "poesía incompleta" ledoria 2013, W.C. WILLIAMS, GARY SNIDER, WALT WHITMAN, EZRA POUND , ENZO MINARELLI, ALICIA GARCÍA NUÑEZ. Paul itfish, CÉSAr http://fjgarciapoeta2.blogspot.comTRANSCRIPT
Revista literaria la Pajarería de Javier y Calíope Y LA NUEVA LEF-A DE JAVIER nº 13 SEPTIEMBRE 2013 año 2
WALT WITHMANNueva York, 31 de
mayo de 1819 – Camden, Nueva Jersey,
26 de marzo de 1892
MARIA GRACIANI HACE UN HOMENAJE
A SU ABUELO Y A SU SABER CON SU
PARTICULAR ESTILO Y FORMA DE VER
PALABRAS COMO EN SU ANTERIOR
MOTIBULARIO, FRASES INTERESANTES
DE OTROS AUTORES Y AHORA QUE
ACABAN DE TERMINAR LOS
MUNDIALES DE NATACIÓN DECIR QUE
CONOCE A DAVID MECA.
CINE: CANNIVAL FEROZ, FANDO Y LIS DE JODOROWSKI
1967/68PISTOLEROS DE AGUA DULCE (MÁS CONOCIDA COMO
NEGOCIOS DE MONOS) HERMANOS MARX, THE DOORS CON MEG RYAN Y VAL KILMER
QUE HACE DE CANTANTE -POETA
Bestia asesina RUGERO DEODATO
EL INCREIBLE HOMBRE MENGUANTE
“Irreversible” monica bellucci
Poesía incompleta francisco javier garcía garcía ledoria 2013 toledo Pedidos [email protected] IV
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Poemas de William Carlos Williams
RETRATO DE
UNA DAMA.
Tus muslos son
LA
CARRETILLA
ROJA
manzanos
cuyas flores tocan
el cielo.
¿ Qué cielo ? El
cielo
donde Watteau
colgó el escarpín
de una dama. Tus
rodillas
son una brisa del
Sud, o
una ráfaga de
nieve. ¡ Ajá ! ¿ qué
clase de hombre
era Fragonard ?
cuánto depende
de una
carretilla
roja
bruñida por el
agua
de la lluvia
junto a los
blancos
polluelos.
LA ACACIA EN
FLOR.
Entre
...como si eso
respondiera
algo. Ah, sí :
debajo
de las rodillas,
puesto que de este
modo
iniciamos la
canción, es
uno de esos blancos
días de verano,
la alta hierba de
tus tobillos
ondula sobre la
playa.
la verde
rígida
vieja
brillante
quebrada
rama
llega
el blanco
suave
mayo
nuevamente
¿ Qué playa ?
la arena se pega a
mis labios
¿ Qué playa ?
¡ Ajá !, pétalos
quizás. ¿ Cómo
podría saberlo ?
¿ Qué playa ? ¿
Qué playa ?
Dije pétalos de un
manzano.
LAMENTO
Me llaman y voy.
LA CALLE
SOLITARIA.
Es un camino
helado
después de
medianoche, una
nevisca
atrapada
en los tiesos
carriles.
Se abre la puerta.
Sonrío, entro y
me sacudo el frío.
Hay una mujer
corpulenta
de costado en la
cama.
La escuela ha
terminado. Hace
excesivo
calor para
vagabundear.
Erran
en claros vestidos
por las calles
para matar el
tiempo.
Han crecido.
Llevan
llamas rosadas en
la mano derecha.
De blanco de la
Está enferma,
acaso vomitando,
acaso esforzándose
para dar a luz
su décimo hijo.
¡Alegría ! ¡ Alegría
!
¡ La noche es un
cuarto
oscurecido para
amantes,
a través de las
persianas el sol
ha enviado una
aguja dorada !
cabeza a los pies,
con oblicuas,
perezosas
mioradas;
en amarillas,
sueltas telas,
cinturones y
medias negras;
acariciando sus
ávidas bocas
con palillos
envueltos en
azúcar rosada
_ cada una lo
sostiene en la
le aparto el pelo de
los ojos
y contemplo su
dolor
compadeciéndome.
mano como un
clavel _
suben por la calle
solitaria.
CONSAGRACIÓN
DE UN PEDAZO
DE TIERRA.
Este pedazo de
tierra
frente a las aguas
de esta ensenada
consagra la
viviente presencia
PARA
DESPERTAR A
UNA ANCIANA.
La vejez :
vuelo de pájaros
que pían
al rozar
pelados árboles
sobre la nieve
de Emily
Dickinson
Wellcome
que nació en
Inglaterra, se casó,
perdió a su marido
y con su hijo
de cinco años se
embarcó
en un barco de dos
mástiles, rumbo
a Nueva York, fue
aventada hasta las
Azores,
encalló en los
tersa.
Los sacude
de aquí para allá
un viento
oscuro__
¿ Y qué ?
Sobre varas
ásperas
se posa la
bandada,
la nieve
se cubre de
cáscaras
de semillas,
un estridente
bancos de la Isla
del Fuego,
en una casa de
huéspedes de
Brooklin
encontró a su
segundo marido,
se fue con él a
Puerto Rico,
parió otros tres
hijos, perdió
a su segundo
marido, vivió
trabajosamente
ocho años
gorjeo de
hartazgo
serena el viento.
Que la serpiente
espere
" Que la serpiente
espere bajo
su yerbal
y la escritura
sea de palabras
lentas y rápidas,
pronta
a morder,
tranquilas en la
en Santo Tomás y
en Santo Domingo,
siguió
a su hijo mayor a
Nueva York,
perdió
a su hija, a su
"nene",
recogió a los chicos
del hijo mayor
de su segundo
matrimonio, los
crió
__ quedaron
huérfanos__ peleó
espera,
insomnes,
- por la máscara
reconciliar
a la gente con las
piedras.
Compón. (No hay
ideas
sino en las cosas).
¡Inventa!
Saxífraga es mi
flor que parte
las rocas... "
Una mujer negra
por ellos con la
otra abuela
y las tías, los trajo
aquí
verano tras verano
y aquí se defendió
contra pícaros,
tormentas, sol,
fuego,
contra las moscas,
contra
las muchachas que
venían a husmear,
contra la sequía, la
cizaña, las
llevando un ramo
de clavelones
envueltos
en un viejo
periódico:
los lleva rectos,
con la cabeza
descubierta,
el volumen
de sus muslos
haciéndola
balancearse
conforme avanza
mirando
la vitrina de una
marejadas,
los vecinos, las
comadrejas
ladronas
de gallinas, contra
la flaqueza de sus
propias manos
y la fuerza
creciente
de los muchachos,
contra el viento,
las piedras, los
intrusos, las
grietas,
contra su propia
tienda
que queda en su
camino.
