revista integrando edición 11

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Mayo 2009 Año 4 - Volumen 11 - Mayo 2009 | www.confecoopantioquia.coop | [email protected] para el desarrollo Solidaridad en tiempos de crisis Innovación social la respuesta a la crisis Mitos y verdades del cooperativismo Reportaje sobre cooperativismo y Gobierno Con el alcalde de Medellín, Alonso Salazar

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Publicación de la Asociación Antioqueña de Cooperativas - Confecoop Antioquia, en mayo de 2009.

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Page 1: Revista Integrando Edición 11

Mayo 2009

Año 4 - Volumen 11 - Mayo 2009 | www.confecoopantioquia.coop | [email protected]

para el desarrollo

Solidaridad en tiempos de crisis

Innovación socialla respuesta a la crisis

Mitos y verdades del cooperativismo

Reportaje sobre

cooperativismo y Gobierno

Con el alcalde de Medellín, Alonso Salazar

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Page 3: Revista Integrando Edición 11

EditorialParticipación del lector

El cooperativismo antioqueño y la incidencia política 6Mitos y verdades en el cooperativismo colombiano 8Reseña: Francisco Luis Jiménez, In memóriam 25Para construir identidad y pertenencia 27

Visionamos: integración cooperativa real y eficiente 10

Innovación social: la respuesta a la crisis 12Solidaridad en tiempos de crisis 14Columnista invitado: Alejandro Rodríguez 17 Se reafirma la validez del modelo cooperativo de trabajo asociado 18Reportaje sobre cooperativismo y Gobierno 20 Cooperativismo en Francia: una perspectiva del cooperativismo en el mundo 22

Cooperativas de transporte: se propone fusión para que no desaparezcan 30Actualidad jurídica: Boletín 04 de abril de 2009 32Recomendados 34 Agenda de eventos 36Sobre los autores 38

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» De interés

ISSN 2027-0593

IntegrandoUna publicación de Confecoop Antioquia

[email protected]

Presidente del Consejo de DirecciónJorge Alberto Corrales Montoya

Director ejecutivoGuillermo Arboleda Gómez

Comité Editorial Guillermo Arboleda Gómez - Director ejecutivoViviana Rúa Ortega - Líder de diseño y entrega

Comité de Educación

Gustavo Alveiro Jaramillo Franco - Representante de la cooperativa Coomulsap Marina Quintero Quintero - Representante de la cooperativa Cooprudea

Martha Lucía Restrepo Brand - Representante de la Fundación Confiar

Coordinación general Confecoop AntioquiaViviana Rúa Ortega

ComercializaciónPaula Medina

Edición generalArte 8

[email protected]

Coordinación editorialDadiana Giraldo Giraldo

Producción generalJaime Vallejo Zea

Diseño y diagramaciónCristina Isabel Quintero Londoño

FotografíaOsman HerreraDavid Amaya

RedacciónSergio Urquijo Morales

María Cecilia Hernández

Corrección de estiloDadiana Giraldo Giraldo

ImpresiónCoimpresores de Colombia

» Cooperativas destacadas

» Especial

» Eventos y recomendados

Page 4: Revista Integrando Edición 11

»Editorial

Jorge Alberto Corrales Montoya

Presidente del Consejo de Dirección

Confecoop Antioquia

Apreciados amigos cooperativistas

de Antioquia y del país

Es indudable que en el actual panorama de crisis surgen oportunidades importantes que deben ser acogidas de manera inmediata por el sector cooperativo antioqueño y colombiano. Por ello, la presente edición se centra, especialmente, en el futuro del cooperativismo dentro de la crisis económica, un tema de actualidad y de suma importancia en el país y el mundo. Contamos con la participación del alcalde de Medellín, y de importantes personajes del sector empresarial y de innovación del país.

En vista de que esta situación va a afectar las entidades del sector cooperativo, desde el Consejo de Dirección les presentamos algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta para que la condición del entorno nacional y mundial no los afecte de manera considerable. Tenga en cuenta:

Austeridad en los gastos y prudencia en las inversiones; procure que éstas no inmovilicen recursos importantes de ahorro. Potenciación o incremento de reservas que permitan generar mayores niveles de solvencia y, por ende, ahorro para capital de trabajo.Niveles adecuados de cobertura de cartera en mora, que superen de forma significativa los montos que se tienen hoy día, dada la condición de deterioro paulatino que viene presentando la cartera en el sector financiero tradicional y cooperativo.Políticas muy sanas de evaluación y otorgamiento de crédito, que permitan considerar aspectos como endeudamiento, capacidad de pago y coberturas de los créditos otorgados, al establecer políticas sobre niveles máximos de endeudamiento que pueda tener una persona con el sector financiero, para lo cual se hace necesario y recomendable consultar las centrales de riesgo existentes en el país y no generar niveles de sobreendeudamiento, que, en determinado momento, lleven a un riego de cesación de pagos.Adoptar políticas de análisis y control de riesgo de crédito, mediante la conformación de comités de cartera que se estén reuniendo de manera permanente, con el fin de establecer condiciones de deterioro, aunque la cartera sea cobrada por medio de libranza, dado que esta modalidad no garantiza su recuperabilidad.Un monitoreo permanente de la evolución de la cartera que tenga dificultades en su cumplimiento, ya que por el sobreendeudamiento que presentan muchas personas, la entidad financiera que primero adelante gestiones de cobranza va a tener prioridad sobre cualquier tipo de acción legal; por lo tanto, hay que estar muy atentos al comportamiento, no solamente con la entidad, sino de manera sistémica con el sector financiero nacional.

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Adoptar códigos de buen gobierno, que faciliten manejos transparentes, definan claramente situaciones de conflicto de interés, que no permitan concentración de recursos de crédito, ni de captaciones en pocas personas que afecten de forma significativa el patrimonio técnico de las instituciones y las pongan en riesgo.Cuidar no solamente el riesgo de crédito, sino, también, el riesgo de estructura financiera, para lo cual hay que definir muy claramente cuáles deben ser los niveles máximos de colocación de cartera y los niveles de liquidez mínimos que debe manejar la institución; cuáles son las contingencias que se deben activar al momento que esa estructura supere los límites establecidos y se tengan determinados los cupos de crédito y las posibilidades de acceso, que sean de una manera rápida y oportuna. De igual manera, tener especial cuidado con la sobrecolocación de cartera de crédito, para que no afecte la liquidez de las instituciones. “Recuerden que las empresas se quiebran más fácil por la caja y no por el P y G”.

Éstos son los principales aspectos que queremos compartir con todos ustedes. Esperamos que los tomen y asuman de una manera muy responsable, y con la convicción de que si bien es cierto que existen situaciones complejas, también hay oportunidades muy importantes, en las cuales el sector cooperativo debe desempeñar un papel fundamental y convertirse realmente en lo que ha sido en los últimos años: una alternativa económica y social, viable y sustentable en el tiempo.

Los invitamos a disfrutar de esta nueva edición.

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La globalización implica que todos los elementos, componentes y asuntos de la humanidad se globalicen, no sólo en lo económico, sino, también, en lo social; por ello hablamos hoy de la crisis económica a escala mundial, pero también de la pandemia en el mundo, de la pobreza. Es decir, se globalizaron la economía, las crisis y los problemas.

Hoy nos ocuparemos de la crisis económica mundial, que de alguna manera toca el sector de la economía solidaria, entendido éste como la integración del sector cooperativo y el sector de las instituciones sociales, donde los primeros desarrollan su objeto social al aplicar una solidaridad mutualista y los segundos, una solidaridad asistencialista.

Sin embargo, los propósitos de todos es el beneficio común de un colectivo agremiado, donde los unos y los otros actualmente tendrán que aplicar diferentes estrategias que permitan generar procesos de integración que garanticen la sostenibilidad de cada empresa, institución en el medio o mercado, y entre todos lograr el propósito compartido de aportar a la construcción de una sociedad justa y equitativa, donde prime el bienestar social, como principio y fin de la economía. En palabras de Max Neef: “La economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía”.

En el propósito de cada empresa u organización perteneciente al sector de la economía solidaria tendrá que estar incluido su aporte a la construcción de este modelo alternativo de desarrollo económico y social, a escalas local, regional, nacional y mundial. Así, se entiende la economía solidaria como el: “Sistema socioeconómico, cultural y ambiental conformado por el conjunto de fuerzas sociales organizadas en forma asociativa, identificadas por prácticas autogestionarias, democráticas y humanísticas, sin ánimo de lucro para el desarrollo integral del ser humano, como sujeto actor y fin de la economía”, según la Ley 454 de 1998, emitida por el Congreso de Colombia.

Una estrategia de las empresas e instituciones sociales para enfrentar la crisis económica actual está

Participación del lector

Dora Elci Sierra GarcíaFacilitadora de Confecoop Antioquia

Un fundamento en la construcción de la economía solidaria como modelo alternativo de desarrollo

en la promoción y participación en mecanismos de integración, que permitan la visibilización del sector de la economía solidaria como movimiento social comprometido con la humanidad.

Entre las estrategias de integración, que van desde lo simple a lo complejo, tenemos:

Realizar convenios o acuerdos, para prestarse entre sí diferentes servicios y comercialización de productos, donde cada una de las partes ponga a disposición su empresa u organización al servicio de la otra.Desarrollar circuitos económicos, que permitan la visibilización de las diversas formas organizativas cooperativas y solidarias, y creen condiciones para conformar grupos económicos y empresariales del sector de la economía solidaria, con una cobertura nacional e, incluso, internacional.Conformar redes solidarias, como mecanismo para brindarse ayuda mutua en numerosas situaciones de las organizaciones que componen la red; de esta manera, los asociados y usuarios tendrán a su disposición una gama amplia de bienes y servicios.Generar cadenas productivas, donde se integre todo el proceso de elaboración de un bien o servicio, incluyendo todos los componentes empresariales hasta su consumo final.Constituir organismos de grado superior, para la atención a determinadas necesidades de las organizaciones de base o los asociados.

Los procesos de integración de las empresas y organizaciones de la economía solidaria permiten la construcción de un modelo alternativo de desarrollo, lo que posibilita la visibilización del movimiento como otra manera de hacer economía, solucionar las necesidades de las diferentes comunidades y enfrentar las crisis que se presenten.

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El cooperativismo antioqueñoy la incidencia política

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» Cooperativismo antioqueño

Por muchos años se tuvo el convencimiento de que las esferas naturales de la cooperación se circunscribían a lo económico y educativo. Los ideólogos del movimiento cooperativo de finales del siglo XIX fijaron dichos parámetros con el propósito de evitar peligros escisionistas, cuando se tratara de abordar otras esferas; de ahí aquel principio que denominaron “neutralidad política y religiosa”. Sin embargo, el concepto neutralidad denota pasividad e indiferencia, comportamientos que, a criterio de los maestros Bonow y Watkins: “no armonizan con los métodos y la actividad de las organizaciones cooperativas, que no tienen ni han tenido la intención de permanecer indiferentes o ausentes cuando están en juego los intereses del movimiento”.

En efecto, la cooperación es un movimiento socioeconó-mico con una doctrina y unos métodos de operación propios y muy claramente definidos, que lo conducen a representar intereses económicos y sociales con connotaciones estrictamente políticas, pues su razón de ser involucra a la gente y su bienestar. En esa perspectiva, la cooperación “no puede evitar verse envuelta en asuntos de gobierno de naturaleza política, sean objeto o no de conflic-tos partidistas”, como dicen Bonow y Watkins.

Por sus pretensiones de transformación de realidades económicas y sociales en el propósito de contribuir con los cambios radicales que conduzcan a un mejor porvenir para la gente, la cooperación es un movimiento político con identidad propia y con una cultura de la participación política que la diferencia de otros movimientos. No son ajenas a la cooperación las acciones políticas. Sus métodos de actuación en estas esferas varían en cada

circunstancia espacial o temporal: contactos con instancias gubernamentales, incidencia en la promulgación de normas de Estado, lobby, apoyo a gestiones de gobierno, acuerdos con partidos institucionalizados y formación de movimientos electorales con estructura propia.

La participación en la esfera política es un elemento trascendente en la historia de la cooperación y se entien-de como uno más de los componentes de la cultura que

le identifica universalmente. La política para el cooperador convencido se introduce en el campo de la magnanimidad, en la intención de contribuir al proceso de construcción de comunidad, porque, para nosotros, como alguna vez lo indicó un destacado industrial norteamericano: “ninguna cantidad de dinero ni de éxito puede igualar ni remotamente lo que se siente cuando se hace algo por los demás”.

Alguna vez nos pregunta-mos, ¿por qué optar por hacer política? Creemos que en la

actualidad, en términos generales, la política se ha minimi-zado y su desprestigio resulta invariablemente un síntoma devastador, comparable incluso con la falta de participación de las mayorías en política.

Lo anterior plantea un fenómeno de causa efecto que se autorrefuerza en nuestra cultura, y propicia que la mayor parte de la población, incluyendo el cooperativismo y el sector de la economía solidaria colombiana, seamos capaces de pasarnos la vida social y comunitaria sin hacer política. Es decir, no participo porque hacer política es malo y hacer política es malo porque no participo. Debemos participar y romper ese legado de nuestra cultura.

Apartarnos de nuestra posibilidad de participar en política

El cooperativismo antioqueñoy la incidencia política

De qué estás formado, depende de la genética; en qué te convertirás, de la política.

Stanislaw J. Lec

«La cooperación es un movimiento socioeconómico con una doctrina

y unos métodos de operación propios y muy claramente definidos,

que lo conducen a representar intereses económicos y sociales con

connotaciones estrictamente políticas, pues su razón de ser involucra a la

gente y su bienestar »

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de una manera innovadora y distinta es renunciar a una de las fuentes que le da sentido a nuestra existencia humana y que garantiza, de paso, nuestra seguridad colectiva como movimiento social, cooperativo y solidario, ante la tendencia de los gobiernos en Colombia de seguir arrollándonos con normas e imposiciones de todo tipo, que ponen en riesgo y peligro nuestra estabilidad y permanencia.

A partir de la visión que tenemos los cooperativistas, en la actual coyuntura histórica, presenciamos difíciles relaciones con el Estado colombiano. Se observa, por parte de éste, un profundo desconocimiento e irrespeto a la naturaleza cooperativa y jurídica, complementada con una clara política intervencionista, lo que rompe consecuentemente con el principio de la autonomía, esencia y fundamento vital de nuestras organizaciones.

De ello dan cuenta hechos recientes que afectan intensamente el quehacer de las cooperativas. Por ejemplo, la introducción en forma velada del impuesto a la renta, mediante la obligación de invertir un porcentaje de los excedentes cooperativos en programas de educación formal, complementado con la pérdida de autonomía, como consecuencia del Decreto presidencial 2880; la utilización inadecuada de la figura del trabajo asociado por diferentes entes gubernamentales para facilitar la política de modernización, y la inaceptable satanización posterior del sector mediante la promulgación de actos administrativos que violan la propia Constitución Política; la posición utilitarista y autocrática asumida frente al caso de Coopdesarrollo; la venta del Megabanco, que constituye la venta de un acumulado social a la empresa capitalista.

En ocho años, el número de las cooperativas de ahorro y crédito disminuyeron en un 80% y la norma actual hace prácticamente imposible crear una nueva cooperativa de este tipo. En Colombia no se autorizan operaciones financieras bajo la modalidad de banca cooperativa, mientras que sí existen extensas normas que las definen y establecen para sociedades comerciales. Una consigna del sector cooperativo colombiano es rescatar la posibilidad jurídica para establecer y permitir la figura de banca cooperativa.

Otras decisiones del Estado han afectado el quehacer cooperativo, entre ellas el Decreto 1525, que reglamentó la forma como las entidades estatales del orden nacional y territorial deben invertir sus recursos, lo que puso obstáculos que hacen imposible la participación de las empresas cooperativas. También, el Decreto presidencial 4791, del 19 de diciembre de 2008, por medio del cual se reglamentan los fondos de servicios educativos de los establecimientos educativos estatales, que en su artículo 15 dejó por fuera a las cooperativas de ahorro y crédito, vigiladas por la Superintendencia de Economía Solidaria, y no por la Superintendencia Financiera, como exige dicho artículo. También se han visto afectadas las cooperativas de seguridad y vigilancia, las cooperativas de transporte, las mesadas pensionales, sumado a la inexistencia de programas de fomento.

Así, debemos redefinir nuestras relaciones con el Estado. La política hace parte de las condiciones socioculturales que preexisten a nuestro nacimiento, y tenemos dos opciones cuando lo hacemos consciente: o nos sometemos a ella con la pasividad que nos caracteriza, o participamos de una manera intelectual y práctica, para poder reformarla y hacerla diferente. Esta última forma de participación voluntaria y ojalá mayoritaria hará que el cooperativismo y la economía solidaria pasen de padecer la política a propiciar de una manera creativa y diferenciada su transformación.

El cooperativismo y el sector de la economía solidaria en Colombia deben dejar de lado su lánguido y precario pasado en cuanto a su participación en política, que se ha manifestado en expresiones puntuales y coyunturales, para pasar a hacer una verdadera, estructurada y sólida presencia política.

Resumen del documento elaborado por Hernando Zabala Salazar y Guillermo Arboleda Gómez sobre la incidencia política del cooperativismo

antioqueño. Consulte el documento completo en la página web de Confecoop

Antioquia.

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» Mitos y verdades

Todo mito nace y se mantiene como relato oral y ello es lo que permite la transmisión generacional; al contar con tradiciones familiares y comunitarias; al variar sus detalles en la medida del tiempo y forjar muchas versiones de éste. Y del mito se prenden aquellos que quieren mantener un status quo, sosteniendo una determinada versión de la realidad que favorece a un grupo social, convirtiéndose en historias con apariencia de verdad, como consecuencia de la utilización de amplios medios (orales o escritos) que divulgan dicha interpretación.

Al ser el cooperativismo un fenómeno humano, no podía estar exento de los mitos humanos. Los mitos explicativos se producen en circunstancias histórico-culturales concretas, tal como ha ocurrido con la interpretación de determinados momentos del cooperativismo colombiano.

Por ejemplo, en los años setenta y ochenta, el mito más famoso —y con el cual crecimos muchos de quienes actuamos en la dirigencia del cooperativismo— fue entender el sistema de la cooperación bajo la forma parcial de actividad financiera. En alguna oportunidad se hizo un sondeo callejero acerca del significado de una cooperativa y la mayoría de las respuestas llevaron a concluir que era una organización que actuaba como caja de ahorros y hacía préstamos a la gente.

Y en efecto, no podía haber otra respuesta. La formación de ese subsector del cooperativismo estuvo mediatizada por diversos fenómenos de reproducción ideológica: desde la oralidad, el clero —haciendo uso de su capacidad de dominio sobre sus feligreses— impulsaba la organización cooperativa de este tipo, y la dirigencia sindical de los años sesenta —desde la tarima— le hacía eco; pero también coadyuvaban a este

propósito mítico, los esfuerzos pedagógicos —en aquel aparato ideológico denominado escuela— por incentivar entre los niños y los jóvenes las prácticas del ahorro, más que la práctica de la cooperación. El Estado, así mismo, mediante la formulación de normas y de políticas públicas que incentivaban el acopio de masas monetarias por medio de estas cooperativas, también aportó a la formación del mito de que el cooperativismo se limitaba a una intermediación financiera.

Pero este mito —como cualquier otro— fue perdiendo fuerza cuando los medios reproductores de éste dejaron de ser sus voceros, dando vida a nuevas interpretaciones de la realidad. El clero y el sindicalismo perdieron su interés por el subsistema del cooperativismo financiero, el Estado dejó de entenderlo como medio eficaz para reciclar las masas monetarias del pueblo y la escuela abandonó esta pedagogía. Sin embargo, este mito del cooperativismo, aunque parcial, contribuyó positivamente a que en el imaginario del pueblo colombiano se produjera una determinada aprehensión por el sistema de cooperación. Fue, pues, un mito moral de carácter positivo.

Entre tanto, en la medida en que en la escena política, económica y social alcanzaban protagonismo otros esquemas del cooperativismo, se reprodujo el mito de confundir el cooperativismo con versiones parciales de éste. En las subculturas, el sistema de la cooperación se confunde con sus subsistemas: así, para el mundo del transporte o para el de la educación o para el de la vivienda o para el de comercialización de productos agropecuarios, el cooperativismo se limita a una determinada actividad; de esta forma, quienes son influenciados por los medios ideológicos de que disponen estos subsectores entiendan el fenómeno como un segmento de la economía, lo que hace de la propuesta cooperativa sólo un instrumento de equilibrio o de complementación de la economía predominante: la capitalista.

Pero, en los últimos tiempos, se ha formado un mito peligroso. Un mito de orden moral y negativo que viene haciendo un daño inmenso al cooperativismo colombiano. El mito de que el modelo cooperativo es un veneno para

Hernando Zabala Salazar«El cooperativismo se ha constituido en uno de los más avanzados instrumentos para promover el desarrollo de la autogestión de los productores de la riqueza, al generar métodos de productividad que exige la economía contemporánea. »

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las masas de trabajadores, que elimina alternativas de empleo, disminuye su capacidad de ingreso, destruye su asociatividad y contribuye a la mayor explotación de la energía laboral.

En los discursos políticos, en la prensa y la televisión, en los debates académicos, entre los estudiantes y entre los dirigentes de los trabajadores y hasta en los escenarios de debate del propio sector, ha hecho carrera el imaginario de que el mayor mal de todos los males es el cooperativismo de trabajo asociado. Como consecuencia, se ha forjado un mito destructor y semiescatológico.

Este quiebre de la realidad echa por tierra una realidad concreta del último siglo: el cooperativismo (en su genera-lidad como sistema socioeconómico y en su particularidad como protagonista del mundo de la producción y el tra-bajo) se ha constituido en uno de los más avanzados instrumentos para pro-mover el desarrollo de la autogestión de los productores de la riqueza, al generar métodos de productividad que exige la economía contemporánea. No entien-

den los generadores del mito destructor que este cooperativismo es pilar funda-mental para el forjamiento de un nuevo modelo de desarrollo, y medio sin igual para garantizar un ingreso en ascenso, un mayor acceso a los satisfactores para la vida y el mejor modo de distribución de la riqueza.

El mito negativo se ha propagado, y aunque gran número de trabajadores colombianos han ingresado a las filas del cooperativismo de trabajo asociado, no sienten pertenencia a éste y no comprenden las dinámicas de su economía. Esta incomprensión del fenómeno cooperativo se refuerza por la presencia en él de dirigentes sin escrúpulos, que con su accionar refuerzan el mito tergiversador.

Un mito negativo como el presente podría mantenerse por mucho tiempo, ya que no hay forma (ni en la realidad jurídica, ni en la realidad económica, ni el propio reforzamiento del mito) de detener la fuerza incontenible del

«El Estado, así mismo, mediante la formulación

de normas y de políticas públicas que incentivaban

el acopio de masas monetarias por medio de estas

cooperativas, también aportó a la formación del

mito de que el cooperativismo se limitaba a una

intermediación financiera. »

cambio en las estructuras de organización productiva y en las formas de contrata-ción de la fuerza laboral. La locomotora de la historia no se detiene: la recomposición de las fuerzas productivas llevará indefectiblemente al predominio de la coopera-

ción en el trabajo y en los demás factores de producción.

Ese rompimiento del mito se produce, primero, en el propio sector, al entender nuestros dirigentes que el cooperativismo —en todas sus manifestaciones— es un proyecto significativo de transformación de la economía y de la sociedad, que ha sido constructor de realidades que favorecen equitativamente a los grandes segmentos de la población, al propiciar un desarrollo mancomunado de los esfuerzos productivos, los cuales se traducen, necesariamente, en bienestar y seguridad sociales.

A la dirigencia le corresponde hacer frente a la extensión del mito, al utilizar ampliamente los medios de reproducción de la cultura y la ideología (prensa, radio, televisión, escuela, tarima, etc.), y aprovechar el momento para transmitir que el cooperativismo es único y que es una fuerza histórica que se contrapone a los modelos de dominación económica hasta ahora imperantes; es un modelo de organización socioeconómica del mundo contemporáneo que se propone conquistar el mundo del trabajo.

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» Visionamos

Durante los últimos años, el cooperativismo colombiano ha dado gran prioridad al tema de la integración. Algunos han temido que este ideal se quede en palabras y buenas intenciones, pero en el frente financiero comienzan a darse pasos reales hacia dicho objetivo.

No hay mejor ejemplo que Visionamos, una red de servicios financieros para el sector solidario, que busca agrupar a cooperativas de todo el país, desde las más grandes y antiguas, hasta las nuevas y pequeñas que se abren paso en este promisorio mercado.

La red define como su propósito integrar al sector cooperativo en Colombia en los ámbitos social, económico y tecnológico. El proyecto central es el establecimiento de un sistema de pago de bajo valor, que aporta a los asociados fortaleza tecnológica, financiera, operativa y comercial, a cambio de aportes bajos, a la medida de cada entidad.

Esta idea surgió en 2004, a partir de las necesidades de cinco empresas solidarias del Departamento de Antioquia, con el objeto de crear una red de servicios financieros que sirviera a todos, abaratara costos operativos, brindara mayor

seguridad en las transacciones y permitiera a los asociados de cada entidad utilizar una amplia gama de servicios financieros con

costos bajos.En estos cinco años la red ha pasado a contar con trece asociados, mientras otras grandes entidades

se han interesado y están en proceso de unirse a la iniciativa. Eso enorgullece al personal de la red:

“Nuestros asociados son empresas muy sólidas; por ejemplo, el más reciente ingreso, Juriscoop,

la cooperativa de los empleados del ramo judicial, tiene presencia en todas las capitales departamentales de Colombia, lo que nos da ya una presencia en toda la nación, pues nuestras operaciones principales se realizan en las oficinas de los asociados”, expresa Santiago Gallego, presidente de la red.

Integración tecnológica¿Qué es, exactamente, un sistema de pago de bajo valor? Gallego lo explica en palabras claras: “Visionamos se encarga de establecer una plataforma tecnológica para operar con tarjetas débito, datáfonos y cajeros que se localizan en las oficinas de las

Integración cooperativareal y eficiente

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Cooperativas destacadas «

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entidades asociadas y en locales comerciales. De este modo, las cooperativas pueden garantizar seguridad en las transacciones de sus asociados”. Todo a cambio de un aporte que, comparado con los costos de establecer la infraestructura por sí solos, es irrisorio.

El éxito de la iniciativa llevó a construir la visión de la red sobre una idea integradora muy amplia: convocar a las cooperativas de todo el país que requieran servicios financieros. En el país hay 1.800 empresas solidarias, muchas de las cuales no tienen la capacidad de establecer por sí solas un sistema financiero eficiente y seguro, dados los altos costos de la tecnología que se requiere.

Para las cooperativas más pequeñas, Visionamos dispone un servicio de outsourcing, con un software diseñado especialmente para ellas: una entidad pequeña puede utilizar los servicios de la red sin preocuparse por los riesgos ni altísimos costos de los servidores y manteniendo la identidad corporativa en sus tarjetas.