Qué es ella
sino una
embajadora
de otro mundo
un mundo de
lindos clavelones
de dos tonos
que ella anuncia
sin saber lo que
hace
más
que caminar por
alma.
Desenyerbó esta
tierra con sus
manos,
tiranizó desde esta
parcela, puso
como trapo al hijo
mayor
hasta que no la
compró, aquí
vivió quince años,
aquí
alcanzó la soledad
final y __
Si no puedes traer
las calles
sosteniendo las
flores rectas
como una
antorcha
tan temprano en
la mañana.
nada sino
tu osamenta:
quédate afuera.
GARY SNYDER
Que buen aspecto tenían aquellos yankys...Eran vagabundos de un dharma sin patria, soñaban despiertos y vivían bajo los efectos de los grumos prohibidos. Una América un tanto a medias, donde los negros eran el otro continente, un continente sonoro, golpeado, solapado...pero imposible absolutamente seguir viviendo sin descubrir el
germinativo ritmo que jamas el hombre blanco había imaginado. De pronto los muchachos del Oeste armado, descubrieron que tenían culo, y que menearlo era mucho mas que sentarse en un tren que atravesaba América genocida, sin herencia, orgullosa y estúpidamente juvenil. Todos estos amigos nuestros, la generación beat, se fueron a vivir a las calles negras donde el jazz zurraba la badana a los bien pensantes, puritanos, cuáqueros-protestantes. LO QUE DEBES SABER PARA SER UN POETA
todo lo que puedas sobre los animales como personas. los nombres de árboles y flores y malas hierbas. nombres de estrellas, y los movimientos de los planetas y la luna. tus seis sentidos, con una mente alerta y elegante. por lo menos una clase de magia tradicional: adivinación , astrología, el libro de los cambios, el tarot; sueños
los demonios ilusorios y los resplandecientes dioses ilusorios; besar el culo del diablo y comer mierda; joder con su verga peluda y rijosa joder con la bruja, y con los a´ángeles celestiales y las doncellas perfumadas y doradas-- y luego amar lo humano: esposas y amigos. juegos infantiles, historietas, goma de mascar,
y lo extraño de la televisión y los anuncios. trabajar, largas horas áridas de trabajo insípido y aceptado y vivido y amado finalmente. Agotamiento,
hambre, descanso. la libertad loca de la danza, éxtasis el peligro real. la apuesta . el borde de la muerte.
Qué decir, todavía Leyendo las páginas de prueba tipográfica de los Poemas completos de Laughlin con miras a escribir un comentario, qué afectuosamente habla J. de Pound, recuerdo un momento cuando…– A los veintitrés me sentaba en una cabina de vigía con un viento gris azotando en el extremo norte de las Cascadas del norte, por encima de rocas y hielo, preguntándome si debería ir a visitar a Pound a Santa Elizabeth. Y estudié chino en Berkeley, fui a Japón, en cambio.
J. expresa su amor por las mujeres, su amor por el amor, su dedicación , su haber causado el dolor, allí mismo. Tengo 63 años ahora, y voy de camino a recoger a mi hijastra de diez años y conducir el automóvil; acabo de terminar una carta de cinco páginas para los supervisores del condado con relación a un supervisor anterior, ahora perteneciente a un grupo de presión política pagado, que ha tergiversado los hechos, a quien le pagan por sus mentiras. ¿Tengo que tratar con este canalla? Sí. El manuscrito de James Laughlin está en mi escritorio. Anoche a altas horas leyendo sus poemas nítidos-
y el volumen de Burt Watson de las traducciones de Su Shih, próximo en la cola para un comentario en la solapa. Calor de septiembre. El Instituto Watershed se reúne, para organizar más trabajo con B.L.M. Y tenemos visitantes de China, ingenieros forestales, que quieren ver cómo nosotros los palurdos, seguimos con nuestro plan. Los editoriales del periódico están en contra nuestra, un botánico está examinando las plantas raras de los pantanos. Pienso en cómo J. escribe historias de sus amantes en sus poemas– pone mucho, me llega al alma, ¿Tan imprudentemente atrevido –tonto–?
para escribir tanto de sus amantes cuando llevas casado tanto tiempo. Después pienso, ¿qué sé yo? Sobre qué decir o no decir, qué contar, o no, a quién, o cuándo, todavía.
Poemas de Walt WhitmanDe "Canto a mí mismo": 1819-98
1. Me celebro y me canto a mí mismo. Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, porque lo que yo tengo lo tienes tú y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
Vago... e invito a vagar a mi alma. Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra para ver cómo crece la hierba del
estío. Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí, de esta tierra y de estos vientos. Me engendraron padres que nacieron aquí, de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí, de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.
Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta. Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy y no terminaré mi canto hasta que muera. Que se callen ahora las escuelas y los credos. Atrás. A su sitio. Sé cuál es su misión y no la olvidaré; que nadie la olvide. Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción, y abro de para en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.
5. Creo en ti, alma mía, el otro que soy no debe humillarse ante ti, ni tu debes ser humillada ante el otro.
Retoza conmigo sobre la hierba, quita el freno de tu garganta, no quiero palabras, ni música, ni rimas, no quiero costumbres ni discursos, ni aún los mejores, sólo quiero la calma, el arrullo de tu velada voz.
Recuerdo cómo yacimos juntos cierta diáfana mañana de verano, cómo apoyaste tu cabeza en mi cadera
y suavemente te volviste hacia mí, y apartaste la camisa de mi pecho, y hundiste la lengua hasta mi corazón desnudo, y te extendiste hasta tocar mi barba, y te extendiste hasta abrazar mis pies.
Prontamente crecieron y me rodearon la paz y el saber que rebasan todas las disputas de la Tierra, y sé que la mano de dios es mi prometida, y sé que el espíritu de Dios es mi propio hermano, y que todos los hombres que alguna vez vivieron son también mis hermanos, y las mujeres mis hermanas y amantes, y que el amor es la sobrequilla de la creación, y que son incontables las hojas rígidas
o lánguidas en los campos, y las hormigas pardas en los pequeños surcos, y las costras de musgo en el cerco sinuoso, las piedras apiladas, el saúco, la hierba carmín y la candelaria.
14. Estoy enamorado de cuánto crece al aire libre, de los hombres que viven entre el ganado, o de los que paladean el bosque o el océano, de los constructores de barcos y de los timoneles, de los hacheros y de los jinetes, podría comer y dormir con ellos semana tras semana.
Lo más común, vulgar, próximo y simple, eso soy Yo,
Yo, buscando mi oportunidad, brindándome para recibir amplia recompensa, engalanándome para entregar mi ser al primero que haya de tomarlo, sin pedir al cielo que descienda cuando yo lo deseo, esparciéndolo libremente para siempre.
17. Estos son en verdad los pensamientos de todos los hombres en todas las épocas y naciones, no son originales míos, si no son tuyos tanto como míos, nada o casi nada son, si no son el enigma y la solución del enigma, nada son.
Esta es la hierba que crece dondequiera que haya tierra y agua,
este es el aire común que baña el globo.
18. Con estrépitos de músicas vengo, con cornetas y tambores. Mis marchas no suenan solo para los victoriosos, sino para los derrotados y los muertos también. Todos dicen: es glorioso ganar una batalla. Pues yo digo que es tan glorioso perderla. ¡Las batallas se pierden con el mismo espíritu que se ganan! ¡Hurra por los muertos! Dejadme soplar en las trompas, recio y alegre, por ellos. ¡Hurra por los que cayeron, por los barcos que se hundieron el la mar, y por los que perecieron ahogados! ¡Hurra por los generales que perdieron el combate y por todos los
héroes vencidos! Los infinitos héroes desconocidos valen tanto como los héroes mas grandes de la Historia.
20. ¿Quién va allí? Grosero, hambriento, místico, desnudo... ¡quién es aquél? ¿No es extraño que yo saque mis fuerzas de la carne del buey? Pero ¿qué es el hombre en realidad? ¿Qué soy yo? ¿Qué eres tú?
Cuanto yo señale como mío, Debes tú señalarlo como tuyo, Porque si no pierdes el tiempo escuchando mis palabras. Cuando el tiempo pasa vacío y la tierra no es mas que cieno y podredumbre, no me puedo para a llorar. Los gemidos y las plegarias
adobadas con polvo para los inválidos; y la conformidad para los parientes lejanos. Yo no me someto. Dentro y fuera de mi casa me pongo el sombrero como de da la gana.
¿Por qué he de rezar? ¿Por qué he de inclinarme y suplicar?
Después de escudriñar en los estratos, después de consultar a los sabios, de analizar y precisar y de calcular atentamente, he visto que lo mejor de mi ser está agarrado de mis huesos.
Soy fuerte y sano. Por mi fluyen sin cesar todas las cosas del universo. Todo se ha escrito para mi.
y yo tengo que descifrar el significado oculto de las escrituras.
Soy inmortal. Sé que la órbita que escribo no puede medirse con el compás de un carpintero, y que no desapareceré como el círculo de fuego que traza un niño en la noche con un carbón encendido. Soy sagrado. Y no torturo mi espíritu ni para defenderme ni para que me comprendan. Las leyes elementales no piden perdón. (Y, después de todo, no soy mas orgulloso que los cimientos desde los cuales se levanta mi casa.)
Así como soy existo. ¡Miradme! Esto es bastante.
Si nadie me ve, no me importa, y si todos me ven, no me importa tampoco. Un mundo me ve, el mas grande de todos los mundos: Yo. Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de siglos, esperaré... esperaré alegremente también. Mi pie está empotrado y enraizado sobre granito y me río de lo que tu llamas disolución por que conozco la amplitud del tiempo.
24. Walt Whitman, un cosmos, el hijo de Manhattan, turbulento, carnal, sensual, comiendo, bebiendo y procreando,
no es un sentimental, no mira desde arriba a los hombres y mujeres ni se aparta de ellos, no es más púdico que impúdico
¡Quitad los cerrojos de las puertas! ¡Quitad las puertas mismas de sus quicios! Quien degrada a otro me degrada a mí, y todo lo que hace o dice vuelve a la postre a mí.
La inspiración mana y mana de mí, me recorren la corriente y el índice. Pronuncio la contraseña primordial, doy la señal de la democracia, nada aceptaré, ¡lo juro!, si los demás no pueden tener su equivalente en iguales condiciones.
Voces desde hace largo tiempo enmudecidas me recorren, voces de interminables generaciones de cautivos y de esclavos,
voces de enfermos y desahuciados, de ladrones y de enanos, voces de ciclos de gestación y de crecimiento, y de los hilos que conectan las estrellas, y de los úteros y de la savia paterna, y de los derechos de los pisoteados, de los deformes, vulgares, simples, tontos, desdeñados, niebla en el aire, escarabajos que empujan bolitas de estiércol.
Voces prohibidas me recorren, voces de sexo y lujuria, veladas voces cuyo velo aparto, voces indecentes por mí purificadas y transfiguradas.
No me tapo la boca con la mano, trato con igual delicadeza a los intestinos que a la cabeza y el corazón,
la cópula no es para mí más grosera que la muerte.
Creo en la carne y en los apetitos, y cada parte, cada pizca de mí es un milagro. Divino soy por dentro y por fuera, y santifico todo lo que toco o me toca, el aroma de estas axilas es más hermoso que una plegaria, esta cabeza más que los templos, las biblias y todos los credos.
32. Creo que podría volverme a vivir con los animales. ¡Son tan plácidos y tan sufridos! Me quedo mirándolos días y días sin cansarme. No preguntan, ni se quejan de su condición; no andan despiertos por la noche, ni lloran por sus pecados. Y no me molestan discutiendo sus deberes para con Dios...
No hay ninguno descontento, ni ganado por la locura de poseer las cosas. Ninguno se arrodilla ante los otros, ni ante los muertos de su clase que vivieron miles de siglos antes que él. En toda la tierra no hay uno solo que sea desdichado o venerable.
Me muestran el parentesco que tiene conmigo, parentesco que acepto. Me traen pruebas de mi mismo, pruebas que poseen y me revelan. ¿En dónde las hallaron? ¿Pasé por su camino hace ya tiempo y las dejé caer sin darme cuenta?
Camino hacia delante, hoy como ayer y siempre, siempre mas rico y mas veloz, infinito, lleno de todos y lo mismo que todos,
sin preocuparme demasiado por los portadores de mis recuerdos, eligiendo aquí solo a aquel que más amo y marchando con {el en un abrazo fraterno.