Actualmente, Visionamos tiene en circulación 83.000 tarjetas débito y ha instalado 200 datáfonos y 34 cajeros en las oficinas de sus miembros. Un convenio con Servibanca y la alianza con otras redes y empresas han brindado a los usuarios la posibilidad de acceder a las facilidades de todo el sistema financiero.

La tarjeta provista por la red es dual: aunque básicamente es débito, puede funcionar con un cupo de crédito, según las directrices de cada entidad y el estudio que realicen al solicitante. Además, con la ampliación de la red, el dinero del usuario está disponible en los más impensados lugares del país.

Esto demuestra las ventajas inmensas de trabajo asociado. “Es una red cooperativa entre

«Visionamos aporta a las entidades solidarias grandes

ventajas en eficiencia, actualización tecnológica, seguridad operativa y

rentabilidad. »

Santiago Gallego, presidente de Visionamos

cooperativas”, nos señala Gustavo Cano, asistente de dirección de la empresa. “Visionamos aporta a las entidades solidarias grandes ventajas en eficiencia, actualización tecnológica, seguridad operativa y rentabilidad”.

La fortaleza tecnológica permite, además, una competencia mayor en un mercado tan complejo como el de servicios financieros y comerciales. Incluso, en el panorama de una inminente recesión, una red sólida y flexible tiene mayores posibilidades

de resistir los tiempos difíciles.Ahí es donde radica la fuerza

de una propuesta como ésta: una integración real y operativa del sector solidario, sobre la base del desarrollo tecnológico: “Gran parte de la idea de integrar al sector se ha quedado en los discursos de congresos y encuentros”, comenta Gallego.

“Visionamos ha dado el paso real hacia esa integración, lo que brinda a sus asociados seguridad y eficacia en sus servicios financieros”.

En una época de incertidumbres económicas, donde la fortaleza de los servicios financieros definirá la supervivencia y competitividad de muchas empresas solidarias, la in-tegración representada por Visiona-mos aporta confianza y optimismo a todo el movimiento cooperativo del país.

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» Innovación social

Diego Parra Duque

«La innovación es algo nuevo; algo que antes no existía. Hablamos de innovación cuando incorporamos una novedad en un contexto determinado »

En el 2006, el emprendedor social Muhammad Yunnus se haría acreedor al Premio Nobel de la Paz gracias a la implementación de una idea que en el pasado había sido tildada de utopía: la creación de un banco de los pobres. Este banco respondía a un modelo completamente nuevo de préstamo: se basaba en un sistema de microcréditos desarrollado por primera vez en Bangladesh en los años setenta. Con este sistema se demostraba que los pobres podían ser responsables con sus deudas, más responsables incluso que los estratos acomodados de las sociedades de aquel país. Hoy en día, 6,6 millones de personas se benefician de los créditos del Banco Graneen, creado por Muhammad Yunnus. Este modelo fue replicado en Medellín, con el llamado Banco de las Oportunidades.

La historia de Yunnus representa un cambio en el paradigma de la innovación. Él demostraba que los temas sociales podrían ser enfrentados con criterios de rentabilidad, y que los temas empresariales podrían ser abordados desde una perspectiva social.

¿Cómo se podría unir la innovación con lo social? Comencemos diciendo que la palabra innovación es usada de forma ligera en muchos foros, reuniones y conversaciones informales. Nadie sabe exactamente qué es innovación, pero todo el mundo se reserva el derecho de hablar sobre ella con afectado dominio, sólo porque la palabrita está de moda. Con la innovación sucede algo parecido a lo que sucede con nuestro querido y dilapidado fútbol nacional: cada vez que juega nuestra selección, todo el mundo se convierte en técnico de fútbol.

El concepto de innovación contempla siempre dos componentes importantes. El primero, la innovación es algo nuevo; algo que antes no existía. Hablamos de innovación cuando incorporamos una novedad en un contexto determinado. Pero también se dice que un producto, un proceso o un servicio son innovadores cuando la novedad incorporada en cualquiera de ellos es apetecible o útil para un individuo o grupo de individuos. Una innovación se hace real sólo cuando un determinado grupo

La respuesta a la crisis

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Especial «

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de personas está dispuesto a pagar un precio establecido por esta novedad. Este es el componente de creación de valor de la innovación. En

resumen, una innovación es una novedad que genera valor en un grupo determinado

de individuos. Y entonces surgen dos

preguntas obligadas: ¿cómo desarrollar innovaciones sociales? ¿Es posible seguir los caminos trazados por Muhammad Yunnus de una forma regular y planeada? Para mí es claro que necesitamos modelos de gestión nuevos para generar valor en nuestras comunidades de forma rápida, eficaz y sin mucha burocracia. Ashoka, por ejemplo, es una organización que promueve la aparición de emprendedores que generen innovaciones sociales de manera rápida y eficaz en todo el mundo. Los emprendedores sociales son definidos por Ashoka como: “personas que han decidido asumir los problemas del mundo o de sus comunidades y buscar soluciones nuevas, creativas y eficaces. Las empresas del sector productivo y los emprendedores sociales tienen en común la búsqueda de valor agregado a nuestra sociedad. Ambos reconocen problemas y carencias y proporcionan medios para solucionarlos de modo eficiente, creativo y duplicable en otros entornos”.

Así como Ashoka, existen en el mundo organizaciones e individuos que le están apostando a un tipo de innovación a la vez social y rentable. En México, una gran compañía cementera está aplicando los principios de las compras a plazos para ayudar a que los habitantes de los tugurios construyan sus propios hogares. En Brasil, un innovador social llamado Fabio Rosa alquila paneles solares a aldeanos pobres. La

tarifa mensual es mucho menor a la que los aldeanos pagaban por velas, pilas y queroseno. En el mundo hay cerca de dos mil millones de personas que no tienen electricidad y cerca de mil millones de ellas estarían dispuestas a aprovechar la energía solar si pudieran alquilarla o pagarla a plazos, afirma Ashoka.

En Colombia, una gran compañía de tubos plásticos dejó de pensar en el modelo asistencialista de “fundación” y decidió aportar sistemas de riego a los minifundistas de varias regiones del país a costos muy bajos. La compañía no les exigía un pronto pago, sólo les exigía trabajar en sus minifundios bajo criterios de rentabilidad, como los que manejan las grandes empresas. Esto ha hecho que cultivadores de mora, de uchuva, de tomate de árbol, entre otros, hayan podido organizarse de manera verdaderamente empresarial, sin caer en la trampa de los “fondos regalados”.

«Quizá se requiera el surgimiento de muchos más innovadores sociales en los próximos años. Personas que,

como Yunnus, asuman los problemas comunes a todos nosotros como

propios y busquen soluciones nuevas, creativas y eficaces. »La respuesta a la cris

is

El mundo de los albores del siglo XXI es más difícil, complejo y peligroso que el de la última década del XX. Vivimos en un momento de graves crisis y de catástrofes naturales que acechan y que seguirán acechando en un horizonte cercano. Cuando examinamos la historia de la humanidad, vemos cómo casi siempre ésta ha sido incapaz de prevenir las

crisis, y ha reaccionado demasiado tarde. El déficit de liderazgo político que padecemos hace que el pesimismo ante la multitud de problemas se agrave. ¿Qué podemos hacer entonces?

Quizá se requiera el surgimiento de muchos más innovadores sociales en los próximos años. Personas que, como Yunnus, asuman los problemas comunes a todos nosotros como propios y busquen soluciones nuevas, creativas y eficaces. Pero, además, ideas sociales que sean rentables o ideas rentables con contenido social. Quizá ha llegado la hora de unir opuestos complementarios. Ya decían los taoístas: “lo sólido crea lo aparente, y lo aparente crea lo sólido”. Quizá sea hora de pensar que los proyectos sociales pueden generar rentabilidad, y que los proyectos rentables pueden incorporar, como actores verdaderos, a las comunidades más desfavorecidas del planeta.

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» Crisis y cooperativismo

en tiempos de crisisDesde octubre del 2008, el mundo económico se ha visto saturado a diario de noticias, predicciones y anuncios sobre la crisis financiera global, uno de los momentos más duros que el sistema capitalista ha enfrentado en su historia.

La escasez de dinero para créditos alrededor del mundo ha supuesto un gran freno a las inversiones y al crecimiento de los países desarrollados, mientras que en el Tercer Mundo apenas comienza a percibirse la recesión. Se pronostica que en América Latina los síntomas evidentes serán el aumento del desempleo y el encarecimiento de los alimentos.

Tras el pavor, el desconcierto y la expectativa, mercados y analistas comienzan a buscar soluciones. En medio de la abundancia de ideas a corto plazo, que sólo arreglan los problemas inmediatos de los bancos, las sociedades exigen políticas que aseguren las economías en el futuro y con sostenibilidad.

La economía solidaria aparece de nuevo hoy, tal como en otros momentos del siglo, como una de las alternativas más sólidas para reconstruir un comercio y un sistema productivo viable.

La hora de las economías alternativasTodas las medidas tomadas hasta el momento han sido inmediatistas. Para el porvenir, los

gobiernos aún lidian con la ambición y la terquedad de banqueros y comerciantes. El informe Stern, realizado por encargo del gobierno británico poco antes de que se destapara la crisis,

anunciaba ya que sólo una economía ambiental y socialmente sostenible permitiría la supervivencia del sistema. Hasta el presidente francés Nicolás Sarkozy ha

hablado de “reinventar el capitalismo”.

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Anteriores crisis aportan claves importantes. Tanto durante la Gran Depresión como en la Gran Bretaña asediada por los nazis, en 1940, y, más acá, en la colapsada Argentina de 2005, las comunidades y gremios aprendieron el valor del trabajo solidario. Así mismo, las cooperativas agrarias, tal como lo prueba la ONU en su informe del 2006 sobre sostenibilidad, han salvado a millones de personas del hambre en Bangladesh e India.

Esto no es gratuito. La filosofía misma del cooperativismo choca con la ambición y el egoísmo. Así lo expresa Luis Hernando Lopera Loaiza, sociólogo y docente de la Universidad de Medellín, que ha estado vinculado por veinte años a distintas cooperativas como asociado, asesor e investigador. “Una cooperativa pretende distribuir sus ganancias entre los participantes, lo que debe evitar la ambición personal y fomentar un trabajo colectivo”. En momentos como el actual, esa filosofía es un antídoto al pensamiento ultraliberal que corroe al capitalismo.

La economía solidaria ha mostrado su eficiencia incluso en la fundación de un país: Israel surgió de un terreno casi baldío gracias al trabajo organizado, libre y colectivo de miles de personas en los kibbutz. Para Lopera, este ejemplo, aunque controvertido, evidencia el poder solidario en un área fundamental: el agro.

“Las cooperativas agrícolas serán esenciales para la autonomía alimentaria del país. El problema es que se requiere primero que el gobierno nacional garantice la seguridad en el campo, así como la salud, educación y comercio rurales. Si esto se diera, muchas personas estarían dispuestas a volver a trabajar la tierra en un modelo cooperativo que evita la concentración de riqueza y aumenta el rendimiento”.

Considerando que la crisis alimentaría sobre América Latina es inminente, de acuerdo con los reportes de la FAO para diciembre de 2008, estas soluciones urgen más que nunca. Muy distinta es la situación para cooperativas de otros tipos.

«La economía solidaria, inmediata, austera y realista

estará, sin duda alguna, en el abanico de opciones para

construir una nueva economía mundial.»

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» Crisis y cooperativismo

“Las entidades con fuerte dependencia del sistema bancario y bursátil, como son las financieras y muchas de trabajo asociado, serán golpeadas por la recesión, porque dependen de las mismas variables que los grandes bancos”, alerta Lopera Loaiza. “Las de ahorro y crédito, que dependen básicamente de los aportes de sus propios afiliados, son mucho más versátiles y resistentes”.

Lo ejecutivos del sector ya han tomado conciencia de la amenaza que se acerca. Incluso el ministro de Protección Social, Diego Palacios, reconoció en febrero que el desempleo y la crisis crediticia serán pronto realidades en Colombia, por lo cual las acciones se hacen imperativas. Santiago Gallego, director de la red cooperativa Visionamos, señala que la clave está en la innovación y en la unión. Sabe que si las grandes inversiones tecnológicas y en desarrollo se hacen en conjunto, los costos se reducen muchísimo y las cooperativas se tornan competitivas para enfrentar la crisis.

Innovación, tecnología, integración. Palabras que deben pasar a acciones a medida que la economía solidaria toma protagonismo en un mundo que repiensa su sistema económico. El principal obstáculo que se debe vencer, según Luis Hernando Lopera, es la falta de cultura cooperativa. “Los asociados acuden a las cooperativas principalmente en busca de préstamos. Las cosas serán muy distintas cuando lo hagan también en busca de fortaleza laboral y social”.

Muhammad Yunis, el banquero bengalí y Premio Nobel de la Paz, afirmó que el colapso del mercado capitalista se debió a que está desligado de las necesidades reales de la gente. La economía solidaria, inmediata, austera y realista estará, sin duda alguna, en el abanico de opciones para construir una nueva economía mundial.

«Las cooperativas agrícolas serán esenciales para la autonomía alimentaria

del país. El problema es que se requiere primero que el gobierno nacional garantice

la seguridad en el campo, así como la salud, educación y comercio rurales. »

¿Cómo surgió la crisis?La esencia de la crisis podría ser explicada así: en medio de la euforia mercantil de los años noventa, los bancos de Estados Unidos, poseídos por lo que Michelle Bachelet calificó de “ambición desmesurada”, planearon una forma fácil de ganar muchísimo más dinero. Amparados por políticas del gobierno, abrieron los préstamos hipotecarios a clientes cuya capacidad de pago no era segura.