Este es un caballo ¡Miradlo! Soberbio, tierno, sensible a mis caricias, de frente altiva y abierta, de ancas satinadas, de cola prolija que flagela el polvo, de ojos vivaces y brillantes, de orejas finas, de movimientos flexibles... Cuando lo aprisionan mis talones, su nariz se dilata, y sus músculos perfectos tiemblan alegres cuando corremos en la pista... pero yo solo puedo estar contigo un instante.
Te abandono, maravilloso corcel. ¿Para qué quiero tu paso ligero si yo galopo mas de prisa? De pie o sentado, corro más que tú.
34. Para mí, una brizna de hierba no vale menos que la tarea diurna de las estrellas, e igualmente perfecta es la hormiga, y así un grano de arena y el huevo del reyezuelo, y la rana arbórea es una obra maestra, digna de egregias personas, y la mora pudiera adornar los aposentos del cielo, y en mi mano la articulación más menuda hace burla de todas las máquinas, y la vaca, rumiando con inclinado testuz, es más bella que cualquier escultura; y un ratón es milagro capaz de
asombrar a millones de infieles.
45. Mira tan lejos como puedas, hay espacio ilimitado allá, cuenta tantas horas como puedas, hay tiempo ilimitado antes y después.
Mi cita ya ha sido concertada y es segura,
allí estará el Señor, esperando que yo llegue en perfectas condiciones
allí estará el gran Camarada, el amante verdadero que he anhelado.
48. Dije que el alma no es superior al cuerpo, y dije que el cuerpo no es superior al alma, y nada, ni Dios siquiera, es más
grande para uno que lo uno mismo es, y quien camina una cuadra sin amar al prójimo camina amortajado hacia su propio funeral, y yo o tú podemos comprar la flor y nata de la Tierra sin un céntimo, sin un céntimo en el bolsillo, y mirar con un sólo ojo o mostrar un grano en su vaina, desconcierta las enseñanzas de todos los tiempos, y no hay oficio ni empleo en el que un joven no pueda convertirse en héroe, y el objeto más delicado puede servir de eje al universo, y digo a cualquier hombre o mujer: que tu alma se alce tranquila y
serena ante un millón de universos.
Otros poemas:
¡Adiós, fantasía mía! ¡Adiós, Fantasía mía! ¡Adiós, querida compañera, amor mío! Me voy, no sé adónde ni hacia qué azares, ni sé si te volveré a ver jamás. ¡Adiós, pues, Fantasía mía! Déjame mirar atrás por última vez. Siento en mí el leve y menguante tic tac del reloj. Muerte, noche, y pronto se detendrá el latir de mi corazón. Durante mucho tiempo hemos vivido, gozado, y acariciado juntos,
en deliquio. Ahora hemos de separarnos. ¡Adiós, Fantasía mía! Pero no nos apresuremos. Largo tiempo, ciertamente, hemos vivido, dormido, nos hemos mezclado el uno con el otro. Si morimos, pues, moriremos juntos (sí, continuaremos siendo uno), si vamos a algún sitio, iremos juntos a afrontar lo que ocurra: quizás seremos más libres y alegres, y aprenderemos algo, quizás me estés ya guiando hacia las verdaderas canciones, (¿quién lo sabe?), quizás eres tú el mortal pomo de la
puerta que deshace, gira... Finalmente, pues, te digo: ADIÓS! ¡SALUD, FANTASÍA MÍA!
Cíñete a mí
Cíñete a mí, noche del seno desnudo; cíñete a mí, noche ardiente y nutricia! Noche de vientos del Sur, noche de grandes y pocos luceros, tú, que en la paz cabeceas, loca, desnuda noche de estío. Voluptuosa sonríe, ¡oh, tierra de fresco aliento ! Tierra de árboles adormilados y líquidos, tierra ya sin luz del ocaso, tierra de montes con cumbre de niebla, tierra donde derrama cristales el
plenilunio azulado, tierra con manchas de luz y de sombra en las aguas del río, tierra de límpido gris y de nubes que para mí son más vivas y claras, tierra de abrazo anchuroso, tierra ataviada con flor de manzano sonríe ya, que tu amante se acerca.
Cuando escuché al docto astrónomo...
Cuando escuché al docto astrónomo, cuando me presentaron en columnas las pruebas y guarismos, cuando me mostraron las tablas y diagramas para medir, sumar y dividir, cuando escuché al astrónomo discurrir con gran aplauso de la sala, qué pronto me sentí
inexplicablemente hastiado, hasta que me escabullí de mi asiento y me fui a caminar solo, en el húmedo y místico aire nocturno, mirando de rato en rato, en silencio perfecto a las estrellas.
El halcón moteado cala sobre mí...
El halcón moteado cala sobre mí, y me acusa lamentándose por mi charla y mi pereza. Yo también soy indomable, yo también soy intraducible. Sobre los techos del mundo, resuena mi bárbaro graznido. El último celaje del día, se detiene a esperar por mí,
lanzo mi figura, tras las otras, reposando verdaderamente en cualquier sombra silvestre. Me insta engatusándome hacia la bruma, y hacia la oscuridad. Me alejo como el aire, sacudo mi bucle blanco en el sol fugitivo. Vierto mi carne en remolinos, y la dejo arrastrar por la mueca del encaje. Me entrego, a mí mismo, al barro, para brotar en la hierba que amo. Si me necesitas, búscame en la suela de tus botas. Apenas sabrás quien soy, y lo que quiero decir. No obstante soy tu buena salud,
y filtraré con filamentos tu sangre. No desfallezcas si no me encuentras pronto. Si no estoy en un lugar, búscame en otro. En algún lugar te estaré esperando.
Una escena de campamento, al alba gris y sombría... Una escena de campamento, al alba gris y sombría... Al salir de mi tienda, temprano y desvelado, paseando lentamente, en el aire frío, por el sendero junto a la tienda-hospital, veo tres figuras acostadas en una camilla, tres figuras
yaciendo abandonadas allí, cubiertas con una manta, con una amplia manta de lana oscura, una manta gris y pesada que lo envuelve y cubre todo. Curioso, me detengo en silencio. Luego, con mis dedos levanto ligeramente a la altura del rostro la manta del primero, el más próximo. ¡Quién eres, anciano flaco y horrendo de pelo gris y ojos hundidos en las cuencas? ¡Quién eres, amado camarada? Después avanzo hacia el segundo... ¿Quién eres tú, pequeño hijo mío? ¿Quién eres tú, dulce niño de mejillas aún en flor? Y después, el tercero... No es un rostro de niño ni de anciano:
es un rostro muy sereno, como de marfil blanco amarillento. Creo que te conozco, joven. Creo que este rostro es el rostro de Cristo, muerto y divino, hermano de todos, que yace aquí de nuevo.
Oh capitán, mi capitán
Oh Capitán, mi Capitán: nuestro azaroso viaje ha terminado. Al fin venció la nave y el premio fue ganado. Ya el puerto se halla próximo, ya se oye la campana y ver se puede el pueblo que entre vítores, con la mirada sigue la nao soberana.
Mas ¿no ves, corazón, oh corazón, cómo los hilos rojos van rodando sobre el puente en el cual mi Capitán permanece extendido, helado y muerto?
Oh Capitán, mi Capitán: levántate aguerrido y escucha cual te llaman tropeles de campanas. Por ti se izan banderas y los clarines claman. Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.
Por ti la multitud se arremolina, por ti llora, por ti su alma llamea y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.
Oh Capitán, ¡mi Padre amado! Voy mi brazo a poner sobre tu cuello. Es sólo una ilusión que en este puente te encuentres extendido, helado y muerto.
Mi padre no responde. Sus labios no se mueven. Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte. Anclada está la nave: su ruta ha concluido. Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje. La nave ya ha vencido la furia del oleaje. Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas en tanto que camino con paso triste, incierto, por el puente do está mi Capitán para siempre extendido, helado y muerto.
Postrera invocación Al fin, dulcemente, dejando los muros de la fuerte mansión almenada, el duro cerco de las cerraduras, tan bien anudado; la guardia de las puertas seguras,
sea yo liberado en los aires. Con sigilo sabré deslizarme; pon tu llave suave en la cerradura y, con un murmullo, abre las puertas de par en par, ¡alma mía!
Dulcemente -sin prisa- (carne mortal, ¡oh, qué fuerte es tu abrazo! ¡oh amor! ¡cuán estrechamente abrazado me tienes!)
Reconciliación QUE a todos se diga: hermoso es como el cielo, hermoso es que la guerra y sus lúgubres gestas sean al fin derrotadas, que sin cesar, Muerte y Noche, con manos fraternas y suaves, las mancillas laven del
mundo; pues murió mi enemigo; un hombre, divino como yo mismo, está muerto: y le miro yacer, con blanco semblante y muy quieto, en el ataúd -y me acerco, me inclino, y rozan mis labios, en el ataúd, su faz blanca.
Tu mirada Me miraste a los ojos, penetrando, en lo más profundo de mi alma. El cristal azul de tus pupilas, me mostraba, mi imagen reflejada. Me miraste y pediste temblorosa que un te amo, saliera de mis labios, pero ellos ya no tienen más palabras pues los golpes de la vida los han cerrado. Me miraste y tu pelo se erizaba,
y una gota redonda en tu pupila que brotó, de un corazón roto y cayó recorriendo tu mejilla. Me miraste y tu rostro empapado me exigía una palabra, una respuesta, y mentí diciéndote te amo por ganar de tu cara una sonrisa.
Una araña paciente y silenciosa...
Una araña paciente y silenciosa, vi en el pequeño promontorio en que sola se hallaba, vi cómo para explorar el vasto espacio vacío circundante, lanzaba, uno tras otro, filamentos, filamentos, filamentos de sí misma.
Y tú, alma mía, allí donde te encuentras, circundada, apartada, en inmensurables océanos de espacio,
meditando, aventurándote, arrojándote, buscando si cesar las esferas para conectarlas, hasta que se tienda el puente que precisas, hasta que el ancla dúctil quede asida, hasta que la telaraña que tú emites prenda en algún sitio, oh alma mía.
Una hoja de hierba
Creo que una hoja de hierba, no es menos que el día de trabajo de las estrellas, y que una hormiga es perfecta, y un grano de arena, y el huevo del régulo, son igualmente perfectos, y que la rana es una obra maestra, digna de los señalados, y que la zarzamora podría adornar, los salones del paraíso, y que la articulación más pequeña de
mi mano, avergüenza a las máquinas, y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha, supera todas las estatuas, y que un ratón es milagro suficiente, como para hacer dudar, a seis trillones de infieles.
Descubro que en mí, se incorporaron, el genesis y el carbón, el musgo de largos filamentos, frutas, granos y raíces. Que estoy estucado totalmente con los cuadrúpedos y los pájaros, que hubo motivos para lo que he dejado allá lejos y que puedo hacerlo volver atrás, y hacia mí, cuando quiera. Es vano acelerar la vergüenza, es vano que las plutónicas rocas, me envíen su calor al acercarme, es vano que el mastodonte se
retrase, y se oculte detrás del polvo de sus huesos, es vano que se alejen los objetos muchas leguas y asuman formas multitudinales, es vano que el océano esculpa calaveras y se oculten en ellas los monstruos marinos, es vano que el aguilucho use de morada el cielo, es vano que la serpiente se deslice entre lianas y troncos, es vano que el reno huya refugiándose en lo recóndito del bosque, es vano que las morsas se dirijan al norte al Labrador. Yo les sigo velozmente, yo asciendo hasta el nido en la fisura del peñasco.
1885-1972 ezra pound
A Dives
¿Quién soy yo para condenarte, oh Dives, yo que estoy tan amargado por la pobreza como lo estás tú por la inútil riqueza?
Abanico para su Majestad la Emperatriz
Oh, abanico de seda blanca, pálido como la escarcha en un
tallo de hierba, a ti también te dejan de lado.
Alba
Fresca como las pálidas hojas húmedas de los lirios del valle al alba yace ella junto a mí.