Este tipo de préstamos de alto riesgo, las llamadas hipotecas subprime, elevaron los balances de los bancos y, por ende, los bonos de sus gerentes y ejecutivos. Pero esta bonanza se basaba en una burbuja de dinero inexistente, “deudas por pagar” de las cuales los socios y clientes responsables nunca fueron informados.

Cuando llegaron tiempos más duros y, por tanto, la necesidad de cobrar las hipotecas, muchísimos de aquellos deudores simplemente no podían pagar. Desde la primera alerta, en agosto de 2007, los bancos y fondos de inversión de Estados Unidos inventaron todo tipo de mecanismos para extraer de sus balances estos saldos en rojo y evitar así el miedo en las bolsas de valores.

La magnitud de la especulación era tal que no surtió efecto ninguna de estas medidas, muchas de ellas realmente oscuras (como fundar entidades sólo para que asumieran esas pérdidas). Comenzaron los anuncios de quiebras de entidades; el gobierno estadounidense, en un actuar blando e inconsistente, salvó algunas y dejó caer otras. Esta suerte corrió Lehmann Brothers, el gigantesco banco de inversión. Su quiebra, el 15 de septiembre de 2008, fue el campanazo que desató el pavor en las bolsas de Estados Unidos, Asia y Europa. La oleada de desconfianza se extendió por todos los sistemas financieros entramados con Wall Street; es decir, todos los del mundo globalizado.

Tras ocho meses de incertidumbre y quiebras, y con los grandes países entrando uno por uno en recesión, el panorama ahora es más claro, pero las soluciones no lo son tanto. Los bancos centrales de Norteamérica y Europa dicen haber salvado sus sistemas financieros al inyectar a los bancos mucho dinero de los contribuyentes. Sin embargo, el desempleo, la carestía y la falta de crédito acosan aún al mundo “rico”, mientras que en el Tercer Mundo la crisis alimentaria se agrava y se expande.

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Especial «

Columnista invitado

La crisis económica, el mercado laboral y las cooperativasde trabajo asociado

Alejandro Rodríguez

Al analizar el mercado laboral y los efectos que sobre éste acarrea la crisis mundial, tendremos que concluir necesariamente que ante una desaceleración o una recesión económica, la demanda de mano de obra se verá disminuida, principalmente por efecto de la restricción presupuestaria de los consumidores, que les impedirá adquirir bienes y servicios bajo el mismo derrotero que en épocas de bonanza; esto, a su vez, llevará a una disminución en las ventas del sector productivo y, como consecuencia de ello, a la necesidad de contar con menos personal para atender una oferta eficiente en el mercado.

Por otro lado, la rigidez de la regulación laboral que implica altos costos en la contratación del personal y que en primer término se ve como una protección a los derechos de los trabajadores, finalmente trae consigo efectos nocivos para el mercado en general, pues puede producir desempleo o condiciones laborales en las que se incumple tal regulación por parte de los patronos.

Como consecuencia de lo anterior, las cooperativas de trabajo asociado normalmente han sido vistas por la opinión pública como una herramienta para vincular personal sin atender el pago de ciertos derechos establecidos por la ley para un asalariado. Basta leer artículos de opinión de ciertos parlamentarios o advertir las decisiones de los mandatarios locales, que, bajo el rigor de la ignorancia supina, estigmatizan un sector que como el cooperativo sólo propende por el bienestar de quienes autónomamente buscan la maximización de su bienestar.

Sin embargo, y sin dejar de reconocer que en muchos casos, por fuera del marco legal y dogmático del cooperativismo, se utiliza este tipo de organizaciones como mecanismo de intermediación laboral a más bajo costo, también se hace necesario recalcar que éste no es un fenómeno exclusivo del cooperativismo, tal como se concluye en los resultados de la ‘Encuesta social 2008’, de Fedesarrollo. En efecto, según se advierte en dicho estudio: “casi un tercio de los asalariados privados no recibe ningún beneficio (primas, cesantías, subsidios, etc.)”.

De la misma forma, se plantea en los resultados del análisis el decrecimiento del empleo asalariado, en contraste con el aumento del empleo por cuenta propia, lo que se traduce en mayor informalidad y menores garantías, en términos de bienestar para la población colombiana, como seguridad social en salud, pensiones y riesgos profesionales.

En un escenario como el descrito, y aplicando conceptos como las economías de escala, las de alcance, la subaditividad de costos y el simple sentido común, al tenor de la máxima “la unión hace la fuerza”, resulta claro que es más eficiente

desarrollar modelos empresariales bajo el ropaje de las cooperativas de trabajo asociado, donde los trabajadores que pasan del vínculo asalariado al empleo por cuenta propia, así como aquellos que no cuentan con un puesto de trabajo, aúnan esfuerzos, conocimiento, experiencias y metas bajo un núcleo común, y, sobre todo, dejan al margen la informalidad, al ser propietarios y gestores, y al contar con las garantías mínimas para su bienestar.

Empero, lo que bajo la concepción cooperativista es una oportunidad en momentos de crisis encuentra una gran restricción normativa, que casi llega a convertirla en una alternativa más, sin ninguna nota distintiva y con el mismo estigma de siempre. Basta estudiar con detenimiento el fenómeno de creación legal en torno a este tipo de organizaciones en los últimos años, en el que cada vez más se tiende a asimilar a un vínculo laboral ordinario, so pretexto de proteger a los trabajadores.

Por ejemplo, por medio de la Ley 1233 de 2008 se crearon las contribuciones especiales al Sena, ICBF y cajas de compensación familiar por parte de las cooperativas de trabajo asociado, bajo el argumento que con dicha imposición tributaria se lograría depurar el sector y se sacarían del mercado las mal llamadas “pseudocooperativas”. No obstante, es evidente que lo que se hace con ello es buscar una fuente de ingresos para el Estado, luego de la declaratoria de nulidad del Decreto 2996 de 2004, y asimilar cada vez más el modelo de trabajo asociado a la relación laboral ordinaria. Lo anterior va en contravía, incluso, de las más connotadas opiniones de expertos, quienes por el contrario recomiendan como medida para incentivar el empleo la eliminación de las cargas propias de la nómina, y en especial las contribuciones al Sena e ICBF. En todo caso, nada se avanza en la extinción de aquellas entidades que pervierten el modelo, escenario que sólo se logra con un adecuado y eficaz seguimiento de las entidades de supervisión y control.

Como conclusión, las cooperativas en general y particularmente las de trabajo asociado son una eficaz herramienta para la formalización y generación de empleo bajo un modelo alternativo y autogestionario distinto a la relación laboral ordinaria, especialmente en épocas de crisis como la que se vive actualmente. Sin embargo, la posición de ciertas autoridades administrativas y regulatorias desincentivan su creación y proyección, y conllevan situaciones no deseables en términos jurídicos y económicos, que dan al traste con su verdadero sentido dogmático y filosófico.

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En la foto: de izquierda a derecha, Clemencia Dupont, presidente ejecutiva de Confecoop;

Carlos Paz, presidente del Comité de Trabajo Asociado, y Hagen Henry, jefe de Servicio de

Cooperativas OIT, Ginebra

Se reafirma la validez del modelo cooperativo de trabajo asociadoTaller convocado por Confecoop y la Organización Internacional del Trabajo (OIT)

A partir del momento en que el cooperativismo de trabajo asociado empezó a ser mirado como otra modalidad de contratación de servicios, mucho ha dado de qué hablar, pues ha sido utilizado en numerosos casos como un intermediario del mercado laboral, sin reparar en las características propias de su naturaleza especial, afectando por esta vía el buen nombre cooperativo.

En este contexto, la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop) se dio a la tarea de buscar el concurso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para realizar el taller denominado “El trabajo asociado cooperativo como fuente de trabajo”, considerando que dicho organismo propugna por el trabajo digno, independientemente de la forma de contratación, y que históricamente ha reconocido este modelo asociativo como un mecanismo para crear trabajo y formalizar a los trabajadores.

De esta manera, el 22 de mayo se llevó a cabo el citado taller, con la participación de Hagen Henry, jefe del servicio de cooperativas de la OIT de Ginebra, y Mario Tueros, especialista principal en desarrollo de la pequeña empresa y cooperativas de la oficina subregional. Allí se reunieron por primera vez en el mismo recinto y alrededor de este tema, las centrales sindicales CGT, CUT y CTC; el Ministerio de la Protección Social; las agremiaciones de empresarios Andi, Fedepalma y Acopi, y las superintendencias de la Economía Solidaria y de Salud. En consideración con su temática, se hicieron presentes también los integrantes del Comité Nacional de Trabajo Asociado de Confecoop (Ascoop).

El taller creó un espacio donde los representantes de las entidades mencionadas expusieron sus puntos de vista y sus experiencias frente a las cooperativas de trabajo asociado; en concreto, se compartió la realidad de este subsector en Colombia,

Clemencia Dupont Cruz

para unificar posiciones en torno a éste, y, sobre todo, se avanzó hacia la construcción de mecanismos que permitan dar claridad a la situación por la que atraviesa el trabajo asociado cooperativo, derivada de su utilización indebida para intermediar en el mercado laboral, que es lo realmente censurable, y no el modelo en sí mismo considerado, como se concluyó durante el desarrollo de la reunión.

Otro gran logro fue haber dado el primer paso para la constitución de una mesa de trabajo, integrada por un representante de cada una de las organizaciones participantes, la que, en adelante, se reunirá con el fin de diseñar un plan de acción que busque la mejor salida para acabar con las malas prácticas de intermediación laboral, reuniones que contarán con el acompañamiento de la OIT.

Para Confecoop es indudable que muchas de las más o menos 6.000 cooperativas de trabajo asociado que han iniciado su trámite de registro e inscripción ante el Ministerio de la Protección Social y la Superintendencia de la Economía Solidaria proporcionan trabajo a sus asociados y desarrollan sus actividades de acuerdo con la ley y la doctrina cooperativa. No obstante, debemos continuar trabajando para conseguir su depuración, excluyendo a las que se apartan de sus principios y filosofía, para realizar actividades ajenas a su esencia, pues

» Modelo cooperativo

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Especial «

éstas afectan a todo el sector. Esta percepción es compartida íntegramente por Hagen Henry, quien durante su intervención manifestó, además, que un mundo en crisis —financiera y económica—, un mundo donde el desempleo está creciendo y lo informal se establece como regla: “No se puede permitir que una de las tres formas reconocidas de empleo formal, el trabajo asociado en forma cooperativa, sea el objeto de abuso”.

La situación del trabajo asociado cooperativo desbordó las fronteras del país, concretamente en el marco de las negociaciones del TLC con EE. UU., donde se ha cuestionado a las cooperativas por desincentivar el crecimiento de las organizaciones sindicales, debido a que sus miembros no tienen el carácter de trabajadores dependientes.

Pocas personas, sin embargo, se han detenido a analizar la improcedencia de la sindicalización de los trabajadores aso-ciados, ya que, por tratarse de personas que son al mismo tiempo propietarios de la empresa, gestores y trabajadores, no tienen una contraparte ante quien reivindicar sus derechos.

«Para Confecoop es indudable que muchas de las más o menos 6.000

cooperativas de trabajo asociado que han iniciado su trámite de registro e inscripción

ante el Ministerio de la Protección Social y la Superintendencia de la Economía Solidaria

proporcionan trabajo a sus asociados y desarrollan sus actividades de acuerdo con la

ley y la doctrina cooperativa. »

Para Confecoop, el tema de fondo que hay que combatir es la mala utilización de las cooperativas para ahorrarles costos a los contratantes, desconociendo los derechos de los

trabajadores. Para lograrlo, es necesaria la acción decidida del Estado por medio de las entidades de supervisión, crear conciencia sobre la importancia de este modelo para la generación de trabajo en el país y lograr el compromiso de los distintos actores y de la sociedad en general.

El modelo de trabajo aso-ciado cooperativo ofrece una variedad de posibilidades que permiten mitigar los efectos de periodos coyunturales como el que atraviesa hoy la economía a escala mundial, debido a que

conjuga elementos empresariales con los principios y valores propios de su esencia. Lograr este reconocimiento será uno de los grandes retos de la mesa de trabajo.

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» Reportaje

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El Gobierno habla sobre el sector

» Reportaje

“Debemos defender al sector cooperativo y rechazar duramente a los evasores”

El sector cooperativo ha sido objeto de duras críticas por parte de los gobiernos y, en muchas ocasiones, la confianza en este sector ha sido puesta en tela de juicio por la sociedad en general. En gran medida, la mala imagen del sistema solidario se debe a que, efectivamente, muchas empresas han adoptado este modelo de trabajo con el objetivo de evadir prestaciones sociales y normas fiscales, y dejan de lado la base original de la asociación solidaria, y los objetivos primarios del cooperativismo.

Pero, ¿qué piensa en realidad la esfera administrativa actual de Medellín?, ¿esta es una realidad o simplemente se trata de un mito arraigado en la sociedad?, ¿el gobierno local piensa que debe apoyar el cooperativismo o, por el contrario, que debe combatirlo?

Integrando se reunió con el alcalde de Medellín, Alonso Salazar, para encontrar estas respuestas.

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Especial «

Integrando: Para la Administración municipal, ¿cuál es la relevancia que tiene el tema del cooperativismo?Alonso Salazar: Este tema tiene total relevancia para nuestra Administración, pues el cooperativismo aporta recursos cercanos a los 10.000 millones de pesos anuales, dineros que son invertidos en diversos campos, como la educación, el tema de infancia y grupos sociales menos favorecidos.