Cantar XLV Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra Con bien cortados bloques y dispuestos de modo que el diseño lo cobije, con usura no hay paraíso pintado para el hombre en los muros de su iglesia harpes et lutz (arpas y laúdes) o lugar donde la virgen reciba el mensaje y su halo se proyecte por la grieta, con usura
no se ve el hombre Gonzaga, ni a su gente ni a sus concubinas no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa sino para venderlo y pronto con usura, pecado contra la naturaleza, es tu pan para siempre harapiento, seco como papel, sin trigo de montaña, sin la fuerte harina. Con usura se hincha la línea con usura nada está en su sitio (no hay límites precisos) y nadie encuentra un lugar para su casa. El picapedrero es apartado de la piedra el tejedor es apartado del telar con usura no llega lana al mercado no vale nada la oveja con usura. Usura es un parásito
mella la aguja en manos de la doncella y paraliza el talento del que hila. Pietro Lombardo no vino por usura Duccio no vino por usura ni Pier della Francesca; no por usura Zuan Bellini ni se pintó "La Calunnia” No vino por usura Angélico; no vino Ambrogio Praedis, no hubo iglesia de piedra con la firma: Adamo me fecit. No por usura St. Trophime no por usura St. Hilaire. Usura oxida el cincel Oxida la obra y al artesano Corroe el hilo en el telar Nadie hubiese aprendido a poner oro en su diseño; Y el azur tiene una llaga con usura; se queda sin bordar la tela. No encuentra el esmeralda un
Memling Usura mata al niño en el útero No deja que el joven corteje Ha llevado la sequedad hasta la cama, y yace entre la joven novia y su marido Contra naturam Ellos trajeron putas a Eleusis Sientan cadáveres a su banquete por mandato de usura. Cantar CXX He intentado escribir el Paraíso. Que no os mováis. Dejad hablar al viento ese es el Paraíso. Que los dioses olviden lo que he realizado. A aquellos a quienes amo, perdonen lo que he realizado. Causa
Reúno estas palabras para cuatro personas, alguien más puede cazarlas al vuelo, oh mundo, lo siento por ti, no conoces a esas cuatro personas.
El desván
Ven, apiadémonos de los que tienen más fortuna que nosotros. Ven, amiga, y recuerda
que los ricos tienen mayordomos en vez de amigos,
y nosotros tenemos amigos en vez de mayordomos.
Ven, apiadémonos de los casados y de los solteros.
La aurora entra con sus pies
diminutos como una dorada Pavlova, y yo estoy cerca de mi deseo.
Nada hay en la vida que sea mejor
que esta hora de limpia frescura,
El encuentro Mientras ellos hablaban todo el tiempo de la nueva moral ella me exploraba con sus ojos. y cuando me levanté para marcharme sus dedos fueron como el tejido de una servilleta japonesa de papel.
El jardín
Como un ovillo de hebras de seda estampado contra una pared
ella bordea la tapia de un sendero en los jardines de Kensington
y se va muriendo poco a poco de una especie de
anemia emocional.
Y por allí se pasea una chusma de hijos de la miseria, inmundos,
vigorosos, inextinguibles. Ellos heredarán la tierra.
Ella es el final de la estirpe.
Su aburrimiento es exquisito y excesivo.
Le gustaría que alguien fuese a hablarle,
y casi tiene miedo de que yo cometa esa
indiscreción.
En una estación del metro
La aparición de estos rostros en la multitud; Pétalos en una rama oscura y húmeda.
Encargo
Id, canciones mías, al solitario y al insatisfecho, id también al desquiciado, al esclavo de las convenciones, llevadles mi desprecio hacia sus opresores. Id como una ola gigante de agua fría, llevad mi desprecio por los opresores. Hablad contra la opresión inconsciente, hablad contra la tiranía de los que no tienen imaginación, hablad contra las ataduras, id a la burguesa que se está muriendo de tedio, id a las mujeres de los barrios residenciales, id a las repugnantemente casadas, id a aquellas cuyo fracaso está oculto, id a las emparejadas sin fortuna,
id a la esposa comprada, id a la mujer comprometida. Id a los que tienen una lujuria exquisita, id a aquellos cuyos deseos exquisitos son frustrados, id como una plaga contra el aburrimiento del mundo; id con vuestro filo contra esto, reforzad los sutiles cordones, traed confianza a las algas y tentáculos del alma. Id de manera amistosa, id con palabras sinceras. Ansiad el hallazgo de males nuevos y de un nuevo bien, oponeos a todas las formas de opresión. Id a quienes la mediana edad ha engordado, a los que han perdido el interés.
Id a los adolescentes a quienes les asfixia la familia... ¡Oh, qué asqueroso resulta ver tres generaciones reunidas bajo un mismo techo! Es como un árbol viejo con retoños y con algunas ramas podridas y cayéndose. Salid y desafiad la opinión, Id contra este cautiverio vegetal de la sangre. Id contra todas las clases de manos muertas.
Erat Hora "Gracias, venga lo que viniere" y volviéndose, como un rayo de sol sobre flores colgantes ensombrece cuando el viento las alza a un lado.
Me dejó. No, venga lo que viniere Hubo una hora iluminada por el sol, y los más altos dioses no pueden jactarse de nada mejor que de haber contemplado a su paso esa hora. Francesca Saliste de la noche Con flores en las manos. Vas a salir ahora del tumulto del mundo, De la babel de lenguas que te nombra. Yo que te vi rodeada de hechos primordiales, Monté en cólera cuando te mencionaron En oscuros callejones. ¡Cómo me gustaría que una ola fresca cubriera mi mente
Que el mundo se trocara en hoja seca, O en un vilano al viento, Para que yo pudiera encontrarte de nuevo Sola! Imagen de D' Orleans Esos jóvenes que cabalgan por la calle en la rutilante estación que empieza clavan las espuelas sin razón alguna, haciendo saltar a sus corceles. Y al paso que van, las pezuñas herradas de sus caballos hacen saltar chispas de los adoquines de la calle en la rutilante estación que empieza.
La mujer del mercader del río: una carta
Cuando yo todavía llevaba el pelo cortado sobre la frente jugaba en el portal delantero, recogiendo flores. Tú viniste con zancos de madera jugando a los caballos, caminaste junto a mi asiento, jugando con ciruelas azules y seguimos viviendo en el pueblo de Chokan: dos niños, sin aversión ni sospecha. Con catorce años me casé con vos, mi señor. Nunca me reía porque era tímida. Bajaba la cabeza y miraba a la pared. Aunque me llamaran mil veces, nunca volvía la cabeza. Con quince años dejé de fruncir el ceño,
deseaba que mi polvo se mezclara con el tuyo para siempre y para siempre y para siempre. ¿Para qué seguir vigilando?