Integrando: ¿Desde la Administración se está trabajando en el fortalecimiento del sector cooperativo y la solución a la problemática que lo aqueja?Alonso Salazar: Como Alcaldía estamos terminando de elaborar un plan de choque para contribuir a la activación del consumo, pues para quienes trabajan en la economía solidaria, esta recesión presenta una gran oportunidad para que se fortalezcan como una fuerza económica de la ciudad.

El alcalde de Medellín, Alonso Salazar, ve en el sistema solidario una oportunidad y no una consecuencia negativa de la crisis.

Integrando: ¿La crisis económica mundial ha afectado a Medellín? Alonso Salazar: Desde luego que la crisis ha afectado a Colombia y a nuestra ciudad, y un indicador de ello es el incremento en las tasas de desempleo, pero yo tengo fe en que eso no será duradero, sino coyuntural, pues Medellín tiene una serie de fortalezas económicas y dentro de ellas, definitivamente, hay que incluir al sector cooperativo.

Integrando: ¿Considera que el sector solidario puede ser útil en el contexto financiero actual?Alonso Salazar: Sin duda que es de gran ayuda, pues el sistema cooperativo goza de una larga historia, de mucha fortaleza en lo financiero, y a su favor tiene las conexiones que posee con otros sectores productivos. El cooperativismo posibilita el consumo de los ciudadanos a través de los créditos y los microcréditos, y esto, sin duda, activa la economía de una ciudad.

Pese a esta visión positiva de la Alcaldía de Medellín sobre el cooperativismo, es innegable que el sector solidario reclama mayor atención por parte de la Administración y una participación más clara en los programas locales.

Sobre el tema de la legislación que cobija al sector cooperativo, opinó también el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, durante el concejo comunal que se efectuó en Chinchiná, Caldas, el 2 de mayo pasado: “En 2008 aprobamos la Ley que obliga a

las cooperativas de trabajo asociado a ser cumplidas con sus asociados trabajadores, a vincularlos a los organismos de seguridad social y a pagar los parafiscales. Creo que hay que hacer un esfuerzo en todo el país, revisándolas, para que no haya cooperativas que abusen. Nos pareció tan importante no eliminar las cooperativas, como importante eliminar sus abusos. Pueden las cooperativas prestar servicios, realizar obras, pero no pueden ser intermediarias laborales”.

A pesar de esta afirmación, la gran mayoría de las empresas cooperativas siente que algunas normas legales y constitucionales afectan negativamente el sector.

El cooperativismo ante la crisis mundialRecientemente, las centrales obreras revelaron que debido a la crisis financiera se han perdido cerca de 15.000 empleos, algunos de los sectores que se ven más afectados son la industria textil, automotriz y agrícola; en este último, con consecuencias directas para los floricultores y los bananeros.

Iain McDonald, director general de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), no descarta la posibilidad de implementar el modelo cooperativo como una solución al problema económico, pero argumenta que este sistema es mucho más útil no sólo en casos de crisis.

En una entrevista publicada por el diario El País, de Cali, McDonald indicó: “A pesar de que el sistema económico solidario genera cien millones de puestos de trabajo en el mundo, 20% más que todas las grandes multinacionales juntas, los gobiernos y los líderes de opinión tienden a pensar que las cooperativas son para gente pobre o para ayudar en una crisis como la de ahora, y aunque sí aprovechamos esta situación, necesitamos transmitir que las cooperativas pueden ser exitosas con dos o tres personas, pero también pueden ser compañías multinacionales.

Alonso Salazar, Alcalde de Medellín

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»Cooperativismo en Francia

“Podemos estar orgullosos de la fuerza, la diversidad y el dinamismo del movimiento cooperativo en Francia”, declara optimista Jean-Claude Detilleux, presidente del Groupement National de la Coopération (GNC), entidad que reúne el sector cooperativo francés.

Este sector, uno de los más importantes de Europa, está presente en la mayor parte de los sectores de actividad económica francesa, donde ocupa con frecuencia un lugar preponderante y muestra un crecimiento sostenido. En Francia, 21.000 empresas cooperativas emplean a más de 900.000 personas; 535.000 empresas son socias de cooperativas; 75% de los agricultores están asociados, al menos, a una cooperativa; el 60% de los depósitos bancarios están en una entidad cooperativa, y el sector moviliza el 25% del comercio al detalle. En algunas regiones del país, las empresas cooperativas son el principal empleador privado.

Cooperativismo en Francia

Una perspectiva del cooperativismo en el mundo

Darío Viana

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Especial «

Agricultura, producción industrial, comercio, finanzas, servicios a empresas y personas, cultura… la principal fuerza de las cooperativas francesas, según Detilleux, reside en su diversidad. Hoy, las cooperativas están cada vez más presentes en el sector de la innovación, la alta tecnología, la ingeniería financiera y el desarrollo de nuevos servicios.

Tipos de cooperativasEn general, las cooperativas francesas se dividen en cinco grandes categorías o familias, según la actividad que ejercen y el tipo de asociados: cooperativas de usuarios, bancos cooperativos, cooperativas de empresas, cooperativas de productores (SCOP) y sociedades cooperativas de interés colectivo (SCIC).

En primer lugar encontramos las cooperativas de usuarios, donde los asociados son, al mismo tiempo, los usuarios de los bienes y servicios que la cooperativa produce. En este grupo sobresalen las cooperativas de consumidores, las cooperativas de HLM (viviendas destinadas a las personas de ingresos modestos), las cooperativas de propietarios de vivienda y las cooperativas escolares.

En segundo lugar están los bancos cooperativos, donde los asociados son los clientes, ahorradores o prestatarios. Con más de 120 establecimientos, se trata de un grupo mayor del mercado bancario francés. Juntos suman el 73% de las agencias bancarias del país y el 60% de los depósitos bancarios al detalle. Durante la actual crisis financiera y económica, esta familia cooperativa ha sido objeto de una atención particular. En general, el sector bancario cooperativo ha sufrido menos que otros; sin embargo, el balance no es uniforme y algunas entidades han sido más vulnerables que otras.

Para Hervé Juvin, presidente del instituto Eurogroup y especialista del sistema bancario mutualista, las dificultades de algunos bancos cooperativos no significan que este modelo haya fracasado, sino que no fue suficientemente respetado por esos bancos.

El señor Juvin se refiere particularmente a los casos que más han dado de qué hablar durante la crisis: el grupo Banques Populaires y la Caisse d’Épargne, dos de los principales bancos del sector. La Caisse d’Épargne cerró el 2008 con saldo negativo por primera vez en casi doscientos años de existencia. En total, sus pérdidas superaron los 2.000 millones de euros. Por su parte, el grupo mutualista Banques Populaires anunció 468 millones de euros de pérdidas, una primicia para el grupo en las últimas dos décadas.

Según Hervé Juvin, a partir de los años ochenta, estos bancos: “Se convirtieron a la gestión y comenzaron a perseguir los resultados. Los dirigentes quisieron ir hacia los sectores más rentables de la actividad bancaria y

«En Francia, 21.000 empresas cooperativas emplean a más de 900.000

personas; 535.000 empresas son socias de cooperativas; 75% de los agricultores están

asociados, al menos, a una cooperativa; el 60% de los depósitos bancarios están en una entidad cooperativa, y el sector

moviliza el 25% del comercio al detalle. »

financiera. Los establecimientos operativos perdieron de vista los fundamentos de su oficio: muchas operaciones pequeñas a poco margen y poco riesgosas. El drama actual se debe a que esos establecimientos fueron a jugar un juego que no era el suyo, es por eso que sufrieron más que otros establecimientos que se han dedicado, desde siempre, a las operaciones de mercado”.

Presionados por el gobierno de Nicolas Sarkozy, los dos grupos anunciaron su fusión en días pasados y dieron así origen al segundo mayor banco de Francia, con cerca de 100.000 asalariados, 8.000 agencias en todo el país, y 35 millones de clientes. Para un sector de la población, esta fusión hace parte de la política neoliberal del presidente francés y tiende a afianzar el proceso de concentración de los operadores financieros privados y a desprestigiar los modos de gestión alternativos.

En efecto, la diversidad del sistema bancario en Francia es una de las cualidades que le ha permitido resistir la crisis mejor que los sistemas bancarios vecinos: “El sistema bancario francés se caracteriza por una biodiversidad, en él coexisten bancos cotizados en la bolsa, bancos públicos y bancos cooperativos. Nosotros defendemos esa biodiversidad, el pluralismo, y reafirmamos la necesidad de reglas específicas para los bancos cooperativos”, declara Jean-Claude Detilleux.

Otras familias cooperativasAdemás de las cooperativas de usuarios y los bancos cooperativos, existen otras tres grandes categorías o familias de cooperativas en Francia. La tercera de ellas son las cooperativas de empresas, donde los asociados son emprendedores. En este grupo sobresalen las cooperativas artesanales, de transportadores, marítimas, de comerciantes al detalle y agrícolas. Estas últimas son unas de las más importantes del sector, pues 75% de los agricultores son miembros de, al menos, una cooperativa.

En total, las cooperativas representan el 12% de las empresas del sector agroalimentario, pero sólo el 8% del volumen de negocios del sector, según estudios recientes. En respuesta a esta situación y a la intensificación de la

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competencia internacional, las cooperativas agrícolas francesas siguen una política de acercamiento y unión que debería profundizarse en los próximos años.

En cuarto lugar se ubican las cooperativas de productores (SCOP), donde los asociados son los asalariados. Se trata de empresas cuyos empleados son socios mayoritarios y se distribuyen equitativamente los riesgos y las grandes decisiones. Las SCOP están presentes en los sectores de la construcción, las obras públicas y la impresión; sin embargo, es en el sector de servicios donde más han progresado, especialmente los servicios culturales e intelectuales.

«Por otra parte, un nuevo tipo de cooperativa comienza a tomar forma en el sector. Se trata de las sociedades cooperativas europeas (SEC), un estatus que permite la creación de una cooperativa para realizar una actividad común en varios países de la Comunidad Europea. »

Finalmente, desde 2001 existen las sociedades cooperativas de interés colectivo (SCIC). Son cooperativas multisocietarias, que permiten la unión de actores múltiples en un mismo proyecto. Entre esos actores se cuentan, al menos, los asalariados y los beneficiarios de la actividad. Las SCIC producen bienes o servicios que responden a las necesidades colectivas de un territorio y se inscriben en una lógica de desarrollo local durable.

Por otra parte, un nuevo tipo de cooperativa comienza a tomar forma en el sector. Se trata de las sociedades cooperativas europeas (SEC), un estatus que permite la creación de una cooperativa para realizar una actividad común en varios países de la Comunidad Europea. Para Caroline Naett, secretaria general del Groupement National de la Coopération (GNC), este tipo de cooperativas está llamado a marcar el futuro del sector en el continente.

Caroline Naett pronostica, igualmente, un fortalecimiento del cooperativismo en el futuro inmediato, así como la creación de empresas cooperativas en nuevas áreas de la economía. Afirma que el principal reto del sector es defender su independencia y proteger sus especificidades frente a las tendencias homogeneizadoras en los ámbitos público y privado. Dice que espera un interés mayor de la sociedad en general y de los medios de comunicación en particular hacia el sector cooperativo, pues los medios cubren, sobre todo, la actualidad de las empresas cotizadas en la bolsa, entre las cuales no se encuentran las cooperativas. Finalmente, afirma que es necesario un cambio de mentalidad para fortalecer este sector, lo cual es válido también para nuestro país.

Jean-Claude Detilleux, presidente del Groupement National de la Coopération (GNC)

»Cooperativismo en Francia

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De interés «

L o s cooperativistas del mundo estamos de luto. Un ilustre colombiano ha fallecido. Quien fuera el más grande promotor del cooperativismo colombiano y latinoamericano, el más connotado antioqueño en el espectro del cooperativismo mundial y el maestro sin igual, abandonó la morada temporal el pasado 24 de marzo.

Francisco Luis Jiménez, como lo anunciaron diversos medios masivos de comunicación, así como las más importantes integraciones del cooperativismo americano, dedicó su vida (intelectual, profesional, social y política) a extender la semilla de la cooperación, primero en su querida Antioquia y, posteriormente, como protagonista principal de la formación de la integración cooperativa continental, a toda América.

En él se resumió la historia del cooperativismo colombiano durante todo el siglo XX. Por eso, hacia el final de su vida, le fue dado el título de ‘Padre del cooperativismo colombiano’, se le otorgó por la ACI el Premio Pioneros de Rochdale y fue merecedor de la Orden de Boyacá. Su existencia estuvo marcada por innumerables homenajes de agradecimiento de quienes fueron tocados por su inagotable energía de cooperador.

Hacemos eco del mensaje de Confecoop en el sentido de que a pesar de su partida, su huella es imborrable, ya que sus enseñanzas, sus orientaciones y sus consejos se constituyeron en una invaluable guía para el desenvolvimiento del cooperativismo colombiano y latinoamericano.

Francisco Luis Jiménez había nacido en el municipio de Granada (al oriente de Antioquia), el 2 de octubre de 1902, en un hogar con profundos arraigos campesinos y cristianos. Su formación moral e intelectual estuvo signada por la sensibilidad social. Alguna vez explicaba: “Personas como yo nos inclinamos a buscar un mundo de bienestar. Por eso pensamos en convocar gente en torno al amor, lo que sin lugar a dudas, como más se manifiesta, es en la práctica de la solidaridad”. La posibilidad de practicar los valores cristianos inculcados en sus primeros años la halló en el cooperativismo.