Te fuiste cuando yo tenía dieciseis años, te fuiste a la lejana Ku-to-yen, junto al río de los remolinos, y has estado fuera cinco meses. Los monos hacen un ruido muy triste por ahí arriba. Cuando te fuiste arrastrabas los pies. En el portal ahora ha crecido el musgo, musgos distintos, ¡demasiado profundos para limpiarlos! Los hojas caen pronto este otoño, por culpa del viento. Las mariposas emparejadas ya amarillean en el agosto sobre la hierba del jardín del oeste;
me duelen. Me hago vieja. Si has de venir por los vados del río Kiang, por favor, házmelo saber de antemano y yo saldré a recibirte, iré hasta Cho-fu-sa. Por Rihaku
La tumba de Akr Caar "Yo soy tu alma, Nikoptis. He velado Estos cinco milenios y tus ojos muertos No se movieron ni nunca han respondido a mi deseo, Y tus miembros ligeros, que atravesé en llamas, No han ardido conmigo ni con azafranada cosa alguna. Mira, la hierba leve se levantó para
hacer tu almohada Y te besó con una miríada de lenguas vegetales; Mas tú no me besaste. De tanto leerlo gasté el oro de la pared Y fatigué mi pensamiento en los signos. Y no hay nada nuevo en este sitio. He sido amable. Mira, he dejado los cántaros sellados Por si despertabas y murmurabas por tu vino. Y he mantenido suaves las túnicas sobre tu cuerpo. ¡Oh despreocupado! ¡Cómo podría olvidar! -Hasta el río hace tanto tiempo, ¿El río? Eras menos que joven Y tres almas vinieron sobre Ti Y yo vine.
Y volé sobre ti, las hice huir; He sido íntima contigo, te he conocido. ¿Acaso no he tocado tus palmas y las puntas de tus dedos? ¿Acaso no me he deslizado a través tuyo hasta los talones? ¿Cómo entré? ¿Acaso no soy yo tú y Tú? Y ningún sol viene a socorrerme en este lugar Y estoy desgarrada contra la oscuridad tenebrosa; Y ninguna luz me golpea y no dices Palabra, día tras día. ¡Oh! podría salir, a pesar de las marcas Y toda su hábil labor sobre la puerta, Salir a través de los campos de verde cristal...
Mas hay quietud aquí. No me voy.""
La zambullida Querría bañarme en extrañeza: estas comodidades amontonadas encima de mí, me asfixian! ¡Me quemo, ardo en deseos de algo nuevo, amigos nuevos, caras nuevas y lugares! Oh, estar lejos de todo esto, esto que es todo lo que quise...salvo lo nuevo. ¡Y tú, amor, la que mucho, la que más he deseado! ¿Acaso no me repugnan todas las paredes, las calles, las piedras, todo el barro, la bruma, toda la niebla, todas las clases de tráfico? A ti, yo te querría fluyendo encima de mí como el agua,
¡oh, pero fuera de aquí! Hierba y praderas y colinas y sol ¡oh, suficiente sol! ¡Lejos y a solas, en medio de gente extraña!
Meditación Cuando considero cuidadosamente los curiosos hábitos de los perros Estoy obligado a concluir Que el hombre es un animal superior. Cuando considero los curiosos hábitos del hombre, Le confieso, mi amigo, que me sorprendo.
Portrait d'une femme
Vuestra mente y Usted son nuestro mar del Sargasso, Londres ha soplado sobre Usted esta veintena de años Y barcos brillantes le han dejado esto o aquello en pago:
Ideas, viejas habladurías, sobrantes de todas layas, Extraños mástiles del conocimiento y grises mercancías de valor. Grandes hombres la han buscado -extrañando a otra. Usted siempre ha sido segundona. ¿Trágico? No. Usted lo prefirió a la cosa usual: Un hombre apagado, aburrido y galante, Una mente normal -con un pensamiento menos, cada año. Oh, Usted ha sido paciente, la he visto sentada Por horas, en donde algo debería haber flotado. Y ahora Usted paga. Sí, ricamente paga. Usted es una persona de algún interés, uno se acerca Y se lleva extrañas semillas:
Trofeos rescatados, alguna curiosa sugerencia; Hechos que no llevan a ninguna parte; un cuento o dos, Preñadas de mandrágoras, o con alguna otra cosa Que podría ser útil y sin embargo nunca lo es, Que jamás encaja en un rincón o muestra utilidad, O se encuentra su hora sobre el tejar de los días: El trabajo deslustrado, cursi, maravilloso, viejo; ídolos y ámbar gris y los raros embutidos, Éstas son vuestras riquezas, vuestro gran depósito; y sin embargo, Por todo este tesoro hundido en cosas momentáneas, Excéntricas maderas casi empapadas y material nuevo y brillante: En el lento flotador de luz diferente y
profunda: ¡No! ¡No hay nada! Al fin y al cabo, Nada es suficientemente vuestro. Y sin embargo es Usted.
N.Y. ¡Ciudad mía, mi amor, blanca mía! ¡ah, esbelta, óyeme! Óyeme y un alma te infundirá mi soplo. Suavemente en el caramillo, ¡escúchame! Ciudad mía, mi amada, eras una doncella todavía sin pechos, esbelta como un caramillo de plata. ¡Ahora óyeme, escúchame¡ y un alma con mi soplo te daré.
Un pacto Yo hago un pacto contigo, Walt Whitman.
Ya te he detestado lo suficiente. Llego a ti como un niño crecido Que ha tenido un padre testarudo; Ya tengo edad para hacer amigos. Fuiste tú el que partió la nueva leña, Ahora es el tiempo de tallar. Nosotros tenemos la raíz y la savia: Que haya intercambio entre nosotros.
Zapatillas negras: Bellotti En la mesa de más allá, tras haberse quitado las zapatillas de ante, con los pies enfundados en medias blancas y cuidadosamente posados sobre una servilleta, ella conversa:
La gorjeante dama italiana en la otra punta del restaurante replica con cierta altivez, pero yo espero pacientemente a ver cómo Celestine vuelve a ponerse las zapatillas. Se las pone con un gemido.
Enzo minarelli
POLIPOESIA COMO PRACTICA DE LA POESIA DEL DOS MIL
Enzo Minarelli
EL MANIFIESTO DE LA
POLIPOESIA
1. Solamente el desarrollo de las nuevas tecnologías marcará el progreso de la poesía sonora: los medios electrónicos y el ordenador son y serán los verdaderos protagonistas.
2. El objeto lengua debe ser indagado en sus mínimos y máximos segmentos: la palabra, elemento básico de la experimentación sonora, asume las connotaciones de multipalabra, penetrada en su interior y recompuesta en su exterior. La palabra debe poder liberar su polivalente sonoridad.
3. La elaboración del sonido no admite límites, debe ser empujada hacia el umbral del ruidismo puro, un ruidismo significante: la ambigüedad sonora, sea lingüística como oral, adquiere sentido si explota al máximo el aparato instrumental de la boca.
4. La recuperación de la sensibilidad del tiempo (el minuto, el segundo), debe ir más allá de los cánones de la armonía
o de la desarmonía, porque sólo el montaje es el parámetro justo de la síntesis y el equilibrio.