Durante sus estudios básicos (realizados en el Colegio San José María de Marinilla) y, posteriormente, en el mundo universitario (Escuela de Derecho de la Universidad de Antioquia) se notó su tendencia por dedicar su vida al propósito del bienestar de los menos favorecidos. Esa vocación de servicio y la capacidad de entrega a los demás se volcaron hacia las letras, en la pretensión de

construir una pedagogía de la cooperación. Su primer libro fue la tesis titulada “Cooperativas de consumo” (publicada en 1930), en la que exhortaba:

Si queremos que en Colombia se ahorre y que sus hijos aprendan a temer el mañana, fomentemos por todos los medios posibles al desarrollo de las cooperativas de consumo. Así habremos hecho patria grande, libre y segura. País donde los habitantes saben prever y saben emanciparse económicamente, no será sojuzgado. La vida moderna es de lucha, esfuerzo, economía, previsión y cooperación. Allí está el secreto del triunfo; aquellos postulados son ejes de los modernos Estados.

Esta declaración del joven estudiante se constituyó en el lineamiento para su vida: aportar a la construcción de una Colombia libre y soberana, sobre la base de la previsión y la cooperación. Desde entonces, ya fuese como empleado de la rama jurisdiccional, como docente, como profesional independiente, como gerente de múltiples cooperativas o como dirigente, aportó con sus palabras, sus ideas, sus escritos y sus obras a la formación de un mundo de bienestar.

Sus maestros así lo previeron. Al evaluarlo para otorgarle su título de abogado, explicaban: “Sus resonantes triunfos, sus altísimas dotes de jurista, aunados a su ejemplar consagración al estudio, a su modestia y a su serena ecuanimidad, lo destacan, con altivos relieves, entre la actual generación estudiantil”.

Su capacidad dirigencial nació de su sensibilidad social y el entusiasmo —que le acompañó hasta su muerte— por el

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Hernando Zabala

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conocimiento. Su obra académica fue vastísima, pero ésta no surgió de la simple elucubración teórica, sino de la síntesis de su práctica social. Su extensa producción intelectual (comprendida en más de 600 documentos, que incluyen ponencias, estudios, libros de texto, artículos periodísticos, conferencias, discursos y correspondencia personal) resume su pensamiento y su obra cooperativa.

El cooperativismo antioqueño encuentra en Jiménez su mayor precursor. En su primera fase de configuración empresarial y doctrinaria (los años treinta y cuarenta), así como de participación protagónica en la vida económica, social, cultural y política de entonces, es una figura que domina la escena. Las primeras grandes cooperativas de la región (de las que aún perduran algunas) fueron lideradas por el maestro, quien también se empeñó en la formación ideológica al constituir el Centro de Estudios Cooperativos de Antioquia, llamado a liderar el proceso de integración del cooperativismo colombiano y que agrupó prominentes figuras (Gerardo Molina, Alfredo García Cadena, Francisco José Chaux y Julio César García), y contó entre sus mentores con el gran dirigente del cooperativismo español: Antonio Fabra Ribas.

En la medida en que crecía la simiente del cooperativismo, las preocupaciones de Francisco Luis Jiménez se extendieron al territorio nacional y hacia la región bolivariana. Fueron múltiples sus esfuerzos por constituir las integraciones cooperativas y por mantener vivo el espíritu de debate y proyección, por medio de los congresos cooperativos. Hacia comienzos de los años sesenta, dichas energías personales se concretaron en la formación de la Asociación Colombiana de Cooperativas (ASCOOP) y la Organización de Cooperativas de América (OCA).

A la par con su labor como dirigente y promotor de nuevas integraciones (como la de Financiacoop, Seguros La Equidad, la Federación de Cooperativas de Vivienda o las cooperativas de transporte), en Francisco Luis Jiménez se fue haciendo más visible su vocación de maestro.

Durante los años sesenta y setenta produjo extraordinarios estudios de orden doctrinario. Se extendió en el análisis de los principios cooperativos y advirtió sobre las transformaciones socioeconómicas. Enseñaba sobre economía y sociología, y escribía ensayos jurídicos para que el cooperativismo en evolución contara con las fuentes teóricas principales que le orientaran en su devenir.

Los años se dejaron sentir en el maestro, y también las angustias y desesperanzas. Para comienzos de los años ochenta (cuando contaba exactamente con ochenta años de edad), su labor pareció agotarse y prácticamente se retiró de los debates y de su tarea dirigencial, refugiándose en su querida Cooperativa Familiar. Su aporte intelectual parecía

haber culminado con la publicación de sus Memorias.Sin embargo, siempre atento a los cambios, percibió

durante el final de aquella época una transformación en su región natal: habíamos redescubierto la integración como fórmula de desarrollo del cooperativismo; nacía la Asociación Antioqueña de Cooperativas. Y desde su retiro, Jiménez se preocupó por el nuevo proceso, por la estructura, por las transformaciones jurídicas, por los debates ideológicos, por los problemas con los gobiernos, por las rencillas… por todo. El maestro revivió y se mostró intelectualmente activo cuando ya contaba con noventa años de edad. E increíblemente, en estos años, otorgó a las generaciones futuras un maravilloso legado doctrinario que, afortunadamente, aceptamos a tiempo.

En estos últimos años, Francisco Luis Jiménez —al contrario de lo que pudiera pasar con un ser humano centenario— parecía fortalecido por el deseo de aportar a la construcción de un nuevo cooperativismo. Parecía renovado con fuerzas juveniles y esparcía semillas de doctrina por doquier, siempre atento a las problemáticas y a las soluciones. Todavía al mediodía del 20 de marzo de 2009 —a pesar de que la enfermedad agazapada anidaba en su pecho— revisaba sus notas, releía textos y se aprontaba, para la semana siguiente, a responder consultas de sus amigos y a continuar con sus epístolas no terminadas.

Francisco Luis Jiménez fue un ser humano sin igual. Un roble en su juventud; un roble en su senectud. Los cooperativistas del continente americano le debemos especial aprecio y admiración, y le enaltecemos como nuestro gran inspirador. En honor a su memoria, recordamos a todos el mensaje que expresó en junio de 2007 y que se constituye hoy en nuestro mandato:

No obstante lo hecho, con lo que está presente y con lo que ello significa, somos la base que nos permite avanzar a un pleno desarrollo para lograr sorprendentes resultados, tanto en las cooperativas como en lo que ellas significan en el destino del país. Es lo que nos corresponde y lo lograremos. De ello no debemos tener ninguna duda. Es preciso, por sobre todo, una positiva integración tanto social como económica, que, mediante un concebido plan de desarrollo, en menos de cinco años la acción cooperativa, con factores decisivos, alcance un adelanto justo de la producción y de todo aquello que nace de la misma, con miras directas a imponer la economía del consumidor, logrando para éste un bienestar que represente un hecho de salvación y, al mismo tiempo, de satisfacción, tanto para el individuo como para la sociedad.

Que en paz descanses, querido maestro.

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Marina Quintero Quintero

La investidura de autoridadSer agente de ley significa estar autorizado para representarla y transmitirla; por tanto, la investidura de autoridad le da al sujeto el estatuto de gobernante, de líder, de educador, de padre… así, la legitimidad de tal estatuto la otorgan aquéllos ante quienes la autoridad se ejerce. En el caso de la paternidad y del magisterio, son los hijos y los discípulos quienes, al reconocerles al padre y al maestro un saber, un esfuerzo, un mérito, un proceder ético, legitiman su función, haciendo posible la eficacia de ésta y, por lo tanto, la transmisión de lo que es esencial para la constitución de la identidad y del ordenamiento social. Precisamente es en este reconocimiento y legitimidad donde reside la diferencia sustancial entre autoridad y autoritarismo.

Es autoritario aquel que se ubica en el lugar de la ley mediante el ejercicio de una fuerza coactiva. La imposición, ya sea bajo la forma de la intimidación o de la seducción, tiene como finalidad sostener el imperio del deseo (deseo del amo), para lo cual se vale, la mayoría de las veces, de la palabra hecha orden indiscutible. El autoritarismo es, entonces, irracional, arbitrario, pocas veces eficaz y, por lo general, estruendoso.

Podrá encontrar la primera parte de este artículo en la edición anterior de nuestra revista

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Por su parte, el sujeto investido de autoridad transmite la ley por vía de la identificación y de la razón argumentada. En efecto, la verdadera autoridad se tramita en el ámbito de la palabra hecha diálogo, a pesar de la dificultad que implica sostenerlo, dado el malentendido que siempre cruza la comunicación entre los hablantes. En el ejercicio de la autoridad, entonces, siempre se vislumbrará la posibilidad de un saber que la racionalidad enruta y la familiaridad le será compatible.

Cuando la autoridad existe, se percibe, porque quien la detenta sabe hacerse escuchar cada vez que es menester. Sin embargo, el hecho de que por medio del diálogo la autoridad reconozca la demanda del otro y, por tanto, su deseo, no significa que la ley esté fundada en la razón argumentada y que su acatamiento esté supeditado a la persuasión. No, a la ley se le acata y, si acaso es necesario un cuestionamiento de su estructura o de su eficacia y pertinencia, los términos se definen desde su propia lógica. Por ello, es importante aclarar que existe diferencia entre el proceso de constitución de la ley como instancia lógica que trasciende el deseo humano y el ejercicio de la autoridad, que tiene como función agenciarla.

En este orden de ideas, surge la pregunta por lo que sucede cuando un adulto acomete el diálogo sin que un saber

«El sujeto investido de autoridad transmite la ley por vía de la identificación y de la razón argumentada. En efecto, la verdadera autoridad se tramita en el ámbito de la palabra

hecha diálogo, a pesar de la dificultad que implica sostenerlo, dado el malentendido que siempre cruza la comunicación

entre los hablantes. »

que a él le concierne como sujeto le dé contenido y reciedumbre a sus argumentaciones; es decir, ¿qué sucede cuando un adulto usurpa la investidura de autoridad?

Hans-Georg Gadamer, en su libro Verdad y método, sostiene que el fundamento de la autoridad es el acto de razón —de libertad— que concede reconocimiento al otro, básicamente porque tiene una visión más amplia, porque está más consagrado, porque sabe más. En este sentido, y recurriendo al pensamiento kantiano sobre la “mayoría de edad”, la investidura de autoridad sería tributaria de un conocimiento superior. Así, cuando alguien usurpa la investidura de autoridad, el diálogo puede verse seriamente amenazado por vicios como el exceso y el destiempo, que lo debilitan y fracturan. Estas anomalías sostenidas por la ilusión de alcanzar con el subordinado un acuerdo pleno que lo proteja de lo que siempre trae consigo la razón argumentada (la incertidumbre, la duda, la interrogación…) ponen en evidencia la imposibilidad de este adulto para hacer el reconocimiento del valor de la interlocución y de la falta-de-saber que siempre hace presencia cuando el cometido es construir responsabilidad y ahondar en la verdad y la justicia, conquistas humanas con las cuales se teje identidad y comunidad.

Aun cuando los acuerdos que produce el diálogo sean relativos, transitorios y algunos coyunturales, el verdadero agente de ley no declina en su función, por ello insiste en mantener la situación de diálogo, para lo cual obra de conformidad con la norma: renuncia, acata, escucha; gestos de buena voluntad que revelan al otro que la situación de diálogo se merece y se conquista.

Estas consideraciones nos permiten establecer que el diálogo tiene como condición el reconocimiento, por parte de los sujetos que interlocutan, de su condición de no-todo en el conflicto o en la diferencia que los convoca y les interesa resolver. Reconocer que no se posee todo el saber, toda la razón; que no se puede todo el obrar, abre un espacio y un tiempo a la construcción de conciencia ———de saber— y, con ella, a elaboraciones renovadas en lo que

Educación

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les concierne como sujetos, y en el orden de lo social y lo cultural. Además, este reconocimiento protege contra el riesgo de situar a quien no denota merecimiento en el lugar de interlocutor, pues se está avisando que sólo la habilidad lógica y los recursos retóricos serán los instrumentos de quien no se ubica en el lugar de la falta y sólo busca imponer su goce.

Para concluir, insistimos en que el ejercicio de la función educadora convierte al adulto en generador de un malestar que no puede evitar, por la exigencia que su demanda representa y por la dificultad que para el otro supone hacerse cargo de ella. De ahí que no sean los halagos de los alumnos los que den la medida del “buen maestro”. Sostener la formación exige el esfuerzo y la disciplina que impone la relación con el saber y con la cultura; por tanto, supone un costo que debe asumir con la entereza y el estoicismo que la conciencia del deber cumplido le depara. El maestro que despliega un esfuerzo permanente en la realización de su propio proyecto de vida sabe que cuando ubica a los alumnos en la situación del rigor y la dificultad que demanda el pensar por sí mismo, y la consiguiente realización de una obra original, significa acercarlo a la posibilidad del fracaso; pero, compensatoriamente, sabe que le está otorgando el derecho a ser el verdadero hacedor de su destino, en tanto podrá ir venciendo obstáculos y agudizando sus propias capacidades. Sólo así enfrentará y disminuirá el carácter implacable de la vida, y, en consecuencia, como lo afirmara Freud, “se interesará por la existencia en el gran mundo”.