5. La lengua es ritmo y los valores tonales son los verdaderos vectores del significado: primero el acto racional y después el emotivo.
6. La Polipoesía es concebida y realizada para el espectáculo en vivo; tiene como "prima donna" a la poesía sonora, que será el punto de partida interrelacionador entre:
• la musicalidad (acompañamiento o línea rítmica),
• la mímica, el gesto, la danza (interpretación, ampliación, integración del tema sonoro),
• la imagen (televisiva o por diapositiva, como asociación,
explotación, redundancia o alternativa),
• la luz, el espacio, • los vestidos y los objetos. • Taboo
Es muy fácil, consiste en hacer
cabriolas en el aire
mientras ves a un grupo -quien dice
grupo
dice Modeselektor o los XX-, lo más
granado
del panorama indie
naciointernacional.
O en ser un zombie con la mirada
fija
al infinito de la estructura metálica
también llamada escenario Jäger.
Así, todas puestas con sus gafas de
espejo,
las niñas guapas salen a dar un
paseo en shorts,
que el buen tiempo ha llegado y los
bafles suenan
con estruendo. -¿A cuántos
decibelios?
-Muchos, muchos.
-Entre 100 y 120 dB de un concier...
-dice el listillo de turno-.
-Acha, qué guapa -le interrumpe
otra-.
La niña, la canción.
En la avenida 1 de mayo
a día 3 del mismo mes las chicas,
esas niñas que todas llevan puesta
por dentro, se preparan para
la gran guerra que durará dos días.
We do it every weeekend, I like to do
it with my friends.
...they go to the club.
they say it's not fun, but we don't
care.
...
We do it every weeekend, I like to do
it with my friends.
Van cargadas.
Saben del fulgor del neón, de su
capacidad
de síntesis y captación de séquitos.
La noche es una en dos días
y el día se duerme -si acaso
durmieran,
pongámoslo en entredicho-, en
cualquier lado,
pongamos por ejemplo el césped
del barrio de enfrente, si tiene.
El cañón de luz
les atraviesa el pecho justo
donde más les gusta
-suena Angels de The XX-.
Ya ha empezado el circo,
ahora sólo tenemos que
balancearnos
por estas ramas de metanfetamina
y aluminio.
Creemos sinapsis en un impulso
nervioso ficticio, que reine el éxtasis
y la serotonina hable:
"Conexiones neuronales,
oídos, quiero placer,
y que sea {en} directo:
directo al pecho
y nada de paros cardíacos,
todavía soy un ángel pequeño
con sexo, a poder ser".
Disfrutemos, urbanitas de barrio,
extrarradio flúor y hombrera
hipster,
del opio que han dis-puesto
los buenos
en nuestras manos.
▼ Alicia G.
Paul itfish "poesía pírrica es cuando hubieras preferido que la poesía no hubiera tenido que intervenir para arreglar tu vida, o sea, casi siempre"
lipograma
Premio el lector llevará cuando el discurso leyere si en alguna línea viere razón escrita con A.
palíndromos (leer bien y al revés es lo
mismo)
Ana, arenera, arepera, anilina, ananá,
Malayalam, Neuquén, Oruro, oso,
radar, reconocer, rotor, salas, seres,
somos, sometemos, Dábale arroz a la
zorra el abad. Las Nemocón no comen
sal. ateo por Arabia iba raro poeta. (de
Juan Filloy
Calambur
plátano es/plata no es.
• Si yo lo quito, ella lo caza. / Si yo loquito, ella locaza. • Yo loco, loco, y ella loquita. / Yo lo coloco y ella lo quita. • ¡Ave!, César de Roma. / A veces arde Roma. • Mi madre estaba riendo. / Mi madre está barriendo. • El Conde Escoto, ni es Conde, ni Escoto. / El Conde Escoto ni esconde, ni es coto. • Alberto Carlos Bustos. / Al ver tocar los bustos. • Armando Esteban Quito. / Armando este banquito.
•Serapio Joso. / Será piojoso.
El tautograma
es un poema o verso formado por palabras que empiezan por la misma letra.
Antes alegre andaba, agora apenasalcanzó alivio, ardiendo aprisionado;armas a Antandra aumento acobardado;aire abrazo, agua aprieto, aplico arenas.
Cifrado César
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Cifrado César
El cifrado César mueve cada letra un determinado número
de espacios en el alfabeto. En este ejemplo se usa un
desplazamiento de tres espacios, así que una
original se convierte en una
General
Relacionado con Cifrado de Vigenère
ROT13
Detalle de cifrado
Estructura Cifrado por sustitución
Mejor criptoanálisis
Análisis de frecuencias y ataques
En criptografía, el cifrado Césardesplazamiento, código de Césarde codificación más simples
Antes alegre andaba, agora apenasalcanzó alivio, ardiendo aprisionado;armas a Antandra aumento acobardado; aire abrazo, agua aprieto, aplico arenas.
búsqueda
Cifrado César
El cifrado César mueve cada letra un determinado número
de espacios en el alfabeto. En este ejemplo se usa un
desplazamiento de tres espacios, así que una B en el texto
original se convierte en una E en el texto codificado.
General
Cifrado de Vigenère
ROT13
Detalle de cifrado
Cifrado por sustitución
criptoanálisis público
y ataques por fuerza bruta.
do César, también conocido como cifrado por código de César o desplazamiento de César, es una de las técnicas
más simples y más usadas. Es un tipo de cifrado por sustitución
Antes alegre andaba, agora apenas alcanzó alivio, ardiendo aprisionado;
aire abrazo, agua aprieto, aplico arenas.
, es una de las técnicas cifrado por sustitución en el
que una letra en el texto original es reemplazada por otra letra que se encuentra un número fijo de posiciones más adelante en el alfabeto. Por ejemplo, con un desplazamiento de 3, la A sería sustituida por la D (situada 3 lugares a la derecha de la A ), la B sería reemplazada por la E, etc. Este método debe su nombre a Julio César, que lo usaba para comunicarse con sus gen
EN ESTE NÚMERO COLABORAN: MARÍA GRACIANI, VACHEL
LINDSAY, FRANCISCO JAVIER GARCÍA GARCÍA TOLEDO, W.C.
WILLIAMS, GARY SNIDER, WALT WHITMAN, EZRA POUND , ENZO
MINARELLI, ALICIA GARCÍA NUÑEZ. Paul itfish, CÉSAR
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