«Sostener la formación exige el esfuerzoy la disciplina que impone la relación con el

saber y con la cultura; por tanto, supone un costo que debe asumir con la entereza y el

estoicismo que la concienciadel deber cumplido le depara»

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En riesgo de desaparecer se encuentra el 20% de las cooperativas de transporte en Antioquia. Integrar las coopera-tivas de transporte del Valle de Aburrá fue la principal propuesta que se expuso durante el Primer Foro “Presente y futuro del cooperativismo de transporte”

Propuestas sobre la mesa Fusionar las cooperativas de transporte que existen en la actualidad en Colombia, y en especial las del Valle de Aburrá, fue la propuesta fundamental del evento. “Se trata de un proyecto que surgió desde el posgrado de Gerencia Integral del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, en el que participaron los consultores Mauricio Sánchez, Mauricio Arias y Luis Edison Aristizábal”, comentó Ospina.

El encargado de exponer la propuesta fue Luis Edison Aristizábal, gerente de Cootransures. “Consideramos que es necesario diseñar una estructura administrativa y operativa para fusionar las cooperativas de transporte especial del Valle del Aburrá. Una estructura que permita especializarse por actividades, que dé espacio a la creación de nuevas unidades de negocios, que ayude al fortalecimiento operativo, financiero y administrativo para que este sector pueda adecuarse a las futuras políticas del Gobierno Nacional, y, de este modo, permanecer y crecer en el tiempo”, indicó Aristizábal durante su intervención.

En búsqueda de soluciones efectivas para las diversas problemáticas que aquejan al sector del transporte en Colombia, se desarrolló en Medellín el Primer Foro “Presente y futuro del cooperativismo de transporte”, el cual tuvo lugar el pasado 23 de abril en el Hotel Nutibara.

Fueron 65 los participantes activos de una jornada completa de arduo trabajo, en la que se marcó el inicio de un proyecto que busca solucionar los problemas a los cuales se enfrenta el sector del transporte colombiano, tanto de carga como de pasajeros. Una solución que debe ser inmediata, pues, durante el evento, Hernando Zabala Salazar, asesor de investigaciones de la Confederación de Cooperativas de Antioquia (Confecoop Antioquia), anunció el riesgo de desaparecer en el que se encuentra el 20% de las cooperativas de transporte del departamento, ya que no cumplen con los requisitos que exige la ley colombiana en el tema de patrimonio. Otras problemáticas“Dificultades como el costo del combustible, la sobreoferta del parque automotor, la obsolescencia de los vehículos con sus consecuencias ambientales y económicas, la competencia desleal, la falta de estabilidad jurídica y la deficiente infraestructura vial, entre otras, fueron motivo de análisis y de discusión durante el evento”, explicó Luis Fernando Ospina, gerente de la Cooperativa de Transporte de Carga (Cootracar). Ospina agregó que durante la jornada se hizo especial énfasis en los temas relacionados con las políticas estatales, el estado del cooperativismo y la responsabilidad civil, con relación al sector del transporte.

Luis Fernando Ospina es también el director ejecutivo de la Federación Cooperativa Multimodal de Transporte (Fecoomtrans), entidad que organizó el Foro en asocio con Confecoop Antioquia, en cabeza de Guillermo Arboleda.

Además de los directores de las dos entidades, el evento contó con las intervenciones de la directora territorial de Antioquia y Chocó, Flor Alicia Peláez Ossa; el ingeniero y representante del Ministerio de Transporte, Víctor Hugo Montoya; el gerente de la Cooperativa de Transporte escolar y Servicios Especiales del Sur (Cootransures), Luis Edison Aristizábal; entre otros.

Se propone fusión paraque no desaparezcan

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Eventos y recomendados «

El subsector transportador representa el 11,4% de las entidades cooperativas del país y otorga el 16,4% de los empleos en Colombia. Los activos y el patrimonio del subsector del transporte del departamento de Antioquia se concentra en el Valle de Aburrá, con más del 80% del total.El subsector en Antioquia tiene un importante parque automotor, con más de 12.500 vehículos en sólo una muestra de 44 entidades.El subsector tiene gran capacidad de empleo en el gremio de los conductores, con más de 22.000, en una muestra de 44 entidades.En la muestra se descubre un bajo grado de profesionalización de los órganos sociales y en la dirección de las empresas.

desde la Superintendencia de Puertos y Transporte, que es finalmente quien decide. Sin embargo, como consecuencia del evento hemos conformado cuatro mesas de trabajo con responsabilidades muy concretas en cuatro temas: política pública, fondos de la ley de reposición, responsabilidad civil y patrimonio. Esta última tiene programado reunirse una vez por semana, pues consideramos que es un tema que no da espera”, explicó Ospina.

Las siguientes son las condiciones mínimas de ajuste patrimonial a 31 de diciembre de 2008:

Decreto 170 Colectivo urbano: 300 SMMLV $138.450.000

Decreto 171 Pasajeros por carretera:300 SMMLV $138.450.000

Decreto 172Servicio de taxi: 200 SMMLV $ 92.300.000

Decreto 173 Carga por carretera: 1.000 SMMLV $461.500.000

Decreto 174Transporte especial: 300 SMMLV $138.450.000

Cifras

Decretos

Un marco legal que limitaEsta propuesta guarda coherencia con la Ley 79 de 1988, la cual, en su artículo 100, manifiesta que “las cooperativas podrán fusionarse o incorporarse cuando su objeto sea común o complementario”.

La mayoría de las cooperativas que en la actualidad existen en el Valle de Aburrá no cumplen con lo consignado en el Decreto 174 de 5 de febrero de 2001, el cual exige que las empresas de transporte cuenten, a 31 de diciembre del año que esté en curso, con un capital social o patrimonio de 300 SMMLV, cada una, pues, de lo contrario, se debe proceder a su liquidación. Este incumplimiento lo presenta el 20% de las cooperativas de transporte del departamento antioqueño.

“Lo preocupante de esta situación y en lo que tiene que ver con el financiamiento del sector, es que muchas de estas cooperativas son el único acceso a veredas y comunidades apartadas de Antioquia”, enfatizó Guillermo Arboleda, director ejecutivo de Confecoop Antioquia.

Esta se convierte en una de las principales razones para pensar en la integración como la solución más viable, pues ello significaría la unión de recursos, fuerza, capital y, en definitiva, de patrimonio.

Prodes: la base de la propuestaLa propuesta de fusionar las cooperativas de transporte del Valle de Aburrá surge con base en la aplicación de los programas de desarrollo empresarial sectorial (Prodes). Éstos son un conjunto de actividades asociativas, desarrolladas en las pequeñas y medianas empresas, orientadas al mejoramiento de la gestión, la productividad y la competitividad, en el corto, mediano y largo plazo.

Compromisos concretosLos resultados del foro son positivos y exigen mucho compromiso por parte del sector cooperativo de transporte. “Aún no sabemos como verán la propuesta

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Boletín 0429 de abril de 2009

Centro de Asesorías Jurídicas Cooperativas Ltda.Luis Germán Cadavid Palacio

El Centro de Asesorías Jurídicas Cooperativas Ltda. informa, en esta ocasión, sobre distintos temas de interés general. El primero de ellos es el registro único nacional de tránsito (RUNT), el cual consiste en la manifestación que realiza directamente el propietario de uno o varios vehículos, incluyendo motocicletas, sobre sus datos personales y los del automotor de su propiedad, con el fin de registrar y mantener actualizada, centralizada y autorizada la información del parque automotor en el país. Esto va ligado al cambio de pases establecido en la Ley 789 de 2002, que obliga a la renovación o cambio total de este documento en todo el país. Finalmente, exponemos las acciones de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), tendientes a verificar la legalidad del software de las empresas, dentro del plan de fiscalización tributaria de 2009.

Runt y cambio de paseLos dueños de vehículos públicos, particulares y motocicletas tendrán que diligenciar un formulario para actualizar la información de dichos automotores. Según el Ministerio del Transporte, los dueños de los carros cuyas placas terminen en 0, 1 y 2 deben adelantar el trámite entre el 4 y el 31 de mayo; las terminadas en 3, 4 y 5, del 1 al 30 de junio; las placas terminadas en 6, 7, 8 y 9, entre el 1 y el 31 de julio. Quienes no realicen el trámite podrían afrontar una sanción de dos salarios mínimos mensuales ($994.000), prevista en la Ley 789 de 2002, artículo 8.

Dónde reclamar el formularioEl formulario se puede adquirir de manera gratuita en cualquier oficina de tránsito del país. En el caso de Bogotá, en Servicios Integrales para la Movilidad (SIM), antiguo Sett. De la misma forma, se puede acceder a estos documentos en la página web http://www.runt.com.co.

En caso de usar la página web, es necesario diligenciar y enviar la información de manera electrónica. “Este trámite es obligatorio y permitirá verificar la autenticidad de los datos de cada vehículo y propietario. Las personas

que tienen pase, pero no vehículo, no están obligadas a llenar el formulario. Sólo es para propietarios”, explicó el asesor del Viceministerio del Transporte, Jorge Enrique Vera.

El funcionario afirmó que este procedimiento obedece a la entrada en vigencia del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), que busca automatizar y unificar los registros y procedimientos del sector. “Este 4 de mayo empezará este sistema que permitirá reducir fenómenos ilegales, como el gemeleo,

contrabando, licencias falsas, entre otros”, dijo. El formulario de autodeclaración tiene 31 espacios,

donde se piden desde datos básicos del propietario, hasta el tipo de combustible y manifiesto de importación. Esta información está en la tarjeta de propiedad de cada automotor, por lo que se recomienda tener a mano dicho documento.

Para demostrar que se realizó la autodeclaración, el organismo de tránsito de cada ciudad o departamento está obligado a entregar una fotocopia del formulario con sello de recibido. Si se envía por fax, bastará con la tirilla y si se tramita por Internet, se suministrará un número.

Cambio de paseEl Ministerio del Transporte también tiene listo el formato del nuevo pase de conducción. Como se recordará, la Ley 789 de 2002 obliga la renovación o cambio total de este documento en todo el país.

La nueva identificación posee características de alta tecnología, como hologramas, huella dactilar, RH, un espacio para determinar si la persona es donante de órganos, foto y un número alfanumérico (letras y

«‘Este trámite es obligatorio y permitirá verificar la autenticidad

de los datos de cada vehículo y propietario. Las personas que tienen pase, pero no vehículo,

no están obligadas a llenar el formulario. Sólo es para

propietarios’ , explicó el asesor del Viceministerio del Transporte,

Jorge Enrique Vera. »

Boletín 04

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Actualidad contable y financiera«

números) que servirá para el seguimiento e historia del conductor.

“Aunque es necesario renovar todos los pases del país, estamos evaluando el cronograma, debido a un proyecto de ley que cursa en el legislativo en el que se propone la incorporación de un chip electrónico”, señaló Vera. En caso de aprobarse dicha iniciativa, serán necesarios otros cambios en el documento.

Para mayor información del formulario y cambio de pase, comuníquese con el organismo de tránsito de la ciudad o a la línea gratuita nacional 018000930060. Se recomienda no dejar para último momento el diligenciamiento del formulario.

RuntEn una primera etapa, el registro único nacional de tránsito (RUNT) consolidará, en una sola base de datos, los registros de automotores, conductores, empresas de transporte, licencias de tránsito, centros de enseñanza y de seguros. En una segunda fase, que estará lista en los próximos meses, se incluirán los registros de personas naturales que prestan servicio público (por ejemplo, taxistas), remolques, accidentes de tránsito y maquinaria agrícola. El Gobierno nacional anunció que adelanta la capacitación en organismos de tránsito para evitar contratiempos. Así mismo, a finales de abril se lanzó una masiva campaña publicitaria en medios.

DIAN revisará legalidad del software La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) adelantará acciones tendientes a verificar la legalidad del software que utilicen las personas naturales o jurídicas en sus sistemas de cómputo, dentro del plan de fiscalización tributaria de 2009.

Los funcionarios de la DIAN solicitarán a las empresas que visiten, las licencias que demuestren la legalidad de los programas de cómputo, las facturas de compra, la contabilización del intangible, los equipos de cómputo y demás aparatos en los que se encuentre instalado el software.

En caso de encontrar un software ilegal, la DIAN pondrá esta situación en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación para que tome las medidas correspondientes.

La DIAN recordó que el artículo 2 de la Ley 603 de 2000 faculta a la entidad para “verificar el estado de cumplimiento de las normas sobre derechos de autor, para impedir que a través de su violación, se evadan tributos”.

El Centro de Asesorías Jurídicas Cooperativas enviará próximamente más información al respecto, para conocimiento de todos nuestros clientes.

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»RecomendadosEl hábito de innovarDiego Parra DuqueAguilar2006 Páginas: 224ISBN: 9587044622

¿Sabe cómo innova su organización? ¿De cuántas formas diferentes lo viene haciendo? ¿Es la innovación en su organización algo que ocurre de forma casual o más bien es un hábito que forma parte de su cultura? Hoy en día la innovación no se refiere únicamente a la introducción de novedades con un alto componente tecnológico en los mercados mundiales. Nuevos formatos de innovación aparecidos en los últimos veinte años hacen que las organizaciones deban conocer el amplio portafolio de posibilidades que existen a la hora de innovar: innovaciones para bajar costos, innovaciones tecnológicas, innovaciones comerciales y la muy reciente generación de innovaciones agrupadas bajo el concepto de innovación en valor.

Francisco Luis Jiménez, Sembrador de una esperanza. 1930-1960Hernando ZabalaOlga Lucía Arboleda Fundación Universitaria Luis Amigó2006Páginas: 335ISBN: 9589768571 El presente estudio se ha ocupado de recuperar y analizar el pensamiento y la producción intelectual del maestro de la cooperación colombiana Francisco Luis Jiménez Arcila, en el periodo 1930-1960. Contiene la identificación, sistematización y análisis de las líneas y temáticas de trabajo relacionadas con el cooperativismo y la economía solidaria, para comprender el pensamiento social de quien fuese el precursor y pionero del movimiento cooperativo colombiano. Los invitamos a recordar a este gestor del cooperativismo en Colombia, por medio de este interesante perfil sobre su desempeño en el periodo señalado; y su continuación, en el tomo II de esta edición Sembrador de una esperanza: Francisco Luis Jiménez. 1961-2004.

Diccionario de economía solidaria y cooperativismoBeatriz Elena Henao Torres, et. alUniversidad Cooperativa de Colombia2006Páginas: 114ISBN: 9588205921

Este diccionario especializado cuenta, aproximadamente, con 550 términos y definiciones, con sus respectivas derivaciones. Además de ofrecer términos recopilados de libros, monografías, textos jurídicos filosóficos y doctrinarios sobre el cooperativismo, incluye la biografía de importantes personajes del sector, para ofrecer así un contexto histórico del tema que nos ocupa. Este texto constituye una herramienta efectiva en la consulta de términos propios del sector, de manera que facilite a docentes, estudiantes, dirigentes del sector y a estudiosos del tema la consulta de los términos propios de la materia, en un documento amplio y detallado.

Modelo alternativo de desarrollo Para una economía nacional, plural, democrática y participativa Alejandro Bernal Escobar Oveja Negra, Quintero Editores 2008 Páginas: 357 ISBN: 958-06-1113-4

Este libro presenta una propuesta alternativa de economía viable para el mediano plazo, en contraposición al modelo neoliberal, cuyas concepciones y resultados están demostrando ser cada vez más antagónicos al desarrollo armónico de la población y al progreso integral y humano de la sociedad.

Comunidad cooperativa en Internethttp://cooperativas.info/

En esta página podrá encontrar información relacionada con la creación de cooperativas, intercambios comerciales, ofertas comerciales, compraventa de productos y servicios entre cooperativas, foros, cooperativas de consumidores, cooperativas de productores, además de artículos relacionados con economía solidaria, estrategia, innovación. Aquí podrá encontrarse con otros usuarios y compartir información de interés.

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Fenalco Antioquiahttp://www.fenalcoantioquia.com.co/

La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) tiene como objetivo defender y representar los intereses del comercio organizado frente a las diferentes instancias gubernamentales. Así mismo, el apoyo de los comerciantes y el desarrollo de servicios y actividades que impulsen y respalden la labor comercial. En la página de Fenalco podrá encontrar información relacionada con la entidad, programación de eventos empresariales, investigaciones económicas, asesorías en gestión humana, entre otros. Es una importante fuente de información para el sector comercial en general.

Proyecto de Ley Marco para las cooperativas de América Latinahttp://www.neticoop.org.uy/article191.html

En esta página podrá encontrar el ‘Proyecto de la Ley Marco para las cooperativas de América Latina’, el cual busca brindar un texto que fije los lineamientos fundamentales que la doctrina y la experiencia jurídica y cooperativa señala como los más adecuados para los países de la región; contiene importantes avances en materia legal e incorpora novedosos conceptos, para algunos países, que han demostrado en la práctica gran eficacia, al convertirse en instrumentos que dinamizan la acción cooperativa y le abre nuevos horizontes y perspectivas al sector. Es suministrado por la Organización de las Cooperativas de América (OCA) en su página web, desde donde puede descargar el documento en pdf.

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8 de mayo Seminario de control social “Responsabilidad social empresarial de cara al balance social cooperativo”Objetivo: Ofrecer a los miembros de las juntas de vigilancia y a miembros de los organismos de control de las entidades de economía solidaria y a sus directivos, con-ceptos y herramientas necesarias para el desempeño adecuado de sus funciones en éstas.

16 de mayoDesayuno secretarias “Comunicación afectiva y efectiva”Introducción: El ser humano, aparte de satisfacer sus necesidades físicas, requiere satisfacer sus necesidades de afecto y reconocimiento. Cuando las empresas dan prioridad a la satisfacción de estas necesidades afectivas ven rápidamente una alta retribución económica y social por parte de los asociados internos y externos.Objetivo: Proporcionar herramientas prácticas para aprender a dar y recibir retroa-limentación positiva en el trabajo, en la familia y en la sociedad.

20 de mayoSeminario Actualización de Estados Financieros para Consejos de Admi-nistración, Juntas de Vigilancia y Delegados (no expertos)Introducción: La Superintendencia de la Economía Solidaria publicó el texto de la Circular Externa 004, mediante la cual modificó el contenido de la Circular Básica Contable y Financiera, con el propósito de armonizarla con las nuevas disposiciones que el Gobierno nacional ha expedido para el sector de la economía solidaria. En consecuencia, se encuentra en total vigencia la mencionada Circular, razón por la cual las entidades destinatarias de ésta deben dar aplicación integral a su contenido. Se contará con la participación de una funcionaria de la Superintendencia.Objetivo: Proporcionar a los asistentes elementos básicos que faciliten la lectura, el análisis y la interpretación de estados financieros.

22 de mayoActualización Circular básica contable y financiera 004 de 2008Objetivo: Conocer el texto de la Circular externa 004, que publicó la Superinten-dencia de la Economía Solidaria, mediante la cual modificó el contenido de la Cir-cular básica contable y financiera, con el propósito de armonizarla con las nuevas disposiciones que el gobierno nacional ha expedido para el sector de la economía solidaria.

28 y 29 de mayoIII Encuentro Nacional de EducaciónObjetivo: Generar un espacio de intercambio y socialización de las experiencias del sector, en torno a las prácticas educativas que contribuya a realimentar y orientar los procesos de aprendizajes individuales y colectivos de las cooperativas.

11 de junioIncidencia política de las organizaciones de economía solidaria en el gobiernoIntroducción: Quien no conoce la política la padece, aunque no reconozca el pa-decimiento; por el contrario, el conocimiento de la política forma ciudadanos más independientes y, por tanto, más soberanos de su propio juicio. Por ello, es importan-te que el sector cooperativo sea consciente de que la mejor defensa es la integración y, como consecuencia de ésta, la participación representativa en diferentes espacios gubernamentales y decisivos (tanto locales y regionales como nacionales); lo cual permita romper con esa cadena de exclusión y aislamiento del sector frente a las decisiones, reglamentaciones y acciones emprendidas por el Estado. La invitación de la Asociación es a participar desde el sector cooperativo con cuadros directivos en instancias gubernamentales, de decisión y proposición.Objetivo: Presentar a los asistentes los fundamentos teóricos más relevantes para el análisis de las instituciones, de los hechos, de los procesos y de las ideologías polí-ticas contemporáneas, para contribuir al conocimiento con el cual todo ciudadano puede hacer más efectiva su participación en la vida política en todos los niveles. Sensibilizar al sector sobre la importancia de participar e incidir en la vida política local, departamental y nacional.

3 de julioIII Encuentro Nacional CooperativoObjetivo: Reunir al sector cooperativo en torno a este evento nacional, con un profundo contenido académico que lleve a la sensibilización, a la construcción y al cambio de pensamiento.

» Nueva circular, 2008» Nueva circular, 2008»EventosIII Encuentro Nacional Cooperativo

Para este tercer encuentro queremos realizar un evento enfocado en la mujer, por ello diferentes asociaciones femeninas fueron invitadas a participar. Deseamos resaltar con ello que las cifras de participa-ción de la mujer en el sector cooperativo muestran que éstas en-cabezan los porcentajes, como ahorradoras, asociadas, empleadas y líderes administrativas en el sector. Buscamos conocer, además, las experiencias donde la mujer es líder y promotora de proyectos asociativos; visibilizar su papel en este movimiento; conocer otros paradigmas de la economía, como la economía del cuidado (teo-rías feministas), la cual se centra en procurar las condiciones para el cuidado de la vida (salud y educación), y reivindicar los roles de la mujer en la familia (el trabajo como jornada doble de la mujer, por ejemplo). Además de resaltar experiencias de empresas sociales pi-lotos generadas desde la Secretaría de la Mujer y propiciar proyectos solidarios de trabajo con las madres comunitarias.

ObjetivoCrear un espacio de conocimiento, reflexión y construc-ción de propuestas frente a la participación de la mujer en el sector cooperativo.

ContenidoInvestigaciónExperienciasPonencias (académico)Círculos reflexivos

Público objetivo Mujeres en generalDirigentes asociados Dirigentes no asociados Empleados Otros organismos gremiales Organismos gubernamentales, nacionalesFacilitadoresAsesores Medios de comunicación Interesados en el tema

Fecha: 3 de julioLugar: Salón Antioquia, Hotel Intercontinental Informes: Tel. 444 [email protected]

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Eventos y recomendados «

Evento pasado

Foro ‘Presente y futuro del cooperativismo de transporte’

Debido a la problemática que se ha venido presentando con el vencimiento de los plazos fijados por el Decreto 4668, frente a la exigencia de cumplimiento del patrimonio líquido, Confecoop Antioquia, con apoyo de su Comité de Transportes y la Federación de Cooperativas de Transporte en todas sus modalidades, propiciaron un espacio de integración y construcción de soluciones a esta problemática a la luz de la asociatividad. El evento se realizó el pasado 23 de abril en el hotel Nutibara, y contó con la participación activa de 65 asistentes. Con ello se marcó el inicio de un proyecto que busca solucionar los problemas a los cuales se enfrenta el sector del transporte colombiano, tanto de carga como de pasajeros. La Federación Cooperativa Multimodal de Transporte (Fecoomtrans), y su director ejecutivo Luis Fernando Ospina, fue la entidad que organizó el Foro, en asocio con Confecoop Antioquia, en cabeza de Guillermo Arboleda. Además de los directores de las dos entidades, el evento contó con las intervenciones de la directora territorial de Antioquia y Chocó, Flor Alicia Peláez Ossa; el ingeniero y representante del Ministerio de Transporte, Víctor Hugo Montoya; el gerente de la Cooperativa de Transporte escolar y Servicios Especiales del Sur (Cootransures), Luis Edison Aristizábal; entre otros.

Asamblea General Ordinaria 2009

La Asociación Antioqueña de Cooperativas de Antioquia (Confecoop Antioquia) realizó, el pasado 15 de abril, la XXIII Asamblea General Ordinaria 2009, en el Hotel Intercontinental, Salón Antioquia. La Dirección Ejecutiva y el Consejo de Dirección llevaron dos propuestas principales a la Asamblea General, las cuales se resumen en dos palabras fundamentales: integración e intercooperación. También, se plantearon importantes temas sobre la actual situación del cooperativismo y las estrategias que se deben emprender para el fortalecimiento del sector.

Confecoop Antioquia informa a todo el sector cooperativo los nombres de su nuevo Consejo de Dirección, Junta de Vigilancia y Revisoría Fiscal.

Consejo de DirecciónPrincipales

Alejandro Osorio, CoodescoAmado Agudelo, CoonorteJhon Jairo Gómez, ComsocialJorge Alberto Corrales, CFALuis Fernando Gómez, FusoanParmenio Echeverry, CoomevaRicardo León Álvarez, Comedal

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SuplentesArmando Montoya, RecuperarAna María Ramírez, CooservunalJuan Fernando Madrigal, ColaboramosDagoberto López, Cooperativa BelénAmilvia Ríos, CootramedLuis Alfonso Marulanda, CotrafaAdriana Bolívar, Cooimpresores

Junta de vigilancia Principales

Luz Esneda Marín, CooperenEstella Arrubla, CoopinemErnesto Villa, Coopecrédito

Suplentes Gloria A. Álvarez, CoodesivalJuan Francisco Marín, CoodermaCamilo Botero, Colanta

Revisoría fiscal GBS Consultores

Revisora fiscal principal: Gladys Buitrago SalazarRevisora fiscal suplente: Sandra Milena Pineda Cosme

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Colaboradores

Hernando Zabala Salazar Historiador, especialista en Derecho Cooperativo y Solidario, director ejecutivo de la Corporación CDC, profesor de la Fundación Universitaria Luis Amigó y asesor de Confecoop Antioquia. [email protected]

Marina Quintero Quintero Licenciada en Psicopedagogía de la Universidad Pedagógica Nacional; magíster en Educación de la Universidad de Antioquia. Profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia. Coordinadora del Comité de Educación de Cooprudea e integrante del Comité de Educación de Confecoop Antioquia. [email protected]

Darío VianaPeriodista de la Universidad de Antioquia, master de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Universidad de París III, redactor de diversos medios nacionales e internacionales, residente en [email protected]

Diego Parra DuqueEconomista de la Universidad de los Andes, master en Psicología de la Creatividad de la Universidad de Santiago de Compostela, conferencista y profesor de talleres de innovación y creatividad, nacionales e internacionales. Autor de los libros El hábito de innovar, de editorial Aguilar, y Creativamente, de la editorial Norma, entre otros. Es consultor en innovación de importantes empresas multinacionales. Es uno de los miembros fundadores de Opción Colombia, y fundador y actual director de Katharsis, empresa dedicada a la implementación de culturas que innovan dentro de las organizaciones. [email protected]://www.katharsis.com.co

Alejandro RodríguezAbogado de la Universidad Externado de Colombia; especialista en Derecho Financiero de la Universidad del Rosario; especialista en Derecho Comercial de la misma universidad, con estudios de Maestría en Derecho Económico de la Pontificia Universidad Javeriana. Miembro del Consejo de Administración de la Central Cooperativa Financiera para la Promoción Social (Coopcentral) y del Centro de Estudios de Derecho y Tecnología, de la Pontificia Universidad Javeriana. Gerente general de Juriscoop Servicios Jurídicos S. A. (Juriservicios) y secretario general e integrante de la junta directiva de la Fundación Progreso Solidario.http://www.juriservicioscolombia.com/v2/index.php

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